Fariseo, Publicano
Fariseo, Publicano
Fariseo, Publicano
Orgullo y humildad
Lucas 18:9-14
publicano.
doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano;
12
ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
13Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
1
Parábola del fariseo y el publicano
La palabra que se usa en la biblia para describir la actitud del fariseo viene
de un término griego que da la idea de elevarse literalmente o
figurativamente, enaltecerse, exaltarse, levantarse, ponerse por encima
de, superior o más que.
1.- La confianza que agrada a Dios es aquella que esta solo puesta
en Dios.
Tú lo puedes todo,
Tú tienes todo lo que necesitas para tener éxito.
Si no lo has logrado todavía es porque no sabes todo el potencial que
tienes en ti mismo.
Esta era la actitud de muchos fariseos del tiempo del Señor Jesús.
Confiaban en sí mismos como justos. Esto se llama orgullo.
2
Parábola del fariseo y el publicano
Ezequiel 28:12-19
Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha
12
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta
15
pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las
piedras del fuego, oh querubín protector.
Proverbios 21:4
4 Altivez de ojos, y orgullo de corazón,
Y pensamiento de impíos, son pecado.
3
Parábola del fariseo y el publicano
Jeremías 17:7-8
7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es
Jehová.
8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto
a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor,
sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará,
ni dejará de dar fruto.
Mateo 6:5
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el
orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para
ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa.
1 Corintios 13:2
2Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda
ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los
montes, y no tengo amor, nada soy.
Para asegurarse que todos le vean, el fariseo oraba puesto en pie y para
asegurarse que todos le oigan, el fariseo oraba en voz alta. La oración
consistía básicamente en arrojarse flores a sí mismo. Cuidado con esta
4
Parábola del fariseo y el publicano
actitud, Decía: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros
hombres. Note como se ponía por encima de todos los demás. A todos los
demás los consideraba como ladrones, injustos y adúlteros. A esto
conduce el orgullo. Yo soy el mejor. Todos los demás son una chancleta a
su lado.
Este fariseo además, era un conocedor de la ley, pero este solo era un
conocimiento académico que no estaba guardado en su corazón, por lo
que descuidaba un acto importante que es el amor al prójimo, creyéndose
tan justo en su propia opinión, no había nada de amor en su corazón, la
palabra de Dios va a decir sino tengo amor nada soy. Este orgullo hizo
que su oración no fuera escuchada, su oración nunca llego a los oídos de
Dios. De que vale tu conocimiento de Dios y tu servicio si no hay amor por
el prójimo en tu corazón, La palabra de Dios va a decirte, Nada eres…
Salmos 138:6
6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Más al altivo mira de lejos.
5
Parábola del fariseo y el publicano
Dice el texto que estando lejos, como para que nadie lo note, tal vez
porque ningún judío quería estar cerca de él, no quería ni aun alzar sus
ojos al cielo. Esto significa que reconocía su bajeza, su condición de
pecador y al mismo tiempo reconocía la grandeza y la santidad de Dios.
Además dice el texto que se golpeaba el pecho.
Los dos oraron, pero sólo uno fue justificado o declarado justo por Dios. El
publicano, quien reconoció su pecado y confió en Dios para ser perdonado.
El fariseo no fue justificado o declarado justo, porque no confió en Dios,
sino en sí mismo.
Lucas 18:15-17
15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los
discípulos, les reprendieron.
6
Parábola del fariseo y el publicano
La gente que acompañaba al Señor Jesús traía a sus niños para que el
Señor Jesús los toque. Así hacían todos los rabinos de aquel tiempo. Al ver
a los niños acercándose al Señor Jesús, los discípulos reprendieron a los
padres de estos niños.
Esto sirvió para que el Señor Jesús dé una lección sobre la humildad a sus
discípulos. Llamándolos les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo
impidáis. ¿La razón? Porque de los tales es el reino de Dios. Acto seguido,
el Señor Jesús explicó lo que quiso decir. La idea es que el que no recibe
el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Los niños no eran
considerados como importantes en aquella época. Se les consideraba
como humildes. El Señor Jesús está diciendo en esencia: los orgullosos,
como el fariseo de la parábola, no pueden entrar al reino de Dios. Los que
entran al reino de Dios son aquellos que tienen la humildad como la de los
niños.
Hoy quiero invitarte a reconocer tus errores, a ser humilde ante lo que
Dios quiere que hagas y dejar a un lado lo que tu orgullo te está
impulsando a hacer. En el momento que dejes a un lado tu orgullo y
comiences a ser humilde Dios comenzará a bendecirte.