Análisis Estratégico de Costos
Análisis Estratégico de Costos
Análisis Estratégico de Costos
Reconocemos como costos "directos" respecto de un producto a los que tienen vinculación
inequívoca con el mismo; pueden ser tanto Fijos como Variables. Aludimos, en cambio, como
costos "indirectos" respecto de un producto a los que son comunes a más de un producto.
Pueden ser tanto Fijos como Variables.
“Unidad de Costo” al producto (bien o servicio) sobre el que se aplican los costos en base a
módulos de aplicación apropiados a cada Unidad de Costeo.
Una estrategia para asignar a los costos que son indirectos respecto de cada uno de los
productos, consiste en "departamentalizarlos". Para la carga fabril (los costos de producción
que no encuadran bajo los conceptos de “Materia Prima” ni “Mano de Obra Directa”), el
enfoque tradicional para asignarlos consiste en realizar lo que se llama
Es esencial que la división funcional de los gastos refleje en la forma más adecuada posible
la estructura de la organización; sólo así se podrá delimitar adecuadamente la
responsabilidad del encargado de cada sector sobre los resultados de la gestión. La división
de la planta en centros de costos es un paso previo a la implantación de un sistema de
costos. Si se trata de un sistema de costos standard se requiere especialmente que la
contabilidad se halle departamentalizada por responsable.
Denominamos, en ese nivel, costos "directos" respecto de un departamento a los que tienen
vinculación inequívoca con el mismo; pueden ser tanto Fijos como Variables (que pueden,
por su condición de directos, ser imputados directamente a cada uno de los Centros de
Costos, por ejemplo, los Sueldos indirectos respcto de los productos, con sus Cargas
Sociales). Llamamos, en cambio, costos "indirectos" respecto de un departamento a los que
son comunes a más de un departamento, y que por ello nos vemos en la necesidad de
distribuir entre los diversos departamentos que los consumen (por ejemplo el consumo de
energía eléctrica facturado a través de un solo medidor, o el alquiler de un edificio común a
los diversos Centros de Costos); a este procedimiento lo llamamos “distribución primaria”.
Para que la totalidad de la Carga Fabril de la Planta llegue a los productos, debe llegar
previamente a los Centros de Costos Productivos, y para ello se hace necesario distribuir los
Costos de los Centros de Costos “de Servicio”, “Auxiliares” o “Indrirectos” hacia los
Departamentos “Productivos” o “Directos”, en un proceso que se denomina “distribución
secundaria”.
Dicha distribución secundaria de cada uno de los Centros de Costos Auxiliares, puede ser
realizada mediante distintas estrategias:
Distribución de los costos de cada Departamento Auxiliar hacia los Centros de Costos
Productivos servidos por el mismo, sin tener en cuenta los servicios prestados por cada
departamento de Servicio a los demás de su misma naturaleza.
Distribución de los costos de cada Departamento Auxiliar hacia los Centros de Costos, tanto
Productivos como de Servicio servidos por el mismo, teniendo en cuenta también los
servicios prestados por cada departamento de Servicio a los demás de su misma naturaleza.
El problema que se plantea es que si se reconocen los servicios prestados entre los
Departamentos de Servicio, luego de efectuada una distribución, cada uno de ellos habrá
transferido sus propios costos primarios a loos demás sectores, pero habrá acumulado los
costos que le fueron traneferidos desde los demás Departamentos de Servicio; para
resolverlo se siguen diversas estrategias:
b.1 Distribuir “en cascada”, lo cual significa ordenar a los departamentos de manera tal que se
repartan primero los costos del Departamento de Servicio que brinda más servicios a los demás
Departamentos de Servicio que los que recibe de ellos; luego, a distribuir el segundo, se reparte
sus costos (los propios más los recibidos del primero) en dirección a los Departamentos
Productivos y los demás
b.2. Realizar una “Distribución Continua”, en la cual, al distribuir los costos de cada
Departamento de Servicio, se los reparte en dirección a todos los
Departamentos a los cuales presta servicios, tanto Productivos como Auxiliares o de
Servicio. Al proceder de esta manera, terminada una primera ronda de distribuciones, cada
Departamento de Servicio no estará cerrado, sino que tendrá imputados los costos que
recibió de los demás Departamentos de Servicio.
Como este mecanismo fue diseñado hace décadas, cuando estábamos lejos de la llamada “era
de la computación”, la práctica usualmente explicada en los libros de texto consistía en realizar
dos repartos de manera “continua”, procediendo a agotar los costos a distribuir, en una tercera
distribución “en cascada”.
b.2. Aplicar nociones de álgebra matricial para realizar las distribuciones de todos los
Departamentos de Servicio de manera simultánea, para considerar las mutuas prestaciones en
una especie de “clearing”, y asignar los costos en definitiva a los
El mecanismo tradicional, una vez efectuadas las distribuciones secundarias, procede a aplicar
los costos a los productos a través de lo que se llama “distribución terciaria”: cálculo de la carga
fabril del Centro de Costos (propios más los que le fueron transferidos) por unidad de la “Unidad
de Medida” elegida para cada Centro (usualmente Horas Hombre, a veces Horas
Máquina), para aplicar a cada producto el monto resultante de multiplicar dicho costo unitario
por las Horas Hombre u Horas Máquina insumidas por cada producto en particular.
2. Costeo Basado en Actividades ("A.B.C. o Activity Based Costing")
La propuesta va mucho más allá de este planteo, hacia una modalidad novedosa de manejo
de las empresas, y por eso vale la pena prestarle atención a su esquema de análisis,
siguiende su planteo de modo fiel. Encararemos, para ello, una revisión de aspectos que nos
proponen, y de los cuales surgirá como consecuencia el modo de calcular los costos.
Los propulsores del A.B.C. basan su revisión de lo que denominan “sistemas de costos
tradicionales”, en cinco aspectos:
Eso significa, al mismo tiempo, que cada vez son menos los costos susceptibles de ser
asignados directamente a los productos, y crece la dosis de los que, bajo los mecanismos de
costeo tradicionales, deben ser prorrateados entre los centros de costos productivos, para
recaer sobre los productos a través de estos últimos.
Los propulsores del A.B.C. denominan "método de las secciones homogéneas" al enfoque
tradicional, aludiendo al Costeo por Procesos, con la distribución de los costos de los
"departamentos de servicios" a los "departamentos productivos"; en su análisis describen
que implica los siguientes supuestos:
Los pasos anteriores conducen a una "subvención" del producto mecanizado por el
manufacturado, en la medida en que costos originados por los equipos sean asignados en
función de la Mano de Obra, unidad predominantemente utilizada, el producto
manufacturado soporta una dosis de Mantenimiento que no le corresponde.
Si en cambio, los costos de los recursos consumidos en función de la Mano de Obra, acaban
por ser asignados al producto en base a Horas de Máquina, los productos mecanizados
reciben un cargo excesivo.
En realidad, el problema de la injusta asignación de los costos proviene del uso de una
unidad de medida única, a partir del supuesto inadecuado de homogeneidad del centro de
costos productivo.
Un primer factor señalado por los propulsores del Costeo Basado en Actividades como
defecto de los mecanismos de costeo tradicionales, proviene de la demora en procesar las
transacciones del período y emitir información; ellos atribuyen esta circunstancia a lo
engorroso de los procedimientos de distribuciones sucesivas.
Por último, la emisión de informes con valores afectados por lo sucedido en períodos
anteriores, no permite un adecuado análisis de las variaciones en capacidad ociosa, en
precios de compra y en la eficiencia de la mano de obra y del uso de equipos.
Tradicionalmente, los informes contables se conciben solo para evaluar la riqueza generada;
como consecuencia de ello, por prudencia, se trata como gastos del período en que se
incurre en ellos a:
Investigación y desarrollo
Gestión de la información
Diseño
Marketing
Formación
Los propulsores del A.B.C. plantean la necesidad de reconocer ese tipo de costos a lo largo
de toda la vida útil de los productos. El énfasis puesto sobre el resultado neto de la empresa,
influenciado por las normas contables de exposición, lleva, según sostienen, a sacrificar
desarrollos necesarios para la competitividad de la empresa: se decide en función del
mejoramiento de los resultados a corto plazo, aunque las acciones adoptadas resulten
contraproducentes para el crecimiento futuro de la compañía.
Los sistemas contables utilizados no permiten realizar una medición adecuada de los
resultados de los distintos segmentos estratégicos, ya que se basan en normas tendientes a
la determinación de los resultados globales, por diferencia entre los Patrimonios del cierre y
el inicio, y apropian los costos a través de numerosos prorrateos, lo que desnaturaliza los
resultados del cálculo.
Los propulsores del A.B.C., que aluden a los mecanismos de costeo tradicionales como
"método de las secciones homogéneas" (en razón de los criterios que aplica), señalan como
defecto, o contradicción interna, la falta de homogeneidad de los departamentos; ésta se
produce por varios factores:
Existe, según afirman los propulsores del A.B.C., una marcada tendencia a establecer como
"unidad de obra" a las "horas hombre" o, en todo caso, en algunas ocasiones, "horas
máquina"; en uno u otro caso, de cualquier manera, se trata de unidades vinculadas al
volumen de producción (y no a la dosis de actividad relacionada con cada uno de los costos
que se atribuyen con ese criterio).
La distribución de costos entre los departamentos impide una evaluación adecuada de las
acciones realizadas por sus respectivos responsables; se produce el llamado "efecto Pilatos" por
el cual, por ejemplo, ni el responsable de Mantenimiento, ni el del sector receptor del servicio se
hacen cargo de explicar las desviaciones: uno, por no tener control de los servicios que le piden,
y el otro, por no tener control de su costo. Para contrarrestar este efecto
se requieren indicadores físicos adecuados de la gestión.
Los avances tecnológicos y la rapidez con que se producen los cambios en nuestra
sociedad, hacen que los productos tengan un ciclo de vida cada vez más reducido. Vivimos,
en suma, la era de la automatización, la producción "Just in Time", la cultura de la "Calidad
Total", y una realidad en que se observa cada vez un mayor peso relativo de los Costos de
Investigación y Desarrollo.
Deben detectarse las actividades que no agregan valor al cliente; para ello se requieren datos
acerca de este tipo de trabajos, e información para posibilitar su supresión. Es preciso identificar
y suprimir el trabajo superfluo: Exceso de producción, esperas, transporte en los procesos,
stocks y movimientos innecesarios, demoras, excesos, irregularidades, etc.
Tiempos de preparación más reducidos, lotes más pequeños, enlaces más estrechos entre
procesos, reducción de los niveles de inventarios, y menores plazos de espera, aumentan la
calidad y flexibilidad, y eliminan trabajo innecesario.
Competitividad: se alcanza eliminando trabajos superfluos; son claves para ello la capacidad
de respuesta y la flexibilidad.
La información de control: debe partir de las actividades, y no de los estados financieros.
Los estados financieros exponen las consecuencias de las acciones, y no las causas de los
resultados.
Las distribuciones de costos indirectos en función de la mano de obra resta credibilidad a los
costos y a los resultados obtenidos.
ACTIVIDAD:
En la acepción del Costeo Basado en Actividades, es "el conjunto de tareas que tienen por
objetivo la aplicación, al menos en el corto plazo, de un valor agregado a un objeto"
Para cada actividad hay acciones en las que se consumen factores; éstas constituyen la
causa esencial y principal de los costos; no se trata de vincular a los costos con un centro de
responsabilidad, sino de considerarlos directos a una actividad, que consume factores.
CAUSALIDAD:
Es importante detectar las causas de la existencia de costos para poder suprimir los que
estén relacionados con actividades estériles.
Se requiere para:
En general, el costeo completo, no es una información útil para la mayoría de las decisiones
de corto plazo.
Etapa 1)
Los costos directos de un producto se incorporan a éste.
Los costos indirectos se asignan a una actividad.
Etapa 2)
Etapa 3)
Debe definirse una "unidad de obra" por actividad, que se reconocerá como "inductor" de
costos para poder vincular el costo de cada una de las actividades con los productos o
servicios beneficiados por las mismas.
Definición de los inductores de costos o unidades de obra para medir los costos vinculados a
cada actividad.
Agrupación de las actividades homogéneas que se desarrollan en diversos centros de
responsabilidad y determinación del costo unitario del "inductor de costos" o "unidad de
obra".
Determinación del costo del producto final a través de la agregación de los costos
asignados a los diversos componentes intermedios que integran el producto.
Especificación del costo de factores cuya variación no depende de las claves de distribución
tradicionales.
Algunas actividades pueden identificarse con los productos, en tanto que otras tienen menor
vinculación con aquéllos, y se requiere fijar una unidad de obra para medir sus costos. Para
ello debemos establecer la relación entre el consumo de recursos, y la producción o "output"
de cada actividad.
Son ejemplos de actividades a las que se deben definir distintos inductores de costos:
Derivadas del mantenimiento de un producto: Ingeniería - Especificaciones del producto -
Mejoras del producto
Relacionadas con los pedidos o lotes: Movimiento de materiales - Ordenes de Compra -
Control de Calidad
Relacionadas con las unidades: Mano de Obra Directa – Materiales - Horas Máquina -
Energía
REAGRUPAMIENTO DE ACTIVIDADES:
Una vez especificados los inductores de costos, y cuantificados los costos de éstos, debe
asignarse los costos a los productos a través de dichos inductores.
Distribución de cualquier costo adicional que no haya sido posible aplicar mediante los pasos
anteriores.
4. Evaluación de las Actividades.
Siguiendo fielmente a los propulsores del A.B.C., desarrollamos a continuación una serie de
aspectos, no sin dejar de volcar los propios puntos de vista, y algunas conclusiones
tendientes al alcance de una propuesta superadora de la antinomia generada entre ellos y
los defensores de los métodos de costeo tradicionales.
Es el aumento del interés del cliente hacia nuestro producto o servicio; la mayoría de las
actividades de producción tienen valor agregado hasta cierto punto, en el que se plantean
problemas de sobrecalidad o dificultades de abastecimiento.
Una actividad sin valor agregado es inútil, y debe ser suprimida; se trata de eliminar
actividades sin valor agregado pero con costo, lo que supone un tiempo de readaptación.
Principales: son las que contribuyen de manera sustancial al objetivo de la empresa; no cabe
pensar en la eliminación de su control directo.
Secundarias: son aquéllas que, si bien generan valor agregado desde el punto de vista del
cliente, resultan demasiado onerosas para ser realizadas por la empresa, por lo que debe
evaluarse la conveniencia de su subcontratación.
Hay una cantidad de cuestiones básicas que deben ser establecidas para encarar
reducciones de costos, que se desarrollan en el capítulo 6 siguiente, “Técnicas de
Reducción de Costos”. Allí se trata, en particular, los tipos de decisiones posibles a partir de
la evaluación de las actividades
FORTALEZAS DEL A.B.C.:
A partir de la asociación que propone entre costos y actividades, y entre estas últimas y
productos, restablece una relación de causalidad fuerte en los costos como instrumento de
la gestión. Dicha relación se daba de manera débil en los mecanismos de costeo
tradicionales, a partir del intento de vincular directamente a los costos de los recursos
consumidos con los productos: para llegar al producto se requiere necesariamente consumir
ciertos recursos pero la recíproca no es cierta, pues el consumo de ciertos recursos no
necesariamente conduce al logro de los productos esperados.
Facilita una mejor evaluación de cada actividad en función de los objetivos organizacionales.
Promueve la asignación de todos los costos a los productos a través de las actividades.
Se basa en información histórica, pues hasta aquí, sus propulsores no han prestado
atención a la necesidad de predeterminar costos, ni mucho menos de estandarizarlos.
No practica la segregación de los costos según su variabilidad; sus propulsores relativizan a tal
grado la condición de fijo o variable, que luego olvidan reconocer que, en un cierto período, esos
comportamientos existen, más allá de lo plausible de su criterio de que, en el largo plazo, todo
costo varía, y en un período extremadamente corto, todo tiende a ser fijo.
PROPUESTA SUPERADORA:
Parece inteligente tomar provecho de las ventajas relativas de los métodos de costeo
tradicionales, y del A.B.C.. Así proceden todas las profesiones serias: si se conocen dos
tratamientos o formas de análisis distintas para una misma dolencia, cualquier médico
razonable procura sacar provecho de ambos, sin aferrarse dogmáticamente a uno de ellos.
Así es que resultaría adecuado obtener para nuestros sistemas de costeo las
cualidades propias de cada uno de los mecanismos enfrentados en el planteo de los
propulsores del Costeo Basado en Actividades:
Mejor exposición de los costos, y consecuentemente, mayor calidad del sustento de la toma
de decisiones.
Fortalecimiento de la noción de causalidad.
Reconocimiento de que los costos son generados por las actividades que se realizan.
Asignación directa de los costos a productos, eliminando los vicios propios de los prorrateos
y distribuciones en cascada de los costos de los servicios a la producción, y el subsidio
resultante de ello, por unos productos a favor de otros.
A partir de su planteo general, abordan lo que consideran tres temas claves: el Análisis de la
Cadena de Valores, el Análisis de Posicionamiento Estratégico, y el Análisis de causales de
costos
a. Análisis de la Cadena de Valores
El suscripto expresaba allí que, a encarar el estudio del "Value Chain Analysis", se ha
encontrado con el hecho de que, a lo largo de su vida profesional, tiene la convicción de
haber, en numerosas circunstancias, razonado de manera afín a la propuesta por este
instrumento: profundizar esta línea de pensamiento, llevaría a descartar algo porque "no es
nuevo".
Sin embargo, se expresaba alli que, honestamente, merece la pena preguntarse si la idea
sistemática de razonar y evaluar neustro negocio como parte de una actividad conjunta con
nuestros proveedores y clientes, es de aplicación generalizada; la respuesta resulta clara e
indiscutiblemente negativa: los ejemplos que hallamos son análisis "ad hoc", para
circunstancias particulares, por más que el propio autor de este trabajo acredite haber
prestado permanentemente en sus ponencias, una atención preferente a la optimización de
los canales de distribución.
Una cosa es analizar la optimización para nuestra empresa, y otra muy diferente, encarar
metódicamente (no por excepción), la evaluación del negocio conjunto. Que hayamos hecho
esto alguna vez, en uno o varios estudios ad hoc, no significa que se haya hecho carne en
nosotros la cultura de asesorar a nuestros clientes o empleadores acerca del valor de ver el
negocio permanentemente de esta manera.
Una circunstancia digna de ser tenida en cuenta es que dos empresas no necesariamente
compiten en los mismos mercados y con los mismos proveedores; eso implica que muy
posiblemente la cadena de valor es exclusiva para cada una: depende de sus fuentes de
abastecimiento y de sus canales de distribución.
Los propulsores del uso de la Cadena de Valor la diferencian del clásico concepto de "Vaor
Agregado". Para ello, señalan que destaca cuatro áreas de mejoramiento de la utlidad:
Desarrollo de una ventaja competitiva sostenible, controlando mejor las causales de costo, y
reconfigurando la cadena de valores
En el trabajo antes citado, se hace referencia a algunos ejemplos de planteos que, al autor,
se le han presentado como afines a la idea que de manera sistemática propone el Value
Chain Analysis.
Otros casos de experiencias afines a esta herramienta tuvieron que ver con alteraciones en
bonificaciones a clientes simultáneas con la incorporación a la cartera de productos ofrecidos
una nueva línea, de manera de obener un aumento de la rentabilidad de ambas partes; una
variante de esto consisitió en la promoción de la diversificación de la actividad del cliente.
Es también valioso subrayar que los ingresos de uno pueden ser costos del otro en igual
dimensión, en mayor medida (por la aparición de un impuesto que grava la transacción, por
ejemplo), o en menor medida (por una desgravación que recibe el segundo, o un resultado
que está exento en cabeza del primero y no del segundo).
Es oportuno recordar las propuestas del Costeo A.B.C. que tienen que ver con la calidad de
los análisis que en el enfoque tradicional son objeto del "Análisis Marginal":
Con el mismo criterio, el autor del presente trabajo no tendría prejuicios para "estandarizar"
el A.B.C.: si dos instrumentos se pueden complementar sin contradicción, es razonable, o
más aún, recomendable, aplicarlos de manera conjunta, con la curiosa consecuencia de
aplicar en toda la organización instrumentos para la promoción de la eficiencia que han sido
pensados exclusivamente para la "producción" en sentido estricto (la fabricación), como si el
resto de la Organización no produjese nada
Evidentemente, desde el punto de vista del suscrpto, esta resulta la mejor vía accesible para
soportar adecuadamente la toma de decisiones, enriqueciendo al A.B.C. con la clasificación
de costos según su variabilidad ante cambios en el nivel de "actividad", pero respetando la
propuesta del A.B.C. en el sentido de que cada actividad tiene su propio generador de
costos: en consecuencia, la variabilidad deberá establecerse respecto de cada uno de los
"cost drivers" y no con referencia al volumen de "producción" de la empresa.
De tal manera, para ilustrarlo en un ejemplo, el típico análisis de "comprar o producir" antes
aludido, tendrá en cuenta como "variables" todos los costos de todas las diferentes
actvidades de la Organización que se vean sometidos a cambio, sin importar que se
produzcan fuera del área de "producción".
Así, estudios como el Análisis de la Cadena de Valor, se harán más provechosos; más aún si
nos despojamos de prejuicios y aceptamos que exponer las cosas de una manera clara y
ordenada tiene mérito, aunque íntimamente nos quedemos preguntando si todo lo que nos
exponen "ya lo sabíamos"; es preferible pecar por admitir como progreso algo que no lo sea
tanto, antes que negarnos al cambio positivo por un prejuicio.
b. Análisis de Posicionamiento Estratégico
Este concepto, difundido por Porter, y recogido por Shank y Govindarajan como propio del
Gerenciamiento Estratégico de los Costos, consiste en lo siguiente: para la selección de
estrategias, una empresa puede competir:
teniendo costos bajos (liderazgo en costos)
Shank y Govindarajan sostiene que cada uno de los dos enfoques requiere esquemas
conceptuales distintos. Esto tiene consecuencias en el desarrollo de la información sobre
Costos y Resultados, pues, según sea la estrategia, variará el énfasis en la necesidad de
conocer distintos juegos de información, y en consecuencia, cambiará el diseño de los
sistemas necesarios.
En realidad, la moraleja que se extrae de lo expresado por los autores citados es que
debemos disponer de un set de informaciones variado y diverso, pues según la estrategia
que adoptemos en uno y otro momento, prestaremos más o menos atención a uno u otro
juego de datos.
c. Análisis de Causales de Costos
No todas las causales estratégicas son igualmente importantes, por lo que cada una
requiere un marco particular de análisis, máxime teniendo en cuenta que las diferentes
actividades de la cadena de valores son habitualmente influenciadas pos distintas causales
de costo.
Controlando las causales de costo mejor que los competidores: eso implica reducir
costos, aumentar ingresos, o reducir los activos sin alterar costos e ingresos; para ello es
eficaz comparar nuestra cadena de valores con la de nuestros competidores, teniendo en
consideración la posibilidad de que ellos, mañana, serán más eficientes que hoy
Una actividad debe ser aislada y separada, en el concepto de los propulsores del Análisis de
la Cadena de Valor, si:
Los propulsores del Análisis de la Cadena de Valor proponen la aplicación del Costeo
Basado en Actividades (A.B.C., "Activity Based Costing"), que reconoce, según ellos, cuatro
niveles de actividades: a nivel unitario - a nivel de operaciones de fabricación o lotes - a nivel
de producto - a nivel de instalaciones
Para su aplicación, el costeo A.B.C. requiere la definición de "Cost Drivers" o portadores de
costos, entre los que se pueden reconocer los de carácter estratégico, tanto Estructurales
como Ejecucucionales.
Entre los portadores de costos, como ya quedó dicho en el punto anterior, cabe distinguir
dos tipos: de carácter estructural, y de carácter ejecucional.
Son aquéllos que proceden de la estructura económica básica que la empresa elige para
competir; se relacionan con cinco tipos de decisiones estratégicas:
Según nos lo proponen los propulsores del Análisis de la Cadena de Valor, la cuantificación
de cada uno de los portadores de costos requiere el análisis de los costos individuales, y
debe basarse, más que en datos absolutos y relevantes, en valores relativos y tendencias.
Son los que dependen de la habilidad de la empresa para ejecutar con éxito, y están
relacionados con el rendimiento:
Existen numerosos antecedentes sobre el tema, sustancial para la doctrina de Costos, entre
ellos un artículo de Osorio, publicado hace dos décadas en la revista Contabilidad y
Administración, sobre Reducción Integrada de Costos. En esa publicación se hacía
referencia a la necesidad de que exista un esfuerzo permanente y sistemático en pro de la
reducción de costos, en totas las áreas funcionales de la organización.
En los costos denominados variables, tampoco es sencillo detecrtar que, cuando hay
disminuciones en el nivel de actividad, se reduzcan automáticamente; antes de ello, tienden
a mentenerse en niveles más altos, generándose ineficiencias, si no se desarrollan acciones
positivas en la dirección contraria.
Hay una cantidad de cuestiones básicas que deben ser establecidas para encarar
reducciones de costos:
Reducción de costos; es el resultado más saliente de la aplicación del Costeo basado en las
Actividades, y debe particularmente evaluar la permanencia de los costos más allá del ciclo
de vida del producto.