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cuadernos

de arquitectura

mesoamer1cana número 8 • septiembre 1986

~- UNAM

~~ DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO - FACULTAD DE ARQUITECTURA


cuader nos número S-septiembre 1986
de arquitectura ARQUITECfURA DEL GOLFO 1
mesoamericana
,
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO
FACULTAD DE ARQUITECTURA, UNAM In dice
Editor: Paul Gendrop
Consejo editorial: EDITORIAL ................................................ . .......... .... . 1
English . . . .. . .. . . .. .. . .. . .. . .. . ....... .. . ... . . . . .. .. . .... . . . ... . ..... . . . 2
Jesús Aguirre Cárdenas Fran~ais . . .. .. . ..... . . .. .. . . .. .... . .. . .. . . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 2
Alberto Amador Sellerier
George F. Andrews LA ARQUITECTURA FUNERARIA DE QUIAHUIZTLAN
Ana Luisa Izquierdo .... . .. . ..... . .. . .... .. ........... ... . ............... . 3
Alfredo Barrera Rubio
Marvin Cohodas ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LOS DATOS
Beatriz de la Fuente ARQUITECTÓNICOS RECOGIDOS POR LOS CRONISTAS
H. Stanley Loten Ulald Dfaz Balerdi .. .. . . .. .. . .. . . . ... . . . .. .. . . . .......... ................ . 25
Horst Hartung
Miguel León Portilla APROXIMACIONES AL DESARROLLO URBANO POR
Jaime Litvak King FECHAMIENTO DE SISTEMAS CONSTRUCTIVOS.
Karl Herbert Mayer SEGUNDA PARTE: EL TAJIN, VERACRUZ
Mary E. Miller Alejandro Villalobos Pérez ... . ............................. ... . . . .. . ..... . 37
Ernesto Velasco León
P UNTOS Y LINEAS DE REFERENCIA EN LA
Redacción y diseño gráfico: ARQUITECTURA MAYA (ficha técnica)
H orst Hartung . . .. . .. . . . .. . . .. .. . . .. . .. . . .. .. . . . . . .. . .. . .. . . .. .... ...... . so
Paul Gendrop, Gerardo Ramirez, Juan Anto- LA ARQUITECTURA DE YOHUALICHAN, PUEBLA
nio Siller y Alejandro Villalobos P . Daniel Molina Feal . .. . .. .. . .. . . .. . .... .. . . ... . .......................... . SI

Impresión: Offset Comercial Policromo, S.A. ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS EN UNA


Médicos N° 23, Col. Sifón CP . 09400, México, PALMATOTONACA
D.F. Ramón AreUanos Melgarejo y Lourdes
Beauregard Garcla ..... . ..... . .......... .. ... .... . . . . ....... . .... .. . .. .. . S8
Tiraje: 3000 ejemplares
LA ARQUITECTURA PREHISPÁNICA DE
Distribución: COYOXQUIHUI
En las oficinas de la Facultad de Arquitectura y J . Ornar Ruiz Gordillo . . .. .. . .. . . . .. . .. . .. . .. . . .. . .. . ... . ....... ......... . 63
en las librerías dependientes del Fomento Edi-
ALGUNAS CONSIDERACIONES CONSTRUCTIVAS
torial (de la UNAM) y en las librerlas depen- SOBRE LA P IRÁMIDE DE LOS NICHOS EN EL
dientes de la Distribuidora de Libros de la TAJIN
UNAM (Centro Comercial C. U., Centro Cul- Vlctor Rivera Grijalba ... . ..................... ... . . ...... . .. . ........... . 68
tural Universitario C.U., Librerlas Insurgen-
tes, Minerla y otras), en las librerlas del INAH LA ESTRUCTURA PIRAMIDAL DE CASTILLO DE TEAYO:
(Córdoba 45, El Carmen, Aeropuerto, Tepot- UN EDIFICIO EN PROCESO CONSTRUCTIVO O UN
zotlán, y en los Centros Regionales di: Oaxaca, PECULIAR ESTILO ARQUITECTÓNICO
Felipe R. Solis Olguin .. . ..... . .. . .. ....... . ......... . .... . .. . .. . .. . .... .. . 72
de Mérida y de Campeche), en las Escuelas de
Arquitectura de Mérida y Guanajuato, y en la
¿GENTE PEL GOLFO T IERRA ADENTRO? ALGUNAS OBSERVACIONES
Casa de la Cultura de Aguascalientes. ACERCA DE LA REGIÓN DE RÍO VERDE, S.L.P .
Dominique Michelet. ................. . . .. . .... .. . ...................... . . 80
Precio del ejemplar: 1200 pesos M .N.
Ejemplar atrasado 1200 pesos ó 4.00 U.S. SEMBLANZA (sobre Miguel Ángel Fernández) . . . ..... .......................... . 84
dollars.
2000 pesos M.N. en la República. CARTA AL EDITOR .... . .. . . .. .. . .. . . . . . .. ........... . .. ........ .... . .. . ... . 94
Con porte pagado por vla de superficie: EVENTOS . . . . . . .. . .. . .. . . .. .. . .. ........................... . . ·············· 94
1100 pesos M.N. en la República.
Notas:
PRÓXIMOS NÚMEROS
Los artículos deberán ser redactados en espa-
i\ol y acompai\ados de un breve resumen en PRESENCIA PREHISPÁNICA EN LA ARQUITECTURA MODERNA
inglés, o bien en inglés con resumen en espai\ol.
Serán dirigidos al Seminario de Arquitectura ARQUITECTURA MAYA 4
Prehispánica, Apartado Postal 20-442, San
ARQUITECTURA FUNERARA 1
Angel, Delegación Alvaro Obregón, 01000,
México, D.F. ARQUEOASTRONOMÍA EN EL ALTIPLANO 1
El consejo editorial se reserva el derecho de
selección. Autoriza la reproducción parcial de ARQUITECTURA DEL OCCIDENTE Y NORTE DE MÉXICO 1
artículos a condición de que se cite la fuente.
No se devolverán originales. ARQUITECTURA DE OAXACA 2
El papel de la tecnologla en el pensamiento Sesión sobre domesticación de plantas: reunión deberán referirse a cada una de las es-
de V. Gordon Childe por Bruce G. Tri,gger; pecialidades, las que constituirén temas centra-
Presencia de Gordon Childe en la Evidencia arqueológica reciente sobre el ini- les: antropologla fisica, antropología social,
arqueologla mexicana. Julio C~ar Olive; cio de la agricultura. C. Earle Smith Jr.; arqueologla, lingüistica, etnología y etnohisto-
La Revolución neolltica: la perspectiva de Procesos darwinianos de cambio en ria. Los aspectos bajo los cuales deberán enfo-
Gordon Childe medio siglo despub. antropologla: el ejemplo de la agricultura. carse cada uno de los temas son los siguientes:
Lamberg-Karlovsky. David Ridos; Fitolitos de plantas: un factor metodologla, técnicas de investigación, docen-
probable en la domesticación de plantas y cia, trabajo de campo y gabinete, difusión,
Sesión sobre la revolución neoUtica (surgimien- animales. lrwin Rovner; Sistem4tica racial antropologla integral vs. especialización y pro-
to de la agricultura): y patrones de diversificación en el malz m~ yección al futuro o nuevos campos.
xicano. Bruce F. Benz; La domesticación de Las ponencias deberán presentar eva-
Las hipótesis de los oasis fluviales de Chil- Pbaseolus. Lawrence Kaplan; Diferentes luaciones criticas de aquellos aspectos que sean
de. Evidencias recientes de Egipto y consi- interpretaciones en torno a la domestica- de interés, asl como de las proposiciones
deraciones teóricas. Fekri A. Hassan; Cam- ción de Phaseolus. Alfonso Delgado. concretas para sus proyecciones futuras. El in-
bio clímético y los orígenes de la agricultu- terés principal de la reunión será el de hacer
ra. Richard MacNeish; En busca de la Re- Sesión general sobre indicadores de procesos una reflexión critica del campo profesional de
volución neolhica. Yoko Sugiura; Los ori- diversos: la antropologla y evitando hacer historiales de
genes de la agricultura en el sureste asiético. acontecimientos.
Consideraciones surgidas de la excavación Transición de grupos cazadores-recolecto- El titulo de las ponencias deberé presentarse
de Khok Phanom Di. C.F.W. Higham. res a agrlcolas incipientes en el sur de J alis- a més tardar el31 de diciembre de 1986. El Co-
co. Dolores Soto; La agricultura y la for- mité Organizador revisaré las proposiciones y
Sesión sobre cambios sociales y surgimiento del mación del estado teotihuacano. Emily Mc- aceptaré los trabajos que académicamente sean
Estado: Ciung de Tapia; Perspectivas de colabora- convenientes. Para efectos del registro de las
ción entre Arqueologla y Etnohistoria para ponencias deberán proporcionarse los siguien-
La evolución cultural: búsqueda de sus me- el conocimiento de la evolución de la agri- tes datos: titulo del trabajo, nombre del -o
canismos. Alberto Rex González; Intensifi- cultura mesoamericana. Teresa Rojas Ra- los- participante(s) y su afiliación institu-
cación y transición en el modo de produc- biela; Anélisis de entierros y surgimiento cional, nombre, dirección y teléfono del -o
ción: implicaciones teóricas. Barbara Price; del Estado. Mari Carmen Serra, Yoko Su- los- responsable(s) de la ponencia.
Teortas de cambio social en la prehistoria: giura y Guillermo Espinosa; El tributo una En próxima circular el Comité Organizador
una apreciación y algunas nuevas orienta- variable primordial en una sociedad haré saber: calendarización y cuotas de preins-
ciones. S. E. Van der Laeuw; Gordon Chil- compleja. Terry Stocker; La formación del cripción, calendarización de inscripción, for-
de y las revoluciones neolltica y urbana, se· Estado Acolhua. Eduardo Corona. matos para publicación de pono:ncias,
gún la evidencia andina. Luis Guillermo caracteristicas de los simposios ternéticos, re-
Lumbreras; El papel de la concentración de Sesiones de slntesis y discusión: quisitos académicos para la expedición de
recursos en el Surgimiento del Estado. Ro- comprobantes de participación, locales y
bert Carneiro; Observaciones sobre el tér- Resumen y discusión final sobre la "Revo- fechas para los eventos. Para mayor informa-
mino teórico "Estado Arcaico" . Manuel lución NeoUtica". ción, dirigirse al Comité Organizador de la XX
Gándara. Resumen y discusión fmal sobre la "Revo- Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de
lución Urbana". Antropologla, Apartado postal 105-259,
Sesión sobre la revolución urbana en el Cerca- La vida termina mejor cuando uno está 11580, M~xico, O. F.
no Oriente: alegre y fuerte. José Antonio Pérez.
Juan Antonio Siller
Sentido común versus la teoria tradicional
Se hicieron visitas al Museo Nacional de
en la interpretación del desarrollo cultural
Antropologia, Universidad Nacional Autóno-
del Cercano Oriente antiguo. James Mella-
ma de México y a las pirémides de Teotihua-
art; desarrollo cultural del Cercano Oriente
antiguo. James Mellaart; El surgimiento de
cá.'n. Las sesiones se llevaron a cabo en el
Centro Interamericano (CIESS). La coordina-
la sociedad urbana y la formación del Esta-
ción general del evento estuvo a cargo de la Ora.
do: la organización del templo y del palacio UN IVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
Linda Manzanilla, IIA UNAM.
como indicadores bésicos en dichos proce- DE Mi:XJCO
sos. Linda Manzanilla; De nuevo la "Revo-
Juan Antonio Siller
lución Urbana" de Mesopotarnia. Hans J . RECTOR
Nissen; Urbanización en éreas perimesopo- Dr. Octavio Rivero Serrano
térnicas: El Estado como empresa. El reino SECRETARIO GENERAL
de Mari. Jorge Silva Castillo. XX Mesa Redonda de la Sociedad Lic. Raid Béjar Navarro
Mexicana de Antropologfa SECRETARIO GENERAL
Sesión sobre domesticación de animales:
ADMINISTRATIVO
Pastoreo temprano en el Sahara Oriental. La Sociedad Mexicana de Antropologla comu- C. P. Rodolfo Coe1o Mota
Fred Wendorf y Angela Close; Evidencia nica la celebración de su XX Mesa Redonda, SECRETARIO DE LA RECTORIA
del proceso de domesticación en Rock Art. bajo el tema: Antropologfa Mexicana: Proyec- Dr. Luis F. Aguilar Villanueva
Karl Heinz Striedter; Domesticación y cria ción al Futuro. ABOGAOO GENERAL
temprana de animales en Europa Central, Dicha reunión coincide con el quincuagési- Lic. Cuauhtémoc López Sénchez
Oriental y Meridional. Sandor Bokonyi; El mo aniversario de la Sociedad, y se llevaré a ca- DIRECTOR DE LA FACULTAD DE
més antiguo sur: una revisión de la domesti- bo en la Ciudad de México, durante el mes de ARQU ITECTU RA
cación de los camélidos andinos. Jonathan octubre de 1987. Constaré de una mesa redon- Arq. Ernesto Velasco León
O. Kent; Episodios de domesticación de da o sesión lineal, y del congreso con simposios JEFE DE LA DIVISIÓN DE ESTUDIOS
fauna en el área centro-sur andina. Lautaro !eméticos y ponencias de tema libre. Las po- DE POSGRADO
nencias presentadas bajo el tema central de la Mtro. Xavier Cortés Rocha
Núftez.
en este número: ARQUITECTURA DEL GOLFO 1

autores: a. l. izquierdo • i. díaz balerdi • a. villalobos • h. hartung •


d. molina fea! • r. arellanos m. • l. beauregard g. • j. o. ruiz gordillo •
v. rivera g. • f. r. solís olguín • d. michelet • d. schávelzon •

ISSN 0185·5 113


EDITORIAL

Este número, dedicado a la arqui tectura prehispánica del Golfo de México y de


algunas regiones adyacentes, empieza con una pormenorizada monografía
sobre la arqui tect ura funeraria de Quiahuiztlan , con énfasis en las tumbas en
miniatura (mal llamadas "tumbas-mausoleo") que son tan características de
aquella región veracruzana durante el Postcl ásico Tardío, y cuyos exponentes
más numerosos y mejor conservados se encuentran precisamente en
Quiahuiztlan, cerca de la Villa Rica donde se asentó Cortés.
Después de un ensayo teórico sobre los datos arquitectónicos recogidos pm
los cronistas en general, sigue un detallado análisis de trazos urbanos en El
Tajín, en el que se propone una posible secuencia en el desarrollo de aquella
ciudad (de la misma manera que, en el número anterior, se procedió con Monte
Albán).
Nuestra ficha técnica, en esta ocasión, nos habla de los puntos y líneas de re-
ferencia que rigen muchos conjun tos arquitectónicos en la arquitectura maya, y
que a menudo son aplicables al resto de Mesoamérica. Este análisis será comple-
mentado, en números ulteriores, por estudios sobre proporción y sobre los géne-
ros de simetría que son utilizados en la arquitectura mesoamericana.
Sigue una presentación de la arquitectura monumental de Yohualichan (y sus
nichos de marcado estilo Tajín), con una discusión sobre los criterios empleados
en su restauración. Este mismo tipo de nichos y demás molduras figura, dentro
de un claro contexto arquitectónico, decorando la base de una de las dos hermo-
sas palmas procedentes de Banderilla (hoy en el Museo de Antropología de la
Universidad Veracruzana en Xalapa). Y después de un ensayo sobre la arquitec-
tura monumental de Coyoxquihui, tenemos unas consideraciones sobre aspec-
tos constructivos de la Pirámide de los Nichos en El Tajín.
Tras una discusión sobre el Castillo de Teayo y sus aspectos arquitectónicos y
estilísticos, se cierra este número con unas observaciones acerca de la región de
Río Verde, San Luis Potosí, y su probable relación con las áreas vecinas del Gol-
fo. Y nuestra semblanza está dedicada esta vez a rescatar del olvido la figura de
Miguel Ángel Fernández, arqueólogo y artista cuya labor fue ejemplar en
muchos aspectos y debería hacernos reflexionar más a fondo sobre las distintas
fo rmas de intervención arqueológica en monumentos prehispánicos.

El editor

Portada: Detalle del edificio C, Tajín Chico,


Veracruz. Contraportada: Restos de relieves
con su característica decoración de volutas
en trelazadas. El Tajín. Fotos Pau l Gendrop.
Adjunto: "Fuente entre las ruinas de
Tuzapán"; según Carlos Nebel 1829-1834.
Archivo de la Librería Porrúa .
Devoted to the Gulf Coast area and adjacent regions, the prescnt issue starts
with a monograph on Quiahuiztlan and its temple-like miniaturc tombs, charac-
teristic of the Late Postclassic period in Veracruz.
After an essay on architectural data gathered from the postconquest ebro-
nicles, comes an analysis of the possible urban development of El Tajín, follo-
wed by a synthesis on the importance of lines and points of reference in Maya ur-
ban planning as well as other a reas'.
Then come severa! essays on monumental architecture: Yohualichan and its
Tajín-like niches, a palma decorated with architectural features of the talud-
tablero type, an approach on the construction technique at the Pyramid of the
Niches in Tajín, the architecture of Coyoxquihui and Castillo de Teayo, and the
probable intluence of the North Gulf Coast areas in the hinterland region of Río
Verde, S.L.P.

The editor

Consacré essentiellement aux régions bordant le nord du Golfe du Mexique,


ce numéro débute par une monographie sur Quiahuiztlan et ses tombeaux en
forme de temples en miniature caractéristiques du Postclassique récent.
Apres un essai sur les aspects architecturaux se dégageant de certaines chroni-
ques de la post-conquete, vient une analyse sur les grandes lignes du développe-
ment urbain a El Tajín, suivi d'une synthese sur l'importance des lignes et des
points de référence daos l'urbanisme maya (et précolombien en général).
Viennent ensuite plusieurs articles sur l'architecture monumentale:
Yohualichan et ses niches de style Tajín, une palma ornée d'éléments architectu-
raux du type tablero-talud, une analyse sur les techniques de construction de la
Pyramide des Niches a El Tajín, l'architecture de Coyoxquihui et de Castillo de
Teayo, et les rapports semblant exister entre les régions au nord de la zone du Arriba: "Piedra en el monte de Mapilca" 1829-
Golfe et, a l'intérieur des terres, celle de Río Verde, S.L.P. 1834, según Carlos Nebel. Enfrente Tumba 3
del Cementerio Central en Quiahuiztlan, Ve-
racruz. Fotos Librerla de Manuel Porrúa y Ana
L'éditeur Luisa Izquierdo.
2
LA ARQUITECTURA FUNERARIA DE QUIAHUIZTLAN

Ana Luisa Izquierdo*

During the Postclassic pcriod, one of the most original features of the Totonac
Architecture from the central area of the State of Veracruz, was to erect graves
with monuments that seemed pyramids crowned with temples in miniature.
In this paper, the author makes an account of the sites in Mesoamerica where
these monuments were built, and of those p/aces located in middle Veracruz
where this architectural style, imitating huge ceremonial s/ructures, was deve-
lopped.
After making a brief report of the historical and archaeological sources of
Quiahuiztlan, -the author proceeds to deal with the core point of the paper,
being the analysis of these monuments in their location, within their architectu-
ral ensemble, their materials and techniques of construction, and their formal
description, to conclude with sorne final considerations about the religious and
plastic concepts involved in these monuments.

Los monumentos funerarios en Me- Teotihuacan y otro localizado en la


soamérica Sierra de Puebla. El primero fue des-
cubierto por Ales Hardlicka,2 se trata
Desde épocas muy tempranas se prac- de una fosa cubierta de un doble piso
ticaron en Mesoamérica diferentes de estuco que, aunque tiene una cons-
formas de entierro. Se acostumbraba trucción que delimita el lugar del en-
inhumar los cadáveres ya sea colocán- tierro, no tiene monumento funera-
dolos simplemente bajo la tierra, edi- rio. El segundo entierro lo cita Vicen-
ficándoles alguna construcción o eri- te Lombardo Toledano en su obra
giéndoles un monumento funerario . ''Geografía de las lenguas de la Sierra
De los diversos tipos de obras que los de Puebla", y consiste en una cavidad
mesoamericanos realizaron para estos "formada por bloques de barro,
entierros, nos hemos dedicado al aná- dentro de la cual había una vasija con
lisis de un tipo de arquitectura fune- huesos humanos y veinte idolillos del
raria particular, que además de en- culto al falo" .3 Sin embargo, en am-
cerrar un sepulcro, tenga un edificio bos casos parece tratarse de lo que
cuya función concreta sea la de servir suele llamarse fosas, qué no forman
de monumento al difunto. cámaras funerarias y que no tienen
Hemos investigado un tipo particu- monumentos o mausoleos según el
lar de tumbas con uha construcción término de Garcia Payón, hecho que
que recubre la sepultura imitando en se puede apreciar en el dibujo del
pequeña escala, de la edificación reli- autor. Se trata de uno de muchos en-
giosa típicamente mesoamericana, la tierros que acostumbraban hacer al
pirámide con su templo, o ambas pie de una pirámide a manera de
obras separadas. ofrenda.
García Payón en su artículo "Las
tumbas con mausoleo en la región
• Licenciatura en Historia, UNAM. Investiga-
Central de Veracruz", 1 apunta que dora del Centro de Estudios Mayas, y titular
posiblemente sigue este sistema de de la cátedra sobre "Mesoamérica" en la Fa-
inhumación un sepulcro ubicado en cultad de Filosofla y Letras, UNAM.
3
En Cholula Eduardo Noguera en- aunque sin escalera y con propor-
co ntró una estructura con las ciones más pequeflas de los volúme- ,-

características primero citadas , en el nes .


conjunto del lado noreste que se en- Explorando el edificio se encontra-
cuentra en el exterior de la "Gran Pi- ron, en el espacio interior del basa-
rámide" a la altura del primer basa- mento, dos esqueletos en posición fle-
mento, y le llamó ''Altar de los crá- xionada -uno femen ino y otro
neos esculpidos". Escribe que "El as- masculino-, rodeados de una serie
pecto de este edificio, sus propor- de ofrendas de cerámica , huesos
ciones y elementos arquitectónicos, esgrafiados y un alfiler de cobre con
corresponden a un templo prehispáni- filigrana, que ponen de manifiesto el
co, sólo que aquí se trata de una cons-
trucción en pequeño, pero con las
mismas características arquitectóni-
rango de las personas ahí en terradas.
La cámara funeraria estaba unida con
el exterior por un tubo de barro que
ld o
cas a edificios correspondientes al úl- penetraba la pared hacia afuera, se
timo período de Cholula y a otras trata de lo que se ha llamado " psico-
construcciones que se levantaban en ducto" o vía por donde el espíritu del
México en épocas inmediatamente difunto se ponía en contacto con el
anteriores a la llegada de los espafio- exterior. Noguera, a pesar de men-
les, es decir, durante los siglos XV y cionar esta tumba como altar, conclu-
principio del XVI, como en el caso de ye que podría ser una construcción
Tenayuca, Teopanzolco, Tenoch- votiva " que vendría a ser un verdade-
titlan, etc. "4
De acuerdo con los dibujos de Du
ro mausoleo y no só lo una
tumba ... " .5
D
Solier, el "Altar de los cráneos escul- Más tarde se encontraron en Cho- 1
pidos" (fig. 1) y un momoztli se loca- lula dos estructuras que guardan se-
lizan sobre una plataforma común de mejanzas formales con el monumento
6.10 m. de largo por 2.15 m. de antes descrito, una en el suroeste y 2
ancho, de poca elevación, en el que otra en el sureste de la ''Gran Pirámi-
de".6
[Q]n__
llli
descansa la construcción formada en
tres de sus lados por un muro en talud También en la costa de Yucatán b

de escasa inclinación que se convierte hay estructuras de pequefias dimen-


en un paramento vertical proyectado
del muro en 2 cm. En el lado oriente
siones que Lothrop llamó santuarios
para diferenciarlas de los altares. Son
a
~

i(jl~
fue construida la escalera, limitada pequefios templos de planta rectangu-
por alfardas que en el plano horizon- lar o cuadrada de aproximadamente 2
tal se remeten fo rmando ángulos rec- m. de lado (fig. 2). Generalmente
tos con los muros laterales, y en el arrancan del suelo, aunque los hay
plano vertical se transforman en pa· con una plataforma baja, que alcan-

OlllDl
ralelepípedos en la parte superior. La zan una altura de 1 m. En forma ge-
escalera está formada por tres escalo- neral, y sin aclarar su sentido, el
nes cuyos peraltes no guardan un mis- autor afirma que marcan un sitio de
mo ritmo en sus dimensiones, y resul- importancia religiosa en la ciudad y • f
tan muy altos en relación a las pro- quizá fueron usadas para quemar in-
porciones del edificio. La huella, en cienso.7 Alberto Ruz, más concreta-
cambio, es lo bastante estrecha como mente, dice que servían para colocar
para no permitir el tránsito por la es- ídolos y, fundándose en el hecho de
calera. Noguera no describe el piso haber sido encontradas cerca de los
superior, por lo que no sabemos si en- templitos de Tulum dos falos y unos
contró algún rastro de la existencia de fragmentos de calabaza, sugiere que
un edificio que partiera de esta plata- "se relacionarían con el culto a lh fer-
fo rma. Frente a la estructura está un tilidad" .s l. Planta del "altar de los cráneos esculpidos"
momoztli, o sea un altar que se acos- Se han encontrado construcciones en Cholula Puebla, según Du Solier y Noriega.
2. Estructuras 39 a 42 de Tulum, Quintana
tumbraba poner delante de los tem- de estas características en Tancáh, Roo, según Lothrop. 3. Dibujo de una tumba
plos. Sus elementos arquitectónicos Xelhá y Cozumel. En los dos prime- en miniatura de Monte Real, Misantla, Ve-
son semejantes a los de la tumba, ros sitios están colocadas en las gran- racruz, según Gondra.
4
des pirámides y en los dos últimos se Los monumentos hacen patentes
encuentran frente a ellas. Son espe- los lugares de las inhumaciones con la
cialmente conocidas las estructuras finalidad de que se rinda un cuiLa par-
39, 40 y 43 de Tulum. Esta última, de ticular a los despojos de sus antepasa- ~[' ..:.:.- '.: . ....--¡-~,
- - .f.L:--i:....i~~~~ -.4
acuerdo con el dibujo a escala de
Lothrop, tiene una altura aproxima-
dos que de alguna manera fueron sig-
~;{J~~~~~· ' -~- . c:~~·r~J
nificativos para la comunidad. Así,
~·:~t- :;~

~:B,¿
da de 1.02 m. incluyendo la platafor- hemos visto que se encuentran in-
ma de donde arranca. Tiene cuatro tegrados a las grandes edificaciones
vanos de acceso rematados por dinte- religiosas, siguiendo patrones sin for-
les. El techo está marcado con una mar conjuntos que pudieran ser con-
moldura compuesta por una banda siderados como cementerios.
rectangular. No se han hecho estudios
arqueológicos sistemáticos que acla- Los monumentos funerarios en el .., ·--~: -~':--l 1~:· ;/.R~'<·i1'::-·•
·~. 1;";- ,._
; ... ·"t,0i~:;,~_f~
-....v · .• ¿ ·,;.~~
ren el objeto de estas obras. Sin em- Centro de Veracruz 3
bargo, planteamos a manera de hipó- Ese mismo año el gobierno de Ve-
tesis, la posibilidad de que hayan sido Las primeras noticias que hay sobre racruz comisionó al general José
edificadas con la intención de recor- la existencia de pequeños monumen- lberri para que llevara a cabo un re-
dar el sitio de inhumación de algunas tos funerarios en el Centro de Ve- conocimiento de las ruinas descubier-
personas distinguidas de la comuni- racruz, datan del siglo pasado. En tas cerca de los pueblos de Tonayan y
dad, ya que existen noticias de que en agosto de 1836 Isidro Gondra, basán- Misantla. De dicha expedición resultó
saqueos, se han extraído huesos hu- dose en noticias publicadas en un un estudio del terreno y de los restos
manos. Además, encontramos seme- diario de Jalapa y en otras informa- arqueológicos, 1\SÍ como un levanta-
janzas en cuanto a tamaño y forma, ciones verbales, publicó un artículo miento topográfico del área donde se
con las tumbas de San Isidro y Texuc en el que relató que en el cerro llama- localizan las ruinas. Iberri menciona
(El Bernalillo), Veracruz, que do del Estillero, en el rancho de Mon- los sepulcros pero no explica ninguna
Medellín Zenil llama rurales,9 y que te Real en Misantla, "a cuya falda se característica de ellos.13
son la imitación, en pequeñas dimen- descubre una montaña terminada en Décadas más tarde, en 1890, la Co-
siones, de un templo sin basamento. una meseta muy angosta",11 se des- misión Científica Exploradora, a car-
cubrieron murallas, una pirámide y go de don Francisco del Paso y Tron-
Parece que en el área maya hay
restos de habitaciones. Añade que coso, realizó un recorrido por la re-
otros ejemplos de edificaciones seme-
"hacia la parte norte y casi al extremo gión Central de Veracruz desde Pa-
jantes. Alberto Ruz sostiene que es pantla hasta Cotaxtla. De acuerdo
de la ciudad, se extiende una legua de
probable que muy pocos montículos con lo que narra Galindo y Villa, el
terreno, cuyo centro está ocupado
tengan especialmente la intención de .orimer sitio que visitaron fue la punta
por un túmulo o cementerio: a la fal-
servir de monumento a un entierro; da izquierda del cerro por donde hoy de la Villa Rica, con la intención de
sin embargo, "un montículo de Ba- se sube a las ruinas, hay también doce localizar la fundación española y no
king Pot, el Edificio XV de Palenque, sepulcros circulares de dos varas de la población indígena prehispánica.
los montículos de San Agustín Acasa- diámetro sobre igual altura, que con- Así "El sitio de la Villa Rica quedó
guastlán y Guaytán, sí fueron pro- tienen algunos esqueletos sentados en determinado en la falda del Cerro de
bablemente edificios con fines exclu- cuclillas, de los que una parte se con- la Cantera, que va entrando en el mar
sivamente funerarios, al parecer to- servan en buen estado: las paredes al Peñón y forma con éste una especie
dos durante el período Clásico son de cantería y la argamasa o de canal" . 14 A pesar de conocer
Tardío'' .10 mezcla que las unía casi ha desapare- ampliamente lo que las fuentes histó-
cido" .12 Con tal descripción publicó ricas mencionan acerca de la región,
Aun siendo necesario un estudio
un plano y un dibujo de los edificios sabían que a poca distancia de ahí
exhaustivo y sistemático de la cos-
donde se aprecia la influencia de los debería localizarse Quiahuiztlan; sin
tumbre de erigir en Mesoamérica embargo, no se detuvieron en busca
estilos arquitectónicos occidentales de
tumbas con un pequeño monumento, de restos de este pueblo y por lo tanto
la época (fig. 3); el mencionado dibu-
con los pocos ejemplos que hemos no tuvieron conocimiento de las tum-
jo representa un basamento de planta
descrito podemos comprobar que la aparentemente rectangular, cons- bas del Cerro de los Metates.
construcción de este tipo de monu- truido a base de sillares perfectamen- Más al norte, en la cima del cerro
mentos funerarios se realizó también te cortados y con una escalera sin al- María Andrea, encontraron unas
en la época prehispánica. Esta prácti- fardas adosada al edificio. En la parte ruinas que Galindo y Villa describe
ca parece que no fue de uso común superior está colocado el templo de como "singulares construcciones lla-
entre las culturas ajenas al Centro de techo plano con dos aleros, con su madas en el país Las Boveditas, por
Veracruz sino que se manifestó como entrada en forma de arco de medio su pequet\ez: tienen todo el aspecto de
un fenómeno aislado . punto formado por dovelas. casas aztecas; están construidas ele
5
lajas y revestidas de mezcla y o frecen la trata de pequei'las capillas aisladas, es De acuerdo al dibujo de García Pa-
circunstancia común a todas, de tener decir, construcciones con nichos en yón, el monumento imita, en pe-
sus entradas fronteras al mar, y por lo las fachadas y generalmente adosadas quei'las proporciones, el ed ificio del
tanto, con vista general al Oriente. a los sepulcros''. 18 dios del aire: una plan ta circular uni-
Son cerradas en todos lados, con una En 1943 se mencionan por pri rne ~a da a una rectangular que forma la
sola entrada que les da el aspecto de vez las tumbas de Quiahuiztlan . José fachada (fig. 4) . Consta de una esca-
nichos".1S Luis Melgarejo, quien posiblemente lera de tres escalones, flanqueada por
El jefe de la Comisión Científica fue el descubridor de tales construc- alfardas de muros en talud que en la
Exploradora trató de buscar el carác- ciones, explica en su obra Totonaca- parte superior cambian su inclinación
ter y el objeto de tales estructuras y pan que su forma "es la de nuestros haciéndose más verticales. La cámara
expuso varias consideraciones al res- jacales, su puerta con la sala (Única donde fue ron depositados los restos,
pecto: pensó que tenían un sentido re- pieza) forma un nicho, y dentro de la es descrita por el mismo arqueólog<'
ligioso y dada su orientación, repre- tierra va la urna funeraria" . 19 Sei'lala como un "hueco ... originalmente cu-
sentaban una forma de culto al sol que fuera de una de las tumbas en- bierto por un piso y paredes laterales
naciente y a las aguas del cielo; ade- contró un gato de argamasa, lo que le revestidas de argamasa, cuyos vesti-
más, presentó la posibilidad de que hizo pensar que cada una de ellas de- gios acusaban la existencia de un pe-
hubieran servido para colocar ídolos bió tener una representación semejan- quei'lo recinto rectangular ala:gado
o depositar los restos de nii\os sacrifi - te; dentro de las cámaras encontró de Norte a Sur. .. ". 22 El resto de los
cados; basándose en las noticias que también objetos de cerámica. Los edificios de Cempoala que hoy ve-
Torquemada en su Monarqula In- otros sitios que menciona donde exis- mos, y los elementos arquitectónicos
diana consigna, añadió: "que allí se ten construcciones con características que los caracterizan, nos hacen pen-
depositaron los restos de los diez y similares, son El Bernalillo, San sar que podrían ser del posclásico
ocho indios totonacos ofrecidos al Isidro, Boca Andrea, Rancho del Ni- temprano, aunque no conocemos los
Dios Todopoderoso, esposo de Tona- ño y Cempoala. tipos de cerámica que se encontraron
cayahua o Centeotl, para que enviase asociados al monumento. En el mis-
En la misma obra Mclgarejo objeta
a su hijo el Sol como redentor de mo trabajo se sei\alan otros sitios de
la aseveración de Francisco del Paso y
aquella raza oprimida por el tributo Veracruz con tumbas pequeñas ade-
Troncoso, acerca de la dirección
de sangre" . 16 más de las ya apuntadas por otros
exclusivamente al oriente de las
autores, como Cerro Tres Picos,
Ya en este siglo, el arqueólogo ale- fachadas, sosteniendo que los pe-
Arroyo Mariano, Cerro Mariano ,
mán Herman Strebel en su obra Alt queños edificios, en este aspecto, no
Cerro Cercado, Morro y Oceloa-
Mexiko describe unas pequeñas edifi- siguen un patrón determinado, sino
pan.23
caciones, diciendo que "en medio de que están colocados de tal manera
la selva virgen, se encuentran nume- que la parte de enfrente de la estruc-
rosas obras de albañilería, semejantes tura mira a cualquiera de los puntos
a casas, hechas con piedra y argama- cardinales.
sa; tienen una vara de longitud en la El primer artículo que se escribió
base, con un escalón en la misma, un específicamente sobre los monumen-
nicho en medio y un techo inclinado . tos de Quiahuiztlan fue redactado por ,,
Debajo de una de estas construc- García Payón y publicado en 1950 1
ciones se hallaron restos humanos" .11 con el titulo de "Las tumbas con
Se refiere, indudablemente, a Ta- mausoleos en la región Central de Ve-
cahuite, sitio ubicado aproximada- racruz". Además de hacer una , ..........•... .......
\ - ......... ··· ·· .. ... ··-··-·

mente a 29 km. al sur de Nautla. Es descripción detallada de la arquitec- ~--····· ...... ·· ······· ->
posible que el encontrar semejanza tura funeraria del Cerro de los Meta-
con la costumbre occidental de eregir tes -que más adelante comentare-
monumentos sobre las tumbas, le lle- mos-, reúne información de todas
vó a pensar que se trataba de cons- aquellas localidades de Veracruz don-
trucciones de la época de la Conquis- de se encuentran, y establece su exten-
1UMBÁ C/QWIAQ fN(QNTP.ADA '""ZONA ARQUíJlOWAu
ta y que los nichos estaban destinados sión geográfica con el límite al norte .l(.MDOALA v.,
a colocar imágenes de santos . Estos en Tacahuite, al oeste en Monte Real 1· PLANTA
z. HIVA(IOf'l fQ(NTf < U CONHQU(( IO N)

hechos fueron del conocimiento de Misantla, y el sur en Cempoala.2o .). ., {1 l VA( ION lAr( A AL(ft_I (OHJ fi.Ul<. JON J

4
Walter Krickeberg, quien los comenta Sobre este lugar explica durante su úl- . Út-·- - - ' ""
en su obra Los totonaca; sin embar- tima temporada de trabajos, exploró, 4. Planos de una tumba circular de Cernpoala,
Yeracruz, según Garcia Payón. Enfrente: Un
go, considera no tener la información frente a la estructura circular de Ehé- aspecto del sernenterio prehispánico de
suficiente que le proporcione elemen- catl, un pequeño edificio en el que en- Quiahuizt lan , Yeracruz . Foto Alfonso
tos de juicio, y sólo expresa que "se contró una cámara funeraria.21 Mcdellín Zenil.

6
Alfonso Medellín Zenil en su obra posclásico. Los monumentos general- QUIAHUIZTLAN
Cerámicas del Totonacapan, dedica mente forman conjuntos dedicados al
parte de su último capítulo a las depósito de restos óseos, resultando El medio geográfico
"tumbas miniaturas". Las considera verdaderos cementerios integrados a
como un rasgo típico de lo que él lla- los conjuntos arquitectónicos reli-
giosos como sucede en la época colo- Quiahuiztlan, "lugar de la lluvia",
ma horizonte histórico, siglos XIII a
nial en que el templo y los cemente- está situada en la parte de la costa del
XVI d.C. y aumenta el número de si-
rios estaban en un mismo recinto. En Golfo de México denominada por al-
tios conocidos con lugares como Ca-
cuanto a su orientación, Del Paso y gunos arqueólogos como Totonaca-
sitas, Comapan, Tlacolulan, Ejido de
Troncoso no estaba en lo cierto, ya pan. Su límite sur es el río Papaloa-
Palmas de Abajo, Atlixcos, Punta
que las tumbas tienen sus fachadas di- pan y el pueblo de Tlacotalpan; el oc-
Delgada y Cerro de la Bandera, alar-
rigidas a diversos puntos cardinales y cidente corre de Pérez Figueroa en
gando su extensión geográfica a la re-
no sólo al oriente como aseveró. Oaxaca hasta Tehuacán, Chalchico-
gión de Veracruz comprendida entre
Como hemos dicho, el origen mula, Zacatlán y Metlatoyuca, en
la Barra de Nautla al norte y el río Ja-
prehispánico de las tumbas fue puesto Puebla, cerrándose al norte en el río
mapa cerca de Huatusco al sur.24 De
manera resumida y clara afirma que
en duda por Strebel y García Payón, Cazones. 28 Algunos autores como
fundándose en el hecho de que Esca- Krickeberg y Melgarejo Vivanco
" reproducen en pequeí'la escala a un
lante, uno de los miembros de la espe- amplían el límite norte hasta el río
teocalli mesoamericano" y "constan
dición de Cortés, murió en la Villa Ri- Tuxpan; sin embargo, se han en-
fundamentalmente de basamento, cá-
ca, lo que les hizo suponer que sus contrado asentamientos huaxtecos
mara funeraria, adoratorio, techo y
compaf\eros de armas le edificaron un hasta el sur de dicha corriente .
escalinata.2s Se refiere a dos tipos de
monumento, por lo que "Es posible De las diferentes características
estas construcciones funerarias; llama
admitir que esta modalidad de erigir geográficas de este territorio, la por-
rurales a aquéllas que carecen de ba-
mausoleos sobre las tumbas haya sido ción comprendida entre los ríos
samento, siendo exclusivamente la
copiada por los indígenas de la re- Nautla y Actopan es una planicie cos-
representación del adoratorio, y ur-
gión" .27 Sin embargo, la arqueología tera que se rompe continuamente por
banas a la que cuentan con pirámide y
nos ha demostrado su origen prehis- colinas de poca elevación formadas
templo que, además, se encuentran
pánico, ya que los monumentos fune- por afloraciones rocosas. Su clima e:;
generalmente en conjuntos arquitec-
rarios se encuentran asociados a edifi- tropical, con precipitación pluvial
tónicos. Sus aportaciones se refieren
cios anteriores a la Conquista y con-
básicamente, a dos aspectos: las ca- moderada que va de los 674 a 1250
tienen ofrendas de cerámica propias
racterísticas formales de las construc- mm., una vegetación con árboles de
de los totonacas prehispánicos de la
ciones y su función; agrupa todas las escasa altura, cactus y pastos integra-
región.
pequeí'las tumbas del Centro de Ve- dos en una sabana interrumpida por
racruz según la forma de la planta del bosque que flanquean las márgenes
basamento; sus elementos, la confi- de los ríos que desembocan en el
guración del techo y el número de es- mar.29
calones, sin hacer relación entre los
Las últimas estribaciones de la cor-
sitios en que están ubicadas y las ca-
dillera neovolcánica llegan hasta la
racterísticas formales. Especifica que
costa, donde una de las formaciones
los basamentos son huecos, forman-
rocosas llamada por los conquistado-
do así una cámara funeraria donde
colocaban los huesos, cerámica y res Pef\ón de Berna! se adelanta en el
otros objetos de ofrenda. Apunta la mar unos 500 m. originando una pe-
existencia de un pequeí'lo orificio que quef\a bahía denominada Punta de
comunica el espacio de la inhumación Villa Rica, a unos 19°35 de latitud
con el adoratorio y éste con el exte- norte y 96° 18 ' de longitud oeste, ubi-
rior.26 cada en el municipio de Actopan .
Frente a este punto natural se levanta
Por lo visto anteriormente, pode-
una colina rocosa de laderas muy
mos comprobar que el hecho de cons-
truir edificios de pequef\as dimen- inclinadas, designada por los lugare-
siones que imitan pirámides con sus f\os como Cerro de los Metates, en
templos con un carácter funerario, donde se encuentran numerosos res-
fue una práctica tan generalizada en tos de la época prehispánica, que se
el área central de Veracruz que debe han identificado como los vestigios
ser tomada como una costumbre muy del sitio totonaca de Quiahuiztlan del
difundida y típica de los totonacas del que hablan los cronistas.
7
Quiahuiztlan en las fuentes y en la navíos seguros del norte. Púsole un nal Díaz hace una referencia a las edi-
arqueología nombre feo que es el Bernal";'o y más ficaciones del lugar, en los términos
adelante agrega: " ... llegamos al sigu ientes: "Y estando en lo más alto
El interés de los que escribieron so bre pueblo fuerte que se llama Quiahuiz- de la fortaleza, en una plaza junto a
la Conquista está centrado, natural - tlan, que está entre grandes peñascos donde ten ían los cués y casas gran des
mente, en la narración de los hechos y muy altas cuestas, y si hubiera resis- de sus ídolos, vimos estar quince in-
protagonizados por los españoles; tencia era malo de tomar" .:11 dios con buenas mantas, y cada uno
por lo tanto, la información que ellos A su vez, Hernán Cortes y Francis- con un brasero de barro ... " Y
aportan sobre los pueblos indígenas co López de Gómara aportan noticias Como los conquistadores llegaron
que fueron paso de Jos españoles an- similares que muestran la imagen de a la cima del Cerro de Jos Metates, es
tes de su llegada a Tenochtitlan , es un medio que coincide con las posible que hayan estado en la zona
muy escueta y limitada. Así sucede características del sitio donde está de las tumbas ya que, de hecho, están
con Quiahuiztlan, a pesar de que fue enclavado el Cerro de Jos Metates, en integradas a Jos demás edificios públi -
el lugar donde Hernán Cortés comen- cuya cima está el cementerio que se cos. Vemos así en estos pasajes de la
zara a trazar la política que seguiría considera perteneciente al pueblo de Conquista, que los hechos revisten tal
con los indígenas durante la Conquis- Quiahuiztlan del que hablan los cro- importancia para los cronistas, que el
ta. nistas. Jugar donde acontecieron no tuvo in -
Después de que los conquistadores El puerto en el que Cortés resguar- terés particular para ellos, por lo que
desembarcaron en Jos arenales de dó sus naves, se encontraba "enfrente no dejaron testimonio sobre el pobla-
Chalchiucueyehcan, fundaron la de aquel pueblo, obra de un legua de do y sus características.
Villa Rica de la Veracruz; sin embar- él" , 32 y dice que era "una villa muy Las mismas fuentes consignan que
go, por lo insano del lugar y porque la fuerte y puesta en recio lugar, porque toda el área recorrida por los conquis-
costa no ofrecía las condiciones de se- está en una ladera de una sierra muy tadores desde Chalchiucueyehcan
guridad necesarias para sus embarca- agra, y para la entrada no hay solo un hasta Quiahuiztlan, estaba habitada
ciones, decidieron trasladarse a un paso de escalera" .33 La población por los totonacas, pueblos de una
puerto natural que Francisco de Mon- indígena de Quiahuiztlan se encontra- misma filiación étnica y lingüística,
tejo y Antón de Alaminos habían lo- ba aproximadamente a cuatro kiló- que en esos momentos vivían domina-
calizado frente a la población metros frente al mar, en una de las la- dos por los mexicas a quienes paga-
indígena de Quiahuiztlan. deras del Cerro de los Metates, aun- ban altos tributos.
En el camino pasaron por Cempoa- que al oriente la pendiente es dema- Después del siglo XVI Quiahuiz-
la donde Cortés se entrevistó con Chi- siado inclinada como para que ahí es- tlan sigue siedo mencionado en todas
comecóatl el cacique "gordo y tuviera asentada la población; sin em- las obras que tratan de la Conquista,
temblador", quien los acompañó a su bargo, es posible que los datos de las por lo que no se pierde la idea de su
destino. Al llegar al Cerro de los Me- exploraciones arqueológicas nos pro- situación geográfica; además, de en-
tates vieron el pueblo indígena y su- porcionen la pauta para conocer me- tonces a nuestros días, la punta roco-
bieron a él, pero Jos habitantes ya Jo jor la ubicación exacta del poblado. sa que irrumpe en el mar y que origi-
habían abandonado; posteriormente Lo que sí podemos afirmar, es que la na la pequeña bahía donde Cortés
los principales salieron a recibirlos e situación estratégica de Quiahuiztlan fondeó sus naves, recibe el nombre de
iniciaron las pláticas. Enterado Cor- la protegía de cualquier invasión y Villa Rica . Aunque la localización del
tés de las circunstancias políticas de la permitía a sus habitantes una fácil de- sitio era muy clara, no hay noticias de
región con respecto al "imperio" me- fensa. Es común, en la parte Central que hubiera sido visitado o conocido
xica, los convenció para que estable- de Veracruz, encontrar edificaciones antes del siglo XX .
cieran una alianza militar con ellos. prehispánicas en la cima de eleva- En nuestro tiempo la primera
Al relatar estos acontecimientos, ciones con accesos difíciles, como es descripción de los entierros de
Jos cronistas proporcionan, en forma el caso de Misantla, Comapan y Quiahuiztlan es la que hizo Garda
indirecta, diversas noticias de Quia- otros. Payón en el artículo antes citado. Se
huiztlan. Berna! Díaz del Castillo Posiblemente la rada natural for- refiere, fundamentalmente, al con-
describe el lugar en Jos siguientes tér- mada frente a Quiahuiztlan fue utili- junto ubicado en la falda noroeste del
minos: " ... dio la vuelta (Francisco de zada como puerto de intercambio, ya Cerro de Jos Metates sobre una plani-
Montejo) a San J uan de Ulúa, sin que Torquemada nos dice que la cie llamada comúnmente Cementerio
más pasar adelante ... que doce leguas población también recibió el nombre Central; también menciona las Tum-
de allí habían visto un pueblo como de "Tianquicolco, porque allí era el bas del Sur situadas sobre la ladera,
puerto en fortaleza, el cual pueblo se lugar del Mercado, y ahora está todo arriba de las primeras. Hace una
llamaba Quiahuitlan, y que cerca de despoblado ... " .3 4 descripción ambigua de las formas de
aquel pueblo estaba un puerto que le En los relatos acerca de la estancia los edificios. Después de afirmar que
parecía al piloto que podrían estar los de Cortés en Quiahuiztlan, sólo Ber- siguen la "forma de pequeños
8
templos", explica que "cada una de escasa extensión geográfica limitada a nencias. En caso necesario la pobla-
las tumbas contiene una peq uefia re- la región central de Veracruz. En ción se trasladaría al sitio reconocido
cámara que era ... utilizada por los cuanto al primer argumento, además por los espai\oles como "fortaleza"
deudos para depositar ofrendas a sus de todos los datos que posteriormente por lo fácil de su defensa; esta si-
muertos";3 6 en su parte inferior esta- ha aportado la arqueología, creemos tuación de refugio se aclara con el
ba el espacio "que servía para deposi- que es muy difícil que hayan imitado hallazgo de "puestos de vigía" ,40
tar el cadáver en posición fet us-in- un solo modelo, ya que tales semejan- oquedades que consigna Medellín Ze-
útero" Y Incluye un dibujo de los zas se dan más bien como una mani- nil como excavadas en la roca para
edificios que representa su elevación festación de la unidad cultural de los servir de puestos de observación. Este
frontal y lateral, planta y corte longi- grupos que las edificaron. Por lo que modelo de centros fortificados son
tudinal. Esto aclara su descripción; se refiere al segundo, si bien es cierto típicos de la región, pudiéndose citar
sin embargo, da la idea de que todas que no fue una costumbre generaliza- Tlacotepec, Centla y Quauhtochco,
las construcciones son iguales. Pero da en Mesoamérica, sí existe tal tipo entre otros. Lo anterior pone de ma-
aunque todas tienen los mismos ele- de monumentos fuera del Centro de nifiesto la imperiosa necesidad que
mentos formales, en cada una de ellas Veracruz, con características forma- los totonacas tuvieron de protegerse
están tratados de manera diferentes; les semejantes y con un mismo senti- de otros pueblos, lo que los llevó a re-
así por ejemplo, hay alfardas que si- do, como lo comprobamos con los fugiarse en las partes altas de los
guen la fo rma de dos líneas paralelas casos revisados anteriormente. cerros.
y otras que son más anchas en su par- Los trabajos de exploración ar- En los informes de los trabajos ar-
te inferior y poco a poco se van ha- queológica en Quiahuiztlan fueron queológicos realizados en Quiahuiz-
ciendo más angostas. llevados a cabo entre 195 l y l 953 por tlan no se menciona la metodolgia
El mismo auto r consigna que había el arqueólogo Alfonso Medellín Ze- que se siguió en la investigación, ni
representaciones de animales hechas nil, bajo los auspicios del Instituto de las técnicas utilizadas para trabajar
de argamasa y que se encontraban de- Antropología de la Universidad Ve- en las construcciones; sólo se explica
lante de los monumentos funerarios, racruzana. El lugar, aunque ofrece el estado en que se encontraron los
mismas que se han desaparecido . Cita posibilidades de gran interés para el monumentos y cuáles fueron las
fi guras de "tortugas, monos, tigre, estudio de la cultura totonaca, como obras de reconstrucción y consolida-
rana y serpiente" de donde se percata es el hecho de ser una ciudad cons- ción. Se describen los monumentos en
"que la persona sepultada pertenecía truida en una escarpada eminencia, función de las variantes que presen-
al clan del animal allí representado, no ha sido explorado mayormente, tan sus elementos estructurales y aun-
de donde se puede inferir que en el por lo que gran parte de lo que se co- que cada tumba tiene una gran indivi-
período correspondiente a la hechura noce de él se debe a la labor de dualidad, se nos muestra que siguen
de estas tumbas, sus habitantes profe- Medellín Zenil. un mismo patrón formal.
saban el totemismo" . 38 Explica que En la explicación general de lo en-
algunas de las tumbas del Cementerio contrado en el Cerro de los Metates, La cerámica
Central están en estado tan ruinoso corrobora la información que las
que sólo se conserva de ellas el basa- fuentes históricas consignan. De la si- Medellín Zenil, en su libro Cerámicas
mento. tuación de la ciudad, confirma la ubi- del Totonacapan, explica que en este
A pesar de que en su artículo, como cación de la población legada por los lugar no se hizo estratigrafía ya que
ya indicamos, cita otros lugares de la cronistas, explicando que Quiahuiz- "sus terrenos son muy inclinados y de
región central de Veracruz donde se tlan "ocupó en verdad toda la falda grandes proporciones rocosas'' .41 Por
construyeron estos monumentos, du- del cerro, pero concentró sus núcleos ello el material debe proceder de reco-
da de su origen prehispánico, acep- de población en su parte sur, poniente lección de superficie, de hallazgos en
tando el criterio de Strebel. La princi- y fundamentalmente norte" .39 Así, los trabajos hechos en las construc-
pal razón que aduce para seguir esta Quiahuiztlan fue una ciudad "col- ciones y de las ofrendas funerarias en-
opinión, es el hecho de que, fundado gante" levantada en múltiples terra- contradas en las tumbas; a estas últi-
ahí el puerto de la Villa Rica, Cortés zas que adecuaron las laderas del mas se refiere en su informe.
dejó una guarnición de 150 hombres, cerro para las construcciones, lo que La cerámica más común en el sitio
de los cuales el comandante Escalante asombra por el gran esfuerzo humano es la llamada Quiahuiztlan, de "barro
y otros cuatro murieron. Agrega que que implica. crema claro, sin desgrasante, com-
por ello, los indígenas observaron la La población campesina debió es- pacto y generalmente muy bien coci-
costumbre espafiola de erigir mauso- tar asentada junto a sus sementeras, do, decorado siempre con pintura
leos en las tumbas y la imitaron, edifi- en las partes planas que circundan el guinda que varía del tono claro al
cando monumentos iguales para sus Cerro de los Metates, y las habita- muy obscuro. En algunos cajetitos
muertos en la época colonial. El se- ciones de los principales debieron hay esgrafiado o rayado inciso orna-
gundo argumento aducido es el de su construirse en las laderas de las emi- mental" .42 La cerámica más antigua
9
de este estilo, llamada Quiahuiztlan 1,
procede de la Isla de Sacrificios y se le
asigna una ubicación temporal de 900
d.C. Este tipo de cerámica no se en-
QUI A HU I ZTLAN
contró en el Cerro de los Metates, por
lo que la ocupación del lugar debió
efectuarse en época posterior. Duran-
te las exploraciones se descubrió en
los entierros, a manera de ofrendas, ~
o
abundante cetamica de Quiahuiztlan ~·

II consistente en: "cajeti tos trípodes


con decoración pintada o esgrafia-
da ... aunque menos frec uentes, copas
y grandes platos ... " 4 3 Excepto los
platos de fo ndo plano de unos 27 cm.
de diámetro, el rn to de la cerámica
fune raria es de pequeñas dimen-
siones, semejante a la que se localiza
en otros sitios de Veracruz y que cre-
emos puede estar relacionada con los
enanos míticos vinculados con la ll u-
via.
También se halló cerámica de otros
estilos típicos de Totonacapan: Tres
Picos II y III ; perteneciente toda ella
a lo que el arqueólogo llama horizon-
te histórico de los siglos XIII al XVI.
Se trata de un barro de color semejan-
te a la alfa rería tipo Quiahui ztlan, de-
corada con faj as pintadas color na-
ranja, café oscuro y guinda y motivos
esgrafiados .44 Otras cerámicas exis-
tentes aunque en menor grado , son
las de barro naranja y la policroma
totonaca; de este estilo se rescató un
vaso globular decorado con un ciem-
piés.
Las conclusiones a las que llegamos
del estudio de la cerámica son las si-
guientes: la época del flo recimiento
de Quiahuiztlan pertenece al horizon-
te posclásico tardío, lo que corrobora
lo que dicen las fuentes históricas
acerca de que la vida en el Cerro de
los Metates está en pleno auge en el vieron estrechos contactos con el Al- región central en el posclásico tardío.
momento de la llegada de los conquis- tiplano Central ya que abunda la ce- La población del Cerro de los Me-
tadores. rámica policroma Mixteca-Puebla tates también mantuvo relaciones po-
La cerámica de importación más que tal vez procede de Cholula, ya siblemente de carácter comercial con
antigua encontrada en Quiahuiztlan que frecuentemente se encuentra otros sitios de Mesoamérica . Es con-
- hasta ahora los restos más tempra- alfarería de ese lugar en el Centro de veniente recordar lo que indica Tor-
nos del sitio- proviene de la tumba 4 Veracruz; muestra de esas relaciones quemada cuando dice que esta ciudad
del grupo Sur; es del tipo Azteca II es la existencia de tumbas con monu- era un mercado. El puerto de la Villa
producida en Tenayuca, 45 lo que de- mento. Aparece también cerámica Rica seguramente fue un importante
muestra la relación de los totonacas Azteca III y IV, ambas variedades de sitio de intercambio de productos ya
con este pueblo, y sobre todo , la po- la época mexica, que ponen de mani- que se han encontrado objetos de
sible ocupación del sitio hacia el fiesto la influencia de este pueblo en barro Pánuco V y VI, procedentes de
posclásico temprano. Además, tu- Quiahuiztlan, como sucedió en dicha la Huaxteca (1200 d.C. a 1521 d.C.).
lO
LA ARQUITECTURA El Cementerio Central (fig. 6), ubi- gundo se sube por una amplia esca-
FUNERARIA cado en un plano de composición rec- lera. Las dos escalinatas están limita-
tangular abierto hacia el norte por das por alfardas que en la parte supe-
Distribución de los volúmenes en el una pendiente, está integrado por rior terminan en paramentos rectan-
espacio tumbas, un "palacio" y un templo . gulares. La pirámide tuvo una habita-
Hacia el oriente fueron edificadas ción de planta rectangular con un va-
En el Cerro de los Metates los edifi- cuatro estructuras: un adoratorio no de acceso en toda la amplitud de la
cios están distribuidos en las terrazas flanqueado por tres tumbas que for- fachada. El espacio de la plaza se in-
que fueron construidas en varios ni- man el eje límite norte-sur con una terrumpe con dos pequeñas estructu-
veles en las faldas del promontorio, y trayectoria ligeramente inclinada ras que parecen ser adoratorios y que
que implican grandes superficies lograda a base de remeter las facha- aún no han sido explorados.
rellenas y kilómetros de muros de das de cada una de las construcciones El lado norte de aquel edificio sirve
contención. unos centímetros a partir de la tumba de límite sur a otra plaza en la que se
Como sucede generalmente en toda l. De estos edificios sólo permanece construyeron numerosos monumen-
la arquitectura prehispánica de carác- en pie el último. El límite sur del con- tos agrupados en escuadra, aunque
ter religioso, aquí en Quiahuiztlan los junto está formado por pequeños mo- sin seguir una línea recta. La mayoría
volúmenes subrayan el espacio o sir- numentos colocados en dos niveles, de ellos están concentrados en la es-
ven como puntos de referencia para uno inferior y otro superior, que si- quina noreste de la plaza. Los del
formar plazas ayudándose de la con- guen una trayectoria oriente- extremo norte tíenen sus fachadas ha-
figuración natural de la eminencia o poniente, con sus entradas dispuestas cia el sur, en tanto que los del lado
regularizando ésta para lograr los pla- al norte excepto la número 3 que ve al oriente presentan su parte posterior
nos necesarios. Estas plazas eran el oriente. Los niveles están separados hacia el mar.
lugar donde se concentraba la pobla- por un muro de contención que evita En el mapa elaborado por Medellín
ción para celebrar sus rituales. Las si- el derrumbe del cerro y que forma la Zenil (y que utilizamos en este traba-
guientes consideraciones de la distri- base para las tumbas de la parte supe- jo), él coloca erróneamente la planta
bución de los cuerpos en el espacio es- rior. En ambos niveles los monumen- del mausoleo triple, cuya localización
tán fundamentadas en el mapa elabo- tos no se encuentran alineados unos -él mismo apunta en su Informe-
rado por Medellín Zenil (fig. 5). con otros; algunos fueron dispuestos está en el Grupo del Sur aun cuando
Cada uno de los tres conjuntos ar- más adelante y otros más atrás sin se- puede tratarse de una subestructura
quitectónicos consignados en ese ma- guir un ritmo; dos de ellos incluso de la que no se ve ningún resto super-
pa forma una unidad con característi- quedan ocultos. ficial. Durante alguna de las tres tem-
cas propias. Además, hay dos grupos Al poniente se distingue un eje poradas de exploración, practicó una
de tumbas que no están dibujados en norte-sur constituido por la estructu- cala en la parte sur de esta plaza y en-
él y que aparecen constituidos por va- ra más grande de la plaza. Es un basa- contró que debajo de ella hay una su-
rios monumentos alineados uno junto mento de planta rectangular con un bestructura de la cual se aprecian es-
a otro. muro en talud, triple escalinata y caleras y alfardas con remates, de la
El Cementerio Central se comunica cuatro alfardas. En la parte superior misma manera que en otros edificios.
con el Grupo de Oriente por medio de tuvo una habitación también de plan- Estos datos fueron omitidos en el pla-
un muro escalonado; este último se ta rectangular y gran entrada. Esta no aunque todavía queden visibles.
une a su vez con el Cementerio Orien- estructura no ha sido explorada.
te por un paso natural que corre por El grupo de Oriente se encuentra Sistema y materiales de construcción
el flanco occidental de la estructura dispuesto de tal manera que circuns-
llamada "Palacio". Al grupo de cribe otra plaza rectangular abierta El material utilizado en la construc-
Tumbas del Sur parece que también por el lado poniente hacia el muro es-
se llegaba por un paso natural ascen- ción de estos monumentos procede de
calonado que ya mencionamos, y li- la misma localidad y consiste en lajas
diendo unos quince metros desde el mitada en el sur por la ladera del
Cementerio Central. El acceso al de piedra volcánica recubiertas con
cerro. El límite oriental de la plaza es- estuco. Las lajas tal y como salían de
Grupo de Ojital no lo hemos podido tá determinado por un edificio de la cantera eran colocadas, salvo algu-
distinguir. planta elíptica. Esta estructura pre- nas que se trabajaban para darles
senta una amplia escalinata flanquea- cierta forma y ponerlas en "esquinas,
da por alfardas trapezoidales. piso y bases de techos ... ". 46
El edificio mayor que limita la pla- Los componentes del mortero con
za por el norte está integrado por dos el que recubrían la piedra son arena
S. Plano de Quiahuztlan según Medellín Zenit,
retocado por Ana Luisa Izquierdo. 6. Vista ge-
cuerpos escalonados; tiene una doble de río "y cal hecha por calcinación de
neral del Cementerio Central. Foto Ana Luisa escalinata que da hacia el sur y permi- los carapachos calcareos de moluscos
Izquierdo. te el acceso al primer cuerpo; al se- bivalvos, fundamentalmente ostión,
11
que debieron tomar de la Laguna del 7
Llano y de la Mancha" .47 Para que la
argamasa tuviera más cocción le agre-
gaban pequeñas esferas de barro y
restos de cerámica.
El basamento de las tumbas está
construido directamente en el suelo o
~
sobre un piso recubierto de estuco; en 1 1 •

algunas, primero se edificó una plata- {~,···~. :~. }~


forma baja recubierta de argamasa, .~..
,.,.. . - · .·o
·~·.A?~
__
por lo que carece de cimientos. La cá-
mara funeraria queda colocada en el
espacio que dejan libres las cuatro pa-
redes del basamento. Algunas de esta
cámaras presentan una planta rectan-
gular, y otras elíptica. Ahí colocaban
los restos óseos y las ofrendas de cerá-
mica (fig. 7) .
El techo de la cámara fueneraria es-
8
tá formado por una o varias lajas que
componen, a su vez, el piso del pe-
queño templo que es de menores di-
mensiones . Éste, generalmente, tiene
planta rectangular, aunque hay algu- 1
nos cuya planta es de esquinas redon-
deadas. El techo del adoratorio es
plano, construido también con una o
varias losas, pero se eleva con más la-
jas, creando la forma que se aprecia
desde el exterior. Lo burdo de la
construcción se disimula con gruesas
capas de argamasa que cubren inte-
......
riores y exteriores, logrando la forma . '."•" '· '
que adelante describiremos.
a
Descripción formal b

De las 77 tumbas localizadas en el


Cerro de los Metates, sólo hemos po-
dido observar 68, de las cuales selec-
cionamos algunas para ser descritas
en el presente trabajo, por considerar
que son las auténticas ya que conser-
van sus partes origi nales; las demás,
están reconstruidas, en mayor o me-
nor proporción, en dos ocasiones di-
ferentes.

7. Tumba 2 del Grupo Sur. 8. Tumba 1 del Ce-


menterio Central, según dibujo de Rafael Mo-
ranchel y foto de Diego Villasei'lor Cusi. 9. De-
talle de la misma. 10. Tumba 4 del Cementerio
Central. Fotos Ana Luisa Izquierdo.

12
CEMENTERIO CENTRAL esquinas redondeadas: un friso infe- Tumba número 5 (fig. 11)
rior que es el mayor y una moldura
Tumba número 1 (figs. 8 y 9) superior angosta, ambos con una Junto al pequeño edificio arriba
inclinación semejante. Algunos de los descrito y con la misma orientación,
La tumba 1, situada en el oriente del elementos de este monumento no se se encuentra otra tumba de planta
Cementerio Central, con su fachada unen en ángulos rectos, debido al po- rectangular con un cuerpo vertical.
dirigida hacia el poniente, puede con- co cuidado de sus construcciones. Su escalera, que no ocupa toda la par-
siderarse la de mayores dimensiones y En general, en los edificios prehis- te frontal de la estructura, está limita-
la más original, ya que en ella el ma- pánicos de estas características, el da por alfardas más angostas en la
nejo de las formas es totalmente dis- templo es mucho menor que el basa- parte superior, donde cambian su
tinto de los demás. Su único cuerpo mento que lo sostiene; en este edificio inclinación y se transforman en un re-
tiene planta rectangular y los cuatro es a la inversa, el santuario es de ma- mate cilíndrico. Los escalones po-
muros en talud. Adosada en el muro yores dimensiones que la pirámide. siblemente tuvieron la huella y el pe-
poniente está la escalera; no cubre to- Medellín Zenil encontró dentro del ralte muy desiguales.
da su extensión y está limitada por al- templo del monumento una figura fe- El templo, también de planta rec-
fardas que terminan en dado o rema- menina de barro en posición sedente, tangular con muros ligeramente re-
tes con forma de paralelepípedos que lo que aclara su sentido ya que emu- dondeandos en las esquinas, es de me-
sobresalen unos centímetros de lando a los templos, era en realidad nores dimensiones que el basamento,
aquéllas. A pesar de las pequeñas di- un pequeño santuario, o sea, el recin- por lo que deja un corredor que lo cir-
mensiones del monumento, la escale- to donde se guardaba la efigie de la cunda. Tiene un vano de acceso en
ra presenta siete escalones con huellas divinidad. forma de paralelogramo . Las paredes
muy estrechas y altos peraltes. siguen una línea curva que se une en
la parte inferior del techo plano, pro-
Éste es el único monumento con de-
yectándose fuera de los muros del
coración realizada a base de grandes
adoratorio. La parte inferior del
almenas con perfiles escalonados,
techo es más ancha en los costados
cuatro en la parte posterior y dos en
del templo, siguiendo una línea
cada uno de sus lados, colocadas en la
diagonal. La moldura superior no
parte superior de la pirámide. Por Jo
corre paralela a aquélla, sino que si-
que se observa, el basamento no tuvo
gue una línea horizontal.
templo. Melgarejo Vivanco afirma
Los dos elementos principales de la
además que en su interior había una
construcción fueron edificados dán-
cámara "de forma rectangular capaz
dole al templo una proporción mucho
de conterner un entierro primario de
mayor, de tal manera que es dos veces
uno o varios individuos" .48
más grande que la plataforma inferior.
Sus formas son bastante irregulares
Tumba número 4 (fig. 10). aunque se nota mayor cuidado en la
fachada del edificio.
Esta tumba se encuentra ubicada en el
nivel superior del Cementerio Central
con su fachada dispuesta hacia el nor-
te. El basamento se desprende direc- 9 10
tamente del suelo; su planta es de as-
pecto cuadrangular con esquinas re-
dondeadas. La escalera está adosada
a la estructura, parece tener cuatro es-
calones y anchas alfardas que apenas
se distinguen por su mal estado de
conservación.
El adoratorio presenta una planta
semejante a la del basamento aunque
de menores dimensiones; está colocado
de tal manera que en la parte superior
del basamento queda un pasillo; el
vano de acceso tiene forma trape-
zoidal y está desplomado. El techo es
plano. formado por dos cuerpos de
a b 13
11 a b
Tumba número 15 (fig. 12)

Situada en el nivel inferior del Ce-


men terio, guarda la misma orienta-
ción que las o tras. Su basamento es-
tá integrado por muros en talud y
paramentos que se proyectan unos
centímetros fuera del muro. Tiene
una amplia escalera de tres peldaños,
limitada por alfardas a la que rema-
tan dados con liste! en la parte infe-
rior, sin ocupar totalmente la parte
frontal de la estructura. El templo,
sumamente alto en relación al basa-
mento, tiene planta rectangular; su
vano de acceso presenta el aspecto de
un arco deprimido.
El techo plano también está in-
tegrado por dos partes: un friso que
se proyecta fuera de los muros del
adoratorio y que se va estrechando en
la parte superior a manera de pirámi-
de truncada, y una moldura más an-
gosta que sigue una misma línea e
inclinación. EL basamento es suma-
mente bajo en relación al templo, ya
que este útilmo es tres veces más gran-
de que el primero.

12 a

1l. Tumba S del Cementerio Central. 12. Tum-


ba IS del Cementerio Central. 13. Tumba 26
del Cementerio Central. 14. Tumba 33 del Ce-
menterio Central. Fotos Ana Luisa Izquierdo.
14
Tumba número 26 (fig. 13) cio donde, hasta hace unos afios, con-
servó dos esculturas de argamasa que
Localizada en el nivel inferior del Ce- al parecer representaban felinos. 49 De
menterio, con la posición de su facha- ella arranca el basamento vertical de
da hacia el norte, descansa sobre una planta rectangular donde se en-
baja plataforma rectangular más cuentra adosada una escalera de tres
amplia en la parte anterior del edifi- peldafios, con alfardas que se
estrechan en la parte superior, rema-
tadas en forma de paralelogramo con
13
esquinas redondeadas. El adoratorio,
de mucha más altura que el basamen-
to, tiene también una planta rectan-
gular pero de menores dimensiones, y
está colocado de tal forma que deja
un estrecho pasillo alrededor de la
estructura. Su vano de acceso es tra-
pezoidal, más angosto, y ligeramente
arqueado en la parte superior. Los
muros del pequefio templo muestran
varios recubrimientos de gruesas ca-
pas de estuco. Su techo plano de dos
elementos, no muy regular, tiene un
friso ancho en forma de pirámides
truncadas cuyas esquinas terminan en
arista y una moldura de menores di-
14 mensiones que el elemento inferior .
Este monumento es el que nos da la
imagen más aproximada de lo que pu-
dieron haber sido las demás tumbas
de Quiahuiztlan, ya que se encontró
tal como lo observamos.

Tumba número 33 (fig. 14)

Localizada en la esquina suroeste de


la plaza del Cementerio y con su
fachada dirigida hacia el norte,
muestra el poco cuidado que tuvieron
a sus constructores para darle a sus ele-
mentos formas regulares, por lo que
b destaca notablemente su falta de
simetría y el desequilibio en sus ele-
mentos. El mausoleo está colocado
sobre una baja plataforma rectangu-
lar que en su parte anterior tenía dos
esculturas de estuco. 45 Su basamento,
planta de aspecto rectangular y es-
quinas redondeadas, es un cuerpo
vertical. Su escalera sumamente an-
gosta, está limitada por alfardas que
terminan en cubos que fueron recons-
truidos. Estos últimos, de grandes di-
mensiones en relación a la alfarda, se
proyectan fuera de ella, de tal manera
que dan la impresión de estar despro-
porcionados.
15
El templo es de planta rectangular 15
levemente redondeada en sus es-
quinas . Está colocado al centro del
basamento, quedando un corredor
alrededor de él. La puerta de entrada
es ligeramente trapezoidal, más an-
gosta en la parte inferior tal vez por-
que aquí la capa de estuco es más
gruesa. El techo plano, de dos partes,
tiene un friso que en la fachada sigue
una línea diagonal, siendo más ancho
en el lado izquierdo que en el de-
' recho. En algunos de sus lados termina
redondeado y en otros en arista a la
manera de cornisa volada. La moldu-
ra superior está casi totalmente re-
construida, es más ancha en el lado
derecho que en el izquierdo, a la in-
versa que la parte inferior del techo.

TUMBAS DEL SUR

Tumba número 2 (fig. 16)

Este monumento se puede tomar co-


mo modelo porque, en parte, se en-
contró tal como lo vemos ahora, ex-
cepto la escalera que estaba muy
destruida; se reconstruyó basándose
en los restos de una alfarda con su re-
mate de ese mismo edificio. El basa-
mento, de planta rectangular, es esca-
lonado en dos de sus lados y en forma
de paramento vertical en la cara ante-
rior y en la posterior. El templo con
planta del mismo tipo, pero de meno-
res dimensiones, fue colocado en el
centro del basamento de tal forma
que deja un pasillo alrdedor del pe-
queño templo. Su escalera, adosada a 16
la estructura, consta de tres peldaños,
y está limitada por alfardas suma- ancho, se proyecta fuera de la pared término y qué es lo que entiende por
mente inclinadas que adquieren el as- del templo donde una moldura angos- rural.
pecto de rampas que en la parte supe- ta lo remata. El pequeño templo que arranca di-
rior modifican su inclinación hacién- rectamente del suelo, es de planta rec-
dose más verticales, formando los da- Tumba número 3 (fig. 17) tangular con un vano de acceso de la
dos que son separados de la alfarda misma forma. Las dos partes de su
por un resalte. Localizada y orientada del mismo techo son: el friso que se une a cada
Los muros del monumento han modo que la anterior, parece ser el una de las cuatro esquinas en arista y
perdido parte de su recubrimiento de único ejemplo carente de basamento una moldura sumamente delgada en
estuco, lo que permite suponer que que se conserva en Quiahuiztlan; exis- relación al elemento inferior. Aunque
fue varias veces remozado recubrién- ten otros en diversos sitios de Ve- está reconstruida, se encontró parte
dolo de argamasa. El vano de acceso racruz como Tuxuc, Palmas de Abajo de sus muros y techo originales, por
del adoratorio es trapezoidal, más y San Isidro. 51 A este tipo de tumbas lo que sólo se consolidó; se restituye-
ancho en la parte inferior. Su techo Medellín Zenillas designa como rura- ron partes a su sitio y se reconstruyó
plano, constituido por un friso les,52 sin explicar por qué utiliza este el resto.
16
17 Tumba número 4

Situada en este conjunto, con su


fachada dispuesta al oriente, tiene un
basamento de planta rectangular, es-
calonado en los lados, y plano en la
parte anterior y posterior . Su escale-
ra, de tres peldaños desiguales, está
flanqueada por alfardas rematada en
la parte superior por dados que se
proyectan ligeramente hacia afuera.
El templo, de planta rectangular,
está colocado en el centro del basa-
men to. Su vano de entrada es trape-
zoidal, ligeramente más estrecho en la
parte superior. El techo plano está
compuesto por un ancho friso de es-
quinas redondeadas, proyectado lige-
ramente de las paredes del templo, y
una angosta cornisa semejante al ele-
a mento inferior.
Medellín Zenil encontró parte de
b
los cuerpos del basamento, el templo
15. Tumba 1 del Grupo Sur. De izquierda a de-
recha aparecen Jorge Gurría Lacroix , Eusebio
y fragmentos del techo; así, reforzó
Dávalos Hurtado y el guardián de la zona algunas partes, puso algunos frag-
(1959). 16. Tumba 2 del Grupo Sur. 17. Tumba mentos en su lugar y reedificó el res-
3 del Grupo Sur . 18. Vista general del Cemen- to. Con base en el hecho de que en es-
terio Oriente. Fotos Archivo Técnico INAH y ta tumba se encontraron seis capas de
Ana Luisa Izquierdo.
estuco sobrepuestas,53 asevera que es
uno de los más antiguos monumentos
funerarios de Quiahuiztlan.

CEMENTERIO ORIENTE (fig. 18)

Tumba número 3 (figs. 19 y 20).

Con su fachada dirigida hacia el sur,


este pequeño monumento de planta
18 rectangular conservó todo su lado po-
niente original. La escalera, las alfar-
das y los remates así como todo el la-
do oriente, están reconstruidos; las
partes nuevas fueron marcadas con
pequeñas oquedades circulares. La
construcción superior, también de
planta en forma rectangular, tiene un
vano de acceso de forma similar, aun-
que la parte original se nota ligera-
mente curva y muy recta la recons-
trucción. El techo es plano con un fri -
so ancho que se proyecta fuera de los
muros del templo y se va estrechando
en la parte superior en forma de pirá-
mide truncada rematada por una an-
gosta cornisa que sigue la forma del
elemento inferior. Las esquinas de los
techos están ligeramente curvas.
17
Considerariones generales inhumados pudieron ser de guerrno~.
~acerdotes o cualq uier otra per ~ ona
En la región ocupada por los tolona- que hubiese desempeñado un papel
cas durant e el posclásico se desarrolló importante en la comunidad y a
la práctica constante de erigir verda- quienes, después de muert os, se
deros cemen terios con monumentos rendía culto permanen te.
sobre cada una de las tumbas, siendo Las pa rede s de las tumba s
una de las costumbres funerarias más m uestran re siduos de pintura roja,
propias de la región y uno de los ras- color usa do comúnmente para el cul-
gos culturales más originales de este to funerar io en Mcsoamérica, aso-
grupo den tro del cont ex to de las cul- ciado al este y po r lo tanto relaciona-
turas mesoamericanas. Sin embargo, do con el nacimien to del Sol y con la
estos monumentos han sido escasa- resurrección . Así esta tu mbas, con
mente investigados, por lo que sus rest os óseos, sus ofrendas, sus
muchos autores dedicados al estudio 19
im ágenes de deidades y su co lo r rojo,
del pasado prehispánico de los tolo· consti tuían parte importante de un
nacas no los mencionan o les conce- complejo ritual, que requería la pre-
Paso y Troncoso acerca de que ahí se
den poca importancia. Es decir, esta sencia de elemen tos asociados a la
enterraba n niños sacrificados.
costumbre no ha si do valorada como muerte y la resurrecció n.
Medellín Zenil nos dice que los en-
uno de los aspectos más típi cos del
tierros para los que fueron edificadas Desde el punt o de vista arqu itect ó -
posclásico en el centro de Veracruz .
las tumbas son secundarios;56 es decir nico, los mo numentos de Quiahuiz-
Hasta donde sabemos, esta cos-
que ahí colocaban restos de indivi- tlan están integrados a una concep-
tumbre sólo aparece en forma esporá-
d uos que habían sido sepu ll ados y ción ur banística del cen tro ceremo-
dica y aislada en sitios de Mesoaméri-
q ue más tarde exh umaba n; no se trata nial, do nde tum bas y edi fi cios reli-
ca que florecieron en el po sc lásico,
pues, de entierro s primarios en posi - giosos fo rman una un idad .
pero al parecer, no se extendió su uso
ción fetal como algunos creyeron.
ni llegó a consti tuirse en parte signifi - Entre las n um erosas tumbas locali -
Todas las estr uctur as con te nían
cativa de algunas de las culturas en zadas en Quiahuiztlan la número 1
ofrendas para el difunt o: objeto s de
que se encon traron . del Cementerio Cen tral es la más im-
cerámica tanto regional como de im·
Varios especialistas 54 piensan que portante y original por su posición,
portación, cuentas de cristal de roca,
los monument os fueron construidos tamañ o, forma y decoración. Consti·
oro, amatista, jadeíta y azabache ob·
tratando de im itar la choza, habita- tuyendo el límite oriente de la plaza,
jetos de obsidiana, coral y cobre.
ción com ún de los indígenas de la re- es la tumba de mayores dimensiones,
Hemos tratado de localizar, en la in-
gión. Sin embargo , creemos que más la única que pudo contener un en-
formación histórica sob re los totona-
bien la in tenc ión era darle un carácter tierro primario múltiple. Excep-
cas, alguna creencia que pudiera dar
sagrado al sep ulcro, por lo que trata- cionalmente está constituida por un
bases para encontrar el sen tido de es-
ron de reproducir en pequeña escala basamento de muros en talud sin
ta práctica funeraria; sin embargo no
el edifi cio religioso típico de Meso- templo, y tiene la particularidad de
hay datos que aclaren para quiénes se
américa comp uesto de un basamento estar decorada con almenas escalona-
construían los monumentos, ni qué
en este caso provist o de alfardas y da- das parecidas a las usadas en Cempo-
sen tido tenía esta costumbre. Posible-
dos, co ro nado con un templi to con su ala, aunque con la singularidad de
mente primero enterraban al difun to
es trecho espacio interior. Completa· que, mientras en aquel sit io son esca-
en el piso de la casa o en la milpa co-
ba la represen tación del sitio sagrado lonadas en uno de sus lados, en
mo solían hacerlo estos pueblos, y
una peq ueña escu ltura de la deidad a Quiahuíztlan lo son en las dos parte
posterio rmen te, cuando ya sólo exis-
que estaba dedicado, posiblemente un laterales. '
tieran unos cuantos restos, los exhu-
d io~ relacionado , de alguna manera, maban y lo llevaban a depositar en el Con algunas excepciones todas las
con el muerto o con algún culto prac- centro ceremonial, tal vez cuando po- tumbas siguen un cierto patrón bási-
ticado en el lugar. seyera la fuerza mágica sufi,c iente co: un basamento con escaleras flan-
Está probado q ue los monumentos para influir, de alguna manera , en la queadas por alfardas con remates en
de Quiahuizt lan tu viero n un carác ter vida de los hombres. forma de dados, y un templ o con
funerario. Los datos arqueológicos El contacto entre los vivos y los di - lecho de dos elementos: friso y corni-
muestran que las tumbas cont ienen funtos se pone en evidencia por el sa. Todas las tumbas cuentan con es-
restos de adu ltos; só lo se hallaron hecho de existir, en tod o~ estos monu- tas mismas partes, pero cada una de
huesos infantiles fuera de la tumba 1 mentos, un conducto que comunica la ellas tiene fo rmas, medidas y propor-
del grupo del Sur, 55 lo que permite cámara sepulcral con el templo, y éste ciones particulares, como puede ob-
dudar de la opinión de Francisco del con el exterior. Los restos de los ahí servarse en el cuadro adjunto .
18
BASAMENTO CEMENTERIO CENTRA.L TEMPW
PLANTAS CUERPOS ESCALONES ALFARDAS REMATES PLANTAS MUROS PUERTAS TECHOS

-4.6Jl.
1. 71al. ,66 a , .6!H .
1 l.Ola.

·,. ' , )01.

. l l i!ll .ai.

co_-,-..,,--"'""""'""''-''c:,l_:,IIIUro vur del ball-.anto, ea pos ible a preciar al hue co de l& c ¡.ar a funeraria ,
!...!_:91!: 40d. .111.
Hay huellas do ot.n~ura no con aiqna d• en el raapa, Al oeste doe la nÚII\. 13.

:m·..
JH.•·
Jf.:...
'.B!.""·
----- '~11__,.-.

1.201.
,3&11..

20 ::H!: Eati parcialloenta C\lbierta de tiern por lo 'J=I& no aOfl viaiblea aua al-nto5

28

1 lll. Mo son vbtble'C'.'::''~·-""""------.--------~~-

.Ji;:c··~--------------7------=--
11
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14 t fdl .u. _:_·:_:__ ----~ M....!:..
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Se !5!!!Clil un "'CC_!Iticulo,___ _ _ _ _ __

'f' U M 8 A S

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N T E R l O

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~ -- ~· :l"'l:to_l_
'}uedan algunos ~atoa del bas ...nto

:m: .,9al.
·----~6_.._·----------"''"'''oo:·~-:.._~-...: .

=::
Quedan alguno• rw:atoa del basa~nto

~:tél~'.t!i~!:.:!t~U)I!!!Q~--------- .:Dal.
- -__,.4Ja.-.-
. 701....
--.-17a,
.661.-.
. .:na.

'~-----------·---

1.171. .41al.

',', i.ZSI.Qued~o!!F.lOa l'e!ttOI. del_bll54•M:::!C"'"'o------~~-~~---4'i.!ill..._._ _ __ -,',~·.9~!·. .4la l .32&1. L!Eil. 11a. I.Ut. .. .
-'9• ~-_ _ __;__.fl~t!-.· .. -----rl1~rr.-r._________:·.:,:":.·:... :.____~~----~----,:~:~§~t:t:.;::-~
24 1:24!:- .68al. J-J"·"'4 · . f. ·-· j-79 : .:n... .11
;¡~-:n.,.,--------------~--- --::~2t:t··-~----"·'L!c•<>·--=-~~~~~~~~~':.~~~~~~~~~--~~~'"_~":._-----"!L...--::::::::--_-,_-_,-_--_""_"'_"'_-_-_~_:!.J_..._-_
Quedan al9YnO!LD'.!!to~_~l~~.2.....------------~----------------

Abreviaturas:

1. largo
a. ancbo
al. altura 19. Tumba 3 del Cementerio Cent ral. Arriba:
ma. máximo Cuad ro analítico de las tumba s d e
mi. mlnlmo Quiahuiztlan, según Ana Luisa Izquierdo .
19
Como es común en las construc- edificio . También dados cóncavos y 90° siguiendo generalmente la misma
ciones religio sas prehispánicas, las redondeados, aunque la mayoría si- inclinación tanto el friso como la cor-
plantas de los edificios son rectangu- gue la figura de los paralelepípedos nisa, aunque en algunos casos el án-
lares, de varias dimensiones, acercán- que se proyectan fuera de la alfarda, gulo del volumen es más abierto. Al
dose algunas al cuadrado (No . 2 como sucede en los edifici os de Cem- parecer estas formas im itan los techos
Tumbas del Sur) y alargándose otras poala en Veracruz, o en los de Mali- de palma que se usaron y aún se acos-
considerablemente. Algunas parecen nalco y Santa Cecilia en el Altiplano tu mbran en la región. Curiosamente,
de planta elípt ica ya que tienen las es- Cen tral. este mismo tipo de combinación en
quinas redondeadas; esto se debe más Los pequeños adoratorios, de di- los techos se encuentra en las repre-
bien a que, al recubrir de est uco la mensiones mayores que el basamen- sentaciones del edificio sur de Las
construcción, no tuvieron cuidado en to, están colocados en el centro de és- Monjas en Uxmal; también se locali-
marcar las aristas que las lajas tampo- te , circundándolos un corredor como za entre las diversas reproducciones
co delimi taron . Los basamentos están parece haber sido cost umbre en algu- de templos en los códices como el
com puestos de un solo cuerpo de di- nos edificios del Altiplano Central. NuttaJJ58 y el Borgia.59
versas configuraciones; los más co- Los templos tienen muros verticales Todas las construcciones estu -
munes son los de muros verticales; los que delimitan un pequeño cuarto de vieron recubiertas de estuco; parece
hay de paredes en talud y un para- planta también rectangular, en donde que algunas muestran varias capas de
mento vertical, (Nos. 15 y 21 del Ce- se colocaban las imágenes de deidades recubrimiento. Debieron tener un as-
menterio Central), así como también que según Medellín Zenil, son "pe- pecto sobrio puesto que su terminado
escalonados en dos o tres de sus lados queñas esculturas antropomorfas, se reducía a la pintura, probablemen-
(Nos. 4 y 2 de las Tumbas del Sur). planas y macizas, que revelan influen- te sin más decoración.
Estas estructuras no son macizas, cias o manufactura mexica" Y Como vemos, todas las tumbas si-
pues limitan una cavidad en la que Los techos están estructurados por guieron un patrón estructural; sin em-
eran colocados los huesos y las ofren- medio de los volúmenes en forma de bargo, no parecen hechas en serie, ya
das, ya sea sobre el piso o sobre el pirámides truncadas superpuest as: que los elementos guardan propor-
suelo de argamasa. Separando algu- una mayor, que descansa sobre los ciones diferen tes en cada monumen-
nas (No. 27 del Cementerio Central), muros del santuario proyectándose to, lo que hace que separadamente se
la altura de esta estructura es menor fuera de él unos centímetros, y otra distinga uno de otro.
que la del templo, quizá porque hubo menor que se asien ta sobre la prime- Las características fundamentales de
la intención de hacer sobresalir el ra, dejando una plataforma como la arquitectura funeraria de
adoratorio. azotea. La inclinación de los ángulos Quiahuiztlan muestran que siguieron
Algunas construcciones están edifi- de estas partes varía entre los 75° y en general, en esa época, los patrones
cadas sobre una baja plataforma re-
cubierta de estuco, sobre la que se en-
contraron figuras de animales: ranas,
felinos y lagartijas; probablemente se
trata del nahual del difunto , espíritu
animal que lo acompañó en su vida y 20
que lo segui ría después de la muerte .
En Cempoala es usual que los edifi-
cios se desplan ten en una plataforma
baja , como es el caso de los edificios
del Templo Mayor y el Sistema del
Dios del Ai re. En el Alt iplano
Cen tral , en Tenayuca, la pirámide se
alza de una baja estruct ura decorada
con serpientes.
Las escaleras están apoyadas sobre
el muro frontal del basamento,
quedando muy saliente del cuerpo,
como ocurre con frec uencia en las pi-
rámides mesoamericanas. Las alfar-
das que limitan las escaleras se cons-
truyeron siguiendo dos fo rmas: una
faja que sigue líneas paralelas y otra
de estructura trapezoidal más ancha
en la base, que da cierta ligereza al
20
constructivos del posclásico, particu- 21
larmente de Cempoala y del Altiplano
Central. Esto pone de manifiesto el
hecho de que los totonacas estaban
entonces sumamente influidos por los
estilos arquitectónicos del Centro de
México, lo que evidencia que su pre-
dominio en la regió n había impuesto
también normas ajenas a la política,
cosa que se manifiesta en la escultura
y en la cerámica.
Nos referimos a las tumbas como
una manifestación arquitectónica,·
con la intención de conocer cuáles
fueron los elementos estructurales
que tomaron para su edificación, y qué
patrón formal siguieron las construc-
ciones. Sin embargo, desde el punto
de vista estético, una de las tumbas
debe ser considerada como una expre- 22
sión plástica más cercana a la escultu-
ra que a la arquitectura, ya que por
sus dimensiones, su recinto no puede
ser habitable para el hombre, ni el ob-
servador percibe la existencia de espa-
cio interior. Como escultura, cada pe-
quefio monumento representa en su
forma el concepto del lugar sagrado
por excelencia, es además, una expre-
sión plástica tridimensional que se
observa desde afuera y que da la sen-
sación de volumen.

20. Tumba 3 del Cementerio Central. 21. Tum-


bas 22 y 24 del Cementerio Oriente. 22. El Pe-
llón de Berna!, que domina la zona arqueólogi-
ca. Fotos Ana Luisa Izquierdo y Alfonso
Medellín Zenil.

México, D.F., abril de 1986


21
NOTAS

23. Vista general del Cementerio Orien te . Foto


Alfonso Medcllí n Zenil. 23

l. José García Payón, "Las tumbas con 13 . José Jbcrri, "Ruinas del Mo nte Real", El León P ort illa, Porrúa , Méxi.:o , 1969
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11, tomo 11 , enero de 1950, no . 13, pp. 22- co, tomo III, 1844, pp . 21-24 . 36. García Payón, op. cit. , p . 10.
23 . 14. Jesús Gali ndo y Villa , "Arqueo logia me- 37 . Ibídem. p . 14.
2. Ales Herdl icka, "An ancient sepulcher at xicana. Las ruinas de de Cempoala y el 38 . Ibídem.
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Arqueología, H istoria y Etnografía, Mé- 17 . Herman Strcbel, Alt Mexiko (citado por) p . 2.
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3. Vicente Lombardo T oledano, "Geografía bución a la etnografía histórica de Améri- 41. Medellín, Cerámicas ... , p. 200.
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algun as observaciones sobre sus primeros Secretaria de Educación Pública, Talleres 43. lbidem, p. 15.
y sus actuales po bladores" , Órgano de la Gráfi cos del Museo de Arqueo logía, His- 44 . Medell ín, Cerámicas ... , p. 155 .
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1931 ; pp. 14-58 ; pp. 34, 36. 18 . Ibídem. prehispánico, Instituto de Invest igaciones
19. José Luis Melgarejo Vivanco, Totonaca- Históricas, UNA M, México, 1967 (Serie
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de la Nación, México, 1937 ; p . 7.
20. García Payón , op. cit. , p . 20 . 47. Ibidem.
5. Ibídem , p . 8.
21. Ibídem, p. 10. 48 . Ibídem, p . 9.
6. Carlos Hernández Reyes , "Vestigios del
22. Ibídem . 49. Medellín, Informe ... , 1951, p. 13.
posclásico en Cholula", Cultura y So-
23. Ibídem , p. 20.
ciedad, México, año 1, to mo 1, julio- 50. Ibídem , p. 11.
24. Medellin, Cerám icas ... , p . 160.
septiembre de 1974, no. 1, pp. 34-37 . 5L Ibídem , p. 13.
25. Ibídem , p . 161.
7. S.K. Lothrop , Tulum . A n archaeological 52 . Medellí n , Cerámicas ... , p . 166.
26. Ibidem, p . 163 .
study of the east cost of Yu catán , The 53 . Medellí n, Informe... , p . 13 .
27. García Payón , op. cit. , p . 20.
Carnegie Instit ution o f Washingt o n , 54. Melgarejo, op. cit., p . 119.
28. Medellín, Cerámicas ... , p. 3.
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p . 153. 3 1. Ibidem, p . 146. A nciente Mexican Codex, Jnt ro ducti o n
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12. Ibídem, p. 104. Indiana, 3 vals . , 4a . ed., Introd . Miguel mica, México, 1963; p . 12.

22
REFERE:\CIAS

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quina. 2. Uno de los braseros de Tláloc in situ ,
en las excavaciones del Templo Mayor. Foto
Alejandro Villalobos.

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l. Plano reconstruct ivo del recin to sagrado de


México-Tenochtitlan, segú n Ignaci0 Mar-
quina. 2. Uno de los braseros de Tláloc in situ,
en las excavaciones del Templo Mayor. Foto
Alejandro Villalobos.

24
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LOS DATOS
ARQUITECTÓNICOS RECOGIDOS POR LOS CRONISTAS

Iñaki Díaz Balerdi*

This essay dea/s with the architectural descriptions jound in so me of the prin-
cipal post-conquest chronic/es, and inc/udes a discussion on these early sources,
ojten the only remaining ones concerning many structures no longer existing
2 today.

Si pretendemos reflexionar sobre al- De los cuatro autores que han ser-
gunos aspectos de la arquitectura vido de base para las consideraciones
prehispánica, y para ello tomamos que aquí presentamos, los dos prime-
como base primordial de información ros, Hernán Cortés y Berna! Díaz del
la literatura del momento, nos en- Castillo, tuvieron el raro privilegio de
contraremos con una insalvable difi- contemplar Tenochtitlan y otras
cultad, dado que no se conservan in- ciudades mesoamericanas en su mo-
formaciones directamente propor- mento de apogeo, mientras que Fray
cionadas por quienes contribuyeron Diego Durán y Fray Bernardino de
manual o in telect ualmente al esplen- Sahagún llegaron más tarde, cuando
dor de tales manifestaciones arquitec- el curso de los acontecimientos se en-
tónicas. En su defecto, hemos de re- caminaba en un sentido que todos co-
currir a los primeros cronistas de la nocemos. Esto podría explicar la dife-
época colonial. Revisar e investiga¡ rencia de apreciación entre unos y
los datos por ellos aportados tiene, otros. Los primeros, al fin y al cabo
sin embargo, un gran aliciente: algu- huéspedes de Moctezuma al llegar a
nos de esos autores aún pudieron ob- Tenochtitlan, quedan deslumbrados
servar in situ lo que nosotros tan sólo por la exquisitez y el lujo con que se
conocemos mediante exploraciones rodeaban los habitantes de tan remo-
arqueológicas y estudios de distinta tas tierras. Por el contrario, los se-
índole. Además, son impresiones que gundos se encuentran con montones
traslucen el frescor y la esponta- de ruinas sobre las que se pretende
neidad dictados por el contacto direc- edificar una nueva rama del imperio
to con una manificencia que a ojos de español, tarea en la que ellos habrían
los españoles revestía cualidades y de desempeñar un papel de primera
efectos casi mágicos o cercanos a la importancia; y saben que para triun-
alucinación. far sobre el "demonio, esclavizador
de aquellos infelices", se necesita un
profundo conocimiento de la perso-
• Licenciatura en Hi storia del Arte ,
Universidad de Salamanca, y nalidad de los nuevos súbditos, de sus
Maest ría en Arte Prehispánico, UNAM. formas de vida, de sus creencias, de
25
sus pasiones, de sus temo res, de sus explorar una vía complementaria de guiente párrafo de Cor tés, referente a
org ullos : só lo así estarán capacit ados, aproximación a la arqui tectura meso- los momen tos previos a su ent rada a
ellos, pastores de ovejas desca rriadas, am ericana en general , y a la del Al - Tcnochtitlan:
para at raerlas al bue n cam in o, a lo tiplano en particul ar.
q ue ello s consideran el buen ca mino . Los rela tos de Bern a! y de Cortés, "Y así segu í la dicha calzada, y a me-
Algunos misioneros se conv ierten en so ld ados po r encim a de todo, se dia legua antes de llegar al cue rpo de
auténticos prec ur sores d e la ent reveran de al usio nes de carác ter o la ci udad de Temixtitan, a la entrada
antropología y se a bocan a una tarea pos ib le uso mi li tar de las co nst ruc- de otra calzada que viene a dar de la
de incalcu lables co nsecuencias: reco- ciones y edi ficios q ue paula tinamen te tierra fi rme a esta otra, está un m uy
ger el mayor número posible de d atos encuen tran . Mencionan a m urall a- fuerte ba luarte con dos torres cercado
acerca de los parámetros cult urales en mien tos , al ba rradas , torres vigías, de m uro de dos estados, con su pretil
los que se habían desenvucl to Jos ha- maderas para la cont enció n del agua almenado por toda la cerca que toma
bitantes de esa región que, a partir de y disti nt os tipos de de fensas q ue tan- co n ambas calzadas y no tiene más de
la conq uista , se llamará la Nueva Es- tos quebraderos de cabeza les iban a dos puertas, una por donde entra n y
paña . supo ner en su a fá n de co nqui sta. Bas- o tra po r do nd e salen." (Cortés
Las not icias legadas po r los cronis- te , como bot ón de muestra, el si- 1976:51)
tas comtituyen un variopinto panora-
ma, apasio nado unas veces, caótico
otras, que e\ estudioso debe tamizar y
ord ena r seg ún sus propi os alcances e
intereses. E n el caso q ue nos ocupa ,
hemo s pemado q ue pasar revista a las
referencias a rq ui tectó nicas mencio na-
das por los cuatro au to res citados no
ser ía tarea vana, sino qu e nos perm iti -
ría con tar con unos datos im port a ntes
a la hora de esbozar u n esquema de
las ci udades prehispáni cas tal com o
las const ru yeron y uti li zaro n sus pri -
mitivos mo radores . Es lo que inten ta-
remos en las lí neas que siguen, man i-
festado desde aho ra que nues tra rela-
ció n de citas transcritas no es exhau s-
tiva sino select iva, pero en úl tima in s-
tancia s uficiente , creem o s , pa ra

4
S 3

3. E xcavac i one~ del Templo Mayor (al fondo ,


CASAS DI NOIUS
Santa Teresa la An tigua). 4. Plano esqucrnáti-
H,. 1UAIIIO Ot 1OCI

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-JUUINtSJIUtiS

• ',""'u flt 1''111 '"'' I' .. CJ


\:0 de la cap ital azteca, ~cgún Son ia Lombardo .
5. Deta ll e de la pirámide de Santa Cecilia, Esta-
do de Méx ico. 6 , 7, 8 . AspectO> de las excava-

- 1•,
cio nes del T emplo Mayor . Fotos l>onald Jack -
so n .

26
O este otro de Berna!:

" ... y como está la mayor parte de


la ciudad poblada dentro de la la-
guna y no se puede pasar de casa
en casa si no es por una puente le-
vadiza, y tienen hechas canoas, y
todas las casas son de azoteas y en
las azoteas tienen hechos a manera
de mamparos, y pueden pelear por
encima de ellos ... " (Berna! 1968:
135)

Pero aunque militares fueran sus


primeras preocupaciones, ninguno de
los dos pudo sust raerse al asombro y
admiración producidos por la ciudad
a la que entraban. Prolíficas son sus
anotaciones, pero quizá ias de mayor
interés para el presente repaso sean
las alusivas al buen hacer de arquitec-
6 tos y urbanistas indígenas, así como
las referentes al increíble refinamien-
7 to de algunas habitaciones y aposen-
tos. Por dondequiera que pasan, y
son muchos los lugares mencionados,
constatan la presencia de edifica-
ciones bien diseñadas y mejor traba-
jadas, extremos que se verán confir-
mados y remarcados en la ciudad de
Tenochtitlan. Berna!, por ejemplo,
cuando habla de la Isleta de Sacrifi-
cios, dice:

" ... y hallamos dos casas hechas de


cal y canto, bien labradas ... "
8 (idem: 24)

Y respecto a Estapalapa (lxtapala-


pa) :

" todo muy encalado y lucido,


de muchas maneras de piedra y
pinturas en ellas que había harto
que ponderar ... " (idem: 159)

Cortés, más detallista, apunta que


en Cozumel

"Las casas en las partes que alcan-


zan piedra son de cal y canto, y los
aposentos de ellas pequeños y ba-
jos, muy amoriscados; y en las par-
tes adonde no alcanzan piedra, há-
cenla de adobe y enéélnlos por enci-
ma, y las coberturas de encima son
de paja." (Cortés 1976: 21)
27
9 10
En Tenochtitlan sorprende a los
conqui stadores la magnitud de las
cons trucciones, la racionalidad del di -
~eño urbano, la anchura de las calles,
la ampli tud de las plazas (algu nas
panificadas y más grandes que la de
Salamanca) y, por supuesto, la mag-
nifi cencia de templos y recintos cere-
moniales:

" Hay bien cuarenta torres muy al-


tas y bien obradas, que la mayor
tiene cincuenta escalones para su-
bir al cuerpo de la torre ; la más
principal es más alta que la torre de
la iglesia mayor de Sevilla. Son tan
bien labradas, así de cantería como
de madera , que no pueden ser me-
jor hechas ni labradas en ninguna
parte, porque toda la cantería de
dentro de las capi llas donde tienen
los íd olos, es de imaginería y 11
zaqu izamies, y el maderamiento es
todo de masonería y muy pintado
de cosas de monstruos y otras fi gu-
ras y labo res." (Cortés 1976: 64)

Si magnífica es la ciudad a la que


entran, no menos dignos de encomio
son los interiores. Todo ello colma
las espectativas de los infatigables
buscadores de El Dorado, ávidos de
riqueza y sedientos de oro. Acos-
tumbrados como estaban a una vida
de segundones o de soldados de ven-
tura en España, no es de extrañar que
sus ojos devoren el lujo que ante ellos
se muestra al azar, ni que conti-
nuamen te mencionen paredes de
cantería, muros encalados y pinturas
diversas. Quizá lo que más les
~o rprende es la ampli tud de las cons-
12
trucciones:

" Hay casas de algunos principales


muy frescas y de muchos aposen-
tos , porque nosotros habemos vis-
to casas de cinco patios dentro de
una sola casa , y sus aposentos muy
aconcertados ... " (Cortés 1976: 21)

" ... eran tan grandes (las casas)


q ue un príncipe con más de seis-
cientas personas de su casa y servi-
cio se podían aposentar en ellas."
(Cortés 1976: 190)
28
Por encima de todas, destacaban
las de Moctezuma y las de los grandes
señores, que no eran pocas:

"Hay en esta ciudad casas muy


buenas y muy grandes, y la causa
de haber tantas casas principales es
que todos los señores de la tierra ,
vasallos del dicho Moctezuma,
tienen sus casas en la dicha ciudad
y residen en ella cierto tiempo del
año, y además de esto hay en ella
muchos ciudadanos ricos que
tienen asimismo muy buenas casas.
Todos ellos, además de tener muy
grandes y buenos aposen tamien-
tos, tienen muy gentiles vergeles de
flores de diversas maneras ... ''
(Cortés 1976: 65)

La descripción que hace d e los pa-


13 lacios de Moctezuma nos puede dar
idea de que vieron sus huéspedes:

" Tenía así fuera de la ci udad como


dentro, muchas casas de placer, y
cada una de su manera de pasa-
tiem po, tan bien labradas como se
podría decir, y cuales querían ser
' .
para un gran pnnc1pe -
y senor.
Ten ía dentro de la ciudad sus casas
de aposentamiento, tales y tan ma-
rav illosas que me parecía casi im-
posible poder decir la bondad y
grandeza de ellas, y por tan to no
me pond ré en expresar cosas de
ellas más de que en España no hay
su semejable ." (Cortés 1976: 67 )

No nos extenderemos en este tipo


de citas, más proclives a la enumera-
ción que a la descripción deiallada de
14
unos modos de vida que se salían de
15
las coordenadas a las que estaban
acostumbrados los autores menciona-
dos.

9 a 15. Aspectos de las excavaciones del


Templo Mayor. Fotos Alejandro Villalobos y
Donald J ackson.
29
Arrasada la ciudad, comienza el
largo camino hacia la recuperación y
aparecen e,n escena nuevas gentes y
nuevas prebcupaciones, como lo po-
demos comprobar en los escritos de
Durán y de Sahagún. En ellos busca-
remos los datos que nos permitan una
profundización en el conocimiento de
cómo era realmente la vida en las
ciudades prehispánicas y cuál el modo
de utilización de los distintos espacios
urbanos.
Si nos basáramos exclusivamen-
te en las citas anteriores, podría pare-
cer errónea la idea, tan reiterada en
diferentes estudios, de que en la ar-
quitectura prehispánica revisten capi- - ~
tal importancia los espacios abiertos,
mientras que, excepto en casos muy
particulares, existe una aparente 16
despreocupacion por los interiores.
Pero un estudio más profundo de las
17
fuentes del siglo XVI la confirmará
como válida. A la impresión de Cor-
tés cuando habla de "aposentos pe-
queños y bajos, muy amoriscados",
que también mencionarán Durán y
Sahagún, hay que añadir que las alu-
siones al mobiliario de las casas son
bastante exiguas en los cuatro cronis-
tas. Se mencionan, claro está, arcas
de madera, petates y asentaderos. De
las primeras es interesante lo que dice
Berna!:

" ... y además de estos cués tenía


cada indio e india dos altares, el
uno junto donde dormía y el otro a
la puerta de su casa, y en ellos
muchas arquillas de madera y otras
que llaman petacas llenas de
ídolos, unos chicos y otros grandes a
y pedrezuelas y pedernales y
librillos de un papel de corteza de b
árbol que llaman amate, y en ellos
hechos sus señales de tiempo y de
cosas pasadas ... " (Berna! 1968:
578)

Los petates y asentaderos, lo mis-


mo que las esteras, se hacían normal-
mente con idénticos materiales: pal- 16. Excavaciones del Templo Mayor. Detalle
ma, juncos marinos, pajas anchas, Adoratorio B 6 "coateplantli". 17. Casa Roja.
cañas y juncos de las lagunas (Durán 18. Dibujos de reconstrucción de edificios de
1967, t. 11: 207). También había apo- Malinako, Estado de México. a: El edificio 3 6
Tlacochcalco; b: El interior del edificio 1 6
yos de madera y, en determinadas Cuacuahtinchan. Fotos y dibujos Alejandro
ocasiones, se utilizaba algún material Vil! al o bos.
30
específico para la elaboración de tales
utensilios. Por ejemplo, el21 de Mar-
zo

" ... todos los asentad eros con que


este día se asen taban debían ser
hechos de hojas de zapotes blan-
cos." (Durán 1967, t. II: 243).

Por su parte, Sahagún afirm a


que Omácatl utilizaba una si llet a
de juncias como trono (1979: 892),
y que los señores, al igual que los
dioses, se disti nguían por los luga-
res donde se acomodaban:

"Usaban los señores de unos asen-


tamientos hechos de j uncias de ca-
ñas, con sus espaldares, que lla-
man tepotzoicpal/i, que también
los usan aho ra . Pero en el tiempo
pasado para demos tración de su
majestad y gravedad, aforrábanlos
con pellejos de ani males fier os , co-
mo son tigres y leones, onzas y ga-
tos cervales, y osos y también de
a ciervos, adobado el cuerpo ."
(Sahagún 1979: 460).
18
b Entre los asientos que mayor carga
simbólica encerraban se mencionan
los llamados cuauhicpal/i, o asien to
1 de águila, y oce/oicpal/i, o asiento de

____ A
/ jaguar, guarnecid os con plumas de
águi las y cueros de jaguares respect i-
vamente, y oc upados po r los guerre-
ros más cua li ficados de la sociedad
mexica.
Las andas o literas, donde eran
transportados personajes de elevada
jerarquía o ídolos con mot ivo de al -
gu na celeb ración, son también muy
mencionadas y, a tenor de las descrip-
ciones, deb ieron ser tan lujosas como
correspondía a su fu nción. Tran sc ri-
biremos una cita, aunque en rigo r no
fuera n muebles de in teri ores, toda\ et
que se em pleaba n para dcspla;am icn-
tos al aire libre:

¡
: 5..l.:· _;;q, ·%

31
" andas muy ricas lab radas de
plumas verdes y mucha argentería
y otras ricas pedrerías engasl.adas
en arboledas de oro que en ellas
traían hechas de oro muy fino ... "
(Berna] 1968: 158)

Por lo demás, no es aventurado su-


poner que la decoración interior de
habitaciones y aposentos se basaba
más en mantas, objetos de pluma, ca-
ña, cerámica, etcétera, que en lo que
comúnmente entendemos hoy cuando
hablamos de mobiliario. Y si excep-
tuamos las referencias a grandes salas
y corredores, ocupadas por la casta
sacerdotal (Cortés 1976: 64), o a los
palacios de los nobles, concluiremos
que en las sociedades prehispánicas la
vida se hacía preferentemente en la
calle, rasgo que ha pervivido durante
largo tiempo y que actualmente no
es difícil de constatar en lugares don-
de los hábitos tradicionales no han si-
do trastocados por la irrupción de 19
n uevas fo rmas de vida. El caso de la
ventana ejemplifica claramente lo
dicho: en general, las cons trucciones
más modestas de zonas apartadas ca-
recen de ella, y sólo se abre un vano al
19. Malinalco. Croquis reconstitutivo. 20. De-
exterior cuando algo viene a pertur- talle excavaciones Templo Mayor. 21. Recons-
bar el ancestral modo de vida. Algo titución aérea del recint o sagrado desde el suro-
como la televisión, por poner una este. 22. Excavaciones Templo Mayor. Fotos y
muestra: en el momento que alguien dibujos Alejandro Villalobos.
la introduce en una de esas casas, el
número de horas pasadas en el inte- 20
rior cobra importancia creciente, por
lo que no será ext raño que se bu~que
la comunicación con el exterior. H as-
ta entonces la casa ha servido para
dormir y guardar unas pocas perte-
nencias, porque para ver las estrellas
siempre es preferible tumbarse
afuera.
Otro tanto ocurría en tiempos
prehispánicos. Labores cotidianas co-
mo preparar la comida, tejer o cual-
quier otro tipo de actividad manual,
se realizaban en la calle, lo mismo que
la mayoría de los actos públicos y ce-
remonias religiosas. En este sen tido,
los patios, tanto si son privados como
si son comunes a varias viviendas o
-
-
edificios, se con figu ran como compo-
nentes fundamentales de cualq uier 1 .
-~-·- -
ciudad prehispánica. Por su parte, el .1
. - _..._ ...
-
32
mercado no só lo funcionaba como es- las coronaban no destacaban por su el exterior de los edificios. Una revi-
cenario de comercio, sino también co- ampli tud : eran moradas de un dios sión del Libro Il de Sahagún confir-
mo mentidero público y lugar de en- - o de varios-, y a ellas só lo tenía ma lo dicho . Y es curioso constatar
cuentros y conversaciones. libre acceso el sacerdote y, en algunos que el área sacra de Tenochtitlan se
En las crónicas podemos encontrar casos, determinados acompañantes hallaba rodeada por un muro de ser-
un evidente correlato entre el ámbito de elevada jerarquía. Raro era el día pientes, el coatepantli, el cual no mar-
doméstico y el monumental, corrobo- sin ceremonias, procesion es o activi - caba los límites de un templo, sino
rado por la observación de cualquier dades rituales en el calendario . Los de un gran patio - o de varios
zona arqueológica. Las pirámides actos podían ser restringidos, pero yuxtapuestos- donde se levantaban
podían ser enormes, pletóricas de cuando se trataba de una reunión numerosos edificios. De la magnit ud
volumetría , imponentes, pero los es- pública, más o menos mu lti tudinaria, de tal explanada nos dan cuen la va-
pacios interiores de los templos que las celebraciones tenían por escenario rios autores :

"Era el patio de este templo muy


grande: tendría hasta doscientas
brazas en cuadro. Era todo enlo-
sado (y) tenía dentro de sí muchos
edificios y muchas torres; de estas
torres unas eran más altas que
otras, y cada una de ellas era dedi-
cada a un dios." (Sahagún 1979:
158).

Señalemos, para acabar con este


punto, que las ceremonias de carácter
religioso no se circun scribían sólo a
esta parte de la ciudad, sino que
podían efectuarse en el calpulli o en
los propios patios de las viviendas.
Todo lo que venimos apuntando
21 implica un concep to particular y dife-
renciado de la arquitectura, muy dis-
tinta a la de los tiempos actuales que
incorpora con profusión grandes
construcciones para eventos bajo
22 techo, lugares de trabajo resguarda-
dos y casas-habitación en las cuales
tiene lugar gran parte del resto de
nuest ras actividades. Por el contra-
rio, en tiempos prehispánicos la calle
era el auténtico escenario vital de la
ac tividad ciudadana y, mediante la
incorporac ión de una serie de elemen-
tos que le conferían identidad propia
- la decoración de exteriores , por
ejemplo- se transformaba en un ge-
nuino entorno cívico, abierto y cam-
biante. El diseño urbano se concebía
casi como un ejercicio escenográfico
pleno de imaginación: los muros
servían de soporte para pinturas y re-
lieves, las alfardas de las escalinatas
podrían arrancar de grandes cabezas
serpentinas, los remates almenados se
transformaban a veces en caracoles
cortados, etcétera.
33
Y esto, sólo si nos referimos a lo como Jo apreciarnos ac tualmeme en
perdurab le, pues lo efí mero tenía ta n- museos o zonas arqueológicas: aho ra
ta o mayo r im portancia. Dos citas de adolecen de una especie de desnudez,
Sahagú n bastarán para entenderlo. pues en casi todos los casos lo que
En la primera nos habla del decimo- queda es piedra o materiales duros,
noveno día del calendario, ll amado pero carentes de las "vestiduras",
Ce Quauhtli, fecha pel ig rosa para los atributos y ofrendas que los acompa-
niños, pues las cihuateteo, o espíritus ñaban.
de las mujeres muertas en el parto, Y ya que hemos hablado de mobi-
bajaban a la tierra a causarles dañ o. liario, tran scribiremos, para finalizar
Como medio de conjurar la a menaza, este breve repaso, la descripción que
hace Sahagún de la imagen del dios
" ... en este signo adornaban los Nappatecuhtli, numen de quienes
oratorios edificados a honra de es- fabricaban esteras y juncias, por po-
tas diosas por las divisiones de las ner sólo un ejemplo de cómo se vería
calles y cam inos, con espadañas y in si tu una obra de ese tipo en tiempos
no res. " (Sahagún 1979: 249). prehispánicos:

'' ... la imagen de este dios es como 23


En la segunda trata de las ceremo- un hombre que está teñido de
nias de "bautizo" en las familias de negro todo; así el cuerpo como la
los grandes señores, los cuales convi- cara, salvo que la cara tiene unas
daban a gran número de personas y se pecas blancas entre lo negro; tiene
preocupaban, en tal ocasión, por ade- una corona de papel pintada de
rezar los patios y caminos aledaños a blanco y negro ... " (Sahagún 1979:
la casa: 48).

" .. . llegado el día del convite tod os México D. F., mayo de 1985
los servidores andaban poniendo
espadañas y flo res en los patios y
cami nos ( . .. ) Y amaneciendo
ponían petates por todas partes, y
asentaderas, y echaban heno ent re- 24
tejido la orilla, que parecían man-
tas de heno." (Sahagún 1979: 251) .

Asi mismo, las ofrendas ante los


ídolos -ídolos que a decir de los cro-
nistas se hallaban prácticamen te en
todas partes- eran continuamente
renovadas. Y esta decoraci ón, plena
de color y abigarramiento, se basaba
en gran medida en unos materiales de
los que pocos restos se han hallado en
las excavaciones arqueo lógicas . Ade-
más de la piedra, las crónicas men-
cionan imágenes hechas de calabaza,
caña, cuero, fibras vegetales, fl ores,
hueso, hule, madera, semillas y masa
de distintas legumbres, por no citar el
apartado de joyería o de piedras se-
mipreciosas, carey, concha, etcétera .
La ciudad en general, y cada uno
de los detalles en particular, se 23. Cabeza - "clava" en piedra. Excavaciones
Templo Mayor. Foto INAH . 24. Retrato de
ofrecían a la visión del espectador en fray Bernardino de Sahagún (1590) . 25. Plano
una forma radicalmente diferente a de Tenochtitlan atribuido a Cortés .
34
25

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35
36
APROXIMACIONES AL DESARROLLO URBANO
POR FECHAMIENTO DE SISTEMAS CONSTRUCTIVOS.
SEGUNDA PARTE: Et T AJÍN , VERACUZ

Alejandro Villalobos Pérez*

This paper is the second -and last- oj a series oj two essays dealing with hy-
pothetical Urban Planning oj Classic Period Sites in Mesoamerica. This time,
more than theoretical, the article includes the results oj a surjace archaeological
season at El Tajín, Veracruz, a statistical preliminary report, the exhaustive
analysis oj constructive systems anda approach to urban development.

Introducción Si un artefacto arqueológico puede


ser analizado y descompuesto en
Acorde con lo descrito en la primera componentes al in terior, desde su fo r-
parte del presente ensayo conjunto ma externa hasta determinar la po-
(Veáse Cuadernos de Arquitectura sible función que incluso da nombre
Mesoamericana 7: 41-50), en la cual al objeto, una analogía podría dirigir-
se plantean algunos aspectos dirigidos se a tratar de determinar sí un objeto
a la expectativa sobre la planeación arquitectónico puede ser descompues-
urbana prehíspáníca, presentamos es- to en elementos constitutivos de su
ta segunda etapa de análisis que inclu- forma y sistema constructivos, así co-
ye los resultados de dos temporadas mo una cierta equivalencia con el ar-
de campo en el sitio al nivel de super- tefacto. Esto es, ir a la búsqueda de la
ficie, las descrípicones de los estados conducta social que genera la iniciati-
de conservación e inventario de va de construir, conservar o destruir
estructuras por sis tema constructivo, un edificio.
así como una aproximación al de- Tal y como sucede con los artefac-
sarrollo urbano no sólo por análisis tos arqueológicos que, al resolver una
de trazo, sino vírtiendo los resultados necesidad específica, se convierten en
del análisis y la aplicación de un objetos de uso cotidiano y sujetos de
- muy sencillo- patrón estadístico. procesos de diseño y desarrollo en la
El desarrollo urbano mesoamerica- medida que surjan nuevas necesida-
no se incluye en un proceso diacróni- des, la arquitectura por su parte, en la
co de evolución social. Los objetos medida que extiende sus funciones
materiales han sido tradicionalmente más allá de la vivienda, se ve impacta-
los indicadores objetivos de actividad da de nuevos elementos contenidos
humana. La cerámica, la lítica, la la- que, en su conjunto, promueven el
pidaría, la madera y la concha, entre origen de nuevos géneros y éstos, a su
otros, han sido los elementos utiliza- vez, determinan transformaciones en
dos por la Arqueología para estable- el espacio urbano , escenario de la vi-
cer los distintos componenres cultura- da civil del asentamiento.
les de cam bio y evolución en sus dife-
rentes aspectos . Sin embargo, dentro
de este gran proceso, se incl uye el de-
sarrollo del propio asentamiento por
efecto de las obras urbanísticas y ar-
• Arquitecto; Profesor e Investigador del Se-
quitectónicas edificadas a lo largo de minario de Arquitectura Prehispánica de la
Enfrente y arriba: Vistas de la Pirámide de los
Nichos . Fotos Paul Gendrop y Alejandro sus di ferentes etapas o periodos de División de Estudios de Posgrado , Facultad
Villalobos. ocupación . de Arq uitectura, UNAM.
37
Consideradones preliminares tura mesoamericana , adquiere día
con día un mayor volumen de mat e-
Si bien la producción arquitectónica rial y quizá lo más importante sea que
mesoamericana, como cualquier otra ello nos ha permitido establecer gru-
producción de arquitectura, se sujeta pos de trabajo multidisciplinario; ya
a procesos establecidos - en los tér- no a la búsqueda de detalles exóticos ,
minos del grupo constructor- de ob- sino al estricto y concreto trabajo de
tención de materia prima, extracción, investigación de los procesos por los
transporte, estibaje, manufact ura de que la arquitectura exis te, en el con-
preformas, suministros de materiales texto productivo de una sociedad de-
y herramientas, aplicación de técnicas saparecida.
convencionales y alternas, coloca- Estos aspectos y algunos que vere-
ciones, determinación de formas ex- mos líneas adelan te, han si do los
ternas, organización de la fuerza de principales elementos donde se sus-
trabajo, acabados, mantenimiento y tenta la hipótesis y análisis sobre la
conservación -sin considerar los as- cronología asociada a los sistemas
pectos de diseño- hasta ahora la constructivos, cuyo fechamiento rela-
consideración de la arquitectura co- tivo está en función de los artefactos
rno extensión del hacer artístico ha asociados a las estructuras o bien de
predominado en su análisis e investi- las noticias document ales a l respecto
gación. Hay quienes consideran que de su posible época de edificación.
"hacer historia de la arquitectura es El caso que hoy nos ocupa cont iene
hacer historia del arte" 1, lo cual es elementos cuya cronología ha sido
válido para las formas decorativas ex- trabajada por temporadas previas .
ternas, no así para la conducta social Aunque parcialmente, nuesta labor
que genera la producción de arquitec- parecía facilitarse por ello; sin embar-
tura en un contexto arqueológico. El go ha sido necesaria una revisión
caso mesoarnericano es, en un juicio completa de resultados de los análisis
muy personal, este último. de material arqueológico y su ubica-
Muchos años han pasado desde que ción en el contexto del si tio, para de
el primer Arquitecto se involucró en esta manera penetrar, con mayor nú-
la invest igación arqueológica con es- mero de elementos, en el análisis de
pecial énfasis en la arquitectura mo- los sistemas de cada estructura en
numental. En la actualidad podemos particular. P lantear así una constante
ver con satisfacción que nuest ro cam- de asociación nos pareció una alter-
po de trabajo, respecto de la arquitec- nativa mas provechosa en materia de

1
fechamiento.2 Finalmente, con este El sitio
caudal de datos, se reprodujo una pri-
mera secuencia de edificación de los
conjuntos más compactos de estruc- El Tajín ha sido una zona poco estu-
turas, enlazando cada uno de ellos diada en comparación al conjunto de
hasta alcanzar el total de la superficie zonas arqueolél~icas abiertas al públi-
trabajada y extensiva al sitio en casi co en la República, por lo que, aun
su totalidad (fig. 1). cuando el sitio es visitado por el turis-
Cuando se contaba con esta prime- mo nacional y extranjero todo el año,
ra secuencia tentativa, se buscaron los no se está muy cierto sobre su papel
posibles elementos de trazo a cada esencial en el contexto del universo
conjunto en particular y su extensión mesoamericano. Acerca de El Tajín
a los subsecuentes para así articular la se cuenta con información que poco
secuencia en térmi nos de trazo y de- aporta en materia de trabajos arque-
sarrollo urbano en función de los ológicos sistemáticos y a nivel global.
nuevos sistemas constructivos re- Hemos podido vivir la experiencia de
gistrados. Los resultados presentados los recursos económicos totalmente
a continuación no difieren radical - insuficientes para siquiera completar
mente -en concepto- de aquéllos una temporada de campo, y estamos
obtenidos en otros sitios trabajados seguros que ha sido por ésta y otras
en la zona de Oaxaca y el Atiplano, causas que El Tajín entraña más de lo
asi como dos en proceso de investiga- que hasta ahora ha mostrado.
ción en el Área Maya. Pero estamos Del sitio se tienen noticias desde el
lejos de determinar si existe un patrón siglo XVIII, pero los primeros traba-
o modelo de desarrollo en sitios jos arqueológicos se llevan a cabo ha-
dentro del margen de tiempo estable- cia los años treinta, encabezados por
cido para el Horizonte Clásico Meso- José García Payón. Las temporadas
americano. Por el momen to de campo en el sitio han sido disconti-
-considero sano que así suceda- , nuas desde entonces hasta nuestros
en la especificidad del dato en torno a días, estando a cargo: el propio
una estructura y su conjunto, en- García Payón, Alfonso Medellín,
contraremos un mayor número de Wilfrido Du Solier, Paula Krotser,
oportunidades de objetividad. Se pre- Jeffrey Wilkerson, Ariel Valencia y
Panorámica aérea de el Tajín, tomada del
senta en este artículo lo que se ha con- Kurt Jurgen Brüggemann, entre los
"cerro-observatorio". Fotos Alejandro Villa- siderado mas relevante de nuestro es- que mayor volumen de datos aportan
lobos. tudio. en torno a la arqueología del Taj ín .
2
Nuestro trabajo compone una etapa
intermedia en tre el de Ariel Valencia
y de Kurt J. Brüggemann . Esta tem-
porada estuvo a cargo de Lorcnza
Flores García, de la Dirección de Re-
gistro Arqueológico del INAH, du-
rante la tem porada septiembre-
octubre de 1982.
El objetivo particular de los traba-
jos de superficie fue el de inven tariar
y registrar las estructuras componen-
les del sitio, aparte de objetivos que
fueron planteados y desarrollados 3
R(I~T[O. A CI OII lll QUlT[ CTI)OI IC A O( IIOJj!,II(OTI)S

por miembros del equipo. Se aplicó a A•QUllllOIOI COS- H ~SO DE UJIO , V o~..:~ ~• ­
.oo.-.:> t./07 ...

cada estruct ura, dentro de lo que de-


nominamos Centro Urbano, un in- TA.IIIIif~ fU»,,..\.0'!.., ~100!1

ventario exhaustivo sobre su estado EOIO'Iao ¡j¡,-1


r~ .. ~.w ~ "~' "~o..¡)
.llti . III CAOSCOPICA

de conservación y sistema constructi- ~~NlC.it>I.TWiOU!'.,_,"Q


.....,..,..,¡~""' ....
vo al nivel de superficie; para ello fue
necesario el diseño de las cédulas } 111•...... '1 --...
~ ·~cu··~ ._01!1!>...___¡
) e... IIC'fU(O'I ~- - - - 1,>01
_.,~~ ~((J'II
a..~
-,!-'::~"
r-
~"'~
'

correspondientes (fig . 2) y sus re- --~~ ~~~­


r
-loO • . . -
-
MM::ICCI .. a..o.cc

gistros complementarios (fig. 3). La ) -=o. te~ ._,¡o ~ ro.~_ .,


~JtO<.I~
) ltMT....._. , ...... c,...;.~i.f ... ,-f).-H -
delimitación de lo que denominamos l[ C"ICUI'( I U!ST I ... CI>Jio AIIQU!Ol<JGICO 1 ! 9 8 2.
tSCII(UO A CI ~ll>t U TROI'I:IlO';IA ( MISTOllll . I . • • A.N.

Centro Urbano se hizo a partir de la [ SftCIAl i OAD llt


_ J. AI•J - • •
UQU(OUIIiiiA
v; •• · ·- ,..,.. ,
1•• :S...-•o ro .
eoon oJ_

fot ografía aérea de la zona y con el


plano Krot ser como auxiliar en la zo-
nificación de estructuras (fig. 4). El
criterio fue determinado por la pre-
sencia de montículos de altura menor 2. Cédula de registro de estructuras arqueo lógi- mismo con indicaciones generales de zonifica-
a los tres metros y la definición de és- cas (anverso y reverso) utilizada en el proyect o ción y con énfasis en las plazas y explanadas . 6.
Tajin 82 . 3. El Tajín: un estudio en la rein- Panorámica aérea parcial vista desde el oriente
tos como marginales al Núcleo que (al centro, marcado con el N ~ 1, destaca la Pi-
tegración prehispánica, según Alejandro Vi lla-
cuenta con mayor volumen de ar- lobos . 4-a. Foto aérea vertical mostrando, a la rámide de los nichos). Fotos Cia . Mexicana
quitectura monumental. En suma, al derecha, la zona arqueológica; b . Plano gene- Aerofoto y Alejandro Villalobos. Dibujos y
interior del Centro Urbano se definió ral de El Tajín, redibujado según Krot ser. 5. El montajes Alejandro Villalobos .
una zona cuya arquitectura denotaba
mayor volumetría. Esta área se deno-
minó Núcleo Urbano e incluye Tajín a
4
Grande y Tajín Chico así como algu-
nas estructuras cercanas al Rancho
San Antonio al Noreste del sitio; el
Centro incluye pues el Núcleo y al
conjunto llamado "Laderas Occiden-
tales", cuya arquitectura se aproxima
más a lo habitacional que a cualquier
otro género aparente (fig. 5).
Al llevar a cabo el conteo fi nal de
estructuras inventariadas y registra-
das en el Núcleo Urbano, pudimos
determinar que el 500Jo en el Tajín
Grande y el 620Jo de Tajín Chico son
elementos no liberados que sin em-
bargo muestran algunos componentes
de su sistema constructivo al nivel de
desplante, mismos que pudieron ser
registrados, inventariados y codifica-
dos.
40
b
Como resultado del proceso de da-
tos codificados en analogía con la se-
TAJIN cuencia cronológica de García Payón
para las estructuras del Tajín, fue po-
sible establecer una primera secuencia
de edificación del sitio, misma que en
virtud de sus alineaciones y trazos fue
motivo de una segunda temporada de
verificación en diciembre de 1982.
Para esta fecha contábamos ya con
un patrón estadístico de los sistemas
constructivos que fueron clasificados
según la cédula de perforación margi-
nal que acompafia el presente
artícuio, lo cual nos permitió suponer
que existía una continuidad de los ele-
mentos de trazo debido a la proximi-
dad de desviaciones en orientación de
5 --· - - - - - ' - - - . -,· - estructuras. El sistema constructivo
',, .
. :.

·• - '
)
corresponde a un tipo específico aso-
ciado a los edificios en un 700Jo del to-
1 .. •1 i
.... tal analizado y un 55% de igualdad de
• . ~ - ¡: ._ - .__ - ·1 \

rl \.~ ~ orientación en los ejes compositivos


• de las estructuras en una misma zona.
Estos altos porcen tajes nos permi-
tieron confirmar una primera hipóte-
sis que concluiría con la etapa de veri-
ficacíón.3

Aproximaciones al desarrollo urbano

El objetivo de nuestra segunda tem-


porada de trabajo fue el de articular
una secuencia en las edificaciones que
correspondían a los porcentajes antes
mencionados, sin menoscabo de
6 aquéllos que carecían de alguna
orientación específica con respecto al
conjunto o aquéllos cuyo sistema
constructivo no pudo apreciarse por
su estado no liberado y con abundan-
cia de escombro superficial.
La instrumentación de nuestro ob-
jetivo fue llevada a cabo desde los pri-
meros conjuntos - aquéllos mas pró-
ximos al campamento- hasta los
más alejados, y con ello se hizo nece-
sario aplicar diversas verificaciones
angulares desde puntos totalmente
fuera del Centro Urbano y en direc-
ción de las estructuras y conjuntos
(fig. 6) . Los resultados de esta tempo-
rada se resumen a los siguientes aspe-
cos en tres etapas básicas•.4
41
Trazo 1: Comprendido por la totali- infraestructura, destinadas a la pre- rante es el Habitacional Suntuario
dad de estructuras asociadas a las paración de superficie para emplazar con plazas de menores dimensiones y
épocas más tempranas del Tajín (Pro- los edificios del Tajín Chico, pueden circulaciones accidentadas diferentes
toclásico: 200 a.C. 200 d. C.) y empla- provenir de esta época, así como la a aquéllas que están presentes en los
zadas en la zona baja, Tajín Grande o zona habitacional de las Laderas Oc- trazos 1 y Il. En esta época constructi-
"el Viejo". La desviación promedio cidentales; sin embargo los fecha- va se sustituye la masividad de los ba-
de los ejes, arranque de los taludes y mientas de García Payón no men- samentos y se produce una arquitec-
centros de escalinata de los edificios, cionan éstas últimas, y los pozos ex- tura mas próxima a la escala humana
corresponde a 8° rumbo Noroeste, y cavados por Paula Krótser en esta zo- que, si bien no requiere de movimien-
se mantiene un género predominante na no describen aspecto alguno de tos enormes de material y mano de
de basamentos troncopiramidales en cronología asociada a estructuras. obra, sí exige la presencia de grupos
el 820Jo del total de edificios en esta de técnicos especializados en su edifi-
zona; el 18% restantes son juegos de Trazo 111: Nace de la plataforma su- cación y conservación. Su cronología
pelota. El sistema constructivo está perior del Montículo T y se dirige al se ubica en los fines del Epiclásico
solucionado en mampostería irregu- centro geométrico del Montículo 22 (900 d.C. y mediados del Posclásico
lar con morteros de barro y estuco co- con 36° rumbo Noreste. Este eje ge- Temprano (1100 d.C.); según Wilker-
mo recubrimiento en taludes y escali- nera una retícula ortogonal a la que son (1980), el abandono del Tajín se
natas en un 50% de basamentos, o corresponden el total ( 100%) de verifica hacia 1100 y/ o 1200 d.C. Es-
sea el total de edificios liberados. estructuras del Tajín Chico con ex- to, asociado a la cronología de García
García Payón asocia estas estructuras cepción del edifico de las Columnas, Payón y a nuestros resultados, así co-
con cerámica Teotihuacán II. considerado como entidad arquitec- mo la consideración del edificio de las
tónica autónoma en su emplazamien- Columnas como conclusión del de-
to, vías de acceso y configuració n, así sarrollo del sitio, nos permite apreciar
Trazo 11: Incluido y asociado a tres
como el más tardío del sitio. Esto nos los diferentes cambios a que se suje-
épocas según la cronología de García
sugiere la existencia previa de los sis- tan los emplazamientos, trazos, géne-
Payón; su desviación en ejes y arran-
temas de terraceo y nivelación men- ros y sistemas constructivos aplicados
ques de escalinata, con respecto del
cionados anteriormente. a las estructuras en cada una de las
Norte Magnético, es de 1o rumbo No-
roeste. Comprende dos géneros bási- El género arquitectónico preponde- épocas estimadas de edificación.
cos: Basamentos Troncopiramidales
y Juegos de Pelota en proporción 3:1.
Se emplaza en un 60% en el Tajín
Grande y el 40% restante en las pri-
meras plataformas del Tajín Chico.
Su periodo de tiempo estimado se 7
desarrolla desde el Clásico Temprano
(200 d.C.) a mediados del Epiclásico
(800-900 d.C.). Este segundo trazo no
cuenta con un volumen de estructuras
muy significativo comparativamente
··- ~-·
al que le precede. Esto puede ser debi-
do a dos factores importantes: prime-
ramente, una necesidad de mayor su-
perficie de edificación para estructu-
ras monumentales, tal que no afecta-
se la ya existente y con ello la trans-
formación de técnicas constructivas
en función de las nuevas condiciones,
tanto del terreno como del orden so-
cial. Este trazo nace en el corazón del
Tajin Grande y se dirige progresiva-
mente a las plataformas de conten-
ción (fig. 7) donde se desplanta el
Tajín Chico cuyas obras fueron las
que, en segundo lugar, abosorbieron
el mayor volumen de material y fuer-
za de trabajo disponible; las obras de
42
Consideraciones finales
/
/
En base a lo anterior, podemos sin te-
tizar las tres épocas arquitectónico-
urbanísticas en el sitío de la siguiente
manera (fig . 8) : -- ---
....
1) Asentamientos y distribución de
zonas destinadas al uso cívico-
religioso en la zona baja o Tajín
Grande, emplazamiento del Conjun-
to del Arroyo (mercado) como punto
intermedio entre el Centro Urbano y
la zona de asentamiento popular (200
a.C. 200 d.C.; fig. 8-a).

11) Remodelación de la Zona Baja


(edificio 5) y Juego de Pelota Sur; pri-
meras ascensiones a zonas altas,
obras de infraestructura, terraceos,
nivelaciones y contenciones; cambio
de las técnicas constructivas y edifica-
ción de las Laderas Occidentales co-
mo primera obra monumental del gé- a
nero habitacional suntuario (200 d.C .
800 d.C .; fig. 8-b y 9).

III) Edificación de Tajín Chico


sobre los volumenes terraceados y
contenidos, cambio del género ar-
quitectónico y de las técnicas cons- ;b
tructivas, losas planas de hormigón y
abandono del Tajín (800-1100 d.C.;
fig. 11)

7. Plano general de El Tajín mostrando las


principales referencias visuales y ejes de trazo.
8. Vistas de la maqueta de El Tajín realizada
por Griselda Bustamante, Héctor Gómez y
Alejandro Villalobos . Montaje y fotos Ale-
jandro Villalobos.
43
Como hemos dicho en ésta y otras
ocasiones, la producción de arquitec-
tura monumental se circunscribe en
los márgenes cronológicos de
asentamiento-abandono por conside-
rable margen de tiempo, esto es que la
arquitectura puede ser indicador de
principio de apogeo y/o principio de
decadencia - económica- del asen-
tamiento. Por otra parte, la arquitec-
tura habitacional extiende su presen-
cia hasta los extremos de un estadio
de tiempo determinado; así como los
materiales arqueológicos, este género
permite la apreciación de un contexto
productivo más amplio. De esta ma-
nera, en la arquitectura aparecen in-
dicados algunos aspectos que deno-
tan, por ejemplo, direcciones alternas
de recursos para la construcción,
cuando en una misma estructura se
regitran.dos o más sistemas construc-
tivos sin tener que tratarse de super-
posiciones, sino más bien de jornales
o tareas específicas y sincrónicas. 9
La producción arquitectónica del
Tajín, a partir de sus sistemas y se-
cuencias constructivas, manifiesta 10
cambios esenciales durante su de-
sarrollo, lo cual, eventualmente,
puede ser indicador de estado de evol-
ción social o bien de la existencia de
recursos y requerimientos que permi-
ten que los cambios culturales se re-
gistren en las iniciativas que generan
obras determinadas, sean de infra-
estructura o de conservación de edifi-
cios. Éstos pueden ser atribuidos a
multitud de aspectos, la casualidad
incluida; sin embargo, incluimos las
verificaciones angulares registradas
con teodolito, fotografía aérea (pp.
48-49), así como un levantamiento
exhaustivo de una sección del sitio,
con el fin de disminuir los márgenes
de error (figs. 13 y 14). La excavación

9. La maqueta de El Tajín vista del noreste. 10.


Detalle del ángulo noreste de la Pirámide de los
Nichos. 11. Vista vertical de la maqueta de ve-
rificación. 12. "Plomada" en barro hallada en ... .-4
~...
•••••.
.
El Tajín. Montajes Alejandro Villalobos. Fo-
tos Paul Gendrop y Alejandro Víllalobos.
.... ~
....... .
44
11

12 intensiva en asociación a las estructuras


es la que puede apoyar los resultados
hasta ahora obtenidos, que son hipo-
téticos en función de la objetividad de
la arqueología de superficie, inventa-
rios, codificaciones, proceso de da-
tos, cédulas y registros gráficos
complementarios, maquetas topográ-
ficas, análisis de foto aérea, recorri-
dos, etc. Con la arqueología de super-
ficie es posible determinar los siste-
mas constructivos alternos en una
estructura, su proceso de manufactu-
ra, y deterioro, así como plantear su
intervención emergente de conserva-
ción. No se trata de mera "inspección
visual"5 sino de un área específica del
hacer arqueológico aplicado al aspec-
to arquitectónico y urbano.

México, D.F., febrero de 1986


45
NOTAS

l. Beatriz de la Fuente; en Raúl Henríqucz:


Introducción al Estudio de la Arquitectu-
ra Occidental, UNAM, 1980.
2. La asociación de material arqueológico de
superficie, producto de esta temporada.
fue analizado mostrando ocupaciones
tardías del sitio, así como un patrón dis-
perso y ocasionalmente alterado . Otros
trabajos se incluyeron en esta temporada,
entre otros : iconografía de las representa-
ciones en relieves, cerámica huast eca, sis-
temas de agricultura intensiva, etc.
J. Aún queda por revisar exhaus tivamente
los trabajos realizados en el Tajín po r la
Universidad Veracruzana, así como las
noticias sobre cronología producto de los
análi sis de materiales asociado a estructu-
ras y plazas.
4. La delimitación de la Zona Arqueológica
quedó registrada en 1976 en la. entonces \
Secretaría de Patrimonio Nacional. Sin
embargo, parecía como si ésta estuviese
)
destmada a ser convertida en potreros
particulares , ya que incl uso hay quienes
aseguran que la Pirámide de los Nichos es
(
de su propiedad por encontrarse en el
·~. I _ _
deslinde de sus terrenos; esperamos conti-
núen prestando "su" pirámide para in-
vestigación y turismo.
S. Véase Cuadernos de Arquitectura Meso-
americana 7: 92-94.
13

14

l -
Agradecimientos
\
Al Dr. y Arq. Paul Gendrop por per-
mitirme un espacio en este número de
Cuadernos y por su interés en el pre-
sente trabajo. Al Arql. Ángel García
Cook -exdirector de Monumentos '
'
Prehispánicos del INAH- y al Lic. y ~
'-......r
Arql. Ariel Valencia por las facilida- ~~.
des ofrecidas a nuestro proyecto. A la
Arql. Lorenza Flores García por su ~
siempre oportuna presencia a lo largo
de los trabajos de campo y gabinete.
A Don Pedro Pérez Bautista -jefe de
guardianes de la zona- por la
cortesía y amabilidad de sus aten-
ciones y amplia experiencia trasmiti-
da en torno al sitio. A mis compañe-
ros de la Especialidad de Arqueología
de la ENAH, porque mantener la
amistad en el campo es la prueba más
dura de que tenga recuerdo.
46
15

BIBLIOGRAFÍA 1953 "Tajín, Trabajos de Res- KROTSER, Paula y Román KROTSER


tauración: 195 1", A na les 1973 "Topografía y Cerámica
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1983 "Acercamientos al Análi- 1973 Los Enigmas del Tajín,
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INAH, México. INAH, México.
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del Tajfn, Universidad 1975 Arquitectura Mesoameri- quitectónica Mesoameri-
Veracruzana, Xalapa. cana, Aguilar, Madrid. cana: Acercamientos a un
Modelo de Desarrollo",
HARDOY, Jorge Memorias de la XIX Mesa
1968 "Urban Planning in Pre- Redonda de la SMA, Qro.
13. Análisis detallado de lineas de referencia en columbian America", en México (en prensa).
el levantamiento topográfico del grupo princi- G. Braziller (ed.) New
pal de El Tajin. 14. Detalle de ejes de trazo en York. WILKERSON, Jeffrey
la maqueta. 15. El edificio S. Dibujos, monta- 1980 "Man's 80 centuries in
jes y fotos Alejandro Villalobos. Doble piglna KAMPEN, Michael E. Veracruz", National Geo-
siguiente: Foto aérea vertical de El Tajin. Cia 1972 The Sculptures of El graphic Magazine,
Mexicana Aerofoto. Montaje Alejandro Villa- Tajfn, University of Flori- August 1980; Vol. 158,
lobos. da Press, Gainesville. No. 2, Washington.
47

~ ...
PUNTOS Y LÍNEAS DE REFERENCIA tres marcadores (fig. 5-a, b).
EN LA ARQUITECTURA MAYA Horst Hartung• El Caracol en Chichén ltzá, el más reco nod -
do observa tori o astronómico de la zona maya
The simplistic opinion on the seemingly arbitrary location of the structures in Maya centers, is now (fig . 6-a, planta esquemática de la planta alta),
changing to the observation of a sophisticated network of imaginary relations in the planning con- permi te por sus duetos avist ar los punt os
centrales de tres juegos de pelota en la parte
cept. This is mostly based on distinguishable important points in the architecture, /ike doorways,
norte; la distancia del Caracol a dos de ellos (el
and sculptures, like stelae and a/tars, which can be related by visual andl or conceptual fines, someli- Gran Juego de pelota y el de la parte ori ente del
mes originated in the a/ignments of buildings. Grupo de las Mil Colu mnas-estructura 3E2) es
la misma; todavía más so rprendente es que esta
Al estudiar los planos de las ciudades mayas, edificio, es decir a 90° con respecto a su facha- di stancia se repita en el arco imaginario que se
en particular sus centros, frecuentemente en- da (figs. 2-a, b). Una escalera al frente subraya determina entre estos mencionados dos centros
contramos edificios con una misma orientación la axialidad, y sus descansos así como los sitios de juego de pelota teniendo como vértice el Ca-
y otros en ángulo recto con respecto a éstos al comienzo y al final de los escalones, ad- racol. Esto puede considerarse o como una
(figs. 1-a, b). Es a veces notable la orientación quieren una considerable importancia, lo mis- ext raordinaria coincidencia, o como una sofis-
del pai\o frontal de una construcción y puede mo que una plataforma (a veces con una estela) ticada planificación.
corresponder a una dirección de referencia (fig. al frente (figs. 3-a, b). Varas estelas entre sí El grupo E en Uaxactún se ha mencionado
1-c). Como en la choza maya, también en el pueden ser líneas de referencia, como por ejemplo como un observatorio astronómico aunque en
sencillo templo erigido en piedra existe sólo en Co¡ján (simplificado en la fig. 4) . El que la realidad se comprobó que sólo pudieron obser-
una puerta, punto decisivo entre el espacio ex- colocación de estelas y altares en puntos varse (desde un punto al terminar la escalera de
terior y el espacio interior y que en ciertos específicos haya sido premeditado, lo de- la primera construcción de E-VII sub) los ext re-
templos del clásico tardío se hizo resaltar en- muestran claramente los grandes centros de mos de las salidas del sol. Estos dos puntos
marcándola con una portada zoomorfa in- Piedras Negras y Yaxchilán, donde lo confir- fuero n fijados en material por los cantos exte-
tegral. Este punto se presenta para ser visto man las descifradas inscripciones (Hartung riores más al norte y al sur de los edificios al
desde diferentes ángulos y -aún más 1971: planos 1-5). En los mencionados conjun- frente, en el lado oriente de una plaza. La grá-
importante- para referirse desde allí a otros tos tienen un papel relevante los juegos de pelo- fica de la fig . 7-a muestra las direcciones hacia
destacados elementos arquitectónicos o monu- ta por las líneas de referencia que pasan por sus los extremos de las salidas y puestas del sol en
mentos, situados preferentemente en el eje del puntos centrales o en eje longitudinal por sus la zona maya. Su aplicación en conjunto ar-
Quitectónico se muestra esquemáticamente en
2 la fig . 6-b.
Un capít ulo aparte merecen las cruces punte-
o adas, llamadas a veces marcadores astronómicos
~ 1
i (véase Cuadernos 4:3-13), y son particularmente
~
.--- ~ -- ~ !.E'5l frecuentes en y alrededor de Teotihuacán, donde

1
~
=re o
definen tanto direcciones del trazo como refe-
rencias astronómicas (lig . 7-b). Tienen una fun·
ción similar en lugares tan distantes como Alta
-~~ b --=~=-- Vista (Chalchihuites) y Uaxactún. La última grá-
fica (figs. 8-a, b, e, d) ilustra direcciones visuales
i
~
posibles: por medio de un canto de construcción
.:: ,
1 1 desde un punto, o por la coincidencia de dos y
/ ... __ i hasta de tres cantos, como también a lo largo de
- - -~ -- -
e
/
/ :
¡l
.......
---8- - b un pai\o o frente de un edificio . Estas direc-
• 1 ciones pueden ser tanto astronónúcas como de
referencias conceptuales.
Aunque aquí la exposición está relacionada
esencialmente con la arquitectura maya, los
1 o 5 b
mismos principios son aplicables a toda la ar-
__ _,_' 1 ¡/ quitectura mesoamericana, tomando en cuenta

Hlt
- •- t'_ _ - - - ciertas preferencias regionales.
1
/ol

BJ;[G
/
1
4 Los da tos básicos , como también la lámina
f
' ¡
1
(4), fueron tomados del lihro Die Zeremo-
·- -l~·- - -a- -
1
nia/zentren der Maya. Ein Beitrag zur Un-
1 l 1 ;
tersuchung der Planungsprinzipien, Graz,
1971, y unos datos adicionales del artículo
"Alignments in Architecture and Sculpture
of Maya Centers", Ibero -Amerikanisches
8 A rchiv, Berlín, 1984. El artículo en impren-
-- ta "Uaxactún, Guatemala, Gruoup E & Si-
milar Assemblages : An Archaeoastronomi-
cal Reconsideration" por Aveni & Har-
o
b 1 :0 L -- -- tung, aclara unos aspectos astronómicos y
arquitectónicos de este conjunto; este tra-
bajo fue presentado al congreso de
-- -~
arq ueoastronomía en Mérida, Yucatán, en
6 enero de 1986.
7
Guadalajara , junio de 1986
e
b

• Arquitecto, Dr. lng. en planificación urba-


d na y regional. Profesor de la Facultad de
Arquitectura, Universidad de Guadalajara.

so
LA ARQUITECTURA DE YOHUALICHAN , PUEBLA

This article deals with Yohualichan and its Tajín-like architectural style. A si-
te near Cuetzalan in the NE of today State of Puebla, Yohualichan was pro-
bably a sote/lite of El Tajfn, since its architecture is showing the same kind oj
talud-tablero provided with niches, a feature which is so characteristic of so me
phases at that metropolis.

Daniel Molina Feal*

Entre 1979 y 1980 realicé áos tem- Aspectos generales de la arquitectura


poradas de campo en la zona arque- del sitio
ológica de Yohualichan, ubicada en
la Sierra Norte de Puebla a unos siete Lo más sobresaliente de la ar-
kilómetros de la población de Cuetza- quitectura de Yohualichan es su se-
lan. El principal objetivo de la inter- mejanza con Tajín debido al uso de
vención era detener, lo más posible, los nichos presentes en los tableros de
la destrucción que venía sufriendo la los cuerpos que conforman las distin-
zona debido a la vegetación, la lluvia tas estructuras.
y el hombre. Aprovechando y modificando el
Yohualichan participa de la cultura terreno natural, se asienta el centro
del Tajín. Su arquitectura parece, por ceremonial sobre varias plataformas
su similitud, transportarnos al centro que, según su tamaño, albergarán ba-
de esta enorme zona; las palmas, los samentos piramidales, plazas, juego
yugos y lo poco que conocemos de su de pelota o las habitaciones de la gen-
cerámica nos hablan de las semejan- te. Los edificios pueden ser de uno o
zas existentes entre ambas zonas. más cuerpos; y excepto el juego de pe-
Faltan muchos datos aún para po- lota, todos los explorados hasta el
der fijar en el tiempo el apogeo de momento tienen nichos, cosa que pa-
Yohualichan. Los primeros mate- sa también con los remates de algunas
riales y estudios parecen situar el sitio plataformas . En los aposentos el va-
hacia 400 años d . C., contemporáneo no predomina sobre el macizo, sin
a las fases III y IV de Tajín del que embargo, los espacios internos no son
debió ser un satélite. El abandono de muy grandes, por lo que no hay nece-
la zona debe remontarse a la época de sidad de utilizar apoyos como pilares
expansión del imperio mexica, ha- y columnas.
Arriba: El ángulo suroeste de la plaza de
biendo quedado relegada la zona por
Yohualichan, visto desde el primer cuerpo del los asentamientos que deja el grupo • Arqueólogo, Centro Regional de Veracruz,
Edificio de la Greca. conquistador. INAH.
51
1: Esquina suroeste de la Plaza Principal. 2:
Detalle de la misma . 3: El edific io Oeste duran·
te la excavación . Toda la pied ra está in situ, lo
que permit e ent ender la faci lidad y convenien-
cia de aplicar en la restauración el princi pi o de
la anastilosis. 4: Representación esquemática de
los cortes realizados en la roca madre para edi-
ficar es truct uras. 1: Nivel de la Plaza Principal;
2: Ni vel de la Plaza del Campanario ; 3: Nivel
de la cancha de juego de pelota ; 4: Roca
madre . 5: Sistemas co nst ructivos.

El área principal del centro ceremo- ducen a un templo con tres aposen-
nial está dispuesta en torno a una tos. Cada uno de los cuerpos tiene
gran plaza (que es una explanada na- nichos en todo el perímetro. Al norte
tural que fue modificada para alber- se ubica un pequei'\o edificio que no
gar los edificios). Al sur de ella existe fue restaurado debido que se requería
otra explanada· en la que se ubicó el una fuerte inversión de tiempo y dine-
juego de pelota. Tres de los edificios ro ya que su estado de conservación
que rodean la plaza están unidos es muy malo.
entre sí, formando un ángulo recto en
la esquina SW de la plaza. Precisa- Materiales de construcción
mente los dos que forman el ángulo
fueron excavados y son el Edificio de Materias primas. La materia prima
la Greca y el Edificio Oeste. El prime- utilizada para la construcción de las
ro mencionado tiene seis cuerpos y lo estructuras es abundante en la región. 2
corona un templo al que se llega por Se trata de rocas calizas que se ob-
una gran escalinata con alfardas con tienen con cierta facilidad en las can-
dados nichados. Todos los cuerpos teras cercanas y que permiten obtener 3
presentan talud y tablero, siendo éste bloques que requieren poco trabajo o
a base de nichos rematados por corni- ninguno para carearlos. En ocasiones
sa . El Edificio Oeste es de cinco cuer- se obtuvieron grandes bloques de más
pos que sostienen un pequei'\o templo de tres metros de largo, los que se uti-
y que poseen las mismas característi- lizaron principalmente en los laterales
cas del edificio aledai'\o . Se unen am- del juego de pelota y en las cornisas
bos edificios mediante una escalera del Edificio Este. Los estucos son
que se empotra en el ángulo que for- burdos debido a que la arena que se
man dando una interesante y bella so- utiliza es de mina, por lo que contiene
lución. La parte posterior del Edificio más impurezas; este material es el que
de la Greca sirve como cabecera norte se conoce como xalnene.
al Juego de Pelota, uno de los más
grandes de México en cuanto a lo lar- Sistema constructi'vo
go de la cancha, 84 m.; la estructura
tiene planta en forma de I. Núcleos. En varias estructuras se
En el lado Este de la plaza se locali- modifica el terreno original, recortán-
za un edificio de dos cuerpos, con dolo para que sirva de núcleo. Esto
amplias escaleras centrales que con- pasa con el juego de pelota, en el que
52
4

se recorta la roca para hacer la cancha 5


y los taludes y se dejan protuberan-
cias para otros elementos. En el caso
de los edificios de las Grecas y W, és-
tos se desplantan sobre la roca madre
apoyando sus cuerpos sobre el re-
lieve, en ocasiones directamente y
otras veces sobre su relleno de arcilla,
la que da la coloración roja propia de
la región. En otros casos, como en el TABLERO TA LUD
(corte)
Edificio E y en el Norte, el núcleo es a
base de piedras y lodo sobre el que se
colocan los elementos exteriores.

Cimientos. En el juego de pelota y


en estructuras que se apoyan sobre la )(
roca madre el muro se desplanta di-
rectamente. En el templo del Edificio .l
de las Grecas y en los aposentos del [ J
Edificio E no se aprecia un tipo espe-
cial de cimentación sino que el muro
penetra una hilada al piso de la
estructura sustentante.
( ll l_ __
Paramentos. Hasta el momento te- NICHO SIMPLE
nemos vistos dos tipos de paramen- fre n fe corte
tos, los verticales presentes en los
templos y en los laterales del juego de
pelota, y los cuerpos de los edificios ){
que en realidad consisten en el ][
complejo tablero-talud rematado con : )l )
cornisa. En el caso de los laterales del ~
Juego de Pelota se utilizaron grandes t J
bloques de piedra, con los que re-
cubrieron la roca madre, y para los
muros de las cabeceras se utilizaron
bloques y lajas de menor tamaf'lo . Los
paramentos del aposento del Edificio
Este están hechos a base de pequef'las e ]
lajas, aparentemente unidas a base de NICHO COMPUESTO

mortero de cal. (frente 1

S3
Escaleras. Hay varios tipos de esca-
leras que varían de tam año y diseño
según su di sposición. En el Ju ego de
Pelota hay una serie de escaleras que
se incrustan en la estruct ura y gene-
.__.__.__._.
O 1O 2 O cm ralment e son poco anchas y de dos o
0 tres escalo nes. En esa misma est ruct u-
ra hay otra ser ie de escaleras más
anchas, unas con alfarda y otras sin
ella, dos escaleras dobles con alfarda
central común y alfardas la terales. Se
localizan dos escaleras en ángulo, una
en el sector noroeste del Juego de Pe-
lota y otra en la unión del Edificio
Oeste con el de La Greca. Por su ta-
maño sobresalen las escaleras centra-
les de los edificios Oeste y el de La
6
Greca y por su elaboración destaca la
escalera del Edificio Este, la cual va de
Los muros del templo del Edificio el cuerpo que sostiene el templo del la plaza hasta el templo presentando
de la Greca están hechos a base de pe- Edificio de la Greca y en el Edificio en las alfardas, a la altura de cada
queflas lajas, las del frente en el inte- Este. Ambos tienen al fondo unas la- cuerpo, nichos con cornisa que sobre-
rior, presentan una superficie lisa, jas con cara plana para darles un ter- salen del cuerpo del edificio.
mientras que hacia el exterior no en- minado, y de igual forma participan Dentro de la técnica constructiva
contré en dónde termina el paramen- de un ancho lateral que sostiene la la- encontramos que los tableros y talu-
to, lo que me hace suponer su estado ja que los cierra por arriba antes de des que sirven de alfarda siguen el
nucleado para sostener algún tipo de que apoye la cornisa. Difieren en los mismo sistema que encontramos en
acabado diferente, que podían haber demás elementos del interior en don- los cuerpos de los edificios . Las alfar-
sido nichos o talud . Los paramentos de puede haber dos o cuatro laterales, das, que se conforman con piedras
de los cuerpos están formados por el además del grande, y pueden tener prismáticas rectangulares, siguen el
complejo tablero-talud. En casi todos una laja como base y otra como tapa sistema utilizado para construir talu-
los lados pudimos detectar que estos o dos tapas menores. Los laterales des. Hay otras alfardas monolíticas,
elementos se apoyaban sobre la tierra mayores pueden ser monolíticos o es-
roja que recubre a la roca madre y tar hechos con varias lajas colocadas 7
que en ocasiones fue colocada por los horizontalmente o dos colocadas ver-
constructores. ticalmente. Esto me lleva a pensar
que no importa en sí la forma de
Taludes, nichos y cornisas. El talud construirlos sino la apariencia final
se logra colocando las lajas inclina- ya con el recubrimiento de estuco.
das, lo cual hace que en ocasiones pa- Sobre el nicho se coloca la cornisa,
rezca que se colocaron en saledizo, hecha con tres lajas colocadas una
mas no es así. En realidad la primera sobre otra y haciéndolas salir un tan-
piedra que se coloca al iniciarse la to en relación a la anterior. Sin em-
construcción del talud se coloca incli- bargo no están biseladas ni nos
nada y al mismo tiempo sirve como quedan huellas de que el estuco estu-
ancla de todo el talud, los huecos que viera colocado en tal forma que se hi-
quedan se llenan con piedra, con ra- ciera un solo plano inclinado. Las la-
juelas y con tierra. Al finalizar el ta- jas son generalmente de gran peso y
lud, una laja se coloca para formar tamaflo y van desde los 60 cm. de lar-
un soporte para los laterales de los go hasta más de dos metros; también
nichos y al mismo tiempo sirve como sus espesores varían de los 10 a los 30
moldura al sobresalir del paramento cm. Las cornisas, en su último nivel,
inclinado. son parte de la entrecalle de cuerpo a
Existen dos tipos de nicho, mismos cuerpo y he encontrado restos que in-
que he denominado simples y com- dican que estas entrecalles se en-
puestos. El primero es el más abun- contraban enlajadas, al igual que las
dante, el segundo se ha detectado en plazas.
54
Generalidades sobre la restauración diciones sine qua non para la aplica-
del sitio ción de la anastilosis (elementos
desplazados de su sitio en el conjun-
Aunado al clima y a 1& vegetación, to, · ausencia de mortero en sus
el sistema constructivo que he descri- uniones, etc.). De igual forma
to contribuye a que los edificios existían datos precisos que permitían
sufran deformaciones, pues al reblan- la reintegración de faltantes en nichos
decerse la arcilla sobre la que se depo- y cornisas. Me decidí por esta segun-
sitan las lajas el elemento se desliza, da posibilidad, pues además de brin-
lo que también ocurre por el empuje dar una mayor estabilidad a las
de las raíces. Cuando los laterales de estructuras, haría resaltar los valores
Jos nichos caen, se debilita el elemen- arquitectónicos de ellas y sería más
to y se provoca una reacción en la que ilustrativa para los visitantes.
uno a uno van cediendo los elemen- Se realizaron trabajos generales de
tos. Debido a esto los materiales consolidación, ribeteo de estucos y
quedan en una área muy próxima a su sellado de juntas para evitar filtra-
ubicación original. ciones. Grandes áreas que habían per-
Existían dos posibilidades para la dido los recubrimientos (algunos talu-
restauración: una implicaba la des y sobre todo las entrecalles en los
mínima intervención, consolidando cuerpos de los basamentos) dejando
los elementos presentes, mas esto al descubierto los núcleos de los edifi-
provocaría a largo plazo que los ma- cios, fueron tratados con el sistema
teriales continuaran cayendo o que desarrollé en Cacaxtla, al que de-
desplazándose por falta de apoyo. La nominé "de núcleos expuestos", y
segunda posibilidad se presentaba de- que consiste en cubrir y consolidar el
bido a que en el sitio se daban las con- núcleo, dándole al recubrimiento,
8
en las escaleras pequeñas, en donde
las piedras se colocan verticalmente a 6: Grecas que dieron origen al nombre del edi- 9: La escalinata del Edificio Oeste durante el
ficio en que se encuentran. Están totalmente proceso de excavación . Hacia la izquierda se
ambos lados de la escalera. Hay algu- modeladas en estuco. 7: Sistemas constructivos aprecian los cuerpos restaurados, mientras que
nas alfardas "mixtas" en las que en- de escaleras (a, b, e) y de alfardas (d). 8: El Edi- a la derecha tan sólo asoman algunos nichos
contramos monolitos en los extremos ficio de la Greca visto desde el Edificio Oeste. que conforman dichos cuerpos.
y lajas en el centro. Los escalones son
construidos de diferentes maneras: en
unos casos se usan una o más lajas en
el peralte y una laja más para la 9
huella; esta última laja puede estar al
ras del peralte o ligeramente salida.
En otras ocasiones los escalones son
lajas colocadas directamente sobre la
tierra, cortada a distintas alturas para
dar el peralte y, por último, encontra-
mos escalones hechos por bloques di-
rectamente o por bloques con lajas
encima formando peralte y huella res-
pectivamente. Debo resaltar la ausen-
cia de mortero para ligar los mate-
riales, cosa que pasa en taludes,
nichos y escaleras; solamente fue lo-
calizado este material en los muros de
los templos. Los elementos arquitec-
tónicos eran cubiertos con estuco, el
que en ocasiones estaba decorado con
figuras en relieve, como en el caso de
las grecas, y también debió haber es-
tado pintado.
SS
textura y color semejantes al original.
Se hicieron protecciones para cubrir
las grecas de estuco y evitar que el
agua las erosionara.
Cinco años han pasado y las estruc-
turas restauradas están estables y no
muestran deterioros que requieran in-
tervenciones mayores. Es necesario
continuar con las labores normales de
mantenimiento, y sería muy conve- 10 11
niente que se pudieran realizar nuevos
proyectos para restaurar las estructu-
ras que aún no han tenido interven-
ción y por lo mismo peligran en su in-
tegridad.

Veracruz, febrero de 1986 .

BIBLIOGRAFÍA
12 13

GEN DROP, Paul y Doris HEYDEN


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cana, Historia Universal
de la Arquitec t ura,
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1964 Arquitectura Prehispáni-
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Yohualichan, Puebla",
Tercera Mesa Redonda
Sobre Problemas Antro-
pológicos de la Sierra
Norte del Estado de
Puebla , CEHSNEP, Mé-
xico.

1980b Conservación y Restaura-


ción de Edificios Arque-
ológicos . Cacaxtla y
Yohualichan . Dos Casos,
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MOLINA MONTES, Augusto
1975 La Restauración Ar-
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Científica, Arqueología,
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STIERLIN, Henri
1968 Ancient Mexican, Living
Architecture, Mac Do-
nald, Londres.
56
20 21 22

23 24 25

26 27 28

10 a 16: Algunos aspectos de las ruinas antes de


iniciar los trabajos de exploración (15: juego
de pelota). 17 a 22: Aspectos de la excavación
en los Edificios de la Greca, Oeste y Este. 23 y
24: Excavación del juego de pelota. Aspectos
de los edificios al concluir los trabajos de res-
29 30 tauración : Edificio de la Greca (25), ángulo su-
31 32 roeste de la Plaza Principal (26), cabecera norte
del juego de pelota (27), Edificio Este (28). 29:
Detalle de consolidación de escaleras, alfardas
y nichos in situ. Nótese el estuco original sobre
los taludes. 30: Vista del primer cuerpo del Edi-
ficio Oeste. Se puede apreciar la entrecalle y la
solución final de su restauración. También se
puede ver la roca madre sobre la que se posa el
edificio. 31: Detalle del Edificio de la Greca en
el que se pueden notar las protecciones genera-
les y los núcleos expuestos del segundo cuerpo.
32: Angulo suroeste de la Plaza Principal.
57
1: Las dos palmas halladas en Banderilla, Ve-
racruz. Foto José Átvarez Guevara, Instituto
de Antropología de la Universidad Veracruza-
na . 2: Análisis de los elementos arquitectónicos
en la base de la Palma 1, según croquis de Paul
Gendrop.

58
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS
EN UNA PALMA TOTONACA

An incidental find led to the discovery oj a Totonac offering dated to the final
part oj the late Classic. lt contained two beautiful "palmas". One oj them has
at the base a series of architectural elements very similar to those found in the
ancient city of El Tajín. The realism of these pieces is a good example of the
masterful control that the Totonac artists had over diverse materials.
l

Ramón Arellanos Melgarejo


y Lourdes Beauregard García*

En el transcurso del mes de marzo del Clásico al Postclásico, y en


de 1980, el Ingeniero Marco A. Arró- contraposición al centro ceremonial
niz notificó a investigadores del Insti- que se hallaba en funciones durante la
tuto de Antropología de la Universi- primera época mencionada, y se
dad Veracruzana, el hallazgo acciden- hallaba a su vez sobre una amplia lla-
tal de una pequeña pieza arqueológi- nura localizada inmediatamente al
ca durante la realización de la remo- sur de este lomerío. Aquel sitio en
delación de una piscina en su rancho efecto, catalogado como "abierto"
"El Paraíso" cercano a la población (cf. Palerm 1956: 123), presentaba po-
de Banderilla, Veracruz. Uno de sus ca capacidad defensiva frente a la
trabajadores localizó un hueco de nueva época militarista que se ini-
tierra negra en la pared norte y deci- ciaba en el ocaso del horizonte Clási-
dió hurgarlo. En él encontró un frag- co. En cambio este nuevo emplaza-
mento de figurilla que, mostrada pos- miento, en proceso de adaptación,
teriormente a los suscritos, se vio que ofrecía mayores posibilidades de de-
era parte de una pieza mayor. Al ob- fensa ante una irrupción extraña.
servar el sitio de manera integral, éste El nuevo sitio está compuesto por
aparece como una continuidad crono- una plataforma ceñida al norte y al
lógica de la zona del clásico que existe poniente por lomeríos, al sur por su
al sur de estos lomeríos. Posterior- propio declive y al oriente por una lo-
mente, la importancia de los mate- ma con elementos que nos hacen su-
riales localizados nos obligó a realizar poner un acondicionamiento tanto a
un rescate arqueológico, del cual los lados como en la porción supe-
oportunamente se informó al INAH. rior, logrando darle la forma típica de
los montículos alargados. Los levan-
La zona arqueológica tamientos al occidente muestran un
trato similar, y aún pueden apreciarse
El sitio donde se realizó el hallazgo los restos de muros de contención rea-
de estas piezas se asienta sobre unas lizados con piedra poco trabajada.
lomas aproximadamente a un kiló-
metro al norte de la cabecera munici-
pal de Banderilla. Creemos que este
asentamiento estaba siendo apenas • Arqueó logos, Instituto de Antropología de
acondicionado duran te la transición la Univer sidad Verac ruzana, Xalapa .
59
Exite la posibilidad de que la adapta- tánea de los fragmentos localizados subtipo 2, "con una figura proyecta-
ción haya sido parcial, sin concluirse en el lente, perteneciendo ambos al da al frente", mien tras que para
la totalidad del trabajo y sin haberse Clásico en su fase tardía (Siglos VI al Sánchez Olvera (1978 :84, lám . 11)
usado el sitio en forma extensiva. Co- IX d .C.). Los datos más relevantes corresponde al tipo "palmas con
mo el mismo sitio ha sido vuelto a los brindó la estratigrafía de este cor- cuerpos completos" en la variante
usar en diversas ocasiones, en tiem- te, pues se pudo apreciar en las pare- "hincados o sentados con decoración
pos modernos, pensamos que muchas des N y S un levantamiento artificial geométrica''.
evidencias se han destruido, restando con tierra arcillosa. Esta escultura fue realizada en ba-
información para el mejor entendi- salto muy compacto de color café gri-
miento del sitio. La ofrenda sáceo. Su altura máxima es de 0.44
m., su anchura de 0.232 m., la longi-
Las excavaciones Ésta se encontró situada en un pe- tud de la base es de 0.145 m. Fue frac-
queño lente de tierra arcillosa con turada en tiempos prehispánicos en
El trabajo de rescate en el lente se bastante carbón. Posteriormente fue 12 partes, es decir, fue "matada" an-
hizp con sumo cuidado, mediante una colocada en un hueco, muy cerca de tes de ser deposi tada con el resto de la
excavación horizontal, debido a que los indicios del plegamiento artificial ofrenda. Para su descripción suscinta
se encontraba visible un flanco en el de barro, que se piensa funcionó co- se recurren a las "masas naturales"
corte vertical, mientras que la parte mo un retén de agua en la pequeña la- presentes en ella: la fig ura frontal, el
superior estuvo cubierta por una guna que se ha formado diacrónica- respaldo o porción mayor y la base,
gruesa capa de concreto. Como toda mente cerca del centro de ese nuevo centro de especial interés en este tra-
la población correspondió a un solo sitio, donde se depositaron en prime- bajo.
contexto cultural y cronológico, el ra instancia los objetos líticos mayo- La figura del centro es muy bella.
trabajo se realizó con base en esta res: las palmas, previamente "mata- Representa a un personaje masculino
unidad. Durante el proceso excavato- das", acomodando los fragmentos de semidesnudo de rasgos naturalistas en
rio, toda la tierra obtenida se pasó tal manera que aquellos profusamen- actitud de baile o de defensa, que se
por una malla de 0.006 m., para re- te decorados quedaran hacia la parte encuentra ligeramente recargado
cobrar evidencias materiales por mi- inferior de la oquedad, posiblemente sobre un pilón, piedra de sacrificios o
núsculas que fueran, logrando sepa- con un afán de protección hacia estos tajón (Sahagún 1969: 1, 110). Al pare-
rar carbón, fragmentos de obsidiana atributos. Sobre ellos colocaron al cer se trata de un guerrero en vías a
y aún pequeñas lascas de la palma no- parecer materiales perecederos que ser sacrificado de manera gladiatoria,
minada como 1. Se decidió conservar produjeron bastante carbón, sobre ya que en la mano derecha lleva una
la tierra cernida para análisis poste- las cuales depositaron 10 puntas de maza. Le fal ta la mano izquierda des-
riores (fosfatos), con el fin de tener proyectil y navajas prismáticas de ob- de tiempos precolombinos (trataron
bases firmes para dictaminar qué sidiana, también fragmentadas, así de restaurarla mediante una espiga,
otros tipos de materiales habían sido como tres cabecitas de barro molde- notándose en el muñón del brazo,
cremados en esta deposición (cf. adas, de estilo naturalista. Posterior- una pequeña oquedad para recibirla) .
Arellanos y Beauregard: 1981). Ade- mente todo este contexto fue crema- En ella debió llevar la pequeña rodela
más se hizo una pequeña cala con la do, quizá como un acto dentro de la típica de esta inmolación guerrera.
finalidad de localizar otros elementos importante ceremonia dedicado a los El respaldo muestra decoración tri-
de análisis para la elaboración de una números del agua y de la vegetación. dimensional a base de una filigrana
secuencia cronológico-cultural del si- esculpida en forma de pequeñas volu-
tio. La ubicación fue a escasos 0.70 Palma 1 tas o espirales con los vértices hacia el
m., al norte del lente de la ofrenda. frente; creemos que se trata de repre-
Sus dimensiones fueron de 1.50 m., La pieza que nos ocupa es una es- sentaciones alegóricas de nubes trans-
en un eje W-E, mientras de N a S tuvo cultura de las características del gru- portadas por el viento. La parte pos-
1.00 m. Se trabajó mediante un siste- po totonaco prehispánico asentado en terior es completamente lisa.
ma de niveles naturales y métricos la región central del Estado de Ve- En la porción inferior se representa
hasta alcanzar una profundidad de racruz. Morfológicamente es de las un templo minúsculo, a la manera de
1.45 m., resultando estériles las tres más típicas de estas obras, es decir, una maqueta, formad o fu ndamental-
úl timas capas. os tenta la forma de un abanico semi- mente por elementos arquitectónicos
Los materiales obtenidos aquí re- circular (cf. Proskouriakoff 1954:81), presentes en templos totonacos del
sultaron ser muy pobres, ya que las y su base se proyecta en forma de una Clásico Tardío en la costa del Golfo,
primeras capas después del concreto T con los ángulos suavizados por reproduciendo - pod ríamos decir
sólo tuvieron material de relleno con- líneas curvas. Proskouriakoff (op. que casi a escala- el sistema cons-
temporáneo. La cerámica obtenida en cit. fig. 6) menciona éstas, en su tipo tructivo de talud y tablero, enriqueci-
niveles más profundos resultó ser coe- "palmas de proporciones standard", dos con la presencia de nichos.
60
Visto lateralmente, en primera ins-
tancia se nota el ta lud, originado en la
base arqueada típica de este tipo de
escult uras, acentuándose la forma pi-
ramidal mediante líneas excavadas a
derecha e izquierda, que parecen ce-
ñi r la representación del cuerpo bajo
del edifi cio . Como remate lleva un
tablero teo tihuacanoide que sirve co-
mo un cerco ligeramente resaltado y
tiene una franja base, que a la vez sir-
ve de marco lateral y de franja exte-
rior, conteniendo una superficie re-
metida, en la cual, mediante la técni-
ca lapidaria de desgaste, el artista ela-
boró dos motivos ornamentales en la
forma de almenas escalonadas inver-
tidas, que producen un juego de cla-
rosc uro bastante interesante.
Al frente se halla una escalinata
formada por siete peldaños enmarca-
dos por amplias a lfardas lisas, que se
desplantan arriba de un amplio espa-
cio a manera de 2ócalo vertical origi-
nado por la base de la escultura. Di-
rectamente sobrepuestas a las alfar-
das, se aprecian como remate de éstas
dos paramentos verticales lisos, tam-
bién en la forma de trapecios isósce-
les. Sobre cada uno de ellos existe un
nicho que el escultor representó en
base a un prisma tetragonal, del cual
sólo se aprecian tres caras, cada una
de ellas con amplios claros excava-
dos, en un intento de simetría no
logrado a la perfección, tanto por la
dureza del material como por lo redu-
cido del espacio para el trabajo de
labrado; puede observarse su unión
en el centro geométrico del nicho,
3
dando origen así al fondo. Sobre es-
a
tos claros, se notan las cornisas bise-
ladas en voladizo, en las cuales des-
cansan los pies del personaje central.
Estos motivos arquitectónicos uní- b e
dos, guardando las proporciones lógi-
cas, recuerdan visualmente al edificio
5 de El Tajín.

3. Aspectos de la Palma 1: a: Foto José Ál varez


Guevara, l. A. U. V. b y e: Estudio de los ele-
ment os arq uitectónicos, según Ramón Arena-
nos M. y Lourdes Beauregard G.

61
Palma 2 fueron los objetos principales dentro GENDROP, Paul
1984 '"El tablero-ta lu d y otros
de la oblación, y con el resto de los
perfiles arquitectónicos en
Está elaborada también en basalto, elementos formaron un con texto ge- Mesoaméri ca' ', Cuader-
con la forma de un prisma trape- neral de gran importancia para los nos de Arquitectura Me-
zoidal con sus lados más amplios dis- habitantes del sitio . soamericana, No. 2, Di vi -
puestos en una línea curva . Pros- Aunque en una visión de conjunto, sió n de Es tud ios de
Posgrado, Fac ult ad de
kouriakoff (1954:81, fig . 8, palma 25) la Palma 1 tiene una configuración
Arquitectura, UNAM,
menciona este tipo de palmas como general bastante semejante a la del México, D.F.
"lateralmente aplanadas", mientras edificio 5 El Tajín, el talud y el
que para Sánchez Olvera (1978 :91, tablero represen tados en esta pieza PALERM, Ángel
92a) es del tipo "geométrica" en la más parecen pertenecer morfológica- 1956 "Notas sobre las cons-
trucciones mi lit ares y la
variante de "remate almenado". Sus mente al grupo de la tradición
guerra en Mesoamérica" ,
elementos decorativos son de carácter ''tlaxcalteco - teotih ua cana'' Anales del INAH, tomo
más esotérico (cf. Arellanos y Be- (Gendrop 1984:48-49) que a la varian- Vlll, No . 37 , México,
auregard 1981). te del Tajín (op. cit.) . Podría ser la ra- D.F.
zón por la que el sitio del hallazgo se
PROSKOURIAKOFF, Tatiana
Figurillas encuentra en la porción serrana, más
1954 Varieties oj Class ic
accesible a las influencias del altipla- Central Veracruz Sculptu-
Las halladas en la ofrenda son mol- no que a las de las zonas cercanas a la res, Carnegie Institution
deadas huecas. Al parecer llevan más- franj a costera. of Washington, No . 606,
La belleza de esta pieza no sólo evi- Wash ingto n, D.C .
caras con rasgos naturalistas. Pensa-
mos que podrían signi ficar el entierro dencia el dominio que el pueblo loto-
SAHAG ÚN, Fr. Bernardino de
simbólico-ritual de algunos persona- naco tuvo sobre los duros materiales 1969 Historia general de las co-
jes cuyos rasgos debieron servir de pétreos en la realización de sus obras sas de la Nueva España,
modelos. Las tres, aunque similares escultóricas, sino que muestra el Edi torial Porrúa, México,
reflej o de sus conocimientos de cons- D.F .
en técnica, son distintas en sus ele-
men tos básicos, constituyendo verda- trucción, con juegos de claros y oscu-
SÁNCHEZ 0 ., Luis l.
deros retratos . ros , lo que nos hace suponer que es- 1978 "La palma. Un estudio
cultura y arquitectura fueron artes t emát ic o -es ti líst ico de
Punta de proyectiles realizados juntos, en íntima comu- microrregi o nes en Ve-
nión, y no es fácil dilucidar si la escul- racruz cent ral " (tesis de
maes tría) , Facultad de
De los fragmentos rescatados, se tura se trató como arquitectura o la
Ant ropo log ía , Unidad
lograron restaurar cinco puntas arquitectura como escultura. Docente Interdisciplinaria
completas y cinco incompletas. Todas de Humanidades, Univer-
son del tipo que García Cook Xalapa, agosto de 1985 sidad Veracruzana, Xalapa.

(1967 :68) coloca en la familia lítica de


"doble muesca basal", en su va-
riedad "nopalera".

CONSIDERACIONES BIBLIOGRAFÍA

Cronológicamente los componen-


tes de la ofrenda estudiada se coloca-
ARELLANOS M., Ramón y
ron en la etapa transicional del Clási- 198 1 Lou rdes BEAUREGARD
co Tardío al Postclásico Temprano G . '" Dos palmas totona-
(circa S. IX) del Centro de Veracruz. cas". Reciente hallazgo
La deposición de este ofrecimiento en Banderilla , Ver . LaPa-
labra y el Hombre, Revis-
debió haber sido un acto ritual tras- ta de la Universidad Ve-
cendental para mantener propicios a racruzana, Nos. 38-39,
los númenes eminen t emente Nueva Época, Xalapa.
agrícolas, factor religioso sumamen te
importante para pueblos que basan su GARCÍA COOK , Ángel
1967 Análisis tipológico de ar-
economía en los cul tivos.
tefactos , Serie Investiga-
P o r la posición y relevancia cio nes No. 12, INA H,
artística de las palmas, pensamos que México , D.F.
62
LA ARQUITECTURA PREHISPÁNICA DE COYOXQUIHUI

J. Ornar Ruiz Gordillo*

.--~~ ~-~~~~ ... --;!,


',

~ -Aguo Dulce

-,_
-~--,\_ CoyoKqulhui
~o

CENTRO REGIONAL DE VERACR UZ

.~.~
CROQUIS DE ACCESO
ESC. 1: 100 000
DIBU JO JESUS RAM IREZ HDEZ
1

This artic/e deals with the architecture of Coyoxquihui (or Cuyuxquihui), a si-
te located on a ridge of the Tecolutla basin, and probably built during the Ter-
minal Classic period (ca. 900 A.D.).

La zona arqueológica de Cuyux- El sitio, como centro monumental,


quihui se localiza en la parte norte del se localiza en un nivel natural del
estado de Veracruz, a una distancia cerro, a una altura aproximada de
aproximada en línea recta de 18 km. 250m. sobre el nivel del mar . Inserta-
al sur de la ciudad de Papantla y a do ya en las estribaciones de la Sierra
distancia similar al Sureste de la zona Madre Oriental, el asentamiento pre-
arqueológica de Tajín (fig. 1). senta una d isposición hacia el norte,
El acceso a este sitio es, a partir de sur y poniente del lugar, lo que permi-
Papantla, por carretera asfaltada has- te un dominio visual del valle que es
ta Puente Remolino, y luego de este a travesado por el río Tecolutla, d is-
punto a través de camino de tante 2.5 km. del sitio.
terracería que bordea al río Tecolutla
hasta la comunidad de Paso del
Correo; 2 km. al Este del lugar se en- • Arqueólogo. Cent ro Regional de Veracr uz ,
cuentran los restos arqueológicos . INAH .
63
La restauración

~1 En 1981 se inicia el est udi o y res-


tauración del sit io, act ividad que se
conti núa en 1983 en la que los resulta-
dos de los trabajos son la consolida-
ción de la Estructura Principal, así
como el croqu is del si tio (figura 2) y
levantamiento topográfico de la zona
nuclear.
Los deterioros que presentaba la
zona arqueológica se agruparon prin-
FIGU RA 2
cipal mente en desplazamientos por
empuje, núcleos expuestos, pérdida
de recubrimientos y pisos, estanca-
CENTRO REGIONAL DE VE RACRUZ

N~~
miento de agua, grietas, muros caídos
PROYECTO COYOXOU IHUI
O
e--= -
50
- - -
100m
CROQUIS ESC. APROX. 1:3000
y pérdida de es tucos; así como algu-
DICIEMBRE 19BI
nos pequeñ os pozos de saqueo y
DIB UJO : OMAR RUIZ sustracción de esculturas.
En la corrección de estos deterioros
2 se emplearon técnicas y materiales co-
munmente usados por diferentes ar-
El nombre de Cuyuxquihui puede queólogos: en los desplazamientos
acondicionado en niveles artificiales
interpretarse en forma literal como que sirvieron posteriormente como por empuje se reacomodaron los ele-
"Armadillo de Madera". Sin embar- plazas a distintas alturas, confirién- mentos, consolidando posteriormen-
go, en la región - hablante actual del dole a Cuyuxquihui una apariencia te; en el remate de los escalones se uti-
totonaco- ·coexisten también gran defensiva por el uso de muros que lizaron éstos como muro de conten-
cantidad de vocablos de origen corren a lo largo del sitio, de norte a ción para detener el desplazamiento
náhuatl, situación comprensible dado sur y de este a oeste. del núcleo de la estructura en su parte
que el ejército mexica ejerció un do- En la parte norte se localizan varias superior, encauzando los niveles para
minio de la región hacia el siglo XV terrazas con taludes semi-verticales; permitir la salida del agua; en los
(y, actualmente, debido a la relativa hacia el sur los niveles se van elevan- núcleos expuestos se reintegraron los
cercanía de las fronteras lingüísticas y do a través de pequeñas plataformas elementos cuando éstos existían, res-
a la transpolación cultural). sobre las que se construyeron las tituyendo con materiales modernos
cuando existía ausencia de estos origi-
Aún cuando no se tienen documen- estructuras, las cuales casi siempre
nales; se emplearon cubiertas vegeta-
tos que nos hablen del Cuyuxquihui tienen uno de sus lados adosado o
formando parte de la siguien te plata- les para consolidar el núcleo expuesto
prehispánico, se tiene una idea a tra- de la cima del edificio; los estucos se
vés de la Relación de Papan tla, de la forma con talud.
ribetearon o bien se rellenaron lagu-
Matrícula de Tributos y del Códice Sobre uno de los niveles del sur fue
nas cuando éstas eran muy pequeñas;
Mendocino, así como algunas refe- acondicionada la plaza de mayor ta-
maño; en esta fueron construidos los posteriormente se aplicaron produc-
rencias de Krickeberg y Erasmo tos químicos para prevenir crecimien-
Rodríguez. La fecha de construcción edificios mayores, que son: el Edifi-
to de vegetales. Para todo el sitio se
de Cuyuxq ui hui es hacia el 900 d . C., cio 1 ó Principal, el Edificio Sur el
Este y los Dos Unidos . Un Juego' de dio énfasis en la conservación de al-
de acuerdo a los materiales arqueoló- gunos elementos que, por su ubica-
gicos, correspondiendo la fecha con Pelota se localiza a 800 m. al sur de la
plaza. ción, son susceptibles de deterioros
la construcción de los edificios 2 y 5, debido al paso de visitantes.
posiblemente el 4 de Tajín. El sitio, por el lugar donde fue
construido, se extendió de norte a sur
en su arquitectura mayor, y al po- Los materiales
La zona arqueológica
niente en las zonas habitacionales y
de cultivo ; en esta última parte aún se Durante los trabajos de investiga-
El croquis del si tio y el levanta- llegan a distinguir pequeños ción y restauración se pudo observar
miento topográ fi co del mismo pere- montículos diseminados por la lade- una variedad de materiales construc-
mi ten observar una disposición orde- rea hacia el poniente hasta llegar a la tivos empleados en los diferentes edi-
nada de la arquitectura sobre el terre- actual población de Paso del Correo fici os y elementos, entre los que se en-
no; este espacio fue modificado y inmediata al río Tecolutla. ' cuentran los siguientes:
64
.\úcleos: lo s núcleos uti lizados pa- queño muro vertical y con pequeña piedras careadas unidas con cemen-
ra todas la~ est ructuras fuero n obteni - saliente, sobre el cual posiblemente se tante y, a todo lo largo de ellas, se dis-
dos del m ismo sitio, del acantilado const ruyó el templo. pusieron pequeñas piedras salientes
que se encuent ra limitando la parte Las escaleras, flanqueadas por dos cuyo uso aú n no se ha defi nido clara-
este del mismo sitio. Este acantilado al fardas, tienen u n sistema construc- mente en la arqueología mesoameri-
ario con a ño se desgaja en parte, pro- tivo en el que Jos escalones de piedra cana. La idea que más se ajusta a esto
porcionando trozos o bloques de gran semicareada se apoyaron direc tamen- es que fueron empleadas estas salien-
tama ño de are na muy compacta; mis- te sobre el núcleo, u tilizando siempre tes para detener y ama rrar el grueso
ma q ue, co mo se observa muy fre- tres piedras horizontales como huella estucado que las recubría; sin emb a r-
cuentemen te, contiene gran cantidad y sobre la parte pos terior de la última go, el hecho de que llegan a sobresalir
de fós iles, producto de la fo rmación o superior se a poya ron o tras tres que de la superficie aplanada no coincide
geo lógica de la región. Sin embargo, fungían como peralle. con la idea estética de los edifici os.
estos bloques empleados como núcle- Las alfardas, con una inclinación Los estucos son de buena calidad
os al paso de los años van perdiendo de 137°, fueron contruidas con estas y con un grosor promedio de 5 cm.
consistencia debido a la filtración y
humedad. 3
El núcleo del Edificio 1 ó Principal S I S TEM AS CONST RUCTI VOS
fue const ruido a partir de estos gran-
des bloques de arena, sin ningún tipo
especial de acomodamiento, por lo
cual quedaron dentro del edificio es-
pacios libres que se han ido perdien-
do . produciendo por tanto el asenta-
mien to del edificio .

Revestimientos: el uso de piedras


semicareadas, tan frecuente; en la re-
gión, encuentra en la arquitectura de
Cuyuxquihui u n em pleo que denota
en parte el uso social de los edifi- TA LU DE S
cios. La piedra en su forma actual fue
obtenida de canteras, a unque en oca-
siones se puede observar el trabajo de
labradores para formar aris tas a los FIGURA 3
bloques.
En el Edificio 1 se encuentra este
empleo de piedras careadas en mayor
proporción que en cualquier otro ed i-
ficio, no obstante que todos los edifi-
cios fueron recubiertos a su vez de
gruesa capa de estuco q ue eliminaba
visualmente pequeños errores de dis-
posición de los muros.
Los muros en talud se desplan taron
sobre un piso de estuco que recubre la
plaza por completo, las piedras
fueron dispuestas en talud a hueso,
sin cementan te , en tan to que en las ESCALERAS
superficies mayores, como en las al-
fardas, se encuentra el cementante en
forma de mezcla de cal y arena (fig. ESTUCO CORTES - SIN ESC A L A -
3) . P IEDRA CJ
A partir de la culminación de un ta-

NA~
ARENA @ CE NTRO REGI ONAL DE VERA CRU Z
lud se apisonaba la entrecalle bas tan- T I ERRA PROYECTO COYOXQU I HU I
le angosta para, sobre ésta, disponer DICIEMBRE 198 1
el siguiente talud hasta llegar a la ci- DIBUJO: OMAR R U IZ
ma en donde se desplantaba un pe-
65
Durante la investigación se obtuvo el
dato de la fuente o calera, que está lo -
cal izada a 2 km . al suroeste de Cu-
yuxquihui y cuyo uso aún perdura a
la fecha . El Jugar se conoce como
Pueblillo .

Los edificios

O
_. . ~ -
5m
=--::
Edificio 1 o Principal: esta estruc-
4 a tura que por su volumen y ubicación
es la principal, es una estructura pira-
midal de cuatro cuerpos con un pe-
queño muro vertical como tab lero; el
b sistema constructivo se ha descrito
anteriormente, faltando por enfatizar
sobre el acabado del ed ificio (fig. 4).
Este edificio, al igual que otros del
sitio, estuvo originalmente recubierto
de estuco y pintado, predominando el
colo r roj o y azul. De éstos es el rojo el
mejor conservado, y se le ha en-
contrado en las cuatro fachadas del
edificio, en tanto que en las escaleras,
en el est uco que aún perdura, se ob-
serva el color azul cielo, en tono bajo,
y este color se presenta también en los
cubos que rematan las alfardas.
Las dos alfardas que flanquean los
37 escalones son bastante amplias, re-
matadas en la parte posterior por dos
cubos completamente verticales. La
pirámide mide 31 m. en el frente y la
par te posterior; 24 m. los laterales,
con una altura de 10m. del piso a la
S
cima, donde se localizó un trozo de
piso in si tu. El ed ificio en su arquitec-
tura es un tanto irregular, los taludes
en su inclinació n no siguen un mismo
grado de incli nación, debido a que los
const ructores emplearon pa rtes de
una estructura anterior para confor-
ma r la que act ualmen te se observa.

Edificio Sur: este edificio es una


estructura que consta de tres cuerpos es-
calonados en talud, con una escalera ha-
cia el oriente que actualmente está muy
deteriorada debido a los continuos sa-
queos realizados en ella. Debió estar re-
cubierta de est uco aun cuando no se
pueden observar sino pequeños frag-
men tos entre el escombro.
El sis tema constructivo es similar al
Edificio 1, diferenciándose en cuanto
66
que consta de tres cuerpos cons- Algunas notas BIBLIOGRAFÍA
truidos con piedra laja (y que esta úl-
tima fue objeto de menor cuidado en CHA VERO, Alfredo
la elección de sus aristas). Están uni- 1953 México a través de los
das las piedras con cementante, y se La arqui tectura de Cuyuxquihui , siglos, Tomo 1, Editorial
como la de algunos sitios prehispáni- Cumbre, México .
observa en la cima un piso de estuco
grueso cubriendo lo que posiblemente cos de la región - Cerro Grande,
KRI CKEBE RG , Walter
fueron las esquinas . Morgadal, Pueblecillo, etc. - com- 1933 Los totonaca, trad. de
parte rasgos en mayor o menor medi- Porfirio Aguirre , Museo
Edificio Este: es en realidad una da. Todos ellos son sitios construidos Nacional de Arqueología,
en el valle cruzado por el Rí o Teco- Historia y Etnografía ,
plataforma con dos accesos hacia el SEP, México.
norte. Los escalones están flanque- lutla, sobre terrenos planos o con le-
ados por angostas alfardas rematadas ves ondulaciones . Cuyuxquihui, en RUIZ GORDI LLO, J . Ornar
por pequeños cubos. Sobre esta plata- cambio, está asentado sobre un terre- 1982 "Cuyuxquihui, una zona
forma fue construida una plataforma no no del todo propicio para exten- arqueológica en la región
derse, ya que está limitado al este por de Papantla, Ver.", en
menor en forma de "T" que se une a Cuadernos de los Centros
la pendiente del cerro posterior, así un acantilado y al oeste por la pen-
R egionales, Veracruz,
como un altar de forma cuadrangu- diente abrupta del cerro. Construido No. 2; SEP-INAH, Méxi·
lar, de escasos 30 cm . de altura y con a una altura promedio de 120 m. co.
lados de 1.45 m. sobre el valle, domina el paisaje en el
cual se desarrollaron otros pueblos
prehispánicos. 4: El edificio 1 de Coyoxquihui: a: Alzado de la
Dos Unidos: son dos estructuras pi- Al observar por primera vez el si tio fachada principal, según Ornar Ruiz G. b: Vis·
ramidales de tres cuerpos en talud ta general. 5: Detalle del sistema constructivo.
de Cuyuxquihui, parecería que se tra·
unidos por un muro de sillería en la 6: El asentamiento de la escalinata. 7: El estu·
ta de una fortaleza , y como tal la
parte posterior. Esto se explica si se cado pintado en azul claro de la misma. 8: As·
menciona Chavero . Los muros que pecto general del sistema de muros de cor-ten·
menciona el hecho de que ambos edi-
corren a lo largo del cerro, el Edificio ción.
ficios tienen la parte posterior adosa-
1 que domina el valle, las pequeñas
da al cerro , formando una sola enti-
plazas, etc., le confieren este aspecto.
dad. De estos edificios, el número 1
Sin embargo, estamos seguros de que 6
(sur) es poco más bajo que el 2, aún
la arquitectura no fue con fines de-
cuando son similares en cuanto a téc-
fensivos sino con objeto de propor-
nica constructiva y arquitectura.
cionar espacios vitales para activida-
des sociales.
Juego de Pelota: bastante alejado La arquitectura mayor está con-
del conjunto principal, el Juego de centrada en la parte sur del asenta-
Pelota es una construcción en forma miento en torno a una plaza estucada
de "1" . La concepción de los cons- y con evidencias materiales de control
tructores para este Juego de Pelota de agua como lo son: el declive hacia
fue el de poder observar la acción des- el noroeste, dos desagües en una pe-
de un plano superior, por lo cual la queña banqueta, un canal en uso ac-
construcción está en un nivel inferior tualmente, etc. Mucho más alejado
que el resto del sitio inmediato. A po- de este conjunto se encuentra el Juego
cos metros de la cabecera este se en- de Pelota, aislado visualmente del
cuentra un pequeño altar, similar en asentamiento y junto a un pequeño
su arquitectura al encontrado sobre la altar.
plataforma este del conjunto. En la parte norte estas plazas
- bastante pequeñas- así como las
Muros: los muros que se observan a terrazas, se distinguen por sus mate-
todo lo largo de la falda del cerro es- riales cerámicos más elaborados. Lo
tuvieron funcionando como muros de que consideramos como zona habita-
contención y fo rmando plazas al mis- cional dispersa y de cultivo apenas se
mo tiempo. Estos muros son en for- puede apreciar, imposibilitando el es-
ma de taludes muy verticales y a dife- tudio de su arquitectura.
rentes alturas y estucados. Vistos des-
de un plano alejado, parecen formar
elementos defensivos . Veracruz, febrero de 1986
67
1

......· .... ... :.... ...., ..·..: .....


( . ..
.
:.·
~ .
t

.....
....···
...

17.35 (11nichos) 17.36

PLANTA NICHO

0.725 0 .1 0.25
Q96
0.76

__ _l,:~VEL MEDIDAS o~ 0.66


1.18
17.:59 (11 nichos) 17. 48 n.or
o.l2 l
,
~ ~ , ~
0. 39~ 120 0 .39
CORTE ESQUEMÁTICO ALZADO NICHO .
PIRÁMIDE DE LDS NICHOS
3.24 3.40 EL TAJÍ N, VERACRUZ
M . E N ARQ . ARTURO RAM OS
12.63
ARO. ViCTOR RIVERA GRIJALBA
12.70 9.60
6 MAYO 19"78 .

PLANTA
l. El Tajín, Veracruz. Pirámide de los Nichos. mostrando el marco inferior del primer tablero
Croquis de la planta al nivel del marco inferior curvado hacia el exterior (convexo o abomba ·
del primer tablero . 2. Detalle del costado sur de do). Dibujo y foto Víctor Ri vera G .
la pirámide (visto de oriente a poniente)
68
ALGUNAS CONSIDERACIONES CONSTRUCTIVAS
SOBRE LA PIRÁMIDE DE LOS NICHOS EN EL TAJÍN

Víctor Rivera Grijalba*

The marked dejormation toward the base of the Pyramid of the Niches at
Tajín is analyzed here as the possible result of stresses which, acting form the in-
ner core, push from top to bottom and give to each side of the pyramid that pe-
2 culiar convexity so frequent in Mesoamerican structures of the kind.

Con motivo de uno de mis viajes al Al momento de poner en línea la que es precisamen te in que queda
Tajín decidí, junto con Arturo Ra- cinta métrica se pudo ver que ésta no abombado el basamento piramidal al
mos, tomar medidas sobre la Pirámi- seguía el paramento del marco del nivel de referencia.
de de los Nichos para el efecto de co- tablero, sino que hacia la mitad el Se continuó con este procedim iento
tejar con las suministradas por el pla- mismo se "abombaba" hacia afuera para obtener el desplazamien to del
no que aparece en el libro de Mar- y, tomando la medida con precisión centro del costado Norte , pudiendo
quina (1951), que de hecho nos indi- respecto de una recta trazada de es- éste obtenerse en forma directa con el
caba los paramentos de este basamen- quina a esquina, lo que sobresalía al hilo puesto de esquina a esquina y re-
to, asi como Jos de otras edifica- centro resultó aproximadamente una sultando el abombamiento de tan só-
ciones, en perfecta línea recta. A pri- distancia de O. 725 metros; haciendo lo 0.15 metros.
mera vista observamos que los para- la consideración que en la esquina En el frente, es decir el costado
mentos de la pirámide no eran rectos, Surponiente, se tomó una cota en sa- Oriente del basamento, por el hecho
y, con un mayor interés, procedimos liente de 0.40 metros mientras que en de estar precisamente enmedi.o la es-
a efectuar las medidas, eligiendo co- la esquina Sureste se tomó la medida calera no se pudo hacer la medida de
mo nivel el que nos proporcionó el de 1.05 metros, misma que se obtuvo esquina a esquina; sin embargo, se
marco bajo de la primera línea de al poner un hilo con base en los 0.40 pudo observar a simple vista un
tableros que forman el ornato de este metros de la esquina Surponiente ha- abombamiento hacia su propio
basamento, obteniendo las siguientes cia el Sur y que fuera tangente a la centro de cada uno de los tramos del
cotas: en el lado Sur tiene 34.74 línea abombada del marco inferior basamento que precisamente corta la
metros; en el Poniente, 35.18, en el del primer tablero de la colindancia escalera (fig. 1).
Norte , 34.84, y en el Oriente , que , es Sur. En consideración a lo indicado por
el frente, tiene 34.93 metros. Es evi- Este procedimiento se hizo también José García Payón en la Guía de El
dente que no son iguales entre sí nin- para obtener la cota de abombamien- Tajfn, (1961), el asiento de la edifica-
guno de los 4 lados; sin embargo se to del costado Poniente, tomándose ción está " ... sobre un piso geológico
asemejan más entre sí las cotas para- como base la medida de 0.40 metros natural de barro amarillo compacto;
lelas que las perpendiculares, a saber: en la esquina Norponiente hacia el
entre la Sur y la norte la diferencia es Poniente y, de ahí, con un hilo que
de sólo 0.10 metros, mientras que las formaba una línea recta que pasaba
que dan al Oriente y Poniente son tangencialmente por el marco inferior
mayores que las anteriores, aunque del primer tablero hasta lograrse una
existe una diferencia entre ambas de cota de 0.90 metros en una línea vir-
0.25 metros. Por falta de tiempo no tual que salía de la esquina Surpo-
se hicieron observaciones en lo que niente hacia el Poniente, para que, al • Arquitecto, maestría en Restauración, Teso-
respecta a Jos valores angulares entre hacer la media de las d4s cotas, obtu- rero de la Sociedad de Arquitectos restaura-
cada costado del basamento. viéramos la medida de 0.65 metros, dores.
69
3 pisos de la pirámide, sirven para una masa chiclosa que tendió a bajar
distribuir el peso del núcleo y evitar el por Jos intersticios entre los cantos ro-
empuje lateral de las grandes piedras dados y en un momento dado, ade-
suel tas con tendencia a expanderse" _ más de este empuje vertical descen-
Lo antes expuesto por su autor fue el dente natural del material, produjo
producto de lo averiguado a través de empujes horizontales que ejercieron
un túnel de exploración en el primero una mayor presión en los lados de la
de los 6 cuerpos componentes de la estructura que eu las esquinas de la mis-
Pirámide de los Nichos. ma por el hecho de que en este punto,
Pese a hallarse los cuerpos compo- tiene ésta una mayor resistencia dada
nentes del basamento prácticamente por la confluencia de los muros de
sin su recubrimiento de aplanado con con tención de ambos costados, según
acabado de estuco - o sea que se ha se observa en el croquis (fig. 5).
perdido la envolvente exacta para Este sistema generalizado, que con-
efectos de medición-, los aplanados siste en desplantar las estructuras
debieron haber recubierto la estructu- sobre una superficie que está bajo el
ra de una manera regular y casi con el nivel del piso natural (con lo cual se
3. Detalles del costado poniente de la pirámide
mostrando en los dos pri meros nive les el pa ra-
mismo grosor . En razón de esta con- logra, en términos generales, un apo-
lelismo de los taludes sucesivos; a: Vista de Sur sideración podemos manifestar que yo más sólido), hace que la estructura
a Norte; b: Vista de norte a sur (nó tese, una vez las medidas tomadas sobre las piedras tenga poca resistencia hacia el empuje
más, el marco inferi or del primer ta blero cur- careadas, que sirvieron de base a los horizontal de la misma hacia el exte-
vado hacia el exterior) . 4. Corte esquemático aplanados en el proceso de edifica- rior . Es decir, que la poca profundi-
inte rpretando el sistema constructivo según lo
mdica García Payón, o sea mostra ndo los mu -
ción, se hicieron originalmente, for - dad a la que se encuentra el desplante
ros de contenció n de cada cuerpo paralelos mando planos y líneas rectas, y éstas de lo edificado presenta una pequei'la
entre sí. 5. Modelos esquemáticos mostrando la han sufrido deformaciones que son porción de barro amarillo circundan-
posible acción de los esfuerzos horizontales co- posteriores . Los grosores de los apla- te para oponer resistencia a Jos empu-
mo una de las principales ca usas del abomba- nados que subsisten parcialmente en jes horizontales interiores arriba indi-
miento de los costados; a: A base de em pujes
algunas partes del monumento no son cados y, por lo mismo, la deforma-
esencialmente perpendiculares a dichos costa-
dos; b: A base de empujes esencialmente ra- mayores de unos S centímetros, lo ción también ocurre al nivel del
diales. Fo tos y croquis Víc tor Ri vera G. cual corrobora lo antes expuesto. desplante, disminuyendo proporcio
Las deformaciones observadas, to- nalmente en los cuerpos superiores.
mando en cuenta que ha desaparecido La edificación, en su apariencia ex-
que el núcleo se compone de grandes el aplanado protector envolvente, que terior, está hecha en forma escalona-
piedras de can to rodado sin ningún la zona tiene una alta precipitación da y a cada escalón le fueron agrega-
material para cementarlas" . Y des- pluvial y que el núcleo está formado dos los correspondientes tableros con
pués esta blece: " ... que como los mu- por cantos rodados sin cementante, nichos, lo cual permitió erigir prime-
ros de cada cuerpo , arrancan desde el nos inclinan a pensar que, pese a los ro para el núcleo una estructura resis-
piso geológico (fig. 3), el conjunto muros de contención indicados por tente --a través de Jos ya menciona-
fo rma una serie de 6 pirámides trun - García Payón que están, conforme a dos muros de contención que, como
cadas y superpuestas (fig. 4). Este sis- su explicación, inclinados y hacia el lo indica García Payón, suponemos
tema constructivo demuestra que es- exterior(?), dejan un gran espacio ha- tuvieron su desplante desde el arran-
tos di stintos muros de contención que cia el centro de la edificación, con los que de toda la estructura (es decir des-
terminan sucesivamente en uno de los famosos can to s rodados - o de el nivel de "cimentación", con la
" .. .grandes piedras sueltas con ten- inclinación y el paramento exterior de
b
dencia a expanderse", según lo indica cada talud, haciendo rellanos hori-
García Payón- que tuvieron que te- zontales que culminan cada cuerpo y
ner sus interespacios rellenos de algún sirven de base para la construcción de
tipo de material, que tal vez fue el los tableros con cornisas y nichos que
"barro amarillo compacto" que en forman la parte ya ornamental del
general conforma el terreno de la zo- monumento) .
na arqueológica (y que, cuando Desde luego, el empuje horizontal
llueve, se convierte en un material aparentemente no es el mismo en los
chicloso). Originalmente incorporado tres costados semejantes (Sur, Po-
a las piedras del núcleo, este barro niente y Norte) y requeriríamos saber
pudo convertirse, debido a la penetra- más sobre el núcleo y su composición,
ción de lluvia a través de las superfi- así como sobre los muros de conten-
cies horizontales del basamento, en ción concéntricos a la envolvente.
70
En el croquis interpretativo del siste- 4
ma construct ivo según lo indicado
por García Payón , se muestran en el
co rt e los muros de contención, cada
uno paralelo al talud de cada cuerpo,
y por lo tanto paralelos entre sí todos
ellos , y culminando precisamente con
cada repisa de cuerpo (fig. 4). En las
plantas se muest ran los muros de con-
tención desde el desplante, circundan-
tes y paralelos a cada costado (fig. 5).
Se puede apreciar en corte y en planta
una zona en que el citado autor nos
indica que hay un relleno o núcleo a r\' == = ==- 7
base de piedras sueltas, mismas que
-no obstan te ciertas dudas al
respecto- suponemos que tuvieron _/ r
un elemento original de liga que debe
!
haber sido el mencionado barro ama-
rillo . Una vez perdidos los aplanados 1

'
1

y estucos que recubrían la corpo-


reidad de la pirámide o basamento pi-
ramidal, y con la consabida penetra- 1 ./

ción masiva de agua, dicho barro se ---~~t. - '1

~lfJ JlJfmm :
fue convirtiendo en lodo, y por grave-
1
dad esa masa plástica fue compactán-
dose siempre hacia abajo a la vez que
ejerciendo cierta presión horizontal
hacia los costados (más fuer te hacia 1 l·
las partes bajas del basamento). Todo 1:: ":' =
¡.
ello contribuyó a deformar cada cos-
tado en forma más o menos cóncava. 1
V +=- 1

Se presentan aquí dos modelos es-


quematizados de la acción de los es- a
fuerzos horizontales que deformaron
el basamento: en el modelo a (fig. 5 - b ' 1
a) las cargas son mayores en el centro
del claro que hacia los extremos; y si e;==

--~
consideramos el modelo b (fig . 5 - b)
que supone cargas radiales, podemos r- - 1
ver que éstas llegan con menos fuerza

l~~~'
en las esquinas que en los centros de
los costados, debido a su mayor aleja-
mient o. Para los efectos que quere-
mos demostrar, los dos modelos son
11 -1-14----
coincidentes.
México, D.F., julio de 1986
ti¡ 1
-1+·!\-#-11.
!

BIBLIOGRAFÍA
1
GARCIA PA YÓN, José ¡¡¿
196 1 El Tajfn, gu ía ofida1,
INAH SE P, México. ,~

MARQUINA , Ignacio
1951 Arquitectura Prehispáni-
ca, INAH , México. 5 1

71
El ed ificio prehispánico de Castillo de Teayo ,
Verac ruz. l. Vi sta general desde el suroeste . 2.
Vista posterior en que se aprecia el perfil de ca-
da uno de los cuerpos del basamento . 3. Vis ta
de la escalina ta, most rand o la alfarda con su
moldura y el cambio de inclinación del remate
superior , así como los muros laterales a man era
de contra fuertes del cuer po adosado a la facha-
da. 4. Planta. Fotos y dibuj os Felipe R. Solís
Olguín .

..
1

1 3

·~
· ~-~-
.

. .

~~-

72
LA ESTRUCTURA PIRAMIDAL DE CASTILLO DE TEA YO: UN EDIFICIO EN
PROCESO CONSTRUCTIVO O UN PECULIAR ESTILO ARQUITECTÓNICO

Felipe R. Solís Olguín* A José Guadalupe Victoria y An..


Luisa Izquierdo, amigos y colegas
siempre en busca del conocimiento.

On the Gu/f of Mexico, in the southern part of the Huastec region, is the Cas-
tillo de Teayo, a pyramida/ structure of Aztec style that enables us to observe
4 either an interrupted construction process ora peculiar kind of architecture.

Antecedentes cavaciones arqueológicas de Tula, comparable a la de otros edificios del


Hgo. y de la Mesa Redonda de la So- postclásico tardío del altiplano
La distribución en el ámbito ciedad Mexicana de Antropología central, sino también por la clara fi-
geografíco mesoamericano de ele- sobre Tula y los Toltecas, algunos in- liación formal e iconográfica de la es-
mentos o influencias del llamado "es- vestigadores relacionaron el edificio cultura monumental encontrada en la
tilo azteca", aún está por estudiarse; de Teayo con los toltecas; así García región, la cual ha sido tratada en ex-
sin embargo algunos de ellos son muy Payón en su primera visista a la zona tenso tanto por Seler como por no-
evidentes. Un caso notable es el edifi- nos informa que afanosamente se di- sotros (Salís 1981).
cio piramidal de Castillo de Teayo en dicó "a buscar unos tepalcates y figu- El propósito de este trabajo es
la costa veracruzana, así como tam- ritas de barro que pudieran aclarar mostrar algunas reflexiones acerca de
bién el conjunto escultórico monu- con mayor fuerza la deducción que se esta estructura piramidal -aparente-
mental que ahí se encuentra. me forjaba en la mente de que se tra- mente la única sobreviviente del asen-
El primero en advertir la filiación taba de una población tolteca" tamiento prehispánico de Teayo- re-
azteca del edificio fue Eduard Seler, (García Payón 1944:3). Dicho ar- alizando básicamente una compara-
quien realizó un memorable viaje de queólogo, en publicaciones poste- ción con otros edificios semejantes,
reconocimiento al sitio, a principios riores, afirma abiertamente que se así como un análisis de sus elementos
de este siglo. Él afirmó desde enton- trata de una construcción "tolteca", estructurales. Esto permitirá, a mi
ces que el basamento evidenciaba la e inclusive reinterpreta a su conve- manera de ver, ubicar aquélla de ma-
presencia de una "colonia azteca" en niencia los estudios calendáficos y et- nera precisa temporal y culturalmen-
la región (Seler 1904-1960). El ar- nohistóricos realizados por Seler, pa- te. Una parte importante de nuestro
quitecto Ignacio Marquina, profundo ra datar al edificio como anterior a trabajo está dedicada a explicar, de
conocedor de la arquitectura indígena los aztecas (idem 1950: 156). Opinión manera tentativa, la funcionalidad de
prehispánica, esbozó planteamientos semejante tenía el finado Jiménez algunas de las esculturas encontradas
semejantes al decir que "esta pirámi- Moreno aunque nunca realizó un estu- en el lugar, en relación directa con el
de tiene también las características de dio formal del asunto. Aún hoy día edificio indígena.
los constructores aztecas... No es Paul Gendrop sugiere que "su cons-
extraño que se encuentren en ese lu- trucción parece corresponder a la
gar ruinas de un carácter azteca tan época tolteca y ya ostenta los típicos
marcado, ya que los pueblos totona- remates de alfardas que, originados
cos que lo ocupaban fueron conquis- en el altiplano, vemos difundirse ulte-
tados por los aztecas, que se estable- riormente en otros rumbos"
cieron allí por mucho tiempo" (Mar- (Gendrop 1970:230).
* Arqueólogo, Maestro en Ciencias Antropoló-
quina 1928:81). Es indudable para nosotros que se gicas por la ENAH, Investigador del INAH
Es curioso advertir que a partir de trata de un sitio de tradición azteca, con el cargo de Curador de las colecciones me-
1940, y como consecuencia de las ex- no sólo por su evidente arquitectura, xicas del Museo Nacional de Antropología.

73
Aspectos formales ~· decorathos de la
estructura prehispánica

El edificio prehispán ico se compo-


ne de dos elementos arquitec tónicos:
el basamento piramidal propiamente
dicho y el cuarto o habitación dedica -
do al tem plo, que se encuentra en la
sección superior sobre la pirámide.
La pirámide desplanta de una pla-
taforma cuya altura no ha sido deter-
mi nada con exactitud, aunque sí ha
sido reconocida (García Payón 1959);
la planta del edificio es de forma más
o menos cuadrada, con 25 .50 m. por
lado en el fre n te y con una dimensión
lateral de 24.50 m. en la base del pri-
mer cuerpo. La fachada del edifico,
indicada por el contrafuerte que
sobresale, está orientada hacia el oes-
te, con una desviación de ! 5° al norte
(ídem 1986:421) .
El basamento piramidal consta de
tres cuerpos superpuestos, con la pe-
culiaridad de que la in clinación de ta-
lud va cambiando ligeramen te con-
forme asciende la construcción. Co-
mo se ha mencionado líneas arriba, el
primer cuerpo se levanta sobre una
plataforma y tiene una inclinación
muy pronunciada; el cuerpo interme-
dio modula dicha inclinación hacién-
dola menor; y el tercer cuerpo queda
como un muro casi vertical. El resul-
tado, en conjunto , es el de una estruc-
tura con un acen to hacia la verticali-
dad. Los cuerpos van separados por
un angosto pasillo y tienen la siguien-
tes alturas: el primero 3.70 m., el se-
gundo 4.20 m. y el tercero 3.70 m., lo
que nos da como altura total del edifi-
cio 11.30 m.
De la cara oeste del basamento
desplantan dos salientes colocadas a
los lados de la escalinata de ascenso,
con la particularidad de que éstas se
remeten en la estruct ura, de manera
que desde el segundo cuerpo hasta el
tercero, dichas escalinatas están fl an-
queadas por muros verticales. En
conjun to, estas salien tes o contra-
fuertes incl uyendo la escalera miden
18.30 m., y la escalinata con sus alfar-
das mide solamen te 10.10 m. Las al-
fardas son lisas y al llegar a la mitad
del tercer cuerpo presen tan una mol-
du ra m uy sencilla , a partir de la cual
74
cambia n de inclinación, vo lv iéndose que mide aproximadamente 16 m. campanas. El poblado contemporá-
un muro casi vertical con salientes por lado, y en cuya parte central hay neo de Castillo de Teayo se fundó ha-
que ser,ían probablemente para colo- una plataforma de poca altura y de cia 1870 (Solís 1981:9), decidiéndose
car esculturas, braseros o algú n otro fo rma rectangular, de 10.25 m. de que el centro de la población fuera la
objeto. La esca lera consta de 40 esca- frente por 7.60 m. a los lados, de don- pirámide, y por lo tanto el campana-
lo nes que tienen una medida prome- de desplan ta la habitación que rio del pueblo se puso sobre la habi ta-
dio de 28 cm. de huella por 31 cm. de constituía el templo. Como lo men- ción del antiguo templo indígena.
peralte. ciona Marquina (idem :458), éste es Analizando las fotografías de
Si ap rec iamos el edificio primidal uno de los pocos ejemplos de supervi- vteJas publicaci on es que n os
po r sus ángulos posteriores, visual- vencia de restos de habitaciones sobre muestran el lugar, así como los repor-
men te domina su pesantez y su masi- pirámides fuera del arca maya. tes de guardianes y arqueólogos, nos
\ idad, a pesar de sus cortas dimen- El cuarto muestra un espacio inte- damos cuenta que el techo de zacate
siones y de la vertical idad a que he- rior muy reducido; su entrada, al que hoy vemos ha sido renovado con-
mos hecho referencia. De los muros igual que la escalinata, está al oeste; tinuamente, ya que los constantes
de la est ructura sobresalen piedras el vano de la puerta es grande - mide ciclones lo derriban (García Payón
dispuestas fuera de un orden aparen- 3.40 m.-, y muy posiblemente sus 1956). Su estructura se hace con hor-
te, y que en algún momento supone- jambas y dintel fueran de madera, ra- cones de chijol, cedro y zacate colora-
mos a primera vista servirían como zón por la cual han desaparecido. Los do (ídem 1952). Afortunadamente ya
sostenes del estuco . Sin embargo, ob- muros de la habitación se desplantan hace tiempo que fueron retiradas las
servando minuciosamente, resalta el casi verticalmente; en su parte externa campanas; sin embargo hay que notar
hecho de que la capa de estuco, apre- y muy cercano a la base le fue agrega- que, desde la primera ocasión que se
ciable en los muros laterales de las es- do, posteriormente, un talud sobre- elaboró la estructura de madera, se
caleras y en los escalones, nunca fue puesto a manera de contrafuerte, pa- rompieron parte de las esqui nas exte-
tan gruesa, lo que nos induce a pensar ra darle mayor solidez y estabilidad y riores del templo para desplantar
que dichas rocas tuvieron más bien un con un indudable sentido decorativo. aquélla.
propósito decorativo, a manera de las En la fachada del templo, donde ter- No obstante que el efidifici o
cabezas de animal o cráneos que de- mina esta talud, se aprecia una mol- prehispánico de Teayo tiene una gran
coran otros basamentos. dura semejante a la que hay sobre las importancia para el est udio del pasa-
Conocemos el sistema constructivo alfardas. do indígena de esta región veracruza-
del edificio gracias a que éste se dete- En el interior de la habitación se na, puede decirse que su investigación
rioró en tiempos pasados, derrum- conservan huellas de horadaciones en arqueológica está aún por hacerse.
bándose varias secciones, principal- los muros a una altura de 1.10 m., lo Desde 1905, posiblemente como con-
mente en las esquinas. Por ello sabe- que permite suponer la existencia de secuencia de la visita de Seler, el
mos que el núcleo está formado por una banqueta o altar de madera Ayuntamiento de Teayo se dirigió a la
grandes lajas unidas con mortero, cal (Orellana 1948:2). En el muro norte Oficina de Inspección y Conservación
y arena. El terminado externo se de este cuarto, al momento de los tra- de Monumentos Arqueológicos que
logró recubriendo dicho núcleo con bajos de restauración, se des - manejaba Don Leopoldo Batres, in-
bloques de piedra más pequeiios cubrieron las horadaciones de los dicando que ''el monumento arqueo
sobre los que se aplicó el estuco . He- morrillos que sostenían un entrepiso, lógico que se conoce con el nombre de
mos de advertir que los constructores lo que indica probablemente un cuar- "el Castillo" y que se halla en el
contaron con una materia prima que to superior con un techo de paja muy centro de este pueblo, está cada día
les facilitó su labor, pues toda la re- inclinado (Seler 1904-1960:416). Tan- más deteriorado, pues las lluvias han
gión está dominada geológicamente to el piso de toda la terraza superior abierto profundas grietas en las pare-
por la formación de areniscas "palma de la pirámide, como el de la plata- des y amenaza desplomarse si a tiem-
real" perteneciente al oligoceno infe- forma del templo y los muros exte- po no se hacen las reparaciones que
rior (Acuiia 1956:62). Esta roca per- riores e interiores del mismo, conser- necesita y se reconstruye bajo una di-
mite obtener bloques o lajas con di- van su revestimiento de estuco. En el rección inteligente para que no se
mensiones variables, que se adaptan a interior de la habitación quedan pierdan los vestigios de la antigua ci-
cualquier necesidad. Los escalones huellas de pintura roja y negra en los vilización de esta comarca" (Primera
"están construidos con tres hiladas de ángulos sureste y noreste (Orellana Comunicación 1905) .
lajas de las cuales la que se encuentra 1948:3), hecho que nos muest ra cuál Sabemos que varios estudiosos visi-
en la sección superior, queda ligera- fue la decoración original del edificio. taron el lugar, pero no fue sino hasta
mente en saliente, lo que permite la Cuando Seler visitó la zona, los ha-
conservación del aplanado" (Mar- bitantes del poblado habían cons-
quina 1981:458). truido un armazón de madera que S. Vista del cuart o o habit ación que se halla en
Cuando se asciende a la cúspide de envolvía el cuarto, colocándole un la plataforma superior. 6. Detalle del interior.
la plataforma, se llega a una terraza techo moderno, que cubría algunas Fotos Felipe R. Solís Olguin.

75
cas de dudoso buen gusto, al sur de la de Arquitectos Mexicanos o Tezcoca-
estructura indígena. nos" (idem : 42) .
Marquina estudió y exploró el ba-
Estudio comparativo con otros edifi· samento de Tenayuca, y concluye que
cios de la época azteca "si observamos los monumentos más
7 recientes (cronológicamente hablan-
Como mencionamos en párrafos do) como la pirámide de Teopanzol-
1948 cuando Rafael Orellana efectuó anteriores Ignacio Marquina indica- co, cerca de Cuernavaca .. . la de Tea-
los primeros trabajos de reconstruc- ba, desde sus primeras publicaciones, yo, colonia azteca en el Edo . de Ve-
ción y consolidación del edificio la semejanza del conjunto arquitectó- racruz y los restos y reproducciones
prehispánico, labor de la que se con- nico de Teayo con otras estructuras del Templo Mayor de México, en-
serva un breve informe (Orellana de la época azteca, especialmente con contramos a primera vista semejanzas
1948). Tres ai'los más tarde Antonieta los dibujos que ilustran la obra del tan notables con la de Tenayuca, que
Espejo fue enviada con el mismo pro- Capitán Dupaix (Marquina 1928:81). no puede dudarse que todas ellas
pósito (García Payón 1951). En re- En efecto, al observar la ilustración fueron producidas por pueblos de la
cientes fechas acudió a Teayo Daniel del edificio localizado en Huatusco mi sma cultura" (Marquina
Molina en su calidad de Director del (sic) o Cuauhtochco, notamos que se 1935:100). De esta estructura pirami-
Centro Regional de Veracruz, con la trata de una estructura piramidal de dal, en la que se descubrieron hasta
misión de mover las esculturas que se tres cuerpos casi verticales, escalina- ocho etapas constructivas, es en la
encontraban alrededor de la pirámi- tas con alfardas y templo con el techo quinta, correspondiente ya a épocas
de, para su conservación; labor que que muestra una inclinación pronun- mexicas, donde apreciamos clara-
quedó inconclusa y para lo cual se le- ciada (Dupaix 1969. vol. 11: lám. 8). mente estas semejanzas: taludes incli-
vantó una estructura de metal y lámi- El texto descriptivo no deja lugar a nados formando los cuerpos de la pi-
na que afeó el entorno del edificio duda "Esta obra ... (tiene) dos cuer- rámide, haciéndose casi verticales y
prehispánico y el de la plaza central pos (elementos) principales. El prime- acentuándose este cambio por medio
del poblado. ro, que sirve de base al segundo, es de de una moldura, formada por dos
Hay que advertir que el primer forma piramidal y sólido, dividido plano s inclinado s" (Marq ui na
guardián de la zona arqueológica por tres terraplenes a manera de ador- 1981:171), así el cambio de pendiente
- Porfirio Guerrero (q.e.p.d.)-, sin no, de poca anchura y con su ancha y forma un "pedestal" (Marquina
autorización de las autoridades del alta escalera, la que da entrada al 1935 :90).
Instituto Nacional de Antropología e atrio de la vivienda o segundo Es indudable que el basamento pi-
Historia y sin mayores conocimien- cuerpo" (ídem: vol. 1:54-55). ramidal de Tenayuca pertenecía a una
tos, realizó trabajos de "reconstruc- Las exploraciones arqueológicas capital indígena importante; por ello
ción" y "manten imiento ", y por en- llevadas a cabo en el sitio de Quauh- "los taludes de la pirámide estaban
de no llevó ningún registro de todo tochco por Medellín Zenil en 1952 decorados con cabezas de serpiente
su "trabajo", por lo cual fue cons- confirmaron las apreciaciones de que afectan la forma aproximada de
tantemente amonestado. Destaca el Marquina. Se excavó y consolidó una un cubo y se hallan empotradas en la
desmantelamiento de la escalinata de pirámide muy semejante a la de Tea- mampostería" (ídem: 85). El basa-
la pirámide, descubriendo de una ma- yo, liberándola de escombros hasta mento de Teayo, que no era sino un
nera fort uita una etapa constructiva descubrir que se trataba de un basa- "modesto santuario de provincia"
anterior evidenciada por la presencia mento de cuatro cuerpos en talud, (Seler 1940-1960:414), tendría como
de otros escalones debajo de esta es- con una escalinata de 52 peldaños y decoración en los taludes las piedras
calinata exterior . Posteriormente el alfardas que rompían su plano de cuadrangulares saledi zas, que
sei'lor Guerrero volvió a colocar la inclinación en la sección superior equivaldrían a las cabezas de serpiente.
que había levantado (García Payón (Medellín Zenil 1952:32-34). Este in- Finalmente, por lo que se refiere a
1964). vestigador aprovechó un "túnel de la arquitectura metropolitana de los
Es importante reiterar que los saqueo" para determinar que el basa- aztecas, observamos que desde las
pobladores que en el siglo pasado mento fue reconstruido cuatro veces, primeras épocas en que fue cons-
fundaron de nueva cuenta Teayo, de- reconociendo otras tantas estructuras truido el Templo Mayor de México-
cidieron planear su asentamiento a superpuestas (idem: 26-32), datando Tenochtitlan , lo que Eduardo Matos
partir de la pirámide ubicándo ésta en la última o cuarta construcción como identificó como la etapa ll , cons-
el centro o corazón del mismo. En la de la época azteca, indicando que esta truida probablemente a fines del siglo
actualidad ella forma parte de un etapa ... "hoy visible (es) de XIV, el basamento piramidal tiene
jardín público con bancas alrededor, caracterísicas arquitectónicas clara- sus cuerpos en talud casi vertical y las
que fuer on colocadas en 1957 mente afines con las del Valle de Mé- alfardas rematan en su sección supe-
(Guerrero 1957). Hacia 1964 se levan- xico, tanto, que no es nada remoto rior con el cambio de inclinación,
tó un quiosco de líneas arquitectóni - haya sido construida bajo la dirección marcado con la moldura (Matos
76
1.981: 1147). Estos mismos elementos tradición indígena, como Los Lienzos costeña de la época postclásica tardía.
se siguieron repitiendo, a lo largo del de Tuxpan, se muestra el ambiente Sin embargo insistimos en nuestro
tiempo, en las sucesivas construc- geográfico que rodea a esta población planteamiento al considerar más pro-
ciones que fueron cubriendo y guar- que es el mismo que el de Teayo. En bable que al momento de la conquista
dando en su interior las etapas prece- ellos apreciamos que muchos glifos europea de la zona, los constructores
dentes. La imagen pictórica que nos que indican ciudad o pueblo, son de de la pirámide de Teayo estaban reali-
dejó el dibujante del Códice lxtlil- forma arquitectónica muy semejante zando una nueva etapa constructiva
xóchitl de la última época del Templo a la glífica náhuatl: las estructuras pi- de su edificio, faltando por concluir
Mayor de los aztecas (la que cono- ramidales representadas tienen las al- la colocación de las nuevas escalina-
cieron los españoles), muestra en el fardas con el remate superior indica- tas que hubieran de cubrir las que hoy
perfil de los taludes y en el remate su- do con la ya mencionada moldura, y vemos, y que sobresalieran del
perior de la alfarda, gran semejanza los techos son de paja como los de contrafuerte de manera semejante a
con el perfil arquitéctonico de Teayo Teayo (Melgarejo 1970:54). las de Tenayuca, Quauhtochco, Tla-
(Pasztory 1983:113), indicado por el telolco, Santa Cecilia Acatitlán,
cambio de inclinación de los cuerpos. Teayo, edificio en proceso México-Tenochtitlán, en cuyo caso
En cuanto al templo, fue en las constructivo tendríamos un ejemplo de una pirá-
exploraciones del edificio principal de mide en proceso de edificación.
Quauhtochco, realizadas como he- Desde el primer momento en que se
mos mencionado por Medellín Zenil, estudió la pirámide de Castillo de Te-
donde precisaron las grandes seme- ayo, se hizó hincapié en la peculiari- La escultura monumental de Castillo
janzas con Teayo. En el primer sitio dad de su escalinata, que se encuentra de Teayo y la pirámide
se encontró que los muros del cuarto inmersa en el bloque cuadrangular
originalmente "debieron ser vertica- que desplanta o se desprende en la ca- Al realizar nuestro estudio de la es-
les, o más o menos a plomo, pero ra oeste de la estructura. En otras pi- cultura monumental de Castillo de
posteriormente adosáronles los talu- rámides mesoamericanas, este ele- Teayo apreciamos cómo, desde el
des" (Medellín Zenil 1952:35), de tal mento arquitectónico se integra a la mismo momento de la fundación ac-
manera que su cara externa es inclina- escalinata a manera de contrafuerte, tual del poblado, sus habitantes reco-
da y la interna es vertical". Para este ligando el cuerpo del basamento con lectaron las figuras en piedra, los re-
investigador veracruzano la causa de dicha escalera que generalmente lieves y otros objetos escultóricos,
dichos adosamientos inclinados ... sobresale de la pirámide. empotrándolos alrededor de la pirá-
"debe buscarse en una razón de or- Si observamos detenidamente el mide, conformando lo que más tarde
den puramente estético, que estriba plano de la estructura de Teayo con la sería uno de los parques escultóricos
en la voluntad de no romper el movi- planta del edificio, resaltan estos más pintorescos de México.
miento rítmico de ascensión que tiene contrafuertes, dando el efecto de que De todo el conjunto escultórico
el basamento, consiguiendo así ma- la escalinata no corresponde en posi- destacan tres de ellos: los monumen-
yor monumentalidad y unidad en el ción y desplante a la pirámide que la tos 12 y 13 (Solís 1981: 37-40, láms.
impulso" (idem: 36). rodea. O más bien, tal y como lo notó 14 y 15), así como el número 34
Fue en Quauhtochco donde se defi- Orellana, su primer restaurador, estas (idem:66-68, lám. 38). De los dos pri-
nió arqueológicamente que los escaleras forman parte de una estruc- meros que son exactamente iguales y
templos de tradición azteca no sólo tura antecesora de la actual, y la ele- que indudablemente hacían pareja,
tenían un segundo piso, sino inclusive vación se encuentra al centro de la Seler ya indicaba que se trataba de la
un tercero, encontrándose los restos terraza superior; señala "un probable imagen del dios Macuilxóchitl y que
de las vigas que sustentaban estos muro de una plataforma anterior, así probablemente se localizaban en al-
entrepisos; algo muy parecido a lo como también es donde se levanta el guna estructura del juego de pelota,
que tenemos en Teayo. Si bien en los adoratorio" (Orellana 1948: 2). El la cual no ha sido hallada aún (Seler
recientes descubrimientos del Templo que existan subestructuras en Teayo 1904-1960:294). La tercera pieza fue
Mayor de México se exploraron res- es definitivo, ya que aunque no se han descubierta en 1969 en las excavaciones
tos de los cuartos correspondientes a hecho túneles en el interior de la ''no controladas arqueológicamente'',
los templos, desgraciadamente no se estructura para certificarlo, es sufi-
hallaron evidencias de entrepisos. Pe- ciente prueba de ello el descubrimien-
ro en el dibujo que hemos menciona- to de escalinatas anteriores a la que
do del Códice Ixtlixóchitl se infiere vemos.
que, por la altura e inclinación de los No podemos negar que también es
templos ahí representados, se trata de posible que el remetimiento de la es-
varios cuartos a diferente nivel, con calera dentro de la estructura pirami- 7. Glifos con elementos arquitectónicos en los
indudables entrepisos de madera. dal constituya una modalidad Lienzos de Tuxpan. Croquis Felipe R. Solis
En los documentos conocidos de estilística dentro de la arquitectura .Olguín.
77
que se real izaron el wstado :, u r de la
estruct ura piramidal co n el propósito
de bantar el quiosco ya mencionado
(Salís 1981 :66), tratándose tam bién de
una representación de Macu ilxóchitl,
trabajada con gran maest ría (idem : 68) .
Analizando detenidamente la lá mi -
na que il ustra los "Edificios del
Templo", así como su descripción, en
los llamados Códices Matritenses en
Lengua Mexicana (Sahagún 1905 :38)
observamos que, a los lados de los
templos principales de Tenochtitlán,
aquellos dedicados a Tláloc y Hu itzi-
lopochtli, se localizan los dibujos de
dos esculturas que corresponden a la
imagen del dios Macuilxóchitl. La
función de dichas esculturas es la de
sustentar o sostener banderas o estan-
dartes, las que constituían insignias
de los propios dioses. Para ello los es-
cultores indígenas excavaban una
oquedad en el espacio que fo rman los
brazos, donde se introducía la pértiga
de madera; por esta función se desig-
na a las esculturas en esta posición co-
mo portaestandartes (Salís 1982:94).
8
Si bien esculturas con la representa-
9 ción de Macuilxóchitl no presentan la
oquedad para los estandartes, es in-
dudable que en Teayo tenían el mis-
mo sentido, y debieron ser colocadas
en la sección superior de la estructura
piramidal y a los lados del templo,
funcionando a manera de portaestan-
dartes y como insignias de la deidad,
tal y como debió haber ocurrido en
México-Tenochtitlán, de donde fue
llevada esta tradición a las costas de
Veracruz y otras regiones de Meso-
américa.

México D.F., julio de 1986

Efigies del dios Macui lxóchitl halladas en Cas-


tillo de Teayo. 8. Monumento 12. 9. Monu-
mento 34, proveniente de las excavaciones, que
se efectuaron en 1969 en el costado sur de la pi-
rámide . 10. Lámina de los P rimeros Memo-
rial es que il ustra los edifici os del Templo Ma-
yor de México -Tenochtit lan . Se aprecian, a los
lados del templo de H uitzilopochtli y Tláloc,
las dos escull u ras de portaestandartes que son
imágenes del dios Macuilxóchitl.

78
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GUERRERO, Po rfirio de Americanistas, SEP .,
1957 Carta a Ed uard o Noguera, Talleres Gráficos de la Na-
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Prehispánicos, idem.
1935 " Estudio Arqu itectónico"
H. AYUNTAMIENTO DE CASTIL LO DE en Tenayuca. Esfll(/io ar-
TEAYO, Ver. queológico de la pirámide
1905 Carta a Leopoldo Rat res, de este lugar hecho por el
Jefe de la Ofici na de Inspec- departamento de Monu -
ció n y Co nservación de Mo- mentos de la Secretaria de
numentos Arqueo lógicos de Edu..:adó n Públi<.:a, Méxi-
la Repúbl ica Mexica na, co, p. 77- 102 .
idem .
1981 Arquitectura Prehispánica.
ORE LLA NA , Rafael 2 vo ls., INAH -SE P , Méxi-
1948 Infor me de los trabajos de co.
reconst rucción de Castillo
de Teayo , Ver . duran te la MATOS, Eduardo
p rimer a tem po rada de 198 1 "Los HallaLgos de la
79
..
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1
l. Mapa de localización de la región de Río
Verde. 2. Plano del sitio R. V. 39 (Granjeno), . t...
~ 1
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con interpretación de las formas basales de las
.
~

estructuras . 3. Plano del sitio R. V. 85 (El Pita-


ya!), con interpretación de las formas basales -
~
1
de las e~tructuras. 4. Cuadro analítico de los si-
.... 11
tios con juego de pelota. Enfrente: Estatuilla
en barro (véase p . 82). ."
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Sitios con Da ración d el Tipo de sitio en la Orientación Longitud Anchura Altura de las
j uego de pelota sitio jerarqu(a regional del patio del patio estruc turas
central central laterales
metros metros metros

RV.S LaborVleja Fase Río V erd e B N-NE/S·SO 40


M Cd Fernández (700 -1000 d .C.)

R V.1 3 La Manza- Fast!s Río Verde A? 4 E/0 37 2·4


nil la, M Cd y R ío Ve rde B
Fe rnández (500?- 1000 d .C.)

RV.24 Ran cho Fase Río Verd e 8 N/S (a 13° al 40 1,7


La Piedad (700 -1000 d .C. ) este del nor te
M Cárd enas

RV. 35 La N/S (a 16° al 33 6 1,6 )' 1,7


Mojonera, M Río es te del no rte)
0· ---- _L_ _ ---t Verde

RV. 39 Granjen o Fases Río Verde 4 E/ 0 46 9,5 2· 3,5

r
M Rayón A y Rí o Verde B
(S00 -1 000 d .C.)

RV.4 8 El Gua- Fase Kío V e rd~ B E/0 3S 6


jolott! , M Rayón (7 00-1 000 d.C.)

RV.S3 Paso ? N E/ SO SO?


Conca, M Río Verde
1' Fases R ío Verde 50 8
RV.6S Los N/S
JuL gado s A? y Río Vt!rde D
M Rayón (500'?· 1000 d.C.)

RV.72 Los Re - Fase RÍo Ve rde B NO/SI·: 35/40 máx. 3


volcaderos (700- 1000 d.C. )
M Rayón

RV.7 S Paso d el E/0 35


Hi guerón, límite
o~ M Ray ó nfLagu nilla
9 1,5
RV. 77 La Escon- Fases Río Ve rde A • 3 N/S 4S
di da. Los Pi lares y RÍo Ve rd t- B
( S00-1 000 d .C.)
3 M R ío Verde

RV.85. F.l Pita- Fases Río Verde A E-O 45 7 ,S 2,5


y al , M Rí o Verde y Río Verde B
(S 00- 1000 d.C.)

• Director del Centro de Estudios Mexicanos y RV.86 San Fran- Fases Pasadi ta NO/SE 30
cisco M RÍo Verde RVA y RVB
Cent roamericanos (CEMCA) (250?· 1000 d .C. )

RV. 94 Cuec illo Fases Pasadita 4 N/S 26 6


de Sa n Juan RVAyRVIJ
La Pa sa dita ( 2 50?-1 000 d .C.)
. El proyecto arqueológico desarrollado por M San Ciro
el CEMCA entre 1980 y 1983 al oeste y al RV. 12 0 San Ra- Fases Pasadita E/0 20 1 y 1,5
norte de la Cuenca de Río Verde nos ha per- fael sur RVAy l{VB
M Lagu ni1Ja s (250?- 1000 d.C.)
mitido localizar más sitios con terrenos de
juego o elementos asociados al mismo (en N/S 40

particu lar en los alrededores de Cerritos, N/S 20


S.L.P .). En realidad la extensión del j uego 38 2 y 4
N/S
en todo este sector coincide con la de los
- - • • • • · • - • • •••• ••••• •••••••··•··•- • • •• •••• • u • - • • • • · • - • • • - • • - • • • · · • - · · · • • • - • • - · · • • · • - - · · - • - • • •• •• • • - • • - •• - - · • • • - • • • • • • - • • • • - · • ·•••••• •••••••••• • • • • • - - • ••• • •• • ••
propios sitios con arquitectura.

80
¿GENTE DEL GOLFO TIERRA ADENTRO? ALGUNAS OBSERVACIONES
ACERCA DE LA REGIÓN DE RÍO VERDE, S. L. P.
Domínique Michelet*

The possibility of contacts between the Río Verde p/ateau and the North Gulf
Coast and North Central Veracruz regions (as defined by S.J.K. Wilkerson) is
4 discussed here through the importance of ba/1 courts.

A pesar del título deliberadamente portancia del juego en nuestra zona. cerros), existen serios obstáculos para
llamativo, las líneas que siguen no Su estudio se basa en la revisión de asegurar la presencia de una cancha
pretenden constituir más que un bre- casi todos los informes, acumulados de juego. En los sitios RV.74 (El Ca-
ve texto de investigación sobre el te- hasta fines del 79, sobre las canchas lichal), RV.83 (Moctezumas del Tan-
ma de las relaciones arqueológicas arqueológicas; sin embargo hay que que), RV .115 (La Soledad) y RV.l 22
que, al parecer , existen entre el Al- hacer hincapié en la gran desigualdad (Los Cuecillos del Refugio), la firme
tiplano de Río Verde, San Luis Potosí que existe, todavía hoy en día, en el identificación de una cancha
(fig . 1) y lo que S.J.K. Wilkerson conocimiento arqueológico de Meso- necesitaría más observaciones y tal
(1974) ha definido como las subáreas américa. Trabajos recientes en zonas vez algunos sondeos. Tomando en
"North Gulf Coast" y "North anteriormente poco conocidas como cuenta únicamente los 15 sitios más
Central Veracruz" . En anteriores cir- lo son el norte del Estado actual de confiables, se pueden evidenciar algu-
cunstancias tuvimos ya la oportuni- Michoacán (CEMCA 1986) o el de- nos detalles interesantes .
dad de presentar algunas reflexiones partamento de Jalapa en Guatemala La arquitectura de los terrenos de
generales sobre el mismo tema basán- (A. lchon 1986, comunicación perso- juego de nuestra región queda poco
donos en los elementos cerámicos que nal) han revelado una cantidad ines- conocida, ya que ninguno de aquéllos
denotan unas posibles interacciones perada de canchas . Por lo tanto, nos se ha excavado. Sin embargo, todas
entre la región de Río Verde y la parece siempre prematuro intentar las canchas (con excepción de la que
Huasteca costera (D. Michelet 1979). una evaluación de la importancia re- se encuentra en el sitio RV.65) pare-
El presente texto contempla otro as- lativa del juego en las diferentes subá- cen ser de un tipo abierto con estruc-
pecto de las informaciones arqueoló- reas de Mesoamérica. turas laterales de perfil sencillo y apa-
gicas recogidas en la cuenta de Río rentemente desprovistas de cualquier
Verde entre 1973 Y 1976, lo que nos a) Elementos arquitectónicos marcador vertical (anillo o escultura).
podría permitir profundizar el debate La cancha de RV.65 por su lado, y se-
sobre eventuales contactos entre De los 130 sitios con arquitectura, gún una nueva observación realizada
dicha zona y la costa del Golfo; este estudiados en el marco del proyecto en 1983, tiene un plano en forma de 1;
otro aspecto es la marcada importan- Río Verde -cabe precisar aquí que sus zonas transversales terminales es-
cia del juego de pelota en la región de estos sitios representan sólo una parte tán cerradas por muros tan bajos que
Río Verde. del universo arqueológico de la no fue fácil distinguirlas. Como parti-
En su libro de síntesis sobre el cuenca-, 15 comprenden una o va- cularidades arquitectónicas, lo más
juego de pelota en Mesoamérica y el rias estructuras que pueden ser in- notable (a partir de un sencillo exa-
Suroeste de Estados Unidos, E. Tala- terpretadas, aun sin excavaciones, co- men de superficie) es la probable exis-
doire (1981) observa la destacada po- mo canchas de juego de pelota. Las tencia de una superestructura en la
sición del sector rioverdense en cuan- características principales de dichas extremidad de una estructura lateral
to al número de evidencias del juego canchas aparecen en el cuadro (fig. 4). en dos casos (R V.1 3 estruct. E7 -12 y
(ver en particular su mapa 1 donde la Otros investigadores, principalmente RV.39 estruct. F5-4, ver fig . 3) y la
región está señalada como gran con- N.P. Troike y R.C. Troike (N.P. posible relación entre otras dos
centración de sitios con canchas de Troike 1962, R.C. Troike et ali 1972), canchas, en RV.48 y RV.85 (fig. 4),
juego). A continuación resumiremos advierten la existencia de canchas en con una pequefta construcción del ti-
y discutiremos los datos disponibles, otros 6 sitios que figuran en el inven- po altar ubicada en el eje de su patio.
pero previamente nos parece útil tario de los 130; en el caso de RV .29 Al nivel más general de la organiza-
expresar una pequeña reserva, plante- (Moctezumas de la Loma-El Jaral) así ción espacial de los sitios y, dentro de
ada por Taladoire, respecto a la im- como de RV.70 (Rincón de los Be- ellos, de las propias canchas, llama la
81
atención el hecho de que 14 de los 18 como representaciones de jugadores.
terrenos tengan una orientación car- En forma prudente, el mismo Tala-
dinal (8 patios orientados Norte-Sur y doire avisa que en muchos casos la
6 Este-Oeste). Este elemento es tanto identificación de jugadores entre las
más sorprendente cuanto que los si- figurillas no es segura. Para el grupo
tios de la zona muest ran poca preocu- que nos interesa, tal hipótesis tiene
pación en materia de ortogonalidad . fundamentos limitados: se habla ge-
Por otra parte, la posición de las neralmente de cinturones, rodilleras
canchas dentro de los sitios permite y, a veces, de pelotas asociadas con
hablar de una asociación juego de los individuos representados (fig. 5).
pelota / actividades público-ceremo- Sin embargo, en el conjunto de piezas
niales bastante generalizada, si bien excavadas o estudiadas en diferentes
existen excepciones (en RV . 13 el colecciones, no hay en particular nin-
terreno de juego está situado en plena gún ejemplar de un personaje en posi-
zona resi dencial). ción dinámica que pueda correspon-
Del análisis del cuadro (fig. 4) se der a una fase precisa del juego. Por
desprende también la hipótesis de que otra parte, no siempre pueden identi-
si la práctica del juego está fechada en ficarse claramente cinturones y pelo-
la fase tardía Río Verde 8(700-1000 tas. Pero si, no obstante estas reser-
d.C.) en el caso de 4 sitios (3 de ellos vas, consideramos que algunas figu-
5
de menor importancia), sus inicios re- rillas de hecho representan jugadores,
montan tal vez a una época relativa- la información más interesante que
mente más temprana: en este renglón, podríamos sacar de este material sería
sin embargo, toda afirmación resulta su ubicación cronológica, ya que los
aventurada en ausencia de excava- ejemplares menos dudosos pertene-
ciones. Finalmente es de interés insis- cen todos a los complejos de figurillas
tir sobre la relación que se puede es- Media Luna (tipo ML JI) y Río Verde
tablecer entre la ocurrencia de las Intermedio (D. Michelet 1984, pp.
canchas y el rango de los sitios donde 331-341). Ahora bien, el tipo ML Ily
5. Figurilla del complejo Intermedio represen-
tando tal vez a un jugador de pelota (colección aparecen en la jerarquía de los asenta- el complejo Río Verde Intermedio
particular, Río Verde). 6. Vista fron tal y lateral mientos. El único sitio que constituye empiezan a manifestarse al final de la
de un yugo esculpido (colección particular, Río la clase superior (5), RV.120 San Ra- fase Pasadita y culminan con la fase
Verde). Río Verde A (500-700 d.C.). Por lo
fael sur, posee 4 canchas sobre un to-
tal de 231 estructuras registradas. Los tanto, de aquí podríamos desprender
3 sitios de la clase 4 (pueblos con más la idea de que, si se trata realmente de
o menos 100 estructuras) alojan, cada jugadores, estas representaciones
uno, un terreno. En la clase 3, que constituirían un índice del conoci-
consta de 13 pueblos menores con 30 miento del juego en la zona desde el
a 70 estructuras, encontramos 5 sitios Oásico Medio o, inclusive, Temprano.
con su juego de pelota. Otros 5 están Otra línea de evidencia es la presen-
repartidos entre los 43 sitios de la cla- cia en la región de un cierto número
6 se 2 (aldeas con 10 a 30 estructuras) y de yugos lisos y esculpidos. Varios
existe todavía una cancha en una de ejemplares de este tipo de objeto for-
las 70 aldeas chicas con menos de 1O man parte en la actualidad de colec-
estructuras. Lo anterior indica que si ciones públicas o privadas y presen-
bien no faltan las canchas en los gru- tan semejanzas importantes con otras
pos arqueológicos más importantes, piezas conocidas afuera de la región
la práctica del ju·ego podría ser exten- (el yugo ilustrado en la figura 6 -no
a dida hasta pequeñas localidades, aun- es el único con este motivo- entraría
que de manera excepcional. en la categoría hombre-jaguar defini-
b da por l. Bernal1970). En el transcur-
so del proyecto Río Verde mismo, se
b) Otros elementos
han recolectado en superficie 8 frag-
En su obra, E. Taladoire menciona mentos de yugos: 6 en sitios donde
(p. 374) un grupo de figurillas que existen canchas de juego (en RV .48,
proceden de la región de Río Verde y RV.75, RV.94 y RV.l20 donde apare-
han sido interpretadas en ocasiones cieron 3 fragmentos) y 2 en pequeños
82
sitios del sur de la zona de trabajo que lo argumenta Taladoire se puede re- CEMCA
carecen de terrenos para el juego sumir de la siguiente manera: (op. 1986 "Informe preliminar gene-
ral del proyecto arqueológi-
(RV . 106 y RV.II6). En base a los di - cit.: pp. 532 y siguientes) un origen
co Michoacán , México
ferentes datos que acabamos de pre- olmeca o peri-olmeca y un primer (CEMCA)", copia mime-
sentar someramente, debemos reco- auge en los últimos siglos del Preclási- ografiada, CEMCA, Méxi-
nocer que el j uego de pelota en toda co, un ecl ipse durante el Clásico co .
la regió n de Río Verde ha sido un ele- temprano, salvo tal vez en las tierras
mento cultural bastante difundido en altas de Guatemala y en la parte norte FRANCO C., José-Luis el alii
1970 "Trabajos y excavaciones
la segu nda parte del período Clásico y de la costa del Golfo, un nuevo de-
arqueológicas. Material re-
tal vez también en la época anterior . sarrollo espectacular durante el Clási- cuperado", en: Minería
Si trat amos ahora de relacionar la co Reciente, centrado en la zona ma- prehispánica en la Sierra
popularidad del juego en la región ya y en la región del Golfo. Gorda de Querélaro, pp.
rioverdense con unos posibles fenó- Al confrontar finalmente estas últi- 23-133, Secretaría del Patri-
monio Nacional, México.
menos de interacción entre la misma mas informaciones con los datos ex-
región y otras partes de Mesoamérica, puestos en la primera parte de este MICHELET, Dorninique
es imprescindible sit uar nuestra en- texto nos encontramos con una serie 1979 "La région de Río Verde
cuesta en el marco general tanto de de evidencias bastante congruen tes. A (San Luis Potosí) el ses rela-
las relaciones que nuestra región sos- falta de excavación de algunas tions archéologiques avec la
tuvo con otras áreas mesoamericanas canchas en sitios que han sido ocupa- Huasteca: une étude préli-
rninaire, Acles du XLI/e
y que ilustran otros tipos de vestigios dos desde la fase Pasadita (en RV .
Congres lnlernational des
(la cerámica en particular) como de la 120 en particular), no se puede afir- Américanistes, vol. IX-8,
evolución en la popularidad del juego mar que la introducción del juego de pp . 49-53, París.
en Mesoamérica, siguiendo en este as- pelota date de este período. En caso
pecto las conclusiones de Taladoire . de ser comprobada en el futuro esta 1984 Río Verde, San Luis Potosí
Como se ha dicho, la aparición de hipótesis, la aparición del juego en la (Mexique), Collection Elu-
des Mésoaméricaines l-9,
aldeas y pueblos sedentarios en el Al- región de Río Verde tendría que ser Centre d'Etudes Mexicaines
tiplano rioverdense puede ser fechada interpretada en términos de contactos et Centraméricaines, Méxi-
del periodo 250-500 d.C . Durante es- con la zona costera. De la misma ma- co.
ta primera fase existen algunos con- nera, si se vuelve evidente que el
tactos con la zona costera de la Huas- juego de pelota se desarrolló en el al- TALADOlRE, Eric
teca ("North Gulf Coast") ilustrados tiplano rioverdense sólo más tarde, 1981 Les Terrains de jeu de baile
(Mésoamérique et sud-ouest
básicamente por la introducción en no son pocos los argumentos como des Etats-Unis), Collection
nuestra zona de figurillas de las épo- para creer que las gentes del Golfo Eludes Mésoaméricaines 11-
cas II y III de Pánuco. Se manifiestan hayan influido, de alguna manera, en 4, Mission Archéologique et
también relaciones con el Altiplano las tierras adentro. Ahora bien, para Ethnologique Francaise au
central (Teotihuacán) y con la parte entender el tipo de influencia que se Mexique, México.
norte central de Veracruz. En reali- produjo en una época u otra, sugeri-
TROIKE, Nancy P.
dad, la región de Río Verde en espe- mos que la Sierra Gorda (principal- 1962 •'Archaeological reconnais-
cial tiene una gran similitud cerámica mente Ranas y Toluquilla) puede sance in the drainage of the
con la Sierra Gorda y notablemente ofrecer buenas respuestas a las pre- Rlo Verde, San Luis Potosi,
con el material encontrado en las mi- guntas que quedan abiertas. México, Bulletin of the Te-
nas de El Soyatal (J .L. Franco el alii xas Archaeological Society,
vol. 32 pp. 47-55 .
1970). Durante la fase Río Verde A México, D.F., julio de 1986
(500-700 d .C.) se mantienen aparen-
TROIKE, Rudolph C. et alli
temente ciertos contactos con la 1972 "Preliminary report on ex-
Huasteca costera y la Sierra Gorda, cavations in the archaeolo·
pero estos contactos son menos evi- gical zone of Río Verde,
REFERENCIAS S.L.P., Mexico", Contri-
dentes que en el pasado y la región de
BIBLIOGRÁFICAS butions of the University of
Río Verde experimenta sin duda un
California, Archaeological
repliegue sobre sí misma. Durante el Research Faci/ity 16, pp.
periodo Río Verde B (700-1000 d. C.), 69-87, Berkeley.
el desarrollo final de la zona presenta BERNAL, Ignacio y Andy SEUFFERT
un aspecto bastante local sin excluir, 1970 Yugos de la Colección del WILKERSON, S. Jeffrey R.
Museo Nacional de 1974 "Cult ural subareas of Eas-
sin embargo, relaciones con la Huas-
Antropología, Corpus An- tern Mesoamerica", Prime-
teca y con el sector del Tajín. tiquitatum Americanen- ra Mesa Redonda de Palen-
Ahora bien, la evolución en la sium. México IV, INAH , que, part 11 pp. 89-102,
práctica del juego de pelota tal como México. Pebble Beach.
83
1: Ret rato de Miguel Angel Fernández. Archi-
vo INAH .
84
SEMBLANZA

MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ


Y LA ARQUITECTURA PREHISPÁNICA (1890·1945)

Desde hace muchos años me interesa en forma cos. Ya lo apasionaba la arqueología, las
particular la vida y obra de Miguel Ángel Fer- ruinas y el arte maya, al que dedicaría el resto
nández, un personaje silencioso cuya obra ex- de su vida. En 1921 y en esa misma ciudad es-
tensa y fecunda nunca fue demasiado tenida en tableció contacto con dos personas que ten-
cuenta; y cuando se estudian los pioneros de la drían una importancia capital para él: Felipe
arqueología rnesoarnericana es común que Carrillo Puerto, compañero de ideología y
quede en el olvido. Casi nunca dictó grandes luchas políticas en favor del indio; y Manuel
conferencias, ni tuvo cátedras eminentes, ni Garnio, quien estaba organizando los futuros
publicó vistosos libros con láminas a color. Ca- trabajos de Chichén ltzá . Debernos recordar
si no sali ó del país y su trabajo fue callado pero que la iniciación de estos trabajos constituía un
constante, sistemático, minucioso, y sirvió de hecho eminentemente político, planteado por
base para que otros realizaran obras más espec- el presidente Obregón corno elemento prelimi-
taculares a partir de su esfuerzo. Fernández fue nar para el acercamiento con los Estados Uni-
un hombre modesto, cuya vida se desplazó del dos, a fin de lograr el reconocimiento político
arte hacia la Revolución, y de ella a la del gobierno revolucionario por parte de su po-
arqueología maya, a la restauración; después deroso vecino del norte. 2
de hab.er hecho trabajos fundamenta les en Pa- Garnio lo convenció de que comenzara a tra-
lenque, Uxrnal, Chichén ltzá, Acancéh, Jaina, bajar -a partir de 1922- corno dibujante "re-
Tulurn y Tenayuca, hizo trabajos menores en constructor" en el Departamento de Antropo-
Cozurnel, las costas de Quintana Roo y Guerre- logía que entonces tenía á su cargo, aunque su
ro. Su vida terninó trágicamente a causa de la ingreso oficial a la intitución ocurrió en 1931,
fiebre amarilla que contrajo en Palenque, tras con un cargo de inspector de quinta categoría.
doce años de trabajar en el sitio. Su primera act ividad arqueológica fue el viaje
El rescate de la obra de este pionero no apun- que realizó en 1921 con Gamio por Chichén lt-
ta únicamente a destacar lo importante de su zá primero y luego por Jaina, sitios en los
obra sino que quiere llegar mucho más lejos: cuales trabajaría tiempo más tarde. En 1922
aspira a mostrar críticamente el trabajo de al- fue comisionado para efectuar trabajos de con-
gunos de los muchos que operaron , en silencio, solidación en el Juego de Pelota de Chichén l t-
el surgimiento de la arqueología institucional zá y hacer dibuj os reconstuctivos de los relieves
mexicana. y pinturas murales. En suma, Fernández per-
Miguel Ángel Férnandez nació en las maneció casi cuatro años viviendo en las
cercanías de Puebla en 1890 y rápidamente to- ruinas, siendo realmente él quien catalizara la
rnó el camino de su vocación artística ingresan- introducción de los investigadores de la Carne-
do en la Academia de San Carlos, de donde sa- gie Instit ution en 1924, dirigidos por Sylvanus
ló en 1914 para plegarse primero a las fuerzas Morley. Durante esos años procedió a llevar
maderistas, y luego para ingresar al socialismo adelante estudios detenidos de varios edificios,
mili tante luchando junto al Batallón Rojo de pero su obra más destacada fue la del Juego de
Orizaba, en el que posiblemente haya formado Pelota, que incluyó la restauración del edificio
definitivamente su carácter: fue un luchador, sur. Por suerte él mismo escribió algunos
modesto, inquebrantable, incorrupto, sin afa- artículos al respecto 3 , detallando sus activida-
nes de figuración ni lucimiento personal. 1 Co- des y mostrando la alta calidad de sus ma-
rno artista produjo varias obras notables que quetas y pinturas.
merecieron premios y distinciones ya desde su Su intervención en el Juego de Pelota se puede
época de estudiante: logró pintar una obra para resumir corno sigue: quitó los escombros del
el nuevo museo de San Juan de U lúa y luego los Templo de los Tigres {tarea que inició Le Plon-
muros del Palacio de Gobierno de Mexicali. geon y continuó Maudslay); quitó los escombros
De 1916 quedan rastros de su labor en Méri- de la pared este del Juego de Pelota y también
da, donde su pintura se volcó hacia ternas del edificio sur de la cancha. En los tres edificios
indígenas, populares y hasta neo-prehispáni- de la cancha realizó consolidaciones y tornó
85
Algu nos trabajos de Miguel Ángel Fernández
en Chichén ltzá. 2: Estudio de las colum nas del
templo de "los Tigres ". 3: Friso esculpido en
~~~\J[~ t'J~ ll~~ l"l'lr-'T'I G.~.
una de las banquetas de l juego de pelota princi·
1· F'a•.fd pal. 4: Decoración de las alfardas de la escalera
]. . rre~la
del Templo Norte de la misma cancha. S: De-
lrr - Flo~la
talk de los relieves de la parte baja de la bóve-
da, en el Templo Norte.

medidas muy exactas para realizar dibujos re- reconstrucciones en papel y maqueta, hasta la altura que se habían conservado intactos;
constructivos y maquetas a escala, incluyendo tanto se tuviera una certeza absoluta de la for- luego recolectó las piedras del basamento. Si
los colores y dibujos de los relieves. Estos dibu- ma original. El mismo demost ró con varios bien fue un trabajo de envergadura, lo hizo con
jos representan verdaderos prodigios de recons- ejemplos que una sola evidencia no era bastan- cuidado y tratando siempre de reutilizar la
titución, y fueron la base para las obras que la te para proceder a restaurar una parte del edifi- piedra original. Los dibujos que realizó de este
Carnegje y el gobierno mexicano emprendieron cio. Por desgracia estas ideas no fueron acepta- trabajo fueron sin duda los mejores que existen
en esos edificas anos más tarde. También hizo das por muchos de los arqueólogos que le si- aún hoy en día. Siguiendo los dibujos ante-
estudios detallados de la información colonial guieron, quienes tcmaron a partir de 1928 la riores de Charnay y de Seler al copiar los re-
existente sobre estos edificas, y lo que conside- senda de la reconstrucción hipótetica. Esta es lieves del Juego de Pelota, produjo obras de ar-
ro más interesante, hizo una reconsideración de otra de las razones por las cuales quiero desta- te que rebasan el simple hecho arqueológico pa-
índole estética sobre Chichén ltzá: "El aparen- car la obra de Fernández, para anteponer sus ra en trar en el ámbito de las obras de arte de
te desdibujo de las figuras y motivos ornamen- ideas con las que llegaron a prevalecer en el nues tro siglo.
tales que algunos creen obedece a falta de co- mundo de la restauración anos más tarde . Al revisar el libro de Ignacio Marquina
nocimientos, es a mi modo de ver en donde ra- En cuanto a las restauraciones propiamente ARQUITECTURA PREHISPÁNICA, observa-
dica todo el encanto de este estilo libre, espon- dichas, intervino la Pirámide del Castillo y el mos que en el capítulo de Chichén se destacan
táneo y plástico que agrada tanto a la vista y edificio más largo del Juego de Pelota. En la los dibujos copiados de los originales de Fer-
que conmueve profundamente al espíritu". 4 pirámide consolidó la escalera de uno de los la- nández del Chichanchob y el Templo de los
Todo un alegato sincero vertido por un admira- dos y luego procedió a resanar cuart.:aduras del Tigres, y todos los relieves del Juego de Pelota,
dor de Sorolla y un ex-impresionista que pintó templo superior. Completó los muros y corni- entre otros más. La diferencia entre este libro
durante anos al aire libre en Santa Anita. sas a los que les faltaban piedras del revesti- de Marquina y su versión preliminar de 1928
En realidad, la tarea de Fernández fue im- miento y coló cemento líquido a presión en las - entre lo s cuales no hay grandes
portante metodológicamnte porque planteó fis uras. En el Juego de Pelota los trabajos diferencias- 5 es que el más antiguo había
que antes de restaurar era necesario proceder a fueron más intensos porque rescató del es- reproducido los dibujos originales, mientras
quitar el escombro de los edificios luego de ha- combro las piedras de revestimiento y procedió que en el posterior los hizo redibujar. Las dife-
cer ajustadas mediciones para más tarde hacer a recubrir todo el basamento v los muros hasta rencias y las pérdidas de calidad son evidentes.

86
S

No conozco las razones por las que Fernán- diar la pintura que se descubriera, y como ésta sur, y Palenque, lo más notable de su trabajo.
dez dejó Chichén a fines de 1924, pero lo más fue poca, su parte quedó empeque ~ ecida frente Con él colaboró una generación completa de
probable es que su forma de trabajo no se ajus- a lo arquitectónico y a lo escultórico. En la gran personalidades notables : Enrique Berlín, Enri-
ta ra a lo que real izaba el sector representante obra publicada con los resultados del trabajo que Juan Palacios, Roque Cevallos Novelo,
de México en los trabajos que alli dirigía la hay un corto capítulo dedicad o al tema, con va- José Erosa Peniche, Eu lalia Guzmán , Eduardo
Carnegie l nstitution. Es evidente que la recons- rias láminas a color que incluyen el mural de Martínez Cantón, César Lizard i Ramos y Ma-
trucció n exagerada y sin demasiadas eviden- cráneos descarnados y la reconstrucción de la nuel Cirerol entre muchos otros. Prácticamente
ciasque se hizo en el Juego de Pelota -en espe- pintura del coatepantli. Hay que destacar que todos ellos, en sus publicaciones o en los infor-
cial la de los dos templetes-, contrastara no- pese a 1¡¡ falta de materiales y técnicas acordes, mes de campo, dedican elogiosas notas a Fer-
tablemente con el minucioso trabajo de anas ti- el estudio de la su perposición de capas pictóri- nández.7
losis que Fernández había hecho en el mismo cas fue de avanzada para su época . Sus lámi- Para comenzar se le encomendó que iniciara
conjunto. Y ni hablar de las contradicciones exis- nas, algunas con anotaciones de mano del las excavaciones en Acancéh, un sitio que se
tentes entre su restauración y su consolidación autor, eran firmadas por "el pintor Miguel Án- había hecho famoso gracias a Teobert Maler
del Templo del Castillo y lo que hizo más gel Fernández". Los trabajos en Tena yuca du- por sus notables mascarones de est uco, sus re-
tarde.6 raron hasta 1928, y es posible que él estuviera lieves y tumbas con pinturas murales. El estado
El regreso de Fernández a México coincidió asignado a dicho lugar hasta esa fecha. de conservación era pési mo, y ya Eduard Seler
con el inicio de otro de los grandes trabajos de Entre el fina l de su trabajo en Tenayuca habla descrito amargamente el lento pero ine-
la época: la restauración de Tenayuca, dirigida - hacia 1928- y 1931 en que entra oficialmen- xorable proceso de destrucción que estaban
por José Reygadas Vértiz, sucesor de Gamio, y te al INAH, realiza varios viajes _y recorridos sufr iendo los estucos de la pi rámide y del pala-
donde colaboró junto con otros jóvenes entre menos importantes e inspecciona sitios arqueo- cio. Los mascarones ya casi no existían y las fi-
quienes estaban Ignacio Marquina y Alfonso lógicos diversos . Sólo en 1933 sería nuevamen- guras de ani males del frente del palacio estaban
Caso. te enviado a Mérida donde comenzaría la parte siendo destruidas por los habitantes del pueblo,
Su obra no fue tan importante como en el ca- más importante de su carrera, y además la defi- quienes retiraban las pied ras que las protegían :
so anteri or en que la división del trabajo no fue nitiva: la excavación y restauración de Uxmal , esto sucedía en 1915 . No fue sino hasta 1933
estricta: únicamente debía dedi carse a estu- Acancéh, Tulu m, Quintana Roo en su parte cuando se dicidió hacer algo por este sitio, aunque

87
ya era bastante tarde: habían desaparecido los
escalones y los mascarones del frente de la pirá-
mide y gran parte de los relieves del palacio, al
igual que las pinturas con gli fos de las tumbas.
Miguel Angel Fernández se trasladó al lugar
con el objeto de hacer exploraciones mínimas y
restauraciones de lo que se pudiese encontrar.
En la pirámide descubrió que en los la terales y
la parte posterior, que estaban aún bajo el es-
combro, todavía existían los mascarones, pero
debido a la imposiblidad de res taurarlos deci-
dió no descubrir los. Escribió por ello que "no
se debe desescombrar ningún edificio, si no se
lo consolida simultáneamente" .B Esta es una
buena lección. En el Palacio procedió a conti-
nuar la limpieza del escombro hasta el nivel del
piso original, descubriendo así el edificio que
enfrenta al de los estucos . Dijo también : "con-
6 a solidé personalmente toda la ornamentación de
esta fachada". 9 Las figuras fueron rejunteadas
con cemento rellenando Jos faltantes y uniendo
al muro los fragmentos despegados. Fue un
gran trabajo que permitió salvar los restos de
esta obra única en su género entre los mayas. El
Trabajos de M. A. Fernández en Palenque. 6:
problema fue que, salvo la consolidación, no se
El Templo del Sol antes y después de su res-
tomaron medias de protección y el edificio
tauración. 7: La "lápida del Escriba", hallada
quedó sin techar. Las lluvias comenzaron de in-
en la parte baja de la Torre del Palacio . mediato a realizar su labor destructiva sobre el
edificio, volviendo a causar daños en los estu-
cos y quitando los restos de pinturas sobre las
figuras de hombres y animales.
En 1940 se procedió a techar esta estructura.
b A fi nales de ese año, Manuel Cirerol SansoresiO
construyó un techo de madera y palma que
protegió del sol y la lluvia el muro exterior del
Palacio. Lamentablemente este techo no tuvo
otro mantenimiento que colocarle cada tanto
alguna nueva hoja de palma, de manera que ei
deterioro en la actualidad es casi total. Desco-
nozco cuáles fueron las razones para que las
cosas no se hicieran bien desde el principio, lo
que habría ahorrado dinero y permitido res-
guardar mejor este ejemplo excepcional de es-
tuco maya. El techo actual es poco lo que pro-
tege, y además llegó demasiado tarde.
Su obra en Acancéh fue lo suficientemente
minuciosa como para que mucho después, el
capitulo respectivo del libro de Ignacio Mar-
quina ARQUITECTURA PREHISPÁNICAtt
esté íntegramente basado en sus informes y di-
bujos. Los planos, cortes y fachadas fueron di-
bujados con todo detalle, a tal grado que éstos
y los anteriores de Maler y Seler conforman la
casi totalidad de los que sabemos del sitio, con
la excepción de los cortos estudios posteriores
de George Brainerd y Edward Andrews.
En 1934 se encaminó a Palenque, donde tra-
bajó los siguientes doce años de su vida.
Contrajo fiebre amarilla en 1939 y desde enton-
ces hasta 1945 la padeció en forma intermiten-
te hasta su muerte, causada por un ataque de
dicha enfermedad. Afortunadamente su traba-
jo en el sitio ha sido bien reseñado no hace
mucho por Augusto Molina.t2
Pero si debemos de recordar que fue él quien
abrió Palenque al turismo y al conocimiento
general, ya que anteriormente -salvo
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89
uti lizando la reco nstrU(CIÓn sólo cuando la

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consideraba im pres.:indiblc y unicamente con-
solidando los demás , marcando así el inicio de
los muchos años de trabajo en ese lugar.
Pero evidentemente el trabajo hecho en Pa-
lenque fue difíci l, duro, trasladando materiales
a lomo de mula durante días enteros, sin cami-
nos transitab les; Fernández vivía en una caba-
ña de bajareque o sencillamente dentro del Pa-
lacio . Es conocida la anécdota de que en estos
casos prefería usar de cama una lápida ta ll ada
en lugar de una hamaca; 14 y por añadidura,
entre las distintas temporadas trabajaba en
otros sitios diferentes. Uno de ellos fue Tulum,
donde junto a César Lizardi Ramos dedicó dos
temporadas a hacer obras de resta uración, en
1937 y 1938. Recordemos que los accesos eran
difíciles y que no había fac ilidades de aprovi -
sionamiento ni para obtener ~gua potable en el
sitio; pero era el tipo de trabajo que le gustaba
hacer.
La obra en sí fue import ante: se despejó la
zona completamente y se hicieron trabajos de
restauraci ón en algunos edifici os, además de
quitar el escombro en varios ot ros. Podemos
describir tres de estas in tervenciones, que
correponden a los edificios más importantes: el
1
Castillo, el Templo de los Frescos y el Edi ficio
9. En el Castillo consolidó los muros y colum-
nas, rehi zo el techo en su totalidad, reconstru-
\ yó la banqueta que rodea el edificio y consolidó
1
pint uras, estucos y ornamentos. En la su-
best ructura lo que hizo fue vaciarla por
\ completo de escombro y consolidar muros y pi-
sos. La escalera fron tal fue consolidada

~----- .... ~ --------- ___,..---- J mientras que las dos alfardas - que en 1922
aún se mantenían en pie- fueron vueltas a
construir desde su arranque, ya que se habían
caído en gran parte (cabe aclarar que se dejaron
Maudslay en 1890-91 y Frans Blom en 1923- da con cemento. Luego se alisó el techo dándo- evidencia de lo original y de lo que se rehizo).
nadie habla trabajado por liberar las ruinas de le el declive original. La crestería sólo fue con- La reconstrucción del techo fue quizás lo
la capa de vegetación que las cubría. Limpió la solidada, teniendo cuidado con los restos de es- más discutible: "Después de colocar una capa
zona, descombró los edificios principales y tuco que aún se conservaban. de mezcla de piedra chica de 10 cm. de espesor,
procedió a restaurar parte de la plataforma del En el templo colocó dinteles de madera de se colocó otra capa de 3 cm. de espesor con
palacio y la torre, a descubrir varias lápidas chicozapote, tanto en la puerta de entrada co- concreto y por último se revocó con cemento
labradas y restaurar el interior de los templos mo en la de la cámara interior; rellenó la exca- bruñido dándole al techo el declive original" .13
de la Cruz y la Cruz Foliada; restauró y recons- vación del piso existente, consolidó los muros y Aparentemente del techo actual lo único origi-
truyó parte del Templo del Sol; levantó detalla- bóvedas y bordeó con cemento los restos de es- nal sería el declive.
dos planos y dibujos de los ornamentos de estu- tuco . La cornisa se volvió a colocar en su sitio En el edifico 9 trabajó en for ma similar, pro-
co de cada uno de los edificios en que intervi- ya que muchas de las piedras se habían caído cediendo a una recons trucción de todo un basa-
no. Cabe destacar que en todos lo casos proce- manteniendo su orden relativo. Los muros in- mento y de gran parte de los muros y esquinas
dió a recolocar los dinteles con madera de chi- teriores fueron cuidadosamente lavados con del templo superior. La cornisa fue rehecha
cozapote, insistiendo en su importancia, cosa agua pura para quitar el moho, lo mismo que el gracias a que todas las piedras que la formaron
que luego se perdió, cuando Alberto Ruíz co- relieve interior. El piso se recubrió con una ca- estaban entre el escombro. El techo también
menzó a hacer los dinteles de concreto armado. pa de tierra cernida, con el objeto de evitar que fue rehecho completo. En el interior, de donde
La torre, por ejemplo, cuyos dinteles inferiores se pisaran los pisos antiguos (una buena pre- Thomas Gann extrajo la Estela 1 para llevarla a
fueron repuestos en madera, se terminó en caución poco tenida en cuenta en nuestros Londres, se restauraron las pinturas. Sin em-
concreto. días). bargo en otros edificios sólo se hicieron conso-
En la primera temporada de trabajo se dedi· _En el basamento procedió a excavar la esca- lidaciones, como en el Templo de los Frescos,
c6 a la restauración del Templo del Sol. 13 Pro- lera y una esquina de las tres terrazas que lo aunque en este caso sí" hubiera sido posible re-
cedió a retirar el escombro, seleccionar la componen, descubriendo su forma original construir ciertos sectores caídos, en especial a
piedra trabajada y a realizar trabajos de resta- aunque ya estaba muy destruida. Procedió a re- la altura de la cornisa y del techo de la estructu-
uración en diversas partes de la constucción. construir con piedras antiguas ese ángulo y la ra inferior. Los macarones y estucos fueron
Primero se hizo la consolidación del techo, que mitad de la escalera con su respectiva alfarda, limpiados y consolidados, y únicamente se re-
fue prácticamente una reconstrucción de la lo que indica la forma original que debió tener, construyó el relieve de una esquina, que
parte superior, realizada mediante el va- sin necesidad de falsificar haciendo una recons- mostraba un rostro gigantesco. Este trabajo
ciamiento de la mampostería floja del relleno, trucción total. significó una modificación en la obra de Fer-
que fue reemplazada por piedra del río mezcla- Fue éste un trabajo mesurado y bien hecho, nández, y muesta cómo habían cambiado los
90
tiempos desde su intervención en Chichén ltzá 9
hasta esa fecha. El impulso dado a la recons-
lrltcción en México había empezado.
En Tulum, Fernández pudo dar rienda suelta
a sus capacidades de artista y entendido en ar-
te, ya que encontró que en muchos de los edifi-
cios aún se conservaban restos de pintura e inclu-
so de murales completos. Los copió con detalle
e hizo dibuj os reconstructivos de muchos de los
templos, ent re los cuales se des tacan los de las
fa chadas dd Templo 5 y del Tem plo de los
Frescos . Su profundo conocimiento de la pin-
tura posibilitó el rescate de los motivos de cada
capa superpuesta y la interpretación de los mo-
tivos que ya en muchos casos estaban borrosos.
Prácticamente Tulum debe lo que es hoy en día
a estas restauraciones, porque en los años si-
guientes fue poco o nada lo que allí se hizo, sal-
vo alguna tarea de excavación y mantenimiento.
Otro de sus trabajos importantes fue partici-
par en la Expedición Científica Mexicana del
Sudeste de México y Cent roamérica, I6 llevada
a cabo en 1937 bajo la dirección de César Li-
zardi Ramos, y en la cual participaron Fernán-
dez, Alberto Escalona Ramos, y Enrique Va-
lés. Exploraron gran parte de la costa de Quin-
tana Roo, la laguna Bacalar, las ruinas de Ma-
rio Ancona, Ciudad de las Moras, el edificio de
Las Higueras y el llamado núcleo de la Sahca-
bera. Varios artículos e informes aún inéditos
dan los resultados de la expedici ón; estas publi-
caciones todavía hoy en día son de suma utili-
dad.
El recorrido por Cozumel y otras islas fue
metódico y se destacan los dibujos de Fernán-
dez, al igual que los planos y levantamientos de
fachadas. He utilizado y constatado sus medi-
das en varios casos (el Observatorio y El
Cedral) y son muy exactas; observó también
construcciones peculiares como el arco de El La antropología mexicana se encuentra de tieran al último reconocer con un sólo golpe
Cedral. Por haber sido un recorrido de pocos luto por tener que lamentar la pérdida de de vista los conj untos artís ticos, donde el
meses, tuvo excelentes resultados, sobre todo uno de sus más talentosos arqueólogos : Mi- arque(>logo medio sólo veía elementos inco-
teniendo en cuenta que las condiciones eran guel Ángel Fernández. Sagaces analistas nexos.t9
mucho más precarias que las actuales, en lo que hay muchos; pacientes contadores de tiestos
a viajar se refiere . abundan; pero la feliz unión de artista y ar- Un justo y merecido homenaje de otro de los
Para terminar, debemos aunque más no sea queólogo en un sólo hombre no se repetirá grandes arqueólogos de nuestro tiempo.
citar su trabajo en la isla de Jaina, donde pro- tan fácilmente . Porque el eminente arqueó-
cedió a mapear los montículos, levantar un logo mexicano fue ante todo artista, escul-
campamento y hacer excavaciones en algunas tor y pintor con sólidos conocimientos de
de las tumbas que aún no estaban saqueadas. I7 arquitectura, dotes que explican su prefe-
Poco tiempo le quedaba para otras cosas, pero rencia por la cultura maya, a la cual con- 8: Mascarón de una deidad, finamente esgra-
pese a ello pudo hacer varias ilustraciones por sagró los últimos años de su existencia. De- fiado en piedra caliza. Palenque. 9 y 10: Estu-
encargo de Marquina, quien estaba ya inician- be haber habido ciertos nexos simpatéticos dio de pinturas murales en Tulum (en el Cas-
do la compilación de dibujos para reeditar su entre los artistas mayas prehispánicos y el tillo y en el Templo "de los Frescos" respectiva-
libro. Fernández le dió sus planos y levanta- arqueólogo artista moderno que permi- mente).
mientos y algunos dibujos hechos especialmen-
te, como el dintel de Tikal que se encuentra en 10
Basilea; también le faci litó sus fotografías.
Pero la fiebre amarilla y el debilitamiento ge-
neral que el malsano clima de Palenque le acen-
tuaba de año en año fue ron minando su férrea
voluntad. La última temporada, la de 1945,
culminó con un feroz ataque y Fernández tuvo
que ser sacado de la zona atado a la silla de
montar de su caballo. Poco después falleció y
sus amigos escribieron notas en honor de su
memoria.ts Su compañero de tantos años,
Enrique Berlin, escribió pocos días después:
91
NOTAS Y BIBLIOGRAFÍAS planos hechos por Fernández. Antropología Amencana, vol. IV ,
17. M. A. Fernández 1946, e informes en el pp . 284, México. (art ículo sin fir -
l.Sería de desear que algún historiador del INAH . mar).
arte realizara una tesis sobre la obra plás- 18. Hugo Moedano Koerdell, "Necrología de
tica de Fernández. Creo que nos Miguel Ángel Fernández". Revista Mexi- 1940b Exploración y reconstrucció n del
llevaríamos una gran sorpresa. cana de Estudios Antropológicos, vol. "Templo del Sol en Palenque" , Re-
2. Véase en Daniel Schávelzon Teorfa e his- Vlll, pp . 133 - 136, México, 1946; vista Mexicana de Estudios Antro-
toria de la restauración en México (1780- Heinrich Ber lín, "Miguel Ángel Fernán- pológicos, vol. IV , pp . 57-64, Méxi-
1980), tesis doctoral, UNAM, 1984, Méxi- dez ( 1890-1945)". Boletín Bibliográfico co.
co. Marta Strauss Neuman, El reconoci- de Antropología Americana, vol. VIII,
miento de Á/varo Obregón: Opinión pp. 78-79, México 1945 . 1941 "El Templo No . 5 de Tulum, Quin-
Americana y Propaganda Mexicana, 19. H. Berlín, op . cit., p . 79. tana Roo", Los mayas antiguos, pp.
UNAM, 1983, México. 155- 180, Fondo de Cultura Econó-
3. Miguel Ángel Fernández 1925a, 1925b y Bibliografia de Miguel Ángel Fernández mica , México.
s/f, también varios informes inéditos en el
INAH. 1925a "El Juego de Pelota en Chichén It- 1943 "New discoveries in the Temple of
4. M.A. Fernández s/f, p. 372. zá", Anales del Museo Nacional, the Sun in Palenque", Dyn, Nos.
5. Ignacio Marquina, Estudio comparativo época IV, vol. lll, pp. 363-373, Mé- 415, pp. 55-68, México.
de los Monumentos Arquitectónicos de xico.
México, Sep., México, 1928. 1945a "Las ruinas de Tulum, ll", Anales
6. Daniel Schávelzon, op. cit. 1925b "El Templo de los Tigres", Ethnos, dei/NAH, vol. 1, pp. 95-106, Méxi-
7. Véanse los trabajos de los citados durante vol. lll, pp. 35-42, México. co.
esos aftos. Por ejemplo, Enrique Juan Pa-
lacios, "Más gemas del arte maya en Pa- 1935a "Estudio de la pintura en la pirámi- 1945b "Exploraciones arqueológicas en la
lenque" Anales del INAH, época 5a., de de Tenayuca", en Tenayuca, Di- isla de Cozumel", Anales dei/NAH,
Vol. 25, pp. 193-225, México, 1935. rección de Arqueología, SEP, pp. vol. 1, pp. 107-120, México.
Incluye varias láminas dibujadas por Fer- 103-105, México.
nández. 1946 "Los adoratorios de la isla de
8. Fernández 1939a, p . 249. 1935b "Bajorrelieves desconocidos de Jaina", Revista Mexicana de Estu-
9. Idem, p. 253. Chichén ltzá", Mapa, vol. Il. 11, dios Antropológicos, vol. Vlll, pp.
10. M. Cerrera Sansores, Informe inédito en pp. 32-35, México . 243-260, México.
el archivo técnico del lNAH .
11. Ignacio Marquina, Arquitectura prehis- 1938 "Las ruinas de Tulum, I", Anales s/f El juego de Pelota de Chichén Jtzá,
pánica, Memorias del INAH, México, de Museo Nacional, época V, vol. México.
1951. lll, pp. 109-116, México.
12. Augusto Molina, "Palenque: the archae- ____ Heinrich Berlín.
ological city toda y", 3ra. Mesa Redonda 1939a "Exploraciones en Acancéh", Actas
de Palenque, vol. 4, pp. 1-8, Precolum- del XXVII Congreso Internacional 1954 "Drawing of glyphs of structure
bian Art Research Center, Palenque, de Americanistas, vol. 2, pp. 249- XVlll, Palenque'', Notes on Middle
1978. 253. México. American Archaeology and Ethno-
13. M. A . Fernández 1940 y 1943, e informes logy, vol. V, No. 119, pp. 39-44,
dellNAH. 1939b "Los dinteles de Zapote y el secreto Carnegie Institution, Washington .
14. Información personal de Carlos Margain. de cómo fueron tallados" , Cuader-
15. Fernández 1945a, p . 96. nos Americanos, vol. XXVII, tomo ____ César Lizardi Ramos y Rómulo Po-
16. César Lizardi Ramos, "Exploraciones ar- l. pp. 601 -611, México. zo.
queológicas en Quintana Roo", Revista
Mexicana de Estudios Antropológicos, 1940a Bibliografía de Miguel Ángel Fer- 1938 "Las pinturas de la galería sur del
México, 1937. Este trabajo incluye varios nández", Boletfn Bibliográfico de Templo de los Frescos, T ulum",

92
Anales del Museo Nacional, época 12. Informe de las exploraciones arqueológi- 25. Informe de los trabajos llevados a cabo en
V, Vo l. III, pp. 117-132, México. cas en Palenque, Chis., durante la tempo- la Zona Arqueológica de Chichén Itzá.
rada de 1942. Mayo 31 de 1943. 18 pp. Junio 30 de 1933. 3 pp.
13. Informe de los trabajos llevados a cabo en
INFORMES INÉDITOS EN EL ARCHIVO Palenque, Chis., durante la temporada de VOLUMEN CL VIII
TÉCNICO DEL JNAH* 1943. 5 pp.
14. Informe de los trabajos desarrollados en 26. Descripción de los bajorrelieves de la bó-
VOLUMEN XIV Palenque, Chis., del 14 de mayo al 23 de veda del Templo Norte (conocido también
juni o de 1945. 2 pp. por el Templo del Hombre Barbado) del
l. Una subestructura en el Templo Norte del llamado Juego de Pelota de Chichén-Itzá.
Palacio de Palenque Chis. Presentado al VOLUMEN LVII Febrero 12 de 1934. 6 pp.
Congreso Internacional de Americanistas.
1933. 2 pp. 15. Informe de la inspección a las ruinas ar- VOLUMEN CLXXII
2. Trabajos de exploración y reconstrucción queológicas de Tetipa en El Cerro de la
del Templo del Sol en Palenque, Chis. H uaca, Guerrero. 4 pp. 27. Informe sobre las pinturas de la Galería
Temporada 1934. Congreso Internacional Sur del Templo de los Frescos, Tulum.
de Americanistas, 10 pp. VOLUMEN XCIX Julio 16 de 1937. 15 pp.
3. Informe de los trabajos llevados a cabo en 28. Informe de las exploraciones en Faro de
la Zona Arqueológica de Palenque. 1934. 16. Dios Descendente. Templo 5. 1 p . Punta Molas, Quintana Roo . Septiembre
2 pp. 17. Láminas de la Núm. II a la XVII. 22 de 1937. 5 pp.
18. Informe de los trabajos efectuados en la 29 Informe de los trabajos de reconstrucción
VOLUMEN XVII Zona Arqueológica de Tulum, Quintana y exploración llevados a cabo durante el
Roo . Septiembre 23 de 1938. 3 pp. año de 1938 en la Zona Arqueológica de
4. Informe del desmonte total de la Terraza 19. Exploraciones de 1937 en el Templo No. 5 Tulum, Quintana Roo. Febrero 23 de
del Palacio, así como de los del Norte y el de Tulum, Quintana Roo . 29 pp. 1939. 7 pp. (sin firma)
Conde. Junio 14 de 1935. 3 pp. 20. Informe de los trabajos de reconstrucción
5. Trabajos de exploración y reconstrucción llevados a cabo en la Zona Arqueológica VOLUMEN CLXXIII
de la subestructura del Templo Norte del de Tulum, Quintana Roo, febrero 28 de
Palacio de Palenque, Chis., durante la se- 1938. 30. Fernández Miguel Ángel, César Lizardi
gunda temporada de trabajos . 1935. 4 pp. Ramos y Rómulo Pozo. Tres informes
6. Trabajos de exploración y reconstrucción VOLUMEN CXLII sobre los trabajos arqueológicos llevados
de la Torre en Palenque Chiapas, durante a cabo en las zonas de Tulum. Mario An-
la segunda temporada. Septiembre de 21 . Informe de los trabajos de exploración ar- cona, Mario Ancona y la zona del Templo
1935. 4 pp. queológica de Acancéh. Yucatán. Oc- de las Higueras. J ulio 16 de 1937, 1 p.
7. Informe del descubrimiento de 2 cabezas tubre 19 de 1933. 5 pp.
en la P irámide del Palacio, en el lado Nor- 22. Informe de los trabajos de reconstrucción
te. Palenque , Chiapas. 1935. 2 pp. en el Palacio de los Estucos en Acancéh. • Basado en Roberto García Moll, lndice del
8. Trabajos en la Zona de Palenque, Chis. Noviembre 19 de 1933. Archivo Técnico de la Dirección de Monu-
1936. 2 pp. 23 . Exploraciones en Acancéh, Yuc. Ponen- mentos Prehispánicos del INAH, Colección
9. Trabajos ejecutados en la Zona Arqueoló- cia Núm. 5 en el Congreso Internacional Científica, vol. 120, INAH, México, 1982.
gica de Palenque, Chis ., 1936. 6 pp. de Americanistas: XXVII a Sesión de
10. Exploración y reconstrucción del Templo 1939. 3 pp. ** Doctorado en Arquitectura, UNAM. Insti-
del Sol, Palenque, Chis. Ponencia presen- tuto de Arte Americano e Investigaciones
tada al XXVII Congreso Internacional de VOLUMEN CXL VII Estéticas, Facultad de Arquitectura y Urba-
Americanistas. 1936. 5 pp. nismo, Universidad de Buenos Aires.
11. Informe de la visita de Inspección a la Zo- ·24. Informe del viaje efectuado al Palenque y
na Arqueológica de Palenque, Chiapas. de los trabajos desarrollados en Acancéh.
1939. 3 pp. Septiembre de 1933. Daniel Schivelzon**
93
CARTA AL EDITOR Otro elemento que nos ha parecido intere- EVENTOS
sante es la presencia constante de grandes pla-
taformas con uno o dos montículos en su parte
superior:
Hernán Cortés en el Área Maya: La
Primera Mesa Redonda de Toledo,
Estimado P rofesor:
España

A partir del 10 de marzo pasado, cuatro exa- Thr Primera .Hesa Redonda of the Sociedad
lumnos suyos hemos estado realizando un re- Espailola de Es!Udios .Hayas, held in Toledo,
corrido de superficie con el fin de completar el Spai n ( 1-3 Nov ., 1985 ) was an enormo us suc-
cess. The theme, " Hernán Cortés en el Área
Atlas Arqueológico del estado de Yucatán,
publicado/ S. Garza y E. Kurjack en 1980. El
1 \ Ma ya," attracted a nu mber of scholars who fo-
área trabajada en esta temporada incluye la cused their at tcntions on a litt le studi ed but
parte oriental y sur del estado, y pretende very significan! period of Maya History. The
cubrir la mayor parte del límite estatal con se tting chosen for this confcre nce, in the heart
Quintana Roo. of Toledo, greatly enha nced the interact ions of
En el primer mes de trabajo hemos detectado this international gathering of scholars .
más de 200 sitios, localizados en los municipios Maya scholars only recently have begun to
de Tizimín, Río Lagartos, Panabá y Sucilá. De shift th eir studies fro m the spectac ular temples
ellos, más de 30 han sido sitios de grandes pro- and tombs of th e Classic Period (ca. 250-900
porciones y con estructuras de entre 10 y 25 A. D.), reflecting the achievement of sta tes leve!
mts. de altura, así como sacbés en buen estado political organization, toward mat ters concer-
de conservación. En algunas ocasiones, cuatro de estas plata- ning poli tical and social developments before
Debido a que gran parte de nuestro interés en formas forman una gran plaza: and after this epoch (see Jones el al. 1986). The
la zona maya nació a raíz del curso "Arquitec- results have been overwhelming. We now have
tura y Urbanismo", que impartiera a nuestro a much better picture of the complex origi ns of
grupo (en la ENAH) en 1984, hemos querido Maya "civilization, " and when the basic ele-
enviarle algunos datos preliminares de lo que ment s of classicism began to emerge. What still
hemos encontrado. remains a problem is our understanding of the
Uno de los rasgos arquitectónicos más sobre- events and processes which led to the abandon-
salientes en el área aparece en estructuras de ment of the "stela cult" and the utili zat ion of
entre 3 y 10m. de altura; se trata de un sistema other cultural traits by which we defi ned the
de pozos artificiales construidos dentro de la Classic Period.
estructura, y que forman un patrón circular This Primera Mesa Redonda brought to-
con uno, a veces de mayor tamai'lo, al centro: gether scholars from both hemispheres who
share an interest in the period or periods afler
the Classic. As Prof. Gordon Willey (1974)
En términos generales, éstas son las pointed ou t, the processes which are clearly evi-
características de los sitios que hemos localiza- dent after 750 A . D. in the Maya realm may ha-
do en el área nororiental de Yucatán. Espera- ve been operating in the Middle Classic Period.
mos que en poco tiempo más, tengamos mayo- By 900 to 1000 A. D. Maya society had entered
res datos que comentarle. a new phase quite different from that which
Por otra parte, debido a que nuestro trabajo characterized the previous 700 or 800 years.
incluye una parte de la zona sur del estado, This new era, often simply termed the Pos telas-
quisieramos pedirle mayor información acerca sic Period, seems characterized by political de-
del recorrido que en 1984 hiciera el Prof. Geor- cemralization, revised social interactions, and
ge F. Andrews en la zona Puuc. Si esto fuera possibly entirely new trade routes and commer-
posible, faci litaría y aceleraría nuestro trabajo cial enterprises . By the time of Cortés, nume-
en una parte muy importante. rous interesting and importan! events had cre-
Sin más por el momento y agradeciendo la ated a different kind of complexity in this re-
atención a la presente, quedamos de Usted . gion -and it is this focus which brough t scho-
lars from all over to these sessions in Toledo.
Atentamente, A complete review of the papers presented at
these meetings will bet ter be direc ted toward
the forthcoming proceedings, which the confe-
El equipo de trabajo del Atlas Arqueoló· rence organizer, Prof. Miguel Rivera Dorado
gico del estado de Yucatán: Edmundo Ló- plans to have available in print in the very near
pez R., Alejandro Pacheco M., Carlos Ruiz fut ure. Let me note only a few of the many fine
Ulloa y Adriana Velázquez M., Pasan tes de papers which will soon be available to all.
Arqueol ogía de la ENAH. Departamento
The archaeology of Maya sites fr om the de-
de Registro Público y Licencias de Monu-
cades surroundi ng 1500 A.D. was surveyed by
mentos y Zonas Arqueológicas, INAH.
Arlen F. Chase and Diane Z. Chase ("Archae-
ological Insights on the Contact Period
Lowland Maya"), and given useful focus
Tizimín, Yucatán, 16 de abril de 1986 through the paper offered by Don S. Rice and
94
Prudence S. Rice ("Los mayas del Petén Acknowledgements medidas de preservación que puedan garantizar
cent ral a la llegada de Cortés"). Sorne histori- la Conservación de los testimonios materiales
cal contcxt emerged from the data in my own My sincere thanks are due P. Stoller (Chair, que, por su circunstancia material y su integra-
paper, a late submission, cntitlcd " The Aban- Department of Anthropolo~y. West Chester ción al sistema arquológico, debe permanecer
doned Heart of Copán , Honduras : Recons- University) and J. Dowdall (Dean of Arts and "In Situ" , es decir, en el espacio mismo que
truction of a Cassic Period Maya City in Ruins Sciences) for their aid in securing a small travel ocupa en el momento en el que el arquéologo lo
by the Sixteenth Century ." Art ifac ts preserved grant supplement which helped with my expen- descubre, mismo que puede o no coincidir con
from the time of Cortés were discussed by Paz ses in attending this Mesa Redonda. Thanks al- el espacio destinado exprofeso en su concep-
Cabello Carro ("Las colecciones post clásicas so are due María Josefa Iglesias, Andrés ción original, debido a que en la generalidad de
mayas en el Museo de América de Madrid"), Ciudad Ruiz, and Miguel Rivera Dorado for las ocasiones se encuentran a la intemperie, ex-
while the arch itect urc of the coas tal region was their aid and hospitality while I was a guest in puestos a la acción de agentes que ponen en pe-
surveyed by Emma Sánchez Montañés ("La ar- Spain. ligro su conservación a través del tiempo. Esta
quitectura postclásica de Cozumel y la costa nueva forma de concebir la labor tanto del ar-
oriental ' ') . queólogo como la del conservador une inevi-
Importan! changes which occurred in the References tablemente el flujo de sus acciones en objetivos
Maya religion between the end of the Classic comunes y en la aceptación del trabajo ínter-
Period (ca. 900 A. D.) and the arri,val of Cortés JONES, Grant D., Robert R KAUTZ and FJizabeth disciplinario que se hace tan necesario en este
in the early 1500's were clearly presented in thc GRAHAM caso de la Conservación "In Si tu" .
excellent paper offered by Prof. Miguel Rivera 1986 Tipú: A Maya Town on En su ponencia "Medidas preventivas du-
Dorado ("Cambios en la religión maya desde el the Spanis h Colo nial rante la excavación y protección del sitio",
periodo Clásico hasta los tiempos de Hernán Frontier. Archaeology 39 Nicholas Stanley Price, de Roma, Italia, pro-
Cortés") . This period is significan! for: many (1): 40-47. puso nuevos tratamientos para la protección
reasons, and as 1 pointed out in my own paper del Bien Cultural "In Situ" antes, durante y
the temporal gap of 600 years covered by Pro f. WILLEY, Gordon R. después de la excavación incluyendo el ambien-
Rivera is longer than the interval between the 1974 The Classic Maya hiatus: te subacuático. El tema se consideró de suma
arrival of Cortés (1520) and the present (1985). a "rehearsal" for the importancia, tanto para la Arqueología como
Collapse? In, Mesoa.meri- para la Conservación, puesto que sólo con el
lmportant linguistic data, reviewcd by Fran-
can Archaeology: New conocimiento mutuo y el respeto de ambas
cisco de Asís Ligorred Perramón ("Los prime-
Approaches. Edited by N. pueden definirse en su momento preciso las ac-
ros contactos li ngüísticos de los españoles en
H a mmond. L on don: ciones de una y otra disciplina en la explora-
Yucatán : siglo XVI") and insights into cultural
Duckworth and Com- ción y el rescate arqueológicos.
systems such as presented by Andrés Ciudad
pany. Un problema que suele presentarse en casos
Ruiz ("El culto en los caseríos del área quiché:
como el de México, África, Sudamérica y otras
los camahuiles") and Flavio Rojas Lima ("La
regiones que cuentan con vastos territorios al
cofradía indígena, reducto cultural de los ma-
"In Sito", Conservación Arqueológi- despoblado donde se encuentran restos arque-
yas de Guatemala") help us to unders tand the
nature of Spanish interaction with the Maya
ca. ológicos que tienen urgente necesidad de trata-
miento, es el de no contar con los recursos eco-
during this importan! period (Eiías Zamora
El día 6 de abril en el salón Torres Bodet del nómicos y técnicos adecuados para llevar a ca-
Acosta, "Acción aculturadora y resistencia al
Museo Nacional de Antropología de la ciudad bo dichas labores de conservación, por lo que
cambio entre los mayas de Guatemala en el
de México, tuvo lugar la exposición temporal al arqueólogo se le ve frecuentemente instru-
siglo XVI") The papers of Pilar Sanchiz Ochoa
"Conservación Arqueologica In Si tu", que mentando medidas que resuelvan parcial y pro-
("La población indígena de Guatemala y Hon-
abría formalmente un ciclo de conferencias visionalmente el problema de la conservación
duras después de la conquista (siglo XVI): estu-
dio comparativo"), and Francisco de Solano y sobre el tema efectuado a lo largo de la semana del testimonio material. Derivado de lo ante-
que se iniciaba. rior se habló particularmente del patrimonio
Pérez-Lila (Fundación de ciudades españolas
Gracias a la iniciativa, la organización y el arqueológico de Argelia, problema presentado
en el área maya durante el siglo XVI") ob-
patrocinio del Ins tituto Nacional de por Malika Hacid, prehistoriadora, quien seña-
viously relate to this concern with the effects of
Antroplogía e Historia (INAH) y del Getty la tres principales problemas: la escasez de
culture contact. Also in this context, the late
Conservation Institute (GCI), se logró reunir a control en las vastas extensiones del desierto
addition of paper by William Fowler ("Pobla-
veinte expertos ponentes de todo el mundo con del Sahara, la integración de los problemas
ción de El Salvador al tiempo de la conquista")
el objetivo de presentar y analizar avances de socio-económicos de la comunidad, y la cola-
was very much appreciated.
las acciones en Conservación que necesa- boración del turismo y la población misma en
These are only a few of the papers which ma- riamente se llevan a cabo " In Situ", simultáne- la Conservación del testimonio material,
de this Mesa Redonda such an outstanding suc- amente a los trabajos de excavación arqueoló- problemas cuya solución implica en gran medi-
cess. Only limitations of space prevent me from gica. Aquéllos se ocuparon también de evaluar da que cada localidad forme, a partir de sus
elaborating on these and the many other fine las labores de que son responsables dichas ins ti- mismos habitantes, los conservadores perma-
papers presented . Since I cannot describe in de- tuciones, no tan sólo de la exploración arque- nentes del Patrimonio Cultural.
tail those that I have mentioned, nor list all that ológica, sino también de la Conservación, Res- Un factor de suma impotancia fue puesto en
I should like to note, I can only urge interested tauración, Preservación, Mantenimiento y Vi- evidencia: se trata del entorno, ambiente o con-
scholars and concerned students of the Maya lo gilancia. texto en el que circunscribe el testimonio mate-
await the publication of the en tire proceedings. Esta modalidad del trabajo de conservación rial. Este es un factor multicompuesto de agen-
Prof. Rivera may have these useful papers in en campo da una tónica distintiva tanto a las tes naturales y artificiales, tales como la flora,
print before the year is ended. acciones del arqueólogo como a las del conser- la fauna, el nivel freático, los movimientos de
vador. Su propósito ante esta perspectiva es la tierra, y los contenidos de hierros, sales, o
-si bien recabar la mayor cantidad de datos ácidos en la composición del suelo, asl como la
Marshall Joseph Becker, Ph. D. Anthropo- durante la excavación- también la conserva- actividad del hombre y la contaminación, fac-
logy. West Chester University of Pennsyl- ción simultánea del mismo testimonio material- tores que dal\an el bien cultual y "borran" no-
vania (Senior Fellow in Anthroplology) . que constituye el Patrimonio Cultural. Esta la- tablemente el dato arqueológico en forma
The University of Pennsylvania, 1985-1986 bor en conjunto se completa con tratamientos y más o menos definitiva. Aqul la labor en la
9S
"adecuación" varía desde provocar cambios en Mencionado el entorno o es pacio d onde los Juá rcL , 06600 i\lhico D.F., tel. 51 ~ - -e - JJ. te-
la vegetación, supresiones en la fauna y en algu- tes timonios materiales están inscritos, es me- lex 1772497 SET EJ i\ IE.
nas ocasiones alterar todo un sistema ecológico nester considerar la pi ntura mu ral, misma que
que a ciertos niveles constítuye una la bor además es tá invo lucrada con una est ructura a r- J uan Anlon io Silkr
complicada y costosa que debe ser constante q uitectó nica de la cual no puede prescind ir. De
rJara que sea realmente efectiva. En realidad y a aquí parte tal exigencia de su perma nencia y V Coloquio Nacional de Mu seos,
fin de cuentas el arqueólogo, el conservador, y conservación " In Situ " en tanto q ue su presen- 1986
el biólogo-químico han de esforzarse - más cia material como su fu nción son significa tivas
que por limitar y separa r los constituyentes del respecto a l co nj unto , y este signi ficado se vuel- El comité Nacional Mexicano del Co nscjll In-
medio- por hacerlos convivir a niveles que ga- ve am big uo si se le co nside ra aislada inclusive ternaciona l de Museos organizó el \' Coloquio
ranlicen la conservación del testimo nio cu ltu- de su contexto social e histórico. Nacional de 1\l useos, co n d tema ,·entra!: Los
ral. El tra bajo interdisci plinario del arq ueólogo y Museos y su Responsabilidad en la Cunsena-
Casos como el rescate y la conservación del el conservador en el caso de la conse rvac ión del ción del Patrimonio Cultural y Satura/. El
material textil del sitio arqueológico de P acat- estuco, ponencia presentada por Lucia no Ce- (vento se llevó a cabo del 18 al 21 de mayo del
namú , Perú, marcaron acciones de primeros dilla, se vio enriquecido con la labor de presente, en el 1\ luseo Regional de Anlropolo-
aux ilios durante la excavación y la instalac ión quí mi cos y biólogos qu e colaboraron reso lvien- gía "Carlos Pcl!i,·cr Cámara" del lnstiluto Na-
de un laboratorio " In Si tu", que satisficiera las do problemas particul ares en la búsq ueda de un ciona l de Cultura de T abasco, en Vi llahcr mo-
neces idades del tratamiento; o bien , hablar de resultado global: la co nservació n del sitio y la sa, Tabasco.
pieles arqueológicas, cuyo deterioro se ini cia en obtención de la in fo rmación a rqueó logica que La reunió n recogió las recomcndadoncs dd
el momento en que el a rqueólogo las descubre . revelara la identi dad de la sociedad que las pro- IV Coloquio Nacional de Muscos, celebrado en
Lo mismo sucede con objetos de h ueso y restos dujo. Ciudad Juárez, Ch ihuahua, en sq1tiembr,· de
óseos, que requieren para su preservación tra- El evento fue cla usu rado por el Dr . Floresca- 1985 .
tamientos como la consolidación "In Situ", en no, director d el Instit u to Nacio nal de Tun1 como objetivo principal el resallar la
el mo ment o de su rescate. Los materiales celu- Ant ropología e H istor ia . Ésta es, a grandes ras- gran importancia que reviste la co nsen adón
lósicos, al parecer, son los más vu lnerables a gos , la trayect o ria que reco rrimos a través de del patrimon io c ult ura l y natural y su reladón
camb ios violentos de microclima y ex igen una las con ferencias que fueron enriquecid a con las con la próxima X IV Con ferencia General del
atención inmediata al momento de su hallazgo. visitas respectivas a los sitos de Templo Mayor, Consejo Internacional de Museos, a celebrarse
En realidad, son el deterioro y las condi- T eotih uacán y Cacaxtla, que resultaron en la República de Argentina.
ciones en las que el material dado se encuentra ejemplos ilus trat ivos especialmen te para los
los que dan la pauta para la selección de las ac- ponentes visitantes, quienes confi rmaron la La temática tratada en la reunió n fu e la si-
ciones en conservación, acciones mismas q ue el oratoria con la realidad material de la Conser- guien te:
arqueólogo no debe ignorar o pasar por alto sino, vación Arqueo lógica en México.
por el contrario, debe solicitarlas dentro de su La conservac ión y su legislación .
proyecto de trabajo. Los materiales de origen María de Guadalupe Zepeda Mart ínez El rescate de los monumen tos históricos y
orgánico principalmente, son los que inician su su uso como museos.
deterioro en el momento de su rescate, como Primera Reunión Internacional de La conservación de los bie nes m uebles.
una respuesta a la búsqueda del equilibrio Arte Rupestre La conservación del pat rimo nio cultura l y
microclimático que los materiales necesitan pa- natural, un o bj etivo educat ivo del museo.
ra subsistir sin sufrir cambios notables de fo r- Seguridad y conservación .
ma o composición. Es aquí donde el conserva- La fo rmación de personal en el área de la
dor conoce el "qué" y el "cómo" hacer para conservación.
amortiguar tale; reacciones naturales . E l ar-
queólogo no suspende aquí su participación si- Pa ra mayor in fo r mación sobre las ponencias
no que a~i~te a las acciones del conservador, presentadas en las mesas de tra bajo, dirig irse al
consciente que dicha acción favorece la perma- Comi té Nacional Mexicano del ICO M , Museo
nencia del dato arqueológico del que es o bjeto de H istoria Natura l de la Ciudad de México,
su mismo proyecto . Ot ros ma teriales de origen Apartado postal 18-845, Delegació n Miguel
inorgánico que fueron objeto de ponencias co- H idalgo, 11 800, México, D. F.
mo la cerámica, la pin tura mu ral, los mu ros de
adobe y pied ra, los estucos, las escu lt uras en La P rimera Reunión Internaci onal de Art e J ua n Ant o nio Siller
piedra, etc., despenaron especial interés dada Rupest re, se ll evó a cabo en las Ciu dades de
la cantidad de materiales de esta na turaleza que G uerrero Negro y Sa n Ignacio, Raja Cali fo rn ia
actualment e son objeto de estudio. Sur, del 30 de a bril al 8 de mayo de 1986, bajo
Coloquio V. Gordon Childe
El restaurador Sergio Montero, en " La Con- los auspicios de la Fu ndación Nacional pa ra la
servación de la Pintura Mura l Arqueológica", P rotección de la Nat uraleza en P arqu e.s Natu-
la arqueológa P amela Frenchs en w exposic ión ra les, A .C. y el Servici o Educativo de T ur is mo El Instit uto de Investigacio nes Ant ropológi-
sobre los problemas de los m uros de lodo a nt e de los Estudia n tes y la J uvent ud de Méxiw , cas de la UNAM , o rga nizó el Coloquio sob re
el intemperismo, así como el problema de la A .C. Vere Gordo n C hi lde, el cual se llevó a cabo en
limpieza de los murales de Bo na mpa k a cargo Los te ma s q ue se tralaro n en la reu ni ón la C iu dad de Mi:xico , del 7 al 12 de ju lio del
de Agus tín Espinosa, seguidos de los trabajos fuero n : las G randes Áreas del A rte Rupestre, pre,e nte.
de Eduardo Matos y Lu isa Franco en Temp lo su Inventario , P ro tecc ión, Salvamento y Con- La inauguració n del coloquio fu e hecha po r
Mayor , Rubén Cabrera y Esperanza Teyssier servación . el Rector J orgc Carpizo y presid ida por la D ra.
en Teot ih uacán y Daniel Moli na con los m ura- La coor din ación del evento est uvo a ca rgo Mari Car men Serra, Di rectora de l II A de la
les de Cacaxt la, ponen de manifiesto los si- del Dr. H o racio Gallegos, presi dente del com i- UN AM .
guientes aspectos que, a pesar de haber sido de té organi zad or del F UNOPAN A .C., y del Las sesiones fueron con for madas con las si-
sarroll adm en modo pa rt icular y específico, P rof. Carlos Za razúa , Subdi rec to r de los Ser vi- guientes po nen cias:
confluyen en puntos com unes de su ma im por- cios Nacionales del SETEJ. Para mayo r infor-
tancia: maci ón , di rigirse a Hamburgo No . 273, C o l. Ses ión Genera l sobre V. G o rdon C hildc:

96
El papel de la tecnología en el pensamiento Sesión sobre domesticación de plantas: reunión deberán referirse a cada una de las es-
de V. Gordon Childe por Bruce G. Trigger; pecialidades, las que constituirán temas centra-
Presencia de Gordon Childe en la Evidencia arqueológica reciente sobre el ini- les: antropología física, antropología social,
arqueología mexicana. Julio César Olive; cio de la agricultura. C . Earle Smith Jr.; arqueología, lingOística , etnología y etnohisto-
La Revolución neolítica; la perspectiva de Procesos darwinianos de cambio en ria. Los aspectos bajo los cuales deberán enfo-
Gordon Childe medio siglo después. antropología: el ejemplo de la agricultura. carse cada uno de los temas son los siguientes:
Lamberg-Karlovsky. David Ridos; Fitolitos de plantas: un factor metodología, técnicas de investigación, docen-
probable en la domesticación de plantas y cia, trabajo de campo y gabinete, difusión,
Sesión sobre la revolución neolítica (surgimien- animales. Irwin Rovner; Sistemática racial antropología integral vs. especialización y pro-
to de la agricultura): y patrones de diversificación en el maíz me- yección al futuro o nuevos campos.
xicano. Bruce F. Benz; La domesticación de Las ponencias deberán presentar eva-
Las hipótesis de los oasis fluviales de Chil- Phaseolus. Lawrence Kaplan; Diferentes luaciones criticas de aquellos aspectos que sean
de. Evidencias recientes de Egipto y consi- interpretaciones en torno a la domestica- de interés, asl como de las proposiciones
deraciones teóricas. Fekri A. Hassan; Cam- ción de Phaseolus. Alfonso Delgado. concretas para sus proyecciones futuras. El in-
bio climático y los origenes de la agricultu- terés principal de la reunión será el de hacer
ra. Richard MacNeish ; En busca de la Re- Sesión general sobre indicadores de procesos una reflexión critica del campo profesional de
volución neolítica. Yoko Sugiura; Los orí- diversos: la antropología y evitando hacer historiales de
genes de la agricultura en el sureste asiático. acontecimientos.
Consideraciones surgidas de la excavación Transición de grupos cazadores-recolecto- El titulo de las ponencias deberá presentarse
de Khok Phanom Di. C.F.W. Higham. res a agrícolas incipientes en el sur de Jalis- a más tardar el 31 de diciembre de 1986. El Co-
co. Dolores Soto; La agricultura y la for- mité Organizador revisará las proposiciones y
Sesión sobre cambios sociales y surgimiento del mación del estado teotihuacano. Emily Mc- aceptará los trabajos que académicamente sean
Estado: Clung de Tapia; Perspectivas de colabora- convenientes. Para efectos del registro de las
ción entre Arqueología y Etnohistoria para ponencias deberán proporcionarse los siguien-
La evolución cultural: búsqueda de sus me- el conocimiento de la evolución de la agri- tes datos: titulo del trabajo , nombre del -o
canismos. Alberto Rex González; Intensifi- cultura mesoamericana. Teresa Rojas Ra- los- participante(s) y su afiliación institu-
cación y transición en el modo de produc- biela; Análisis de entierros y surgimiento cional, nombre, dirección y teléfono del -o
ción: implicaciones teóricas. Barbara P rice; del Estado. Mari Carmen Serra, Yoko Su- los- responsable(s) de la ponencia.
Teorías de cambio social en la prehistoria : giura y Guillermo Espinosa; El tributo una En próxima circular el Comité Organizador
una apreciación y algunas nuevas orienta- variable primordial en una sociedad hará saber: calendarización y cuotas de preins-
ciones. S. E . Van der Laeuw; Gordon Chil- compleja. Terry Stocker; La formación del cripción, calendarización de inscripción, for-
de y las revoluciones neolitica y urbana, se- Estado Acolhua. Eduardo Corona. matos para publicación de ponencias,
gún la evidencia andina. Luis Guillermo caractefisticas de los simposios temáticos, re-
Lumbreras; El papel de la concentración de Sesiones de síntesis y discusión: quisitos académicos para la expedición de
recursos en el Surgimiento del Estado. Ro- comprobantes de participación, locales y
bert Carneiro; Observaciones sobre el tér- Resumen y discusión final sobre la " Revo- fechas para los eventos. Para mayor informa-
mino teórico "Estado Arcaico". Manuel lución Neolítica" . ción, dirigirse al Comité Organizador de la XX
Gándara. Resumen y discusión final sobre la "Revo- Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de
lución Urbana" . Antropología, Apartado postal 105-259,
Sesión sobre la revolución urbana en el Cerca- La vida termina mejor cuando uno está 11580, México, D. F.
no Oriente: alegre y fuerte. José Antonio Pérez.
Juan Antonio Siller
Sentido común versus la teoría tradicional
Se hicieron visitas al Museo Nacional de
en la interpretación del desarrollo cultural
Antropología, Universidad Nacional Autóno-
del Cercano Oriente antiguo. James Mella-
ma de México y a las pirámides de Teotihua-
art; desarrollo cultural del Cercano Oriente
cá"n. Las sesiones se llevaron a cabo en el
antiguo. James Mellaart; El surgimiento de
Centro Interamericano (CIESS). La coordina-
la sociedad urbana y la formación del Esta-
ción general del evento estuvo a cargo de la Dra.
do: la organización del templo y del palacio UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
Linda Manzanilla, IIA UNAM .
como indicadores básicos en dichos proce- DE MÉXICO
sos. Linda Manzanilla; De nuevo la " Revo- Juan Antonio Siller
lución Urbana" de Mesopotamia. Hans J. RECTOR
Nissen; Urbanización en áreas perimesopo- Dr. Octavio Rivero Serrano
támicas: El Estado como empresa. El reino SECRETARIO GENERAL
de Mari. Jorge Silva Castillo. XX Mesa Redonda de la Sociedad Lic. Raúl Béjar Navarro
Mexicana de Antropología SECRETARIO GENERAL
Sesión sobre domesticación de animales: ADMINISTRATIVO
La Sociedad Mexicana de Antropología comu- C . P. Rodolfo Coeto Mota
Pastoreo temprano en el Sahara Oriental.
nica la celebración de su XX Mesa Redonda, SECRETARIO DE LA RECTORIA
Fred Wendorf y Angela Close; Evidencia
bajo el tema: Antropo/ogfa Mexicana: Proyec- Dr. Luis F. Aguilar Villanueva
del proceso de domesticación en Rock Art.
ción al Futuro. ABOGADO GENERAL
Karl Heinz Striedter; Domesticación y crla
Dicha reunión coincide con el quincuagési- Lic. Cuauhtémoc López Sánchez
temprana de animales en Europa Central,
Oriental y Meridional. Sandor Bokonyi; El mo aniversario de la Sociedad, y se llevará a ca- DIRECTOR DE LA FACULTAD DE
más antiguo sur: una revisión de la domesti- bo en la Ciudad de México, durante el mes de ARQUITECTURA
cación de los camélidos andinos . Jonathan octubre de 1987. Constará de una mesa redon- Arq . Ernesto Velasco León
da o sesión lineal, y del congreso con simposios JEFE DE LA DIVISIÓN DE ESTUDIOS
D. Kent; Episodios de domesticación de
temáticos y ponencias de tema libre. Las po- DE POSGRADO
f~\1~ en el área centro-sur andina. Lautaro
Nuftez. nencias presentadas ba]oel tema centr~ ~e la Miro.Xi~i~r c~r!f~ RocM

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