Alfalfa
Alfalfa
Alfalfa
Posee un sistema radical complejo, formado por una raíz pivotante muy
profunda y dependiendo las características varietales, un menor o mayor grado
de ramificación. Se caracteriza por tener un tallo erguido, que en su base forma
una corona densa cubierta de yemas de renuevo, ubicada a nivel del suelo o
ligeramente por debajo de él, a partir de la cual se originan la mayoría de los
rebrotes. Una característica importante es la capacidad de fijar nitrógeno
gracias a los simbiontes que habitan en los nódulos de sus raíces, capaces
aportar importantes cantidades de N que no solo aprovecha la alfalfa sino otras
especies asociadas.
Conocida desde la antigüedad como la reina de las plantas forrajeras, se cultiva
en todos los países de clima templado del mundo por su versatilidad: utilización
en cultivos puros o asociados con gramíneas, para consumo en verde.
Tiene un temperamento climático amplio, y en Perú aparece bajo todos los tipos
mediterráneos o con influencia mediterránea, aunque se da mal en climas de
tipo templado o de alta montaña. Soporta bien el frío y las heladas, si no son
extemporáneas. A pesar de ello, para desarrollar su alta potencialidad
productiva necesita calor y luz durante el periodo vegetativo.
La alfalfa resiste bien la sequía gracias a su potente sistema radical (llega a
superar 1,5 m de profundidad) y a su capacidad de detener su crecimiento si
las condiciones del medio no son adecuadas para ello.
Fertilización de la alfalfa
Requerimientos nutricionales de la alfalfa – Medicago
sativa
La alfalfa obtiene un suministro adecuado de nitrógeno debido a su relación
simbiótica con las bacterias Rhizobium fijadoras de nitrógeno. La hectárea
promedio de alfalfa fijará alrededor de 1100 libras (500 kg) de nitrógeno por año.
(Tenga en cuenta que 1 tonelada = 1000 kg = 2,200 libras y 1 hectárea = 10,000
metros cuadrados.) Por lo tanto, en la mayoría de los casos, hay poca necesidad
de aplicar fertilizantes nitrogenados. Sin embargo, las plantas de alfalfa por lo
general sufren de deficiencias de fósforo. El síntoma más común de deficiencia
de fósforo se ve en las raíces y hojas subdesarrolladas que se vuelven de color
azul verde. Muchos agricultores agregan el fósforo al campo durante la siembra,
mientras que otros prefieren agregar 350 libras (160 kg) de P2O5 por hectárea
una vez al año, la mayoría de las veces al final del invierno (enero-febrero).
Muchos agricultores también agregan abono al suelo justo antes de la siembra
y luego cada 2 o 3 cortes, especialmente durante el 2do y el 3er año de la
cosecha. Si la prueba de su suelo o tejido revela una deficiencia de
micronutrientes (por ejemplo Boro), entonces un fertilizante foliar puede dar
resultados rápidos.
ALGUNAS ENFERMEDADES Y PLAGAS QUE PUEDEN PRESENTAR LA
ALFALFA:
ENFERMEDADES:
PLAGAS:
Pulguilla.(Sminturus-viridis).
Se trata de un insecto de color verde amarillento y de pequeño tamaño
(1-2.5 mm.) que ataca las hojas de la alfalfa durante el invierno y
principios de la primavera. Los síntomas se manifiestan en las hojas que
aparecen taladradas, y al progresar el ataque quedan reducidas al
esqueleto de sus venas.
El tratamiento para combatirla es el uso de Malathion y Diazinon.
Pulgones. (Aphis medicaginis, A. laburni, Terioaphis maculata, T. trifoli,
Acyrtosiphon pisum).
Son insectos chupadores de cuerpo globoso que extraen la savia,
depositando toxinas que necrosan los tejidos circundantes. Además
segregan un jugo azucarado que impregna la planta y supone un caldo
de cultivo para los hongos, pudiendo modificar el sabor del forraje,
haciéndolo poco apetecible para el ganado.
El empleo de variedades resistentes como método de control es muy
utilizado tanto en Australia como en E.E.U.U.
La lucha biológica se lleva a cabo tanto en Australia como en E.E.U.U.
empleando una avispa (Trioxys complanatus); esta avispa deposita los
huevos dentro del pulgón donde se desarrolla su larva, produciendo la
muerte del mismo.
Gusano verde. (Phytonomus variabilis).
Es un coleóptero de 10 mm de longitud, cuya larva de color verde con
una línea blanca ataca a los primeros cortes en primavera, produciendo
los-mayores-daños.
Los tratamientos espolvoreados se recomiendan aplicarlos después de la
siega.
Gusano negro o cuca. (Colaspidema atrum).
Es un coleóptero crisomélido de 5 mm. de longitud y color negro brillante,
cuyas larvas son amarillo-rojizas al nacer oscureciéndose a medida que
crecen.
Esta plaga reduce considerablemente la producción primaveral de la
alfalfa. Pasados los primeros cortes desaparece hasta la primera cosecha,
ya que sólo tiene una generación al año. Devoran todas las hojas a
excepción del nervio central, y en los últimos estadios devoran los foliolos
enteros.
Apión.
Son curculiónidos de 2-3 mm. de longitud de color negro con patas
amarillas.
Las larvas producen daños en las yemas terminales durante el periodo
vegetativo; si las condiciones ambientales le son favorables, pueden
afectar al primer corte.
Chinche de la alfalfa (Nezara viridula, Lygus pratensis).
Son heterópteros de color verdoso, que ocasionan daños en yemas y caída
de flores, pudiendo llegar a reducir la producción de semilla en un 50%.
Para su control se emplea Endosulfan a dosis de 1 kg/ha.
Gardama
La oruga de color verde produce numerosos daños cuando el ataque es
muy fuerte; pasando la primavera en estado latente en alfalfares de
regadío.