Fluoración Del Agua y La Sal

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LA HISTORIA DE LA FLUORACIÓN DEL AGUA: UN GRAN PROGRESO CIENTÍFICO

ESTADOUNIDENSE

El Dr. Frederick McKay se graduó de la


escuela de odontología en 1901 y viajó a
Colorado para comenzar a trabajar como
dentista. Muy pronto hizo un
descubrimiento que lideró el camino de una
investigación que ha mejorado las vidas de
decenas de millones de niños y adultos. Es
una historia de éxito científico en Estados
Unidos.

El Dr. McKay se dio cuenta que muchas personas viviendo en su área en Colorado tenían
unos raros puntos o manchas marrones en el esmalte de sus dientes. Él pasó muchos
años estudiando a estas personas y sufrió para poder encontrar una explicación a esto.
Tras largas investigaciones, el Dr. McKay hizo un poderoso descubrimiento: niños con esas
manchas marrones en los dientes sufrían mucho menos de caries dental. Pero, ¿qué era lo
que provocaban esas manchas marrones en los dientes? El Dr. McKay continuó su objetivo
de responder esa pregunta y por eso viajó a otras regiones de Estados Unidos donde la
gente también tenía esas manchas en la dentadura.

Tras varios años de estudio, el Dr. McKay encontró la respuesta. Con ayuda de un químico
que hizo pruebas en numerosas muestras de agua, el Dr. McKay descubrió que en las
áreas donde la gente tenía esas manchas marrones en sus dientes estaban tomando
agua para consumo de fuentes que presentaban niveles
inusualmente altos de un mineral llamado fluoruro. Estos
niveles estaban muy por encima de los típicos en el agua
potable. En la década de los años 1930 un dentista llamado Dr.
H. Trendley Dean llevó las investigaciones del Dr. McKay a otra
dimensión. El Dr. Dean estaba al frente de la Unidad de
Higiene Dental en el National Institutes of Health. Para
finales de esa década, junto a su equipo de investigación
descubrieron que niveles de fluoruro de hasta 1,0 partes por
millón (PPM) en el agua potable por lo general no
provocaban daños en el esmalte de los dientes.
Pero el Dr. Dean dio un paso adelante. Él se dio cuenta que la mayoría de los sistemas de
agua potable en el país tenían niveles de fluoruro muy por debajo de 1,0 partes por
millón, y él quería saber si agregando el mineral al agua potable tendría algún efecto en la
incidencia de caries dental en niños. En 1944, funcionarios de la ciudad de Grand Rapids,
en el estado de Michigan, aprobaron fortificar sus fuentes de agua potable para así
responder la pregunta. En 1945, Grand Rapids se convirtió en la primera ciudad del
mundo en fluorizar su agua potable. En un lapso de 15 años, investigadores siguieron de
cerca la aparición de caries dental en unos 30,000 niños en edad escolar en esta ciudad, y
encontraron que la tasa de incidencia de caries dental cayó en casi 60 %.

Este fue un revolucionario descubrimiento científico porque demostró con firmeza que la
caries dental es una condición que puede prevenirse. En las décadas de los años 1950 y
1960, miles de comunidades a lo largo de Estados Unidos comenzaron a fluorizar sus
fuentes de agua potable y sus tasas de caries dental cayeron significativamente. Hoy en
día, incluso en una era cuando la pasta de dientes con fluoruro está disponible y es
utilizada ampliamente entre la población, los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades reportan que el agua fluorizada reduce la caries dental en 25 % a lo largo
de toda la vida.

Fuentes de exposición e ingestión de fluoruro

Las fuentes de exposición e ingestión de fluoruro son, principalmente: agua potable


fluorada, pastas, barnices y otros productos dentales, té, pescados, mariscos, sal y
alimentos infantiles. El fluoruro (F-) también se encuentra en medicamentos, anestesias,
plaguicidas, desechos industriales (aluminio, fertilizantes y minerales de hierro), y como
halogenado más abundante en la corteza terrestre y océanos, que lo liberan al ambiente

Fluoración del agua potable en el mundo

A nivel mundial la fluoración del agua potable, de manera artificial, afecta sólo a un 5,7%
de la población, según el estudio de Cheng et al.46.

La recomendación de la OMS y la Agencia de Protección del Medio Ambiente para


fluoración del agua potable, por décadas, fue de 1,5 mg/L, sin embargo, en el 2008, este
límite, definido como seguro para evitar la fluorosis dental, pero “óptimo” para prevenir
deterioros dentales, disminuyó a 0,5-1,0 mg/L. Sin embargo, muchos países continúan sin
ajustarse
Contrariamente, el 98% de los países europeos prohiben fluorar el agua potable. La
mayoría ha definido la política de fluorar algunas sales o disponer de píldoras o tabletas
fluoradas, sólo para los niños que lo requieran.
Evolución de los deterioros dentales

Según datos de la OMS, entre 1970 y 2013, observamos una disminución progresiva, y a la
misma tasa, del deterioro de piezas dentales en niños de 12 años, tanto en países que
fluoran el agua potable como en los que no la fluoran
Análogamente, el índice DMFT en los países que no fluoran el agua potable y no usan sal
fluorada, comparado con los que utilizan fluoración, a través de la sal o tabletas, la
tendencia es a la disminución, acercándose a 1 pieza deteriorada, en ambos casos.

Por lo tanto, la fluoración del agua potable y las sales no tienen incidencia alguna, en la
disminución de deterioros dentales. Los mejores hábitos de higiene y alimentación
(reduciendo carbohidratos) siguen siendo las más efectivas.
FLUORACION DE LA SAL DE MESA

La fluoración de la sal de mesa es un método preventivo de salud pública que se usa con
éxito en varios países en el mundo1-4 para brindar a la población protección contra la
caries dental. Esta medida se implementó por primera vez en algunas zonas del país en
19815 y, posteriormente, se aplicó a escala nacional.6 Algunos estudios publicados
muestran que las concentraciones de flúor (F) en la sal no se encuentran dentro de los
intervalos recomendados por las autoridades gubernamentales.3,7 Se han reportado
diferentes concentraciones de F en un mismo paquete o bolsa.3,7,8 Por motivos de
seguridad y de control de calidad se recomienda la monitorización constante de las
concentraciones de F en sal.6 Algunos investigadores han propuesto que un control de
calidad deficiente es el responsable del amplio intervalo de concentraciones de F que se
han encontrado. Nuestro objetivo fue evaluar el contenido de F en muestras de la sal de
mesa que se distribuye en México, y determinar si las concentraciones de este elemento
en la sal se encontraban dentro de los intervalos recomendados por las autoridades.

La concentración de F indicada en la etiqueta de estos productos era de 250±50 partes


por millón (ppm). Se obtuvieron paquetes de un kg de los cuales se extrajeron
aproximadamente 100 gramos: 30 de la parte superior, 30 de la media y 30 de la inferior.

La concentración promedio de F de la sal de mesa analizada fue de 266±67 ppm F (rango


55-355 ppm).

Conclusiones

La fluoración del agua potable no impacta, significativamente, en la prevención de caries.


Pues su eficacia es más bien, por efecto tópico y no sistémico, como demostraron países
que no fluoran al agua potable, y no usan leches o sales fluoradas, disminuyendo los
deterioros dentales a la misma tasa que los que fluoran el agua potable.

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