Despotismo Oriental. Una Aproximación
Despotismo Oriental. Una Aproximación
Despotismo Oriental. Una Aproximación
De este concepto deriva que el déspota es “el soberano que gobierna sin
sujeción a ley alguna”, y que por extensión también se identifica como tirano en
su concepto más contemporáneo.
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Danay Ramos Ruiz. Disertación presentada en opción a la categoría de Profesora
Auxiliar, Universidad de La Habana, 2006
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René Guenón 19242
A pesar de los miles de años que nos separan de esas experiencias históricas,
han transcurrido siglos y los pensadores de varias disciplinas de las ciencias
sociales desde los filósofos griegos hasta politólogos de hoy, han opinado en
torno a estas civilizaciones tempranas. Y para comenzar esta disertación se
impone una pregunta ¿Por qué el Despotismo Oriental? La respuesta nos
tomará un tiempo y sólo al final quedarán algunas reflexiones y otras tantas
interrogantes por resolver para el futuro. Por eso, parto de la necesidad de
reconsiderar algunos aspectos esenciales en torno a un término que desde su
punto de partida resulta visto por el pensamiento Occidental como menor valor
que otras formas de organización social de este lado de planeta. Habría que
desentrañar -en primer lugar- qué significaba una estructura como esa para
aquellas civilizaciones y sobre qué pilares se erigía un Estado que nos resulta
tan extravagante e incomprensible a nuestros ojos.
Marx y Engels pensaron -en una fase inicial de sus obras- que la historia
general de la humanidad respondía a los mismos esquemas, etapas y lógica
que la historia europea, que era la que habían estudiado y conocían. En el
transcurso de sus vidas el aumento en los conocimientos europeos de la
realidad de otros continentes hizo evidente, para ellos mismos, la necesidad de
revisar y reformular algunos planteamientos.
Las nuevas informaciones sobre la India (pieza clave del imperio británico y,
por ello, de gran interés para Marx) y sobre China que llegaban a Europa
mostró a los fundadores del marxismo que sus teorías de la historia no
encajaban allí, y que tal vez su alcance no era tan universal como creían. En
ese momento pensaron que Asia era una excepción. Y es así como formularon
la existencia de un nuevo modo de producción, ajeno a la evolución histórica
europea, y que llamaron “Modo de Producción Asiático". Desde entonces se
ha discutido sobre este tipo de sociedades y son varias las lecturas: desde un
modo de producción insertado antes del esclavismo, hasta la negación de si es
o no un modo de producción y -si hubo o no- clases sociales y hasta lucha de
clases es aquella época histórica.
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Los Grundrisse o Elementos fundamentales para la crítica de la economía política son una recopilación
de anotaciones de Karl Marx, completada entre 1857-1858.
temprano Manifiesto Comunista, por ejemplo, donde sus referencias históricas
eran; la antigüedad clásica, el feudalismo y la sociedad burguesa.
Para Marx y Engels está claro que las relaciones sociales de propiedad, las de
producción y las de distribución que prevalecían en Asia (estrictamente
hablando, India y China) no encajaban ni en el modo de producción esclavista,
ni en el feudal. Era un modo de producción pre-capitalista pero diferente a los
conocidos en Europa. Y hasta el momento en que se desarrollan sus estudios
la definición es coherente sobre todo si tenemos en cuenta la poca y dispersa
información que tenían sobre estas culturas.
En la segunda década del siglo XX el debate se retomó con fuerza a partir del
interés de la Internacional Comunista de incorporar a las naciones asiáticas a
la lucha contra la burguesía. Los ojos se pusieron en China, nación que
apareció ligada los términos de feudalismo y capitalismo. El Partido Comunista
Chino fue el primero en negar la existencia de un Modo de producción Asiático.