Oratoria y Liderazgo
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TRABAJO DE INVESTIBACION:
Curso:
Gestión Medioambiental
Profesor:
Lic.
PALACO VASQUEZ, JUAN ALFREDO
Alumno(s) - Código:
Sostenibilidad se define como “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias
necesidades”. Esta definición fue desarrollada en 1987 en el Informe Brundtland por la Comisión
Mundial de Desarrollo y Medio Ambiente.
Esta definición como tal apareció en el Informe Brundtland, que fue un informe socio-económico
elaborado por distintas naciones en 1987 para la ONU. Este informe fue elaborado por una
comisión encabezada por la Doctora Gro Harlem Brundland, que fue Presidenta de Noruega en
tres ocasiones. En este informe, se utilizó por primera vez el término desarrollo sostenible (o
desarrollo sustentable) que se ha definido anteriormente.
Este concepto implica un cambio muy importante en relación con la idea de sostenibilidad del
planeta en el tiempo, principalmente una sostenibilidad ecológica del planeta Tierra y en un
marco también económico y social del desarrollo.
El término desarrollo sostenible es un término amplio y que implica además de la protección del
medio ambiente también términos como la paz y la seguridad, el desarrollo económico, el
desarrollo social, el bienestar humano y el gobierno responsable, condiciones indispensables
para generar la sostenibilidad del planeta en todos los aspectos y el bienestar de la humanidad.
El hecho de aplicar políticas de desarrollo sostenible a nivel local y global también trae consigo
importantes ventajas como el desarrollo de alianzas, la transparencia, la seguridad, la
responsabilidad social, la gestión medioambiental, la justicia social, la solidaridad, el bienestar
global, etc.
Esta perspectiva remite la responsabilidad ecológica a los ciudadanos individuales. Así, los
mensajes institucionales de concienciación conviven sin problemas, y están justificados en
nombre del -crecimiento y del medio ambiente-.
Ahora bien, en la Economía globalizada, y con cuestiones como el cambio climático, los
problemas Medioambientales lejos de remitir, se agravan, la eficiencia energética de las
economías regionales y locales no es capaz de compensar el permanente aumento de consumo.
Se asume, secretamente, con base en argumentos como la cuestión de la población, justicia,
ética, migración, etc. el objetivo, poder mantener el crecimiento, por tanto, el pensamiento
desarrollista continúa.
La reflexión es que las señales hacia una civilización sostenible son: la velocidad intermedia a
favor de una sociedad sin prisas y en línea a lo apuntado sobre las economías regionales y
locales, la des-carbonización y la sustitución de los bienes desechables y un consumo selectivo
que reduzca el volumen de mercancías.
2. Objetivos de la investigación:
Objetivo General:
El objeto de realizar esta investigación se debe a, que en nuestro país hay una variedad de
empresas posicionadas dentro de las cuales están las extractivas, así como la minería, entre
otros sectores, tanto nacionales como extranjeras, estas están dentro del marco de ayuda para
el desarrollo de nuestra nación, ya que, generan recursos para el avance de nuestra ciudadanía,
eso es muy bueno, pero por otro lado nos ponemos a pensar y decimos si en realidad estamos
cumpliendo con el verdadero desarrollo sustentable de trabajar de mano con la naturaleza y
sociedad para que estos no se vean perjudicados
Objetivo Específico:
Analizar la realidad por la que está pasando nuestro país en cuanto a este factor y
a partir de ello buscar una estrategia de posibles soluciones por parte del estado.
Llamamos desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades
actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.
Una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener. Por ejemplo cortar árboles de un
bosque asegurando las repoblaciones una actividad sostenible. Por contra consumir petróleo
no es sostenible con los conocimientos actuales% ya que no se conoce ningún sistema para
crear petrpleo a partir de la biomasa. El ámbito del desarrollo sostenible puededi"idirse
conceptualmente en tres partes ecológico, económico y social.
Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer
las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades
.
En los tiempos actuales, el desarrollo sostenible ha llegado a erigirse como la nueva filosofía
que nos podría orientar hacia modelos productivos más racionales con el entorno y equitativos
socialmente. El objetivo básico sería hacer viable y perdurable el bienestar humano, mediante
procesos de integración socio ambiental. Este éxito en el empleo del término, sin embargo, no
se suele acompañar por resultados significativos y eficaces en esta dirección, tanto en términos
globales como locales. Entre otras razones, se apuntan la ambigüedad e indefinición de los
objetivos y principios teóricos surgidos, fundamentalmente, del ámbito político-institucional y
el desacuerdo en las formas, métodos e instrumentos para hacerlo operativo. Así, la tendencia
dominante y más influyente es la concepción de un desarrollo sostenible desde dentro del
Sistema, que no cuestiona y/o introduce cambios esenciales en el proceder económico habitual,
responsable de la crisis ecosocial planetaria. Las bases científicas que lo apoyan, han
configurado una reducida y aislada idea de sistema económico, considerándolo aparte e
independiente de su proveedor y sustento físico-material, la Biosfera, y lejano de objetivos o
valoraciones que vayan más allá de lo puramente pecuniario. Como reacción, desde el campo
científico, ciertas disciplinas basadas en enfoques holísticos, globales e integradores y en
actitudes transdisciplinares, podrían y deberían ofrecer aportaciones y soluciones más
adecuadas a la compleja, variable y multidimensional tarea del desarrollo sostenible dentro de
éstas, cabe situar, a la geografía.
Sin embargo, tras dos décadas de un intenso debate (si partimos convencionalmente de 1987,
con la aparición del Informe Brundtland) y de un sinfín de experiencias con mayor o menor éxito,
el desarrollo sostenible sigue divagando por caminos de una acusada ambigüedad, tanto a
niveles teóricos como en la definición de instrumentos y programas que pongan en práctica sus
ambiciosos principios y objetivos.
Especialmente preocupantes son los escasos avances que en materia de sostenibilidad se han
alcanzado (haciendo un balance global, a escala planetaria) y ello, en parte, es atribuible a una
utilización acrítica sin más del término, sin dar cabida a sus amplias posibilidades conceptuales
y de interpretación. Como señala naredo (1996), la falta de resultados es inherente a esta
ambigüedad.
Urgentemente los países del Tercer Mundo, con el respeto a los ecosistemas que permitirían
mantener las condiciones de la habitabilidad de la tierra. Este término empezó a utilizarse en los
círculos internacionales relacionados con el "medioambiente" y el "desarrollo". A pedido del
entonces jefe de la diplomacia norteamericana, Henry Kissinger, quién había manifestado su
desaprobación del término “eco desarrollo”, el presidente del Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente debió retocar el término “eco desarrollo” y sustituirlo por “desarrollo
sostenible”, este nuevo término que los economistas más convencionales podían aceptar sin
recelo, al confundirse con el "desarrollo auto sostenido" (self sustained growth) introducido
tiempo atrás por Rostow y barajado profusamente por los economistas que se ocupaban del
desarrollo. Sostenido (sustained) o sostenible (sustentable), se trataba de seguir promoviendo el
desarrollo tal y como lo venía entendiendo la comunidad de los economistas.
Predominó así la función retórica del término "desarrollo sostenible" subrayada por algunos
autores [Dixon, J.A. y Fallon, L.A., 1991], que explica su aceptación generalizada: "la
sostenibilidad parece ser aceptada como un término mediador diseñado para tender un puente
sobre el golfo que separa a los `desarrollistas' de los `ambientalistas'. La engañosa simplicidad
del término y su significado aparentemente manifiesto ayudaron a extender una cortina de humo
sobre su inherente ambigüedad" [O'Riordan, T., 1988]. En 1972 el informe Meadows del Club de
Roma sobre “Los límites del crecimiento” supuso la voz de alarma y el inicio del proceso de
concienciación al plantear límites al crecimiento económico y cambio en el manejo de los
ecosistemas con efectos catastróficos para los sistemas económicos y ecológicos. Ya en 1987
el informe de Brundtland “Nuestro futuro común” de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y
Desarrollo, definió por primera vez el concepto de “desarrollo sostenible” como aquel que
satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer las suyas propias.
Este concepto pretendía establecer relaciones entre los aspectos ambientales, económicos y
sociales. Unos años más tarde, en 1992, en la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas realizada
en Rio de Janeiro se elaboró la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que
asume por primera vez, y a nivel mundial, el desarrollo sostenible como guía para la formulación
de políticas de desarrollo racional y regional, es decir la integración entre desarrollo y medio
ambiente.
En esta cumbre se estableció, además una comisión para el Desarrollo Sostenible con el
propósito de impulsar el cambio de mentalidad necesaria para implementar el desarrollo
sostenible. El principal resultado obtenido de esta cumbre fue un documento titulado Agenda 21
en el que se define una estrategia general de desarrollo sostenible para todo el mundo, haciendo
especial hincapié en las relaciones Norte—Sur, entre los países desarrollados y los que están
en vías de desarrollo.
Asimismo, asumía también la dificultad que suponía este cambio de mentalidad de los Estados
Miembros, tanto en el mundo empresarial como en los propios ciudadanos. El modelo de
desarrollo sostenible que pretende implantarse hace referencia a la utilización de forma racional
de los recursos naturales de un lugar, cuidando que no sean esquilmados para que las
generaciones futuras puedan también hacer uso de ellos, dando tiempo a que los recursos se
regeneren y a que se absorban los impactos que podamos generar. Asimismo para completar
un modelo de sostenibilidad en todos los sentidos, se tienen que priorizar políticas sociales y
económicas sostenibles en las zonas más deprimidas, normalmente las zonas rurales, que
otorguen a estas zonas un equilibrio natural y un bienestar económico, que permita a sus
habitantes desarrollar una forma de vida sostenible acorde a sus propias necesidades.
Es a partir de este informe cuando se acotó el término inglés Sustainable Development, y de allí
nació la confusión entre si existe o no diferencia alguna entre los términos Desarrollo Sostenible
y Desarrollo Sustentable. A partir de la década de 1970 los científicos empezaron a darse cuenta
de que muchas de sus acciones producían un gran impacto sobre la naturaleza, por lo que
algunos especialistas señalaron la evidente pérdida de biodiversidad y elaboraron teorías para
explicar la vulnerabilidad de los sistemas naturales (Boullòn, 2006:20)
Las décadas finales del siglo XX y el inicio de este milenio, han estado marcados por profundos
cambios que reclaman a la educación respuestas dinámicas, nuevos enfoques y un papel
anticipatorio que contribuya a orientar estos cambios. Entre las diversas propuestas que se
promueven desde agencias y organismos como la UNESCO, así como en planes, programas y
estrategias de diversos ámbitos (internacional, nacional y local) y en organizaciones ciudadanas
de diverso tipo, se encuentra la de atender las preocupaciones sobre el deterioro ambiental y su
estrecha relación con los factores sociales, económicos y políticos que forman parte de las
causas profundas de esta problemática y al mismo tiempo de sus posibles soluciones.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
Como medios para contrarrestar los riesgos para la salud, recibieron especial atención el acceso
a agua apta para el consumo, el saneamiento, el aire limpio, una mejor gestión de los desechos
y una gestión racional de los productos químicos.
Cabe destacar que se pidió un mayor acceso a servicios de saneamiento que permitieran mejorar
la salud de los seres humanos y reducir la mortalidad de los lactantes y los niños, así como que
se diera una mayor prioridad al agua y el saneamiento en las estrategias nacionales de desarrollo
sostenible y de reducción de la pobreza. También se fijó un nuevo objetivo, a saber, reducir a la
mitad el número de personas sin acceso a servicios básicos de saneamiento para el año 2015.
Con este nuevo objetivo se complementaba el objetivo de desarrollo del milenio relativo al acceso
a agua apta para el consumo. Por último, entre los objetivos que se fijaron en otras áreas, figura
el uso y producción de productos químicos de acuerdo con métodos que reduzcan al mínimo sus
efectos adversos en la salud de los seres humanos y en el medio ambiente para el año 2020.
Además de los riesgos en el entorno físico, en la Cumbre Mundial se trató del tema de las
enfermedades y los riesgos relacionados con la nutrición y el modo de vida: se hizo hincapié en
la necesidad de mejorar la disponibilidad y el acceso a alimentos suficientes, inocuos y
nutricionalmente idóneos, así como en los programas de lucha contra las enfermedades no
transmisibles, la salud mental, los traumatismos y la violencia, y los factores de riesgo asociados,
como el consumo de tabaco y alcohol, los hábitos alimenticios poco saludables y la falta de
actividad física.
Avance del Perú rumbo a objetivos de desarrollo sostenible
Los comentarios del panel estuvieron a cargo del Director General de Política Macroeconómica
y Descentralización Fiscal del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), César Liendo Vidal; el
Secretario Técnico del Acuerdo Nacional, Javier Iguiñiz y el Presidente de la Mesa de
Concertación para la Lucha contra la Pobreza, Federico Arnillas y el cierre del evento contó con
las palabras de la Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante
Residente del PNUD en el Perú, María del Carmen Sacasa.A la cita también asistieron
funcionarios públicos de los diferentes niveles de gobierno, ejecutores de políticas públicas,
investigadores, así como profesionales y académicos del sector privado y la sociedad civil.
Como se recuerda, en setiembre del año pasado, los Jefes de Estado y de Gobierno y acordaron
adoptar un programa común Agenda 2030, para cumplir los 17 Objetivos, 169 metas y los 241
indicadores de Desarrollo Sostenible (ODS).
La Agenda 2030, con sus 17 objetivos, 169 metas y 241 indicadores, pone a las personas en el
centro del desarrollo y tiene un enfoque de derechos que busca un desarrollo sostenible global.
Como ente rector del Sistema Estadístico Nacional (SEN), el INEI ha implementado el Sistema
de Monitoreo y Seguimiento de los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el cual
fue presentado por el Jefe del INEI, Aníbal Sánchez, quien señaló que esta herramienta permitirá
evaluar el avance del país en el cumplimiento de la Agenda 2030.
"Pero esto también quiere decir que una gran parte de la población empezará a entrar a la
tercera edad, y allí el reto es contar con servicios especiales que requerirá este sector", añadió.
Puntualizó que también se debe tener en cuenta que en las próximas dos décadas
habrá muchas personas que "no tendrán acceso a sistemas de pensión y además tendrán
solo uno o dos hijos que velarán por ellos, pues el número de hijos ha ido decreciendo".
Otras tendencias globales de cambio que se han tomado en cuenta y que suponen desafíos para
el país, son el crecimiento urbano, la adaptación a los avances de la tecnología,
la diversificación productiva, la conectividad de las comunicaciones y las modificaciones
del clima. Puedes ver la lista completa de los objetivos del Perú para el bicentenario a
continuación:
2. Garantizar el acceso a servicios de calidad que permitan el desarrollo pleno de las capacidades
y derechos de la población, en condiciones equitativas y sostenibles.
Finalmente, se concluye que para existir una relación más satisfactoria entre la sociedad y la
naturaleza se debe prever oportunamente los cambios ocasionados por actividades humanas con
el fin de minimizar por eventuales conflictos.
Referencias: