De La Planificación A La Programación.: Instrumentos Metodológicos para El Diseño de Intervenciones Socioeducativas
De La Planificación A La Programación.: Instrumentos Metodológicos para El Diseño de Intervenciones Socioeducativas
De La Planificación A La Programación.: Instrumentos Metodológicos para El Diseño de Intervenciones Socioeducativas
11 De la planificación a la programación.
Instrumentos metodológicos para el diseño de las intervenciones
socioeducativas.
1. Introducción(1)
La pl anifi cac ió n es un saber tecno lógico que sirve para sistematizar
conoc imientos y para aprox imarnos ordenadamente a las realidades sobre
las que queremos intervenir. De este modo, ini c ialmente, la asoc iamos a la
idea de organi zar, dar orden, coordin ar, prever, algún tipo de acción con e l
propósito de obtener algún res ultado previamente fij ado entre muchas
posibilidades diversas, teni endo en cuenta los medi os de los que se di spone
y la realidad concreta en la que estamos ubi cados. Con palabras de Ader-
Egg ( 199 1), la pl anifi cac ión es la acc ión que consiste en utili zar un conjunto
de procedimientos medi ante los que se introduce un a mayo r racionali dad
y organi zación en un conjunto de ac tividades y acc iones articu ladas entre
ell as que, prev istas con antic ipac ión, tienen e l propósi to de influir en e l
curso de determ inados acontecimj entos , para ll egar a una situación que se
define como deseable, medi ante el uso efici ente de determinados medios y
rec ursos. Toda planificac ión, entonces, es un proceso racional y sistemáti co
que impli ca tomar dec isiones en cuatro líneas diferentes:
a) Los objeti vos a alcanzar parten de la detecc ión de las realidades que se
desean mod ifi car.
b) Las estrateg ias para la acc ión , fases o momentos para conseguirl os.
El verbo
e) Los sistemas de control y retroalimentación para reori entar la labor.
Nos encontramos siempre con que una planificació n es un proceso de planificar y los
carácter dinámi co, que parte de una detección de necesidades y de unas sustantivos
prev ision es que se concretan en planes de trabajo de carácter proyectivo y planificación y
que mantienen una relación sistemática con el entorno y tambi én con un proyecto
abanico ampli o de di sciplinas que aportan diferentes conocimientos para e l inicialmente sólo
trato de l prob lema y para e l establ ecimiento de criterios claros para la toma
nos remiten a la
de decisio nes. Al margen de esta formu lac ión , es necesario ver cuál es el
proceso con el que convertimos esta definición ini cial en un conjunto de idea de
actuaciones apli cables. Es dec ir, el verbo pl anificar y los sustanti vos previsión,
pl anificación o proyecto, ini cialmente, únicamente nos remiten a la idea de secuencia y
prev isión, secuencia y orden. orden
Las págin as que vienen a continuación están dedicadas a profundi zar en los
diferentes aspectos ex istentes detrás de esta idea de prev isión y orden y a
describir las etapas genéricas que son necesarias para di señar proyectos
Hay una Aunque resulte de sentido común, será necesario tener siempre en cuenta,
diferencia que las realidades sociales son complejas, ambiguas, contradictorias e
inciertas, al igua l que lo son los comportami entos humanos. Esto hace que
sustancial entre
las pl ani ficaciones soc ioeducati vas sean inciertas e incompletas, ya que
lo que es la están elaboradas por personas, diri gidas a personas y aplicadas en marcos
lógica de la dinámicos y complej os. De este modo, no nos debe sorprender que,
planificación a habitualmente, haya situaciones inesperadas e incontroladas dentro del
lo que proceso de pl anificación. Como dice Ander- Egg ( 199 1, pág. 18) el plan
denominamos la reduce el azar, pero no lo elimina, ya que hay una diferencia sustancial entre
lo que es la lóg ica de la planificac ión, es decir, la plani ficac ión como
lógica de la
elaboración de pl anes, proyectos o programas que quedan escritos de
realización o manera teórica a partir de una secuencia racional, a lo que deno minamos la
aplicación lógica de la realización, o aplicación del pl an, que está sometido a infinidad
del plan de influenc ias que son el producto de una realidad sistémica y complej a.
Quizás es por este motivo que se debe considerar que, frecuentemente, la
neces idad de pl anifi car no únicamente responde a criterios de orden,
efi cacia o coherencia de la intervención, como veremos más adelante, sino
que a menudo es una necesidad del propio pl anificador para hacerse la
ilusión de que controla la realidad (obviamente una pretensión banal y un
síntoma de fragilidad).
A pesar de estos riesgos, los contextos soc iales en los que ubicamos las
pl anificac iones socioeducati vas presentan unas características que es
necesario considerar. Bás icamente, nos encontramos en situ aciones
educati vas no formales, con las ventajas e inconvenientes que ello comporta.
La ventaj a fundamental es la ausencia de marcos normati vos rígidos en lo
que se refi ere al contenido de las intervenciones (hay recomendac iones o
consignas más o menos genéricas en los diferentes ámbitos de trabajo, a
Edu cació n So c ia l 3
capac idades o destrezas personales, medi ante ex periencias globali zadoras
de aprendi zaje. Como veremos más ade lante, ex isten situac iones como es
e l caso de determin ados proyectos de acc ión soc ial como los proyectos de
gesti ón cultural o de creac ión de un servicio soc ioeducati vo que son
educac ionales para la propia defini ción del servicio y no tanto para que
generen unos aprendi zaj es intencionales claramente ex plícitos, lo que los
sitúa en una posición fronteri za respecto a los di seños socioeducati vos en
sentido estri cto. Asumimos e l ri esgo de cometer reduccioni smos y erro res
en el mo mento de dar pautas que pueden ser seguidas o en algunos casos
poco útil es para este ti po de di seños más fronteri zos .
Una vez ll egados a este punto, procederemos a describir las líneas genera les
para la elaboración de un proyecto de intervenció n soc ioeducati va. El hil o
argumental que seguiremos a partir de este momento nos ll evará a tratar los
sigui entes aspectos:
En primer lugar, situ aremos el marco teóri co que nos sirve de punto de
partida y las característi cas que desde este marco tiene la figura del
educador social como profes io nal que estudi a rea lidades, di seña proyectos
y los ll eva a cabo. En segundo lugar definiremos la terminología bás ica que
pro ponemos para la vertiente educati va de los proyectos de intervención.
En tercer lugar, procederemos a desarrollar las tareas bás icas que confi guran
cada una de las fases del di seño del proyecto.
2. Marco teórico.
El marco teóri co para entender la idea de plani ficac ión y la ubi cación de l El profesional
profes ional en este proceso compl ej o, es una cuesti ón que debe ser planifica su
claramente definida. Nuestra propuesta se basa en un estilo de trabajo
actuación,
inspirado en la in vesti gación-acc ión, según e l cual el profes ional sigue los
interviene sobre
cuatro puntos básicos de lo que ll amamos la espiral autorre fl exiva, es dec ir,
pl ani fica su actuac ió n, interviene sobre la realidad a partir del di seño la realidad a
inicial, observa los efectos producidos, los anali za y saca conclusiones que partir del diseño
rev ierten directamente sobre la pl anificación inicial, de manera que reorienta inicial, observa
e l proceso. los efectos
Desde esta perspecti va los proyectos ti enen un carácter dinámi co, cambi ante
producidos, los
y prog resivo, se constituyen en forma de sistema abi erto (Puig, 1987), de
analiza y saca
manera que nunca están de l todo acabados y siempre se someten a una
mejora o, al menos, a una adecuación a las posibilidades de cada mo me nto. conclusiones
Además, tienen sentido para colecti vos claramente definidos, habl aremos que revierten
de proyectos no generali zabl es en cualquier situac ión, no estándar. directamente
Se tratará de planificac iones estratégicas (Ander-Egg, 199 1, pág. 27) que sobre la
se caracteri zarán prec isamente por el ajuste del proceso de intervención a
planificación
las ex igencias de los dife re ntes actores sociales que inte rvendrán y
inicial
parti ciparán de fo rma acti va en las diferentes etapas y tareas de la
intervenció n. En contraposición, tendríamos las pl anifi caciones normati vas
Educación Socia l 3
r--------------------------,
IFundamentación de la intervención: marco
I teórico
1
- aprendizaje
o '---------------------- l ---J
Q)
~ O'"
r--------------------------,
0'"
~Organización de la intervención: teoría didácti-
I ca; modelo curricular
,___+__________________ ___
I
I
gía, desarrollo de la intervención
~ J
I
a.
Teniendo en cuenta las ideas ex puestas has ta ahora, consideraremos que los
planificadores han de manifestar y poner en funcionami ento un conjunto de
habilidades y actitudes personales que confi guran la efi cac ia creati va o
efi cacia operati va y que repercutirán directam ente sobre la pertenencia de l
proceso pl anifi cador. Los li stados de los diferentes autores sobre las
habilidades y los principi os básicos a considerar por los pl anificadores
acostumbran a ser interminables y difíciles de recordar. Por este moti vo,
indi caremos aquell as cuestiones básicas que conectan con la fil osofía
expuesta anteriormente y que, de hecho, parten del sentido común .
Básicamente, creemos que las habilidades o principios básicos son:
1. Sensibilidad: como criteri o básico, nos referi re mos a la aceptación de l
grupo al que dirigimos nuestra actuación y a la predi spos ición positi va a
confiar en sus posibilidades de mejora o de progreso y a hace rlo conocedor
Educac ió n Social 3
o
y partícipe del sentido de la intervención para su situación personal. le
Q)
(/)
2. Pertenencia: en primer lugar, lo pl anificado debe respo nder a una
15
necesidad real, ser útil para el grupo social sobre e l que trabajamos y con W
qui e n trabaj amos , y debe aj ustarse a las pos ibilidades rea les de los
profes ionales que actúan (ex periencia de equipo) y de la realidad social
donde se trabaja (recursos di sponibles, predispos ición para ace ptar los
intereses de l grupo e identifi cación de las posibilidades reales de cambio).
3. Coherencia: las dec isiones tomadas al reali zar la pl anificación deben ser
coherentes entre ellas (no contradictorias), que se refuercen las unas a las
otras, que respondan a un objetivo último de planifi cación (a menudo con
e l tiempo o con e l aumento de complejidad de la pl ani ficación se pi erde el
sentido de la intervención) y que sean as umidas globalme nte por todos los
profes ionales que participan en la pl anifi cación.
4. Reori entación y fl ex ibilidad: muy vinculado con el anterior. Es necesario
que el equipo profesional revise periódicamente e l curso de la acció n que
se está llevando a cabo para introducir los mecani smos adecuados que
facilitan e l retorno a la línea de actuación prefij ada. También deben integrar
y aprovechar nuevas situac iones no previstas que han ido apareciendo, o,
en otros casos , han de redefinir esta actuación una vez vi stos los resultados
obtenidos o los efectos rea les generados (es posible que se generen efectos
no deseados).
Estas característi cas posibilitarán que el proyecto sea fl exi ble, abi erto,
descentralizado, participati vo, autogestionado e interdi sc iplin ar (Pérez
Serrano, 1993, pág. 55).
3. Aspectos terminológicos.
En e l terreno de la pl anificació n se produce una gran confu sió n: la
utili zac ión que se da a los diferentes conceptos que hacen referencia al
proceso pl an ifi cador. El uso indi scriminado de conceptos como proyecto,
program a, actividad, pl an, como si fuesen sinó nimos cuando, en rea lidad,
se refieren a ámbitos y momentos de actuación claramente diferenciados
entre e llos, únicamente contribuyen a aumentar la dificultad de aproxi mación
al destinatario de la acc ión educati va. La formulación de los elementos más
abstractos de una pl anificac ión no deja de ser una construcción genérica que
se debe acercar a las actuaciones cotidianas dentro de un colecti vo. Nos
encontramos con la necesidad de describir los diferentes momentos o
espac ios de pl anificac ión que permiten reali zar este acercamiento y de
consensuar una terminología adecuada. Los conceptos básicos más utili zados,
y que no son sinónimos sino diferentes concrec iones son el de pl an,
progra ma, proyecto y acti vidad, aunque con cierta frecuencia se utili zan
vari ando el orden y, consecuentemente, e l sentido.
Ed ucacl6n Social 3
cuenciación pone en duda que el planeamiento de la actuación sea hecho
correctamente, entre otras razones porque no se tienen garantías de que las
actividades respondan coherentemente a los objetivos del proyecto y, en
consecuencia, la eficacia o adecuación de éste no puede ser valorada sim-
plemente porque las actividades funcionen o no sean las más pertinentes.
De hecho, la no adecuación de las actividades no es un criterio suficiente
para determinar la bondad del proyecto porque el problema puede estar en
éstas o en la manera como se ha producido la aplicación, y no en el diseño
del proyecto. Por este motivo, consideramos que es necesario añadir unida-
des operativas que faciliten la relación teórica-práctica desde la perspectiva Armonizar dos
educacional del proyecto que se concreta en una secuencia de planes de trabajo. tipos de
Por esta razón, proponemos ampliar esta terminología y hablar de: plan, conocimientos:
programa, proyecto y, dentro del proyecto (que es el universo del educador todo aquello que
social) hablaríamos de programas de acción y de unidades de programación,
hace referencia a
dejando como último término la secuencia de las actividades y las tareas.
Esta opción se preocupa de armonizar dos tipos de conocimientos: por un los
lado, todo aquello que hace referencia a los planeamientos en sentido planeamientos
amplio y por el otro, todo aquello que hace referencia al planeamiento de en sentido
las actuaciones educativas. Este proceso de acercamiento a la realidad amplio y todo
transciende hasta lo que hasta ahora hemos denominado proceso de aquello que hace
planificación o planeamiento y entramos plenamente en lo que podemos
referencia al
llamar proceso programador.
En cualquier caso, cuando hablemos de las fases para la elaboración, el planeamiento de
planeamiento o el diseño de un proyecto nos referiremos al desarrollo de las actuaciones
una propuesta que concreta una línea estratégica como es el caso del plan educativas
o programa.
Gráficamente resultaría:
Plan
tLíneas estratégicas
(P<o,mmas)
Líneas estratégicas
t Proyecto
P
t '1
t
<oyoc t
Proyec o,
r------------------------,
I
I
P<o,,,mas
"dó"
Unidades de
,<o,,,m,,""
Unidades de
. .
t 'ct,,,'a'
. .
ActiVidad
t T","
Tarea '
I
i
o
(Programas) I Prog.ramas de programación Actividad Tarea I
Una unidad de programac ión es un bloque temático que tiene sentido por
él mismo y que, como elemento operati vo de la intervención, refleja la
concepción metodológica de l trabaj o educac ional y la relación que se
establece entre los objetivos, los contenidos fundamentales para e l trato de
las problemáti cas de las que se ocupan y las acti vidades en las que se
concretan.
Engloba con orden y unidad interna e l conj unto concreto de acti vidades que
reali zaremos con los educandos y no son di visibles, ya que perderían el
sentido global como bl oque temáti co. Este elemento operati vo se relac iona
con otras unidades con las que se complementa todo, respondiendo a una
estructura superior (el programa de acción). Puede ser el elemento más
dinámico y cambi ante del proyecto, ya que como espacio desde donde se
generan las acti vidades de intervención se han de ajustar a las circunstancias
del grupo y de l mo mento en el que se aplica.
Un ejemplo:
Pl an de servicios social es del Ayuntarruento de la ciudad X con sus
correspondientes líneas estratégicas o programas.
Programa de infancia que, entre otras líneas de trabajo, incluye la prevención
de conductas delictivas en la población infantil y juvenil. El trabajo sobre
este tema se desarrolla en di versos proyectos de los que destacamos:
1. Proyecto de creación de un recurso de medi o abierto para j óvenes de 14
a 19 años. Este proyecto se centra en el trabajo sobre el tiempo libre ju venil ,
formac ión prelaboral y prevención de situaciones de riesgo, que se convertirán
en programas de acción o líneas temáticas estables dentro del proyecto.
Tiene sus objeti vos generales como proyecto.
Programa de acción de prevención de situaciones de riesgo. Este programa
se centra en tres grandes te máticas dentro del periodo comprendido en e l
próximo año: enfermedades de tran smjsión sexual, drogas y seguridad vial,
que llegarán a ser los monográfi cos o unidades de programación. Cada uno
de estos programas tiene obj etivos generales. La conex ión con los del
proyecto viene dada por la temática en sí que sirve para crear ex peri encias
Alcance
Macro
Meso
Micré(
Baja
I
Media O) ~
--';:IJ - -;- 8
Educació n Socia l 3
sea necesario ex plicitar su dimensión educati va porque la propia ex istencia
del servicio, o ya está implícita, o es muy informal. En estos casos no se
definirían unidades de programación. Por ejempl o, un servicio de préstamo
de libros en un hospital o una ludoteca en un centro de infancia. Esto no quita
que puntualmente no se pueda hacer un di seño específico para generar un
aprendi zaje intencionado, pero con la particularidad de que el servicio
funciona porque está bien organi zado y no necesariamente porque especifique
su dimensión educativa.
O. Objetivos
S. Socioestructura
P. Psicoestructura
R. Recursos
C. Materia
M. Metodología
medios
Educac i ón Socia l 3
Diseño de la intervención
Formulación
Realidad social ~
del proyecto
I Planificación I
?~Marco~
....
Gestión organización Aspectos educativos ro
N
«
o
I Aplicación I ......O
as
U)
(1)
e
IEvaluaciónl
Identificación del tipo de Recogida de información
información necesaria y
las técnicas de recogida
de datos
Ed ucación Social 3
del proyecto únicamente se pueda hacer después de reali zar el diagnóstico.
Los elementos que se deben indicar en la defini ción del proyecto son:
• Nombre o título.
• Pl an o programa al que pertenece (si es el caso).
• Descripción: temática de la que se ocupa el proyecto, en que consiste
realmente y finalidad que se plantea.
• Destin atario: desc ripció n de las característi cas , si tuac ión soc ial y
problemáti ca del grupo diana o conjunto de población a la que se dirige la
interve nción.
• Fundamento: defi nición del problema o conducta principal y argumentación
de la pertenencia del tema que se presenta como proyec to para el trato de
esta situación proble mática.
• Búsqueda de bibli ografía y análi sis de experiencias: argumentac ión de
cuáles son los referentes teóricos que se utilizan y muestra de las principales
experiencias que ya ex isten para el trato del problema (es decir, demostrar
que la propuesta está argumentada).
• Objeti vos generales: defini ción de las aspiraciones o metas que se desean
alcanzar.
• Obj eti vos terminales: defini ción de los mínimos a partir de los cuales se
puede considerar que los objeti vos generales se han alcanzado. De hecho,
estos mínimos constitu yen la base para la fo rmul ac ión de los criteri os de
evalu ac ió n.
• Estrategias para la acc ió n: fases o mo mentos para la apli cac ió n o
consecución del proyecto en fo rma de una temporali zación o pl an de
trabaj o.
• Presupuesto o fuentes de financiación: depende del uso que se haga de este
anteproyecto o proyecto-pil oto será fundamental indicar un breve estudi o
respecto de la viabilidad económica o un estudi o bás ico de los costes
principales, sobre todo cuando se presenta a alguna entidad pública o
privada para conseguir su aprobación y financiac ión.
Gráficamente, resultaría (en la página siguiente):
Es importante remarcar que estos puntos han de servir para dar una idea
clara de la propuesta de intervención y que es en la fase de pl ani ficación
cuando se desarrollarán con más detalle algunas de las in fo rmaciones que
en la definición del proyecto úni camente están apuntadas, como es el caso,
por ejemplo, del estudi o detall ado de las características de la población. Por
ello se debe dar únicamente informaciones cl ave o sintéticas para evitar
repeticiones en la fase de desarrollo, que es cuando es necesari o profundi zar.
4.2. La planificación.
La planifi cación consiste en definir el plan de acc ión que ll evaremos a cabo
para alcanzar unos objeti vos del proyecto prefijados a partir del diagnóstico
con la traducción de una idea inicial en form a de plan de trabajo. En esta
fase se identifi ca cuál es el camino a seguir para desarroll ar la intervención
entre las diferentes alternativas posibles y cómo lo hemos de hacer para
alcanzar los objetivos, e dec ir, cuál es la organización y el tipo de tareas
que se tiene previ sto rea li zar. Se trata en realidad del proyecto en sí. El
anteproyecto es únicamente una definición de intenciones, no el desarrollo
de las acciones reales.
El proyecto no es un documento que se escribe para conseguir un a
subvención, sino que es un materi al de trabajo que se va constru yendo así
que se va utili zando, se amp lía y se aj usta a la dinámica cambiante de la
realidad sistémica que constituyen.
Los objetivos fundamentales de la planificación son:
• Dar orden y racionalidad a la intervención con la descripción de las
diferentes áreas que es necesario contemplar en la reali zación del proyecto .
• Describir el pl an de acción, es decir, definir, l a secuencia de actu aciones
para cada una de las áreas de trabajo.
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( I~ , _~ 2:
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o
garantizar este orden bás icamente se describirán tres grandes áreas: el le
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C/)
encuadre o marco referenc ial básico, la gesti ón y organi zac ión del recurso
i5
y los as pectos educativos. üJ
Gráficamente, resultaría:
I Planificación I
Marco
o Qué leyes (si es posible definirl as) encuadran el marco que estamos
creando.
o Estudio detall ado del sector de la pob lación con el que se desea trabajar
con esta pobl ación (si es asistencia voluntari a, si son internos, si es una
institución total, si funciona en algunos momentos del día ...).
o Criterios de ad mi sión, normativas, reglamentos ...
o Servicios de l entorno con los que mantenemos relación (E.A .I.A ., asociación
Educac ió n Socia l 3
En este sentido (y hablando concretamente de niños) C. ColI (ColI, 1986)
nos da una buena pista sobre la filosofía a seguir en este punto:
¿Qué tipo de habilidades, destrezas , posibilidades de acción , tendencias de
comportamiento, son necesarias -y/o serán probablemente necesarias a
corto o medio plazo- para que un niño pueda convertirse en un miembro
adu lto y activo de la sociedad, capaz de interactuar constructivamente con
los otros miembros y capaz de afrontar y resolver eficaz y creativamente los
problemas habituales que se le planteen a lo largo de su existencia?
Una vez realizada esta doble tarea se deciden las líneas temáticas del
proyecto que será posible desarrollar en función del equipo humano que las
llevará a cabo.
4.3.2.2. Metodología.
El segundo paso, consiste en definir la metodología de trabajo en este Los diferentes
proyecto. contextos de
La metodología es el elemento que hace de intermediario entre lo que se aprendizaje
pretende conseguir, la materia o contenidos del trabajo y las actividades
artificialmente
concretas.
Al hablar de metodología, distinguimos dos niveles de análisis bastante organizados son
diferenciados: microcosmos en
La metodología como filosofía o como planteamiento global del trabajo los que se hace
educativo (que sobre todo la indicamos en los proyectos y programas) y la un ensayo de lo
metodología como recurso técnico o procedimiento (que sobre todo la que será la vida
indicamos en las unidades de programación) .
real
La meTOdología como filosofía o estilo educacional será el reflejo de una
concepción del proceso de instrucción aprendizaje (e lementos
psicopedagógicos) y de la dimensión teleológica que se da a la intervención .
Incluye, inevitablemente, toda un carga de intencionalidad, en la medida
que la utilización de una metodología u otra ya es una opción que responde
a una visión del educando que queremos ir formando (actitudes,
predisposición hacia el trabajo y la participación ... ) y que posibilita por ella
misma un conjun to de aprendizajes. Es el elemento que define las
características del espacio de intervención que , como apu ntamos
anteriormente, debe posibilitar la apari ción de experiencias ricas y
comunicativas. Como indicaba 1. Dewey (en su caso, refiriéndose a la
escuela) los diferentes contextos de aprendizaje artificialmente organizados
son microcosmos en los que se hace un ensayo de lo que será la vida real.
En este sentido, diremos que la metodología debe asegurar el cumplimi ento
de tres grandes funciones : debe ser motivadora de un proceso educacional
(en función del educando, obviamente) debe dirigir correctamente los
contenidos de trabajo y debe ser estructurante de aquello que esperamos
conseguir como resultado de un aprendizaje (por ejemplo, que la organización
del trabaj o responda realmente al obj eti vo del proyecto -ser solidario,
colaborador ... -).
Dentro de la metodología entendida con el sentido que le estamos dando en
esta primera acepción, deberemos considerar algunas cuestiones como:
a ) La dirección de la comunicac ión (s i es siempre o únicamente del
educador al educando o si ex iste posibilidad en la otra dirección).
b) El control de la comunicación (lo lleva el educador o realme nte hay
participación acti va en la organi zación del trabajo).
e) El tipo de mensajes que se transmiten (si hacen referencia únicamente
a contenidos de hechos o si inci den en actitudes, va lores y normas y dentro
de éstas qué tipo de actitudes se potencian.
Aunque resulte obvio, insistiremos en que el espacio no es so lamente el
apre ndi zaj e de nuevos co noc imi e ntos, s in o qu e es un es pac io de
ex perimentac ión de fo rmas de relación social. Por este moti vo, descuidar
la metodología (la atmós fera relacional ) es, de entrada, el mej or camino
para sacrificar e l proyecto. Es por este moti vo que dos programas de trabajo
con unos contenidos muy simil ares pueden llegar a dar procesos y resultados
absolutamente di fe rentes, en función de la metodología utili zada.
Desde este primer ni vel de análi sis se asoc ia la metodología a estrategias
y métodos de trabajo. En realidad, actualmente el concepto de método está
menos utili zado ya que se agota por sí mismo, en la medida que es concreto
y se asocia a una técnica específica, mientras que la estrategia hace
referencia a la concreción y uso para una situac ión determinada de las
diferentes técnicas pedagógicas que incluyen medios (en el sentido amplio)
y una selecc ión determinada de técnicas didácticas (en el sentido más
estricto), cuya combinación responde a una concepción del proceso de
instrucción-aprendizaje.
Un ejemplo de metodolog ía en sentido amplio puede ser la investigación
acción (y las implicaciones que ello conlleva para las personas afectadas en
el proceso -qui én pl anifica y la persona que será benefi ciaria del trabajo
planificado, con su concurso acti vo).
Educación Social 3
metodología y un ambiente educacional.
Desde este nivel de análi sis podemos hablar de técnica didáctica, como el
conjunto de técnicas concretas de trabaj o (por ejemplo, el role-pl aying, el
debate ... ).
Hay que recordar que no todas las técni cas sirven para todas las situaciones.
es necesari o considerar los siguientes factores :
• El análi sis de la lógica interna del contenido que se está trabajando.
• La adecuación de la técni ca al obj etivo perseguido.
• Los valores que se desean potenciar.
• La madurez del grupo o de los sujetos de la interve.nción (de carácter más
procedimental, por ejemplo).
• El dominio de la técnica por parte del educador.
• Los medios de los que di spone la in stitución.
Como síntesis, diremos que en esta fase del proyecto es necesario hablar de
la metodología según la primera acepción, mientras que la metodología
como técnica la dejamos para las acti vidades de los programas o de las
unidades de programación. También será necesari o considerar como se
concreta esta metodología y qué ex igencias determina para la organi zación
de los momentos y de los espacios de la intervención.
Hasta este punto, hemos visto detalladamente los tres bloques genéricos
(encuadramiento, gestión/organi zación y los aspectos educati vos) que
configuran la parte más extensa del di seño del proyecto.
Educación Social 3
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garanti zar esta consolidac ión o ampli ac ión. Este plan de trabajo (un pl an le
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(/)
anual, por ejemplo) implica haber hecho el estudi o de las actuaciones '6
necesari as para mantener vigente el proyecto, es decir, adecuado a las w
nuevas necesidades que vayan surgiendo.
5. La aplicación.
La fase de aplicac ión se caracteri za por el hecho de ll evar a término las
tareas definidas en la plani ficación medi ante el desarroll o de los proyectos,
los prog ramas o las unidades de programac ión.
Los objeti vos principales de la aplicación son:
• Identificar los elementos que fac ilitan o di ficultan la implementac ión del
proyecto en la realidad social.
• Organizar las tareas necesari as para el trato de los elementos anteriores.
Esta fase es de una importancia capital porque recoge las actuac iones que
el equipo planifi cador habrá de llevar a cabo para garanti zar que su proyecto
se ponga en funcionamiento. Es decir, el di seño bi en secuenciado de una
temáti ca adecuada y pertinente (lóg ica de la pl anificac ión) puede fracasar
si no piensa los mecani smos adecuados para su implantac ión en el contex to
social.
Aspectos como la di fusión de la propuesta, la moti vación de los destinatarios, El diseño puede
la preparac ión del terreno para empezar a trabajar con los destinatarios o el fracasar si no
reconoc imiento de aquellos as pectos que pueden dificultar el desarroll o del
piensa los
proyecto, necesariamente se deben contemplar en el propio di seño.
Por ejemplo, el hipotético proyecto al cual antes hacíamos mención de mecanismos
trabajo con madres adolescentes, puede fracasar si no se tiene en cuenta el adecuados para
horari o de aplicación que debe contemplar precisamente que en aquel su implantación
momento no deben estar con los niños y, si es así, la manera de crear un en el contexto
servicio que facilite su asistencia. social
En líneas generales, esta fase debe contemplar los siguientes bloques:
5.3. Sensibilización.
Trabaj o diri gido a la concienciación (o autoconocimiento) del grupo al que
se dirige el proyecto, consistente en que las personas que deben ser sujetos
de la intervención sean consc ie ntes de su rea lidad, de los aspectos
autobiográficos que los han llevado a su situación actual, de sus posibilidades
reales y del momento en e l que se encuentran, lo que debe despertar el
interés por el trabaj o que se les propone reali zar. En realidad, se trata de un
largo proceso de identi ficac ión del propi o proceso de signi ficación y de
detección de las propi as necesidades, dentro de un marco de intervención
que vincularíamos al modelo participati vo.
Este punto requiere la necesidad de informar significati vamente sobre la
tarea que se propone. También requiere indicar o construir conjuntamente
I Aplicación I
6. La evaluación.
La evaluación es el instrumento que nos permi te organizar la comparación
entre la situación prevista inicialmente y la situación real. Esta comparación
nos debe dar información del grado de alcance de aquello que inicialmente
habíamos previsto, así como de los di fe rentes fac tores (o razones) que han
posibilitado o han dificultado este acercamiento. Tiene las características
de todo proceso (dinámico, cambi ante), tiene un carácter sistémico, es
decir, aborda todos los componentes que aparecen en la intervención y es
un elemento que ayuda a tomar decisiones sobre las diferentes reorientaciones
del proceso, lo que hace que sea necesariamente un aspecto muy cuidado
dentro de la planificación.
Resumjmos lo indicado anteriormente en tres puntos:
1. Tenemos una situación hipotética que fue prevista inicialmente medi ante
el di agnóstico y la pl anificación.
2. Tenemos una situación real en un momento concreto y que se ha
confi gurado medi ante la aplicación de unas acciones previstas en la
plani ficación.
3. Se produce un proceso de comparación entre los dos aspectos anteriores
para comprobar hasta que punto ex isten di stancias o prox imidades entre
ambos.
Ed ucación Social 3
C) Función orientadora: durante la intervención, la evaluación nos indica
el punto en el que nos encontramos, las dificultades que van apareciendo,
las posibles líneas de continuación de la tarea ... Desde esta perspectiva, la
evaluación dirige y sirve para reorientar la tarea. Es un mecani smo de
retroalimentación , de feed-back respecto del proceso que se está
desarrollando .
Esta función la ubicamos en la fase de aplicación.
D) Función de control: nos asegura el seguimiento de las diferentes Los proyectos
variables que configuran el diseño de la planificación, así como el de su son unos
ejecución (consiste en medir periódicamente los resultados obtenidos, trabajos de
compararlos con los resultados previstos e introducir modificaciones y
creación que
rectificaciones para dirigir el proceso a unos límúes aceptables). En esta
función, la evaluación se considera como un instrumento técnico integrado requieren una
en el proceso pero que dispone de una cierta autonomía técnica que se buena dosis de
adapta a los diferentes momentos de aplicación. imaginación
conjuntamente de aquell o que hemos pretendido conseguir con la intervención educati va.
Esta evaluación mide los resultados y permite pronunciarnos sobre el éxi to
con el resto del
o fracaso del proceso educati vo y no tanto sobre el éx ito o fracaso de los
proyecto
educandos (Como punto de reflexión, deberíamos considerar hasta qué
punto, dentro del campo social, ex iste la posibilidad de que fracasen los
educandos o si, por contra, un proceso no resurgido depende en gran medida
de los errores en algún punto de la planificación).
Ed uc ac i ó n So ci a l 3
-Interpretac ión de los datos recogidos: conclusiones de la investigación.
- Elaboración de los informes de evaluación: reorientación del proceso.
IEvaluaCiónl
Identificación del tipo de Recogida de información
información necesaria y
las técnicas de recogida
de datos
Reformulación de la Valoración de la
intervención información
7. Conclusiones.
A lo largo de las páginas anteriores hemos intentado dar una visión amplia
sobre el proceso de elaboración de proyectos sociales. Somos conscientes
de que las informaciones que hemos ido presentando son estrictamente un
esbozo de los aspectos fundamentales y que dejan muchos puntos oscuros
paia aclarar.
De todos modos, esperamos que la lectura de las páginas anteriores sirvan
como punto de partida para comprender la necesidad de introducir rigor
metodológico en el diseño de las actuaciones socioeducativas y para
motivar la consulta de algunas obras de ampli ación.
Recordando que los proyectos son trabajos de creación que requieren una
buena dosis de imaginación y que son perfectamente discutibles o
cuestionables desde la óptica de un lector crítico, tendremos que ser
conscientes de que las limitaciones de la calidad del proyecto están en el
punto en el que se encuentran las personas que realizan el diseño, ya sea por
la experiencia personal o de grupo o por los conocimientos teóricos de los
que dispone. Esto nos ll eva a considerar que la propia naturaleza
multidisciplinar e interdisciplinar de los proyectos requiere hacer una
aprox imación temática de carácter procedimental, es decir, mediante la
elaboración de proyectos que sitúen al diseñador delante de las múltiples
situaciones problemáticas que cada vez tendrá que resolver y que, en la
medida que personalmente o como equipo se vaya progresando, aumentará
la capacitación para hacer aproximaciones más lógicas, coherentes y
efectivas a las realidades sociales.
En última instancia, conviene recordar que los proyectos son relativamente
complejos, necesariamente concretos y prudentemente diversos, mientras
que la realidad social es compleja, amplia y diversa, no reducible a diseños.
Los diseñadores deberán asumir este contrasentido y tratar de reducir la
distancia entre la complejidad real y la simplificación a la que frecuentemen te
tienden las explicaciones teóricas y las actuaciones específicas.
3 Educación Socia l