Constructivismo Aprendizajes Sin Limites - Mavilo Calero
Constructivismo Aprendizajes Sin Limites - Mavilo Calero
Constructivismo Aprendizajes Sin Limites - Mavilo Calero
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¿Que posibilidades existen y qué medios pueden ponerse para
su rehabilitación?
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PRO CESO D E L D E S A R R O L L O D EL L E N G U A JE
I. PROCESO DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE
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II. ÓRGANOS QUE INTERVIENEN EN LA ARTICULACIÓN
1. Órganos de la respiración
2. Órganos de la fonación
3. Órganos de la articulación
II.ORGANOS QUE INTERVIENEN EN LA ARTICULACIÓN DE
LOS FONEMAS
1. Órganos de la respiración
2. Órganos de la fonación
3. Órganos de la articulación
1. Órganos de la respiración
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1.1. Función respiratoria y tipos de respiración.-
>
retracción de los cartílagos costales y la presión de tas visceras
abdominales hacia arriba.
Atendiendo a la movilidad de las distintas partes del aparato
respiratorio, se pueden distinguir tres tipos de respiración:
a- Respiración costal superior o clavicular. Se puede observar
cómo, durante la inspiración, en este tipo, se abomba la parte
superior del tórax, elevando la clavícula y los hombros y hun
diendo el abdomen. Este tipo de respiración se da más fre
cuentemente en la mujer.
b- Respiración abdominal o diafragmática. En la inspiración
se abomba la parte anterior del abdomen por el descenso del
diafragma, hundiéndose en la espiración, permaneciendo in
móvil la parte superior del tórax.
c- Respiración costoabdominal. Se da la inspiración de los
dos tipos anteriores, con gran movilidad lateral de las costillas
inferiores y de la parte superior del abdomen. Este tipo es el
más recomendable para la fonación.
La capacidad normal de los pulmones es de 4 a 5 litros por
término medio, pudiéndose dar variaciones según la talla y
volumen del tórax de cada individuo.
El "aire corriente" o "volumen respiratorio" es la denomina
ción que se da a la cantidad de aire que entra y sale de los
pulmones en un movimiento respiratorio normal completo
(inspiración - espiración), siendo aproximadamente de medio
litro. El "aire com plem entario" es el que se puede introducir
en una inspiración forzada, que está alrededor de dos litros.
El aire que se desaloja en una espiración forzada, después de
una espiración norm al, se le denomina "aire de reserva" y
está también en los dos litros aproximadamente. El "aire
residual" es el volúmen de aire que permanece en los pul
mones después de una espiración forzada, siendo su valor de
un litro.
La respiración es una actividad rítmica producida por una
excitación espontánea, cuyo estímulo es la composición
química de la sangre.
La inspiración es casi uniforme, por estar producida por
contracciones m usculares, mientras que la espiración tiene
un primer momento más rápido, para hacerse luego más larga
y lenta, por estar producida por reacciones elásticas. La espira
ción mientras se habla, es de 8 a 12 veces más larga que la
inspiración.
La respiración y la fonación están más sujetas a los estados
emocionales que la articulación.
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2. Órganos de la fonación.
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2.2. Función fonatoría de la laringe.
cartílago tiroides
cuerdas vocales
cartílago aritenoides
C uerdas abiertas C uerdas cerradas
P a rte posterior
p a ra la respiración an tes d e la fonación
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3 .2 .1 . Paladar. El paladar constituye la parte superior de la
cavidad bucal y se encuentra dividida en dos zonas: la anterior,
ósea, que recibe el nom bre de paladar duro, y la posterior, deno
m inada paladar blando o velo del paladar.
La región palatina, con forma de bóveda, constituye una especie
de tabique y separa las fosas nasales de la cavidad bucal.
El paladar duro com ienza inm ediatam ente detrás de los alvéolos,
y se divide en prepaladar, m ediopaladar y postpaladar. El paladar-
blando o velo del paladar, se divide en zona prevelar y postvelar.
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III. CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN DE LAS DISLALIAS
1. Dislalia evolutiva
2. Dislalia funcional
3. Dislalia audiógena
4. Dislalia orgánica
III. CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN DE LAS DISLALIAS
1. Dislalia evolutiva
2. Dislalia íuncional
3. Dislalia audiógena
4. Dislalia orgánica
27
1. Dislalia evolutiva.
2. Dislalia funcional.
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capacidad o dificultad funcional en cualquiera de estos aspectos
que impide la perfecta articulación.
En otras ocasiones, aunque la dificultad sea la misma, el niño no
percibe su defecto por la fijación que tiene del mismo, no pudiendo
él distinguir las articulaciones que emite bien y las que emite mal.
Para la denominación de los distintos errores que se dan en la
dislalia, se utiliza una terminología derivada del nombre griego del
fonema afectado, con la terminación "tismo" o "cismo". Así la
articulación defectuosa de la / s/ se denomina sigmatismo la de la
/d / deltacismo, etc. Cuando un fonema es sustituido por otro se
antepone "para", como el pararrotacismo.
El resultado de la experiencia, así como los resultados estadís
ticos existentes, demuestran que se da una mayor incidencia de
dislalias en el sexo masculino que en el femenino.
2.1. Etiología.
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Por ello estos defectos irán desapareciendo al mismo tiempo que
se va desarrollando la motricidad fina, pues el niño irá adquiriendo
la agilidad y coordinación de movimientos que precisa para hablar
correctamente.
De aquí la necesidad de enfocar el tratam iento, no sólo en
orden a enseñar a articular, sino a desarrollar todo el aspecto
psicomotor del sujeto, educando todos ios movimientos, aunque
no sean inm ediatamente utilizados en la articulación de la palabra
y organizando su esquema corporal.
Esta causa es la que se encuentra más frecuentemente en los
casos de dislalias funcionales, pues, aunque se den asociados
otros factores que facilitan la generación del trasto rn o , la mayoría
de estos niños tienen torpeza en los movimientos de los órganos
del aparato fonador y una falta de coordinación motriz general,
aunque ésta sólo se manifieste en los movimientos de destreza fina
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tuosa en el medio en que se mueve.
Un problema que en algunos casos se presenta es el del bilingüis
mo existente en el ambiente en que se desenvuelve el niño, que
puede crear desorientaciones en la etapa de fijación de su lenguaje,
aunque no sea éste uno de los aspectos-más influyentes en la deter
minación de su trastorno.
Estos factores son más bien de tipo social, pero pueden darse
otros entornos ambientales de carácter más patologógico que influ
yen negativamente en el desarrollo psicoafectivo del niño, y por
tanto en la normal evolución de su lenguaje.
Entre otros factores se puede citar la superprotección materna
que impide la debida maduración del niño, que queda detenido
psicológicamente en etapas que debería haber superado.
En otras ocasiones será el rechazo, manifestado de una u otra
forma, pero percibido por el niño, o la inadaptación familiar, por
causas de desunión o desequilibrio de los miembros de la familia,
la que actúa de forma traum atizante sobre el pequeño, que no
encuentra el medio psicológico adecuado para su desarrollo armó
nico.
2.2. Sintomatologia.
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su forma se puede hacer ininteligible si aparecen afectados muchos
fonemas.
Los niños que padecen este trastorno aparecen con frecuencia
distraídos, desinteresados, tím idos o agresivos y con escaso rendi
miento escolar.
En muchas ocasiones el niño cree que habla bien, sin darse cuen
ta de sus propios errores, y en otras, aunque sea consciente de
ellos, es incapaz por sí solo de superarlos, creando a veces este
hecho situaciones traum atizantes que dificultan más su rehabilita
ción.
3. Dislalia audiógena.
(1) PERELLO. J. "Trastornos del habla". Ed. Científico Médico. - Barcelona 1.973.
Pag.262.
su lenguaje como para su vida de relación.
Junto a la ayuda del amplificador el tratam iento irá dirigido,
fundamentalmente, a la discriminación auditiva, al perfecciona
miento de su lenguaje, corrigiendo los defectos articulatorios que
presente y enseñando las articulaciones ausentes, desarrollando la
lectura labial que le ayude en la compresión del lenguaje y mejo
rando la voz y el ritmo.
El tratam iento de la dislalia funcional también puede ser válido
para la audiógena, en lo que se refiere a la enseñanza y corrección
de la articulación.
4. Dislalia orgánica.
4.1. Disartria.
Las disartrias pueden ser de origen muy variado dentro del tras
torno neurológico, dándose igualmente desde el nacimiento o
como consecuencia de enfermedad o accidente posterior que
desencadena la lesión cerebral. Generalmente son graves y sus
posibilidades de rehabilitación están en relación con la severidad
de la lesión producida.
"Las alteraciones neurológicas de la fonación, tienen interés
logopédico cuando constituyen "situaciones secuela", es decir, una
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vez que ha desaparecido la acción del morbo etiopatogénico que
causó la enfermedad neurológica. Son pues, las "situaciones
secuela" de la neuropatología las que constituyen el campo de la
acción de la clínica y la terapéutica foniátrica". (1)
4.2. Disglosia.
(1) PERELLO, J. "Trastornos del h a b la " . Ed. C ientífico Médica. Barcelona, 1.973. Pag. 3
(2) BERNALDO DE QUIROS, J. "Los grandes problemas del lenguaje infantil". Centro
Médico de Investigaciones Foniátricas y Audiológicas. Buenos A i r e s . 1.969. Pag. 368.
IV. TIPOS DE ERRORES EN LA DISLALIA FUNCIONAL
1. Sustitución
2. Omisión
3. Inserción
4. Distorsión
IV. TIPOS DE ERRORES EN LA DISLALIA FUNCIONAL
1. Sustitución.
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Así frecuentemente el fonema /r / es sustituido por /d / o por /g /
diciendo "quiedo" y "pego" por "quiero y "perro". El sonido / s/
es sustituido por el /z/, diciendo "caza" por "casa", y el fonema
/k/ es reem plazado por el /tí, expresando "tama" por "cama".
La sustitución es el error que con mayor frecuencia se presenta
en las dislalias funcionales y ofrece una mayor dificultad para su
corrección, ya que una vez superada la articulación, cuando el niño
es capaz de emitir correctamente el fonema que tenía ausente, tiene
que superar una segunda fase, generalmente más larga, en la que
tiene que integrarlo en su lenguaje espontáneo. Y aquí está la difi
cultad, ya que tenía fijada cada palabra con la articulación defec
tuosa. En estos casos convendrá empezar por enseñarle palabras
nuevas con este fonema, en las que le será más fácil autom atizarlo,
para pasar después a la generalización.
2. Omisión.
3. Inserción.
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Este tipo de error es el que se suele presentar con menos fre
cuencia.
4. Distorsión.
41
V. INCIDENCIA RECIPROCA ENTRE EL HABLA Y LA
PERSONALIDAD
3. Situación escolar
V. INCIDENCIA RECIPROCA ENTRE EL HABLA Y LA
PERSONALIDAD
(1) BERNALDO DE QUIROS, J. "Los grandes problemas del lenguaje infantil". Centro
Médico de Investigaciones Foniatricas y Audiológicas. Buenos Aires 1.969. Pag. 61.
I. Situación y aceptación familiar.
3. Situación escolar.
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VI. DIAGNOSTICO DE LA DISLALIA FUNCIONAL
1. Anamnesis
2. Articulación
3. Inteligencia
4. Psicomotricidad
8. Personalidad
9. Exámenes complementarios
VI. DIAGNOSTICO DE LA DISLALIA FUNCIONAL
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VI. DIAGNOSTICO DE LA DISLALIA FUNCIONAL
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1. Anamnesis.
1.1.1. Filiación.
- Nombre y apellidos
- Fecha de nacimiento
- Dirección
- Nombre de los padres
- Número de hermanos y lugar que ocupa entre ellos.
2. Articulación.
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2.1. Lenguaje repetido.
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3. Inteligencia.
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3.2. Compresión verbal.
4. Psicomotricidad.
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En esta prueba se exploran seis aspectos:
Coordinación estática.
Coordinación dinámica de las m anos.
Coordinación dinámica general.
Rapidez de los movim ientos.
Movimientos sim ultáneos.
Sincinesias.
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Finalmente, intentarán morderse el labio inferior con lo* dientes
superiores y a la inversa.
9 " ’ 10 "
10 ", 12 "
11 " , 14 "
" ( 1)
(I) PICQ, L. VAYER. P, -Educación psicom otriz y retraso m ental". Ed. Científico M é
dica. Barcelona. 1.969. Pag. 248.
58
— La misma prueba ahora a nivel de las muñecas para comprobar
la relajación de las m anos." (1)
"Anotar:
— Si hay o no pasividad (ni resistencia ni participación).
— La amplitud de los desplazamientos y las diferencias eventuales
entre ambos lados.
— Si la oscilación es reducida, comprobar si existe oposición
bloqueo o rigidez y a qué nivel, o también si hay participación
voluntaria" (2)
Para observar la pasividad en la caída, se puede actuar de la
siguiente manera: "Para cada uno de los miembros superiores:
coger la mano del sujeto y levantar el brazo hasta la horizontal.
Luego soltarlo. Anotar:
— Si la caída es libre o no.
— Si hay movimiento de péndulo.
— Por el contrario, si existe bloqueo frenado o algún movimiento
voluntario". (3)
b.- Relajación. Para conocer las posibilidades que presenta el
sujeto para relajarse se le rumbará sobre una alfombra en
posición decúbito dorsal. "Después de un corto instante,
coger la mano del sujeto, levantar suavemente el miembro
superior e imprimirle un movimiento de balanceo. Soltar ino
pinadam ente, de manera que éste vuelva a caer en su sitio
primitivo:
— un brazo después del otro
— los dos brazos sim ultáneam ente"(4)
"Colocar la mano sobre la rodilla e imprimir a la pierna un movi
miento debalanceo (alternando rotación interna y externa), lo
mismo varias veces con ambas piernas.
A notar, para cada prueba, la calidad de relajación obtenida (la
relajación es buena cuando no hay ningún freno, ninguna resisten
cia ni participación alguna en el movimiento); apreciar también la
pesadez del miem bro, la libertad de las articulaciones, la amplitud
de los movimientos provocados y la naturalidad de la caida" (1)
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conocer el estado de la organización perceptiva del niño y su
orientación espacial.
60
de la compresión del simbolismo de estructuras rítmicas y su
reproducción, se conocerá la compresión que tiene de cierto sim
bolismo y la capacidad de reproducción correcta, indicando con
ello las posibilidades que presenta de estructuración temporal y
rítmica.
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8. Personalidad.
9. Exámenes complementarios.
Los exámenes complementarios solamente se realizarán en
aquellos casos en que, a través del análisis descrito y de los datos
que aporte la familia, se presuma la existencia de otros factores
ajenos a los que constituyen la etiología de la dislalia funciona!.
Estos exámenes serán de carácter médico y se referirán al estudio
neurológico que detecte alguna posible lesión en este campo,
y audiom étrico, que pueda medir la pérdida de audición cuando se
teme que ésta exista.
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V II. T R A T A M IE N T O
Al hablar del tratam iento que debe seguir el niño que presenta
una dislalia funcional, es preciso tener en cuenta la necesidad de
llevar a cabo un tratam ien to integral que trascienda el aspecto
limitado de la dificultad de la expresión.
Este enfoque pluridim ensional está basado en que los tras
tornos del lenguaje, generalm ente, no aparecen como manifesta
ciones aisladas, sino que forman parte de una constelación de
síntom as, m otivados por distintas causas, como consecuencia de
las cuales aparece la dificultad de expresión.
Por ello, ju n to a la labor rehabilitadora de corrección de las
articulaciones defectuosas, es preciso enfocar el tratam iento en un
sentido más amplio, orientando la reeducación a todos aquellos
aspectos que inciden en la expresión del lenguaje hablado, consi
guiendo, con la mejora de las distintas funciones, las disposiciones
necesarias para corregir los defectos que el habla del niño presenta.
Para lograr su total integración es necesario conseguir una m adu
ración neurológica y psíquica completa.
Por otra parte el trastorno lingüístico, enespecial si essevero,
repercute en las características y reacciones psicológicas del niño,
pudiendo llegar a m otivar serios problem as de personalidad y
adaptación, como a la inversa, estos problem as, en algunos casos,
pueden dar origen a trastornos de lenguaje. Tanto en una como en
otra situación, es preciso, ju n to ai tratam iento general encam inado
a la ordenación y reeducación del lenguaje, llevar a cabo un trata
m iento de psicoterapia, cuando esto se vea necesario, para así, con
una labor conjunta y pluridem ensional, lograr la rehabilitación e
integración total de la persona.
Por este amplio enfoque que debe tener el tratam ien to , es pre
ciso destacar la im portancia que en el mismo tiene el trabajo de
equipo.
2. Necesidad de tratamiento precoz.
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liar para, si es preciso, provocar las modificaciones relaciónales que
perm itan una norm alización del medio en que se desenvuelve el
niño.
Tanto el niño como los padres, necesitan una relación que los
gratifique y que les haga sentir la felicidad de estar ju n to s.
El medio más idóneo para la reeducación del niño es el juego y
por ello será preciso realizar juegos con eficacia rehabilitadora,
convirtiendo las técnicas en ju eg o s. En este sentido interesará
iniciar a la madre en la práctica de estos ju eg o s, para que puedan
ser realizados tam bién fuera de las sesiones de reeducación.
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1. Tratam iento indirecto dirigido a las funciones que inciden en la
expresión oral del lenguaje.
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aire en el soplo. Por ello, reviste una gran importancia la realiza
ción de todo tipo de ejercicios que ayuden a mejorar la función
respiratoria.
Los ejercicios respiratorios pueden llevarse a cabo directam ente,
sin aparatos de ningún tip o , o bien ayudados por algún medio o
material simple.
73
ción, hundiéndose en la espiración y permaneciendo inmóvil la
parte superior del tórax. En la respiración costoabdominaí se dá
movilidad en las costillas inferiores y en la parte superior del
abdomen, siendo este tipo el más recomendable para la fonación
Io. ejercicio.
El primer ejercicio consistirá en que el niño tome conciencia de
su propia respiración. El acto respiratorio es para él un acto in
consciente y autom ático, del cual, en primer lugar, tiene que
percatarse. Se colocará de pie, en la posición indicada, y se le hará
caer en la cuenta de cómo, sucesivamente, va entrando y saliendo
en él el aire, cómo va realizando continuamente inspiraciones y
espiraciones, Según su edad se le darán estos nombres o si es pe
queño se le hablará de entrada y salida del aire. Este ejercicio se
repetirá varias veces, pues es muy importante, para el dominio de
los ejercicios siguientes, que el niño tome conciencia y "sienta"
su propia respiración. Logrado este primer paso se podrá continuar
74
con ejercicios que le lleven a mejorar y dominar su función respira
toria. Así, el acto inconsciente de la respiración, podrá hacerse
voluntario y disciplinado.
En este ejercicio como en los siguiente no se le hablará todavía
de los distintos tipos de respiración, ni se tratará de lograr alguno
concreto, sino que, en principio, se le dejará que siga con el tipo
de respiración que espontánea y más fácilmente le salga. Más tarde
se tratará de lograr la respiración abdominal y la costoabdominal,
ya que, generalmente, el niño suele comenzar con la respiración
costal superior o clavicular.
En este primer inicio de los ejercicios se puede facilitar el acto
de la inspiración para que tome conciencia del mismo, haciendo al
niño que huela y por tanto que inspire el perfume de la colonia,
ja b ó n o una flor olorosa.
2o. ejercicio.
Inspiración nasal, lenta y profunda. Retención del aire. Espira
ción nasal en la misma forma.
3 o. ejercicio.
Inspiración nasal, lenta, dilatando las alas de la nariz. Retención
del aire. Espiración nasal lenta y completa. Se le debe indicar al
niño que expulse la m ayor cantidad de aire posible,
4o. ejercicio.
Inspiración nasal, de la misma forma que en el ejercicio anterior.
Retención del aire. Expulsión nasal del aire, rápida y continua.
5o. ejercicio.
Inspiración nasal lenta. Retención del aire. Espiración nasal
cortada, en tres o cuatro tiempos o espiraciones, hasta agotar en lo
posible el aire de reserva, sin realizar entre ellas ninguna inspira
ción.
6o ejercicio.
Inspiración nasal rápida. Retención del aire. Espiración nasal
lenta.
T ejercicio.
Inspiración nasal rápida, dilatando las alas de la nariz. Retención
del aire. Espiración nasal lenta.
8o. ejercicio.
Inspiración nasal, como en el ejercicio anterior. Retención del
aire. Expulsión nasal del aire, de forma rápida.
75
9°. ejercicio.
Inspiración por fosa nasal derecha. Retención del aire. Espira
ción por fosa nasal izquierda.
10° ejercicio.
Inspiración por fosa nasal izquierda. Retención del aire. Espira
ción por fosa nasal derecha.
1°. ejercicio.
Inspiración nasal lenta y profunda. Retención del aire. Espira
ción bucal de la misma forma.
2o. ejercicio.
Inspiración nasal lenta, dilatando las alas de la nariz. Retención
del aire. Espiración bucal lenta y completa, tratando de expulsar
la mayor cantidad de aire.
3 °. ejercicio.
Inspiración nasal de la misma forma que en elejercicio anterior.
Retención del aire. Espiración bucal rápida.
4o. ejercicio.
Inspiración nasal, de la misma forma que en el ejercicio anterior.
Retención de aire. Espiración bucal cortada, en tres o cuatro
tiempos o espiraciones, hasta agotar en lo posible el aire de reserva,
sin realizar entre ellas ninguna nueva inspiración.
5°. ejercicio.
Inspiración nasal rápida. Retención del aire. Expulsión del aire
por la boca de forma lenta.
6°. ejercicio.
Inspiración nasal rápida, dilatando las alas de la nariz. Retención
del aire. Espiración bucal lenta.
T. ejercicio.
Inspiración nasal, como en el ejercicio anterior. Retención del
aire. Espiración bucal rápida.
8°. ejercicio.
Inspiración nasal rápida, ensanchando las alas de la naniz. Reten
ción del aire. Espiración bucal rápida y cortada en tres o cuatro
76
tiempos.
9°. ejercicio.
Inspiración por fosa nasal derecha. Retención del aire. Espira
ción bucal, lenta, regular y completa.
10°. ejercicio.
Inspiración por fosa nasal izquierda. Retención del aire. Espira
ción bucal, lenta, regular y completa.
1°. ejercicio.
Inspiración nasal, lenta, y completa. Retención del aire. Espira
ción con la salida del aire en forma lenta y silbando suavemente.
Duración: de ocho segundos en adelante.
2°. ejercicio.
Inspiración como en el ejercicio anterior. Retención del aire.
Espiración con la salida del aire de forma violenta y silbando tuer
te. Duración: de cuatro segundos en adelante.
3 0 ejercicio.
Inspiración como en los ejercicios anteriores. Retención del aire.
Espiración silbando suavemente, de forma entrecortada en varios
tiem pos, pero sin volver a inspirar entre ellos. Duración: de quince
segundos en adelante.
4o. ejercicio.
Inspiración nasal, regular y com pleta. Después de haber espirado
nasal y regularmente y sin vover a inspirar, espirar silbando, con el
máximo esfuerzo, con el fin de expulsar la mayor cantidad de aire.
Duración: de cinco segundos en adelante.
77
5°. ejercicio.
Inspiración como en el ejercicio anterior. Después de haber
espirado nasal y regularm ente, y sin volver a inspirar, espirar
silbando, de forma entrecortada. Duración: de cinco segundos en
adelante.
6o. ejercicio.
Inspiración nasal lenta. Retención del aire. Espirar silbando,
aumentando poco a poco la tuerza del silbido. Duración: de ocho
segundos en adelante.
7o. ejercicio.
Inspiración nasal lenta. Retención del aire. Espirar silbando,
comenzando fuerte, para ir disminuyendo la tuerza del silbido,
hasta casi no percibirse. Duración: de ocho segundos en adelante.
3 0. tipo de ejercicios.
Se seguirán los mismos ejercicios, levantando los brazos por de
lante, hasta la posición vertical, durante la inspiración y bajándolos
en la espiración. También se puede hacer, variándolo, elevarlos por
los costados y bajarlos por delante, en los dos tiempos indicados.
I o. ejercicio.
Como esta serie de ejercicios están dirigidos al dominio del
soplo, se puede comenzar simplemente haciendo soplar al niño,
80
en principio sin inflar las mejillas y después inflándolas.
Para facilitar el que durante el soplo no exista fugq de aire nasal,
durante éste, se le puede tapar la nariz y así obligar a que todo el
aire salga por la boca.
2°. ejercicio.
Primero el reeducador soplará sobre la mano del niño, para que
él sienta la fuerza del aire que sale. Después se hará que sea él
mismo el que sople sobre su propia m ano, para que perciba la
misma sensación que antes. Este ejercicio se puede repetir en
distintas intensidades. Primero se le indicará: "sopla flojo" o
"sopla fuerte". Después se soplará sobre su mano con una u otra
intensidad para que el niño aprenda a discriminarlas y a continua
ción las repita con la misma fuerza, sin más indicación que pedirle
que sople igual que lo ha hecho el reeducador.
3 0. ejercicio.
Se pedirá al niño que sople sobre su propio flequillo, para levan
tar los pelos. Si no sabe hacerlo espontáneam ente se le indicará
que debe sacar el labio inferior y después soplar.
4o ejercicio.
Se le pedirá que sople sobre su pecho, con la camisa abierta para
que él pueda percibirlo, indicándole, si es preciso, que, para ello,
al contrario que en el ejercicio anterior, ahora debe montar el labio
superior sobre el inferior.
5° ejercicio.
Se hará que proyecte los labios unidos y que emita el soplo sólo
por un pequeño orifico de los mismos.
6 o ejercicio.
Se suspende una tira de papel frente a la boca del niño y se le
indica que sople y así vea cómo la fuerza de la emisión del aire
levanta el papel. Desde una distancia de 10 cm., aproxim adam ente,
se le irá alejando paulatinam ente para que tenga que ir aumentan
do la fuerza del soplo, a medida que se le aleja el papel, para que
éste no deje de moverse.
T. ejercicio.
Sobre una mesa se esparcen, en un pequeño radio, trochos de
papel que el niño tiene que hacer volar de un solo soplo. Se adap
tará a la capacidad del niño, poniendo más ó menos papelitos
sobre la mesa. En lugar de trozos de papel, también se pueden uti
lizar pequeñas bolitas hechas con papel de seda, con el fin de que
sean ligeras y vuelen fácilmente, o pequeñas plumas.
81
8o. ejercicio.
El reeducador sostendrá una pequeña tira de papel sobre un
espejo o cristal, indicando al niño que sople sobre el centro de la
misma. Al hacerlo, el reeducador retirará su mano y el papel debe
quedar adherido al espejo por la fuerza del soplo del niño. Aquí se
ejercitará la fuerza del soplo, que ha de ser suficiente para manten-
ner el papel, pero no tan rápida que se agote en seguida y le haga
caer, y a la vez se ejercita el niño en la dirección del soplo, ya que
éste ha de estar dirigido a un punto determinado. Se puede crono
metrar el tiempo que se mantiene en ejercicios sucesivos y así ver
los avances que el niño realiza.
I o. ejercicio.
Se coloca la vela encendida a la altura de la boca del niño, a una
distancia de 25 ó 30 cm: Se hace inspirar al niño profundamente
por la nariz, soplando con fuerza sobre la llama en la espiración,
para apagarla. En ejercicios sucesivos y a medida que vaya logran
do apagar la vela en la primera espiración, se va alejando ésta a fin
de que el niño aumente la intensidad del soplo.
2 . ejercicio.
Se colocan una serie de velas, cinco ó seis, sujetas en fila o sobre
una tabla. Se comienza encendiendo dos y situando la primera a
la misma distancia del niño que en el ejercicio anterior. Se le hace
inspirar en profundidad y de un solo soplo deberá apagarlas. Si
lo consigue, se repetirá el ejercicio encendiendo tres velas y así
sucesivamente.
3 o. ejercicio.
Se situará la vela encendida frente al niño, como en los ejerci
cios anteriores. Después de una inspiración profunda deberá soplar
sobre la llama suavemente, haciéndola oscilar de forma continua
durante todo el tiempo que dure la espiración, pero sin llegar a
apagarla.
4o. ejercicio.
Se comenzará como en el ejercicio anterior, pero iniciado el
soplo y la oscilación de la llama, se irá acercando paulatinamente a
los labios del niño la vela encendida, con lo cual deberá disminuir
la intensidad del soplo para no llegar a apagarla.
5°. ejercicio.
Este ejercicio se iniciará como el tercero, pero cuando el niño
32
comienza a soplar se le irá alejando la vela, con el fin de que vaya
aumentando la intensidad del soplo en la medida adecuada, para
que, sin dejar de oscilar la llama, no llegue a apagarse.
6o. ejercicio.
Este ejercicio es una combinación del cuarto y del quinto.
Después de una inspiración profunda, iniciado el soplo, se le irá
alejando y acercando, indistintam ente, la vela encendida, para que
el niño, atento a este m ovim iento, module la expulsión del aire en
el soplo, aumentando o disminuyendo éste, para conseguir que la
llama oscile continuamente sin llegar a apagarse.
I o. ejercicio.
Se hará soplar al niño simplemente con una paja o tubo peque
ño a la que adaptará los labios, obligándole, de esta forma, a
centrar el soplo en un punto, siendo de especial aplicación este
ejercicio para aquéllos niños que tienen dificultad para soplar y
emiten un silbido en lugar del soplo.
2o. ejercicio.
Con el extremo de la paja sumergido en un vaso o recipiente con
agua, se le hará soplar por el otro extremo para que hagan burbujas.
También se puede realizar este ejercicio deshaciendo ja b ó n en el
agua del vaso, para que al soplar haga pompas. Otra variante será
hacer aspirar y beber agua por medio de la paja.
3 o . ejercicio.
Se colocará la paja o el pequeño tubo en el lado derecho de la
boca, a modo de pipa y se hará soplar al niño por él. A continua
ción se repetirá el ejercicio colocándolo en el lado izquierdo.
Los ejercicios 6 y 8 del apartado A , realizados soplando sobre
papeles, se podrán llevar a cabo también soplando sobre los
mismos a través de una paja.
De la misma forma, todos los ejercicios del apartado B, realiza
dos con velas encendidas, se podrán repetir haciendo soplar al
niño en todos ellos a través de una paja o de tubos de distinta lon
gitud, colocando la llama, inicialmente, a 10 ó 15 cm. del extremo
del tubo o paja.
33
D) Ejercicios con matasuegras.
I o. ejercicio.
Se dará al niño un matasuegras, de los que venden en las ferias,
y se le pedirá que sople con fuerza, después de una inspiración
profunda, para conseguir extenderlo to talm ente. Una vez consegui
do, se puede utilizar este ejercicio para cronom etrar el tiempo
que dura la espiración.
2o. ejercicio.
Se pedirá al niño que sople, pero sin llegar a extender total
m ente el matasuegras, sino m anteniéndolo enrollado hasta la mi
tad, con lo cual tendrá que controlar y modular la expulsión del
aire con una intensidad determinada.
3 o. ejercicio.
Se combinarán los dos ejercicios anteriores en una sola espira
ción y, siguiendo las indicaciones del reeducador, lo m antendrá
extendido o lo replegará a la mitad, ejercitando de este modo el
dominio del soplo.
I o. ejercicio.
Se dispondrá de una barra acanalada en cuyo extrem o se situará
la pelota. Puesta la barra sobre una mesa y colocado el niño de
forma que su boca quede a la altura del canal, se la hará soplar,
después de una inspiración nasal profunda, para hacer que la pelo
ta corra a través del canal. El impulso que logre darle hará que la
pelota recorra una logintud mayor o menor.
2°. ejercicio.
Se colocará la pelota sobre una mesa cerca del extremo y frente
a ella, a una distancia de 30 ó 40 cm., que puede variar según las
posibilidades del niño, se situará una pequeña portería, construida
con cualquier caja. Colocada la boca del niño a la altura de la mesa
y después de una inspiración profunda, soplará sobre la pelota
para lograr introducirla en la portería, ejercitando de esta forma la
dirección del soplo y su intensidad.
3 o. ejercicio.
Se realizarán los ejercicios anteriores soplando sobre la pelota a
través de un pequeño tubo.
84
F) Ejercicios con materiales diversos.
I o. ejercicio.
Se inflarán globos de distintos tam años. Se puede ir contando,
en ejercicios sucesivos, de cuántas espiraciones precisa el niño para
inflar un globo de un tamaño determ inado y así controlar cómo va
aumentando su capacidad respiratoria.
2o. ejercicio.
Soplar sobre molinillos de viento, haciéndoles girar los más rápi
damente posible, utilizando primero los de tam año más pequeño.
3 o. ejercicio.
Hacer sonar diversos instrum entos musicales de viento, como
trom petas, flautas, armónicas, tec.
4o. ejercicio.
Utilización del espirómetro en los ejercicios respiratorios, que
nos dará la medida de la capacidad respiratoria del niño, pudiendo
observar así si ésta va aumentando.
85
desconocen su cuerpo y los segmentos que posee, así como las
relaciones especiales que los unen. Deberá comenzar el niño per
cibiendo su piel como zona de contacto, con la sensación de fron
tera o envoltorio que se roza. Las sensaciones articulares le irán
proporcionando los datos para relacionar los diversos segmentos
del cuerpo y así ir organizando el conjunto corporal y descubrien
do las relaciones espaciales que existen entre las partes del cuerpo
y el cuerpo mismo. A la vez, va consiguiendo un conocimiento cor
poral con la representación y denominación de cada una de las
partes que son afectadas por la relajación. De esta forma, va consi
guiendo construir, con la ayuda de la relajación, su esquema corpo
ral, adquiriendo la imagen de su propio cuerpo.
La experimentación de la propia respiración, en sus distintos
tipos, de los que ya hablamos al tratar de los ejercicios corres
pondientes, unida a una postura relajada, le ayudará al descubri
miento de su realidad física y a la vez, le facilitará la distensión
muscular.
De esta forma, y poco a poco, el cuerpo pasa a ser una realidad
experimentada y reconocida por el sujeto, que le proporciona una
vivencia tranquilizadora y una confianza y seguridad en sí mismo.
87
Para los conceptos de "tensión" y "distensión", se le puede
hablar de "apretar y aflojar", "endurecer y quedar flojo como un
tra p o " , "dejar caer y sujetar", "abandonar o cortar la corriente",
etc.
Si son pequeños también se pueden iniciar los ejercicios a modo
de ju e g o s , representando el niño el papel de un muñeco de pilas
que se puede mover y andar mientras tiene las pilas puestas. Una
vez tum bado en el diván, hacemos incluso el adem án, siguiendo el
ju e g o , de que le quitamos las pilas y en ese m om ento, se queda
como m uerto, flojo, como un muñeco de trapo, para, en esta pos
tura, poder realizar los distintos ejercicios. P ero, a diferencia del
m uñeco, le haremos ver cómo a él le queda una pila dentro de la
cabeza, por lo cual puede pensar y concentrarse y con los ojos
cerrados, representarse una imagen dentro de sí. Al final, y siguien
do con la mímica del ju e g o , hacemos que le volvemos a poner las
pilas y con ellas ya puede salir andando.
Después de haber iniciado al niño en los conceptos que nos
interesa que posea, es im portante la demostración experimental de
los mismos en el reeducador. Para ello, éste hará que el niño tome
una mano y levante el brazo del terapeuta, que se encuentra rela
ja d o , haciéndole notar el "peso" del mismo. Le hará que lo sacuda
para que verifique que está "blando", para después dejarlo caer y
constatar la "caida". A continuación se le hará repetir con el brazo
contraído, de forma que no sienta el peso del mismo y cóm o, es
tando en esta posición, al realizar el reeducador una distensión del
brazo, éste comienza a pesar sobre la mano del niño. A sí, la idea
de pesadez, se le irá asociando a la de relajación.
I o. ejercicio.
Tumbado el niño cómodamente en el diván, se comenzará a
actuar con el brazo derecho para los diestros y el izquierdo para
los zurdos, por ser el miembro que mejor responde a la voluntad.
Al niño se le puede pedir que comience con el brazo que come o
escribe, sin mencionar en principio la derecha o la izquierda.
Hay que tener en cuenta que la sesión debe constar de tres fases
o mom entos:
a) Fase de concentración m ental, movilizando la atención
sobre una imagen.
b) Fase de trabajo de distensión neuro-muscular, en este caso
del brazo derecho.
88
c) Fase de "regreso" o retorno al estado habitual.
a) Fase de concentración y representación. Se invita al niño
a cerrar los ojos tranquilamente y a pensar en su interior, imagi
nando algo que le sugiera serenidad: un paisaje, el mar, el cielo
despejado, etc. Después se le pedirá que no sólo visualice esa imagen,
sino que se sienta él mismo inmerso en ella, flotando sobre el mar,
tumbado en un bosque, apoyado en una nube, etc., para que llegue
a vivenciar la experiencia tranquilizadora que esto le proporciona.
El reeducador inducirá a esta concentración con sus palabras y el
tono de las mismas: "estoy tranq u ilo ", "estoy calm ado", "piensa en
tu interior", "mira en el interior de tu cabeza". Si el niño abre los
ojos, le sonreirá para facilitarle la serenidad.
b) Fase de distensión. En este primer ejercicio, la distensión
se refiere al brazo derecho. Se le irá haciendo presión manual, para
que el niño perciba la sensación sobre las distintas partes del brazo:
hom bro, brazo, codo, antebrazo, muñeca y mano. A la vez se va
nombrando cada una de las partes que se presiona e induciendo a
la idea de distensión: "el brazo no está alerta, no está activo, no
está co n traíd o ", "el hom bro, el brazo . . . . están en calma, están
en reposo, son ligeros, como si fueran de papel".
A continuación, se dejará un corto tiempo de silencio para que
el niño vaya interiorizando las partes de su brazo, en esta postura
de distensión. Seguidamente se le mueve suavemente el brazo
derecho, indicándole qué se hace, para que él mismo pueda com
probar qué partes del brazo están en calma o si todavía queda
alguna tensa. Si el brazo está relajado no tiene ni que ayudar ni
que impedir el movimiento. Se van movilizando lentamente las
articulaciones, haciendo que cada articulación actúe por separado.
De nuevo extendido el brazo sobre el diván en distensión muscu
lar, se le induce la idea de peso: "tu brazo está en calma pero va
aum entando de peso, cada vez se hace más pesado y se hunde
plácidamente en el fondo del diván".
En esta fase de distensión, referida a cualquier zona o segmento
del cuerpo, se pueden utilizar distintos medios para lograr la
relajación de los mismos:
. percepción de los elementos del cuerpo, «sentirlos»;
• contraste entre contracción y distensión para percibir la diferen
cia;
• constatación por parte del reeducador del estado de distensión;
• localización de las zonas de contacto o apoyo por la percepción
de las mismas;
• vivenciar una sensación de pesadez que supone una descontrac
ción de los músculos;
• vivenciar una sensación de calor que resulta de una dilatación
de los vasos.
c) Fase de "regreso". Cualquiera que sea el resultado de las
89
fases anteriores, se inicia a continuación la fase de "regreso".
Para ello se propone ai niño: "ahora vas a realizar el regreso y tu
brazo derecho va a volver a estar como siempre". Se le pide
que abandone la imagen sobre la que había centrado su atención,
que contraiga los músculos del brazo, hasta este momento disten
didos y para ello se le hace cerrar el puño y doblar con fuerza el
brazo sobre el antebrazo, como si tuviera que levantar un peso,
para pasar a sentir ya su brazo en forma habitual.
El poder contrastar la diferencia que se da entre el tono disten
dido y el tono tenso, al hacerle pasar del uno al o tro, le irá permi
tiendo un control de las sucesivas situaciones, facilitándole tam
bién la integración tem poral. Al final se le hará ver cómo lo
im portante, en un principio, no es obtener la relajación del brazo,
sino estar atento a lo que sucede en el brazo, cuando se decide que
esté relajado.
La sesión puede durar de 7 a 8 minutos.
Probablem ente, la primera vez que se realiza este ejercicio, no se
conseguirá el éxito del m ism o, por lo que será necesario repetirlo
en sesiones sucesivas, alternando con la experimentación de lo que
es un brazo relajado, actuando con el brazo del reeducador, como
ya indicamos anteriormente.
2o. ejercicio.
Siguiendo el mismo proceso que en el ejercicio anterior y cuan
do se encuentra en el momento en que el brazo derecho está
distendido, se comienza a centrar la atención del niño sobre el
brazo izquierdo, siguiendo el mismo proceso que con el derecho.
Así este miembro empieza a ser sentido, experimentado y situado
con relación al brazo derecho.
3 o. ejercicio.
Después de los pasos anteriores, podemos ya, sugerir al niño, la
relajación conjunta de los dos brazos. Desde este m om ento, las
imágenes que se le sugieran y las denominaciones que se le den,
harán referencia a un conjunto funcional: "los brazos", "a cada
lado de tu cuerpo, los brazos están tranquilos, distendidos, caen
pesadam ente". Unido a la palabra, se le irán palpando ambos
brazos a la vez, pero de forma inversa, comenzando en uno por el
hombro y en el otro por la muñeca, para facilitarle la integración
de los dos miembros.
4o ejercicio.
Como complemento de los ejercicios anteriores se pueden reali
zar diversas variantes, entrando siempre e n ju e g o los miembros
superiores. Algunos de estos ejercicios pueden realizarse, indistinta
mente, estando el niño tum bado o de pie.
90
Una forma puede ser realizando una contracción muscular
seguida de un paro repentino, para que el niño pueda contrastar
más fácilmente los dos estados.
— Extender con fuerza y después relajar:
• la mano.
• los dedos, juntándolos y separándolos.
• la totalidad del miembro superior.
Flexionar y después relajar:
• los dedos dentro de la m ano, dejando el pulgar rígido.
• cerrar el puño y luego relajar.
• flexionar la muñeca con fuerza.
5o. ejercicio.
Otras formas tratan de constatar el estado de pasividad:
— Levantar la mano del niño y soltarla para que caiga libre
mente.
— Sujetando el antebrazo por su parte inferior, sacudir la mano
para apreciar la relajación de la muñeca y de los dedos.
— Levantarle el brazo, sujetando la muñeca y apreciar la pesa
dez y después moverlo en distintas direcciones, haciendo
actuar para ello a las articulaciones, apreciando la ausencia de
resistencia.
6 °, ejercicio.
Siguiendo con las extremidades superiores, se trata de localizar
y precisar las sensaciones, al percibir los puntos de apoyo o de con
tacto con la colchoneta del diván.
— Percibir, en las puntas de los dedos, el roce con la tela del
diván.
— Esta misma sensación, percibirla en la parte de la palma de la
m ano, próxima a la muñeca, que también está rozando la
tela.
— Finalm ente, percibirla en la zona de apoyo próxima al codo.
El reeducador ayudará con sus palabras a que el niño localice las
sensaciones que buscamos: "siento cómo las puntas de mis dedos
rozan la tela del diván, noto la aspereza de ésta, o su suavidad, que
produce como un cosquilleo en las yemas de mis dedos".
1 o. ejercicio.
Se comenzará con la pierna derecha, si es diestro, siguiendo el
mismo proceso que se ha llevado a cabo con los brazos. Cuando el
niño está en la fase de distensión, se le hará sentir su pierna dere
cha, palpándole y nom brándole, a la vez, las distintas partes: pie,
91
to billo, pierna, rodilla, y m uslo, en uno y otro orden. Después se le
flexionará la rodilla y se le sugerirá que lo asocie con la flexión del
codo.
De la misma forma en que se actuó con los brazos, aquí se
inducirá por medio de la palabra, la sensación de reposo, de ligere
za, de flexibilidad y de peso: "tu pierna es flexible, pero ahora se
hunde en el diván, se hace pesada y desciende".
Se puede apreciar si el niño tiene la pierna relajada, porque en
este caso, el pie se encuentra dirigido hacia el exterior, reposando
sobre el borde externo, como igualmente la rodilla tendrá una
rotación hacia el exterior.
7°. ejercicio.
Siguiendo el mismo proceso, es decir pasando por la fase de
concentración, se pasa a la de distensión, dirigida en este caso a la
pierna izquierda. Se le puede sugerir, m ientras permanece con los
ojos cerrados: "piensa en tu pierna izquierda, localízala en tu
cuerpo y siéntela acompañando a la derecha". De esta forma,
también se van incorporando las distintas partes y se va estructu-
randoepfeguema corporal.
3 o. ejercicio.
En esta fase se ha de conseguir la relajación simultánea de los
cuatro miembros. Ya no será tan necesaria la acción del reeduca
dor, de tener que ir palpando y nombrando cada segmento para
que el niño perciba las sensaciones. A partir de este m om ento, el
sujeto ya es capaz de irlo sintiendo por sí m ism o, experimentando
las mismas sensaciones en brazos y piernas y adquiriendo la imagen
de un conjunto en calma.
4o. ejercicio.
De la misma forma que se realizaron con los brazos, con las pier
nas también se pueden llevar a cabo diversas variantes de ejercicios
de relajación, para com plem entar los anteriores.
Ejercicios que requieren una contracción muscular, seguida de
una repentina distensión, para contrastar ambos m om entos:
— Extensión forzada del pie y relajación.
— Extensión de toda la pierna, como si tuviera que alcanzar un
punto determinado con ella y relajación.
Flexión forzada del pie y relajación.
— Flexión de la rodilla y distensión.
— Doblar con fuerza la pierna sobre el muslo y relajación.
5 0 ejercicio.
Constatación del estado de distensión..
— Poner la punta del pie en posición vertical y soltar. Si la
pierna está relajada, la punta volverá a orientarse hacia el
exterior.
9?
— Repetir este movimiento de rotación interna con la rodilla y
al soltarla volverá a su posición externa.
— Levantar la pierna por el tobillo, apreciar su pesadez y dejarla
caer libremente.
— Sosteniendo la pierna por el tobillo, hacer movimientos de
flexión y extensión, observando la ausencia de resistencia o la
ayuda a los mismos.
6o. ejercicio.
Localización de las sensaciones, al percibir los puntos de apoyo
o de contacto.
— Percibir el roce de los calcetines, en la punta de los dedos.
— Percepción del punto de contacto, al apoyarse sobre el talón
del pie.
— Percibir la zona de contacto de la pantorrilla al rozar el diván.
A la búsqueda de estas sensaciones, ayudarán las palabras del
terapeuta.
93
2o. ejercicio.
Se tratará de que perciba la espalda como continuidad de las
otras regiones adyacentes. Para ello, situado el terapeuta tras la
cabeza del niño, y con las manos sobre sus hom bros, eleva uno,
quedando el otro sobre el plano de la colchoneta, con un movi
miento alterno que se transmite a la espalda, dándole la idea de la
unión que existe entre ambas partes.
3o. ejercicio.
Se pueden realizar diversos ejercicios de contraste entre tensión
y distensión, con el tronco.
— Tumbado sobre el diván, levantar el tronco, apoyándose en la
nuca, los hombros y los talones y volver a la postura relajada.
— Tratar de lenvantar la pelvis sin despegar la espalda y relajarse.
— Contraer el abdomen y volver al estado normal.
— En posición sentada o de pie, situar la espalda vertical en
tensión, en actitud de firme, para volver a la posición relajada,
ligeramente caído hacia delante.
4o. ejercicio.
Constatación del estado de relajación:
— Levantar un poco el tronco y constatar la ausencia de resis
tencia y de colaboración.
5°. ejercicio.
Localización de las sensaciones al percibir los puntos de apoyo o
de contacto.
— Percibir el contacto de los hombros con la superficie sobre la
que está tum bado.
— Lo mismo a la altura de los omoplatos.
— Consciencia del contacto de la columna dorsal y de la pérdida
del mismo, a la altura de la columna lumbar.
— Sensación de pesadez de la espalda, como si se hundiera en la
colchoneta.
I o. ejercicio.
Le indicaremos al niño que los músculos de los brazos y la
espalda se prolongan por el cuello: "tus brazos y tu espalda están
distendidos, flojos, ahora puedes sentir esa misma calma en el
cuello y la nuca, que son su continuación". Al darle esta idea de
94
unidad entre el cuello y la parte del cuerpo que ya tiene relajada,
transm itirá la calma que ya posee en ésta, a su nuca y cuello.
2o. ejercicio.
Comunicar a la cabeza leves movimientos de rotación y flexión
para pasar a la relajación y percibir el contraste.
3 o. ejercicio.
Poner la mano debajo de la nuca del niño y levantarle ligera
mente la cabeza para poder apreciar la pesadez y la ausencia de
resistencia o la colaboración a este movimiento.
4o. ejercicio.
Hacer ver al niño cómo la distensión de la mandíbula inferior,
facilita la relajación del cuello. Conviene mostrarte sobre el reedu
cador, en qué consiste una mandíbula relajada, oscilante, colgante,
a la que se pueden aplicar sucesivos movimientos. Estos se ejerce
rán luego sobre la m andíbula del niño. Se le ayudará con las pal-
bras: "tus dientes no están apretados, sino sueltos, tu lengua se
separa del paladar y reposa suavemente en el suelo de la boca, tu
boca no está abierta, pero tampoco apretada, tu mandíbula está en
calma".
5°. ejercicio.
A pretar fuertemente los labios y aflojarlos a continuación.
A pretar con fuerza las mandíbulas y aflojarlas seguidamente, para
facilitar la relajación y percibir el contraste entre tensión y disten
sión.
6o. ejercicio.
Para conseguir la relajación de los ojos, es importante que
vayamos apagando en el niño la intención de mirar durante el
ejercicio, ya que el estado de tensión de los músculos se une a esta
intención. Les suele costar a los niños lograr la distensión ocular.
Se percibe que ésta no se dá cuando mantiene los párpados crispa
dos y ligeramente tem blorosos. Como en otros casos, se le ayudará
con las palabras: 'Tu cara toda está en calma, tu boca floja, tus
ojos también están en reposo, no están dispuestos a mirar, están
tranquilos". Para lograr más fácilmente esta postura de distensión
de los ojos, se le pide que los mantenga cerrados, pero fuertemente
apretados, para dejarlos a continuación también cerrados, pero de
forma relajada. El contraste experimentado le ayudará a conseguir
la distensión.
T. ejercicio.
Para conseguir la relajación de la frente, no le daremos la idea
de pesadez, como hacíamos para otras partes del cuerpo, sino la
95
idea de ligereza: "tu frente es ligera, está más alta que el resto del
cuerpo, está agradablemente fresca y así te hace sentir tu cabeza
despejada". Se puede ayudar pasándole ligeramente las manos
desde el centro hacia los lados de la frente. La frente relajada le
ayudará para la formación de imágenes mentales.
8o. ejercicio.
A rrugar la frente y elevar las cejas para dejarlas relajadas a
continuación. Fruncir el entrecejo y distender seguidamente.
9 o. ejercicio.
En este punto se puede unir ya toda la relajación de la cara,
ayudando al proceso con las palabras del reeducador: "la cara está
tranquila, distendida, todo está en calma, la boca, las aletas de la
nariz, los ojos, las cejas, la frente, las sienes, todo está libre, ligero,
en calma". A medida que se van nom brando, se va pasando la
mano suavemente por cada parte de la cara, para que la experien
cia tá c title vaya ayudando a la distensión del tono y a la repre
sentación de la imagen.
I o. ejercicio.
El terapeuta le irá nombrando las distintas partes del cuerpo que
ya ha conseguido relajar, para continuar: "todo está tranquilo y se
va uniendo en un conjunto, en un todo. Siento todo mi cuerpo en
calma, tranquilo, flexible y pesado". Así unirá todos los elementos
para percibir la unidad del conjunto. Es preciso que tom e concien
cia de la existencia de su cuerpo: "esta unidad soy yo m ism o",
pudiendo añadir aquí su propio nombre para individualizarlo más.
Se puede ayudar sugiriéndole la visualización de su propio cuerpo a
distancia "tu te representas, te ves, observas tu cuerpo como si
estuviera lejos de tí". De esta forma se irá consiguiendo que el
niño conquiste su propia autonom ía.
2o ejercicio.
En esta etapa de la relajación global se puede integrar tam bién
la respiración, asociando la inspiración al momento de tensión y
la espiración al de distensión, a la vez que comprueba con sus
96
manos los movimientos de su tórax, costillas o abdom en, según
el tipo de respiración que realice, como ya se indicaba en los
ejercicios correspondientes, siendo la respiración diafragmática o
abdominal la que más facilita la relajación.
Se puede utilizar el suspiro, uniendo respiración y relajación y
tom ando conciencia de la inspiración y la espiración prolongadas.
Es im portante aquí el hacerle descubrir el ritmo respiratorio y
conseguir que sea calmado y regular: "tu respiración es lenta,
tranquila, como las olas en la playa, que van y vienen con calma".
Se le sugerirá cómo de la respiración participa todo su cuerpo,
como un movimiento rítmico que llega a todo él. A sí, a la unidad
del cuerpo a que habíamos llegado, que era una unidad espacial, se
le añade la dimensión tem poral, al incorporar un ritmo a todo su
cuerpo: el ritmo respiratorio. De esta forma, se van unificando los
distintos aspectos que hay que trabajar en el niño. Aquí vemos
cóm o, a la vez, interviene la respiración, la relajación y los concep
tos de espacio y tiempo.
3 o. ejercicio.
Se pueden realizar diversos ejercicios para contrastar la tensión
y la distensión de todo el cuerpo:
— T um bado, hacer una extensión total del tronco y las extre
midades para volver a la postura de distensión.
— Poner el cuerpo e n r o 11 a d o ,c o n l a s rodillas j u n t o a l a s orejas y
las manos sobre las piernas, para volver a la postura de relaja
ción.
— De pie. sobre las puntas, estirar los brazos y todo el cuerpo,
como si quisiera alcanzar el tech o , para volver a la distensión,
a la que se puede ayudar, si son pequeños los niños, con la
imagen del muñeco que se ha desinflado: la cabeza caída, los
hombros sueltos y relajados y los brazos pendiendo a lo largo
del cuerpo. En esta posición, el terapeuta le sujeta por los
hombros y le mueve hacia uno y otro lado, con movimien
tos rotatorios. Los brazos, que caían relajados a lo largo del
cuerpo, oscilarán librem ente, sin que el niño colabore ni
ponga resistencia a ello.
4o. ejercicio.
Tumbado en el diván, con los ojos cerrados, experimentar la
relajación de todo el cuerpo y la ligereza del m ism o, sugiriéndole
imágenes mentales que le ayuden: "eres un muñeco sin huesos, un
muñeco de papel que no pesa nada y como no tienes peso vuelas,
vuelas. . . vas montado sobre una nube y debajo ves las montañas y
el mar, mira que azul está el mar . . .". Esta u otra imagen le puede
ayudar a mantener una distensión general.
97
1.3. Ejercicios de psicomotricidad.
1) En posición de pie.
— Caminar a distintos ritm os, con pasos cortos o largos, de puntas
o de talones, cambiando de una forma a otra, según se le indique.
— Dar saltos pequeños o grandes y desplazarse dando saltos.
2) En posición sentado.
— Sentado en el suelo con piernas extendidas, piernas cruzadas,
sentado sobre los talones, a caballo sobre una silla.
— Sentado en el suelo, arrastrarse ayudándose de manos y pies.
1) Imitación simple.
— Im itar los movimientos que realiza el reeducador, situado ju n to
al niño y ambos frente al espejo, primero con brazos y luego con
piernas, poniendo en juego las articulaciones y las posiciones de
horizontal, vertical, lateral, nom brando a la vez las partes que
actúan.
2) Imitación memorizada.
— El reeducador realiza un movim iento o toma una posición que
es observada por el niño. Luego lo repite el niño solo, ayudándole
estos ejercicios a ejercitar su memoria motriz.
99
5) Imitación con dibujos.
— Se presentan al niño una serie de dibujos esquem áticos, con di
ferentes posturas, que debe reproducir.
y
A
o
A
1.3.2. Coordinación motora.
100
B) Coordinación de piernas y brazos.
101
Jugando con un compañero:
— Lanzarse la pelota con las dos manos y con una sola.
— Intercambiar dos pelotas lanzándolas m utuamente.
— Estando de espaldas el uno y el o tro , pasarse la pelota descri
biendo un círculo, dándola por un lado y recogiéndola por el otro.
— En la misma posición, pasarse la pelota por encima de las cabe
zas y por debajo de las piernas, describiendo un círculo vertical, al
recogerla uno por encima de su cabeza y entregarla por debajo de
sus piernas y haciéndolo a la inversa el compañero.
102
del o tro , de forma que la punta del pie izquierdo toque el talón del
derecho.
— M antenerse, durante 10 segundos aproxim adam ente, sobre la
punta de los pies, con los ojos abiertos, los brazos a lo largo del
cuerpo y los pies j u n t o s .
— Caminar a lo largo de una línea trazada, sin balancearse ni
salirse de ella, poniendo en cada paso el talón de un pie pegado a la
punta del otro. Se puede poner sobre su cabeza algún pequeño
objeto, como una caja de fósforos, para que la mantenga en la
marcha sin que se caiga.
— Con los ojos abiertos, mantenerse sobre la pierna derecha,
teniendo la izquierda flexionada por la rodilla, con los muslos
paralelos y los brazos a lo largo del cuerpo. Después de un breve
descanso, repetirlo con la otra pierna.
— Mantenerse sobre la pierna derecha, levantando la rodilla
izquierda. Repetirlo extendiendo la pierna izquierda hacia delante,
lateralm ente y hacia atrás. Después de una pausa, se puede repetir
cambiando de pierna.
— Apoyarse sobre la pierna derecha y levantar la izquierda, colo
cando el talón de ésta sobre la rodilla de la otra.
— Como variante de estos ejercicios, se pueden hacer levantando a
la vez, horizontalm ente, el brazo del mismo lado de la pierna que
está elevada.
— Con las manos detrás de la espalda, se pone sobre las puntas de
los pies, perm aneciendo éstos j u n t o s y flexiona el tronco en ángulo
recto.
— M anteniéndose sobre un pie, flexionar el tronco hacia delante
y elevar la pierna libre haeia atrás, levantando los brazos en posi
ción horizontal. La flexión del tronco también se puede hacer
hacia atrás y en este caso, la pierna libre se elevará hacia delante.
— M anteniéndose sobre un pie, flexionar lateralmente el tronco
hacia el lado del pie que se apoya y elevar lateralmente la pierna
libre, con los brazos extendidos horizontalmente a la altura de
los hombros.
— Saltar a la pata coja siguiendo una dirección determinada.
— Saltar a la pata coja empujando un guijarro a lo largo de una
línea o entre dos líneas.
— Permanecer en cuclillas con los brazos extendidos lateralm ente,
manteniendo vertical la espalda, las puntas de los pies separados y
los talones ju n to s , pero sin sentarse sobre elfos. Se puede combinar
con cualquier otra postura de brazos.
— En esta posición de cuclillas, dar saltitos extendiendo alterna
tivamente una y otra pierna.
— Los ejercicios descritos se pueden repetir con los ojos cerrados,
añadiéndoles con ello una nueva dificultad, pero presentando de
esta forma gran valor educativo para la estática del cuerpo.
103
— Marchar sobre tacos, puestos de plano o de can to , presentando
en este caso, una superficie menor y por ta n to , una mayor dificul
tad. Este ejercicio también se puede realizar llevando algún peque
ño objeto sobre la cabeza.
104
1.4.1. Organización del espacio inmediato al niño.
105
da vistos en el reeducador que, sentado frente al niño, realizará los
ejercicios: mano derecha sobre ojo izquierdo, e t c . . para que sean
repetidos por él, que no tiene que hacerlo en espejo, sino en senti
do contrario, al reconocer cuál es la derecha y la izquierda del
reeducador.
E) Noción de entre.
— Poner la pelota entre los pies.
— Poner el brazo izquierdo entre las piernas.
— Poner la rodilla derecha entre las manos.
F) Direcciones oblicuas.
— Se dibuja un cuadrado en el suelo y se sitúa el niño en el centro
y a continuación se le indican sucesivamente las cuatro posiciones:
ponte delante del cuadrado, a la derecha, detrás y a la izquierda. Si
ya tiene asimiladas estas direcciones se introducen las oblicuas:
delante-derecha, con lo que tendrá que dar un paso hacia delante y
otro a la derecha; detrás-derecha; detrás-izquierda, y delante-izquier-
da. Se puede realizar con paso o pequeños saltos con pies ju n to s.
— Después de asimilada la dirección oblicua, en lugar de llegar a
ella en dos pasos o tiem pos, logrará esta posición con una sola
ejecución, a la orden dada por el reeducador.
— Señalar con los brazos las direcciones oblicuas.
106
nando la distancia en que éstos se colocan la longitud del paso que
tiene que dar. A continuación se repetirá sin tacos.
107
C) Noción de cerca y lejos.
— Pedir que tire la pelota cerca y que la tire lejos.
— Que indique un objeto que esté cerca de él y otro que esté" lejos.
— Señalar la pared que está más cercana a él, tocarla y volver a su
sitio y luego señalar la pared que esté más lejana, tocarla tam bién y
volver al sitio, así experim entará, al hacer el recorrido, la diferen
cia existente entre lo que está cerca y lo que está lejos.
A ) Noción de tamaño.
— Ordenar varias pelotas tacos, etc, por orden decreciente.
— Dibujos que representan lo mismo y en distintos tam años,
presentados en cartones sueltos, ordenarlos de m ayor a m enor, o la
inversa.
— Presentar dos series decrecientes de dibujos, en cartones sueltos,
que se puedan corresponder, como niñas y vestidos, pájaros y
jau las, etc. de forma que a cada niña le adjudiquen el vestido que
le corresponda por su tam año, o a cada pájaro su jau la.
— Presentar una serie de dibujos iguales de distintos tam años y no
situados en orden y mandar al niño que coloree el m ayor o el
m enor de los mismos.
A ) Representación de series.
— Una serie de varias pelotas, grandes y pequeñas, colocarlas indis
tintam ente. Dibujará toda la serie, con diferenciación clara de
pelotas grandes y pequeñas, en el orden que se presente la sucesión
que el niño tendrá que representar gráficamente.
B) Dictado de direcciones.
— Se presenta al niño un papel cuadriculado, comenzando con
cuadrícula grande y se le señala un p u n to , a partir del cual tendrá
que ir trazando rayas, según las indicaciones que se le vayan dando:
dos cuadros arriba, uno derecha, tres abajo, cuatro izquierda, . .
etc. El niño lo seguirá sin levantar el lápiz. Conviene que al term i
nar el dictado quede representado un dibujo, pues así ofrece más
interés para el niño que si son simples trazos. Se puede añadir una
nueva dificultad, cuando ya dom ina el dictado anterior, introducien
do la dirección oblicua o diagonal, indicando: dos diagonal dere
cha y arriba . . . .etc.
— En lugar de realizar el dictado verbalm ente, se puede realizar
presentando al niño una serie de flechas que representan los seg
m entos que él debe ir dibujando, con la longitud y dirección
correspondiente. También conviene que a la term inación del ejer
cicio, realizado correctam ente, el niño obtenga un dibujo.
— Otra variante del dictado de direcciones consistirá en que el
reeducador, en lugar de indicar verbalm ente el núm ero de cuadros
y la dirección que ha de seguir, lo realizará dando pasos en distin
tas direcciones, equivaliendo cada paso a un cuadrado, para que el
niño lo transcriba sobre la cuadrícula del papel.
— Semejante al dictado de direcciones será la copia de dibujos en
papel cuadriculado, en los que el niño solo debe ir contando los
cuadros correspondientes del m odelo y observando la dirección
que sigue la línea, para irlo copiando igual en su cuadricula. En los
dibujos se le irá presentando una dificultad creciente.
C) Trabajos gráficos.
— Se le dan diversos puntos num erados y se le indica que debe
unir los puntos siguiendo la num eración, obteniendo al final un
dibujo.
— Presentarle la mitad de un dibujo que tenga un eje de simetría y
pedirle que realice la mitad que falta que ha de ser simétrica a la
ya representada.
— Darle una hoja dividida en dos partes y pedirle que haga un
!09
dibujo en la parte superior o en la inferior. Se puede avanzar a
una mayor dificultad presentándole la hoja dividida en cuatro
partes y decirle que haga el dibujo en la parte superior derecha, etc.
— Presentarle varios dibujos semejantes con la sola diferencia de
que uno de los elem entos cambia de posición de uno a otro
Pedirle que coloree los tejados de las casas que tengan la chimenea
a la derecha, o las pelotas que estén debajo de la mesa, etc, según
la combinación de dibujos que se haya hecho.
— Seguir laberintos, pidiéndole: "señala el camino que debe seguir
la niña para llegar a la casa", etc.
— Presentar una serie de dibujos sencillos colocados en fila, apare
ciendo repetidos varias veces alguno de ellos y pidiéndole que colo
ree el dibujo que va antes o después del dibujo que aparece repeti
do.
— Se le m uestra una serie de dibujos, de casas iguales, por ejemplo,
todas con chimenea, pero faltándoles el hum o y se le pide al niño
que dibuje el humo que sale de la chim enea; pero en una casa, el
humo debe salir hacia la derecha y en la siguiente, hacia la izquier
da y así sucesivamente. Se puede presentar cualquier tipo de dibu
jo y adaptar a él el ejercicio.
— Se presenta al niño un dibujo simple de formas geométricas,
pudiendo aumentar la dificultad si éstas aparecen com binadas, por
ejem plo, un circulo con un cuadrado en m edio, etc. Se deja que
lo observe unos mom entos y se le pide a continuación que lo
reproduzca de memoria.
— El reeducador señala con su dedo en el aire como si estuviera
dibujando sobre un encerado, una forma geométrica simple y a
continuación pide ai niño que la. reproduzca, primero en el aire
y luego en el papel.
A ) Mosaicos,
— Todos los juegos de mosaicos en los que el niño debe representar
modelos, o seguir series indicadas, con dificultades crecientes, son
de gran utilidad para la percepción y organización del espacio.
B) Construcciones.
— Darle los elem entos dispersos de un todo para que el niño forme
con ellos la figura correspondiente. Se puede dar en forma de
piezas para que manipule con ellas, o darle todos los elementos
dibujados, para que con ellos represente el dibujo total.
110
en distintas posturas o situaciones y pedirle que identifique y una
los que son iguales.
E) Juegos de imitación.
— Representar una trayectoria en el encerado o sobre un papel,
pudiendo utilizar puntos de referencia, como la mesa, una silla,
tacos, etc., que estarán representados en el dibujo. El niño sigue la
trayectoria indicada, cam inando por la sala, teniendo delante y
con la misma perspectiva, el dibujo. Se puede comenzar presentan
do trayectos muy sim ples, que luego, a medida que se van dom i
nando, se pueden ir com plicando.
— El reeducador realiza un desplazam iento, que puede ser con
relación a un punto fijo o sin éste, y el niño debe imitarlo igual,
siguiendo las mismas direcciones, sin ejecutarlo en espejo, sino con
una transposición del modelo a sí mismo.
— El reeducador adopta una postura en la que intervengan las
distintas partes del cuerpo, según la dificultad que se le quiera dar.
El niño lo observa y cuando el reeducador vuelve a su postura
norm al, el niño debe adoptar la misma postura con todos los
detalles.
A ) Noción de velocidad.
— Para hacer sensible al niño a las diferentes velocidades, hacerle
caminar lentam ente, rápidam ente, corriendo. Indicarle: más rápido,
más lento.
— Eiacer parar una pelota que rueda deprisa, y que rueda lenta
m ente, y a la inversa.
— Eiacerle rodar una pelota lentam ente, rápido y más rápido.
— Eiacerle rodar la pelota alternando las velocidades a indicaciones
del reeducador. Se puede variar utilizando, en lugar de pelotas,
pequeños coches.
B) Comparación de velocidades.
— El reeducador lanza rodando dos pelotas de distinto color y a
distinta velocidad, para que, ante su observación, el niño asimile el:
"más deprisa q u e...", "m enos deprisa q u e...", "más despacio que"
o "más lento que...".
— El reeducador lanza las dos pelotas a la misma velocidad, para
deducir el "tan deprisa com o...".
— Los mismos ejercicios pero con las pelotas lanzadas por el niño.
En lugar de pelotas tam bién se pueden utilizar cochecitos, pero es
conveniente que sean de distinto color para diferenciarlos fácil
mente.
— El reeducador lanzará rodando una pelota y el niño correrá a la
vez más deprisa o más despacio que la pelota.
112
C) Noción de duración.
— Emitir sonidos vocálicos sostenidos con duración creciente,
decreciente y variable. Para determ inar la duración, el reeducador
irá contando.
— El mismo ejercicio se puede realizar representando la duración
de cada sonido por medio de una línea, que trazará el reeducador
mientras el niño emite el sonido. La expresión gráfica le ayudará a
adquirir la noción de la duración y de los conceptos largo y corto
con relación al tiem po.
— D espués, sólo por el o íd o , deberá precisar la duración larga y la
duración corta.
— Como variación, estos ejercicios se pueden realizar tocando un
p ito , una flauta, etc.
D) Comparación de duraciones.
— Con sonidos sostenidos y representaciones gráficas de los m ism os,
como en los ejercicios anteriores, se compararán los resultados. El
niño emite el sonido y mientras el reeducador traza la línea corres
pondiente.
— El niño emite el sonido y sigue el traz o , conducido por el reeduca
dor.
— El niflio emite sonidos de distinta duración, representando a la.
vez los trazos correspondientes.
— El reeducador emite el sonido y el niño realiza la correspon
diente representación gráfica, con emisiones de duración variable,
haciendo que cada vez perciba diferencias más pequeñas.
— De la comparación de las duraciones, por los trazos efectuados,
indicará los sonidos que han durado más tiem po y los que han
durado menos tiem po.
— D espués, sin representación gráfica, hará la comparación de las
duraciones de los sonidos, haciendo que cada vez capte las diferen
cias menores.
113
—Más tarde, el niño realizará la emisión del sonido y a la vez
seguirá los trazos, con los correspondientes intervalos.
C) Ordenación temporal.
— Identificar, por las acciones que realiza en ellos, los distintos
m om entos del día: la m añana, el m ediodía, la tarde y la noche,
como m om entos sucesivos del tiem po.
— Con el conocim iento de los días de la sem ana, las estaciones y
los meses del año, ejercitarse en precisar, indicándole uno determ i
nado, cuál va antes y cuál va después, para que vaya tom ando
conciencia de su sucesión en el tiem po.
114
— Cuando vaya dom inando estos conceptos se le hará que relacione
horas del día o fechas, indicando cuál va antes y cuál va después de
las que se le hayan propuesto.
— Se presentará una serie de dibujos que representen a una persona
en edades diferentes, por ejemplo un niño, un joven, un adulto, y
un anciano, para que los ordene en relación al tiempo o edad de
cada uno.
— La conciencia de las relaciones tem porales se completará con la
ordenación de historietas, en las que se le darán las secuencias suel
tas, con dibujos o con frases, para que el niño las ordene según un
orden lógico tem poral.
115
"siempre igual", a continuación: "siempre igual pero más deprisa"
y luego: "siempre igual pero más despacio".
— Caminar siguiendo el ritmo que se le marque en el tam bor;
primero se le marcará el ritmo adecuado a su m archa norm al, des
pués de una parada se le marcará un ritmo más rápido y después
de otra parada, un ritmo más lento.
— Estos ejercicios se pueden realizar caminando o marcando el
niño el ritmo con el pie, con la mano o con palm adas, pero utili
zando, en principio, uno solo de los m ovim ientos, a la vez que el
reeducador lo marca con el tambor.
— Después de realizados estos ejercicios, el reeducador comenzará
marcando un ritmo que el niño seguirá, como en los anteriores,
pero los golpes de) tam bor cesarán y el niño debe continuar
marcando el mismo ritmo, para conseguir su interiorización.
— Introducir un tiempo fuerte, contando dos golpes del tam bor y
dando una palmada al segundo, después marcando el tercero o el
cuarto golpe. Cuando el niño es capaz de seguirlo a un ritmo nor
mal, se ejecutará con ritmos distintos.
116
derecha, de nuevo tres pasos al frente y en el cuarto tiempo media
vuelta a la izquierda y así sucesivamente siguiendo el ritmo marca
do.
— Caminar tres pasos siguiendo el ritmo marcado y en el tiempo 4,
paso con palmada a la derecha, otros tres pasos y en el cuarto
tiem po, paso con palmada a la izquierda.
— Caminar tres pasos y parar lo correspondiente a dos tiempos,
pero sin marcar estos con el tam bor, y así sucesivamente. Se puede
seguir de esta forma distintas combinaciones para que el niño vaya
interiorizando la noción del ritmo, del intervalo y de la duración
del mismo.
C) Estructuras rítmicas.
— El reeducador golpea sobre la mesa con un lápiz, indicando al
niño que ponga atención para que reproduzca después, los golpes y
las pausas, tal como lo escuchó. Se comenzará con estructuras
simples como: • • . • » . • • » , • • • • . • •»
que mas adelante, se puede ir complicando con diversas combina
ciones. Además del sentido rítm ico entra en ju e g o en estos ejerci
cios la memoria auditiva y la estructura tem poral. Ejemplo de estas
estructuras las encontram os en las pruebas de ritmo de Mira Stam-
bak • » » • • » • • • ? *• • • » • • • »
— Otra forma de reproducir las estructuras rítmicas es mostrando
la representación gráfica de las mismas indicando que cada punto
o cruz corresponde a un golpe y la distancia que media entre ellos
equivale al tiempo o intervalos que median entre uno y otro. A
modo de ejemplo, el reeducador realizará las dos primeras estruc
turas para facilitar la compresión del niño. Como en el ejercicio
anterior, también aquí se pueden hacer diversas combinaciones
con dificultad creciente. A q u í, además del sentido rítm ico, entran
enjuego las estructuras tem poroespaciales.
— Representación gráfica de una estructura rítm ica, en la que
aparezcan representados por pequeños trazos los tiempos débiles y
por un trazo mayor el tiempo fuerte, por ejemplo: IHfUIJHI
Primero se presentará la estructura al niño, explicándole su signifi
cación para que él la reproduzca con golpes suaves y fuertes. Des
pués se realizará a la inversa, el niño realiza el ejercicio indicado
por el reeducador y después de su ejecución hace la traducción
gráfica con trazos o con círculos, por ejemplo: » o o O O * o o
— Realización de dictado de estructuras simples que se puede ir
complicando sucesivamente, en las que el reeducador golpea y el
niño hace la transcripción gráfica.
— La estructura que se presenta al niño, puede estar codificada,
de forma que la cruz (+) corresponda al golpe dado con la mano
derecha y la línea (-) al dado con la mano izquierda, interviniendo
así tam bién la orientación espacial. Por ejemplo: + •+ ------- + + ---------}
+ v + ; + + - + -+ - + +
5 117
— En este, como en los anteriores ejercicios, se pueden hacer diver
sas combinaciones, con dificultad creciente, a medida que las
estructuras anteriores son dom inadas por el niño. .
118
auditiva conecta, por una educación sistemática del oíd o ". (1)
120
loro, valla - barra, llana - rana, milla - m ira, pilla - pina, villa - viña,
callada - cañada, coral - corral, pera - perra, torero - torrero,
careta - carreta, cara - cada, miro - m id o , parecer - padecer.
— Se pueden proponer tam bién palabras más largas, difíciles o poco
conocidas del niño, para que sean repetidas de una en una.
— Se pedirá la repetición de una pequeña frase en principio, que
sucesivamente puede hacerse más com plicada, para que la exprese
en el mismo orden en que se le p ropuso, sin cambiar la situación
de ningún térm ino.
121
— Se realizará un movimiento vertical de la lengua, subiéndola y
bajándola y apoyando su punta en el centro del labio superior y
del inferior, respectivam ente. Se repetirá este movim iento varias
veces, prim ero a ritmo lento y luego rápido. En m uchos casos les
resulta difícil especialmente la elevación de la lengua y en esta
ocasión se les puede ayudar con el depresor a conseguirlo.
— M ovimientos giratorios de la lengua, siguiendo toda la superficie
de los labios, primero en un sentido y luego en el contrario. Si se
realiza con niños pequeños se les puede decir que vamos a im itar al
gato, relamiéndose con la lengua alrededor de la boca, resultándo
les así más motivador el ejercicio.
— M ovimientos rápidos de salida y entrada de la lengua, vibrando
sobre el labio superior.
— Sujetar la lengua dentro de la boca doblada hacia arriba y
m antenida por los incisivos superiores y desde esta postura, im pul
sarla con fuerza hacia fuera.
— Sacar la lengua y, por su elasticidad, hacerla ancha de forma que
toque las dos comisuras de la boca y estrecha, en movimientos
sucesivos.
— Sacar la lengua y doblarla ju n tan d o sus bordes laterales, forman
do un canal longitudinal.
123
encogérselos o arrugárselos y a la inversa, con el fin de aum entar la
fuerza muscular labial.
— Llevar los labios fruncidos de derecha a izquierda.
124
2. Tratam iento directo de la articulación y de su integración en el
lenguaje espontáneo.
125
2.1. Ejercicios articulatorios.
126
Los ejercicios serán breves, de dos a tres m inutos de duración y
con pausas interm edias, para continuar repitiéndose varias veces,
en cada sesión. Con la repetición de los ejercicios se conseguirán
las asociaciones necesarias entre el sonido exacto de un fonema y
ios movimientos precisos de articulación, elaborando así los este
reotipos correctos de la articulación de los fonemas trabajados.
Otro aspecto a tener en cuenta en los ejercicios de articulación
es la ley de la economía de la fuerza y del movim iento, según la
cual no se ejecutarán los ejercicios de forma enérgica, con una
fuerza excesiva, y con m ovim ientos exagerados, que darían como
resultado una articulación artificial. Para conseguir que ésta sea
natural, es preciso abordar el nuevo sonido suavemente y sin
movimientos exagerados, incluso con poca voz, para irla subiendo
paulatinam ente.
También es preciso conocer cóm o los movimientos de articula
ción se adaptan m u tu am en te, dependiendo de los sonidos que le
preceden y que le siguen, existiendo a veces una pequeña trans
posición del punto de articulación. Por ello, es necesario ejercitar
¡as distintas asociaciones entre consonantes y vocales diferentes,
así como un mismo sonido en com ienzo, en medio o al final de
palabra. Una vez conseguidos los fonemas en sílabas directas, se
ejercitarán en sílabas inversas, todos aquellos que puedan darse de
esta forma.
En los ejercicios de articulación, es de gran utilidad, general
m ente, el empleo de sonidos auxiliares que el niño es capaz de
pronunciar correctam ente y a partir de los cuales podemos llegar
a la obtención de ios nuevos fonemas. De esta manera se procede
sin que el niño advierta nuestra intención de actuar sobre la aiticu-
lación que pronuncia mal. Así se va construyendo el sonido correc
to, que a su vez, va destruyendo las antiguas asociaciones y creando
nuevas asociaciones m otrices.
También es necesario que el niño discrimine y reconozca los
fonemas aprendidos y así será conveniente ejercitarlo, haciéndole
que nos diga si tal fonema está o no en las palabras que propone
mos, o si aparece al principio, al final o dentro de la palabra citada.
A través de los ejercicios de articulación, se enseñará al niño el
sonido que tiene ausente o defectuoso, tanto de forma aislada,
como en sílabas directa o inversa, en combinación con las distintas
vocales. Después, en los siguientes ejercicios, se tratará de que lo
integre en su lenguaje espontáneo.
Para poder fijar el punto de articulación de cada sonido, es nece
sario conocer con claridad las distintas zonas de la cavidad bucal.
127
2 .1 .1 . Gasificación de los fonemas. El fonema es la unidad
fonológica más pequeña y el elem ento fundamental del lenguaje
Para cada fonema o sonido los órganos fonatorios realizan movi
m ientos finamente coordinados y tom an una posición definida.
A ntes de iniciar la reeducación es preciso conocer las caras-
terísticas de cada fonema y su clasificación.
C) Por la acción del velo del paladar. Cuando el aire sale sola
mente por la cavidad bucal, por hallarse el velo del paladar adheri
do a la pared faríngea, los sonidos emitidos son orales o bucales.
Cuando está abierto el conducto nasal y cerrado el bucal por el
descenso del velo del paladar, son producidos los sonidos nasales.
129
Según el punto donde se lleva a cabo la articulación, las vocales
se dividen en: anteriores como [i, e], posteriores, como [u, o] y
centrales, como la [ a ] .
Las consonantes, según los órganos que actúan y el punto donde
éstos inciden, se dividen en:
1) Bilabiales, cuando son los dos labios los que se ponen en con
tacto.
2) Labiodentales, que se realizan entre los dientes y el labio
inferior.
3) Linguodentales o dentales, apoyando la punta de la lengua
contra la parte interna de los incisivos superiores.
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Fonema /a/.
La lengua debe perm anecer plana en el suelo de la boca, con la
punta detrás de ios incisivos inferiores, ayudándose para ello, si es
preciso, del depresor, presentando una m ayor abertura de los la
bios que las demás vocales.
Si se arquea la lengua o se retira hacia el fondo de la boca, res
pectivam ente, resulta un sonido entre / e/ y /a/ o entre /a/ y /o /.
Cuando la /a/ está nasalizada, por descenso del velo del paladar,
es preciso hacer notar al niño, sobre su m ano, la emisión de aire
caliente por la boca, cuando la /a/ es bien pronunciada. Se ayudará
a conseguirlo articulando iaia o em itiendo con fuerza, pa.
Fonema /e /
Los labios están entreabiertos, los dientes separados y en distin
to plano, permaneciendo tos incisivos inferiores detrás de los supe
riores. La punta de la lengua apoyada en la cara interna de los
incisivos inferiores, elevando y arqueando el dorso, que toca el
paladar a la altura de los m olares, quedando un canal amplio en el
medio por donde pasa el aire sonoro.
Cuando baja demasiado la lengua en su base y no toca el pala
dar, cambia la /e/ por /a/, o bien si eleva demasiado la lengua y
estrecha el canal de salida del aire, sustituye la /e / por /i/. En el
primer caso, ante el espejo se le enseñará la posición correcta y se
le ayudará con el depresor a que la consiga, tocándole con el
131
mismo las partes del paladar donde debe apoyar la lengua. Le
facilitará repetir las vocales en el siguiendo orden: i, e, a.
Si el defecto está en el estrecham iento excesivo del canal de
salida del aire, se presionará en el centro de la lengua con el depre
sor para ensanchar el canal.
Fonema / i / .
Se da una ligera abertura labial alargada, con las comisuras de
los labios retiradas hacia atrás. Los dientes se aproximan, sin tocar
se y permanecen en distinto plano, con los incisivos inferiores
detrás de los superiores. La punta de la lengua se apoya en la cara
interna de los incisivos inferiores y el dorso se eleva, tocando el
paladar duro, dejando en el centro una pequeña abertura o canal
para la salida del aire.
Se altera este fonema si se separan mucho los labios o los dien
tes o varía la posición de la punta de la lengua, dando un sonido
semejante a la /e /. En este caso se requiere hacer ejercicios de la
bios e indicar la posición de la lengua, primero sin voz y luego
emitiendo sonido. Si cierra excesivamente el canal de salida del
aire y suena como lyl es conveniente ayudar con el depresor a
abrir un poco el canal de salida. Si articula con rapidez i, a, la
segunda vocal ayuda a abrir la primera.
132
Fig. 6. R ea liza ció n del fonem a /i/.
Fonem a /o/.
Para em itir correctam ente este fonema, los labios avanzan hacia
delante, tom ando una forma ovalada, con los incisivos un poco
separados. La lengua se retira hacia atrás elevando el dorso hacia el
velo del paladar y tocando con la punta los alvéolos de los incisivos
inferiores.
Puede suceder que el niño abra demasiado la boca y en esta
posición el sonido se asemeja a la /a/. Conviene, en este caso,
acercar los labios y redondear su abertura.
Si la lengua no retrocede hacia atrás y el sonido se asemeja a
la /e / se empujará suavemente la lengua con el depresor, procuran
do que se levante en la parte posterior.
Si la abertura de la boca es muy estrecha, el sonido que emite se
parece a la luí. En este caso hay que separarle los labios y hacerle
notar que si la /o / es bien articulada, apenas se percibe sobre la
m ano la salida del aire, m ientras que con el sonido de luí se perci
be ésta claramente.
133
F ig . 7. R ea liz ació n del fo n em a / o / .
Fonem a /u /.
Los labios avanzan, separándose de la cara anterior de los incisi
vos y formando una pequeña abertura circular, manteniendo los
dientes separados. La lengua se retira hacia el fondo de la boca,
elevándose hacia el velo del paladar más que con el sonido /o /,
pero sin llegar a tocarle. La punta de la lengua se separa de los
alvéolos inferiores.
Si la abertura de los labios es muy grande y no se retrae sufi
cientemente la lengua, resulta un sonido impreciso parecido a la
/o /. Cuando esto sucede, es conveniente realizar gimnasia labial y
ayudar al retroceso de la lengua empujándola suavemente con el
depresor. Hacer notar sobre la mano la salida de aire que se percibe
al articular correctam ente la lu í.
134
Si la base de la lengua se eleva dem asiado, estrechando excesiva
mente la salida del aire, se colocará el depresor sobre el centro de
la lengua, haciéndole articular sucesivamente /a/ /o / /u / presionan
do suavemente para evitar, en esta últim a, una elevación excesiva.
135
sino también por la vista, ya que el punto de articulación es más
visible.
Fonem a /p f
La /p / es una consonante bilabial oclusiva sorda. Se articula con
los labios ju n to s y un poco fruncidos, y los incisivos ligeramente
separados. La lengua tom a la posición del fonema que le siga. El
aire, que se acumula en la boca, hace presión sobre ios labios.
Al separar éstos bruscam ente dando salida al aire, se produce el
sonido /p /.
Su defecto se denomina betacismo y aparece en escasas oca
siones. Puede suceder que el niño no cierre los labios, dejando salir
el aire y haciendo el sonido fricativo. Para corregirlo basta con que
el niño centre su atención en la posición exacta, sentado ante el
espejo con el reeducador, haciéndole notar cómo en la articulación
correcta percibe la salida explosiva del aire sobre su mano. Tam
bién se puede articular el fonema frente a la llama de una vela para
que vea cómo oscila ésta ante la salida explosiva del aire.
Si el sonido sale nasalizado, por descenso del velo del paladar,
hay que hacerle observar, por el tacto , que las alas de la nariz no
deben vibrar durante la articulación, así como poniendo un peque
ño espejo bajo las fosas nasales, que se empañará por la salida del
aire, si se da la nasalización. Es preciso hacérselo ver, para llegar a
conseguir que la expulsión del aire sea bucal.
Otra forma de obtener la /p / es la siguiente: se le obstruyen los
conductos nasales y se le pide al niño que cierre fuertemente los
labios y que infle los carrillos. Después, se le dice que abra repenti
namente los labios, con el empuje del aire que tiene en la boca,
consiguiendo así el sonido deseado.
Fonem a Ib l.
La /b / es una consonante bilabial, oclusiva sonora. Se articula
de la misma forma que la /p / pero la tensión muscular labial es
más débil y se da la vibración de las cuerdas vocales. Su defecto
tam bién se denom ina betacismo y es poco frecuente.
En algunos casos el sonido /b / se realiza sin vibraciones, siendo
entonces sustituida por / p /. Para conseguir la vibración de las
cuerdas y que perciba la diferencia entre ambas consonantes, se
coloca la m ano del niño en la parte anterior del cuello del reeduca
dor, m ientras éste articula /p / y /b /; de esa forma podrá percibir
cómo en la segunda se dan vibraciones laríngeas y no así en la
prim era. Luego tratará de realizarlo él im itándolo. También puede
percibir la vibración de la /b / colocando el dedo índice sobre el
labio inferior, en oposición a la /p /.
Se puede observar tam bién la diferencia de la salida del aire
entre la /b / y la /p /, articulándolas frente a la llama de una vela, o
al dorso de la m ano, como se realizó en los ejercicios del anterior
fonema.
Otra forma de conseguir la /b / es haciéndole articular la /a/ e ir
cerrando la boca paulatinam ente, hasta quedar una pequeña aber
tura, aproxim ándose así a la /b /.
Si el sonido está nasalizado, se procederá como en los ejercicios
correspondientes a la nasalización de la /p /.
Otra forma de obtener la Ibl es a partir del sonido auxiliar /m /.
Se le hace pronunciar al niño la sílaba ma, prolongada y clara,
obstruyendo al mismo tiem po los dos conductos nasales, obligan
do de esta forma a la salida bucal del aire, con la obtención de la
sílaba ba.
138
F ig . 1 1 . R e a liz a c ió n del fonem a /t/.
Fonem a /d f
La consonante /d / es linguodental, oclusiva sonora. La articula
ción de este fonema, en cuanto a la posición de los órganos articu
latorios, es semejante a la del anterior, con la diferencia que aquí
se da vibración de las cuerdas vocales. Los labios permanecen
entreabiertos, los dientes algo más separados que para la /t/. La
punta de la lengua apoyada en la cara interna de los incisivos
superiores, sobresaliendo ligeramente de ellos y sus bordes laterales
apoyados en las arcadas dentales del maxilar superior. Como la
tensión lingual no es intensa, la salida del aire, al retirar el obstácu
lo de la lengua, es suave.
Cuando la /d / aparece al final de palabra, se articula como frica
tiva.
Los defectos de este fonema se denominan deltacismo.
En ocasiones la articulación de este fonema no va acompañada
de vibraciones de las cuerdas, convirtiéndola en sorda y sustituyén
dola por /t/ o /z / Como en casos semejantes, hay que hacer notar
al niño, por el tacto, las vibraciones laríngeas, alternando las
articulaciones de /t/ y /d / para que perciba las diferencias. Para
distinguirla de la /z / hay que hacerle ver la variación del punto de
articulación de la /d / dental y la /z / interdental.
Si hace demasiada presión con la punta de la lengua y deja salir
el aire lateralm ente, le saldrá una /l?. En este caso se le ayudará
con el depresor, para que los bordes laterales de la lengua toquen
las arcadas dentales superiores y con la mano se le oprimirán las
mejillas contra los molares para evitar la salida indebida del aire.
Si presenta dificultad tam bién se puede articular como inter
dental, asomando la punta de la lengua entre los incisivos y el resto
en la misma forma que al hacerla dental.
Otra forma de obtener la /d / es partiendo del sonido auxiliar
/n/, si éste es dominado por el niño. Se le hace repetir "nana", con
movimientos de la lengua enérgicos y violentos y a continuación
se le tapa la nariz para evitar la salida nasal del aire y así fácil
mente term inará articulando "dada".
140
de la m andíbula inferior.
Si el niño articula la /g /, le podem os hacer que articule "gaga"
en voz baja y repetidam ente y así, al perder la sonoridad con la
voz susurrada, se puede obtener ka.
También, a partir del sonido africado /ch/, podem os obtener el
oclusivo /k/, haciéndole pronunciar ch, de forma rápida y al mis
mo tiem po, con los dedos índice y pulgar, le levantamos hacia
arriba la mandíbula inferior.
Cuando el niño sustituya el sonido /k/ por /t/ no sabe distinguir
después en qué palabras debe decir cada sonido. Es necesario
entonces realizar ejercicios de audición fonemática para que perci
ba las diferencias de los sonidos, primero valiéndose de la vista y
el oído y después sólo por el o íd o .
Fonem a /g/.
El fonema /g/ es una consonante linguovelar, oclusiva sonora.
Se articula como la /k/, pero con vibración de las cuerdas vocales.
El ápice de la lengua apoyado en los alvéolos inferiores, tocando
con el postdorso el velo del paladar. Como en el fonema anterior,
el punto de contacto se adelanta si le sigue la / e/ o la /i/. Aplican
do la mano sobre la parte anterior del cuello, se perciben con
claridad las vibraciones laríngeas.
Los defectos de esta articulación se denominan gammacismos.
Cuando el niño apoya la lengua en los alvéolos superiores, en lugar
de los inferiores, sustituye el sonido correcto por /l/ y si la apoya
tras los incisivos superiores obtiene /t/ o /d/ en lugar de /g/.
Una forma de obtener su articulación correcta, si domina la /k/
es a partir de ésta, añadiéndole las vibraciones laríngeas, que
percibirá por el tacto sobre la garganta del reeducador y luego
sobre la suya.
Otra forma es gargarizando, ya que por medio de las gárgaras
141
logra poner en contacto el postdorso de la lengua con el velo del
paladar y autom atizar este m ovim iento.
También valiéndonos del sonido auxiliar /k/, al que le ante
ponemos una /n /, obtenem os la sonoridad que precisa. Le hacem os
repetir al niño "enke" o "enki", tapándole a la vez las narices y
así conseguimos la /g/ sonora.
Otro sonido auxiliar que se puede utilizar tam bién es la /d/. Se
le hace repetir "dad a" y con el depresor se hace, sobre el predorso
de la lengua, una ligera presión hacia atrás, obteniendo así la /g/.
B) Articulaciones fricativas.
Se denominan articulaciones fricativas aquellos sonidos que se
producen al darse un estrecham iento del canal bucal, por donde
pasa el aire, sin que lleguen a cerrarse por com pleto los órganos
que intervienen en su articulación, produciéndose un sonido de
fricción o frotam iento.
Así como las oclusivas eran m om entáneas, las consonantes frica
tivas se pueden llamar continuas, al poderse prolongar su articula
ción.
La corrección de las articulaciones fricativas convendrá com en
zarla por la educación del soplo, ya que éste, diferentem ente m o
dulado por la posición de los órganos articulatorios, es la caracte
rística de estos sonidos.
Las articulaciones fricativas están formadas por: la labiodental
/17, la linguointerdenta! /z/, la linguoalveolar / s/, la linguopalatal
/y / y la linguovelar /j /.
Fonema /f/.
La líl es una consonante labiodental, fricativa, sorda. Se articu
la colocando el labio inferior bajo el borde de los incisivos superio
res y levantando ligeramente el labio superior de forma que se
puedan ver un poco los incisivos superiores, dejando escapar el aire
142
entre los dientes y el labio. El ápice de la lengua se coloca detrás
de los incisivos inferiores, levantando un poco sus bordes para
acentuar el surco central. El velo del paladar se cierra y en la larin
ge no se dan vibraciones.
El defecto de esta articulación no suele presentarse con frecuen
cia, pero cuando aparece, suele corregirse fácilmente, ya que tiene
un punto de articulación m uy visible.
En ocasiones aunque labios y dientes estén bien colocados, el
fonema obtenido es la /s /, al arquear excesivamente la lengua.
Se obtiene fácilm ente el sonido perfecto, haciendo soplar al
niño y, durante el soplo, presionando ligeramente el labio inferior,
con nuestro índice, para colocarle bajo la línea media de los inci
sivos superiores y se le pide que siga soplando en esta postura; de
esta posición y de m anera continuada se emite la /a/ obteniendo
así "fa". También se le puede decir que se muerda los labios, el
superior y el inferior y de esta últim a postura, pasar al soplo. Des
pués se alternará la articulación de la líl y de la /s/ para que per
ciba la distinta forma de salida del aire y a la vez el distinto sonido
que se produce.
También puede suceder que intente articular este fonema a la
inversa, esto es, apoyando el labio superior en los incisivos infe
riores. Se procederá a su corrección como en el caso/anterior,
logrando la posición correcta a partir del soplo, a la vez que se
presiona sobre el labio inferior y se inmoviliza el maxilar inferior
evitando que lo adelante, para que consiga y mecanice la posición
correcta.
Fonem a /z /
El fonema /z/ es linguointerdental, fricativo sordo. Para su ar
ticulación, la punta de la lengua se estrecha y se sitúa entre los
incisivos superiores e inferiores, sin cerrar por completo la salida
143
del aire, tocando con sus bordes los m olares, para evitar la salida
lateral del aire.
Es frecuente el defecto del seseo , en el cual el fonema fzf es
sustituido por /s /. En diversas regiones españolas e hispanoam eri
canas este defecto no es tenido como tal, al considerársele una
variedad del dialecto regional.
Su correción es sencilla en los casos de dislalias y se supera con
facilidad. Colocada la lengua en la posición correcta, se le hace
soplar al niño sobre su mano o sobre un papel, para que pueda
percibir la salida del aire. De la espiración áfona se pasa a la espira
ción sonora, obteniendo asi una correcta articulación.
Fonema /s /
La consonante /s / es linguoalveolar, fricativa sorda. Se articula
con los labios entreabiertos y las comisuras algo retiradas hacia los
lados. Los dientes ligeramente separados y el ápice de la lengua
apoyado en los alvéolos de los incisivos inferiores, dejando una
pequeña abertura redondeada. Los bordes de la lengua tocan los
molares superiores y las encías, evitando la salida lateral del aire
y formando un estrecho canal central por donde pasa la corriente
aérea que choca contra los dientes superiores y sale rozando el
borde de los incisivos.
Los defectos de esta articulación, que se dan con mucha frecu
encia, se llaman sigmatismos. G eneralm ente, en la dislalia funcio
nal, están ocasionados por una defectuosa posición de la lengua
durante la articulación o tam bién pueden ser originados por una
falsa posición de los dientes o de los labios.
El tratam iento del sigmatismo suele ser siempre satisfactorio,
pues este defecto de articulación se corrige en muy poco tiem po.
En el desarrollo del lenguaje, la /s / es durante mucho tiempo
imprecisa e incorrecta, constituyendo una clásica dislalia de evolu-
144
ción. Cuando aparece este defecto en el período de transición de
una dentición a otra, no debe ser tratad o hasta que los nuevos
dientes no son bastante grandes, ya que puede tratarse de un sim
ple problem a de evolución, que se supera de forma natural.
El sigmatismo tom a diversos nom bres, según la causa que lo
genere. El sigmatismo interdental es el más frecuente. En este de
fecto, la punta de la lengua se introduce entre los incisivos, resul
tando el sonido Izl. Este sigmatism o, es normal de evolución cuan
do se caen los incisivos de la prim era dentición.
En ocasiones, el sigmatismo interdental se produce al darse una
respiración bucal constante, por existir algún obstáculo en la res
piración nasal, lo que hace que el niño tienda a tener la lengua
continuam ente fuera.
En el sigmatismo dental la lengua se apoya fuertem ente contra
los alvéolos inferiores, im pidiendo que se forme el canal medio y
en este caso, el aire sale extendido entre los dientes. Si la punta de
la lengua se apoya en los alvéolos superiores, se produce el sonido
oclusivo l\l.
El sigmatismo labiodental, que aparece con escasa frecuencia, es
producido al dar salida ai aire entre el labio inferior y los incisivos
superiores, resultando una articulación semejante a la líl.
Sigmatismo labial es el producido al proyectar hacia delante
ambos labios. El aire espirado penetra en el espacio que queda
entre los dientes y los labios y produce un sonido que se asemeja a
una mezcla entre lili y /ch/.
El sigmatismo palatal se presenta cuando la punta de la lengua
se lleva hacia atrás, aproxim ándose al paladar duro. La I si palatal
que así se obtiene se parece al sonido /ch/.
El sigmatismo lateral se produce al elevarse sólo la lengua por un
lado, dirigiéndose entonces la corriente de aire espirado hacia el
lado opuesto, saliendo entre los caninos y los premolares, para
chocar contra la mejilla. El lado de la boca por donde se escapa el
aire es retirado hacia atrás. Si se frota con el dedo la mejilla del
lado por donde sale el aire, se produce una interrupción del soni
do. También puede darse el caso que, apoyando la lengua en las
protuberancias de los incisivos superiores, sus bordes no toquen los
molares, dejando escapar el aire lateralm ente, sustituyendo la I si
por la IV.
Así como en los casos anteriores el sigmatismo es producido por
una colocación defectuosa de la lengua, los labios o los dientes, el
sigmatismo nasal es provocado por una función anormal del velo
del paladar. La oclusión del velo del paladar debe ser perfecta en
los sonidos silbantes, pues la m enor disminución de la misma, se
traduce en una perturbación de estos sonidos, al dejar salir parte
del aire por las fosas nasales.
Para la corrección del sigmatismo hay que tener en cuenta que
145
el sujeto está convencido de que pronuncia correctam ente, no
percibiendo la diferencia entre el fonema defectuoso y el que se
pronuncia con exactitud. Por lo tan to , el tratam iento no ha de
intentar corregir la articulación defectuosa, sino que consiste en
la formación de un sonido totalm ente nuevo.
Como estimulación previa, son de gran utilidad todos los ejerci
cios de soplo indicados en el apartado correspondiente, así como
los de agilización de la lengua, cuya posición defectuosa es en
muchos casos la causante del sigmatismo.
Para iniciar al niño en la nueva articulación, habrá que comenzar
por enseñar frente al espejo la posición correcta de los órganos
que intervienen en la misma. Esta posición puede ser lograda con
la ayuda del depresor. Especialmente en el sigmatismo interdental,
se puede colocar la punta del depresor entre los dientes, de forma
que obligue a la lengua, que ha de quedar debajo, a apoyarse tras
los incisivos inferiores, pidiendo entonces al niño que expulse el
aire por la abertura de los dientes, en su parte central. También se
puede ayudar con la mano a la extensión de los labios, ya que las
com isu ras han de estar algo retiradas hacia los lados. Si con el uso
del depresor se encuentra alguna dificultad, en este caso, puede
ser sustituido por dos palillos que se sitúan entre los incisivos y los
caninos y que, cruzándose dentro de la boca, mantienen la lengua
bajo ellos en la posición adecuada. Si se consigue una buena arti
culación por medio del depresor o los palillos, será preciso seguir
los utilizando repetidas veces hasta que se logre la mecanización de
la postura correcta y ya pueda conseguirse sin su ayuda. También
puede ser utilizada, para el tratam iento del sigmatismo interdental,
según H. G utzm ann, citado por M. Seeman, (1) una sonda trans
versal, con forma aproxim ada de arco, con una curva descendente
en la parte central que presiona el centro de la lengua obligándola
a tom ar la postura adecuada, formando el canal central, al ser intro
ducida la sonda entre los caninos.
Otra forma de conseguir la /s/ puede ser a partir del sonido
auxiliar /f. Se le hace articular éste, que tiene una posición de
lengua semejante y el aire se concetra en la línea media. En ese
m om ento, se tira del labio inferior hacia abajo, quedando de
esa forma los incisivos unos sobre los otros, produciendo así la
/s/. También se puede articular una /i/ susurrada, cada vez más
débil, hasta que acaba sonando como / s/.
En el sigmatismo lateral se puede hacer soplar al niño con la
punta de la lengua ligeram ente sacada, resbalando el aire a lo largo
de la línea media de la misma. D espués, se le hace retirar la punta
de la lengua detrás de los incisivos inferiores, mientras sigue sa
liendo el aire, a la vez que se unen los dientes, unos sobre otros y
se consigue el sonido deseado.
Otro procedim iento a utilizar en el sigmatismo lateral será
Fonema /y/.
El fonema /y / es Iinguopalatal, fricativo sonoro. En su articula
ción los labios perm anecen entreabiertos y los incisivos ligeramente
separados. El dorso de la lengua se adhiere a la parte media y ante
rior del paladar duro, dejando en el centro un pequeño canal por
donde corre el aire. Los bordes contactan con la arcada dental
superior, desde los caninos hacia atrás. La punta se sitúa trás los
incisivos inferiores. Al ser una consonante sonora, las cuerdas
vibran durante su emisión.
Se puede dar un defecto de este fonema cuando se apoya exce
sivamente la lengua contra el paladar, cerrando el canal de salida
del aire, convirtiéndolo así en oclusivo y articulándolo com o /ch/.
En este caso, habrá que com enzar indicando la postura correcta de
la lengua, pudiéndose ayudar con el depresor o con una varilla,para
m antener abierto el canal de salida del aire. Al mismo tiem po, se le
147
puede hacer ver la diferencia entre la / ch/ y la /y /, por la sonoridad
de esta últim a, que puede percibir por las vibraciones laríngeas.
Para conseguir esta articulación tam bién se puede partir del
sonido auxiliar /i/. Sin dejar de producir este fonem a, se va es
trechando el canal de salida del aire, hasta conseguir el fonema /y /.
También se puede conseguir este fonema repitiendo deprisa "ia ia
ia" hasta acabar en "ya".
Fonema ./j /.
La consonante /j / es linguovelar, fricativa, sorda. Para su
articulación los labios y los dientes permanecen entreabiertos. La
lengua se ensancha, estando su parte anterior en contacto con los
alvéolos de los incisivos inferiores. El postdorso se acerca al velo
del paladar sin llegar a cerrar la salida de la corriente de aire, el
cual sale por el canal formado por la lengua y el velo del paladar,
produciendo el sonido característico de este fonema español.
Su defecto se llama jotacismo. Este puede darse al levantar
demasiado la lengua contra el velo del paladar, cerrando así la sali
da del aire y convirtiéndola en la oclusiva Ikl. Para corregirlo, se
le hará observar al niño la posición correcta y se le ayudará con
una varilla a despegar el dorso de la lengua, facilitando así el que
perm anezca abierto el canal de salida del aire.
Se puede obtener tam bién este fonema a partir del sonido auxi
liar /g/, que tiene el mismo punto de articulación, con la oposición
que se da entre oclusiva y fricativa y entre sonora y sorda. Placien
do gargarismos se perciben fácilmente las vibraciones laríngeas del
fonema Igl. Después se tratará de quitarle la sonoridad, constatan
do a través del tacto las diferencias entre /j/ y Igl.
También saldrá con facilidad el fonema /j / haciendo carraspear
con fuerza al sujeto, como si quisiera quitarse algo de la garganta.
148
Fig. 19. R e a liz a c ió n dei fo n e m a / j /.
C) Articulaciones africadas.
Las articulaciones africadas son aquellas en las que interviene un
mom ento de oclusión seguido de un m om ento de fricación, tenien
do como característica que, tanto la oclusión como la fricación, se
articulan en el mismo punto. En castellano existe una sola conso
nante africada que es la /ch/.
Fonema /ch/.
Este fonema es iinguopalatal, africado, sordo. Para ser articula
do los labios avanzan hacia delante y se separan un poco entre sí
dejando ver los dientes, que tam bién están ligeramente separados.
El predorso de la lengua se apoya en la región prepalatal, formando
en principio una oclusión m om entánea, que evita la salida del aire,
mientras los bordes de la lengua tocan los molares. En un segundo
tiem po, el predorso de la lengua se separa del paladar, producién
dose la fricación con la salida del aire por un estrecho canal forma
do por el dorso de la lengua y el paladar. La punta de la lengua no
desempeña en este fonema ningún papel especial. Al ser una articu
lación sorda, no se dan vibraciones de las cuerdas vocales.
El defecto de este fonema puede darse al no apoyar la lengua
contra el paladar, a la vez que se sitúa tras los incisivos inferiores,
articulando así, en su lugar, el sonido / s/.
Para corregirlo, después de indicar al niño la posición que ha de
tom ar la lengua, se articula frente al dorso de su mano la /ch/ y la
ls / para que pueda percibir la distinta forma como sale el aire en
una y otra. En la /c h / la corriente espirada de aire es más violenta
y más caliente, mientras que en la / s/ el aire sale con más suavidad,
de forma silbante y es más fresco. Igualmente se notará la diferen
149
cia de ambos fonemas, articulándolos frente a una vela encedida,
por la forma más o menos fuerte en que oscile la llama. Cuando
trate de repetirlo el niño, para obtener en la salida del aire los
mismos resultados que el reeducador, obtendrá el sonido /ch/.
También se puede conseguir esta articulación a partir del sonido
/fl/, si éste se dom ina, por tener ambos el mismo punto de articula
ción linguopalatal Se pide al niño que sitúe la lengua en la posi
ción de este últim o fonema, colocándole el depresor entre los
dientes para evitar el silbido de la / s /, pidiéndole que articule la
/ch/, a partir de esa postura, de manera explosiva.
También a partir de la / s/ se puede lograr la /c h / haciendo que
emita la / s/ de forma explosiva. Otra fonna de conseguirla será
imitando el estornudo sobre la mano o tratando de imitar el soni
do de la locom otora.
D) Articulaciones nasales.
Consonantes nasales son aquellas que se producen al cerrarse el
canal bucal de salida del aire y al descender el velo del paladar, por
no permanecer adherido a la pared faríngea, realizándose entonces
el paso de la corriente aérea a través de las fosas nasales.
Las consonantes nasales son: la bilabial /m /, la linguoalveolar
/n/ y la linguopalatal /fl/. Todas ellas son sonoras.
Fonema /m/.
La consonante lm.1 es un fonema nasal, bilabial, sonoro. Para su
emisión los labios se unen, con una tensión muscular media, im pi
diendo la salida del aire a través de ellos. El ápice de la lengua se
apoya tras los incisivos inferiores y el resto de la misma queda
extendida en el suelo de la boca. El velo del paladar desciende,
perm itiendo la salida del aire por las fosas nasales y las cuerdas
vocales vibran.
150
El defecto de la ¡mi se denomina mitacismo. Este se da, general
m ente, al entreabrirse los labios en el mom ento de la articulación,
con lo cual la totalidad o parte del aire sale por la boca, obtenien
do un sonido semejante a la /b /.
Cuando existe dificultad para conseguir este fonema como cual
quier otro nasal, es muy conveniente la realización previa de ejerci
cios respitatorios con espiración nasal, para facilitar la salida del
aire por las fosas nasales.
Para conseguir luego la articulación se pedirá al niño que cierre
los labios con presión y que coloque un dedo sobre el ala de su
nariz, para percibir las vibraciones de la misma en la salida del aire,
después de haberlo constatado previam ente sobre la nariz del
reeducador. Otra forma de que observe el niño la salida del aire
por las fosas nasales, es colocando un pequeño espejo bajo la nariz
que se empañará cuando la espiración sea nasal.
También se puede o btener la lm.1 a partir de la /a/ pronunciando
una /a/ larga y cerrando, poco a poco los labios hasta convertirse
en lm.1. Otra forma será a partir de la /n /, si ésta se domina. Se le
hace articular al niño la /n /, prolongando el sonido nasal y pidién
dole que cierre los labios y de esta forma, aunque las posiciones de
la lengua son diferentes, puede lograrse la ¡m/.
Fonema /n/.
La consonante /n / es un fonema nasal, linguoalveolar, sonoro.
Para la articulación de este sonido, los labios y los dientes perma
necen ligeram ente entreabiertos. Los bordes de la lengua se adhie
ren a los molares superiores en su cara interna, el dorso toca una
parte del prepaladar y el ápice se une a los alvéolos superiores
cerrando así la parte central de la cavidad bucal e impidiendo la
salida del aire por la boca. A la vez, desciende el velo del paladar.
151
perm itiendo la salida de la corriente aérea por las fosas nasales,
que va acompañada de vibraciones laríngeas.
Cuando el niño presente dificultades para la articulación de este
fonema, es preciso com enzar, como ya se indicó para todas las
nasales, con ejercicios respiratorios, de espiración nasal, hasta que
consiga dominar la expulsión del aire por la nariz.
De la misma fonna que con la /m /, aquí podrá observar el niño
la salida del aire, colocando un pequeño espejo bajo las ventanas
nasales, que se empañará en la emisión de la /» / con la espiración
nasal. Y también apoyando su dedo en el ala de la nariz, donde
podrá percibir las vibraciones de la misma.
Si al intentar articular la /n / no une los bordes de la lengua a los
molares superiores, sacando un sonido semejante a la /l/, además
de los ejercicios anteriores, habrá que insistir en enseñarle la posi
ción correcta de la lengua, ayudándole con el depresor, si es preci
so, a que la adhiera lateralm ente para evitar la salida del aire.
También puede suceder que sustituya la /n / por la lm.1 al cerrar
los labios y los dientes y no apoyar la punta de la lengua contra los
alvéolo superiores.
En este caso, igualm ente habrá que insistir en la postura que ha
de adoptar la lengua, sujetándole con los dedos la boca, para que
la mantenga entreabierta y poniéndole el depresor entre los dientes
para evitar que los una.
Fonema /ñ/.
El fonema /ñ/ es nasal, linguopalatal, sonoro. Se articula con los
labios ligeramente entreabiertos, algo m enos que en el fonema /n/
y los dientes casi ju n to s, con solo una pequeña separación. El
dorso de la lengua se apoya contra el paladar duro, com enzando el
contacto desde los alvéolos de los incisivos superiores. Los bordes
152
laterales de la lengua tocan la cara interna de los molares y la pun
ta queda detrás de los incisivos inferiores sin tocarlos. El velo del
paladar desciende y el aire sale por la nariz, acom pañado de vibra
ciones laríngeas.
Para que el niño constate la salida nasal de la corriente aérea, se
utilizarán los mismos m étodos descritos para las articulaciones
nasales anteriores.
Puede suceder que el dorso de la lengua no toque el paladar
haciéndolo tan solo la punta y los bordes, sustituyendo así la
articulación de la / ñ/ por la /n/.
En este caso habrá que indicarle que apoye con energía la len
gua contra el velo del paladar, pudiéndole ayudar con el depresor a
que levante la lengua en el centro para que pueda tocar el paladar
con ella.
Otro modo de conseguirla es haciendo pronunciar al niño "nia",
"n io ", "niu", de donde fácilm ente se puede pasar a "ña", "ñ o ",
"ñu".
Si articula bien la /ll/ tam bién se puede partir de este sonido, que
tiene el mismo punto de articulación al ser linguopalatal, para
conseguir la posición tipo para la /ñ /, insistiendo en este caso en el
aspecto nasal de ésta última.
E) Articulaciones laterales.
En la articulación de las consonantes laterales se da un contacto
de la lengua con el paladar en la parte media del canal bucal,
produciéndose la salida del aire de forma lateral por ambos lados
de la lengua, pudiéndose realizar tam bién por uno solo.
Las articulaciones laterales son dos: la linguoalveolar /l/ y la
linguopalatal /ll/ siendo ambas sonoras, p or vibración de las cuerdas
vocales.
153
Fonema M
Este fonema es lateral, linguoalveolar, sonoro y para su articula
ción los labios perm anecen entreabiertos y los dientes algo separa
dos, perm itiendo ver la cara posterior de la lengua, cuyo ápice se
apoya en los alvéolos de los incisivos superiores y sus bordes en
las encías, quedando a ambos lados una abertura lateral por
donde sale el aire fonador, que al chocar con la cara interna de
las mejillas, las hará vibrar. Esta vibración se podrá percibir al tacto-
les vibran con la emisión del fonema.
155
F) Articulaciones vibrantes.
Las articulaciones vibrantes se caracterizan porque en ellas se da
una serie de interrupciones m om entáneas durante la salida del aire
fonador, producidas por el contacto entre el ápice de la lengua y
los alvéolos, dándose siempre vibración de las cuerdas vocales
durante la emisión del sonido.
En español existen dos consonantes vibrantes, ambas linguo-
alveolares: una vibrante simple /r/ y otra múltiple /rr/.
Fonema /r/.
La consonante /r/ es un fonema vibrante simple, linguoalveolar
sonoro. Se articula con los labios entreabiertos, perm itiendo v e rla
cara inferior de la lengua levantada hacia el paladar. Los bordes
laterales de la misma se apoyan en las encías y molares superiores,
impidiendo así la salida lateral del aire y la punta toca los alvéolos
de los incisivos superiores. El aire se acumula en la cavidad forma
da por la lengua y el paladar. Al pronunciar el fonema, el ápice de
la lengua le separa m om entáneam ente y al desaparecer la breve
oclusión saje el aire en forma de pequeña explosión, que se puede
percibir al colocar el dorso de la mano frente a la boca. Se da
entonces una vibración pasiva de ¡a lengua, producida por ¿a presión
de la corriente de aire espirado, que actúa sobre ella.
La regulación del tono muscular de la lengua es el dato más
im portante y el que suele crear la dificultad en la pronunciación de
este fonema.
El defecto de esta articulación, tanto referido a la vibrante sim
ple como a la m últiple, se denom ina rotacismo y se encuentra con
mucha frecuencia en los casos de dislalias-funcionales.
La sustitución del fonema r por otros fonemas se denomina
pararrotacismo, siendo frecuente en el hablar infantil, dentro de
una dislalia normal de evolución, ya que, por la dificultad que
presenta este fonema, aparece relativamente tarde en su pronuncia
ción correcta, que no suele darse hasta los 4 años en m uchos casos.
El rotacismo puede tener distintas denom inaciones, según el
lugar donde la r defectuosa es formada.
El rotacismo labial se origina cuando la vibración se da en los
labios y no en la lengua o entre el labio inferior y los incisivos
superiores. Este tipo de rotacism o aparece con escasa frecuencia.
El rotacismo interdental se da cuando la lengua se sitúa entre los
dientes, vibrando en contacto con los incisivos superiores, pro
duciendo un sonido ceceante.
En el rotacismo bucal, el aire es desviado lateralm ente, entre la
lengua y las mejillas, haciendo vibrar estas últimas y sustituyendo
la Irl por la IV.
La Irl velar, o rotacismo velar, es producido por las vibraciones
del paladar blando, articulando el dorso de la lengua contra él,
156
produciendo el sonido de la /g/.
El rotacismo uvular, que se puede considerar como una variedad
del rotacism o velar, es la forma que aparece con m ayor frecuencia
en las dislalias. En este caso, la vibración se da en la úvula o campa
nilla y el sonido emitido es el de la Irl francesa.
El tratam iento de los fonemas Irl y /f, es, por lo general, el más
largo, el que requiere más sesiones para conseguir su corrección.
Como en la articulación de este fonem a juega un papel muy im por
tante la lengua, su to n o m uscular y su agilidad, es preciso comen
zar el tratam iento con todos los ejercicios de lengua ya descritos
en el apartado 1.8.1., tanto los que se refieren a movimientos
externos, como los de m ovim ientos internos, pues a través de to
dos ellos se conseguirá la movilidad deseada y que suele faltar en
los casos de rotacism o. Otra forma del tratam iento indirecto serán
todos los ejercicios de vibración de labios, así como situar la punta
de la lengua en contacto con los alvéolos superiores y hacer soplar
al niño en esta posición.
Paralelamente a estos ejercicios, se iniciará el tratam iento direc
to de la articulación.
Un modo de obtener el fonema Irl es partiendo de la pronuncia
ción de /t/ y Id/ para las cuales la lengua tiene que situarse en una
posición semejante a la Irl. F ren te al espejo, hacemos pronunciar
al niño, sin ninguna tensión en la lengua y lo más bajo posible, los
sonidos t, d, t, d, después de una inspiración profunda y mien
tras dura la espiración, haciendo recaer siempre la fuerza del acen
to sobre la /t/. Es preciso que esto se haga suavem ente, con movi
m ientos linguales lo más pequeños posible, haciéndole acelerar el
ritmo poco a poco, hasta hacerlo rápidam ente. Al realizar el
niño este ejercicio, no hay que centrarle en que debe pronunciar
la Irl, pues en este caso se esforzará en emitir el fonema de la
forma defectuosa en que solía hacerlo, sino que, a través de estos
sonidos auxiliares, deberem os conseguir el fonema, nuevo para él,
de Irl correcta.
De la misma forma, partiendo de sonidos auxiliares, haremos
articular al niño mientras dura la espiración, los sonidos t, 1, t, 1,
t, 1, ... repitiendo varias veces el ejercicio, con descansos interme
dios.
Igualm ente, se puede partir de la sílaba la, repetida con rapidez:
la, la, la ...
Otra forma de ejercicios será hacer pronunciar al niño una /d /
prolongada, para que el aire penetre en torbellino entre la punta de
la lengua y la parte anterior del paladar duro, produciéndose un
sonido de zum bido, durante el cual se deja sentir la vibración de la
punta de la lengua.
En los casos de rotacism o bucal, en que la Irl es sustituida por
la /!/, al desviarse el aire lateralm ente y hacer vibrar las mejillas, se
157
colocará la mano del niño sobre la mejilla del reeducador, para que
perciba la vibración de ésta al pronunciar la /l/ y la no vibración de
la misma con la Irl. Igualm ente, se situara el dorso de su mano
frente a la boca del reeducador para que perciba la explosión de
aire que supone la /r/ y que no se produce con el fonema /1 /.
Para facilitarle la pronunciación correcta en este caso, se le puede
ayudar oprimiéndole las mejillas contra los molares, para evitar así
la salida lateral del aire.
Puede haber casos en que se pronuncie bien la com binación
"tra" y entonces convendrá partir de ella para lograr la / r / . Se le
hará repetir este grupo, tratando de alargar cada vez más la / r / :
tra, trra, trra.... para ir, poco a poco, separando la consonante
inicial: t.ra, t.ra, t.ra, ra,. Este ejercicio se repetirá igualmente con
las restantes vocales.
Fonema/rr/.
La consonante /rr/ es vibrante m últiple, linguoalveolar, sonora.
Los órganos de la articulación se colocan como en la /r/, pero aquí
la punta de la lengua vibra repetidas veces, al formar varias oclu
siones contra los alvéolos. El ápice de la lengua hace presión sobre
la protuberancia alveolar, pero la presión del aire vence su resisten
cia perm itiendo la salida de la corriente aérea. La resistencia lin
gual hace volver a la lengua a su posición primitiva, repitiéndose
nuevamente el mismo movimiento con gran rapidez, dando lugar a
la salida del aire en pequeñas explosiones. La correcta pronuncia
ción de este fonema exige una gran agilidad en la punta de la len
gua.
Los defectos de este fonema son los mismos que los descritos en
el caso anterior, recibiendo tam bién idénticos nombres.
Para el tratam iento de este fonema, será preciso comenzar como
158
se indicaba en el tratam iento de la /r/, por todos los ejercicios de
agilización de lengua ya descritos (1.8.1.) y de vibración de labios,
Para el tratam iento directo de la articulación también son váli
dos todos los anteriores ejercicios dirigidos a la /r/, pues además
habrá muchos casos en que ambos fonemas estén ausentes. En esta
situación conviene ejercitar primero la /r/, para después emplearla
en la adquisición de la /rr/.
Cuando se da el caso que el niño dom ina la vibrante simple, esta
/r/ puede ser utilizada com o sonido auxiliar para conseguir más
fácilmente la vibrante m últiple. Se le hará pronunciar una /r/
prolongada, lo más anterior posible, muy bajo y con la m enor fuer
za. Entonces, le hacemos avanzar la m andíbula inferior un poco
hacia delante y ayudando el reeducador con sus dedos sobre las
mejillas del niño, le lleva los labios tam bién hacia delante, con
tinuando con la pronunciación de la /r/ suave, que ira acercándose,
de esta forma, cada vez más a la vibrante múltiple.
También es conveniente, ante el espejo, indicar al niño la posi
ción tipo del fonema, así como la salida del aire, que él percibirá
sobre su mano.
O tra forma de obtener la /P es a partir de las combinaciones tra,
pra ... o de las sílabas inversas ar... haciéndole alargar la r, como se
indicaba para el fonema anterior.
G) Sinfones.
Se denom inan sinfones aquellos grupos fónicos en los que
aparecen dos consonantes seguidas de una vocal. El fonema
interm edio, que recibe el nom bre de líquido, será la /l/ o la /r/,
que tiene esta denom inación porque se funden o licúan con otros,
que se denom inan licuantes. Estos son: p, b, f, t, d, g, c. Con ellos
se forman los grupos o sinfones siguientes: pr, br, fr, tr, dr, gr, cr,
pl, bl, fl, ti, gl, el. La d no se licúa con la 1.
La ausencia de los sinfones o ausencia de la consonante líquida
interm edia, es un defecto muy frecuente en las dislalias, diciendo
"p ato " por "p lato ", por ejem plo. También es frecuente que se
sustituya esta consonante interm edia por otra, especialmente en el
caso de la r, para la que se da una m ayor dificultad, articulando
más fácilmente el grupo con la 1. Así dirán "plisa" por "prisa".
Esto se da a veces, no solo en los casos de rotacismo, en los que
habrá que com enzar con el tratam iento de éste, sino en los casos
en los que el niño articula bien, la r simple, pero no la tiene incor
porada a este grupo fónico.
Para su corrección, estos grupos de articulaciones se pueden
clasificar en dos apartados:
a) Aquellos sinfones en cuya articulación intervienen órganos
diferentes, como puede ser bl, ya que el fonema Ibl será
dado por la sepación de los labios y el /l/ por la posición
que tom a la lengua.
159
A este grupo pertenecen los sinfones: pr, br, fr, pl, bl, fl.
Su corrección es más fácil y, de estar ausentes, conviene
comenzar a trabajar con ellos lo primero,
b) El segundo apartado lo constituye aquellos grupos en que
es el mismo órgano, la lengua, la que entra en actividad,
variando sólo su posición para uno u otro fonema y por
ello presentarán una dificultad m ayor que los anteriores.
En cualquiera de los casos hay que comenzar por asegurar
se que el niño articula, en otras combinaciones silábicas,
los fonemas que van a intervenir en los sinfones a tratar.
En el tratam iento de los grupos pertenecientes al primer
apartado, se sentará el reeducador ju n to al niño frente al
espejo y se le hará articular, para el grupo bl, la /i/. Sin
mover la lengua de la posición de este fonema, se le hará
llevar los labios a la posición de la Ibl , tratando de que
pronuncie los fonemas casi al mismo tiem po y de forma
continuada: 1 - b - 1 - bl - bl. De esta manera se conseguirá
fácilmente el sinfón propuesto y los demás de este apartado.
Para los sinfones del segundo grupo, en los cuales la
articulación de los dos fonemas presenta mayor similitud,
además de utilizar el procedim iento, anterior que en algunos
casos puede dar buenos resultados, de hacer articular lenta
m ente y de forma aislada pero continuada, cada uno de los
fonemas, para irlos uniendo cada vez más, en la práctica
resulta muy positivo el introducir una vocal auxiliar que irá
desapareciendo poco a poco. A sí, para conseguir el grupo
tra, se comenzará haciendo repetir con rapidez tara ....
tara .... tara, haciendo que ponga la fuerza articulatoria en
la segunda sílaba y articulando la primera vocal átona y
muy breve. De esta forma se acaba convirtiendo en tra.
Igualmente se procederá con los demás sinfones.
160
formar parte de su lenguaje dialogal en todos los niveles. Y aquí,
entre otros medios, podemos utilizar el ritmo.
Emplearemos los fonemas tratados unidos a sencillas estructuras
rítmicas: ca-ca-ca- , ca-ca-ca , ca-ca-ca , o bien: cha , cha-cha ,
cha-cha-cha , cha , cha-cha , etc.
Igualmente se utilizará el fonema en sílaba directa e inversa dentro
de la misma estructura:
sa-sa-sa , as-as- , sa-sa-sa , as-as ; la-la , al-al , la-la.
También se podrá trabajar a la vez los sonidos que confunde para
que aprenda a discriminarlos:
se-se , ce , se-se , ce ; tra-tra , tar-tar , tra-tra , tar-tar.
La combinación del fonema trabajado con distintas vocales puede
ser de utilidad por las ligeras trasposiciones del punto de articulación
que a veces se dan: ra-ra-ra , ri , ra-ra-ra , ri.
Se puede también combinar el fonema trabajado con otro u otros
que ya domine para flexibilizar el movimiento:
re-re , te , re-re , te , re-re , te.
161
Fonema /i/.
isa, iré, ir, irme, pipa, tiza, lima, risa, mire, vino, pista, fiesta,
pinza, m il, peine.
Fonema /o/.
oso, ola, ojo, oro, codo, gorro, loro, topo, m ozo, bobo, sol,
toldo, bolso, corcho, colchón.
Fonema /u/.
uno, uso, uña, uva, m uía, buque, churro, cuna, fuma nube,
punta, pulpo, susto, fuimos, puente.
Fonema /b/.
bata, bebe, bigote, botella, bueno, loba, sube, subida, abogado,
abuelo, cabalgar, beber, subirse, bolsa, busca.
Fonema /?/.
taza, tela, tijera, torero, tulipán, ataque, botella, pitillo, patoso,
títu lo , gastar, atención, M atilde, atorm enta, tum bado.
Fonema /d/.
dam e, deja, dice, dom inó, ducha, nadaba, m adera, m edida, pisa
do, m aduro, danza, m odesto, disco, adorno, dulce, dadme, bebed ...
Fonema /k/.
casa, quem a, quita, conejo, cuchara, pecado, paquete, poquito,
escoba, sacude, cálculo, Raquel, quince, acorta, curva.
Fonema /g/.
gato, guerra, guitarra, goma, gusano, pagado, ju g uete, águila,
bigote, figura, rogar, garganta, guinda, golpe, gusta.
Fonema /f /
fama, fecha, físico, folleto, fusil, búfalo, aferra, afila, aforo, re
fuerza, bunfanda, festejo, filmar, reforma, fustiga.
Fonema /z/.
zapato, ceniza, cine, zoquete, zum o, calzado, encerado, vecino,
azote, azúcar, rezar, alm acén, cinta, escozor, azul, paz, pez, bizco,
gozne,juzgar, luz.
Fonema /s/.
sapo, semilla, sirena, sonido, subida, pesado, meseta, pasillo, te
soro, resumen, saltar, servicio, simpático, resorte, asunto, patatas,
limones, vivís, pollos, tus, pasta, siesta, listo, repostar, suspiro.
162
Fonema /y/.
ya, yem a, yegua, y o d o , yugo, payaso, oye, jo y ero , bayoneta,
ayuda, boyar, leyenda, yelm o, m ayordom o, mayúscula.
Fonema /j/.
ja b a lí,je fe , jin e te , Josefa, ju g u ete, mojado, tejero, cajita, mejora,
orejudo, ja z m ín , mujer, ágil, cajón, justicia.
Fonema /ch/.
chaqueta, chepa, chino, chocolate, chupete, machaca, m echero,
cachito, pecho, lechuga, echar, chiste, chirla, pichón, chunga.
Fonema /m/.
mapa, mesa, mira, m oreno, m uñeca, tom ate, caramelo, camino,
cóm odo, am uleto, m artes, rem endar, mil, m ontar, multa.
Fonema /n/.
navaja, nene, nido, noveno, núm ero, mañana, conejo, animal,
anoche, llanura, canal, nervio, níspero, norte, nunca, pitan, comen,
fin, camión, betún, can to , venda, pinta, escondo, apunto.
Fonema /ñ/.
leña, tiñe, reñ í, daño, ceñudo, mañana, añejo, m eñique, señorita,
pañuelo, señal, bañista, reñir, peñón, español.
Fonema /l/.
lata, leche, liso, lobo, luna, calado, m aleta, colina, palom a, pelu
do, largo, lento, listo, m elón, colum na, dedal, papel, fácil, farol,
azul, calma, selva, mil, polvo, multa.
Fonema /1F.
llama, lleva, allí, lloro, lluvia, callado, galleta, pollito, bellota,
talludo, callas, taller, pellizco, sillón, pollos.
Fonema Irl.
caram elo, arena, m arino, arom a, oruga, caras, arenque, marisco,
farol, eructo, pintar, com er, subir, pastor, curvo, m artillo, perdido,
firmado, acorta, surtido, m irar, cardar, arder, morir, servir.
Fonema /?/.
rata, rem o, risa, rapta, ruta, garrafa, carreta, derrite, cerrojo,
serrucho, borrasca, renta, barril, rosquilla, barrunta, honrado,
alrededor, E nrique, enroscar, Israel.
Grupo pl.
plato, pleno, pliego, plom o, plum ero, copla, sople, súplica, aplom o,
emplumar.
163
Grupo bl.
blanco, bledo, blindado, bloque, blusa, tablado, roble tablilla
pueblo, ablucción.
Grupo tí.
atlas, A tlántico, atleta, atlético.
Grupo el.
clase, clem ente, clima, cloro, clueca, reclam a, tecleo, inclina ancla
recluta,
Grupo gl.
glacial, gleba, glicerina, globo, glucosa, regla, inglés, renglón
arregla, epiglotis.
Grupo ñ.
flaco, flecha, afligido, florero, fluido, chiflado, reflejo aflige aflora
anuente. ' '
Grupo pr.
prado, prem io, prisa, propina, prudente, lepra, apresar, capricho
aprobar; apruebo '
Grupo br.
brazo, brecha, brisa, brom a, brújula, sobrado, pobreza, sobrino,
libro, abruma.
Grupo tí.
trabajo, trepa, trineo, tro zo , truco, letra, atreve, patria, cuatro,
atruena.
Grupo dr.
dragón, drenar, madrina, droga, drupa, piedra, m adre, ladrido, cua
dro, madruga.
Grupo cr.
cráneo, crece, criado, crom o, crudo, m iera, lacre, escribe, acróbata,
cruzado.
Grupo gr.
gratis, greca, grifo, grosero, grupo, logra, vinagre, agrio, magro,
agrupa.
Grupo fr.
frase, freno, frito, frota, frutero, cofrade, sufre, Africa, afronta,
frutería.
164
2.4. Ejercicios de expresión dirigida.
165
no, que le motive a expresarse y que facilite el entablar un diálogo
con el reeducador o iniciar una narración.
Cuando en esta forma de expresión domina la articulación o
articulaciones que tenía ausentes o defectuosas, se puede dar total
mente por superada la dislalia funcional que padecía.
166
IX. ESTUDIO DE CASOS
IX ESTUDIO DE CASOS.
CASO N° 1.
169
Tratamiento. En el aspecto familiar se ha orientado a los padres en
el sentido de que ayuden a que el niño logre la madurez psicológi
ca propia de su edad, para lo cual, tanto ellos como las hermanas,
deberán dejar de considerarle com o un bebé y de tratarle como tal.
En cuanto a la articulación se han seguido los ejercicios articula
torios referidos a los fonemas que tenía ausentes.
Para el desarrollo de su m otricidad se han seguido principalm ente
los ejercicios de coordinación m otora, que era el aspecto que pre
sentaba más dism inuido y los juegos y ejercicios de habilidad. La
agilidad bucal se ha conseguido fundam entalm ente a base de ejerci
cios de lengua. Su respiración se ha hecho más profunda y ha
adquirido m ayor fuerza en el soplo, principalm ente con ejercicios
de espiración soplante y otros realizados con distintos materiales.
Eia sido necesario insistir en todos los ejercicios de discriminación
auditiva.
Este niño ha superado com pletam ente el problem a que pre
sentaba, con una integración total de la correcta articulación,
después de seis meses de tratam iento, a razón de tres sesiones
semanales.
CASO N° 2.
170
balanceo ni para la caída de los miembros superiores y siendo
escasa su capacidad de relajación.
Tiene un ligero problem a de ritmo, principalmente manifestado
para la reproducción de estructuras rítm icas escuchadas, por falta
de memoria auditiva.
CASO N° 3.
CASO N° 4|
172
vista para explicar el dibujo, el niño ha llegado a afirmar que él es
el menos feliz de la familia porque nadie le quiere y que desea
morirse.
Se habían realizado anteriorm ente exámenes neurológicos pero
sus resultados habían sido negativos.
Tratamiento. El caso de este niño es fundam entalm ente de origen
psicológico, por lo cual el tratam iento se ha orientado primordial
m ente en este sentido. Se han comenzado a llevar a cabo con él
sesiones de psicoterapia a la vez que se le ha tratado la articulación,
con los ejercicios precisos para la corrección del sigmatismo. Para
la integración correcta de los fonemas /c h / /t/ y /d / se han seguido
los ejercicios de repetición y de expresión dirigida y espontánea.
En el aspecto psicom otor se han seguido ejercicios de coordinación
m otora para lograr un mejor desarrollo en este sector.
El problema articulatorio de este niño se ha superado en cuatro
meses, con una asistencia de dos sesiones semanales, pero ha conti
nuado el tratam iento de psicoterapia, ya que persistía el problema
de personalidad y adaptación.
CASO N° 5.
173
labios y de lengua.
Su rehabilitación se ha logrado en cinco meses de tratam iento
con dos sesiones semanales.
CASO N° 6.
174
como los ejercicios de repetición y expresión dirigida y espontánea
para lograr la autom atización de todo ello.
Se ha seguido el tratam iento programado para el desarrollo de la
motricidad, como igualmente al referido a la estructuración espa
cio-tem poral, y ejercicios de ritm o. También se ha incluido en su
tratam iento la program ación de la percepción y discriminación
auditiva, ya que este aspecto debía ser desarrollado.
Se ha pedido a la familia que siga manteniendo la postura de
colaboración que m uestra y que traten tam bién ellos de estimular
a la niña para ir logrando su participación activa.
Ha tardado dos cursos escolares, a razón de tres sesiones sema
nales, para poder superar todos los problemas que presentaba.
CASO N° 7.
175
así como los de repetición y expresión para la fijación de la articu
lación correcta, una vez conseguida ésta.
Se ha seguido la program ación para el desarrollo de la m otrici
dad, la agilidad buco-facial, la respiración y relajación y la capaci
dad rítmica.
Aunque presentaba un solo problema articulatorio, ha tardado
mucho tiem po en superarlo, por el déficit que tenía en las activida
des básicas que incidían en él. Ha estado asistiendo a tres sesiones
semanales durante un curso entero hasta lograr su rehabilitación.
CASO N° 8.
176
Se han seguido los ejercicios de psicom otricidad y los buco-fa
ciales, para lograr un mejor desarrollo m otriz del niño y la agilidad
que precisa para la articulación. Igualm ente se ha seguido la pro
gramación para el desarrollo de la percepción y la orientación
espacial, intercalando tam bién algunos ejercicios de ritmo, espe
cialmente los referidos a estructuras rítm icas.
La rehabilitación de este niño ha sido muy rápida en proporción
a los problem as que presentaba y a la distorsión que existía en su
lenguaje. Lo ha superado todo en cinco meses de tratam iento, a
razón de tres sesiones semanales.
177
CONCLUSIONES
179
4. El medio que vemos más idóneo para tra tar de prevenir la disla
lia funcional es la existencia de educación preescolar para todos,
ya que a través de ella se desarrollarán, en la edad adecuada,
todos aquellos factores cuya m aduración es necesaria para lograr
una correcta articulación. La educación preescolar ayudara al
niño a conseguir el desarrollo psicom otor que precisa en cada
etapa; le proporcionará el conocim iento y la organización de su
esquema corporal; le ayudará a lograr una correcta estructura
ción espacio-temporal; desarrollará su capacidad de percepción
y colaborará en la educación del ritmo y del oído. Todos estos
aspectos, en m ayor o m enor m edida, se encuentran disminuidos
en los niños que presentan dislalia funcional y precisam ente la
falta de maduración en los mismos es la causa del problema que
padecen.
5. Otro medio que se puede sugerir como preventivo, es la práctica
de la expresión corporal, desde una edad tem prana, ya que
facilita un desarrollo arm ónico y una coordinación m otriz,
ambos de gran im portancia dentro del problem a que tratam os.
6. La experiencia tam bién pone de manifiesto que tiene una gran
im portancia la relación interpersonal entre el reeducador y el
niño, como terapia eficaz para conseguir el desbloqueo afectivo.
7. Finalm ente, vista la influencia que tienen los factores psicológi
cos en la etiología de la dislalia, los cuales están íntim am ente
relacionados con los problemas familiares, se ve la necesidad de
trabajar por una educación e integración familiar, que ayude a
mejorar las relaciones interpersonales dentro del seno de la
familia, para que la convivencia en ella sea en todo m om ento
estim ulante y gratificadora y que nunca llegue a constituir un
traum a en la evolución del niño.
180
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182
INDICE.
Págs.
183
VI. Diagnóstico de la dislalia funcional........................................... .49
1. Anamnesis...................................................................................... 52
1.1. Datos personales...................................................................52
1.2. Datos familiares.................................................................... 53
2. A rtic u la c ió n ................................................................................ 53
2 .1 .Lenguaje repetido.................................................................54
2.2. Lenguaje dirigido.................................................................. 54
2.3. Lenguaje espontáneo............................................................54
3. In te lig e n c ia .................................................................................. 55
3.1. Desarrollo intelectual.......................................................... 55
3.2. Comprensión verbal............................................................. 56
4. Psicomotricidad.............................................................................56
4 .1 . Conductas m otrices de base.............................................. 56
4.2. M otricidad buco-facial.........................................................57
4.3. Conducta r e s p ir a to r ia .......................................................58
4.4. Tono y re la ja c ió n .............................................................. 58
5. Percepción y orientación e s p a c ia l.......................................... 59
5.1. Organización p e r c e p tiv a ..................................................60
5.2. Organización del espacio.....................................................60
6. Percepción tem poral y ritmo........................... 60
7. Percepción y discriminación a u d i t i v a ................................. .61
7.1. Discriminación de sonidos................................................ 61
7.2. Discriminación de fonemas................................................61
7.3. Discriminación de palabras................................................61
8. Personalidad................................................................................... 62
9. Examenes complementarios...................................................... 62
VIL Tratam iento....................................................................................... .63
1. Enfoque pluridimensional del tratam iento ......... 65
2. Necesidad de tratam iento precoz............................................. 66
3. Condiciones que debe tener la reeducación . . . .66
3.1. Relación personal entre el reeducador y el niño 66
3.2. Carácter progresivo de la r e e d u c a c i ó n ....................... 67
3.3. Utilización de técnicas fundamentales en prin
cipios pedagógicos..................................................................67
3.4. Colaboración de los padres................................................ 67
3.5. Medio en que debe realizarse la reeducación 68
VIII. Programación del tratam iento...............69
1. Tratam iento indirecto dirigido a las funciones
que inciden en la expresión oral del lenguaje. . . . 72
1.1. Ejercicios respiratorios....................................................... .72
1.2. Ejercicios de relajació n ...........................85
1.3. Ejercicios de psicom otricidad............................................98
1.4. Ejercicios de percepción y orientación . . . .
espacial................................................................................. 104
1.5. Ejercicios de percepción y orientación . . . .
tem poral................................................................................112
1.6. Ejercicios de ritmo................................115
1.7. Ejercicios de percepción y discriminación . .
a u d itiv a .............................................................................. 118
184
1.8. Ejercicios buco-faciales.................................................121
2. Tratam iento directo de la articulación y de su. ..
integración en el lenguaje espontáneo..................................125
2.1. Ejercicios articulatorios.....................................................126
2.2. Utilización del ritmo como medio de autom a
tización de la articulación c o r r e c t a ............................ 160
2.3. Ejercicios de r e p e tic ió n ..................................................161
2.4. Ejercicios de expresión d ir ig i d a .................................. 165
2.5. Ejercicios de expresión e s p o n tá n e a ............................ 165
Conclusiones............................................................................................. 179
185
La autora, con larga experiencia, como profesora en el campo de la
educación especial y en la rehabilitación del lenguaje, nos ofrece en forma
1110 tn&icreta cuanto ña experimentado como eficaz y útil en la práctica
clínica.
La mayoría de los* niños tratados aparecen con trastornos funcionales más
que con alteraciones neurofógicas o lesiones orgánicas.
Las preguntas a las que trate de dar respuesta el libro son: ¿Por que
algunos niños, sin alteraciones neurofógicas ni lesiones orgánicas, no son
capaces de hablar correctamente? ¿Cuáles son las causas significativas de
estos trastornos?¿Cómo detectar estas causas? ¿Que posibilidades existen
y qué medios pueden ponerse para su rehabilitación? ¿Cómo se podrían
prevenir estos trastornos?
El libro nos ofrece una serie de pruebas, fáciles de aplicar y útiles en sus
resultados, para tratar de detectar las causas de cada dislalia. Elabora,
además, una programación general de trabajo, que se demuestra útil en
la práctica, y que adapte después en cada caso, según la etiología
detectada. Por último, nos presente de forma orgánica, los medios
idóneos para la rehabilitación» í
Obra def gran utilidad para especialistas de lenguaje, para educadores y
para padres de niños con problema de retraso en el habla y trastornos en
el lenguaje.
A N TO N IO D E m TORRE A LCA LA
Dr. en Pedagogía y Psicólogo Clínico.
9788485252336