Louis Isadore Kahn - Casa Esherick
Louis Isadore Kahn - Casa Esherick
Louis Isadore Kahn - Casa Esherick
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Pennsylvania cuando se manifiestan los principios que
caracterizarian el resto de su obra. Los principios de la obra de
Louis I. Kahn recogen tanto los principios del Movimiento Moderno
como los principios académicos y racionalistas de su formación
Beaux-Arts.
La forma en que Kahn encaraba un proyecto puede
considerarse en cierta manera platónica, existe una idea primera,
aquello que el edificio quiere ser, a lo que Kahn llama Forma. La
labor del arquitecto es, por tanto, volver esta idea material y visible
a través del diseño. La validez de la forma inicial se comprueba si
esta mantiene su coherencia a través de todo el proceso de diseño.
En caso contrario se buscaría una nueva idea inicial. Esto no
significa que Kahn prescindiese de la función, sino que creia que la
arquitectura comienza una vez que la función ha sido plenamente
comprendida. A partir de este punto, la mente se abre plenamente a
la naturaleza misma de los espacios. Obviamente, este mecanismo
compositivo separa a Kahn tanto del pragmatismo de la Bauhaus,
basado en la respuesta a los diagramas de funciones como del
empirismo de Alvar Aalto. Esta forma de introspección de la
arquitectura en si misma es lo que otorga a las obras de Kahn su
característico aspecto de atemporalidad, contraria a la idea de Mies
van der Rohe de la arquitectura como representación de la sociedad
de su época, sino ligada a la eternidad.
La influencia del pensamiento beaux-arts en el pensamiento
de Kahn se concretiza en la idea de orden –es decir, simetría,
claridad, regularidad y geometria- como base del método
proyectivo. Esto conlleva una independencia de las formas
arquitectónicas que nos lleva a asociar la obra de Kahn con la de
los arquitectos visionarios del neoclasicismo. Encontramos en la
obra de Kahn, como encontramos en los proyectos de Étienne-
Louis Boullée o de Charles-Nicolas Ledoux, una monumentalidad
conseguida a través de las formas geométricas puras, la ausencia
total de ornamento aplicado y un uso sensible de la luz la capacidad
de la arquitectura de transmitir emociones, lo que Boullée llamó
carácter.
Otra de las características importantes de la obra de Kahn es
la importancia de la estructura, el interés por los materiales y las
técnicas de construcción, por lo que Viollet-le-Duc llamó la lógica
constructiva, aunque para Kahn esto no constituye la arquitectura
sino una “fase preliminar”. Kahn explicaba que proyectaba de abajo
hacia arriba, según se construia, haciendo enfasis en el peso, la
resistencia, la tectonicidad de la estructura. Esto lo aleja la ligereza
y atectonicidad proclamada por el Estilo Intenacional, pero también
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lo asocia con arquitectos modernos como Frank Lloyd Wright o
Hendrik Petrus Berlage, que consideran el muro como elemento
generador de su arquitectura o con la obra tardia de le Corbusier.
Este énfasis en la tectonicidad de los materiales ha hecho que
críticos como Reyner Banham asocien la obra de Kahn con el
Brutalismo.
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distinción entre espacios servidores y espacios servidos puede
provenir de la noción académica de orden a través de la
composición por elementos, que defendía Guadet. Kahn llega a
estructurar por separado los espacios servidores para que no
intervengan en la concepción unitaria del espacio principal que
acostumbra a caracterizar sus obras. Este tratamiento jerarquizado
de los espacios es también distintivo de las villas de Palladio, como
la Rotonda por citar el ejemplo más célebre y paradigmático.
El espacio de la sala de estar se halla diferenciado por su
doble altura, pero en lo demás, en su primer gesto, las funciones
parecen casi como intercambiables desde su definición estructural.
Es mas, el conjunto de las zonas principales, sala de estar y
comedor en la planta baja y dormitorio en la superior,aparece
tratado como los espacios unitarios principales de las
construcciones públicas de Kahn, como la sala de exposiciones de
la Galeria de Arte de Yale, separado en dos mitades equivalentes
por la escalera. Este tratamiento simétrico del espacio también está
presente en la arquitectura moderna en la simetria schinkelesca de
las grandes naves del Mies van der Rohe tardio, como por ejemplo
la Galería Nacional de Berlín o el Crown Hall.
La matización del espacio en relación a su utilización la dan
los huecos de iluminación situados en los muros de cerramiento
perpendiculares a los cinco estructurales. Estos huecos sin
embargo, no forman ventanas, sino cortes totales entre elementos
estructurales que permiten percibir desde el exterior el ritmo de los
muros que organizan la casa. La rasgadura vertical que enfrenta el
tiro de la chimenea o las aberturas en ojo de cerradura de la sala de
estar y el dormitorio dan buen ejemplo del uso expresionista de la
luz para conferir carácter al espacio, a la manera de los proyectos
de Boullée o de los grabados de Piranesi, pero también a la manera
de la rasgadura vertical o los cañones de luz coloreados en La
Tourette o los huecos en el muro de Ronchamp de Le Corbusier.
Así, la expresividad en el tratamiento de la luz es una constante en
la obra de Kahn. Así tenemos los paneles móviles de la casa Weiss
o las distintas formas de las ventanas en la casa Fleisher, las
aberturas en T en el Tribune Review y en ojo de cerradura en el
Consulado de Luanda -que recuerdan los nichos de Miguel Angel
para la Biblioteca Laurenziana- o las “botellas de luz” en la sinagoga
Israel de Filadelfia. Comprendemos la importancia de la luz para
Kahn cuando le oimos decir que es la fuente original que contiene a
todas las leyes de la naturaleza, conocidas o no por el hombre, o
cuando afirma que la materia es luz extinguida, con un misticismo
parecido al de los constructores góticos.
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La expresión de la casa, la generación de sus espacios
internos, su propia idea, todo parte de aquel gesto estructural
básico mediatizado por la geometria, es decir, por el orden como
mecanismo compositivo generador. Como en gran parte de sus
proyectos, parte del cuadrado como figura base. El cuadrado, junto
con el círculo, es la figura perfecta para el neoplatonismo
renacentista. Representa la perfección, la totalidad, es la base de
las plantas centrales de Leonardo. Kahn abate la diagonal del
cuadrado para obtener un rectángulo de razón raíz de dos,
proporción usada desde la Antigüedad, módulo de la basa de la
columna dórica según el Tratado de Serlio, que tiene la curiosa
propiedad de duplicarse manteniendo su proporción. Así, este
rectángulo configura el interior de la casa, mientras el cuadrado
marca el final de los cuerpos de acceso. Ahora, la construcción de
un rectángulo de proporción aurea nos marcará el eje de acceso y
la amplitud del cuerpo de entrada. Utilizando el eje para crea una
simetria obtenemos la escalera y la separación entre espacio
servidor y servido. El espacio principal queda configurado por cuatro
cuadrados y la posición de las chimeneas viene dada por la
construcción de un cuadrado desde el eje de acceso y por la
construcción de un rectángulo de razón aurea. El uso de la razón
aurea o número de oro relaciona a Kahn con los trazados
reguladores que ocasionaron a Le Corbusier la crítica de Teige y
con multitud de estudiosos renacentistas como Leonardo da Vinci o
el astronomo Kepler.
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Aalto contrasta con esta idea ya que el espacio interior de Aalto se
multiplica y extiende apropiandose también del espacio exterior,
como en la Villa Mairea, que no puede ser aprehendida en conjunto
sin considerar el patio como parte de la casa.
Ambos arquitectos tuvieron una evolución parecida, entrando
en la profesión desde el clasicismo para pasar al Movimiento
Moderno, desde el que, cada uno en aspectos diferentes,
evolucionaron hacia una poética personal que supuso, al mismo
tiempo, una contestación a las restricciones del Estilo Internacional
y una evolución para el Movimiento Moderno.
Las formas de usar los materiales de Kahn y Aalto se
asemejan en su utilización de materiales blandos, como la madera,
para aportar confort y por el uso de materiales y técnicas
tradicionales para adaptarse a su locus específico, como el ladrillo
en Ahmedabad, la madera y la piedra en la casa Fisher, o la
madera en la Villa Mairea y el ladrillo en Saynatsaalo. Además,
ambos saben combinar estos materiales con materiales modernos
como el hormigón para resaltar el contraste.
En cuanto al tratamiento de la luz, tema importante para
ambos, mientras Aalto utiliza y dirige la luz de forma gradual para
proporcionar confort al usuario, Kahn la controla y dirige para
realzar el carácter de sus edificios.
Sus criterios compositivos son dispares. La Forma de Kahn
como esencia del proyecto anterior a su realización es
diametralmente opuesta a la continua reelaboración empírica del
proyecto de Aalto para adaptarse al lugar y al propietario.
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REFLEXIÓN PERSONAL