Trabajo de Peruana
Trabajo de Peruana
Trabajo de Peruana
De acuerdo con los datos disponibles, en los inicios del tercer milenio, los
pobladores de la costa norte basaban gran parte de su existencia en la
explotación de las lomas costeras, en la recolección de mariscos y en la pesca;
vivían en aldeas dispersas y de escasa población. Por factores que aún no están
claros, se advierte una reducción en el uso de las lomas, con una mayor
dependencia de los recursos marinos, lo cual permitió la aparición de aldeas de
mayor tamaño. Estas aldeas estuvieron asociadas a un consumo intensivo de
mariscos, con un apoyo menor en el de las plantas y animales de las lomas.
A partir de los trabajos pioneros de Junius B. Bird en Huaca Prieta, en 1946,
tenemos una nutrida información sobre establecimientos de esta época (3000 –
1800 a.C.) en la costa peruana. El rasgo general de la época es que hubo un
fuerte ascenso de la población, con profundos cambios en la organización y
capacidad productiva, debido sobre todo al incremento de productos agrícolas
en el consumo de alimentos y utensilios, aun entre los pobladores asociados a
los bancales de mariscos, al pie del mar. (Lumbreras, 2008:95).
Es así como surgió antecediendo a un nuevo periodo denominado periodo
formativo.
1. ASIA:
1.1. Antecedentes:
1.3. Arquitectura:
En el valle de Asia, se logró estudiar una aldea con chozas de junco que,
además, tenía un recinto rectangular (llamado “Unidad I”) que se presentaba
como un pequeño montículo de unos 15 metros de circunferencia y 1 metro de
alto. Esas construcciones estaban hechas con muretes hechos de barro, de los
que solo subsiste la base que alcanza hasta unos 80 cm de alto, aunque es
presumible que no llegaron a ser mucho más altos. Estas paredes encierran un
recinto rectangular de 12,5 metros de largo, con cuartos interiores y una entrada
al norte. Tiene tumbas en el subsuelo, como ocurre en los sitios de Chilca, y su
edad se sitúa a fines del segundo milenio, hacia 1300 a.C. (Lumbreras, 2008:
110)
Por otro lado se encontró una gran cantidad de paredes de adobe y piedras que
forma un doble rectángulo de 12.5 por 10 m, con pasadizos, patios, plataformas
y recintos. Rodeando la estructura se ha reportado una serie de hoyos de poste,
evidencias de casas de palos.
Los trabajos en la serranía peruana no han entregado muchos datos sobre
evidencias domésticas, pero si notable información sobre secuencia
arquitectónica (Flores ,2006:37).
2.1. Antecedentes:
2.3. Arquitectura:
Es un complejo arquitectónico que cubrió entre 50 y 60 hectáreas, con cuartos
aglutinados y algunos recintos de carácter público. Las construcciones son de
piedras de campo unidas con barro y con los paramentos cubiertos con barro
enlucido. En algunos muros, se advierten unos sencillos trazos incisos en el
estuco, a modo de “grafiti”, que forman figuras no definidas (Lumbreras,
2008:109-110).
El complejo presenta una serie de montículos, de los cuales los de mayor tamaño
configuran una disposición de planta en “U”. Esta conformación en “ U” , de la
que el Paraíso seria el antecedente más temprano en la costa central , es aún
algo irregular , en parte quizá por el amoldamiento del sitio al relieve de los cerros
, a partir de cuyas estribaciones se proyectan hacia el Noroeste los dos grandes
brazos laterales , de esta manera , el lado norte del complejo , queda abierto
hacia el valle , mientras que hacia el Sur se encuentra al pie de los cerros las
estructuras de los templos que debieron desempeñar un rol central dentro de
esta forma de planeamiento . Los dos grandes brazos encierran una enorme
plaza rectangular que habría alcanzado una extensión de más de 500 m en su
eje Noroeste –Suroeste y unos 170 m de ancho. Estos montículos podrían estar
entre las edificaciones más extensas del periodo, en especial el brazo derecho,
que mide más de 500 m de largo por unos 150 m en su parte más ancha, aunque
la altura sea de tan solo unos 3 m (Canziani ,1949:78).
En el interior del complejo en “U”, es decir en el lado cerrado de la plaza, se
encuentra un montículo cuadrangular de unos 60 m de lado, ligeramente
desplazado hacia el este con relación al eje de la plaza. Si bien no ha sido
excavada esta edificación revela la presencia de recintos definidos por muros
(Canziani ,1949:78).
3. LA PALOMA:
3.1. Antecedentes:
3.3. Arquitectura:
4. BUENA VISTA:
4.1. Antecedentes:
4.3. Arquitectura:
En Buena Vista se han registrado un total de tres edificios consistentes en
conjuntos rectangulares construidos sobre plataformas bajas, que están
divididos, en su interior en una antesala y un reciento central.
Los recintos centrales suelen ser significativamente más largos que anchos y en
uno de ellos, se incluye un recinto semisubterraneo, con nichos en las paredes,
definidos como ofrenda torios.
Los conjuntos se complementan con elementos figurativos; en un caso, los frisos
en las paredes de un zorro y, en el otro, un componente libre modelado en forma
de un gran rostro antropomorfo flanqueado por dos figuras de animales. Un
tercer conjunto se encuentra hacia el este de los mencionados (Vega Centeno,
2017: 98-99).
4.3.1. Montículo I:
El primero constituye una estructura especial, la Pirámide de los Extremos
Lunares, y es llamada así por su probable asociación con las paradas lunares.
Asimismo, en ella existe un mural con la representación de un zorro en la
entrada, un animal que también se asocia con el culto de este astro nocturno
(Adkins y Benfer e.p.). Se encuentra sobre una construcción de 11 metros de
altura, que tiene escaleras múltiples sobrepuestas y plataformas bordeadas por
muros con nichos, decorados a veces con ventanas, algo que puede haber
motivado el nombre de Los Frisos que se le da al edificio. Se excavaron tres
muros en el lado norte de la escalera central, mientras que, en el lado sur, se
hizo un pozo de prueba y se encontraron los nichos esperados en el muro
superior. Es probable que los muros inferiores sean también simétricos y que se
encuentren a ambos lados de la escalera (Benfer,2004:62 - 63).
Según informantes locales, una porción significativa de la sección del lado norte
de la escalera central fue removida por huaqueo con el fin de rellenar el camino,
pero, afortunadamente, la porción del sur se conserva para futuras
investigaciones. La altura de 11 metros fue calculada por medio de la
observación del terreno rocoso sobre el que descansa el edificio en comparación
con el que se encuentra en la quebrada, que parece ser similar. Un pozo de
prueba de 3 metros, ubicado en la parte baja al norte de las paredes con nichos,
no alcanzó la superficie de la colina. Es posible que aún queden 7 metros bajo
el suelo de la estructura en la cumbre de la pirámide, a la que se nombró como
el Templo del Zorro (Benfer,2004:65).
Ofrendas:
En el centro de la estructura se halló un fogón. Todo este templo había sido
cubierto por shicras con abundantes mazorcas de maíz, pero sin presencia de
fragmentos de cerámica En un nicho del lado sureste del templo se halló una
ofrenda de maíz detrás de un núcleo grande con numerosas lascas que fueron
colocadas allí probablemente en el momento del entierro del edificio. El fechado
radiocarbónico de una mazorca de maíz indica que su contexto no era del
Periodo Pre cerámico (UGAMS 3130, 460 ± 25 ap.), y tampoco parece ser de
una antigua variedad pequeña de maíz, un aspecto importante para tomar en
cuenta debido a la hipótesis de Bonavia de la existencia de esta gramínea en
periodos pre cerámicos (Bonavia y Grobman 2007). Debajo del piso del templo
se encontró otra, que fue colocada bajo los muros del piso hacia el que
descendía la escalera. Debido a su obvio parecido a la cámara de ofrendas del
complejo “El Paraíso”, los autores lo denominaron el Templo del Paraíso del
Valle (Benfer 2004:76)
5. ÁSPERO:
5.1. Antecedentes:
5.3. Arquitectura:
Cronológicamente, los edificios principales estarían ubicados entre los años
3000 – 2500 a.C. aproximadamente. Se realizaron dataciones radio carbónica
en dos edificios: Huaca de los Sacrificios y Huaca de los Ídolos, obteniendo
fechados de 2800 y 2600 a.C. respectivamente (Guzmán 2016 :58).
6. CARAL:
6.1. Antecedentes:
Ruth Shady (1997, 2000:13–48, Shady y Leyva 2003, Shady 2006, 2014), que
dirige el equipo “Zona Arqueológica Caral”3 está investigando desde hace ya
más de dos décadas el sitio de Caral, ubicado en el valle de Supe, al norte de
Lima. Ha sido denominado como “ciudad sagrada” y, según los fechados radio
carbónicos sería uno de los asentamientos de mayor complejidad y antigüedad
de América (2800 a.C.). Además, Shady indica que sería el núcleo donde se
habría dado la primera conformación del “Estado” (Guzmán 2016:49)
Festividades Religiosas:
En la ciudad de Caral se realizaban, de manera periódica, reuniones que
involucraban una serie de actividades en las que se interrelacionaban intereses
religiosos, económicos y sociales. Las autoridades los conjugaban y, de este
modo, potenciaban los resultados en los ámbitos respectivos. Siempre en
relación con un calendario de festividades, las poblaciones reunidas instalaban
tiendas para el intercambio de productos y convocaban a una fuerza de trabajo
que era organizada para la ejecución de obras en beneficio del Estado y de la
misma colectividad, como las remodelaciones arquitectónicas en los Edificios
públicos o la excavación y mantenimiento de los canales de riego. Con la faena
y después de ella, los trabajadores y asistentes participaban en la celebración
de una ceremonia religiosa que incluía ritos, Consumo de alimentos y bebidas,
música y danza. (Shady 2006:79).
De ese modo, los pobladores acudían motivados porque recibían beneficios
múltiples: compartían la ejecución de obras públicas, de usufructo colectivo pero
también personal, podían adquirir productos y bienes, cumplían con los dioses y
sus autoridades, festejaban y liberaban tensiones.
Al promover y organizar estas actividades, el Estado lograba beneficios para sí
y su población y fortalecía la identidad cultural y la cohesión social. En las ferias,
las tiendas eran instaladas en el espacio central de la mitad alta, así como en los
espacios circunscritos por los edificios públicos (shady 2006:79)
Actividades de subsistencia:
Si bien las actividades de pesca con redes y la agricultura irrigada por canales
generaron excedentes productivos y las poblaciones mantuvieron un intercambio
permanente con acceso a bienes y a experiencias variadas que fomentaron la
producción de conocimientos, potenciaron el desarrollo tecnológico y crearon
las condiciones para mejores posibilidades de vida, no hubo, sin embargo, una
distribución equitativa ni acceso similar a los beneficios logrados en el ámbito
social. Las nuevas condiciones sustentaron la preeminencia de una elite y la
formación de estratos sociales jerarquizados con una desigual distribución de la
productividad social entre ellos (Shady 2006:79 - 80)
En Caral, las diferencias sociales internas se reflejan en la calidad de vida y en
la nutrición de los habitantes. Pescados grandes, anchovetas, moluscos y carne
de venado llegaron con frecuencia a la mesa de las autoridades y funcionarios.
En cambio, los integrantes del estrato bajo habrían comido, de preferencia,
Carbohidratos, como lo revela el esqueleto de un individuo de sexo masculino
de 23 años, sacrificado en Caral. Su columna correspondía a la de un individuo
de 60 años, mostraba signos de anemia crónica y los huesos de los pies estaban
casi destrozados, posiblemente debido al esfuerzo físico que se le había exigido
durante su vida (Shady 2007: 38-39).
En esa época no se utilizaban animales de carga, y el traslado de bienes a la
sierra y la selva andina se hacía por medio del esfuerzo humano. Estos datos
indican que, aunque había producción agrícola variada y se intercambiaba el
excedente por pescado y moluscos, no todos los componentes de la sociedad
tenían acceso a una dieta alimenticia nutritiva que combinara los carbohidratos
con las proteínas (Shady 2006:80).
7. BANDURRIA:
7.1. Antecedentes:
El sitio arqueológico de Bandurria fue descubierto por el ingeniero Domingo
Torero en 1973, a raíz de la destrucción de una parte de su lado oriental por las
aguas de la irrigación Santa Rosa. Fue él quien llamó la atención de las
autoridades sobre la irrupción de las aguas, y rescató material arqueológico con
la ayuda de pobladores y estudiantes de la universidad de Huacho (Chu Barrera
2008:48).
Ese mismo año, por la evidencia arqueológica descubierta, la doctora Rosa Fung
fue llamada a Bandurria. En sus posteriores excavaciones arqueológicas,
realizadas en 1977, Fung (1988: 78) definió al sitio como una aldea compuesta
por pequeñas estructuras de piedra y un pequeño montículo de probable función
ceremonial, ubicado en el extremo suroeste del sitio. En sus trabajos limpió
parcialmente ese último sector, y encontró que las estructuras pertenecían a la
ocupación final del sitio. De sus trabajos en el sitio arqueológico, Fung solo ha
presentado pequeñas referencias dispersas en artículos de investigación (p. e.
Fung 1988, 1991, 1999, 2004). Según lo publicado, Fung identificó en Bandurria
dos claras ocupaciones precerámicas. La primera ocupación tiene fechado radio
carbónico que llegan hasta 4,530±80 A. P. en la base, hasta 4,300±90 A. P. en
el denominado nivel 3. Ella afirma que esta ocupación es idéntica a la encontrada
en el sitio de Río Seco, aunque hay algunas discrepancias en los fechados,
yaque los de ese sitio son posteriores (el más antiguo no supera los
3,800±100AP.) (Chu barrera. 2008 :49 - 50).
7.3. Arquitectura:
En el sector B, la diferenciación de los rasgos arquitectónicos, así como las
técnicas constructivas y material de construcción difieren en su totalidad de lo
observado en el área local, de ello se observa la utilización de grandes adobes
rectangulares, de medidas, (50 x 24 x 17 cm), todas unidas con argamasa de
barro, algunas llevan consigo conchas molidas posiblemente para darle más
consistencia al mortero (Vergara 2017:51).
En esta área administrativa, es aproximadamente 3000 metros cuadrados,
orientado de sureste a noreste se observan pequeños recintos en su interior de
forma rectangular que podrían tratarse de almacenes o depósitos con acceso
restringido , el material constructivo que fue utilizado para la elaboración de
dichos recintos , está conformado por base de piedras trabajadas , unidas con
argamasa de barro de medidas variadas , entre 40 x 20 x 15 cm y de 35 x 17
x12 cm ; y muros de adobes grandes también de medidas variadas donde se
estaría llevando a cabo el control de la producción ; estos recintos tienen una
medida aproximada de 4x3x2 metros , probablemente estos recintos servirían
para la estadía del administrador (Vergara 2017 :51)
Muy aparte de los recintos podamos ver también patios grandes, de formas
rectangulares además de vanos acceso y hornacinas, desde luego el sector b se
caracteriza por la base de piedra, muros de adobe rectangular de gran tamaño
esto corresponde a la arquitectura de origen inca (Vergara 2017:52).
Se trata en todo caso, aparte de la zona residencial (al sur del asentamiento), de
una extensa zona ceremonial (sector norte), con la presencia de una decena de
edificios de plataformas de carácter ceremonial, cuya organización aun es difícil
de percibir, aunque podría corresponder a un tipo aleatorio semicircular. Chu
(2006: 95) presenta el plano donde se señalan 10 “montículos” o edificios.
Destacan sobre todo los “montículos 1 y 2”, dos edificios —que son en los que
se han realizado trabajos de conservación— ubicados hacia el sector central, y
organizados uno al costado del otro a través del eje este-oeste predominante.
(Guzmán 2016 :64)
8. CABALLETE:
8.1. Antecedentes:
En la Temporada 2004 el Proyecto Arqueológico Norte Chico focalizó su interés
en el sitio de Caballete, localizado en la sección inferior del valle de Fortaleza.
Este sitio fue ubicado y registrado en primer lugar por Rafael Vega-Centeno
(2000) y posteriormente por el equipo del PANC el año 2003 (Hass y perales
2004: 5).
8.3. Arquitectura:
La totalidad de la superficie del montículo está cubierta por tierra beige grisácea
de textura fina mezclada con arena, además de innumerables trozos medianos
de piedra canteada que al parecer proceden de los eventos de colapso de las
estructuras que allí existían. Entre los materiales arqueológicos asociados en
superficie destacan básicamente unos cuantos fragmentos de valvas de
moluscos. La cima del montículo presenta claramente un atrio hundido que mira
hacia la plaza circular de huancas, así como dos amplias plataformas en los
extremos del montículo donde a su vez se observan alineamientos de piedra que
constituyen las bases de estructuras rectangulares que sobre ellas fueron
levantadas. Es importante destacar el gran tamaño de los bloques de piedra que
delimitan la base del montículo, principalmente por el lado sur que mira hacia el
valle, muchas de las cuales presentan caras planas pulidas (Hass y perales
2004:10).
SECTOR B:
Se ubica en el extremo noroeste del sitio y está conformado por un montículo de
planta cuadrangular en cuyo frente (lado oriental) existe una plataforma también
cuadrangular con una plaza circular hundida en su interior. La base del montículo
cuenta con 57 metros de largo por 52 metros de ancho, en tanto que su altura
máxima es de 8 metros. La plataforma que contiene la plaza circular hundida
mide 35 metros por 33 metros de lado mientras que la plaza propiamente dicha
presenta 22 metros de diámetro (Hass y perales 2004 : 10 - 11).
En la actualidad la superficie del montículo está cubierta por tierra de textura fina
mezclada con arena de origen eólico, además de fragmentos medianos de piedra
canteada y una regular cantidad de fragmentos de valvas de moluscos. Hacia la
esquina norte de la parte superior del montículo hoy podemos observar tres
pozos de huaqueo en los cuales se aprecian de forma bastante clara varias
capas con basura arqueológica compuesta por cenizas, gran cantidad de valvas
de moluscos, vegetales, carbón, así como también algunos segmentos de muros
levantados con piedra canteada y barro. Solamente en uno de los pozos se
registraron bolsas de shicra. (Hass y perales 2004 :11).
SECTOR C:
Éste se ubica en el lado occidental del complejo y consiste en un montículo de
planta cuadrangular, cuyos lados miden 36 metros por 34 metros, presentando
una altura aproximada de 5 metros. Como en los casos anteriores en la
actualidad su superficie está cubierta por tierra fina suelta mezclada con arena
eólica, además de bloques medianos de piedra canteada procedente del lugar,
aunque en esta ocasión éstos se presentan en menor cantidad. Entre los restos
arqueológicos asociados a nivel de superficie tenemos fundamentalmente una
poca cantidad de fragmentos de valvas de moluscos. (Hass y perales 2004:11).
SECTOR E:
Se ubica en el extremo sur del sitio, muy cerca del borde del fondo aluvial de la
quebrada sobre la que se construyó todo el complejo. Se trata de dos montículos
de planta rectangular, el mayor de los cuales mide 69 metros de largo por 50
metros de ancho, con una altura máxima aproximada de unos 8 metros, en tanto
que las dimensiones del menor, localizado a unos 56 metros al noreste del
anterior, son de 53 metros de largo, 37 metros de ancho y 5 metros de altura. La
cima del montículo mayor presenta claramente un atrio rectangular hundido
flanqueado igualmente por dos plataformas elevadas hacia sus costados, las
cuales también están cubiertas por una gran cantidad de bloques medianos de
piedras angulares canteadas con caras planas que procederían del colapso de
estructuras que allí fueron edificadas (Hass y perales 2004 :13).
SECTOR F:
Se ubica en la parte suroeste del sitio, a espaldas de los sectores a y e,
prácticamente entre éstos y el borde mismo del depósito geológico aluvial que
forma el fondo de la quebrada la empedrada en su desembocadura hacia el valle
(Hass y perales 2004:13).
Este sector, carente de montículos, está delimitado por un ancho muro de
piedras canteadas asentadas en argamasa de barro (1 metro de espesor
promedio) que corre de manera sinuosa de este a oeste, casi en el mismo borde
del aludido depósito aluvial que forma el fondo de la quebrada (Hass y perales
2004:14).
Esta parte del sitio ha sido profundamente disturbada por la intensa actividad de
huaqueo que allí se dio lugar, razón por la cual hoy en día podemos observar en
superficie una significativa cantidad de osamentas humanas además de restos
muy deteriorados de textiles, cerámica y algunos mates que evidentemente
corresponden a entierros tardíos saqueados, situación parecida a la observada
en el lado norte del Sector E. Sin embargo, algunos pozos de huaqueo han
dejado expuestos perfiles interesantes donde se aprecian restos de muros de
piedra y barro con enlucidos también de barro pero con un gran contenido de
fibra vegetal, asociados en algunos casos a apisonados y depósitos de basura y
ceniza que sugieren la presencia de evidencias de actividades de carácter
residencial (Hass y perales 2004:14).
8.4. Organización Del Espacio:
Entender la organización zonal del valle de fortaleza sobre las bases de los sitos
identificados. En efecto, al tratarse de sitios con arquitectura monumental,
estamos ante escenarios para actividades públicas, es decir ante un segmento
limitado de las actividades sociales de los pobladores de la zona, si estamos
hablando de espacios públicos es razonable considerarles como centros de
actividades de diversa índole, es común considerarlos como espacios de
actividades ceremoniales, que congregan que congregan a grupos humanos por
encima del ámbito doméstico (Lafosse y vega 2004:45)
9. LAS HALDAS:
9.1. Antecedentes:
Fue estudiado desde la década de 1950 por Engel (1970) y Lanning (1967), y
posteriormente se realizaron excavaciones a cargo de Engel en 1957, Fung entre
los años 1957, 1958 y 1965, Grieder en 1967, la expedición japonesa en 1958 y
1969, y los Pozorski en 1980 (Pozorski, Shelia y Thomas Pozorski 2011: 29-31).
Ellos han determinado que existen diferentes ocupaciones que van
aproximadamente desde el año 3000 a.C. al 1000 a.C. y otras más tardías que
estarían llegando hasta el 200 a.C.
El sitio de las Haldas fue considerado por mucho tiempo el “sitio tipo” de la costa
norcentral con arquitectura temprana perteneciente a lo que llaman período pre
cerámico y al período inicial (Engel 1970, Lanning 1967, Fung 1969); pero se ha
demostrado que la mayor parte de sus edificaciones colosales corresponde al
Formativo Tardío (1200-800 a.C.) (Matsuzawa 1978; Grieder 1975); aunque
existe aún una profunda ocupación pre cerámica advertida por Rosa Fung
(1969), que desafortunadamente no se ha llegado a conocer convenientemente.
(Flores 2006 :34)
Según los datos actuales, el Periodo Haldas se inicia después del abandono de
Sechín Bajo, 1500/1470 a.C., lo que coincide con los ensayos más antiguos
para el Haldas Punteado dentro de la serie algo confusa de mediciones
publicadas para Sechín Alto . La fecha inicial de 1400 a.C., propuesta por T. G.
Pozorski y S. G. Pozorski, se mantiene aquí, aunque quizá sea algo tardía.
Alrededor de 1300 a.C. En Cerro Sechín volvieron a construirse edificios de un
patrón arquitectónico diferente al anterior. El conjunto cerámico asociado incluye
fragmentos del tipo Haldas Punteado. Una muestra del sitio de Bahía Seca,UGa-
6021, arrojó el resultado de 1260-1160 a.C. para la ocupación del Periodo
Haldas. La fecha terminal es aún incierta.
En el mismo sitio de Las Haldas, la ocupación calificada de postmonumental,
asociada con nuevos tipos cerámicos, empezó alrededor de 1000 a.C. y hasta
más tarde. Por otra parte, la botella con decoración de tipo Haldas Punteado
(Escarificado) de Huambacho (Nepeña) difícilmente puede fecharse con
anterioridad al siglo VIII a.C. (Bishof 2009 :29)
9.3. La arquitectura:
En Casma, a unos pocos kilómetros al sur del límite actual del valle, se halla uno
de los sitios espectaculares de la época, en la caleta de Las Aldas. Este sitio
contiene un vasto complejo de construcciones, correspondientes a edificios de
función pública: uno de ellos asume una forma piramidal, al estar formado por
hasta siete plataformas, las cuales fueron levantadas cubriendo una colina
natural. Las casas aquí no eran subterráneas y estaban encima de las rocas, con
paredes lo suficientemente fuertes como para sostenerse sin ayuda de los
desechos que actualmente las cubren.
Sin embargo, la obra más importante en este lugar es del milenio posterior,
cuando ya se conocía la cerámica, entre 1800 y 1200 a.C. (Lumbreras 2008 :104
– 105).
A ambos lados de todo este conjunto rectangular se ubican una serie de otros
edificios de menos magnitud, característicos los del lado derecho (este) por
presentar diferentes ángulos en su trazo y estar más o menos dispersos,
mientras que los del lado opuesto, a la izquierda (oeste) son algunos pequeños
edificios con cierta densidad constructiva y mayor regularidad en su trazo
ortogonal. En este sector se ubica además un pequeño edificio circular, que
estaría relacionado hacia otro pequeño edificio de plataformas superpuestas
paralelo al mismo eje principal (Guzmán 2016 :45)
Algo más, desde el extremo oeste de este sector existe una comunicación con
el acantilado natural, y en un sector se encuentra una escalera que descendería
hacia el litoral, lo cual evidencia su relación no sólo funcional sino simbólica entre
el edificio y el mar. Se ha observado además un sector del borde del acantilado
que parece ser un corte artificial que presenta una dirección solsticial Desde los
recintos ubicados en el edificio principal es posible establecer un alineamiento
especial, definido por el muro del frente suroeste, cuya dirección marca el ángulo
de 23°, por lo que se podría deducir su importancia en la observación de los
solsticios: el amanecer del solsticio de verano (22 de diciembre) y el atardecer
del solsticio de invierno (22 de junio). Otro aspecto interesante, es sin lugar a
dudas la relación con el paisaje hacia el extremo noreste donde están los cerros.
A primera vista parece no existir un predominio de alguno de ellos, sin embargo,
en el eje señalado se observa que los cerros de los costados van
desapareciendo, quedando de manera singular, más o menos al medio, uno más
pequeño, que sería el punto de referencia del eje espacial que conecta
visualmente con los recintos de la plataforma superior (Guzmán 2016:45).
Es muy escasa la arquitectura del Periodo Haldas confirmada como tal por datos
cerámico-estratigráficos .En Sechín Alto se levantó un edificio con planta en «U»,
de 11 ambientes y un horno central, sobre la cima previamente aplanada del ala
norte de la plataforma central. El edificio, rodeado por un muro grueso, es
accesible desde el atrio central superior por medio de una escalera que hace
resaltar su posición apartada. Al sureste de las plazas mayores, se construyeron
otros dos edificios similares, pero más pequeños de tres y seis ambientes,
respectivamente, dentro de un recinto amurallado, junto a una plataforma central
asociada, por su parte, con una pequeña plaza circular y un horno ventilado En
Taukachi/Konkán, la cerámica de tipo Haldas Punteado se encuentra sobre la
Plataforma de las Columnas y, probablemente, aún sobre otras construcciones,
pero no se llegaron a identificar modificaciones arquitectónicas coetáneas, ni
tampoco edificios nuevos (Bishof 2009 :29).
Una tercera parte de los ensayos radio carbónicos en Pampa de las Llamas
señala un uso prolongado, hasta bien entrado el Periodo Haldas. Se desconoce
si algunos de estos ensayos acaso estén asociados con cerámica tipo Laguna
del Periodo Moxeke. La presencia de los tipos cerámicos Punteado Fino,
Punteado Zonificado e Inciso en los contextos fechados, en cambio, confirmaría
una ocupación del sitio, o algunos de sus sectores, durante el Periodo Haldas.
Un cuadro detallado de la distribución local de los distintos tipos cerámicos
dentro del sitio ayudaría mucho a esclarecer el panorama. (Bishof 2009 :29)
10.1. Antecedentes:
Las Salinas de Chao es un sitio localizado al sur –oeste del valle de Chao y al
pie del flanco norte del cerro Coscomba. El asentamiento se ubica en una zona
desértica asociada a una antigua playa fósil, cuya presencia durante la
ocupación del sitio explicaría su relación con la explotación de los recursos
marinos allí presentes (Canziani 1949:69).
10.3. Arquitectura:
los pozos circulares no aparecen aislados en el asentamiento, sino asociados a
una serie de templetes y a una densa trama de estructuras de aparente carácter
habitacional (Alva 1986 citado por canziani 1949 :70).
Sin embargo, el trabajo más importante en Las Salinas fue llevado acabo por
Walter Alva (1978, 1985). El sitio tiene 8 hectáreas y representa un extenso
complejo arquitectónico dividido en diez unidades, las que revelaron una
superposición de edificaciones, de usos ceremoniales y domésticos, que no
se mostraban asociadas a cerámica. Son dos las áreas rituales principales. La
unidad A comprende una muralla delantera y tres edificaciones (un templete
adosado al cerro, un patio circular hundido y un edificio rectangular). La unidad
B está formada por una sucesión de plataformas reclinadas al cerro y presididas
de una gran plaza rectangular (Alva 1985: 56-62). Pero también hubieron
evidencias habitacionales como restos de comida incinerada, en las plataformas
menores, adosadas al cerro (unidades C, D, E y G), y algunas casas bien
elaborados asociadas a áreas rituales como en las unidades C y J. Finalmente
la presencia de depresiones y residuos existentes en los exteriores del sitio
sugirieron la existencia de viviendas simples construidas con material
perecedero, indicadores de una población estable civil (Alva 1985: 72, 92).
(Flores 2006:33).
En el sitio Alto Salaverry localizado en el extremo sur este del valle de Moche y
a unos 3 km de punta Salaverry y del mar (canziani 1949:68).
11.2. Arquitectura:
Cerca del valle de Moche, entre Chicama y Virú, se halla un sitio conocido
como “Alto Salaverry”, que muestra una aldea más o menos compleja, con
construcciones mayoritariamente domésticas, semisubterráneas como las de
Huaca Prieta y Cerro Prieto, simples y sin orden aparente, que están junto a
obras que podríamos considerar públicas o comunales. Estas últimas aparecen
como unos complejos rectangulares que sugieren haber tenido una función
comunera o supra doméstica, y que combinan recintos con plataformas y
tumbas. Se trata de edificaciones de mejor elaboración arquitectónica de las
supuestas unidades domésticas y se percibe claramente que su ubicación y
construcción implicaron una cierta planificación (Lumbreras 2008:103).
12.1. Antecedentes:
Huaca Prieta es una colina de unos 12 metros de altura, formada por capas
acumuladas de basura sobre los restos de edificios abandonados por sus
sucesivos ocupantes. Está al borde de un viejo lecho del río Chicama, en las
costas al norte de Trujillo, a más o menos unos 4 kilómetros del lecho actual del
río y cerca de una pequeña caleta de pescadores que es conocida con el nombre
de “El Brujo”. Una playa de formación moderna separa el montículo del mar. Se
trata de una zona aparentemente difícil para la pesca, con la playa llena de ripio,
un mar ligeramente movido y sin abrigos naturales para la protección contra los
vientos (Lumbreras 2008:100).
Cronología:
Huaca Prieta, según los registros arqueológicos, tuvo una larga ocupación
Pre cerámica, desde el tercer milenio hasta los finales del segundo milenio, es
decir entre 3000 y 1200 a.C. aproximadamente. Son dos mil años de vigencia.
De acuerdo con la evaluación crítica realizada por Hyslop, si bien no se
aprecian cambios drásticos en la larga secuencia temporal del sitio, es posible
registrar algunos que pueden ser significativos (Lumbreras 2008 :100)
12.3. Arquitectura:
En sus excavaciones, Bird encontró una arquitectura de piedras redondas que
formaban muros adheridos a la basura para dar lugar a pequeñas casas, de
planta oval o cuadrangular, semisubterráneas. Estas casas parecen haber
estado, además, en relación con un gran muro de sostén que aún es visible. Las
habitaciones estaban distribuidas sin plan alguno, con pequeñas entradas y
escalones para comunicarse con la superficie.
Las casas llegan a tener una profundidad de hasta 1,60 metros. Los techos
parecen haber sido mayoritariamente sostenidos con vigas de madera,
dispuestas de modo similar a una “barbacoa”. Estas construcciones ocupan solo
la parte superior de la colina, lo cual indica que durante el tercer milenio se fue
desarrollando lentamente la tecnología de la construcción en esta zona.
(Lumbreras 2008 :101)
Constituye un montículo de aproximadamente 125 metros de largo por 50 metros
de ancho y 12 metros de altura, que sería producto de la sucesiva y prolongada
acumulación de desechos por partes ocupantes a lo largo de los sitios. En el
perímetro del montículo, las excavaciones arqueológicas revelaron la existencia
de grandes muros de contención de cantos rodados, construidos en las etapas
sucesivas. Sobre la cima se hallaron estructuras semisubterraneas, compuestas
por uno o dos pequeños recintos, que fueron identificados como viviendas y que
posteriormente habrían sido utilizadas para una función funeraria
(Canziani1949:66).
en un trabajo anterior se mencionó que los grandes muros registrados en las
excavaciones de huaca prieta posiblemente fueron construidos con la
participación de sus pobladores y que se podía suponer que estos ya
correspondían a algún tipo de arquitectura pública, más aun cuando se los ligaba
a los hallazgos que presentan una decoración y tratamientos extraordinarios
(Canziani 1949 :67).
Allí se establece la población por más de milenio y medio, a partir de 2450 a.C.
Los depósitos arqueológicos correspondientes a este período muestran una
fuerte dependencia alimentaria del recurso de mar. Las aves marinas son un
componente abundante (33%), especialmente cormorán, al lado de moluscos,
pescados, mamíferos, cangrejos, algunos erizos, tortugas de mar y aves de
pantanos. Cabe señalar que hay, asimismo, numerosos restos de vegetales,
algunos de ellos cultivados: pallar, cucúrbita, ají, mate, algodón; otros, quizá
todavía silvestres: achira, lúcuma, guayaba, ciruela del fraile o cansaboca,
sapote (Shady 1993:104 - 105).
Costa norte peruana, otro grupo se asienta en la zona del litoral. El lugar se
encuentra a 4 o 6 m. del nivel del mar, a 3.5 km. de la boca del río Chicarna y a
unos 20 km. de las estribaciones andinas. Si bien está en la playa, tiene en sus
inmediaciones tierras pantanosas. Allí se establece la población por más de
milenio y medio, a partir de 2450 a.C.(2) Los depósitos arqueológicos
correspondientes a este período muestran una fuerte dependencia alimentaria
del recurso de mar. Las aves marinas son un componente abundante (33%),
especialmente cormorán, al lado de moluscos, pescados, mamíferos, cangrejos,
algunos erizos, tortugas de mar y aves de pantanos .Cabe señalar que hay,
asimismo, numerosos restos de vegetales, algunos de ellos cultivados: pallar,
cucúrbita, ají, mate, algodón; otros, quizá todavía silvestres: achira, lúcuma,
guayaba, ciruela del fraile o cansaboca, sapote (Shady. 1993:105).
Fases:
Fase V:
Fase VI:
Esta fase es la más antigua, ya se hallan todos los componentes diagnósticos
de la época; pero faltan unas casas características de los períodos más tardíos
y solo aparecen signos de uso doméstico en determinados espacios, como si
se tratara de campamentos. Parece, además, que la importancia de la pesca
era muy grande, según se infiere de la abundancia de redes de pesca, anzuelos
Y huesos de pescado que hay en los depósitos (Lumbreras 2008 :100).
Fase III:
En la fase III que se estima próxima al año 2000 a.C., es decir, ya finalizado el
tercer milenio, es una época de cambios mucho mayores, en varios aspectos,
pero especialmente en los tejidos. La producción textil aumentó y técnicamente
se hizo más variada, aun cuando disminuyeron y se simplificaron los tejidos y los
mates decorados (Lumbreras 2008:101)
Fase II:
En la fase II, en pleno segundo milenio, esta tendencia continuó, pero se advierte
un desplazamiento del consumo de los peces por el de los mariscos, lo que se
acompaña de un mayor número de artefactos hechos de conchas. La fase se
caracteriza por una mayor simplificación de la decoración textil, que no muestra
ya diseños figurativos. Más tarde, aparece la cerámica, dentro de un contexto
económico y social similar. En realidad, tal como lo señalaba Bird en sus escritos
preliminares, se trata de una población más bien conservadora, con pocas
innovaciones tecnológicas, y fuertemente adherida a la explotación de los
recursos marinos (Lumbreras 2008:101).
Dieta de subsistencia:
13. VENTARRÓN:
13.1. Antecedentes:
Parte del complejo arqueológico del área del cerro Ventarrón fue registrado con
el número 43 en el inventario de monumentos arqueológicos realizado en 1983
(Ravines y Matos 1983), atribuido al Periodo Intermedio Tardío y clasificado
como centro poblado. Sus coordenadas geográficas son 6º47’45’’ de latitud sur
y 79º45’15’’ de longitud oeste. Esta categoría y ubicación corresponden a las
evidencias del sector sur del cerro, pero no comprenden a la Huaca Ventarrón ni
al sector Arenal, en el flanco oeste. Del mismo modo, el complejo Collud figura
con el número 42 y se le asigna el nombre de Collus en el mencionado inventario.
Fue definido como un complejo de pirámides de la cultura Lambayeque, pues, a
primera vista, destacan estas estructuras tardías (Alva 2008 :99).
Los primeros registros fotográficos conocidos del área arqueológica del cerro
Ventarrón y Collud-Zarpán fueron realizados por Heinrich E. Brüning hacia la
primera década de 1900.En cuanto a los estudios realizados en la zona, fue Paul
Kosok, en su memorable publicación de 1965, quien se refirió, brevemente, al
sitio de Collud y presentó una aerofotografía del sitio antes de que fuera invadido
por los pobladores que hoy ocupan las dos terceras partes del área. Entre 1970
y 1972, Óscar Fernández de Córdova, entonces Director del Museo Brüning,
recolectó fragmentos de cerámica y dos ejemplares de adobes cilíndricos que
denotaban la probable existencia de arquitectura monumental (Alva 2008 :99).
El único artículo específico sobre los complejos Ventarrón y Collud-Zarpán es de
autoría del suscrito y fue publicado en el suplemento Lundero, edición cultural
del diario La Industria, en enero de 2006, bajo el título Cerro Ventarrón en la
arqueología de Lambayeque. Allí se expusieron algunas observaciones
preliminares como resultado de reconocimientos continuos, se explicó la
importancia de la zona y se planteó la urgente necesidad de su investigación. La
depredación por huaqueo afectó por décadas ambos complejos (Alva 2008 :99).
Está ubicado al lado oeste de las faldas del cerro Ventarron , a un km del rio
Reque , en el distrito de Pomalca en el departamento de Lambayeque.
13.3. Arquitectura:
La arquitectura de huaca Ventarrón tiene elementos compartidos con otras
regiones, como la presencia de fogones en los espacios rituales culminantes. Sin
embargo, las singularidades en cuanto a técnicas constructivas, soluciones
formales y elementos decorativos revelan que estamos ante un edificio producto
de una tradición arquitectónica diferenciada de aquellas reconocidas para el
periodo arcaico tardío de otras regiones (Vega Centeno 2017 : 96-97)
Se trata del templo principal del centro ceremonial, erigido en la falda oeste del
cerro Ventarrón, sobre un promontorio rocoso en el centro de la ensenada. Su
arquitectura consiste de una gran plataforma escalonada con acceso desde el
norte, con recinto culminante y salas laterales en la parte baja. Fue edificado en
tres fases superpuestas y posteriores remodelaciones sintetizaron el diseño;
hasta el momento, suman 10fases identificadas. La más antigua, que aún no se
conoce en su totalidad, fue construida sobre el afloramiento rocoso que marcó el
principio de su carácter sagrado, así como la orientación y distribución del diseño
arquitectónico.
En la cima del monumento, bajo el piso del recinto principal de la segunda fase
por cierto, la mejor conservada y documentada, se localizó también un primer
fogón ritual. El contenedor de la hoguera estaba apenas cortado por el pozo de
saqueo más profundo. El piso alrededor del fogón tenía buen acabado y se
encontraba sobre un apisonado asentado en la roca madre. Lamentablemente,
la excavación fue restringida en vista del relleno suelto que cubrió la primera fase
y cuya inconsistencia habría afectado la estabilidad de los componentes de las
fases 2 y 3. Sin embargo, se alcanzó a definir una porción del paramento lateral
oeste de 62 centímetros de alto (Alva 2008:101).
Este fogón semicircular, de 1,60 metros de diámetro, está empotrado en el
paramento. a nivel del piso, un chaflán, de 20 centímetros de alto, sirvió para
contener la ceniza. sobre el paramento, al costado sur del fogón, se descubrió
un altorrelieve de magnífico tratamiento plástico, tal vez un símbolo de
abundancia natural, con la representación de dos peces dispuestos lado a lado,
pero que miran en dirección opuesta ; un fechado calibrado de radiocarbono
reciente de una muestra de material vegetal asociado al fogón de la primera fase
arrojó el resultado de 2300-2035 a.c.) (labec-istituto nazionale de fisica nucleare,
florencia; 3766 ± 43 a.p.), el más antiguo de los que se dispone para el complejo
(Alva 2008:102).
Las patas flexionadas tienen una línea blanca que marca el casco, mientras que
la cabeza presenta un gran ojo, hocico, dientes cuadrados de herbívoro y orejas
romboidales. La cola levantada está delineada por una curva blanca. La
representación de venados capturados en redes parece haber sido un tema
esencial para la ideología de las primeras sociedades andinas, que sacralizaban
la cacería ancestral y la fauna. Constituye un sorprendente caso de continuidad
cultural, pues el ritual trascendió como tal hasta la época de los mochicas. En el
contexto del complejo de Ventarrón, el ritual colectivo de la caza parece haber
servido para reivindicar la importancia de las redes en la articulación de la
economía, como una metáfora del orden social. En cuanto a los venados, se
presume que representan la abundancia natural de recursos en función a ciclos
de renovación del tiempo (Alva 2008 :104).
El sector suroeste del templo presentaba un ala lateral anexa severamente
afectada por las canteras de adobe. Es probable que fuera cortada por un canal
de riego que marca el actual límite del monumento.
Este componente arquitectónico estuvo conformado, en sus primeras fases, por
dos recintos alineados de este a oeste y abiertos al norte, separados por un muro
divisorio delgado hecho con una técnica semejante a la quincha.
El primero habría estado unido al flanco oeste de la plataforma principal; el
segundo se alineó al oeste del primero separado por un corredor y un muro
divisor delgado y alto con planta en forma de «C» que lo encerraba.
Desafortunadamente, la extracción de material para la fabricación de adobes
destruyó las tres cuartas partes del segundo recinto y solo quedaron restos de
pintura de la pared este adheridas al relleno húmedo de cobertura y el fondo de
la sala (pared sur). Originalmente, toda la fachada de estuvo pintada. En la última
temporada de trabajo (mayo de 2009) se descubrió y trató una porción del mural,
con lo que se logró definir el diseño de fondo rojo, marco gris y dos bandas
blancas verticales (Alva 2008 :104).
El primer recinto del ala lateral también fue parcialmente destruido, lo que afectó
el machón y parte del dintel del lado oeste de la portada. Los fabricantes de
adobe vaciaron el relleno que cubrió el interior, lo que dejó al descubierto las
paredes oeste y norte. Como resultado de las últimas excavaciones, se
descubrió el fondo de la sala, que tiene una singular planta cruciforme que
semeja la mitad de la típica cruz andina o chacana, un hallazgo que ubicaría a
este sitio entre los más antiguos en incluir dicho icono. Es probable que este
recinto corresponda a la segunda fase constructiva si se considera que el
delicado trabajo de diseño, construcción y pintado en colores blanco, negro, gris,
rojo y amarillo denotan la misma expresividad (Alva 2008:104).
14. KOTOSH:
14.1. Antecedentes:
La fase Kotosh Mito se divide en tres sub-fases. Bonnier (1997: 130,) plantea
que puedan reconocerse otras más, pero algunas de sus subdivisiones
corresponden a las actividades transicionales o alguna renovación parcial sin
remodelación de terrazas. Cada una de las tres subfases implica cambios en el
conjunto arquitectónico (terrazas renovadas, muros de contención remodelados,
escaleras renovadas y los edificios elaborados reconstruidos). Por lo tanto, es
suficiente anotar que en Kotosh se distinguen tres subfases: Templo Blanco.
Templo de las Manos Cruzadas y Templo de los Nichitos.
Es necesario aún obtener los fechados radios carbónicos para el inicio y fin de
la fase Kotosh Mito de manera que se pueda calcular la duración de cada sub-
fase. Lamentablemente por el momento no se puede proponer un marco
temporal correspondiente para esta fase y tampoco está aclarado si hay o no
más construcciones debajo de la subfase Templo Blanco debido a que no se ha
llegado al estrato estéril en Kotosh (Onuki 1999:327).
Las excavaciones del Templo de los Nichitos han presentado un dato muy
interesante en cuanto al proceso de construcción, el cual se conforma de varias
etapas. El primer paso consistió en cubrir el piso y la parte inferior del Templo de
las Manos Cruzadas con fina tierra arenisca del río. Al parecer se escogió tierra
fina para proteger los relieves de las manos cruzadas; después de amontonar
hasta casi la mitad de la altura norte del Templo, que tiene la altura total de
2,4metros, se rellenaron los espacios interiores y exteriores con cantos rodados
de tamaño mediano; posteriormente se amontonó tierra de color marrón claro
que existe en abundancia en los alrededores del sitio, con un espesor de casi 60
centímetros sobre el relleno que alcanzaba la altura del techo del Templo (Onuki
1999 :327)
14.3. Arquitectura:
La fase Mito está representada por una serie de edificios con fogón central, los
que fueron bautizados como Templo Norte, Templo Blanco, Templo de las
Manos Cruzadas y Templo de los Nichitos. Son recintos cuadrangulares, hechos
con muros de piedra de campo unida con barro y con la cara plana en el
paramento (Lumbreras 2008:112).
en el templo de las manos cruzadas, los muros se conservaron altos, lo que
permitió observar en el interior de los recintos la existencia de nichos
rectangulares angostos, perpendiculares al piso, en cuyo interior fueron hallados
restos de huesos a modo de ofrendas. debajo de dos de los nichos, se
encontraron manos, más bien brazos, modelados en barro, cruzados, de tamaño
natural (Lumbreras 2008 :112).
Al centro de los recintos hay una sección, generalmente a dos niveles, con una
especie de banqueta que rodea un pequeño patio plano, en cuyo centro hay un
hogar. El hogar reviste especial importancia, pues se trata de un fogón excavado
cuidadosamente en el patio que tiene un tubo subterráneo que lo alimenta de
aire desde el exterior y que se inicia en el fondo del hoyo, conectándose
horizontalmente con el exterior. De la observación de un corte hecho en uno de
estos fogones, se desprende que eran usados en períodos prolongados,
abandonados y luego vueltos a usar. Quizá estos hogares cumplieron la función
de conservar el fuego permanentemente, frente a la dificultad de producirlo en
recintos cerrados y techados, con algún tipo de ritual y especialistas adscritos.
En el sitio Paraíso, de la costa de Lima, se hallaron elementos semejantes, pero
el fenómeno no es común en los sitios costeros (Lumbreras 2008:112).
14.4. Manifestaciones culturales:
El aspecto religioso:
En la zona oriental del Perú y Bolivia hay mitos del origen de esta clase de
agricultura que mencionan el rol de los venados. Aunque no hay evidencia que
corrobore la práctica de la agricultura de quema, sería interesante mencionar el
hecho de que se encontró un cuerno de venado en la capa de ceniza debajo del
piso pericausto del Templo de las Manos Cruzadas. En Colombia hay mitos que
cuentan que la anaconda se quema y sus cenizas son derramadas; de ellas
crecen las plantas como yuca y otras para la comida (Hugh-Jones1979: 293).
Los duetos de ventilación que corren por debajo del piso dentro de la capa de la
ceniza se podrían interpretar como la serpiente quemada (Onuki. 1999:332)
El autor se inclina a pensar que la renovación del templo de la fase Kotosh Mito
tiene alguna relación con la idea de la agricultura y la cosmología de la selva
tropical. Si es así, se tendría que reconsiderar la economía de aquella época y
que hubo posibilidad de haber cultivado la yuca y otros tubérculos cuyos restos
son sumamente difíciles de encontrar en el contexto arqueológico (Onuki 1999
:332).
15. PIRURO:
15.1. Antecedentes:
Para el caso de Piruru existen construcciones subterráneas que no presentan
fogón ritual (las estructuras h, e, i, 11) lo que evidenciaría un uso profano. No
obstante Bonnier (1987: 342 y 351) señala que su funcionalidad (doméstica) no
está determinada, aunque en la reunión de Americanistas en Chile y también
recientemente, Bonnier, (comunicación personal 2003) nos descartó la presencia
de arquitectura doméstica en sus excavaciones.
Tal vez esta carencia de datos sobre residencias se deba, como nos explicó
Richard Burger (comunicación personal 2003), en parte a la superposición de
ocupaciones más tardías, lo cual limita la extensión de las excavaciones en los
sitios serranos (Flores 2006 :38)
15.2. Ubicación geográfica:
15.3. Arquitectura:
Representa en sus niveles pre cerámico un importante sitio para la comprensión
de la posible evolución y surgimiento de la tradición arquitectónica Mito.
En las excavaciones desarrolladas en la década de los ochenta, se definieron
cinco fases de ocupación pre cerámica, donde en la última se identificó una
estructura asimilable a la tradición Mito, de unos nueve metros de lado con fogón
central y con los característicos pisos a desnivel presentes en Kotosh. (Canziani
1949 :84).
Lo interesante del caso es que los cuatro primeras fases corresponderían a
estructuras de un periodo anterior pre -mito, donde la mayoría presenta un piso
aun solo nivel y el fogón central en algunos casos, bien c construido y con ductos
de ventilación y en otros apenas delineados y sin ductos .
16. LA GALGADA:
16.1. Antecedentes:
Este gran sitio arqueológico está formado por dos montículos: el Montículo
Norte(temprano) y el Montículo Sur (tardío); a su derredor fueron descubriéndose
una serie de habitáculos pequeños en plantas ovaladas, circulares y
rectangulares asociados rodeando a ambos montículos .El examen cuidadoso
de superficie permitió distinguir un gran pozo circular, asociado al frente principal
oeste de la elevación frontal del Montículo Norte ( Bueno 1998 :77).
Las excavaciones en el Montículo Norte se ejecutaron luego de metrar el área,
dividir en cuadrantes su superficie alta y medir trincheras verticales en los lados
en talud del monumento. Las temporadas en los años de 1979-1980 fueron
dedicados a excavar este Montículo. Los exámenes de superficie y las
excavaciones demuestran que el Montículo Norte es un edificio de planta
ligeramente rectangular con esquinas curvadas, elevación maciza y compacta,
terminal alto (13 metros sobre el suelo) en morfología "U" abierta al oeste y
perfiles laterales y frontal escalonados . Es un tipo de pirámide truncada, tiene
perfiles escalonados y gran escalera frontal con pozo asociado igualmente
frontal (Bueno 1998 :78).
16.2. Ubicación geográfica:
16.3. Arquitectura:
Montículo norte:
Es una pirámide truncada con perfiles externos de cinco escalonados, en cuyo
interior existen galerías de corto trayecto y recintos curvados con nichitos
trapezoides, banquetas adosadas a los paramentos internos de los recintos,
pequeños patios a desnivel y su horno inscrito centralizado llevando o no ducto
de ventilación. Estos recintos excavados han sido fechados por radiocarbono,
cuyos resultados calibrados por dendrocronología, respaldan cronología entre
2,700 a.e. a 2,300 a.e. Al menos, los recintos del Montículo Norte funcionaron
activamente por este tiempo y constituyen morfologías internas de estas
pirámides con pozo frontal que despliegan planta en cuadro con esquinas
curvadas (Bueno 1998:80).
Al pie del Montículo Norte descubrimos una gran tumba con tres cámaras en
forma de E; la tumba E-II: J-7 tiene las cámaras en descenso por ligero
desplazamiento hacia adelante, articuladas con escaleras verticales de tres
escalones; sus tres secciones se encontraron tapadas fuertemente con su
respectiva piedra plana plantada verticalmente y selladas con gruesa argamasa
de barro. Al costado de la entrada de la tumba E-Il : J -7 descubrimos otra tumba
de una sola cámara, cuando se modificó un recinto de planta cuadrada y
esquinas curvadas, con las mismas características de selladura; fue signada
como tumba F-l2: B-2 y albergaba tres cadáveres identificados como de un
hombre y dos mujeres; estaban amortajados con telas de técnicas precerámicas,
fueron depuestos sobre petates de totora y cubiertos con esteras de junco y/o
totora indistintamente; una diadema de canastas elaboradas en fibras de junco
o totora, mates, bolsas en técnica anillada envolviendo a canastas y dos piedras
de río aplanadas, componían su ajuar funerario pre cerámico tardío (Bueno
1998:84).
Montículo sur:
El Montículo Sur fue excavado en 1978; trabajando a nivel de la carretera actual
Y en el subsuelo de ésta descubrimos los recintos con nichitos análogos al
Montículo Norte; el recinto cuadrado con esquinas curvadas está reconocido por
la sigla D-!1: C-3 y su carbón del horno centralizado en el pequeño patio fue
fechado en 2,380 + 164 a.e. El recinto cuadrado con esquinas rectilineales C-II:
1-3 fue fechado en 2,260 ± 187 a.C. Ambas fechas están calibradas por proceso
dendrocronológico (Bueno 1998:80).
Un tercer recinto con planta cuadrada y esquinas curvadas C-JJ: F-5 fue
descubierto al sur del recinto cuadrado C-II: 1-3. Tales recintos con nichitos
trapezoides están revocados con aplanado de barro mezclado con carga inerte
de paja y acabados a base de fina capa pictórica blanca; sus ductos para
ventilación de los hornos tienen el tiro hacia abajo de la tábica de los vanos
plasmados en solución rectilineal. Otros recintos curvados y cuadrados se han
definido durante las excavaciones, los que se superponen verticalmente sobre
rellenos de los inferiores convertidos en tumbas de morfología abotellada al ser
enterrados (Bueno 1998:80).
Para convertirse en tumbas los recintos circulares y/o cuadrados fueron
modificados por gruesas paredes de piedras con barro construidas adheridas a
uno de los lados y que llegan a abarcar un 50% del recinto, para finalmente
obtenerse una cámara rectangular de piso plano -al taparse con barro el pequeño
patio con horno central- donde se colocan los cadáveres sobre petates y/o
esteras de junco o totora en posición decúbito dorsal u otras veces flexionados
en número de tres. Estas tumbas fueron techadas con grandes lajas tramadas
entre sí que soportan toneladas de rellenos y otros pisos superpuestos (Bueno
1998:84).
En el Montículo Sur, los recintos D-l1: C-3, C-ll: 1-3 y C-l1: F-5 al rellenarse
fueron convertidos en tumbas abotelladas , al adicionarse construcción de muro
al interior del recinto y la escalera con tres peldaños verticales que
ascendíanhasta la abertura en el nuevo piso de piedra y barro superpuesto. En
general, fueron exhumadas 16 tumbas, las que son ampliamente descritas
(Bueno y Grieder, 1979); (Bueno 1998:84).
16.4. Manifestaciones Culturales:
Textileria:
Los textiles pre cerámicos recuperados de las tumbas presentan motivos
pintados figurativos, figurativo-geométricos y geométricos: serpiente sonriente,
serpiente bicéfala, aves, aves entrabadas, aves entrabadas con serpiente
sonriente, el hombre con sus brazos convertidos en serpientes, etc.; lo figurativo-
geométrico se asocia al tratamiento técnico lineal de los motivos; el repertorio
geométrico representa rombos escalonados en oposición, escalonados en
oposición, rombos, bandas esca1eradas interlocking, aspas sucesivas, círculos,
líneas gruesas quebradas, eses, flecha representando serpiente sonriente,
trapecios, etc., identificándose tintes amarillos, rojos y negros para la
combinación de colores (Bueno 1998:85).
Este montículo norte estaría asociado en su frente oeste con una plaza circular
de unos 18 m de diámetro, encerrada por muro circular de unos 2, 5 m de ancho
.este muro estaba hecho con cantos rodados y mortero de barro, por lo que se
presume que corresponde a las fases tempranas del sitio al igual que restos de
pequeñas cámaras construidas con el mismo material. Las cámaras rituales de
este periodo no tendrían desniveles en el piso y si lo presentaban enmarcando
con una grada el fogón, esta era de escasa altura y esta provista de un ducto de
ventilación subterránea que pasaba bajo la puerta, así como de nichos sobre
paramentos llanos, sobre los que se aplicó enlucido y pintura blanca , todos estos
recintos al igual que la mayoría de los que se le superpondrán posteriormente
presentan una planta subrectangular con muros ligeramente curvados hacia el
exterior y esquinas redondeadas mientras que las puertas y los ductos de
ventilación que pasan bajo ellas se orientan tanto al oeste como al norte (Grieder
1988, citado por canziani 1949: 86).
Las fases posteriores al 2200 a.C. en el montículo norte están representadas por
la presencia de cámaras construidas con piedras canteadas. Esta además del
clásico fogón central presentan una banqueta perimetral que se interrumpe
frente al umbral de la puerta, que también presenta una grada para descender al
nivel del piso donde se ubica el fogón. Los nichos se disponen con sus bases
alineadas sobre una suerte de zócalo generada por el adelgazamiento de la
parte superior del parámetro interior de las cámaras, o enmarcadas en una franja
horizontal recesada que da forma a cenefa horizontal. Para esta época se
aprecia una organización espacial de los recintos a partir de la disposición de
una gran cámara central de 9x12 m, orientada al oeste y con el piso ligeramente
más bajo que un atrio a cielo abierto que se ubica frente a esta.
(Canziani 1949 :86).
Dieta:
Además de los mates ampliamente empleados en múltiples formas de
contenedores , la abundante presencia de pallar , canavalia , frejol , ají , zapallo
y frutos como la ciruela del fraile , lúcuma , guayaba , y palta , entre otros nos
proporcionan una idea general de la composición de sus dieta alimenticia de la
población .En un medio ecológico árido , como es que caracteriza a la zona se
ha señalado que todas estas plantas requieren necesariamente de irrigación
para sus cultivo .Si bien se puede presumir que algunos de estos recursos fueron
transportados al sitio desde otros lugares , tampoco se puede descartar la
factibilidad del desarrollo de tempranos sistemas de irrigación artificial en una
zona que presenta condiciones relativamente favorables , mas ahun si se
considera el bagaje tecnológico del que dan prueba los experimentados
constructores que realizaron la notable arquitectura monumental de La Galgada
(Canziani 1949 :88).
Enterramientos:
La mayoría de evidencias están vinculadas con actividades ceremoniales que
tenían lugar en los montículos y con las ofrendas funerarias de las tumbas. En
este sentido, solo se registraron algunos cuernos de venado mientras que es
notoria la total ausencia de restos de camélidos, sin embargo como existen
reveladoras evidencias de algunos elementos exóticos, como conchas de
moluscos, provenientes del litoral del pacifico, incluyendo algunos fragmentos de
spondylus, así como de plumas de color que presumiblemente provendrían de la
vertiente oriental de los Andes. De otro lado como parte del ajuar funerario de
los entierros, hallados en las cámaras, se registraron objetos de piedra
trabajados como adornos o cuentas de collares y pendientes, algunos de los
cuales incorporaban piedras semipreciosas como la turquesa. (Canziani
1949:88-89).
17.1. Antecedentes :
Hallazgos:
Durante el proceso de la investigación en las diferentes áreas se ha ido
encontrando una serie de artefactos utilizados para realizar sus actividades
cotidianas como las pesca; dentro de esos artefactos encontramos artefactos
hechos a base de hueso, como es el arpón de una sola lengüeta este arpón
puede haber sido utilizado para cazar las especies de mamíferos marinos
representados en los restos de fauna del sitio anillo o sitio ring (Sandweiss 1989
:69).
Por tal razón las investigaciones en el Sitio Anillo dan una idea de la economía y
el medio ambiente físico de una de las culturas marítimas más tempranas en el
Nuevo Mundo, Si bien gran parte de trabajo está en curso y se han previsto las
futuras temporadas de campo, los resultados obtenidos hasta el momento nos
permiten hacer una serie de declaraciones relativas a los principios de
interacción de las personas y el medio ambiente en el litoral de la región del sur
de Perú, (Sandweiss 1989 :69).