Trabajo DDHH

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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE QUETZALTENANGO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

CARRERA: LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y


SOCIALES

CURSO: DERECHOS HUMANOS


LICDA: SILVA ISABEL CUC SAPON

TRABAJO DE INVESTIGACIÒN
TEMA: DERECHOS DE LA POBLACION RECLUSA

ESTUDIANTES:

FLORA FERMINA JIMÉNEZ RAMÍREZ 2050-10-3819


EDDY ABIMAEL RODRIGUEZ SOSA 2050 – 15 – 15653
SANTOS PORFIRIO CUA PEREZ 2050 – 15 – 7843
MILVI VIGILANDO PEDRO SALAZAR 2050-15-8640

3ER. SEMESTRE, SECCION “A”

QUETZALTANGO, 1 DE OCTUBRE DEL 2016.


INDICE.

1. INTRODUCCION ----------------------------------------------------------------------------------2
2. DERECHOS HUMANOS -----------------------------------------------------------------------3
3. LA LIBERTAD ---------------------------------------------------------------------------------------3
4. MEDIDAS RESTRICTIVAS DE LIBERTAD --------------------------------------------- 3
5. DEFINICION DE RECLUSOS ----------------------------------------------------------------4 - 5
6. PRINCIPIOS BÁSICOS PARA EL TRATAMIENTO DE RECLUSOS -------- 5 - 6
7. DECRETO NUMERO 33-2006 ---------------------------------------------- 6 - 10
8. DERECHOS QUE NO SE LIMITAN POR LA ORDEN DE PRIVACIÓN DE
LIBERTAD, SEGÚN DOCTRINAS. ---------------------------------------------------------- 10 - 11
9. DERECHO A LA ASISTENCIA TÉCNICA -------------------------------------------------11
10. DERECHO A LA VISITA FAMILIAR ----------------------------------------------------------12
11. DERECHO A LA VISITA CONYUGAL ------------------------------------------------------12 - 14
12. TRATADOS INTERNACIONALES EN PROTECCION DE LOS DERECHOS
DE LA POBLACION RECLUSA -------------------------------------------------14
13. CONCLUSIONES ------------------------------------------------------------------- 14 -15
14. RECOMENDACIONES ------------------------------------------------------------15-16
15. BIBLIOGRAFIA -----------------------------------------------------------------------16 -17

1
INTRODUCCIÓN

Como pilares fundamentales que inspiraron la Revolución Francesa, se encuentra


la libertad e igualdad, principios rectores del constitucionalismo moderno, y que
han merecido especial reconocimiento y protección por parte del Estado. Sin
embargo, también ha sido reconocida en nuestra Constitución, la institución de la
detención legal; creando el andamiaje legal para el tratamiento y la reclusión de
las personas privadas de libertad. Se han creado centros de detención preventiva
y centros de cumplimiento de condenas, y el perfil para el internamiento en cada
reclusorio, únicamente obedece al género de los detenidos y detenidas.
Como tema de actualidad, para el abordaje de una situación que permita
desarrollar los conceptos y puntos vertidos en la cátedra de Derecho
Constitucional, se ha tomado como base la publicación del el Periódico de fecha 1
de junio de 2008, en la que Kenia Reyes pone de manifiesto la violación al
derecho humano a la igualdad de las personas a las que se les ha restringido el
derecho humano a la libertad; se evidencia que las mujeres que se encuentran
sujetas a prisión preventiva en el centro penitenciario "Santa Teresa" han exigido
un trato igual al de otras mujeres y de todos los hombres privados de libertad.
Solicitan que se les permita el derecho a la visita conyugal.
De primer impacto, el tema parece ser intrascendente, morboso e incluso provoca
reacciones de molestia por parte de la población en general, como el de
una persona que opinó en el portal electrónico con respecto a la nota publicada en
el matutino citado, en la que expresó en forma burlesca que "... solo eso faltaba,
por algo están en prisión, y a los hombres igual, no privilegios para los reclusos no
importando su sexo, en otros países están incomunicados, solo ven a sus visitas
por un vidrio y por unos minutos. Están en la cárcel no de vacaciones".
Sin embargo, el objetivo del presente trabajo pretende hacer notar la clara
violación a un derecho humano de la población reclusa, derecho que está
reconocido en la legislación guatemalteca al cual no se ha dado cumplimiento. El
derecho a la visita conyugal, no es un capricho corporal, es una parte integral de
la personalidad de todo ser humano.

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DERECHOS HUMANOS
Es importante hacer una breve reseña acerca del concepto de los derechos
humanos. Y podría decirse que son aquellas exigencias que brotan de la propia
condición natural del hombre.
La escuela iusnaturalista considera derechos innatos del hombre aquellos que le
pertenecen por el hecho de ser hombre, inherentes a la naturaleza humana y
descubribles por la razón; llámaselos también derechos naturales. En ese sentido
el derecho positivo no los crea, sino que los garantiza simplemente por anteriores
a él.

LA LIBERTAD

En el listado de derechos humanos garantizados en la Constitución, se encuentra


el derecho a la libertad, mediante el cual se establece que en Guatemala todos los
seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos.
En ese orden de ideas, la Constitución Política establece como valores superiores
del ordenamiento jurídico, la libertad, la igualdad, la justicia; el goce de los
derechos, libertades y garantías, bajo el principio de igualdad. La dignidad y la
libertad son inviolables imponiendo al Estado el deber de respetarlas y
protegerlas. El Tribunal Constitucional ha señalado que los jueces interpretarán la
norma que aplicarán al caso concreto, tomando en cuenta, los valores supremos y
los principios fundamentales como la supremacía constitucional,
la seguridad jurídica y la legalidad, entre otros, y cualquier restricción a derechos
fundamentales, solo puede ser dispuesta mediante ley.

MEDIDAS RESTRICTIVAS DE LIBERTAD

En Guatemala como medida restrictiva a la libertad, podemos citar, el auto de


prisión preventiva, mediante la cual, con posterioridad a que un individuo sea
sindicado de la comisión de un hecho tipificado como delito o falta, el juez penal, a
solicitud del Ministerio Público, y debidamente revestido de competencia legítima,
puede atribuirse la decisión de restringir la libertad de la persona.

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En las Reglas de Tokio, se ha establecido que "... la medida de prisión preventiva,
debe establecerse con la finalidad de asegurar una mayor flexibilidad, compatible
con el tipo y la gravedad del delito, la personalidad y los antecedentes del
delincuente y la protección de la sociedad, y evitar la aplicación innecesaria de la
pena de prisión. El sistema de justicia penal establecerá una amplia serie de
medidas no privativas de la libertad, desde la fase anterior al juicio hasta la fase
posterior a la sentencia. El número y el tipo de las medidas no privativas de la
libertad disponibles deben estar determinados de manera tal que sea posible fijar
de manera coherente las penas..."

DEFINICION DE RECLUSOS

Artículo 4. (Decreto número 33-2006)


Recluso o reclusa. Se denomina recluso o reclusa, para efectos de esta ley a toda
persona que se encuentra privada de libertad por aplicación de la detención
preventiva o del cumplimiento de condena.

Por "persona detenida" se entiende toda persona privada de la libertad personal,


salvo cuando ello haya resultado de una condena por razón de un delito;
Por "persona presa" se entiende toda persona privada de la libertad personal
como resultado de la condena por razón de un delito; […] (subrayado de UNODC
ROPAN). Por ello, este conjunto de principios centraliza la diferencia entre
personas detenidas y personas presas en la existencia o no de una condena por
un juez o autoridad competente. Este es un tema particularmente relevante en el
contexto penitenciario de la República de Panamá donde la mayoría de las
personas privadas de libertad cumplen una pena preventiva, sin sentencia
definitiva. Respecto al uso de esta modalidad específica de privación de libertad,
es de rigor recordar que el artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos dispone que “[…] La prisión preventiva de las personas que hayan de ser
juzgadas no debe ser la regla general […]”. En este mismo sentido, el Grupo de
Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Comité de Derechos Humanos de las

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Naciones Unidas ya ha expresado su preocupación acerca del uso excesivo de la
privación preventiva por parte de algunos de los Estados Miembros. Asimismo,
este Grupo de Trabajo expresó en su informe de 17 de diciembre de 1996 que su
mandato “[…] comprende las privaciones de libertad tanto administrativas como
judiciales y, dentro de éstas, las anteriores, simultáneas y posteriores al juicio”.
Dicho entendimiento refuerza la noción de que, bajo el derecho internacional, tanto
las personas con condena como aquellas a la espera de un juicio deben ser
consideradas en el contexto del término “persona privada de libertad”. Otra
cuestión relevante es saber si dentro del concepto de privación de libertad estarían
incluidas solamente las personas que cumplen una pena en un centro
penitenciario público. En respuesta a este cuestionamiento, el Manual de Buenas
Prácticas Penitenciarias recuerda que las prisiones no son los únicos
establecimientos que administran la privación de la libertad, conforme sigue: A
muchas personas se las mantiene detenidas en otros lugares, además de
prisiones;

Artículo 10. Principio de humanidad. (Decreto número 33-2006)


Toda persona reclusa será tratada con el respeto que merece la dignidad
inherente a todo ser humano. Queda terminantemente prohibido infligirles a las
personas reclusas torturas físicas, psíquicas o morales, coacciones o trabajos
incompatibles con su estado físico, acciones denigrantes a su dignidad o hacerle
víctima de exacciones, así como también someterlo a experimentos científicos.

PRINCIPIOS BÁSICOS PARA EL TRATAMIENTO DE RECLUSOS

Cuando sea estrictamente necesaria la restricción de


ciertos derechos fundamentales de la persona en el proceso penal, es necesario
que se garanticen, otros derechos, que figuran dentro de la amplia gama de
derechos, que aunque no figuren expresamente en la Constitución, son inherentes
a la persona humana, por ello es totalmente admisible que formen parte del
derecho interno los Principios para la Protección de Todas las Personas
Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión, cuya finalidad redunda en

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el respeto irrestricto de los derechos humanos de todas aquellas personas que por
diferentes motivos, se encuentran privadas de libertad.
En ese sentido, el principio mediante el cual toda persona sometida a cualquier
forma de detención o prisión será tratada humanamente y con el respeto debido a
la dignidad inherente al ser humano, tiene cabida en la afirmación que cualquier
persona, sujeta a proceso penal, en la que por decisión judicial, sea imperativo
que sea privada de su libertad, ya sea para asegurar su presencia en el proceso o
bien para no entorpecer la investigación de los hechos que originan el mismo, no
debe ser sometida a ninguna otra restricción, que por su
propia naturaleza menoscabe su dignidad. Extremo contemplado en la
Declaración de Principios Básicos para el Tratamiento de Reclusos, en que se
reconoce que todos los reclusos serán tratados con el respeto que merece su
dignidad, valor inherente a los seres humanos.
Se contempla, que con excepción de las limitaciones que sean evidentemente
necesarias por el hecho del encarcelamiento, todos los reclusos seguirán gozando
de los derechos humanos y las libertades individuales consagradas en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, y como tema central para la
presente investigación, se hará la reflexión sobre el derecho a la visita sin
restricciones del abogado a cargo de la defensa del procesado en juicio, a la visita
familiar a que tienen derecho los reclusas y reclusos en los centros de privación de
libertad dentro del sistema penitenciario guatemalteco, y las violación al derecho
de igualdad entre unos y otros en el derecho a la visita conyugal, evidenciando las
falencias en el sistema carcelario nacional, con la finalidad de que cese de
inmediato tales violaciones a los derechos humanos de la población reclusa.

DECRETO NUMERO 33-2006

Artículo 12. Derechos fundamentales de las personas reclusas. Sin perjuicio de


otros derechos fundamentales que les otorga la Constitución Política de la
República, convenios, tratados y pactos internacionales de derechos humanos
ratificados por el Estado de Guatemala, leyes ordinarias y reglamentos de la

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República, toda persona sujeta al cumplimiento de una pena privativa de libertad
tiene los derechos específicos que señala la ley.
Las autoridades del centro penitenciario tienen la obligación de informar a la
persona reclusa al momento de su ingreso al centro, a través de un documento
impreso en forma clara y sencilla sus derechos fundamentales y obligaciones, así
como el régimen interior del establecimiento.
El documento en lo posible, se le entregará en el idioma o lengua que hable la
persona reclusa.
En el caso de las personas analfabetas o discapacitadas, la información se
proporcionara en forma oral, sencilla y comprensible o, por cualquier otro medio.
Asimismo, velarán por las adecuadas condiciones de vida de las personas
reclusas.
Artículo 13. Régimen de higiene. Las personas privadas de libertad tienen derecho
a que todo centro del Sistema Penitenciario cuente con las instalaciones sanitarias
e higiénicas, que le permitan preservar su salud física y mental.

Artículo 14. Asistencia médica. Las personas reclusas tienen derecho a la atención
médica regular en forma oportuna y gratuita. Para el efecto los centros de
detención preventiva y de condena deben contar con servicios permanentes de
medicina general, odontología; psicología y psiquiatría, con su respectivo equipo.
En caso de gravedad o cuando las personas reclusas lo soliciten, tienen derecho a
ser asistidas por médicos particulares, o a recibir atención en instituciones
públicas y/o privadas a su costa, previo dictamen favorable del médico forense y
del Ministerio Público y con autorización del juez respectivo, salvo casos de
extrema urgencia en los cuales saldrán con autorización del Director del Centro,
quien debe notificar inmediatamente al juez competente. Para el tratamiento de las
personas reclusas que sufran de enfermedades infecciosas o contagiosas, se
contará con un área especial, con el fin de contribuir a su tratamiento y proteger la
salud de las demás personas del centro penitenciario, de conformidad con el
diagnóstico del médico.

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Artículo 15. Reserva. Las personas reclusas tienen derecho a que los funcionarios
penitenciarios mantengan en reserva el expediente que contenga el diagnóstico o
tratamiento médico que resulte del padecimiento de alguna enfermedad
estigmatizante, o que pueda causar un serio problema personal, familiar o en el
grupo de personas reclusas, siempre que no se afecte los derechos de los demás.

Artículo 16. Régimen alimenticio. Las personas reclusas tienen derecho a un


régimen alimenticio suficiente y en condiciones higiénicas. Queda prohibido
adicionar en cualquier forma o suministrar en los alimentos, sustancias que alteren
o disminuyan sus capacidades psíquicas y físicas.

Artículo 17. Trabajo. Las personas reclusas tienen el derecho y el deber de


desempeñar un trabajo útil y remunerativo, que no sea aflictivo y que no encubra
una sanción. El Estado facilitará fuentes de trabajo a través de los entes
respectivos, garantizando los derechos conforme a las leyes generales de trabajo
del país.
Artículo 18. Biblioteca. En cada centro penal debe existir una biblioteca para las
personas reclusas, la que deberá contar con material educativo indispensable para
la investigación, información y desarrollo integral de las mismas.
Artículo 19. Expresión y petición. Las personas reclusas tienen libertad de
expresión. Asimismo tienen derecho a formular peticiones en su idioma, conforme
la ley.

Artículo 20. Comunicación interna y externa. Las personas reclusas tienen


derecho a comunicarse con familiares y otras personas. En el caso de los
extranjeros también podrán mantener comunicación con los representantes
diplomáticos y/o consulares de sus respectivos países. El Sistema Penitenciario
deberá favorecer las condiciones para el ejercicio de este derecho.

Artículo 22. Derecho de defensa. Las personas reclusas tienen derecho a


comunicarse con su abogado defensor, cuando aquél lo requiera. Además, podrán
solicitar su intervención en los incidentes planteados con relación a la ejecución y

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extinción de la pena u otros procedimientos judiciales o, en su caso, en asuntos de
índole administrativos o disciplinarios.
También tendrán derecho de comunicarse privadamente con el juez de ejecución
y el Director del Centro para informar de cualquier situación que afecte sus
derechos. Esta comunicación se hará en departamentos especiales que
garanticen la privacidad de las entrevistas. Este derecho no podrá ser suspendido
o intervenido bajo ninguna circunstancia.

Artículo 23. Derecho a información. Las personas reclusas tienen derecho a ser
informados del fallecimiento o enfermedad grave de un pariente dentro de los
grados de ley. Asimismo las autoridades deben informar al pariente o persona
registrada, a quien la persona reclusa hubiera designado, de la enfermedad,
accidente o fallecimiento del mismo.

Artículo 24. Libertad de religión. Las personas reclusas tienen el derecho a


profesar la religión o creencias que estimen, de conformidad con la Constitución
Política de la República. La administración penitenciaria permitirá mediante la
reglamentación respectiva, la prestación de asistencia religiosa en todos los
establecimientos y procurará, según su capacidad, brindar por lo menos un local
destinado a los cultos religiosos.

Artículo 25. Educación. Las personas reclusas tienen el derecho a recibir


educación y capacitación de todos los niveles académicos. Los certificados de
estudios aprobados, no deberán contener ninguna indicación que denote que
hubieren estado recluidos. Las personas reclusas que hubieren aprobado en tal
forma los diferentes niveles de educación y que fueren profesionales o técnicos
que les permita contribuir con el régimen educacional del centro, podrán participar
como docentes o auxiliares, en forma remunerada, para cuyo efecto el Ministerio
de Educación, las universidades y otras instituciones podrán realizar las
contrataciones y/o pagos respectivos.

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Artículo 26. Colaboración. Las personas reclusas pueden colaborar con el
desarrollo de las actividades penitenciarias a la educación, el trabajo, la cultura, la
higiene, la alimentación, el descanso, el deporte, la religión y la recreación.

Artículo 28. Derecho a la readaptación social y reeducación. Las autoridades


penitenciaras tienen la obligación de diseñar y ejecutar programas y actividades
dirigidos a brindar capacitación formal e informal en el área educativa, laboral,
profesional y de desarrollo personal de las personas reclusas, conjuntamente con
éstas, la persona reclusa tiene el derecho a participar en los mismos de acuerdo
con sus intereses y necesidades personales.

DERECHOS QUE NO SE LIMITAN POR LA ORDEN DE PRIVACIÓN DE LIBERTAD,


SEGÚN DOCTRINAS.

Inicialmente, se enlista, algunos de los derechos, que no deben limitarse al


momento de ser legalmente detenido, tales como:
 No existirá discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otros
factores;
 Respeto a las creencias religiosas y los preceptos culturales del grupo a que
pertenezcan los reclusos;
 Todos los reclusos tendrán derecho a participar en actividades culturales y
educativas, encaminadas a desarrollar su personalidad humana;
 Se tratará de abolir el uso de aislamiento en celda de castigo como sanción
disciplinaria;
 Creación de condiciones que permitan desarrollar actividades laborales
remuneradas, que permitan su reinserción en el mercado laboral y le permitan
contribuir al sostenimiento económico de su familia y al suyo propio.
 Los reclusos tendrán acceso a los servicios de salud de que disponga el país,
sin discriminación por su condición jurídica.
 Toda persona detenida o presa tendrá el derecho de ser visitada, en particular por
sus familiares, y de tener correspondencia con ellos y tendrá oportunidad

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adecuada de comunicarse con el mundo exterior, con sujeción a las condiciones y
restricciones razonables determinadas por ley o reglamentos dictados conforme a
derecho.
 Será de especial tratamiento, el derecho a alimentación adecuada.

Los derechos antes enumerados, sin menoscabo a todas aquellas condiciones


que permitan una reclusión digna, que a pesar de no ser detallados en este
documento, no significa que los mismos no sean innatos a la población reclusa, en
este apartado, solo me referiré al penúltimo de los derechos citados, en relación al
derecho a recibir visitas del abogado a cargo de su defensa, familiares y amigos.

DERECHO A LA ASISTENCIA TÉCNICA

En cuanto a la asistencia técnica, constituye un derecho, el que nadie será


mantenido en detención sin tener la posibilidad real de ser oído sin demora por un
juez u otra autoridad. La persona detenida tendrá el derecho de defenderse por sí
misma o ser asistida por un abogado según prescriba la ley. Toda persona
detenida y su abogado, si lo tiene, recibirán una comunicación inmediata y
completa de la orden de detención, junto con las razones en que se funde. Se
facultará a un juez o a otra autoridad para considerar la prolongación de la
detención según corresponda. Este principio está reconocido en Guatemala, tanto
en la Constitución como en el Código Procesal Penal. En la carta magna, el
artículo 8, reza: "Todo detenido deberá ser informado inmediatamente de sus
derechos en forma que le sean comprensibles, especialmente que puede
proveerse de un defensor, el cual podrá estar presente en todas las diligencias
policiales y judiciales. El detenido no podrá ser obligado a declarar sino ante
autoridad competente." Mientras que el Código Procesal Penal, regula que el
sindicado tiene derecho a elegir un abogado defensor de su confianza, en caso no
designe a nadie, el tribunal lo designará de oficio, a más tardar antes de que se
produzca su primera declaración sobre el hecho, además se establece que solo
los abogados colegiados activos podrán ser defensores.

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DERECHO A LA VISITA FAMILIAR

Ahora bien, el tema que no atañe, es la regulación de la visita de familiares y


amigos a las personas privadas de libertad, en los distintos centros de privación de
libertad. En el marco de las relaciones familiares se debe tener presente que
respecto del derecho de la cercanía del recluso con su familia, el conjunto de
principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión, dispone que si lo solicita el recluso, será mantenido en lo
posible en una prisión situada a una distancia razonable de su lugar de residencia
habitual, al igual que se reconoce el derecho de los reclusos a comunicarse con el
mundo exterior, fundamentalmente con sus familiares y el derecho de visita que
éstas de forma periódica, sin perjuicio del derecho a comunicarse con las mismas
por medio de correspondencia, precisando, que se puede mantener condiciones y
restricciones razonables determinadas por la ley o reglamento dictaminadas
conforme a derecho.
En América Latina, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, refiriéndose al
derecho a la vida en familia regulado en el artículo 17 de la Convención Americana
de Derechos Humanos, ha señalado que existen circunstancias especiales, como
el encarcelamiento (…) que aunque no suspenden el derecho, inevitablemente
afectan su ejercicio y no permite que se disfrute plenamente de él. Si bien el
encarcelamiento necesariamente limita que se goce plenamente de la familia al
separar forzosamente a no de sus miembros, el Estado tiene la obligación de
facilitar y reglamentar el contacto entre los reclusos y sus familias y de respetar los
derechos fundamentales de todas las personas contra las interferencias abusivas
y arbitrarias ha afirmado además que el Estado está obligado a facilitar el contacto
del recluso con su familia, no obstante las restricciones a las libertades personales
que conlleva el encarcelamiento.

DERECHO A LA VISITA CONYUGAL

Con relación al derecho a la visita conyugal, Roses, señala que son muchos los
perjuicios de permanecer en prisión, el sistema penitenciario garantiza las

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necesidades básicas de los condenados. Sin embargo, las carencias amorosas y
sexuales no quedan del todo resueltas a pesar de medidas como el encuentro
entre el preso y su pareja donde disfrutan de un momento íntimo de hora y media
de duración una vez al mes. Un estudio del Instituto andaluz de Criminología ha
puesto de manifiesto que cuando la vida sexual y de pareja de los reclusos es
buena, mejora el comportamiento y la calidad de vida de los internos. La
investigación ha puesto sobre el tapete que los internos con pareja dentro de la
misma prisión son los que sienten una mayor satisfacción sexual y un menor
sentimiento de soledad romántica, entendido éste como el echar de menos tener
una relación de pareja. Esto ha hecho pensar a los investigadores que tener una
pareja en prisión con la que mitigar los efectos negativos de la privación sexual es
un factor que mejora de forma inmediata la calidad de vida de los presos. El
estudio también esclarece que las mujeres muestran una menor soledad
romántica y una mayor satisfacción sexual que los varones porque la mayoría
tenía pareja dentro de prisión mientras que la mayoría de los hombres, no.
Además, añaden los autores del estudio, la mayoría de las mujeres había
mantenido contactos personales con la pareja y relaciones sexuales en los últimos
seis meses al contrario que los varones. No obstante, los investigadores piensan
que estas diferencias no están determinadas tanto por el sexo de los internos, sino
por la posibilidad de encontrar pareja dentro del centro penitenciario.
En cuanto a la importancia de la visita conyugal, dentro del sistema penitenciario,
y para destacar su importancia en la reinserción social de los privados y privadas
de libertad, es imperativo, denotar, que no se trata de un capricho corporal, sino
de un derecho a la manifestación de sentimientos, cariño, respeto y sobre todo de
sentirse apreciado y querido por otra persona, de lo cual no puede desprenderse
una persona al momento de no gozar de libertad plena, mismo que está
reconocido en la Declaración de los Derechos Sexuales, en cuanto que
la sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su
desarrollo pleno depende de la satisfacción de las necesidades humanas básicas
como el deseo de contacto, intimidad emocional, placer, ternura y amor. La
sexualidad se construye a través de la interacción entre el individuo y

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las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el
bienestar individual, interpersonal y social. Los derechos sexuales son derechos
humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad para todos los
seres humanos.
Por lo anterior se concluye que el Estado de Guatemala, debe realizar todo
tipo de gestiones para dotar todos los centros carcelarios, tanto a cargo del
Sistema Penitenciario como de la Policía Nacional Civil, de la infraestructura
necesaria para dar cumplimiento a al derecho humano a la intimidad
conyugal de las personas privadas de libertad, mismo que se reconoce en el
artículo 21 de la Ley del Régimen Penitenciario al establecer que las
personas reclusas tienen derecho a recibir visita íntima de su cónyuge,
conviviente o pareja y visita general de su familia o amigos. Las autoridades
de los centros, velarán porque las visitas se realicen en locales especiales,
adecuadas y dignas.

TRATADOS INTERNACIONALES EN PROTECCION DE LOS DERECHOS DE


LA POBLACION RECLUSA
 Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra la Tortura
y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Adoptada por la
Asamblea General en su resolución 3452 (XXX), de 9 de diciembre de 1975.

 Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a


cualquier forma de detención o prisión (Adoptado por la Asamblea General en
su resolución)

CONCLUSIONES

 Existen mecanismos legales que permitan al Estado en ejercicio de su poder


de imperio, dictar una pena privativa de libertad de una persona, para asegurar
su presencia en el proceso penal, luego de ser sindicada de la comisión de un
hecho tipificado como delito o falta, sin embargo en el proceso penal debe

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garantizarse, que solamente se afectará el derecho a la libre locomoción, sin
menoscabar los derechos humanos de las personas que se encentren
detenidos en los diferentes centros penitenciarios.

 Que en Guatemala, a pesar de existir una norma que reconoce el derecho de


la población reclusa a recibir visita de sus familiares, amigos y cónyuges, no
existe un espacio adecuado, para que las visitas se realicen en locales
especiales, y dignos para las mismas.

 Que se ha violado el derecho humano a la igualdad de las mujeres privadas de


libertad, ya que las personas recluidas en el Centro de Detención Preventiva
para Mujeres "Santa Teresa" se les ha negado el derecho a recibir visita
íntima, y el argumento del Estado, es que el penal no cuenta con la
infraestructura y recursos monetarios para realizar la construcción de los
espacios físicos que permitan acceder a tal derecho.

RECOMENDACIONES

 Que de conformidad con el principio de intervención mínima, en el proceso


penal, se garantice a todas las personas privadas de libertad, todos los
derechos humanos, con reserva irrestricta a que solo deben afectarse aquellos
derechos, que impliquen la garantía de su presencia en el juicio punitivo.

 Garantizar un espacio mínimo de intimidad a los reclusos, que cubra aspectos


mínimos se seguridad, higiene, decoro y protección tanto del privado de
libertad como de la persona que lo visita.

 Que se dé cumplimiento a la Ley del Régimen Penitenciario, a la Declaración


de Principios Básicos para el Tratamiento de Reclusos y a las
recomendaciones de los tribunales internacionales, en el sentido de garantizar

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que todas las personas reclusas reciban visita íntima de su cónyuge,
conviviente o pareja y visita general de su familia o amigos.

BIBLIOGRAFÍA

Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales.


28ª Edición. Argentina 2001.
Compilador: Federación Iberoamericana del Ombudsman. Sistema Penitenciario.
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Sarabia, Rosa. (Raonador del Ciudatà de Andorra) Informe sobre Derechos
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Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Informe 38/96 en referencia al
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16
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Legislación internacional
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de Detención o Prisión, adoptado por la Asamblea General de la Organización de
las Naciones Unidas en Resolución 43/173, de fecha 09 de diciembre de 1988.
Organización de las Naciones Unidas, Declaración Sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Recluso, adoptado durante el Octavo Congreso de fecha 14 de
diciembre de 1990
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Reclusos, adoptado durante el Octavo Congreso de fecha 14 de diciembre de
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