La Escultura, El Medio, Su Entorno y Su Fin
La Escultura, El Medio, Su Entorno y Su Fin
La Escultura, El Medio, Su Entorno y Su Fin
TESIS DOCTORAL
PRESENTADA POR
Directores
Madrid, 2016
Tesis Doctoral
Departamento de Escultura
Madrid, 2015
Universidad Complutense de Madrid
Facultad de Bellas Artes
Tesis Doctoral
Departamento de Escultura
Madrid, 2015
AGRADECIMIENTOS
señaron su saber hacer, a los que trabajaban cuando nos habíamos ido todos
de figura. Aquel prodigio nos dejaba atónitos, y cubrían aquel anhelo imposi
una ruta donde unas veces la magia, y otras el talento de algún compañero
alumbraba un buen resultado, y aun sin él, eran el motor de nuestra voluntad.
Hoy comprendo que mantener el secreto les daban poder, y era la manera de
hacerse respetar, les hacía únicos, pero pese a no querer desvelar sus técnica,
ponian tanto amor en su trabajo, tanta liturgía en su buen hacer, que hacían de
escuchar.
revulsivo para abrirme los ojos y estar atento a lo que sucedía a mi alrededor
objetivo.
No podría pasar por alto también mi agradecimiento a mis alumnos con los
que aprendí la mayor parte de lo que sé, con ellos nació mi vocación docente
porque puse en práctica sus pensamientos, los trabajos que realizan siempre
han estado cerca. A Higinio Vázquez, el primer escultor con el que trabajé.
A los artistas realistas que incluyo en este estudio: Antonio López García,
Quintanilla; gracias por dejarme compartir una buena etapa de su vida y casi
A mis amigos que siempre insistieron para que yo terminara esta tesis, en especial
a Ángel Llorente, por sus consejos en este laborioso proceso. A mis colaboradores/
as, siempre ayudando en lo que fuera necesario, en especial a Soraya Triana con la
A mis hijas, con la que de una manera o de otra compartí gran parte de la
RESUMEN...........................................................................................XIII
INTRODUCCIÓN................................................................................ XXI
CAPITULO I. La escultura.................................................................... 35
INDICE IX
CAPITULO III. El entorno ..............................................................113
III.1.3. Breve recorrido histórico sobre el papel del artista. .......................... 123
APÉNDICES....................................................................................... 247
ENTREVISTAS........................................................................................249
TÉCNICOS..............................................................................................309
Vaciado......................................................................................................... 321
Fundición...................................................................................................... 333
INDICE XI
XII La escultura, el medio, su entorno y su fin
RESUMEN
Introducción
Hemos centrado este estudio en el análisis de nuestra práctica de la es
Resumen
La primera parte de esta tesis se dedicó sobre todo a los aspectos rela
primeros capítulos se plantean los fundamentos que tratan los aspectos más
como las aspiraciones éticas, estéticas y técnicas del trabajo. Para ello se ha
realizado un análisis y reflexión sobre los tres artistas que mayor relevancia y
El Medio ( el Taller), es un recorrido por los espacios y las técnicas, los pro
cesos y los materiales en los que se mueven los artistas en general a través de
Resumen/Abstract XIII
A continuación, hemos realizado, dentro del capítulo Proceso de reflexión,
que se plantea un primer esquema sobre algunas de las cuestiones más vincu
elegimos como guía para nuestro trabajo, junto a, los recursos conceptuales y
técnicos que entendemos necesarios para poder llevarla a cabo. A su vez todo
ello ha sido el fruto de nuestro recorrido por diferentes apartados que hemos
Objetivos
La tesis doctoral con el título La Escultura, el Medio, el Entorno y su Fin, tiene
como objetivo la exposición de los principios formales y su interrelación con los proce
dad de que el artista-escultor maneje una base teórica como punto de partida
para la creación de una obra de arte. Ahora bien, dada la íntima conexión que
debe existir entre teoría y práctica, nos hemos propuesto, también, exponer a
lo largo de este trabajo, las soluciones técnicas adoptadas para resolver los
Metodología
Para conseguir todos los objetivos hemos adoptado una metodología basada
directa del trabajo de los artistas españoles Higinio Vázquez, Francisco López
Hernández, Julio López Hernández y Antonio López García. Las razones para
Artes, y con los otros hemos compartido durante años trabajo, y en ocasiones
Conclusiones
En primer lugar, hemos querido demostrar la vigencia de los procedimientos
Por otra parte, hemos intentado explicar la importancia que en la labor crea
bien, dado que el arte no es una ciencia ni una técnica aséptica o neutral,
Resumen/Abstract XV
ABSTRACT
Introduction
We have focused this study on the analysis of our sculpting practice in the
different artists, constituting the foundation of our learning; they have become
the constant point of reference in the evolution of our language, both technical
as well as esthetic.
Abstract
The first part of this thesis is almost entirely dedicated to aspects related
with the concept of sculpting. The grounds are laid out in the Introduction and
the first four chapters that cover the most personal aspects, both in the poetical
sense in which the act of sculpting is framed, as well as the ethical, esthetic
tion have been carried out on the three artists that have and had in the past
the most relevance and importance regarding Spanish realism and figuration:
Francisco López, Julio López and Antonio López.
the spaces and techniques, the processes and the material in which the artists
move, in general, throughout history, and specifically, of the creators- the sub
ney through the history of the artisan’s workshop to the sculptor’s workshop
schools and the processes involved. From the personal arena, we make a brief
called Colón in which a first outline is presented on some of the issues most
closely related to the direct experience of the doctoral candidate with sculpting
and the details of his attempts to break into the international art panorama with
Last but not least, El Fin [the end] is where, after reflecting extensively about
the monument as yet another area of creation within a person’s own artwork,
our own work, together with conceptual and technical resources that we believe
are necessary to do so. Simultaneously, all of the aforementioned has been the
result of our journey through different sections that we have developed in this
research.
Objectives
The objective of the doctoral thesis entitled Sculpture: Environment, Surroun
dings, and Purpose is to present the formal principals and their interrelation with
the need for the artist-sculptor to use a theoretical base as a starting point to
create any work of art. That said, given the intimate connection that should exist
between theory and practice, we have also proposed to present the technical
solutions adopted to resolve the problems that arise in the course of the creation
of a piece of sculptural artwork, both from the general point of view as well as
specifically, from the area of three well known creators: always from the environ
Resumen/Abstract XVII
Methods
To achieve all of our objectives, we have adopted a methodology based
mostly on the reflection of our artistic practice together with the direct obser
vation of the work of the Spanish artists Higinio Vásquez, Francisco López
these artists due to professional and personal reasons. Our journey along the
path of Fine Arts started with the first artist, and with the rest we have shared
Conclusions
First, we wanted to demonstrate the validity of the traditional procedures of
the sculpting trade in our time. From what stemmed – as another purpose of our
investigation -, to explain the need of modern day creators to make the traditional
procedures coexist with the new concepts related with art and its technologies.
Also, we have attempted to explain the importance that the influences ac
artist, together with emotional stimuli which, we believe, are the starting point to
develop a singular sculptural language. That said, given that art is not a science
the transgression of the status quo, and a driving force for innovation in art and
research.
INTRODUCCIÓN XXI
unas bases teóricas de partida del artista escultor creador de una obra realista.
Fig. 1
Ahora bien, dada la íntima conexión que debe existir entre teoría y práctica,
nos hemos propuesto, también, exponer a lo largo de este trabajo, las solucio
nes técnicas adoptadas para resolver los problemas que surgen en el transcur
el mundo actual. De lo que se derivó -como otro de los fines de nuestra investi
gación-, el de explicar las ventajas que para el creador actual tiene la conviven
INTRODUCCIÓN XXIII
Por otra parte, hemos intentado explicar la importancia que en la labor crea
ción formal, unidas a los estímulos emocionales, que, unidos, son el punto de
Ahora bien, dado que el arte no es una ciencia ni una técnica aséptica o
motor para la creación, con lo que puede tener de estimulante para la transgre
Para conseguir todos los objetivos que nos propusimos hemos adoptado
García. Las razones para la elección de estos artistas han sido de carácter
en el taller, sobre todo en las especialidades de ese trabajo, que han sido la
fe de la vida actual, que por otro lado, los cambios han sido mínimos en el
emoción ante una obra artística muy alejada en el tiempo de nosotros si toda
sensibilidad actual.
juguen tales parámetros. La obra es el medio a través del cual el artista transmite
INTRODUCCIÓN XXV
Fig. 7 Fig. 8
dudas, los temas que mayor controversia han despertado en nuestros Escuelas,
Es en los talleres donde surge la idea del artista; primero nace el artesano y
Esta manera de acceder al mundo del arte que se prolongó durante siglos está
las zonas industriales, circunstancia que impide a los niños asistir a ese engrana
je vital donde los artesanos tenían un peso específico. Esta condición de testigos
el mejor de los casos, penetrando en el mundo del arte por lo general a través de
INTRODUCCIÓN XXVII
Los artistas de los que hablaremos en esta tesis comparten una educación
artesana con otra artística, que se amplía a través de una etapa académica
Es en ese ámbito, a caballo entre ambos mundos, donde se abre ese otro
gación, disciplina que se hace inherente a cada uno de los campos. Esos logros
eran secretos de talleres y artesanos en otros tiempos; hoy son los centros de
formación los que descubren o abren la puerta del conocimiento genérico, dan
dos los medios técnicos que se van incorporando a nuestra sociedad, tratando
adaptándonos a todos los soportes de aquellos que se han ido imponiendo. Por
Estos son los principios sobre los que se apoya nuestra investigación, par
espacios nacen y mueren como las sociedades, viven y tienen una historia.3
obras un verdadero diálogo entre participantes alejados los unos y los otros
a materiales y técnicas.5
3 FRANCASTEL, P. (1965) Sociología del arte. Madrid: Alianza, 1975, pág. 110.
4 Ibíd.
5 ALBRECHT, H. J. (1981) Escultura en el Siglo XX: Conciencia del espacio y configuración
INTRODUCCIÓN XXIX
Podemos confirmar pues que técnica, arte y aprendizaje se unen siempre du
rante el proceso escultórico. Toda obra lleva implícito un aspecto técnico, estético y
método (el oficio) hace posible la realización de una obra. La historia nos ha enseña
cómo son materializadas las formas por los escultores, término con el que se puede
aludir a todos ellos (con distintos matices) en el amplio espectro de las épocas (y no
artistas, que sería un concepto incorporado en el siglo XX, que empieza a considerar
aprenden y se apropian, o más bien hacen suyos, unos códigos que se convierten
en el signo de identidad que les acota en una época y en un lugar concretos. Estos
códigos, sumados a la sensibilidad que incorpora cada autor y al talento con el que
llamado modelado italiano, que encierra una manera de representar, un estilo con
creto de principios del siglo XX, y no por ello deja de existir una notable diferencia
que alude a una manera de modelar, y sin embargo difiere mucho del modelado de
discusión estéril, pues entendemos que en arte estos términos están intrínse
nospreciado la técnica (quizá porque pensó que ésta ya había sido dominada),
cuando decía que las obras de arte nacen de las intenciones del artista, no de
Francastel alega a este respecto que la oposición entre arte y técnica se re
suelve cuando se advierte que en cierta medida, el mismo arte es una técnica
Entendemos que la escultura no puede ser una mera intuición, sino que la
6 Citado en GABLIK, S. (1987). ¿Ha Muerto el Arte Moderno? Madrid: Herman Blume. pág. 36.
7 FRANCASTEL, P. (1956) Arte y técnica en los siglos XIX y XX. Madrid: Debate, 1990. pág. 13.
INTRODUCCIÓN XXXI
Una de las facetas en la que estos planteamientos toman forma más abier
con mayor amplitud más adelante aportando documentación gráfica- pues es pre
tesis doctoral, para lo que tomaremos como punto de partida nuestra obra públi
Fig. 16 nuestro propósito, por tanto, en este apartado, describir el procedimiento seguido
la obra, así como las características particulares de este tipo de obra monumental.
Así mismo se analizarán los factores que rodean a la concepción del monumento
figurativa y realista de los artistas Francisco López Hernández, Julio López Her
nández y Antonio López García, así como en nuestra propia obra escultórica.
En el segundo capítulo: El Medio (El Taller) tras reflexionar qué entendemos por
Medio, nos hemos ocupado del trabajo de esos tres creadores que comparten pimer
Fig. 17
INTRODUCCIÓN XXXIII
XXXIV La escultura, el medio, su entorno y su fin
CAPITULO I. La escultura
CAPITULO I. La escultura 35
y tridimensional, tanto abstracta como figurativa, que alberga todas las característi
obra artística se encaja dentro de la figuración, y comparte por un lado los elementos
Fig. 18
formales de la tradición y por el otro la rebeldía y la evolución que provoca sentirnos Fig. 18
delo, y que intenta dar calor a la representación, aprovechando las cualidades ex
CAPITULO I. La escultura 37
La escultura, por lo tanto, será el hilo conductor de todo el estudio, el princi
pio y fin de una vida profesional. Explicaremos lo que supone ésta para noso
tros y de qué manera la entendemos, sin pretender desarrollar un exhaustivo
estudio teórico, sino más bien una extensa reflexión sobre la práctica de la
escultura, acotada en un espacio y un tiempo concretos, de los cuales he sido
testigo directo, apoyándonos en los estudiosos y artistas que me han influido
más, con sus obras y sus reflexiones.
Fig. 19
Fig. 19
8 ALBERTI, L. B. De la pintura y otros escritos sobre arte. Madrid: Tecnos, 1999. pág. 127-144.
9 Ibíd. pág.129-133.
realidad del tipo que sean, según las leyes de la perspectiva y de la proporción.11
Por otro lado, el historiador Valeriano Bozal proyecta una visión más amplia
Podemos decir con Aristóteles: las palabras tienen un sentido porque las cosas
poseen una esencia. (...) Ese traslado impone unos límites a los que es imposi
ble escapar: el poeta y el pintor, el escultor, el músico, crean con sus métodos
Fig. 20
CAPITULO I. La escultura 39
(artística), disposición, simplicidad, integración de las partes en un todo, y un
cuadro (obra) copiado del mundo externo era -por parecida que fuera- una
nuidad y cambio son constantes. Son dos conceptos complementarios que siem
pre definen las épocas. El hombre propone una respuesta frente al espacio, reve
enigmático. Como dijo Fiedler, autor citado por Read en su libro Imagen e Idea, en
13 SAGER, P. (1981) Nuevas Formas de Realismo, Madrid: Alianza, 1986. pág. 21.
14 GIEDION, S. (1964) El presente eterno: una aportación al tema de la constancia y
el cambio. Los comienzos del arte, Madrid: Alianza, 1981, Tomo 1. pág. 22.
15 Konrad Fiedler, citado por READ, H. (1955) Imagen e idea, La función del arte en el
desarrollo de la conciencia humana. México: Fondo de Cultura Económica, 1957, pág. 11.
Para Peter Sager, cada tipo de realismo es distinto a la realidad. Según él,
antes de hacernos preguntas sobre el realismo contemporáneo, debemos plan
tearnos la naturaleza y lo que se entiende hoy en día por realidad. Ninguna repre
sentación de la realidad se entiende sin su concepto, sin la percepción cotidiana,
sin la experiencia y la idea de todo aquello que es lo real para una época18.
Fig. 24
16 ALBRECHT, Op. cit., pág. 17.
17 READ, Op. cit., pág. 11.
18 SAGER, Op. cit., pág. 13.
CAPITULO I. La escultura 41
I.2. Realismo y figuración en la obra de tres artistas:
Francisco López Hernández, Julio López Hernández
y Antonio López García
Rafael Moneo19 recuerda que cuando en los años sesenta los artistas que
hoy se conocen como realistas madrileños, Francisco López, Julio López, Isa-
bel Quintanilla, Amalia Avia, Esperanza Parada, Carmen Lafón, María Moreno
quez, desde Lehmbruck a Bacon. El arte, aquel arte que les apasionaba, vivía a
lo que les hacía ser frescos, alcanzar esa a temporalidad que en opinión de ellos
estaba ligada a la obra de arte. Una realidad que en estos artistas se manifiesta
en lo más cotidiano, llegando a que el ojo y la mano del escultor se funden para
Este preámbulo nos impone la tarea de establecer una aproximación a los estudios
y las personas cuya obra ha constituido la base de nuestra formación plástica, y que hoy
19 MONEO, R. (1996) «La devoción a la realidad» en VVAA (1996) Francisco López. Expo
sición Antológica. Madrid: Centro Cultural del Conde Duque pág.33-35.
tos que hablan de su personalidad, ya sea por el concepto, por el tema, o por la
Fig. 31
CAPITULO I. La escultura 43
Fig. 32
piedra, a la madera, al bronce, de la porción vital, del objeto, del ser humano
que ahora, en este instante, me provoca; pero no en sus lejanas alegorías o en
sus desconcertantes sugestiones mágicas, sino en su justa dimensión, en la
segura y cotidiana realidad de su ser como cosas, como elementos participati
vos de mi propia entidad humana.21
Su obra intimista, comunica más por lo que proyecta hacia el exterior, con el
gesto, con la mirada de sus personajes, que por la forma en sí. A diferencia de su
hermano Julio, teniendo raíces comunes, presenta a sus personajes desprovis
tos de sus atributos, casi desnudos, se queda sólo con la esencia. Los paisajes
reflejan sus ambientes más cotidianos, también sus recuerdos y sus viajes, la
nostalgia de un pasado recordado con cariño, en los que están presentes unas
veces de forma física y otras evocadoras, sus seres más próximos.
obras, podemos afirmar que las superficies que él trabaja son limpias, tersas,
puras, se ciñen a la forma interna dejando ver su estructura, sin acentos, sin pro
CAPITULO I. La escultura 45
vocaciones, queriendo que la forma sea tal cual es, pero sin recrearse en los de
talles sin significado, envolviendo muchas de aquellas cosas que para algunos
en cambio, el recurso fácil mediante el que aparentar todo aquello que no son.
bién trabaja con plastilina, e incluso las realizadas en madera han sido también
Como he dicho, sus maneras responden a las del artesano, pues su forma
ción tiene sus raíces en el taller de su padre donde junto a su hermano Julio,
los resultados. Hasta el punto de que muchas veces, absorto en el trabajo que
realiza, modela durante mucho rato sin darse cuenta de que la herramienta que
CAPITULO I. La escultura 47
Fig. 38
·Escultura monumental: sus figuras oscilan entre el tamaño natural y los dos
Fig. 39
metros cincuenta.
Junto con los palillos guarda también para modelar objetos de dispar
nes, mazo de madera, gubias, gatos, serrucho, sierra de hierro, un tornillo de banco,
Fig. 41
Para el repaso de bronce y madera utiliza un motor con manguera flexible,
en el que está situado en una casa antigua adosada con un jardín perimetral en
una zona de chalés similares, no muy lejos de la casa donde vive; lo comparte
CAPITULO I. La escultura 49
con su mujer, la también artista Isabel Quintanilla, ocupando él la planta inferior
y ella la superior. La zona dedicada a escultura está dividida en dos locales, uno
de veinte metros con luz lateral y otro de treinta con luz cenital. Este último es lo
que llamaremos el taller, el cual se comunica con una puerta con el patio-jardín
pacio no es muy grande para albergar tanta escultura, casi todas, modelos de
Fig. 42
escayola de monumentos ya colocados. Una pila, una estantería con alguna
maniquí que utiliza como modelo y que con frecuencia cambia de ropa: unas
tidiana del taller hay una gran ventana al exterior, a la que da sombra una hi
guera. Dentro, una mesita no muy grande que se utiliza indistintamente ya sea
para modelar una medalla, leer la prensa o tomar café. En un rincón, a modo de
cocina, un mostrador, una pila, un armarito y una nevera donde llegada la hora
dibujo, en el que trabaja siguiendo una rutina a veces marcada por las horas
Fig. 43
Por una puerta se sale al hall donde está la escalera y al lado encontramos
una gran estantería repleta de libros y una puerta que da al trastero. Al subir la
escalera, aparece de pronto una gran escultura parecida a un tótem, realizada
por su hijo, también escultor. Un ojo de buey ilumina los cuadros que durante el
ascenso te van narrando su relación con otros artistas o con su pasado. Una vez
arriba, entramos en el estudio de Maribel, iluminado por una gran ventana desde
la que se ven algunos paisajes, motivos de sus pinturas. Recogiendo la luz, el
caballete donde recrea alguna escena que dispone sobre una mesa; unas veces
una simple flor en un vaso es la protagonista. En otra mesa la paleta, donde
Fig. 46
una pizca de cada color rodea un espacio limpio, pero con transparencias que
hablan de los miles de tonos que allí se han fabricado. Siempre a un lado algún
cuadro tapado espera paciente la época del año en la que se empezó, para ser
acabado. Un diván, unas sillas, una planera, son contempladas desde las pare
des por los cuadros en los que han sido inmortalizados paisajes, bodegones o
gentes muy próximas que hablan con nostalgia y ternura de un pasado que aún
estando lejos, parece muy cercano.
CAPITULO I. La escultura 51
A la hora de hablar sobre el entorno de Francisco, habremos de partir del
San Fernándo, hoy sede de la Real Academia de Bellas Artes. En aquel taller
sibilidad que les motivaría posteriormente a llevar a cabo los estudios de Artes.
Fig. 47
fugaz de los seres vivientes, instantes reales y fugaces al mismo tiempo, tal y
como los cuerpos y los seres se nos aparecen y hacen visibles cuando se nos
de que quitar una parte del cuerpo es como taparlo, dando mayor importancia
Fig. 49
CAPITULO I. La escultura 53
El catedrático vallisoletano Juan José Martín González hace la observa
hecho algo ejemplar: aislar las manos. En ellas se concentra lo gestual, todo
el discurso del alma. Es esa mano que levanta el vaso (El Reflejo Fig. 50); son
Fig. 50
o las manos que arrojan el chispazo del fósforo (El Fumador, Fig. 52). Es la
vida diaria, que pertenece a la categoría humana; son los mil instantes consu
midos, borrados por el tráfago diario, pero fijos en la aguda mente del escultor.
pasar, delatan en Julio un escultor que procura elevar la mísera realidad del hombre
Julio López: (...) la obra de Julio López Hernández no es más que una nostál
gica rebusca del tiempo vivido, día a día, amorosa y fielmente por el artista.
Fig. 51 Su apego por el realismo familiar y cotidiano es ante todo un incesante querer
detener el tiempo, parar el reloj inexorable de las horas que huyen, y, fuera de
hace que sólo quede ante los ojos de los mortales la memoria aparentemente
Fig. 52 imperecedera del arte.24
Fig. 52
23 MARTÍN GONZÁLEZ, J.J, “Discurso de Contestación del Exmo. Sr. D. Juan José Martín
González” en: LÓPEZ HERNÁNDEZ, J. (1988) La medalla territorio de lectura. Discurso del
académico electo Excmo. Sr. D. Julio López Hernández y contestación del Excmo. Sr D. Juan
José Martín González. Madrid: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. pág.27-28.
24 BONET CORREA, A. (1986) “Lo real imaginario en la escultura de Julio López Her
nández”. en VVAA (1996) Julio López Hernández. Catálogo Sala Luzan. Zaragoza: Caja de
Ahorro de la Inmaculada, pág. 15-16.
amante del cine. Sus esculturas recogen ese plano corto donde se desarrolla la
acción que culmina una secuencia larga, la música invade la atmósfera en la que
se está desarrollando y justo en ese instante se funde con la luz que envuelve la
escena. Podríamos comparar su actividad artística y vital con una gran novela,
conoce el principio y el fin de todas las cosas; sin embargo, a veces le gusta
que la forma obliga. Retoma el capricho del azar, y reforzando algunos surcos y
gran libro de poemas e historias románticas. En ellas los personajes y los ele
íntimo y fetichista. Ante una medalla de Julio uno tiene la sensación de haberse
Fig. 56
El mismo Julio López concluyó su discurso de investidura como académico
si en ellas encontráis
25 José Ángel Valente, citado en LÓPEZ HERNÁNDEZ, J. Op. cit, pág. 22.
Lucio Muñoz opinaba de él que era el más serio y reflexivo del grupo. Sus obras,
Fig. 59
CAPITULO I. La escultura 57
El estudio de Julio López se encuentra situado a dos manzanas del de su
hermano Paco y a otras dos del chalet en donde vive. Es también una casita
fondo está la entrada al estudio, una gran puerta de garaje que parece la prin
Fig. 37 Fig. 60
cipal, pues no en vano este taller fue de mecánico antes que de artista.
taller es sorprendente, pues a pesar de que todo lo ves, todo está por descubrir;
el olor es especial, como el de todos los estudios; hemos de reconocer que los
Todo está ordenadamente desordenado, pues casi todo lo que hay se está
Todo tiene una pátina, un sabor a antiguo y a usado como hace poco, la radio
los líquidos de pátinas, un lavabo y otro banco de trabajo con unas herramien
donde hace las pátinas y un arcón para guardar la escayola, que a veces
Fig. 63
sostiene provisionalmente medallas que se han de empaquetar.
raboya; es un torso femenino por lo menos cuatro veces mayor que el natural,
de piel. Un gran relieve de Pablo Neruda, una escultura que representa a Ju Fig. 64
da al patio donde se lavan los moldes. Debajo de la ventana, una mesita baja
seminclinada, con silla y cojín, en la que modela esas medallas tan elabo
una escalerita sube a la casa y otra baja al sótano, y entre las dos, otras dos
mesas, una más alta que otra donde lo mismo se hace una cera que un molde.
Allí todo se somete a la ley del trabajo, las cosas se mueven de un lado al otro
dependiendo de los trabajos que se resuelvan, y de las personas que están Fig. 65
Fig. 66
CAPITULO I. La escultura 59
El sótano, alumbrado por dos bombillas bastante tenues, se parece más
a una cámara encontrada tras un muro en una catedral del siglo XVI que al
almacén de un taller del siglo XXI, pues todo parece ordenado como si el brujo
de una tribu budú lo hubiera dispuesto para hacer un ritual: una mascarilla del
natural, un par de brazos en cera, dos manos sueltas, una cabeza, un molde
Todo lo demás, tanto en esa planta como en las posteriores, se erige como un
gran museo donde las obras se hacen sitio unas a las otras: a pesar de la falta
estar mirando algo prohibido; de hecho, de no ser por el pudor que nos cau
sa, nos podríamos pasar horas observando cada pieza, que en cada instante
cobra un nuevo sentido. Fuera se oye algún gorrión y un destello de luz vibra
tro nos observa, y agradece que la mirada inquieta se vaya a otro lado, donde
unas finas manos, al tiempo que pasan la partitura ponen música a otras que
Julio López, tanto en relieve como en bulto redondo, y cuenta para ello con
la disciplina que trata, utiliza una, otra o las tres combinadas. También tenemos
que incluir en los últimos años su afición por el poliespan, utilizando la talla de
la obra durante casi todo el proceso, y cuando esta muy aproximada, la termi
que cada obra lleva bastante tiempo, cuando quita el barro éste se ha endure
oreado que, surgida la necesidad, lo sube al estudio para completar el que allí Fig. 74
madera que cubre con tela metálica, disponiendo también alguna cruceta allí de
soldadura. Cuando tiene que hacer una escultura grande, como su hermano Fran
cisco López, recurre a la figura del ampliador, quien le construye un soporte estable
CAPITULO I. La escultura 61
Hemos de decir que él es un escultor amable y permite en ocasiones que el
ampliador apure un poco más la forma, apuntando las tensiones que ésta tiene,
Tenemos que aclarar que esta ayuda la admite de mejor grado cuando el que co
Fig. 76 labora es un alumno o aprendiz de Bellas Artes, pues más le satisface la torpeza
Normalmente, las obras grandes las resuelve en barro, pero en ocasiones, cuan
Otras veces la escoge por influencia o afinidad con la técnica utilizada con
anterioridad. Elige cera cuando existen elementos que vuelan en una escultura
grande y se hace muy difícil su terminación, o por facilitar el sacado del molde.
También porque previamente ha hecho algún vaciado del natural que incorpo
ra al conjunto escultórico.
También le añade talco y aceite para ponerla más blanda y menos quebradiza.
En las medallas, utiliza indistintamente plastilina o cera, y a veces funde las dos
Fig. 81
rante largo rato hasta que queda una especie de caramelo, que una vez frío, modela.
Julio López posee una gran cantidad de palillos de madera de varios tama
escala en la que está trabajando. Algunos son de boj, otros de ébano, también
de palo-hierro y de haya. Uno de los tipos que más utiliza los confecciona con los
agujeros y restos de alambre que al modelar dejan unas huellas que habilidosa-
Fig. 83
CAPITULO I. La escultura 63
I.2.3. Antonio López García.
Miguel Fernández Braso comenta que en una ocasión Antonio López dijo:
Sí, es cierto que hubo un momento -me dice Antonio- en que llegó a ser una
como por los espacios y las personas. Trabaja con la misma hondura en los
hombres y mujeres que usan esas cosas y ocupan esos espacios. Lo que le
Antonio López está en contra de toda fórmula. No tiene más sometimiento que
cambiante, precisa en cada situación, a pesar de que trabaje con una realidad cer
a descubrir se tratase. De todo esto deriva la autenticidad que emanan sus obras.
Fig. 84
26 FERNÁNDEZ BRASO, M. (1978) La realidad en Antonio López García. Madrid: Rayuela, pág. 46.
El estudio
El aspecto de aquel gran estudio era muy curioso. Lo habían instalado en el
antiguo despacho de mi abuelo siguiendo la tradición de las demás habitacio
nes de la casa, se acumulaban allí, sin orden ni concierto, libros, papeles, y las
figuras de yeso que servían de modelo a los discípulos de Juan. Las paredes
estaban cubiertas de duros bodegones pintados por mi tío en tonos estridentes.
En un rincón aparecía inexplicable un esqueleto de estudiante de Anatomía so
bre su armazón de alambre y por la gran alfombra manchada (…) Vi todo este
conjunto enderedor de Gloria que estaba sentada sobre un taburete recubierto
con tela de cortina, desnuda y en una postura incómoda.27
Fig. 88
En el estudio de Antonio López, como el de los otros dos artistas, hay mucho
de su proceder, de su obra, en toda su diversidad: pintura, escultura y el dibujo.
Podemos decir, de entrada, que el cincuenta por ciento del estudio de Antonio
López está en los escenarios en los que trabaja. Su pintura, que es la mayor
parte de su producción, se hace al aire libre siempre, con el natural frente a él.
Algunas de las obras que hubiera podido pintar en el estudio, las ha hecho en
otros espacios, como la Facultad de Bellas Artes, o el Palacio Real, y no siempre
es por una necesidad física, sino más bien para encontrarse emocionalmente
en las mismas circunstancias; con la misma sensación de libertad que le da el
campo, solo ante su obra, sin que haya otras reclamando su atención.
27 Fragmento de la obra Nada de Carmen Laforet citado en VVAA (1990) El Espacio Priva
do. Veinte Siglos en Veinte Palabras. Madrid: Centro Nacional de Exposiciones, Ministerio de
Cultura, pág.312.
CAPITULO I. La escultura 65
Fig. 89
Fig. 90
no se ancla a un lugar concreto. Ahora bien, trabaja sobre todo en dos talleres,
En ambos hay cuadros inacabados en los que vemos cosas cercanas, junto
Fig. 91
a bolsas en las que guarda elementos que emplea cuando sale a pintar. Los dos
estudios, uno muy pegado a su casa y el otro, a pesar de cercano, algo distante,
son lugares que ambicionan conseguir una intimidad personal, no obstante ad
medida sin que esto interfiera con su trabajo y su vida. Se aprecia la coexistencia
María Moreno, esta latente en cada uno de los rincones del mismo.
Fig. 92
misma sin la estrecha relación de sus compañeras. Dato, este, que está directamen
Fig. 93
CAPITULO I. La escultura 67
Elementos destacables del estudio de Antonio López, contiguo a su vivien
cuelgan de estructuras y que sirven como modelos para las distintas obras.
que quiso recrear lo rural, nació como una gran casa que contuviese todo lo
necesario para su vida –huerto, estudio, dormitorio, cocina, cuarto para las hi
ten vida y arte. La parte de trabajo tiene unos cinco metros de altura, iluminada
por una claraboya que permite trabajar el máximo de horas con luz natural,
además de una gran ventana, rodeado todo ello por un terreno que le hace
que sus cuadros. Como sus óleos, tienen el mismo sonido y la misma luz que su
que la sociedad margina, en ese espacio invisible para la gran mayoría. Cuando
lo visitamos, siempre hay un hueco, un tiempo, para contemplar una rosa, para
aceptar su invitación de oler una mata de menta que nace en un rincón, para
comer unas deliciosas ciruelas que han nacido con un sabor que nos transporta
a aquellas que probamos alguna vez siendo niños. En esa generosidad, pegada
propicios para continuarlos; del destello que arroja por su ventana hacia el inte
rior. El estudio penetra en la casa, tanto como la casa en el estudio; así: todo es
Fig. 97
CAPITULO I. La escultura 69
silencio. Allí, podemos decir sin ánimo de exagerar, que el tiempo cobra otra
Como pintor, Antonio López trabaja lentamente, pero no por pereza o esca
decir que está en toda su obra. Cuando trabaja Antonio López lo hace tranquilo
tarios y mecánicos, que no esconde, midiendo cada punto, cada línea; cada cota
es la que tiene que ser y no la que pudiera ser; cada elemento que aporta es
Cuando a los demás nos parece que un cuadro está terminado, él encuen
tra razones para cambiar una parte y moverla, agrandar, empequeñecer, retra
Fig. 99
CAPITULO I. La escultura 71
tudes y divergencias que existen entre los tres artistas considerados a la hora
Fig. 100
na como si lo hiciera con un fotómetro. La mayor parte del trabajo está hecha
con difumino de grados distintos, que mancha con grafito; su precisión es casi
sencillas narran historias profundas, pero cercanas, como si alguien nos hu
Francisco López hace vaciados del natural que le sirven de modelo, pero
nunca utiliza ninguno como calco para reproducir partes e incorporarlas direc
CAPITULO I. La escultura 73
Fig. 104
Julio López Hernández es quizá el más literario de los tres artistas, el más
barroco, el más plástico y matérico. También es el más prolífico, con una am
plia producción de medallas, esculturas y obra pública.
Como su hermano Francisco, Julio también hace moldes del natural de par
tes del cuerpo, pero no tiene reparos en incorporarlos a la obra e intervenirlos;
muchas de las manos que tienen sus esculturas son vaciados del natural, pero
nunca totales, sino solo lo estrictamente necesario para obtener lo buscado,
todo lo demás lo modela, se lo inventa recurriendo al natural.
que Julio López es el más dinámico de los tres en el manejo de las técnicas,
Su técnica más habitual para dibujar es al carboncillo, utilizando todos los recursos
para conseguir lo que le inspira el modelo. Este puede ser del natural o de fotografías
cimiento del cuerpo humano, su morfología y fisiología, para así completar las figuras
que modela, llena de vida, llena matices, sobre el papel traza insistiendo hasta
dejar una superficie jugosa y plástica; las líneas del dibujo se entrecruzan una y
CAPITULO I. La escultura 75
Diríamos que su dibujo es de escultor porque dibuja como modela, creando
invisible, eligiendo las partes donde debe haber vacíos que provoquen inquietud
o la obra definitiva suele colocar un maniquí que viste con la misma ropa o
En los relieves parte del dibujo, que cuadricula y traspasa a las tres dimen
siones. Son muchas las aportaciones que ha hecho, y hace, en este campo del
Julio López es el más técnico de los tres, tal vez por sus comienzos en el
merosas ocasiones por Julio y por Paco en algunos de los primeros trabajos
pa, asciende, desciende y penetra, creando una carcasa que se acopla como
un guante, a la forma del tamaño real. Le cuesta mucho trabajar en otra escala
una red, utilizando plomada, reglas, escuadras con las que establece un siste
Como resultado de esa manera de trabajar, construye una piel donde se ponen
de manifiesto todos los accidentes del natural con una sensibilidad propia de
El rigor, la medida llevada a la línea desnuda, sin adjetivos, sin acentos, solo
CAPITULO I. La escultura 77
Fig. 111
Fig. 114
Fig. 112
Fig. 115
Fig. 116
Fig. 113
El
Medio, como concepto general en el ámbito de la escultura es el espacio
obra deja de ser del autor y comienza a ser del contemplador, la escultura deja
está interviniendo en el medio. Cuando esa obra, una vez acabada, se some
se ha formado y crea.
Fig. 119
II.1. El proyecto
ideas. La práctica usada más antigua ha sido la del dibujo, pues no en vano
se ha entendido éste como la base más sólida para la formación del artista;
entre la idea y la obra. Analizada la historia del arte desde nuestros orígenes
hasta nuestros días, desde que los primeros hombres plasmaban en las rocas
sus ideas hasta los estudios modernos de arquitectura, donde se dibuja a tra
las demás, también debemos observar en él, como lenguaje primogénito que
fue, que hoy sigue siendo una constante en la mayoría de las disciplinas, recu
Todos los artistas que estudiamos en esta tesis utilizan el dibujo, en ocasio
nes como un medio para reflexionar sobre las posibilidades de la obra a reali
zar, y otras veces, sin dejar de plantearlo como herramienta para esbozar sus
ideas, también recurren a él como fin en sí mismo, a través del cual pueden
Todos ellos parten de una imagen como idea primera, que ha podido salir
tanto del natural como de una fotografía o del fotograma de una película. A partir
de ahí eligen el modelo que les ha de servir para trabajar, (que no siempre será
acceder a una anatomía, (un cuerpo, unas manos, un rostro, etc.). Sin embargo,
que desea plasmar. Muchas de las esculturas se elaboran utilizando varios mo
delos, las manos pueden ser de una persona, la cara de otra, y el cuerpo estar
Fig. 121
tal manera que el anterior siempre es boceto del siguiente. Julio, por ejemplo,
los primeros estudios los ejecutan a mano alzada, sin medidas, o, como diría
hacen un estudio fotográfico, si éste es viable, y sino parten de las fotos que
movimiento, el gesto. A veces se dan pasadas sobre el papel sin dar un solo
trazo, son como vuelos de reconocimiento para retener el espacio, para organi
zar las ideas, sentiras, y soltarlas casi de un golpe. Después se pasa a la termi
nación, pero siempre en cada paso hay una vuelta atrás para valorar si lo que
todológico y una actitud crítica que sopesa los errores, entendiendo como tales
Fig. 124
ajustarse del todo a la idea, producto del azar, entronca perfectamente con la
tales, vagas e imprecisas, que sólo cobran sentido cuando se colocan sobre el Fig. 125
de estos estudios es el natural, unas veces por obligatoriedad del tema que lle
sentimientos, tanto los propios como los que se reflejan en los seres y objetos
general, suele enfrentarse a la obra de una forma muy directa. Una vez que
tienes ya el tema, la idea, una vez que tienes el tamaño, preparas el lienzo o la
las masas de color, viendo los volúmenes, si los tamaños son adecuados, sé si
ponerla al revés y no pasa nada, pero en la escultura sí, pues si en una figura
quieres cambiar el tamaño para ajustarlo porque sobre la marcha crees que va
Reyes e influenciado un poco por Paco, pienso que tengo que hacer bocetos en
los casos en que he de trabajar sobre una escultura a cierto tamaño. Estas cabe
Como hemos dicho anteriormente, todos los escultores a los que ha
cemos alusión en esta tesis utilizan el dibujo como requisito previo antes de
idea a plasmar, como para concretar las versiones que pudieran darse. Tam
bién se plantea como una necesidad a la hora de materializar las ideas, a fin
de explicar a los que las encargan cual sería la forma de la obra cuando esta
boceto una escultura en sí misma, con el fin de poder venderla, y aborda sus
mos del tema central de la investigación, no deja de formar parte de los con
Como decimos, sus bocetos son el estudio a través de los cuales da vida a
sus ideas, reflexionando sobre todo en el concepto, sin agotar las posibilidades
de la obra definitiva; esto quiere decir que de alguna manera le gusta que en
entendimiento conceptual.
Existen diferencias fundamentales entre las piezas que realiza para un en
Bocetos de encargo
Son estudiados desde dos vertientes, por un lado desde el punto de vista
una maqueta a escala. Por otro lado hace un análisis formal del monumento,
Los tres artistas utilizan el dibujo como herramienta y como técnica, para
Fig. 130
El encargo
Nos detendremos a propósito para explicar uno, y escogeremos en
particular, el encargo del Retrato de los Reyes de España, Don Juan Car-
ron a Julio, este quiso contar con Antonio que en aquel tiempo le habían
hora de ampliarlo.
fías con medidas tomadas de los mismos Reyes, dibujos y croquis, para
luego, a partir de ahí haríamos una armadura para que los bocetos una
para luego ser pasados a escayola, de los que se sacarían de puntos para
hacer la obra definitiva. Después de hacer dos jaulas una para cada mode
lo, se construiría también otras dos a escala, de unos tres metros de altura,
ría una armadura de hierro, punteada para cada figura, modelada con ma
lla metálica cuatro centímetros por debajo de la superficie para cubrir con
barro, y luego modelar las dos figuras hasta sus últimas consecuencias, de
Primero se hizo la Reina, y luego el Rey este proceso duro dos años y
destino público. La más conocida son las dos cabezas que simbolizan el Día
definitivas. La mujer de Coslada –otro encargo del artista- nació como una
adecuado para el espacio real. El artista nos ha dicho que trabaja a partir de
obras que son definitivas, a partir de las que hace estudios, que serían dibujos
Cuando Francisco López y Julio López han tenido que abordar un encargo
fragmentos –como manos y otras partes del cuerpo- y de las figuras comple
tas. Cuando trabajan en obras cuyo destino final es incierto o abierto, lo hacen
con ánimo de abordar el asunto que les dicta su conciencia y en esos casos los
abordan la idea con libertad, no les ata nada, excepto su propio ánimo o el
II.2. El modelado
maleable. Esta técnica lleva implícita, cuando aludimos a ella, términos como
de manipular una materia blanda (arcilla, cera, plastilina, escayola, etc.). Por
otro lado, la palabra «escultura» viene del latín sculpere, referida a la acción de
Hoy en día estos términos se utilizan indistintamente para designar cualquier tipo de
Queda claro que en nuestro siglo, el término escultor puede definir tanto al
que modela en barro como al que esculpe en piedra o trabaja con otros mate
Aunque hoy podemos definir casi cualquier objeto o instalación con este
técnica de la talla (quitar materia). Miguel Ángel por ejemplo entendía la escul
tura desde esta última vertiente, donde el acto creativo se manifiesta como la
sugiere. Esto tampoco quiere decir que este respeto a la materia sea genuino
Fig. 133
Fig. 138
del modelado, sino de la estética contemporánea, pues Moore, Angel Ferrant,
Fig. 139 A partir del Renacimiento es cuando el modelado adquiere mayor auge,
obra primero en un tamaño menor para que después sea pasada a materia
mática como procedimiento a través del cual el artista crea su obra a tamaño
real, extrayendo de él calcos de yeso que luego serán utilizados como mode
de máquina (brazo articulado con una cala), se extraen dichos puntos para ser
a pertenecer a nuestro universo de formas corpóreas, que pueden percibirse Fig. 141
también a través del tacto y el olfato, otras cualidades que tiene la escultura
representa. Unas manos de arcilla no son sólo una mera referencia a la idea
Fig. 142
Tenemos que reconocer que, sin ser lo habitual, hay escultores que mode
lan restando, es decir, construyen un gran volumen y a partir de ahí comienzan
a desbastar el barro; a base de arañar se van aproximando a la forma.
En la escultura, una vez que se superan las barreras técnicas y los procesos
que sólo tienen que ver con la «cocina» de la profesión, se entra en una etapa
donde actúa el sentimiento; son momentos en que la intuición es protagonista,
haciendo que la razón se utilice con el equilibrio suficiente como para que per
mita armonizar las emociones sin traicionar los ingredientes básicos de la obra
de arte y del autor en particular, que transgredirá en la medida de su moti
vación personal. La Historia del Arte da muestras de que aquellos artistas más
modernos en su época, se perpetuaron en el tiempo, y fueron tan transgresores
respecto a los procedimientos establecidos como respetuosos con la tradición.
31 FOCILLON, H. (1983) La vida de las Formas y Elogio de la Mano. Barcelona: Xarait. pág. 43.
32 READ, Op cit., pág. 55-56.
Fig. 144
del artista, que sin embargo, obliga a la exigencia de la utilización del modelo
más rudimentarias.
perfecciona de tal manera que para una obra no solamente se hacían dibujos
tamaño que la obra definitiva para tener una referencia constante mientras du
formas y los métodos que posibilitaban el sacado de puntos del modelo también
al suelo en la parte más alta del modelo de cuyo centro salía un brazo (finitio)
también graduado del que se colgaba una plomada deslizándose esta a lo largo
del brazo. La obtención del punto se hacía descolgando la plomada hasta que
ésta rozaba con el modelo y a partir de ahí, se tomaba nota de las medidas: por
un lado, la medida desde la cuerda al eje del brazo; por otro lado, el ángulo que
que existía entre el punto que quería obtener al suelo, de acuerdo con la vertical
donde la plomada no podía llegar, se utilizaba una regla que se colocaba para
Fig. 141
separados unos de los otros para al mismo tiempo que se abarque el máximo
Salvo casos excepcionales, sólo una mínima parte de las esculturas en pie
dra es obra del autor que las ha creado. Este prepara un modelo bien acabado,
casi siempre en escayola, y luego se limita a retocar dándole los toques sen
berá ser reproducido en una materia lo suficientemente rígida como para que
necesitado una doble o triple ampliación, de tal manera que el primer modelo
creación es mucho más fácil mover las masas en un modelo de formato redu
do muchos tipos de sujeciones; la más sencilla, cuando las reglas verticales son
con la vertical un pinchito que con una leve presión se clavará en ambos lados.
de que mientras se sujeta la parte izquierda de la regla, la derecha se nos cae Fig. 151
encontrado referencias del uso del yeso en el mundo griego, datos en los escritos
Vasari nos comenta que el escultor Leone Leoni había erigido, en el patio
otros36. Esas reproducciones en yeso eran totalmente fieles a los reales y fácil
ción entre un modelo y otros materiales considerados más apropiados para el exterior,
Fig. 150 como el bronce y que esto no ha cambiado prácticamente hasta nuestros días.
Fig. 155
II.4.2. El molde
Una vez concluida la labor de ejecución plástica de la obra, tienen lugar los
Fig. 156
39 Ibíd., p. 198.
de finales del sigo XVI cuando se adopta el sistema del molde por piezas que
permitía repetir el proceso las veces que fuera necesario. Aún así, siempre ha
sido un material excesivamente caro debido a los costes originados por su tra
industriales de producción, tiene lugar un gran salto cuantitativo, pues permite Fig. 152 Fig. 157
Sin embargo, ésta ha sido y sigue siendo una técnica artística minoritaria,
III milenio a. C. Uno de los oficios más antiguos consistía en colar el metal fundi
do dentro de moldes abiertos de piedra o de barro cocido. Esta técnica del metal
permitía la producción de objetos con una superficie modelada y otra lisa, que
complejos, modelados en tres dimensiones. Pero ya a partir del III milenio el co
pieza realizado sobre una modelo de cera: la cera se eliminaba con la fundición
dición también resultaba maciza, por eso esta técnica sólo se prestaba a la
mayor tamaño que nos ha llegado es el Flautista, del Museo de Samos, de siglo
VI, que mide 42 cm. Esculturas de mayor tamaño no hubieran salido bien; tanto
prensada, la técnica del colado del bronce pudo alcanzar un auténtico desa
gracias al nuevo método, el metal fundido llenaba sólo el vano intermedio que
también de tierra, lo que permitió por un lado un gran ahorro de material y por
Fig. 162 Por otro lado, ya existía otro procedimiento, la fundición a la arena, en el que no
sacaba otro molde o macho interno o portea. Este macho se rebajaba a ojo dejándolo
más pequeño de tal manera que entre el núcleo y el molde quedaba un espacio no
Los bronces obtenidos con este sistema tenían un gran espesor pero no
espesor, motivo por el cual pensamos que se hicieron con este procedimiento
partir de los intentos de fundición sobre el hueco en las que el macho estaba
perdida es una cabeza femenina con un tocado procedente de Chipre (el Lou
muy elemental. Las formas eran generales, escuetas y muy mermadas. Esta
se bañaba con cera líquida y a partir de ahí se comenzaba a modelar con muy
poca uniformidad puesto que las exigencias de dibujo obligaban a poner de
A partir del siglo III antes de Cristo se perfecciona el sistema porque hasta
sacaba un molde de piezas; este molde se picaba con cera dándole un grueso
mente en Roma, sobre todo para retratos y grandes piezas. Sin embargo, aca Fig. 159
Cellini, en el capítulo III de su Tratado della scultura (1588)40, describe con todo lujo
de detalles el proceso argumentando su gran utilidad puesto que permite a los ayudan
tes repasar las obras teniendo como muestra el modelo original hecho por el maestro.
nuestros tiempos este método (del negativo por pieza) de colar las figuras… tanto
prestigio, que nuestros maestros las consiguen… de manera limpia y así no hay
que volverlos a pulir con hierros, y tan delgadas como el filo de un cuchillo.41
finales del siglo XIX la única soldadura existente era la de fragua, que en el caso
del bronce se hacía solapando una pestaña con otra y haciendo por dentro de la
los huecos y defectos menos graves se rellenaban con plomo. Antes de las dos
grandes guerras del siglo pasado, ya se comenzó a soldar con gas y después
Fig. 165
escultor y docente hemos empleado todos los sistemas y los cambios que han
ido surgiendo. Exactamente igual que en las soldaduras nos ha ocurrido con los
zas, con la gelatina o cola animal, plastofex, látex, siliconas y polímeros, los recu
Fig. 166
brimientos refractareos, los aislantes térmicos, los sistemas de energía y fusión,
Fig. 167
cimiento existía un cierto gusto por mantener los valores del metal reluciente,
incluso se doraban las esculturas con procedimientos que hoy en día estarían
escritos al respecto que aconsejaban sobre la no conveniencia de que estos Fig. 169
decía sobre la pátina: Me gusta trabajar con todos mis bronces cuando llegan de
la fundición. Para empezar, una pieza recién fundida es como un penique recién
eso está bien y es apropiado para una escultura, pero no siempre. El bronce es
muy sensible a las sustancias químicas y, naturalmente, el bronce al aire libre Fig. 170
(sobre todo cerca del mar) con el tiempo y la acción de la atmósfera adquiera
una hermosa tonalidad verde. Pero a veces uno no puede esperar a que la
bronce con distintos ácidos y sales que producirán distintos efectos. Algunos lo
volverán negro, otros verdes, otros rojo, otros azules... Cuando hago un yeso,
veces sale bien pero a veces no se puede repetir lo que se ha hecho en otras
caliente el bronce antes de poner el ácido puede ser diferente. Dar la pátina al
La pátina tiene una vital importancia para que una escultura se concluya
con éxito, “una buena pátina mejora una mala escultura y viceversa” dicen los
que patinan en las fundiciones; algo de cierto hay en ello, aunque los esculto
res, cuando nos hacen una mala pátina, solemos decir: “ya se arreglará con
Fig. 171
Fig. 178
Fig. 179
Fig. 176
Fig. 173
Fig. 175
Fig. 172 Fig. 174
Fig. 177
lidad como la obra del artista. En primer lugar, analizaremos las razones que
pueden llevar a éste al campo de las bellas artes, la relación con sus compa
Fig. 181
concreto que sintetice todos los conceptos que hemos abordado. Fig. 168
Fig. 182
mado parte de nuestra formación, han sido de suma importancia para nuestra
ller, han posibilitado nuestra actual concepción del trabajo y del concepto que
tenemos de la escultura.
relación con los distintos escultores que han contribuido a nuestra formación a
realizado con sus maestros deje una profunda huella, el escultor debe indivi
Fig. 183
escuelas universitarias.
tían cofradías profesionales o gremios relacionados con las artes en general, sal
los materiales según las necesidades del mercado y las exigencias del ta
cargos que, en parte realizaban con sus propias manos, y en parte con ayuda
Por tiempo y espacio de cinco años (...) para que durante ellos se le en
señare el dho offo de escultor de manera que sea oficial a bista de oficiales y
para el Trauaxo que a de thener en se lo enseñar obligo al dho a menor a que
luego le dará y pagará doce ducados y a que durante el dho tpo no se hirá ni
ausentará del dho serbicio y si se le fuere y ausentare doquiera que estubiere
puedale sacar y saque llevele a casa y serbicio para que le acabe de serbir
al tpo que faltare y no le allando pa dho hefeto pueda inseguida rrecivir un
oficial del dho en lo que faltare de serbir y por ello da el salario que se suele
y acostumbra a dar a un oficial del dho oficio y pa lo que en razón se les pa
garae pueda executar y executarle al dho menor por solo esta escritura, e yo
Gregorio Hernandez escultor... rrecibo en mi casa y serbicio a dho Manuel de
Rincon menor por los dhos cinco años durante los quales me obligo de la en
señar el dho mi oficio asta que lo sea y le pague el salario que se acostumbra
pagar a un oficial del dho oficio quando sale de aprendiz... y me obligo de que
durante lo dhos cinco años le dara de comer y beber cama y rropa limpias... y
las enfermedades que tubiere cuando cadaa una de ellas no pase de quince
días todo a mi costa y misión y al fin dello le daré y pagaré doce ducados para
que con ellos compre un bestido.44
Fig. 184
narices, bocas, orejas, manos y pies, y al estar algo diestro, tomará cabezas
de por sí, para comprender lo que tiene obrado viéndolo todo junto: luego
tomará piernas, brazos y cuerpos; esto hecho, tomará figuras enteras, y las
pondrá en ejecución.47
ánimo, (para venir a ser más inteligente en cada arte) que se exercite el pintor
en imitar figuras de relievo, de piedra o de mármol, o de yeso vaciadas del
o vestido, porque estas cosas, siendo inmóviles, son acomodadas, por estar
firmes, al que debuxa, lo que no sucede con las cosas vivas, que se mueven.48
Fig. 185
47 MARTÍNEZ, J, (1853) Discursos Practicables del Nobilisimo arte de la pintura, sus rudi
mentos, medios y fines que enseña la experiencia, con los ejemplares de obras insignes de
artífices ilustres. Madrid: Valentín Carderera, 1866, pág. 2.
48 Leonardo da Vinci citado en PACHECO, F. «A los Profesores del Arte de la Pintura» en:
CALVO SERRALLER, F. (1981) Teoría de la Pintura del Siglo de Oro. Madrid: Cátedra, pág.
411.
vando toda la importancia en el aprendizaje del oficio escultórico, son éstas las
miento tratadistas como Alberti o Leonardo reconocieron en sus escritos que las
Fig. 172
artes son una ciencia, puesto que radican en el estudio de la naturaleza donde se Fig. 187
que seguirán más tarde Valencia, Barcelona, Sevilla y otras ciudades españolas.
En los programas académicos se insiste en la importancia que para el joven Fig. 188
estudio de las estatuas del antiguo. Tras estos pasos comenzaban modelando
Leonardo da Vinci daba sobre este tema los siguientes consejos: Así te digo
Fig. 189
a ti, que por naturaleza tiendes a este arte, que si pretendes conocer con verdad
las formas de las cosas, habrás de comenzar por sus partes más simples y no
correr a una segunda sin tener antes la primera bien aprendida en la menoria y
49 Ibíd.
Dibujo Base de las Artes” en: CARRETE PARRONDO, Op. cit., pág. 1.
tenden hacerse cada vez más amplios, para poder competir con las exigencias
y actitud del profesor, la atención a grupos mayores exige una mayor estructu
Fig. 190
entender el del artista actual. Observaremos las diferencias y similitudes así como
los factores que han unido y unen al artista del pasado con el del presente.
ha vuelto a poner en cuestión este tema del «lugar» del artista y del arte. Pero
y eso nos obliga a dar entrada no sólo al espacio52, sino también al tiempo, a
se constituye como “en contra de todo», marcarán la leyenda del artista «bohemio». El
tipo de artista que nosotros trataremos (y con el que nos sentimos identificados) es
Entre los mitos creados sobre el Renacimiento estuvo el de la idea del artista total,
mayor parte de los restantes, o bien conocen sólo un oficio, o bien se desenvuelven en
dos próximos, como el de escultor y arquitecto. Pero esto, lejos de ser una novedad de
52 FONTÁN DEL JUNCO, M. (1996) “El Lugar del artista en la Sociedad Contemporánea”,
ANDRÉS RUIZ, E. [coord.] (1996) El oficio del artista. Sobre el concepto, situación y pers
pectivas de los artistas plásticos en las sociedades contemporáneas. Valladolid: Consejería
de Educación y Ciencia de la Junta de Castilla y León. pág. 40.
artesanal surgida como fruto del conocimiento profundo del oficio y sus rudi
Berruguete o Juan de Juni. A pesar de ello desde el punto de vista actual estas
Fig. 177
Fig. 191
nos informa sobre el carácter, la forma de ser, la actitud ante el oficio y otros
datos personales, no hay muchos autores que se interesen por escribir sobre
Es verdad que como hemos dicho ya en este estudio en la Alta Edad Media,
junto con la idea que tenemos actualmente del creador con mayúsculas.
menos, según Yarza, se pronuncia como tal, de modo que emite juicios de
Sin embargo, el mito del artista renacentista como «artista total» está loca
artista y un tipo de arte heredado de la Edad Media, cuando los que llamamos
artistas o artistas artesanos dominaban diversas profesiones.
final del Renacimiento hasta nuestros días ha experimentado una larga serie
producidos en esos siglos, y muy especialmente entre el XVII y el XX, han con
tica y pública, vida profesional, familiar, etc., con las matizaciones evidentes,
por supuesto, lo que supone que las diversas actividades humanas gocen de
sociedades la belleza como la identidad que han adquirido los artistas que se
esferas de la vida.
Los cambios estéticos y artísticos producidos en los últimos siglos son pa
En el caso del artista actual (con un papel, como decíamos, casi de sacer
dote), parece que basta con que los demás piensen que tiene un hilo directo
con el otro mundo, el de lo sagrado, y que piensen que él también cree que
lo tiene y que lo representa. Eso al menos para que cumpla con la función
de testigo del otro mundo. El mismo historiador dice lo siguiente sobre este
56 Ibíd, pág.50.
57 Ibíd.
puede trabajar como quiere: sin la noción de estilo, sin el concepto de perfec
ción ni el de armonía, o con todos ellos, pero lo que es seguro es que se trata
sensibilidades que confluyen por distintas vías para adquirir forma a través del
tante capaz de vincular Altamira con Picasso, Fidias con Baselitz… desafiando
que cada uno que se incorpora es un eslabón más que traba sus raíces capri
tendrá más repercusión: como artista, como madre de artista, como pareja de
madera estucada a Maribel en el Teatro de Toledo diera vida a una gran cons
nuestra vivienda, en la que se cocieron las tejas y ladrillos de la casa de los abuelos,
La curiosidad surgió en torno a las necesidades familiares y los oficios que exigía la
vida cotidiana, además de la cercanía diaria con todos aquellos oficios: enfrente de
la casa estaba el molino, unas calles más abajo, el herrero, al lado, el carpintero, y
de los pasatiempos favoritos era enredar al lado del abuelo con las herramien
tas que dejaba sobre la mesa; la más atractiva era siempre la que él tenía
entre las manos, pues la facilidad y la destreza con la que se movía y trabajaba Fig. 198
El abuelo era un hombre mayor, idealista, jubilado y cansado por los años
devorando poco a poco, aún así seguía siendo una persona activa, comprome
tida que gustaba de conversar y discutir sobre ciencia y política con los amigos
que se pasaban por casa a verle; hombre austero por convicción y por nece
sidad. Tenía carácter y unos férreos principios que defendió hasta su último
aliento, a cambio la vida le compensó con varios nietos en los que proyectar
Estas tallas, junto a las historias y los cuentos que el contaba, iban forjando
una personalidad que se dividía entre dos mundos: el mundo real que recogia
el sentir de las gentes que comparten una España preparandose con cierto
miedo y recelo ante lo desconocido, un tiempo nuevo de libertad, la democra
cia, pero sin dejar de lado la gran conciencia de clase y de lucha por la mejora
Fig. 201
de los salarios y las condiciones de trabajo, propias de esta localidad minera.
Por otro lado iba creciendo un universo más personal y reflexivo, evocador de
sueños imposibles y abiertos a inventar y crear nuevas realidades
La escuela sólo era aprovechada por unos pocos, pues los demás no com
prendíamos la relación que existía entre el estudio y la vida que se nos ponía
delante. Numerosas fueron las noches en las que los amigos de la pandilla nos
reuniamos alrededor del fuego, que solíamos hacer en un solar, los más mayo
Fig. 202 res soñában con irse fuera, a Alemania, Barcelona o a América, ya que algunos
ya habían cogido el testigo familiar por pura necesidad. Al lado de todos aquellos
sueños y aspiraciones, más cercanas al mundo de los adultos, nos hacia sentir
Nuestra sensación del transcurso del tiempo era muy lenta, pero transcu
rrieron los días uno a uno, tan largos unos y tan fugaces otros: días de trabajo,
de este ejercicio de memoria, que todos sirvieron, todos, todos forjaron un ca
rácter, desde los que nuestro padre nos leía las novelas de Emilio Salgari o el Fig. 203
Libro de la Selva de Rudyard Kipling, a las noches de vuelta del cine en las que
preparando nuestra sensibilidad para las tragedias más duras y reales que nos
Colón de Londres la radio daba una dura noticia en la que aquel amigo con el
que compartíamos aquella hoguera moría aplastado por un costero en la mina. Fig. 204
Fig. 205
gran parte de las disciplinas y lenguajes del arte, me permite ver y analizar con
que todo, por el hecho de ser fabricado con nuestras manos y en materia noble,
ya era arte. Ahora, a pesar de que somos conscientes de que todos aquellos
juegos y ocurrencias se encontraban muy lejos de acercarse al arte con Mayús
culas aun percibimos las mismas sensaciones cuando nos ponemos frente a la
obra de esos grandes maestros que fueron y siguen siendo referentes dentro
Fig. 206
campo de las emociones. Vemos con admiración que la sensibilidad de las nuevas
convierte en artista, aunque te acerca, crea conciencia y nos predispone para el arte
y el conocimiento del mismo, una mirada diferente de los valores y las cosas; es la
su mirada hacia otros campos de las artes y de la vida sin perder la intensidad
Fue transcurriendo la etapa de estudios elementales y cada vez nos atraía más
todo aquello que exigía más creatividad y responsabilidad que todo lo demás, cuan
do aquello que se nos ofrecía y planteaba como un reto por crear o descubrir, el
profesor nos mostraba otra nueva puerta, aun cerrada, al conocimiento y al saber
voces en contra por unas razones o por otras; a una parte de los vecinos no les
razón exigió del escultor una defensa de su propuesta que tuvo lugar en el cine
del pueblo. Aquel hombre supo conectar con el pueblo y gracias al apoyo por parte
de una mayoría, algo más ilustrada, finalmente decantaron la balanza para que el
Muy pronto vinieron los primeros fracasos, tan interesantes como los acier
tos, y empezamos a trabajar con aquel escultor de Madrid cuya primera lec
ción, fue apuntando con el dedo hacia la escoba, Para empezar a construir un
Fig. 209
buen oficio desde la base lo mejor es empezar por el suelo.
60 JIMÉNEZ, J. R. (1917) Diario de un poeta recién casado. Madrid: Casa editorial Calleja. pág. 250-251.
Fueron muchas las experiencias y los oficios recorridos, pero más pronto que
Fig. 214
El primer año, llamado Preparatorio, lo simultaneé con el C.O.U., y aunque
requirió un gran esfuerzo, lo hicimos con mucho agrado y satisfacción, todo era
Era fácil encontrar a gente que dice que no haber aprendió nada, que no
sirvió para nada; pero la gran mayoría aprendimos todo en aquella “casa”, que
año, incluso algún año llegamos a ser menos. Todas las asignaturas eran im
podíamos trabajar todos los días, incluso los sábados, nos podíamos conside
rar unos privilegiados; muchos lo sentíamos así. Algunos de los que hoy son
Fig. 216
compañeros de Departamento, entonces también lo fueron,
José Luis Medina, Eduardo Capa, Francisco Toledo, Mario Nosti y Fernando
Fig. 217
Para llevar a cabo la descripción analítica y el proceso de realización de Fig. 218 Fig. 228
nuestra obra escultórica, que haremos en la parte final de esta tesis doctoral, Fig. 220 Fig. 230
y temáticas acompañadas de planteamientos de juicio estético que son los que Fig. 223
Fig. 224
Fig. 237
232
Fig. 234
y la obra pública, cuya organización compositiva se configura con arreglo a las Fig. 205 Fig. 238
oficio, la tradición, creyendo que con ello se diferencia del «artesano». Fig. 239
saber acumulado durante siglos: Nos hemos hecho pobres. Hemos ido entregan
que rebajarla en cada empeño por cien veces menos de su valor para que adelan
Coincidimos con el profesor y crítico italiano Achile Bonito Oliva cuando rei
ser definidos, en su conjunto, como tradicionales, asociando con ello los con
Fig. 241
Fig. 207
variedad de aptitudes. Admiten diferentes posturas ante las constantes que toda obra
figurativa comporta: los medios técnicos, la intención estética y particularmente una
gran flexibilidad respecto a la tradición, en cuyo sentido unos serán considerados
como innovadores y otros como revisionistas.
propia voluntad de cada artista. Las nuevas formas de realismo son, pues, un
Tras lo escrito podemos afirmar, sin duda alguna, que el proceso de creación
no surge necesariamente de una percepción visual, sino que puede iniciarse por
creación necesita de la técnica manual para poder lograr una forma coherente
y fiel a las ideas del escultor. Además del dominio de la técnica, será necesario
bles. Cuando el ritmo surge, el artista se deja llevar manejando las herramientas
minio y el hormigón.
deseadas en una obra. Estos factores repercutirán en el resultado final ya que in
Para crear la figura del descubridor tuvimos en cuenta las principales repre
Fig. 249
sentaciones precedentes del personaje, lo que por entonces podríamos saber
desde la perspectiva actual, pensamos que fue una de las obras principales de
nuestra labor profesional, razón por la que le dedicamos una parte importante
obra pública.
Fig. 280
esa épica, con el Realismo socialista, y más tarde con la expansión de los
Fig. 217
una retórica desmedida del arte al servicio del poder. Fig. 278
La pintura en gran medida se utilizó en el siglo XIX y parte del XX para de
los estados y los poderosos. Muchas veces las corrientes más reaccionarias
de los artistas en los que hemos centrado nuestro estudio. En el caso de An
tonio López, elimina el pedestal en su escasa obra pública. Los otros dos ar
cionales, como por ejemplo, entre otros, la Mujer de Logroño, el Pintor novel”
científicos, como Celestino Mutis para el Jardín Botánico de Bogota, Eloy Te
de Tajuña. Ahora bien, en todos ellos hay, de alguna manera, un intento –más
hipotéticas zonas ajardinadas, mientras que las calzadas serpentean entre los
64 MADERUELO, J. (1994) La Pérdida del Pedestal. Madrid: Círculo de Bellas Artes. pág.
44.
65 Ibíd.
nos en ocasiones han perdido las cualidades que en muchos casos los relacio
naban con las realidades del ciudadano, con una capacidad de significar. Y se
La crítica de arte, artista y profesora Suzi Gablik comenta sobre esto: Para el
un fraude o una burla. La mística del arte moderno ha consistido siempre en que no
Fig. 296
ca) siempre que éste sea respetuoso con el lugar y con su gente.
tivos de Javier Maderuelo cuando dice: Es significativo que, desde los frustra
los años sesenta, no se han producido más que unos pocos y tímidos intentos
Fig. 298
rales, para que los súbditos no las olviden, o para que la historia, a través del
del que se nos haya conservado testimonio o noticia tiene derecho, sin excep
hecho para ensalzar la imagen del poder, sino para recordar al ciudadano mo
mentos importantes de su historia, como determinantes cambios políticos: La
caminar, la amistad...
para el monumento que resultan afines a las vivencias y entorno del especta
dor; se trata de un tipo de escultura con importancia artística en sí misma y en Fig. 300
que aludir a la intimidad de las personas (es una conexión afectuosa con ellas),
representación que no puede ser ñoña sino que tiene que tener gran poder
de presencia de algo, de una idea, de una persona..., esa idea que establece Fig. 236
pienso que hoy en día vivimos una situación muy deficitaria con ese encuentro
una ciudad de vida escandalosa, de una vida que no tiene alicientes, llamadas
necesario que los símbolos, temas y estética sean comprendidos por gran parte
Por otra parte, el deber de las instituciones es educar; también el artista está
también puede escandalizar, pero no nos parece bien que para ello se utilice la
obra pública, ya que dispone de otros foros para ello y no tiene por qué ser ese el
Fig. 303
que él, y sin embargo le abruma el espacio; y vivimos una angustia espantosa
porque la pieza resulte más pequeña que el espacio y que no sea la presencia
Fig. 239
Como diría Robert Smithson: (...) el arte público debe ser un acto social útil.77
Fig. 240
Fig. 305
personaje, ese personaje tiene que haber nacido con una razón de ser, haber
Con relación a esto queremos mencionar lo que dice Hans Sedlmayr en las Fig. 306
reflexiones que hace en su libro La Revolución del Arte Moderno: El arte mo
derno, el arte digno de dicha denominación (...) surge en medio de la mencio
nada revolución y en la polémica habida con ese arte que ya no pretendía ser
arte. Pero surge a partir de la sustancia y del espíritu del arte antiguo y eterno,
a través de una artística transformación y sublimación de pensamientos, con
cepciones y formas que, a su vez, tienen su origen en la revolución. Es fácil
mente reconocible porque su rigurosidad estriba en una razonable adaptación
entre imagen aparente y significado, entre forma y objetivo, porque rechaza su
propia subordinación a poderes no artísticos, porque no renuncia al contenido
Fig. 307
ubicación de la obra está mediatizado por las exigencias del cliente (arquitecto,
to debemos mencionar.
Composición de la imagen
Tamaño de la obra
Por esto siempre deberemos optar por dar a la figura unas dimensiones que
Hace años hubiésemos escrito que de acuerdo con estas proporciones de
en el espacio, ante el ojo del espectador. Hoy pensamos que eso va determina
Color
bajo de una forma evidente. Por el contrario, acertar con el tono y las matiza
Altura
riará la perspectiva del ángulo de incidencia respecto al punto de vista del espec
apariencia de la escultura resultará muy distinta si tenemos que verla desde abajo
que si la tenemos a la altura de los ojos. Ya desde la Antigüedad los escultores han
guientes factores:
Espacio
mos permitirnos un tratamiento más intimista. Por otro lado, el espacio abierto,
La Peana
materiales de los que está compuesto deben ser acordes con los de la obra.
Fig. 313
Fig. 314
V.3. El personaje
Pocas personas existen en la historia con una actividad que haya tenido
mayor trascendencia, y pocas personas con una biografía tan cargada de mis
Quienes lo conocieron en los veintiún años que anduvo por España y América
(su hijo Hernando, los Casas, Andrés Bernáldez y Fernández de Oviedo) nos legaron
unas semblanzas del personaje que permiten trazar su retrato físico y espiritual.
Era de buena estatura; de miembros recios, rostro alargado con grave y au
torizada expresión; piel blanca, encendida y pecosa; pelo bermejo o rubio, que
pronto se le tornó blanco; nariz aguileña, ojos vivos y de color garzo (azulado).
fielmente todos los ayunos y rezando el oficio divino, que más parecía un reli
gioso que un seglar. Odiaba las blasfemias y era muy devoto de la Virgen y de
Fig. 315
San Francisco.80
dos de la Historia General de Indias dice lo siguiente: Que era de buena esta
tura y aspecto, más alto que mediano y de recios miembros, los ojos vivos y
las otras partes del rostro de buena proporción, los cabellos muy bermejos y la
bien formada y más que mediana estatura, la cara larga, las mexillas un poco
altas, sin declinar de gordo ó macilento, la nariz aguileña, los ojos blancos y el
modesto y continente.82
cada 1ª, lib. 6, cap.15, escribió: Fue D. Cristóbal Colón alto de cuerpo, el rostro Fig. 317
luengo y autorizado, la nariz aguileña, los ojos garzos, la color blanca que tiraba
á rojo encendido, la barba y cabellos, cuando era mozo, rubios, puesto que
muy presto con los trabajos se le tornaron canos, y era gracioso y alegre, bien
hablado y elocuente.83
Estos datos tan descriptivos han dado lugar a toda una galería de retratos
a los que muchos pretender dar autenticidad. En los siglos XVII y XVIII no se
tuvieron en cuenta estas descripciones, tanto las de la fisionomía como las que
se refieren a su vestimenta, realizándose numerosas obras para los salones de Fig. 318
81 CARDERERA, V. (1847) Informe sobre los retratos de Cristobal Colon, su traje escudo
de armas leído a la Real Academia de la Historia. Madrid: Imprenta de la Real Academia
de la Historia. pág. 7.
82 Ibíd.
83 Ibíd. pág. 8
Mucho más notable es todavía la oposición que hay entre el traje y aspecto
austero de nuestro héroe y las exquisitas y afeminadas galas de aquel per
sonaje, cuya fisonomía, notablemente prolongada, macilenta, dista muchísimo
de la armazón de la cabeza ovalada y vigorosa del Almirante, en cuya noble y
Fig. 320 despejada frente se ve brillar el genio. Ni la cabellera que orna las sienes de
aquel personaje con simétricas elegantes guedejas, ni los bigotes y prolongada
barba, ni sus rizados mechones acicaladamente ordenados se usaron, sino
con rarísmas excepciones, en los tiempos de Fernando é Isabel, ni en España,
ni en Italia, ni en otras regiones civilizadas de Europa. Mucho menos se llevó,
hasta los primeros años del reinado de Carlos V, aquel gorro rojo acuchillado
á la tudesca, con pluma y botones dorados. Lo mismo puede decirse de otras
prendas del vestido, como son aquellas mangas del sayo escalonadas con ji
rones, aquella punta de encaje junto a las manos, los guantes, la sortija que
adorna el dedo anular y otros refinamientos que caracterizan completamente a
Fig. 321
un apuesto galán del siglo XVI.86
84 Ibíd.
85 Ibíd.
86 Ibíd., pág. 20.
Pedro Girón, Consejero Real, y padre del Arzobispo Sr. García de Loaisa,
Las calzas eran abiertas por los lados cuanto un jeme de la mano; las bra
guetas altas, que se atacaban juntamente con las calzas, é al principio un poco
Los sayos, lo más antiguo de que hay memoria en España agora, es que se usa
ban enteros de cuatro cuartos, sin tronzadira, é porque eran angostos de la cintura
abajos, los abrian é les mitian unos pedazos de paño que llamaban girones.88
terciopelo con vuestra ó aletas, la cabellera prolongada hasta cubrir las ore
que no excedía del grueso de un dedo; sayo agironado, que llegaba hasta las
hueco y largo hasta por bajo de las corvas, con vueltas anchas, maneras y
criben tan minuciosamente los nombres y formas del traje usado en tiempos de
los Reyes Católicos, creemos sería útil presentar un documento plástico que
Fig. 323
Álvarez Pedroso comenta un error que cometió Colón en las tablas que usó
en su primer viaje. Sus anotaciones del día trece de enero de 1493 revelan que
las llevaba a bordo. Posteriormente, usó las tablas náuticas del judío Abraham
Zacuto, impresas en Sevilla años después del descubrimiento. En el momento Fig. 325 Fig. 260
Fig. 326
marino científico, pues no podía existir tal tipo de navegante en la época, con
muy desconfiados, pues, dados los vientos corrientes que prevalecían, hacia
el Oeste, «no creían si más adelante iban, de poder volver en España.»94 Por
se anima la esperanza de la tripulación, viendo que eran brisas que podían ser
empleadas para regresar a Europa. Ese cambio de aire hace exclamar a Co
lón: Mucho me fue necesario este viento contrario, porque mi gente andaban
muy estimulados, que pensaban que no ventaban estos mares vientos para
Fig. 327
volver a España (...)Así que muy necesario fue la mar alta, que no pareció
salvo al tiempo de los judíos, cuando salieron de Egipto (las tropas del Faraón)
una comparación grandilocuente: el milagro bíblico de las aguas del Mar Rojo.96
Fig. 263
Fig. 329
Fig. 328
Fig. 330
CAPITULO V. El fin. la realización del monumento 171
En consecuencia, con estos principios abordaremos la realización (con una
formal y técnico. Partiendo de estas premisas, y dado que la elección del tema
una obra como la que nos ocupa, al tratarse de un personaje histórico, deberá
aspectos que rodean a Cristóbal Colón, tanto histórico como estético, docu
Fig. 331
no defraudar al espectador.
Fig. 333 Fig. 335
Fig. 268
Fig. 334
Por otra parte entendemos juzgaremos una escultura como lograda cuando
pormenores, pasando por las actitudes, atributos, etc. por lo que sólo podre
para desarrollar la obra, -en este caso modelado en barro para su traslado al
Fig. 336
Fig. 271
V.4. Emplazamiento
por sus lujosos edificios señoriales de estilo neoclásico. Se trata de una zona
de las más ricas del mundo, sobria y elegante. La plaza tiene forma cuadrada,
ubican monumentos. La obra estará localizada en este parque pero con vistas
aquel se abre a la vía pública; circundado por un muro bajo, coronado por una
gular con los lados menores curvos. Sobre el plinto, de una altura aproximada
Fig. 338
de un metro y medio.
El espacio de la ubicación es un lugar abierto, por lo que los puntos del espectador
serán amplios y distantes, lo que permitirá una contemplación del conjunto amplia.
superiores al natural, la altura del conjunto deberá ser elevada, los volúmenes
reconciliando a su vez el frío metal con los verdes y rojos de la vegetación que
Fig. 341
Fig. 276
la idea final.
Fig. 343
V.6. El concurso
Con motivo del Quinto Centenario del Descubrimiento de América se creo
Colón en Londres, al que se invitó a todos los artistas que habían trabajado
Fig. 345
Fig. 344
Barcelona etc.), nos obligó a realizar una interpretación más personal, si cabe,
sobre la realidad y personalidad de Colón.
Fig. 347
personaje fue un aspecto más intelectual que aventurero, más humano que
Análisis compositivo
Fig. 283
Fig. 348
La parte posterior del respaldo del sillón butaca tiene un sutil relie
cotidiano y cercano.
97 ARNHEIM, R. (1954) Arte y Percepción Visual. Madrid: Alianza forma, 1988. pág. 35.
98 DONDIS, D.A. (1976) La Sintaxis de la imagen. Introducción al alfabeto Visual, Madrid:
Gustavo Gili. pág. 36.
Fig. 351
Fig. 353
Fig. 354 La técnica del barro nos facilitaba la labor de corregir cuantos errores o
posibles nuevas sugerencias nos aportase el proceso de trabajo, pudiendo
acometer la obra por igual desde todos los lados, no dejando ninguna parte de
ella más adelantada que las demás, ya que concebimos el proceso de realiza
ción como una construcción de la forma en su totalidad.
Fig. 357
evidente, pero como elemento filtrado por la imaginación dejando una puerta
como el pelaje del cuello del abrigo, el fieltro del sombrero, la suavidad de la
la huella, la impronta con la que el barro esta colocado, el toque del palillo,
sus distintas versiones, con útiles diversos desde los que se atisba el rastro
sotros no hablamos de ellos a priori, por que nos atraen; nos agradan, pero
atención porque la propia pieza nos evoca tanto que estamos absortos por
Uno de los inconvenientes más importante que nos encontramos, una vez
que habíamos concursado, fue que el presupuesto debía de competir con los
presentados por los otros concursantes, -y que nunca debía superar los cinco
millones de pesetas- cuando el nuestro aumentaba debido al crecimiento del
tamaño de la estatua. Aún así, una vez ganado el concurso, aumentamos el
tamaño, disminuyendo mucho nuestra remuneración, pues la relevancia del
emplazamiento (una plaza en Londres) lo exigía. Además de ser un motivo de
Fig. 364 orgullo para un escultor novel.
habíamos hecho un Monumento a Isabel La Católica para Quito, otro para Bahía
ción de muchos otros de diferentes escultores- y nos permitía especular con más
que la envergadura también debía ser mayor, de modo que la imagen podría ad
Una vez que se admitió nuestra propuesta con todos los parabienes de las
tamaño definitivo, con una gran ilusión por alcanzar la posibilidad de hacer un
vital del artista por expresar sus sentimientos, o la necesidad de experimentar, Fig. 366
por coronar una nueva cumbre, con una dificultad añadida, sentir la libertad de
crear en ese tamaño sin la red protectora que significa el apoyo técnico de un
Fueron mucho los amigos que se pusieron el traje de Colón para encontrar
el porte y la naturalidad necesaria para una figura que debía tener la capa
obra con otros artistas, especialmente con los que estudiamos en esta tesis.
Pero sobre todo nuestros mayores, nuestros referentes, Rodin, Benlliure, Ros-
so, Miguel Ángel, eran nuestros guías. Recuerdo que en aquellos momentos Fig. 367
Campos, obra de Mariano Benlliure, para retener en nuestra mente esa épica
Como nuestro taller era relativamente pequeño y la escultura muy grande tu
Fig. 368 vimos que tirar una pared, con lo que aumentamos la distancia para observar la
figura la situamos sobre una plataforma con ruedas, de modo que acercándola a
una de las paredes del estudio que nos servía de fondo, nos permitía tener más
unos treinta y cinco metros cuadrados, en la que tiramos todos los tabiques para
dejarla diáfana y, al tiempo, abrimos un hueco para comunicarla con la casa, con
hasta nuestro personaje; por superar la estatua para dialogar con el mismo Colón y,
Fig. 369
La batalla fue grande en el plano técnico, pues para realizar una figura al ta
necesaria para modelar la figura era mucha, por lo que se podría descolgar.
Una armadura muy fuerte, pero muy elemental, con un gran numero de cru
cetas de distintos tamaños para colgar de ellas el barro. Aun así, más de una
volúmenes era demasiado para tan poca armadura y aquello, que facilitaba
Fig. 370
el manejo de las masas se convertía en nuestro peor enemigo. Había que
trabajo de días.
Más pronto que tarde fuimos acoplando nuestra ansiedad creadora con
de lo cual participaban amigos y familiares. Todos querían dejar su huella en Fig. 371
ellos. Toda la familia firmó aquel monumento; sin buscarlo, estaba haciendo mi
tocaba emprender otra nueva aventura, que pondría a prueba todo lo hecho:
igual que algunas partes del sillón y el suelo, que tuve que modelar una
agitan las partes que se dejaron a propósito para rematar posteriormente con
rica los detalles, ya que podrían influir de manera negativa en su imagen final.
Fig. 376
Fig. 377
Fig. 379
una estatua embetunada con mucho brillo. Debíamos destacar los volúmenes
curece hasta que encontramos la medida justa. Las veladuras, que matizan
Fig. 391
madera dejando caer su mano ligeramente cerrada sobre el muslo izquierdo, con
conlleva su historia.
Abrigado con una capa con cuello de piel, que desciende por
caso con un plisado sobre el pecho. Las mangas asoman por debajo Fig. 331
manguitos lisos no muy apretados por donde asoma una camisola con una espe
cie de fruncido que venía atándose con una cinta, repitiéndose esta formula en el
esta se recoge plegando su tobillo dejando ver las suela de su botín, anudados los
dos con un sobrante que pudiera subirse, cubiertas por una maya pantalón que
sin ajustarse del todo permiten ver una piernas robustas. Sobre un suelo aparen
temente de losetas de barro cocido, esperan ser utilizados unos libros, y un mapa
Para la silla del modelo utilizamos una de la Facultad de Bellas Artes per
Fig. 397
CONCLUSIONES 197
CONCLUSIONES
aporta este estudio, quisiéramos hacer un breve recorrido por las partes que lo
componen, con el fin de que sirva de recapitulación. Fig. 516 Fig. 520 Fig. 519 Fig. 518 Fig. 517
y reflexión sobre los tres artistas que mayor relevancia y peso han
cas, los procesos y los materiales en los que se mueven los artistas en
CONCLUSIONES 199
En el capítulo, El Entorno hacemos un breve recorrido por la historia del
escultórica que elegimos como guía para nuestro trabajo (el monumento a
Cristóbal Colón erigido en Londres); en segundo lugar, los recursos técnicos
ca, y en tercer lugar, la valoración que nuestro entorno y maestros han tenido
fiesto, por ver en ello una cierta disposición mental y espiritual que
a través de los pasos dados en los primeros momentos, desde el encargo del
artísticas es constante.
tes del proceso escultórico, trabajo que corresponde a distintos técnicos, aun cuando
Fig. 526
CONCLUSIONES 201
Fig. 527 Desde el propio entorno universitario
nada tienen que ver con el arte, pero el artista sí puede establecer proposicio
lidad debidas al saber científico. En unos tiempos en los que ni las matemá
entre ambos. Una investigación estrictamente teórica sobre arte, será una inda
gación relacionada con la teoría, crítica o historia del arte, o bien una búsqueda
estrictamente práctica, siendo la principal y aquella que han llevado a cabo los
artistas desde siempre, constituyendo, sin más, el mundo del arte; pero cuando
este se sitúa fuera del ámbito universitario y docente exige cauces de transmi
tesis se planteen. Hipótesis que, por otra parte, en el arte no pueden tratarse de
Como dijimos, el artista nace en el taller del artesano. La obra de arte surge
decir esto que hoy una pintura o una escultura tengan que pasar necesariamente
por ser una obra de artesanía para llegar a ser Arte. Aunque pueda darse. Nunca
remos que el trabajo creativo de los artistas que incluimos en este estudio, en su
Fig. 528
CONCLUSIONES 203
No se da de la misma manera en la pintura que en la escultura, ya que esta
última está más cargada de procesos y oficios, incluso algunos tan rutinarios
como necesarios. Hemos de decir, por otra parte, que en el caso de la pintura
de algunos artistas podría tener más carga técnica que la escultura de otros, y
Fig. 529
porqué ceder a las voces que hablan de la imposibilidad del monumento en esta
Ante una escultura que a menudo parece querer emular, sin actitud crítica
CONCLUSIONES 205
dadano, y finalmente, un monumento como
bien unidos con los más recientes, fruto de los avances tecnológicos.
Todos los escultores, y en general todos los artistas, que no sean meros
técnicos, deben contar en su formación con una base teórica, que deben saber
tanto del pasado como coetáneos, que unidas a los estímulos emocionales, cons
CONCLUSIONES 207
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La Habana: Cultural
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Tomo 2
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Introducción
Fig. 1. Eudouard Vuillard. Aristide Maillol. Óleo sobre tela. 116 x 115,
Fig. 11 Marino Marini. Caballo y jinete. Bronce. 96,5 x45,7 x 67,3cm. 1947.
Colección particular.
Capítulo I. La escultura.
Fig. 18. Autor anónimo. “Pygmalion tallando la figura de afrodita para darle
Fig. 19. Alberto Durero. “Hombre dibujando una urna” en el libro Underweysung
Fig. 21. Girard Audran. “le grand enfant de Laocoonà de hauteur 7 têtes 2
les plus belles Figures de l´Antiquité. 1683. Digitalizado por The getty
Fig. 23. Scopas. Menade. Copia romana en marmol. Siglo IV a.C. Museo
Albertinum de Dresde
Fig. 24. Miguel Angel Buonarroti. Modelo para torso de hombre. Terraco
Fig. 25. Auguste Rodin. El caminante. Bronce. 213,5 x 71,7 x 156,5cm. 1907
Fig. 28. Autor anónimo. Antonio López García y María Moreno. Fotografía.
Fig. 29. Tomás Bañuelos Ramón. Julio López y Esperanza Parada. 2008
Fig. 31. Autor anónimo. Auriga de Delfos. Bronce. 182cm. 466 a.C. Mu
1984. Logroño.
Fotografía. 1973
Fig. 38. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Francisco López Hernández. 2015
Fig. 39. Tomás Bañuelos Ramón. Francisco López Hernández dibujando. 2015
Fig. 40. Tomás Bañuelos Ramón. Taller Francisco López Hernández. 2015
Fig. 46. Francisco López Hernández. Antonio López García. Grafito sobre
Fig. 59. Julio López Hernández. El alcalde. Pizarra aglomerada con poliés
Fig. 60. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. He
Fig. 64. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Julio
trabajando. 2014
Fig. 68. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Ce
Fig. 74. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Armadura
Fig. 77. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Ju
Fig. 78. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Proce
Armadura. 1998
Fig. 81. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Julio López
Fig. 83. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Ju
Fig. 84. Fidias. Escultura del Dios Rio Cefiso del Frontón oeste del
Fig. 86. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. Do
Fig. 87. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. Va
Fig. 88. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. De
Fig. 89. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. Va
en proceso. 2004.
Fig. 91. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. Do
mlungen, Dresde.
Fig. 94. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. Mol
Fig. 95. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. Bo
Fig. 97. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. An
Fig. 98. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. An
Fig. 99. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. De
estudiante”. 2015
Fig. 104. Tomás Bañuelos Ramón. Julio López Hernández trabajando. 2008.
Fig. 107. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Julio López Hernández. Julio
“Marcela y su luz”. Carbón sobre papel. 184 x 128 cm. 1980. Colección
Fig. 111. Antonio López García. Croquis con medidas I. grafito sobre
Fig. 114. Damien Hirst. Dibujos para Madre e hijo (divididos). Grafito
Fig. 115. Damien Hirst. Madre e hijo (divididos). Vidrio, acero pintado,
formaldehído. 190 x 322,5 x 109 cm (Vaca) y 102,9 x 168,9 x 62,5 cm. 1993.
Fig. 116. Tomás Bañuelos Ramón. Taller de Antonio López García. 2004
Fig. 118. Antonio López García. Estudio de María para la pintura María y An
tonio. Grafito sobre papel. 27,4 x 23 cm. 1961. Colección Particular del artista.
Hernández. 2015
Fig. 120. Tomás Bañuelos Ramón. Estudio de Julio López Hernández. 2008
Fig. 122. Antonio López García. Croquis con medidas II. grafito sobre
Fig. 125. Antonio López García. Dibujos con medidas para la escultura
Fig. 131. Antonio López García. Varios bocetos para la noche y el día. Varios
materiales y medidas.
Fig. 134. Julio González. Torso femenino. Chapa batida. 1936. MOMA.
Fotografía. 1960
Fig. 144. Tomás Bañuelos Ramón. Jaula para sacado de puntos de la obra
Fig. 145. Autor desconocido. Marcas para el sacado de puntos sobre la escul
Armadura. 1983-84
Fig. 151. Edouart Joseph Dantan. Taller de moldes. Óleo sobre tela.1897.
Fig. 152. Autor anónimo. Osiris. Bronce Hueco. 664 -525 a.C. 27 x 6,75 x 4,5
Fig. 153. Autor anónimo. Procesos de fundición en Grecia. Cuenco con pinturas
realizadas con la técnica de las figuras rojas. 530 a.C. Museo estatal de Berlín.
Fig. 155. Autor anónimo. Cabeza con alas, Hypnos. Bronce. 21 cm. copia ro
Fig. 165. Tomás Bañuelos Ramón. Líquidos para patina. Fundición Arte 6. 2008.
Fig. 168. Antonio López García. Dibujo anatómico. Grafito y lápiz de color. 1951-52
Fotografía. 1905.
Fig. 170. Nanni di Banco. Taller de escultor. Base del nicho de los cuatro San
Fig. 171. Maynard Owen William, Escuela de Bellas artes de París. 1920.
Fig. 173. Philippe Comar. Libro Figures du corps: Une leçon d›anato
Fotografía. 1917.
Fig. 177. Autor anónimo. Talla directa en piedra de una figura tumba
da con modelo vivo para tumba. Miniatura del manuscrito 2502. Primera
Fig. 183. Autor anónimo. Casa de los abuelos de Tomás Bañuelos Ramón.
Fig. 187. Emilio Salgari. Portada de los exploradores del Melonia. 1961.
Fig. 192. François Truffaut y Jean Gruault. Fotograma del Pequeño salvaje. 1970
Fig. 203. Tomás Bañuelos Ramón. Aureliano. Bronce. Beca Ayllón. 1981.
inoxidable. 70 x 55 x 55 cm
Fig. 212.
Laeken. Bruselas.
Plaza de Cataluña.
Fig. 228. Juan Bordes. Monumento al Doctor Juan Negrín. 1993. Pal
Fig. 229. Juan López. Jorge Oteiza con la maqueta de la versión III
Fig. 231. Jaume Plensa. The crown Fountain. Millennium Park. 2004
Fig. 232. Eduard Steichen. Balzac de Rodin. Fotografía. 1908. Museo Rodin, Paris
de Cataluña pero para evitar su deterioro se sustituyó en 1982 por una copia
100 x 66 x 44 cm.
Fig. 240. Robert Smithson. Estudio para isla flotante navegando al
Fig. 244. Louise Bourgeois. Mamá. Bronce, mármol y acero inoxidable. 895 x
Fig. 245. Anish Kapoor. El gran árbol y el ojo. Acero inoxidable y acero de
Fig. 247. Jeff Koons. Puppy. Acero inoxidable, sustrato y plantas en floración.
paraíso. 1992.
Fig. 252. Leopoldo Flameng. Cristobal Colón en el libro The Life of Co
Fig. 253. Salvador Dalí. Sueño de Cristóbal Colón. Óleo sobre tela. 410 x
Fig. 257. Sebastiano del Piombo. Cristóbal Colón. Óleo sobre tela. 1519.
Fig. 258. Ridolfo Ghirlandaio. Retrato de Cristóbal colón. Óleo sobre tela.
Fig. 260. Dibujos a mano alzada de América de Cristóbal Colón (1493), Juan
primer viaje a las indias. 1493. Archivo general de Simancas dentro del
Portuguesa. 1992
Colón”. 1991.
Fig. 281. Tomás Bañuelos Ramón. Cristóbal Colón. Bronce. 1991. Argentina
Fig. 299. Aniceto Marinas. Velázquez. Bronce. 1899. Museo del Prado. Madrid
y modelo. 1991.
terminada. 1991.
Conclusiones
Fig. 333. Tomás Bañuelos Ramón. Retirando el molde de silicona del
Hernández. 2011
la obra el escultor.1994
Fig. 337. Tomás Bañuelos Ramón. Julio López trabajando en su estudio. 2011
Fig. 338. Stefan Moses. Antonio López Torres, Antonio López Her
Fig. 341. Tomás Bañuelos Ramón. Antonio López García y María López
Hernández, Isabel Quintanilla, María Moreno, Antonio López García y Amalia Avia.
APÉNDICES 247
mente por figurar, sino también por el hecho de compartir protagonismo con
Fue una buena decisión, pues a partir de ahí es cuando su obra se hace
con los alumnos pues hasta entonces yo había sido un escultor de taller y des
Existen sectores que no están de acuerdo con el lenguaje del realismo, hoy día
las tendencias son infinitas, tan diversas que yo no sé si hay mucha verdad o
todo es mentira (la Feria de Arco). Todo está mediatizado por el mundo de la
información, por el crítico y el erudito, Arco más que una feria de arte parece
una feria de otro mundo, tiene más que ver con la publicidad, la información y
los medios que con el hecho en sí de crear. Ante todo ese mundo yo me siento
poco, voy penetrando cada vez más en esta fase exclusiva de la imaginería.
Dentro de este mundo hay dos parcelas muy diferentes, una cosa es hacer
imaginería y otra muy distinta hacer pasos de Semana Santa ¡Una imagen no
se puede poner por las buenas encima de un tablero y pasearla por la ciudad!
Como ves, ahora estoy haciendo un paso, el tema es el “Lavatorio del Señor”,
son cinco figuras, y se centra en el diálogo entre Cristo y Pedro cuando le lava
los pies. Cuando se piensa en un paso hay que tener en cuenta, primero una
conciencia exacta del espacio, de la ciudad, del gusto de la Cofradía, del estilo
Mis padres tenían una pensión en Zamora y recaló por allí un pintor valenciano
que se llamaba Alberto Gradolí Polet. Éste incentivó mis inquietudes artísticas
María Porta, José Veulas, Francisco Baños, Antonio López Orea, que tiene
Los maestros más importantes en aquel entonces, que también coincidían con
eran José Pérez Comendador, José Capuz, Asuara (dibujo del movimiento),
Al mismo tiempo trabajaba en los talleres de D. José Lapallese; gran parte del
Era un gran taller, sobre todo de madera, y al mismo tiempo que se hacía la sillería,
se realizó también una gran virgen de seis metros, doce apóstoles y un gran ya
cente en mármol. Este hombre tenía mucha relación con la familia Franco, tanto es
así que a las órdenes de Ramón Lapallese yo le restauré una virgen de dos metros
que ellos tenían en la finca de Galapagar. También restauré una mesa veneciana
del siglo XVI que supuso para mí un gran reto y ejercicio de disciplina y precisión.
a Sevilla a hacer dos cursos de imaginería. Esta era una disciplina nueva que se
creaba para la que hacía falta alumnos; allí trabajé con los profesores José Her
nández Díaz, D. José Luis Basalo (hizo la Minerva del Circulo de Bellas Artes),
Hecha la mili me fui a Zamora (mi tierra) a trabajar en una fábrica de galvanoplastia;
de manos y pies en las figuras, y allí aprendí a hacerlo. Fueron dos intensos años
para quedarme en Zamora a realizar modelos; un día ese ángel de la guarda que
José para Logroño, esta fue una etapa tremenda de mi vida pues llegué a estar
hasta cuatro días sin comer. Recuerdo una Virgen de seis metros que perdí
mayor parte de mi generación fue Henry Moore. Reconozco que en cierto mo
mento de mi formación me atrapó tanto que llegué a identificarme con él, pero
no podía seguir atado, y si realmente tienes algo dentro, tendrá que salir y ese
cho la escultura que uno cree que siente. Cuento por centenares los encargos
realizados y en cada encargo dejas un poquito de tu alma, pero nunca eso que
Hace veintidós años hice el paso de Semana Santa para León (La Coronación
sabía lo que sé hoy, y aún guardándola en mi mente con gran cariño y respeto,
T.B.- ¿Se acerca más al campo del hombre escultor o del hombre artesano?
H.V.- A la imaginería se puede llegar a través del escultor o del imaginero; el ima
ginero que ha nacido en la profesión y que se siente como tal, nunca podrá hacer
cuando sepa penetrar en ella, pues es un campo muy difícil. Yo llevo metido a fondo
desde hace ocho años, primero hay que vivirla para poder transmitir, y eso conlleva
unos conocimientos muy claros, tanto del oficio como de los temas y las vivencias,
porque si no estaremos haciendo meras figuritas para colocar encima de una mesa.
H.V. - En la Escuela me dieron un papel que treinta o treinta y cinco años después yo
retomo para entrar en Artes Aplicadas; a través de Julio López tuve la posibilidad de
entrar, casi por la puerta de atrás pues no hice oposiciones. Yo jamás me había sen
tido un enseñante y sin embargo después he estado dieciséis años en tres escuelas:
debo todo en lo referente a este tema, desde entrar a cómo enseñar; estuvimos tres
años juntos. Otros tres en la calle Los Estudios y diez en la calle de La Palma.
La enseñanza es muy creativa, tanto es así, que a veces se daba el caso de encon
trar una persona que rechazaba, tanto a la clase como al barro y lograbas darle la
vuelta consiguiendo que amara la asignatura, sirviendo de ejemplo hacia los demás.
El peor recuerdo fueron los papeles (la burocracia), hubo un momento incluso
dos señores (no voy a decir su nombre) que no permitieron este cambio.
Durante estos años pasé los mejores años de mi vida, quitando el Minero de
Fabero que hice antes, del que estoy muy satisfecho aún con los cambios que
me hicieron efectuar, sobre todo en la cara. En esta época, también hice los
dentro de la escultura?
dará tiempo a hacerlo ¡si me da unos añitos más el Santo Hacedor quizá lo
haga! Pues me está pasando algo inaudito a mis setenta años, ayer estaba
las cinco, y a la pregunta que me haces lo que tengo claro, es que retomaría la
H.V. - Yo iría por la figuración, hay quien copia pero para mí la escultura no es
copiar, hay que dar algo más, por ejemplo, «Un Churchill» que vi en Londres
o una escultura del padre del Rey en Estoril también muy interesante…, que
de Torre, tiene «duende» por eso en la escultura tienes que tener algo que
decir, tienes que vivir para poder contar, el oficio no es nada, es como la gra
H.V. - Para qué te voy a mencionar a todos los clásicos que admiro y que por
H.V. - Hoy, dentro del campo que yo trabajo, hay un referente muy claro, que
está dentro del mundo que estoy tocando de la imaginería, referentes extraor
dinarios que espero tratar y reflejarlos, por ejemplo las Luchas Intestinas que
hay en Oriente Medio, Cristo Judío, que nació allí, es una situación muy actual,
y eso bajo mi prisma está dentro de la vida cotidiana y se puede elevar al te
rreno de la escultura.
(la línea a seguir), te diría que un artista que reconozcas por esa línea que
mencionar ahora mismo muchos nombres que dejaron de tener razón de ser
miseria, de lo que quieras, ¡pero de algo! Nunca a través de eso que se llama
T.B.- ¿Cuál es el soporte que prefieres al trabajar: relieve, bulto redondo, etc.?
H.V. - Prefiero las tres dimensiones, estas a mi modo de ver son la quinta
esencia de la escultura.
visión de escultor…?
porta decirlo, creo que me puedo considerar un maestro vidriero porque son
muchos los años que he trabajado con el vidrio. Fue sin quererlo un medio de
hay que reconocer que en este estudio se han ganado verdaderas batallas en
el campo de la vidriera durante muchos años, pero ahora estoy en esta etapa
Este pie del San Juan, que estoy terminando, te lo voy a dedicar a ti, Tomás.
Pedro María Laperal, amigo personal de Higinio, que está presente en esta
grabadas en la madera como en papel dentro de las figuras ha sido algo usual en
con el conocimiento de las personas o instituciones que han hecho el encargo. Pero
y ellos las cortaban como les daba la gana, ahora yo las llevo ya cortadas y pre
H.V. - Casi siempre, aunque a veces he sabido modificar y adaptar la idea del
cliente. Por ejemplo, en otra obra referencial mía donde tuve que convencer al
mientras mantuve el mio de treinta y cuatro millones con una materia como era
H.V.- Tú participaste modelando en una figura que se hizo para León, también re
cuerdo que fue tu primer vaciado en grande; aquella figura a caballo entre el moder
nismo y la abstracción podría ser esa obra referencial en mi trabajo como escultor.
Para terminar, Tomás, te diré que uno elige una profesión para toda la vida
contra…, el otro día mi hija (la periodista) me dice: «Papa, cuando termines
este encargo ¿qué vas a hacer?». Queriendo decir, sin mala intención, es más
quiero pensar que con muy buena intención, «¿cuándo te jubilas?». Yo contes
té: «para bien o para mal, no os dais cuenta que vuestro padre tiene una profe
sión que ama desde niño, y que sigue y seguirá con ella mientras tenga salud.»
Tomás Bañuelos (T.B.) -¿De dónde nace tú interés por el arte, y concreta
entorno familiar donde había una cierta actividad artística. Nuestro padre era pro
por Carlos III en la Academia de Bellas Artes de San Fernando hacia 1774.
Ferrant, Marco Pérez, etc. Pudimos contemplar con admiración, en estos lu
esta profesión. Creo que fue en estos ambientes donde comenzó a germinar
y formación artística parten del taller de mi padre y las relaciones con otros
en la Calle de La Palma. Asistía a las clases de Dibujo, Historia del arte, Mode-
de las esculturas antiguas que allí se conservaban. En este gran museo pude
obras de los artistas griegos, Fidias, Mirón, Lisipo, Praxíteles, etc. Frecuenté
también por la noche las aulas de Dibujo del Natural, instaladas en el torreón
esta Academia por un período de cuatro años, y es allí donde creo que pude
interesé especialmente, quizá influido por las obras etruscas, por la escultura
atentamente, a la vez que admirar, la obra de Fidias: los Frontones del Partenón,
pues toda la obra de Fidias que se conserva estaba allí reproducida. Sentí y
siento aún hoy día un gran entusiasmo por otras obras, muchas obras griegas:
todas estas obras siguen siendo para mí una gran fuente de aprendizaje.
entre los que más admiré puedo citar a Martini, Marini y Manzú. En España he
trayectoria artística?
artistas que han ejercido sobre mi propia, obra aquellos que yo defino como
una legítima influencia y han influido de una manera diversa en los sucesivos
época los artistas que tuvieron alguna influencia en mi obra, o por mejor decir:
que algo me enseñaron, fueron tal vez los escultores italianos modernos que
Recuerdo que estando con Antonio López en Milán en el año 55 ó 56, inten
tamos localizar un gran relieve de Martini, que conocíamos por una fotografía
y que parece ser que realizó para un hospital, pero no logramos verlo, ya que
que tal vez fuese destruido durante la II Guerra Mundial. Hoy, sin embargo,
toda mi admiración, y creo que fuentes de toda enseñanza, son las antiguas
Grecia. Son unas culturas en las que “lo que de verdad” el arte debe contener,
en el realismo o figuración?
F.L.H.- Brevemente podría decir que mi inclinación hacia una manera de enten
artísticos. Pienso que el arte ha sido figurativo o realista desde las culturas más
antiguas y no veo una razón para que cambie justo en este siglo, pues la es
pecie humana no veo que haya cambiado gran cosa en estos pocos años. Lo
que entiendo que se ha tenido que acuñar a partir de la aparición de aquello que
o realista no se hubiera aplicado por innecesario, pues todo arte era figurativo.
Dice Pessoa en una nota al caso: “En el más pequeño poema de un poeta
Creo que este pensamiento puede aplicarse al arte de la escultura: en la más pe
queña obra de un escultor debe haber algo por lo que se note que ha existido Fidias.
en general?
neral quisiera responder recurriendo de nuevo a una cita literaria. Esta vez de
poco lo que se puede aprender sin auxilio ajeno. No olvidéis, sin embargo, que
como auxilio ajeno es lo aprendido y es innato lo que nadie nos puede enseñar.
F.L.H.- Como enseñante no sé si he aprendido algo, tal vez sí, pero se trata de
un profesor eficiente. Éstas han sido, durante mi prolongada labor docente, unas
ción son una misma cosa” (A. Machado) Pero la enseñanza del arte es más in-
concreta; ¿de qué forma se debe enseñar para ser eficiente? ¿Cuál es el método?
oí a Antonio López hablando de este tema; dijo que el arte se puede aprender
pero no se puede enseñar. Creo que esta frase contiene algo de verdad.
Camino ya de cesar en esta actividad docente sólo puedo decir que quizá algo
F.L.H.- Para mí, cada obra, cada trabajo es como empezar de nuevo, cada pro
yecto es una novedad y me siento como el escritor no muy dotado ante la hoja
en blanco. Cada obra que emprendo es para mí como la primera que realizo,
una aventura de que no sé ni la ruta ni el final, pero con la ilusión de que esta
los principios no sabría qué decir, tendría que verme en esa situación lo que es
para mí cada obra, como cada día, es empezar de cero, como cada mañana es
una novedad pues no ha habido otra igual antes. Tampoco sabría hacer algo
F.L.H.- Hoy por hoy no pretendo llegar al sentimiento del amante del arte ni
pregunto si mis obras, tienen algún valor o no tienen ninguno. Si a veces las
expongo es porque así lo dicta el guión, son las reglas del juego actual, pero
cada vez siento menos el deseo de mostrarla. Hacerla y emplear todo el tiem
po que la pueda dedicar para terminarla lo más perfecta que mis facultades me
Sólo en la juventud tuve ese interés por darme a conocer, lo que es compren
F.L.H. -En cuanto a mi programa de trabajo puedo decir que no sigo una disciplina
oficina, los cuales han de cumplir con su horario y su jornada de trabajo establecidos.
hasta la noche sobre la nueve o las diez. Este horario se alterna con estancias
clases en la Facultad de Bellas Artes. En todo caso se trata de una vida algo
que cada día y el propio trabajo constituyen por sí mismos una novedad.
F.L.H.- Las pocas obras públicas o monumentos que he realizado he tratado casi
siempre de afrontarlas como una obra personal, siempre que me ha sido posible.
Como siempre he trabajado con modelos pues no sabría hacer nada sin ellos; en
todas las obras públicas que he podido he recurrido a modelos de mi entorno. Así
Talia instalada en el teatro de Rojas de Toledo. Así podría enumerar algunas más,
T.B.- Respecto a la técnica, ¿qué medio es con el que te sientes más cómodo?
mis obras de la técnica del modelado en arcilla, una manera en todo semejante
a la utilizada por nuestros escultores de fin del XIX y principios del XX (Blay,
Benllure, Querol, etc.). Este medio permite cambiar y corregir la obra en cual-
acercar a la pintura. Como no soy pintor, por este medio puedo acercarme a
este arte, y aunque no se sirve del color para su manifestación, se pueden lo
grar una gran escala de valores y matices que se pueden aproximar a éste. Se
varía por sus dimensiones y formato pero estas exigencias la rinden, en mi opinión,
igualmente atractiva e interesante. Puedo decir que practico los tres medios con el
mismo interés y entrega; todos ellos son para un mismo vehículo de expresión.
que no sé hacer otra cosa; no sé hacer nada sin un modelo. El más pequeño detalle
tengo que tenerlo delante para poderlo representar. Necesito una mano real pre
sente si quiero modelar una mano y así sucesivamente. Pienso, por otra parte, que
la historia) lo cual ya no está en mi mano decir o creer que estoy en esa situación.
mi hijo, los amigos y los hijos de mis amigos, tanto por un sentimiento afectivo
Practico también el dibujo, pero no como escultor sino como pintor en blanco
y negro, o sea, sin color. Trato de representar con el dibujo el espacio y la luz,
F.L.H.- Para mí el fin de la escultura como de toda obra de arte es dejar aquí algo
que tenga algún valor cultural y merezca ser conservado durante algún tiempo
mayor empeño por alcanzar la perfección que nos permiten nuestras facultades.
Julio López Hernández (J.L.H.) - A esto tengo que contestar que considero que
orfebrería religiosa cuya decoración ornamental eran temas que ilustraban to
dos los trabajos que se hacían como custodias, cálices, centros de altar. Todas
por las mañanas hacía un dibujo lineal para útiles de fabricación para piezas
Allí daba clases un famoso escultor que yo admiraba, sabía que como medio
de vivencia él tuvo que hacer una labor un poco parecida a la mía, trabajar en
casa del cura o talleres Granda. Este escultor ya asmático y un poco amarga
dedos pulgares ahondaban en las cuencas de los ojos, las depresiones bajo el
pómulo dejando nítida y precisa la definición de los maxilares. Sin decir nada,
la escuela superior de Bellas Artes con sede en c/Alcalá 13, el primer escultor
los imperativos de un orden ortogonal. Los cuatro planos que describían los
bordes del tablero del caballete tenían que definir el tamaño y la inclinación
modelo y trabajo para que nuestra mirada las abarcaba sin equívocos. Sin
ofrecer mucha dificultad. Este método de ver todo desde cuatro planos
perpendiculares entre sí, circulando por todo el espacio escultórico, es algo que
no tan tradicional, una escultura que puede valorar no ya en igualdad sino con
más énfasis el espacio que la masa, este modelo de mirada ortogonal, puede
fue escaso porque seguíamos yesos en volumen redondo, igual que hacíamos
Las partes fundamentales de la figura así como sus miembros más pequeños
Recuerdo que nos hacía comprender esto hablándonos del relieve: en éste
Cuando pasamos del relieve con fondo inactivo, es decir, como simple soporte
en el que apoyar la narración figurativa con afán espacial, el que quiere colocar
mayor al tiempo que es inferior al retroceso físico del plano (fondo o plano soporte).
Las posibilidades espaciales de un relieve eran tanto más limitadas cuanto más
vez de situar las figuras sobre un fondo plano que se correspondía con los límites
del fondo y situó la acción detrás del plano del relieve, la perspectiva lineal era
la que hacía posible el efecto. Parece que nos hemos desviado de la pregunta e
Pero tengo que decir que Laviada, a quien lo visitaba en su estudio alguna vez,
de su estancia en Roma, donde había tratado entre otros a Arturo Martini, escultor
esto con el trato a otro de los profesores de entonces. Este era Chicharro hijo,
informal magisterio.
Alberti con su libro sobre “los ángeles” se hermanaba con el generoso impulso
grandes espacios históricos, tendría que decir que curiosamente mis primeras
esculturas de Juan Guas o Gil de Siloé, “la mujer adúltera Compostelada” con
“el Doncel de Sigüenza” junto a la corte palaciega de Nam, con sus personales
de tan variada psicología, formaban todo un credo estético para mí. El realismo
Recuerdo que empecé un torso de chica y que aquel torso no llevó buen
loca del camino. “La loca del camino”, que está influida por Arturo Martini, esa
pleno rendimiento?
tor, muy bien formado, muy clásico, muy sólido, Comendador. Era el escultor
nuestro, para nosotros y para Franco, y luego, pues bueno ese especie de
revisión que hacía soñar con nuevas imágenes y con nuevos artistas y nuevas
cosas. Para mí me llegaba una nueva influencia muy ibérica, romántica a más
no poder de Alberto. Como sabía yo que había sido un escultor, que había
tenido que emigrar a Rusia y que había trabajado con los más modernos de
antes de la guerra, pues este hombre Alberto era un mito; era mítico, era soñar
con aquellas producciones surrealistas y tal y todo esto llegaba como una gran
ilustración y la cogías con una gran emoción y además te servía muy de poso;
inventaban muchas cosas a partir de mirar una imagen que era esquemática
con Arturo Martini por ejemplo, y con un escultor extraño de muy poco nombre
que ha tenido una evolución que no he visto yo más y que se llamaba Ernesto
Vifiori. Ernesto Vifiori era un escultor que trabajaba en Italia un poco antes,
un escultor alemán que también fue de los disidentes y que se suicidó y era
alemanes que es Lembruch. Lembruch para mí también era una de las influen
esas Venus alemanas tan delgadas, esquelético, con esas piernas tan largas.
ya en el realismo y la figuración?
bamos conforme con ello. Veíamos que estaba emergiendo el arte abstracto.
Vino una exposición muy importante en Madrid que se llamaba “Arte otro”,
que teníamos que hacer era la modernidad pero a mí me creaba unas dudas
derno. Por otro lado, la revisión del arte antiguo siempre nos daba pautas para
fícil. Allí había unos personajes dolientes, tristes, que no encajaban en el juego
ciones antiguas en las que en la vida del hombre estaba potenciada al máximo
fui a Italia, visité e intenté visitar y empaparme de los artistas de los que me
J.L.H.- Yo fui a Italia sobre el 58, llegué con el afán de ver todo aquello y de aspi
memoria de lo que querías hacer en aquel viaje para disfrutar de aquella beca.
Había puesto unas visitas al arte antiguo a los museos y demás creaciones de
los escultores del renacimiento y luego asistir a clases en Milán con Marino Ma
rini y con Fachini, y con el Greco si podía ir. En esta situación yo viajé con ese
afán; visité lo antiguo y luego llegué hacia arriba y ya de vuelta hacia Milán y ya
allí me matriculé en la Academia Brea para ver a Marino Marini. Marino Marini
de viaje al norte y que iba a estar muy poco tiempo dando clases, que no coinci
diríamos apenas. Estuve en las clases de Marino Marini. Allí todos los alumnos
pues, una chispa de algo original, de algo creativo, de algo que buscaba otras
mucho interés siendo la primera vez que vi una obra de Bacon en aquella ex
bamos, pero sí parece que gravitaba sobre nosotros esa idea; entonces pues
Ese esfuerzo por describir lo que habíamos pensado, lo que habías visto, lo
que habías asimilado del viaje, me concienció también con mayor seguridad
de que había que buscar algo personal. Y bueno, el viaje nos confirmó en la
T.B.- ¿Qué me puedes decir de las esculturas en las que juegas con vo
bar en la escuela intente por ese lado, llegué incluso influido también por le
janías estrañas. Henry Moore gravitaba ahí bastante, pero llegué a hacer un
que eran como vegetales, como hojas, pero que dialogaban mucho.
T.B.- Háblame del proyecto que hiciste con Higueras o ¿con quién lo hiciste?
J.L.H.- Si, con Higueras, bueno, uno de los primeros concursos a los que nos
que emergía y que pintaba unas acuarelas muy interesantes; teníamos una
era una realización también simbólica, con una fuente con un chorro de agua
inexistente que se elevara hacia arriba. Higueras ideó una especie de torre
cias porque era una estructura de punta de diamante, o sea, eterna. Hicimos
sin que se cayera. Fue una torre que queríamos instalar en la Plaza de Cas
ración de conquista y esa imagen del caballo resuelta con huecos, con formas
que me estaba dando Henry Moore, y de ahí surgieron una serie de cosas:
“el Pastor”, “el Hombre del perro”, en fin, hice una serie de cosas que fueron
desembocando en otras...
como claro caballero de rocío, por lo que yo imaginé esa figura como pensativa
donde se moría Elisa. Elisa se ahogaba y este pastor nevoroso que es otra de
J.L.H.- No, eso tardó, tardó un poco, no surgió tan espontáneamente, ni tan
tura, porque yo pensaba que la escultura debía tener unos soportes técnicos,
tico, que lo románico, que lo clásico, resolvía la vestimenta por ejemplo de las
figuras con unos métodos del doblaje, del plegado, la solución plástica. Había
la realidad fuera más poderosa. Considerando que ese método y ese sistema
actual carecía de ellos. Era muy difícil estructurar el ropaje de las personas
actuales con esas chaquetas, las faldas cortas de las mujeres…, para que
aquella figura de Miguel Angel de muchacho acocorato, que es una figura que
he visto muy poco después, que está por ejemplo en Leningrado y que no se
ha hecho expansiva. Hice una figura de un niño, un chico vecino mío que iba al
esos de corte muy tradicional que se ponían los niños entonces que parecía
estuvieran sujetas bajo una dinámica que no presentaba tan claramente la ca
rencia de unas faldas largas ni nada, sino que agrupara la figura y al encerrarla
del niño jugando con el barro. Después hice un retrato de Esperanza, mi novia
fregona, es una mujer que pasa el paño elegantemente por alguna cosa que
acocorata, estaba sujeta a que los plegados pudieran tener una energía de por
sí, por el movimiento al que los obligaba la propia circular. Eso me sirvió de
apoyo, pero después dije: no, hay que coger el toro por los cuernos, hay que
ir a la realidad que se nos presenta diariamente; fue entonces cuando por dar
clases en la escuela de Artes y Oficios, tenía contacto con alumnos que en
traban y salían de allí, y encontré a una chica afín, un poco asustadiza, como
una persona de otra época, la cabeza se caracterizaba por una cara un poco
nas quedaran al aire, que no hubiera equívocos. Aquello fue el desafío que yo
acepté con aquella escultura que se llamó “Úrsula” y que ha tenido un gran
Estos fueron los caminos por los que se fue imponiendo y abriéndose una
Juana Mordó causó mucha impresión a artistas que venían de fuera y que
Yo creo que esa formación del artista, “si nace o se hace”, que se viene dicien
do tantas veces, con seguridad no te puedo decir que sea así de excluyente:
tiene una influencia o no. En lo que sí creo más es en el ambiente que propicia
J.L.H.- Bueno, yo creo que es ahí donde está una cosa que podemos consi
derar con dos vías de solución: por un lado el ambiente que te influye y que te
taller de mi abuelo, con su orfebrería, con su metal, influyó para que yo fuera
para que eso suceda, también puede ser causa de que suceda lo contrario.
artista plástico, de obra manual, pues puede que exista en él una rebeldía,
una manera de no querer ser igual; y entonces se incline a una profesión to
también tiene un ego muy marcado; quiere ser el mejor y el primero, y el único;
hoy también marca eso. Eso también está ofreciendo un punto, un punto de
No sé, ¿tú que ves?: ¿todos los genios, todos los artistas conocidos tienen
personalidad de artista? Picasso.., bueno Picasso igual sí. Picasso si tiene per
los grandes artistas del pasado he visto un ingrediente muy poderoso y muy
que esto sea motivo de que el arte Moderno no tiene que tener amor, pero antes
hay que amar. Antes, hay amor, en lo de antes se traduce un amor, una dedica
ción, una entrega hacia algo, es como un débito que tienes con el mundo, con
J.L.H.- Yo creo que Dalí es artista, tocado por un afán de notoriedad grande,
una sociedad estructurada bajo las leyes del comercio y del marketing; hacen
sustenta bajo la idea de que te tienen que comprar el arte. El arte lo tienes que
te dan que vale también, que es el dinero. Yo creo que cuando antiguamente el
sistema, que se subvenciona el otro, que parece que sin ellos no podría existir
arte moderno, pues el arte pasa a responder a esas exigencias que establece
no tenía por qué comercializar nada. Y luego están los otros artistas de cada
época, que sí estaban deficitarios de esa oportunidad que tenía Velázquez, por
ejemplo, de trabajar con plena libertad, como pudieran ser Zurbarán o Alonso
Cano, que obedecían a los encargos. Los encargos los originaba la Iglesia,
tesoros artísticos, no los acumulaban: los encargaba para que fueran un mues
trario ante los fieles de ideas y de cosas; pero no existe un afán de colección,
de coleccionismo y de enriquecimiento.
T.B.- Eso me sugiere otra pregunta interesante, acerca del artista que
por etapas en que estaba a favor de una cosa y por etapas en que estaba a
encargar porque no se sabe cuál va a ser. Todavía no has hecho nada, entonces
es difícil que la clientela sepa. Y en ese artista joven que necesita vivir, induda
día a ella como mejor podía, y hacía un encargo. La primera creencia que esto
esa coyuntura pero enseguida me di cuenta de que no tenía por que ser así,
no tenía por qué ser tan conflictivo; podía hacer un encargo que fuera afín a
decía a mí mismo “y ¿por qué tiene que ser ahora distinto?” No concebía a ese
artista que decía “yo hago esto pero para mí hago otra cosa completamente
viene cuando analizas el peso, la gran densidad del arte antiguo, lo que tiene de
autor sólo, lo necesita toda una sociedad, eso me parece que es de una gran
fuerza, y de un gran aliciente para la buena, la gran creación del arte. Pero tiene
que coincidir que los intereses del que encarga y los intereses del artista sean
no debilita para nada la posibilidad de hacer un gran arte. Otra cosa son los
genios, hechos aislados, ejemplos especiales como pueda ser Velázquez que,
sin romper ninguna norma, -aunque tampoco tiene muchos encargos- camina
hacia una pintura originalísima, sin destrozar nada, sin desequilibrar nada de lo
que se espera de la pintura, es casi igual, aunque sea muy original, y no tiene
que tiene es una libertad maravillosa, es tanta la libertad que tiene Velázquez
primitiva? Hoy lo vemos bajo la óptica del artista, pero no siempre fue así.
J.L.H.- Efectivamente, todo el arte primitivo, todo arte salvaje si quieres, arte
tectónico, es arte que nace de la incógnita que te produce la vida y eso, ya sea
en algo un respetuoso y muy importante para la vida del hombre, por lo que
yo creo que esos objetos hechos bajo esa tutela, da igual que sean arte o no,
son tan importantes como el arte, con lo cual, para mí, se convierten en arte.
Maravilloso es ver al ser como cree en algo toda la vida, como ve a ese animal,
con qué cariño lo ve, con qué necesidad de apropiarse de él. Esa actitud de
es algo que no se puede hacer mejor desde los postulados del arte. Porque los
postulados del arte especularían con la estética y con el gusto por eso. Contra
todo esto, yo me pongo muy nervioso y, entonces vas a ver a Rubens o toda la
pintura palacial de la época del Barroco y el Rococó, y entonces digo que eso
punto de mira?
creo que efectivamente hay sugerencias, hay un factor filosófico, un factor que
transmite las experiencias de una cosa en otra; juega con las palabras, juega
con el espacio, juega con muchas cosas. Pero sí hay también otra cuestión
y es que creo que, efectivamente, el arte de hoy en día, tan extenso como
se ha hecho, con esa libertad tan absoluta, ha abierto la puerta para que ese
espíritu creador primigenio del que hablábamos con respecto a las pinturas de
una formación regida por tutelas académicas; ahora, también puede llevarte
al caos, no sé.
zar, si se te diera la posibilidad, pero sin lo que supone romper con toda
¿qué sugerencias existen ahora en el arte ante las que pudieras sentirte
débil y dijeras: “yo iría por este lado”? ¿O seguirías haciendo realismo?
decir. Pero te puedo decir que, por ejemplo, soñaría. Yo soñaría, porque si
J.L.H.- Eso no lo sé, porque hasta podría llevarme a lo abstracto eso que te
a mis hermanos, a mis coetáneos, y de volver esa imagen hacia la vida que
miso ha sido el lastre para que la obra tuviera en algunos momentos algo des
que, indudablemente, los grandes artistas que se han perfilado así como yo
pienso que podría haber sido mi carrera, son estos que han dejado la huella
puede llegar hasta Giacometti, que puede ser Bacon, y puede ser gente que
ha perfilado toda su obra bajo una directriz única y que expresa siempre lo
mismo. A lo mejor, eso me hubiera gustado a mí, pero no sé por qué camino lo
hubiera podido llevar. Y por otro lado, ese compromiso generoso con la vida y
temente está presente. Tienes alguna escultura, como la del burdel del
como una frontera entre un estado y otro; o sea, la obra se perfila como fronteriza
entre algo que ha existido y algo que tiene que existir. Eso es el gesto también.
T.B.- Hemos hablado de muchas cosas; otro asunto en el que sería intere
que pensaran de tu obra? Porque hay algunos artistas que hacen las
obras al margen de quien las vaya a ver. ¿Existe en la obra de Julio López
acerquen a ello y que traten de comprender el mensaje que entrañan, sin asus
tar. Por otro lado, sé que esto no es suficiente, aparte de no asustar tiene que
reduciendo y todo ese bagaje está inmerso en la actitud de las manos. Esto es
uno de los motivos por los que yo he hecho escultura fragmentada de manos;
creo que es donde la sensibilidad de las personas está fluyendo, están siendo
como unas antenas que emiten esas situaciones. Las manos son expresivas de
muchas cosas, son las características de muchas cosas, puede haber manos
limpias, manos líquidas, manos secas, manos abruptas; todo ese bagaje de las
manos… Y pueden ser manos que acaricien, manos que repelen. Esa doble
los motivos por los que la gente se puede sentir atraída y sugestionada. Porque
algo. Este es el sistema que utilizo para mí, pero se puede decir que en general
obra no rechace al espectador, no esté diciendo: “tu eres un bestia, tu eres una
esquemática, simbólica, que está sugerida más que explícitada. Eso es aludir
qué esa diferencia entre ese pequeño mundo, donde tu obra enlaza con
J.L.H.- Yo creo que la medalla, al referirse a que todo lo tienes que circunscribir
realidad nuestra, la física que nos rodea, pero en realmente no es así, asimila
físico muy semejante al tuyo, paralelo al tuyo, consustancial con tu propia exis
tencia, tú la tocas, y además, ves una escultura que desde un punto de vista
inicial te está sugiriendo cuáles son los otros puntos de vista, nunca te vas a
encontrar sorpresas, no hay nada oculto, todo se mueve de una manera cir
cular y todos los elementos son reconocibles desde todos los puntos de vista
realidad se puede representar con otros órdenes y con otras leyes porque ya
es. Y además una cara de la medalla te impide ver la otra, nunca puedes sos
pechar qué va a haber en el otro lado de la medalla. Es decir, eso que ocurre
medalla una parte es oculta a la otra, es un juego de sorpresas, ves una para
sorprenderte con lo que vas a ver en la otra, que tiene una correspondencia,
plementan diría yo: el anverso complementa al reverso, pero aún así tienen
T.B.- ¿En cuál de los dos: anverso o reverso, haces una reflexión más que
J.L.H.- Quizás, por aquello de que el anverso tiene que referirse más directa y
naje, es la lectura que tienes de su manera de ser, de su entidad como ser hu
mano, de lo que representa para ti. Y por supuesto da origen, precisamente por
esa composición expansiva, a que imagines muchas más cosas; ahí es donde
poras al retrato; es ser fiel a una imposición externa, que es el personaje que
se hizo aquella mañana, celebrando ese día en los jardines de casa, y algunas
fotos que se hicieron como recuerdo me sirvieron de base para iniciar aque
lla escultura. Entonces empecé a modelar con ella, posándome, estaba muy
fresco todo lo que estaba haciendo, era muy directo, ella tenía una expresión
para ella, debía de tener algo en las manos, no sabía muy bien todavía lo
que era; pero la situación de que el estudio estaba lejos de casa y ella tenía
más cosas que hacer fueron provocando una serie de inconvenientes que me
tuve que abandonar aquel estudio porque me trasladé, tuve la suerte de com
veintitantos años tuve que volver porque había que hacer obras en el estudio
nuevo. Y recuerdo que recorrí el espacio –que entonces hacía las veces de
había cuidado, no tenía todavía los brazos hechos, las manos: estaba todo
agrietado. Bueno, encontré que aquella figura, aquel barro seco, agrietado, su
de una flor, era precisamente la muerte de una flor, y yo quise recuperar ese
ceras introducidas en sus grietas, lo hice sólido, lo pude acabar un pelín más
pero sin alterar la presencia de ese acto que había provocado veinte años de
espera y dejé que se pudiera hacer un molde; la completé con unas manos
que sostenían una flor muy ajada, muy abierta, una flor que se expandía en
J.L.H.- No, las tuve que hacer después. Había pedido un molde, pero muy
fragmentado, que tuve que hacer después, porque no tenía suficiente material
guardado, pero yo creo que encajaron muy bien; por otro lado, lo bonito es que
parece que está refiriéndose a la escultura: «Entre los pétalos de arcilla nace,
decir, cuando mis temas nacen de la realidad, nacen de algo con lo que yo he
las lentillas por la noche con unos líquidos especiales y en un estuche para po
der usarlas al día siguiente, vi ese punto mágico como de atención delicadísi
ma, que es como cuidar tu propia luz, al meter las lentillas en la cajita. El hecho
me sorprendió tanto, lo vi con tal aliciente, que rodeando esa imagen me hice
íntimo, muy delicado y transparente; ese dibujo que hice con Marcela, y en él
orantes de las tumbas de las iglesias y me pareció bonito aludir a eso, quitando
la parte alta del espejo es el relieve bajísimo de la cara de ella con el dedo que
extrae la lentilla del ojo, es el momento en que extrae la lentilla con el dedo
donde se hace más patente la lucha por mantener esa vibración. Yo creo que el
cuerpo humano vibra, palpita, respira, todo ese organismo físico y vivo es el que
quiero reflejar al erosionarse la superficie, sin que se defina por nada determi
nado sino que pueda moverse y pueda sugerir otras sensaciones. Entonces, en
que son las que provoca un trabajo directo con el natural. Cuando quieres captar
que son las que han sugerido esas roturas. No las puedo hacer inventadas sin
el modelo, las roturas vienen dadas porque estoy conviviendo con el modelo
las escenas del Metro, esas esculturas de la mujer viuda del colchonero, esas
otro ambiente. Supongo que es algo que le debe ocurrir a todo el mundo, la
sospecho que sufrí, después de pasar con mis padres en Tetuán de las Victo
rias, en Estrecho, una vida muy rozada con los obreros, con los talleres, fue al
casarme. Mi suegro era médico, y eso significaba que ya era un estadio superior.
Enseguida comprendí que aquel médico, aquel hombre que veía a los seres
por dentro y que los intentaba sanar, tenía otra visión; intenté penetrar en el
ser humano, ver por dentro de él, no el exterior, sino el origen de su padeci
Antonio López (A.L.) -Yo no he hecho otra cosa que pintar, me gusta la gente
Hay gente que trabaja en ese espacio entre los dos mundos, las cuevas de Altami
ra son un relieve pintado como las cosas de Lucio Muñoz o las cosas de Barceló.
Aprovecharon las formas de la roca para que los cuerpos de los animales tuvieran
dentro y enseguida lo saca fuera, lo que es difícil es tener delante esa posibilidad.
T.B.- ¿Cuándo se tiene conciencia de hacer Arte? Porque yo creo que los
que pintaron Altamira no sabían que estaban haciendo una obra de arte…
A.L.- Yo creo que a lo mejor si la tenían y que había alguien que era tratado de
una manera especial por los demás, los artistas enseguida empezaron a firmar
cerca de los sacerdotes; es el poder del espíritu sobre sus compañeros, sobre
nace para pintar, aunque luego a lo mejor no pinte, creo que en el ser humano
hay mucha variedad, lo mismo que hay seres hermosos... otros son artistas…
lo que es una maravilla es ver los pocos casos en que realmente la naturaleza
ha creado eso como crea una montaña, y eso sí existe. Mi tío, cuando vino a la
persona de eso que está en una menor dosis repartido en otros seres humanos, es
como está ahí acumulado todo lo que es talento para hacer una escultura.
T.B.- ¿Tiene algo que ver la sociedad donde uno vive? ¿Esta sociedad es
A.L.- En cantidad sí, no hay duda. La cantidad de gente que ingresa en Bellas
puede mejorar. Se pensaba que la pintura del XIX era mejor que la pintura del
XIV, y ahora vemos que no, que cuando el hombre acierta, acierta por algo tan
sumamente misterioso que está por encima de todas las normas, de todos los
de la escuela hace una pierna mejor que éstas”, ¿por qué es tan grande esto?
te das cuenta de que no es para tanto hacer algo maravilloso, es como el que
canta bien, no es para tanto. Y eso se da desde hace miles de años, tu vas al
de la energía espiritual que tiene. Sales de allí y ves lo demás y esta todo naif,
esto es una conquista de la mirada del hombre del siglo XX, que ha sabido
se cuela tanta gente que te está originando ese caos que invade el mundo del
lo que es, y esto es algo que ocurre por primera vez en nuestra época, porque
siempre ha habido normas. Al hombre le costó muchos siglos hacerse con esas
normas, y se vinieron abajo y costo mil quinientos años hacerse con el lenguaje
llega el siglo XX y entonces esto no vale para nada, cualquier persona puede
mí me vale para ver el arte antiguo, para ver lo que es grande en Velazquez,
tiempo, y ese hombre y esa mujer son como nosotros, se quedarían mirando
al sol o al cielo o a otro ser humano y sentirían cosas que sentimos nosotros.
pintor, lo que cuenta una persona divertida puede ser muy divertido y no tiene
nada que ver con lo de Velázquez pero añade algo a la historia, yo pienso que
nada sobra, pienso que en último caso sobran los impostores, pero toda la
gente, sobre todo los que inician un lenguaje nuevo, a mi me inspira respeto.
A lo mejor habría que pensar que no es lo mismo la catedral de León que una
casa de Tomelloso que tiene mucho encanto pero no se puede comparar el
de la niña de los peines puede tener tanta emoción como Bach. Parece que
escultura hay una relación de más profesionalidad, pero habría que mirar. Yo
el arte de las tribus primitivas, cuando el hombre sabía muy poco pero sabía
expresar cosa muy básicas, muy profundas muy misteriosas, a lo mejor más
T.B.- Ahora quizá estemos dando más importancia a lo popular del arte, como
A.L.- Es que claro se puede llegar a cosas de mucha humanidad, ¿hay un arte
tura y la escultura. Pero yo entiendo que hay un espacio de esa gente que no
tanto sentido y que ha sido tan importante para nosotros, en el siglo XIX era
la paja del siglo XX va a ser muy sorprendente, desde una escultura de Paco
A.L.- Eso no lo podemos saber, a los diez años yo empecé a desmarcar, y antes
no era como ahora que el padre o el profesor estaban atentos; yo tenía unos
primos y unos amigos con los que jugaba y ellos venían a buscarme y yo estaba
copiando una lámina, con un enorme interés que yo no veía en ellos. Indudable
mente ahí pasaba algo. Mi tío empezó a dirigirme cuando vió que ya había un
material, una voluntad de aprender. Yo pienso que sí, que hay gente que nace
con una condición especial, con una predisposición específica para hacer algo.
Lo que pasa es que le tiene que ayudar el destino, pienso, se pierde mucha
gente fenomenal, porque no es posible que haya tan poca gente extraordinaria,
tiene que haber más semillas que no germinan por estar fuera de su sitio.
Iba para una oficina y notaba que no me gustaba nada, a mí me gustaba di
Con trece o catorce años el niño ya puede aprender algo que pertenece al
A.L.- Sí, claro, había que prepararse, estuve dibujando en Tomelloso a los
doce años, todavía los conservo, copias de láminas, de revistas antiguas con
láminas era una cosa muy tonta y que había que trabajar del natural y me puso
el verte sin las andaduras, sin el apoyo de la copia de una lámina. El natural
maneras, lo otro no lo expuse nunca; en el natural hay algo vivo, podrás ser
más torpe o más hábil pero indudablemente hay un sentimiento.
Fue una época fantástica, ahí conocí a un escultor que ahora está jubilado, era
A.L.- Allí conocí a gente que venía preparada de sus provincias y llegaba a Ma
das cuenta de lo dura que ha sido mi época, había tres o cuatro chicos y tres o
cuatro chicas, estábamos cuarenta y cinco, era muy difícil, se querían casar…
París; hace unas cosas abstractas que parecen muy ornamentales, muy sim
ples; un año delante de mí estaban Lucio Muñoz, Julio, Francisco Barón, Feito,
le ha ido todo por los pelos… hacías una exposición y como hubieras vendido
un poco menos no hubieras podido hacer la siguiente, todo iba un poco así.
A.L.- Eran viejas glorias pero no cortaban el bacalao. Un poco tristes, eran muy
mayores. Ahora sois más jóvenes, yo era muy joven cuando di clase. Entonces
era gente muy mayor, claro, la guerra había echado fuera a gente muy inte
cuatro, gente mayor interesante pero del régimen, Laviada, Valverde, Asuar,
eran gente con primeras medallas, muy importantes, pero en aquel momento
sin demasiado interés, porque había una forma de modernidad, que no era la
abstracción, pero era una figuración hecha de una manera muy suelta, recor
tadas las formas con un trazo negro, muy matéricas, esa era la modernidad.
En ese ambiente nos formamos nosotros, con profesores muy famosos pero
sin ninguna credibilidad; alguno te podía decir algo interesante pero como no
primer cuadro de Carrá en el año 55, en Italia, recuerdo una Bienal en el 51,
sí que había cosas; ahí tiene razón Maribel, ahora te las meten por los ojos y
antes tenías que estar muy atento, la gente no se enteraba. Y nosotros, pues
ya estaba. No sólo sabíamos que existía sino que nos seducía extraordinaria
mente, sin conocerlo directamente nos sedujo. A Paco y Julio también, tuvimos
las mismas influencias, ciertas figuras del arte moderno, que ahora no influyen
tanto, como Picasso, Henry Moore, nos influyeron mucho a todos los escultores
en esa época; pero escultores como Julio y Paco se sacudían esa influencia y
en el Louvre, veías toda la obra de Fidias del Partenón. La absorbí igual que
Volví al terminar los estudios a Tomelloso, la idea era pintar para hacer una exposi
ción, para continuar en Madrid, pedí el servicio Militar voluntario y pude conseguirlo.
Una vez Paco me propuso ir a una librería a ver a un pintor fantástico, el pin
ejemplo lo que te decía Lucio de la materia, «la materia puede ser un valor con
A.L.- Muchísimo más, infinitamente más. Se daban cuenta de que habían per
dido el tren, que el alumnado se les escapaba; pero si hubiéramos creído más
en ellos nos hubieran sido más útiles. Profesores en la época de mi tío de los
que se habían quedado en Madrid eran Julio Romero de Torres, Sorolla, Be
más extraordinaria pero no era gente que interesara. Lo único que hacían era
dejarnos trabajar, ahora oyes a alumnos que se quejan de que quieren trabajar
más despacio y no pueden..., entonces no. El gran apoyo que tenía entonces
el alumno era el trabajo, te hinchabas a trabajar y pintar. Si te las arreglabas,
mirabas libros, hablabas con gente, pues podías formarte, salías con un len
A.L.- Nunca me he salido de él, yo me doy cuenta ahora de que nunca me salí.
Veo ahora las cosas de esa época, de la época en que mi padre me considera
ba muy moderno y estaba muy preocupado porque decía que me había salido,
me había estropeado en Madrid, que mi tío me miraba con recelo y ¡era una
Pero en aquella época tenía uno esas ilusiones: unas metas y unos referen
hecho nada fuera de esa búsqueda, pero quizás cuando te estás formando no
sabes muy bien dónde vas, ahora tampoco mucho pero sabes un poco más.
T.B.- ¿Tuviste una época en que eras más intuitivo o siempre has tenido
que apoyarte en la medida, en ese estudio minucioso de la naturaleza?
A.L.- Yo lo que sí notaba era que tenía que apoyarme en un motivo, el punto de par
tida tenía que pertenecer a mi espacio de observación, es decir, mi hermana que
leía, un niño que tira a un pájaro en la terraza de mi casa, unas mujeres en el patio
de las parras… era una pintura muy biográfica, yo ahora lo veo, antes no lo veía.
La figura de mis padres, mis abuelos… todo muy personal, me pertenecía mucho;
era una parte de mi vida lo que estaba pintando, eso siempre, desde el principio.
A.L.- Es igual, yo recuerdo uno de lo primeros relieves, una chica que anda, un ba
jorrelieve. Empecé a hacer escultura cuando acabé los estudios de pintura, porque
el horario era tan apretado que no teníamos tiempo. Cuando empecé con el relieve,
vi una chica, que me parecía maravillosa, por Cuatro Caminos, y fue el punto de
partida de un relieve; le incorporé mas cosas, pero siempre había un punto de par
tida de algo que aparecía en la realidad, no podía hacerlo de otra manera.
Pero ese modelo desaparecía enseguida, luego tenias que hacer apuntes o
fotos para ver como hacías el árbol, una pareja de novios, etc.
A.L.- Eso fue en el año 1964, me llamó Villaseñor, que era profesor en la Es
cuela, un pintor con mucho prestigio. Fui a visitarle, le había tratado muy poco,
y me dijo que si quería dar clase en la Escuela, que quedaba una clase libre, la
clase de bodegones, y pensaban que yo podría darla. Entonces tenía 28 años,
y dije que sí, con una ilusión loca. Yo entonces estaba preparando una exposi
ción en Nueva York y noté que me metía en un lío. Yo ya vivía de la pintura, ex
ponía en la galería Juana Mordó, con Lucio, con Saura… yo he estado siempre
con esta gente moderna, por eso yo no me he considerado distinto, teníamos
los mismos coleccionistas, la misma galería, yo no notaba mucha diferencia.
No me costó trabajo, no soy una persona desahogada, soy más bien tímido,
pero notaba que tenía cosas que decir. Eran recién entrados en el curso prepa
ratorio, estaban allí los mismos pintores y escultores, lo hice porque me hacía
ilusión (porque se ganaba poquísimo), un año o dos después hubo una gran
subida, pero en aquel momento no ganaban nada.
A.L.- Aprendí que a fuerza de decir lo que piensas acabas afirmándote en lo que
piensas. Que aquello que tenían delante merecía un respeto. Aquellos cinco
años, a lo mejor hubieran sido iguales sin dar clase, pero es como si dices que
hay que ser bueno, si lo dices de buena fe acabas intentándolo, yo por lo menos.
A.L.- A los dos años sacaron oposición y la dejaron desierta y entonces estuve
a punto de irme; realmente vivía bien, había hecho una exposición en Nueva
York con bastante éxito; yo notaba que las clases no me valían, y me dió pena
dejarlo…, cada año me nombraban, estuve tres años más y al quinto año vol
vieron a salir, y no me gustaba nada sobre todo una de las personas, y me fui,
Y el quinto año noté además que me faltaba tiempo, y no quería desatender las
clases porque me merecían respeto y noté que tenía que dejarlo. Hay algo de
dejan descansar; cuando quieres darte cuenta te estás apoyando en una serie
de fórmulas que pueden tener consistencia pero que son fórmulas; esa inda
T.B.- ¿Pero cuál es el punto de partida? ¿De dónde sale la idea? ¿Surge
tu propia vida está todo eso, y el milagro es que por algún motivo entresacas
cosas que puedes convertir, las ves como posibilidad de arranque de motivo
nes que puedes ver en un día… y hay unas pocas en un año que son las que
A.L.- Hay imágenes que te emocionan y no puedes llegar a ellas, cosas que
ves de una forma rápida; hay muchas cosas que no puedes hacer, pero hay
otras que sí, y éstas son sobre las que trabajas. En mi caso, desde luego, nace
de algo que está cerca de mí, lo tengo que ver, noto que forma parte de mi
una idea, pero eso es muy infrecuente, por eso me ha costado tanto.
Notas que hay una simpatía o una forma de afrontar cualquier tema, sea una
figuras, veo como en el año 54 hago un hombre y una mujer que eran mis
están desnudos, los desnudé, y quería hacer una pintura, un retrato de una
mujer desnuda en el año 65, y no encontré modelo. Quizá para una escultura
puedes partir de una idea pero la pintura necesita tener el modelo en casa para
copiar la luz, el color..., hice unos bocetos a tamaño natural que los conservo
hoy en día, muy inventados, copiándome un poco a mí, a Mari... El caso es que
no encontré ese punto de partida básico que era un modelo que me interesara
para hacer esa escultura y aparqué el tema, pero me seguía seduciendo esa
pareja, ese hombre y esa mujer desnudos. Entonces usé una modelo de la
escuela, -la chica se parecía un poco a Mari-, hice unas espaldas a tamaño
natural y ese fue el comienzo de estas esculturas. Ya en el año 65 dije “no pue
te decía que me parecía más fácil una escultura que una pintura, como entien
que ha coleado esto, sencillamente por una razón: porque lo empecé guiado
otra manera. Yo quería que esa máquina humana tuviera armonía, todo lo que
Yo pienso que esto son ya unos autorretratos, unas criaturas que son un re
estar bien porque una escultura no se puede hacer con fragmentos de varias
personas, eso es una solución de emergencia. Pero poco hay de cada uno y
mucho de todos.
T.B.- Esa parte misteriosa que hay en tus obras, sobre todo en tu pintura,
A.L.- El arte es un misterio, yo no puedo decir que Leonardo sea más miste
en Sevilla, el aguador…, tiene tanta poética, tan distinta a lo que puede reflejar
con los que he trabajado y de los que he aprendido, un indiscutible amor por el
no, así como la defensa de la realidad como fuente de inspiración. Del mismo
impuesta en la naturaleza del encargo, del mismo modo que le ocurría a escul
Modelado
debe abusar de una técnica pues se puede convertir en el recurso fácil que
vacía de contenido la expresión de la forma; cualquier exceso en el tratamiento
En este apartado nos gustaría destacar también algunas de las premisas fun
que contemplará la obra, de tal manera que aquella pieza que tenga un
punto de vista desde abajo, deberá ser realizada en alto con el fin de
-En la composición, las posibilidades son ilimitadas pero han de ser el resulta
do de la unión entre las sugerencias que proporcionan los modelos junto con
Es muy aconsejable la luz natural y dentro de ésta, la que viene por el nor
te. En cuanto a la luz artificial, es mejor intercalar tubos de luz fría entre
tubos de luz caliente. No son muy apropiados para trabajar los halógenos
pues dan una luz excesivamente contrastada; sin embargo, son intere
santes para contemplar la obra, pues dan aspecto de luz solar, detalle im
por ninguno, pues en este sentido habría que tener en cuenta muchos
vamente, de manera que resulte dúctil para que corra bien al adherirlo sobre
barro más blando o más duro, favoreciendo una determinada factura, marcada
taba en carreta a las proximidades del taller. En una zona soleada, escavaba
barro aproximadamente hasta la mitad, después echaba cubos agua hasta lle
Pasados unos días, la absorción de la tierra junto con el sol, habían acabado
de pella a las que quitaban la parte inferior, que era donde se habían decan
vertir el agua y el barro tal cual sale de la cantera, para que lo expulsen por el
otro lado ya preparado y con la forma que uno desee. Existen en el mercado
tas de plástico o uralita, que en ocasiones constan de ruedas para poder ser
hicieron pilas de hormigón que se tapaban con sacos de yute mojados. Con el
barro excedente de esculturas muy grandes, se hacía pellas que una vez secas
se apilaban. Todas estas tareas eran realizadas por el aprendiz, quien también
preparadas las pellas convenientes al pie de la obra, del tamaño y forma que el
oficial determinase; esto se hacia entre otras cosas porque en invierno el barro
estaba muy frío y al pasar previamente por otras manos ganaba calor.
mazo, paleta o cuña, y en este momento la labor del aprendiz en el pasado era
crucial pues era aquí donde se iniciaba en las tareas del modelado, ya que apar
te de tener el barro apunto a los pies del maestro, podía empezarlo a colocar
construir los volúmenes con más detalle y precisión, circunstancia para la cual
Los palillos
rectas, o en forma de cuña, desde los más grandes a los más pequeños,
por los dos lados, adquiere la función específica de sacar bocados; exis
Esta estructura se hace con unas reglas verticales con base cuadrangular y
encaje con la medida de ésta, por lo que no es de extrañar que en los talleres
Planteada esta estructura con forma de prisma calado y con las reglas verticales
acotadas, haremos una regla horizontal móvil que se anclará con algún tipo de
sujeción a las reglas verticales. Esta sujeción tendrá que ser lo más sencilla
Una vez que tenemos la regla hecha, y hemos convenido desde que lado la
enumerar. Habrá de descontarse, o no, el grueso de la regla vertical para que tanto
donde corra la cala de forma perpendicular a ésta. El útil será lo más estable
pero al mismo tiempo lo más pequeño posible para que no tape las meditadas
la cala; de esa manera la jaula concreta estaría imaginariamente acotada por las
Existen varias maneras para proceder a la hora del sacado de puntos; se puede
en primer lugar puntear el modelo tomando nota de los puntos desde las cuatro
caras del prisma, y una vez terminado se procede sobre el tamaño definitivo a
cala. Por ejemplo, buscamos el punto que nos interesa, comprobamos la cota
cala para penetrar la barrilla hasta hacer contacto con el punto; podría darse
para ello construiremos una estructura muy elemental con perfiles de hierro lo
más resistentes y estables posible. Los puntos que determinan esta estructura
volumen; por ejemplo, en una figura de pie buscaríamos la vertical más larga
que pudiera entrar desde el centro del pie que apoya hasta el centro del
hombro, tomaríamos los puntos clave de ese alma interior que podría ser las
llegar a la superficie donde se sitúa el punto entre cuatro y seis centímetros. Esta
manera nos daría una estructura sintética mermada donde no aparecen los puntos
de superficie, obligándonos a tomarlos con el barro, de tal manera que una vez que
cubrimos la figura de barro de manera esbozada habría de proceder otra vez punto
a punto a tomarlos y colocar sobre el barro unos chivatos; éstos pueden consistir
y a partir de ella, colocaremos los puntos con varilla de acero de cinco a seis
superficie en la que se sitúa el punto exacto. Una vez que se colocan todos,
se habrán de unir entre ellos con un margen entre cuatro y seis centímetros
ña para que una vez colocada la tela metálica, permita la colocación del barro
nuestra trayectoria profesional las dos, aunque desde hace un tiempo nos he
Una vez construida la armadura, se han de tener en cuenta que en aquellos sitios
el caso de que al mojarlo éste se descuelgue. Para que esto no ocurra se harán
unas crucetas que se cuelgan de la estructura, actuando como soporte del barro
de barro con las manos, que se planifican sobre el tablero colocándolas de pie;
manera que éstas penetren lo justo para que se sujeten, dejando que los puntos
Sobre la cruz que podría ser tanto de madera como de metal, se colocará una
se compone por una parte de un listón de madera, el cual se fija con un gato
En el extremo del listón, que deberá ser lo suficientemente ancho como para
en una varilla redonda que va sujeta con un pasador roscado al cual atraviesa,
fijándose por detrás por una palomilla; este pasador permite que el brazo gire
la barra y el ángulo; esta varilla remata con una cazoleta en la que se aloja
una esfera a modo de rótula también con un sistema de fijación; dicha esferita
alberga una cabeza por la cual ha de poder correr una regleta (varilla calibrada
en uno de sus extremos por una cabecita decorativa que facilita su manejo, y
tiene también un anillo con tornillo fijador que corre a lo largo de la varilla (cala),
que sirve para marcar la profundidad a la que está el punto; la cala culmina en
sus piezas están torneadas y se articulan las unas con las otras a la perfección.
sino que su posición ha de estudiarse bien para que entre ellos haya mármol
suficiente de forma que entre con el margen justo la obra a reproducir. Primero
cruz, se va quitando materia hasta que el punto más saliente del modelo, visto
del maestro; una vez fijado el punto se extrae la cala para que no estorbe y se
introduce la cala y se irá quitando piedra hasta llegar a su tope, con cuidado de
no pasarse, y sin llegar del todo al punto, dejando un espacio margen que puede
reservando la medida justa para el apurado con la gradina fina o el cincel. Este
que se libera gran parte del agua de cristalización de tal manera que, si se resti
sión que presenta durante el fraguado que en el caso de las escayolas suele
estar alrededor del 1%. Esta expansión hace que presione contra la forma al
con uniformidad sobre el agua hasta que esta asome por encima. A continua
ción se bate con la mano o una batidora, hasta que desaparezcan los grumos
varios tipos y medidas, paleta plana, espuertas y palanganas, etc. Todas estas
utilizados son:
ro, Ebodur, Arquero, (son diversas clases muy utilizadas dentro de una
deante concreto.
Desmoldeantes:
Reproducción en escayola
gistro se aplica muy fluida, abriéndolo para cerrarlo con unas grapas mientras
se le colocan unas puntas de esparto bien localizadas. Una vez haya fraguado
se prepara una masa fluida que se realiza por «volteo». El sistema de volteo
mente para que llegue a los bordes; esperados unos instantes se vuelve a vol
la escayola se voltea de nuevo (si pesa mucho se hace sobre una mesa) hacia
Con un mazo de madera y un formón romo, sin corte, precisamente para que
Primeramente, con un formón más ancho y afilado, se cortan los puntos que
sujetan la estructura y una vez limpio se comienza con el otro formón por las
Reproducción en Hormigón
áridos y una parte de agua). Existen varias marcas, todas ellas similares, Cos
mos, Aslam, etc. Aslam S.A, por ejemplo, tiene tres tipos:
- 32´5.
asbestos.
tenemos que tener en cuenta por dónde la vamos a llenar, para que el aire no
hacia la boca con ángulos superiores a cien grados, pues el fracaso de muchas
caso el molde debe estar muy seco, para que la gomalaca penetre bien en el
nos permiten realizar. Dependiendo del material, los moldes pueden ser duros,
de, encontramos el vaciado a molde perdido, (que nos permite una sola repro
reciben aquellos compuestos por fragmentos rígidos que encajan entre sí, y son
sustentados por una o varias piezas más grandes designadas como madre o
las más o menos duras. Sin embargo con el avance de la industria química y la
A su vez, este tipo de moldes o negativos han de contar con el apoyo de una
reproducción de más de una pieza, y que se les conoce como moldes mixtos, por
su conjunción de piezas rígidas y elásticas (fig). Estos se utilizan sobre todo para
figuras grandes donde hay amplias superficies planas que no tienen agarre, y su
Existen dos tipos de moldes de silicona: Aquellos que se hacen por colada y
casi siempre de pequeño formato. Se tumba la pieza, calzándola para que no se mue
va y se hace una cama alrededor con el fin de delimitar la pieza a resolver primero.
capa homogénea de barro en las partes más altas, construyendo en estas una
especie de chimeneas de barro de forma cónica; por el otro lado, en las partes
más bajas señalando muy bien cuales son unas y cuales son las otras. Se
vez que fragua se desmonta con cuidado la pieza hecha con escayola y se
quita el barro, para después volver a colocar la pieza. Una vez preparada la
embudo mediante la chimenea que comunica con la zona más baja. A medida
embudo con rapidez «clausurando» ese orificio con barro hasta llegar a la más
alta dejándolo definitivamente con silicona de más para que tenga de donde
sario con un dique de barro, y allí, donde va a estar en contacto con la pieza
Llaves
Las llaves son de dos tipos, de superficie y de borde.
puedan hacer donde el molde contacta con su escayola y donde contacta con
cultura), tiene también la función de llave, al igual que las chimeneas una vez
La silicona directa.
caso. Al principio las siliconas se espesaban con gel de sílice (un polvo muy
volátil), pero hoy en día las siliconas existen tisotropantes que mezclados con
silicona con escayola y una vez fraguada se ponen los pasadores para
que esta admite molde de silicona, pues si no fuese así la silicona po
perderíamos el modelado.
hay que procurar que el registro sea bueno y para ello hay que insistir
mucho empujando la materia una y otra vez para que no queden poros
ni burbujas de aire.
Existe otro tipo de moldes elásticos, los que llevan madre fija. Estos moldes se
utilizan para reproducciones de mucha tirada donde las piezas son grandes,
de una bayeta con una trama de hilo muy grande, procurando que se pegue
bien a la silicona, sin mancharla por arriba para cuando seque construirle por
encima una madre de resina de poliester con fibra de vidrio y una estructura de
hierro dejando al borde una pestaña que, junto con la pestaña que se constru
permitirá montar y desmontar los moldes con más facilidad, al mismo tiempo
molde perdido:
material que impida el que unas piezas se adhieran a otras a la vez que
armar cada pieza con cañas o tubos metálicos rígidos, sujetos a la su
La apertura del molde se debe realizar mediante agua, como factor esen
cial que dilatará el barro del interior, facilitando la retirada de todas las
se insiste con el agua hasta que las piezas se sueltan y se hacen móviles
pudiendo proceder a retirar alguna, comenzando siempre por las que tie-
es preferible quitar las masas que impidan su salida, así como parte del
agua a presión y con una brocha suave hasta que quede totalmente
suele ser más usado en vaciados, que requieren un molde húmedo para que
tos y los materiales son los mismos que se emplean para las esculturas de ba
destino. En la preparación del modelo en cera para fundir, este se rodea de una
serie de tubos de material fungible con forma de árbol que culminan en un embu
do central cuyo fin es formar una serie de canales a través de los cuales el bronce
reproduce la pieza mientras por otros los gases de la fundición salen al exterior.
te se utilizaba para los moldes de cola o gelatina, cubriendo el modelo con una
fina capa de barro y esta a su vez por una capa de escayola que actúa como
caja, una vez eliminado el barro y sellada la caja se vierte la silicona por los
mera capa (registro) y una vez caliente, se recubre el molde con una capa
delgada (a pincel o por colada pero sin arrastrar la cera caliente, poniéndola
Las manos han de estar humedecidas con petróleo para que no se adhiera a
ellas; este procedimiento es muy rápido pues dura mientras la cera se enfría
y hay que colocarla antes de que esto ocurra; cuando la cera está como una
alta de la figura que en la parte más baja: se coloca con el pulgar y se va pro
Una vez que la cera se ha enfriado se rellena con un material refractario crean
Material refractario.
de ladrillo molido, que como este se suele reciclar, se le añade los usados y
uno nuevo.
Una vez repasadas las ceras se le ponen los clavos que han de unir el macho
interior al exterior; estos clavos tendrán un grosor diferente en función del ta
milímetros. Los alfileres son de latón o de cobre, pues así los asume el bronce
yendo una especie de árbol que culmina en un embudo central y dos salidas
dependiendo del caudal de bronce que sea necesario, de tal manera que las
contra, para que el bronce baje primeramente de golpe hasta abajo y vaya
llenando en la subida.
material refractario hasta el borde del embudo dejando asomar tanto la boca
de éste como las salidas de aire. En las fundiciones modernas, para que repro
con escayola amasado con agua) tanto la obra como el árbol de alimentación,
Tubos de drenaje.
can dos tubos de cera que afloran a la superficie lateralmente y con inclinación
hacia abajo, en la parte baja del molde. Estos quedarán pegados a las paredes
dos, boca arriba o boca abajo; si se ponen boca abajo habrá que suspenderlos
sobre dos ladrillos refractarios, para que al fundirse la cera pueda salir con faci
lidad; entonces los tubos de drenaje quedan hacia arriba permitiendo la salida
de aprieto.
camión regulables.
En cualquiera de los dos casos existen muchas variedades para los diferentes
tamaños de piezas.
Los encofrados se quitan para quemar la cera y se vuelven a poner para fundir
aparezca toda la humedad del molde y toda la cera que contiene. La temperatura del
horno debe ser de aproximadamente 600 ó 655º, y durante el tiempo suficiente, que
dependerá del tamaño y grueso de los moldes así como del tipo de horno.
Una vez que se ha ido el calor del horno, se sacan los moldes y se colocan en
hilera, boca arriba, y con los encofrados puestos sobre arena de fundición que
se arrima contra los moldes intentando que abrace su parte baja; ésta, al fraguar,
ampara la presión que aflora por la junta inferior entre molde y encofrado.
Los moldes deben estar más fríos o más calientes dependiendo de la pieza
que vaya dentro; si tienen paredes gruesas el molde ha de estar frio, pues
caliente, pues estará mas dilatado corriendo mejor el bronce, y como es muy
realizar de una sola vez para que mantenga la misma presión en toda la pieza,
repaso de la pieza.
Como decíamos, la coladura, una vez libre del molde de tierra, aparece envuelta
por la red de canales y respiraderos que han permitido la circulación del aire y
del bronce. Tanto estos salientes como las varillas metálicas que han fijado el
en frío por parte del artista o de sus ayudantes. Las razones de este acabado
otra que se queda fría puede coagularse y bloquear la coladura en el hueco del
deformación que éstos pueden sufrir a causa de las contracciones por el calor
trabajo más creativo, que se realiza con cincel, buril y mateador así como
El cincel se utiliza para dar mayor definición a las formas, los pliegues, etc.
por la película tostada que cubre la fundición, se alternan con los trazos
Una vez que pasa por el chorro, la escultura queda con un color tostado claro
como pátinas, pues son recubrimientos que esconden los auténticos valores
de la obra escultórica.
Desmoldeante húmedo.
-Para caja fría (sin calentar el modelo). El fraguado se produce o bien sólo
con resina o bien con CO2, resina y catalizador. Cuando sólo necesita
primera capa suele ser de Harina de circanio diluida en Silicato de Tilo líquido.
El horno de bronce: el bronce dentro del crisol empieza a licuarse entre 700º
y 750º y se saca del horno a unos 1250º a 1300º para fundir, dependiendo del
número de piezas, para verterlo a 1150º sobre el molde, Dependiendo del tipo
nada, pero cuando el bronce no es muy bueno se le añade arena de sílice, que
ayuda a la limpieza de la superficie, creando una nata arriba que se debe quitar.
Las boquillas tienen que estar blancas incandescentes. Los moldes deben
autógena-oxígeno (acetileno).
sílice...
varias maneras:
-Con moldes acanalados en dos partes que se llenan por arriba; éstos
son moldes de catro o cinco barritas que se cierran atándolas con una