Manual de Primeros Auxilios
Manual de Primeros Auxilios
Manual de Primeros Auxilios
Los primeros auxilios, son aquellas medidas terapéuticas que se aplican con carácter de urgencia
a las víctimas de accidentes o enfermedades de aparición repentina, hasta disponer de tratamiento
especializado.
El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o enfermo y
evitar el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la muerte hasta
que se consigue asistencia médica.
Los primeros auxilios varían según las necesidades del paciente y según la preparación del
socorrista.
"Saber lo que no se debe hacer es tan importante como saber lo que se debe hacer", porque una
medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves.
Por ejemplo, en una apendicitis aguda un laxante suave puede poner en peligro la vida del
paciente.
Los accidentes son cosas que pasan. Quizás una persona se ahogue con un cubo de hielo o
le pique una abeja. Es importante saber cuándo llamar al 911. Este número es para emergencias
que atentan contra la vida de una persona.
Mientras espera la ayuda de emergencia, usted puede salvar la vida de alguien. La resucitación
cardiopulmonar (RCP) es para las personas cuyo corazón o cuya respiración se detienen y la
maniobra de Heimlich es para las personas que se atragantan.
También se puede aprender a manejar lesiones y heridas comunes. Las cortaduras y los rasguños.
Es importante tener un botiquín de primeros auxilios disponible. Tenga uno en casa y uno en su
automóvil. El botiquín debe incluir una guía de primeros auxilios. Lea la guía para aprender a
utilizar los artículos, de modo que esté listo en caso de una emergencia.
Cómo actuar en caso de emergencia
Cualquiera que sean las lesiones, son aplicables una serie de normas generales:
Siempre hay que evitar el pánico y la precipitación. A no ser que la colocación de la víctima
lo exponga a lesiones adicionales, deben evitarse los cambios de posición hasta que se
determine la naturaleza del proceso.
Un socorrista entrenado ha de examinar al accidentado para valorar las heridas, quemaduras
y fracturas.
Se debe tranquilizar a la víctima explicándole que ya ha sido solicitada ayuda médica.
La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco excepto cuando exista dificultad
respiratoria. En ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar ligeramente los
hombros y la cabeza para mayor comodidad.
Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia un lado para evitar
aspiraciones.
Nunca se deben administrar alimentos o bebidas y mucho menos en el paciente inconsciente.
La primera actuación, la más inmediata, debe ser procurar al paciente una respiración
aceptable:
conseguir la desobstrucción de las vías respiratorias para evitar la asfixia, extrayendo los
cuerpos extraños sólidos o líquidos y retirando la lengua caída hacia atrás.
Si el paciente no respira por sí sólo habrá que ventilarlo desde el exterior mediante
respiración boca a boca hasta disponer de un dispositivo mecánico.
El segundo aspecto a corregir es el referente al sistema circulatorio, para evitar el shock. Se
deben valorar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Una valoración inicial se obtiene
tomando el pulso:
permite valorar la frecuencia y ritmo cardiaco, y su “fortaleza” nos indica una adecuada
tensión arterial.
el shock puede desarrollarse varias horas después del accidente. Para evitarlo debe
mantenerse abrigado al paciente e iniciar lo antes posible la perfusión de líquidos y electrolitos
por vía intravenosa.
Está prohibido administrar fármacos estimulantes y alcohol.
Si presenta heridas o hemorragias intente taponarlas para controlar la pérdida de sangre.
Explicarle qué vamos a hacer. Responder honradamente a sus preguntas para disipar sus
temores. Si no sabemos una respuesta, debemos decírselo.
No debemos alejarnos de una persona si está moribunda, muy enferma o herida de
gravedad. Aunque ya no podamos hacer nada, debemos seguir hablando a la víctima y sujetar
su mano, jamás debe sentirse sola
Botiquín de primeros auxilios
El botiquín de primeros auxilios es un recurso básico para las personas que prestan un primer
auxilio, ya que en él se encuentran los elementos indispensables para dar atención satisfactoria
víctimas de un accidente o enfermedad repentina y en muchos casos pueden ser decisivos para
salvar vidas. El botiquín de primeros auxilios debe estar en todo sitio donde haya concentración de
personas.
Todo hogar, escuela, lugar público, centro de trabajo y automóvil debe contar con un botiquín que
contenga lo necesario para salvar una vida y evitar complicaciones provocadas por un accidente.
Un botiquín debe contener material de curación y medicamentos que no tengan riesgo para las
personas, sin embargo, siempre debe preguntarse antes de administrarlos sobre una posible alergia
o reacción negativa ante cualquier medicina o sustancia.
Es importante que el botiquín no esté al alcance de los niños, se conserve en un lugar fresco y seco
y que se revise periódicamente la fecha de caducidad de los medicamentos para sustituirlos en caso
necesario.
Recomendaciones para el uso del botiquín de primeros
auxilios
El botiquín de primeros auxilios debe estar en un lugar fresco, seco y seguro, fuera del alcance de
los niños, debe contener un listado actualizado de los medicamentos, su dosificación, efectos y
contraindicaciones.
Los medicamentos deben presentar claramente sus nombres y fechas de vencimiento, de ser posible
es mejor tener sus indicaciones originales a mano, los antisépticos o medicamentos líquidos deben
estar guardados de preferencia en frascos de plástico.
Cuando se utilice un material o instrumento de curación, hay que lavarlo de forma rigurosa
y luego desinfectarlo.
Debe consultar con su médico sobre los medicamentos más adecuados a usar en caso de una
emergencia.
Todas las personas en su lugar de trabajo o en su casa, los integrantes de su familia, deben
saber en qué lugar está ubicado el botiquín.
Debe tener a mano una lista con los teléfonos de emergencia, sobre todo el de su médico
familiar o en el caso que padezca una enfermedad, el de su médico tratante.
Su grupo de trabajo o en su domicilio todo deben saber si alguien presenta alergias a
medicamentos, alimentos, picaduras, etc.
Si los síntomas persisten no dude en consultar con un médico.
No use ninguna medicina que se vea de alguna forma deteriorada, descolorida o diferente a
la presentación que usted conoce
. • Si algo parece sospechoso, comuníquese con el analista de salud y notifique la alteración
del producto. En último caso ¡devuelva el medicamento!
No tome medicamentos en la oscuridad.
Se trata de daños en las capas superiores de la piel, que no originan grandes sangrados o
hemorragias, no afectan órganos vitales y no son muy grandes.
Distracción, prisas y cansancio son con frecuencia las causas de pequeños accidentes dentro y
fuera de casa, en los que se ven implicados todos los individuos, quizá especialmente los niños en
algunos de sus juegos. Cortadas, raspones y heridas leves requieren atención menor, aunque deben
observarse normas de higiene básicas para evitar infecciones.
Ante todo, lávate muy bien las manos antes de atender una lesión de este tipo.
Después, lava la piel alrededor de la herida con jabón y agua hervida o purificada. Si el
razón o cortada tiene mucha tierra, el jabón puede emplearse sobre la lesión, aunque debe
recordarse que se puede dañar la piel.
Debe retirarse con cuidado toda la tierra de la herida. Si ésta tiene un pellejo, levántalo y
quita toda la basura.
Se recomienda lavar la herida con agua fría y hervida, usando para ello una jeringa o una
perilla de hule.
Si se trata de una herida por instrumento punzocortante (tijeras o cuchillos) que sangra,
presiona a los lados sin lastimar manteniendo la presión por no más de 10 minutos.
Se recomienda desinfectar la piel de la zona aledaña con una torunda de algodón
impregnada en solución antiséptica, sin que ésta penetre en la herida.
Finalmente, cubre la región afectada con gasa esterilizada que permita la entrada de aire y,
si se considera conveniente, hay que vendar con cuidado.
Si la herida es muy pequeña, con una vendita será suficiente.
Las astillas pueden retirarse con unas pinzas pequeñas cuando son visibles. Esta maniobra
debe realizarse con mucho cuidado, pues puede dañarse la piel o introducirse a mayor
profundidad el objeto.
Para atender las lesiones antes descritas se requieren diversos productos, los cuales conforman
el material de curación, generalmente incluyen:
Los utensilios de primeros auxilios que están destinados para limpiar, desinfectar, tapar heridas,
cortar hemorragias. Para que las quemaduras sean menos intensas, picaduras o alguna mordedura,
así se evita que se produzca alguna infección o contaminación. Los más comunes son:
Instrumentos médicos
Son herramientas necesarias para que la persona que proceda a atender la emergencia tenga toda la
seguridad y protección que necesite.
Guantes de látex: Se utilizan para no infectar las heridas y para la seguridad de la persona
que está atendiendo al herido.
Cubrebocas: Se utiliza para la persona que atienda al herido, con el mismo fin que los
guantes de látex, el de no contaminar o infectar la herida.
Tijeras: Son para cortar las vendas, gasas o la ropa de la víctima si fuera necesario.
Hilo y aguja: Son utensilios que se utilizan para suturar la herida, si es profunda.
Linterna: Para examinar a la víctima con detalle.
Medicamentos
Deben estar situados dentro de su paquete original, para que se pueda observar con claridad la fecha
de caducidad y nunca deben mezclarse los medicamentos por cuestión de ahorro de espacio. Un
botiquín de primeros auxilios debe contener los siguientes medicamentos:
Analgésicos: Son medicamentos que se son para calmar o eliminar el dolor. Por ejemplo el dolor
de cabeza o el dolor muscular.
Antiinflamatorios: Son para prevenir o reducir la inflamación que se puede producir en los
tejidos.
Pomadas: Son diferentes cremas que se usan con diferentes fines. Se aplica sobre la piel
para producir algún tipo de beneficio en la víctima.
Es importante saber que en cada tipo de lesión se requerirá un manejo diferente, en el caso
de heridas leves es fundamental:
Lavar la zona con agua y jabón, si es posible, utilizando para ello una jeringa sin aguja.
Frenar la hemorragia haciendo ligera presión a los lados de la herida, a intervalos de 10
minutos, pues esta acción detiene momentáneamente la circulación de la sangre y favorece
la coagulación.
No trate de retirar los fragmentos de vidrio, piedra o madera.
Para saber si una cortada necesita ser cosida, se debe observar si los bordes de la herida se
juntan por sí mismos; si es así, no requerirá sutura, en caso contrario, puede usar tela
adhesiva para juntar los bordes de la lesión en lo que el afectado es trasladado al hospital
más cercano.
Deben dejarse abiertas las heridas que son producto de la mordida de otra persona o de un
animal -perro, gato, o cerdo-, porque de modo contrario existe gran riesgo de infección.
Para controlar el dolor se puede recurrir a un analgésico de venta libre.
Colocar el área afectada bajo un chorro de agua fría, o bien sumergirla en este líquido
durante 10 minutos; esto aliviara el dolor.
Se puede aplicar una pomada indicada para controlar las molestias ocasionadas por la
quemadura.
En caso de quemadura menor en la boca, es necesario que la víctima tome agua fría, se
enjuague y escupa.
Para calmar el dolor, se puede recurrir a un analgésico de venta libre.
Las quemaduras de segundo grado se distinguen por formación de ampollas, las cuales no
deben reventarse, pero si ya se hizo, se deben lavar con mucho cuidado, con agua hervida y
jabón.
Esterilizar un poco de vaselina calentándola hasta que hierva. Luego, debe untarse en una
gasa limpia y cubrir con ella la zona afectada. Si no se tiene vaselina, es mejor dejar la
quemadura destapada.
Si hay señales de infección, como pus, mal olor o fiebre, deben colocarse lienzos de agua
tibia con sal (una cucharadita de sal por cada litro de agua) tres veces al día y acudir al
médico.
En caso de una quemadura de tercer grado, se debe envolver la zona afectada con un trapo
muy limpio y buscar ayuda profesional de inmediato.
Si hay quemadura por sobreexposición a los rayos ultravioleta del Sol (ondas
electromagnéticas que atraviesan la capa de ozono que protege al planeta), conviene aplicar
compresas de agua fría para reducir las molestias.
Para disminuir los síntomas por picaduras de insectos pueden ponerse en práctica los
siguientes consejos:
Hay que tener en mente que el material de curación es fundamental en nuestro botiquín de
primeros auxilios, pues nunca sabemos en qué momento podrá ser de gran utilidad mientras se
recibe atención médica apropiada.
Antiséptico: Son sustancias que ayudan a combatir o prevenir los padecimientos infecciosos,
inhibiendo el crecimiento y la reproducción de bacterias , hongosy virus que los ocasionan. Se
aplican principalmente sobre la piel para atender heridas, quemaduras y picaduras, aunque también
se utilizan en mucosas (boca, garganta, fosas nasales).
Se denomina antipirético, antitérmico, antifebril y febrífugo a todo fármaco que hace disminuir
la fiebre. Suelen ser medicamentos que tratan la fiebre de una forma sintomática, sin actuar sobre
su causa. Los ejemplos más comunes son el ácido acetilsalicílico, el ibuprofeno, el paracetamol y
el metamizol.
Los antihistamínicos son medicamentos que tratan los síntomas de las alergias bloqueando el
efecto de la histamina. Los antihistamínicos vienen en forma de píldoras, tabletas masticables,
cápsulas y líquidos.
Antidiarreicos
Los medicamentos antiespasmódicos están indicados para tratar los espasmos musculares o
contracciones involuntarias de los músculos. Suelen usarse principalmente para tratar
afecciones de los músculos intestinales que provocan dolor gastrointestinal.
Los antiácidos reducen los efectos del ácido en su estómago. Lo hacen neutralizando el ácido.
Los antiácidos pueden proporcionar un alivio rápido a corto plazo. Hay muchas marcas
diferentes de antiácidos. Vienen en forma de comprimidos masticables, comprimidos que se
disuelven y líquidos.
Antimicótico: Se entiende por antifúngico o antimicótico a toda sustancia que tiene la capacidad
de evitar el crecimiento de algunos tipos de hongos o incluso de provocar su muerte.
Antisépticos
Ayudan a combatir o prevenir las posibles infecciones que pueden causar las bacterias o algún
virus. Normalmente se aplica en la zona afectada, quemada, herida o abierta. Lo más importantes
son:
Causas de asfixia
¿Cómo actuar?
La cabeza de la víctima debe ser inclinada hacia atrás para evitar que la caída de la lengua obstruya
la laringe; una mano mientras con la otra se empuja hacia atrás la frente. El reanimador obtura los
orificios nasales pinzándolos con los dedos, inspira profundamente, aplica su boca a la de la víctima,
y sopla con fuerza hasta ver llenarse el tórax; después retira su boca y proceso debe repetirse 12
veces por minuto en un adulto y 20 veces por minuto en un niño.
Debe evitarse presionar sobre las costillas, pues se pueden romper, sobre todo en niños y ancianos.
Envenenamiento
Una sustancia venenosa por vía oral produce náuseas, vómitos y calambres abdominales.
Los venenos ingeridos por accidente o con fines suicidas incluyen: medicaciones a dosis tóxicas,
herbicidas, insecticidas, matarratas y productos químicos o productos de limpieza.
¿Cómo actuar?
Para atender a una persona envenenada es primordial la identificación del tóxico preguntando a
la víctima o buscando indicios como, por ejemplo, envases vacíos, que suelen mencionar la lista
de antídotos en su etiqueta. Las quemaduras, las manchas o un olor característico también
pueden servir para identificar el veneno.
La primera medida es diluir la sustancia tóxica haciendo beber a la víctima una gran cantidad de
leche, agua o ambas. La dilución retrasa la absorción y la difusión del veneno a los órganos
vitales.
Excepto en los casos de ácidos o bases fuertes, estricnina o queroseno, la medida siguiente es
inducir el vómito para eliminar la mayor cantidad posible de tóxico antes de que se absorba. Se
puede inducir haciendo beber a la víctima una mezcla de medio vaso de agua y varias cucharadas
de bicarbonato de sodio o de magnesia, o introduciendo los dedos o una cuchara hasta estimular
el velo del paladar y conseguir el vómito. Se debe repetir este procedimiento hasta vaciar el
estómago. Después conviene administrar un laxante suave.
Las quemaduras se clasifican según la profundidad del tejido dañado y según la extensión del área
afectada.
Una quemadura de primer grado, que sólo afecta a la capa superficial de la piel, se caracteriza por
el enrojecimiento. Una quemadura de segundo grado presenta formación de flictenas (ampollas), y
una de tercer grado afecta al tejido subcutáneo, músculo y hueso produciendo una necrosis. La
gravedad de una quemadura también depende de su extensión. Ésta se mide en porcentajes de la
superficie corporal. Las quemaduras graves producen shock y gran pérdida de líquidos.
¿Cómo actuar? La
finalidad de los primeros auxilios en los quemados es prevenir el shock, la contaminación de las
disminuye el dolor. Después se ha de cubrir la zona con un apósito grueso que evite la
contaminación. No
se deben utilizar curas húmedas, pomadas o ungüentos, y hay que acudir al especialista médico
inmediatamente. Las quemaduras del Sol pueden ser de primer o de segundo grado. Sus casos leves
se pueden tratar con una crema fría o un aceite vegetal. Los casos graves conviene que sean
atendidos por un especialista. Las quemaduras químicas deben ser lavadas inmediata y
profusamente para diluir al máximo la sustancia corrosiva. Las lesiones dérmicas de las quemaduras
eléctricas se tratan como las de exposición al fuego y, además, deben ser controladas en un centro
¿Cómo actuar?
Se sitúa a la víctima sobre una superficie firme y se confirma la permeabilidad de las vías
respiratorias. El reanimador sitúa sus manos sobre el esternón del paciente; éste se deprime 5 cm,
por lo que se comprime el corazón y se fuerza a la sangre a salir por las arterias. Cuando se afloja
la presión, el corazón se expande y vuelve a llenarse de sangre procedente de las venas. El masaje
se aplica en forma de compresiones cortas y rítmicas de un segundo de duración. Se aplica
una respiración boca a boca cada cinco golpes cardiacos. Para esta operación son ideales dos
reanimadores. Si sólo hay uno se aplican dos respiraciones boca a boca cada 15 compresiones
cardiacas. El procedimiento debe aplicarse, aunque no haya signos de vida, hasta conseguir ayuda
médica.
La hemorragia
El sangrado “en surtidor”, “a chorro” o “a golpes” es signo inequívoco de hemorragia grave. La
simple presencia de sangre sobre una superficie corporal grande no es signo de hemorragia.
Puede haber salido sangre de múltiples heridas pequeñas, o puede haberse extendido. La
cantidad de sangre que se pierde por una herida depende del tamaño y clase de los vasos
lesionados. La lesión de una arteria produce sangre roja brillante que fluye a borbotones,
mientras que la lesión de una vena produce un flujo continuo de sangre roja oscura. Si se rompe
una arteria principal, el paciente puede morir desangrado en un minuto. Las lesiones de arterias
de calibre medio y las lesiones venosas son menos críticas, pero si no se tratan también pueden
ser fatales. Una complicación grave de la hemorragia es el shock hipovolémico, que debe ser
prevenido y tratado lo antes posible.
¿Cómo actuar?
El golpe de calor, producido por un mal funcionamiento de los centros reguladores del calor, es una
patología más grave que afecta principalmente a los ancianos. Sus síntomas son la piel caliente y
enrojecida, la ausencia de sudoración, el pulso fuerte y contundente, la respiración dificultosa, las
pupilas dilatadas y la temperatura corporal extremadamente alta. El paciente se encuentra mareado
y puede perder la conciencia.
¿Cómo actuar?
La víctima de un golpe de calor debe ser transportada a un lugar fresco a la sombra, y allí debe
guardar reposo con la cabeza elevada. Se debe humedecer el cuerpo con alcohol o agua fría para
bajar la temperatura y el enfermo debe ser trasladado a un hospital de inmediato. El paciente con
deshidratación por el calor también debe guardar reposo, pero con la cabeza más baja que el cuerpo;
conviene proporcionarle abrigo o calor. Al principio puede presentar náuseas, pero tras un tiempo
de descanso puede ingerir líquidos: se ha de beber cuatro vasos de agua con una tableta o media
cucharadita de sal diluida, a intervalos de 15 minutos. Después debería beber zumos (jugos) de
frutas para recuperar otros electrolitos. Si se produce una postración importante conviene buscar
ayuda médica.
Las mordeduras de serpientes no venenosas no requieren más que el tratamiento habitual de las
mordeduras: suturarlas, limpieza e irrigación, aplicación de antisépticos, profilaxis antitetánica y
vigilancia de la herida. Como cualquier mordedura puede infectarse, es recomendable en ellas la
profilaxis antibiótica. Las mordeduras de serpientes venenosas requieren primeros auxilios y
atención hospitalaria de la máxima urgencia.
Los síntomas de una mordedura de serpiente venenosa dependen de la especie del reptil.
Los crótalos, como la cabeza de cobre y una especie de mocasín , inyectan un veneno que destruye
los vasos sanguíneos; la herida desarrolla inmediatamente un dolor intenso e inflamación. Si la
cantidad de veneno es grande la hinchazón llega a ser tan pronunciada que rompe la piel. La
decoloración de los tejidos circundantes es un signo de mordedura por estas serpientes. El paciente
se siente mareado y con náuseas y puede desarrollar un shock. La mordedura de las serpientes del
género Micrurus no causa dolor inmediato, pero su veneno ataca el sistema nervioso central
paralizando órganos vitales como los pulmones. La identificación del tipo de serpiente es muy útil
para administrar la antitoxina correspondiente.
¿Cómo atender una alergia?
Según la OMS (2015), la alergia es una reacción exagerada del organismo al tomar contacto con
sustancias que provienen del exterior. Dependiendo de la fuente serán la reacción o síntomas
presentes.
Ataque asmático
¿Cómo detectarlo?
La persona tiene:
Dificultad para respirar con manifestaciones que va desde un ligero jadeo hasta la sensación de
ahogo.
Pulso acelerado.
Si es un ataque agudo, se debe de solicitar ayuda médica de inmediato, ya que la falta de oxígeno
puede generar complicaciones como muerte cerebral.
En caso de no contar son él, se le pide a la persona que levante los brazos, apoyados en la pared y
la cabeza bajo.
¿Cómo atender un CALAMBRE?
Movimientos involuntarios
Posicionar a la persona de lado para evitar que aspiración de contenido gástrico (vomito).
Una vez que se detuvo la crisis deberá de colocarse a la persona en posición lateral de seguridad.
Administrar electrolitos. En caso de no contar con ello, se puede dar a la persona agua con azúcar
y un poco de sal.
Revisión general de signos vitales. En caso de que el malestar continúe derivar a un médico.
Colocar una mano en la frente y la otra en el huso occipital. Se le pide que incline la cabeza a la
altura de las rodillas y realice una leve presión hacia arriba mientras se contiene la fuerza.
También se puede acostar con la cabeza más baja al resto del cuerpo.
Aflojar la ropa.
Ante un golpe o corte con algún objeto, que afecte los vasos sanguíneos, es importante tomar en
cuenta los siguientes aspectos:
Tipo de hemorragia: externa (donde la sangre sale al exterior) e interna (no hay salida de sangre).
Gravedad de la herida.
Comprimir directamente con una gasa estéril o trozo de tela limpia la zona donde está sangrando.
En caso de que la herida se encuentre en un miembro es aconsejable levantar este y presionar la
herida con la mano.
Limpiar la herida.
Comprimir su nariz (hacer presión sobre los dos lados con los dedos pulgar e índice justo debajo
del hueso).
La cabeza deberá de permanecer hacia abajo hasta que la hemorragia pare. Lo que indicara que
se ha formado ya el coagulo.
De contar con un botiquín, es necesario colocar le un algodón embebido en agua oxigenada en
la fosa nasal sangrante.
Detener la hemorragia mediante compresiones con gasas estériles en la herida hasta que deje de
sangrar.
Antes de atender la herida, de ser necesario, se debe de extraer cualquier objeto que se encuentre
en ella tal es el caso de vidrios, metales, etc.
Se debe de limpiar la herida, desde los bordes hacia afuera evitando tocarla con el algodón.
Se deben de utilizar gasas o algodón nuevo cada que este se pasa por la piel.
Es necesario alejar a las personas que puedan ser también afectadas por más picaduras.
Un vendaje es permite realizar todas las maniobras mediante el uso de un trozo de tela o venda
que se fija en una zona lesionada con fines curativos.
Cubrir
Sostener
Soportar
Comprimir
Inmovilizar
Los vendajes pueden ser de algodón y elástico, gasa, manta, Gasa y yeso
• Para retirar el vendaje utilizaremos tijeras sin punta, y el corte es por los lados.
La automedicación
Es la ingestión de medicamentos por iniciativa propia y sin que medie alguna evaluación u orden
médica. Es frecuente que las personas utilicen medicamentos por consejos de personas sin
conocimientos médicos, pero que “recetan” con una seguridad asombrosa.
El uso inadecuado de medicamentos puede originar efectos tóxicos indeseables, por desconocer
la prescripción y vigilancia en cuanto a dosis, horario, duración del tratamiento, interacciones,
restricciones, etc.
Al ingerir conjuntamente dos o más medicamentos de manera irresponsable, se corre el riesgo de
producir interacciones inhibitorias o potencializadoras y efectos colaterales indeseables.
Pueden aparecer reacciones alérgicas desde la primera vez o después de varias tomas o
aplicaciones. Estos cuadros inician en forma moderada, pero hay casos graves que se pueden
complicar seriamente
La dependencia química o adicción es frecuente, sobre todo en los inhibidores del sistema
nervioso central. Una sobredosis puede conducir a un cuadro de irritabilidad, pasando por la
somnolencia, hasta llegar a un paro cardiorespiratorio.
Debido a que los tratamientos son muy complejos, todos deberíamos hacernos una serie de
preguntas antes de iniciar o continuar con la cotidiana práctica de automedicarnos:
¿Qué enfermedad o dolencia tengo en realidad? ¿Debe curarse con medicamentos? ¿Conozco cuál
es el medicamento más seguro, eficaz y barato para iniciar el tratamiento? ¿Dispongo de
información actualizada o instrucciones precisas sobre la dosis, horarios, duración, restricciones
y cuidados del tratamiento? ¿Tengo antecedentes de alergias o de otras enfermedades que
contraindiquen el uso de este u otro medicamento? ¿Puedo suspender y/o sustituir la medicación
cuando aparezca algún efecto indeseable? Si no puede dar respuesta a todas estas preguntas, no
debe automedicarse. Es mejor pedir el consejo de un médico.
Números de emergencia
Policía: 911
Eneh: 118