Cómo Hacer Abono Orgánico Con Residuos Caseros

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Cómo hacer abono orgánico con residuos caseros

Cuanto más orgánico sea el abono y menos componentes químicos tenga será mejor para fertilizar
la tierra de tu huerto o jardín. Veamos algunas maneras de cómo hacer abono orgánico con
residuos orgánicos que puedes tener en casa.

En nuestro artículo anterior te contamos algunos tips ecológicos para cuidar el jardín, y un
factor importante del que hablamos es el uso de fertilizantes naturales libres de químicos
tóxicos para el medio ambiente. Además, son esenciales para que nuestras plantas crezcan mucho
más rápido y más sanas, puesto que recibirán mejores nutrientes.

Las sobras de alimentos que no puedes aprovechar en casa son perfectos para hacer tu propio
abono para el jardín o para las plantas que tienes en el interior o el exterior de la casa. El abono
orgánico se puede hacer reciclando algunos residuos orgánicos que desechamos en la cocina
como café, té, hojas y restos de comida como frutas, verduras, vegetales y cáscaras de huevo.
También se pueden utilizar residuos de nuestro propio jardín, como restos de poda, hojas y
hierbas secas, y estiércol.

Pues bien, veamos paso a paso cómo puedes preparar tu propio fertilizante orgánico casero
para cuidar tu jardín y el medioambiente.

Paso a paso
1- Utiliza un recipiente de aproximadamente 1 metro de profundidad y hazle algunos huecos en
la superficie.

2- Dentro del recipiente coloca 4 o 5 dedos de tierra.

3- Sobre la tierra, agrega los desechos orgánicos que tengas en casa, que como ya mencionamos
pueden ser café o té usado y restos de verduras o frutas, u hojas y hierbas secas o restos de la
poda. Es importante no utilizar restos de animales, huesos ni carne de ningún tipo, como tampoco
restos de vidrios, plásticos ni latas en nuestro abono orgánico.

4- Para finalizar, tapamos con un poco de tierra todos los desechos.

5- Cada dos semanas usa una pala para mezclar el contenido, lleva la parte de abajo para la
superficie y viceversa.

Después de varias semanas verás que aparecen unos gusanitos blancos y en el centro del abono
habrá una suave tierra negra y grumosa, esa es la ideal para tus plantas.

Cuando tengas suficiente, simplemente colócala alrededor de las raíces de tus plantas. Para mayor
seguridad puedes ir revisando tu fertilizante orgánico y cuando notes que toda la materia
orgánica se ha descompuesto completamente, el abono estará listo para usar en tu jardín. El olor
del abono debe ser como el de tierra mojada.

El abono estará listo en 2 meses si comenzamos su preparación en verano. Si lo hacemos en época


de invierno, puede tardar 5 meses.

Cómo hacer composta en tu casa



En México, diariamente se generan más de 110 millones de kilos de basura, de los cuales el 40%
corresponde a desechos orgánicos que deberían ser reciclados. Hacer composta ayuda a lograrlo y
mantiene estos desechos fuera de los vertederos donde ocupan espacio y liberan metano, un potente
gas de invernadero. 43% de los desechos en México se generan en casa.

Haz composta en tu casa o depa


Si pensabas que para compostear necesitabas tener un jardín, tenemos buenas noticias, puedes
comenzar donde sea. Si vives en un depa, solo necesitas una bolsa o un bote para basura. Si eres
afortunado de tener un jardín o terraza, comienza en un montón de tierra o en un hoyo. La puedes
hacer en una caja de madera, como un guacal.

Manos a la obra
Prepara la mezcla
Tu composta debe tener cuatro elementos:

1. Marrones. Es la mezcla de hojas secas, ramas, aserrín, pedazos de madera y periódico


triturado.
2. Verdes. Restos orgánicos, hierba, residuos vegetales.
3. Tierra. Esta dará cuerpo a las mezclas anteriores.
4. Agua. Tener la cantidad adecuada de agua, verdes y marrones es la premisa básica de la
composta
NOTA: Tu montoncito de composta debe tener la misma cantidad de marrones y verdes.
Prepara el lugar
En jardín: seleccione un lugar seco con sombra, pero con acceso a una fuente de agua y cava un
hoyo. El tamaño dependerá de la cantidad de composta que vas a hacer.
Dentro de casa: selecciona un bote de basura del tamaño de la composta que piensas hacer. Haz
hoyitos de menos de un centímetro en la parte inferior y a los lados del mismo. Coloca el bote dentro
de otro de mayor tamaño, separado por un ladriso en la parte inferior. Esto ayudará a la ventilación.
Rodea el ladrillo con una capa de madera, y ramitas. Envuelve el bote que contiene la composta
para mantenerla caliente.
Empieza a compostear
Paso 1. La capa inferior debe ser de ramas y trozos de madera, esto ayudará a la ventilación.

Paso 2. Alterna las capas de desecho de jardín con los restos de comida, colocando una capa de
tierra entre ellas. Mantén húmeda la mezcla y revuélvela cada dos semanas.

Paso 3. Cubre la composta con lona o tapa para mantenerla húmeda y caliente.

Lista para usarse


Durante la época de primavera y verano tu composta tardará tres meses en estar lista, en invierno
el tiempo se extiende a seis meses.

Para saber si está lista, toma un puño y observa su color. Deberá ser obscura y no observarás nada
de lo depositado, excepto los trozos de ramas.

La composta se aplica una vez al año. Agrega lombrices de tierra donde vayas a poner la composta,
para que se oxigene a través de los túneles que cavan.

Si no usas la composta, puedes guardarla en bolsas cerradas herméticamente.


Humus organico

El humus se caracteriza por un color oscuro que señala su riqueza en carbono orgánico.

El humus es la sustancia compuesta por ciertos productos orgánicos de naturaleza coloidal,


que proviene de la descomposición de los restos orgánicos por organismos y
microorganismos descomponedores (como hongos y bacterias). Se caracteriza por su color
negruzco debido a la gran cantidad de carbono que contiene. Se encuentra principalmente en
las partes altas de los suelos con actividad orgánica.
Los elementos orgánicos que componen el humus son muy estables, es decir, su grado de
descomposición es tan elevado que ya no se descomponen más y no sufren transformaciones
considerables.

RECOMENDACIONES PARA PREPARAR UN HUERTO

Busca los rayos del sol


Para empezar, no te preguntes dónde se verán mejor las plantas, sino donde
tendrán más posibilidades de crecer.
Derechos de autor de la
imagenGETTYImage captionDesde el lugar donde quieres crear el huerto, ¿ves el cielo?
¿Llegan los rayos de sol?

En otras palabras, observa bien el lugar donde quieres poner el huerto.

"De hecho, ve y párate en el lugar exacto (donde quieres poner tu huerto). Mira el
cielo ¿ves el Sol?", recomienda la columnista del Huffington Post Carol Hartsell.
Para que crezcan la mayoría de los vegetales, lo ideal es tener unas buenas seis horas
de luz solar.

Aunque Hartsell señala que si el lugar disponible recibe menos de seis horas al
día todavía puedes intentarlo, pero teniendo en cuenta que tomates, berenjenas,
pimentones y otros vegetales que requieran de mucha luz solar para producir
frutos podrían no funcionar.

Y ojo: si la zona tiene mucho sol, tampoco es bueno, pues corres el riesgo de que
se quemen las hojas de algunas plantas.

2. Macetas con huecos y altura


Una vez que ya has elegido el lugar "perfecto" busca los recipientes en los que
vas a plantar.

Derechos de autor de la
imagenTHINKSTOCKImage captionEl tamaño y profundidad importan.
Evita los potes sin agujeros; tus plantas necesitan que corra el agua.

También necesitan una buena profundidad para que las raíces puedan crecer.

El bloguero de Ecocosas Raúl Mannise recuerda que "una planta es como un


iceberg: tiene una parte que vemos y otra que no".

Mannise señala que la maceta debe ser adecuada para el tipo de planta, pues no
todas tienen la misma raíz ni crecen de la misma forma.
Según el sitio Facilísimo.com, con recipientes entre 7 y 15 centímetros de
profundidad se puede plantar casi todo, debido a que "las raíces no necesitan
mucho espacio si tienen suficiente agua, aire y nutrientes".

3. Piensa en la tierra
Aquí es donde hablamos de los nutrientes.

Derechos de autor de la
imagenGETTYImage captionLa tierra tiene que ser rica en nutrientes.

Así que elegir la tierra no debe ser algo que se tome a la ligera.

O como lo pone Hartsell: "No asumas que con tirar unas semillas de calabaza sin
pensar en la tierra vas a tener una excelente cosecha para el otoño".
Las plantas necesitan de una cama rica en nutrientes.

El blog Vidanaturalia aconseja combinar varios tipos de abonos o sustratos,


debido a que cada uno tiene características particulares con aplicaciones
específicas.

"Elegir mal el sustrato es una de las principales causas por las que pueden
aparecer todo tipo de problemas a la hora de empezar a cultivar nuestro propio
huerto urbano", se lee en el blog.
De acuerdo con este sitio, la tierra debe recrear las condiciones del ecosistema
original de la planta.
También debe ser esponjosa para que permita la entrada de oxígeno y capaz de
mantener una buena humedad.

4. ¿Semillas o brotes?
Si no eres un experto de la jardinería (y quieres ver resultados más rápido) quizás lo
mejor sería sembrar los brotes directamente.

Derechos de autor de la
imagenTHINKSTOCKImage captionLo más recomendable es empezar sembrando brotes.
Esto no se puede hacer con algunas hortalizas como la zanahoria o el nabo, pero
las lechugas, tomates o cebollas, puedes adquirirlas en brotes.
A la hora de sembrar estos brotes, en Facilísimo.com advierten de no estropear las
raíces, por lo que aconseja hacer un agujero lo suficientemente grande.

"Después presiona ligeramente el sustrato de alrededor de la planta y riega con


una regadera", aconsejan.

5. Agua...
Este es un tema que quizás no se le da la importancia que merece.

Derechos de autor de la
imagenTHINKSTOCKImage captionNo todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua
ni pueden ser regadas de la misma forma.
No todas las plantas requieren de la misma cantidad de agua ni se les puede regar de
la misma forma.
Unas precisan que se les rocíe las hojas y otras que solo se rieguen las raíces.

"Por ejemplo, los tomates necesitan mucha agua, pero les gusta estar un poco
secos entre riego y riego", aclara Hartsell.

En Facilisimo.com van un paso más allá y recomiendan instalar un sistema de


riego por goteo, "así sabrás cuándo empieza y termina la irrigación".

Otro punto que hay que tener en cuenta es la época del año, pues dependiendo
de los niveles de humedad y la temperatura en el ambiente las plantas necesitan
de más o menos agua.

6. ...y comida
No solo del agua viven las plantas. Necesitan fertilizantes.

Derechos de autor de la imagenGETTYImage


captionAdemás de agua, las plantas necesitan comer.
Los más recomendados son los fertilizantes balanceados, pues son buenos tanto para
las flores como para los vegetales.

Estos fertilizantes se les conocen como abonos NPK y tienen nitrógeno, fósforo y
potasio.

Estos son los tres compuestos que deben estar presentes en la tierra para que las
plantas se alimenten y construyan sus tejidos.

Otro compuesto indispensable es el carbono, y hoy en día lo tenemos de sobra en


el aire de las ciudades.
LA IMPORTANCIA DE LOS
HUERTOS CASEROS
Hoy día la economía no está muy buena y alimentarse es cada vez más caro. Es

por esto que Ecoturisteando te explica la importancia de los huertos caseros.

Los huertos caseros son de mucha ayuda, ya que estás produciendo alimentos en

tu hogar. No tan solo produces, sino que también ahorras dinero. Los huertos

caseros pueden cambiar tu vida por completo, ya que es una nueva actividad que

puedes hacer en tu hogar para salir de la rutina y, además, estás colaborando a

crear un planeta más eco-amigable. Esta actividad la puedes realizar con tus

familiares, así también la familia se beneficia, además de desconectarse de la

tecnología para ayudar al ambiente. La calidad de tus comidas mejorará gracias a

que tendrás productos frescos y nutritivos. Esto te ayudará a tener una vida más

saludable que es lo que todos queremos, mantenernos sanos.

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