CL Opinión
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Actitud
Yo, que ya he vivido lo bastante como para aprender que la felicidad es la ausencia de dolor, me
deseo y os deseo eso: un futuro sin demasiados mordiscos.
Ya sabemos que estas celebraciones de fin de año son una pura convención, pero ¿no es
magnífico que un viejo ritual nos ayude a parar por un instante la velocidad aturdidora del
tiempo y a reflexionar siquiera un poco sobre nuestro pasado y nuestro porvenir? O sea, a
replantearnos la existencia.
Para comenzar diré que yo, que ya he vivido lo bastante como para aprender que la
felicidad es la ausencia de dolor, me deseo y os deseo eso: un futuro sin demasiados
mordiscos. Pero en realidad somos capaces de hacer más, mucho más. Porque no
podemos controlar lo que nos sucede, pero sí la manera en que respondemos a lo que
nos sucede. Hay que vivir con panache (es decir, literalmente, penacho, pluma), como
Cyrano de Bergerac, cuyas últimas palabras antes de morir son, precisamente, mon
panache, un término que representa la virtud de la bravura modesta, de la vitalidad y el
sentido del humor ante la adversidad. Tengo un amigo que suele decir, citando a Viktor
Frankl: “Lo único que no te pueden quitar es la actitud”. Nadie te puede quitar la belleza
de los árboles desnudos que se estiran por las mañanas rechinantes de escarcha; la
emoción y el orgullo de saber que, si te sucede algo a media noche, siempre habrá un
amigo o una amiga dispuesto a ayudar; los momentos de risa y bienestar con la gente que
quieres, esas carcajadas tontas y niñas que te dejan sin fuerza en los costados; la pasión
de leer, de aprender, de escuchar música, de ver un cuadro hermoso, una película, de
pasear por una ciudad, una playa, un monte (…) Para finalizar, me deseo y os deseo todo
esto en 2014. Mucho panache, mucha actitud y serenidad para saber gozar de la
indudable belleza de la vida.
A. Conector de analogía.
B. Conector de comienzo o inicio.
C. Conector de anuncio del tema.
D. Conector de reformulación.
A. Conector de continuación.
B. Conector de analogía.
C. Conector de explicación.
D. Conector de anuncio.
A. Conector de término.
B. Conector de reformulación.
C. Conector de comienzo o inicio.
D. Conector de anuncio del tema.
Actitud
Yo, que ya he vivido lo bastante como para aprender que la felicidad es la ausencia de dolor, me
deseo y os deseo eso: un futuro sin demasiados mordiscos.
Ya sabemos que estas celebraciones de fin de año son una pura convención, pero ¿no es
magnífico que un viejo ritual nos ayude a parar por un instante la velocidad aturdidora del
tiempo y a reflexionar siquiera un poco sobre nuestro pasado y nuestro porvenir? O sea, a
replantearnos la existencia.
Para comenzar diré que yo, que ya he vivido lo bastante como para aprender que la
felicidad es la ausencia de dolor, me deseo y os deseo eso: un futuro sin demasiados
mordiscos. Pero en realidad somos capaces de hacer más, mucho más. Porque no
podemos controlar lo que nos sucede, pero sí la manera en que respondemos a lo que
nos sucede. Hay que vivir con panache (es decir, literalmente, penacho, pluma), como
Cyrano de Bergerac, cuyas últimas palabras antes de morir son, precisamente, mon
panache, un término que representa la virtud de la bravura modesta, de la vitalidad y el
sentido del humor ante la adversidad. Tengo un amigo que suele decir, citando a Viktor
Frankl: “Lo único que no te pueden quitar es la actitud”. Nadie te puede quitar la belleza
de los árboles desnudos que se estiran por las mañanas rechinantes de escarcha; la
emoción y el orgullo de saber que, si te sucede algo a media noche, siempre habrá un
amigo o una amiga dispuesto a ayudar; los momentos de risa y bienestar con la gente que
quieres, esas carcajadas tontas y niñas que te dejan sin fuerza en los costados; la pasión
de leer, de aprender, de escuchar música, de ver un cuadro hermoso, una película, de
pasear por una ciudad, una playa, un monte (…) Para finalizar, me deseo y os deseo todo
esto en 2014. Mucho panache, mucha actitud y serenidad para saber gozar de la
indudable belleza de la vida.
E. Conector de analogía.
F. Conector de comienzo o inicio.
G. Conector de anuncio del tema.
H. Conector de reformulación.
E. Conector de continuación.
F. Conector de analogía.
G. Conector de explicación.
H. Conector de anuncio.
E. Conector de término.
F. Conector de reformulación.
G. Conector de comienzo o inicio.
H. Conector de anuncio del tema.
19. ¿Por qué se puede afirmar que el enunciado “panache (literalmente, penacho,
pluma)” es un hecho?
E. Porque incluye el concepto “literalmente”.
F. Porque contiene adjetivos dentro del enunciado.
G. Porque refiere a un significado, sin apreciaciones.
H. Porque habla sobre un tema relacionado con la actitud.
Antes de hacerse escritor, Fuguet era un cinéfilo de nota. Esta obra explica cómo
un obseso por el cine pone en práctica primero la escritura, y luego se dedica a la
realización de películas; cómo un muchacho retraído e inseguro, en parte gringo y
en parte chileno, (…), se convierte en un artista hecho y derecho, que, por una
parte, construye una obra respetable sobre ese anhelo suyo irrefrenable por
narrar, y cómo, por otro lado, es capaz de ponerse a discutir, de manera muy
notable, acerca de su propio cuerpo creativo, derrochando una honestidad
enriquecedora y poco frecuente: “Hablo con la autoridad que da el resentimiento”.
El canon de Fuguet está construido a base del buen gusto, qué duda cabe: admira
a Manuel Puig, a Eric Rohmer, es indiferente ante Raúl Ruiz y no vacila en atacar
la complacencia de nuestros días: “El sentido de la belleza de James Cameron es
kitsch, con una moral de payasos que lloran y cascadas pintadas en terciopelo”;
“¿En qué momento Wes Anderson se secó y, a la vez, fue coronado como el gran
cineasta (el Fellini hipster) de su generación?”; “Ver a Bill Murray domado por el
Ravotril da pena, da rabia, da incluso asco”; “A Wes Anderson no le interesa
narrar; le interesa decorar”.
Más que una memoria dedicada a la obsesión del autor por el cine, que en el caso
de Fuguet abarca una vida entera, este libro es un Manifiesto, así, con mayúscula.
Un Manifiesto totalizador, arriesgado, valiente, sagaz y ultrahonesto. Vale decir, un
gran libro.
17. ¿Cuál es la opinión del autor con respecto a la obra que critica?
…se convierte en un artista hecho y derecho, que, por una parte, construye una
obra respetable sobre ese anhelo suyo irrefrenable por narrar, y cómo, por otro
lado, es capaz de ponerse a discutir, de manera muy notable, acerca de su propio
cuerpo creativo…
A. Conector de inicio.
B. Conector de distribución.
C. Conector de continuación.
D. Conector de término.
El canon de Fuguet está construido a base del buen gusto, qué duda cabe…
A. Indica certeza.
B. Indica una duda.
C. Ordena el discurso.
D. Introduce una opinión.
22. ¿Qué modalizador utilizarías para reforzar el fragmento subrayado?
Más que una memoria dedicada a la obsesión del autor por el cine, que en el caso
de Fuguet abarca una vida entera, _________________ este libro es un
Manifiesto, así, con mayúscula.
A. en resumen
B. ciertamente
C. difícilmente
D. tal vez
A. De admiración.
B. De odio.
C. Compleja.
D. Honesta.
A. sus películas.
B. sus memorias.
C. sus narraciones.
D. sus comentarios.
Hay novelas que están llenas de trucos y efectismos, novelas que a través de una
técnica simple y más o menos convincente involucran al lector en un juego que si
bien no deja nada de provecho, es fácil de seguir hasta el final. Matar al padre, la
más reciente entrega de la escritora belga Amélie Nothomb, pertenece a este
grupo: la trama es fácil, los escenarios pueden llegar a parecerles novedosos a
muchos lectores y los personajes caben dentro del rango de “lo atractivo y
peculiar”. Pero aun así, todo es ilusión.
No es casual, en vistas de lo recién dicho, que Matar al padre sea una novela de
magos: Joe Whipp, un joven de 15 años con inusuales talentos para la
prestidigitación (vaya cosa aburrida), es expulsado del hogar por una madre que lo
ha criado sola y que, al verse forzada a elegir entre su hijo y la posibilidad de
retener puertas adentro a su último amante, opta finalmente por la segunda. El
muchacho, sin embargo, no queda absolutamente desprovisto, pues la progenitora
le asegura un cheque mensual de 1.000 dólares.
Como era de prever, Joe abandona la escuela y se sigue dedicando con tesón a
pulir sus habilidades. En las tardes concurre a bares y recibe propinas de los
parroquianos admirados por su oficio. Eso, hasta que un tipo misterioso repara en
él —este personaje volverá a cobrar relevancia al final del libro, en un giro que
demuestra poco fair play por parte de la autora— y lo insta a que se presente en la
casa del más grande de los magos vivos, Norman Terence, con el propósito de
que lo acepte como aprendiz. La acción transcurre en la ciudad de Reno, cercana,
como se sabe, a la capital mundial de la magia, Las Vegas.
Norman recibe a Joe en su casa, más como padre que como pupilo. Comienza así
a desarrollarse una relación un tanto cursi, en la que el hombre mayor intentará
imponer sobre el joven ciertas nociones de decencia, de buen comportamiento y
de moral. Por otro lado, en cuanto a la profesión que los une, Joe demuestra una
clara disposición a la trampa, es decir, a hacerse rico rápidamente utilizando su
talento en una mesa de póquer.
Como cualquier padre amoroso y generoso, Norman le perdona todos los deslices
al muchachete e insiste, machaconamente, en convertirlo en un hombre de bien. A
los 18 años el joven se larga a Las Vegas, un paso natural en su carrera. Y a
través de las influencias que posee Norman, consigue un puesto de crupier en el
famoso casino Bellagio. Meses después es ascendido a trabajar en el mítico
Bobby’s Room, salón en donde las apuestas son, por lo bajo, de un millón de
dólares.
Será allí donde el incorregible Joe Whipp intentará desfalcar al casino, y allí
también, mediante un truco no del todo impecable, cuando volverá a aparecer el
misterioso hombre que años atrás le aconsejó hacerse discípulo de Norman
Terence. Como broche de oro, Amélie Nothomb ha dispuesto un toque final
sumamente sentimental para esta novela prescindible: el padre persigue al hijo
adonde sea que este vaya, y el corrupto desagradecido no ceja en el arte de
ignorarlo olímpicamente.
17. ¿Cuál es la opinión del autor con respecto a la obra que critica?
Por otro lado, en cuanto a la profesión que los une, Joe demuestra una clara
disposición a la trampa…
…al verse forzada a elegir entre su hijo y la posibilidad de retener puertas adentro
a su último amante, opta finalmente por la segunda.
A. Conector de distribución.
B. Conector de inicio.
C. Conector de término.
D. Conector de continuación.
21. ¿Qué función cumple la expresión subrayada en el siguiente enunciado?
Como era de prever, Joe abandona la escuela y se sigue dedicando con tesón a
pulir sus habilidades.
A. Señala duda.
B. Indica certeza.
C. Ordena el discurso.
D. Introduce una opinión.
25. A partir del texto se puede concluir que Matar al padre es una novela:
A. a su mejor amigo.
B. a un adulto protector.
C. un mal ejemplo de mago.
D. la posibilidad de volver a educarse.
28. ¿Por qué Joe abandona la escuela?
A. Porque decide desarrollarse como mago.
B. Porque decide continuar con su trabajo.
C. Porque su madre lo deja solo.
D. Porque su madre no tiene dinero para pagarla.
Chile es el país invitado de honor a la Feria del Libro de Guadalajara. Recordamos algunos de sus
nombres más universales: Vicente Huidobro, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Gonzalo Rojas,
Enrique Lihn y Nicanor Parra son algunos de los autores clásicos.
17. El comentarista afirma que la década dorada de la poesía chilena son los años
30, ¿qué datos del contexto histórico–literario menciona para apoyar esa
afirmación?
A. Una obra que expresa una voz más social, americanista y colectiva.
B. Una poesía hermética que explora en el inconsciente humano.
C. Una obra de alto voltaje y relevancia en su momento.
D. Una poesía audaz e innovadora.
A. El americanismo.
B. El erotismo del lenguaje.
C. La innovación vanguardista.
D. El humor y el lenguaje coloquial.
A. Gonzalo Rojas.
B. Enrique Lihn.
C. Nicanor Parra.
D. Raúl Zurita.
A. Poemas y antipoemas.
B. Anteparaíso y Desolación.
C. La pieza oscura y Del relámpago.
D. Altazor, Tala y Residencia en la Tierra.
23. Según el texto, ¿cuál era el contexto literario de la primera obra de Gabriela
Mistral?
A. Antipoesía.
B. Vanguardia.
C. Posmodernismo.
D. El canon tradicional.
24. ¿Qué movimiento literario inaugura Vicente Huidobro?
A. La vanguardia.
B. La antipoesía.
C. La gran poesía.
D. El posmodernismo.
A. El americanismo.
B. La conciencia crítica.
C. La condición humana.
D. El erotismo y la muerte.
26. ¿Qué datos de una lectura extrínseca utiliza el autor para validar la
importancia de la obra de Neruda, Mistral, Huidobro, Parra, Lihn y Zurita?
El escritor español apuesta en 'La bicicleta del panadero' por la poesía sin adjetivos, demostrando
que no ha caído en desgracia.
Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, León, 1957) es una de las voces más
personales de entre las que irrumpieron en nuestra poesía en la década de los
ochenta del pasado siglo. Gracias a una obra rigurosa (nueve poemarios en treinta
años), a su apuesta por un irracionalismo que nunca pierde pie en la realidad y a
un estilo inconfundible se ha convertido en un poeta de referencia obligada. Con
La casa roja obtuvo el Premio Nacional de 2008, y ahora, tras la recuperación de
los textos de juventud en La visita de Safo y otros poemas para despedir a Lennon
(2011), Mestre da una vuelta de tuerca y se despacha con algo inusual: La
bicicleta del panadero, un libro de casi 500 páginas que tiene mucho de
anacronismo frente a la omnipresencia del libro breve y, si se me apura, ligero de
este tiempo digital. (…)
Ya desde el título, el libro presenta una gran carga significativa: la bicicleta como
metáfora de una existencia basada en la utopía, en el equilibrio entre el hombre y
la naturaleza, en cierta añoranza de un tiempo ideal, no prostituido por la razón
mercantil y sus servidumbres; el panadero como artífice de un alimento ancestral,
casi originario (y no solo en el sentido bíblico). A lo largo de casi trescientos
poemas escritos con un tono y una música sostenidos, envolventes, Mestre nos
conduce a un viaje con el que, a base de imaginación, de asociaciones
imprevistas y casi provocadoras, indaga en la conciencia de lo contemporáneo: la
cultura, el arte, la política, los acontecimientos que desde el pasado marcan,
condicionan y determinan el presente, la memoria y sus diversos estratos (en el
plano íntimo, pero también en el colectivo), el mundo como un medio complejo,
poliédrico, en el que flotan, se comunican, establecen una relación dialéctica lo
popular y lo culto, el más depurado y atrevido alarde lírico con destellos de un
prosaísmo cruzado por la ironía (…)
En más de una ocasión, Juan Carlos Mestre ha utilizado el término “poesía de la
conciencia” para definir su obra: una combinación de conciencia crítica civil y
política y conciencia de la propia materia poética: es decir, cuestionamiento del
lenguaje convencional y búsqueda de sus potencialidades más sorprendentes y
ocultas. En La bicicleta del panadero hay, además, una ambición cósmica. Pero no
abstracta ni metafísica, sino sustentada en la historia.
Así, se acerca a realidades que han marcado la conciencia civil y cultural del siglo
XX (Mayo del 68, Auschwitz, la Guerra Civil, el asesinato de Lennon…) poniendo
en pie un protagonista colectivo, un personaje coral que dialoga con el lector a
través de múltiples voces: los sastres, los carpinteros, los chatarreros, los
alquimistas, los hojalateros, los judíos marcados para siempre por el Holocausto,
los poetas, los socialistas utópicos, los representantes de los mercados, los
albañiles, el dependiente, el padre (“Los padres mueren en invierno, tosen en
invierno cansadamente sensitivos como trenes que ya no van a partir tosen
mientras se deslizan sobre la nieve”), conforman un colectivo de procedencia
popular que se relaciona dialécticamente con un universo cultural diverso. (…)
Al leer el libro de Mestre, uno se pregunta hasta qué punto la poesía no es hoy el
refugio de las grandes incertidumbres de los seres humanos en un mundo
crecientemente mercantilizado, el lugar donde la palabra, desde la insumisión,
intenta ordenar el caos, darle un sentido histórico-emocional nuevo, intuir un futuro
diferente. A esa pregunta parece responder el autor con una conclusión implícita:
la mirada más fértil y verdadera es la que se alimenta de la derrota. La lucidez
extrema deviene, sí, del caos, pero también de la imposibilidad, de las derrotas
sucesivas que han edificado la historia del hombre, la geografía de la compasión
en un mundo terrible: “Pocos confían en las multiplicaciones bíblicas / Nadie
encuentra en el río pepitas de oro / Ningún periódico trae un ruiseñor en la primera
página”. No por casualidad, La bicicleta del panadero se despliega tras una
ilustrativa cita de Francis Picabia: “Los descontentos y los débiles hacen la vida
más bella”. Mestre ha construido un extenso mosaico, un emocionante
palimpsesto que es, en el fondo, un homenaje a las víctimas de la historia, a las
realidades demolidas y a los sueños que aún viven.
17. ¿Por qué el autor del texto considera la obra La bicicleta del panadero un
anacronismo?
18. Para comentar la obra de Juan Carlos Mestre, ¿qué datos de una lectura
intrínseca utiliza el comentarista?
A. Poesía política.
B. Poesía de la derrota.
C. Poesía de la conciencia.
D. Poesía de la memoria.
21. ¿Con qué obra recibió el Premio Nacional el poeta Juan Carlos Mestre?
apuesta por la poesía sin adjetivos demostrando que pese al admonitorio título de
su quinto poemario, esta no ha caído en desgracia.
A. Pronombre indefinido.
B. Pronombre posesivo.
C. Pronombre en relación catafórica.
D. Pronombre en relación anafórica.
Al leer el libro de Mestre, uno se pregunta hasta qué punto la poesía no es hoy el
refugio de las grandes incertidumbres de los seres humanos (…) Mestre ha
construido (…) un homenaje a las víctimas de la historia.
A. Él.
B. Le.
C. Aquel.
D. Ese.
un personaje coral que dialoga con el lector a través de múltiples voces: los
sastres, los carpinteros, los chatarreros, los alquimistas, los hojalateros (…)
conforman un colectivo de procedencia popular.
A. Cuales.
B. Todos.
C. Quienes.
D. Estos
1. Uno de los usos más intensos de Internet, me entero por un estudio, es participar en
"redes sociales". Esto consiste en comunicarse con amigos y conocidos, y también
desconocidos, para intercambiar frases, diálogos, divagaciones. La diferencia con una
conversación normal es que esto se hace a través de Internet, y el diálogo puede ser leído
por millones de personas en todo el mundo. Es como conversar con los amigos, pero con un
micrófono conectado. Existen múltiples caminos; uno es Facebook, pero también existen
otros como Linkedin, Twitter y muchísimos más. Algunos son sitios de interés general,
otros son sitios especializados en temas específicos. Existen también cientos de miles de
blogs, que son sitios que alguien crea y donde publica sus pensamientos, los que pueden ser
seguidos y comentados por otros. Es un mundo infinito y sobrecargado, abrumador por el
mero volumen de información que se mueve y por los millones de personas que participan
de estas redes. Es un mundo que, confieso, me parece algo ajeno, y cuyas proyecciones no
alcanzo a comprender. Pero, ustedes verán, me esfuerzo por mantenerme al día y al menos
comprender lo que está pasando.
2. Muchas personas parecen dedicar varias horas al día a participar en estas redes sociales
(mi hija, sentada frente a mí mientras escribo, lleva al menos un par de horas enfrascada en
Facebook). Y sospecho, no sin temor, que los empleados de mi oficina dedican parte de su
jornada laboral a similares menesteres. En Twitter, por ejemplo, donde me inscribí
recientemente, las personas deben responder cada cierto tiempo una misma e invariable
pregunta: ¿qué estás haciendo ahora? Y en recompensa, enterarse de lo que otros muchos
co-participantes dicen estar haciendo. Yo podría escribir por ejemplo: "Estoy escribiendo
mi columna para Revista Sábado". ¡E imaginar que podría ser de interés para alguien!
Entonces, leo lo que otros informan y me preparo para grandes experiencias; con sorpresa,
encuentro un amigo que informa literalmente: "Me acabo de despachar un choclo con
pinchoclos", lo que, se entenderá, me llena de profunda emoción. Después de tan
trascendental revelación, decido retirarme de Twitter.
3. Creo que hay algo que no funciona en todo esto. Es como la negación de la
Comunicación. Comparto esa experiencia. Durante varios años incluí en estas columnas mi
casilla de mail personal. Entonces, muchas personas me escribían, yo respondía a cada uno,
y se desarrollaban diálogos y relaciones muy personales e interesantes, algunas de las
cuales han perdurado hasta el día de hoy. De pronto, este diario decidió incluir, en vez de la
casilla personal, un blog público. El resultado es que igual muchas personas escriben, pero
ahora a esta extraña identidad que es el blog, un lugar abierto al que todos tienen acceso. La
diferencia es que ya no se trata de mensajes personales, sino de una "publicación", y ya no
es lo mismo. Las "contribuciones" al blog, debo decirlo, nunca han tenido la profundidad
de las cartas personales que recibía antes. Me doy cuenta que son "para la galería" y no hay
nada en ellas de comunicación personal, ni siquiera cuando son agresivas (lo que suele
suceder).
4. Creo que estas redes sociales a través de Internet están mostrando algo que siempre
hemos sabido: la infinita soledad del ser humano y los desesperados esfuerzos que hace por
comunicarse, por llegar al otro, por salir de sí mismo. Sólo que creo, hay algo engañoso en
esta aparentemente fácil comunicación cibernética. El "Dime que estás haciendo" de
Twitter, es prometedor porque es como preguntar muéstrame tu alma, tu dolor, tu
frustración, y yo te diré los míos. Pero, claro, no hay lugar para eso en el espacio público. Y
si apareciera, sonaría obsceno.
5. Creo que hay mucha frustración en todos estos blogs, chats, facebooks y twitters. Pero
hay que seguir tratando. En algún lugar, inesperadamente, aparecerá esa palabra que
buscamos, plena de significado, ese rostro entrañable, esa mano que apretará la nuestra con
calor. No sé si esto será en las redes sociales, o en algún perdido.
1. A lo largo del texto, el emisor entrega a lo menos dos definiciones. Estas corresponden
a
A) Internet y facebook.
B) linkedin y Twitter.
C) redes sociales y blogs.
D) Internet y redes sociales.
E) blogs e Internet.
2. ¿Qué razón justifica que el emisor del texto tomara la determinación de retirarse de
Twitter?
A) La falta de originalidad al formular las preguntas que deben ser respondidas por los
usuarios.
B) Sentirse abrumado frente a la enorme cantidad de co-participantes.
C) El negarse a compartir sus actividades y vida personal con desconocidos.
D) El no ver cumplidas sus expectativas en cuanto al aporte obtenido de otros usuarios.
E) No estar dispuesto a experimentar profundas emociones con personas a las que
prácticamente no conoce.
3. ¿Qué opinión tiene el emisor del texto acerca de las redes sociales?
A) frustración.
B) discrepancia.
C) esperanza.
D) decepción.
E) recelo.