Cultivos en Suelos Acidos y Alcalinos
Cultivos en Suelos Acidos y Alcalinos
Cultivos en Suelos Acidos y Alcalinos
Integrantes:
Adriana Vinglanzoni Mendoza
Donald Merma Chacca
Gabriela Hani Luna
ILO- PERÚ
2018
1. INTRODUCCIÓN
La productividad de una plantación es determinada por variables meteorológicas,
tipo y calidad del suelo, diseño y metodología de fertilización, calidad genética de
las plantas y control de pH.
Un suelo sano o de buena calidad es un suelo del que se pueden obtener cultivos,
sanos y de alto rendimiento, con un mínimo de impactos negativos sobre el medio
ambiente. Es un suelo que también brinda propiedades estables al crecimiento y
salud de los cultivos haciendo frente a las condiciones variables de origen humano
y natural (Gean Pieer Ruiz Olortino, san miguel- 2016)
Son las altas concentraciones de los iones de (Al3+) e hidrogeno (H), dan lugar a
la acidez del suelo, el grado de acidez o alcalinidad del suelo es medida por el potencial
de hidrógenos (PH).
A medida que el valor del pH disminuye, el suelo será cada vez más ácido y de manera
que un pH de 6 será diez veces más acida que un pH de 7.
Con reactivos
También se puede utilizar el papel de tornasol, que se trata de una tira de papel
con un tratamiento especial que al sumergirse en una solución cambia de color,
ya sea azul para las sustancias alcalinas, o rojo para las soluciones ácidas, es
de menor precisión, pero más económico y válido en muchas ocasiones.
4. Suelos Ácidos
En los suelos ácidos, existe dificultad para algunos nutrientes y por esto son muy
escasos, normalmente existe deficiencia de: Magnesio, Calcio, Boro, Molibdeno y
Fósforo, para evitar que los cultivos sufran las consecuencias, será requisito
indispensable aportarlos mediante fertilizantes o de lo contrario buscar subir el pH. Si el
suelo fuera más ácido e inferior en su pH a 5.5 entonces se presentarían las mismas
deficiencias de estos elementos, y sería bastante común que se presente toxicidad de
Magnesio, Aluminio, Hierro y Zinc. Es recomendable no plantar en este tipo de suelos
árboles frutales como: aguacate, kiwi, caqui, castaño, arándanos.
Para Corregir el pH en los suelos ácidos, se deberá aumentar el pH a un nivel neutro,
liberando nutrientes bloqueados como (Calcio, Magnesio, Fósforo, Molibdeno y Boro)
mencionados ya antes. Lo mejor es realizarlo con caliza molida, en una dosis de: 1500-
2000 Kg por hectárea.
Los suelos tienen diferentes variedades y tipos de acidez, en las regiones donde
la precipitación excede la evapotranspiración la acidez en el suelo se incrementa con el
tiempo, pero existen otros procesos no naturales que incrementan la acidez de los
mismos, este último por los diferentes usos y manejos que le da el hombre a los suelos.
Esto sucede más que todo en las zonas donde las temperaturas son elevadas al
igual que la presión, se registra precipitaciones que fluctúan entre 1200 a 3200 mm
anuales. Estas altas precipitaciones son las que provocan la lixiviación o el lavado de
cationes intercambiables (calcio, magnesio, sodio y potasio) en los suelos.
El agua que pasa atraves de los poros del suelo arrastra grandes cantidades de cationes
intercambiables, principalmente los que menos están ligados a la arcilla como es el
sodio (Na) y el potasio(K) y en consecuencia deja grandes cantidades de cationes de
mayor fuerza iónica como es el aluminio( Al) y el hidrogeno (H).
El movimiento de los cationes a capaz inferiores del suelo se le denomina lixiviación y
esto contribuye a la acidificación debido a que por la presencia de aniones estos forman
pares iónicos, arrastrando los cationes con el movimiento del agua.
𝐶𝑂2 + 𝐻2 𝑂 → 𝐻 + 𝐻𝐶𝑂3−
Una de las principales alternativas para bajar el pH del suelo es utilizar azufre elemental,
que es ampliamente empleado en agricultura, aunque con efectos a largo plazo. En el
suelo, el azufre se oxida lentamente a ácido sulfúrico, que neutraliza a los elementos
alcalinos. Para disminuir una unidad de pH se necesita alrededor de 1 Kg de azufre por
metro cuadrado. La disminución del pH debe realizarse de forma escalonada, no
bajando más de 0,5 a 1 unidad de pH por aplicación.
También utilizan sulfato de hierro, como el anterior, aporta azufre, pero en forma de
sulfato. Es un acidificante a corto plazo y adicionalmente aporta una pequeña cantidad
de hierro asimilable.
Durante el cultivo se debe aplicar junto con el riego, a intervalos regulares y con una
frecuencia que dependerá de las unidades de pH que queramos bajar. La dosis para
bajar 1 unidad de pH es de 4 gramos por litro de agua, aunque depende de factores
como la textura del suelo.
a) Acidez activa
b) Acidez intercambiable
c) Acidez no intercambiable
d) Acidez potencial (acidez intercambiable + acidez no intercambiable)
Las planta tienen un rango de pH del suelo ya casi definido para su crecimiento, cosa
que si estas bajan, las plantas no pueden desarrollar su sistema radicular normalmente,
reduciéndose la absorción de agua y nutrientes, por lo tanto, el crecimiento y el
desarrollo de los cultivos.
Si el pH del suelo es demasiado elevado, de nuevo los procesos microbianos se ven
afectados. Así, la nitrificación es prácticamente inexistente a un pH 9. Los efectos del
pH sobre la actividad microbiana del suelo y sobre la solubilidad de los nutrientes o los
elementos fitotóxicos tiene grandes consecuencias sobre el crecimiento vegetal, por lo
cual se puede delimitar un pH óptimo para cada especie cultivada o natural.
Especie(nombre optimo Tolerancia para un
vulgar) rendimiento
satisfactorio
Alfalfa 6.5 – 7.5 6.0 – 8.0
Algodón 5.2 – 6.0 4.8 – 7.5
Arroz 5.0 – 7.0 4.0 – 8.0
Avena 5.5 – 7.0 4.0 – 7.5
Caña de azúcar 6.0 – 7.5 4.5 – 8.5
Guisante 6.0 – 7.0 5.5 – 8.0
Judía 5.8 – 6.7 5.5 – 7.5
Naranjo amargo 5.5 – 6.5 5.0 – 8.0
Olivo 7.0 7.0 – 8.0
Papa 5.0 – 5.8 4.5 – 7.0
Remolacha 7.0 – 7.6 6.0 – 8.2
Tabaco 5.5 – 6.0 5.5 – 8.3
Tomate 6.0 – 6.7 6.0 – 8.2
Trigo 6.0 – 7.0 5.8 – 8.5
Vid 5.6 – 7.0 6.0 – 7.0
2. Suelos alcalinos
Los suelos alcalinos se originan por la acumulación de sales solubles por procesos
de meteorización, ascenso de las aguas subterráneas que contienen carbonatos
disueltos y el uso de aguas duras para el sistema de riego.
La presencia de carbonato de sodio y calcio es la causa principal de un suelo alcalino y
también los minerales como sodio, calcio, magnesio, etc. Y esto generalmente ocurre
en suelos con baja cantidad de lluvia anual.
También esto se debe a que el suelo retiene cantidades de sales minerales, en ausencia
del agua, por un proceso natural. Por último el suelo se convierte cada vez más alcalino
debido a un cultivo prolongado que realiza el hombre.
Una de las características del suelo alcalino es que las plantas que crecen en este sitio
tienden a sufrir clorosis férrica, es decir una deficiencia en hierro, y esto se ve cuando
las hojas de las plantas se vuelven amarillas para luego caer. Normalmente sucede
porque los elementos en estos suelos se bloquean y no son solubles con agua por lo
que las plantas no los asimilan fácilmente, debido a que los microorganismos que los
procesan no tienen vida en este tipo de suelos. Las deficiencias más comunes que
podemos observar en este tipo de terrenos por lo general son de Magnesio, Hierro, Zinc,
Fósforo, Boro y Cobre.
Las sales solubles del suelos consisten principalmente de proporciones variadas de los
cationes sodio, potasio, calcio y magnesio y de los aniones cloruro, sulfato, carbonatos
y bicarbonatos. El origen de estas sales son los minerales primarios que se encuentran
en los suelos y en las rocas expuestas de la corteza terrestre. Durante el proceso de
intemperismo químico de formación de los suelos y en las rocas expuestas de la corteza
terrestre. Durante este proceso ocurren fenómenos para la formación de los suelos,
como la hidrolisis, hidratación, solución, oxidación y carbonatación, estos constituyentes
son liberados de los minerales primarios adquiriendo mayor solubilidad.
Para confirmar si es un suelo alcalino, se toma una muestra, que es un puñado de tierra
y a esta se le agrega vinagre, si esta burbujea es alcalino.
Estos suelos tienen gran importancia agrícola porque constituyen un problema que
requiere la adopción de medidas especiales de recuperación o prácticas adecuadas de
manejo.
2.1. CLASIFICACIÓN
La acacia El olivo
El romero El granado
El brezo El eucalipto
El laurel El palmito
El algarrobo La pasionaria
La lavanda La verbena
El ciprés El kalanchoe
2.3. ¿Cuáles pueden ser las causas que un suelo sea alcalino y salino?
Las sales solubles son transportadas, en el suelo, por el agua, esto esencial en la
eliminación de sales. La salinidad es controlable si se dispone de agua satisfactoria y si
puede controlarse el flujo del agua a través del suelo. La concentración salina en el agua
edáfica va aumentando a medida que el agua se va eliminando por el proceso de
evaporación. La pérdida de agua en la superficie por evaporación y transpiración de
vegetales, origina un gradiente de succión que determinará ascenso notable de agua y
sales solubles. Esto es lo que muchas veces ha provocado salinización del suelo, sobre
todo si la napa de agua está próxima a la superficie. Si el contenido de sodio
intercambiable aumenta mucho en el suelo, o tiende a aumentar, se necesitarán prácticas
adecuadas de mejoramiento, lavado o manejo, para que las condiciones del suelo sean
aceptables para el crecimiento de plantas.
La recuperación y el manejo de los suelos alcalinos es sumamente compleja, quizás la
más complicada y también costosa de todas las formas de uso. Sin embargo, la creciente
demanda de tierras hace necesario ocuparse del aumento de productividad de estos
suelos. Por ahora, deberá darse preferencia al manejo mediante la adaptación de
especies resistentes, casi siempre forrajeras. En una etapa posterior, para lo cual
conviene estar preparado, podrá pensarse en ciertos casos en la recuperación cuando el
esfuerzo oficial y privado así lo determine.
La recuperación sólo tendrá éxito si se basa en un adecuado conocimiento de los suelos
y de sus condiciones propias de salinidad y alcalinidad, además de las características
físicas de los mismos.
Como las sales se mueven con el agua, la salinidad dependerá evidentemente del
lavado y el drenaje. La operación de lavado consiste en la eliminación de las sales
solubles presentes en la zona radicular mediante su arrastre con agua de buena calidad.
Esto Último no siempre es posible, ni en cantidad ni en calidad.
La necesidad de lavado puede definirse como la fracción de agua que debe percolar a
través de la zona de raíces para controlar la salinidad en un determinado nivel. Este
concepto es de máxima utilidad cuando se aplica a velocidades de flujo de agua
constantes.
Las prácticas de lavado de suelos salinos, aunque básicamente son las mismas, pueden
variar de una región a otra, en función del relieve, la disponibilidad de agua, la naturaleza
del suelo, el tipo de sales, la presencia o no sodio intercambiable en cantidades
apreciables, la presencia en el suelo de materiales que favorecen la recuperación (yeso,
carbonato de calcio, etc.). A veces son necesarias otras prácticas para completar la
rehabilitación. Así los nutrientes eliminados por lavado deben agregarse mediante
fertilización para compensar las pérdidas. El nitrógeno es el más expuesto a dichas
pérdidas. A veces hay que restaurar la estructura del suelo; esto se consigue aplicando
estiércol u otra forma de materia orgánica, sembrando cultivos que favorezcan la
estructura o bien mediante humedecimiento y secado alternado.
El lavado puede llevarse a cabo almacenando cantidades considerables de agua en el
suelo superficial mediante diques o bordos, con lo cual se logra un movimiento del agua
hacia abajo a través del suelo. Este es el procedimiento más efectivo para eliminar el
exceso de sales solubles del suelo.