Riesgo y Rentabilidad de Una Cartera
Riesgo y Rentabilidad de Una Cartera
Riesgo y Rentabilidad de Una Cartera
Teoría de la cartera
La teoría de la cartera nos va a dar un conjunto de normas que prescriben la forma en que
concretamente pueden construirse carteras con determinadas características que se consideran
deseables. Para esto se utiliza un método; el de optimización por medio de la Media Varianza
(CMV), que nos indica las características que deben tener aquellos que son eficientes y ventajas
de la diversificación de las inversiones.
Desde el punto de vista económico de la aversión del riesgo, enmarcado dentro del contexto de
la teoría de la utilidad, se identifica estrechamente con la desviación estándar. El desarrollo
inicial de la teoría de las carteras de inversión se basa en la consideración de que la conducta
del inversionista podía ser caracterizada por aquellos tipos de función de utilidad para las cuales
la desviación estándar proporcionaba una medida suficiente del riesgo.
Ningún estudio del riesgo en el campo de las finanzas resulta completo sin la consideración de
la reducción del riesgo mediante la tenencia diversificada de las inversiones. Hoy en día casi
todas las inversiones están garantizadas dentro del contexto de un conjunto de otras
inversiones, esto es, una cartera. Si se puede reducir el riesgo en algún grado mediante tenencias
diversificadas apropiadas, entonces la desviación estándar o variabilidad de los rendimientos de
una inversión única debe ser una aseveración exagerada de su riesgo actual. La diversificación
está garantizada en que la expectación del riesgo de una cartera completa será menor que la
suma ponderada de sus partes. La teoría de la cartera muestra que el análisis razonado de la
diversificación es correcta.
Elementos de la cartera
Los dos elementos básicos indispensables para realizar una elección de cartera son:
El primero está dado por la región de oportunidades, mientras que el segundo lo proporciona el
mapa de indiferencia que define la función de utilidad. Sólo resta unir los elementos y ver como
el criterio de selección se sobrepone a la región de oportunidades para llegar a definir cuál
paquete se elige entre todos los posibles.
Como se ha visto el problema de selección de cartera es un problema de selección es un
problema de elección, el cual maneja tres diferentes razones:
Concepto
Riesgo
Rendimiento
El rendimiento es lo que uno espera obtener por encima de lo que se está invirtiendo en el
mercado. Hay una relación directa entre riesgo y rendimiento, es decir, un activo financiero que
ofrezca mayor riesgo, usualmente tiene un mayor riesgo implícito (aunque no se perciba). El
rendimiento se puede ver como el incentivo que tienen que tener los agentes para vencer la
natural aversión al riesgo.
La rentabilidad y el riesgo son las 2 caras de una misma moneda. El riesgo es inherente a
cualquier actividad de inversión, y a mayor nivel de rentabilidad esperada, es inevitable asumir
también un mayor nivel de riesgo. Existe por lo tanto una relación directa entre la rentabilidad
y el riesgo.
En una inversión, los rendimientos futuros no son seguros. Pueden ser grandes o modestos,
pueden no producirse, e incluso puede significar perder el capital invertido. Esta incertidumbre
se conoce como riesgo.
No existe inversión sin riesgo. Pero algunos productos implican más riesgo que otros.
La única razón para elegir una inversión con riesgo ante una alternativa de ahorro sin riesgo es
la posibilidad de obtener de ella una rentabilidad mayor.
A iguales condiciones de riesgo, hay que optar por la inversión con mayor rentabilidad.
A iguales condiciones de rentabilidad, hay que optar por la inversión con menos riesgo.
Cuanto mayor el riesgo de una inversión, mayor tendrá que ser su rentabilidad potencial para
que sea atractiva a los inversores. Cada inversor tiene que decidir el nivel de riesgo que está
dispuesto a asumir en busca de rentabilidades mayores
MODELO DE VALORACIÓN DE ACTIVOS FINANCIEROS
El modelo CAPM (Capital Asset Pricing Model) es un modelo de valoración de activos financieros
desarrollado por William Sharpe que permite estimar su rentabilidad esperada en función
del riesgo sistemático.
Se trata de un modelo teórico basado en el equilibrio del mercado. Es decir, se presume que la
oferta de activos financieros iguala a la demanda (O=D). La situación del mercado es de
competencia perfecta y, por tanto, la interacción de oferta y demanda determinará el precio de
los activos. Además, existe una relación directa entre la rentabilidad del activo y el riesgo
asumido. A mayor riesgo mayor rentabilidad de tal modo que si pudiésemos medir y otorgar
valores al nivel de riesgo asumido, podríamos conocer el porcentaje exacto de rentabilidad
potencial de los distintos activos.
Se debe tener en cuenta que el modelo CAPM únicamente toma en consideración el riesgo
sistemático. Sin embargo, dentro del riesgo total de un activo financiero también se incluye
el riesgo no sistemático o diversificable, es decir, el riesgo intrínseco del título en cuestión.
El modelo CAPM, trata de formular este razonamiento y considera que se puede estimar la
rentabilidad de un activo del siguiente modo:
Donde:
E (ri): Tasa de rentabilidad esperada de un activo concreto, por ejemplo, de una acción
del Ibex 35.
rf: Rentabilidad del activo sin riesgo. Realmente, todos los activos financieros conllevan
riesgo. Por lo que buscamos activos de menor riesgo, que en escenarios de
normalidad son los activos de deuda pública.
E(rm): Tasa de rentabilidad esperada del mercado en que cotiza el activo. Por ejemplo,
del IBEX 35.
Por tanto, podemos observar que la rentabilidad esperada del activo vendrá determinada por el
valor de Beta como medición del riesgo sistemático.
Presunciones del Modelo CAPM
El modelo presume varios supuestos sobre el comportamiento de los mercados y sus inversores:
Los inversores son aversos al riesgo, no propensos. Para inversiones con mayor nivel de
riesgo exigirán mayores rentabilidades.
Todos los inversores poseen la misma información de forma instantánea y gratuita. Por
tanto, sus expectativas de rentabilidad y riesgo para cada tipo de activo financiero son
las mismas.
Las Letras del Tesoro a un año ofrecen una rentabilidad del 2.5%.
Supondremos para el ejemplo que se trata del activo libre de
riesgo. rf= 2,5%.
La rentabilidad esperada para el próximo año del IBEX 35 es del
10%. E(rm)=10%.
La beta de la acción X respecto al IBEX 35 es de 1,5. Es decir, la
acción X tiene un 50% más de riesgo sistemático que el IBEX
35. β=1,5.
Aplicamos la fórmula del Modelo CAPM: