Teoria y Tecnica de Psicoterapia
Teoria y Tecnica de Psicoterapia
Teoria y Tecnica de Psicoterapia
LA PRIMERA ENTREVISTA
Importa que sea destinada a cumplir no solo con funciones diagnósticas y e fijación de contrato,
sino q en psicoterapias breves juega siempre un rol terapéutico. Se trata entonces de q e el
terapeuta pueda además realizar intervenciones adecuadas. Esta entrevista, para ser eficaz, debe
cumplir varias tareas en fases sucesivas:
1) Diagnostico aproximativo inicial a partir de los datos aportados por el paciente. Este diagnóstico
se establece en 3 planos:
a) Clínico y psicodinámicos: recolección de datos referentes a síntomas principales (motivos de
consulta), grupo familiar, relación éxito-fracaso (referida a áreas adaptativas y con perspectiva
evolutiva – esto equivale a evaluación del yo-), aspectos interacciónales de la conducta del paciente
en entrevista.
c) El diagnostico de las condiciones de vida del paciente. Requiere evaluar estabilidad geográfica,
horarios, obligaciones, en relación con los otros planos. Y además acá se identifican factores
patogénicos en esas condiciones de vida.
(encadenamiento de
diversas influencias de
cambio y sus efectos con
cierto margen de
desarrollo autónomo)
Relación de trabajo
personificada
LOS EJES DEL PROCESO TERAPÉUTICO
Esos son los tres pilares y son un trípode q sustenta el proceso, actúan instalando una estructura
de tensiones activadoras reciprocas: es necesario un yo activado para focalizar la tarea, si no se
difunde sin límites; el trabajo en un foco refuerza al yo proporcionándole un área en la que
concentrar sus funciones; la relación de trabajo solicita la cooperación de las capacidades yoicas y
les ofrece como guía el modelo de la activación yoica del terapeuta y como sustento las
satisfacciones simbólicas que va operando el vínculo personificado.
Pueden sucederse distintos focos a lo largo del proceso, pero la estructura básica montada será la
misma. El movimiento de aquellos ejes tiene, en las psicoterapias de esclarecimiento su pivote en la
activación yoica, en las psicoterapias directivas (como las dirigidas al ambiente –trabajo social-) el
pivote está en la situación focal.
Cualquier técnica responde a un principio de coherencia interna. Tal coherencia deriva en primer
lugar del acuerdo entre los objetivos q se propone alcanzar y la estrategia de cambio adoptada
para lograr dichos objetivos. En segundo término, determinados recursos técnicos (instrumentos)
resultan adecuados o no según su congruencia con la estrategia de cambio indicada. La estrategia
psicoterapéutica global define entonces como apropiadas ciertas actitudes del terapeuta, ciertas
intervenciones del mismo, la adopción de determinado encuadre, etc.
Entonces, es muy importante que en cada una, en su manipulación concreta, los objetivos y la
organización estratégica de sus instrumentos configuren una Gestalt. Así, por ejemplo, es eficaz la
inserción de la interpretación transferencial en psicoterapias, pero diferente que en PSA. En una
terapia de apoyo pueden ser contraproducentes intervenciones sobre la transferencia o dirigidas al
nivel motivacional de la conducta. O en las de esclarecimiento puede ser contradictorio dar
directivas.
En cuanto a los parámetros para estudiar una técnica, nos parece enriquecedor hacerlo desde
varios enfoques complementarios: “psicodinámico” (en especial con referencia a la teoría de
relaciones objetales, teniendo en cuenta aspectos transferenciales), “comunicacional” (estudiando
fenómenos de interacción diádica tales como el control de la relación, definición de su naturaleza,
etc.), y en base a conceptos de la teoría del aprendizaje (sobre todo aspectos pedagógicos en el
vínculo, la influencia del rol social “experto”, y el papel correctivo de la experiencia del vínculo con
el terapeuta). Tomamos en cuenta 3 tipos de psicoterapia, de prevalencia en nuestro medio.
PSA Esclarecimiento Apoyo
Objetivos Reestructuración lo más Son los referidos a terapia Atenuación o supresión
amplia posible de la de apoyo (recuperación de ansiedad y otros
personalidad de homeostasis en síntomas, para favorecer
mejoría sintomática-) a retorno a homeostasis
los q se agregan un
manejo algo más
discriminado de conflictos
y aprendizaje de
autobservación.
(Fortalecimiento de
defensas útiles,
modificación parcial de
actitudes).
Estrategia Desarrollo y elaboración Desarrollo de Establecer vinculo
básica sistemática de regresión autobjetivacion: terapéutico
transferencial. Ataca la comprensión de actitudes reasegurador, protector,
habitual disociación del y conflictos más orientador (favorecer la
paciente en objetos directamente ligados a disociación entre obj
buenos y perseguidores, síntomas y áreas de buenos y malos, y
al favorecer la proyección descompensación. O sea proyección en el
de ambos en el analista establecer una relación de terapeuta del obj bueno).
(los dos objetos son indagación, centrada en Pero no solo es pantalla
incluidos siempre en la esclarecer las conexiones de proyección el
relación –en esto es significativas entre la terapeuta. La eficacia de
totalmente diferente a la biografía, la transferencia esta terapia depende de
de apoyo) de vínculos básicos la influencia correctora
conflictivos las relaciones del vínculo real con el
actuales y los síntomas. terapeuta (experiencia
(Se tiende a establecer un emocional correctiva).
proceso de aprendizaje no
basado en el desarrollo
estratégico de la regresión
transferencial, es
necesario entonces crear
un “contexto de
discriminación” antes q de
ambigüedad, frustración o
privación sensorial). (lo
básico: limitar relación
transferencial y fortalecer
funciones yoicas
adaptativas)
Encuadre: Terminación no Limitación temporal desde Limitación temporal
establecida al comienzo. el comienzo desde el comienzo
Temporal Ambigüedad temporal y
espacial. Tiempo Variable, en gral menos Variable, en gral menos
Espacial Intensivo, y empleo de intensivo intensivo
Diván.
Frente a frente Frente a frente.
Vinculo objetal Transferencial Reforzamiento de la Transferencial divalente y
que tiende a ambivalente alternado relación real con rol social rol real directivo (ofrecido
instalar con el rol real “experto”, y correlativa además como modelo
discriminador (el primero inhibición de vinculo para eventual
estimulado por el setting transferencial (divalente, aprendizaje).
e interpretaciones, el con potenciales
segundo presente a fluctuaciones a
través de la actividad ambivalente). (Setting y
interpretativa) tipo de interpretaciones
convergen para creación
de este tipo de relación)
la transferencia
idealizadora debe ser
tácitamente aceptada
mientras q este en un
nivel q no distorsione la
tarea, o sea, mientras el
paciente no adopte
actitudes pasivas q
amenacen desplazar la
tarea hacia una relación
de apoyo.
Universo de Complejo, ambiguo Doble. En el plano de Simple. El plano de los
discurso (múltiples niveles de conductas manifiestas y el síntomas y otras
significación), dual, “todo de las motivaciones conductas manifiestas.
acontecimiento es latentes.
siempre otra cosa”
Sentido Regresivo Prospectivo, adaptativo. Negadas como tales
asignado a Deben ser tomadas como (pastilla cuando se va el
separaciones ocasiones de prueba para Dr.)
evaluar la adaptación
Control de la Complementaria Complementaria pero Complementaria
relación compleja. El analista esta debe incluir aspectos aceptada (estable).
siempre arriba, pero lo simétricos (fluida) Paciente rol subordinado,
niega en parte al ceder al reclamando el paciente un terapeuta posición
paciente la iniciativa de papel activo superior.
verbalización, y la
refuerza con las
interpretaciones.
Definición de Ambigua Definida. Puede funcionar Definida
la relación con una menor disociación
entre objetos malos y
buenos al introducir como
parte de las conductas a
esclarecer la
consideración de aspectos
idealizados y hostiles de la
transferencia.
Definición del Ambiguo (depositario Definido (sobre todo como Definido (sobre todo
rol terapeuta potencial de múltiples docente, antes que el de como protector). (roles y
roles) indefinición silenciosa pantalla para la tareas definidas, no
personal. Esta proyección de roles ambiguas: así hay más
ambigüedad ataca el virtuales). El frente a control del paciente
control q el paciente frente refuerza ya la sobre el obj persecutorio)
tiende a ejercer sobre discriminación de la
sus objetos persona real del terapeuta
perseguidores y de su rol específico.
disociados.
EL CONCEPTO DE FOCO
Estructura del foco: en la práctica el foco tiene un eje central. Con la mayor frecuencia el eje eta
dado por el “motivo de consulta” (síntomas más perturbadores, situación de crisis, amenazas de
descompensación q alarmen, fracasos adaptativos). Ligado al motivo, y subyacente al mismo, se
localiza cierto “conflicto nuclear” exacerbado.
En un foco, el eje entonces (dado por el motivo de consulta y el conflicto nuclear subyacente) se
inserta en una “especifica situación grupal”. Estos tres (motivo, conflicto nuclear, situación grupal)
son aspectos fundamentales de una “situación” q condensa un conjunto de determinaciones. Lo
esencial es respetar el carácter de estructura de la situación tal como existe, de modo q todo
trabajo analítico parte de delimitar esa totalidad de la situación, en toda su amplitud. El estudio de
diversos componentes de la situación deberá hacerse en el sentido de despliegue de “niveles de
análisis”, entendidos como estratos funcionales enraizados en la situación, actualizados y
totalizados por esta. Así podemos deslindar diferentes zonas de componentes de la situación:
#Momento evolutivo individual y grupal: es otra zona integrante de la situación. Las tareas q se
desprenden de necesidades propias de ese momento evolutivo y la prospectiva global q comporta
esa etapa. Gran parte de la conflictiva agudizada de la situación deriva no solo de la reactivación de
conflictos infantiles, sino del choque entre las limitaciones dadas por la persistencia de esos
conflictos y las necesidades propias de la etapa evolutiva abierta q urgen una satisfacción.
Urgencias subjetivas (autoestima) y objetivas (presiones sociales para la maduración y la eficiencia)
a la vez.
#zona de “determinantes del contexto social más amplio”. La serie de componentes de la situación
tiene q ser puesta en relación, además, con un conjunto de determinaciones concurrentes
(conjunto de condiciones económicas, laborales, ideológicas q intervienen de muchas maneras en
la situación).
Ahora bien, entre estas zonas de determinaciones hay dinamismos, articulaciones, encajes,
potenciaciones y oposiciones propios de una totalización, a la que llamamos “situación”, q es
concreta, singular y en movimiento, del individuo o grupo en estudio.
Diafragmado operacional del foco sobre la base de ciertos reguladores y retorno a la totalización:
Este conjunto de factores establece la amplitud general q habrá de darse al trabajo sobre el foco.
#en cada momento de proceso no obstante, la focalización adquiere una amplitud particular.
Este conjunto de reguladores delimita sobre la situación total un cono de amplitud variable; cada
sesión puede ahondar selectivamente ciertas zonas del cono. Lo esencial es q cualquiera sea el
sector de elementos explorados, estos sean comprendidos como integrantes estructurados-
estructurantes de la situación.
1) El paciente inicia sesión aportando material disperso hecho de episodios recientes, recuerdos,
observaciones sobre los otros, y vivencias personales.
3) El paciente recibe la reformulación y se pone a operar con ella. Produce asociaciones, amplia
elementos.
Un movimiento donde se trabaja a la vez sobre los detalles y sobre el conjunto. Cada hecho una
vez establecido, se interroga y se descifra como parte de un todo; y es sobre él, por medio del
estudio de sus faltas o sobre-significados como se determina a título de una hipótesis, la totalidad
en el seno de la cual encontrara su verdad.
Evolución del foco:
A lo largo del proceso terapéutico el foco puede ir modificándose. En una psicoterapia breve es
probable q todo el proceso gire sobre una situación focal, y el avance del proceso consista solo en
el enriquecimiento del modelo estructural q se vaya armando de esa situación: densificación
progresiva de los componentes del foco por la comprensión de sus sobredeterminaciones,
clarificación de las articulaciones y líneas de fuerza principales en el montaje de la estructura. En
psicoterapias prolongadas puede ir desplegándose una sucesión de focos, cada uno de ellos
caracterizando una etapa del proceso. El paciente suele, acá, proponer espontáneamente una
seriación, privilegiando una situación en cada etapa. En cada una de estas etapas el trabajo con un
foco privilegiado no difiere en esencia del q se realiza en una breve.
El modelo propuesto de foco a su vez intenta responder a la necesidad de trabajar con enfoques
psicológicos-psicopatológicos, diagnósticos y terapéuticos coherentes, integrados en una
concepción totalizadora de la experiencia humana. Una concepción desde la cual las condiciones de
realidad (micro y macro social) y los dinamismos propios del mundo interno personal y endogrupal
sean abordados en su integración interpretante y en sus movimientos de estructuración-variación-
reestructuración constantes. Si el diagnostico no se encara con este sentido de movimiento al
encuentro de una totalización concreta el ser humano real desaparece.
Critica a Mannoni: ella emplea “situación” para caracterizar el problema motivo de consulta. Pero se
interesa en destacar la óptica psicoanalítica de la situación, y salvaguardar sus dimensiones
psicoanalíticas, y así restringe su mirada. Para nosotros en cambio, “situación” incluye un conjunto
más vasto, heterogéneo de series y articulaciones.
LA RELACION DE TRABAJO
5) Actitud docente. Marca su actividad en una definida concepción pedagógica, y moviliza en ella todos
sus recursos didácticos destinados a facilitar los aprendizajes. Aplica ciertos principios pedagógicos
generales (motivar para la tarea, clarificar sus objetivos, reforzar todo logro), y pone en juego un
arsenal didáctico (claridad del método expositivo, abierta exposición de su método de pensamiento,
incluye recursos para ahondar la comprensión de la problemática en estudio -acá no restringe el
intercambio a la comunicación verbal, si no que abre la tarea a los aportes de dibujos, fotos,
poemas, objetos, tareas concretas realizadas en sesión, grabación de sesiones, realiza esquemas,
trabaja con la “tarea-problema” para q sea objeto de observación directa, cada uno de estos
recursos puede revelar facetas q el intercambio verbal a veces no destaca-).
6) Inclusión del terapeuta como persona real. En psicoterapias la presencia personal no actúa como un
agregado perturbador del campo terapéutico, sino como parte nuclear del instrumental técnico. El
rol del terapeuta se ejerce no solo por lo que permite al paciente ver de su mundo, sino por el
papel que desempeña en ese mundo. El rol es no solo objetivador sino también rectificador. El
comportamiento vincular del terapeuta nos conduce a pensar en el tratamiento “mediante la
palabra y una específica relación humana, mutuamente potenciadas”. La relación real conduce a
una identificación que provee también la motivación para el trabajo (identificación en el nivel de
identificaciones infantiles – proyección, dependencia, idealización- pero también en un nivel adulto
de identificación con funciones y cualidades de su rol real).
La personificación del vínculo en la relación de trabajo debe entenderse en sus dos vertientes:
adecuación del vínculo a necesidades específicas de cada paciente, y puesta en juego de
capacidades y actitudes reales del terapeuta al servicio del proceso. Aquí la inclusión selectiva de
rasgos personales del terapeuta es parte de la técnica. En el proceso terapéutico se van
entretejiendo entonces dos tareas. Una, la que se concentra en la activación yoica del trabajo en un
foco, y otra, la realización de un vínculo en el cual simbólicamente se proveen gratificaciones y
estímulos rectificadores de ciertas condiciones vinculares del desarrollo, que actuaron precisamente
como obstáculos para un mejor crecimiento previo del potencial yoico. Esta segunda tarea es
importante, ya que es la realización simbólica que se va operando a través de ese vínculo real,
personificado, la que provee el sustento dinámico para el proceso de activación yoica en la
elaboración del foco, y para toda otra serie de cambios.
Funciones yoicas:
Básicas: dirigidas al mundo exterior, a los otros, y a aspectos de sí mismo: percepción, memoria,
atención, pensamiento, anticipación (planeamiento o programación de acción), exploración,
ejecución, control, coordinación de la acción. Aparecen dotadas de un cierto potencial de
autonomía primaria, actúan con eficacia dentro de cierto margen. Este potencial de acción “libre de
conflictos” es relativo, reversible, móvil.
El trabajo en psicoterapia dirigido a reforzar funciones yoicas debe partir de respetar los efectos
exitosos de estas funciones (ej.: hacer explícitos los logros del pensamiento manifiesto en sus
mensajes intencionales) y señalar sus fracasos y explorar los motivos de esos fracasos. Esto
significa un terapeuta atento a un doble frente constante: el de mensajes “latentes” y el de
mensajes manifiestos e intencionales (a diferencia del PSA de Klein cuya premisa es “todo
acontecimiento en el campo debe ser al mismo tiempo otra cosa”, esto es antagónico con la
atención que las psicoterapias prestan, entre otros niveles, al del rendimiento yoico).
Los efectos de las funciones yoicas: son la adaptación a la realidad, sentido y prueba de realidad,
control de impulsos, regulación homeostática del nivel de ansiedad, mayor tolerancia a la ansiedad
y frustración con capacidad de demora, productividad, capacidad sublimatoria, integración y
coherencia de una diversidad de facetas de la persona. Hay q diferenciar entre estado de
adaptación (como meta alcanzable en la q se aspira a detenerse) y proceso de adaptación (que
comprende una puesta en tensión activa de aquel repertorio de recursos del sujeto.
La fuerza: de cada una y del conjunto. Se ve por la eficiencia adaptativa. Por ejemplo en la medida
en que un sujeto colocado en una situación traumática, aguda, imprevista, consigue mantener
actuantes sus recursos adaptativos oponiendo una contrafuerza neutralizadora de las presiones
internas y externas.
Plasticidad: se pone de manifiesto según la capacidad de reajuste del repertorio de funciones ante
las variaciones.
Tres grupos de factores: la intensidad de los impulsos, la dotación genética y las influencias
ambientales (que también hay que entender como codeterminantes de la intensidad de los
impulsos). El grupo familiar aparece jugando un rol primordial en la evolución de estas funciones: la
riqueza o pobreza perceptiva, imaginativa, cognitiva, la existencia de un área “libre de conflictos”,
la plasticidad del repertorio defensivo, son siempre coproducciones (individuo-grupo las van
gestando en sus vínculos). El papel del grupo tiene q ser también reconocido en el funcionamiento
actual de esas funciones. Entonces hay situaciones grupales e instituciones yo-reforzadoras y otras
yo-debilitantes. Ya no se trata de evaluar funciones yoicas del individuo, si no de indagar
principalmente la relación entre estas funciones y un conjunto de condiciones de realidad que
inundan al sujeto penetrando sus rendimientos.
El terapeuta con su propia actividad provee además al paciente un modelo yoico de identificación.
Por otra parte entre las funciones yoicas del paciente y las del terapeuta hay un interjuego: entre
ambas hay una constante cooperación. Se postula una relación de reforzamiento muto entre
autoestima y experiencias de eficacia yoica. Con frecuencia el reforzamiento del yo se asemeja al
concepto de “trabajo con las partes sanas” del paciente, lo que comprende el conjunto de
funciones yoicas potencialmente rescatables a pesar el conflicto, y también aspectos motivaciones y
vocacionales de nivel más maduro.
Un aspecto del proceso en psicoterapias: la complementariedad entre funciones yoicas del paciente
y funciones yoicas del terapeuta:
Paralelamente al proceso hay una movilización y consolidación progresiva de las funciones yoicas
del terapeuta. Esta movilización yoica del terapeuta es selectiva y parece desplegarse según leyes
de complementariedad con el perfil del funcionamiento yoico del paciente, dado por funciones
debilitadas y funciones conservadas en grado diverso. El terapeuta se apoya en las funciones yoicas
mejor conservadas del paciente y le suministra aquellas que en él están menos desarrolladas o
momentáneamente inhibidas.
Así también es acertada una intervención del terapeuta en la medida en que se modele sobre el
nivel de posibilidades yoicas evidenciado por el paciente en sus mensajes más recientes.
Un agente importante actúa en la “continencia” ofrecida por el vínculo terapéutico. Por ella se
reactivan elementos de una relación infantil de dependencia (reaseguramiento, sostén,
recuperación de autoestima a partir de la calidez del terapeuta). Los fenómenos de proyección-
depositacion, inherentes a esta relación, proporcionan con frecuencia un alivio en el monto inicial
de la ansiedad, que interferiría una mejor disponibilidad del repertorio de funciones yoicas. La
necesidad de este vínculo dependiente inicial puede modificarse, una vez recuperado ese potencial
de funciones yoicas. La posibilidad de una regresión más profunda que tienda a cronificar la
dependencia encuentra sus límites en la psicoterapia por la constante presencia de las condiciones
de realidad del vínculo, incluidos los límites temporales.
El interés del vínculo centrado en la persona, el respeto y la receptividad del terapeuta para su más
libre expresión conjugan “influencias reaseguradoras del autoestima”. Sobre tal fortalecimiento se
apoyan aperturas (con la ansiedad y el dolor de las mismas) y se refuerza la motivación para seguir
enfrentando la incertidumbre de lo desconocido. El reaseguramiento efectivo es esencial para llevar
la ansiedad a un nivel útil y para facilitar el crecimiento de funciones yoicas autónomas. Un aspecto
de gratificación emocional importante es el producido en la experiencia de ser comprendido por el
terapeuta en la actitud de éste que va al encuentro de lo más personal e íntimo del paciente, de
zonas no solo desconocidas sino solitarias, necesitadas de contacto con el otro.
2) Variaciones correlativas en el empleo del repertorio defensivo, con posibilidad de que defensas más
primitivas (disociación, negación, splitting) cedan lugar a otras de mayor valor adaptativo. Tales
variaciones pueden responder a la convergencia de reforzamientos yoicos, alivio de ansiedad, y
modificación en las condiciones grupales.
4) Adquisición de una autoestima más realista, vinculada a una mayor comprensión de sus dificultades
y posibilidades, a una evaluación del propio rol grupal, y a cierto desvanecimiento de mitos
personales y familiares autodestructivos o estimulantes de la omnipotencia. En este nivel debe
verse la emergencia de una relación del sujeto consigo mismo, activada por el proceso, capaz de
integrar algunos nuevos soportes de la identidad.
5) Cambios en la conducta de los otros cercanos, correlativos al nuevo repertorio de mensajes que es
capaz de trasmitir el paciente en base a los cambios en él operados.
6) Mayor eficacia en otras áreas adaptativas, productividad, creatividad, recreación, planificación. Estos
cambios suponen una puesta en juego de aptitudes en otros momentos reprimidas, negadas o
interferidas por conflictos. La productividad en tareas presentes va íntimamente unida al desarrollo
de un horizonte prospectivo.
A las influencias de cambio y sus efectos hay q pensarlos en sus interacciones, lo que abre la
posibilidad de comprender otros dinamismos propios del proceso que puede poner en marcha la
psicoterapia.
2) Proporcionar información.
4) Clarificar, reformular el elato del paciente de modo que ciertos contenidos y relaciones del mismo
adquieran mayor relieve.
6) Señalar relaciones entre datos, secuencias, constelaciones, capacidades manifiestas y latentes del
paciente.
11) Meta-intervenciones, comentar o aclarar el significado de haber puesto en juego cualquiera de las
intervenciones anteriores.
12) Otras intervenciones (saludar, anunciar interrupciones, variaciones ocasionales de hora, etc.).
No hay una jerarquía dentro del conjunto que permita distinguir algunas más importantes q otras
para el proceso. Esto marca una diferencia con el PSA que jerarquiza a la interpretación como la
intervención decisiva para producir el cambio especifico del proceso analítico dejando a todos los
otros principios subordinados a ella. Mientras que la psicoterapia dinámica está construida en torno
de distintas selecciones y combinaciones de cinco principios terapéuticos: sugestión, abreacción,
manipulación, clarificación e interpretación. Y Fiorini agrega la objetivación, la autoafirmación por el
acto de verbalización no meramente catártico, información, experiencia emocional correctiva no
simplemente sugestiva, entre otros.
La acción en el curso del proceso podrá darse en un amplio rango de expresiones corporales,
verbales y gestuales del afecto e interés personal por el paciente, que irán expresando vicisitudes
del proceso, revelando aspectos del mismo y contribuyendo a su avance. La participación del
cuerpo en la comunicación cambia el tipo de mensaje, entran más elementos en juego. También en
el uso libre del espacio, del ambiente de trabajo, que puede ser flexiblemente usado según
necesidades de distintos momentos del tratamiento. En regalos, prestamos mutuos. En diálogos
sobre diversos temas. En encuentros fuera del ámbito terapéutico, y/o en otros roles. Cada una de
estas experiencias puede ser ocasión de una apertura nueva en el proceso terapéutico, dadas las
defensas que habitualmente se inmovilizan en el discurso verbal y en la fijeza de contexto y roles.
Cada una de estas experiencias, tradicionalmente supuestas como al margen del proceso, o como
posibles interferencias del mismo, son a menudo ocasiones de su enriquecimiento si son
comprendidas en toda su significación dinámica. Su papel terapéutico lo juegan no solo por lo que
luego permiten incorporar a la elaboración verbal, sino además por el vínculo que simbólicamente
realizan en lo efectivamente vivido, el encuentro más pleno. Ahora bien, hay q dar tiempo para el
despliegue de la acción, no apurar la interpretación de lo q está ocurriendo o de lo q significaría
una propuesta de acción diferente, ya que podría trasmitir una serie de mensajes opuestos a los
fines del proceso.
Podrá objetarse que hay iniciativas de acción dominadas por los impulsos y puestas al servicio de la
repetición, más que de una elaboración. Es cierto, pero son las menos estas tendencias al acting
psicopático. Aparte crear un contexto inmovilizador blindado para protegerse de esa mínima
proporción de acting psicopáticos seria montar una defensa excesiva para situaciones que, cuando
emergen son diagnosticables y controlables. Correlativamente seria impedir el juego móvil de un
espectro más amplio de posibilidades para otra enorme proporción de relaciones terapéuticas, en
las que la inmovilización interfiere ciertos momentos necesarios del proceso, en alguna medida lo
frustra.
En la medida en que se opera con un espectro más amplio de técnicas, la programación de las
distintas fases de la intervención terapéutica adquiere mayor complejidad. Se abre, entonces, en el
trazado inicial de una estrategia terapéutica y en los pasos de su aplicación progresiva, una tarea
de elaboración, evaluación y ajustes en la programación, q denominamos “articulación de recursos
terapéuticos”.
El trabajo en equipo crea un instrumento diagnostico valioso y original. Desde el punto de vista de
la acción terapéutica, la presencia de un conjunto de técnicas ofrece la posibilidad de su
“potenciación”. Esta potenciación no se da de manera automática, se requieren requisitos de
“secuenciación”. La necesidad de encadenar eslabones tácticos obliga a evaluar cuál de las técnicas
producirá una apertura para la entrada en acción de las otras. Solo de este modo las técnicas se
colocan al servicio del paciente y no viceversa.
Entonces, no hay técnicas más valiosas o eficaces que otras para producir cambios. La eficacia de
cada técnica depende de la de las otras también y cualquiera de ellas puede iniciar un ciclo de
influencias terapéuticas así como cualquiera de ellas puede revelar la necesidad de una rectificación
en la línea iniciada.
PSICOTERAPIAS Y PSICOANÁLISIS
Desde el punto de vista técnico: uso del relato como “material”, búsqueda del “insight” a través de
la interpretación, el papel del silencio, analista como pantalla de proyección, criterio de Timming en
función de la organización de las defensas, etc.
Aportes críticos, riesgosos: #las gratificaciones dadas en la relación terapéutica a los impulsos,
dificultarían su irrupción en la conciencia, no permitiendo al yo usarlos de algún otro modo;
#ciertas manipulaciones técnicos (como sugestión, orientación) pueden crear una relación de
dependencia que no evolucione; #las limitaciones de la agresión transferencial dificultan una
experiencia reparadora del yo (la posibilidad de agresión primitiva contra el objeto sin destruirlo ni
destruirse), experiencia que puede dar lugar a introyecciones reales constructivas en relación con el
yo; #la disminución activa de la culpa implicaría el riesgo de debilitar al superyó sin ayudarlo a
evolucionar; la posibilidad de que se incorpore una imagen idealizada del terapeuta, con un
potencial de protección fantaseado, resultaría limitadora (la identificación con el terapeuta como
persona, por otra parte, podría realzar a un self debilitado, con lo cual algo se agregaría, pero sin
estimular el desarrollo); #el insight mediante el “esclarecimiento” seria cualitativamente diferente
del q se logra mediante la interpretación y elaboración analítica en el sentido de que tiende a
producir una “disociación terapéutica” apartando al yo sano de sus actitudes neuróticas, mientras el
insight analítico tiende a producir mayor participación del yo ante la reactivación de los conflictos
más penosos.
Ahora bien, estos señalamientos se efectúan desde la experiencia de un proceso impulsado con la
técnica psicoanalítica que induce una profundización de fenómenos regresivos (dependencia,
idealización, persecución), pero las técnicas psicoterapéuticas no inducen regresiones similares. Por
otra parte, se ignora el efecto dinámico de toda otra serie de recursos técnicos propios de las
psicoterápicas que el PSA no instrumenta (estimulación especial de funciones yoicas, de control,
objetivación, planificación, papel de la acción proveedora de otros estímulos de cambio,
relativización de síntomas y modificaciones correlativas de los intercambios grupales, etc.).
Las técnicas de psicoterapia operan con modelos implícitos de la personalidad en los que los
componentes de salud y enfermedad, el balance entre interferencias, distorsiones y capacidades
encuentran la ocasión de un mayor equilibrio en una perspectiva integradora. El trabajo
psicoterapéutico con el paciente, susceptible de inserción en contextos múltiples, incorporando el
grupo familiar, su ocupación, recursos recreativos, roles comunitarios, está utilizando modelos de
enfermedad y de curación que desbordan los modelos psicoanalíticos correspondientes.
Los aportes del PSA solo iluminan algunas de las vetas constitutivas. La relación terapéutica,
definida como relación de trabajo, contiene una serie de ingredientes ajenos al vínculo específico
de la “relación analítica” (realidad del terapeuta como persona, y “personificación” del vínculo,
manejo flexible de la directividad, no exclusión de vínculos extraterapeuticos) e incluye otros
recursos, distintos de la relación terapéutica (familiares, institucionales, comunitarios). La mejoría
no se define por los parámetros que emplearía un analista para evaluar la marcha del proceso. Se
trata de técnicas diferentes asentadas sobre pilares teóricos distintos acerca del proceso.
Extrapolaciones técnicas del PSA: # conductas de anonimato (actitudes de rigidez corporal, falta de
espontaneidad, distancia afectiva, evasivas a mostrar espectros personales o profesionales); #
interés en aspectos enfermos e infantiles del paciente; # énfasis en el señalamiento de las
transferencias en desmedro de conducta relacional no transferencial, hincapié puesto en lo
repetitivo; # jerarquización de las interpretaciones como “el” instrumento de cambio; # tendencia a
la pasividad, q puede tomar las formas del silencio como estado natural, dejar la iniciativa siempre
al paciente.
No se niega la necesidad de emplear ciertos recursos técnicos propios del PSA (silencio atento,
asociaciones libres, señalamiento o interpretación transferencial), pero se trata de un empleo
discriminado, adecuado al contexto.
Parte de esta posibilidad varía según se pretenda hacer del PSA una ciencia del Icc o se aspire a
incorporarlo a una ciencia de la conducta humana (q obviamente incluya lo Icc). Desde este último
ángulo, las psicoterapias están en condiciones de ampliar el campo de observación, indagar más
detalladamente los hechos (ya que el PSA actualmente no se ocupa de hechos sino de conflictos y
motivos), de recurrir a contextos múltiples contrastados, a juegos más flexibles de roles en la
relación terapéutica. No obstante, la contribución más importante, la psicoterapia la daría gracias al
ensanchamiento de su marco teórico y técnico, y sería el dirigirse a la persona, a una persona
concreta tomada más integralmente, y entendida en la estructura dada por las condiciones
singulares concretas que configuran su existencia, una totalidad viviente que no se limita a sus
determinaciones infantiles, sus mecanismos de repetición, sus lados conflictivos y defensivos,
aunque todos estos aspectos son también intervinientes en su conducta.
Estudiamos hasta acá, las psicoterapias breves (de 3 a 6 meses), pero vimos también que hay otras
psicoterapias, de duración intermedia, y prolongada (más de 18 meses), q comparten con las
breves demasiados elementos esenciales (ejes del proceso, instrumentos técnicos, contexto de
interacción terapéutica, influencias de cambio, delimitación de objetivos, orientación hacia una
planificación estratégica) como para establecer diferencias cualitativas entre psicoterapias de
distinta duración.