Antología Poesía Dominicana, Puntos de Partida PDF
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p to
Nueva época / No. 171
de partida
la revista de los estudiantes universitarios
punto de partida
Universidad Nacional Autónoma de México • poesía dominicana actual •
Jorge Pineda, El bosque, instalación, versión i, madera, textil, grafito, medidas variables, 2004
contenido
Editorial 7
Alejandro González 20
Daniela Cruz 25
Rossalinna Benjamín 29
Alexéi Tellerías 35
Luis Reynaldo Pérez 40
Rey Andújar 45
Jennifer Marline 50
Argénida Romero 55
Deidamia Rebeca Galán 60
Frank Báez 64
Sussy Santana 69
Homero Pumarol 74
l de partida 5
UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
Sealtiel Alatriste
Coordinador de Difusión Cultural
Rosa Beltrán
Directora de Literatura
Punto de partida inicia un nuevo año con este número dedicado a una literatura poco
conocida en el ámbito mexicano, la poesía hecha por autores nacidos en los años setenta
y ochenta en la República Dominicana. La muestra, antologada y presentada por la tam
bién poeta Ariadna Vásquez Germán, abre con un poema de uno de los padres literarios
de estas nuevas generaciones: René del Risco Bermúdez, y ha sido ilustrada con reproduc
ciones en blanco y negro de la obra del artista visual dominicano Jorge Pineda, a quien
agradecemos su generosidad.
Para nosotros ha sido una sorpresa descubrir este hervidero de voces provenientes
de aquella isla que en alguna campaña publicitaria de turismo se promocionaba como
“el secreto mejor guardado del Caribe”. Y si las particularidades del país —costum
bres, cadencia al hablar, comida— permanecen para nuestro público difusas en eso que
se ha dado en llamar “caribeño”, la joven poesía dominicana es aún más desconocida.
A decir de la antóloga, esta muestra “pretende ser una puertita de entrada al universo
de la poesía sobre el cual gira la isla en estos tiempos”.
“La isla.” Así, sin más, es nombrada por sus nacionales, como si no existiera otra,
como si el ser isla le fuera exclusivo a este pedazo de tierra compartido por dos países
—Dominicana y Haití—, y esto denota, precisamente, un rasgo de su poesía, encerra
da en sí misma, y de la cual Ariadna Vásquez extrae estas voces que —unas más, otras
menos—, marcan la conciencia de su isleñidad, entendida ésta como una condición
que, más que expulsarlos del terruño, los aísla en él. Interesante visión ésta de ser
isla que mantienen, y escriben desde ella —a pesar de que algunos residen fuera del
país— sobre sus ciudades, sobre sus problemáticas particulares; la paradójica segu
ridad que genera el saberse cautivo de tanto mar.
Dos aspectos me llaman la atención en esta muestra: el primero, lugar común, es el
sentido del ritmo presente en los poemas, y el ritmo mismo que conserva la selección,
acomodada por su autora atendiendo no a azares cronológicos, sino a una especie de
concierto, de diálogo entre las voces, articuladas en un pulso a todas luces perceptible.
Acierto éste de Vásquez Germán, también ella miembro de la generación antologada.
El otro aspecto, que presumo tiene que ver con la condición de isla antes señalada, es
la abundancia de localismos en el lenguaje, desde el nombre mismo de la muestra: “A la
garata con puño”, expresión dominicana que Vásquez aclara en su presentación median
te una pertinente nota al pie. Menciono este hecho a sabiendas de que una selección de
poemas no necesita de las notas al pie para entenderse, así que queda al lector la tarea,
si quiere emprenderla, de indagar sobre los significados de muchas de las palabras y ade
cuaciones léxicas presentes en estos poemas. Creo, como lectora, que no es necesario
pero sí interesante y gozoso descubrir —en tiempos en que la tecnología facilita y pro
mueve la homologación— el gusto de afirmarse a través de un lenguaje tan particular
conservado en los poemas de este puñado de autores isleños. P
Carmina Estrada
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del árbol genealógico
No estaremos tú y yo…
René del Risco Bermúdez
No estaremos tú y yo
para cortar con nuestros rostros
la llovizna.
Para soltar una paloma,
y que ésta vuele con el perfume de tu anillo
entre las alas...
No será tu índice,
tu dedo índice que muerdes
en algunas horas de tristeza;
no será tu voz trepando estos viejos muros
de la ciudad
en los que alguien escribió su nombre
alguna vez,
alguna vez,
alguna tarde polvorienta
de un verano de árboles decididamente verdes.
No habrá dulzura de tus ojos
para llenar el cielo
en un gesto hacia atrás, de tu cabeza.
Las sucias esquinas en donde se amontonan
periódicos y restos de cigarrillos,
tú y yo
y la cámara Instamatic,
los sellos de correos con la efigie de Kennedy,
todo ese mundo reflejado
en hermosas postales,
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del árbol genealógico
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del árbol genealógico
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del árbol genealógico
René del Risco Bermúdez (San Pedro de Marcorís, 1937-Santo Domingo, 1972). Poeta y narrador. Formó parte del Movimiento Re
volucionario del 14 de junio contra el dictador Trujillo. En 1960 fue apresado y deportado a Puerto Rico. Tras su regreso a República
Dominicana se dedicó a la literatura. En 1965 se integró al grupo Arte y Liberación. Fundó, junto con Marcio Veloz Maggiolo, Miguel
Alfonseca y Ramón Francisco, el grupo literario “El puño”. Es autor de los libros El viento frío (poesía, 1966, Cielonaranja, 2004),
Del júbilo a la sangre (poesía, 1967, Cielonaranja, 2004), En el barrio no hay banderas (cuento, 1974, Cielonaranja, 2003) y El
cumpleaños de Porfirio Chávez (novela, Cielonaranja, 2000).
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poesía dominicana actual
“A la garata con puño”
Poesía dominicana actual
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poesía dominicana actual
Ariadna Vásquez Germán. Ha publicado los poemarios El libro de las inundaciones (Atarraya Carto
nera, 2011), Cantos al hogar incendiado (Praxis, 2009), La palabra sin habla (Tintanueva, 2007) y Una
casa azul (Ángeles de Fierro, 2005), y la novela Por el desnivel de la acera (Praxis, 2005). Sus poemas han
sido publicados en varias antologías, la última de ellas es 4M3R1C4: Novísima poesía latinoamericana
(Ventana Abierta, 2010). Su relato “Náufraga en Naxos” fue seleccionado para la antología El futuro no es
nuestro. Nueva narrativa latinoamericana, publicada en Argentina, Bolivia, Chile, México, Hungría y Es
tados Unidos. En 2010 obtuvo el Premio Nacional de Cuento Joven de la Feria del Libro de Santo Domingo.
Ha sido traducida al inglés y al italiano. Es columnista outsider de la Revista U.
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poesía dominicana actual
6
“Los nuevos caníbales: reciente poesía del caribe insular hispa
no” (marzo de 2005, <www.letras.s5.com>).
7
Antología de Pedro Antonio Valdez (encargado de la selección de
Niña tatuada, muñeca de plástico tatuada con letras de República Dominicana), Alex Pausiles y Carlos R. Gómez Beras (Edicio
piropos, colección del artista, 2001 nes Unión/Editora Búho/Editorial Isla Negra, Santo Domingo, 2003).
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poesía dominicana actual
A mediados de 2011, la revista Ping Pong publicó en Ureña fue el maestro del Ateneo de la Juventud (Pla
línea una antología muy completa llamada “Presencias tón, le decían), esa generación de escritores eruditos
reales: poesía dominicana actual”. Allí dio a conocer entre los que estaban Alfonso Reyes y Julio Torri, que
una pequeña selección de poemas, junto con una entre leían las obras en su idioma original y creían en la idea
vista, de la mayoría de los poetas dominicanos que fi del arte como algo perfecto, riguroso. Fue este domini
guran dentro y fuera del medio literario nacional y de la cano quien los introdujo a la crítica de John Ruskin y
diáspora dominicana. Este trabajo es un gran aporte pa Walter Pater, y quien los guió en sus estudios literarios
ra el estudio de nuestra poesía actual, pero sobre todo cuando apenas tenía poco más de veinticuatro años.
para el descubrimiento de muchos poetas que aún no Salvo el caso de Henríquez Ureña, los otros autores
han publicado libros, que no les interesa seguir el canon dominicanos del siglo pasado son poco conocidos en
literario dominicano y que, por el contrario, han logrado México. Una vez alguien me preguntó: “¿Hay un poeta de
conquistar algunos callejones del humorismo poético con apellido Mir en Dominicana?” Y siempre recuerdo con
gran ingenio, trabajando duramente para seguir escri cariño a un amigo oaxaqueño que una noche, después de
biendo y dándose a conocer a través de blogs y páginas tres mezcales, me susurró al oído: “porque cada palabra
digitales. es un poco de forma, un poco de tu muerte”.8 Los amigos,
La antología significó además un diálogo con estos los estudiantes y muchos, muchos poetas, apenas han
poetas para conocer sus opiniones sobre la literatura leído algo de poesía dominicana. No es su culpa, claro.
dominicana y específicamente sobre la poesía y los pro Es un hecho que la literatura y, en este caso, la poesía
blemas relacionados con la divulgación y el apoyo del dominicana es casi desconocida en el exterior. Movi
arte en el país. Fue curioso que todos estuvieran de acuer mientos tan importantes a nivel nacional, como la Poe
do en varios puntos, sobre todo en uno: los poetas de la sía Sorprendida o el postumismo, o la generación de la
isla están abandonados. Así son de importantes algunas posguerra, no hacen ruido en el ambiente literario de
antologías. otros países.
Las razones de la falta de divulgación de la literatu
ra dominicana en el exterior no son tema de esta antología,
De la muestra pero su señalamiento es pertinente porque para muchos
lectores será su primer acercamiento a la poesía domi
En México se conoce muy poco de la poesía dominica nicana y el hecho de si la muestra es una novedad o no
na. Algunos académicos de letras mencionan con mu podría pasar inadvertido, pues no saben del curso que
cha efusividad a Pedro Henríquez Ureña. Su nombre
suena a veces como una traducción al español de “li 8
Del poema “Huésped súbito”, de Manuel del Cabral, en Los huéspe
teratura dominicana”, pero es entendible. Henríquez des secretos.
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poesía dominicana actual
ha tomado nuestra poesía desde el modernismo, el pos minicano. Es experimental porque su principio de uni
modernismo y las vanguardias. Qué parámetros podrán dad no tiene una base instituida o comprobada, no es un
utilizar para reconocer la forma en que ha evoluciona movimiento ni un manifiesto, es decir, sólo hay una fe
do hasta este presente, hasta estos poetas. La realidad en esas coincidencias poéticas aunque a lo mejor no
es que tal vez ninguno, y es probable que no importe de existan del todo. Es un intento por responder (segura
masiado. La vigencia de estos poetas está en sus escri mente de forma precoz) a las preguntas sobre qué es
tos. La novedad es descubrirlos. tán diciendo los poetas jóvenes dominicanos y de qué
Esta pequeña compilación no aspira a demasiado, están hechos sus entornos, sus calles, sus ciudades, así
mas su divulgación podría ser una puertita de entrada como los motivos o ambientes (si es que existen) que
para algunos mexicanos, una manera de penetrar el uni para ellos aún pueden ser desacralizados, rotos, vulne
verso de la poesía sobre el cual gira la isla en estos tiem rados en el margen de la isla.
pos. Y es ciertamente un experimento porque supone ser En ese sentido, la muestra busca capturar lo que Paz
una elección más o menos “razonada” de textos que tie llama un “espíritu de la época”. Pues algo —ya sea un
nen entre sí algunas o pocas cosas en común, pero que gesto desesperado o una mueca— tiene que surgir del
al unirlos deberán hacer una especie de conjunto; una ruido de estos jóvenes poetas. Alguna sombra seguro se
orquesta donde cada poema será la pieza necesaria pa levanta sobre los edificios y las yipetas9 de un país pe
ra que ese universo suene, tal vez en un tono desafinado queño y pobre, cuyas venas de capitalismo y modernidad
y ruidoso, o quizás únicamente provocador. Ésta es la se van transparentando poco a poco, quedándose sin san
única regla que utilicé para establecer el orden de los gre y agua, secas como la decepción. Algo debe salir de
poetas. Colocarlos como parte de una extraña sinfonía tanto encierro y tanto mar alrededor; tanto resentimien
siguiendo el ritmo de los poemas, sus presentimientos, to en los arrecifes.
sus urgencias, esquivando silencios incómodos entre un La mayoría de estos poetas tiene ese gesto del soli
autor y otro. El nombre elegido es una sugerencia cari tario en las palabras; una especie de intuición sobre la
beña. Hoy lanzo estos poemas en tierras extranjeras y indiferencia de los escuchas, de los lectores, de los ami
el acercamiento de los lectores deberá ser salvaje, a pu gos, del mar, de sus mascotas, del continente: nadie es
ñetazos, estrepitoso, pues la agitación es siempre bien tá poniendo atención y aunque la isla inicie su naufragio
venida en nuestro escenario. en el Caribe, nadie afuera escuchará o tomará nota del
La antología es una mínima selección que reúne a desastre, de la caída de las palmeras y del Acrópolis10
doce autores que considero necesarios, que nacieron
después de los años setenta en la República Dominica 9
Camionetas.
na y que no necesariamente forman parte de los poetas 10
Edificio azul que alberga tiendas, restaurantes y oficinas, ubica
conocidos o publicados dentro del ámbito literario do do en el centro metropolitano de Santo Domingo.
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poesía dominicana actual
(que es como un cielo empaquetado ahí en la avenida caribeño que todo lo resaca y lo hipnotiza, incluso a las
Churchill, cuando uno sube desde el malecón), o del hun moscas, incluso al mar, tan terco y prolongado.
dimiento del Obelisco que tanto hemos esperado. Esta poesía es una pasarela de personajes kafkianos,
Los poetas saben que la isla está sola y que los únicos marchantes que venden poemas; montras,17 duendes,
vecinos que pueden retrasar la aparición de los tiburo amas de casa, canciones de cuna cuyos movimientos
nes hablan otro idioma. Pero no están desilusionados. crean un tiempo arquetípico en la ciudad, un tiempo que
Han perseguido miles de veces a las ciguapas11 en la se va y regresa, y se va y regresa todas las veces, siem
Matica,12 han tomado yolas13 a Puerto Rico que sólo lle pre con el deseo de insistir, lanzándose como lluvia so
gan a Miches,14 se han sacado chuflays15 vacíos en todas bre la ciudad, a la garata con puño con las palabras; así
las fiestas, y aun así regresan a casa. consiguen alumbrar esos espacios enrarecidos del me
Estos poetas le escriben a la ciudad y a su caravana dio-isleño, esos lugares donde la voz más real intervie
de perros callejeros. Reelaboran sus propios mitos sobre ne sospechosamente, con navaja debajo del brazo y la
viajes a Haina16 en carros públicos y los regresos tras señal asesina del desamparo.
tornados a un hogar que es siempre el mismo, siempre El eco de estas voces probablemente alentará a unos
en la azotea de algún edificio, con esa pesadez del calor cuantos a acercarse a la isla, a otros los ahuyentará co
mo el canto de las sirenas asesinas. Ya se sabe que el
deseo de los aislados es hosco y misterioso, y se yergue
prepotente como los faros solitarios. Se conocen los is
11
Se dice que son extrañas mujeres salvajes que habitan en las mon leños y su dureza frente al mar, vigilando incansables
tañas y en los bosques dominicanos; que poseen un poder mágico para esa pequeña luz lejana que se sospecha estrella grave
atraer a los hombres y que este embrujo hace que los hombres las persi
gan bosque adentro. Se dice que son morenas, que van desnudas y que tras la caída o barco que hunde el horizonte. P
únicamente su largo pelo negro les cubre el cuerpo. Tienen además los
pies al revés, y es por ello que todo el que las persigue se pierde y ya no
puede conseguir rumbo de nuevo.
12
Isla diminuta ubicada mar adentro en el Caribe, a la que se llega
por la playa Boca Chica.
13
Embarcación muy pequeña que utilizan los dominicanos para lle
gar ilegalmente a Puerto Rico.
14
Pequeña ciudad en el este de la isla dominicana y que pertenece
a la provincia de El Seibo.
15
Especie de cilindro de cartón envuelto en un papel de colores que
contiene un caramelo y un juguetito sorpresa. Fue muy popular duran
te las décadas de los setenta y los ochenta en República Dominicana. 17
Femenino de monstruo en la jerga dominicana; denota a una mu
16
Se pronuncia Jaina, y es un municipio de la provincia de San Cris jer que es habilidosa, buena en su oficio o que simplemente es especial
tóbal, ubicada al sur del país muy cerca de Santo Domingo. en su manera de relacionarse con los demás.
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poesía dominicana actual
Alejandro González
Santo Domingo, 1983
Garabato
en este extremo
la ciudad es abofeteada por un viento
que se desata con fuerza y
despeina las veredas
esta tarde
la ciudad es un ángulo:
desde aquí ya se ven las luces de tu barrio
al fondo, a lo lejos, donde
suenan los disparos
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poesía dominicana actual
Alejandro González. Poeta y periodista. Obtuvo el Premio de Poesía Joven Lupo Hernández
Rueda de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo 2004 con el poemario La ventana
donde me asomo (Ferilibro, 2004). En 2008 ganó el Premio Internacional de Poesía Joven de la
Feria del Libro de Santo Domingo con el libro Esta ciudad ha sido tomada por las piedras (Feri
libro, 2008). Recibió una mención de honor en el Premio de la Fundación Global Democracia y
Desarrollo por el texto “La luz esquiva” (2008). Realiza un doctorado en Literatura Española e
Hispanoamericana en España.
I
La vigilia encuba el destiempo.
las paredes respiran con terca conciencia la humedad
de este antiguo silencio donde todo sucumbe.
en el atrio el trasiego es ahora una trama entre dos sombras
y el oscuro anuncia que ha llegado la hora
en que los perros ladran espantados al vacío
mientras el vahído crece y
se consuma.
frente a la casa
la ensenada se quiebra
y la noche derrama su cauce
coagulado.
II
Oscurece:
sucede la noche /
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poesía dominicana actual
III
Derrotados los últimos faroles,
el miedo ha conquistado rostros, ademanes.
su nombre es ahora apenas un rumor de nombre
que esta boca asediada calla sin remedio
IV
La ciudad esconde ahora una oscura presencia.
en su herrumbre se apagan los últimos trazos
de una luz que ya ha sido vencida,
y voy quedando entre sus ruinas,
entre los restos de una verdad que tiene resquiebros,
a dónde irá a parar el tiempo flagelado
cuando yo regrese a devorar secretos.
quién (me) escucha /
quiero saber qué es este mirar entre ventanas
este vivir aquí de lejos
pensando roto entre la gente.
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poesía dominicana actual
XII
El reloj marca su puntual destierro.
entre su caduca estatura de cristales
la madrugada amedrenta siervos
bajo una desconcertada luna que cuelga
y se resbala.
XIV
esta noche nadie sabe tu nombre.
la multitud habla el duro abecedario de las piedras.
sus voces no te tocan.
esta noche te abandonan las vías que transitas,
cada paso es un desvío que te aleja
a lugares solos,
a plazas olvidadas,
a puertos donde nunca llegan los navíos.
esta noche nadie conoce tu nombre
y tu rostro,
en el estero.
Niñas rojas, lapicero de tinta roja sobre papel arches de 300 gr,
56 3 76 cm, 2008
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poesía dominicana actual
XXIV
En la avenida solitaria donde rompen las olas,
una boca herida anuncia lo que ha perdido
el mundo en esta noche peligrosa
A lo lejos el puerto,
la ensenada apacible a donde van a desaguar las cloacas,
la esperanza golpeada por el fétido oleaje del viento.
yo sé de hombres que han sido tragados por esas aguas.
el mar despiadado apenas devuelve sus pertenencias.
la noche entra por las escotillas y luego sale. los faroles cortan la tela y
abren dos, tres agujeros y revelan aquí una ciudad que flota como los
barcos. lento el vapor de las aguas, sobre el poema crecen árboles de
concreto, flores de betún y de huesos. sopla, sopla el aire que lava las
sombras | la brisa gira y barre las calles ávidas y pesadas. los pájaros
recorren sus curvas y no cierran los ojos. | la noche entra, la noche
sale. el silencio zumba como una navaja. las lámparas cortan y abren
dos, tres agujeros y dibujan su forma: la ciudad en la costa se
desprende del mar y se aleja /
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poesía dominicana actual
Daniela Cruz
Santiago, 1984
12
Amanece de nuevo, y la leche tibia se agota como el sueño y la juventud. Escucho la
locura que se sucede colorida bajo el cristal y la caja negra del asfalto, pero no siento el
aire internarse en mi sangre. El día cojea frente a mi puerta. Tantas máscaras en la caja.
Tanta oscuridad iluminada.
Nada ya espero de la noche o la luna, el viento tampoco traerá nada esta vez. Incluso la
luz huye bajo mi silencio, antes se prolongaban otras cosas bajo su cuerpo.
A esta hora el ángel terreno se despoja de las alas y cubre de tierra sus manos. Su voz
cuelga entre pieles de faunos. Dije faunos, y el sabor de la palabra es como cadáver per
fumado.
Todo me sabe a cadáver, a los restos del ayer o la sequía. Al secreto incendio que cha
musca las carnes y los papeles del futuro. Ahora debería emprender la escoba y el agua,
soltar la voz prestada del ángel y cubrirme de tierra toda, para convertirme en el polvo
que soy bajo la esfera solar.
El calor me sostiene como las figuras de hielo buscan su columna en el agua, en el frío
y la niebla.
El sol muestra todo su rostro, toda su astralidad manifiesta y cortante como la navaja o
el espejo. Algunos puntos rojos en el jardín mantienen su nombre, soportan su vida. Y
l de partida 25
poesía dominicana actual
la brisa los palpa como se acarician los nietos desde la cama de un hospital. Hay un
sendero inmóvil y cuarteado, salteado de la amarilla distancia de la semana anterior y
del verde disfrazado de la salud y la fortaleza falseada.
Espero algún eco conocido, algún retoño de palabras o balbuceos coherentes que me
devuelvan el vuelo o coloquen un poco de tierra en mi pelo, quién sabe qué rastro de
flores funerarias decida adornarme pronto e impregnarme su aroma blanco de cemente
rio y huesos.
Pero todo está verde. El suelo, la calle, el rincón donde guardo las lágrimas y mis manos
se van coloreando con el correr de los apóstoles. Han vuelto a contar. Uno. Dos. Tres.
Cuatro…
Una cinta, pequeña, frágil, sonríe naranja al lado de mis pulmones, pero secretamente,
para que no la escuchen los puntos rojos del jardín y mis manos verdes. Los pies son un
lujo excesivamente cotidiano y terreno.
17
Vuelve a amanecer en estas paredes opacas de lejanía. La luz se refleja bulliciosa a
cuatro paredes negras. También yo amanezco y me repliego a esta silla donde las pala
bras se me desbordan por todos mis orificios.
Pero la gente insiste en colorear la semana con sus esperas salobres y sus miradas
monótonas. Y la calle se rebosa en los mismos huecos vacíos de promesa, en la misma
esquina de dudosa reputación.
A veces yo me detengo a esperar la noche con la piel seca. Cuento la arena celeste y me
sumerjo ingenua… y ya no recuerdo dónde.
44
El carnaval es la norma de turno. Asistimos bajo máscaras a esta fiesta sospechosa y
sospechada. Nos vestimos con las previsiones: túnica blanca y alas postizas (el halo y la
sonrisa angelical han caído en desuso). Danzamos sigilosos al son decretado. Nunca por
miedo. Sólo un diáfano terror al vacío.
Entonces los ángeles y los terrenos se agitan al unísono. Apenas alcanzo a presentir el
mestizo que sonríe todavía.
26 l de partida
poesía dominicana actual
Daniela Cruz. Reportera del periódico dominicano Listín Diario. Becada por el Ministerio de
Cultura para el periodo 2010-2011 en el Sistema Nacional de Creadores Literarios. Ha publicado
en las antologías Safo: las más recientes poetas dominicanas (Ángeles de Fierro, 2005), Mila
gro de jueves (Ángeles de Fierro, 2005), A orillas del agua (Obispado Nuestra Señora de Alta
gracia, 2009) y Premio de Poesía Pedro Mir (colección Premios Funglode/gfdd, 2008). Ganó
el Premio de Poesía 2007 del Concurso Literario Eugenio Deschamps de la Sociedad Cultural
Alianza Cibaeña, con el libro inédito Ángel terreno.
Se nos van los días entre cables, nombres y dolores postergados. El color de la rabia nos
cubre las heridas. Llueve en este noviembre quinto, el agua cae con dulzura, amortiguan
do los besos que no duelen por inexistentes. Este noviembre que adoramos con devoción
inmensa, con agua salada y frutas dulces, se agota en voces que niegan y confiesan,
tirando por jirones las pieles que se extrañan y se buscaron en otro tiempo inverosímil,
guardado con alcohol en las costillas. Hay fríos que nos esperarán, calles que sólo/nunca
existirán para nosotros, que brillarán sus luces para los cuerpos que fuimos y que aún
dudamos en abandonar. Paredes que nunca delatarán nuestras sombras en mutación
dinámica. Ni siquiera la perra azulada dirá que custodió bailes sentidos con los pies y
las manos, nunca contará de las lenguas que hablaron idiomas sólo conocidos por dei
dades creadas al momento.
Todo quedará sepultado con rosas amarillas bajo un banco de parque y brisa de autobús
rondando el llanto último. Serán dichas las palabras y los números que siempre sumará
inalterables nuestro destino, regresaremos alguna tarde salobre a los pies de un dios marino
que con su tridente rozó corazones moribundos. Miraremos nuestros ojos como buscan
do un detalle conocido. Y ese día, noviembre y su lluvia volverán, promesa de cenizas
que hago en el imposible.
l de partida 27
poesía dominicana actual
Cinco de febrero
Estoy aquí, frente a las imágenes de un eterno en pieles, labios y la sangre inundando
nuestros ojos, las calles oscuras y llenas de la luz de nuestras pasiones, la Plaza España,
el Mullens trovando en La Casa y dejándonos sentir el lazo que nos unirá más allá o me
nos acá de nosotros mismos, de nuestros huesos, el trago nicotinado del Palacio de la
Esquizofrenia, las aves nocturnas azotando el Conde.
Sigo anclada a las olas del Caribe entre los retazos de sueño, el café que recorre todas
nuestras arterias, las exposiciones de calcio fortuitas y cómplices, el acuerdo no acorda
do del silencio, las manos esperando y recibiendo, la vida yéndose por los ojos, los labios
dejándose morir cada vez que lo indescriptible los unía, irrespetando el camino, la cos
quilla del asombro sobre las mejillas, el delfín que me ata a tu existencia.
No puedo abandonar las paredes llenas de otras noches y otros gemidos, de otras pieles
y otras manos, el agua violenta mojando todo y borrando nada, el dolor apartado hasta
otra luna más o menos llena, más o menos embriagante, el color de lo oscuro y claro de
lo inacabado, el secreto del día revelándose en la madrugada, los zapatos marcando vías
para una sola vez.
Me instalo para siempre en los brazos que serán siempre y nunca míos, en el sol ardien
te de una vela irreducible, bajo la sombra de un tiempo por encima del ayer del hoy y del
mañana, sobre la certeza del nunca y del tal vez, en medio de nuestros cuerpos jamás y
totalmente amanecidos, al lado de nuestros cardios acelerando el delirio, cerca del no
sé hasta cuando, lejos del lunes y siempre domingo, todo domingo. Quizás un sábado
nocturno, medio jueves atardecido, un cuarto de miércoles de los que dejan la música,
pero jamás un martes, nunca Ares tendrá nuestros sueños, tampoco Venus se llevará
nuestra lluvia salobre.
28 l de partida
poesía dominicana actual
Rossalinna Benjamín
Miches, 1979
Desvaríos domésticos
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poesía dominicana actual
Escenario
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poesía dominicana actual
Rossalinna Benjamín. Miembro del taller literario César Vallejo de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (uasd). Miembro fundador del Círculo Literario El Viento Frío; forma parte del
Movimiento Interiorista. Ganó el Premio Internacional de Poesía Joven Feria del Libro 2011, con
su poemario inédito Manual para asesinar narcisos. Ganó la Primera Mención Honorífica en Poesía
Categoría Universitaria 2008, en el Concurso Nacional para talleristas literarios que organiza el
Ministerio de Cultura. Es becaria del Sistema Nacional de Creadores Literarios del Ministerio
de Cultura.
El ¡¡aaaaahhhh!! repetido por cada hilo estrangulado, mientras te cosen y tallan y tejen
y te reinventan,
infinitamente desfigurada en los vestidos ajenos al papel
que hoy ensaya tu osamenta revolcándose en la alfombra
y el telón que nunca cierra.
l de partida 31
poesía dominicana actual
Como un perro
A veces yo me siento sólo un perro.
No “apenas un perro”, no, ¡todo un perro!
Y no, tampoco, cualquier perrillo que va por ahí
meneando alegremente la cola,
y doblando graciosamente las orejas,
como esos que se evocan, automáticamente,
al decir la palabra “perro”. ¡Nada que ver!
Me siento un verdadero perro.
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poesía dominicana actual
l de partida 33
poesía dominicana actual
(Del libro inédito Poemas con nombre y apellido y otros textos sospechosos)
34 l de partida
poesía dominicana actual
Alexéi Tellerías
Santo Domingo, 1981
Encriptado
Vamo’ arriba, bring it on baby. Mis versos son garras para el arpa, zarpazos hiriendo
aire y espaldas ajenas. Afilo cuerdas desafinadas en prevención de réplicas no acon
tecidas bajo ladrillos de asfalto. Vamos nena, bring it on, tengo el machete en guardia,
yo también sé mochar cabezas. Conozco el filo de una palabra sembrada a tiempo. No
soy nuevo en este juego nena. Vamo’ arriba, bring it on. Mete mano, bring it on. Piedras
planetarias de perdición. Soy, soy, soy. Bachata apocalíptica, gomorra express. Existo,
pienso, formo, transformo. Maldigo a la mujer de Lot y a Lot por no haber seguido su
ejemplo. No me apendejo, metamorfoseo. No soy yo, soy todos. No soy todos, soy yo.
Buscando la perfecta imperfección de mis actos, concatenando cada fobia, cada átomo
y acto de fuerza para bregar y subir mi entorno. Soy hambre vegetariana de carne. Me
guillo, no me quillo. Suelto, ruedo y agacho para caer en letanías. Siento el boom de
este perreo intenso. Letanía retorno. Proceso, furia. Soy palabra. Gravedad, gravitacio
nes. Mete mano, vamo’ arriba. Existencias elevadas. Cristales son bala de cañón. Danza
lunera de viernes. Sinfonía de caderas en colmado, culipandeando, culipandeando. Mi
lagros en Rosarios trastornados. Aprender desaprendido de velloneras frente al parque
Independencia, rendido y prendido. Guaguas rodando a mil hacia el doceavo círculo
del infierno. Sangran ojos cerrados en oraciones sin dioses. Soy verso. Bring it on. Halo
oculta sus faltas, lamiendo sus heridas. Distancia de pétalos de cristal verde. Sueños de
salitre. El tró de malas desacatadas en celo bailando electro boogie junto al coro.
Miradas epilépticas. Furia. Es la hora de los cuchillos. Energías agitan en redoblante.
Ansias de rapidez. La morena le baila al alemán. Metáfora amarrada que respira. Kabash.
Crepúsculo, destrucción. Soy sed que previene, reviene y se viene. El alemán pide una
viagra al delivery. Vamo’ arriba y manga ahí. Augurios de tierra salpicados de sangre
por tres malletazos. Mete mano, bring it on. Voten, honorables. Voten.
l de partida 35
poesía dominicana actual
Pseudo
36 l de partida
poesía dominicana actual
maniaco-compulsivo
yo,
obsesivo con la materia.
En el medio del mundo,
en el ombligo del mundo,
en el ombligo del medio…
Canalizando y eliminando
frustraciones.
Ellos
tan ellos
(yo mismo a la vez)
Junto a los fantasmas
de importación
envueltos en papel celofán
con la bittersweet musiquita de fondo…
Y el mar,
inundado de catástrofes,
la ciudad,
l de partida 37
poesía dominicana actual
la eternidad.
Tierra que se ciega a tus pasos.
Halo que te ciega la existencia.
Y entre tanto zigzag metálico,
sin parar,
ellos,
proletarios y burgueses,
buitres y megadivas.
Tan ellos
(y yo con ellos)
Y la ciudad que quiere jugar a lo eterno
con puentes invisibles,
invencibles,
incurables
de zinc.
La dicha epifánica arrendada,
recuerdo blurry de la niñez
efecto del alcohol o de la distorsión.
38 l de partida
poesía dominicana actual
Le pregunté al viento
mas no me entendió.
Habré de devolverme
a vivir entre grutas
—como las bestias—
Bostezar al mundo
en un tsunami gigante
y, tras superar la réplica,
extraer las cuerdas
del corazón inerte. Aníbal, pintura acrílica sobre papel, 100 3 100 cm, 2007
l de partida 39
poesía dominicana actual
insomnia
40 l de partida
poesía dominicana actual
Luis Reynaldo Pérez. Poeta, narrador, editor, gestor cultural, antólogo. Edita la revista online Luna In
somne. Fue miembro fundador y coordinador del Taller Literario Litervolución (2010-2011). Miembro del
Taller de Narradores de Santo Domingo, del colectivo multidisciplinar Coleactivo y miembro fundador y
coordinador editorial de El Arañazo, Colectivo Literario. Temblor de lunas, con el cual ganó el Premio Único
del I Concurso Nacional de Haiku, será presentado en el marco de la XV Feria Internacional del Libro de
Santo Domingo en abril de 2012.
poestar
l de partida 41
poesía dominicana actual
La montra
yo soy la montra
la que camina por la calle del conde
como si estuviera en una pasarela de oscar de la renta
a los hombres se les sale la baba cuando me ven
y yo de reojo veo cómo entre sus pantalones
crece un animal siniestro que quiere morderme
42 l de partida
poesía dominicana actual
la montra la que tiene el culo más grande que un vagón del metro
la de las tetas de mango
presidenta advitam de asodopica
ando con una navaja en la cartera para picotear a las putas que me hacen competencia
ahí la llevo junto al perico y el romo entre los libros de poesía y un cidi de omega
l de partida 43
poesía dominicana actual
Punto final
regresa la sangre a mí
como una canción desplumada por el viento
recorre mis dedos
se vierte quieta sobre el teclado
caracteres dibujados en una pantalla luminosa
44 l de partida
poesía dominicana actual
Rey Andújar
Santo Domingo, 1977
Sharon amarillo
Cada latido
es
una
semilla
más
regreso sujeto a la instancia del primer suspiro
allá está el misterio que apacigua las aguas
l de partida 45
poesía dominicana actual
Rey Andújar. Publica narrativa y teatro desde 2005. Su trabajo ha recibido numerosos premios, entre ellos,
el Pen Club de Novela en Puerto Rico por Candela (Alfaguara, 2007), el Premio Internacional de Cuento Jo
ven por Amoricidio (Ferilibro, 2007) y recientemente el Premio Letras de Ultramar de Nueva York en la cate
goría de cuento por la colección Saturnario (Editora Nacional, 2011). Desde 2009 su performance Antípoda
se presenta en Santo Domingo, San Juan, Miami y Chicago.
*
la fuerza con la que nivelo los nudillos ha sido confundida con un deseo funeral
nunca adivinaron el miedo
confundieron
anzuelo con coraje
en el cojo intento
de acompasar sus agrias palpitaciones
al abismo que define las profundidades del tambor
escribir así
es preguntarse el porqué de la forma
el huevo
y la piedra
*
cada bala es una semilla más
me confieso encerrado en la madera
eco
respirando la armonía que le tiembla a los animales que asedian el cortejo
será que cada hombre puede ser una silla
será que cada hombre debe parecerse a su silla
tener una imagen
de la misma
del silencio
que se llenaba de copas
mientras una bruma violeta
46 l de partida
poesía dominicana actual
*
he mencionado el asedio a las formas más irregulares de la madera
se espera que regrese hecho hijo o amante
eso no importa
importan tus manos
la revolución en los candelabros
en los cristales del exceso
en tu miedo a las brújulas
a las pancartas
a los huevos
a las piedras
a la cola de los tritones
he sugerido que hay pueblos que se lanzan hacia el mar
para regresar con la misma mano encadenada
delante
y detrás
toda esta deportación de narcotraficantes y maleantes de tercera
he ahí el gatillo sudado
los blones prendidos
un pueblo entero comiendo ceniza y respirando mierda
a fin de cuentas
esto es la miseria
hemos votado por ella
sonrientes
l de partida 47
poesía dominicana actual
*
hoy he visto un hombre tropezarse con su solitude
ojalá ese enamoramiento tuyo radique
en el aleteo rubiroso de mis pestañas
en el sabroseo de mis acentos que bailan delatantes
cuántas islas me tocan, cuántas albergo
*
la palabra era el miedo a rebelar las arenas
y pensar que esta silla está hecha de árboles naufragados
esa carne antillana
soñadora
que se consuela en el cabotaje de sal estremecido
de pasaporte visado
si la fila
fuese
para recibir de vuelta mi fortaleza
rompería la madrugada
sacrificaría al dios de los albores
[porque en algún momento fuimos estruendo
quizás esta isla posee una caverna
que guarda los primeros dominicanos heridos
las boricuas sangrantes
48 l de partida
poesía dominicana actual
*
ella es un sueño mordido entre mariposa y almendro
una voluntad amarilla
una inseguridad atropellándose en la caja torácica
uno quisiera ponérsele cerca
remendarle la diástole
hay en el labio una contradanza
hay una luna varada en su vientre
*
describes las maneras obscenas en que la calle dibuja tus contornos de espada
te aburre y te sorprende que la turba se cuide de tu extremo de ángel
sin embargo
te esfuerzas en los acordeones amenazando con tu partida
*
qué harás
con esos huesos
cuando se cansen de zarpar.
(Del libro inédito Canotaje)
l de partida 49
poesía dominicana actual
Jennifer Marline
Santo Domingo, 1985
Tengo un ojo
que en nombre de la belleza
DESEA
no todo será posible,
apenas uno, Ojo
tal vez,
si lo llamo por su verdadero nombre
lo espanto
brisa
que muerde
mi cuerpo quieto
una espina
Jennifer Marline. Fue incluida en la antología creciendo
de poesía joven Safo: las más recientes poetas más rápido que la flor
dominicanas (Ángeles de Fierro, 2005). Su pri
mer libro de poemas, Claroscuros de mi memoria,
obtuvo mención de honor en el Premio de Poesía el deseo extravía
Pedro Mir de la Fundación Global Democracia y este cuerpo sordo
Desarrollo (Funglode), y fue publicado en la co
lección del Premio en el año 2008. Auspiciada voracidad de rejas
por la beca Fullbright, cursa una maestría en Li la gota de sudor
teratura Hispanoamericana en la Universidad
de Boston.
50 l de partida
poesía dominicana actual
La muerte de la Mujer
l de partida 51
poesía dominicana actual
Ahora
que el mar promete parir
sus pesadillas de acero
El mito de la daga
escondida por milenios
en su garganta
Su vientre preñado de inminencias
El temblor,
Un susurro
gestando minuciosamente el trueno
Ahora
que el ocaso no es una quimera
sino una luz
que el mar intentará tragarse
Un relámpago Campo minado
para desdibujar el nervio de la tierra
Andar entre las brechas de la explosión
Los árboles danzan cuidar cada paso, cada palabra
el peligro, apenas una melodía cada movimiento
Acercarse De puntillas,
con esta lengua de tierra sobrevivir al presentimiento
Ahora la amenaza estremecedora
que el mar No detener la marcha
AMENAZA
Raíces en cada brecha
el impulso del temor
ensayando la retirada
Desplomarse
sobre las bocas del estallido
Como un puñado de pétalos
52 l de partida
poesía dominicana actual
Erzsébet Báthory
Reino, majestuosa,
En el universo de mi helada soledad
Generaciones de gritos indolentes
Lo pueblan
Danzas de cirios se arriman hacia mí
Adolorida,
Iluminan mi voz,
La mirada callada del ocaso.
Suaves sus gargantas
Se desangran por la herida sublime
En soberbia adoración
Hacia mí
Asustada, tiemblo
Accedo al orgasmo del temor
Me reservo a los espasmos del delirio
Lánguida devoción se postra
Exangüe
De sus cuellos reverentes
Hacia la fortaleza de mi inclemencia
Cae. Se quiebra.
Dilatados labios desfallecen
Se despeñan
Hacia el canto susurrado de la muerte
Suite de inesperados asombros
Moradora ilustre de húmedas cabelleras
¡Novia ancestral de la impecable lozanía de mártir!
Virgen encubierta
bajo el vestido de espuma del rocío
Puedo ser el otoño, el verano
La primavera…
Pero soy el invierno.
l de partida 53
poesía dominicana actual
el bufón de la tragedia
II
el color intenso del café hirviendo entre las manos juntas sudorosas trémulas
resbaladizas esferas milenarias consumiéndose en los contornos insuficientes del pozo
el reflejo de la luz amarilla tímida rezagada danzando como un puntito sobre la
superficie negra y profunda del café un puntito amarillo danzando sobre la superficie
levemente negra y elevada de los cristales de las gafas (único velo sobre su rostro para
reflejar el duelo): tras ellos el gris de una lluvia indeseada pare un puntito blanco fijo
sobre la superficie cristalizada y líquida de las pupilas un puntito iluminado cayendo
entre la gota que acarrea la lágrima sobre la mejilla un puntito evaporado por la inercia
del dolor condenado a caer y desvanecerse
54 l de partida
poesía dominicana actual
Argénida Romero
Caracas, 1980
Puerta azul
paredes blancas
pies pequeños
demasiado cielo
nubes que contar
miedo al agua
a las noches sin luna
al mueble sin papá.
Argénida Romero. Periodista y escritora. En el
año 2000 obtuvo el primer premio de poesía en la
xxxix edición del Concurso Literario de Navidad,
que organiza el Obispado de Nuestra Señora de la
Altagracia, en Higüey. En 2009 fue finalista en el I
Premio de Poesía de la editora española Puente
de Letras y puso en circulación su primer libro de
poemas Mudanzas (Letragráfica, 2010). Como pe
riodista labora actualmente en el periódico Diario
Libre. Publica el blog <http://eldiariodelarosa.blog
spot.com>.
l de partida 55
Taxonomia, Solitario,
lapicero de tinta roja sobre
papel arches de 300 gr,
56 3 76 cm, 2009
Futuro
Quién sabe: lo que escribo lo tengo que comer, lo que no escribo:
me devora a mí. No desaparece porque lo coma.
Y no desaparezco porque me devore.
Herta Müller
Tras el muro
la palabra es casi todo
cuando nadie oye
cuando nadie voltea a llamarte
y el casi todo
devora el casi nada que se apaga cuando cierras los ojos
para ensayar tu ausencia
tu casi estar
que se volverá nada
o recuerdo
que es casi lo mismo
56 l de partida
poesía dominicana actual
Mamá
Mi mamá me ama
mi mamá me mima
mi mamá cerraba las puertas en la tarde
mi mamá planchaba sin pestañar
sin voltear la cara
las camisas de papá
los pantalones de papá
mi mamá caminaba despacio
envolvía los bostezos, cuando llovía
mi mamá tarareaba canciones, no había radio
sembraba rosas
mi mamá era una princesa
mi papá no era príncipe
nunca besaba a la princesa
mi mamá me peinaba
pisaba charcos en el patio
partía en colores la cocina
mi mamá lloraba, llora
mi mamá reía, ríe
mi mamá me dejó un beso cobijado
dos de la mañana, veinte de julio
tejió un hilo a mi ombligo
se marchó
mi mamá conoció la nieve
era una princesa con frío
sin besos
mi mamá mató al dragón del castillo
mi mamá sobrevivió al sueño
puerta cerrada
dos maletas
veinte años
llorados
reídos
l de partida 57
poesía dominicana actual
Herencia
58 l de partida
poesía dominicana actual
Lavar camisas
l de partida 59
poesía dominicana actual
Intangible
60 l de partida
poesía dominicana actual
Nostalgia
Tú y yo deberíamos citarnos
en la ciudad inmensa y nocturna
tal vez para la tentación más sórdida
intentando no sentir nada
como kamikazes en busca de su muerte.
Poema triste
l de partida 61
poesía dominicana actual
La casa sola
Alma en pena
62 l de partida
poesía dominicana actual
Niñas rojas viii, lapicero de tinta roja sobre papel arches de 300 gr, 56 3 76 cm, 2008
l de partida 63
poesía dominicana actual
Frank Báez
Santo Domingo, 1978
Autorretrato
64 l de partida
poesía dominicana actual
Frank Báez. Ha publicado los libros de poesía Postales (De a Poco, 2011), con el que ganó el Premio Nacio
nal de Poesía Salomé Ureña en 2009, en la República Dominicana, y Jarrón y otros poemas (Betania, 2004),
así como el libro de cuentos Págales tú a los psicoanalistas (Ferilibro, 2007), con el que ganó el premio de
cuentos de la Feria del Libro de Santo Domingo 2006. Es editor de la revista virtual de poesía Ping Pong.
Lleva el blog <www.frankinvita.blogspot.com>.
l de partida 65
poesía dominicana actual
66 l de partida
poesía dominicana actual
l de partida 67
poesía dominicana actual
Sin título
Santo Domingo
Nocturno
68 l de partida
poesía dominicana actual
Sussy Santana
Santo Domingo, 1976
Morir en Nueva York donde viviste para no morirte de hambre en otro sitio
“One dollar, one dollar, one dollar”
Morir en Nueva York y volver a Las Américas con una comparsa de llanto y pañuelo
l de partida 69
poesía dominicana actual
Sussy Santana. Poeta y escritora. Autora del poemario Pelo Bueno y otros poemas (Atento a mí Publishing,
2010). Sus poemas forman parte de las antologías Mujeres de palabra (Cayena Publications, 2010) y Poetas
de la era (Santuario, 2011). Con su personaje “La Poetera”, encarna a una típica “marchanta” dominicana que
vende poemas y utiliza la rima e improvisación durante sus recitales para hacer denuncias sociales. Su obra se
inspira en la dualidad existencial que representa, a veces, vivir como inmigrante. En la actualidad reside en
Estados Unidos. Su página de Internet es <www.sussysantana.com>.
Protección solar
70 l de partida
poesía dominicana actual
Huele a NY
Ayer se exprimió los bolsillos para volver aquí con la maleta preñada
Ayer trajo las semillas que germinan en el Canal de la Mona
Ayer no dijo que la ilusión está en lay-away
Ayer ante la alegría no abrió la boca para decir
que los sueños se compran al contado y con over time.
porque
antes
de
ayer,
él
también
llegó engañado.
l de partida 71
poesía dominicana actual
Bendición
Mami tiene hambre pero sabe que va a comer bueno si se aguanta un poco más
Perdió los zapatos en la arena
Cenicienta de frontera
El vestido destrozado
Las rodillas de escarlata
Sus pies son dos hilachas
Pero tiene mariposas en el pelo
72 l de partida
poesía dominicana actual
Mami!
5
San Diego
3
Mami!
1
Mami reencarna a diario
Pero tiene mariposas en el pelo
Wiki Lik
El dealer y el cliente, serie Perros con disfraz de chivo,
Candidato es sinónimo de pela grafito sobre papel, 108 3 113 cm, 2001
Se espera un voto que compre una casa en la montaña
Un viaje al extranjero
Una vitilla que me saque de Home
Una crema que me aclare los ancestros
Un libro de ortografía que me enseñe los usos de la palabra esperanza
l de partida 73
poesía dominicana actual
Homero Pumarol
Santo Domingo, 1971
Caribbean ants
Y una mona es un gallo manilo que se usa para entrenar gallos de pelea
en Bayahíbe por ejemplo hay una gallera discoteca
donde los gallos pelean bajo un discoball
74 l de partida
poesía dominicana actual
Todo lo que tiene que ver con enormes olas de sanki pankis
bajando por la espalda de una familia europea o gringa
y con enormes olas de motores setenta
subiendo carreteras de arroz y habichuelas
entre hormigas Caribe y botellas de ron.
Postcard
l de partida 75
poesía dominicana actual
Homero Pumarol. Ha publicado los libros Cuartel Babilonia (Cielonaranja, 2000), Second
Round (Cielonaranja, 2003), Fin de carnaval (Vox, 2010), que quedó finalista en el Concurso
Hispanoamericano de Poesía convocado por dicha editorial, y Todo el mundo tiene un primo en
el canal de la Mona (Textos de Cartón, 2010). Sus poemas han aparecido en varias antologías,
entre otras, Antología de la poesía latinoamericana del siglo xxi (Siglo xxi, 1997), Antología
esencial (Visor, La Estafeta del Viento, 2011) y La poesía del siglo xx en la República Domini
cana (Visor, 2011).
Remington
Es el alma de la casa,
Remington Wingmaster
calibre 12
modelo 870,
y espera ansiosa a que lleguen las visitas.
76 l de partida
poesía dominicana actual
p. 79: Afro Charlie, figura de un adolescente a tamaño real, tallada en madera policromada, patineta y grafito sobre pared, 2009
78 l de partida
P