Tema 4
Tema 4
Tema 4
lectura
[4.1] Introducción
4 TEMA
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Ideas clave
4.1. Introducción
En los centros educativos puede haber alumnos que tienen dificultades auditivas y
obtienen buenos resultados escolares, pero muchas veces, a base de un gran esfuerzo y
del empleo de una gran carga de energía que tienen que poner para compensar su falta
de habilidad auditiva.
¿Qué sucede con otros muchos alumnos que tienen problemas de lectura por falta
de habilidades auditivas? La voluntad y el esfuerzo no siempre pueden sustituir a la
funcionalidad auditiva relacionada con la lectura.
En esta unidad podrás estudiar los siguientes temas relacionados con la audición y la
lectura:
Vamos a profundizar más en el tema: cuando el alumno está en la clase, suele utilizar
dos vías de información: la visual y la auditiva, ambas llevan la información hasta la
corteza cerebral.
En este caso no entiende lo que lee, puesto que no tiene almacenada la palabra leída,
sino otra diferente, en función del grado de discriminación auditiva. Es más, cuando
realiza un dictado, puede cometer faltas de ortografía repetitivas en las mismas
palabras.
Por tanto:
Es imprescindible oír bien para aprender a expresarse y entender bien las palabras
leídas.
La lectura puede realizarse mediante dos vías independientes: vía directa o léxica e
indirecta o fonológica.
El lector debe relacionar la escritura de la Mediante esta vía, el lector debe ir leyendo
palabra con su significado directamente, letra por letra, relacionando la escritura de
reconociendo la palabra como un todo. cada una de las letras con su sonido y éste
De esta forma, se produce una lectura después con su significado.
global de las palabras familiares que Esta vía da lugar a la llamada lectura
reconocemos rápidamente por su forma, es fonética y es utilizada para palabras no
decir, por sus características visuales. familiares o palabras inventadas,
apoyándose en aspectos auditivos y en
un procesamiento secuencial letra a letra.
Para poder leer el texto es necesario utilizar la vía directa visual, si lo haces en voz alta
(vía auditiva), no tendrá sentido.
En este texto hemos tachado la parte de debajo de las palabras y también se puede leer.
Si es necesario aclarar, el texto anterior dice:
“Al realizar una lectura letra a letra, no se producen equivocaciones, pero la lectura es
muy lenta. Cuando la vía indirecta se encuentra alterada, el lector se apoya en la vía
directa para poder leer. Los errores se producen cuando se encuentra con palabras que
no conoce, sustituyéndolas por otras que le resultan más familiares y que gráficamente
se parecen a las correctas”.
Ahora hemos utilizado la vía fonética, ya que la visual (al estar las palabras tachadas)
no nos facilita su lectura.
Los ejemplos anteriores sirven como muestra clara para los padres. Es un buen
procedimiento para que comprendan que sus hijos pueden estar fallando en una de las
dos rutas, y en muchos casos, en las dos.
Es posible identificar la ruta que utilizan los alumnos mediante observaciones de sus
tareas escolares. Pautas para identificar la ruta visual o auditiva en los alumnos:
Entre estos dos extremos se encuentran el resto de alumnos que pueden tener afectadas
las dos vías en mayor o menor medida.
Para comprender bien este apartado voy a hablar, en principio, de uno de los extremos
más dramáticos de la pérdida de audición: la sordera. Este hecho aparentemente es
una gran paradoja.
La lectura, a simple vista, es una actividad eminentemente visual y en eso los sordos no
solo no deberían presentar problemas, sino que, deberían mostrar evidentes ventajas al
ser consumados usuarios de la vía visual1.
1 ¿Cómo entender que los sordos tengan tantos problemas con la lectura? La respuesta la
obtendremos rápidamente si consideramos justamente el supuesto de que la lectura es,
eminentemente, una actitud visual y auditiva.
El proceso lector es complejo y presenta diversas fases que van desde el contacto inicial
con el material escrito, el material gráfico, hasta la comprensión plena del texto
completo. Una de las tareas iniciales más relevantes es lo que conocemos con el nombre
de acceso léxico. En esta tarea, los sujetos entran en contacto con las palabras y se
inician dos procesos, en función de:
Cuando el sujeto, el niño, accede a una palabra, accede a diversos tipos de información:
2 En este último caso tienen que acceder a todas las informaciones que están contenidas dentro
de una palabra que son bastante más que el simple significado semántico.
3 Es quien suministra toda la materia prima para la posterior comprensión lectora.
En este punto nos encontramos con dos posibles alternativas, representadas por dos
líneas muy importantes de investigación, mencionadas anteriormente:
En primer lugar tenemos aquella línea que defiende que el acceso al léxico, es decir,
el acceso al significado de las palabras, se realiza por dos vías. Es la denominada
hipótesis de la ruta dual. Esta doble vía consiste en suponer que el acceso a las
palabras se realiza fundamentándose en las propiedades ortográficas de las palabras o
bien en las propiedades fonológicas de las mismas.
Cualquiera de estas vías permitirá acceder a las representaciones de las palabras que
tengamos en nuestra mente.
4 Palabras familiares: en este caso accedemos al significado de las palabras de forma directa,
visual u ortográfica, mediante un reconocimiento de patrones visuales.
Así, presumimos que en español, italiano, servocroata, ruso, finlandés, checo, que son
lenguas de ortografía transparente, la conciencia fonológica juega un papel decisivo en
el aprendizaje lector; por el contrario, en chino, japonés o hebreo, que son ejemplos de
lenguas de ortografía poco o nada transparente, la fonología influirá menos en la
lectoescritura. Finalmente, en lenguas como el inglés y el francés, de ortografía
medianamente transparente, la fonología tendrá menos protagonismo en el proceso lector.
La ruta única
La línea de la hipótesis de la ruta única supone que las dos rutas, fonológica y visual,
tienen que unificarse antes de acceder a las palabras. Inicialmente tengamos dos
rutas de acceso al léxico, solo al inicio del procesamiento, pero no al final donde ya se
han unido para leer y comprender a las palabras. Esta hipótesis postula la existencia de
un código preléxico (antes de acceder al significado de las palabras) común, de acceso
tanto para los materiales visuales como auditivos.
5 Ya nadie duda de que la fonología juega un papel mediador en la lectura, que será más o menos
importante dependiendo de la mayor o menor trasparencia de cada lengua.
Por lo tanto, desde el punto de vista de esta hipótesis para poder leer es preciso realizar
una recodificación6, una transformación, de los estímulos visuales gráficos en sus
correspondientes sonidos y, todo ello, sin que el sujeto tenga que realizar pronunciación
alguna.
Esta recodificación fonológica se lleva a cabo mediante las reglas de conversión de los
grafemas en monemas que cada idioma incorpora.
Investigaciones diversas (Forster, 1990 y Valle, 1991) sostienen que la ruta fonológica
de acceso al léxico desempeña un papel de apoyo fundamental en la lectura cuando la
ruta visual resulta insuficiente8.
6 El uso de códigos fonológicos no implica en modo alguno que el sujeto tenga que pronunciar
nada. Lo único que significa es que la materia prima con la que operan los procesos mentales a
la hora de leer es de naturaleza fonológica.
7 Pero ya nos da una idea de por qué los niños sordos tienen tantos problemas con la lectura. Los
niños sordos no desarrollan espontáneamente el conocimiento fonológico acerca de las palabras
y por tanto ven dificultado su acceso a la lectura.
De las hipótesis que hemos comentado, la que resulta más exigente con los niños sordos es sin
duda alguna la segunda por el hecho de exigir que el acceso léxico, el acceso a las propiedades de
las palabras, tenga que pasar inevitablemente por el código fonológico, el cual de entrada es
inexistente en los niños sordos.
Cuando un niño aprende a leer se ve enfrentado con el material lector como si fuera un
novato, pues todas las palabras le resultan nuevas.
Sin embargo, eso no es completamente cierto, puesto que la mayor parte de las
palabras que está intentando leer ya le son familiares, pero le son familiares bajo una
modalidad oral y no bajo una modalidad escrita, por lo que inicialmente no establece
las adecuadas correspondencias entre las secuencias de letras (grafemas) y las
secuencias de sonidos (fonemas). Por eso no las reconoce y le parecen nuevas.
Sin embargo, nunca abandonará por completo la ruta fonológica, la cual jugará un papel
inestimable en aquellos momentos en los que la ruta visual muestre signos de debilidad o signos
de no funcionar eficientemente.
¿Cuáles son esos momentos? Cuando el niño se encuentre con palabras que no le son familiares
o con palabras que aunque le resulten familiares, puedan estar deterioradas (mala acentuación,
cambios sintácticos, ruptura silábica inadecuada, etc.) lo que funcionalmente las convierte
también en no familiares.
10 Todo esto contradice la idea inicial de que la lectura es eminentemente una actividad visual,
por el hecho de estar fundamentada en un material gráfico y pone de manifiesto el fuerte
componente fonológico -acústico- presente en ella.
11 Es verdad que este componente fonológico no será el único responsable de los problemas de
lectura, pues a los problemas de códigos de acceso dependientes de modalidad sensorial se van a
unir las carencias en el conocimiento del propio lenguaje, por no haber sido instruidos en él:
primera vista parece contradictorio, pues parecería que estamos afirmando que los
sordos podrán oír.
Instruir a los niños sordos en las propiedades fonológicas de las palabras mediante la vía
articulatoria13 consiste en enseñarles a pronunciar las palabras.
Instruir a los niños sordos en las propiedades fonológicas mediante la vía visual14,
consiste en enseñarles mediante la modalidad comunicativa adecuada a segmentar
normal en los oyentes- tendrán que hacerlo mediante la vía articulatoria o mediante la vía
visual.
13 Ellos nunca se oirán a sí mismos cuando pronuncien dichas palabras, pero, gracias a la
adecuada instrucción, sabrán qué hay que hacer para pronunciarlas correctamente.
Y ello no significa que articulen bien. Lo que quiere decir es que tienen el conocimiento para
hacerlo.
Dominan las propiedades fonológicas, puesto que la fonología es, al fin y al cabo, el sistema de
sonidos de un idioma desde el punto de vista de la comunicación (Quilis y Hernández, 1990) y
los sonidos se realizan mediante la articulación. La articulación propiamente dicha puede estar
muy deteriorada. En realidad es independiente.
14 El sistema que en ese momento parece más prometedor en la denominada Palabra
Complementada (Cued-Speech) según han puesto de manifiesto los trabajos de O.Cornett
(1966), de J. Alegría y sus colaboradores (1992) y de S. Torres (1988).
Este sistema, al apoyar mediante complementos manuales la pronunciación, marca o destaca las
unidades fonemáticas y facilita el desarrollo de la conciencia lingüística de los niños sordos. Se
entiende, y así lo sostienen J.Alegría y colaboradores, que este conocimiento es el que creará la
conciencia fonológica de los niños sordos y, por lo tanto, facilitará su acceso a la lectura.
las palabras en unidades fonemáticas. Pero también queda claro que la dificultad que
los sujetos sordos tienen para utilizar los códigos fonológicos está en el origen de los
mecanismos diferenciales que los sordos ponen en marcha para poder procesar el
material escrito15.
Desventaja auditiva compensada por la inteligencia y la voluntad
En caso de que el examen auditivo señale una deficiencia precisa que lleve consigo
dificultades escolares o problemas de comportamiento característicos, es frecuente que
uno de los padres comente:
“Es como yo cuando era joven... Pero, en mi tiempo, no se investigaba eso y es una
pena, porque...”.
Sin duda, no se exploraba en esa dirección... como tampoco se hace actualmente. Los
padres castigaban o recompensaban según las circunstancias, y de todos modos, hemos
llegado a la meta a fuerza de trabajo y de voluntad. En este caso, es cierto que la
Pero no solamente tenemos la Palabra Complementada o Cueed Speech. Otros sistemas que
pueden colaborar estrechamente en la generación del conocimiento fonológico por parte de los
niños sordos son la Dactilología (lenguaje de signos realizados con las manos) y la lectura labial.
Esta última ha sido sin duda alguna la principal fuente de información de los sordos acerca de la
estructura fonológico-articulatoria de las palabras.
De los diferentes estudios (ver Leybaert, 1993 para una revisión) se puede concluir que los
sujetos sordos en general, y los niños sordos en particular, hacen uso o al menos pueden hacer
uso de los códigos fonológicos en la lectura. No se hallan condenados a utilizar inevitablemente
la ruta visual que les condenaría a ser lectores logográficos y no lectores alfabéticos.
Es evidente que los sordos son muy heterogéneos en su sensibilidad a las características
fonológicas del material escrito. El grado de pérdida auditiva, la inteligibilidad de su habla y el
nivel de lectura parece que son las variables que correlacionan con la sensibilidad a la fonología
en los sordos (Campbell y Wright, 1988).
Sin embargo, una vez comprobada su teoría, un día tuvo que desembarazarse de las
gafas. Sus células cerebrales debieron entonces rehacer todo el camino en sentido
inverso y eso le ocupó de nuevo algunas semanas para ajustar la vista a la realidad.
Así pues, para volver a nuestros oídos, el niño condenado al principio a oír “ paño"
por "baño" o "falsisón" por "salchichón", al llegar a la edad adulta, habrá terminado
por organizar su automatismo; aunque su profesión conlleve ciertos imperativos
literarios, no se notará nada su minusvalía inicial. Una ojeada discreta al diccionario
de vez en cuando le permitirá dominar perfectamente la lengua.
Esa reacción favorable a una debilidad auditiva inicialmente muy desfavorable, será
fruto de un trabajo y de una obstinación. Igualmente habrá hecho falta que este
sujeto se vea sostenido y animado por su entorno familiar y escolar.
Sin embargo, no hay que olvidar que mientras que para un oyente que comienza a
aprender a leer la adquisición de la lectura consiste en aprender una nueva
representación de los mismos contrastes, de lo que ya posee, el sordo, en cambio, se
enfrenta a una tarea completamente nueva para él y sin recursos que le ayuden.
16 El sujeto oyente ya posee los contrastes fonológicos, solo que bajo la modalidad oral y no bajo
la modalidad escrita u ortográfica.
Ello supone, en realidad, que el aprendizaje de un código que es isomórfico con el aprendido
anteriormente tendrá que ser más fácil que el aprendizaje del primero.
En cambio, para el sordo las cosas no son así. Puesto que, al menos de entrada, carecen de las
representaciones fonológicas adecuadas tienen que aprender un sistema (el código alfabético)
sin conocer las reglas que lo controlan.
Por ello, el nivel de desarrollo de las habilidades fonológicas de los niños sordos antes de que
aprendan a leer puede ser un aspecto crucial en la determinación de la velocidad y precisión con
la que van a adquirir el código alfabético.
B) En la edad escolar
En la edad escolar van a comenzar las dificultades serias, aunque los inconvenientes
hayan sido mínimos en casa, donde se disfruta con las pronunciaciones cariñosas y
muy sonoras, y la lentitud en comprender o responder (tomándose los padres todo el
tiempo para repetir una palabra mal comprendida) las cosas se van a complicar,
cuando el niño se halle sumergido en el barullo de una clase17.
Luego tendrá que colocar cada palabra en su sitio, en medio de las otras y, hasta que no se
“oiga” la frase, no podrá entrar en liza la inteligencia, para captar el sentido de esa frase y el
mensaje que contiene. Ese individuo se dirá, penalizado en relación a sus compañeros.
Penalizado primero en el tiempo, pues habrá tardado más en comprender; y con la desventaja
de una fatiga añadida por ese trabajo suplementario.
A pesar de su buena voluntad, no podrá con una hora entera de clase; su atención permanecerá
vigilante durante uno o dos cuartos de hora y luego, disminuirá poco a poco.
Asimismo, le parecerá muy largo el trimestre escolar y el entusiasmo del principio provocado
por la palabras de ánimo de los padres, cederá pronto su lugar a la apatía o a la rebelión según
su temperamento.
17 En efecto, la maestra hablará a un ritmo normal y empleará sin cesar palabras nuevas y
desconocidas que habrá que repetir, anotar y grabar en la memoria.
Sorprende que no se haya pensado, que no se haya querido pensar o, simplemente, que
se haya olvidado pensar que el niño debe comprender primero una pregunta antes de
poder contestarla correctamente y que para comprenderla, hace falta que la oiga tal
Repetirá cursos antes de llegar al despido puro y simple de la escuela… en fin, toda su existencia
corre un gran riesgo de sufrir las consecuencias.
19 Se pone en marcha una investigación. Se busca ante todo una causa patológica. Se acude al
médico general, a los laboratorios, al oftalmólogo… Se tratan las anomalías que se hayan podido
comprobar, pero a pesar de todo, no se da ninguna mejoría.
Entonces se confía el niño a un psicólogo escolar que como ayuda a los padres, tratará de reunir
todos los datos referentes a los problemas de relación y de efectuar todos los tests que ayuden a
escrutar su perfil psicointelectual. Estos test muestran siempre una deficiencia en uno u otro
sector, puesto que el niño, efectivamente, no es normal. Provisto de los datos recogidos de esa
manera, el psicólogo aplicará al niño según los casos, los programas de reeducación de la
dislexia, lenguaje u otros.
cual se le ha dicho sin tener que realizar un esfuerzo permanente para tratar de percibir
las palabras exactas.
Así pues, hasta que no se haya colocado esta piedra angular del diagnóstico, todo el
edificio se tambalea. Y, mientras la integridad auditiva permanezca deficiente, todos los
tests serán falseados como lo son los tests visuales en un niño que sufra una miopía
de seis dioptrías a quien se le hayan quitado las gafas. Durante años, el doctor Berad ha
evidenciado sistemáticamente la influencia del oído en múltiples experiencias:
“A los niños que me había confiado debido a sus dificultades escolares, antes de abordar
el examen audiométrico, realizamos una serie de test simples: el test del árbol, del
hombre, de la familia, de WISC, etc., con el fin de hallar la edad mental el cociente
intelectual (CI) y un perfil psicológico. A continuación, se hace el examen otorrinológico,
luego la audiometría y el tratamiento, establecido en función de los datos obtenidos:
médico, quirúrgico o de reeducación de la audición”.
“Acabado el tratamiento, un nuevo examen audiométrico de control materializa los
resultados obtenidos y, desde el día siguiente, se somete al niño a tests idénticos a los
anteriores. Al principio, recibíamos siempre la sorpresa -que luego se convirtió en
confinación- de comprobar que, una vez normalizada la audición, la edad mental y el CI
habían mejorado una media de 1 a 2 años y de 10 a 15 puntos respectivamente, en
relación a los resultados de los tests realizados antes del comienzo del tratamiento”.
Es seguro que en diez días, esos niños no se han vuelto más inteligentes de repente,
pero su nueva audición (normal) les permite entonces obtener el máximo de sus
posibilidades intelectuales. Solamente en ese momento, cuando la audición se certifica
como normal, se pueden realizar todos los tests que se desee, atribuir un C.I., una edad
mental, un perfil psicológico... Los resultados obtenidos cobran entonces todo su valor,
todo su significado: las conclusiones que se saquen a continuación lo son con
conocimiento de causa, lo que de ningún modo es el caso, si el niño oye "mal" cuando se
le pasan los tests.
¿Quiere decir que la dislexia no existe y que todo procede del oído?
¡Evidentemente que no! Pero nos parece primordial emprender ante todo el estudio
de toda deficiencia auditiva, aunque sea mínima, en un niño que presente dificultades
escolares y tratar, con prioridad, esa deficiencia antes de ir más allá.
En efecto, extremamente raros, por no decir inexistentes, son los casos de los niños
disléxicos en los que un examen concienzudo v minucioso de la audición no revela la
presencia de una o varias anomalías20.
Es cierto que hemos hallado niños que oyendo ligeramente mal, estaban a la cabeza de
su clase pero, en esos casos precisos, su entorno señalaba una voluntad de trabajo y
horarios de estudio netamente superiores a la media, lo que permitía a esos niños
excepcionales compensar su deficiencia auditiva, lo mismo que, en la práctica de
cualquier deporte, un entrenamiento intensivo y una voluntad sin desfallecimiento
ayudan a compensar ciertas inferioridades físicas.
20 Por el contrario, se nos ha hecho examinar de forma anónima (es decir, sin conocer a los
individuos examinados) a grupos de alumnos de una misma clase y a niños de una misma
familia, omitiendo todo examen somático a todo interrogatorio susceptible de condicionarnos.
La acumulación de resultados concordantes ha demostrado de forma absolutamente irrefutable
que todos los niños que, regularmente, obtienen las mejores notas de su clase y que dan toda
satisfacción en su entorno familiar, están dotados de una audición, que no presenta ninguna
anomalía auditiva de importancia.
Pasos
En esta presentación de flash se desarrollan los pasos que se deben seguir cuando
sospechamos que un niño pueda tener alguna dificultad seria de tipo auditivo.
TEMA 4 – Pasos
21
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Caso
Miguel tiene 5 años. El psicólogo de su colegio le quiere hacer unas pruebas por que
sospecha que tiene déficit de atención. Previo al estudio psicopedagógico,
recomienda a los padres la realización de pruebas auditivas. Sus padres creen que no
tiene problemas de audición, pero admiten realizar el estudio auditivo para descartar.
En la primera entrevista nos comentan que a Miguel le molestan los ruidos altos. No
hace caso cuando se le habla, pero lo achacan al posible déficit de atención.
TEMA 4 – Caso
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Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
La audiometría vocal:
Para saber en qué medida esta pérdida ligera de audición afecta a la percepción
auditiva se le aplica el test EDAF (evaluación de la discriminación auditiva y
fonológica).
TEMA 4 – Caso
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Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Discriminación de sonidos del medio: Nos informa del nivel de integración sonora
con el medio ambiente.
TEMA 4 – Caso
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Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
TEMA 4 – Caso
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
TEMA 4 – Caso
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
+ Información
Lecciones magistrales
A fondo
Trastornos de lectura
El presente artículo trata el tema de la dislexia. Primer expone los criterios diagnósticos
del trastorno de la lectura y, asimismo, realiza una descripción clínica y enumera los
principales factores etiológicos.
TEMA 4 – + Información
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Actividades
Orientaciones metodológicas
Análisis de resultados
TEMA 4 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Competencias básicas
Que los estudiantes aprendan el protocolo de trabajo para estudiar la funcionalidad
auditiva y la información que aporta cada tipo de prueba médica con su
representación gráfica.
Poseer, comprender y utilizar conocimientos sobre la relación existente entre la
audición y el lenguaje auditivo-receptivo. Que los alumnos sean capaces de
relacionar las dificultades del habla con posibles anomalías de funcionamiento
auditivo.
Que los estudiantes adquieran los conocimientos necesarios sobre la importancia de
la relación audición y problemas de lectura. Diferenciar las vías de acceso a la lectura
y su posible alteración.
Que los estudiantes sean capaces de conocer el papel de los departamentos de
orientación además de adquirir pautas para detectar problemas de percepción
auditiva.
Competencias generales
Adquirir, comprender y aplicar los procedimientos de diagnóstico diferencial y
conseguir las habilidades necesarias para el correcto tratamiento de trastornos en la
recepción del lenguaje relacionados con la audición.
Conocer y utilizar las pruebas de valoración y los programas de intervención para
mejorar la funcionalidad auditiva dentro del contexto académico.
Adquirir, conocer y valorar los diferentes programas de estimulación auditiva para
mejorar la percepción y ayudar en el aprendizaje de idiomas.
TEMA 4 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Competencias transversales
Conocer y utilizar el tipo de información auditiva que se precisa en el ámbito
académico y la implicación que puede generar un funcionamiento inadecuado de la
audición.
Conocer y utilizar las pruebas de evaluación auditiva para poder seleccionar los
alumnos que presenten dificultades de audición que puedan estar interfiriendo de
forma negativa en los aprendizajes escolares.
Adquirir las competencias necesarias para reconocer las disfunciones del lenguaje
derivadas de dificultades en los procesos de discriminación auditiva.
Realizar y diseñar una enseñanza personalizada adaptada a las necesidades
personales de cada individuo y al contexto donde se realiza el aprendizaje.
Evaluar y preparar un programa de entrenamiento auditivo acorde a las necesidades
específicas del alumno.
Observar a los alumnos desde una perspectiva más general en la que se incluyan
diferentes procesos neuropsicológicos auditivos implicados en el aprendizaje de
otras lenguas.
Contar con las estrategias necesarias para detectar una dificultad auditiva y poder
derivar al alumno al profesional más indicado, además de saber orientar a los padres
y educadores.
Competencias específicas:
Aplicar los procesos neuropsicológicos auditivos de aprendizaje de los alumnos con
el fin de enriquecer los procesos educativos, las metodologías y la atención a cada
uno de ellos.
Aprender la funcionalidad auditiva en el aspecto métrico y comprender la
información que aporta cada evaluación.
TEMA 4 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
TEMA 4 – Actividades
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
Test
1. Cuando existen dificultades en la audición, una de las características que nos pueden
hacer sospechar esta deficiencia es:
A. Hablar tartamudeando.
B. Faltas de ortografía.
C. Aburrimiento en clase.
TEMA 4 – Test
Funcionalidad Auditiva para Hablar, Escribir y Aprender Idiomas
7. Las dos vías de información principales por las que recibe información el alumno en
clase con:
A. La visual y la táctil.
B. La auditiva y la táctil.
C. La visual y la auditiva.
TEMA 4 – Test