Vivero Pecano PDF
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Gamalier Lemus
Financia Pilar Gil M.
Comisión Nacional de
Riego
Patricio Maldonado
Gobierno Regional
(Provaltt Quillota)
Fundación para la
Innovación Agraria
(Proyecto alternativas
de frutales de nuez)
Abril 2003
Ejecuta
INIA
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1. IMPLANTACIÓN DE UN VIVERO
Para poder instalar un vivero de cualquier especie frutal es necesario considerar ciertos puntos que en su conjunto resultarán ser esenciales para
lograr obtener un buen producto final, el cual será una planta comerciable de buena calidad.
1.1.1. Construcciones:
Estas deben ser de un tamaño apropiado con el fin de evitar aglomeraciones de público, contaminación de las plantas con enfermedades, mantención
en orden de los implementos, insumos y herramientas utilizadas. Dentro de las construcciones se considerarán:
• Caminos y sectores de carga y descarga, los que deben ser lo más expeditos posible.
• Sala de ventas o muestra, en donde se deben tener sólo las plantas de mejor calidad que serán vendidas, procurando protegerlas de plagas y
enfermedades. La sala de ventas puede ser solamente un sector dentro del mismo predio que cuente con la infraestructura necesaria para
mantener protegidas las plantas. Para el caso de plantas que se comercializan a raíz desnuda, la sala de muestra o venta será el mismo cuadro
de cultivo.
• Almacén de herramientas e insumos, este puede ser un cuarto que esté ubicado en algún sector dentro del predio, en donde se debe tener todo
en orden y organizado con el fin de evitar su pérdida. Ojalá se tenga todo bajo inventario.
En el presente informe se anexan además, los costos aproximados de la implantación de un vivero de nogales y el flujo de caja posible a 5 años
- Deben poseer los medios e instalaciones para efectuar tratamientos a las plantas, de modo que puedan dar garantía de sanidad.
- Los viveristas frutales están obligados a declarar al S.A.G. anualmente el origen del material de reproducción de las especies: Ciruelo, Damasco,
Duraznero y Nectarines, identificando los árboles madres de donde se obtendrán los injertos.
- Existe prohibición de movilizar, a cualquier título, material de propagación y plantas de: Ciruelo, Damasco, Duraznero y Nectarines que no estén
certificadas por el S.A.G. como negativas.
- Las plantas vendidas por un vivero o depósito deben entregarse con una guía de despacho o factura en que se indique su genuidad varietal,
procedencia y cantidad. Además, las plantas frutales deben ir acompañadas de una etiqueta individual o por paquete.
2. VIVERO DE NOGALES
Como definición este vivero es un vivero de multiplicación o especializado, en donde se producirán y se comercializarán plantas de solo una especie,
el Nogal.
Aunque la reproducción del Nogal se puede realizar, con dificultad, por medio de multiplicación vegetativa o asexuada (acodo, estaquilla y otros
métodos), el sistema empleado en general, es la producción sexuada o por semillas.
Con el primer método se reproducen con exactitud las características del pie madre. Por el contrario, con el segundo no existe la certeza de que se
transmitan dichos caracteres, los cuales se pueden adquirir por medio del injerto. Es por eso que se propone la reproducción por semilla de los
portainjertos y el uso de yemas para injertar tomadas de plantas madres.
Se deben dejar secar durante unos días en un lugar seco y bien aireado, con el fin de que puedan conservarse bien hasta la época de la siembra. Es
necesario emplear semillas de la última cosecha para el semillero.
Dentro de los manejos de suelo en el cuadro de cultivo es antieconómico realizar fumigaciones, por lo que se deben realizar manejos culturales para
evitar problemas sanitarios. Con regularidad se deben realizar análisis nematológicos, monitoreando las poblaciones 1 a 2 veces al año. Si se
presentan poblaciones de nemátodos fitoparásitos por sobre los máximos tolerables, se deben realizar aplicaciones de productos químicos. Si el
tratamiento químico no es efectivo, el vivero debe cambiar su ubicación dentro de la parcela. También se pueden realizar rotaciones culturales, con
algunas leguminosas que tienen efectos nematicidas y aportan nitrógeno al suelo. Se debe evitar el uso de suelos muy pesados o mal drenados. En
estos casos se recomienda incorporar materia orgánica y realizar camellones para mejorar las características físicas del suelo.
El terreno donde se va a establecer el vivero debe ser fácil de trabajar, con una buena estructura de suelo y rico en materia orgánica. Se preparará
minuciosamente, desmenuzando la tierra lo máximo que se pueda. Junto con las labores preparatorias se propone incorporar 75-100 unidades de
fertilizantes de anhídrido fosfórico (P2O5) por hectárea y 40-50 unidades de óxido de potasio (K2O) por hectárea, 20 a 30 días antes de la siembra.
(Estos pueden ser reemplazados por SuperFosfatoTriple y Sulfato de Potasio, realizando lógicamente el cálculo de las unidades correspondientes
para cada caso). Sin embargo, se recomienda tomar muestras de suelo con el fin de realizar análisis de fertilización de suelo y no perder dinero con
manejos de fertilización erróneos.
Es posible también incorporar elementos para formar una mezcla de substratos, con el suelo ya existente y arena, aserrín o tierra de hoja. Con ello se
mejoran las características fisico-químicas del suelo, y se promueve el desarrollo de organismos saprófitos que pueden actuar sobre patógenos del
suelo, por efecto de la materia orgánica.
Si la parcela ha tenido anteriormente especies arbóreas, es aconsejable cultivar la tierra con especies anuales durante un mínimo de 2 a 3 años,
previa extracción máxima de las raíces dejadas por los árboles anteriores, a fin de evitar riesgos de enfermedades radiculares en la nueva plantación.
Antes de proceder a la siembra la semilla debe ser puesta en agua, de la siguiente manera:
Puesta en agua de la nuez: La nuez que se ha seleccionado y mantenido en local seco y bien aireado, se coloca en sacos y se introduce
en agua corriente el día antes de realizar la siembra. Pasado este tiempo, si la presión de los dedos abre las valvas, es el momento de
realizar la siembra.
La puesta en agua hay que realizarla en una fecha tal que, después de transcurridos 25-30 días, la nuez que haya germinado en el vivero
no esté expuesta a riesgos de helada.
2.4. Siembra:
En el mes de mayo y una vez pasado el tiempo de puesta en agua de la nuez, se pasará a vivero colocando una semilla por bolsa con la sutura en el
plano vertical y a una profundidad de 6 a 8 cm, eliminando las vanas o podridas que puedan quedar presentes. Aquellas otras que hayan germinado
en el estratificado y tengan la radícula visible, se colocarán de manera que la raíz esté dirigida hacia abajo. Tomando en cuenta estas precauciones se
evitan pudriciones y problemas en la emergencia de la planta como el "cuello de cisne", además, se controla la emergencia de plantas defectuosas,
las que generalmente toman en el tallo y la raíz la forma de “silla”.
Las bolsas con las semillas ya sembradas se pondrán en una nave, para ser regadas todos los días por 20 minutos con un sistema de
microaspersores.
A las 4 o 5 semanas, las nueces han germinado, obteniéndose aproximadamente 60-70 plantas por Kilogramo de nueces sembradas (80-90 nueces =
1Kilogramo).
Si se quiere producir plantas fuertes, el marco a utilizar será de 100 cm entre hilera y 25 cm sobre la hilera. Las plantas deben ser regadas pos cinta
todos los días y dependiendo del tipo de suelo presente se debe ir aumentando el tiempo de riego hasta una hora y media en los meses de más calor.
Además, junto con el riego diario se debe aplicar fertilizante nitrogenado, para lo que se utiliza Urea (aproximadamente 10 Kilos por hectárea).
En ningún caso es aconsejable producir plantas sin repicar, ya que, si el aspecto vegetativo es muy bueno, el sistema radicular es muy deficiente,
teniendo una raíz principal muy desarrollada pero pocas raíces secundarias. Este tipo de plantas sufre problemas en el transplante, necesitando 2 o 3
años para adquirir su vigor normal.
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Si es que las plantas presentan crecimiento lento se pueden realizar aplicaciones foliares de Zinc (Producto comercial Zinc 55) cada 15 a 20 días
después del transplante.
Por otro lado el portainjerto que presenta mayor afinidad con el cultivar Serr debido a su tolerancia a la "línea negra" es Juglans regia de semilla,
cultivar Vina Especial. Este presenta además, tolerancia a Phytophtora sp. y se caracteriza por su vigor. Por lo tanto se propone como patrón a
Juglans regia cv. Vina Especial y a Serr como cultivar a injertar.
Un vivero debiera contar con un plantel madre para la producción de semillas para portainjertos y patrones, así como material para injertación. Las
plantas madre deben ser manejadas con un nivel hídrico óptimo, con poda y fertilización que favorezcan el crecimiento vegetativo, y medidas de
prevención de problemas patológicos. Es necesario monitorear los síntomas de enfermedades, y realizar pruebas de laboratorio para asegurar de que
no se está propagando enfermedades fungosas ni virales.
Cuando los brotes presentan una longitud de 5 cm, la intensidad de la poda debe ser de una quinta parte del volumen de la copa. Para esto se rebajan
primeramente las ramas guía, comenzando por aquellas que tienen menor desarrollo. Esto marcará un nivel de corte que se debe dar al resto de las
plantas para que todas queden a la misma altura, apoyándose dicho corte en ramificaciones laterales sobre las cuales se dirige el crecimiento del
árbol. A continuación se rebajan las ramas secundarias, siguiendo el mismo criterio utilizado para las guías. Los cortes deberán ser protegidos con
pasta fungicida.
Las aplicaciones de productos químicos debieran realizarse sólo en caso de presentarse problemas, con el fin de evitar resistencia de los patógenos y
fitotoxicidad del producto. El manejo de las malezas debería ser químico, ya que no es recomendable remover el suelo, por los posibles daños que se
puedan producir a las raíces (vía de entrada de patógenos).
La cosecha de material vegetativo debe considerar un registro del material que sale del área de exclusión; las herramientas de corte deben limpiarse
al cambiar de árbol con soluciones cloradas, para evitar la dispersión de virosis.
Las yemas a utilizar se pueden encontrar, en gran número, sobre brotes de una longitud de 30 a 60 cm, longitud conseguida con la previa preparación
del árbol madre antes mencionada o sobre plantas jóvenes con buen vigor. Una vez cortados los brotes o varetas del árbol madre, se deben conservar
estratificándolas, cuando vayan a ser utilizadas en injerto de púa o envolviéndolas en saco húmedo y ambiente fresco, cuando se trate de injerto de
placa. En este último caso las varetas se pueden utilizar a lo largo de 2 o 3 días.
De estas varetas se emplean las yemas situadas en la parte central de las mismas (madera cilíndrica), despreciando aquellas situadas en la parte
terminal (madera triangular y poco lignificada) y las situadas en la parte basal (yemas poco diferenciadas). Dependiendo del tipo de material vegetal a
injertar es necesario determinar el tipo de injerto a realizar. Es posible realizar diferentes tipos de injerto, como Injerto de púa a la inglesa en campo,
Injertos de púas a la inglesa en taller e injerto de placa o parche.
El último injerto mencionado es el más sencillo y rápido de realizar, presentando la ventaja de poder repetir el injerto dos o tres veces sobre la misma
planta, en caso de no pender los primeros injertos.
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Este sistema presenta dos modalidades que se diferencian por la fecha de ejecución y por la procedencia de las placas empleadas en el injerto,
siendo la técnica del injerto idéntica en ambos casos, por lo que se describirá una sola vez para ambas modalidades.
Injerto con yemas situadas en madera del año anterior: Por su temprana realización, los patrones injertados disponen de un largo período vegetativo
dentro del mismo año, alcanzando los injertos unos desarrollos tales que, un gran número de ellos, pueden pasar a terreno definitivo en la siguiente
etapa de receso.
El momento de injertar viene dado por el estado vegetativo del patrón que debe tener un mínimo de 5 hojas bien desarrolladas, asegurando así un
movimiento de savia adecuado para el prendimiento de los injertos.
Los árboles madre habrán iniciado la brotación de las yemas terminales de las ramas, lo que indica circulación de savia. Se emplearán para el injerto
aquellas yemas laterales que no hayan iniciado aún la brotación. En algunos casos, el número de yemas aptas para injertar, que ofrece el árbol madre,
suele ser escaso debido a ramas cortas o a ramas brotadas. Se salva esta circunstancia recurriendo a la poda recomandada anteriormente o a árboles
madre situados en zonas más frías, lo que ocasiona una brotación más tardía.
Injerto con yemas situadas en madera del año: Esta modalidad se puede practicar durante un largo período vegetativo, pudiéndose iniciar en cuanto
se disponga de brotes con yemas bien constituidas y realizar hasta un mes antes de la caída de las primeras hojas, siempre que haya circulación de
savia en el patrón y en el árbol madre.
El sistema requiere de una preparación previa de las varetas que consiste en eliminar las hojas de las mismas respetando un trozo de peciolo, sin
separar aún las varetas del árbol y dejando completas las 2 o 3 últimas hojas. Transcurridos unos 15 a 20 días, los trozos de peciolo que se han
dejado sobre la vareta empezarán a desprenderse por sí solos o con una ligera presión del dedo; es el momento en que las varetas están en
condiciones de poder ser utilizadas en el injerto.
Realización del injerto: Una vez seleccionada la parte de la vareta a utilizar en el injerto, se desprende la placa dando dos cortes con cuchilla,
perpendiculares a la vareta, que afecten a la corteza y a todo el perímetro de esta, a 1.5 cm por encima y por debajo del grupo de yemas. Por la parte
opuesta a la situación de las yemas en la vareta, se dan uno o dos cortes longitudinales, despreciando la parte de la corteza que sobre. Con la ayuda
de la cuchilla y mediante una ligera presión del dedo pulgar, se separa la placa. En el patrón, que debería tener unos 2 cm de diámetro, se da un corte
perpendicular al tronco a unos 20 cm del suelo, afectando solo a la corteza. Sobre este corte se coloca un extremo de la placa que se utiliza como
medida, dando por debajo de la parte inferior de la misma otro corte paralelo al anterior. A continuación se realiza un corte longitudinal, en la parte
derecha, lo que permite desprender la corteza del patrón y colocar la placa en su lugar, eliminando finalmente la corteza sobrante del patrón. La
ventana abierta debe tener dimensiones superiores en 1 o 2 milímetros a las de la placa, con el fin de que al presionar ésta ajuste perfectamente. A
continuación se realiza el atado con plástico transparente, cubriendo toda la superficie de la placa, a excepción de las yemas.
Cuidados posteriores al injerto: Una vez realizados los injertos, no se debe hacer ninguna operación de cultivo hasta pasados de 25 a 40 días, que es
lo que dura aproximadamente el prendimiento de las placas; en este período se eliminarán todos los brotes que puedan aparecer por debajo del injerto.
Cuando comiencen a brotar algunas yemas, es el momento de descabezar todos aquellos patrones en los que haya prendido la placa, dejando por
encima de ésta un tocón de unos 25 cm. A partir de este momento se podrán quitar las ataduras, suprimir los brotes que puedan salir en el patrón y
reanudar las labores. Cuando el diámetro del injerto es igual al del patrón, se eliminará el tocón.
Las plantas injertadas a finales de verano no se descabezarán, ya que con esta operación se provocaría la brotación de un cierto número de injertos
cuyos brotes, poco desarrollados y deficientemente lignificados, serían afectados por las heladas de invierno. Habría que limitarse a quitar ataduras.
Las yemas de los injertos permanecerán en estado latente hasta la siguiente primavera, descabezando en esta estación, al iniciarse la brotación,
consiguiendo así plantas de un gran desarrollo.
2.10. Barbecho:
Cuando el injerto alcanza entre 0,20 y 1 metro de largo, la planta está lista para la venta, por lo que son pasadas a barbecho, manejo que se realiza
aproximadamente en el mes de Junio. Esto significa que las plantas serán trasplantadas y agrupadas según el largo del injerto sobre arena fina de
construcción, la cual debe ser esterilizada con Bromuro de Metilo. Esta arena puede ser utilizada todos los años.