ALEGATOS
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ALEGATOS
Señor:
JUEZ PRIMERO (1) ADMINISTRATIVO DEL CIRCUITO DE BOGOTÁ.
ANTECEDENTES:
Lo anterior, en razón a que dicha constructora adelantó la obra del Edificio Mazal,
un proyecto ubicado en la Calle 137 No 19 A – 42 de Bogotá, consistente en una
copropiedad de apartamentos sometida a régimen de propiedad horizontal,
desatendiendo las promesas que desde el área de ventas se efectuaron a los
compradores, particularmente en cuanto alude a los pisos, barandas y
dependencias de las zonas comunes, entre otras, empleando para el efecto
materiales de muy diferente calidad a los que habían sido publicitados
inicialmente.
LO PACTADO LO ENTREGADO
Áreas comunes en cerámica con Enchape en ladrillo
guarda escoba.
Escaleras, huella y contrahuella en Enchape en ladrillo
cerámica.
Salón comunal, gimnasio y recepción, Enchape en ladrillo
con cerámica y guarda escoba.
Piso de la Escalera. Cerámica Enchape en ladrillo
Corona, con guardaescoba en pizarra
gris.
Baranda de la escalera, en tubular de Baranda en tubo pintado, que ya se
acero inoxidable. deterioró.
Cuarto de basuras en cerámica. Material diferente.
(3) Baños de zonas comunes (Salón Se construyó tan solo un gimnasio
Comunal y zona de lobby para el
personal de vigilancia o portería).
Cuarto de bombas: Material diferente.
Domos en policarbonato para el No se entregó.
ascensor que evita su deterioro:
Cocina en el salón comunal: No se entregó
Zona de Gimnasio y Administración No se entregó tal división
con división:
Dicha resolución fue confirmada en su totalidad, dado que los recursos de la vía
gubernativa fueron desechados al no interponerse en su debido momento, según
se observa en la resolución No 688 del 25 de junio de 2014, emanada de la
Secretaría del hábitat, del Distrito Capital.
AL HECHO DÉCIMO SEGUNDO (2.16): Antes que nada se aclara que existe un
error mecanográfico en la numeración de los hechos, de tal manera que
correspondiendo éste al hecho 2.12, en realidad aparece en la demanda como:
2.16. Ahora bien, en cuanto al hecho en sí, debe decirse que no nos consta, dado
que, como ya se ha reiterado, la copropiedad que represento no hizo parte del
proceso administrativo que culminó con la sanción del demandante, a pesar de lo
cual, obra en el expediente copia de una consignación, según se observa
acompañando a la adición de la demanda con número 15 - 0035238.
Ahora bien, igual estupor genera el hecho de que se afirme sin más, que con la
inclusión de dicha cláusula en las aludidas promesas de venta (cambios sin previo
aviso ni consentimiento) bastaba para que los promitentes compradores,
inversionista en el proyecto MAZAL, se dieran no solo por enterados, sino por
satisfechos (folio 88), dado que la constructora TODOPODEROSA, podía a su
antojo variar cualquier condición de los elementos que serían incorporados al
edificio, como si a los promitentes compradores les afectara en ese negocio en
particular una especie de capitis diminutio, mediante la cual su voluntad carecía de
toda relevancia negocial o jurídica. Es decir, la constructora tenía el derecho
contractual – siguiendo la lógica de la exposición de la demanda - de sustituir la
voluntad de los compradores y en ese sentido, imponerles cualquier tipo de
acabado, siendo solo la constructora quien definía qué era “de similares calidades”
y que no lo era.
Por ende, las normas de orden público, inderogables por las partes protegen al
consumidor, de tal suerte que la información es un derecho que debe ser atendido
SIEMPRE por parte de quien – como profesional del comercio – procura la
colocación de sus productos en el mercado.
(…)
De esta manera, una cláusula abusiva no tiene efecto alguno de pleno derecho, es
decir, la ineficacia de las cláusulas abusivas NO requiere de declaración judicial,
de tal manera que un acuerdo como el que faculta al vendedor (constructora) a
hacer cambios en los acabados sin previo aviso, en toda la edificación y de una
magnitud que implica la afectación de la totalidad de los acabados de las zonas
comunes, ciertamente no es un tema de trámite o menor que puede pasar
desapercibido y sin que cause revuelo en los consumidores afectados.
Tomado de:
http://revistas.uexternado.edu.co/index.php/derpri/article/view/2992/3
432.
Ahora bien, aterrizando a los conceptos que trae la Resolución No 35494 del 31
de mayo de 2012, se tiene que en diversos apartes, dicha resolución hace alusión
a pasajes del Decreto 3466 de 1982 o Estatuto del Consumidor, al tiempo que
también hace alusión - como parte de su motivación para la demostración de la
responsabilidad administrativa y como base de la sanción que se generó - el que
la información no solo debe ser veraz sino que además debe ser suficiente.
(Págs. 4,5 y 6) y se reitera especialmente en la página 3 de la Resolución No
46082 del 31 de julio de 2013, ambas emanadas de la Superintendencia de
Industria y Comercio.
Ahora bien, no siendo solo estos elementos de juicio los que sirven de apoyo a la
Resoluciones en cita, hay que decir que el engaño del que se ha hablado en la
presente contestación constituye a no dudarlo un atentado a la buena fe de la
comunidad, pues cada promitente comprador se comprometió al pago de unos
valores, dadas las condiciones de los acabados, entre otros aspectos, y al recibir
bienes de menor calidad que los prometidos, evidentemente se defrauda a la
comunidad a partir de una publicidad que engañó a todos, sino que además
podría llegar a constituir una situación de naturaleza penal, aparejando además
un incumplimiento craso a lo que en realidad el aquí demandante debía entregar
como prestación contractual.
De otro lado la Secretaria del Hábitat del Distrito Capital de Bogotá profirió
Resolución No 2190 del 15 de noviembre de 2013, de la Secretaría del Hábitat del
Distrito Capital de Bogotá, mediante la cual se establece que los acabados
instalados en la copropiedad Edificio Mazal no eran de similares condiciones y
por lo mismo se incumple con lo prometido en venta y lo consignado en la propia
licencia de construcción, lo que guarda estrecha relación con el engaño
propiciado por el demandante en este proceso y sancionado por la
Superintendencia de industria y Comercio, y donde además se dice
adicionalmente que las barandas no son las que debían instalarse al no ser
equivalentes, por lo cual se le impone una sanción superior a los $23 millones de
pesos.
Así las cosas, no cabe la más mínima duda acerca de que las resoluciones
atacadas en realidad no se fundan en apreciaciones equivocadas o con
fundamento en una falsa motivación sino por el contrario, la SIC a través de las
sanciones, promueve un comportamiento ético y jurídico adecuado de la
constructora y del sector, dado el hecho de que en el caso de MAZAL no lo
tuvieron, al engañar de manera infame y evidente a toda una comunidad, lo cual
debe ser reconocido por su señoría en su fallo, denegando las pretensiones de la
parte actora.
Nótese por ejemplo, el texto del artículo 137 del CPACA, que indica lo siguiente:
IV.- PRUEBAS
Sírvase señor Juez, tener como tales, los siguientes medios de prueba:
IV.II.- Oficios.
Sírvase señor juez solicitar a la Superintendencia de Industria y Comercio remitir
copia de toda la actuación que se haya surtido, con ocasión del expediente o
radicación No 11 – 79693 y que dio origen a las resoluciones Nos 35494 del 31 de
mayo de 2012, y 46082 del 31 de julio de 2013.
Así mismo sírvase oficiar a la Secretaría del Hábitat con el fin de que aporte en
copia auténtica las actuaciones que dieron origen a la Resolución No 2190 del 15
de noviembre de 2013, emanada de la Secretaria del Hábitat del Distrito Capital de
Bogotá mediante la cual se establece que los acabados instalados en la
copropiedad Edificio Mazal no eran de similares condiciones y por lo mismo se
incumple con lo prometido en venta y lo consignado en la propia licencia de
construcción, lo que guarda estrecha relación con el engaño propiciado por el
demandante en este proceso y sancionado por la Superintendencia de industria y
Comercio.
IV.III.- Testimoniales.
Dado el hecho de que todo cuanto sirve de fundamento a las resoluciones Nos
35494 del 31 de mayo de 2012, y 46082 del 31 de julio de 2013, desde la propia
queja, ha sido conocido y padecido por la comunidad que adquirió en MAZAL, es
necesario citar a las siguientes personas con el fin que depongan acerca de las
circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que se dieron las negociaciones y la
queja presentada:
Atentamente,