25 Cuentos Infantiles
25 Cuentos Infantiles
25 Cuentos Infantiles
Este hilo representa la sucesión de tus días. Conforme vayan pasando, el hilo
se ira soltando. No ignoro que deseas crecer pronto... Pues bien, te concedo el
don de desenrollar el hilo a tu antojo, pero todo aquello que hayas desenrollado
no podrás ovillarlo de nuevo, pues los días pasados no vuelven.
El príncipe, para cerciorarse, tiro con ímpetu del hilo y se encontró convertido
en un apuesto príncipe. Tiro un poco mas y se vio llevando la corona de su padre.
¡Era rey! Con un nuevo tironcito, inquirió:
1
Entonces la débil vocecilla que ya conocía, hablo así:
El rey, tras un grito de pánico, cayó muerto: había consumido la existencia sin
hacer nada de provecho
EL MUÑECO DE NIEVE
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se
entrego a la tarea de moldearla.
Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por
boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su
inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le
mimaba...
2
Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas
calidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un
charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.
EL CEDRO VANIDOSO
Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles.
Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco
candelabro.
Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles.
Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco
candelabro.
Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún árbol del mundo
podría compararse conmigo.
Y decidió observar a los otros árboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en
lo alto de su erguida copa, apunto un bellísimo fruto.
Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del
cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la
copa, que era el orgullo y la gloria del árbol, empezó a tambalearse hasta que se
troncho pesadamente.
3
¡A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambición les arruina!
LA GATA ENCANTADA
Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino
que acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de
pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón
y zampárselo en cuanto lo hubo atrapado.
EL NUEVO AMIGO
4
Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda
jugaba con unos enanitos en el bosque. De pronto se escucho un largo aullido.
¿Que es eso? Pregunto la niña .
Entonces el cordero salto sobre Belinda y el lobo, oculto se lanzo sobre el,
alcanzándole una dentellada. La astuta y maligna madrastra, perdió la piel del
animal con que se había disfrazado y escapo lanzando espantosos gritos de dolor
y miedo.
EL HONRADO LEÑADOR
5
Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una
jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayo el hacha
al agua.
Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al
leñador:
Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha
de hierro.
Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a
la mentira y te mereces un premio.
6
Hubo una vez un lobo muy rico pero muy avaro. Nunca dio ni un poco de lo
mucho que le sobraba. Sintiéndose viejo, empezó a pensar en su propia vida,
sentado a la puerta de su casa.
Te daré; ocho, si prometes velar por mi sepulcro en las tres noches siguientes a
mi entierro.
Será suficiente si llenas una de mis botas. Dijo el pato que era muy astuto.
Amigo burrito, ya somos ricos. Dijo el pato. La maldad del Aguilucho nos ha
beneficiado.
7
Y todos los pobres de la ciudad. Dijo el borrico, por que con ellos
repartiremos el oro
EL CABALLO AMAESTRADO
8
El ladrón fue detenido, con lo que se demuestra que el robo y el engaño rara
vez quedan sin castigo.
LA OSTRA Y EL CANGREJO
Así sucede a quien abre la boca para divulgar su secreto: siempre hay un oído
que lo apresa.
EL PAPEL Y LA TINTA
9
Estaba una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella,
cuando una pluma, bañada en negrisima tinta, la mancho llenandola de palabras.
¿No podrias haberme ahorrado esta humillacion? Dijo enojada la hoja de papel a
la tinta. Tu negro infernal me ha arruinado para siempre.
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NUEZ DE ORO
La linda Maria, hija del guardabosques, encontró un día una nuez de oro en
medio del sendero.
María los contó. ¡El duendecillo no se había equivocado! Con lágrimas en los
ojos, le alargó la nuez.
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CAPERUCITA Y LAS AVES
Aquel invierno fue más crudo que de ordinario y el hambre se hacía sentir en
la comarca. Pero eran las avecillas quienes llevaban la peor parte, pues en el
eterno manto de nieve que cubría la tierra no podían hallar sustento
-Son más que nosotros -dijeron los hombres-. Tendríamos que solicitar el envío
de tropas que nos defiendan.
-Pero es imposible atravesar las montañas nevadas; pereceríamos en el camino -
respondieron algunos.
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la aldea no podía ser más grave: sus enemigos habían logrado entrar y se
hallaban dedicados a robar todas las provisiones.
LA RATITA BLANCA
El Hada soberana de las cumbres invito un día a todas las hadas de las
nieves a una fiesta en su palacio. Todas acudieron envueltas en sus capas de
armiño y guiando sus carrozas de escarcha. Pero una de ellas, Alba, al oír llorar a
unos niños que vivían en una solitaria cabaña, se detuvo en el camino.
-Me quedare con vosotros hasta el regreso de vuestros padres -prometió ella.
Cómo? ,No solo te presentas tarde, sino que además lo haces sin tu varita?
¡Mereces un buen castigo!
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Las demás hadas defendían a su compañera en desgracia.
-Ya se que Alba tiene cierta disculpa. Ha faltado, sí, pero por su buen corazón, el
castigo no será eterno. Solo durara cien años, durante los cuales vagara por el
mundo convertida en ratita blanca.
EL GRANJERO BONDADOSO
Un anciano rey tuvo que huir de su país asolado por la guerra. Sin escolta
alguna, cansado y hambriento, llegó a una granja solitaria, en medio del país
enemigo, donde solicitó asilo. A pesar de su aspecto andrajoso y sucio, el
granjero se lo concedió de la mejor gana. No contento con ofrecer una opípara
cena al caminante, le proporcionó un baño y ropa limpia, además de una
confortable habitación para pasar la noche.
-Gracias, Señor, porque has dado a este pobre rey destronado el consuelo de
hallar refugio. Te ruego ampares a este caritativo granjero y haz que no sea
perseguido por haberme ayudado.
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Profundamente emocionado por tanta generosidad, el anciano monarca se
prometió recompensar al hombre si algún día recobraba el trono.
El fuego aceptó y con su calor, la volvió más ligera que el aire, transformándola en
sutil vapor.
El vapor subió más y más en el cielo, voló muy alto, hasta los estratos más
ligeros y fríos del aire, donde ya el fuego no podía seguirlo. Entonces las
partículas de vapor, ateridas de frío, se vieron obligadas a juntarse
apretadamente, volviéndose más pesados que el aire y cayendo en forma de
lluvia.
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EL LOBO
Cauto, silencioso, el lobo salió una noche del bosque atraído por el olor del
rebaño. Con paso lento se acercó al redil lleno de ovejas, poniendo atención en
donde ponía la pata para no despertar con el más leve ruido al dormido perro.
Sin embargo, la puso sobre una tabla y la tabla se movió. Para castigarse por
aquel error, el lobo levantó la pata con que habla tropezado y se la mordió hasta
hacerse sangre.
EL EMIR CAPRICHOSO
-Ahmed, voy a pedirte que me busques algún manjar que no haya probado nunca,
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Erase un hombre muy rico, pero también muy avaro. Un día acudió a la feria,
donde le ofrecieron un jamón muy barato.
-¡Bravo, Ahmed! Esto es lo más exquisito que he comido nunca. ¿Puedes decirme
qué es?
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-Se, lo compro! Después de todo, hago un negocio, pues con ese dinero ni
patatas hubiera adquirido.
Y se dio el gran atracón de jamón, manjar que nunca probaba. Resultó que
estaba podrido y al día siguiente, aquejado de fuertes dolores, hubo de llamar al
médico.
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EL ASNO Y EL HIELO
Era invierno, hacía mucho frío y todos los caminos se hallaban helados. El
asnito, que estaba cansado, no se encontraba con ánimos para caminar hasta el
establo.
-¡Ea, aquí me quedo! -se dijo, dejándose caer al suelo. Un aterido y hambriento
gorrioncillo fue a posarse cerca de su oreja y le dijo:
-Asno, buen amigo, tenga cuidado; no estás en el camino, sino en un lago helado.
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LA GRATITUD DE LA FIERA
-Este pobre animal debe estar herido. Parece como si el destino me hubiera
guiado hasta aquí para que pueda ayudarle. Vamos, amigo, no temas, vamos...
Androcles se aprestó a luchar con el león que se dirigía hacia él. De pronto,
con un espantoso rugido, la fiera se detuvo en seco y comenzó a restregar
cariñosamente su cabezota contra el cuerpo del esclavo.
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LOS GENIECILLOS HOLGAZANES
Erase unos duendecillos que vivían en un lindo bosque. Su casita pudo haber
sido un primor, si se hubieran ocupado de limpiarla. Pero como eran tan
holgazanes la suciedad la hacía inhabitable.
Voy a mandaros a la bruja gruñona para que cuide de vuestra casa. Desde luego
no os resultará simpática...
Jamás volvieron a disfrutar de su casita del bosque que fue habitada por
otros geniecillos más obedientes y trabajadores.
LA FALSA APARIENCIA
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Un día, por encargo de su abuelita, Adela fue al bosque en busca de setas
para la comida. Encontró unas muy bellas, grandes y de hermosos colores llenó
con ellas su cestillo.
Esas arrugadas son las que yo siempre he recogido. Te has dejado guiar por
las y apariencias engañosas y has traído a casa hongos que contienen veneno. Si
los comiéramos, enfermaríamos; quizás algo peor...
Adela comprendió entonces que no debía dejarse guiar por el bello aspecto
de las cosas, que a veces ocultan un mal desconocido.
EL VIAJERO EXTRAVIADO
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Erase un campesino suizo, de violento carácter, poco simpático con sus
semejantes y cruel con los animales, especialmente los perros, a los que trataba a
pedradas.
Pues fundar un hogar para perros como el que le había salvado, llamado
San Bernardo. Se dice que aquellos animales salvaron muchas vidas en los
inviernos y que adoraban a su dueño...
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