Energia Taquionica
Energia Taquionica
Energia Taquionica
ENERGIA TAQUIONICA
Fue la energía que utilizó Jesús, para realizar los sucesos extraordinarios que llamamos milagros.
Él demostró, que vibrando, en la altísima frecuencia del amor, la mente puede dirigir la energía
taquiónica, la energía del pensamiento, para elevar la energía vital de los enfermos, realizando
curaciones extraordinarias, y aun levantándolos de la muerte, o para aumentar la frecuencia
propia de vibración del agua hasta convertirla en vino.
El amor es neutro, no tiene polaridad, vibra en altísima frecuencia; su energía que no tiene masa,
pertenece al plano espiritual y mental, donde existe de acuerdo a la voluntad del observador.
Los taquiones son partículas subatómicas que viajan más rápido que la luz.
La taquionización es un proceso tecnológico que impregna a la materia física con una cantidad
incrementada de taquiones y por lo tanto permanentemente cambia las propiedades cuánticas de
los núcleos atómicos que componen a esa materia.
Por todas las razones mencionadas arriba la energía de taquión tiene un efecto muy positivo en
nuestra salud y bienestar.
La materia de este universo es un producto de una tensión dinámica entre el Absoluto y la fuerza
de la contingencia.
La fuerza de la contingencia se expresa a sí misma a través de las fuerzas físicas básicas que
sostienen a la materia junta así que no se disuelva de regreso al Absoluto:
Todas estas fuerzas están sujetas a la ley de la entropía que es la fuerza básica de resistencia
contra la voluntad del Absoluto.
Lo opuesto a la ley de entropía es la ley de sintropía que se origina del Absoluto y libera la
conciencia y la materia del control de las fuerzas físicas básicas.
La centropía es una fuerza que armoniza los campos de energía caótica en una compleción
unificada y permite la trascendencia de limitaciones de tiempo y espacio como son definidas con
las constantes físicas básicas del universo entrópico: velocidad de la luz, la constante de Planck, la
constante fina de la estructura, etc.
La Energía de la Unicidad se origina del Absoluto y se densifica a través de las varias dimensiones
del universo.
Cuando la Energía de la Unicidad alcanza la dimensión del Alma, crea un campo de energía
armónica que los físicos llaman energía de punto cero.
Esta energía entonces se densifica a través de campos de energía del plano mental, astral y etérico
y puede ser aprovechada en el plano físico con aparatos especiales, las llamadas cámaras de
energía libre.
Los físicos saben que el vacío en realidad no está desocupado sino que está lleno de estados
potenciales energéticos de los que las partículas nacen. La energía oculta en el vacío es casi infinita
y puede ser usada sin gran gasto.
Por lo tanto se espera que llegará a ser la fuente principal de energía para la humanidad en el
futuro.
Cuando la Energía de la Unicidad se densifica a través de las dimensiones y desde el infinito entra
al tiempo y al espacio, empieza a manifestarse como partículas.