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AUTORIDADES

Ministro de Salud de la Nación


Juan Luis Manzur

S ecretario de Determinantes de la Salud y Relaciones Sanitarias


Eduardo Mario Bustos Villar

Subsecretaria de Relaciones Sanitarias e Investigación


Andrea Carbone

Dirección Nacional de Determinantes de la Salud e Investigación


Ernesto de Titto

Departamentos Salud Ambiental


Ricardo Benítez

Programa Nacional de Riesgos Químicos


Ana Digón

Resolución 1141/2004
Resolución 900/2009
Plaguicidas. Salud del Trabajador

Colección: Información y Estrategias para la Gestión Ecológicamente Racional de


Plaguicidas de Uso Sanitario Nº 5

Serie: Temas de Salud Ambiental Nº 19

Año 2015

PROGRAMA NACIONAL DE RIESGOS QUÍMICOS


DEPARTAMENTO DE SALUD AMBIENTAL
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN
Rodríguez, Eduardo
Plaguicidas. Salud del trabajador / Eduardo Rodríguez; con colaboración de
Luisa Brunstein ... [et.al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Ministerio
de Salud de la Nación, 2014.
120 p. : il. ; 25x16 cm. - (Temas de salud ambiental / Ernesto de Titto; 19)

ISBN 978-950-38-0190-1

1. Manual. 2. Plaguicidas. 3. Salud Pública. I. Brunstein, Luisa, colab.


CDD 614

Fecha de catalogación: 21/10/2014

Plaguicidas. Salud del Trabajador.


Colección: Información y Estrategias para la Gestión Ecológicamente Racional de
Plaguicidas de Uso Sanitario.
Serie: Temas de Salud Ambiental

Primera edición: 2.000 ejemplares


© Departamento de Salud Ambiental. Dirección Nacional de Determinantes de la
Salud e Investigación.
Ministerio de Salud de la Nación, 2015

Ministerio de Salud de la Nación


Av. 9 de Julio 1925, Piso 12
CP C1073ABA - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Teléfono: (011) 4379-9086 (directo)
Conmutador: 4379-9000 Int. 4854
Fax: 4379-9133
www.msal.gov.ar

ISBN 978-950-38-0190-1

Fecha de publicación: enero 2015

Libro de edición argentina


Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723

Este documento es de distribución gratuita y puede ser reproducido en forma parcial sin permiso
especial, mencionando a la fuente.
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

PRÓLOGO

Las enfermedades transmitidas por insectos constituyen un importante problema internacional


de salud pública.

El control de los vectores ha evolucionado de la aplicación de insecticidas a los programas


integrados de control de plagas, que incluyen la vigilancia, la reducción de las fuentes, los larvici-
das, el control biológico y la educación pública. No obstante, los adulticidas siguen desempe-
ñando un importante papel en muchas circunstancias, tales como inundaciones o brotes de
enfermedades como el dengue.

Una vez que los programas de vigilancia confirman que las poblaciones de vectores han
excedido determinado umbral, se inician las actividades de control. La reducción de las fuentes
consiste en eliminar los hábitat de los mismos o en hacerlos inadecuados para su desarrollo.
La educación pública es un elemento importante de dicha reducción.

En el caso de la utilización de sustancias químicas para el control de enfermedades vectoriales,


el Ministerio de Salud tiene la triple responsabilidad de: a) el cuidado de la salud de la
población general, b) el cuidado de la salud, la seguridad en el trabajo y la capacitación especi-
fica del personal propio con arreglo a las disposiciones legales vigentes, y c) el destino de los
productos que adquiere en su rol de generador ocasional de residuos peligrosos, así como la
protección de los ambientes naturales o antrópicos en los que los productos son utilizados.

Se acepta el uso sustentable de plaguicidas solo en el marco de un programa integral de control


de plagas, en manos de un profesional habilitado y toda vez que otros mecanismos de abordaje
del problema no resulten sanitariamente viables. En ese caso, la decisión de uso de plaguicidas
debe basarse en las evidencias sobre los efectos sobre la salud humana y ambiental, la
caracterización de la exposición y los aspectos de vulnerabilidad específicos en cada comuni-
dad. Ello no evita que a pesar de las ventajas de los programas integrados, algunos programas
locales de control de mosquitos tienen que depender únicamente de los adulticidas.

Todos los plaguicidas son venenos que exigen conocimientos y pericias especiales para su
utilización controlada. De ello depende no solo la efectividad de su uso, sino la salud y la
protección de los aplicadores y sus familias, así como la protección de los recursos naturales en
el ambiente objeto de la intervención. Para programas de control de plagas de importancia
sanitaria los plaguicidas deben ser entendidos como un elemento de segunda opción para el
abordaje de los problemas. En la tríada ecológica que caracteriza a las enfermedades vecto-
riales deberá priorizarse el enfoque del monitoreo entomológico, las acciones de saneamiento
ambiental, el diagnostico precoz y la participación comunitaria en las acciones de prevención y
en la toma de decisiones relacionadas con el proceso de la propia salud.

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SERIE: INFORMACIÓN Y ESTRATEGIAS PARA LA GESTIÓN ECOLÓGICAMENTE RACIONAL
DE PLAGUICIDAS DE USO SANITARIO - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN. ARGENTINA - 2009

Los plaguicidas utilizados por los organismos estatales o locales tienen advertencias e instruc-
ciones de uso para reducir al mínimo los riesgos para la salud humana y para el ambiente. Estos
plaguicidas son aplicados por empleados públicos entrenados específicamente para seguir
estas instrucciones. Los insecticidas contra los mosquitos son tóxicos para los pájaros, peces,
invertebrados acuáticos y abejas. La exposición a los insecticidas de animales a los que no
están destinados es limitada, aunque puede ocurrir. La exposición humana en áreas residen-
ciales también es rara, siempre que se tomen las medidas adecuadas. También existe el riesgo
de que el viento lleve los plaguicidas hacia los cultivos.

Al igual que en otros ámbitos de la prevención, la protección de la salud de los trabajadores que
manipulan plaguicidas se puede abordar desde diferentes estrategias. En los últimos años, se
han ido desarrollando e implantando modelos de producción agrícola que evitan la utilización
de plaguicidas sintéticos para el control de las plagas, lo que equivaldría a la opción preferente
en prevención de riesgos laborales, es decir, la sustitución del producto o proceso tóxico por
otro más seguro. Asimismo, algunos productos plaguicidas utilizados en el pasado se han
prohibido o su utilización es regulada de manera muy estricta. Las compañías productoras
deben esforzarse por desarrollar y comercializar formulaciones y preparados más seguros. El
adecuado envasado y etiquetado de los productos se presenta siempre como una medida
complementaria de prevención. Y por último, el trabajador debe utilizar los plaguicidas con las
máximas garantías de seguridad, disponiendo de la información y formación necesarias, y
utilizando los métodos de trabajo y equipos de protección adecuados.

Esta serie de manuales intentan poner al alcance de todos los interesados la información
necesaria para “hacer bien las cosas” y llamar la atención sobre los riesgos que se enfrentan
cuando ello no se hace. Confiamos en que sea de utilidad para reducir los riesgos y problemas
asociados a las “malas prácticas”.

Ernesto de Titto

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

PRESENTACIÓN

En el marco del Plan Nacional de Gestión de Plaguicidas de uso Sanitario se presenta la


Colección “Información y estrategias para la gestión ecológicamente racional de
plaguicidas de uso sanitario”, integrada por 9 libros, un glosario y una recopilación,
en formato electrónico, de algunas normas y documentos que acompañan y regulan dicha
gestión en el país.

Cada libro es una unidad en si misma, aunque interrelacionada con los otros diez, teniendo
en cuenta que los distintos temas desarrollados reflejan los diferentes ejes que están
involucrados en el complejo universo de la gestión de plaguicidas toda vez que esta
adquiera la cualidad de sustentable y racional.

Cada libro cuenta, asimismo, con un breve resumen del contenido de los demás.

Participaron en la confección de este quinto documento los siguientes profesionales y


organismos del Ministerio de Salud de la Nación:

Programa de Salud del Trabajador - Eduardo Rodriguez

Colaboración: Luisa Brunstein


Ana Digón
Lidia Espinosa
Virginia Introini
Cynthia Spillmann

Lectura y correcciones: Inés Moreno

Departamento de Salud Ambiental


Dirección Nacional de Determinantes de la Salud e Investigación

Fotos tapa: E. Rodriguez

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

INTRODUCCIÓN

Las sustancias y compuestos químicos forman hoy parte indiscutible de la vida en cualquier
sociedad; están presentes en los distintos espacios de la cotidianeidad y tienen capacidad para
afectar positiva o negativamente la salud de todas las personas.
La regulación de su producción, comercio nacional o internacional, uso y disposición, es atributo
de cada Estado y corresponde a sus autoridades disponer las normas necesarias para adecuar
estas actividades a las condiciones de uso en cada país. El objetivo de dichas normas es
disminuir los riesgos para la salud de personas y ambientes que puedan estar determinados por
su exposición a agentes químicos.

Si bien todos los químicos ofrecen algún grado de peligrosidad se han tenido en cuenta
distintos elementos a la hora de aprobar o discontinuar el uso de muchos de ellos, basados en
las posibilidades efectivas de control de la exposición o la vigilancia de los daños ocasionados
en el pasado, como así también el progreso en el conocimiento científico, la capitalización de la
experiencia internacionalmente adquirida y determinados compromisos asumidos en el espacio
internacional.
La interacción con la comunidad y su participación en la identificación y notificación de peligros,
ha sido también un factor de peso a la hora de sumar esfuerzos en la tarea de reducción de
riesgos.

En el caso de la utilización de sustancias químicas para el control de plagas, quienes la ejerzan


tienen la múltiple responsabilidad de:

• el cuidado de la salud de la población general,


• el cuidado de la salud, la seguridad y la capacitación del personal involucrado con el trans-
porte, guarda y uso,
• la protección de los ambientes naturales o antrópicos en los que los productos son utilizados,
• el destino de los productos que adquiere en su rol de generador de residuos peligrosos.

Se entiende el uso sustentable de plaguicidas sólo en el marco de un programa integral de


control de plagas, en manos de un profesional habilitado y toda vez que otros mecanismos de
abordaje del problema no resulten sanitariamente viables. En ese caso, la decisión de uso de
plaguicidas debe basarse en las evidencias sobre los efectos sobre la salud humana y ambien-
tal, los aspectos de vulnerabilidad que son específicos de cada comunidad y la caracterización
de la exposición. En el caso de las acciones llevadas a cabo para el control de vectores de
enfermedades de interés sanitario deben priorizarse el mejoramiento de las condiciones de
vida, la adaptación estructural de las viviendas, el monitoreo entomológico, las acciones de
saneamiento ambiental, el diagnóstico precoz y la información / educación comunitaria, y
entenderse que los plaguicidas han de ser considerados elementos de segunda opción para el
abordaje de los problemas.

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

La estrecha relación que existe entre enfermedades vectoriales y desarrollo socioeconómico


obliga a centrar la atención en aquellos factores determinantes de la salud – humana y
ambiental - que, en cada geografía en riesgo, conducen al problema que se desea controlar.

Con esa premisa en mente, en el marco del Plan Nacional de Gestión de Sustancias Quími-
cas y surgido como una respuesta a la inquietud planteada desde distintos sectores técnicos
y políticos, se elabora esta serie de documentos que se considera cumplen con los requisi-
tos incluidos en la Resolución 1141/04 y que contienen elementos para la guía de procesos
de selección, registro, compra, distribución, transporte, almacenamiento, uso, respuesta a
accidentes menores y disposición final, así como la caracterización de los peligros y situacio-
nes de exposición que se presentan en actividades de control de plagas de interés sanitario.
Los documentos han sido desarrollados tomando como modelo experiencias nacionales e
internacionales, que fueron utilizados como fuentes de datos o adaptados a las características
locales de gestión/acción. Esta Serie viene acompañada de un glosario de términos de uso
común en temas ambientales y de control de plagas y de una recopilación de información
normativa, en formato electrónico, vinculada al uso de plaguicidas

Los documentos se han elaborado con criterios a la vez directrices y didácticos, con la
intención de transmitir el concepto de que todos los plaguicidas son venenos que
exigen conocimientos y pericias especiales para su utilización controlada y que de ello
depende no sólo la efectividad de su uso, sino la salud y la protección de los destina-
tarios del control, de los aplicadores y sus familias, y de los bienes y recursos naturales
en el ambiente objeto de la intervención. Con estos criterios se han incorporado, en
los distintos libros, detalles y formatos propios de una estructura didáctica de modo
de facilitar la comprensión de los distintos temas y construir una unidad de criterio
conceptual entre normas de procedimientos y fuentes para materiales de información
y educación en futuras acciones de capacitación. Se ha tomado en consideración la
heterogeneidad de saberes y perfiles técnicos de los potenciales usuarios (que repre-
sentan los distintos eslabones en la cadena del ciclo de vida de los productos) y el
complejo escenario de intervención que supone el trabajo de control de plagas.

Esta guía puede resultar un elemento de consulta que complementa las actividades
de capacitación, que deben asumirse como obligatorias en cada uno de los mencio-
nados perfiles de gestión.

Como todo documento técnico, estos contienen información que queda sujeta a la
dinámica propia del avance científico y la evolución normativa: las actualizaciones
sobre los distintos temas que en cada etapa se lleven adelante son una responsabili-
dad que debe ser encarada al interior de cada área de intervención.

LOS OBJETIVOS DE LA COLECCIÓN SON:

• expresar las políticas de Salud sobre la utilización de plaguicidas con fines de control
sanitario de plagas en un marco de sustentabilidad,

• aportar información útil sobre las distintas etapas de gestión en el ciclo de vida de
los plaguicidas y sobre las características legales y técnicas que hacen a la protección

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

del ambiente y del trabajador vinculado con su guarda y uso,


• facilitar la identificación de conflictos y mejorar los canales de comunicación para
lograr sobre ellos una solución responsable en cada etapa de gestión
• aportar ejemplos posibles de formatos administrativos incluidos en las distintas etapas
(planillas, mecanismos de recolección de datos, procedimientos, teléfonos de con-
tacto, descripción de tareas, etc.)
• encuadrar las acciones de auditoria y control interno
• aportar al conocimiento general y servir de marco ideológico y teórico sobre el cual
basar acciones de capacitación y comunicación de riesgos.
• promover un mejor entendimiento de la importancia que tiene el trabajo integrado,
evitando la superposición de tareas y el desequilibrio entre los objetivos de los dis-
tintos componentes incluidos en la gestión de productos químicos.
• promover una mejor comprensión de la importancia que tiene disponer de informa-
ción clara, suficiente y oportuna hacia la población y de su inclusión en los mecanis-
mos de toma de decisiones respecto de aspectos que competen a su propia salud.

El material ha sido iniciado como proyecto del Programa Nacional de Riesgos Químicos
y desarrollado con el Concurso del Programa de Salud del Trabajador. Han intervenido
en algún momento y con distinto grado de compromiso, como consultores, revisores,
o dadores de información específica, referentes del Instituto Nacional de Alimentos
INAL/ANMAT, el Departamento de Salud Ocupacional, y la Coordinación Nacional de
Control de Vectores como organismos intrasectoriales; el centro de Toxicología del
Sanatorio de Niños de Rosario, el CIPEIN/CITEFA, las Cámaras productoras de plagui-
cidas - CASAFE, CIAFA - y la representación OPS/OMS en Brasil.

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

DESCRIPCIÓN DE LOS LIBROS:

I- Generalidades

1. Principios Generales. Ofrece una introducción al conocimiento sobre unidades


de medida y conceptos generales que refieren a las propiedades de los productos
químicos, algunas características de la exposición y una aproximación a los modos
en que los químicos entran en contacto con los expuestos. Especialmente trata el
tema de los químicos como peligro de incendio y las formas de la comunicación
de riesgos respecto de este tema así como las características generales del proce-
so de evaluación de riesgos.

2. Generalidades sobre Plaguicidas y Control de Plagas. Es una introducción


al tema de los plaguicidas (definiciones, usos, comercialización, datos genera-
les de exposición) y del control de plagas, así como del marco legal al que
refiere la gestión de plaguicidas en el país.

3. Nociones elementales sobre Toxicologia. Trata someramente los efectos


que los tóxicos en general y los plaguicidas en particular pueden tener sobre
las personas: la forma en que ingresan en el organismo, se distribuyen, meta-
bolizan y excretan, los distintos órganos y aparatos afectados, las consecuencias
agudas y crónicas por exposiciones a corto y largo plazo, y distintas situaciones
de riesgo a tener en cuenta.

4. Ambiente. Se abordan elementos básicos de ciencias naturales para enten-


der las interacciones que tienen lugar en la biosfera: la relación entre los dis-
tintos componentes del ambiente entre si y los factores de intervención antró-
pica como dimensión de desequilibrio en el planeta. Incluye características
generales sobre suelo, agua, aire, biota y cadena trófica, sus contaminantes
más frecuentes y los impactos de estos contaminantes en cada medio en
particular.

II- Aspectos sanitarios de los problemas de salud que son objetos de control. Es
objeto del segundo libro el desarrollo conceptual de las enfermedades y vectores que
son objeto de programas sanitarios de vigilancia y control: Enfermedad de Chagas Ma-
zza, Paludismo, Dengue, Leishmaniasis, Hanta, Leptospirosis. Se mencionan además
otros vectores de interés doméstico que demandan la eventual utilización de plaguicidas.

III- Compra, Registro y Distribución de plaguicidas. Trata los aspectos adminis-


trativos y marcos legales e institucionales que regulan la selección, adquisición y
recepción de plaguicidas de uso sanitario, criterios y mecanismos para su registro
así como la importancia del mismo, las exigencias para el envase y el etiquetado
y el ordenamiento y esquema inicial de distribución de los insumos.

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

IV- Transporte y Almacenamiento. El cuarto libro se ocupa del ordenamiento de infor-


mación relacionada con el transporte y el almacenamiento de plaguicidas: sus especifica-
ciones, marco legal, instrumentos de gestión, criterios de fiscalización y operatoria. Incluye
información sobre el problema que significan los químicos obsoletos y los envases vacíos,
los instrumentos para su relevamiento y seguimiento de los mismos y las formas de so-
lucionar el problema de derrames de pequeño volumen.

V- Salud del Trabajador. Explora las distintas formas en que la población que
trabaja con plaguicidas puede exponerse o exponer a terceros o al ambiente a
través de su actividad, e incluye una aproximación al marco legal, condiciones
de uso y primeros auxilios. Constituye una guía sobre los derechos de los traba-
jadores expuestos a plaguicidas, sobre la selección de equipos de protección
personal, la vigilancia médica y la higiene en los lugares de trabajo.

VI- Maquinaria y equipos para la aplicación de plaguicidas de uso sanitario. Es una


breve introducción al tema de las maquinas y equipos de uso más frecuente por parte de
programas destinados a la aplicación de plaguicidas de uso sanitario, con el énfasis puesto
en la clasificación de los equipos, su descripción y evaluación técnica, así como de la calidad
de la pulverización

VII- Intoxicaciones por plaguicidas que son o han sido usados para el control de
plagas en Salud Pública. El libro está dedicado a la descripción de los efectos que, en la
salud humana, ocasionan las distintas familias de plaguicidas que son o han sido utilizados
como herramientas químicas en el control de plagas de importancia sanitaria: su identifi-
cación fisicoquímica, signos y síntomas que definen los cuadros clínicos de intoxicación y
la situación legal que revisten en el país al momento de esta publicación.

VIII- Teniendo en cuenta el tipo de trabajo realizado muchas veces por los apli-
cadores, el libro 8vo., Animales venenosos de la Republica Argentina, se dedica
a brindar un panorama general sobre los peligros que significan los animales ve-
nenosos presentes en distintos ecosistemas, las formas de reconocerlos y las ac-
ciones de socorrismo eventualmente necesarias.

IX. Glosario

Acompaña a la presente Colección una recopilación, en disco compacto, de normas


(leyes, decretos, resoluciones y disposiciones actualizadas hasta el año 2008, relaciona-
das con las áreas temáticas de Salud, Trabajo, Ambiente, Comercio y Transporte) que
tienen distinto grado de relación con las diversas etapas en la gestión de plaguicidas. Se
incluyen también documentos internacionales que han servido de directrices, directorios e
información que se considera útil para algún actor participante en actividades relacionadas
con la compra, transporte, almacenamiento, uso y disposición de plaguicidas.

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

LIBRO 5
SALUD DEL TRABAJADOR

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

INDICE

TÍTULO PÁGINA

Presentación 5
Introducción 6
Descripción de los libros 9

A- MARCO CONCEPTUAL
1 Salud 15
2 Trabajo 20
3 El Proceso de Trabajo 23
4 La Salud de los trabajadores 23
5 Condiciones y Medio ambiente de trabajo (CyMAT) 25
5.1 Exigencias de las condiciones de trabajo 26
5.2 Riesgos del ambiente de trabajo 26
6 La carga del trabajo 28
7 Accidente de Trabajo – Enfermedad Profesional 31
8 Vigilancia Médica 36
8.1 Porqué? Para qué? 36
8.2 Exámenes en salud 37

B- SALUD DE LOS APLICADORES DE PLAGUICIDAS DE USO SANITARIO


1 Prevención durante el trabajo con plaguicidas 39
1.1 Prevención y Protección 39
1.2 Medidas preventivas generales 40
1.3 Medidas preventivas específicas 41
1.3.1 Enfermedad de Chagas 41
Fumigación intradomiciliaria 42
Tratamiento residual intra y peridomiciliario 43
1.3.2 Paludismo, dengue y fiebre amarilla 52
Tratamiento focal 52
Tratamiento perifocal 54
Tratamiento residual intradomiciliario 54
Tratamiento espacial 54
2 Protección. Equipos de protección personal (EPP) 59
2.1 Tipos 61
2.1.1 Equipos de protección dérmica 62
2.1.2Equipos de protección auditiva 68

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

2.1.3 Equipos de protección visual y facial 68


2.1.4 Equipos de protección respiratoria 70
2.2 Información para el usuario 76
3 Higiene Personal 80
4 Higiene Ambiental 83
5 Atención Médica 86
5.1 Primeros auxilios 86
5.2 Servicios de Salud 98
6 Vigilancia Médica 99
7 Educación y capacitación 101
8 Condiciones y Medio ambiente de Trabajo (CyMAT) 104
8.1 Empleadores 104
8.2 Trabajadores 105
8.3 Supervisores 106
8.4 Régimen de trabajo 107
8.5 Cuidados posturales 108

C- LEGISLACIÓN LABORAL VIGENTE 111

D- EPÍLOGO 113

E- FUENTES CONSULTADAS 115

Anexo I Direcciones útiles 116

Acrónimos 118

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Toda persona que trabaje con plaguicidas debe conocer aspectos regulatorios, lega-
les, higiénicos, de procedimientos y de protección para minimizar los riesgos a los
que está expuesto. Estos riesgos se relacionan directamente con su salud, pero
también se relacionan indirectamente con la salud del medio, de la familia del tra-
bajador y de aquellas personas que son destinatarias de los programas de control
de vectores.

Este libro presenta una primera introducción a los conceptos de Salud y Trabajo
(definiciones, componentes del proceso de trabajo, tipos de riesgos vinculados a
una actividad laboral, carga de trabajo) para luego enfocar específicamente la acti-
vidad vinculada a la aplicación de plaguicidas: mezclas, carga de equipos, técnicas
básicas de aplicación, lavado de equipos y envases, elementos de protección per-
sonal, higiene, elementos de socorrismo y traslado de pacientes accidentados, vigi-
lancia medica obligatoria, definiciones de accidente de trabajo y enfermedad profe-
sional, derechos y responsabilidades y el marco legal vigente en el país. A partir de
su contenido, el lector podrá dar respuesta a las siguientes preguntas, a modo de
ejemplo:

¿Cuáles son los determinantes de salud que identifica en la población objeto de su


intervención?

En función de los riesgos y exigencias percibidas en sus tareas, ¿cuál sería el perfil
de las condiciones y ambiente de trabajo que reconoce en su actividad?
¿Qué diferencia hay entre incidente laboral y accidente laboral?
¿Qué es una enfermedad profesional? ¿Ejemplos?
¿Qué es el triple lavado de envases y cómo se realiza?
¿Qué diferencia existe entre Prevención y Protección?
¿Cuál es el equipo de Protección Personal indicado para la aplicación de plaguicidas?
¿Cuáles son los estudios médicos obligatorios que deberá realizarse quien esté la-
boralmente expuesto a plaguicidas y cuál su frecuencia?
¿Qué quiere decir exposición para-ocupacional?
¿Dónde se lava la ropa de trabajo y el equipo de protección personal? ¿De quién es
la responsabilidad de este cuidado?

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

A- MARCO CONCEPTUAL

El cuidado de la Salud de la población trabajadora se encuentra estrecha-


mente relacionado con el desarrollo socioeconómico nacional y debe
considerarse, por ello, una de sus prioridades. La Salud de los trabajado-
res constituye uno de los polos de riqueza de un país, siendo un elemen-
to de alta interdependencia con aquellos factores que determinan el
grado de desarrollo de una nación (educación, distribución equitativa de
la riqueza, capacidad local para la explotación racional de los recursos,
calidad de vida, etc.). Sus fluctuaciones a lo largo del tiempo son un indi-
cador de ese desarrollo.

La Salud Ocupacional – expresamente documentada como objetivo de la


Agenda 21 en su Capítulo 6 - no sólo representa un pulso coincidente con
el presente de un país, sino que se asocia directamente con su potencial
futuro y define, asimismo, el grado de compromiso con las políticas inter-
nacionales en el objetivo de un desarrollo sostenible. La organización del
trabajo en este desarrollo, permitirá a los trabajadores disfrutar de una
vida sana y productiva y contribuir a la creación de una sociedad saluda-
ble. (Programa de Salud de los Trabajadores. Ministerio de Salud de la
Nación. 1995).

1- SALUD

1-1. La Salud es un Derecho humano fundamental.

Declaración Universal de los Derechos humanos. Artículo 25

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el ves-
tido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene
asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por cir-
cunstancias independientes de su voluntad.

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.


Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho
a igual protección social.

Constitución de la Nación argentina. Art. 41.-

Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el de-
sarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes
sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

La Salud se define como Derecho Fundamental, absoluto y universal, indelegable


desde el Estado y vigente para cada persona por el sólo hecho de ser, igualitario
cualquiera sea el género, edad, credo, ideología, posición socioeconómica, na-
cionalidad, etnia o colectivo de pertenencia.

1-2. ¿De qué hablamos cuando hablamos de Salud?

Intuitivamente el concepto de salud suele asociarse al de bienestar y su


recuperación a actos médicos; esta asociación dominó históricamente los
enfoques sanitarios, que, a partir de esto, particularizaron en el acceso a la
atención médica los esfuerzos para conseguir un alto grado de salud en la
comunidad. Bajo la definición de la OMS que consideraba a la Salud como
el “completo estado de bienestar biopsicosocial, no sólo la ausencia de en-
fermedad”, la pérdida de ese máximo estado de bienestar equivalía, nece-
sariamente, a enfermedad.

Sin embargo la asociación no es real; bienestar-malestar, normalidad-anor-


malidad, salud-enfermedad no son binomios con significado intercambiable
entre sí. No es la ausencia de enfermedad lo que define a la salud, como
tampoco la ausencia de síntomas descarta a la enfermedad.

Podría mejor decirse que la Salud es el resultado del equilibrio dinámico de


regulación y adaptación de la persona al entorno que habita, pero también
que es el factor aglutinante y expresivo de todas las situaciones del vivir y el
convivir, creado y recreado continuamente. La Salud es un Valor que tras-
ciende el aspecto individual, un Derecho de las personas y de las comuni-
dades, un Bien que se construye individual y socialmente y en el cual se
sostiene el desarrollo de un país.

La salud no es un estado, o un momento, o una forma de óptimo funciona-


miento celular o metabólico: es un Proceso en el que intervienen, además,
factores y condiciones diferentes a aquellas que históricamente eran sindi-
cadas como causas únicas y directas de la pérdida de la salud. Entre estos
factores, los relacionados con condiciones económicas, laborales, ambienta-
les, éticas y estéticas del ambiente ecológico y social que nos rodea en un
momento determinado. Debe pensarse a la Salud desde la perspectiva de
este proceso Salud-Enfermedad atravesado por aspectos de orden cultural,
social y económico que hacen que, para cada comunidad y en cada momen-
to histórico, las personas enfermen y sanen de una manera singular.

“Para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social un


individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de

16
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente. La


salud se percibe pues, no como el objetivo, sino como la fuente de riqueza
de la vida cotidiana”. (Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud)

Tanto la salud como la enfermedad (componentes del mismo proceso) “se encuentran
definidos por la manera como trabajan, viven, se alimentan, se educan, se divierten, se
organizan y se relacionan los individuos dentro de la sociedad.”

Este proceso salud-enfermedad, que responde a la visión del ser humano como un ser
complejo, tanto en lo individual como en las relaciones que establece con la comunidad
y el ambiente, requerirá de una atención (preventiva o reparadora; médica, social o
individual) para minimizar / resolver conflictos y para mantener un resultado positivo
a lo largo de la vida de cada persona. La atención (entendida no sólo como actitud y
práctica médica, sino como el cuidado y el interés que ponen las personas entre sí)
resulta ser, entonces, el término que completa el concepto del proceso: Salud – En-
fermedad - Atención.

Existen, por lo tanto, varias dimensiones que intervienen en las maneras en las
cuales cada individuo y cada comunidad construyen su perfil de Salud-Enfermedad-
Atención. La dimensión biológica es sólo una de ellas. Estas dimensiones (políti-
cas, históricas, sociales, económicas, ambientales, etc.) se conocen como Deter-
minantes de la Salud. Hacia fines de la década del ’80, la Carta de Ottawa había
identificado algunos determinantes asignándoles la categoría de prerequisitos1
para la salud:
• la paz,
• la educación,
• la vivienda,
• la alimentación,
• la renta,
• un ecosistema estable,
• la justicia social y
• la equidad

Cualquier mejora de la salud ha de basarse,


necesariamente, en estos prerequisitos

Los diferentes perfiles de salud que se observan en diferentes colectivos, son, por otro
lado, un indicador de la manera en que cada uno resuelve/no resuelve sus conflictos
en estos niveles: sabiendo cómo y de qué enferma y muere un grupo humano en
particular, puede inferirse como vive dicho grupo humano.

1
Hoy entendidos como Determinantes de la Salud

17
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Es así que del análisis comparativo de los diferentes datos relacionados con
el perfil de salud (expectativa de vida, primeras 10 causas de muerte, morta-
lidad materna, mortalidad infantil, etc.) surge como primer resultado una va-
riación muy importante entre distintos países y también entre distintas zonas
al interior de cada país. En casos extremos, la magnitud de las diferencias es
tan grande que el rango de expectativa de vida de los habitantes de dos ciu-
dades de desigual grado de desarrollo puede superar los 40 años.

La evaluación conjunta de estos datos con aquellos otros indicadores de ne-


cesidades básicas (vivienda, alimentación, saneamiento básico, etc.) permite
una primera aproximación para vincularlos causalmente y vuelve visible la
relación entre la salud y estos determinantes (Gráficos V.1-3).

Gráfico V.1
Fuente: Dr. Eduardo Guerrero. OPS-OMS- Informe Regional sobre la Evaluación 2000 en la Región de
las Américas.
* Mortalidad infantil (por 1,000 nacidos vivos)

Gráficos .2 y.3: Oscar Cetrángolo. V Jornada Nacional de Municipios y Comunidades Saludables:


Entornos Saludables para una mejor Calidad de Vida. Buenos Aires, 25 de agosto de 2006.
Oficina de la CEPAL en Buenos Aires

18
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Gráfico V.2- Argentina: Proporción de población sin cobertura de agua y desagües cloacales,por
provincia y PBG

Gráfico V.3- Esperanza de vida al nacer y tasa de mortalidad infantil por provincias ordenadas por
PBG por habitante

2
El Producto Bruto Geográfico (PBG) de una jurisdicción determinada refleja la actividad económica de las
unidades productivas residentes en esa jurisdicción, siendo igual a la suma de los valores agregados por dichas
unidades productivas. OPS/OMS. Comunidades Saludables.

19
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Queda entendido que se necesita, “reducir las diferencias, asegurar la igualdad de


oportunidades y proporcionar los medios que permitan a toda la población desarro-
llar al máximo su salud potencial. Las gentes no podrán alcanzar su plena salud
potencial a menos que sean capaces de asumir el control de todo lo que determine
su estado de salud”. (Carta de Ottawa)

En este aspecto, la salud se verá favorecida en sociedades con modelos polí-


tica y socialmente inclusivos en los que se estimule la interacción entre las
personas, se tolere la diversidad, se permita y promueva la participación, se
recorten las desigualdades (de género, etnia o grupo, trabajo, salario, etc.) y se
oferte a las personas:

• Vivienda segura y asequible


• Alimentación sana y suficiente
• Acceso a la educación
• Ausencia de discriminación
• Acceso a una adecuada atención sanitaria y prácticas médicas
• Acceso a transporte seguro, barato y no contaminante
• Condiciones de trabajo adecuadas, seguras y gratificantes. Trabajo bien remunerado

Esto implica tomar decisiones y compromisos a favor de la salud, que incluyan (Carta
de Ottawa):

• “oponerse a las presiones que se ejerzan para favorecer los productos dañinos,
los medios y condiciones de vida malsanos, la mala nutrición y la destrucción de
los recursos naturales. Asimismo a centrar la atención en cuestiones de salud
pública tales como la contaminación, los riesgos profesionales, la vivienda y la
población vulnerable;
• eliminar las diferencias entre las distintas sociedades y en el interior de las
mismas, y a tomar medidas contra las desigualdades, en términos de salud, que
resultan de las normas y prácticas de esas sociedades”

2- TRABAJO

El trabajo es también un Derecho humano fundamental.


Declaración Universal de los Derechos humanos.

Artículo 23
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condicio-
nes equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por
trabajo igual.

3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfac-
toria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad

20
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de
protección social.

4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de


sus intereses.

Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación
razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Constitución de la Nación argentina

Art. 14 bis .- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes,
las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada
limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil;
igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con
control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido
arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática,
reconocida por la simple inscripción en un registro especial.

Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a


la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales goza-
rán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las rela-
cionadas con la estabilidad de su empleo.

El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral
e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará
a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica,
administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de
la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el
acceso a una vivienda digna.

El trabajo es una actividad social, cultural y económica. Es un proceso dinámico


a través del cual el ser humano se relaciona con la naturaleza transformándola
para obtener productos, bienes o servicios y a su vez transformarse a sí mismo
y satisfacer sus propias necesidades. Para ello ejerce su accionar sobre un obje-
to al cual modifica con o sin la ayuda de algunos medios y de acuerdo a una
determinada organización del trabajo. La interacción de estos tres componentes
a través de una actividad configura lo que se conoce como Proceso de trabajo,
y el equilibrio de esa interacción es el que permite que el hombre modifique la
naturaleza mientras se desarrolla a símismo. El trabajo debería ser, entonces, una
fuente de salud.
“El cambio de las formas de vida, de trabajo y de ocio afecta de forma muy significativa

21
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

a la salud. El trabajo y el ocio deben ser una fuente de salud para la población. El
modo en que la sociedad organiza el trabajo debe de contribuir a la creación de una
sociedad saludable” 3.

Ambos, Trabajo y Salud, son Derechos fundamentales del ser humano.

Sin embargo, a lo largo de la historia se han producido cambios profundos en las formas
de trabajo y alcanzado niveles de complejidad que han modificado este equilibrio.

Entre esos cambios sobresalen las condiciones económicas negativas (desocupación,


recesión); modelos de crecimiento con eje en la flexibilización y desregulación laboral;
avance y desarrollo técnico – científico con reestructuración de procesos productivos;
mayor mecanización de tareas; aumento de la informalidad; trabajadores sujetos a las
leyes de oferta y demanda; formas de trabajo más riesgosas con mayor deterioro físi-
co y mental, etc.

Si el trabajador no puede manifestar su capacidad creativa a través del trabajo; si no es


dueño de los medios de trabajo (máquinas, materias primas, tierra); si sólo puede vender
su fuerza de trabajo; si, en definitiva, el trabajador no es el factor más importante del
proceso de trabajo, entonces pierde la identificación, el interés y el sentido de la tarea.

Si las condiciones en las que ejerce el trabajo están deterioradas y si además el am-
biente en que el trabajo se desarrolla permite la exposición a diferentes peligros, el
resultado será la aparición de fatiga, envejecimiento prematuro y mayor morbimorta-
lidad por enfermedades profesionales y accidentes de trabajo.

En síntesis, si el trabajador es obligado a renunciar a su protagonismo en el proceso


de trabajo y las condiciones y medio ambiente que ese proceso determina son defi-
cientes, perderá su dignidad y su salud.

No es el trabajo el que “mata”. Lo que puede matar es la indiferencia o la violación


de las normas: obviar un elemento de seguridad para acelerar la producción o ahorrar
costos; no dar al trabajador
un elemento de protección
personal; utilizar una sus-
tancia química peligrosa sin
suficiente información/for-
mación/monitoreo y vigi-
lancia del trabajador ex-
puesto; etc.

3
Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud

22
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

3-EL PROCESO DE TRABAJO

El proceso de trabajo es un sistema de relaciones entre


el hombre y la naturaleza que se caracteriza por tener
en interacción a cuatro componentes fundamentales:

El objeto del trabajo:


Es el elemento a transformar por el trabajador a través
de su actividad y mediante los medios de trabajo. Estos
objetos pueden ser primarios o no modificados por el
hombre (por ejemplo: el petróleo que hay que extraer,
el árbol que hay que talar, el suelo que hay que nivelar)
o secundarios ya modificados por el hombre (plásticos,
telas, etc. - materia prima que será transformada en el
Quinquela Martín
curso de la actividad laboral).

medios de trabajo :
Son los elementos que ayudan al trabajador a modificar más eficientemente al objeto.
(Máquinas, herramientas, compuestos químicos, entre otros ejemplos).

organización del trabajo:


Refiere a la forma en que se organiza y divide el trabajo: los tiempos, la cantidad e
intensidad, la determinación de tareas y subdivisión de ocupaciones o la remuneración,
son, entre otras, partes constitutivas de este componente Y
actividad :
Componente principal y excluyente para que exista trabajo y a través del cual se
produce la interacción de los otros tres componentes.

4- LA SALUD DE LOS TRABAJADORES

“Considerando que existen condiciones de


trabajo que entrañan tal grado de injusticia,
miseria y privaciones para gran número de
seres humanos, que el descontento causado
constituye una amenaza para la paz y armonía
universales...” (OIT 1919. Preámbulo de la
Constitución de la Organización)
“A pesar de los considerables esfuerzos
realizados para aumentar la seguridad e
higiene en el trabajo, la situación mundial
en su conjunto sigue siendo inquietante...
En un período de desempleo generalizado, Homenaje a Fontanarrosa

23
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

estancamiento económico e inflación existe la tentación de dejar para un mañana


mejor la solución de los problemas que parecen menos urgentes. La posibilidad de
realzar la vida del trabajo ha figurado hasta ahora en esa categoría en casi todas
partes. Esta situación tiene que cambiar”. (OIT- Lanzamiento del Programa Internacional
para el Mejoramiento de las Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo-1975).

“Mediante sus actividades en el ámbito del


“Que naides escupa sangre pa’
empleo, la protección social, las normas y
que otro viva mejor”
los principios y derechos fundamentales
Atahualpa Yupanqui en el trabajo y del diálogo social, la OIT se
esfuerza para fomentar el trabajo decente.
En cada una de estas esferas, los individuos de todo el mundo se ven enfrentados
a carencias y exclusiones en forma de desempleo y subempleo, trabajos de baja
calidad e improductivos, trabajo inseguro e ingresos inestables, denegación de
derechos, desigualdad de género, explotación de los trabajadores migrantes, falta
de representación y participación, así como de insuficiente protección y solidaridad
en caso de enfermedad, discapacidad y vejez”. (OIT 2004. “El trabajo decente es
fundamental para el progreso social”). Como en 1919, en 1975 o en 2004, hoy
podemos decir que la situación no ha cambiado sustancialmente.

Se entiende que el mundo ha logrado avances en la expectativa de vida de sus habi-


tantes a través del acceso al alimento, agua potable, vivienda, asistencia de salud y
educación masiva. Asimismo se entiende que muchos modelos de desarrollo han
resultado no sustentables y su consecuencia directa ha sido la generación de un nue-
vo perfil de riesgos: uso masivo e indiscriminado de productos químicos, uso y trans-
ferencia de tecnología peligrosa, desforestación y agotamiento de otros recursos na-
turales, contaminación de suelos, agua y aire, sobredimensionamiento de los hábitats
urbanos. Las mejoras logradas en términos de expectativa y calidad de vida se distri-
buyen muy inequitativamente y las desigualdades en salud son enormes.

Tampoco los riesgos derivados del mal llamado progreso se distribuyen equitativamen-
te en todos los países. En aquellos de menor desarrollo la población se enfrenta a los
efectos negativos de los nuevos peligros insertos en condiciones de pobreza e inequi-
dad: hacinamiento urbano, problemas de migración, deserción escolar, violencia social,
discriminación étnica, de género o religión, exclusión económica y aun la carencia o
insuficiencia de elementos básicos para la subsistencia: agua potable, alimentos,
atención médica. En este escenario la fuerza laboral encuentra condiciones de trabajo
inseguras y ligadas a modelos de crecimiento en los que la producción se privilegia
en un entorno con altos índices de desocupación y trabajo informal, teniendo como
ejes estratégicos principales la flexibilización y la desregulación. Para la población tra-
bajadora, esta sumatoria de factores se ve reflejada en un mayor deterioro físico y
mental, con el consecuente aumento de la morbimortalidad por enfermedades pro-
fesionales y accidentes de trabajo.

En síntesis, las condiciones deterioradas de vida y de trabajo han favorecido la aparición


de un nuevo perfil de exigencias y riesgos, múltiples, complejos y con un costoso
saldo en vidas y recursos económicos. Es imprescindible, entonces, identificar estos

24
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

riesgos, evaluarlos, monitorearlos, brindar información y apoyo técnico sobre ellos y


buscar los canales más adecuados para su limitación o eliminación.

Esta gestión ya no puede ser enfocada solamente desde y hacia el interior de la empresa
ni pensada exclusivamente desde la Medicina del Trabajo o desde la Higiene y Seguridad,
como lo era tradicionalmente. Debe ser pensada desde el paradigma económico y social
existente en el país en un momento dado y tomando en cuenta las 24 horas del día del
trabajador, ya que su trabajo condicionara su vida familiar, su vida cultural, su tiempo libre,
etc. Debe asimismo incorporar a otras disciplinas para identificar, analizar y brindar apor-
tes con criterio científico a los problemas derivados de deficientes condiciones y medio
ambiente de trabajo. De allí la necesidad de hablar de Salud del Trabajador como con-
cepto más amplio en vez de ‘salud en el trabajo’ o ‘salud ocupacional’. En este equipo de
diferentes perfiles técnicos, obligatoriamente multisectorial, no deben estar ausentes los
trabajadores con su experiencia acumulada y su opinión directa: es en este marco de in-
terdisciplina y multisectorialidad en donde se hace perentoria su intervencion para lograr
una adecuada promoción y protección de su salud.

5-CONDICIONES Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO (C Y MAT)

Condiciones y medio ambiente de trabajo: “Conjunto de variables que definen la


realización de una tarea y el entorno en que se realiza e influyen sobre el trabajador
en forma positiva o negativa, directa o indirectamente e individual o colectivamente
determinando su salud”.

En la década del 70 la Organización Internacional del Trabajo acuña esta definición que
contempla, desde un enfoque global, el cómo y el dónde del trabajo. La forma y el espa-
cio en que se desarrolla una actividad laboral. Su influencia no se limita a los trabajadores
ya que puede extenderse a todo el colectivo laboral, la familia y el ambiente circundante.
Análisis de las CyMAT
El análisis de las condiciones y ambiente de trabajo permite identificar aquellos facto-
res que influyen negativamente sobre la salud de los trabajadores e implementar al-
ternativas de solución más adecuadas para neutralizarlos. Al respecto dice la OIT a
través de su Programa Internacional para el mejoramiento de las condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo (PIACT):”…El mejoramiento de las condiciones y medio ambien-
te de trabajo constituye el elemento esencial en la promoción de la justicia social”. En
la prosecución de este objetivo es fundamental tener en cuenta que:

• el trabajo debería realizarse en un ambiente seguro y sano;


• las condiciones de trabajo deberían ser compatibles con el bienestar y la dignidad
humana de los trabajadores;
• el trabajo debería ofrecer al trabajador posibilidades reales de desarrollar su
personalidad y de servir a la sociedad.

Sólo a los efectos de su interpretación didáctica (ya que en la realidad se encuentran


en permanente interacción), estos factores influyentes sobre la salud de los trabaja-
dores se pueden clasificar en dos grupos:

25
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

• las exigencias derivadas de las Condiciones de Trabajo y


• los riesgos presentes en el Ambiente de Trabajo.

5.1 Exigencias de las condiciones de trabajo

Las condiciones de trabajo son aquellos elementos que definen la situación en que
se maneja el trabajador, la organización de su trabajo (jornada, remuneración, conte-
nido del trabajo, modalidad de gestión de la fuerza del trabajo, etc.).

Estas condiciones determinan, las EXIGENCIAS DEL TRABAJO4 a que están sometidos
los trabajadores:

• Exigencias laborales de la
actividad física
• Osteomusculares
(posturas, esfuerzos físi-
cos, movimientos esta-
cionarios y de desplaza-
miento, etc.)
• Otras: cardiocirculatorias,
respiratorias, neurológi-
cas, energéticas, senso-
perceptivas, etc.
• Exigencias laborales de la
organización y contenido
del trabajo
• Duración y configuración
del tiempo de trabajo (jornada de trabajo, duración, horarios, turnos, etc.)
• Sistema de remueración (fijo, a destajo, cuotas, planes especiales, etc.)
• Ritmo de trabajo (intenso)
• Naturaleza de la tarea (trabajo monótono, repetitivo, grado de atención, etc.)
• Sistemas y niveles de autoridad (deficiente comunicación, supervisión estricta)
• Modalidad de gestión de la fuerza de trabajo (precariedad, flexibilidad laboral)
• Posibilidad de participación (a través de Comité mixto)

5.2 Riesgos del ambiente de trabajo

Por su parte los objetos y los medios de trabajo


constituyen el ambiente de trabajo, lugar que rodea
e interacciona con el trabajador cuando está hacien-
do su tarea y que es determinante de los RIESGOS
DEL TRABAJO.

4
Suelen encontrarse en la literatura agrupadas también como Riesgos Ergonómicos y Psicosociales

26
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

5.2.1 Riesgos derivados de los medios del trabajo:

Físicos: (aquellos que - a excepción de las radiaciones - pueden percibirse a


través de los sentidos)
• ruido y vibraciones,
• temperatura (calor, frío)
• humedad,
• ventilación,
• iluminación,
• radiaciones

Tecnológicos o de Seguridad:
• Instalaciones (eléctricas, de gas, pisos, paredes, techos, escaleras, rampas,
estibas, etc.)
• Maquinaria, equipos y Herramientas (manuales, de motor)
• Fuentes de incendio y explosión
• Manipulación y Transporte
• Orden y limpieza
• Saneamiento básico (comedores, agua potable, vestidores, baños, servicios, etc.)

5.2.2 Riesgos derivados de los objetos del trabajo

Químicos:
• polvos,
• gases
• humos,
• vapores,
• líquidos,
• neblinas,
• aerosoles.

Biológicos
• virus,
• hongos,
• parásitos,
• bacterias.

5.2.3 Riesgos derivados del ambiente natural:

• animales venenosos (reptiles,


arácnidos, insectos, etc.) y no
venenosos (roedores, otros)
• Condiciones termo-hidrométricas
• Radiaciones solares
• Condiciones climáticas: viento,
lluvia, descargas eléctricas (rayos)

27
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

• Temblores, terremotos, maremotos, inundaciones, aludes, derrumbes,


• Erupciones volcánicas, incendios naturales

En resumen, la interacción de los elementos constitutivos del PROCESO DEL TRABAJO


determina las CONDICIONES Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO a que están expuestos
los trabajadores, es decir el esfuerzo físico, psíquico y mental requerido y la presencia
de peligros que potencialmente pueden deteriorar su salud.

6- LA CARGA DEL TRABAJO


La carga es el efecto de los riesgos y/o las exigencias sobre el trabajador. Así existen
cargas físicas como consecuencia de las exigencias laborales de la actividad física:
estáticas (posturas) o dinámicas (gestos y movimientos musculares).

Dibujo : inet

Y también existen cargas psíquicas y mentales derivadas de las exigencias de la or-


ganización y contenido del trabajo: apremio o exigencias de tiempo, ritmo excesivo,
repetitividad, complejidad-rapidez de la tarea, atención, minuciosidad, monotonía, posi-
ciones incómodas, memoria operativa, , grado de iniciativa posible en la tarea, grado de
ambigüedad de los resultados, status o reconocimiento social por la tarea, comunicación,
cooperación, responsabilidad de manejo de dinero, carga emergente (por situación
política, social y económica).

Según los riesgos presentes en el ambiente de trabajo sumaremos a las anteriores


una carga química, biológica, etc.

Estas cargas por lo general no actúan solas ni en forma independiente, y la acción man-
comunada de varias de ellas cuando están presentes en una actividad se denomina:

28
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

CARGA GLOBAL DEL TRABAJO.

Según la intensidad y el tiempo de exposición a estas cargas laborales se determinará


el grado de desgaste físico y mental. El desgaste traerá como consecuencia:

FATIGA,
ENVEJECIMIENTO TEMPRANO,
ACCIDENTES Y ENFERMEDADES,
INVALIDEZ y
MUERTE PREMATURA

La carga global del trabajo constituye, el punto de enlace entre las condiciones
y medio ambiente de trabajo, y los efectos a la salud y seguridad en el trabajo,
actuando el desgaste como el factor de intermediación.

Ejemplo:

En el caso de aplicadores de plaguicidas para control de plagas sanitarias, estaríamos


ante una tarea con:

a- exigencias laborales de la organización del trabajo:

Se dan momentos con ritmo de trabajo alto o jornadas de trabajo intensas (carga fí-
sica y psíquica), jornadas largas de pié, a veces a caballo (carga física). Por la natu-
raleza del trabajo se pueden presentar posturas incómodas (carga fisiológica) o con
sobrepeso por equipo de aplicación (carga mecánica), con ruido y vibraciones, con
exposición a altas temperaturas, (carga física)

b- exigencias laborales del ambiente de trabajo

• exposición a plaguicidas (carga química),


• exposición a infecciones/infestaciones (carga biológica),
• ambientes con microclima inadecuado muchas veces caluroso y húmedo ,
• ambientes con una mala topografía del terreno (carga física),
• inadecuado saneamiento básico5,
• exposición a ofidios / arácnidos / otros ponzoñosos, etc.

Estas cargas en su conjunto configuran la carga global del trabajo analizado.

A modo de resumen:

5
Un adecuado saneamiento básico en el trabajo, implica la disponibilidad de agua para lavarse y bañarse,
vestuarios apropiados con casilleros individuales para guardar la ropa de trabajo y la ropa de calle, servicios
sanitarios adecuados, sitios destinados a la alimentación y el descanso alejados de áreas de riesgo.

29
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

PROCESO DE TRABAJO

ACTIVIDAD
OBJETO Y MEDIOS DEL TRABAJO
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

Determinan

CONDICIONES DE TRABAJO MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO

- Contenido del trabajo


- Local e instalaciones
- Jornada laboral
- Maquinaria y equipo
- Remuneración
- Herramientas manuales
- Modo de gestión de la fuerza
- Sustancias químicas
de trabajo
- Agentes biológicos
- Participación de trabajadores
- Desastres naturales
- Servicios sociales, etc.

CONDICIONES Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO

FAVORABLES DESFAVORABLES

CARGA LABORAL

SATISFACCION
APRENDIZAJE DESGASTE FISICO Y MENTAL
PRODUCTIVIDAD
CONTINUIDAD
EFICIENCIA
EXPERIENCIA FATIGA
ENVEJECIMIENTO PREMATURO
ACCIDENTES Y ENFERMEDADES
INVALIDEZ Y MUERTE

30
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

7- ACCIDENTE DE TRABAJO. ENFERMEDAD PROFESIONAL


Es necesario conocer los siguientes conceptos:

¿Qué es un accidente?

Es un hecho de comienzo y desarrollo generalmente brusco ,


independiente de la voluntad humana, de origen multicau -
sal, con intervención de algún factor externo, que supera la
capacidad de respuesta de la persona y es potencialmente
capaz de generar un daño.6

¿Qué es un accidente de trabajo?

Es un acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho


o en ocasión del trabajo, o en el trayecto entre el domicilio
del trabajador y el lugar de trabajo (in itínere. Para ser consi-
derado accidente in itínere, el trabajador no debe haber alte-
rado su recorrido habitual, salvo si ha notificado anteriormen-
te la empleador)7

¿Qué es un incidente?

Se suele denominar así a los acontecimientos que, sin producir efectos sobre la
salud de las personas, pueden o no generar un daño económico para el proceso
productivo. Algunos autores, incluyen actualmente, para sus análisis de riesgo, a los
incidentes dentro de los accidentes.

¿Cuál es la causa de un accidente?

Si bién en la percepción de las personas persiste la idea de que los accidentes se


deben al azar, la fatalidad, el destino, en realidad cada accidente es el resultado de
una cadena de causalidades (no casualidades) en las que por lo menos un actor, in-
terviniente en esa cadena, hizo una mala elección.

Por otro lado, el accidente no puede explicarse


como un proceso de ocurrencia lineal (causa-
efecto), sino como el producto de una serie Hombre - Agente - Medio
de factores coincidentes, propios del agente,
la persona y el medio en el que interactúan.

6
Programa de Salud del Trabajador. Ministerio de Salud de la Nación
7
(Ley 24.557).

31
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

¿Cuáles son las consecuencias de los


accidentes de trabajo?

Las consecuencias pueden ser la generación de


lesiones, leves o graves, o la muerte.Las lesiones
pueden o no dejar secuelas y las secuelas generar
incapacidad.

La incapacidad, a su vez, podrá ser permanente o


transitoria, y, cualquiera de ellas, parcial o totales.

La determinación de las incapacidades corresponde


al ámbito de la Medicina Legal y están legalmente
clasificadas en un Baremo vigente a través del
Decreto 659/97 del Poder Ejecutivo Nacional.

¿Qué es una enfermedad profesional?

Se consideran enfermedades profesionales


aquellas que son producidas en el ámbito
o a causa del trabajo, existiendo una relación entre la patología, el agente cau-
sante, el cuadro clínico, la exposición y las actividades en las que pueden pro-
ducirse. Dicho de otra manera, es una enfermedad en la cual el agente que la
ha generado se encuentra presente en el ambiente de trabajo donde se desem-
peña o desempeñó anteriormente el enfermo y que puede incapacitarlo o lle-
varlo a la muerte. Así, el trabajo es causa necesaria; es un factor que contribuye
como causa de la enfermedad, o es el desencadenante de la aparición y/o agra-
vante de la misma.

Legalmente se consideran “enfermedades profesionales” a las que están inclui-


das en el Listado de Enfermedades Profesionales publicado por el Decreto 658/97
y el Decreto 1167/2003 del Poder Ejecutivo Nacional. El Decreto PEN 1278/2000
establece la posibilidad de incorporar otras enfermedades a las ya listadas. (Ver
anexo legislativo en disco compacto)

¿Qué es el daño a la salud?

El concepto moderno de enfermedad profesional incluye el daño a la salud que, sin


constituir una patología establecida y sin ser percibido por quien lo sufre, es condición
suficiente para otorgar cobertura al trabajador y no sólo compensación a posteriori
(cuando lo que se compensa es una pérdida de capacidad física o de ganancia por
una enfermedad constituida y en fase irreversible).

Este concepto refiere a una modificación bioquímica, fisiológica, o anatómica que


precede a una enfermedad y que es, en una primera etapa, reversible (por trata-

32
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

miento o por cese de la exposición) y que por lo general no es percibida por


quienes la experimentan.8

¿Cómo se investiga la relación de causalidad?

A través de pruebas (clínicas, patológicas, experimentales o epidemiológicas), aisladas


o conjuntas, que permiten establecer una relación de causalidad entre la enfermedad
y la presencia, en el trabajo, del agente que la originó.

¿Qué es la multicausalidad?

Es la intervención concomitante y sinérgica de factores de distinto tipo y origen sobre


una persona, medio o proceso, al que modifican dando un resultado en común. Mu-
chas de las enfermedades reconocen un origen multicausal en el que se identifican
factores propios del individuo, de las formas de exposición a peligros específicos, de
la magnitud del mismo etc. 9

¿Qué es el deterioro o el sufrimiento?

Es la sensación crónica de padecimiento físico o psicológico de un individuo. Sin que


se exprese como una entidad nosológica clínicamente determinada, altera la salud de
la persona y constituye un determinante de enfermedad. 10

¿Cuales son algunas obligaciones del empleador o la ART que es necesario


conocer?

• El empleador tiene la obligación de notificar a los


trabajadores cuál es la ART a la cual se encuentran
afiliados.

• La ART tiene la obligación de informar a los interesa-


dos la red de establecimientos contratados para la
atención médica del accidente de trabajo o la enfer-
medad profesional.

• En el lugar de trabajo debe haber un afiche que señale como proceder ante la
ocurrencia de un siniestro, con indicación del nombre de la aseguradora de riesgos
del trabajo y el número de teléfono al cual debe llamarse en caso de accidente.

• Asimismo, debe ser entregada una credencial con los mismos datos del afiche,
credencial que debe ser portada por el trabajador.

8-9
Programa de Salud del Trabajador. Ministerio de Salud de la Nación
10
Ministerio de Salud de la Nación.

33
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

¿Qué debe hacerse en caso de accidente o enfermedad profesional?

Los trabajadores tienen la obligación de comunicar en forma inmediata, los accidentes


a su superior.

El empleador tiene la obligación de denunciar el accidente o enfermedad a la ART o


a los prestadores médicos habilitados por la ART y derivar al accidentado al sitio de
atención médica correspondiente. El trabajador tiene el derecho de recibir, hasta su
curación completa o mientras subsistan los síntomas, asistencia médica y farmacéuti-
ca, prótesis, ortopedia, rehabilitación, y, en caso de incapacidades transitorias o per-
manentes, las prestaciones dinerarias correspondientes.

Siempre que ocurra un accidente deberá investigarse por qué ocurrió, si hay otras
personas expuestas al mismo peligro y cómo puede eliminarse el peligro o reducirse
el riesgo para evitar nuevos episodios.

¿Cuál es la magnitud de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales?

Según la Organización Internacional del Trabajo existen en el mundo anualmente 270


millones de accidentes de trabajo y 160 millones de enfermedades profesionales
anuales. La mortalidad anual por accidentes alcanza las 360.000 víctimas y las enfer-
medades profesionales superan los dos millones. Superan a la mortalidad por acci-
dentes de tránsito, a las muertes por conflictos bélicos, a las derivadas de la delincuen-
cia o a las que son producto del SIDA.11

En nuestro país, según los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, para el año
2005 se notificaron 570.824 casos totales sobre 6 millones de trabajadores cubiertos (no
se tienen datos del trabajo informal o “en negro”). Un 83,6% de los casos notificados co-
rresponde a accidentes en el ámbito del trabajo, un 10,8% fueron accidentes en trayecto
(in itínere), 4,0% fueron reingresos y 1,7% enfermedades profesionales. Murieron 857
trabajadores de los cuales 527 correspondieron a accidentes en ocasión del trabajo, 326
fueron accidentes en trayecto, y 3 estuvieron relacionados con enfermedades profesionales.
Se notificaron 30.914 casos de trabajadores con alguna incapacidad laboral permanente.

La incidencia de Enfermedades Profesionales es, en realidad, muy superior a las cifras


registradas. El subregistro se debe, en primer lugar, a la gran cantidad de trabajadores
en el sector informal de la economía, que no aportan datos de morbilidad o mortalidad
al sistema de vigilancia. Para los trabajadores ocupados en el sector formal, el subregis-
tro depende de subdiagnósticos médicos y de la subnotificación de casos diagnosticados.
El primer caso es frecuente de observar en enfermedades que presentan una latencia
larga (a veces décadas) entre la exposición y la aparición de los síntomas, con los con-
siguientes inconvenientes para la identificación retrospectiva de las causas; la notificación,
por su parte, requiere del previo reconocimiento – por parte de empleadores y asegu-
radoras - del origen laboral de una enfermedad instalada y, por lo tanto, de la respon-
sabilidad cabida en términos de tratamiento, rehabilitación y reparación de daños.


Organización Internacional del Trabajo

34
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

¿Cuál es el costo de los accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo?

También según la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la


Salud el costo anual asciende a alrededor de 170 billones de dólares, de los cuales 145
son por los accidentes de trabajo y el resto por las enfermedades profesionales. De ese
total 65 billones corresponden a los costos directos y 105 billones a los costos indirectos.

¿Cuáles son los costos directos?

Se toman como gastos directos los correspondientes a gastos médicos, jornales caídos
e indemnizaciones.

¿Cuáles son los costos indirectos?

• Desde la visión tradicional (Heinrich):

Costo del tiempo perdido por el accidentado; costo del tiempo perdido por otros
trabajadores (suspenden el trabajo por curiosidad, para ayudar, etc.); costo del tiempo
invertido por los supervisores y jefes (asistiendo al lesionado, investigando el acci-
dente, preparando informes y ordenando las reparaciones, limpieza y restauración de
los procesos de producción); costo del tiempo empleado en atención del accidentado,
gastos médicos y de primeros auxilios no cubiertos por la aseguradora; costo del daño
causado a la máquina, herramienta, materiales o instalaciones; costo extra por retrasos
en la producción ocasionados por el accidente; costo del entrenamiento de un nuevo
trabajador; costo del pago de salarios íntegros del trabajador accidentado a su regreso
al trabajo aun cuando su rendimiento temporal no sea pleno; costo por pérdida de
productividad del accidentado, del reemplazante y/o de las máquinas paradas.

• Desde una visión social, tomando en cuenta los costos para el trabajador y para
la comunidad, identificamos:

Costos para el trabajador:

Pérdida del Derecho a la salud, de su bienestar y calidad de vida; pérdida del bienes-
tar de la familia: disminución de la posibilidad de satisfacer las necesidades básicas
de alimentación, salud, educación, produciendo cambios en los hábitos de vida; dis-
minución de la productividad individual; reducción de sus ingresos; pérdida de la ex-
periencia y capacitación; aumento de la vulnerabilidad, etc.

Costos para la comunidad:

Siempre según la OIT, están calculados en aproximadamente en el 4% del PBI (pro-


ducto bruto interno) mundial, calculándose que, en los países en desarrollo, puede
alcanzar hasta el 10 % del PBI. Los costos empresariales, por otro lado, terminan
trasladándose a la comunidad.

35
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

8- VIGILANCIA MEDICA
8.1.¿Porqué y para qué?

- Porqué es un DERECHO de los trabajadores


controlar el estado de su salud.

- Porqué es una herramienta fundamental de


la Prevención de Riesgos Laborales y como
recolección sistemática de información sobre
el estado de salud de los trabajadores. En el
caso que nos ocupa es imprescindible:

• Para evaluar el estado de salud de los


trabajadores con respecto a los riesgos
derivados de su exposición a productos
químicos;
• Para la detección precoz de enfermedades y lesiones debidas a la exposición
a productos químicos peligrosos en el trabajo;
• Para la realización de medidas terapéuticas necesarias para revertir esas le-
siones y enfermedades;
• Para la formulación de hipótesis de causa-efecto;
• Para la toma de medidas preventivas para la eliminación o minimización de
la exposición a ese/os riesgo/s y la evaluación de la eficacia de esas medidas;
y
• Para la adaptación del puesto de trabajo a la persona.

1.- No es un sustituto de las medidas de prevención y protección.


2.- No es una actividad exclusivamente asistencial. No se agota en los reconoci-
mientos médico-diagnósticos individuales sino que abarca un conjunto de ac-
tividades: control de indicadores biológicos, encuestas de salud, técnicas cua-
litativas o estudios epidemiológicos, etc.
3.- Es una actividad multidisciplinaria
4.- Abarca lo individual y lo colectivo. Debería incluir no sólo una valoración indi-
vidual del estado de salud de los trabajadores sino también el estudio sistemá-
tico de los patrones de salud / enfermedad en los diferentes colectivos labo-
rales.
5.- Es un elemento para la promoción de la salud de los trabajadores. En términos
de Salud, la relación entre un trabajador y el ambiente laboral no puede con-
siderarse aisladamente sino teniendo en cuenta las múltiples interacciones
entre condiciones laborales y extra laborales, entre comportamientos individua-
les y condiciones socioeconómicas.
6.- Debe respetar la intimidad y la dignidad de los trabajadores y la confidencialidad
de la información.
7.- No debe generar discriminación laboral.
8.- No debe confundirse con el control del ausentismo.
9.- Requiere independencia profesional

36
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

8.2 Exámenes en salud. Tipos

Examen preocupacional

El propósito del examen médico de ingreso es evaluar la aptitud psicofísica de la


persona para la tarea que va a realizar. Este objetivo cumple con la idea de “adap-
tar el trabajo a la persona” y no “adaptar la persona al trabajo”. Sin embargo, en
muchas oportunidades, la tarea está ya definida antes de realizar dicho examen,
por lo cual éste cumple con la misión de detectar las condiciones que puedan
aumentar el riesgo al que va a estar expuesto el trabajador, además de establecer
las bases para futuras evaluaciones de salud.

Los exámenes preocupacionales son de realización obligatoria y responsabilidad


del empleador, pudiendo ser fiscalizados por organismos gubernamentales de
Trabajo autorizados por la SRT. Los contenidos del examen están definidos en la
Resolución 43/97 de la SRT (ver J-Legislación). A las personas que estarán expues-
tas a insecticidas órgano fosforados y/o carbamatos se les debería determinar la
actividad de la enzima Colinesterasa intraeritrocitaria, con el fin de tener un valor
de referencia de pre-exposición.

En ningún caso, estos exámenes pueden ser utilizados como elemento discrimi-
natorio. Sin embargo, el examen deberá ser útil a efectos de detectar condiciones
de exclusión para la exposición a plaguicidas. De encontrarse trastornos psíquicos
o físicos que signifiquen una condición de mayor riesgo relativo, deberá evaluarse
la asignación a otras tareas.

Examen periódico

Los exámenes periódicos permiten detectar tempranamente signo-sintomatología


correspondiente a afecciones ligadas a aquellos agentes de riesgo a los cuales el
trabajador se encuentre expuesto con motivo de sus tareas, u otras que, por el
compromiso orgánico que determinan, pueden aumentar el riesgo del trabajador
a enfermarse durante el desempeño de dichas tareas.

Cuando los resultados de los exámenes revelen efectos adversos se darán


las prestaciones de atención médica correspondientes y se tomarán las me-
didas necesarias para eliminar la exposición del trabajador al riesgo (un ale-
jamiento provisorio - por ejemplo, rotación laboral - o definitivo de las tareas
habituales).

Se deberá estar especialmente alerta ante signos o síntomas que puedan preanun-
ciar situaciones de cronicidad por exposición a químicos.

De acuerdo al Anexo II de la Resolución 43 / 97 se efectuarán, con la frecuencia


indicada, los exámenes y análisis complementarios específicos de acuerdo a los
agentes de riesgo presentes en el ambiente de trabajo.

37
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

La realización (obligatoria) del examen es responsabilidad de la Aseguradora.


El conocimiento de los resultados es derecho del trabajador.

Exámenes previos a la transferencia de actividad

Son obligatorios previo efectuarse un cambio efectivo de tareas que implique la expo-
sición a nuevos agentes de riesgo. La responsabilidad de su realización es del emplea-
dor, ya que puede ser considerado un nuevo examen preocupacional, y los contenidos
están indicados en el ANEXO II de
la Resolución 43/97 ya mencio-
nada. Cuando la transferencia im- • Hemos visto hasta ahora la necesidad de
plique un cese de exposición a abandonar la concepción de salud
agentes de riesgo, el examen será individual y biologicista tradicional,
optativo y responsabilidad de la incorporando en su lugar la idea de
Aseguradora. proceso dinámico, considerando la
importancia de los fenómenos socioeconó-
Exámenes posteriores a micos en el plano de la salud-enfermedad-
atención.
ausencias prolongadas
• Hemos concluido en que cuando el
trabajador deja de ser el protagonista del
Tienen como propósito detectar acto productivo, porque se anteponen
signo-sintomatología aparecida du- ambiciones de lucro, pierde su salud y
rante la ausencia. Tienen carácter enferma o muere.
optativo, son responsabilidad de la • Definimos que la multiplicidad de factores
Aseguradora y deben realizarse de riesgo presentes en las actuales
siempre previamente al reinicio de condiciones y medio ambiente de trabajo
las actividades del trabajador. en los países en vías de desarrollo se ha
acompañado de un aumento en la carga
global del trabajo y en un deterioro de las
Exámenes de egreso
condiciones de vida de los trabajadores.
• Acordamos que este diagnóstico de
Son previos a la terminación de la situación implica la necesidad de poner en
relación laboral, y tienen el propó- práctica acciones multisectoriales e
sito de comprobar el estado de interdisciplinarias, con la imprescindible
salud frente a los elementos de participación de los trabajadores y la
riesgo a los que hubiere sido ex- intervención de Salud Pública para revertir
puesto el trabajador al momento situaciones de conflicto con acciones de
de la desvinculación. Tienen carác- prevención y protección.
ter optativo y son responsabilidad
de la Aseguradora. Sus caracterís-
ticas y contenido deberían depender de la actividad realizada, la historia laboral y los
resultados de los exámenes en salud previos.

Descripto este marco conceptual, en lo que resta del capítulo se desarrollara el análisis
de esas acciones preventivas y de protección de la salud, para aportar información sobre
los procedimientos de salud y seguridad en el trabajo que permitan a los trabajadores
de un Programa de control de vectores contar con el conocimiento necesario para poder

38
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

establecer diagnósticos, plantear prioridades y discutir alternativas de solución con res-


pecto a problemas que planteen sus condiciones y medio ambiente de trabajo.

B-SALUD DE LOS APLICADORES DE PLAGUICIDAS DE USO SANITARIO

La salud y la seguridad en el empleo de plaguicidas, debido a sus potenciales con-


secuencias no sólo para los trabajadores sino también para la población general y
el ambiente, debe ser una de las principales preocupaciones en la gestión de los
programas de vectores en Salud Pública. La exposición a estas sustancias químicas
es, por lo tanto, para los trabajadores de estos programas, el más importante de los
riesgos atribuibles al objeto del trabajo.

1- PREVENCION DURANTE EL TRABAJO CON PLAGUICIDAS

Ya se ha visto en anteriores libros de esta serie cuales son los principales plaguicidas
usados en estas campañas así como los impactos que cabe esperar ante la exposición.
Se abordarán ahora las medidas de prevención y protección que se deben tener en
cuenta al exponerse a estas substancias durante la mezcla, carga, aplicación y limpie-
za de equipos de trabajo, equipos de protección personal, envases, vehículos, etc.

Los datos concernientes a los Equipos de Protección Personal (cómo seleccionarlos y


el entrenamiento para su uso) completarán las medidas de seguridad y serán expli-
cadas más adelante.

Se incluirá además información referente a Higiene Personal y Ambiental, Atención


Médica, vigilancia médica, capacitación, condiciones de trabajo y legislación vigente
de necesario conocimiento así como la mención a algunas herramientas de gestión
de riesgos útiles para su uso por los trabajadores en la búsqueda de recuperar el
protagonismo que deben tener en las acciones de promoción y protección de su
salud laboral.

En la gestión de plaguicidas aunque la prevención como objetivo debe estar dirigida


fundamentalmente a los trabajadores expuestos, también debe hacerse extensible a
la población en general que puede exponerse accidentalmente, y al ambiente
(terreno, agua, aire, especies no blanco bienes naturales o antrópicos).

1.1- Prevención y Protección

Como se pueden prevenir los efectos de la exposición a los plaguicidas?

Así como el mejor residuo es aquel que no se genera, la mejor con-


ducta para prevenir un daño es eliminar el peligro; en el caso de los
plaguicidas: NO USARLOS. Adoptando algunos procedimientos y téc-
nicas de control mecánico, biológico u otros se puede evitar el uso
de los químicos en muchas oportunidades, pero cuando otras al-

39
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

ternativas no son posibles o se está en presencia de una situación emergente (por


ejemplo el alerta por un probable brote de enfermedad), el uso de los plaguicidas
constituye una herramienta válida. En ese caso deben integrarse acciones de preven-
ción y protección que permitan su uso racional y sustentable sin compromisos sani-
tarios o ambientales.

La prevención debe estar pensada para minimizar los impactos derivados del uso
de agentes químicos para el control de plagas y tenida en mente en las instancias de
selección de los productos a utilizar, durante los procedimientos de manipulación y
aplicación, durante el transporte, durante el almacenamiento y durante el tratamiento
y la disposición final de los restos y envases.

Cuando para minimizar esa exposición las intervenciones no se ejerzan sobre el peligro
ni sobre el medio ambiente de trabajo sino sobre el trabajador, no nos referimos a
medidas de prevención sino de protección . La protección es el último eslabón en la
cadena de posibles intervenciones y debe ser puesta en práctica cuando otras acciones
de prevención fueron insuficientes, no adecuadas, o inexistentes. Así, los mecanismos
que se utilicen para la protección del expuesto, serán siempre un complemento y nun-
ca el objetivo principal de la acción en seguridad y salud de los trabajadores.

1.2- Medidas Preventivas Generales

Importante:

- Los trabajadores deben estar bajo vigilancia médica periódica. Si el médico de trabajo
a cargo ha desaconsejado la exposición a plaguicidas, el trabajador no podrá realizar
tareas de campo ni ninguna otra relacionada directamente con los productos, hasta
que las restricción sea levantada por el mismo profesional o quien lo reemplace.
- Los plaguicidas deben ser usados exclusivamente por personal profesional: si el
trabajador no posee la capacitación necesaria sobre las técnicas y precauciones que
se han de adoptar para ese uso, no deberá manipular ningún tipo de producto afín.
- Todo trabajador que realice tareas de guarda, transporte o uso de plaguicidas deberá
tener disponible una copia de la presente Guía a fin de poder consultarla cuando lo
necesite.

Recomendaciones generales al trabajador válidas para el uso de cualquier


plaguicida y cualquier equipo destinado al control de cualquier vector:

• Conozca, comprenda y aplique las medidas de prevención y pro-


tección adecuadas en el uso de plaguicidas para evitar innecesarios
riesgos, proteger su salud, la de su familia, vecinos y el ambiente
que lo rodea.
• Infórmese sobre cuales son sus derechos y obligaciones según la
legislación vigente.

40
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Durante todas estas operaciones no se puede comer,


beber, fumar, masticar tabaco, chicles u hojas de coca.
Si suspende las tareas para alimentarse o beber, primero
deberá higienizarse bien con agua y jabón.
• No transporte en la ropa de trabajo, tabaco, comida o
bebida.
• No consuma bebidas alcohólicas durante la jornada de
trabajo.
• Evite ir al baño mientras trabaja. Si no pudiera evitarlo
deberá higienizarse con agua y jabón, antes y después.
• Trabajar sólo si se está bien de salud. (ejemplo, no
trabajar con problemas en la piel o heridas no cicatrizadas).
• No debe trabajar cansado.
• Evite tocarse la piel con los guantes de trabajo.
• Nunca maneje plaguicidas sin llevar colocado el equipo de protección personal
adecuado para la tarea que realiza y de acuerdo con el químico que utilice. En
ningún momento lo haga calzando sandalias, ojotas, zapatillas u otro calzado que
no sea el indicado.
• Tampoco es válido usar un pañuelo para cubrir la boca y nariz porque no impe-
dirá la inhalación del tóxico.
• Conozca los aspectos básicos de los primeros auxilios para casos de emergencias.

1.3 – Medidas Preventivas Específicas

Los siguientes momentos diferentes pueden ser identificados en el proceso de la


aplicación:

• Antes de aplicar
• Mapeo
• Preparación de la vivienda
• Mezcla
• La Aplicación propiamente dicha
• Después de aplicar

Compete a este documento describir las medidas específicas a realizar solamente en


aquellos momentos en los que existe exposición a plaguicidas en cada uno de los
tratamientos utilizados para el control de los vectores de mayor importancia actual:
Chagas, Paludismo y Dengue/ Fiebre Amarilla. La descripción completa de los proce-
dimientos técnicos se hace en los manuales correspondientes a estas enfermedades
elaborados por el programa de Vectores.

1.3.1-Chagas

El control químico del vector de la enfermedad de Chagas es solamente uno de los


aspectos a tener en cuenta en un programa integral, que debe incluir asimismo accio-

41
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

nes de educación, de cambios estructurales en las viviendas y de atención médica a


las personas afectadas.

El control químico busca disminuir la densidad poblacional triatomínica por debajo


del umbral de transmisión vectorial en forma duradera. Para ello se utilizan plaguicidas
en dos etapas fundamentales: durante el Relevamiento entomológico (pre y postra-
tamiento) y durante el tratamiento químico propiamente dicho.

Durante el Relevamiento entomológico se utilizarán insecticidas en pequeñas dosis


(piretrinas diluidas) como irritante para la detección de adultos y la técnica será expli-
cada en el Manual correspondiente al control de la Enfermedad de Chagas.

Tratamiento químico propiamente dicho

Es la aplicación de insecticidas en el
100% de las viviendas (Total), sólo en
las viviendas positivas (Parcial) o sólo
en los peridomicilios (Selectivo). Las
técnicas o metodologías operativas a
elegir para la fase de tratamiento quí-
mico serán:

• Fumigación intradomiciliaria
Equipo: pote fumígeno

• Rociamiento intra y peridomiciliario


con insecticidas de acción residual.
Equipo: Aspersor de compresión

Otras técnicas, como la pintura con


insecticida, no han demostrado tener
una buena relación riesgo-beneficio.

I - FUMIGACIÓN INTRADOMICILIARIA: EQUIPO POTE FUMÍGENO


I.1- Antes de la Aplicación

• Preparación de la vivienda
Entre todas las tareas previas a realizar, el aplicador revisará la casa controlando
que dentro de ella no haya personas, animales, alimentos, materiales inflamables
- pinturas, solventes, naftas, etc-. Comprobará asimismo la hermeticidad (lugares
por donde pueda escapar el humo), que la puerta de salida cierre sin filtraciones
y pueda ser abierta desde afuera.

• Mezcla
En la aplicación de potes fumígenos no es necesario realizar mezclas pues ya vienen

42
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

las unidades preparadas para su uso por lo tanto sólo se efectuará el cálculo de nece-
sidades habiéndose establecido que se necesitará aproximadamente un pote cada 30
metros cúbicos (habitación mediana). La multiplicación del largo por el ancho por el
alto de una habitación le proporcionará los metros cúbicos que esta tiene.

I.2-Durante la aplicación

a– Ingrese a la vivienda con el equipo de protección personal colocado (casco,


mameluco de algodón, guantes de neoprene y máscara con visor completo y
colocados los filtros correspondientes.
b- Coloque los potes necesarios sobre el piso o si este fuera de madera o plástico
y pudiera quemarse sobre un ladrillo, baldosa o recipiente metálico con tierra
en el fondo. Por la misma razón deberán estar alejados de ropas, cartones u
otros elementos de fácil combustión.
c- Proceda al encendido comenzando desde la habitación más alejada de la
puerta de salida verificando que el humo ha comenzado a salir del pote.
d- Salga de la casa cerrando la puerta.
e- Mantenga el cierre durante un mínimo de dos horas.

I.3- Después de la aplicación

a- Abra puertas y ventanas desde el exterior. Deje ventilarse la casa durante una
hora.
b- Retire los restos de los potes y colóquelos en bolsas de nylon gruesas para su
traslado a la base donde se acopiarán en el área de obsoletos. Este punto es de
imprescindible cumplimiento. Se deberá trazar el recorrido diario teniendo en
cuenta el regreso por la misma ruta o camino para retirar los potes de las casas
tratadas. Si las condiciones geográficas requieren una planificación diferente en la
cual no se retorna por la misma vía por la que se accedió a la zona deberá esta-
blecerse otro medio de tratamiento diferente al de los potes fumígenos.
c- Instruya a la familia para que no ingrese a la vivienda hasta que no se haya
cumplido la hora requerida para la ventilación, informando sobre las consecuen-
cias un reingreso anticipado.

Nota: Algunos autores aconsejan tres ciclos con intervalos de ± 35 días.


Es imprescindible que al realizar el primer ciclo se traten en forma convencional los
lugares abiertos del domicilio y todo el peridomicilio, a los efectos de eliminar el
potencial periférico de reinfestación.

II -TRATAMIENTO RESIDUAL INTRA Y PERIDOMICILIARIO- EQUIPO BOMBA MANUAL


DE COMPRESIÓN
II.1- Antes de la Aplicación

- Revisión de los equipos de rociado y de protección personal

43
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

El mantenimiento inadecuado del equipo utilizado en las diferentes operaciones con


plaguicidas incrementa el riesgo de sufrir intoxicaciones por aumento de la exposición,
aplicación de mayores cantidades que las estrictamente necesarias, fugas, mezcla in-
advertida de productos no compatibles, etc. Esto no sólo repercute en la salud de los
trabajadores sino, además, en la contaminación del ambiente: es tan importante la
puesta a punto del equipo como el plaguicida que se use o la forma en que se lo
aplique. Es recomendable que la limpieza, decontaminación, y, de ser posible también
el mantenimiento y reparación de los equipos, sean llevados a cabo por el aplicador
que ha recibido capacitación sobre procedimientos de seguridad, dispone de elemen-
tos de protección personal y sabe cuál fue el último plaguicida utilizado.
Recomendaciones al trabajador durante la revisión:
• Una vez en el área definida para la aplicación, todo trabajador debe colocarse, siem-
pre y obligatoriamente, el equipo de protección personal (mameluco, protectores
faciales y oculares, guantes largos de caucho o goma, botas altas de caucho, masca-
rilla que proteja la nariz y la boca y delantal plástico) antes de comenzar la actividad.

• Llevar los materiales (mochila, equipo de UBV, baldes, medidores, mezcladores y


plaguicidas) hasta un lugar plano, al aire libre, luminoso y ventilado, y lejos de per-
sonas, animales, alimentos, forrajes y fuentes de agua que puedan ser contaminadas.
En lo posible será un lugar que permita la limpieza de eventuales derrames. Allí
llevará a cabo la revisión del equipo, la mezcla del plaguicida, la carga del equipo y
la limpieza de los envases.

• Constatar el estado del equipo de aplicación al inicio de cada jornada laboral: cali-
bración, fugas, manómetros (si los tiene), válvulas, boquillas y lanza. Para ello colocar
agua en los tanques a máxima capacidad ( si no hubiera agua en la unidad móvil,
pedirla al dueño/a de casa) , séquelo externamente, inclínelo en varias direcciones
para comprobar la hermeticidad de la tapa. Verifique si hay pérdidas con las válvulas
abiertas y cerradas. Haga funcionar la máquina a presión normal y vuelva a verificar
filtraciones de las mangueras, uniones, llaves, lanza y boquilla. La salida de agua
limpia eliminará cualquier resto del producto que hubiese quedado en el interior del
tanque o lanza. Si hubiera piezas con defectos estas deben ser reemplazadas.: si
existe impedimento para ello no inicie las tareas.

• Apretar el gatillo del pulverizador y


controlar que el chorro sea correc-
to. Si no lo fuera, retirar la boquilla
y reemplazarla por una nueva, y si
no hay otra habrá que introducirla
en agua y luego limpiarla con una
escobilla, cepillo dental o pincel
destinado solamente para ese fin.
Nunca destape una boquilla con la
boca y tampoco use alambres, alfi-
leres o clavos.

44
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Verificar el estado de correas o fajas y sus puntos de sujeción. Ajustar a la contextura


física del aplicador para un trabajo menos agotador.

Es conveniente tener un pequeño grupo de herramientas para llevar a terreno en una


caja como boquillas de repuesto, destornillador de paleta y de cruz, llave ajustable, etc.

Si estuviera poniendo a trabajar un equipo nuevo, además de las precauciones ya


indicadas debería dejarse correr agua por el interior del equipo para eliminar todos
aquellos residuos de material provenientes de la fabricación. También todos los filtros
y boquillas nuevas deberán ser desmontados y limpiados como si estuvieran tapados.

Recuerde: Por ningún motivo aplique plaguicidas con equipos en malas condiciones.
NO improvise arreglos porque incrementara el riesgo de intoxicarse y la cantidad de
insecticida usado. Si la falla no puede ser reparada en el momento use otro equipo
o no aplique.

- Mezcla y llenado del equipo de aplicación

Como se ha visto los plaguicidas se presentan en diversos tipos de formulaciones de


acuerdo con las características propias de cada producto: de uso directo (ULV, polvos
secos o granulados) o que requieren dilución en agua (polvos mojables, emulsiones
o suspensiones concentradas, etc.)

En la preparación de mezclas los principales riesgos se asocian con:

• el desconocimiento de la peligrosidad de la sustancia que se está manejando,

• los procedimientos inadecuados para la preparación de la mezcla y

• la falta de elementos de protección personal, así como

• deficientes condiciones de higiene y seguridad en los lugares de trabajo donde


se realiza la operación.

Durante el llenado de los equipos de aplicación el mayor riesgo lo constituyen los


derrames y salpicaduras con la consiguiente eventual absorción de plaguicidas por la
piel y las vías respiratorias, así como su dispersión al ambiente.

Muchas de las siguientes recomendaciones pueden parecer sobredimensionadas para


el trabajo de los aplicadores de productos de uso sanitario que utilicen únicamente
productos unidosis, pensados para ser utilizados sin necesidad de intervención del
aplicador en su preparación. Sin embargo, la tarea de preparación de una mezcla será
una actividad frecuente y resulta necesario poner en su conocimiento el abanico más
amplio posible de medidas de prevención y protección.

45
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Recomendaciones al trabajador durante la mezcla y llenado:

Mantener colocado el equipo de protección


personal (EPP) durante toda la operación de
mezcla y llenado de equipos: mameluco o traje
de tivek según sea el plaguicida que este usando,
guantes de neoprene, botas de goma, delantal
plástico, protector facial y máscara con filtros.
Ante cualquier duda pueden repasarse las indi-
caciones, que se encuentran en la etiqueta o en
la Hoja de Seguridad del producto.

Realizar estas actividades en el mismo lugar y en


similares condiciones en las que se llevo a cabo
la revisión del equipo. Si hubiese viento, se co-
locara de espaldas al mismo; si este es fuerte
debe desestimarse la realización de mezclas y
cargas de equipos.

Antes de combinar dos o más plaguicidas,


cerciorarse de que son compatibles. (Evitar
hacer “cócteles”, son muy peligrosos). Asegurarse de la comprensión del
• Leer la etiqueta del envase y asegurarse de significado de los pictogramas,
símbolos y colores de las etiquetas.
haber entendido todo lo indicado en ella.
Ante cualquier duda consultar antes de
empezar a trabajar.

Tod os los plaguicidas deben llevar una etiqueta y


contar con una Hoja de Seguridad. Ambas deben
estar disponibles. La primera regla es siempre leer y
comprender las recomendaciones de la etiqueta del
producto. Nunca usar un plaguicida cuya etiqueta esté
Dibujo : inet ausente, sea ilegible o esté en mal estado.

• Nunca usar un plaguicida que este re-envasado,


haya sido fraccionado o no corresponda al listado
de Plaguicidas registrados para su uso por parte del
Ministerio de Salud de la Nación. (INAL/ANMAT).

• Cortar sin desgarrar los envases cuando los plagui-


cidas – granulados, polvos - vienen en cajas o
bolsas, para evitar que el material se disperse y
vuele. Usar un cuchillo filoso, navaja o tijeras para No deje los quimicos
expuestos al sol
abrirlos, evitando perforar el envase y dar lugar a
pérdidas. (Ejemplo los envases de Temephos que todavía se utilizan para el
tratamiento focal)

46
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Evitar la inhalación de los polvos o vapores que se


producen al destapar los envases, lo que se logra
llevando bien ajustada la máscara correspondiente.

• Utilizar la metodología de preparación según la pre-


sentación del plaguicida (polvo o forma líquida).

• Preparar la cantidad justa según la dosis indicada en


la etiqueta, para que no sobre producto preparado, ya
que el mismo no puede dejarse de un día para otro.
Además aplicar una sobredosis traería aparejado con-
secuencias tóxicas y un mayor costo. Para ello es
importante contar con medidores adecuados (jarras y
cucharillas graduadas, probetas, vasos graduados,
balanzas, filtros, baldes, embudos, tambores). Nunca
usar utensilios domésticos. Tampoco usar los elemen-
tos graduados para otra tarea.

• Nunca manipular plaguicidas con las manos desnudas.


En la foto se observan los guantes apoyados en el
borde del tanque. Al ser estos de descarne los trabaja-
dores no se los ponen para realizar la mezcla porque saben que si se mojan se vuel-
ven inservibles. Lo cual es cierto. El error se soluciona si el trabajador recibe en
tiempo y forma los guantes de neoprene adecuados para la tarea y puede dejar los
de descarne para su uso apropiado.

• Mantener abierto el envase


solamente el tiempo nece-
sario para retirar la cantidad
que se necesita y evitar de-
rrames o salpicaduras.

• Si tiene a su disposición un
balde se aconseja primero
realizar una premezcla (se
coloca el insecticida líquido
en el recipiente con agua y
Foto: E. Rodriguez
se bate con un agitador).
Una vez hecho esto introducirla en el pulverizador. Llene la bomba lentamente
pues así formará una menor nube; no llenar hasta la boca para evitar derrames.

• Si el llenado se hace directamente en el pulverizador con un embudo, colocar


primero una parte de agua, luego el preparado y por último agregar el resto del
agua. Así se evitará una eventual salpicadura de concentrado).

• Nunca utilizar la boca para “sifonear” plaguicidas líquidos

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

• Una vez realizada la mezcla volcar


en la mochila, agregar lentamen-
te el producto pues así formará
una menor nube (no llenar has-
ta la boca para evitar derrames).

• En los actuales programas nacio-


nales no se hace discriminación
del tipo de mezcla (emulsión o
solución) de acuerdo al tipo de
pared que la recibirá (porosa o
lisa compacta). Se utiliza la mis-
¿ Dónde están los guantes ? Foto: E. Rodriguez ma para todo tipo de superficie.

• Todos los elementos utilizados en la preparación de los


plaguicidas se deben lavar muy bien después de termi-
nar esta labor.

• Los envases vacíos de plaguicidas nunca se deben volver


a usar. En ellos quedan restos de los productos y es
necesario eliminarlos adecuadamente. Para ello se uti-
lizará la técnica del triple lavado:
• Escurra el envase, durante 30 segundos, poniéndolo
sobre el equipo en posición de descarga para que
gotee.
• Agregue agua hasta un cuarto de la capacidad del
recipiente. Tape. Agite 30 segundos y vacíe en el
contenedor donde realizo la mezcla, o en la mochila.
• Repita esta maniobra dos veces más.
• Vuelque el agua del triple lavado en el rociador.
• Cerrar bien la tapa del rociador ya cargado y límpielo
por afuera.
• Perfore la base del envase – ya vacío y lavado - para
desalentar cualquier posibilidad de reuso.
• Guarde los envases vacíos y limpios, en bolsas de
plástico resistentes
• Transporte a la Base estas bolsas para su posterior
Dibujo:E.R.

traslado a un lugar apropiado de depósito transitorio


desde donde será devuelto a los fabricantes. Los
trabajadores no deberán hacerse cargo de la disposi-
ción final de restos y envases de plaguicidas. (Ver:
Obsoletos).
X3

48
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Nunca lave o enjuague envases de plaguicidas o solventes en acequias o cursos de


agua. Nunca deje envases vacíos (con o sin triple lavado realizado), en el área de
trabajo, ni al alcance de personas no vinculadas con la tarea.

Las recomendaciones para casos de derrame sobre superficies han sido descriptas en el
Libro correspondiente a Transporte y Almacenamiento. La respuesta ante derrames que
comprometan la ropa o la piel del trabajador se encuentra descripta en Primeros Auxilios.
II.2- DURANTE LA APLICACIÓN DE PLAGUICIDAS

Recomendaciones al trabajador:

• Ante una aplicación residual


en una vivienda:

• Es tan importante la prepara-


ción de la misma como la
aplicación correcta del insecti-
cida que se esté utilizando.
Para ello se requiere de un
equipo de trabajo habilitado,
técnicamente capacitado,

• Rociado con bomba manual

• Usar SIEMPRE el equipo de Foto: E. Rodriguez


protección personal que ya
tenía colocado para la mezcla
y carga del equipo, al que se agregara el casco. Recordar que las piernas del
mameluco o pantalón se usan por encima de las botas. Recordar que los guantes
se usan preferentemente por debajo de las mangas (largas), salvo que las carac-
terísticas del rociado exijan que sea a la inversa.

• Si fumiga en exteriores con rociador manual:


Si se hace un trabajo incorrecto de
poner atención a las condiciones del tiempo.
aplicación las personas que habitan
No aplicar plaguicidas en las horas de mayor la vivienda no son protegidas contra
calor, cuando esta lloviendo o hace demasia- el vector y pueden quedar expuestas
do viento. Si el viento es tolerable (velocidad innecesariamente al plaguicida: la
no superior a 10-15 Km./hora), hay que transmisión por los vectores se
mantiene, (las personas pueden
tratar de ir a su favor y en lo posible ubicar la
infectarse) y la persistencia de
boquilla en el lado en que el viento se aleja plaguicida en aire, ropa o enseres
del cuerpo. No caminar hacia el espacio ya constituye un riesgo agregado (las
rociado. Aplicar dando la espalda al viento. personas pueden contaminarse).

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• Cargado el insecticida en la dosis necesaria


y completada la carga con agua, la máquina
se debe agitar vigorosamente para lograr una
mezcla homogénea de la solución. Se bom-
bea hasta lograr la presión necesaria para
permitir una descarga de aproximadamente
0.757 litros por minuto, 55 psi (aproximada-
mente 3.8 bar). Colocar el equipo de fumi-
gación manual, ajustándolo al cuerpo y diri-
girse a la vivienda iniciando el rociado (Ver
técnica de rociado residual en el manual de
Chagas correspondiente).

• Evite la caída de insecticida al piso. Si existe una pérdida por la lanza cambie
la boquilla.

• Recuerde re-presurizar el tanque cuando el manómetro esté por debajo de 25 psi.

• Agite la bomba con frecuencia para mantener homogénea la suspensión química


dentro del equipo.

• Para el rociado de cumbreras, palos y ramas


del techo una opción es contar con una lanza
telescópica.

• Una vez finalizado el tratamiento del interior de la


casa, se seguirá con el exterior.

• Recuerde que las piretrinas se desactivan rápi-


damente por la acción de los rayos ultravioletas
(sol).

• Finalmente terminada la vivienda se hará el


tratamiento del peridomicilio: letrinas, gallineros,
establos, galpones, corrales, leñeras, pilas de
adobe, árboles, etc.

50
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Recuerde:

No rocíe cerca del ganado, o donde haya panales de abejas, criaderos de peces o de
gusanos de seda. Programe para estos sectores otro tipo de tratamiento (focal por ej.)
No rocíe tampoco en lugares de guarda de alimentos o forrajes. Cuando deba aplicar
en corrales de animales cubra los bebederos y comederos.

Si en cualquier momento de la aplicación el trabajador siente que el plaguicida moja


su ropa o toma contacto con su piel, deberá detener el trabajo, retirarse de la zona
de aplicación, lavar los guantes, quitarse el EPP y la ropa expuesta, lavarse bien con
agua y jabón el área afectada y descansar unos minutos.

Otra persona (compañero o jefe de grupo) debe vigilar al trabajador durante las
aplicaciones a una distancia prudencial, de tal forma de poder asistirlo en una
emergencia. Estará capacitado sobre los síntomas de intoxicación o de otros cuadros
agudos y sobre las medidas a tomar en consecuencia.

II.3. DESPUÉS DE LA APLICACIÓN DE PLAGUICIDAS

Después de aplicar plaguicidas en viviendas debe verificarse

Dibujos: OMS – WHOPES


que se cumple el tiempo de espera necesario antes de
autorizar el reingreso a las mismas. En la etiqueta del pro-
ducto debe decir cuánto es este tiempo de espera, al menos
una hora después de concluir el rociado con piretroides. Si
el trabajador debiera reentrar antes de ese tiempo a un área
tratada lo hará con equipo de protección personal.

En las aplicaciones residuales se advertirá a los ocupantes que deberán esperar hasta
que el rociado se seque, ventilar la casa y barrer el piso con trapo húmedo antes de
permitir que los chicos y las mascotas reingresen. Informe a los habitantes sobre las
consecuencias de un reingreso anticipado y sobre ciertas precauciones a tomar:

• los insectos muertos por el efecto del insecticida


deben eliminarse en una bolsa de residuos para
evitar que lo ingieran los niños o animales domés-
ticos.

• no se deben limpiar las superficies rociadas, ni


tampoco colgar nada de ellas, por unos días.

• se deberán lavar prolijamente los utensilios, vajilla, enseres, etc. previo a su uso.

Finalizado el trabajo se concurrirá a la próxima vivienda designada y al finalizar la


jornada de trabajo, se procederá a la limpieza del equipo de trabajo, los EPP, la ropa
de fajina y a la higiene personal, según lo establecido en el apartado de Higiene
Personal y Ambiental.

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1.3.2 - PALUDISMO, DENGUE Y FIEBRE AMARILLA

Generalidades:

La Lucha antivectorial tanto en Paludismo como en Dengue o Fiebre Amarilla puede


encararse desde lo individual o familiar, anteponiendo una barrera entre el mosquito
y la persona, o desde lo comunitario buscando reducir la densidad de esos vectores
en un espacio determinado.

En el primer caso se utilizarán mosquiteros, con o sin tratamiento de insecticidas


(colocación de una red de malla de metal o plástico en puertas y ventanas, y de tul
en el caso de las camas / cunas); insecticidas en las habitaciones (espirales fumígenos
o eléctricos); cremas, aerosoles o líquidos repelentes en piel y ropa. En el caso de los
aplicadores en campaña los mosquiteros tratados deberían ser provistos como equipo
de protección personal.

En el segundo caso, la reducción del número de vectores podrá buscarse sobre las
formas larvarias o en las formas adultas.

En las formas larvarias se usarán tratamientos focales mediante el uso de larvicidas


y en las formas adultas se reconocen dos tipos de tratamientos: Tratamiento peri-
focal residual (rociamiento con insecticidas en intra y peridomicilio en paredes y
estructuras perifocales) y Rociamiento espacial.
I - Tratamiento focal
En control de vectores se llama “foco” a cualquier recipiente que contenga agua y
larvas del mosquito vector en su superficie. El tratamiento focal, por lo tanto, es la
suma de acciones, casa por casa, tendientes a la eliminación de los focos o posibles
focos que no puedan ser eliminados ni tratados mecánicamente (por ejemplo tapados
o perforados o dados vuelta para evitar la acumulación de agua) mediante la aplicación
de larvicidas químicos o biológicos.
I.1-APLICACIÓN DE LARVICIDAS EN LOS DEPÓSITOS NO DESTRUIDOS
Al momento de redacción del presente documento, existen las siguientes opciones
en el mercado:

a- Bacillus turinghiensis var. israelensis (BTI).CAS 68038-71-1.


DL50 mg/kg= > 4000

b- Temefos. CAS 3383-96-8 . DL50 mg/kg= 8.600.

c- |Metoprene. CAS 40596-69-8. DL50 mg/kg= 10.000

a- Bacillus thuringiensis var. israeliensis es un entomopatógeno que produce una


proteína sumamente tóxica para las larvas del mosquito pero de muy baja toxi-

52
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

cidad para mamíferos, aves, peces e insectos adultos. Debe aplicarse en las
primeras horas de la mañana pues los rayos solares producen su desactivación
en poco tiempo. Además en algunos espejos de agua precipita al fondo también
en forma rápida.

Se presenta en suspensión acuosa o también en anillos de liberación constan-


te. Se provee en frascos goteros de 100 cc. y la dosis que recomienda el Pro-
grama Nacional de Control de Vectores es de : 19 gotas por metro cuadrado.
Si bien no se ha observado toxicidad aguda en el ser humano se aconseja
precaución con aquellas terceras personas que padecen trastornos oculares o
respiratorios previos.

b - Es un órgano fosforado incluido en la categoría IV de toxicidad de la OMS.


Fue el químico que más se uso en Salud Pública para este tipo de trata-
miento dado su bajo costo y su eficacia, pero, la contaminación ambiental
y su potencial toxicidad para otros animales y para el ser humano ha pro-
piciado la búsqueda de alternativas con mayor grado de seguridad. Toda
vez que sea posible se desestimará su utilización en aguas que sean de
bebida para animales y personas. Según las indicaciones emitidas desde
el Programa de Control de Aedes, sus gránulos son aplicados a la dosis de
una parte por millón 12. Suele presentarse en bolsas de 20 kg. o fracciona-
do en bolsitas de medio kilo. Como cualquier otro plaguicida sólo debería
ser fraccionado en origen (empresa productora), por lo que se sugiere
solicitar, en el pliego de licitación, la compra de producto ya fraccionado
por el fabricante en envases de cantidad adaptada a las características del
foco que se desee controlar.

c - El Metoprene es un mimético de hormona juvenil y como tal un poderoso


destructor de larvas de mosquitos así como de otros insectos acuáticos y
con toxicidad demostrada asimismo para crustáceos. La Agencia ambiental
de Estados Unidos (EPA) ha descripto incidentes con felinos expuestos a
productos comerciales aunque sin concluir sobre las relaciones causa-
efecto de los distintos componentes del producto (principio activo o de
alguno de los excipientes).

La Organización Mundial de la Salud clasifica al Metoprene como de categoría


III por su toxicidad dérmica y IV por su toxicidad inhalatoria. Como el BTI, se
degrada rápidamente con los rayos solares.

Aplicación:

• Si bien puede aplicarse con las manos protegidas se sugiere utilizar aplicadores
manuales o a motor, comenzando por el peridomicilio para luego pasar al interior
de la vivienda

12
Una parte de temefos en un millón de partes de agua = 1 ppm.

53
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

I.2-Después de la aplicación

• Recoja los restos de envases del químico y guárdelos en lugar seguro.

• Sáquese el EPP

• Transfiera información al núcleo familiar sobre las precauciones a tener en cuen-


ta con los recipientes tratados

• Prosiga con el próximo domicilio.

II – Tratamiento Perifocal

De ser necesario, y para bajar las densidades en sitios en donde no está dando buenos
resultados el tratamiento focal, pueden aplicarse algunos ciclos de adulticidas de
efecto residual sobre las superficies externas de los recipientes, depósitos de agua,
susceptibles de contenerla, en los cuales se asienta la hembra del mosquito aedes
aegypti cuando va a depositar los huevos. Se suelen tratar también las paredes cerca-
nas a esos recipientes. El tratamiento perifocal se lleva a cabo en el peridomicilio y
se utiliza sólo para el control del Dengue.

El EPP a utilizar es el mismo que para la aplicación en un tratamiento residual intra-


domiciliario. De la misma manera, en un tratamiento perifocal no debe haber terceras
personas cerca sin el equipo de protección personal correspondiente para evitar la
exposición ambiental durante el trabajo.

III - Tratamiento Residual Intradomiciliario -Equipo Bomba Manual de compresión

La aplicación de insecticidas de acción residual en las viviendas es utilizada en la lucha


contra el paludismo y busca disminuir el número de mosquitos durante su descanso
sobre esas superficies tratadas.

Con igual producto y equipo de protección personal que para Chagas, el rociado se
realiza en toda la superficie donde los mosquitos pueden reposar

IV - Tratamiento Espacial

Definición

Consiste en la aplicación de un insecticida líquido a ultra bajo volumen (UBV- téc-


nicamente una nebulización) que se dispersa en la masa de aire dentro de un
ambiente cerrado o en espacios abiertos, usando equipos pesados montados
sobre vehículos o en forma manual con equipos portátiles y con el objetivo de
impactar sobre el mosquito, durante los periodos en que este se encuentra en
vuelo reduciendo en forma inmediata la densidad vectorial. El tratamiento espacial
no tiene poder residual.

54
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Indicaciones

En Paludismo la indicación del tratamiento espacial está acotada al control de


emergencia en una epidemia o porque se ha comprobado un aumento anormal
del mosquito y es por lo general una medida complementaria al uso de otras
formas de tratamiento.

Esta limitación de uso se debe, entre otros, a los factores negativos propios del trata-
miento: alto costo del método, necesidad de un equipo muy bien calibrado, depen-
dencia de las condiciones de viento, humedad y temperatura, bajo efecto residual y
mayor nivel de riesgo para otros insectos.

En el caso del Dengue también el tratamiento espacial se usa en la emergencia ante


la aparición de un brote a fin de disminuir la población de hembras adultas de Aedes
aegypti y de esa manera controlar la transmisión.

Selección del equipo

Los equipos para tratamiento espacial se clasifican en terrestres o aéreos.


Los terrestres a su vez podrán ser:

• Equipos para la termonebulización manuales o montados en vehículos.

• Equipo para la nebulización en frío manuales (motomochila) o montados en


vehículos.

La selección de un equipo apropiado para el rociado espacial a UBV depende del tamaño y
la facilidad de acceso de la zona destinataria siendo ideales para su uso en áreas urbanas.
La evaluación previa de los accesos al terreno a tratar permitirá planificar si es necesario
solamente equipos montados en vehículos, se deberá trabajar con equipos manuales o
ambas posibilidades en forma combinada.

IV.1-Tratamientos espaciales para nebulización en frío con equipos montados en vehículos

En general, se prefiere la nebulización en frío a la termonebulización debido a los problemas


que ocasiona esta última: de tránsito al disminuir la visibilidad, rechazo de las personas al
olor del producto rociado, posibilidad de alteraciones en la pintura de los automóviles o
muebles sobre los que cae, por el importante ruido que genera la máquina y la posibilidad
de generación de focos de incendio.Las condiciones ideales de uso para estos equipos in-
cluyen: localidades grandes, con buena distribución de calles, bien asentadas, anchas y sin
desniveles ni baches. De no cumplirse estas características hay que evaluar la planificación
de tratamientos con equipos portátiles.

El equipo estará montado sobre una camioneta o sobre un trailer de un eje enganchado a
la camioneta. Las características del equipo se describen en el Libro VI

55
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

IV.1.1-Antes
• Preparación de la mezcla:

Toda esta tarea se realizará con el equipo de protección personal colocado: ma-
meluco (para piretrinas), delantal plástico, guantes de neoprene, botas de goma,
máscara completa con ambos filtros colocados o en su defecto, si la mascara no
es completa, agregar el protector facial.

Se usan formulaciones en base a gasoil o de base acuosa. En estas últimas se debe


utilizar un antievaporante (alcoholes o glicoles de elevado peso molecular, como
polietilenglicol). La preparación final depende de la formulación y de la cantidad de
ingrediente activo que posea cada una. Según información recibida desde la Coor-
dinación de Vectores, si se utiliza gasoil como solvente: 5 litros de concentrado
emulsionable + 30 litros de gasoil, hasta completar el depósito (35 litros). Si se
utiliza agua como solvente: 2,5 litros del concentrado emulsionable + 2.5 litros de
antievaporante + 30 litros de agua hasta completar el depósito (35 litros). Una vez
preparada la mezcla se coloca la tapa al tanque y se pone en funcionamiento el
vehículo unos metros para agitar el contenido y lograr una mezcla homogénea.
IV.1.2-Durante la aplicación
Cada equipo de trabajo estará compuesto por dos
personas: un chofer y un aplicador por turno de
rociado. El chofer se encargará de la carga de
combustible tanto de la máquina como de la ca-
mioneta, del manejo de esta última siguiendo el
trazado indicado para el ciclo, y de realizar el man-
tenimiento y limpieza de la máquina y del vehícu-
lo. Debe contar con una camioneta moderna y
mecánicamente en condiciones para la tarea. Un
buen estado y mantenimiento de la máquina
evitará que el rociado provoque daños a la pintura de los automóviles estacionados o a
otras superficies expuestas.

El operador por su parte será quien maneje la máquina accionando la descarga de


rociado o interrumpiéndola y quien lleve el
registro de las zonas tratadas y de las que no
se pudieron hacer por inaccesibles así como
del insecticida usado.

Por otra parte los trabajadores tendrán colocados


los equipos de protección personal durante todo
el tiempo en que se encuentren realizando tareas
en contacto con insecticidas. Así, el operador
llevará colocado su mameluco (para piretrinas),
guantes de neoprene, botas de goma, protec- Fotos: Dirección Epidemiología Mi-
tores auditivos, máscara completa con ambos nisterio de Salud de la Nación

56
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

filtros colocados o en su defecto, de utilizar máscara de media cara, agregar lentes


protectoras. El chofer por su parte tendrá puesto su mameluco, la protección respira-
toria y auditiva. En caso de tener que realizar alguna tarea fuera del vehículo se colo-
cará los guantes de neoprene.

IV.1.3- Después de la Aplicación

Una vez finalizado el trabajo o la carga del tanque se apaga en primer lugar la bomba
y posteriormente el motor de la máquina rociadora. El chofer, con el motor ya frío,
efectúa la limpieza del equipo: interna del sistema de descarga y externa en su totali-
dad. Para ello se vacía el depósito de la mezcla en un recipiente destinado para ese
uso y se limpia con agua de otro bidón y el jabón o detergente que esté indicado en
el manual de la máquina. Se pone a funcionar la máquina, se abre la descarga de la
bomba y se enciende hasta terminar con el líquido de enjuague. Se apaga la bomba
y el motor. Se deja secar el depósito sin cerrarlo y se limpia todo el equipo externa-
mente. Se ocupará luego de la limpieza de la camioneta, necesaria para prolongar la
vida útil de su pintura. Finalmente se retira el equipo de protección personal, y realiza
la higiene y el cambio de ropa.

IV.2- Tratamientos espaciales intradomiciliarios con equipo portátil de termone-


bulización y de nebulización en frío (motomochila)

Como ha sido descripto, la aplicación de insecticidas con los equipos UBV portátiles
se utiliza como complemento de los equipos montados en vehículos en las áreas
inaccesibles a estos , áreas protegidas por muros elevados o para el interior de las
viviendas.

Si bien se trata de un proceso mucho más lento y más costoso el rociado es menos
dependiente de la deriva ya que el operador es quien dirige la dirección de la descar-
ga. De poco uso para Paludismo tiene su máxima expresión en el control del vector
del Dengue y fiebre amarilla.

IV.2.1 Antes de la aplicación

La pareja de trabajadores (siempre se trabajará en pareja), llegará al lugar en el vehí-


culo del supervisor de área. Se colocarán el equipo de protección personal: casco,
overol (para piretrinas), botas de goma, guantes de neoprene, protector respiratorio
de máscara completa con sus dos tipos de filtros o con protector visual si es de media
máscara y protectores auditivos.

A continuación revisarán el equipo para constatar que todo este en su lugar (sin
fugas, sin obstrucciones, sin problemas de seguridad, etc.). Una falla que impida
el paso del insecticida y su mezcla con el gasoil permitirá que este último salga de
la máquina a alta temperatura transformando la pulverización en una llama con
los peligros que eso puede traer aparejado no sólo para el operador sino también
para la casa y su mobiliario.

57
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

La carga de la máquina, según la coordinación nacional de vectores:

• Preparación de la mezcla:

• Para niebla fría:


Preparación del Insecticida con base oleosa:
190 ml de CE13 + gasoil (2,310 litros) hasta completar el depósito (2.5 litros)

Preparación del Insecticida con base acuosa:


130 ml de CE + 150 ml AE14 +agua (2,220 litros) hasta completar el depósito (2.5 litros)

• Para termoniebla:
Preparación del Insecticida con base oleoosa:
80 ml de CE + gasoil (6,420 litros) hasta completar el depósito (6.5 litros)

Preparación del Insecticida con base oleoosa:


80 ml de CE + 400 ml AE + agua (6,020 litros) hasta completar el depósito (6.5 litros)

IV.2.2 Durante la aplicación

Como se explicó cada máquina es atendida por dos trabajadores que van rotando en
el rociado durante el horario de trabajo. Mientras uno está a cargo de la nebulización
el otro trabaja como auxiliar realizando tareas complementarias como el llenado del
informe de la casa además de estar atento para auxiliar a su compañero en caso de
accidente. El trabajador que esté operando la máquina lo hará durante 50 minutos
seguidos de 10 para el descanso y enfriado del equipo.

• Nebulización térmica:

El trabajador realiza el tratamiento siguiendo un


orden preestablecido: patio trasero, dentro de la
casa y posteriormente en los jardines del frente.

Se reitera que el peligro de incendio que con-


lleva este equipo, siempre latente, la dificultad
visual que genera la nube de insecticida tanto
para los trabajadores como para los ocasionales expuestos, los problemas susci-
tados en la superficie de muebles o vehículos por el contacto con la mezcla, y
el alto riesgo de quemaduras en los operadores, son, indudablemente, desven-
tajas que condicionan su uso, máxime existiendo alternativas exitosas.

Por estas razones se aconseja el abandono de su uso a medida que vayan sa-
liendo de servicio y sean reemplazadas por equipos portátiles ULV cuyas diferen-
cias metodológicas se enuncian a continuación.

13
Concentrado Emulsionable
14
Antievaporante

58
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Nebulización en frío:

Los rociados intradomiciliarios con equipos portátiles


de nebulización en frío conllevan una técnica similar
a la descripta para los equipos térmicos aunque la
minimización del riesgo de incendio le permite rea-
lizar el tratamiento con una mejor eficiencia. Aquí la
secuencia es la misma, primero el fondo y luego el
interior de la vivienda y mantendrá siempre a sus
espaldas la puerta para evitar quedar expuesto al
rociado que por otra parte no será visible para el
operador. La eficacia de este procedimiento es simi-
lar al de la nebulización térmica. Fotos: Dirección de
Epidemiología (MSN)
IV.2.3 Después de la aplicación

Terminado el trabajo se procederá a limpiar el equipo con agua y jabón o detergente


y realizarle el mantenimiento necesario.

2- PROTECCIÓN (EQUIPOSDE PROTECCION PERSONAL - EPP)

Artículo 3º, Manejo de Plaguicidas: “Deberían evitarse los plaguicidas cuya manipu-
lación y aplicación exijan el empleo de ropa protectora y equipos incómodos y cos-
tosos especialmente cuando los plaguicidas han de utilizarse en climas tropicales y
usuarios en pequeña escala” (Código Internacional de Conducta para la distribución
y uso de Plaguicidas. - FAO).

Definición: Se llama equipamiento de protección personal (EPP) a todo elemento o


conjunto de elementos que portado/s o sostenido/s por el
trabajador, tiene como finalidad protegerlo de los peligros que
amenacen su seguridad o su salud en el ambiente de trabajo.
Los equipos de protección personal deben ser tomados, con-
ceptualmente, como una alternativa temporal, de urgencia o
excepcional, mientras las medidas de prevención no sean posi-
bles (cuando están en fase de experimentación o implantación
o cuando no eliminan completamente los riesgos, o cuando no
es posible aun su adopción).

El plaguicida a utilizar (su clase, toxicidad, formulación, etc.)


determina la elección del EPP (en las fichas de seguridad de los
productos se menciona el tipo de equipo de protección nece-
sario para su utilización). Pero también deben tomarse en
cuenta las condiciones de exposición durante las tareas, las
Norberto Iannuzi,
técnicas de aplicación, duración del trabajo, clima, características Base Bs. As.
locales de uso, etc. Foto: E Rodriguez

59
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Cuando han sido elegidos cuidadosamente y se les ha dado un uso adecuado, los EPP son,
en el transporte, almacenaje, mezcla y aplicación de plaguicidas, un eslabón indispensable
para la minimización de los riesgos, al limitar la exposición. Inversamente los EPP inadecuados
o con fallas de limpieza o mantenimiento, aumentan los riesgos derivados de la exposición.

El uso de los equipos de protección personal es respon-


sabilidad del trabajador (Artículo 190. Ley 19.587 de
Higiene y Seguridad en el Trabajo).

Las razones esgrimidas por la mayoría de los aplicadores


cuando se los encuentra sin el uso completo del EPP son
por lo general las siguientes:

“Con este calor no se pueden usar”


“Estos plaguicidas no hacen nada, no son peligrosos”
“Si total nadie lo controla”
“El equipo entregado no es de mi talle y no me lo puedo
poner”
Dibujo: Composición E. Rodriguez - “No nos entregan el equipo a tiempo”
en base a cartilla M. Salud de Salta “Este equipo es malísimo y se rompe enseguida”

Dicho de otra manera:

• falta de adaptación de los equipos a las condiciones y ambiente de trabajo


existentes;

• falta de disponibilidad de existencias para todos los expuestos;

• falta de uniformidad en los tipos de equipos comprados y en los talles;

• falta de adecuación de los equipos a las normas de calidad nacionales o interna-


cionales;

• falta de información pertinente a los trabajadores sobre costumbres y creencias


relativas a la inocuidad de los plaguicidas;

• falta de capacitación previa al uso de plaguicidas sobre el menor riesgo que estos
entrañan cuando se está protegido, la forma más adecuada de utilizar los equipos
de protección personal y la manera más correcta de mantenerlos en buen estado.

La necesidad de eliminar estas faltas es responsabilidad del empleador (Artículo 190.


Ley 19.587 de Higiene y Seguridad en el Trabajo). Así, la dotación de la ropa y equipo,
el mantenimiento y el lavado de los mismos, garantizar que los equipos suministrados

60
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

sean adecuados a los fines previstos (idoneidad de su diseño en función de los tipos
de productos que se utilizan y de los grados de exposición que se deban soportar) y
que haya suficientes existencias en los lugares de trabajo son deberes del empleador.
Por otra parte, al seleccionar los equipos de protección se deberán tener en consideración
las características antropométricas de los usuarios, como también las modalidades del
trabajo que haya de realizarse. Debe procurarse limitar el número de modelos a comprar
ya que la variedad aumenta las dificultades y los gastos de reparación. Se ha demostra-
do que un equipo inadecuado no sólo protege mal, sino que también desalienta su uso.
Los EPP no se deben usar mas allá del tiempo indicado por el fabricante y su renovación
debe ser automática. Se deberá llevar un registro en el que se consignen las revisiones
efectuadas, el estado de funcionamiento y las fallas o averías constatadas en los EPP.

También será responsabilidad del empleador que los trabajadores que los usen reciban
instrucciones respecto a este uso: es imprescindible explicarles adecuadamente su
función, pero también su propósito y sus limitaciones. No debe quedarles ninguna duda
sobre qué, cómo y cuándo usarlos. Sólo entonces será responsabilidad de los trabaja-
dores colocarse el EPP mientras dure la exposición al riesgo y mantenerlos adecuada-
mente durante los períodos de no uso.

El tipo de clima presente en una determinada región contribuye a modificar el perfil de


riesgo. Los climas cálidos y húmedos presentan una mayor biodiversidad, la población
está más expuesta (menos ropa y el uso de pesticidas es más frecuente) y el calor
desalienta la utilización de EPP (induce a quitarse la ropa protectora). El calor magnifica
la importancia de la vía dérmica de absorción - el flujo de sangre superficial en la piel
aumenta, facilitándose el ingreso del químico al organismo- y también aumentan con el
esfuerzo del trabajo, la frecuencia cardíaca y respiratoria con lo que se acelera la distri-
bución de lo absorbido. Este mecanismo disminuye considerablemente la cantidad de
químico necesaria para provocar un daño.

A pesar de todo, por ningún motivo se debe permitir el trabajo sin la protección bási-
ca. si no se pudiera cambiar el plaguicida por otro menos tóxico o menos agresivo, o
si no se pudiere trabajar en horarios donde la temperatura y humedad ambiente inci-
dan menos (como las primeras horas de la mañana y el atardecer) se debería pensar
en generar las pausas para que el trabajador tenga períodos de descanso durante la
jornada de trabajo.

2.1-Tipos de Equipamiento de Protección Personal (EPP)

Las tres vías principales de exposición por las cuales un tóxico penetra a un organismo
son - como se ha explicado en el Libro respectivo - digestiva, dérmica y respiratoria.
Por lo tanto, se hace necesario ofrecer protección a los sitios de entrada (boca, piel y
nariz). A los fines didácticos y considerando estas vías de ingreso, se optó por clasi-
ficar los EPP en cuatro grupos:

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2.1.1- Equipamientos de protección dérmica (EPD)

Cualquier cobertura que se interponga entre la piel y el agente tóxico puede ser con-
siderada un EPD. A continuación se presentan las características de los EPD para su
uso en control de vectores.

I Ropa Protectora: Está considerada la primera línea de defensa por su importante


papel de protección dérmica en las actividades que suponen una exposición
a plaguicidas; puede ser, por lo tanto, considerada un EPP.

Se deberían adoptar ropas de protección en función de los efectos


nocivos del producto, la resistencia de los materiales empleados para
su confección, la adecuación del diseño y de la talla, su compatibilidad
con el uso previsto y el medio ambiente en el cual hayan de usarse.
En la práctica, la información que figura en la etiqueta suministrada
con el plaguicida suele especificar el nivel de protección requerido.
Debe brindar protección y a la vez ser cómoda. Debe cubrir la
mayor parte del cuerpo. Para el trabajo con plaguicidas se tienen
en cuenta dos tipos de mamelucos u overoles.

• Para el trabajo con piretrinas suele bastar un mameluco confeccionado en tela


100 % de algodón prelavado. En trabajos con altas temperaturas el algodón es el
material más confortable, por lo general siempre disponible para la compra y durable.

Debe cubrir desde el cuello hasta las muñecas y tobillos, en lo posible sin bolsi-
llos, dobleces o aberturas. Algunos modelos traen los puños y botamangas
elastizados o con velcro. Si tiene cierres estos estarán cubiertos por tela. Este
equipo cubre el 85 % de la superficie de exposición dérmica.

Las prendas protectoras deben permitir al trabajador moverse sin limitaciones por
tamaño o diseño. Deben estar limpias y en buen estado (juntas y costuras sin desgas-
te) de lo contrario se deberán reparar o sustituir.

Los cambios de ropa deben ser realizados diariamente para que no pase a ser una
fuente de contaminación. Para esto, cada trabajador debería recibir al menos anual-
mente 3 (tres) mamelucos de tela como el descripto, teniendo en cuenta las dificul-
tades de lavado durante la semana (jornada prolongada con regreso tarde a base, por
ejemplo), o incidentales derrames sobre la ropa durante la mezcla o aplicación.

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Mameluco en tela 100% de algodón Productos certificados y/o 3 (tres) mamelucos /
prelavado, de 165 gr/m2 de peso, aprobados por norma IRAM 3870, trabajador / año
con puños y tobillos elastizados, actualizaciones y complementarias
sin bolsillos, dobleces ni aberturas. o equivalente de la NIOSH o U.
Cierre doble deslizador a cremallera E. Tamaño adecuado al usuario.
automático, de bronce, con solapa
sobre-cierre.

62
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Para el trabajo con organofosforados o carbamatos así como


para acciones de control de derrames en tránsito o en depósitos, se
contará con equipos de PVC (tipo TYVEK), impermeables y livianos
aunque más calurosos. Tienen la ventaja de poseer capucha para
protección de la cabeza. Como los de algodón cubren desde el cue-
llo hasta las muñecas y tobillos, sin bolsillos, dobleces ni aberturas.

Los puños y botamangas deben ser elastizados. Se deberá contar con


una cantidad suficiente de equipos de Tivek ya que los mismos son
descartables (mínimo 1 traje/día/persona). En cada depósito y camioneta deberán
existir dos de estos equipos, en reserva, como parte del Kit de emergencias, por
posibles fugas o derrames.

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Mameluco impermeable descartable, Productos certificados y/o aprobados 1 (un) traje /trabajador/día de
con capucha, de fibra sintética (PVC por norma IRAM 3870 y 3883, exposición
tipo Tyvek o equivalente), con cierre actualizaciones y complementarias 2 (dos) trajes por cada vehículo y
frontal y solapa sobre-cierre. Capucha, o equivalente de la NIOSH o U. E. por cada depósito
puños y tobillos elastizados. Tamaño adecuado al usuario.

II Prendas de Trabajo

Son prendas de vestir personales que incluyen remeras,


camisas, pantalones y campera de abrigo para el trabajo
en las bases o fuera de ellas en tareas que no impliquen
exposición a plaguicidas u otros químicos. Deben ser
confortables, estar en buen estado y guardarse en lugar
separado de la ropa protectora para evitar su contaminación.

Se deberá proveer anualmente a cada trabajador de 2 (dos)


conjuntos de pantalones y camisas de manga larga de algo-
dón tipo grafa o similar, dos remeras y una campera como
las detalladas.

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Campera de abrigo, térmica e impermeable, confeccionada en poliéster Productos 1 (una) campera/
100% impermeable, larga hasta debajo de la cintura, cuello Mao acolchado, certificados y/o trabajador/ año
mangas Raglan largas, con puños elastizados, cierre frontal a cremallera aprobados por
con tapacierre y con broches hasta el cuello. Ajuste en el borde inferior norma IRAM 3880,
por cordones, forro interior acolchado de guata, de 200 grs. aproximadamente, actualizaciones y
-dos bolsillos delanteros inclinados forrados con abrigo en el frente y uno complementarias
interno. Capucha desmontable mediante cierre de poliéster, cruce
cubrebarbijo con velcro, ajuste de elástico en borde superior.
Color y eventual diseño de identificación a definir.

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• Cada trabajador deberá contar con un traje de agua (pantalón y un capote con
capucha impermeable) para aquellas oportunidades en que deba realizar tareas
bajo la lluvia. (1 traje/persona/año)

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Traje de agua compuesto por P r o d u c t o s c e r t i f i c a d o s y / o 1 (un) traje/persona/año
pantalón y capote con capucha aprobados por norma IRAM 3880,
impermeable o Poncho film de PVC actualizaciones y complementarias
con capucha incorporada y cierres
laterales con broches a presión.

III Protección de la cabeza

La cabeza se puede proteger con una única prenda o


con parte de otra (mameluco con capucha). La pro-
tección de la cabeza debe cubrir todas sus partes por
encima de los hombros, con excepción del rostro y el
material utilizado debe ser resistente a la penetración
de plaguicidas. El casco tiene un importante papel
protegiendo el cráneo de golpes eventuales en el in-
terior de viviendas, previniendo insolación o impidien-
do el contacto de la nuca y el cuello con partículas de los productos. Es, de los ele-
mentos protección personal, el que ha ofrecido menor resistencia a su uso; no
obstante muchos trabajadores no lo usan por exceso de confianza. Los materiales
más usados para la fabricación de los cascos son el plástico y la fibra de vidrio. La copa
debe ser suficientemente resistente a los golpes, el fuego, la humedad y estar hecha
con un material aislante. La parte rígida se apoya en una almohadilla interior que sirve
para neutralizar los golpes. Los cascos son menos pesados y más frescos que los
sombreros corrientes, gracias al espacio libre que rodea la cabeza y que permite la
circulación del aire. Deberían estar provistos de protección para la nuca como se des-
cribe. Se proveerá un casco por persona anualmente. Adicionalmente se proveerá de
un frontín de luz (linterna a pila acoplada al casco).

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Casco clase C, (impacto y penetración), tipo I 15, material: Productos certificados y/o 1 (un) casco / trabajador /
polietileno de alta densidad, color a elección aprobados por norma IRAM año
(incorporado- no pintado), con protección de nuca de 3620, actualizaciones y 1 (un) frontín de luz/
material hidrorepelente o impermeable, resistente a complementarias o trabajador/ año
químicos, que cubra pabellón auricular y cuello hasta equivalente NIOSH o de U.
los hombros. Doble arnés anatómico con 4 a 8 puntos Europea.
de anclaje, y doble suspensión interior, de una sola
pieza. Sin rendijas de ventilación. Sistema de ajuste
periférico a la cabeza, con regulación y banda antisudoral.
Frontín de luz a pila, con sujeción para acoplar al casco

13
Copa con visera, arnés, con posibilidad de incorporar barbijo y accesorios

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

IV - El Gorro con visera tiene como principal función


proteger la cabeza contra la insolación, ya que muchas de
las actividades son ejecutadas durante el día, a veces, a
pleno sol. Estará confeccionado con tela de algodón pre-
encogido, ajustable con velcro o similar, que permita una
buena ventilación.

No se debe usar en situaciones de exposición a


plaguicidas. Se proveerá un mínimo de dos gorros
por año y por trabajador.

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Gorro con visera, con ajuste adaptable a Productos certificados y/o 2 (dos) gorros por trabajador/
varios tamaños cierre con velcro o similar, aprobados por norma IRAM año
de algodón pre-encongido, orificios para 3880, actualizaciones y
permitir la aireación de la cabeza. Color y complementarias
eventual diseño de identificación a definir.n.

V Calzado

• Botas: Deberán
eberán proteger los pies contra la humedad (trabajos den-
tro del agua, en terrenos húmedos), las superficies ásperas, los quími-
cos (plaguicidas, hidrocarburos) y las mordeduras de serpientes (zonas
endémicas). Deben ser preferentemente de goma y de media caña
o caña alta. (Las de cuero no son adecuadas para las activi-
dades con químicos ya que absorben ciertos productos y
no se pueden descontaminar.)

Deben cubrir las pantorrillas – al menos en su mayor


parte - y no estar forradas para facilitar la higiene. Una bota
de goma impermeable debe ser también usada para la ejecución de tareas de vigilan-
cia entomológica y donde sea necesario entrar en contacto con agua. No se debe
permitir el trabajo con plaguicidas descalzo, en ojotas, zapatillas de lona, o zapatos
de cuero. No deben ser usadas por más de un trabajador. Las botas deben lavarse
por dentro y por fuera al final de cada jornada y después ponerlas a secar. Como con
el resto del equipo, debe observarse que no tengan roturas.

El pantalón se usa sobre las botas, cubriéndolas, para impedir el escurrimiento de


derrames o salpicaduras. Se proveerán anualmente 4 (cuatro) pares de botas de goma
de caña alta por trabajador

Se debe proveer de calzado impermeable también para los trabajadores que realizan
funciones en depósitos de plaguicidas.

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• Los zapatos de cuero o borceguíes deben ser provistos para los


trabajos en que no estén involucrados los plaguicidas ya que el
calzado de goma en estos casos generaría un disconfort evitable.
Es necesario proveer 1 (un) par/año/trabajador.

Cantidad
Descripción Requerimientos
sugerida

Bota negra industrial de caña alta y capellada Productos certificados y/o aprobados por
3 (tres) pares de
de P.V.C. virgen de primera calidad, flexible norma IRAM 20345 , actualizaciones y
botas / trabajador/
y resistente a la abrasión, con suela gruesa complementarias o equivalente de la NIOSH
año
de material y diseño antideslizante. o U. E.. Tamaño adecuado al usuario.

Botín de cuero flor, resistente a impactos, Productos certificados y/o aprobados por 1 (un) par /año /
desgaste por abrasión, agua y productos norma IRAM 3610 y 3643, actualizaciones trabajador
químicos; plantilla anatómica y antimicótica. y complementarias o equivalente de la
Puntera reforzada. Suela de poliuretano o NIOSH o U. E. Tamaño adecuado al usuario.
goma vulcanizada, con diseño antideslizante,
de alto grip, de no menos de 2 cm de altura.
Horma anatómica y confortable. Color negro
o marrón. Pasacordón de abertura rápida.
Lengua fuelle hasta la altura de la caña.

VI - Delantal: Para una efectiva y total protección de la ropa de trabajo


contra las salpicaduras del plaguicida, el delantal debe cubrir todo el frente y
los costados del trabajador, hasta las rodillas y desde el cuello. Esta protección,
aunque ocasiona incomodidad por la sensación térmica que genera, es
imprescindible en operaciones de carga, descarga, mezcla y carga de
equipos, lavado de equipos y ropa y respuesta ante incidentes o
emergencias. Los delantales podrán ser de PVC, caucho, nitrilo o neopre-
no, o los desechables de polietileno. También deberán ser higienizados
después de su uso y controlar que no tengan roturas o daños. Se
aconseja la provisión de 2 (dos) delantales plásticos/año por depósi-
to de plaguicidas y por camioneta. Además se proveerá un delantal
por año para cada trabajador involucrado en la mezcla de plaguicidas.

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Delantal impermeable de PVC, caucho, Productos certificados y/o 2 (dos) delantales /año por
nitrilo o neoprene, debe cubrir desde el aprobados por norma IRAM depósito y por camioneta
cuello hasta las rodillas y cruzar a los lados 3883, actualizaciones y 1 (un) delantal /año/trabajador
del cuerpo, atando atrás. complementarias o equivalente involucrado en mezcla
de la NIOSH o U. E.

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PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

VII- Guantes. Hay distintos tipos de guantes


según sea la lesión que desea evitarse (pinchazos,
cortes, quemaduras, contacto químico, etc.): de
látex, nitrilo, neopreno, PVC, cuero, etc. Para el
trabajo con plaguicidas deberán usarse guantes
de nitrilo sintético tres cuartos puño o neopreno
que aíslan la piel de las manos de estos productos.
No se deben utilizar guantes de cuero, descarne
o tela pues absorben rápidamente los químicos.

Hay que asegurarse que las manos y el interior de los guantes estén limpios y secos
al momento de colocárselos. Deben ser impermeables, estar en buenas condiciones
y en lo posible las mangas del mameluco deben quedar por fuera. (Si se diera el caso
de aplicación con la lanza hacia arriba sería conveniente la inversión para evitar que
el líquido, que pudiera caer por deriva, se introduzca al interior del guante).

Guantes de cuero de descarne: los guantes de cuero deben


estar indicados solamente en trabajos con riesgo de heridas,
en actividades donde se hace uso de herramientas, como
servicios de limpieza de criaderos, capturas, contención de
animales, etc.

Es importante que el encargado de la adquisición de los


guantes, además del material apropiado, considere el ta-
maño adecuado. Que no se deje engañar por colores o
Fotografía de plaguicida texturas elegantes, que se solicite la certificación para la
remanente en las manos de
un aplicador desprovisto tarea para la cual se los requiere y que se consulte a los
de guantes. Fuente: CASAFE usuarios si tuviera dudas.

Deberán proveerse 6 (seis) pares de guantes de acrilonitrilo (Ref.: IRAM 3609) 3/4
de puño al año por trabajador y 2 (dos) pares/año /trabajador de guantes de descar-
ne. Los guantes de látex (uso quirúrgico o doméstico) se usarán en tareas de labora-
torio serológico o entomológico y por ende el número a proveer dependerá del nú-
mero de trabajadores involucrados y la magnitud de las tareas a realizar, ya que
luego de cada procedimiento deben ser descartados.

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Guantes de nitrilo o neopreno, ¾ de puño Productos certificados y/o aprobados 6 (seis) pares / año
(mínimo 30 cm.), no afelpados en su interior. por norma IRAM 3609, actualizaciones / trabajador
Antideslizantes. Alta flexibilidad y precisión y complementarias o equivalente NIOSH
de manipuleo o de U.E. Tamaño adecuado al usuario.
Guantes de cuero de descarne; puño largo. Productos certificados y/o aprobados por 2 (dos) pares / año
Reforzados (alta resistencia a la abrasión y norma IRAM 3608/3607, actualizaciones / trabajador
al corte). y complementarias o equivalente NIOSH
o de U.E. Tamaño adecuado al usuario.

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2.1.2 - Equipos de protección auditiva (EPA)


Suelen ser causa de un fuerte rechazo bajo la excusa de ser un
impedimento para la correcta comprensión del mensaje oral.
Debido a que deben usarse en forma
continua en ambientes ruidosos, deben
ser especialmente cómodos para no
desalentar su uso. Pueden ser endo-
aurales permanentes (de goma, sili-
conas o plástico u otro material
macizo que permita su colocación en el orificio auricular),
endoaurales descartables (algodón o lana) o de copa
(orejeras antirruido).

Los equipos impulsados por motor, sean montados sobre vehículos o portátiles, son
muy ruidosos, de manera que el operador deberá tener los oídos protegidos. Si estu-
viera realizando tareas de control de vectores en interiores domiciliarios en los cuales
debe tener colocado el casco de protección, los protectores auditivos serán endoau-
rales. En caso contrario podrá usar un protector de copa. Los equipos endoaurales son
de uso personal (no deben compartirse).

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Protector auditivo de copa; atenuación de 25 Productos certificados y/o 2 (dos) /persona/año para
db. Almohadillas amplias, recambiables; fleje aprobados por norma IRAM aquellos trabajadores que
ajustable de alta resistencia a la flexión-torsión 4060, actualizaciones y utilicen máquinas a motor
y con ranura para permitir el deslizamiento de complementarias o equivalente
las copas. El interior del fleje estará forrado en de la NIOSH o U. E.
espuma de poliéster de aproxim. 1 cm de
espesor, removibles para su reposición y limpieza.

Protectores endoaurales permanentes Productos certificados y/o 10 (diez) /trabajador /año


(preferentemente de silicona), con banda. aprobados por norma IRAM (o c.s.p. su recambio en caso
4125-2, actualizaciones y de mayor necesidad)
complementarias o equivalente
de la NIOSH o U. E.

2.1.3- Equipamientos de protección visual (EPV) y facial


Las personas que no están acostumbradas a
usar anteojos recetados por un oculista suelen
encontrar incómodos y molestos a los anteojos
o antiparras protectores. Sin embargo se
fabrica un número cada vez mayor de modelos
más cómodos, que se adaptan bien a la cara
y permiten un campo amplio de visión y que
pueden ser usados sin provocar molestias a los
trabajadores.

68
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Como en el caso de todos los equipos de protección personal, no es suficiente la


imposición de su uso. Por el contrario el trabajador debe estar convencido de que con
ellos es posible evitar daños.

Llegar a este convencimiento requiere tiempo e información adecuados: el trabajador


debe aceptarlo como protector a su vista y en lo posible, no percibir en su uso una
sensación de desagrado.

Al haber varios tipos posibles de accidentes que pueden afectar la visión, se deben
usar los anteojos adecuados a cada tipo de trabajo que se realice. Los EPV se destinan
a la protección de los ojos de agresiones externas: radiaciones, elementos mecánicos,
químicos o biológicos en casos específicos de actividades de laboratorio (para estas
actividades deben usarse los anteojos de seguridad, de acrílico o policarbonato con
proyecciones laterales del mismo material. Este tipo de equipamiento, además de ser
liviano, posee gran transparencia y promueve buen aislamiento del área de los ojos,
protegiéndolos de los agentes peligrosos). En el caso ideal de proveerse de respira-
dores faciales completos no será necesario el uso de antiparras protectoras. De lo
contrario (uso de respiradores semifaciales) será fundamental su uso durante todas
las actividades que involucren exposición a químicos.

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Protector Visual: Antiparras de acetato (ocular) y Productos certificados y/o 2 (dos) / trabajador/año
PVC (montura), con amplio campo de visión, aprobados por norma IRAM
hermética, diseño ergonómico, resistente al impacto 3630, actualizaciones y
y a productos químicos y de fácil limpieza. complementarias o equiva-
Tratamiento antiempañe; que pueda utilizarse sobre lente de la NIOSH o Unión
anteojos recetados. Banda de sujeción ajustable. Europea

Se debe llevar un protector facial que cubra la totalidad de la


frente y del rostro hasta debajo de la mandíbula para protegerse
contra salpicaduras accidentales de plaguicidas líquidos mientras se
abren los recipientes o se realiza la mezcla y llenado. Estos protecto-
res están hechos de material plástico transparente y no inflamable,
sujetos a la cabeza por una correa graduable y articulados a esta de
manera que se pueden levantar y bajar fácilmente.

Pesan poco y aunque no previenen de riesgos de golpes son especiales para mezcla
y carga de equipos con plaguicidas. Resultan más frescos y confortables que los ante-
ojos en climas húmedos y cálidos; además no se empañan con tanta facilidad y
ofrecen mayor protección a la cara.

Los protectores faciales deben lavarse frecuentemente con agua (cuidadosamente,


impidiendo que el agua llegue a las partes de fibra, metal o cuero de la banda sujeta-
dora del protector a la cabeza) y evitar su almacenamiento y manipulación descuida-

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da para que no se afecte la visibilidad por rayado. Deben ser reemplazados cuando
esto suceda. A la provisión personal de equipo (dos protectores visuales en caso de
uso de protectores respiratorios semifaciales y dos protectores faciales por trabajador
y por año para aquellos que realicen actividades de mezcla o carga de equipos) se
deberán proveer, además, 2 (dos) pares de protectores visuales por depósito/año y
2 (dos) protectores faciales / año por depósito y por vehículo (derrames).

2.1.4- Equipamientos de protección respiratoria (EPR)

Es de fundamental importancia que los trabajadores expuestos a químicos usen


equipamientos apropiados para protección respiratoria. Esto se debe a que los
equipos de aplicación usados en salud pública, necesitan fragmentar e impulsar
pequeñas partículas para ser colocadas en determinadas superficie o masa de aire.
Durante la ejecución de estas tareas, el aplicador está expuesto a respirar una gran
cantidad de pequeñas gotitas. El aparato respiratorio está conformado de tal ma-
nera de evitar que las partículas mayores lleguen al pulmón, quedando retenidas
en las cilias nasales y en el moco allí presente. Esta protección no tiene eficacia
con partículas muy pequeñas que pueden llegar a los alvéolos. Asimismo, las
partículas mayores retenidas, pueden migrar hacia el aparato digestivo, irritar las
vías aéreas superiores (rinitis o rinofaringitis) o desencadenar cuadros alérgicos,
dependiendo del tipo de producto.

Como todo equipo protector los de protección respiratoria deben ser adecuados para
las circunstancias en las que se usa. Deben estar dotadas de filtros adecuados para
garantizar la protección contra el peligro particular de que se trate. El conocimiento
adecuado de cómo llevarlas correctamente impedirá que su uso no sea ineficaz.

Los equipos de protección respiratoria no dejan de ser incómodos y por lo tanto


se aconseja no usarlos en forma continua durante la jornada laboral. Para ello se
deberán establecer las pausas necesarias en la tarea. Los respiradores autónomos
rara vez son necesarios en actividades de aplicación de plaguicidas de uso sanita-
rio y quedan, en general, limitados a cuestiones de emergencia en derrames o
incidentes en almacenamiento / transporte por parte de personal especializado en
su resolución.

El usuario debe recibir una instrucción específica sobre todos estos aspectos. Debe
asegurarse de que la mascarilla se ajuste bien a la nariz y a la boca y de que ha reci-
bido suficiente información e instrucciones sobre su correcto uso y mantenimiento.
Las máscaras deben sustituirse con regularidad para garantizar la protección. Es esen-
cial usar el cartucho correcto.

Las partes de goma de las máscaras deben impregnarse en talco para evitar que se
pongan pegajosas. El respirador debe lavarse diariamente y colgarse para su secado,
reemplazarse si se rompe o afloja, colocarse dentro de una bolsa de plástico en lugar
limpio cuando no se esté usando.

70
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Tipos de máscaras respiratorias


El filtro mecánico debe
Las máscaras faciales deben cumplir las siguientes condi- siempre ser colocado
delante del filtro químico.
ciones: calidad, adaptabilidad anatómica, liviandad y con-
fortabilidad. Deben evitar la fatiga respiratoria que se pro-
duce por el llamado espacio muerto (existencia de una distancia excesiva entre la
pared del respirador y la piel del rostro). Del volumen de aire expirado que se acumu-
la en ese espacio una parte reingresa al aparato respiratorio con cada nueva inspiración,
generándose fatiga respiratoria por menor volumen de oxígeno inhalado (reemplaza-
do ahora por Dióxido de Carbono remanente).

Otro factor a tener en cuenta es el referente a las concentraciones de químico a las que
se esta expuesto; si bien generalmente los productos químicos seleccionados para uso
sanitario no son de alta toxicidad, las concentraciones requeridas son a veces mayores que
las utilizadas en agricultura. En paralelo, la frecuente tarea en medios rurales, expone a los
trabajadores también a la contaminación dada por plaguicidas propios del uso agrario,
cuyos restos y envases están muchas veces dispuestos a cielo abierto, en o cerca de vi-
viendas que han de ser tratadas.

El trabajo en ambientes cerrados también genera riesgo agregado. Consideran-


do lo anterior se tendrá en cuenta el tipo de máscara facial que se utilizará para
estas tareas, recayendo la elección entre las máscaras facial completa (cubren
boca, nariz, mandíbula y ojos; de elección) o semifaciales (cubren boca, nariz y
mandíbula) en caso de faltante en la existencia de las primeras al momento de
la compra.

La máscara semifacial solamente protege el 50%


de la superficie del rostro y es adecuada para opera-
ciones de carga, descarga y manipulación en depósitos,
y, como medida preventiva, en la limpieza de pequeños
derrames de productos de baja toxicidad en transporte
y almacenes.

La protección que ofrece, sin embargo, es parcial


y esta desprotección se ve acentuada en el caso
de manipulación de químicos como pasa en la
mezcla y carga de equipos. Por esa razón estas
máscaras exigen siempre el uso de un EPP com-
plementario: protectores visuales y/o faciales.

A las máscaras faciales completas se las


considera de elección porque protegen el 100%
de la superficie del rostro. Este especial diseño
agrega un factor de protección dérmica a la
respiratoria, lo cual - dado el alto uso de pire-

71
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troides, (compuestos de importante potencial alergénico) – resulta doblemente


conveniente. Además en todas las tareas que impliquen mezcla, carga de equipos
y aplicación, esta máscara suprime la necesidad de utilización de equipo com-
plementario (visual o facial)

• Restricciones al uso de respiradores


La barba y/o la patilla están
Factores que impiden que las máscaras sean contraindicadas en cualquier tarea
utilizadas con seguridad: que necesite del uso de respiradores.
Quienes trabajan en actividades de
• Aumento o disminución importante del aplicación de insecticidas, no deben
peso corporal después de la prueba de usarlas, ya que la seguridad se verá
validación. seriamente perjudicada.

• Cicatrices en el rostro que impidan la


adecuada coaptación de la máscara..

• Modificaciones en la arcada dentaria,

• Cirugía plástica o reconstructiva.

• Presencia de barba y patillas.

Ante un mal funcionamiento de la máscara respiratoria o cuando se detecte aire


contaminado al inspirar o síntomas de dificultad respiratoria: debe ABANDONARSE
INMEDIATAMENTE EL AREA DE TRABAJO, LAVARSE EL ROSTRO Y LA MASCARA E
INVESTIGAR LA CAUSA DEL PROBLEMA.

• Tipos de Filtros purificadores

Existen diferentes tipos de filtros de acuerdo al contaminante a ser filtrado: vapo-


res, gotitas de pulverización, polvos en suspensión, etc. Esta situación requiere,
para los trabajadores que manipulan plaguicidas la utilización de filtros combinados:
químicos y mecánicos.

Los filtros químicos serán de clase I, para gases y vapores orgánicos. Su capa
de carbón activado tiene indicación para concentraciones de hasta 1000 ppm
(partes por millón; las concentraciones usadas en programas de control de vecto-
res están dentro de esos límites).

Los filtros mecánicos serán de clase P2 para partículas sólidas o pequeñas gotitas. Ofre-
cen excelente capacidad de filtraje y demandan poco esfuerzo respiratorio (elegidos para
su uso en programas de control de vectores) ya que retienen el 94 % del material a filtrar.

72
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Cada usuario debería poder elegir el respirador que le sea más confortable dentro de
los tamaños disponibles, situación de difícil concreción en sistemas de compra centrali-
zados y para gran cantidad de personal. Esta elección debería incluir el ajuste correcto a
la cara - hecho por el propio trabajador - y la mayor ausencia de espacio muerto posible
así como la facilidad para comunicarse oralmente. Por eso se considera indispensable
que el encargado de la compra y distribución de los equipos de protección respiratoria
esté capacitado respecto de la importancia de conocer los criterios para una buena se-
lección. Asimismo debería poder incluirse en los pliegos de compras la capacitación de
los trabajadores por parte del adjudicatario en aquello referente a la correcta colocación,
uso limpieza, mantenimiento de las máscaras y filtros del EPR.

• Validación de los filtros:

No existe un plazo definitivo para el reemplazo de los cartuchos de filtración. Los fabrican-
tes suelen garantizar una duración de tres años con el envase cerrado. Pero una vez
abierto son varios los factores que influirán para la duración del mismo (contaminante a
filtrar, clima, características respiratorias del usuario, etc.) por lo que se indica que cuando
el trabajador perciba gusto, olor o irritación ocular el cartucho sea cambiado. Si no existie-
se esta circunstancia se considera válido su reemplazo a los cuatro meses de uso.

Pruebas de validación

Se usan para verificar que el equipo brinda una adecuada protección. Consta de en-
sayos de validación y verificación de validación.

Ensayo de validación

Los realiza personal entrenado. El trabajador elige una máscara y se la coloca ajustán-
dola a la cara. El entrenador aplica humo alrededor de la máscara y durante 10 minu-
tos el trabajador realiza movimientos con la cabeza, habla, etc. y comprueba si percibe
el humo dentro de la máscara. Si así fuera, deberá elegir otro modelo y repetir la
operación hasta que encuentre la más adecuada a sus características físicas. Este
ensayo se repetirá cada seis meses.

Verificación de Validación

El trabajador diariamente antes de comenzar su tarea diaria retirara los filtros,


colocará las manos tapando los orificios e inspirara fuertemente. La mascara debe
deprimirse sobre el rostro. Luego tapara las válvulas de expiración y hará una
expiración brusca con lo cual sentirá la presión dentro de la máscara por el aire
que no tiene por donde salir. Estos dos procedimientos demostrarán una ade-
cuada validación.

Como guía orientadora, cada trabajador deberá recibir dos máscaras con tres juegos
de filtros / año. Sin embargo, debe ser aclarado que estos equipos no deberían ser
entregados como una rutina anual, sino toda vez que sea necesario.

73
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Descripción Requerimientos Cantidad sugerida


Respirador de media cara, anatómico, con filtros Productos certificados y/o 2 (dos) máscaras/ traba-
compatibles, independientes y reemplazables: filtro aprobados por normas jador/ año con 3(tres)
químico para vapores orgánicos (Clase I) y filtro IRAM 3647-I y II/ juegos de filtros/año
mecánico para partículas (Clase P2 o NIOSH P100). 3648/3649/3650,
Contendrá asimismo adaptador para los filtros de actualizaciones y
partículas, tres válvulas (dos de inspiración y una de complementarias o
exhalación) y sello facial de silicona; la pieza facial equivalentes de la NIOSH
será de polímero sintético con bandas elásticas de o Unión Europea.
elastómero. Garantía de tres años mínimo con envase Tamaño adecuado al
cerrado. usuario.
Bolsas de polietileno multiuso con cierre hermético a
presión, para almacenamiento de respiradores y filtros,
transparentes, de plástico resistente, de alta densidad.

Respirador de cara completa con filtros compatibles, Productos certificados y/o 2 (dos) máscaras/ traba-
independientes y reemplazables: filtro químico para aprobados por normas jador/ año con 3(tres)
vapores orgánicos (Clase I) y filtro mecánico para IRAM 3647-I y II/ juegos de filtros/ año
partículas (Clase P2 o NIOSH P100). Contendrá 3648/3649/3650,
asimismo adaptador para los filtros de partículas, tres actualizaciones y
válvulas (dos de inspiración y una de exhalación) y complementarias o
sello facial de silicona. La pieza facial será de polímero equivalentes de la NIOSH
sintético con arnés de 4 – 6 puntos de ajuste y visor o Unión Europea.
de policarbonato. El diseño será compatible con otros Tamaño adecuado al
elementos de protección personal (por ej.: casco). usuario.
Garantía: mínimo tres años con envase cerrado. Con
bolsas de polietileno multiuso con cierre hermético a
presión, para almacenamiento de respiradores y
filtros, transparentes, de plástico resistente, de alta
densidad.

Equivalencias:

Complementos
EPP
Protección visual (antiparras) Protección Facial

Máscara semifacial SI SI (1)

Máscara facial completa NO NO

(1)
(Mezcla y carga de equipos - Derrames)

En el caso específico de los depósitos deberá contarse con un número suficiente de pro-
tectores respiratorios del tipo N95. Este material será utilizado por los trabajadores y /o
visitantes ocasionales en sus ingresos al mismo. Esta opción estará por supuesto limitada
a situaciones de normalidad en depósitos limpios de productos vigentes y no deteriorados

74
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Mascarilla de protección respiratoria para material Productos certificados y/o Requerimientos para per-
particulado, descartables, con banda de sujeción aprobados por norma IRAM sonal de depósitos. C.s.p.
(correas elásticas ajustables), con nivel de filtración 3648, actualizaciones y número de ingresos pre-
de 95% (mascarilla N95 o equivalente). Sello facial complementarias o equi- vistos/día de trabajadores
en todo el contorno, grip nasal y válvula de valentes de la NIOSH o y visitas ocasionales
exhalación (unidireccional). Unión Europea

Todos los dibujos o fotos del precedente apartado figuran exclusivamente a título ilustrativo, no
orientativo respecto de formatos o marcas.

La entrega de la ropa y de los equipos de protección personal debe ser acompañada


con la siguiente hoja informativa:

75
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Departamento de Salud Ambiental


Ministerio de Salud de la Nación
- Plan Nacional de Gestión de Plaguicidas de Uso Sanitario -
ROPA DE TRABAJO Y EQUIPO DE PROTECCION PERSONAL

INFORMACION PARA EL USUARIO


En el marco del Plan Nacional de Gestión de Plaguicidas de uso sanitario se ha
elaborado, con el concurso del área de Salud Ocupacional, el listado correspon-
diente a Equipos, Elementos, Indumentaria e Insumos previstos para trabajadores
expuestos a plaguicidas que pertenezcan a clases de baja toxicidad aguda según
la Clasificación de la Organización Mundial de la Salud y no clasificables como
mutagénicos / cancerígenos por la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC/
OMS-ONU) o responsables de otros efectos a largo plazo conocidos. Como todo
equipo de protección personal, constituye el último paso en la cadena de reducción
de riesgos y sólo es útil en la medida en que se cumplan criterios de uso, conser-
vación y reemplazo adecuados.

Para su selección se han utilizado criterios que responden, exclusivamente, a la


protección de trabajadores expuestos a productos registrados por el INAL/ANMAT.
Su utilidad como factor de protección, dado un diferente perfil de peligro16, debe
ser reevaluada.

Se recuerda, asimismo, que la totalidad de los productos registrados para control


de vectores por parte del INAL/ANMAT lo son bajo la categoría de Uso Profesional
Exclusivo y que por lo tanto sólo corresponde su uso por parte de personas capa-
citadas y laboralmente protegidas (Resolución 1141/04). Cualquier cambio en el
perfil de riesgo17 debe llevar a una reevaluación de la presente selección.

Cada usuario tomará debida nota del etiquetado de los productos, que deberá
incluir la siguiente leyenda:

USO PROFESIONAL EXCLUSIVO.


PRODUCTO ADQUIRIDO Y DISTRIBUIDO CON RESTRICCIONES POR EL MINISTERIO
DE SALUD DE LA NACIÓN.
PROHIBIDA SU COMERCIALIZACIÓN.
PROHIBIDO SU USO PARA FINES DISTINTOS AL CONTROL INSTITUCIONAL
DE PLAGAS DE INTERÉS SANITARIO.

16
Cambio en los productos que se utilizan
17
Cambio en las condiciones de exposición

76
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Además, deberá tomar nota de las siguientes observaciones:

• el uso de elementos de protección personal no implica desestimar las condicio-


nes de higiene ambiental, la importancia de seleccionar los productos menos
tóxicos según la información científica disponible ni modificar la periodicidad con
la que las acciones de vigilancia médica en salud se llevan a cabo, en especial
las vinculadas con los exámenes periódicos.

• cada producto debe ser acompañado por su respectiva hoja de seguridad y, en


algún caso, de instrucciones escritas sobre su uso y fecha de vencimiento si
corresponde.

• La higiene y guarda de la indumentaria y de los equipos de protección personal


debe llevarse a cabo en los ámbitos de trabajo. Llevar a casa estos elementos
constituye un riesgo para la familia.

• El empleador tiene obligación de entregar los elementos de protección personal


así como el trabajador de usarlos, según lo previsto en el texto de la ley 19.587
(artículo 10) reglamentada por el Decreto 351/79 (artículo 188)18 , vigente.

• Las opiniones y sugerencias de los trabajadores, incluidas sus preferencias en


términos de estética y confort, son importantes y deberán ser un factor de peso
a tener en cuenta en la renovación anual de la indumentaria de trabajo.

13
Todos los trabajadores que reciben elementos de protección personal, deberán dejar constancia firmada de
la recepción de los mismos y el compromiso de su uso”“ Deberán:
• Utilizarlo completo en el desempeño de la actividad o tareas para lo cual fuera entregado.
• Ocuparse personalmente de la conservación y de la integridad del equipo
• Ocuparse personalmente del mantenimiento y la conservación en buen estado de uso del equipo su-
ministrado
Denunciar a sus superiores inmediatos las fallas, deterioros, defectos o deficiencias de construcción que re-
duzcan o anulen la eficiencia de protección del equipo

77
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

GUÍA PARA EL USO DE EQUIPO PROTECTOR SEGÚN SITUACION DE RIESGO PARA


TRABAJADORES DE CONTROL DE VECTORES

Delantal impermeable

Protección Respiratoria

Protector auditivo
Botas de goma

Protector facial
Mameluco

Guantes
Casco
Tyvek
Actividad

Mezclas y carga de equipos √1 √2 √ √ √ √ √ √

Aplicación de productos en el interior/


√1 √2 √ √ √ √
exterior de domicilios

Aplicación de productos en exteriores o


√1 √2 √ √ √ √ √
interiores con equipos a motor

Cuidado, limpieza y Control del equipos


√ √ √ √ √ √
e insumos

Carga y Descarga de productos √ √ √ √

Tareas normales de almacén √ √ √3

Conducta ante emergencias √ √ √ √ √ √ √

Aplicación de larvicidas √1 √2 √ √ √ √

Colecta de larvas o formas adultas/


limpieza y drenaje en criaderos/ √ √
Información y Comunicación de Riesgos

1
Exposición a piretroides o productos de similar toxicidad
2
Exposición a COFA u otros de igual o mayor toxicidad. Exposición a obsoletos. Inter-
vención ante emergencias o derrames menores
3
Máscara N95

78
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Notas:

• En todos los casos se solicitará que el proveedor cumplimente requisitos de la


Res. 896/1999 y actualizaciones vigentes, presente documentación que lo acre-
dite y toda aquella otra documentación relacionada con el insumo.

• Se privilegiará la adquisición de productos certificados y/o aprobados bajo las


normas IRAM mencionadas en cada ítem, así como, en iguales condiciones de
calidad, la procedencia nacional de la mercadería.

• En casos de productos que requieran una hoja de datos de seguridad o reco-


mendaciones para su guarda, limpieza o uso, estas deberán acompañar a cada
unidad.

• Los ítems descriptos corresponden a Equipos de Protección Personal, individua-


les y su adquisición deberá responder a la actividad que desarrolle cada trabaja-
dor, el número de trabajadores y las necesidades anuales consultadas previa-
mente con cada sector. Las cantidades enumeradas son a titulo de sugerencia
general y fueron producto de las discusiones técnicas entre las áreas de Control
de Vectores, Salud del Trabajador, Riesgos Químicos y Salud Ocupacional del
Ministerio de Salud de la Nación (Junio 2006), que incluyó a niveles técnicos y
usuarios directos de los Equipos.

• Las cantidades a comprar preverán situaciones extraordinarias de mayor deman-


da, y tendrán en cuenta las condiciones efectivas de almacenamiento en condi-
ciones de seguridad.

79
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

2 HIGIENE PERSONAL

“La acción destinada a mejorar las condiciones de vida, de


los trabajadores (fundamentalmente las condiciones de
OMS / WHOPES

alojamiento, alimentación, salud, y educación) constituye el


complemento indispensable, y algunas veces previo, de la
acción destinada a promover las mejores condiciones de
trabajo” (OIT).

La higiene personal y de la ropa de trabajo es fundamental


para disminuir la absorción de plaguicidas por la piel. Algunas
indicaciones necesarias de higiene personal al trabajar con
plaguicidas:

Recomendaciones al aplicador de químicos en campañas


sanitarias

• Se debe poder usar ropa protectora limpia y contar con mudas de repuesto para
el recambio diario por lavado. Cualquier hu-
medad en la ropa debe ser considerada como Para facilitar acciones de higiene
un derrame de plaguicida y, por tanto, quitada personal en el lugar de trabajo,
la prenda presuntamente contaminada y cam- es indispensable contar con
biada por otra limpia, después de lavarse muy agua, jabón y toallas limpias en
cantidad suficiente.
bien la piel con agua y jabón.

• Las uñas deben mantenerse cortas.

• Toda vez que sea necesario salir a campo y llevar alimentos para la jornada, estos
deben transportarse en recipientes herméticamente cerrados y nunca en el mis-
mo móvil que lleva los plaguicidas

• Después de realizar cualquier actividad con plaguicidas (antes de comer, beber,


fumar y antes y después de ir al sanitario), el manipulador debería lavarse las
manos, la cara y las zonas expuestas del cuerpo con agua y jabón.

• Debe preverse con anticipación la situación de existencia /escasez de agua para


trabajos de campo en áreas rurales, y anticiparse al problema llevando agua su-
ficiente en recipientes limpios y tapados. Estos también deberán transportarse
en móvil diferente al que carga los plaguicidas

• Debe evitarse el trabajo con heridas o quemaduras y si no fuera posible debe


protegerse la zona adecuadamente.

• No transporte elementos de trabajo contaminados en bolsillos de la ropa de calle.

80
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Nunca deje de usar el equipo de protección personal, incluso aunque la etique-


ta no lo recomiende.

Procedimiento aconsejado para la higiene después del trabajo:

• Siempre después de aplicar plaguicidas se debe lavar el equipo y la ropa de


trabajo. No se saque el equipo de seguridad hasta que no haya terminado de
limpiar la maquinaria, herramientas y utensilios usados para el trabajo del día. No
lo haga en arroyos para no contaminarlos y no se retire del área de trabajo con
la ropa que fue usada para el manipuleo con plaguicidas durante el día, puesta.

• Lavado de la máquina: (se describe como ejemplo el orden a seguir con las
pulverizadoras de compresión):

Si hay poca agua disponible en la zona de operaciones la que se use para el


lavado de las bombas puede guardarse para ser usada al día siguiente con el
mismo plaguicida. No usarla para trabajar con otro plaguicida distinto. Restos de
mezclas sobrantes en el equipo de aplicación (bombas, mangueras) y del lavado
del equipo de aplicación externo (con cepillos agua y detergentes) e internos,
diluyendo con agua y siendo pequeñas cantidades: pulverizar sobre caminos o
banquinas de tierra sin cultivos, que no tengan arboledas y estén lejanos a cual-
quier fuente de agua.

Con la tapa abierta, voltee el tanque boca abajo,


abra la válvula de abrir y cerrar y deje que toda
el agua drene fuera de la manguera y la varilla

Retire la boquilla y sumérjala en un recipiente


con agua para su limpieza. Una vez limpia y seca
colóquela nuevamente en su lugar.

Seque bien la superficie del equipo y coloque


la lanza en su soporte donde quedará hasta
nuevo uso de manera de proteger la boquilla.

Cuando el equipo no será usado por algunos


meses cuélguelo invertido y con la tapa abierta
como se observa en la figura. Esto permitirá la
circulación del aire por su interior. La lanza tam-
bién colgará con su disparador abierto.

81
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Higiene personal

1 Sáquese el casco y lávelo.

2. Si hubiere usado protectores auriculares de inserción:


higienícelos con un paño embebido en alcohol,
luego lávelos con agua, y jabón y guárdelos en su
envase original.

3. Lave externamente las botas y los guantes mien-


tras los tiene puestos.

4. Quítese la máscara de protección respiratoria,


retire los cartuchos y filtros y también si fuera
posible las válvulas de inhalación y exhalación.
Aproveche para verificar el estado de todos
estos componentes y luego guárdelos en una
bolsa plástica que esté limpia y seca. Lave la máscara por ambos lados con
agua y jabón, seque con un paño suave y limpio, coloque las válvulas y
guárdela en un envase plástico adecuado. La limpieza de la máscara debe
hacerse cada vez que se la use. Recuerde que las máscaras como la mayo-
ría de los equipos de protección personal tienen una fecha de vencimiento.
Si debiera cambiar algún componente siga las recomendaciones del manual
y use solamente piezas originales.

5. Sáquese la ropa. Si esta es descartable guárdela en una bolsa plástica, ciérrela


para su traslado a la base y descarte como residuo peligroso. Si no lo fuera debe-
rá lavarla aunque no parezca contaminada por plaguicidas. Suponga siempre que
lo está. Debe existir en cada base un lavarropas
especialmente dedicado al lavado de los trajes de
aplicación que no son descartables. Si el lavado lo
realiza a mano debe permanecer durante esta
tarea con los guantes y un delantal plástico colo-
cado. Enjuague y cuelgue para su secado al aire
libre. Si no pudiese lavarse en la base acondició-
nela en bolsas de plástico para ser llevada a lava-
dero industrial. La ropa de trabajo debe ser lavada
en condiciones de seguridad. Etiquete la bolsa:
Contiene ropa de trabajo. Lavar separada de otra
ropa. Nunca la lleve a su casa ya que expondrá al
resto de la familia al plaguicida. Una vez seca la
ropa de trabajo debe ser revisada para controlar si
existe desgaste o rotura debiendo entonces repa-
rarse o sustituirse según el caso. Nunca se deberá
Foto:Luisa Brunstein iniciar la tarea con ropa sucia o en mal estado.

82
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

6. Sáquese el delantal, los guantes y las botas. Lávelos nuevamente por fue-
ra y ahora también por dentro. Cuélguelos a secar con su abertura hacia
abajo para que drene adecuadamente el agua remanente del lavado.
(Aproveche la ocasión para inspeccionarlas y detectar fisuras o roturas que
ameriten un cambio).

7. Todo el equipo de protección personal lavado y seco debe ser guardado en un


cuarto adecuado y separado del resto.

8. Lávese con abundante agua y jabón, (manos, cara y cuello, ducha si es el final
de la jornada), en forma cuidadosa y sin dejar pasar mucho tiempo después de
finalizar la exposición a plaguicidas: mientras más tiempo se demore esta acción,
mayor será el tiempo de contacto de la piel
con las sustancias químicas y mayor el riesgo
de intoxicación por absorción. El baño perso-
nal después del trabajo no es solamente una
buena medida de higiene sino también una
medida de protección personal.

9. Colóquese ropa limpia antes de retirarse a su casa. El área donde se encuentra


la ropa limpia debe estar separada del sector de limpieza o zona sucia.

10. Los botines de cuero deben engrasarse periódicamente (cada siete días es lo usual)

La disponibilidad de elementos básicos para la higiene personal en el lugar de


trabajo está contemplada en la Ley 19587. Es obligación del empleador proveerlos,
y del servicio médico a su cargo el controlarlo

4- HIGIENE AMBIENTAL
“Creemos que aquello que se considera como más sagrado tiene mas posibilidades de ser
tratado con respeto. Nuestra morada en este planeta debería considerarse como algo sagrado”
Carl Sagan

La protección del ambiente es responsabilidad de todos los que participan en la ca-


dena de selección y uso de plaguicidas, desde la adquisición hasta la disposición final
de residuos (remanentes y envases).

Todas las medidas necesarias para evitar la contaminación ambiental deben ser tomadas.

Durante las operaciones (preparación de mezclas, llenado de equipos, aplicación,


limpieza de equipos, disposición de remanentes y envases), se debe poner el máximo
cuidado para evitar la contaminación del agua (superficial y subterránea), el aire, el
suelo, los animales, la flora, las viviendas y los alimentos.

83
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

FUENTES DE EMISION AL AMBIENTE

Un problema ambiental puede ocurrir, por ejemplo:

• por deriva aérea cuando se aplica con viento;

• cuando hay volcados o derrames;

• cuando se efectúa erróneamente el tratamiento y disposición final de los envases


y estos se queman, se entierran o quedan dispuestos a campo abierto;

• cuando el lavado de ropa o equipos se hace en cursos superficiales de agua;

• cuando se descartan restos de plaguicidas en el ambiente;

• cuando los plaguicidas aplicados se filtran hacia fuentes de agua;

• cuando los pesticidas aplicados permanecen en el área tratada por un tiem-


po prolongado.

Se entiende que toda aplicación de plaguicidas en el interior de una vivienda es una


contaminación controlada del aire, paredes, objetos de esa vivienda. En condiciones
normales, esta contaminación responde a criterios riesgo – beneficio previamente
considerados como adecuados; sin embargo la situación puede quedar fuera de
control y convertirse en un problema ambiental al interior de las casas cuando:

• no se retiran todos los enseres posibles (vajilla, ropa de cama, etc.);

• se contaminan los alimentos;

• hay derrames accidentales en el interior de las viviendas;

• no se respetan los periodos de reingreso;

• no se respetan condiciones de higiene y ventilación posteriores al rociado;

• se lava ropa contaminada junto con el resto de la ropa;

• se almacena temporalmente plaguicida en el interior de una vivienda.

Para evitar situaciones de conflicto ambiental es importante:

1- Constatar previamente la necesidad de uso de plaguicidas en un determinado


lugar. Limitar el uso de químicos a los sitios, cantidades y frecuencias previa-
mente determinadas en función de los datos relevados.

84
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

2- Prever los efectos que ese plaguicida tendrá para el ambiente y tomar recaudos
al respecto: la ficha de Seguridad de producto contiene información útil en este
sentido. Las aplicaciones de ultra bajo volumen tanto nebulización fría como
térmica tendrán un tiempo de espera mucho más corto ya que una vez deposi-
tados en el suelo no queda efecto residual.

3- Caracterizar el ambiente detectando situaciones de vulnerabilidad y posibles


indicadores de impacto. Prestar debida atención a los animales que se encuen-
tren en el área a pulverizar. .Se avisará a los emprendimientos de apicultura y
criadores de gusanos de seda para que protejan los lugares (cubrir las colme-
nas antes de la pulverización y liberarlas finalizado el período de espera) y no
se aplicará sobre ellos (programar otro tipo de tratamiento focal y perifocal) ni
en sus inmediaciones. La notificación a los responsables de los colmenares se
hará con al menos tres días de anticipación, salvo que por razones de emer-
gencia sanitaria deba acortarse este lapso y en este caso será hecha lo más
precozmente posible. De la misma manera se deberá tener en cuenta la vulne-
rabilidad de los peces evitando las pulverizaciones en las cercanías de coleccio-
nes de agua, sean estas artificiales o naturales. Si se tratara de estanques para
el desarrollo de fauna ictícola, se deberá avisar a los criadores para que los
cubran o protejan. Las peceras y jaulas de aves domésticas también serán
cubiertas. Cuando se deba aplicar plaguicida en las cercanías de rebaños y/ o
en corrales, deben cubrirse previamente los comederos y bebederos y despla-
zar al ganado evitando el contacto directo.

4- Tomar en cuenta, cuando utilice equipos a motor, que el ruido también es un


factor de contaminación ambiental.

5- Tomar todas las medidas de precaución necesarias durante el almacenamiento


transporte y uso para evitar derrames. En áreas urbanas se pondrá especial
cuidado al aplicar insecticidas en las cercanías de locales de expendio o proce-
samiento de alimentos, así como en lugares donde se concentren personas:
hospitales, escuelas, comedores, asilos, asociaciones barriales, cárceles, etc.

6- Evitar el tratamiento y disposición final de los envases de plaguicidas fuera de


norma. Este ha sido siempre un gran problema para el ambiente rural. Durante
años los envases se han acumulado, quemado, enterrado, re usado - como
contenedor de otros líquidos - o simplemente abandonado a la intemperie.
Estas conductas condujeron a contaminación de las napas de agua y suelo, li-
beración de compuestos tóxicos al aire, alteración de flora y fauna y graves
accidentes (intoxicaciones), especialmente en chicos.

7- Si por alguna razón no pudiese efectuarse el triple lavado de los envases du-
rante las actividades en terreno, los envases deberán colocarse en un recipien-
te hermético o bolsa de plástico grueso, bien cerrados y trasladados a la base
para su posterior lavado. Recuerde que los envases en los que se usan formu-

85
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

laciones en base a aceite UBV o los aerosoles, que no se pueden limpiar con
agua , deben ser empaquetados y rotulados convenientemente para su depó-
sito transitorio hasta que puedan devolverse al distribuidor para su futuro trata-
miento /reciclado. Si tiene dudas sobre algunas de estas tareas consulte antes
de proceder.

Dibujos: Composición E.R. sobre originales FAO.

5 - ATENCION MEDICA
“Los trabajadores no son sus propios verdugos, porque aman la vida y merecen
disfrutarla. No existe, por lo tanto, una verdadera propensión al accidente. Ellos tam-
bién quieren vivir y ener buena salud, para poder trabajar y disfrutar de la vida con
su familia y amigos”. (E. Giraudo)

5.1-Primeros auxilios

Se entiende que los primeros auxilios son Todos los trabajadores deben conocer
aquellas prácticas asistenciales básicas que las técnicas básicas de Primeros Auxilios.
se llevan a cabo de manera inmediata a un El conocimiento de las mismas deberá
accidente y que por lo tanto tienen lugar en constituir un pre-requisito para la
el sitio en el que se produjo el mismo. habilitación de funciones en las tareas
Generalmente se llevan a cabo por parte relacionadas con control de plagas de
de personal no médico (compañeros de interés sanitario.
trabajo, vecinos, etc.).

Se pueden solicitar recomendaciones en forma inmediata, por teléfono, llamando a


un centro de atención médica o a una central de asesoramiento.

En cada lugar de trabajo se debe facilitar a los tra-


bajadores la capacitación, el equipo y el material
necesario para hacer frente a situaciones de urgen-
cia médica, así como los necesarios medios de
comunicación y transporte.

86
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Los primeros auxilios persiguen cuatro objetivos principales:

• preservar la vida;

• prevenir un eventual deterioro progresivo del estado de salud;

• facilitar la recuperación y

• evitar / minimizar posibles secuelas.

El empleador deberá proporcionar a los trabajadores capacitación sobre primeros


auxilios así como las facilidades para su inmediata atención en caso de accidente. Para
el caso de la formación de aplicadores profesionales de plaguicidas de uso sanitario,
los contenidos y capacitación específica relacionada con primeros auxilios generales
se coordinaran sobre líneas técnicas protocolizadas por la Cruz Roja (conducta ante
hemorragias, fracturas, evaluación del estado de conciencia, maniobras de resucitación
cardiopulmonar, quemaduras, desobstruc-
ción de vías aéreas y traslado de lesionados)
sumándose aquellas conductas de soco- Especiales situaciones requieren la
presencia de un cuerpo entrenado en la
rrismo aplicables a intoxicaciones por pro-
respuesta ante emergencias: el socorrista
ductos químicos (específicamente plagui-
solamente intervendrá en aquellos casos
cidas) y por venenos animales, riesgos en los que no este comprometida su
específicos de la actividad. La formación propia salud y seguridad.
brindará la información necesaria para saber:

• cuándo dar la alarma;

• cuándo y cómo requerir servicios de urgencias;

• qué equipo de protección personal necesitará durante la emergencia;

• qué hacer y qué no hacer para ayudar sin ponerse en riesgo o exponer a otras
personas.

Todos los contenidos de capacitación respecto a primeros auxilios deberán ser actua-
lizados a la luz de nuevas informaciones sobre los insumos en uso, o sobre los cambios
realizados en las condiciones o lugares de trabajo.

Socorrismo ante envenenamiento

De tratarse de un envenenamiento, los primeros auxilios incluyen una serie de acciones rela-
cionadas con la identificación del tóxico y con maniobras específicas de descontaminación
inicial del intoxicado, que apuntan a minimizar o impedir la absorción del veneno o la exten-
sión de las lesiones. La primera obligación del socorrista, es la de protegerse a sí mismo
evaluando, en primer lugar, su posibilidad efectiva y segura de intervención. Sólo se justificará

87
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

su intervención directa en sitios seguros y debidamente protegido con equipo adecuado: no


importa cuantas víctimas haya, un socorrista no intervendrá si no se dan estas condiciones.

Dada una situación de envenenamiento se evaluará el estado de situación: (en este


orden)

• del ambiente, buscando datos útiles sobre el accidente: tipo, magnitud e impactos.

• del paciente, que debe ser separado de la fuente del tóxico lo antes posible,
retirado a un lugar bien ventilado, aireado y cómodo. Si tuviera puesto un EPP, éste le
será retirado y la ropa potencialmente contaminada también.

El socorrista pondrá en marcha el ABC de


En algún caso de contacto potencial con los primeros auxilios generales y dará la
fuente/s de origen ambiental, o cuadros orden de buscar ayuda médica así como de
severos o masivos, será indicado que quien
conseguir una copia de la ficha de seguridad
ejerza las maniobras de atención médica lo
del/los producto/s involucrado/s para ser
haga llevando un equipo de protección
personal completo. Especial cuidado se trasladada, conjuntamente con el paciente,
tendrá con la protección requerida para dar al nivel asistencial.
respiración asistida: es preferible, en ciertos
Intervendrá sobre el paciente ya fuera de la
casos, proceder a una ventilación manual
mecánica (con bolsa-válvula-máscara) zona de exposición inicial, iniciando acciones
para no sumar al socorrista al riesgo de la
de descontaminación en paralelo con la
propia contaminación. activación del sistema de emergencias, sólo
hasta el arribo de personal especializado y
luego de haberse provisto del mínimo equipo de protección personal.

Si la vía de exposición fue dérmica, está indicado el lavado de la piel. Si la vía de en-
trada fue inhalatoria, la ventilación en sitio aireado es la indicación mientras llega el
vehículo para traslado.

Más raramente, en caso de un aplicador profesional, la vía de ingreso de un tóxico será la


digestiva, en cuyo caso se evaluará la posibi-
lidad de inducir el vómito si se cuenta con Quien lleve a cabo acciones de desconta-
personal entrenado para ello y el paciente no minación, debe estar protegido, como
responde a los criterios de contraindicación mínimo, con delantal de nitrilo, botas de
de dicha maniobra de rescate. Si existen vó- goma, protección respiratoria (N 95),
mitos espontáneos, deben respetarse, vigilan- anteojos protectores y guantes de nitrilo y
do que el paciente no se ahogue con ellos. evitar todo contacto con el paciente o sus
ropas, vómitos eventuales y con el agua
Se podrá ofrecer agua helada de a sorbitos
del lavado, aun cuando se trate de
toda vez que el accidentado este lúcido y no
paciente único, en ambientes exteriores.
presente dificultades para tragar.

En todo caso se evaluará el estado del sensorio y se estará en alerta para anticiparse
a la posibilidad de requerimiento de maniobras de resucitación cardiopulmonar: vigilar

88
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

la frecuencia cardíaca, respiratoria, estado de atención y coloración de la piel (ver más


adelante traslado del paciente accidentado).

Ante todo signo de depresión sensorial, el accidentado debe colocarse acostado sobre su
lado izquierdo, con la boca más baja que la nuca y la cara apoyada sobre una tela limpia.
Esto permitirá disminuir el riesgo de
aspiración por eventuales vómitos y
la potencial neumonitis química aso-
ciada. Si razones climáticas lo ame-
ritan, podrá ser tapado con una
manta ligera y limpia y vigilado has-
ta la llegada de un médico.

Si la víctima tiene convulsiones, soltarle la ropa y evitar que se lesione sujetándola


suavemente, sin ejercer presión excesiva, esperar hasta que las convulsiones cedan y
colocar a la víctima en posición de recuperación para facilitar la respiración.

Puede ser que el accidentado presente lesiones por contacto con ácidos o álcalis en
la piel. Estos químicos exigen una descontaminación inmediata para minimizar el
tiempo de exposición y, concomitantemente, la profundidad y extensión de las lesio-
nes. El contacto continuado de la piel con hidrocarburos (solventes, nafta, etc., por
permanecer con la ropa mojada con ellos, por ejemplo) puede causar lesiones simi-
lares, que, aunque de menor gravedad, son asimismo atendibles.

Es contraindicación absoluta aplicar, sobre todas estas lesiones, ungüentos, pomadas,


aceites, compuestos supuestos como “neutralizadores”, cremas de ningún tipo.

La conducta ante estos cuadros es retirar con cuidado la ropa que pudiera estar con-
taminada y sumergir el área afectada en agua fría, irrigando la zona para lavar (la piel,
el cabello, las uñas) y arrastrar restos de compuesto. El lavado será cuidadoso, proli-
jo, minucioso, continuado al menos por 15 – 20 minutos y evitando agresiones por
presión excesiva del agua o por fricciones. Una manguera común de jardín y un jabón
neutro, son elementos indispensables en esta instancia.

Entre los insumos del Botiquín deberá haber paños o apósitos limpios que se pondrán
cubriendo la zona afectada hasta la vista de un profesional. Si la descontaminación
debe abarcar la totalidad del cuerpo, terminado el lavado de la piel se pondrá ropa
limpia y liviana para su traslado al centro asistencial.

Con no poca frecuencia se producen salpicaduras de compuestos químicos que afec-


tan a los ojos y que en algún caso pueden significar lesiones en la cornea si no son
tratadas de inmediato. La manera de decontaminarlos es irrigándolos con agua limpia
durante por lo menos 15 - 20 minutos seguidos, evitando el uso de elementos que den
presión excesiva al agua, para no lastimar aun más los ojos. No se utilizarán gotas, colirios,

89
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ni medicamento tópico alguno. No se ocluirán los ojos aunque se respetará la nece-


sidad del paciente de mantenerlos cerrados y se llevará al accidentado a consulta in-
mediata con un oftalmólogo.

Por último:

• De la lectura de la hoja de seguridad de los productos se pueden obtener datos


útiles respecto de los síntomas a esperar, su tratamiento inmediato, las medidas
de protección necesarias.

• De ser necesario, se iniciarán concomitantemente maniobras de resucitación


cardiopulmonar hasta que la presencia de un equipo médicamente entrenado
releve al socorrista de esa práctica.

EL CALOR Y SUS EFECTOS

A pesar de los numerosos avances tecnológicos que perma-


nentemente van incorporándose al mundo del trabajo aún no
se han podido neutralizar completa y eficientemente aquellas
condiciones del ambiente laboral en las cuales los trabajadores
se encuentran expuestos a fuentes intensas de calor. Este es
el caso de los aplicadores de plaguicidas que, por el tipo de
actividad que desarrollan y ante la presencia de determinadas
características climáticas y/o geográficas (temperaturas extremas,
alta humedad atmosférica) ven disminuir su confortabilidad y pueden incluso enfermar.

Como todos los mamíferos, los seres humanos son homeotermos, es decir, capaces
de regular la temperatura corporal de manera constante (entre 36º y 37º C, medida
en la axila o la ingle) a pesar de los cambios que se produzcan en la temperatura
ambiental dentro de un rango relativamente amplio. Aunque con grandes variaciones
individuales y poblacionales, este rango puede ir desde los 10º a los 40º C, en situa-
ción de reposo, y sin ropa. La temperatura ambiental de confort, aunque con grandes
variantes individuales, se supone entre los 18º y los 26º C (OMS).

El organismo logra este equilibrio por la acción de un conjunto de órganos y estructu-


ras (piel, riñones, corazón, pulmones, músculos) coordinados por un grupo de células
diferenciadas ubicadas en el hipotálamo (en el centro del cerebro) denominadas
centro termorregulador. A dicho centro llega la información a partir de mensajes en-
viados por sensores termo receptores que se encuentran en la piel, en órganos pro-
fundos del cuerpo y en algunas neuronas en la base del cerebro y que son sumamen-
te sensibles a cambios en la temperatura.

La relación entre el calor producido y el calor perdido, se mantiene, así, constante y


relativamente independiente del ambiente. Cuando, por ejemplo, como respuesta al
frío la piel “se pone de gallina”, los músculos tiemblan y la piel se enfría, se está res-

90
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

pondiendo a señales originadas en el centro termorregulador que tienen por objeto


guardar / generar calor para compensar un déficit en la temperatura externa. Ante
situaciones de temperatura ambiental elevada, reacciones opuestas tienen por obje-
tivo que el organismo pierda calor.

Exceso de calor ambiental

El calor se transporta en el organismo a través de la sangre. Informado por la tempe-


ratura del torrente sanguíneo cuando esta supera los valores considerados promedio
– entre 37º y 38º C - , el centro termorregulador pone en marcha mecanismos adap-
tativos con la finalidad de eliminar el calor excesivo:

• La frecuencia cardíaca aumenta: el corazón bombea sangre más


rápidamente para mantener un flujo acelerado hacia las áreas del
cuerpo capaces de difundir calor hacia el medio (pulmones, piel,
riñones).

• La frecuencia respiratoria aumenta también. En los


pulmones la sangre circula hacia los alvéolos para
permitir el intercambio gaseoso y en ese mecanis-
mo pierde calor, que sale del cuerpo con el aire
espirado

• Algunos vasos se cierran y otros se dilatan para permitir que la


sangre se dirija preferentemente hacia la superficie del cuerpo
permitiendo que el calor que transporta, se pierda a través de la
piel – por radiación, convección o conducción – hacia el ambien-
te.

• Los poros de la piel se abren y las glándulas sudoríparas secretan sudor (líquido
compuesto por agua y sales minerales -sodio, cloro, potasio, etc.) cuya evaporación
sobre la superficie cutánea constituye
otro mecanismo para perder calor (la
evaporación del sudor sobre la superficie
de la piel la refrescará y producirá cierta
sensación de bienestar en ambientes
secos o ventosos. Si por el contrario la
humedad ambiente fuera muy elevada
la evaporación no se lleva a cabo y el
mecanismo de transpiración se detiene,
por fatiga de las glándulas sudoríparas.)

Este sistema también se ve alterado cuando la persona porta un traje de protección


personal que, al impedir el contacto del aire exterior con la piel, por ausencia de
ventilación, reduce la evaporación.

91
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

• El mayor bombeo de sangre producirá inicialmente un


mayor volumen de orina, a través de la cual el organismo
puede, también, liberarse de temperatura.

• Fenómenos conductuales: el cuerpo percibirá la sensación


de calor y adoptará conductas coherentes con la nece-
sidad fisiológica: tenderá a sacarse ropa, buscar ambien-
tes más frescos y secos, hidratarse para obtener mas
liquido que servirá de insumo a las glándulas sudoríparas
y a la función de excreción renal.

Cuando la exposición al calor excesivo se prolonga en el tiempo, los mecanismos


compensadores se agotan y el organismo entrara en distintos grados de hipertermia.

Consecuencias

a - Fatiga temporal:

Aquellos trabajadores que no están acostumbrados a trabajar en áreas de calor


intenso o que regresan al trabajo luego de un intervalo de ausencia seguramente
notarán que durante un período de tiempo, de aproximadamente una semana, el
cuerpo sufrirá las consecuencias de la exposición a las altas temperaturas. El can-
sancio físico, la menor capacidad de alerta y de concentración, producen una
disminución de su rendimiento. La sensación de incomodidad resultante irá dis-
minuyendo con los días a medida que el cuerpo de va adaptando (aclimatación).

b - Agotamiento, Colapso o Deshidratación por calor

Si se mantiene la exposición a calor ambiental excesivo durante un tiempo prolongado


puede llegarse a este cuadro de colapso, con fallo en los mecanismos cardio-circula-
torios de compensación pero persistencia de la transpiración, que es profusa y lleva a
la pérdida de sales. La piel se ve húmeda y pálida y la tempe-
ratura corporal es normal o ligeramente elevada. La persona
se siente agotada, muy cansada, con sed intensa, mareada y
con dolor de cabeza, a veces con nauseas e incluso vómitos.
La ingestión de líquidos y/o sales y el descanso en un lugar
fresco, ventilado y fuera del sol, revierten la situación en los
casos leves.
Si esto no sucede puede llegarse a la pérdida del conocimiento.
La situación exige ayuda médica.

c - Golpe de Calor/ Insolación

Cuando el cuadro anterior se profundiza o persiste la exposición a


altas temperaturas, la transpiración ya no es suficiente para mante-
ner controlada la temperatura corporal y puede producirse el fallo

92
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

del sistema termorregulador. Estaremos entonces en presencia de un cuadro más


grave y complicado: el golpe de calor o la insolación.

Ambos cuadros se caracterizan por tener, a diferencia del agotamiento, fiebre


importante, piel caliente, enrojecida y seca (sin sudoración), pulso rápido, a
veces pupilas dilatadas y síntomas de compromiso del sistema nervioso central.
La persona está mareada, confundida, desorientada, a veces irritable o agresiva,
eventualmente puede tener alucinaciones y perder el conocimiento. Se suele
categorizar a la insolación como un cuadro de mayor gravedad que el golpe de
calor, con potencial agregado de convulsiones, depresión sensorial creciente
hasta llegar al coma y muerte eventual. El paciente debe ser trasladado con ur-
gencia a un centro asistencial.

d - Otros cuadros menores debidos al calor.

- Desmayos

La permanencia de pié y sin moverse durante períodos prolongados de


tiempo mientras se encuentra expuesto a altas temperaturas puede con-
ducir a la pérdida brusca de conocimiento, por vasodilatación periférica
con mayor irrigación de miembros inferiores, lo que resta flujo sanguíneo
al cerebro. El acostarse y levantar las piernas revierte el problema y el
evitar estar en posiciones inmóviles y tener descansos periódicos, impide
su reiteración.

- Calambres

Son contracciones dolorosas involuntarias de los músculos por lo general


de los brazos, las piernas o el abdomen, que ocurren cuando en condi-
ciones de alta temperatura y humedad una persona, por trabajo o depor-
te, transpira profusamente. Aunque beba grandes cantidades de agua, a
veces no alcanza para reemplazar oportunamente la sal que pierde el
cuerpo con el sudor. Esta falta de sal provocará los calambres en los mús-
culos cansados.

El tratamiento consiste en retirar a la persona del calor, generar la oportuni-


dad de un reposo en entorno fresco y reponer las sales y el agua perdidas
(bebidas isotónicas). No se deben dar tabletas de sal ni se aconsejan los
masajes del/los músculo/s afectados. Ese trabajador no volverá a trabajar
durante el curso de ese día.

- Erupciones en la piel

Se produce con facilidad cuando la transpiración tiene dificultades para eliminarse, la


piel permanece mojada y con el tiempo aparece un sarpullido que cuando se infec-

93
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

ta puede incomodar a la persona impidiendo el desarrollo de su trabajo. Se evita


haciendo pausas de descanso en la actividad y manteniendo seca la piel. Es de hacer
notar, asimismo, que la piel expuesta al calor (irrigada, húmeda, con poros dilatados)
tiene una especial predisposición para la absorción de compuestos químicos, muchos
de ellos sensibilizantes o irritantes locales.

- Accidentes

El trabajo en ambientes de calor extremo genera incomodidad física y mental,


predisponiendo a un déficit de atención y a que disminuya la observación a medi-
das de seguridad (por distracción, mareo o por cansancio). La suma de lentes de
seguridad empañados o manos resbalosas por efectos del sudor aumentan la
probabilidad de que ocurran accidentes de trabajo (golpes, heridas, etc.)

Traslado del accidentado.

Toda persona accidentada que necesite recibir asistencia médica, debe ser trasladada,
una vez administrados los primeros auxilios, al hospital /
centro asistencial más cercano. Este traslado puede signi-
ficar movilizarse dentro de un mismo espacio urbano o
hacerlo hacia una localidad desde un ambiente rural.

Esta última situación es la que puede presentar un grado de


complejidad mayor para accidentado y socorrista (tiempos
más largos de traslado, ausencia de equipo médico asisten-
te durante el mismo, etc.) y por lo tanto es de mucha importancia la previsión de los
medios y procedimientos para no tener que improvisar durante el curso de una emer-
gencia. De ser éste el caso:

a- Averiguar exactamente dónde se está y donde está el hospital al que se piensa


trasladar al accidentado. Verificar dicha información con un mapa y decidir la
ruta más conveniente para llegar.

b- Si se cuenta con un teléfono, celular, o radio, conviene comunicarse para


adelantar la situación de traslado y asegurarse de que en el centro asistencial
están enterados del problema y esperan el arribo. Esta comunicación pue-
de servir asimismo para recibir instrucciones relacionadas con las conductas
a realizar, los datos a recabar sobre el estado del paciente, e incluso el des-
tino según la complejidad asistencial requerida.

c- Si ha de utilizarse una camilla o la caja de una camioneta para trasladar al acci-


dentado, que éste se ubique de la forma en que mejor puedan alcanzarse
condiciones de higiene, seguridad y confort, a reparo del sol / lluvia y lo menos
sujeto posible a los impactos del terreno. Todo paciente accidentado debe ser
trasladado en reposo, (acostado o sentado) aunque manifieste estar en condi-
ciones de caminar.

94
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

d- Durante todo el trayecto alguien debería vigilar al accidentado, comunicarse con


él en forma permanente y anotar periódicamente variaciones en su estado: cam-
bios en el color, la temperatura y la humedad de la piel, en la frecuencia respira-
toria, en la frecuencia cardíaca. Debe consignarse el estado del sensorio (lúcido,
comunicativo, somnoliento, nervioso, no reactivo, deprimido, etc.), y los síntomas
que refiera el paciente. En cada chequeo debe anotarse la hora así como también
todo comentario que se considere pertinente. Estos datos serán muy útiles a la
hora de entregar el paciente al médico receptor. El socorrista puede improvisar
una planilla como la que sigue:

Hora Piel Pulso b FR ∞ Sensorio ◊ Síntomas


Color * Humedad ** Temperatura ***

4.30
4.45
5.00
5.15

Referencias:

* piel rosada, pálida, azulada,

** piel normal, seca, sudorosa

*** temperatura de la piel: normal, fría, caliente

b Tome el pulso con un reloj, contando durante 15 segundos. Multiplique por 4 y


anote en la planilla.

∞ Mire al accidentado. Cuente la cantidad de inspiraciones que realiza en un periodo


de 15 segundos (contados con reloj). Multiplique el valor por 4. Anote el resultado.

◊ Ej.: lúcido, conectado y conciente, somnoliento, aletargado confundido, deprimido,


responde sólo a órdenes simples, no responde en absoluto.

Anote todo aquello que el paciente refiera: dolor, mareos, fiebre, cólicos, frío o
calor, calambres o debilidad muscular, dificultad para tragar o respirar, nauseas,
sensación de hormigueo, alteraciones de la visión, etc. Si el paciente muestra una
lesión en piel, la descripción de la misma y sus eventuales cambios con el tiempo
son de suma importancia para informar al médico que lo recibirá.

95
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

e- Si el problema es de causa tóxica, deben ser trasladados junto con el paciente


los productos químicos / medicamentos (rótulos o envases) o plantas que se
crean responsables de esa intoxicación. Cuenta de ellos puede ser adelantada
telefónicamente, si existe la posibilidad de tomar contacto por esa vía con el
médico receptor. Si la causa del accidente fuera un animal venenoso, debe
recordarse no salir en captura del animal que ha huido y - en caso en que este
no haya escapado - únicamente intentar su captura si se tiene pericia suficiente
y la seguridad de no sumar un nuevo accidente. (Ver socorrismo de Animales
Venenosos en Libro XI).

f- Todo paciente que presente alteraciones de la conciencia debe ser trasladado


en decúbito lateral izquierdo (posición de recuperación) y vigilada la aparición
eventual de vómitos.

g- En ningún caso la ropa y elementos contaminados retirados del paciente deben


acompañar el traslado del mismo en cabina cerrada (automóvil, ambulancia).
Tampoco en la caja de camioneta sin los recaudos suficientes, ni deben ser
dejados en el lugar del accidente sin información de seguridad. Deberán ser
dispuestos en doble bolsa de polietileno, cerrada y rotulada como “Residuo
Peligroso” y quedar a cargo de un responsable que vele por su disposición como
tal. La manipulación de la ropa y los elementos contaminados debe ser hecha
utilizando equipo de protección personal.

TODO ACCIDENTE DEBE SER INMEDIATAMENTE NOTIFICADO

Equipo y Suministros

El material y equipo para primeros auxilios deben ser proporcionados por el empleador, y
estar siempre presente en los lugares de trabajo, en lugar visible, señalizado y de fácil acce-
so, al igual que las fichas de seguridad de los productos en uso, el listado de Centros de
atención y asesoramiento toxicológico, y los teléfonos de los efectores de respuesta a emer-
gencias locales: bomberos, Defensa Civil, Hospital, etc. En caso de unidades móviles, se
proveerá a los automotores de material similar, incluidos elementos para la comunicación
inmediata (radio, teléfono celular o similar), mapas que incluyan caminos secundarios,
anotador, lápiz/birome, listado de teléfono de centros asistenciales de referencia para intoxi-
caciones y trauma, ubicación de hospitales o centros de salud disponibles en la ruta previs-
ta y sus respectivos teléfonos, actualizándose la información cada vez que se salga a ruta.

En ambos casos, al listado de elementos contenidos en el Botiquín, se sumará un


equipo de respiración asistida autoinflable (dispositivo bolsa- válvula – máscara, para
adultos) para disposición en aquellos casos en los que la respiración asistida en el
caso de una RCP sea necesaria pero las maniobras de ventilación boca-a-boca estén
desaconsejadas. En el botiquín portátil se sumará asimismo una jeringa de 60 cc y
agua limpia para eventual necesidad de lavado ocular

96
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

ELEMENTOS DE BOTIQUÍN
DE PRIMEROS AUXILIOS

El botiquín deberá contar con los siguientes insumos y elementos:

 Toalla de mano limpia

 Pañuelo o lienzo limpios de 1m X 1m

 Jabón neutro Todos estos elementos estarán


limpios, etiquetados y
 Gasas y compresas estériles convenientemente empaquetados
en forma individual.
 Apósitos autoadhesivos (banditas) El Botiquín será revisado
mensualmente, descartado todo
 Cinta adhesiva hipoalérgica de 5 cm.
material en mal estado o fuera del
límite de la fecha de vencimiento y
 Collar tipo Philadelphia, para adulto,
repuesto todo aquello que haya
tamaño mediano sido utilizado o desechado.
Aquel botiquín móvil que
 Agua Oxigenada de 10 Vol.
acompaña a los equipos de trabajo
 Algodón en su salida a campo, debe sumar,
además, agua limpia para lavado
 Paños limpios de 20 X 20 cm. de piel y mucosas, una jeringa de
60 cm, sin aguja, para igual
 V
enda tipo Cambric o similar de 5 cm propósito y bolsas de residuos para
y 7 cm de ancho descarte de material contaminado
de curaciones o prácticas.
 Venda elástica de 15 cm de ancho

 Tijera / Alfiler de gancho grande

 Férula de aluminio y espuma de goma de 2 x 20 cm

 Guantes de Látex Número 8 (dos pares)

 Anotador y birome –

 Pinza “de depilar”

 Bolsa-máscara-válvula

 Bolsas multiuso con cierre hermético a presión, de varios tamaños

97
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

EL BOTIQUÍN
Se utilizará como continente de los elementos citados, una caja de madera o metal,
preferentemente compartimentalizada y de tamaño suficiente para que el contenido
pueda identificarse fácilmente. La caja deberá estar pintada con la cruz roja característica,
centrada, de tamaño no inferior al 30 % de la superficie de su tapa. Estará limpia, cerrada
sin cerradura de seguridad, dispuesta en lugar visible y de fácil acceso. Un botiquín de
similares características se ubicará en el transporte y deberá ser controlado antes de salir a
ruta. Un directorio con números de teléfono de referencia, anotador y birome, acompaña-
rán a la caja del botiquín tanto fijo como móvil.

Para tener a la vista

Información Útil:
• Centros de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica

° Centro Nacional de Toxicología : 0800-333-0160


° Hospital/ Centro de Atención médica local :

• Bomberos:
• Jefe de Depósito:
• Jefe de Programa:
• Otros:

° -
° -
° -
° -

Los botiquines quedarán a cargo de cada chofer de vehículo y del encargado del de-
pósito, quienes se harán responsables de su higiene, contenido (en calidad y cantidad)
y de la elaboración de los informes necesarios para dar cuenta de las bajas de mate-
rial y las necesidades de nuevos insumos para reponer. Asimismo serán responsables
de asegurar la accesibilidad y señalética en las instalaciones.

5.2- Servicios de salud

La atención médica, la rehabilitación y la reparación de los daños por accidentes de


trabajo o enfermedades profesionales, se rigen por la Ley 24.557 de Riesgos del
Trabajo de 1996 y su Decreto Reglamentario 170 /97, a los cuales se le suman una
serie de Decretos y Resoluciones (ver C- Legislación Laboral). Se crea, en el marco de
esta ley, la figura de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART) con el objetivo de

98
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

prevenir los daños a la salud del trabajador, y, en caso de ocurrencia de un siniestro


(enfermedad o accidente laboral), proveerle la asistencia necesaria para hacer frente
a los mismos.

En el caso de los aplicadores de plaguicidas de uso sanitario los accidentes y las en-
fermedades no solamente están marcados por la exposición a las sustancias químicas
sino también por la exposición al vector que buscan combatir y a las condiciones y
ambientes de trabajo en los que desempeñan sus tareas.

Así a las eventuales intoxicaciones con plaguicidas, se suman eventuales cuadros


de dengue, caídas de caballo, mordeduras de ofidios o alteraciones de la carga
térmica por una ola de calor, entre otros. Todas estas alteraciones a la salud
deberán ser inmediatamente comunicadas a la jefatura de base o de programa
quien a su vez denunciará a la ART la ocurrencia del evento a fin de iniciar por
parte de esta la atención médica que corresponda hasta su curación completa o
hasta la determinación de incapacidad.

6- VIGILANCIA MEDICA

“EL cuidado de la Salud de la Población traba-


jadora, debe ser considerado no sálo como un
problema prioritario para el desarrollo de la
salud nacional sino como un problema priori-
tario para el Desarrollo nacional”. (OPS/OMS).

Los plaguicidas además de producir cuadros


agudos (intoxicaciones), pueden provocar
graves trastornos y enfermedades que se
manifiestan a largo plazo, por ello los traba-
jadores expuestos deben estar bajo vigilancia
médica.

Todos los trabajadores que realicen tareas


con plaguicidas deben someterse a exáme-
nes de ingreso, periódicos y de egreso, con
un médico que tenga conocimientos sobre
los riesgos a los que cada trabajador está
expuesto.

Se deberá llevar un listado del personal


expuesto a plaguicidas /compuestos
químicos con el número de exámenes
en salud (pre-ocupacionales y periódi-
cos) realizados, así como las fechas
correspondientes a su realización.

99
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Exámenes en salud de trabajadores expuestos a plaguicidas

En este caso nuestro universo incluye a todos los trabajadores que manejan o entran
en contacto con plaguicidas diariamente o con mucha frecuencia: aplicadores, chofe-
res, transportistas, personal de depósitos, técnicos, etc.

Deberán realizarse controles clínicos completos con una atención especial de los
sistemas nervioso y respiratorio, examen dérmico, fondo de ojo y pruebas neurocon-
ductales. De acuerdo al grado de riesgo, los controles clínicos podrán ser anuales,
semestrales o después de cada exposición. Personas con riesgo de patología respira-
toria deberán completar el exámen con radiografía de tórax y espirometría, con una
periodicidad anual.

Deberán realizarse también controles biológicos que pueden detectar alteracio-


nes biológicas (en sangre, orina, esperma), antes de que aparezcan signos o sín-
tomas clínicos. Los exámenes anuales inespecíficos de laboratorio deberían incluir
un hepatograma, completo de orina y una rutina de sangre completa que incluya
recuento y fórmula, glucemia, uremia, plaquetas y espermatograma.

La persistencia de plaguicidas órgano fosforados o carbamatos en la guarda y uso


obliga a determinar colinesterasas intraeritrocitarias con una periodicidad que
permita poder hacer comparaciones de resultados pre y post en cada exposición,
para valorar no solo la colinesterasa anormal, sino también la inhibida, tomando
como alerta un rango de variación del 15% entre una y otra19. La persistencia de
situaciones de exposición a agentes organoclorados - en sitios de almacenamien-
to o en los ambientes en donde algunos aplicadores frecuentemente puedan
trabajar (todavía es importante el uso de clorados admitidos para el trabajo agra-
rio) - debería vigilarse con la busqueda de su presencia en el organismo como
molécula intacta o metabolitos en sangre y orina20 , con periodicidad anual para
aquellos aplicadores que corresponda.

Algunos casos especiales de exposición a otros químicos no plaguicidas pueden


detectarse a partir de los mapas de riesgo que se confeccionen para cada traba-
jador. De acuerdo a esto se contemplará la necesidad de otros estudios de se-
guimiento (valoración de tiocianatos en orina; perfil plúmbico; sulfoconjugados
y fenoles, valoración de la función renal, entre otros a modo de ejemplo).

Se deberá llevar un listado del personal afectado al programa de Control de


Vectores y de todos aquellos trabajadores expuestos a plaguicidas con el nú-
mero de exámenes en salud realizados, así como los tiempos transcurridos
entre ellos. Los resultados siempre serán comunicados a los trabajadores en
tiempo y forma.

19
La Ley marca un límite de 30% de inhibición en los valores de post exposición, para ya tomar acciones.
20
Se sugiere la determinación de Ddt, Dde, Endosulfán.

100
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

RECORDAR
• Que los exámenes médicos son obligatorios para el trabajador, quien deberá asimismo
proporcionar, con carácter de declaración jurada la información concerniente a
antecedentes médicos y patologías que lo afecten y de los que tenga conocimiento.
• Que el médico responsable de la vigilancia de la salud podrá proponer medidas
individuales de prevención o protección para cada trabajador.
• Que se debe informar al médico de la empresa todo cambio en las instalaciones,
equipos, materiales, métodos de trabajo o productos químicos que puedan modificar el
perfil de riesgo de los trabajadores.
• Que el mismo profesional deberá, cuando corresponda, cumplir con las notificaciones al
Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Ley 15.465).
• Que el empleador deberá informar al trabajador de manera clara los resultados de la
vigilancia de exposición.
• Que los trabajadores podrán solicitar revisión de los resultados que estarán a su
disposición toda vez que desee consultarlos.
• Que puede exigir información incluso tras finalizar la relación laboral. El trabajador debe
ser informado de la pertinencia de controles médicos más allá de la finalización de la
actividad laboral o con posterioridad a la exposición.
• Que el historial médico de cada trabajador debe ser conservado durante cuarenta años
cuando exista exposición a agentes cancerígenos y mutágenos

7- EDUCACION Y CAPACITACION
“La Capacitación y la educación forman la primera línea de defensa contra la
intoxicación” (CEPIS/ OPS/ OMS)

“La utilización de productos químicos debe llevar aparejada una capacitación compatible
con un perfil profesional adecuadamente protegido y técnicamente formado para minimi-
zar la exposición personal, limitar o impedir los efectos de la contaminación al ambiente
y resguardar la salud y la seguridad de la población laboral y general.” (Res. 1141/04)

Ninguna persona que no esté formada y


capacitada y no posea la certificación de
personal autorizado para el manejo de
plaguicidas de uso sanitario, debe realizar
acciones en las que exista exposición a
estos compuestos químicos.

101
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

El uso por muchos años de algunos de los productos de menor peligrosidad sin efec-
tos adversos o accidentes, puede llevar a algunos trabajadores a subestimar la impor-
tancia de las medidas de precaución.

El aplicador, al igual que quienes ejerzan funciones de gestión y supervisión, debe


conocer la información relacionada con el producto químico que utilizará y los riesgos
que correrán, él, los otros trabajadores, la población objeto de control, así como las
plantas y los animales, con su uso.

Los programas de información, sensibilización


y capacitación sobre los plaguicidas, deben
estar dirigidos a todo el personal: jerárquico
y no jerárquico, y abarcar aspectos del ciclo
completo de vida de los productos.

Los aspectos vinculados con la capacitación


son una responsabilidad del empleador. Es
obligación del personal asistir a los cursos y
conocer y aplicar la información recibida. La
responsabilidad de la capacitación del per-
sonal estatal de control de vectores de inte-
rés sanitario, recaerá en los niveles nacionales y jurisdiccionales, sobre la base de li-
neamientos establecidos por el Programa Nacional de Control de Vectores, el
Programa Nacional de Riesgos Químicos y el Programa de Salud del Trabajador del
Ministerio de Salud de la Nación, en sus respectivas competencias.

El Programa Nacional de Control de Vectores elaborará y mantendrá actualizado un


registro de trabajadores nacionales capacitados, tanto en gestión de depósitos como
en aplicación de plaguicidas, al que podrán aplicar todos quienes hayan cumplido con
una prueba de suficiencia una vez terminados los cursos de capacitación.

La capacitación para trabajadores de un


programa de control de plagas será, teó-
rico-práctica, con una duración estimada
de 36 horas, evaluación y actualizaciones
periódicas. Los cursos de capacitación,
deben contener contenidos técnicos rela-
cionados con:

• Patologías que se desean controlar.

• Métodos de control integrado de


vectores.

• Primeros auxilios.

102
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Equipos de aplicación: conocimiento y manejo.

• Gestión de existencias.

• Condiciones y medio ambiente de trabajo.

• Algunos indicadores de impacto ambiental.

• Legislación nacional relacionada con el Trabajo, la


vigilancia de salud y ambiente.

• Lectura e interpretación de etiquetado y fichas de


seguridad.

• Riesgos de los plaguicidas: vías de absorción y cuadros


clínicos de intoxicación.

• Prácticas adecuadas de manipulación de plaguicidas (transporte, carga-descarga,


almacenamiento, mezcla, aplicación, etc.).

• Disposición transitoria de remanentes y envases (técnica de Triple Lavado).

• Conocimiento, uso y mantenimiento de la ropa y el equipo de protección personal.

• Conducta ante derrames y situaciones de emergencias menores.

• Interpretación de los resultados de la vigilancia ambiental y médica.

• Servicios de salud disponibles y forma de acceso a los mismos.

• Mecanismos de transferencia de información y Comunicación de riesgos.

La recertificación se otorgará con la aprobación de cursos de actualización periódica,


bi o trianuales.

Los pre-requisitos para acceder al curso de capacitación son : ser mayor de


18 años, de género masculino, escolaridad obligatoria completa, haber realizado el
examen preocupacional y poseer un perfil de salud compatible con la exposición a
plaguicidas. Son criterios de exclusión los antecedentes de enfermedades neurológi-
cas, respiratorias, cardiológicas, metabólicas (diabetes), psiquiátricas, hepáticas,
alérgicas, alcoholismo y toda otra condición que, a juicio del profesional médico se
considere factor de inhibición.

103
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Especiales ofertas de capacitación deben ser dirigidos, asimismo, a:


a) profesionales y técnicos de Salud Ambiental de los Ministerios de Salud de las
jurisdicciones para formar auditores de depósitos de plaguicidas;
b) médicos de las áreas de Salud Ocupacional de los Ministerios de Salud para
formar una masa critica de profesionales con conocimientos especiales en la
vigilancia de trabajadores de un programa de control de vectores;
c) personal de las áreas de control de vectores de jurisdicciones nacional y
provinciales para formar supervisores de campo.

El rol de las áreas centrales de Salud y la participación de las Universidades son sus-
tanciales para el diseño y la continuidad de estas acciones de capacitación.
8 - CYMAT (CONDICIONES Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO)
“Vale más (pero millones de veces más), la vida de un ser humano, que todas las
propiedades del hombre más rico de la tierra”. Ernesto Guevara. Ministro de Industrias.
Cuba. 1960

8.1- Empleadores

Como una responsabilidad primordial e impostergable, el empleador debe proveer a


sus trabajadores adecuadas condiciones y medio ambiente de trabajo, incluyendo:

a- Servicios de atención médica atendidos por personal técnico y profesional idóneo.

Son funciones del servicio referidas a plaguicidas:

- Realizar los exámenes médicos de ingreso que incluyan pruebas de laborato-


rio, de acuerdo con los tipos de plaguicidas a los cuales se vaya a exponer el
trabajador (por ejemplo: hepatograma y colinesterasa intraeritrocitaria).

- Solicitar a la ART, evaluar y comunicar a los trabajadores los resultados de los


exámenes periódicos de seguimiento cuyas características y frecuencia depen-
den del tipo de plaguicida y del nivel de exposición, en cumplimiento de las
normas vigentes.

- Llevar un listado del personal afectado al Programa Nacional de Vectores con


el número de exámenes en salud (preocupacionales y periódicos) realizados,
así como el tiempo transcurrido desde el último.

- Instalar y dotar botiquines de primeros auxilios

- Dar cumplimiento a las normas vigentes en materia de Salud, Higiene y Se-


guridad en el trabajo.

104
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

- Evitar la sobre exposición a plaguicidas, modificando las jornadas laborales,


cambiando la actividad dentro de las mismas y vigilando la efectiva provisión,
a los trabajadores, de los medios de prevención y protección.

- Promover y propiciar una buena alimentación y una existencia disponible para


los trabajadores de servicios básicos para mantener las medidas de higiene y
satisfacción de sus necesidades básicas.

- Notificar oportunamente, en los formatos establecidos, las intoxicaciones/


incidentes relacionados con la exposición a plaguicidas

b- Servicios de Higiene y seguridad en el trabajo atendidos por personal técnico y


profesional idóneo.

c- Servicios básicos de higiene personal y ambiental. (lavado de ropa, etc)

d- Sanitarios distribuidos en las áreas de trabajo (instalaciones y campo), incluyen-


do fuentes de agua potable y baños con suficiente agua, jabón, toallas.

e- Dispositivos para basura y desechos líquidos y sólidos.

f- Drenajes.

g- Servicios de alimentación – comedores adecuadamente equipados.

El empleador deberá estar permanentemente actualizado sobre los productos con


menor toxicidad que aparezcan en el mercado y las alternativas no químicas para el
logro de los objetivos previstos. Deberá asimismo constatar la disponibilidad y co-
rrecta interpretación por parte de los trabajadores de las hojas de Seguridad de los
productos que se almacenan / manipulan

El Departamento de Salud Ocupacional (ex Reconocimientos Médicos) cumple las funciones


de Servicio Interno de Salud de los Trabajadores que pertenecen al Ministerio de Salud de
la Nación en los términos de la Ley 19587 de Higiene y Seguridad en el trabajo.21

8.2-Trabajadores

Un trabajador
• de un programa de control de vectores sanitarios se encuentra
expuesto a los plaguicidas si realiza alguna de las siguientes tareas: manipulación,
almacenamiento, transporte, eliminación y tratamiento de sus desechos, y du-
rante el mantenimiento, la reparación y la limpieza del equipo y de los recipien-
tes utilizados para contenerlos.

Deberán
• conocer las medidas de prevención y protección adecuadas para el uso
de plaguicidas, comprenderlas y seguirlas al pie de la letra, conocer las caracte-
rísticas del ambiente en el que trabaja y prever riesgos innecesarios.

12
Una parte de temefos en un millón de partes de agua = 1 ppm.

105
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

• Se apartarán de cualquier peligro derivado de la utilización de productos


químicos:
- cuando crean que existe un riesgo grave e inminente para su seguridad o su salud,
- en caso de sensibilización a ese producto,
- si no se dispone de la información pertinente, ya sea en la forma de ficha
de datos de seguridad o de información obtenida por el empleador o
- si están afectados por un resfrío, bronquitis, alergias, heridas o quemaduras
en piel, conjuntivitis, etc.

• En todos los casos anteriores deberán informar a su supervisor o jefe inmediato


superior la situación que, a su juicio, entraña un riesgo, y a la que no puedan
hacer frente adecuadamente ellos mismos.

• Solicitarán al empleador que realice investigaciones sobre los riesgos potenciales


que entraña la utilización de productos químicos en el trabajo, y a participar en
dichas investigaciones.

8.3-Supervisión

La supervisión del trabajo es necesaria en todos los niveles en las campañas de con-
trol de vectores. En las tareas de campo habituales se organizan cuadrillas o brigadas
de trabajadores cada una con su jefe y si es factible se designa un supervisor, pero en
las emergencias es imprescindible designar uno especialmente capacitado para diri-
girlos, apoyarlos y facilitar su labor. Los supervisores en el campo deben vigilar el es-
tado de ánimo y salud de sus trabajadores a fin de que no corran riesgos innecesarios.

Los superiores deben tomar medidas para que se observen las reglas preventivas
adecuadas, incluyendo las relacionadas con la higiene personal. Esto tiene particular
importancia en los días húmedos y calurosos en que los trabajadores tienen la ten-
dencia a quitarse la ropa protectora. La supervisión asegura el cumplimiento de las
reglas de trabajo, el apoyo y asesoría al trabajador y, por tanto, aumenta la seguridad.

Es su función encargarse de proveer todos los elementos de higiene necesarios así


como los insumos para las máquinas y los equipos de protección personal.

En las emergencias llevará el control de las zonas tratadas, de las que no se pudieron
tratar y de aquellas que deberán ser tratadas con equipos portátiles por no poder
acceder a las mismas con los equipos montados en vehículos.

Ante cualquier consulta relacionada con la salud, remitirá al trabajador al centro mé-
dico más cercano, ya que tal consulta puede ser consecuencia de una sobre exposición
a plaguicidas. En los casos leves, se deberá ordenar al trabajador el cese de actividades
para que se lave cuidadosamente y también se investigarán las causas posibles de la
sobre exposición. Si un empleado que trabajó un día con un plaguicida no se presen-
ta a trabajar al día siguiente, se debe indagar de inmediato la causa de su ausencia,
dado que éste puede ser consecuencia de una intoxicación.

106
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

8.4-Régimen de trabajo

Una forma adecuada de reducir los riesgos consiste en realizar una rotación de los
trabajadores por las diferentes operaciones o en disminuir el tiempo dedicado por los
trabajadores a las operaciones de mayor riesgo. En el primer caso, el empleador debe
asegurarse que los trabajadores hayan recibido la capacitación necesaria en la nueva
operación que vayan a realizar. En el segundo caso, el trabajador puede dedicarse a
otras actividades no relacionadas con exposición a plaguicidas, durante el resto de su
jornada laboral.

Como hemos visto, la exposición al calor,


por períodos prolongados de tiempo (dos
o más días) o aún por períodos más cortos
pero con gran humedad ambiental, puede
enfermar a una persona. El riesgo es aun
mayor si durante la exposición se llevan a
cabo tareas laborales que requieren una
determinada carga física y máxime si por
riesgos concomitantes (químico por ejemplo)
se debe portar un equipo de protección
personal que cubra totalmente el cuerpo
como es el caso de los aplicadores de pla-
guicidas de uso sanitario. En estos casos es
absolutamente necesario que el empleador
adopte todas aquellas medidas preventivas
que contribuyan a disminuir el estrés térmico y a su vez desechar las que no son
necesarias o son contraproducentes.

En los climas cálidos es recomendable que se hagan las aplicaciones muy temprano
o muy tarde en el día, cuando las temperaturas son mas bajas y permiten, con mayor
comodidad, el uso de ropa y el equipo de protección. En el caso de los trabajadores
de un servicio de Control de Plagas Sanitarios, estos horarios deben ser acordados con
la comunidad objeto de la intervención.

Son buenas prácticas de trabajo ante situaciones de alta temperatura:

- un adecuado abastecimiento de líquido para


mantener una buena hidratación.

- el consumo de dietas balanceadas acordes con


la carga de trabajo diaria.

- el uso de ropa lo mas holgada y fresca posible.

- el trabajo equilibrado con descansos periódicos


durante la jornada laboral.

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SR. SUPERVISOR O JEFE DE GRUPO


• Postergue aquellas tareas que no sean absolutamente necesarias.
• Solamente trabajarán aquellas personas que se encuentren aclimatadas y tengan la
capacidad física necesaria.
• Trabaje durante las horas de menor temperatura ambiental (por la mañana temprano y
al atardecer cuando baja el sol).
• Si esto último no fuera posible establezca períodos de descanso más frecuentes durante
el horario de trabajo.
• Para ello establezca áreas de descanso frescas y cercanas al lugar de trabajo.
• Durante los descansos que los trabajadores se quiten el equipo de protección personal
para ayudar a la evaporación de la transpiración. Mantenga puesto el casco.
• Aumente el número de trabajadores pero no duplique turnos ni establezca horas extras
• Que los trabajadores tomen líquido antes de comenzar la tarea, preferentemente agua
o jugos. No deben ingerir te, café o bebidas gaseosas. Mucho menos alcohol.
• No espere a que sus trabajadores tengan sed durante el trabajo. Ofrézcales agua fresca
cada 20 a 30 minutos (entre dos y cuatro vasos por hora es una cantidad adecuada)
Debe tomarse una cantidad equivalente a la transpirada.
• No ofrezca tabletas de sal. Normalmente la dieta habitual contiene suficiente sal para los
trabajadores pero si quiere incrementarla auméntela en la comida. Atención con
aquellas personas que estén realizando un régimen bajo en sodio.

8.5-Cuidados posturales durante la actividad

Durante la actividad tanto en las bases como en las campañas los trabajadores llevan
a cabo acciones que, mal realizadas, pueden derivar en lesiones del aparato osteo-
muscular. Malas posiciones en el manejo manual de cargas en tareas de levantamien-
to, descenso, empuje o arrastre, desplazamiento y transporte, o adopción de posturas
inadecuadas al estirarse, agacharse, doblar la cintura, o extensión de brazos y manos
en posiciones incómodas, son sólo algunas de ellas.

Algunas recomendaciones básicas a efectos de prevenir la ocurrencia de dichas lesiones son:

a- Al levantar, desplazar o transportar una carga como por ejemplo en las


labores diarias de depósito o durante el rociado de insecticidas con equipos
portátiles las siguientes son indicaciones mínimas:

• Deberá tener siempre a su disposición elementos de que


seguridad permitan una mayor comodidad en la tarea.
Así un calzado que permita un buen apoyo o un par
de guantes que proteja de elementos punzo-cortantes
son indispensables
• Trabaje sin apurarse y realice los descansos que sean
necesarios.

108
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

• Si tiene que esforzarse mucho para levantar una carga pida ayuda a un com-
pañero. No la cargue solo.

• Planifique la tarea estudiando el camino mas corto, los obstáculos existentes


y el lugar donde dejara la carga a fin de evitar tropezar o resbalarse. Por ejem-
plo en una casa a rociar realice primero una recorrida para elegir el itinerario
que hará portando el equipo.

• Revise las características de la carga moviéndolo hacia los lados. Evalúe peso,
tamaño, elementos de agarre, manijas, balanceo, etc. Revise bien el estado
de las correas de sujeción en los equipos de rociado. Recuerde que pequeño
no es sinónimo de liviano.

• Trate de evitar levantar el peso desde el suelo. Por ejemplo llene el equipo
portátil, sea de compresión o motomochila, sobre una base elevada a la al-
tura de la cintura. De esa manera será mas fácil colocarla sobre los hombros
cuando tenga toda su carga (insecticida, solvente, combustible, etc.).

• Cuando esto no sea posible y el equipo u otra carga INCORRECTO


esté sobre el suelo realice los siguientes movimientos:

- Párese frente del objeto a cargar manteniéndolo


cerca de su cuerpo (menos de 80 cm de distancia).

- Separe un poco los pies colocando uno de ellos un


poco más adelantado respecto del otro. De esa ma-
nera logrará crear una buena base de sustentación. ESPALDA CURVADA

- Doble las rodillas agachándose sin doblar la cintura manteniendo así la


espalda derecha.

- Tome la carga con las dos manos firmemente. (con sus


palmas, no con los dedos)

- Con la cabeza erguida, la espalda derecha y los hombros


hacia atrás estire las piernas levantando la carga hasta
una altura equidistante entre la cintura y los hombros
y llévela siempre
pegada al cuero.

- Cuando deba cambiar de dirección


gire sobre sus pies con el cuerpo com-
pleto, sin girar la cintura. No haga mo-
vimientos bruscos al girar ni gire mien-
tras se levanta.

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

- Cuando tenga que desplazar una carga colóquese en el sentido opuesto


al movimiento y empuje, nunca tire de la carga hacia sí.
- Cuando deba sostener y transportar una carga manténgase derecho, con
los brazos pegados al cuerpo y la carga repartida proporcionalmente entre
las dos extremidades.
Si tuviera que levantar el balde donde realizó la mezcla para volcarlo en la
máquina mantenga siempre su espalda recta, flexione las rodillas y levan-
te el balde teniéndolo cerca del cuerpo. De esa manera evitará posturas
incómodas que le provoquen contracturas y malestar posterior.
- No levante nada pesado por sobre su cabeza. La legislación vigente esti-
pula que las tareas de levantamiento manual de cargas de rutina no deben
realizarse desde alturas de partida superiores a 30 cm por encima del
hombro o superiores a 180 cm por encima del nivel del suelo. Use una
escalera para subir de nivel
• Recuerde que los protectores de espalda no son 100 % efectivos.
• Distintas legislaciones han determinado cuál es la cantidad de kilos que una perso-
na puede levantar sin riesgo de lesiones. Lo correcto es basarse en algunas circuns-
tancias del trabajo que influirán sobre esa carga como la frecuencia de levantamien-
tos (cuántos por hora de trabajo) la altura del levantamiento (situación de las manos
al inicio de la tarea), durante cuanto tiempo se lleva a cabo la actividad (turnos de
trabajo levantando cargas), las condiciones climáticas existentes en el lugar de tra-
bajo (humedad y temperatura elevadas), presencia o ausencia de puntos de agarre
(mangos, asas, correas, etc.). La legislación argentina regula el levantamiento manual
de cargas a través de la Resolución 295 del 2003 de la Superintendencia de Ries-
gos del Trabajo, cuyo texto se añade al final del manual.
b- Durante las tareas de rociado se encontrará, especialmente cuando realice
tratamientos de peridomicilios, con la necesidad de hacerlo a baja altura.
Para ello evite trabajar encorvado, hágalo agachado. Para ello apoye una
de las rodillas en el suelo colocando algo abajo para generar aislamiento.
Mantenga la espalda y el cuello rectos. Si la posición de manos y muñecas
generan torsiones hacia abajo o a los costados de estas articulaciones
procure trabajar alternadamente con las dos manos par minimizar el es-
fuerzo. Trabaje cerca del lugar de tratamiento de manera de evitar estira-
mientos de los miembros superiores.

c- Otra situación frecuente cuando se rocía es el tener que estirarse durante


un período de tiempo prolongado para lograr llegar a lugares más altos
como cuando se trata un alero o un techo por ejemplo. La postura incó-
moda para los miembros superiores y la región de la columna cervical de
trabajar por encima del nivel de los hombros puede desencadenar dolor mus-
cular en esa zona. Limite el tiempo de estos trabajos. Alterne los lugares ele-
vados con otros que no lo sean. Alterne las manos con las que sujeta la lanza.
Si cuenta con ellas use lanzas telescópicas.

110
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

d- Siempre que deba transportar una carga en


depósito o en campo trate de contar con ele-
mentos que impidan el tener que realizar es-
fuerzos desmedidos. Para ello debe contar con
carritos de ruedas o carretillas de una o dos
ruedas.
e- Evite las caídas, tropezones y resbalones frecuen-
tes generadores de lesiones osteomusculares
usando calzado adecuado y limpio y mantenien-
do la superficie de trabajo limpia de objetos
fuera de lugar. No deje en el suelo equipos, herramientas, líquidos (agua, acei-
tes, detergentes, grasas, etc.), comidas, etc.

C- LEGISLACIÓN LABORAL
Algunas normas y artículos de necesario conocimiento22.
Ley Nacional Nº 19587 de Higiene y Seguridad en
el Trabajo
Art. 4.- La higiene y seguridad en el trabajo comprenderá
las normas técnicas y medidas sanitarias, precautorias, de
tutela o de cualquier otra índole que tengan por objeto:
a- proteger la vida, preservar y mantener la integridad psi-
cofísica de los trabajadores;
b- prevenir, reducir, eliminar o aislar los riesgos de los distintos centros o puestos
de trabajo;
c- estimular y desarrollar una actitud positiva respecto la prevención de los acci-
dentes o enfermedades que puedan derivarse de la actividad laboral.

Decreto Reglamentario 351 / 79


Capítulo 21 Capacitación
Art. 208.- Todo establecimiento estará obligado a capa-
citar a su personal en materia de higiene y seguridad,
en prevención de enfermedades profesionales y de
accidentes de trabajo, de acuerdo a las características y
riesgos propios, generales y específicos de las tareas que
desempeña.
Art. 209.- La capacitación del personal deberá efectuar-
se por medio de conferencias, cursos, seminarios, clases
y se complementarán con material educativo gráfico, medios audiovisuales, avisos
y carteles que indiquen medidas de higiene y seguridad.
Art. 212.- Los planes anuales de capacitación serán programados y desarrollados por
los servicios de medicina, higiene y seguridad en el trabajo en las áreas de su com-
petencia.
Art. 213.- Todo establecimiento deberá entregar, por escrito a su personal, las me-
didas preventivas tendientes a evitar las enfermedades profesionales y accidentes
de trabajo.

111
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

LEY Nº 24.557/95 SOBRE RIESGOS DEL TRABAJO

ARTICULO 1º.
Son objetivos de la Ley sobre Riesgos del Trabajo (LRT):
a- Reducir la siniestralidad laboral a través de la prevención de los riesgos derivados
del trabajo;
b- Reparar los daños derivados de accidentes de trabajo y de enfermedades pro-
fesionales, incluyendo la rehabilitación del trabajador damnificado;
c- Promover la recalificación y la recolocación de los trabajadores damnificados;
d- Promover la negociación colectiva laboral para la mejora de las medidas de
prevención y de las prestaciones reparadoras.
ARTICULO 2º. - Ámbito de aplicación.
1. Están obligatoriamente incluidos en el ámbito de la LRT:
a- Los funcionarios y empleados del sector público nacional, de las provincias y
sus municipios y de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires;
ARTICULO 13. - Prestaciones por Incapacidad Laboral Temporaria.
La prestación dineraria correspondiente a los primeros diez días estará a cargo del
empleador. Las prestaciones dinerarias siguientes estarán a cargo de la ART la que, en
todo caso, asumirá las prestaciones en especie.
ARTICULO 20. -
Las ART otorgarán a los trabajadores que sufran algunas de las contingencias previstas
en esta ley las siguientes prestaciones en especie:
a- Asistencia médica y farmacéutica;
b- Prótesis y ortopedia;
c- Rehabilitación;
d- Recalificación profesional; y
e- Servicio funerario.

DECRETO Nº 170/96 REGLAMENTARIO DE LA LEY Nº 24.557 SOBRE RIESGOS


DEL TRABAJO

ARTICULO 18º - (Reglamentario del art. 31, punto 1, inciso e) de la


Ley Nº 24.557) –

1- Las aseguradoras deberán brindar asesoramiento y ofrecer asistencia técnica a


los empleadores afiliados, en las siguientes materias:

a- Determinación de la existencia de riesgos y sus potenciales efectos sobre la


salud de los trabajadores
b- Normativa vigente en materia de higiene y seguridad en el trabajo.
c- Selección de elementos de protección personal.
d- Suministro de información relacionada a la seguridad en el empleo de pro-
ductos químicos y biológicos.

112
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

2- Los empleadores:
a- Recibirán información de la ART en materia de prevención de riesgos;
b- Notificarán a los trabajadores acerca de la ART a la que se encuentren afiliados;
c- Denunciarán a la ART y a la SRT los accidentes y enfermedades profesionales
que se produzcan en sus establecimientos;
d- Cumplirán con las normas de higiene y seguridad,

Artículo 28º - (Reglamentario del art. 31, punto 2 de la Ley Nº 24.557) Los emplea-
dores estarán obligados a:
Brindar adecuada capacitación a los trabajadores respecto de los riesgos inherentes a
sus puestos de trabajo.

Cumplir con los planes acordados con las aseguradoras y con las actividades progra-
madas para prevenir los riesgos del trabajo.

3. Los trabajadores:
a- Recibirán de su empleador información y capacitación en materia de preven-
ción de riesgos del trabajo,
b- Cumplirán con las normas de higiene y seguridad,
c- Informarán al empleador los hechos que conozcan relacionados con los
riesgos del trabajo;
d- Se someterán a los exámenes médicos
e- Denunciarán ante el empleador los accidentes y enfermedades profesionales
que sufran.

Artículo 30º - (Reglamentario del art. 31, punto 3 de la Ley Nº 24.557) - Los trabaja-
dores tendrán las siguientes obligaciones:
a- Cumplir con las normas de prevención establecidas legalmente y en los planes
y programas de prevención.
b- Asistir a los cursos de capacitación que se dicten durante las horas de trabajo.
c- Utilizar los equipos de protección personal o colectiva y observar las medidas
de protección impartidas en los cursos de capacitación.
f- Colaborar en la organización de programas de formación y educación en mate-
ria de salud y seguridad
g- Informar al empleador de todo hecho o circunstancia riesgosa inherente a sus
puestos de trabajo y al establecimiento en general.

RESOLUCION S.R.T. Nº 043/97


ANEXO II
LISTADO DE LOS EXAMENES Y ANALISIS COMPLEMENTARIOS ESPECIFICOS DE
ACUERDO A LOS AGENTES DE RIESGO PRESENTES EN EL AMBIENTE DE TRABAJO

AGENTES QUIMICOS: Frecuencia anual


Agente de riesgo: Organofosforados y carbamatos
Estudio específico: Determinación de colinesterasa eritrocitaria
Otros agentes quimicos incluidos en el Decreto Nª 658/96:
Estudios necesarios para la deteccion temprana de la patología correspondiente

113
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

D- EPILOGO

“Todos los trabajadores deben poder disfrutar del más alto nivel posible de salud
física y mental y de condiciones de trabajo favorables. El lugar de trabajo no debe
perjudicar la salud ni el bienestar. La prevención primaria de los riesgos para la
salud de los trabajadores merece una atención prioritaria”. (Plan de Acción Mundial
sobre la Salud de los Trabajadores 2008-2017. OMS)

Este libro no pretende ni debe reemplazar las instancias de capacitación. Sin embargo,
se espera de su lectura un mayor grado de comprensión de la complejidad que sig-
nifica la gestión de plaguicidas. También un llamado de atención para lograr un mejor
conocimiento de los derechos y las obligaciones, el reconocimiento de los riesgos
vinculados con la tarea, la mejor forma de realizarla, las circunstancias en que se debe
utilizar la protección personal, los procedimientos en casos de emergencia, el impac-
to benefico de la higiene personal y el cuidado del ambiente. En definitiva : la posi-
bilidad de identificar y contener los peligros antes de que puedan ocasionar problemas.

La importancia del derecho a saber, de conocer para poder actuar, es la de brindar autonomía
para iniciar acciones de prevención sin importar la jerarquía del trabajador en la institución
que lo contiene. Los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales son todas evita-
bles y si se producen son a consecuencia de las condiciones o del ambiente en que se rea-
liza ese trabajo. Cada trabajador debe saber que es importante tener trabajo pero no cualquier
trabajo, realizado de cualquier manera. Debe saber, en definitiva, que se necesita un trabajo
decente23: es decir un trabajo saludable, con más bienestar, equidad y justicia social.

23
Transitar hacia el logro de un trabajo decente para todos los trabajadores fue uno de los compromisos
asumido por Argentina al convertirse en signataria de la Declaración de la Conferencia Internacional de Salud
para el Desarrollo: “Derechos, hechos y realidades. De Alma Ata a la Declaración del Milenio30/15 (Buenos
Aires, Argentina 2007): “Nosotros, las Ministras y Ministros de Salud y sus representantes…//… nos
comprometemos a desarrollar procesos que tiendan a que las autoridades sanitarias se involucren, comprometan
y pugnen por lograr que la orientación y gestión de políticas públicas de otros sectores atiendan necesidades
sanitarias como por ejemplo: el acceso al agua potable, alimentos seguros, trabajo decente, ambiente sano y
adecuadas condiciones de vivienda.

114
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Fuentes Consultadas
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luation scheme). Ginebra 2000
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Control de Aedes Aegypti. Aspectos Prácticos. Aplicación de insecticidas para el control de adultos. CIPEIN-CITEFA/
CONICET/OMS Argentina 2001 Colección FAO: Eliminación de Plaguicidas Nª 7. Roma. Italia. 2000
Convenio Nª 170 OIT Seguridad en el uso de productos químicos en el trabajo. 1990
Criterios para guiar la toma de decisiones y procedimientos para el uso sensato de plaguicidas. Lucha antivectorial
para el control de Paludismo. Najera J.A. & Zaim M. WHOPES (Plan de Evaluación de Plaguicidas de OMS) 2002
Decreto Reglamentario Nª 359 de la Ley 19.587 R. Argentina 1979
Decreto Reglamentario Nª 170 de la Ley de Riesgos del Trabajo. R. Argentina. 1997
Decreto 658/97 Listado de enfermedades Profesionales. R. Argentina. 1997
Directrices para el manejo de pequeñas cantidades de plaguicidas inutilizados y caducados.
Equipo portátil de aplicación de pesticidas para uso en agricultura. Volumen 1. Boletín de Servicios Agrícolas de la
FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación) Roma Italia 1996
Guia para el manejo adecuado de plaguicidas y primeros auxilios en caso de intoxicaciones. GTZ/Ministerio de Agri-
cultura y Ganadería/Ministerio Salud Pública. (Proyecto Salvadoreño- Alemán de Protección Vegetal Integrada) El
Salvador 1997
Guia de Seguridad en los Trabajos Agrícolas. OIT Ginebra suiza 1969
Guía de seguridad para el uso de plaguicidas Ministerio Salud Pública. Salta. Argentina. 1988
Guidelines for personal protection when working whit pesticides in tropical climates. FAO (Food and Agriculture Or-
ganization of the United Nations) Rome Italia 1990
Insecticides for indoor residual spraying malaria vector control Najera JA & Zaim M WHOPES (WHO Pesticide Evalua-
tion Scheme) 2001
Las condiciones y Medio Ambiente de Trabajo en la agricultura. Proyecto Promoción de la Seguridad y la salud del
Trabajo en la Agricultura en América Central. Nª1 OIT Costa Rica 1992
Ley 19587 de Higiene y Seguridad en el Trabajo. R. Argentina 1971
Ley 24557 de Riesgos del Trabajo. R. Argentina 1996
Los plaguicidas en la agricultura. Aplicación y eliminación Periódico ERGA Nº 25 Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo. Ministerio del Trabajo Barcelona. España. 2004
Manejo de Agrotóxicos. Aplicador de produtos fitossanitarios com pulverizador manual costal. Serviço Nacional de
Apredizagem Rural (SENAR) Administraçao Regional do Estado de Parana. Brasil 1994
Manual de Capacitación para el uso y manejo de Plaguicidas ODEPA – SAG – RCP Comité Proyecto Chile – Canadá
Manual de Atención Primaria de Intoxicaciones. Ministerio de Salud Argentina Edición 2002
Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas. Colección FAO Nº3: Eliminación de Pla-
guicidas. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación. Roma. Italia. 1996
Manual para el rociado residual intradomiciliario. Aplicación del rociado residual para control de vectores. OMS De-
partamento de control, prevención y erradicación. Grupo de enfermedades transmisibles. Plan de evaluación de
plaguicidas de la OMS (WHOPES) 2002
WHO/CDS/WHOPES/GCDPP/2000.3 Rev.1
Perfil de riesgos y exigencias en las etapas del proceso de trabajo agrícola. Proyecto Promoción de la Seguridad y la
salud del Trabajo en la Agricultura en América Central. Nª 2 OIT Costa Rica 1992
Pesticidas, ¿remedios para curar o venenos para matar? UNESCO/OREALC/Universidad Nacional del Comahue. 1995
Plaguicidas. La prevención de riesgos en su uso. Manual de adiestramiento. OPS/OMS Segunda edición 1986
Prevención de las Intoxicaciones por agrotóxicos. CIAT Departamento Toxicología Hospital de Clínicas Montevideo.
Uruguay 1989
Prevención en el Trabajo rural. Agroquímicos. Provincia ART Argentina 1998
Prevención y Protección en el uso de plaguicidas. Proyecto Promoción de la Seguridad y la Salud en la Agricultura en
América Central. Nª 3 OIT Costa rica. 1993
Preventing health risks from the use of pesticides in agriculture protecting workers’ health series Nª 1 ICPS (Interna-
tional Centre for Pesticides Safety) OMS Ginebra Suiza 2001
Prevención de riesgos en el uso y manejo de plaguicidas Curso de Plaguicidas. Unidad IX CEPIS/OPS/OMS. Lima
Perú. 2004
Productos fitosanitarios. Su correcto manejo. INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) - CIAFA (Cámara
de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos) Primera edición Argentina 1997
Programa Nacional de salud de los Trabajadores. (PRONASAT) Ministerio de Salud. R. Argentina 1995
Programa Nacional de Prevención de accidentes. Ministerio de Salud R. Argentina 1993
Programa Nacional de Riesgos Químicos. Ministerio de Salud. R. Argentina. 1995
Proyecto Directrices sobre la Gestión de los Plaguicidas para la Salud Pública. Informe de la Consulta Interregional de
la OMS. Chiang Mai. Tailandia WHOPES 2003
Pulverización de Insecticidas en el aire para la lucha contra los vectores y las plagas de la Salud Pública. Guía Práctica
WHOPES Ginebra 2003
Resolución Superintendencia Riesgos del Trabajo Nº 43/97 R. Argentina 1997
Seguridad. Uso de agroquímicos. El riesgo oculto Pest Report Nº 35 Junio 2001

115
DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

Anexo

DIRECCIONES UTILES

MINISTERIO DE SALUD DE LA NACION


Avenida 9 de Julio 1925 piso 12 Ciudad de Buenos Aires (1332)

PROGRAMA DE SALUD DEL TRABAJADOR


(011) 4379-9133
[email protected]
Eduardo Rodriguez/Luisa Brunstein
PROGRAMA NACIONAL DE RIESGOS QUIMICOS
(011) 4379- 9133
[email protected]
Ana Digón
DEPARTAMENTO DE SALUD OCUPACIONAL
Ramón Carrillo 489 Ciudad de Buenos Aires
(011) 4304-4366
[email protected]
Dra. Adriana Lozano
REPRESENTANTE SALUD OCUPACIONAL EN
CATAMARCA Dr. Barros, Angel Deleg. Sanit. Federal (03833)435638
CORDOBA Dra. Ruiz, Elisa Reconoc. Médicos (0351)4215304
JUJUY Dr. Yufra, Daniel Deleg. Sanit. Federal (0388)4226244
MENDOZA Dr. Esponda Fernando Sanidad Fronteras (0261)4202538
SALTA Dr. Aira, Pablo Reconoc. Médicos (0387)4210630
TUCUMAN Dr. Picón, Julio Deleg. Sanit. Federal (0381)4330697

CENTRO NACIONAL DE INTOXICACIONES (HOSPITAL POSADAS)


0800-333-0160
DELEGACION CENTRAL DE ATE -SALUD (011) 4379-9159
DELEGACION CENTRAL DE UPCN-SALUD (011) 4379-9165

MINISTERIO DE TRABAJO
0800 666 4100
de lunes a viernes de 10.00 a 16.00
[email protected]
SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO (SRT)
Reconquista 674 PB
0800-666-6778
(011) 4321-3500
www.srt.gov.ar
[email protected]
[email protected]

116
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

COMISIONES MEDICAS
CIUDAD DE BUENOS AIRES: Moreno 401 0800-333-0049
CATAMARCA Belgrano 608 (03833)42-2646
CORDOBA Dean Funes 667 (0351)423-3100
JUJUY Senador Pérez 669 (0388)422-9120
MENDOZA Gutierrez 744 (0261)423-5299
MISIONES Junin 615 Posadas (03752)42-7671
SALTA Pasaje Gabriel Pulo 84 (0387)431-3368
SANTA FE Paraguay 1526 Rosario (0341)440-8708
TUCUMAN Avellaneda 469 (0381)422-2987

CENTRO DE INFORMACION TOXICOLOGIA LABORAL


[email protected]
(011) 4321-3500 interno 1062

DIRECCION GENERAL PROTECCION DEL TRABAJO


(Denuncias incumplimiento a la norma de Higiene y Seguridad)
Moreno 1171 0800-222-2224

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DIRECCIÓN NACIONAL DE DETERMINANTES DE LA SALUD E INVESTIGACIÓN - MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN

ACRONIMOS DE LA SERIE

Sigla Significado

ADN Acido Desoxirribonucleico


2,4,5T Herbicida Tricloro fenoxiacético
2,4,D Herbicida Dicloro fenoxiacético
ANMAT Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica
ARN Acido Ribonucleico
ART Aseguradora de Riesgos del Trabajo
BPCs Bifenilos Poli Clorados
CASAFE Cámara Argentina de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes
CEPIS Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria
CIAFA Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos
CIAATs Centros de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica
CIPEIN Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas
CMP Concentración Máxima Permisible
COFA Compuestos Órgano Fosforados Anticolinesterásicos
CONICET Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
CyMAT Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
DDT Dicloro difenil tricloroetano
DLM Dosis Letal Media
DRF Dosis de Referencia
ECV Evaluación del Ciclo de Vida
EPA Equipos de Protección Auditiva
EPD Equipos de Protección Dérmica
EPP Equipos de Protección Personal
EPR Equipos de Protección Respiratoria
EPV Equipos de Protección Visual
FAO Naciones Unidas: organización para la Alimentación y la Agricultura
FHA Fiebre Hemorrágica Argentina.
GTZ Agencia de Cooperación alemana para el Desarrollo
HCB Hexaclorobenceno
HCH Hexaclorociclohexano
IARC (Internacional Agency for Research on Cancer) Agencia de Investigación. sobre
cáncer-OMS
INAL Instituto Nacional de Alimentos
INTA Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
IRAM Instituto de Racionalización de Materiales
LOAEL (Low Observed Adverse Effect Level). Nivel de menor efecto adverso observable
LRT Ley sobre Riesgos del Trabajo
MIP Manejo Integrado de Plagas
MNS Ministerio de Salud de la Nación
NEA Noreste argentino
NOAEL (No Observed Adverse Effect Level). Nivel de efecto adverso no observable
NOEL (No observed effect Level). Nivel de efecto no observable

118
PLAGUICIDAS. SALUD DEL TRABAJADOR

Número CAS Número asignado a una sustancia o compuesto químico en el registro del CHEMICAL
ABSTRACT SERVICE, que las identifica unívocamente con una descripción de su es-
tructura molecular, incluyendo todos los detalles estereo-químicos, en un lenguaje
computacional.
OBV Ultra Bajo Volumen
OIT Naciones Unidas: Organización Internacional del Trabajo
OMS Naciones Unidas: Organización Mundial de La Salud
ONU Organización de las Naciones Unidas
OPS Organización Panamericana de la Salud
PBI Producto Bruto Interno
PBG Producto Bruto Geográfico
PISQ Programa Internacional de Seguridad Química
PNCV Programa Nacional de Control de Vectores
PNRQ Programa Nacional de Riesgos Químicos
PNUMA Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
ppm Partes por millón
RCP Resucitación Cardio Pulmonar
RPP Relación de Productos Peligrosos
SENASA Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria
SIDA Sindrome de Inmunodeficiencia Adquirida
SINAVE Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica
SNC Sistema Nervioso Central
SRT Superintendencia de Riesgos del Trabajo
TCC Tetracloruro de Carbono
TLV (Threshold Limit Value). Guía de Concentraciones Máximas en exposición laboral
UBA Universidad de Buenos Aires
UBV Ultra bajo volumen
UNR Universidad Nacional de Rosario
VPM Veneno Paralizante de los Moluscos
WHO Ver OMS
WHOPES (WHO Pesticide Evaluation Éscheme) Esquema de evaluación de plaguicidas OMS

119
TÍTULOS PUBLICADOS

Nº 01: Directorio de Información Toxicológica. 2011.

Nº 02: Guía de Centros Antiponzoñosos de la República Argentina. 2011.

Nº 03: Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE). Módulo de capacitación para


atención primaria. 2011.

Nº 04: Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica del Envene-


namiento por Escorpiones. 2011.

Nº 05: Cianobacterias como Determinantes Ambientales de la Salud. 2011.

Nº 06: Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica de las Intoxi-


caciones por Monóxido de Carbono. 2011.

Nº 07: Guía de Uso Responsable de Agroquímicos. 2011.

Nº 08: Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica de los Enve-


nenamientos por Arañas. 2012.

Nº 09: Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica del Botulismo


del Lactante. 2012.

Nº 10: Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE). Módulo: Abatimiento de Arsé-


nico. 2013.

Nº 11: Glosario Temático de la Salud del Trabajador en el Mercosur. 2013.

Nº 12: Directrices Sanitarias para Natatorios y Establecimientos Spa. 2014.

Nº 13: Químicos Prohibidos y Restringidos en Argentina. 2014.

Nº 14: Los Plaguicidas en la República Argentina. 2014.

N° 15: Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica de las Intoxi-


caciones Ambientales Infantiles con Plomo. 2014.

N° 16: Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica de los Enve-


nenamientos Ofídicos. 2014.

Nº 17: Guía para la Obtención, Consevación y Transporte de Muestras para Análisis Toxico-
lógicos. 2015.

Nº 18: Transporte y Almacenamiento de Plaguicidas. Colección Información y Estrategias para


la Gestión Ecológicamente Racional de Plaguicidas de Uso Sanitario. 2015.

Nº 19: Plaguicidas. Salud del Trabajador. Colección: Información y Estrategias para la Gestión
Ecológicamente Racional de Plaguicidas de Uso Sanitario. 2015.

120
SERIE TEMAS DE SALUD AMBIENTAL

El universo de factores ambientales con impacto en la salud humana es tan diverso


como las presiones que las propias personas hacemos sobre el ambiente por el
crecimiento de la población y de sus necesidades básicas, los cambios en la
distribución y el empleo de los recursos y en los patrones de consumo, el progreso
tecnológico y las diversas modalidades del desarrollo económico. A la par sabemos que
la falta de atención a las condiciones ambientales afecta a toda la población; la OMS ha
estimado que la mala calidad del ambiente es directamente responsable de alrededor
del 25% de todas las enfermedades evitables del mundo actual. En ese escenario, la
Salud Ambiental es una disciplina relativamente nueva en el campo de las Ciencias de
la Salud. En su definición juega un rol determinante su naturaleza transversal a otros
campos mucho más estructurados y consolidados. Por ello, la decisión de producir esta
Serie de Temas de Salud Ambiental, como una herramienta para compartir la experien-
cia desarrollada por el Ministerio de Salud de la Nación en esta área y contribuir a
consolidar su corpus temático.

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