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Giacomo Casanova, irresistible, culto y aventurero

La seducción encarnada
A
Giacomo Casanova le so- En efecto, Casanova fue un ro, antes que a ellas, siempre he dueños, que cada mañana acu- hizo meterse en deudas hasta
braban cualidades físicas hombre de la Ilustración con p referido mi libertad. Hubo mo- de a su cama para asearle y pei- que vino su abuela Marcia a re s-
para convertirse en el mi- unos profundos conocimientos mentos en que temí que tendría narle. A los doce años, Giacomo catarle y a llevarle de nuevo a Ve-
to de la seducción personificada que le sirvieron para ser secre t a- que sacrificarla, pero siempre me ha dejado de perder sangre por necia. Allí entabló amistad con
que llegó a ser. Era alto, con unas rio de un cardenal en Roma, ase- libré de hacerlo por puro azar”, la nariz y ya es un chico robusto y el jefe de una familia patricia, Al-
facciones suaves y simétricas, sor financiero del gobierno fran- escribe en uno de los doce volú- bien parecido. Una de esas ma- vise Malpiero II, que prontó le
bien dotado sexualmente. Su cés, fundador de la lotería en el menes de sus memorias, tituladas ñanas, los movimientos de la es- convirtió en su confidente. El
p resencia imponía dentro y fue- país galo, hábil inversor en Bolsa Historia de mi vida. ponja de Bettina escriben en el noble alardeaba de haberse
ra de la cama de los centenare s y también adicto al juego. Tra- f u t u ro galán el primer capítulo acostado con más de cuarenta
de mujeres con las que llegó a ductor de la Ilíada de Homero al El joven Casanova de su larga vida de placeres. m u j e res e invitaba a sus re u n i o-
acostarse. Pero el esplendor de veneciano, Casanova despuntó Nacido en Venecia en 1725 y El adolescente Casanova se nes y fiestas a su jovencísimo
su figura no explica toda la ra- sobre todo como amante. Los muerto en Dux, la actual Duch- enamoró y al mismo tiempo su- amigo, en las que conoció a las
zón de su éxito. Según sus aman- tiempos le favorecían, pues en el cov de la República Checa, en frió el primer episodio de celos. amistades femeninas de Malpie-
tes, Casanova sabía escuchar a siglo XVIII se produjo una relaja- 1798, Casanova fue un aventure- La chica estaba liada con Can- ro, que le acogían encantadas.
las mujeres con atención y sim- ción en cuestiones sexuales que ro orgulloso pero también inse- diani y Giacomo les descubrió Ya entonces exhibía su obsesión
patía, y tenía que estar convenci- c o n v i rtió en algo pasable las re l a- por la elegancia. “Caminaba pa-
do de que, al menos en ese ins- ciones fuera del matrimonio. voneándose por toda la ciudad,
tante, él amaba a esa mujer y que Tener un amante era para los enfundado en su traje talar de
su amor era correspondido. aristócratas un signo de distin-
Su presencia imponía dentro y fuera clérigo, con la cara ligeramente
Una apasionante biografía de ción, y para sus mujeres, una de la cama de los centenares de mujeres empolvada y su delgado cuerpo
Judith Summers, Las mujeres de p rueba de que ellas no se iban a enlucido y perfumado con una
Casanova (Siruela), desentraña quedar mirando. Casanova no se
con las que llegó a acostarse pomada de olor a jazmín”, escri-
el poder seductor de este perso- anduvo con miramientos y buscó be Summers.
naje del siglo XVIII, “un animal el elemento femenino en toda la Y es que, efectivamente, Casa-
vitalista y depredador” con un escala social, desde las pro s t i t u- g u ro, un hombre prolífico en to- juntos en un mismo cuarto. Bet- nova era un clérigo, o un apre n-
encanto irresistible. El retrato tas a las marquesas. Los embara- dos los aspectos de su vida. En su tina enfermó de miedo a que Ca- diz de sacerdote, que se pre p a r a-
sociológico que Summers hace zos suponían una lacra dentro biografía, Judith Summers abor- sanova revelara el secreto a su fa- ba en casa del cura Tosello, bien
de su biografiado no tiene des- de ese desmadre, pero también da su figura de costado, a través milia y estuvo dos semanas en ca- conectado con los patricios de
perdicio. Hijo de actriz, huérfa- aquí el gran seductor era un ca- de las mujeres que más influye- ma. Al final, según cuenta el ve- Venecia. En aquella casa estaba
no de padre a los nueve años, lu- ballero enamorado y cuidadoso ron en su existencia. neciano, todo se debió a una vi- Ángela, de la que se enamora y a
chó con afán por hacerse a sí y ponía todos sus medios para A los nueve años, cuando mue- ruela mezclada con supersti- la que acosa sin tregua. La mu-
mismo y logró que le recibiera el que sus conquistas no pagaran re su padre, la madre de Giaco- ción. Él la cuidó, y ella nunca lo chacha insistió en mantener su
rey Jorge II de Inglaterra, se en- las consecuencias, cosa que con- mo Casanova, Zanetta, manda a olvidaría. v i rginidad y galán no pudo ven-
t revistó al menos tres veces con siguió en casi todos sus lances se- su famélico hijo a casa de un ma- A los 14 años, el joven empezó cer las resistencias a pesar de su
Catalina la Grande de Rusia y xuales. Su único límite al amor, trimonio de Padua para que lo a estudiar derecho eclesiástico tenacidad. Pero Ángela tenía
Voltaire y Rousseau le considera- era el amor a sí mismo: “He ama- cuiden y eduquen. En aquella ca- en la universidad. La vida disolu- dos amigas, Nanetta y Marta Sa-
ban su amigo. do a mujeres hasta la locura. Pe- sa estaba Bettina, la hija de los ta con sus compañeros de aula le v o rgnan. Con ellas Casanova
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ideó una estrategia para meterse


en la habitación de su querida.
Pero el plan falló y él terminó en
Sus últimas palabras
la cama de las dos hermanas, una fueron: “He vivido
experiencia que repitió durante
varios meses. Para Casanova, la
como un filósofo,
amistad con una mujer bella de- pero muero como
rivaba necesariamente en amor y
esa complicidad propia de los
un cristiano”
amigos “se regocija por encon-
trarse más fuerte tras consumar
el tierno acto”. dad de la Inquisición. Casanova
No obstante, como conquista- acabó en la veneciana cárcel de
dor empeñado que era, Casano- Los Plomos, la más segura de to-
va no se contentaba con acostar- da Europa, y desde el momento
se con sus cómplices femeninas. de su entrada empezó a planear
Si la mujer le gustaba, no tenía su huida, lo que consiguió junto
re p a ros en que fuera una perf e c- a un monje también encarc e l a-
ta desconocida, y que tuviera a su do por el clásico método de las
marido delante, como ocurrió sábanas y servilletas anudadas.
con Lucrezia en un viaje en ca- Había pasado en prisión un año,
rruaje desde Nápoles a Roma. La t res meses y cinco días.
capital italiana era el sitio perf e c-
to para sus conquistas. El viajero Huída de la Inquisición
francés Charles de Brosses la des- El fugitivo se refugió en París,
cribía así: “Imagínense una de- en la casa de unos viejos amigos,
terminada sociedad, un terc i o los Belletti. Cuando llegó, se dio
de la cual está compuesta por sa- cuenta de que su hija Manon se
c e rdotes que no hacen absoluta- había convertido en una des-
mente nada durante todo el día; lumbrante mujer de 16 años,
por un campesinado que trabaja c o m p rometida en matrimonio
muy poco y en la que no exitse, con Clément, cinco años mayor
prácticamente, ni la agricultura, que Casanova. El prometido no
ni el comercio ni las manufactu- fue rival para él, un tipo especta-
ras”. Había mucho tiempo libre , cular y elegante con una leyenda
y había que llenarlo de alguna romántica irresistible. La joven
manera. Manon se enamoró y rompió
con Clément, mientras él, aun a
Una vida de aventuras Pa ra Casanova riesgo de romper con los amigos
Casanova llegó a Roma para la amistad con que le habían ayudado tanto, se
hacerse un hueco entre la buro- una mujer dejó querer y quiso hasta que
cracia vaticana y pronto consi- derivaba empezó el aburrimiento, si bien
guió el puesto de secretario del necesariamente fue la chica la que terminó har-
p o d e roso cardenal Acquaviva. en amor tándose y rompiendo la re l a-
ción, una ruptura que Casanova
nunca perdonó y de la que se
vengó hablando mal de su ex
Si la mujer le gustaba, no tenía reparos amante.
en que fuera una perfecta desconocida, En la capital francesa se en-
contró un viejo conocido suyo,
y que tuviera a su marido delante François Joachim Pierre de Ber-
nis, que acaba de ser nombrado
ministro, y gracias a sus influen-
Buscó a Lucrecia, la encontró, la montón de dinero, que gastaba cias consiguió llegar hasta los
convirtió en su amante y coque- en una vida juerguista, mujerie- aledaños del rey para pro p o n e r
teó con la hija de ésta. Meses más go y jugador. Pronto se empezó a el primer sistema de lotería na-
t a rde perdió su posición por en- granjear enemigos, especial- cional francés, que él gestionó
cubrir a una amiga embarazada y mente entre los nobles, que le hasta hacerse de oro, una mate-
ayudarle en su intento de fuga. p u s i e ron delante de un juez con ria que él dilapidó en sus vicios y
Aquí empezó su carrera de aven- las acusaciones de violación y excentricidades, incluido el jue-
turero. Se alistó en el Ejérc i t o , blasfemia. A instancias de su go. Siempre a caballo entre la
fue destinado a Corfú con el ran- propio benefactor, Casanova gloria y el delito, Casanova huye
go de alférez y luego marchó a huyó de la república veneciana. p recipitadamente de París per-
Constantinopla. Por fin re g re s ó En una posada, conocería a seguido por practicar un aborto,
a Venecia con 21 años y sin un du- Henriette, una francesa liada fraude en un negocio textil y fal-
ro. Debido a su pobreza, Casano- con un oficial húngaro que viaja- sificación de letras de cambio.
va evitaba sus antiguas amista- ba con él vestida de hombre . En Zúrich se enclaustra en
des, visitaba los tugurios más in- Juntos se dedicaban a jugar a las una abadía y en Roma recibe
fames de la ciudad, tocaba el vio- c a rtas y a desplumar a los más in- Giacomo una condecoración del papa
lín en la calle y se unió a una pan- genuos. A Casanova le pareció Casanova Clemente XIII. En Madrid pro-
dilla de delincuentes que nunca fascinante toda la historia y no (1725- yecta una colonia de suizos y ale-
pagaba los servicios de las prosti- tardó en quitársela al militar. La 1798) manes en Sierra Morena y en
tutas. nueva pareja empezó a vivir en B a rcelona es encarcelado du-
Su destino cambió al socorre r P a rma. “El sexo no era, bajo nin- rante 42 días por liarse con la es-
una madrugada a un senador al guna circunstancia, lo más im- posa de un general. La mecenas
que le dio un repentino ataque. p o rtante de la relación que am- de sus aventuras era Madame
El señor se convenció de que bos mantenían. De hecho, Casa- D’Urfé, una mujer que conside-
le había salvado la vida y le apa- nova no da detalles de sus re l a- raba a Casanova un genio de la
drinó sin límites. De la noche a ciones íntimas en sus memorias, magia y la alquimia.
la mañana se encontró con un algo que viene a destacar, por sí El gran conquistador emplea
mismo, lo mucho que Henriette sus últimos años en ir de un lado
significó para él. Y nunca ensal- a otro de Europa hasta que en
zaba a Henriette lo suficiente. 1785, cuando tiene 60 años, se
Era adorable, generosa, noble, hace amigo del conde de Walds-
divina; era inteligente y sagaz, tein, aficionado como él a la ma-
notablemente culta y hacía gala sonería. El conde le ofrece a Ca-
de un buen gusto innato así co- sanova gestionar la biblioteca de
mo de aguda capacidad de jui- Dux (actualmente Duchov) en
cio”, resalta Summers. En su Bohemia. Para matar el aburr i-
obra, el propio interesado lo re- miento empieza a escribir sus
sume así: “Cuatro meses de per- memorias, que dejó sin concluir
fecto y continuo gozo”, que ter- en 1798, cuando murió a los 73
minaron cuando la mujer volvió años.
a Francia con su familia. Se asegura que sus últimas pa-
Un tanto descorazonado y Venecia fue labras fueron: “He vivido como
otra vez en Venecia, el famoso se- para él algo un filósofo, pero muero como
ductor empezó a atacar a la igle- más que su un cristiano”.
sia en público, de un modo tan lugar de
violento que suscitó la curiosi- nacimiento Iñaki Esteban

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