Hedonismo

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UNIVERSIDAD NACIONAL

“PEDRO RUIZ GALLO”


FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL,
SISTEMAS Y ARQUITECTURA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL


Ética Profesional en la Ingeniería Civil

Ing. Rocío Blas Rebasa


Integrantes:

▪ Campoverde Ventura Ericson


▪ Díaz Siesquen Junior Antony
▪ Medina Requejo Wilder
▪ Torres Parra Jorge Anthony

Lambayeque, Perú -2018


1. INTRODUCCION

El concepto de hedonismo se ha desvirtuado con el paso del tiempo. El


mismo diccionario simplifica su significado: “el hedonismo es la doctrina
que proclama el placer como fin supremo de la vida”.
Sin embargo, el concepto de hedonismo y de hedonista es más profundo.
El hedonismo es toda una corriente filosófica que fue fundada hace más de
2.400 años. Efectivamente propugnaba la búsqueda del placer por encima
de todas las cosas; pero no solo los placeres sencillos (la bebida, la comida,
el descanso, el sexo…), sino también otros placeres más beneficiosos como
la lectura o la amistad.
Su máximo lema es “más es más”, lo que significa que ante la pregunta que
a menudo se nos plantea a todos de” ¿qué debo hacer ante esta
situación?”, su respuesta siempre es “debo elegir aquella opción que me
reporte más placer”.
Uno de sus más insignes representantes fue Aristipo el Cirene (435-350
a.C.), de quien se cuenta que un día vació la mitad de un saco de dinero en
mitad de la calle, porque le molestaba cargar con su peso.
Los hedonistas viven para disfrutar de los placeres, intentando evitar el
dolor. Es frecuente, que se divida al hedonismo en ético y psicológico. El
estilo de vida hedonista sugiere la decisión y voluntad para darse gustos, el
hecho de preservar tiempo para realizar actividades que generen un
disfrute y la intención de gozar de las emociones placenteras sin
racionalizarlas.
2. DEFINICION DE HEDONISMO

El hedonismo es una doctrina que proclama el placer como fin supremo de


la vida, de acuerdo a la Real Academia Española. Por lo tanto, quienes
practican esta doctrina se caracterizan por disfrutar de los placeres,
tratando de evitar el dolor. En ese sentido, el hombre ante todo es un ser
regulado por las pasiones.
El origen etimológico de la palabra hedonismo proviene del griego hedone
que significa placer y del sufijo ismos que se puede entender como cualidad
o doctrina. En consecuencia, el hedonismo es la perspectiva en que el
placer es lo único realmente bueno para la vida.
Esta filosofía que tiene como objetivo el placer de los sentidos, fue
impulsado por el filósofo griego Epicuro de Samos, quien vivió entre el siglo
IV y III a.c. Estableció que, si bien es fundamental la búsqueda de placer,
esta debe ser moderada, evitando de esta forma los excesos, pues estos
generan un posterior sufrimiento. Por otro lado, los placeres del espíritu
son superiores a los del cuerpo, donde ambos deben satisfacerse con
sabiduría, para poder llegar a un estado de bienestar corporal y espiritual.
Epicuro defiende el hedonismo y sostiene que el fin de la vida humana es
el placer, pero no se trata sólo del placer material, sino que es más bien de
índole espiritual y afectivo y, por tanto, tranquilo y duradero.
La filosofía epicureísta confirma que la filosofía debe ser un instrumento al
servicio de la vida de los hombres, y que el conocimiento por sí solo no tiene
ninguna relevancia si no se utiliza en la búsqueda de la felicidad.
El significado de placer es subjetivo, por lo mismo es que intelectuales han
planteado dos tipos de hedonismo; el ético y psicológico.
2.1 Hedonismo psicológico

Este tipo de hedonismo es el más conocido y al que se suele asociar el término


hedonismo. Todo ser humano se siente inclinado a perseguir aquella línea de
conducta que cree habrá de conducirlo a su mayor felicidad (Kelman,2005). El
comportamiento de los seres humanos se destaca por evitar el dolor y acercarse
a lo placentero y agradable. Esta doctrina se justifica sobre la base de la
observación o sobre la base de un análisis del concepto de “deseo”, el cual
incorpora el de “placer”. En ese caso, el hedonismo psicológico tiene que
demostrar que los propósitos de las acciones humanas están dirigidos por el
pensamiento de que ese curso de acción producirá placer o que sólo son deseos
aquellos propósitos que el sujeto considera que le entregará algún tipo de
placer.

2.2 Hedonismo ético


En este caso, se extiende el significado de placer, abarcando tanto el placer como
la utilidad. El hedonismo se diferencia del utilitarismo, porque el primero se
centra en el placer individual, entretanto el segundo considera el bienestar y
utilidad social. Se pueden encontrar variadas fuentes de placer, que generan
distintos tipos de placer. Además de los placeres provenientes del uso de
productos como automóviles deportivos, joyas, perfumes, prendas de vestir
lujosas se toman en cuenta los placeres que derivan de los servicios como los
sitios de descanso, los museos y los deportes que generan adrenalina entre otras
alternativas. Sin embargo, cómo sea su educación, carácter y posibilidades, el
individuo hedonista intentará experimentar diferentes placeres, pero en la idea
de que sólo el placer es un bien en sí mismo.

3. LA FILOSOFIA HEDONISTA

El hedonismo como filosofía proviene de la antigüedad griega y fue desarrollada por


dos grupos:

Cirenaicos
Escuela fundada por Aristipo de Cirene. Postulan que los deseos personales deben ser
satisfechos de inmediato, sin tener en cuenta los deseos o necesidades de otras
personas. La frase que suele utilizarse para representar esta escuela es “primero mis
dientes, luego mis parientes”.
Epicúreos
Escuela iniciada por Epicuro de Samos, en el siglo VI antes de Cristo. El filósofo
planteaba que la felicidad consiste en vivir continuamente en un estado de placer.

Aunque algunas formas de placer son provocadas a través de los sentidos (belleza
visual, comodidad física, sabores agradables) también existen formas de placer
provenientes de la razón, pero también simplemente de la ausencia de dolor.

Postulaba principalmente que ningún placer es malo en sí. Pero, a diferencia de los
cirenaicos, señalaba que sí puede haber riesgo o error en los medios de buscar el
placer.

Siguiendo las enseñanzas de Epicuro, podemos distinguir diferentes tipos de placer:

• Deseos naturales y necesarios: Son las necesidades básicas físicas, por


ejemplo, alimentarse, abrigarse, sentirse seguro, calmar la sed. Lo ideal es
satisfacerlos de la forma más económica posible.
• Deseos naturales e innecesarios: La gratificación sexual, la conversación
amena, el disfrute de las artes. Puede buscarse satisfacer estos deseos, pero
también tratar de lograr el placer de otros. Para alcanzar estos objetivos, es
importante no arriesgar la salud, la amistad ni la economía. Esta
recomendación no tiene un fundamento moral, sino que se basa en evitar
sufrimientos futuros.
• Deseos innaturales e innecesarios: La fama, el poder, el prestigio, el éxito. Es
preferible evitarlos ya que el placer que producen no es duradero.

Aunque el pensamiento epicúreo fue abandonado en la Edad Media (ya que iba en
contra de los preceptos que postulaba la Iglesia Cristiana), en los siglos XVIII y XIX fue
retomado por los filósofos británicos Jeremy Bentham, James Mill y John Stuart Mill,
pero lo transformaron en otra doctrina denominada utilitarismo.

4. TIPOS DE HEDONISMO

4.1 Consumo hedonista


La conexión entre Consumo y Hedonismo se estableció a partir de estudios
motivacionales que veían en el simbolismo de los productos diferentes formas
de distinción social y de expresión subjetiva asociada al estilo de vida: “La gente
no compra productos sólo por lo que ellos hacen, sino también por lo que ellos
significan” (Levi, 1959, citado por Hirschman y Holbrook, 1982).
Luego, este simbolismo fue asociado a la orientación hacia el hedonismo, debido
a la declaración del deseo de bienestar material y al deseo de sobresalir, ser
diferente, ser reconocido y ser envidiado. En ese caso, la sociedad ejerce un rol
importantísimo en la orientación del consumo hedonista, pues se muestra
complaciente con criterios como: el valor otorgado a las posesiones de bienes
materiales, la importancia de la satisfacción de deseos, el estatus social de
algunas prácticas de consumo hedonistas y la oferta permanente de mayores
comodidades (O’Shaughnessy y O’Shaughnessy, 2002)
Featherstone (1991), en su texto “Cultura de consumo y posmodernidad”,
reconoce dos aspectos fundamentales en la sociedad de consumo actual: por un
lado, encuentra que los patrones de consumo son una fuente de diferenciación
y de estatus y, por otro, se evidencia que el consumo es una fuente de fantasía
y placer en un universo de estímulos permanentes.
El consumo hedonista es definido entonces como: “Aquellas facetas del
comportamiento de consumo que están relacionadas con aspectos
multisensoriales, de fantasía y emotivos en la experiencia con los productos”
(Hirschman y Holbrook, 1982).
Estas experiencias de consumo involucran la noción de arousal (excitación)
emocional (Hirschman y Holbrook, 1982; Holbrook y Batra, 1987), concepto que
hace referencia a uno de los componentes de la emoción relacionados con el
interés, la sorpresa y el envolvimiento con la actividad.
Sentimientos relacionados al desarrollo de actividades placenteras, bajo la
noción de arousal emocional son la felicidad, el temor, el peligro, la euforia y/o
la desinhibición. Otro punto importante de abordar, es el hecho de que la gente
no sólo demanda actividades que generen emociones positivas, sino que
también busca y disfruta emociones como la rabia o la tristeza, promovidas por
ejemplo por películas u obras de teatro. En ese mismo sentido persiguen
emociones fuertes como el susto, miedo, la excitación del peligro, presentes
normalmente en deportes extremos (Arnould y Price, 1993; Celsi, Rose y Leigh,
1993,Hopkinson y Pujari, 1999).
4.2 Valores hedonistas
La persona está en una constante búsqueda del sentido de la vida, por lo mismo,
se relaciona con variadas manifestaciones presentes en la sociedad, tales como
el materialismo, el consumismo, el hedonismo, lo que hace que encuentre el
verdadero sentido de su vida o simplemente confunda todo lo que en realidad
buscaba.
El hedonista lucha por obtener sólo su propia satisfacción, incluso si para
alcanzarla debe hacerlo a costa de otros. Posee un excesivo interés en su propia
capacidad, incluso exagerando su auto concepto. La persona hedonista
reacciona a cualquier situación de tal manera que pueda satisfacer sus impulsos
primarios, actúa sin reflexionar, motivado emocional, biológica o básicamente
en sus “instintos” buscando el placer momentáneo. Como se encuentra tan
motivado por lo del corto plazo no se compromete, no asume consecuencias de
largo plazo. Tratará de evitar cualquier estímulo de rechazo, como por ejemplo
el castigo judicial (Tapias, Medina y Ruiz, 2007).
Esta persona hedonista y por tanto, egoísta es radicalmente insegura, por este
motivo tiende a transformar a los seres del entorno a medios para el logro de
sus intereses. Pretende dominarlos a modo de su conveniencia.
Confunde seducir y fascinar con enamorar, por lo que es un tanto iluso, pues ve
amor donde en realidad sólo hay erotismo. Cree que la actitud de dominio lo
enriquece cuando de hecho lo empobrece, pues no lo deja encontrarse (Quintás,
2007).

5. VERDADES DE UNA PERSONA HEDONISTA

▪ El Hedonismo se enmarcaba en una serie de verdades:


▪ Todos los seres humanos hemos nacido con la posibilidad de experimentar
placer.
▪ El placer no es bueno, ni malo, simplemente existe.
▪ Lo bueno o lo malo del placer reside en cómo se busca y hasta dónde llega.
▪ Todos los extremos son inconvenientes, el exceso de placer se convierte en vicio.
▪ El placer no es solamente la gratificación sensual o sexual como piensan la
mayoría de las personas.
▪ Hay placeres tan simples y deliciosos como comerse un pedazo de torta, o mirar
la última alineación planetaria.
▪ Existen placeres que a la postre traen infelicidad, insatisfacción o contratiempos,
por ejemplo, la popularidad o la fama.
▪ El mayor placer para el género humano debe girar entorno del servicio de los
demás.
▪ Si aprendemos a distinguir verdaderamente lo que es placer, podremos vivir
muchos momentos de felicidad.
▪ Hay que huir de los placeres innecesarios, pues el resultado obtenido es efímero
y las consecuencias desagradables.

6. EL COMPORTAMIENTO HEDONISTA

Actualmente suele considerarse que alguien es hedonista cuando busca su propio


placer.

En la sociedad de consumo el hedonismo se confunde con el consumismo. Sin embargo,


desde el punto de vista de Epicuro, y como puede comprobar cualquier persona
consumista, el placer obtenido de la riqueza económica no es duradero. De hecho, en
eso se basa el consumismo, en la necesidad de renovar continuamente el placer efímero
de obtener mercaderías. Sin embargo, el hedonismo no necesariamente busca el placer
a través del consumo.

En todos los casos, se considera hedonista a la persona que en sus acciones diarias
prioriza su propio placer al tomar decisiones.

6.1 Ejemplos de hedonismo


Invertir dinero en un viaje costoso que provocará placer es una forma de
hedonismo, siempre y cuando ese gasto no afecte en extremo la propia
economía posterior. Recordemos que el hedonismo siempre evita el sufrimiento
futuro
Elegir cuidadosamente los alimentos que se consumen prestando atención a la
calidad, el sabor, las texturas, pero también evitando el exceso de alimentos que
puedan provocar molestias posteriores.
Ejercitar el cuerpo sólo con actividades que produzcan placer y con el objetivo
de evitar malestares posteriores.
Reunirse únicamente con personas cuya presencia y conversación resulten
placenteras.
Evitar libros, películas o noticias que produzcan sufrimiento.
Sin embargo, el hedonismo no es sinónimo de ignorancia. Para hacer
determinadas cosas que produzcan satisfacción, a veces es necesario un
aprendizaje. Por ejemplo, para disfrutar de un libro es necesario primero
aprender a leer. Si alguien disfruta de estar en el mar, puede dedicar tiempo y
energía a aprender a navegar. Si se disfruta la cocina, es necesario aprender
nuevas técnicas y recetas.
Evitar actividades que no son placenteras es una forma de hedonismo que puede
requerir mayor planificación. Por ejemplo, si a alguien no le gusta limpiar su casa,
elige un trabajo que sea gratificante y ameno y que al mismo tiempo le ofrezca
un recurso económico suficiente para contratar a otra persona para que limpie
su casa. Es decir que el hedonismo no es “vivir en el momento” sino organizar la
propia vida buscando la ausencia de sufrimiento y el disfrute la mayor cantidad
de tiempo posible.

7. HEDONISMO CONTEMPORANEO

Dentro de la filosofía contemporánea se destaca la figura de Michel Onfray como


abierto proponente del hedonismo, quien manifiesta en una entrevista que «se cree
que el hedonista es aquel que hace el elogio de la propiedad, de la riqueza, del tener,
que es un consumidor. Eso es un hedonismo vulgar que propicia la sociedad. Yo
propongo un hedonismo filosófico que es en gran medida lo contrario, del ser en vez
del tener, que no pasa por el dinero, pero sí por una modificación del
comportamiento. Lograr una presencia real en el mundo, y disfrutar jubilosamente
de la existencia: oler mejor, gustar, escuchar mejor, no estar enojado con el cuerpo
y considerar las pasiones y pulsiones como amigas y no como adversarias».

Otra figura destacable en defensa de este planteamiento hedonista es la escritora


Valérie Tasso. Su libro Antimanual de sexo intenta abordar desde esta perspectiva
el fenómeno de la sexualidad humana con declaraciones como la siguiente: «El
hedonismo es una actitud ante la vida. Es una filosofía vital que prima al instante
sobre el devenir, que reivindica la valentía sobre el miedo, que respeta la
materialidad y cuestiona el espíritu, que gestiona lo que sucede sin despreciarse por
lo que nunca sucedió, que aprecia la lógica de la vida y cuestiona la lógica de la
muerte, que sabe que lo suficiente es suficiente, que busca el placer donde está, no
donde se busca, que hace de su cuerpo su aliado y no su prisión, que desea sin que
lo esclavice su deseo, que emplea su tiempo más que su dinero [...] El hedonista
ejerce el difícil arte de establecer la paz consigo mismo».
8. OPOSITORES Y SU PUNTO DE VISTA

8.1 La psicología positiva


La psicología positiva, basada en investigaciones científicas de psicológica
cognoscitiva, ha pensado muchas veces que sustentar la felicidad en la búsqueda
del placer, «la vida placentera», deriva en un mayor índice de insatisfacción. La
búsqueda de una felicidad auténtica, como indica el psicólogo Martin E. P.
Seligman, implica poner un mayor enfoque en el compromiso y el significado. La
«vida comprometida» está basada en gratificaciones que no pueden ser
adquiridas por atajos, como aprender un oficio, o un deporte; se busca el «flujo»,
que es el balance del reto con la habilidad. Por otra parte, la vida significativa
son las acciones y creencias basadas en algo mayor a nuestro ego, acciones
motivadas por un bien común, etcétera. Se ha dicho que aquellos que basan su
felicidad en la «vida comprometida» y «la vida significativa» cuentan con un
mayor índice de satisfacción en la vida. La «felicidad auténtica» es un concepto
superior al simple hecho de no sentir dolor, sentir placer, o no sufrir
enfermedades psicológicas.

8.2 Hedonismo desde el punto de vista cristiano


Ha sido objeto de intervenciones del Magisterio de la Iglesia, se trata del placer
sexual dentro o fuera de la vida del matrimonio, Dentro de la doctrina cristiana,
el placer tiene un sentido positivo (Dios ha puesto una cierta dosis de placer en
el uso de las cosas terrenas), aunque debe estar moderado por la razón
iluminada por la fe. El placer sexual, tienen una noble significación en la vida
matrimonial, con tal que estén al servicio del verdadero amor y de las
finalidades de la institución conyugal.
9. CONCLUSIONES:

La filosofía de los hedonistas ha sido muy criticada a lo largo de la


historia. Una de las críticas más comunes es que confunde placer
con felicidad. Según estos críticos, la felicidad no puede consistir en
el mero placer.

los placeres de este mundo son limitados. Lo vemos hoy en día con
el consumismo, esto demuestra que el hedonismo está muy
presente en la sociedad de nuestros días.

Debemos saber establecer límites a nuestra búsqueda de


sensaciones y, sobre todo, debemos buscar el equilibrio de
nuestras intenciones y placeres.

Los hedonistas deben comprender que las acciones llevan


consecuencias y que todo lo que hacemos deja cicatrices
emocionales en quienes nos toleran, soportan e incluso disfrutan.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

https://definicion.de/hedonismo/
http://filosofia-osvaldo.blogspot.com/2010/07/hedonismo.html
https://www.ecured.cu/Hedonismo
https://www.ejemplos.co/ejemplos-de-hedonismo/

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