Clasificar y Segmentar A Tus Clientes
Clasificar y Segmentar A Tus Clientes
Clasificar y Segmentar A Tus Clientes
por Emilio Fernández Lastra | may 18, 2017 | Business Intelligence (BI) | 0 Comentarios
Clasificar a los diferentes clientes y potenciales es una labor necesaria para toda
organización si se busca mejorar la rentabilidad. Para poder realizar dicha clasificación
es necesario conocer cuáles son los criterios que se van a utilizar para clasificarlos, así
como de qué manera vamos a analizarlos y evaluar si esa clasificación es la adecuada.
Los clientes pueden ser clasificados por el estatus, por el volumen de compras en un
período de tiempo determinado (por ejemplo: Anual), por su antigüedad, por la
frecuencia de compra, por las líneas de productos que compran, por su grado de
influencia, etc. La decisión de utilizar uno u otro criterio, depende de los aspectos que
se considere son determinantes para la empresa y que permiten enriquecer el análisis
de estos.
¿Cómo clasificarlos?
2. Clientes activos. Son aquellos que hacen compras con cierta frecuencia y que lo
hicieron recientemente o en un periodo de tiempo establecido por la empresa. Este
periodo de tiempo dependerá del tipo de empresa o el producto.
3. Clientes inactivos. Son clientes que han realizado compras, pero fuera del periodo
establecido por la empresa. Son clientes a los cuales se puede recurrir en algún
momento, de cara a que vuelvan a comprarnos, previo análisis del motivo de la baja, la
frecuencia de compra, etc.
4. Clientes potenciales. Son aquellos que no han realizado compras a la empresa, pero
que han mostrado interés a través de la solicitud de información, petición de
presupuesto, y que cuentan con capacidad de compra pudiendo convertirse en
cualquier momento en generadores de ingresos para la empresa.
5. Clientes probables. Son clientes que no han comprado nunca a la empresa, y que no
han manifestado interés en nosotros. Sin embargo, por sus características
consideramos que podrían convertirse en generadores de ingresos a futuro.
Otra clasificación muy común, es la que se realiza en función del volumen de ventas.
Para poder realizar esta clasificación, hay que partir de la premisa del 80/20, es decir,
el 80% de tus ventas las realizan el 20% de tus clientes. En función de esto, los
clasificaríamos de la siguiente manera:
1. Clientes Top. Son aquellos clientes que generan un volumen de ventas muy por
encima de la media. Estos deberían ser los menos. Lo interesante de conocerlos
perfectamente, está en que podremos definir nuestros esfuerzos y recursos en
función de dicho criterio.
3. Clientes Medios. Son aquello clientes que generan un volumen de ventas medio.
4. Clientes Bajos. Son aquellos cuyas ventas están muy por debajo del promedio.
Otra manera de clasificar a nuestros clientes, sería a través de la frecuencia de
compra. Lo ideal es determinar una frecuencia de compra promedio, y a partir de ahí
clasificar a nuestros clientes:
3. Clientes ocasionales. Si bien es cierto que los clientes ocasionales merecen recibir
un buen servicio como todo cliente, el nivel de inversión y atención a destinar, será
menor que el suministrado a los clientes más rentables para la compañía.
Una vez tenemos clasificados a nuestros clientes, si queremos desarrollar una
estrategia de marketing efectiva, debemos realizar segmentaciones. Para ello hay que
tener en cuenta que, a pesar de haber clasificado a nuestros clientes, cada cliente esté
en el grupo que esté, tiene necesidades e intereses únicos y diferentes. Lo ideal sería
poder comunicarte de tú a tú con ellos, sin embargo no es práctico. Para ello, lo que
necesitamos hacer es agrupar a nuestros clientes en función de ciertas variables. Es
decir, segmentarlos.
Para poder segmentar a nuestros clientes, se hace necesario disponer de una base de
datos (CRM) que recoja al menos las ventas, qué productos ha adquirido, frecuencia y
cantidades. Pero además, debemos de recoger en esa base de datos (CRM),
información relacionada con el marketing, como potencial de demanda, evolución y
tendencias del mercado o canal de captación online, entre otros muchos. En el caso de
que sea segmentación de empresas, también deberíamos recoger información como
actividad, volumen, dónde está ubicada o dónde opera, características del decisor, etc.
Por último, para poder completar esa segmentación, es necesario usar técnicas
estadísticas multivariantes o de data mining para el análisis de datos.
1. Segmentación en función del CLTV (Customer Lifetime Value) o valor de vida del
cliente. Muchas veces calculamos el ROI de nuestro marketing sin tener en cuenta el
valor del ciclo de vida de este, tomando como valor la conversión de manera aislada,
como si fueran clientes diferentes. El poder realizar segmentaciones basadas en este
valor, nos puede ofrecer una información mucho mayor al ROI.