Prueba de Lenguaje 6 Basico 2
Prueba de Lenguaje 6 Basico 2
Prueba de Lenguaje 6 Basico 2
Departamento de Lenguaje
Sexto Básico A
Objetivo de Aprendizaje:
Leer y familComprender textos aplicando estrategias de comprensión lectora; por ejemplo: ›
relacionar la información del texto con sus experiencias y conocimientos › formular
preguntas sobre lo leído y responderlas (OA 2)iarizarse con un amplio repertorio de literatura
para aumentar su conocimiento del mundo, desarrollar su imaginación y reconocer su valor
social y cultural; por ejemplo: › cuentos folclóricos y de autor › novelas › otros (OA 3)
INSTRUCCIONES
El sapo y el escorpión
Había una vez un sapo descansando sobre una roca en la orilla de un lago. Un
acercó al sapo y le dijo: ¿Me ayudarías a cruzar al otro lado del lago? Yo me subo
escorpión. Después de pensarlo por unos segundos el sapo accedió. –Está bien,
subió entonces al lomo del sapo y cuando iban en la mitad del camino, el sapo
escorpión: ¿Por qué me picaste? ahora vamos a morir los dos. –Discúlpame, no
escorpión.
6. ¿Qué palabra clave indica lo que sucedió con Conchita después de casarse?
a) En consecuencia.
b) Sin embargo.
c) Durante.
d) Luego.
a) Comienza su protesta.
b) Contrajo matrimonio
c) Pierde a su hija.
d) Se divorcia
En un barco de tamaño mediano, tripulaban doce hombres entre los que se encontraba
el cocinero Pancho. Este cocinero era un hombre excepcional en las labores de
cocina. Con los distintos alimentos que llevaban a bordo, el hombre era capaz de
preparar exquisitos y contundentes platos para toda la tripulación, que debía
mantenerse firme y con fuerzas para sortear todas las dificultades que pudieran
presentarse en el mar. Pancho era consciente de que su labor era fundamental dentro
del barco. Con mucho esmero trabajaba día a día, pues además, le fascinaba cocinar.
Pero cosa extraña, a él no le gustaba comer. Un día Pancho preparó un exquisito
budín de jaibas, las que había sacado de unas rocas marinas. Sin embargo, él no
comió tal como lo había hecho el día anterior. Mientras cocinaba sufrió un desmayo y
al caer se golpeó la cabeza contra el suelo. Estuvo dos días inconsciente y el capitán
del navío ordenó que pasara una semana en reposo. El problema más grave se
produjo cuando descubrieron que ninguno de los tripulantes sabía cocinar. Todos
comían panes y cosas sencillas que no los alimentaban correctamente, bajaron de
peso y sus fuerzas flaquearon, de tal modo que ante una densa corriente marina el
barco estuvo a punto de hundirse producto de la debilidad física y mental de los
hombres. En situación normal, los tripulantes no hubieran tenido problema alguno en
sortear la corriente, pero debido a la mala alimentación corrieron grave peligro. Una
vez recuperado Pancho, el capitán del barco lo retó y le dijo que de ahora en adelante,
él se sentaría a comer junto al resto de la tripulación y que estaría obligado a
consumir las mismas raciones que repartía al resto de sus compañeros
Julio 2.-Hoy día, mientras estaba en el cerro que hay detrás de casa admirando
el hermoso paisaje que se extendía a mi vista y las sombras que a su paso dejaban las
nubes mientras se deslizaban por el mar, ocultando a veces y otras descubriendo los
peñascos de Valparaíso, vino a hacer más imponente la escena el cañoneo con que la
Aurora saludaba a lord Cochrane, que iba a visitarla; el humo de los cañones, después
de encresparse en blancos copos sobre el agua, dilatábase gradualmente en nubes
grises que iban a mezclarse con las brumas que se extendían al pie de los cerros.
En la noche estuvo su señoría en casa a tomar el té. Me dijo que tenía permiso
para ausentarse por cuatro meses, con el bergantín Moctezuma a su disposición, y que
pensaba ir a visitar la hacienda de Concepción, que hace tiempo le había decretado el
gobierno, y de la cual, hasta la fecha, no había sacado provecho alguno, a pesar de ser
una de las más fértiles de aquella fértil región.
La verdad es que por estar situada tan inmediata a la frontera de los indios y
tan expuesta a sus depredaciones, durante muchos años ha quedado completamente
abandonada, sin que se haya cosechado gran cosa en ella. Habilitar de nuevo para el
cultivo una hacienda como ésta representaría más para el bien público que para el
provecho particular. El solo ejemplo de una empresa tan animosa tendría importantes
consecuencias, y antes de no mucho tiempo, esa deliciosa tierra, que ha sufrido más
que ninguna otra provincia, volvería a ser lo que antes fue, cuando era Villa Rica su
capital y cuando el autor del Robinson Crusoe, recordando los relatos de los
aventureros ingleses de su tiempo que habían recorrido el Sur de Chile, describía esa
región como el paraíso terrestre y a sus habitantes como seres dignos de él.
Invitada por lord Cochrane, me dirigí ayer por la mañana al puerto para
unirme a un grupo de amigos que debía embarcarse con él a bordo del buque a vapor
Rising Star, e ir de paseo a su hacienda de Quintero, situada a unas 20 millas al Norte
de este puerto. La distancia por tierra es de 30 millas, porque el camino va bordeando
la bahía de Concón.
Lo primero que hice fue visitar la maquinaria, que consiste en dos máquinas
de vapor, de 45 caballos cada una, y de las ruedas, que van cubiertas. El buque es una
gallarda polacra, cuya construcción se activó bastante antes de la venida de lord
Cochrane, pero que sólo este año arribó a estos mares. Con no poco placer puse el pie
en la cubierta del primer buque a vapor que navega en el Pacífico, y me entusiasmaba
el pensar en los triunfos del hombre sobre los obstáculos que la Naturaleza parece
haberse complacido en colocar entre él y el cumplimiento de sus deseos. (219-220).