La Universidad Nacional Mayor de San Marcos
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en los primeros años de la década del 20, contaba
con un gimnasio. Y ese local, donde los estudiantes se reunían para matizar - vía el deporte- los
siempre necesarios pero esforzados y tediosos estudios, bien puede considerarse como primera
cuna de uno de los clubes, que con el correr del tiempo, se convertiría en uno de los más
populares y queridos del país.
José Rubio Galindo - de la Facultad de Letras- y Luis Málaga - de San Fernando- fueron los
soñadores que dedicaban sus horas libres para intercambiar ideas con miras a concretar un deseo
común: conformar una gran institución. Y el dúo, poco a poco, se fue transformando en grupo...
con el apoyo, el aliento y el aporte - muchas veces económico- de un hombre a quién el deporte
peruano, en general, le debe muchísimo: Carlos Cáceres Álvarez.
Las actividades se iniciaron; lógicamente, con los torneos interfacultades: el primero lo ganó
Ingeniería (1924), el segundo Letras (1925), el tercero Ingeniería (1926) y el cuarto Derecho
(1927).
El campeón alineó de la siguiente manera: Alva; Mario de las Casas y José Rubio, Denegri, Galindo
y Lanegra, Maldonado, Manuel Rubio, García Miro (Velásquez), Andrés Duany y Berger.
El Comité Nacional de Deportes - máximo organismo del deporte peruano en aquella época-
reconoció a la Federación Universitaria de Fútbol como si fuese una Liga. De ahí que,
conjuntamente con la Liga Peruana de fútbol, la Asociación Amateur, la Liga Chalaca, Circolo
Sportivo Italiano y Lima Cricket, conformaron la Federación de Fútbol. De 1924 a 1927 no intervino
en el Campeonato de Selección y Competencia: se limitaba a disputar partidos amistosos. Pero con
magníficos resultados. A tal punto que la FPF lo admitió, en 1928, como club de Primera...
Ese mismo año intervino en el Campeonato Selección y Competencia, y se dió el lujo de escoltar al
campeón - Alianza Lima- con el que disputó el título en tres emocionantes partidos: ganó 1-0 el
primero, empató 2-2 el segundo y perdió 2-0 el tercero. Totalizó siete puntos - dos menos que
Alianza- superando a Atlético Chalaco (6), Sport Progreso (3) y Circolo Sportivo Italiano (1).
El debut de los "cremas" en la máxima división del fútbol peruano... no pudo ser más auspicioso.
Por la disputa del título y - fundamentalmente- por el triunfo por 1-0 con gol de Pablo Pacheco,
ante el entonces invencible Alianza Lima. En ese partido, precisamente, nació el Clásico del fútbol
peruano entre Alianza y Universitario. Entre los "grones" y "cremas".
Pero volviendo al nacimiento del club "crema", hay mucho que recordar... Y es indispensable
nombrar al primer delegado de la Federación Universitaria de fútbol: Manuel Seoane...
políticamente conocido, poco después, como "Cachorro".
Ya está dicho que se fundó el 7 de agosto de 1924. Pero pocos saben que recién el </}b>11 de
setiembre se confeccionaron las bases por una comisión Integrada por Edgardo Seoane
(Agronomía), José Rubio (Letras), Juan Sedó (Ciencias), Rómulo Jordán (Jurisprudencia), Luis
Porturas (Ingeniería), Alejandro Carrillo (Odontología), César Landa (Farmacia), Luis Málaga (San
Fernando) y Luis Justo con representantes de la Federación. La reunión se celebró en el local de la
Federación de Estudiantes (Calle Juan De La Coba 206) un año después se cambió el lugar de
reuniones a un local ubicado en la calle Monopinta. Y ese año, 1925 se gestionó y logró que la
Federación Universitaria de Fútbol, conformada por jugadores de todas las facultades, pueda
competir ante sus clubes afiliados...
Su primer partido interprovincial fue ante el White Star de Arequipa. Luego salió en gira por
Huacho y Arequipa. Participó en la Copa Gubbins con Circolo, Germania, Lawn Tennis, Lima
Cricket, Escuela Militar y Escuela Naval. Luego en 1928, se clasificó subcampeón del torneo
selección y competencia, y en 1929 campeón...
Posteriormente se trasladaron a un chalet ubicado en la Av. Arica, luego a la Quinta Cisneros y más
adelante a un chalet ubicado en la calle Vargas Machuca al que se le dotó salas de billar, ping-pong
y lectura... en base al esfuerzo personal de los directivos y jugadores, colectas, rifas y algunos
préstamos. Posteriormente, cuando el Dr. Plácido Galindo asumió la presidencia del club, el local
se trasladó a la calle Belén 1092 y de ahí dió el gran paso al escenario de la calle Odriozola donde
se inauguró - el 20 de julio de 1952 - el estadio "Lolo Fernández".
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Universitario de Deportes
El origen de Universitario de Deportes
Publicado hace 7 meses en 9 agosto, 2018
El 7 de agosto de 1924, en el número 106 de la calle Juan de la Coba, Lima, este conglomerado de
ideas políticas, proyectos sociales y amor al deporte, representado en universitarios y maestros
sanmarquinos, declaran fundada la Federación Universitaria de Fútbol (Después Club Universitario
de Deportes). El club crema, se puede decir –sin lugar a la equivocación— fue una hechura de la
reforma universitaria, de las universidades populares, de los cambios culturales, políticos y
humanistas que se vivían en toda América Latina a principios del siglo veinte, de la confluencia
entre la teoría y la práctica.
Por eso, no es extraño que en los principios de su fundación se encuentren frases como: “Cultivar
los valores espirituales, morales, intelectuales, sociales y deportivos de sus asociados” o “Estimular
la unión y solidaridad entre los mismos y en su relación con la comunidad toda”. Y, eso era cierto
en los universitarios cuando disputaban sus primeros partidos frente a equipos de la primera
división del fútbol. Enfrentaban con el mismo espíritu fraternal y aguerrido, un domingo en la
mañana al Atlético Chalaco del Callao en la Mar Brava, –rival y lugar temido por muchos equipos
de Lima— y, al mediodía tomaban el Ferrocarril Central para viajar a Vitarte y enfrentar en la tarde
al Sport Vitarte, (equipo de obreros textiles) con los que al terminar los partidos departían gratos
momentos tanto en almuerzos de camaradería como en las clases en universidades populares que
los universitarios impartían.
El equipo de los universitarios jugaba en cualquier cancha y ante cualquier rival e incluso
terminaban siendo aplaudidos por público que antes de disputar el partido, pensaba que, como
estudiantes que son, le iban a correr a las patadas y al juego fuerte. Pero no era así, Galindo,
Astengo y De las Casas eran una barrera infranqueable que ni la Furia Chalaca del Callao podía
doblegar fácilmente. El antropólogo Raúl Castro asegura que el objetivo social de los estudiantes
los llevaba a amoldarse a este juego rudo.
“Los historiadores hablan de las culturas proletarias, las culturas de la clase trabajadora. Esta
cultura por definición es ruda, violenta, los historiadores la han determinado así. Por eso, el
Atlético Chalaco –como dice Steve Stein— era un club bastante aguerrido, el mismo Alianza Lima y
todos los equipos de barrios y haciendas, de ese momento. Siendo la Federación Universitaria de
Fútbol un equipo con proyección popular, tenía que entrar al código y tenía que apropiarse de
comportamientos de clase popular con culturas rudas. Lo que los ingleses llaman el surgimiento de
las clases trabajadoras.
Hay una línea de historia de la sociedad occidental que se refiere a eso como el nacimiento de los
sindicatos, por ejemplo. Tanto en Estados Unidos como en Inglaterra y Francia la lucha por las
ocho horas, todo eso se da en la misma época, en esos años decisivos de la post primera guerra
mundial. Los cambios ideológicos en el mundo, nacen las masas, porque las urbes explotan. Es un
fenómeno en el que las urbes se convierten en lo que los historiadores denominan: megaciudades.
Es decir, son las ciudades que dejan de tener las murallas con las que se defendían de los piratas, y
se expanden horizontal y verticalmente, en ese momento hay una alta migración del campo a la
ciudad. Y, las industrias hacen que haya gente, –antes considerados campesinos—, quienes se
incorporan a la masa laboral como proletarios”.
Esta proyección popular de la recién creada Federación Universitaria como principio fundamental
de la Reforma, tiene, para Raúl Castro, un importante significado en la historia de los clubes
deportivos peruanos. “Los torneos de ese entonces, estaban dominados por clubes de barrios, y el
único club que logró pasar los años alborales de los campeonatos de fútbol, más allá de las
comunidades de inmigrantes europeos como las del Lima Cricket y el Ciclista Lima, más allá de esa
primera etapa aristocrática, el único club que consigue trascender eso, por propia voluntad, por
tener un proyecto (de pronto no consciente) pero sí, inconscientemente, fue la Federación
Universitaria. Entonces, esa es su importancia.
En esa primera etapa, Jorge Basadre tiene un capítulo en su libro Historia de la República que se
llama “La irrupción de las masas” y, está hablando precisamente de esta misma época, de los años
treinta, que es cuando precisamente Universitario de Deportes disemina sus rasgos de identidad
entre las masas. Es decir, gente sin abolengo, sin raíces aristocráticas, más bien popular de
procedencia mestiza, obrera, intelectuales, comerciantes, profesionales, las clases medias, que
gracias a los estudios, es que consiguen una buena ubicación en la sociedad de ese momento. Es el
nacimiento de la clase media. La “U” es un club que por definición quiso acercarse a esta naciente
clase media”.
Antecedentes
En 1918, el mundo vivía una época de turbulencias, las ideas que bullían del ser humano tomaban
forma en movimientos políticos, sociales, las revoluciones estaban a la vuelta de la esquina. El
mundo cambiaba y los jóvenes no iban a quedarse atrás. En Córdoba, Argentina, germinaba un
estallido estudiantil, que sería el grito más hermoso de libertad que se haya escrito y ejecutado
por los jóvenes latinoamericanos en el siglo pasado.
Luego de varias tomas del campus universitario y movilizaciones con el apoyo de decenas de miles
de manifestantes, se hace posible la intervención del Ministro de Educación. Es la victoria de los
estudiantes universitarios. De inmediato se cambian los estatutos y se introducen los principios de
la reforma: autonomía, participación estudiantil en el gobierno universitario, docencia libre,
extensión universitaria y asistencia libre a clases. Transcurrido varios meses de lucha, la Reforma
Universitaria parecía un hecho.
En el Perú
En el Perú de 1919, las castas oligarcas, estaban anquilosadas en los claustros universitarios y en el
poder –igual que en Argentina—, los estudiantes peruanos fueron los primeros de América, en
levantar las banderas de la Reforma Universitaria. En julio del mismo año, Augusto B. Leguía
asume la Presidencia de la República, lo logra con el apoyo de los estudiantes, pues, decía ser un
liberal. Al principio cumplió los reclamos estudiantiles y promulgó una ley universitaria que incluía
las demandas de los jóvenes. Pero esto, duró poco, Leguía gobernó con la clase dominante y la
iglesia. Es así, que en 1923, reprime una movilización estudiantil matando a 2 estudiantes. Las
reformas son eliminadas de la Universidad.
Uno de los principios fundamentales de la Reforma de Córdoba fue la Extensión Universitaria. Los
universitarios no debían encerrarse en sus aulas sino integrarse al pueblo. Este principio era una
obligación de los estudiantes quienes debían entregar a la población los saberes adquiridos en la
universidad.
En agosto de 1924, la pasión por el football –como le decían en aquel entonces— ya estaba
encendida en el Perú, en las ciudades de la costa, pero sobre todo, en las que se ubicaban en los
puertos. El Lima Cricket era el único club peruano que había sobrevivido a la ocupación chilena,
pues pertenecía a la colonia inglesa y, reunía a la alta sociedad limeña. Y, el Circolo Sportivo
Italiano, uno de los clubes más importantes, había invitado a un representativo de jugadores
uruguayos, --En junio, Uruguay había sido campeón olímpico de fútbol en París— para disputar un
partido de fútbol. Nunca antes un encuentro de balompié había causado tanto interés.
Extensión Universitaria
El 7 de agosto de 1924, en el número 106 de la calle Juan de la Coba, Lima, este conglomerado de
ideas políticas, proyectos sociales y amor al deporte, representado en universitarios y maestros
sanmarquinos, declaran fundada la Federación Universitaria de Fútbol (Después Club Universitario
de Deportes). El club crema, se puede decir –sin lugar a la equivocación— que fue una hechura de
la reforma universitaria, de las universidades populares, de los cambios culturales, políticos y
humanistas que se vivían en toda América Latina a principios del siglo veinte, de la confluencia
entre la teoría y la práctica.
Por eso, no es extraño que en los principios de su fundación se encuentren frases como: “Cultivar
los valores espirituales, morales, intelectuales, sociales y deportivos de sus asociados” o “Estimular
la unión y solidaridad entre los mismos y en su relación con la comunidad toda”. Y, eso era cierto,
los universitarios cuando disputaban sus primeros partidos frente a equipos de la primera división
del fútbol, enfrentaban con el mismo espíritu fraternal y aguerrido, un domingo en la mañana al
Atlético Chalaco del Callao en la Mar Brava, --rival y lugar temido por muchos equipos de Lima— y,
al mediodía tomaban el Ferrocarril Central para viajar a Vitarte y enfrentar en la tarde al Sport
Vitarte, (equipo de obreros textiles) con los que al terminar los partidos, departían gratos
momentos tanto en almuerzos de camaradería como en las universidades populares, que los
universitarios impartían.
El equipo de los universitarios jugaba en cualquier cancha y ante cualquier rival e incluso
terminaban siendo aplaudidos, por público que antes de disputar el partido, pensaban que como
estudiantes que son, le iban a correr a las patadas y al juego fuerte. Pero no era así, Galindo,
Astengo y De las Casas, era una barrera infranqueable que ni la Furia Chalaca del Callao podía
doblegar fácilmente. El antropólogo Raúl “Tito” Castro[*], asegura que el objetivo social de los
estudiantes, los llevaba a amoldarse a este juego rudo.
Esta proyección popular de la recién creada Federación Universitaria como principio fundamental
de la Reforma, tiene, para Raúl Castro, un importante significado en la historia de los clubes
deportivos peruanos. “Los torneos de ese entonces, estaban dominados por clubes de barrios, y el
único club que logró pasar los años alborales de los campeonatos de fútbol, más allá de las
comunidades de inmigrantes europeos como las del Lima Cricket y el Ciclista Lima. Más allá de esa
primera etapa aristocrática, el único club que consigue trascender eso, por propia voluntad, por
tener un proyecto (de pronto no consciente) pero sí, inconscientemente, fue la Federación
Universitaria. Entonces, esa es su importancia.
En esa primera etapa, Jorge Basadre tiene un capítulo en su libro Historia de la República que se
llama “La irrupción de las masas” y, está hablando precisamente de esta misma época, de los años
treinta, que es cuando precisamente Universitario de Deportes disemina sus rasgos de identidad
entre las masas. Es decir, gente sin abolengo, sin raíces aristocráticas, más bien popular de
procedencia mestiza, obrera, intelectuales, comerciantes, profesionales, las clases medias, que
gracias a los estudios, es que consiguen una buena ubicación en la sociedad de ese momento. Es el
nacimiento de la clase media. La “U” es un club que por definición quiso acercarse a esta naciente
clase media”.
Y, el tiempo no merma lo que conocemos como la garra crema ni tampoco la identificación de los
nuevos hinchas con la quinta vocal. El espíritu merengue está incólume. “Como todo fenómeno
cultural puede desaparecer, pero tal cual se están dando las cosas, no creo que eso pase. Porque
según he observado en las cifras de compañías encuestadoras de Perú. En porcentaje de hinchas
de equipos de fútbol, la “U” mantiene su tasa de crecimiento alta, quiero decir, que la respuesta
espontánea de la gente demuestra que todos los años más o menos, Universitario sigue en las
preferencias de la gente. Creo que a largo plazo, los valores de la “U” se van a afirmar más que a
perder. Porque Universitario, representa valores y pautas culturales que la gente lleva muy dentro.
Para mí la “U” es el equivalente a lo que para otros es la religión, para mí define un estilo de vida,
una manera de ver el mundo y eso está pasando con los niños.
Eso significa, eslogans como “La “U” es más grande que sus problemas”, representan mucho en la
vida de los hinchas. Cada vez que vas al estadio o veas un partido de Universitario por televisión, y
estas sin plata, enfermo o con problemas, vas a tener una compensación por esos sufrimientos. De
la misma forma los colores, crema, guinda y negro, también está la cuestión de la garra, ser muy
práctico en la vida, ser pragmático. Es una manera de ver la vida y los hinchas cremas se reflejan
en eso.”
Conclusión
Ochenta y siete años se han cumplido desde la fundación de la Federación Universitaria de Fútbol,
el mundo ya no es el mismo, las universidades tampoco. Ellas se han vuelto a convertir en un lugar
de enseñanza para privilegiados, en el rincón de la educación infértil, senil y decadente, como lo
era antes de la Reforma Universitaria de Córdoba en 1918.
Este acercamiento al origen de Universitario de Deportes, es para que muchos recuerden que la
camiseta crema no sólo es un equipo de fútbol, por el cual se puede gritar en cualquier estadio,
tampoco un exclusivo club social donde unos privilegiados lo utilicen para propagar sus chismes.
Es, ante todo, el club deportivo más importante en la historia del Perú, por sus motivos
fundacionales, por su expresión popular, por su noble objetivo de confluir las ideas progresistas de
los hombres, --que nunca pasarán de moda— con el ejercicio del cuerpo, porque bien se dice que
la mente agita el cuerpo. Y, luego de ochenta y siete años, la garra crema, es la mejor
representación de esta frase.
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[*] Raúl “Tito” Castro.- Antropólogo y editor del diario El Comercio de Lima. Es co autor del libro
Futbol. Identidad, violencia y racionalidad. Ha realizado investigaciones sobre la identidad del
hincha de Universitario y prepara un libro sobre el significado de la aparición de la Barra Norte en
la sociedad peruana.
Fuente: http://quintavocal.blogspot.com/2009/08/universitario-de-origen-85-anos-de.html
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Bibliografía:
- Memorias del Club Universitario de Deportes 83/85. Rafael Quirós Salinas. Editado por el Club
Universitario de Deportes.
- Entrevista de Yásser Gómez a Baldomero Cáceres Santamaría. (hijo de Carlos Cáceres Álvarez)