Cómo Hacer Abono Orgánico Con Residuos Caseros
Cómo Hacer Abono Orgánico Con Residuos Caseros
Cómo Hacer Abono Orgánico Con Residuos Caseros
Cuanto más orgánico sea el abono y menos componentes químicos tenga será mejor para fertilizar
la tierra de tu huerto o jardín. Veamos algunas maneras de cómo hacer abono orgánico con
residuos orgánicos que puedes tener en casa.
En nuestro artículo anterior te contamos algunos tips ecológicos para cuidar el jardín, y un
factor importante del que hablamos es el uso de fertilizantes naturales libres de químicos
tóxicos para el medio ambiente. Además, son esenciales para que nuestras plantas crezcan mucho
más rápido y más sanas, puesto que recibirán mejores nutrientes.
Las sobras de alimentos que no puedes aprovechar en casa son perfectos para hacer tu propio
abono para el jardín o para las plantas que tienes en el interior o el exterior de la casa. El abono
orgánico se puede hacer reciclando algunos residuos orgánicos que desechamos en la cocina
como café, té, hojas y restos de comida como frutas, verduras, vegetales y cáscaras de huevo.
También se pueden utilizar residuos de nuestro propio jardín, como restos de poda, hojas y
hierbas secas, y estiércol.
Pues bien, veamos paso a paso cómo puedes preparar tu propio fertilizante orgánico casero
para cuidar tu jardín y el medioambiente.
Paso a paso
1- Utiliza un recipiente de aproximadamente 1 metro de profundidad y hazle algunos huecos en
la superficie.
3- Sobre la tierra, agrega los desechos orgánicos que tengas en casa, que como ya mencionamos
pueden ser café o té usado y restos de verduras o frutas, u hojas y hierbas secas o restos de la
poda. Es importante no utilizar restos de animales, huesos ni carne de ningún tipo, como tampoco
restos de vidrios, plásticos ni latas en nuestro abono orgánico.
5- Cada dos semanas usa una pala para mezclar el contenido, lleva la parte de abajo para la
superficie y viceversa.
Después de varias semanas verás que aparecen unos gusanitos blancos y en el centro del abono
habrá una suave tierra negra y grumosa, esa es la ideal para tus plantas.
Cuando tengas suficiente, simplemente colócala alrededor de las raíces de tus plantas. Para mayor
seguridad puedes ir revisando tu fertilizante orgánico y cuando notes que toda la materia
orgánica se ha descompuesto completamente, el abono estará listo para usar en tu jardín. El olor
del abono debe ser como el de tierra mojada.
En México, diariamente se generan más de 110 millones de kilos de basura, de los cuales el 40%
corresponde a desechos orgánicos que deberían ser reciclados. Hacer composta ayuda a lograrlo y
mantiene estos desechos fuera de los vertederos donde ocupan espacio y liberan metano, un potente
gas de invernadero. 43% de los desechos en México se generan en casa.
Manos a la obra
Prepara la mezcla
Tu composta debe tener cuatro elementos:
Paso 2. Alterna las capas de desecho de jardín con los restos de comida, colocando una capa de
tierra entre ellas. Mantén húmeda la mezcla y revuélvela cada dos semanas.
Paso 3. Cubre la composta con lona o tapa para mantenerla húmeda y caliente.
Para saber si está lista, toma un puño y observa su color. Deberá ser obscura y no observarás nada
de lo depositado, excepto los trozos de ramas.
La composta se aplica una vez al año. Agrega lombrices de tierra donde vayas a poner la composta,
para que se oxigene a través de los túneles que cavan.
El humus se caracteriza por un color oscuro que señala su riqueza en carbono orgánico.
"De hecho, ve y párate en el lugar exacto (donde quieres poner tu huerto). Mira el
cielo ¿ves el Sol?", recomienda la columnista del Huffington Post Carol Hartsell.
Para que crezcan la mayoría de los vegetales, lo ideal es tener unas buenas seis horas
de luz solar.
Aunque Hartsell señala que si el lugar disponible recibe menos de seis horas al
día todavía puedes intentarlo, pero teniendo en cuenta que tomates, berenjenas,
pimentones y otros vegetales que requieran de mucha luz solar para producir
frutos podrían no funcionar.
Y ojo: si la zona tiene mucho sol, tampoco es bueno, pues corres el riesgo de que
se quemen las hojas de algunas plantas.
Derechos de autor de la
imagenTHINKSTOCKImage captionEl tamaño y profundidad importan.
Evita los potes sin agujeros; tus plantas necesitan que corra el agua.
También necesitan una buena profundidad para que las raíces puedan crecer.
Mannise señala que la maceta debe ser adecuada para el tipo de planta, pues no
todas tienen la misma raíz ni crecen de la misma forma.
Según el sitio Facilísimo.com, con recipientes entre 7 y 15 centímetros de
profundidad se puede plantar casi todo, debido a que "las raíces no necesitan
mucho espacio si tienen suficiente agua, aire y nutrientes".
3. Piensa en la tierra
Aquí es donde hablamos de los nutrientes.
Derechos de autor de la
imagenGETTYImage captionLa tierra tiene que ser rica en nutrientes.
Así que elegir la tierra no debe ser algo que se tome a la ligera.
O como lo pone Hartsell: "No asumas que con tirar unas semillas de calabaza sin
pensar en la tierra vas a tener una excelente cosecha para el otoño".
Las plantas necesitan de una cama rica en nutrientes.
"Elegir mal el sustrato es una de las principales causas por las que pueden
aparecer todo tipo de problemas a la hora de empezar a cultivar nuestro propio
huerto urbano", se lee en el blog.
De acuerdo con este sitio, la tierra debe recrear las condiciones del ecosistema
original de la planta.
También debe ser esponjosa para que permita la entrada de oxígeno y capaz de
mantener una buena humedad.
4. ¿Semillas o brotes?
Si no eres un experto de la jardinería (y quieres ver resultados más rápido) quizás lo
mejor sería sembrar los brotes directamente.
Derechos de autor de la
imagenTHINKSTOCKImage captionLo más recomendable es empezar sembrando brotes.
Esto no se puede hacer con algunas hortalizas como la zanahoria o el nabo, pero
las lechugas, tomates o cebollas, puedes adquirirlas en brotes.
A la hora de sembrar estos brotes, en Facilísimo.com advierten de no estropear las
raíces, por lo que aconseja hacer un agujero lo suficientemente grande.
5. Agua...
Este es un tema que quizás no se le da la importancia que merece.
Derechos de autor de la
imagenTHINKSTOCKImage captionNo todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua
ni pueden ser regadas de la misma forma.
No todas las plantas requieren de la misma cantidad de agua ni se les puede regar de
la misma forma.
Unas precisan que se les rocíe las hojas y otras que solo se rieguen las raíces.
"Por ejemplo, los tomates necesitan mucha agua, pero les gusta estar un poco
secos entre riego y riego", aclara Hartsell.
Otro punto que hay que tener en cuenta es la época del año, pues dependiendo
de los niveles de humedad y la temperatura en el ambiente las plantas necesitan
de más o menos agua.
6. ...y comida
No solo del agua viven las plantas. Necesitan fertilizantes.
Estos fertilizantes se les conocen como abonos NPK y tienen nitrógeno, fósforo y
potasio.
Estos son los tres compuestos que deben estar presentes en la tierra para que las
plantas se alimenten y construyan sus tejidos.
Los huertos caseros son de mucha ayuda, ya que estás produciendo alimentos en
tu hogar. No tan solo produces, sino que también ahorras dinero. Los huertos
caseros pueden cambiar tu vida por completo, ya que es una nueva actividad que
crear un planeta más eco-amigable. Esta actividad la puedes realizar con tus
que tendrás productos frescos y nutritivos. Esto te ayudará a tener una vida más