Sentencia 1 Examen Civil Vi

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Santiago, quince de abril de dos mil nueve.

Vistos:
En estos autos, Rit C-1813-2008 Ruc N º0820202532-4 del Juzgado de Familia de Viña del Mar,
don Lionel Pierre Arturo Pascal Poisson dedujo demanda en contra de doña Paulina Alicia de la
Fuente Arrieta a fin que se ordene la desafectación del bien inmueble ubicado en calle Uno Norte
Nº 2147, Miraflores, Viña del Mar.
La demandada no contestó el traslado conferido, teniéndose por evacuado dicho trámite en su
rebeldía.
Por sentencia de primer grado de doce de septiembre de dos mil ocho, se acogió la solicitud
formulada en autos, disponiéndose la desafectación del referido inmueble por haberse declarado
la nulidad del matrimonio de las partes.
Se alzó la demandada y la Corte de Apelaciones de Valparaíso, mediante fallo de primero de
diciembre de dos mil ocho, que rola a fojas 23 de estos antecedentes, revocó la sentencia apelada,
rechazándose la petición de desafectación del inmueble declarado bien familiar, por no haberse
acreditado que el mismo hubiera dejado de ser residencia principal de la familia.
En contra de esta última decisión Èl actor dedujo recurso de casación en el fondo que pasa a
analizarse.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
Primero: Que en el primer capítulo del recurso se denuncia la vulneración del artículo 145 inciso
tercero del Código Civil, argumentándose que los sentenciadores han efectuado una errónea
interpretación y aplicación de la disposición legal citada, al no entender que el fundamento
invocado para proceder a la desafectación del bien familiar materia de autos, corresponde al
hecho que el matrimonio celebrado entre las partes terminó por divorcio y que esta circunstancia,
a la luz del claro tenor de la norma invocada, no requiere de otras exigencias, como las que se
consideran en el fallo impugnado y que dicen relación con la necesidad de acreditar que el
inmueble no está destinado a los fines que indica el artículo 141 del Código Civil, es decir, que no
constituya residencia principal de la familia.
Señala que este presupuesto sólo se requiere en el caso en que se esté ante la otra hipótesis de
desafectación a que se refiere el inciso segundo del artículo 145 del Código Civil.
Indica que el criterio interpretativo de los jueces del grado es errado, pues se aparta
completamente del claro tenor literal de la ley, afectando la naturaleza propia del estatuto de los
bienes familiares, institución directamente vinculada con la figura del matrimonio.
Expresa que la evolución legislativa del estatuto de los bienes familiares demuestra que esta
institución sólo tiene cabida en la medida que se mantenga vigente el matrimonio, procediendo la
desafectación de un bien declarado tal, por la sola circunstancia de acreditarse el término del
mismo por haber sido declarado éste nulo, por muerte de uno de los cónyuges o por divorcio, con
total prescindencia de que aún permanezcan en el domicilio uno o más hijos.
En el segundo capítulo del libelo se denuncia la vulneración de los artículos 19, 20 y 22 del Código
Civil, pues los sentenciadores han efectuado una interpretación del artículo 145 del Código Civil,
que le asigna un sentido que no corresponde a su texto expreso y que se aparta gravemente del
contexto general del párrafo que contiene este estatuto de los bienes familiares. En efecto, la
norma citada contiene tres hipótesis distintas, bajo las cuales procede la desafectación de bien
familiar, cada una de ellas independiente de la otra y, en el inciso tercero se establece claramente
que "igual regla se aplicará si el matrimonio se ha declarado nulo, o ha terminado por muerte de
uno de los cónyuges o por divorcio".
Por otra parte, del contexto general de todas las disposiciones contenidas en este párrafo, se
establece que la declaración y mantención de la calidad de bien familiar de un inmueble, se
fundan en el presupuesto de existir el matrimonio entre las partes.
Segundo: Que son hechos establecidos en la sentencia impugnada, los siguientes:
1) el inmueble que ocupa la demandada con su hijo, ubicado en calle Uno Norte Nº 2147,
Miraflores, Viña del Mar, fue declarado como bien familiar, de
conformidad a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 146 del Código Civil, lo que se
encuentra inscrito con fecha 15 de febrero de 2002.
2) el matrimonio de las partes ha terminado por declaración de divorcio, con fecha 28 de enero de
2008.
Tercero: Que, sobre la base de los hechos antes referidos, los jueces del grado rechazaron la
demanda de desafectación de bien familiar, por considerar que de los antecedentes que obran en
autos, aparece claro que la demandada con su hijo poseen como residencia principal el inmueble
en cuestión y que el actor no ha comprobado por medio de prueba alguno que ella junto con su
hijo tengan otro domicilio o residencia, haciendo aplicable la regla establecida en el inciso
segundo del artículo 145 del Código Civil a la situación invocada, esto es, al caso en que el
matrimonio de las partes ha terminado por divorcio.
Cuarto: Que para dilucidar la controversia de autos resulta necesario determinar los casos en que
es procedente desafectar un bien declarado familiar y los requisitos legales para ello. Al respecto,
cabe señalar que regla esta materia el artículo 145 del Código Civil, el cual prescribe: "Los
cónyuges, de común acuerdo, podrán desafectar un bien familiar. Si la declaración se refiere a un
inmueble, deberá constar en escritura pública anotada al margen de la inscripción respectiva.
El cónyuge propietario podrá pedir al juez la desafectación de un bien familiar, fundado en que no
está actualmente destinado a los fines que indica el artículo 141, lo que deberá probar. En este
caso, el juez procederá en la forma establecida en el inciso segundo del artículo 141.
Igual regla se aplicará si el matrimonio se ha declarado nulo, o ha terminado por muerte de uno de
los cónyuges o por divorcio. En tales casos, el propietario del bien familiar o cualquiera de sus
causahabientes deberá formular al juez la petición correspondiente."
Quinto: Que de la disposición antes citada se establece que existen tres formas de desafectación:
a) por acuerdo de los cónyuges, b) por resolución judicial recaída en juicio seguido por el cónyuge
propietario, fundado en que el bien no está destinado a los fines que indica el artículo 141 del
Código Civil, esto es, que no sirve de residencia principal a la familia si se trata de un inmueble o,
tratándose de muebles, que no guarnecen el hogar común, lo que deberá probarse por el
solicitante y c) por resolución judicial en el caso que el matrimonio ha sido declarado nulo o ha
terminado por muerte de uno de los cónyuges o por divorcio.
En este último caso el propietario del bien familiar afectado deberá formular al juez la petición
correspondiente, basado en que el bien no cumple los fines que indica el artículo 141 del citado
texto legal. En efecto, la mera extinción del matrimonio no produce de pleno derecho la
desafectación del bien, ello porque aún disuelto Èste, el bien puede continuar siendo la residencia
principal de la familia y en este evento no será posible desafectarlo.
Sexto: Que tal conclusión se desprende del texto del artículo 145 del Código Civil, el cual para el
caso en que el matrimonio sea declarado nulo o haya terminado por muerte de uno de los
cónyuges o por divorcio, dispone que se aplicará la misma regla dada en el inciso anterior,
disposición que se refiere a la posibilidad de desafectar un bien raíz que ya no sirva de residencia
oficial de la familia, por la remisión que se hace, en definitiva, a lo dispuesto por el artículo 141 del
citado Código. Dicho reenvío debe entenderse no sólo al procedimiento que debe utilizarse, esto
es, a la necesidad de que exista una petición de desafectación y una resolución que la disponga,
sino tambiÈn la de justificar que ya no se cumplen con los fundamentos que autorizan la
existencia de los bienes familiares, pues el inciso final del aludido artículo 145 del Código Civil,
establece la exigencia de formular al juez la petición en este sentido, apareciendo entonces que la
remisión que se hace bajo la expresión "igual regla", sería una redundancia de la norma, si se
interpreta en el sentido que se refiere sólo al procedimiento; por el contrario, aparece más
razonable con la idea anterior, que se requiera de un pronunciamiento judicial en orden a
acreditar el cumplimiento de los presupuestos de fondo referidos al destino del bien. Lo anterior
se ve reafirmado, además, por la circunstancia que el divorcio no opera de pleno derecho
desafectando el bien, pues se requiere de una decisión del órgano jurisdiccional en tal sentido, la
que deberá valorar la situaciÛn particular.
SÉptimo: Que tal interpretación guarda, por lo demás, debida armonía con el sentido y finalidad
que la institución de los bienes familiares representa, en el contexto que si bien ella está prevista
para los casos en que existe matrimonio entre los involucrados, lo cierto es que con ella se intenta
asegurar a la familia mediante la subsistencia en su poder de bienes indispensables para su
desarrollo y existencia, con prescindencia del derecho de dominio que sobre los mismos tenga
uno de los cónyuges. En efecto, este instituto pretende asegurar a la familia un hogar físico
estable donde sus integrantes puedan desarrollar la vida con normalidad, ejerciendo los roles y
funciones que les correspondan, aún despuÈs de disuelto el matrimonio, a fin de evitar el
desarraigo de la que ha sido la residencia principal de ésta. Desde otra perspectiva constituye
también una garantía o forma de protección para el cónyuge más débil o para el que tenga el
cuidado de los hijos, en casos de separación de hecho o de disolución del matrimonio.
Octavo: Que, en efecto, el objeto de los bienes familiares se centra en dar protección a la familia
en la disposición de bienes materiales para su propio desarrollo, en cualesquiera de los regímenes
patrimoniales que están consagrados en la ley; amparar al cónyuge no propietario de la vivienda
familiar y resguardar el interés de los hijos comunes y del cónyuge al que le corresponde el
cuidado de éstos, en los casos de rupturas conyugales, como separación de hecho, divorcio y
nulidad.
Noveno: Que en este sentido, cabe considerar que del tenor de lo dispuesto por los artículos 141 y
146 del Código Civil, resulta evidente que la principal beneficiaria de la institución en comento es
la familia; desde esta perspectiva, no puede desconocerse el hecho que si bien ella ha podido
tener su origen en el matrimonio de las partes, como ha ocurrido en la especie, lo cierto es que la
misma subsiste más allá de la disolución de la relación conyugal, permaneciendo vigente en
relación a los hijos, a quienes en este caso la ley busca asegurar su protección mediante la
consagración de la institución en comento, con la extensión de sus efectos más allá del término
del matrimonio, si se dan los presupuestos legales que justifican tal proceder.
DÉcimo: Que, en el caso de autos, es un hecho establecido y no cuestionado por el recurrente,
que el inmueble declarado bien familiar constituye la residencia principal de la familia, al
continuar viviendo allÌ la demandada y el hijo de las partes, circunstancia que justifica el proceder
de los jueces del fondo en orden a asegurar la protección que la ley le brinda a éste y a la ex
cónyuge que tiene a su cargo al menor.
Undécimo: Que, en este contexto, no puede sino concluirse que los sentenciadores no incurrieron
en los yerros de interpretación y aplicación que se han denunciado, por el contrario, la fuerza
jurídica de la normativa invocada no ha sido desconocida; ni contraría a la que procede,
produciendo los efectos previstos de acuerdo a las conclusiones de hecho asentadas por los
jueces.
Duodécimo: Que, por todo lo razonado, fuerza es concluir que el recurso de casación en estudio
debe ser desestimado.
Y de conformidad, además, a lo que disponen los artículos 764, 765, 767, 783 del Código de
Procedimiento Civil, se rechaza, sin costas, el recurso de casación en el fondo deducido por el
demandante a fojas 26, contra la sentencia r de diciembre de dos mil ocho, escrita a fojas 23 y
siguientes.
Acordada con el voto en contra del Ministro señor Brito quien estuvo por acoger el recurso de
casación, sobre la base de los siguientes argumentos:
1. Que la pretensión del actor en orden a desafectar el bien familiar materia de autos, se ha
fundado en lo dispuesto por el inciso final del artÌculo 145 del Código Civil, disposición que se
refiere a una situación objetiva consistente en el divorcio de las partes, circunstancia que se
encuentra establecida en autos.
2. Que la configuración de los presupuestos del artículo 141 del Código citado, ha sido prevista en
relación a un acto de voluntad del cónyuge que solicita la desafectación de un bien familiar,
basado en que Èste ya no se encuentra destinado a los fines que la referida disposición establece,
esto es, que no constituye residencia principal de la familia, lo que deberá por lo mismo
acreditarlo; caso que no corresponde al de autos.
3. Que la expresión "igual regla" que se emplea en el inciso final del mencionado artículo 145 del
Código Civil, remitiéndose a la figura del inciso anterior, es una indicación al procedimiento que
debe ser utilizado, no a la cuestión de la valoración, entendiéndose, en consecuencia, que tal
exigencia se cumple con el hecho que exista una petición y resolución judicial que declare la
desafectación, ante el caso que el matrimonio haya terminado, ente otros motivos, por divorcio,
pero no a la necesidad de demostrar, además, que el bien familiar no cumple los objetivos ya
señalados, por tratarse en la especie de una causal objetiva que sólo debe ser declarada una vez
demostrado el presupuesto básico, cual es la terminación del vínculo matrimonial.
4. Que no es posible extender los efectos de los bienes familiares, más allá de la existencia de la
propia institución en que se funda su existencia. En efecto, el divorcio puso término al matrimonio
y a la situación patrimonial de las partes, siendo la cuestión de la casa habitación una cuestión de
carácter alimenticio, por lo que no constituye esta la vía prevista por la ley para asegurar la
protección en este caso del hijo común.
Redacción a cargo del Ministro señor Patricio ValdÈs Aldunate y del voto en contra su autor.
Regístrese y devuélvase con sus agregados,
N 1.086-09.

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