Material Evaluacion Números Del 0 Al 10 Prebasica
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conocimientos previos
En la unidad anterior abordamos la construcción de preguntas para guiar la comprensión
lectora en pos del logro de determinados objetivos de aprendizaje. Una de las actividades
que usted desarrolló incluía plantear preguntas a sus estudiantes para verificar la
comprensión lectora. ¿Incluyó usted preguntas antes del inicio de la lectura? ¿Y
durante?
Uno de los criterios que ha demostrado ser eficaz en la organización de las tareas
lectoras se relaciona con los momentos del proceso lector: antes, durante y después. En
esta unidad trabajaremos la aplicación de preguntas y otras estrategias para abordar los
dos primeros momentos del proceso lector: antes y durante la lectura.
La importancia de conocer y activar los saberes previos de los alumnos para organizar las situaciones de
enseñanza
La adquisición de información nueva depende en alto grado de las ideas pertinentes que ya existen en la
estructura cognitiva y el aprendizaje significativo de los seres humanos ocurre a través de una interacción de la
nueva información con las ideas pertinentes que ya existen en la estructura cognitiva. (D. Ausubel)
Los fundamentos que no pueden faltar
Para Ausubel, la clave del aprendizaje significativo está en la relación que se pueda establecer entre el nuevo material y
las ideas ya existentes en la estructura cognitiva del sujeto. Por lo expuesto, la eficacia de este tipo de aprendizaje
radica en su significatividad y no en técnicas memorísticas.
Los prerrequisitos para que un aprendizaje sea significativo para el alumno son:
Que el material le permita establecer una relación sustantiva con los conocimientos e ideas ya existentes. A
esta condición del material se la denomina significatividad lógica.
Un material es potencialmente significativo cuando permite la conexión de manera no arbitraria con la
estructura cognitiva del sujeto. Es decir, el nuevo material (que puede ser un texto o la información verbal del
docente) debe dar lugar a la construcción de significados. Ello depende, en gran medida, de la organización
interna del material o, eventualmente, de la organización con que se presenta dicho contenido al alumno.
Disposición, interés y posibilidad de darle sentido a lo que aprende. Es decir, que el aprendizaje promueva
una significatividad psicológica.
Ello hace referencia al hecho de que el aprendizaje pueda significar algo para el alumno y lo ayude a
establecer una conexión no arbitraria con sus propios conocimientos.
Por lo visto, ambos prerrequisitos conducen al concepto de saberes previos, esto es, las ideas o conocimientos previos
que los chicos han construido sobre determinados temas, tópicos o conceptos.
Los conocimientos previos de los alumnos en las diferentes áreas difieren tanto en lo que hace al contenido como a su
naturaleza. Por ejemplo, algunos son más conceptuales, otros más procedimentales, más descriptivos o más
explicativos. Estos factores varían según la edad y los aprendizajes anteriores.
Las investigaciones realizadas respecto del contenido y la naturaleza de los conocimientos previos en las diferentes
áreas, han demostrado que existen algunos elementos en común:
los conocimientos previos son construcciones personales que los sujetos han elaborado en interacción con el
mundo cotidiano, con los objetos, con las personas y en diferentes experiencias sociales o escolares;
la interacción con el medio proporciona conocimientos para interpretar conceptos pero también deseos,
intenciones o sentimientos de los demás;
los conocimientos previos que construyen los sujetos no siempre poseen validez científica. Es decir, pueden
ser teóricamente erróneos;
estos conocimientos suelen ser bastante estables y resistentes al cambio y tienen un carácter implícito.
El origen de los conocimientos previos es diverso pero, básicamente, pueden agruparse en tres categorías:
La importancia de conocer y activar los saberes previos de los alumnos para organizar las situaciones de
enseñanza
(Continuación)
Organizar la enseñanza desde los conocimientos que ya poseen los alumnos es fundamental puesto que, frente a una
nueva información o a un nuevo material, los chicos ponen en juego conocimientos anteriores, a partir de los cuales
interpretan los nuevos contenidos. Ésta es, como se dijo más arriba, una diferencia esencial entre el aprendizaje
memorístico y el aprendizaje significativo.
En cualquier tipo de actividad de enseñanza que se presenta a los alumnos (ya sea por descubrimiento o por
exposición), es necesario ayudarlos a establecer las relaciones entre el conocimiento nuevo y el que ya poseen. Por tal
motivo, para encarar la enseñanza, es fundamental diagnosticar los saberes previos de los alumnos.
En el caso de que las ideas previas no sean científicamente correctas, la tarea del docente consistirá en ayudar a
cambiarlas. Por ejemplo:
El sustituir viejas ideas por conocimientos científicos más organizados se conoce con el nombre de cambio
conceptual. El cambio conceptual, en tanto meta final de la comprensión, será un objetivo a largo plazo y no el
producto de una unidad didáctica concreta.
Como los conocimientos adquiridos son organizadores que permiten interpretar los nuevos
contenidos, el docente debe indagar los saberes previos de los alumnos y promover un cambio
conceptual si resultaran científicamente incorrectos.
Para activar los propios conocimientos previos sobre este tema, le proponemos el siguiente
cuestionario que podrá, luego, compartir con sus colegas.
Preguntas SI NO +o-
1. ¿Tiene claro el concepto de conocimientos previos?
¿Sabe cómo incluir los conocimientos previos de sus alumnos
2.
en una secuencia didáctica?
¿Podría vincular el concepto de conocimientos previos con
3.
otros conceptos?
¿Podría afirmar que, frente a los temas de enseñanza, la
4. experiencia previa del docente es determinante en la
explicación?
Para aprender los conceptos de su materia, ¿los alumnos
5.
establecen relaciones significativas con la realidad?
¿Es determinante que el alumno esté motivado, se sienta
6.
involucrado, para aprender los contenidos que usted enseña?
Al planificar, ¿tiene presentes problemáticas significativas del
7.
entorno próximo de los alumnos?
¿Qué momento de la clase dedica a conocer los saberes
8.
previos de sus alumnos?
9. ¿Saberes previos es lo mismo que transversalidad?
Los contenidos curriculares de su área de enseñanza
10. ¿necesitan partir de los conocimientos previos de los
alumnos?
¿Es posible pensar que detrás de las dificultades conceptuales
11. de los alumnos subyacen ideas persistentes que obstaculizan
la construcción de nuevos conceptos?
¿Podría afirmar que para enseñar procedimientos es necesario
12.
partir de los conocimientos previos de los alumnos?
¿Para abordar problemáticas de grupo, ¿debería tener en
13.
cuenta los conocimientos previos de sus alumnos?
La construcción de saberes previos científicamente
14.
incorrectos, ¿pueden ser atribuidos a una mala enseñanza?
Las teorías implícitas de los docentes en relación con el
aprendizaje de los alumnos o las referidas a los conceptos de
15.
evaluación, enseñanza, otros ¿constituyen sus saberes
previos?
Mencione tres situaciones de la vida cotidiana en las que un
16.
adulto pone en juego sus saberes previos.
La importancia de conocer y activar los saberes previos de los alumnos para organizar las situaciones de
enseñanza
(Continuación)
Las técnicas de indagación de los saberes previos sirven tanto para el diagnóstico del docente como para
que los chicos participen activamente en el enriquecimiento de su bagaje cognoscitivo.
Una secuencia didáctica para el aprendizaje de conceptos organizada con actividades de exposición –ya sea mediante
las explicaciones del docente o frente a un texto escrito– debería constar de tres fases:
1. Introducción para activar los conocimientos previos de los alumnos que funcionarían de organizadores
previos y serviría de puente cognitivo con la nueva información contenida en la exposición. Dicho de otro
modo, estos conocimientos previos servirían de anclaje para las actividades posteriores. Por ejemplo:
observar imágenes, clasificar fotografías de acuerdo con criterios propuestos por los alumnos, escribir una
definición, dar ejemplos, responder preguntas, etcétera.
2. Presentación del material de aprendizaje que puede adoptar diversos formatos: textos, explicaciones del
docente, conferencias, etcétera. Lo importante es que los materiales se encuentren bien organizados y esta
organización sea explícita. Por ejemplo: trabajar con el libro de texto, leer artículos de carácter científico, ver
un video, etcétera.
3. Consolidación mediante la relación explícita entre las ideas previas que han sido activadas y la organización
conceptual de los materiales. Algunas actividades posibles pueden ser: comparar, ejemplificar, buscar
analogías, relacionar, aplicar, etc., que pueden realizarse de manera individual, en pequeños grupos o en
grupo total.
¿Qué podemos hacer para conocer los saberes previos de nuestros alumnos?
Es indudable que, para el docente, es necesario conocer los saberes previos que han construido los chicos, sean éstos
correctos o no, porque es a partir de ellos que se elaborarán los nuevos conceptos. Difícilmente podrán comprender la
expresión corrientes colonizadoras si no han comprendido anteriormente el concepto de colonización. Desde esta
perspectiva, se plantea la necesidad de conocer qué saben, conocen o creen nuestros alumnos acerca de conceptos que
se vinculan con otros nuevos que serán objeto de enseñanza.
Preparar maquetas.
Otros.
La tarea del docente en este tipo de propuesta implica una concepción dinámica de la enseñanza, dirigida a
sujetos activos y capaces de participar efectivamente en la adquisición significativa de nuevos contenidos.
Es importante señalar que las técnicas no sólo sirven de diagnóstico, sino que dan lugar a que los alumnos activen sus
saberes previos.
Estas técnicas pueden ser de utilidad para el docente pero también para los chicos
en la medida en que –según sus posibilidades madurativas- pueden tomar conciencia de sus ideas implícitas, justificar
sus creencias, reflexionar sobre ellas, enfrentarse a sus propias contradicciones y compartir otras informaciones u otros
puntos de vista.
Desde esta perspectiva, las propuestas de enseñanza que se desarrollen en el aula, suponen una concepción de alumno
activo, pensante, y cognitivamente capaz de comprender qué está aprendiendo.
Para terminar
Para enseñar conceptos es necesario partir de los conocimientos previos de los alumnos diseñando situaciones
en las que estos saberes se activen.
Es preciso enfrentar a los alumnos con sus propias ideas – explícitas o implícitas– para reflexionar sobre ellas
y confrontarlas con las de los demás.
Las ideas de los alumnos, aunque “erróneas”, no constituyen obstáculos sino vehículos a partir de los cuales
se edificarán los nuevos conceptos.
El aprendizaje de conceptos es un proceso gradual que requiere de un cambio paulatino de unas estructuras
por otras, de concepciones implícitas por otras explícitas más avanzadas.
C. Coll, J.I. Pozo y otros. Los contenidos en la Reforma. Enseñanza y aprendizaje de conceptos, procedimientos y
actitudes. Buenos Aires, Santillana, Aula XXI. 1994.
Ontoria, A y otros. Mapas Conceptuales. Una técnica para aprender. Madrid, Narcea, 1996, sexta edición.