El Sermon de Las Siete Palabras - Tercera Palabra
El Sermon de Las Siete Palabras - Tercera Palabra
El Sermon de Las Siete Palabras - Tercera Palabra
TERCERA PALABRA: Corresponde a la tercera palabra que Jesús expreso en la Cruz del
Calvario y esas palabras fueron expresadas directamente a su madre María y al discípulo a quien
el más amaba Juan, las cuales fueron: MUJER, HE AHÍ A TU HIJO, A JUAN HE AHÍ A TU
MADRE, y si entramos a analizar estas palabras de Jesús en la cruz del calvario podemos ver a un
hombre que entrega el cuidado de los unos a los otros. No solo por ser hijos o madres de sangre,
sino porque así es que tenemos que tratarnos los seres humanos con amor de hijo a madre y de
madre a hijo.
26: Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre:
Mujer he ahí a tu hijo. 27: Después dijo al discípulo: He ahí a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la
recibió en su casa.
1. María y Juan, fueron dos personas que vivieron para Jesús, María no solamente fue la
madre de Jesús, sino su primera discípula, es decir siempre vivió para Jesús, y Juan, tenía
una relación particularmente personal y muy cercana con nuestro señor Jesús, por eso era
su discípulo favorito y a quien más amaba, como podemos en Cap. 13: 23, Cap. 21:20).
Juan Cap. 13:23: Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.
Juan 21:20: El discípulo preferido de Jesús estaba siguiendo a Jesús y a Pedro. Ese discípulo era el
mismo que había estado cerca de Jesús en la cena de la Pascua, antes de que Jesús fuera clavado en
la cruz, y era también el que le había preguntado a Jesús quién lo iba a traicionar. Traducción
Lenguaje Actual.
Por tal razón nuestro señor Jesús sabía que al dejar a su madre, al cuidado de Juan, ella
estaría segura.
A través de esta palabra Jesús nos enseña que a pesar del dolor y las dificultades que estemos
viviendo no nos debemos olvidar del cuidado y las responsabilidades que tenemos con nuestras
familias, pues vemos como Jesús en el ultimo momento de su vida no se olvido de su madre y la
encargo a Juan porque sabía que Juan la iba amar y cuidar, así como lo amaba a él, o sea Jesús.
Cap. 34: Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros, como yo os he amado, que
Cap. 35: En estos conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.