Sobre La Ciudad de Rutila, de Florentino Paz
Sobre La Ciudad de Rutila, de Florentino Paz
Sobre La Ciudad de Rutila, de Florentino Paz
Corría la mitad del siglo XIX cuando don Florentino Paz, pastuso, pasteño -como él mismo
referiría en las formas lingüísticas de su época-, veía la primera luz en esta la que, durante toda su
vida, fuera su orgullo y amada patria chica. Heredero de buen apellido y no menos digna posición
social y económica, fue –cual lo indica la plica de su obra-, Concejal del Municipio de San Juan
de Pasto, y supo aprovechar las ventajas y privilegios de su origen y condición social para
convertirse en uno de los intelectuales más destacados de la región para finales de siglo. Es, empero
su trabajo y legado, muy pobre la información que hoy en día se tiene de su biografía, de la cual –
en general-, se extrae que “fue un hombre de vasta cultura, un gran viajero y uno de los hijos de la
ciudad que más quiso a su tierra natal” (Nariño, hombres y escritos, 1995)1, muestra de lo cual
resulta su trabajo, ópera prima suya y segunda novela aparecida en territorio nariñense como fruto
de la pluma local: ‘La ciudad de Rutila’, editada en Bogotá durante los años de 1894 a 1895,
valioso ejemplo de novelette, nouvelle, o novela corta (consta de apenas 88 páginas), que es
Debe anotarse en este punto que las primeras novelas que aparecen en Nariño corresponden
a las dos últimas décadas del siglo XIX siguiendo movimientos como el Romanticismo, fenómeno
cultural y estético ya desaparecido por ese entonces en el mundo europeo de donde fue
1
Nariño, hombres y escritos. Mónica Guevara Arcos Javier. Revista Tiempos Nuevos No. 3, Año 1995, disponible
en: http://biblioteca.iucesmag.edu.co/digital/tn/0123-1359v1n3pp42.pdf
2
Íb.
intelectuales de la región como Jorge Verdugo Ponce3, Jaime Chamorro Terán4 y Cecilia Caicedo5,
forma parte del acervo cultural histórico nariñense y ha sido objeto del fenómeno de la
aparición en un ambiente y escenarios casi inexplorados para su época, sino que además encuentra
sustento en la innegable simbiosis que presenta entre los aspectos formales y sustanciales (o de
fondo) sobre los que está desarrollada, entendiendo los primeros como aquellos desde donde se
desenvuelve la lucidez narrativa de su autor, enriquecida por el grato uso del lenguaje, dialecto,
modismos y fórmulas lingüísticas de la época; y los segundos, los aspectos de fondo, como
aquellos que se relacionan con el inmenso valor histórico de la temática narrativa sobre la que se
emocionalmente al lector con la narración a través de una técnica ágil pero elegante y cuidadosa,
sino que además permite visualizar con lucidez la construcción de una realidad histórica a partir
se ha dicho que “los procesos de canonización (…) revelan la naturaleza misma del arte, de la
La elección de esta obra para su estudio tiene, como se aprecia, tanto que ver con su aspecto
histórico, como por el momento histórico del desarrollo de la literatura nariñense en que aparece:
3
Verdugo Ponce, J. (2004). Sobre el canon y la canonización de la narrativa en Nariño. Pasto, Centro de Estudios e
Investigaciones Latinoamericanas, CEILAT.
4
Chamorro Terán, J. (1987). Aproximación a la historia de la literatura nariñense. Pasto: Correo de Nariño, p. 26.
5
Caicedo Jurado, C. (1986). Inicio de la novela histórica en Nariño, Tres últimas décadas del siglo XIX. En: Reto,
Pasto: Diario del Sur.
latinoamericana, en Nariño se escribieron obras que van desde lo romántico, a lo testimonial,
Por ello, para la construcción del presente ensayo se ha asumido la tarea de desglosar, paso
a paso y por cada una de las etapas del desarrollo de la historia, simultáneamente una crítica del
impacto de los aspectos formales de la narrativa, como también de la impresión que sobre el lector
provoca la sutil precisión y enorme fuerza emotiva de los eventos históricos relacionados en ella.
ciudad de Rutila”, que al pie pone: “Leyenda Sudamericana”, expresión con que el autor invita a
reconocer la sincera declaración del objetivo narrativo: transmitir al lector una historia construida
dentro de eventos reales alimentada por el desinteresado uso del recurso creativo propio del
literato, quizá síntesis del acopio consuetudinario de una tradición verbal familiar, académica o
social, quizá también adobada –en mucho o poco- con licencias de la inventiva singular y, como
un aporte crítico, se dirá que quizá también como una forma de escudar la visión, sensibilidad y
posiciones personales del autor frente a los hechos referidos, puesto que dichas posturas resultan,
más que perceptibles, claramente oblicuas a lo largo del desarrollo de los contenidos y su
interpretación tal vez pudiese tener repercusiones de algún peso y distinta índole en la sociedad y
clima político de su tiempo. Esta visión toma fuerza cuando, más adelante, encontramos un
pequeño prólogo –no así titulado-, donde el autor plantea el escenario de su amada ciudad como
víctima de injustos, exagerados y múltiples asaltos que fueron respuesta de los patriotas a las
Ha de entenderse esta primera premisa de estudio en el hecho de que una de las funciones
6
Disponible en: http://litnar.blogspot.com/2011/05/la-novela-narinense-desde-las.html
necesaria tanto para interpretar los textos del pasado como para tratar los actuales con perspectiva
histórica” (Harris, 2007), y no es un hecho aislado que en la actualidad subsista, entre los nativos
de la ciudad de Pasto, la creencia popular, vaga o letrada, de que los eventos ocurridos durante el
primer período pos-independentista, fueron el inicio de una discriminación secular contra esta
tierra y sus gentes que aún hoy es tan perceptible como detestable.
temporal tanto como el clima social –en Europa y América- dentro de los que se desarrollan los
intención de no revivir el dolor por los trágicos eventos históricamente documentados, sino más
bien de recordarlo y transmitirlo a otras generaciones para su juicio: “No se quiere lamentar como
el profeta la ruina (…) sino censurar los hechos nefandos, las acciones crueles y los hombres
que experimentaba ya un ocaso en el viejo continente pero que, en América, gracias a la llegada
de los textos de Victor Hugo, los Dumas, E. A. Poe, Flaubert, Zorrilla y Bécquer, entre otros,
ejercía notable influencia entre los incipientes círculos de pensadores e intelectuales ya incluso a
finales del siglo XIX, época en que se escribe la novela. La descripción de la ciudad, protagonista
son de ello prueba las figuras retóricas (metáfora, símil, metonimia, etc.) usadas en armoniosa
relación con el objetivo narrativo, pero a la vez impregnadas de una fuerte carga emocional. De
vuelta a la precisión histórica, se narra en ese primer episodio la visita del fundador español
Lorenzo de Aldana y su legendaria entrevista con el joven matrimonio que le hospeda y continúa
personaje de Rutila con la fuerza emotiva que la tarea exige por tratarse de la figura simbólica
central de la obra, nueva muestra de clarísima influencia de una especie de romanticismo postrero,
Es importante, en este segundo episodio, aclarar que puede notarse un detalle interesante
sobre la técnica narrativa: Paz realiza un salto en la secuencia temporal: esta vez regresa, sin
cual da muestra de una técnica muy poco utilizada para su tiempo, no solamente en la narrativa
americana sino en general desadvertida por los artistas de las letras en esa época creativa,
con otra conforme el desarrollo normal de la narración sigue adelante, muestra de ello es encontrar
el evento de la llegada de Aldana, descrito en el primer capítulo, como cierre de este segundo
episodio.
El tercer capítulo hace un largo salto generacional hacia delante para describir la
en la novela, pues tendrán parte protagónica en hechos que la historia, de manera general, ha
descrito para las generaciones actuales, como efectivamente resultan los relacionados con los
acontecimientos de diciembre de 1822 en la ciudad de Pasto, hito comúnmente conocido como “la
navidad negra”. El episodio cierra con una visión personal del autor, puesta en boca de sus
personajes, sobre la actualidad del mundo y sus protagonistas en la época de los hechos referidos.
narrativa para enriquecer con ritmo y dinámica su relato, el autor desarrolla las pequeñas historias
personales de los protagonistas para construir el escenario dentro del cual encadenará las
existencias de estos y sus hechos, con los nefandos acontecimientos registrados en la historia de la
ciudad de Pasto a partir de abril de 1922 y hasta después de enero de 1923. Así por ejemplo, en el
capítulo cuarto, se consigue con destreza vincular a Peregrino, bisnieto de Rutila e hijo de Rosaura
–quien vive en carne propia los horrores de la embestida patriota-, con la causalidad del móvil
existencia de una cueva donde su cuidador y algunos sobrevivientes de la embestida del ejército
libertador fraguarán la conspiración con la que darán muerte al autor de la masacre de la ciudad
volcánica.
Como es sabido, el asalto a la ciudad de Pasto la nochebuena del año de 1922 fue resultado
de la enérgica presión del ejército patriota sobre la resistencia local, que desde abril de ese año
había venido propinando consecutivas derrotas a sus ejércitos. Tal fue la furia del embate final de
la campaña libertadora que consiguió extraer hasta el último aliento de coraje de los habitantes de
la ciudad, como lo narra Paz en la voz de uno de sus personajes: “nosotros, a decir verdad, no
combatíamos ya en defensa de las instituciones regias, sino de nuestros hogares y nuestras vidas
más cruenta infamia, mejor era consignar la vida combatiendo” (p. 46).
El historiador Pedro María Ibáñez anota al respecto de ese evento histórico: “Aquella
población fue tratada por los soldados de Sucre como país enemigo; sacrificaron sin piedad a los
valientes y obstinados guerrilleros y apagaron con esos triunfos la terrible insurrección” (Página
10, 2077)7.
Más aún, tal como se narra con delicada precisión en el texto de Paz, la afrenta fue, más
que totalmente descalificable, abominable y ruin, cuando tras la llegada de un nuevo ejército a la
7
Disponible en: http://pagina10.com/web/la-macabra-navidad-negra-de-pasto-la-toma-militar-a-sangre-y-fuego/
ciudad, en enero de 1923, se ofreció perdón a los refugiados y ocultos sobrevivientes a las afueras
de la ciudad, mil doscientos de los cuales volvieron a la plaza central convencidos de poder
garantizar su supervivencia a través del juramento de lealtad a la república contra cuya formación
se habían alzado, solo para finalmente recibir, en recambio por el perdón, una muerte terrible y
dolorosa al ser arrojados al río Guáitara atados de espaldas en parejas, configurando el aborrecible
Es justamente aquí donde realiza su aparición, dentro de la novela, la histórica figura del
General Antonio José de Sucre, quien dentro del desarrollo de los hechos terminará por convertirse
en personaje importante de la narrativa de Paz, pues sobre él se verterá la venganza que los
descendientes de Rutila se tomarán por lo ocurrido en la ciudad, a ellos y sus queridos, durante el
nefando episodio.
Así, el capítulo sexto narra la forma cómo se organiza el complot en su contra, y luego de
atravesar los episodios séptimo y octavo describiendo los pormenores de la horrenda jornada, se
narra el consecuente intento de huida de este personaje que, a fuerza de haberse convertido en el
seguro sucesor de Bolívar, se había ganado las ojerizas de distintos sectores de la horda libertadora,
de tal suerte que termina por cruzar su camino con los personajes construidos por Florentino Paz
y sobre los que gira la carga emocional de la novela, que son descendientes del linaje de la aborigen
Rutila, hijos de la ciudad de Pasto y a la vez víctimas de la furia salvaje de un ejército denominado
“libertador”, que, a ojos del autor, solamente empañó con sus actos infames las grandes glorias
sobre las que más tarde se construiría la república y se solidificaría la libertad y la independencia
El éxito de la narrativa se funda en el virtuosismo con que Paz consigue hilar la existencia
José de Sucre, en el camino que se traza sobre lo que hoy en día se conoce como el municipio de
pormenores en que la historia oficial registra que fue sorprendido y asesinado este prócer
independentista.
En el epílogo, el autor se toma la libertad de cerrar las apariciones de cada uno de sus
personajes, brindándoles sus respetos tanto a ellos como al lector que afanoso escudriña en las
Se solidifica en el lector, al final de la lectura de la novela, una inquietud que surge desde
las páginas más tempranas, que tiene que ver con un posiblemente alto grado de apasionamiento
que quizá el autor pretende empujar dentro del escenario de la sensibilidad de su lector y sobre el
afectan los distintos roles, personajes y acciones dentro de la obra y cómo reacciona ante ellas.
Esta inquietud, se comprende, es prueba clave de la naturaleza o vocación axiológica del texto
dentro del desarrollo de la sociedad, y de por qué se presentan, en algunas ocasiones, escenarios
dentro de los cuales puede con cierta facilidad un texto pasar a formar parte del canon estructural
Es dable concluir, para finalizar el presente documento, que la influencia del libro de
Florentino Paz no se reduce simplemente a su presencia como texto pionero del desarrollo de la
producción literaria de la región nariñense por presentarse en la época en que lo hace, sino que
también se manifiesta como de tipo canónico en dos aspectos: el primero, en tanto se yergue como
obra literaria de notables cualidades formales y evidente fuerza escolástica del romanticismo; y el
segundo, por tratarse de una elucubración personal plausible, debido a ser suficientemente
compuesta por los elementos sustanciales de la novela como género y, a la vez, estar tan
precisamente vinculada con una realidad histórica que no solamente conforma los anales de un
pueblo, sino a través de cuyo conocimiento se fortalece el sentido de pertenencia de sus habitantes
aún hoy en la actualidad, y que en muchos sentidos forma también parte también de su carácter
Caicedo Jurado, C. (1986). Inicio de la novela histórica en Nariño, Tres últimas décadas del
de Nariño.
Sin autor. (1980). La realidad de la literatura nariñense. En: Criterios, Pasto: INEM, No. 2 de
abril de 1980.
Recursos web:
narinense-desde-las.html
Nariño, hombres y escritos. (1995). Mónica Guevara Arcos Javier. Revista Tiempos Nuevos No.
la-toma-militar-a-sangre-y-fuego/