Poemas

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INDICE DE POEMAS

1. La Pena de la Gallina Cloclocló 34. El Tiburón va al Dentista


2. La Tijera de Mamá 35. Otoño
3. Hallazgo 36. Hombre Pequeñito
4. Arrullo 37. Pregón
5. Mi árbol 38. Ronda Marinera
6. En mi Pueblo 39. A Prat
7. En la Playa 40. Plantemos el árbol
8. LOS SIETE DÍAS 41. Para los demás
9. El Río y el Mar 42. La rata
10. La Canción de los Cocodrilos 43. Balada
11. Un astronauta en pañales 44. Consejos
12. La Sirena Perdida 45. Tarde en el Hospital
13. Gioco de los números 46. La Guitarra
14. En donde tejemos la ronda 47. Adolescencia I
15. El Mar, la Mar 48. Adolescencia II
16. Hechiescoba Brujiskaya 49. Adolescencia III
17. Las manos de mi abuela 50. Adolescencia IV
18. Canción del Caracol 51. Aunque no estés
19. El pájaro ruiseñor 52. Si me llamaras
20. El Circo 53. Los Reyes de la baraja
21. Canción de las Flores 54. Por las ramas del Laurel
22. El Reloj 55. Al perderte yo a ti…
23. El Pino Verde 56. Canción
24. El Viento 57. Canción de la Noche en el mar
25. El autobús colorado 58. Comprensión
26. El gallo despertador 59. Árbol
27. La gota de agua 60. Mariposa
28. Cosecha 61. POEMA 20
29. Pegasos, lindos pegasos 62. POEMA 15
30. Mariposa 63. El Viento en la Isla
31. En un trozo de papel 64. Volverán las oscuras
32. El Globo Rojo golondrinas
33. Fiesta en el mar
1. La Pena de la Gallina Cloclocló

La gallina Cloclocló
Decía casi llorando al gallo Kikirikí
-Mis pollitos están piando
Se quedaron sin maíz.

Hambre tienen mis polluelos


Y el cereal se acabó,
No me queda ni un granito
De maíz, tampoco arroz.

-¡Cálmate, y no tengas duelo,


Gallinita Cloclocló!
Compartiremos mis granos,
Kikirikí, tiene arroz.

2. La Tijera de Mamá
Germán Berdiales
(argentino)

Cuando me recorta el pelo


La tijera de mamá,
Va diciendo en su revuelo:
Chiqui-chiqui-chiqui-cha…

Aletea,
Viene y va,
Y a mi oído cuchichea:
Chiqui-chiqui-chiqui-cha…

Cuando el pelo me recorta


La tijera de mamá,
Charla más de lo que corta:
Chiqui-chiqui-chiqui-cha…

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3. Hallazgo
Gabriela Mistral

Me encontré a este niño:


Cuando al campo iba:
Dormido lo he hallado
En unas espigas…

O tal vez ha sido


Cruzando la viña:
Buscando los pámpanos
Topé su mejilla…

Y por eso temo,


Al quedar dormida,
Se evapore como
La helada en las viñas.

4. Arrullo
Gastón Figueira
(Uruguayo)

Para que este niño tenga


Un blandísimo colchón
El cordero más bonito
Nos ha dado su plumón.

Para que este niño viva


Siempre lleno de ilusión,
La luna reza por él
Su luminosa oración.

Y para que este niño llene


De dicha su corazón,
Su madre lo va arrullando
Con la más dulce canción.

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5. Mi árbol
Anónimo

1 En el huerto de mi casa
Un árbol voy a plantar
Buena sombra, ricos frutos,
Muy pronto me va a dar

En el hueco de los troncos,


Los pajaritos harán,
Un blando y tibio nido
Y en torno de él volarán.

Mi árbol va a ser muy lindo,


El más fuerte del lugar,
Para que sea grande…grande…
Siempre lo voy a regar.

6. En mi Pueblo

En mi pueblo hay una plaza


con un árbol y una flor
y un campanario tan alto
que alguna vez tapa el sol.

Por las calles pasan coches


que hacen rum...con su motor;
y como también pasan gallos
y los niños, y el doctor;
cuando todos hacen fila
el tráfico va mejor.

7. En la Playa

En la arena fina
un castillo haré.
cuando venga el agua
se lo entregaré,
y me dirá: ¡gracias!
y yo: ¡no hay de qué!
dentro del castillo
me dejará un pez.
con la arena fina
un castillo haré. VOLVER
8. Los siete Días
Óscar Jara Azócar (chileno)

Hay en la escuela
siete niñitos.
Primero el Lunes
flojo y dormido.
Segundo el Martes
bueno y activo.
Tercero el Miércoles
pasa jugando.
Cuarto el Jueves,
serio y callado.
Quinto el Viernes,
tranquilo y tímido.
Sexto el Sábado
¡el más lúcido!
¡Por fin, Domingo
bello y querido!

9. El Río y el Mar
Aída Domínguez
Un día de primavera
Le dijo el río a la mar:
-¡Cuánto envidio tus olitas
Que libres vienen y van!-
Yo, en cambio, el mismo camino
Sigo siempre, sin parar,
Entre dos brazos de tierra
Que no me dejan cantar.
Pero extrañada y confusa
Respondió al río la mar:
-Tú marchas sembrando flores
Y yo, derramando sal.

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10. La Canción de los Cocodrilos
(ritmo de rap)

Si a viejo con dientes


tú quieres llegar,
sigue este consejo
que acaban de dar
sabios cocodrilos
de Madagascar,
del Nilo, del Congo,
del África Austral...

“En tres ocasiones


y a veces en más,
cuando hayas comido,
sin mucho tardar,
con pasta y cepillo
y el hilo dental,
con arte y paciencia
deberás limpiar
los dientes y muelas
sin refunfuñar.
¡Arriba y abajo!
¡Delante y detrás!
Frotando con fuerza
cuidado tendrás
que no quede nada
que pueda dañar.
Y después de esto,
para terminar,
tu boca, con agua,
tendrás que enjuagar”.

Con que ya lo sabes,


no lo dudes más,
sigue ese consejo
que gratis te dan
doctos cocodrilos
de Madagascar,
del Nilo, del Congo,
del África Austral...,
si a viejo con dientes
deseas llegar.

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11. Un astronauta en pañales

Cuando sea un astronauta


Me iré a vivir a Marte
en una estación marciana
donde yo pueda llamarte.

También iré a la luna


para darme un paseíto
por ese queso de plata,
y que me veas un poquito.

Desde tu ventana, mamá,


tú me podrás observar,
cuando pase por la estrella
que todos llaman polar.

-¿Por qué no te vas conmigo


en mi rápido cohete?
Con un buen kilo de papas,
una olla y espaguetis.

Si te vas conmigo, mamá,


¡qué bien vamos a pasar!
tú me haces la comida,
y yo salgo a navegar.

12. La Sirena Perdida


Manuel Rugeles
(venezolano)
¡Coral y nácar
En la ribera!
¡Y azules peces el mar me diera!
¿Sardinas rojas!
¿Salmón rosado!
¡Y caracoles
De sol dorado!
¡Y una sirena!
¡Una sirena que me han robado!

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13. Gioco de los números

¿Quién dice que no es una


una jirafa en la luna?
¿Quién dice que no son dos
una pulga y un pulgón?
¿Quién dice que no son tres
dos zancudos y un ciempiés?
¿Quién dice que no son cuatro
tres tortugas y un lagarto?
¿Quién dice que no son cinco
cuatro loros y un perico?
¿Quién dice que no son seis
cinco rosas y un clavel?
¿Quién dice que no son siete
seis aviones y un cohete?
¿Quién dice que no son ocho
siete tortas y un bizcocho?
¿Quién dice que no son nueve
ocho perros y una liebre?
¿Quién dice que no son diez
nueve peras y una nuez?
Quién lo diga es un borrico
que no sabe ni la e.

14. En donde tejemos la ronda


Gabriela Mistral

¿En dónde tejemos la ronda?


¿La haremos a orilla del mar?
El mar danzará con mil olas
Haciendo una trenza de azahar.

La haremos mejor en el bosque


El va voz y voz a mezclar
Y cantos de niños y aves
Se irán en el viento a besar.

Haremos la ronda infinita


La iremos al bosque a trenzar
La haremos al pie de los montes
Y en todas las playas del mar.

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15. El Mar, la Mar
Rafael Alberti

El mar. La mar.
El mar ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre


A la ciudad?

¿Por qué me desenterraste


Del mar?

En sueños, la marejada
Me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.

Padre,¿Por qué me trajiste acá?

16. Hechiescoba Brujiskaya

Hechiescoba Brujiskaya
es una bruja del Este,
y no importa donde vaya,
lleva su gato celeste.

Tiene gorro de cosaco


y botas de militar,
en la mano lleva un saco
para su magia guardar.

En Siberia tiene casa


que casi siempre está helada,
quizás por eso se pasa
a una playa encantada.

Ya no quiere tanto frío,


pues el reuma es su agonía,
decide vivir en Río
entre samba y alegría.

Y así la bruja del Este


con su felino celeste,
se marcha para el Oeste
sin importar lo que cueste

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17. Las manos de mi abuela
Celia Viñas

Las manos de mi abuela


Merengue y caramelo
Frescos ríos de nata
Cuando me alisa el pelo.
Érase que era…
Mi abuela junto al fuego
El borde de su falda
Frontera de mi sueño,
Las manos de cuento
Las manos de mi abuela.

18. Canción del Caracol


Carlos Marianidis
Despacio, despacio,
que nadie me apura.
El junco se hamaca,
el río murmura.

Despacio, despacio,
sin ninguna prisa.
Viene olor a rosas
si sopla la brisa.

Despacio, despacio,
sin desesperar:
manteniendo el ritmo,
siempre he de llegar.

19. El pájaro ruiseñor


Carmen Conde
A mi me canta en el pecho
un pájaro ruiseñor.
A ti te canta en la boca
el beso que te doy yo.

¡Cuántas aves se reúnen


para hacerse una canción!
Abro la mano y espero
que se pose el ruiseñor.

Cierras la boca y en ella


se mete mi corazón.
Cuídalo como yo cuido
en mi pecho al ruiseñor. VOLVER
20. El Circo

El circo tiene un payaso


Y el payaso es gordinflón.
El circo tiene una orquesta
La orquesta tiene un trombón.

En el circo hay un negrito


Negrito como un bombón.
En el circo hay una jaula
Y en la jaula hay un león.

Allá arriba un trapecista


Hace prueba ¡Qué emoción!
Si se cae, si se resbala
Dios mío …¡Qué papelón!

El circo llegó esta tarde


Y después de la función
Con la música a otra parte
Seguirá viaje en camión.

Se llevará su payaso
Su negrito y su trombón
Pero no se irá del todo
¡Quedará en mi corazón!

21. Canción de las Flores


Anónimo

En mi jardín hay flores


Que llaman la atención
Hay fresias y claveles
Violetas y un rosal.

Le ofrezco señorita,
Ramitas de mi amor,
Le acepto caballero
Este ramo de amor.

En mi jardín hay flores


Que llaman la atención
Aromos, margaritas,
Que dan muy rico olor.

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22. El Reloj
Efraín Barquero
(chileno)

Este era un reloj


Que hacía tolón
Como un gran señor
Sordo y barrigón.

Hacía talán
Para ir a almorzar
Hacía tilín
Para hacer pipí

Como un gran señor


Era jugador,
Tenía bastón
De gobernador.

Hacía talán
Para estornudar
Hacía tilín
Para sonreír.

Este era un reloj


Que hacía tolón
Y su torreón
Era su prisión.

23. El Pino Verde


Fermín Estrella
Verde pino, verde pino,
Vengo a tu sombra a jugar,
A la orilla del camino
Quiero una acequia formar.

El agua, agüita de plata,


Pronto correrá hasta aquí,
Y una dulce serenata
Dirá solo para mí.

Verde pino, verde pino,


¡Qué hermosa y dulce canción!
Los pájaros del camino
Están en tu corazón.
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24. El Viento

El viento de otoño
Que es muy juguetón
Le despeina el moño
A doña Asunción.

El viento que vuela


Como lagartija
Se mete y se cuela
Por cualquier rendija.

A don barrendero
Le esparce las hojas
Cubre el pueblo entero
de sábanas rojas.

Una vez al año


Desnuda al manzano
Desviste al castaño
Después del verano.

Roba los sombreros


Les da volteretas:
Son volantineros
De las plazoletas.

Y al salir la luna
Le canta al oído
Canciones de cuna
a un niño dormido.

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25. El autobús colorado

El autobús colorado
¡atchús! vaya resfriado

Con tanto barro


Por el camino
Pilló un catarro
La mar de fino.

Le da aspirinas
El conductor
Con gasolina
Para el motor.

Y una bufanda
De pura lana
A ver si nada
Por la mañana.

Pero estornuda
Y se hace un lío:
Lo mismo suda
Que tiene frío.

Lo lleva Elías
Para el garaje,
En unos días
No habrá más viajes.

El autobús colorado
Prontito estará curado.

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26. El gallo despertador
Gloria Fuentes

Kikirikí
Estoy aquí
Decía el gallo
Colibrí.

El gallo Colibrí
Era pelirrojo
Y era su traje
De hermoso plumaje.

Kikirikí
Levántate campesino
Que ya está el sol
De camino.

-Kikirikí.
Levántate labrador
Despierta con alegría
Que viene el día

-Kikirikí
Niños del pueblo
Despertad con el ole,
Que los esperan en el “cole”.

El pueblo no necesita reloj


Le vale el gallo despertador.

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27. La gota de agua

A la niña gota
Le gusta viajar
Y nunca se agota
De tanto saltar.

Al cielo se sube
Después de volar
Y va hasta la nube
Desde el hondo mar.

Si por el río pasa


Es de desconfiar.
¿Vendrá hasta mi casa
O irá rumbo al mar?

A veces la siento
Que en mi vaso está
La bebo sediento
¡Qué felicidad!

28. Cosecha
Julio Barrenechea

Van los pescadores


Van a cosechar
¡Benditas las tierras
Deshechas del mar.

Campos sin cultivo.


Campos de agua y sal
¿Quién sembró los peces?
¿Quién sembró el coral?

Campos al cuidado
De la inmensidad.
Las flores de espuma
¿Quién las plantará?

Van los pescadores,


Y cantando van
¿Serán sus canciones
Las que sembrarán?
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29. Pegasos, lindos pegasos
Antonio Machado
Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera...

Yo conocí siendo niño,


la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!.

30. Mariposa
Federico García Lorca

Mariposa del aire,


qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
Mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...

No te quieres parar,
pararte no quieres.
Mariposa del aire
dorada y verde.

Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
¡Quédate ahí!

Mariposa, ¿estás ahí?

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31. En un trozo de papel
Antonio García
En un trozo de papel
con un simple lapicero,
yo tracé una escalerita,
tachonada de luceros.

Hermosas estrellas de oro.


De plata no había ninguna.
Yo quería una escalera
para subir a la Luna.

Para subir a la Luna


y secarle sus ojitos,
no me valen los luceros,
como humildes peldañitos.

¿Será porque son dorados


en un cielo azul añil?
Sólo sé que no me sirven
para llegar hasta allí.

Estrellitas y luceros,
pintados con mucho amor,
¡quiero subir a la Luna
y llenarla de color!

32. El Globo Rojo


María Luisa Silva (chilena)

Voy a inflar un globo rojo


amarrado a un cascabel,
para que suba sonando
y él sonría con él.

-¡Miren un globo que canta!-


dice la luna al pasar.
Y un planeta viejo y sordo
grita -¡Una nave espacial!

Las estrellas tanto empujan


que un cometa tropezó.
Señor, que gran alboroto
mi globo en el cielo armó.

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33. Fiesta en el mar
Andrés Díaz Marrero
Suenan caracolas,
flautas de coral,
Tocan los tambores,
pulpo y calamar,
Baila que te baila
en suave compás,
hay una estrellita
que brilla en el mar.

Mueve su ancha enagua


de blanco cancán
y a todos convida
con ella a bailar
Se fugó del cielo
en noche de San Juan
sin que se enterara
Don Sol, su papá,
pues, cuando se entere,
¡ya ustedes verán!,
que en la madrugada
la vendrá a buscar.

34. El Tiburón va al Dentista


A la consulta de un dentista
llegó cojeando un tiburón,
porque hace más de tres días
que sufre un fuerte dolor.

-Asiento- dijo el dentista –


y deje aquí su bastón.
Abra muy grande la boca.
Y no la cierre ¡Por favor!

Abrió el tiburón su boca


y el dentista tiritó:
pensando qué pasaría
si al tiburón le da tos.

-No se asuste, buen dentista_


dijo riendo el tiburón-
A mí me duele el estómago
Cuando me como un doctor.
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35. Otoño
Javier Sologuren
(peruano)

Por el tiempo se alzaban


Los árboles y el cielo
Yo escribía con lápiz
Contigo, con silencio.
Palabras como fuentes,
Fuentes como misterios
De albas y atardeceres
Caídos en el tiempo.
Yo escribía contigo,
contigo y en silencio.

36. Hombre Pequeñito


Alfonsina Storni

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,


Suelta a tu canario que quiere volar…
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
Déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,


Hombre pequeñito que jaula me das,
Digo pequeñito porque no me entiendes,
Ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto


Ábreme la jaula, que quiero escapar,
Hombre pequeñito, te amé media hora,
No me pidas más.

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37. Pregón
Rafael Alberti

¡Vendo nubes de colores:


Las redondas, coloradas,
Para endulzar los calores!

Vendo los cirros morados


Y rosas, las alboradas,
Los crepúsculos dorados!

¡El amarillo lucero,


Cogido a la verde rama
Del celeste duraznero!

¡Vendo la nieve, la llama


Y el canto del pregonero!

38. Ronda Marinera


Álvaro Menéndez

A la ronda, ronda niños


Vamos todos a jugar,
El dulce viento es hermano
La suave luna es panal.

Haremos en la ribera
Un barco en que navegar,
Blanco papel en las velas
Y en la quilla blanca sal.

A la ronda marinera
Vamos todos, vamos ya,
Que está la espuma en el cielo
Y está la nube en el mar.

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39. A Prat
Yael Andrea

Hombre de temple y coraje


Arturo Prat el marino
En tu rostro de valiente
Está marcado tu sino.

Sangre por ti derramada


Cubrió el mar azul de Chile,
Sangre que honra a la Armada
Junto a la de otros marinos.

No fue en vano tu holocausto,


Está escrito en los anales,
Sus nombres están en bronce,
Con nuestras glorias navales.

40. Plantemos el árbol


Enrique Rivarola

Abramos la tierra, plantemos el árbol


Será nuestro amigo y aquí crecerá,
Y un día vendremos buscando su abrigo
Flores y frutas y sombra dará.

El cielo benigno dé riego a su planta,


El sol de septiembre le dé su calor,
La tierra su jugo dará a sus raíces,
Y tengan sus hojas verdura y frescor.

Plantemos el árbol, el árbol amigo,


Sus ramas frondosas aquí extenderá,
Un día vendremos buscando sus flores
Y sombras y frutas y flores dará.

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41. Para los demás

Al loco le doy la razón


Y al bárbaro le doy paz.
Mi canto y mi corazón
Son para los demás.

Cultivo la rosa blanca


Y la buena voluntad
Para el que me da la mano y el otro
Que no me la da.

A la lechuza enjaulada
Déjala que piense mal
Y al pájaro de la benevolencia
Échalo a volar.

El gallo por más que empuje


Jamás será gavilán.
¿Por qué andar atropellando
Si voy a llegar igual?

42. La rata
Gabriela Mistral
Una rata corrió a un venado
Y los venados al jaguar,
Y los jaguares a los búfalos,
Y los búfalos a la mar…

¡Pillen, pillen a los que se van!


¡Pillen a la rata, pillen al venado
Pillen a los búfalos y a la mar.

Miren que la rata que va delante


Se lleva en las patas lana de bordar
Y con la lana bordo mi vestido
y con el vestido me voy a casar.

¡Sigan y sigan la llamada


Corran sin aliento, corran sin parar
El cortejo de la novia,
El ramo y el velo nupcial!
¡Vuelen campanas, vuelen torres
Por las bodas en la Catedral! VOLVER
43. Balada
Gabriela Mistral

Él pasó con otra


Yo le vi pasar
Siempre dulce el viento
Y el camino en paz
¡Y estos ojos míseros
Le vieron pasar!

Él va amando a otra
Por la tierra en flor
Ha abierto el espino
Pasa una canción-
¡Y el va amando a otra
Por la tierra en flor.

Él besó a la otra
A orillas del mar
Resbaló en las olas
La luna de azahar
¡Y no untó mi sangre
La extensión del mar!

Él irá con otra


Por la eternidad
Habrá cielos dulces
(Dios quiere callar)
¡Y él irá con otra
Por la eternidad!

44. Consejos
Antonio Machado
Este amor que quiere ser
acaso pronto será;
pero ¿cuándo ha de volver
lo que acaba de pasar?
Hoy dista mucho de ayer.
¡Ayer es Nunca jamás!
II
Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.

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45. Tarde en el Hospital
Carlos Pezoa Véliz
Sobre el campo el agua mustia
cae fina, grácil, leve;
sobre el campo cae angustia:
llueve.

Y pues solo en amplia pieza


yazgo en cama, yazgo enfermo,
para espantar la tristeza,
duermo.

Pero el agua ha lloriqueado


junto a mi, cansada, leve;
despierto sobresaltado;
llueve.

Entonces, muerto de angustia,


ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.

46. La Guitarra
Federico García Lorca
(español)

Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil
callarla.
Es imposible callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas
lejanas.

¡Oh, guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.

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47. Adolescencia I
Carmen Conde

En el Alba de su vida
el deseo le surgió
en su boca la sonrisa
por hallarse ante el amor.

Era niña que vivía


hasta en sueños su ardor,
y la sangre palpitaba
al hallarse con su amor.

Sin el Alba ni en la Tarde


ella un día preguntó:
Si posible era guardar
aquel su primer amor.

48. Adolescencia II

En la Fuente de la vida
una niña se bebió
más agua que se podía
y en su boca se perdió.

Lloraba triste la niña


cantando su dolor,
que no hay agua que se quede
cerca del corazón.

Junto al río que corría


la niña comprendió,
que los ríos van al mar
para llevarse el amor.

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49. Adolescencia III

Luego ya más tarde


a la niña se ofreció
otro río que pasaba
y otra vez ella bebió.

El agua que se bebía


ahora dentro se quedó
en río remansado
y de él ella gozó.

Cada río con su agua


va diciendo su canción.
Como ella la escuchaba
el agua se la entregó.

50. Adolescencia IV

Cuando cantas me parece


cual que canta el ruiseñor
que es el ave que se duele
si no encuentra su amor.

Entre las ramas el viento


no se canta el ruiseñor:
Si la lluvia se derrama
es que a ti ya no te oyó.

Cuando cantas entre aves


eres tú más que canción;
y ya no sé si ave eres
o eres tú el mismo amor.

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51. Aunque no estés
Juan Guzmán Cruchaga
(Chileno)

Aunque no estés, estás en cada


Cosa
Querida
Y en cada milagrosa
Dádiva de la vida.

Indecisa, imprecisa
Rosa eterna de todos mis jardines,
En la luz que sostienen los jazmines
Duerme la suavidad de tu sonrisa.

52. Si me llamaras
Pedro Salinas
(español)

Si me llamaras, sí,
¡Si me llamaras!
Lo dejaría todo,
Todo lo tiraría:
Los premios, los catálogos,
El azul del océano en los mapas,
Los días y sus noches,
Los telegramas viejos,
Y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
Si me llamaras.

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53. Los Reyes de la baraja
Federico García Lorca

Si tu madre quiere un rey,


La baraja tiene cuatro:
Rey de oros, rey de copas,
Rey de espadas, rey de bastos.

Corre que te pillo,


Corre que te agarro,
Corre que te lleno
La cara de barro.

Del olivo me retiro,


Del esparto
Yo me aparto
Del sarmiento
Me arrepiento
De haberte querido tanto.

54. Por las ramas del Laurel


Federico García Lorca

Por las ramas del laurel


Van dos palomas oscuras.
La una era el sol,
La otra era la luna.
Vecinitas, les dije,
¿Dónde está mi sepultura?
En mi cola dijo el sol.
En mi garganta dijo la luna.
Yo que estaba caminando
Con la tierra a la cintura
Vi dos águilas de mármol
Y una muchacha desnuda.
La una era la otra
Y la muchacha era ninguna.
Aguilitas, les dije,
¿Dónde está mi sepultura?
En mi cola dijo el sol,
En mi garganta dijo la luna.
Por las ramas del cerezo
Vi dos palomas desnudas,
La una era la otra
Y las dos eran ninguna.
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55. Al perderte yo a ti…
Ernesto Cardenal
(nicaragüense)

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido


Yo porque tú eras lo que yo más amaba
Y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
Porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
Pero a ti no te amarán como te amaba yo.

56. Canción
Juan Guzmán Cruchaga

Alma no me digas nada


Que para tu voz dormida
Ya está mi puerta cerrada.

Una lámpara encendida


Esperó toda la vida
Tu llegada
Hoy la hallarás extinguida.

Los fríos de la otoñada


Penetraron por la herida
De la ventana entornada
Mi lámpara estremecida
Dio una inmensa llamarada
Hoy la hallarás extinguida.

Alma, no me digas nada,


Que para tu voz dormida
Ya está mi puerta cerrada.

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57. Canción de la Noche en el mar
Rubén Darío

¿Qué barco viene allá?


¿Es un farol o es una estrella?
¿Qué barco viene allá?
Es una linterna tan bella…
¡Y no sabe adónde va!

¡Es Venus, es Venus la bella!


¿Es un alma o es una estrella?
¿Qué barco viene allá?
Es una linterna tan bella…
¡Y no sabe adónde va!
¡Es Venus, es Venus es ella!
Es un fanal y es una estrella
Que nos indica el más allá.
Y que el amor sublime sella
Y es tan misteriosa y tan bella
Que ni en la noche deja huella
¡y no sabe adónde va!

58. Comprensión
Amado Nervo

¿Por qué empeñarse en saber


Cuando es tan fácil amar?
Dios no te manda entender:
No pretende que su mar
Sin playas pueda caber
En tu mínimo pensar.

Dios solo te pide amor:


Dale todo el tuyo, y más,
Siempre más, con más ardor,
Con más ímpetu…¡Verás
Cómo, amándole mejor,
Mejor le comprenderás!

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59. Árbol
Sylvia Puentes
(uruguaya)

Árbol,
Generoso amigo,
Rama,
Tibieza de nido.
Hoja,
Vegetal poesía
Que ofrece su
Sombra
Y vuela o porfía.
Árbol,
Carne de mi mesa.
Rama,
Pulso de mis días.
Hojas,
Secretos luceros
Para mi alegría.

60. Mariposa
Floridor Pérez

Maripósate en mí
Aveflor
Marirrosa
Aveniña
Brisa
Que pasa
De prisa
Y no pesa
Ni pisa
No roza
El pétalo
donde se posa.

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61. POEMA 20
Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,


y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.


La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.


Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.


Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.


La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.


Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.


Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.


Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.


Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.


Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.


Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,


Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,


y éstos sean los últimos versos que yo le escribo
62. POEMA 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,


y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma


emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.


Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio


claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.


Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

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63. El Viento en la Isla
Pablo Neruda (chileno)

El viento es un caballo:
óyelo cómo corre
por el mar, por el cielo.

Quiere llevarme: escucha


cómo recorre el mundo
para llevarme lejos.

Escóndeme en tus brazos


por esta noche sola,
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.

Escucha como el viento


me llama galopando
para llevarme lejos.

Con tu frente en mi frente,


con tu boca en mi boca,
atados nuestros cuerpos
al amor que nos quema,
deja que el viento pase
sin que pueda llevarme.

Deja que el viento corra


coronado de espuma,
que me llame y me busque
galopando en la sombra,
mientras yo, sumergido
bajo tus grandes ojos,
por esta noche sola
descansaré, amor mío.

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64. Volverán las oscuras golondrinas
Gustavo Adolfo Bécquer

Volverán las oscuras golondrinas


en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales,
jugando llamarán;

pero aquellas que el vuelo refrenaban


tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas


de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores abrirán;

Pero aquellas cuajadas de rocío,


cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
esas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos


las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;

Pero mudo y absorto y de rodillas


como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
¡así no te querrán!

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