La Cultura Romana
La Cultura Romana
La Cultura Romana
Roma se estableció como imperio después de haber derrotado a Egipto, llevándose a cabo un
proceso en el que ejército, la religión y las políticas fueron transformados. A fin de tener un control
apropiado de las actividades de todo el imperio, Augusto distribuyó el territorio en sectores
denominados Provincias Senatoriales en las que un representante imperial conocido como senador
velaba por el bienestar de la población y el cumplimiento de las leyes.
Durante sus comienzos, el imperio romano vivió un momento de extensa paz. Lo cual les permitió
abrir las puertas a nuevos conocimientos como el arte, la poesía y la filosofía. Además, experimentó
una evolución en la apariencia de las grandes construcciones a lo largo de su territorio, pues de tener
edificios hechos de ladrillo pasaron a ser embellecidos con mármol.
Ubicación geográfica
La cultura romana se ubicó y desarrolló en lo que hoy se conoce como la península Itálica. Está
localizada al Sur de Europa, en el Mar Mediterráneo. La península tiene la forma de una bota y se
encuentra longitudinalmente surcada por los montes Apeninos.
El territorio de dicha cultura, limitó con los Alpes (norte), mar Mediterráneo (sur), mar Adriático
(este) y el mar Tirreno (oeste).
Senado: Conformado por personas mayores, tomaban decisiones financieras y religiosas. Además
se encargaban del control de los magistrados y designación de los jefes militares.
Magistrados: Estos duraban hasta 5 años y trabajaban ad honorem. Eran funcionarios del cónsul.
La religión romana se caracterizaba por ser politeísta, es decir, creían en más de un Dios. El
desarrollo de sus creencias se vio afectada por la influencia de territorios cercanos tales como
Grecia.
En la antigua roma, existían santuarios y templos, que eran utilizados por la población para el
rendimiento de culto a sus dioses. Una de las características de la religión en la cultura romana era
que era controlada por el estado, el cual no permitía rendir culto a una religión diferente.
Para el año 380 d.C, el cristianismo se convirtió en la religión oficial de Roma por decreto del
emperador Teodosio. Hoy en día, se conoce a la ciudad de Roma como capital mundial de dicha
religión.
Dioses romanos
Entre los principales dioses a los que les rendían culto los romanos se encontraban:
Nombre Función
El Legado Romano
La civilización romana se extendió por inmensos territorios sobre los que dejó una huella profunda.
Muchas de sus aportaciones favorecen hoy a los países europeos.
Con las conquistas, los romanos no solo se apoderaron militarmente de los territorios, sino que
llevaron a ellos su cultura, su lengua y sus construcciones. A este proceso se le llamó
Romanización.
Esta unificación cultural se mantiene todavía hoy en muchas ciudades, calzadas, lenguas,
costumbres y también la religión cristiana. La cultura romana se extendió por todo el Imperio,
muchas de las costumbres de los países de la Europa actual, se basan en ella.
1.1. El Derecho Romano, se creó con el fin de vivir honestamente, dar a cada cual lo suyo y no
dañar a nadie, bajo este precepto se fueron tejiendo las bases del Derecho Romano que pretendían
una mejor convivencia entre los romanos.
El derecho romano son leyes escritas en las que se establecen los derechos y deberes de los
ciudadanos. Muchos de sus principios están todavía hoy en vigor en Europa.
1.2. El idioma Latín que era la lengua oficial, se comienza a masificar a causa de la expansión
territorial que experimentó Roma en su calidad de Imperio. El latín se transforma en la base de
nuestro idioma y de la mayoría de los idiomas de latino América. En resumen, el latín la lengua que
hablaban los romanos, es lo que determina los idiomas del habla latina actuales y da origen a su vez
a nuestro idioma, el español. El latín cumplió con una
labor de difusión de conocimiento.
Una vez en tierras italianas, llegó hasta la ciudad de Lacio. El rey Latino, quien gobernaba en
aquellas tierras, le hospedó en su propia casa. Allí conoció a la hija del rey, Lavinia, con quien
contraería matrimonio poco después. Juntos tuvieron un hijo al que llamaron Ascanio. Éste, cuando
ya era un adulto, fundó la ciudad de Alba Longa, la nueva capital del reino latino.
Tras varias generaciones de reyes, nacieron Numitor y Amulio. Ambos optaban al trono pero
Amulio decidió apartar a su hermano. También se deshizo de la hija de éste, Rea Silvia, obligándola
a ingresar como sacerdotisa vestal, que adoraban a la diosa Vesta, de manera que se mantuviera
virgen y no tuviese nunca hijos que le reclamasen el trono. Pero un día, Rea Silvia fue a pasear junto
al río y se quedó dormida en la orilla. Casualmente pasó por allí el dios Marte y se enamoró de ella.
De ese amor nacieron dos hijos.
Amulio mandó matar a los niños. Por ello, Rea Silvia decidió meterles en una cesta y lanzarlos al río
Tíber. La cesta quedó varada en la orilla a 20 kilómetros de la desembocadura del río. Allí les
encontró una loba que les amamantó en su guarida del monte Palatino hasta que un pastor les
encontró. Éste decidió cuidarles como si fueran sus propios hijos y los llamó Rómulo y Remo.
Cuando crecieron y supieron su origen, decidieron destronar al usurpador, Amulio, y le devolvieron
el trono a su abuelo, Numitor. Ambos se propusieron fundar una ciudad en la zona donde habían
sido criados por la loba. Sin embargo, no se ponían de acuerdo en la localización exacta, por lo que
decidieron preguntarle a los dioses. Rómulo fue al monte Palatino y Remo al monte Avenino, dos de
las siete colinas que había en el lugar. Remo vio 6 buitres pero Rómulo vio 12, por lo que él decidió
el lugar donde se asentaría la ciudad. Rómulo trazó en el suelo el dibujo de dónde irían las murallas
y las puertas de la ciudad, y afirmó que mataría a quien las traspasase. Remo no creyó que la
amenaza fuera real o que a él no le iba a afectar, así que se atrevió a atravesar uno de los trazos
realizados por Rómulo. Éste cumplió su promesa y mató a su propio hermano. En su honor, decidió
llamar a la ciudad Roma. Así, Roma quedaría fundada en el año 754 antes de Cristo.