No He Visto Justo Desamparado
No He Visto Justo Desamparado
No He Visto Justo Desamparado
Versiones De La Biblia
Salmos 37:25 (DHH-LA) — 25 Yo fui joven, y ya soy viejo, pero nunca vi desamparado al hombre bueno ni
jamás vi a sus hijos pedir limosna.
Salmos 37:25 (La Palabra: El Mensaje de Dios para mí) — 25 Fui joven, soy ya viejo, pero nunca vi a un justo
abandonado ni a sus hijos pidiendo pan.
Salmos 37:25 (NVI) — 25 He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus
hijos mendiguen pan.
Pensamiento De Devoción:
El Salmista David testificaba de la fidelidad de Dios por medio de este Salmo. David podía por experiencia
personal testificar que Dios siempre seria fiel con sus hijos. Por todas las generaciones El no cambiara, sino
permanecerá fiel a su pacto, como nos dice Deuteronomio 7:9, “Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios
fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil
generaciones.” Por todas las cosas que pasaron en su vida, David pudo reconocer que Dios nunca lo abandono,
nunca lo dejo, ¡Dios se mostró fiel a su Palabra!
Que bendición tener esta seguridad, de tener la certeza que Dios siempre proveerá para aquellos que ponen toda
su confianza y dependencia en El. De poder saber que los que le buscan no tendrán falta de ningún bien como lo
declara el Salmo 34:10, “Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán
falta de ningún bien.” En medio de toda situación o etapa en la vida Dios siempre pondrá los medios para que
nosotros tengamos la provisión para nuestras vidas. Sin duda el se mostrara fiel a nosotros y a nuestra
descendencia.
Por esta razón no debemos de preocuparnos, no debemos ni por un momento afanarnos del día de mañana,
¡Dios tiene todo bajo control! En Hebreos 13:5 nos recuerda que el nunca nos desampara, “sean vuestras
costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.”
Otros quizás nos dejen durante nuestra jornada aquí en este mundo, ¡pero Dios nunca nos dejara! El proveerá
todo lo que necesitemos, él se mostrara fiel hasta el fin. Por tanto confiemos en El, pongamos toda nuestra
dependencia en Aquel que ha prometido siempre estar con nosotros.
Nos hemos adaptado al lugar en donde estamos, al grado de que ni siquiera se nota la diferencia entre ellos y
nosotros.
Jesús anuncia que será abandonado por sus discípulos y cita una profecía de Zacarías que está próximo a
cumplirse en cuanto a su arresto (Zac. 13:7).
B. Estudios bíblicos nos revelan que “escandalizar” en otras versiones de la Biblia tiene como significado negar
o abandonar.
C. Las predicas cristianas acerca del “temor” nos indican que el temor puede ocasionar en el creyente dudas,
frustraciones, conflictos, enfermedades, desconfianza, perdida de bendiciones materiales y ministeriales.
D. Decisiones importantes como la formar un hogar, emprender un negocio, emprender una carrera
universitaria, escuchar el llamado específico de Dios para nuestra vida, escoger el país donde vivir, etc., no se
cumplen debido a la falta de decisión de una persona. (Santiago 1:8).
E. Por causa de la indecisión muchas personas no forman un hogar, lo hacen apresuradamente con personas no
idóneas, llevan una vida promiscua, no concretan negocios, no terminan una carrera universitaria, frustran el
llamado de Dios, los conflictos internos de un país pueden ocasionar que personas abandonen el país donde
Dios los quiere sin tomar en cuenta la voluntad de Dios.
II. EL CREYENTE TIENE QUE DEJAR DE SER IMPULSIVO. (Vs. 33)
A. Vs. 33: “Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizare”.
Pedro debido a su carácter impulsivo dijo que no lo abandonaría.
B. Todos los creyentes en algún momento hemos dicho o prometido que vamos a dejar a un lado los chismes,
las mentiras, los malos amigos, la pornografía, los chistes de doble sentido, vocabulario obsceno, riñas en los
deportes, parejas inconversos, obedecer a los padres, sujetarnos al pastor y a los líderes de la iglesia, etc.
Se hace más difícil aun cuando la persona ha desarrollado vicios tales como: cigarros, alcohol, drogas y
pornografía. Incluso aquellos que tienen más tiempo en el cristianismo han dicho o prometido en algún
momento que van a llevar una vida de oración, ayuno, vigilia, meditar más en la Palabra y de ser ejemplo en
todo.
III. EL CREYENTE TIENE QUE APRENDER DE SUS ERRORES. (V34)
CONVICCIONES A TODA PRUEBA
A. Vs. 34: “Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres
veces”. Dios sabe cuál es nuestro futuro y por ende cuales son nuestros puntos vulnerables, es decir, aquellos
en los cuales vamos a fallar.
B. El creyente en muchas ocasiones no aprende por consejos, estudios bíblicos, predicas cristianas, ni
experiencias ajenas, sino por sus propias vivencias. Por ello sufren consecuencias: Enfermedades venéreas,
embarazos precoces, detenciones judiciales, multas fiscales, mala reputación, accidentes, deterioro de la
familia, ruina económica, estafa, fraudes, etc.
C. Anécdota de Ronco.
IV. EL CREYENTE TIENE QUE CULTIVAR SUS CONVICCIONES (Vs. 35)
A. Vs. 35: “Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negare. Y todos los discípulos dijeron
lo mismo”. Los discípulos apoyando a Pedro aseguraron que también estaban dispuestos a morir por Jesús.
B. Para que no sean solo palabras y decisiones tomadas en momentos llevados por la emoción es necesario:
1) Creer en las Promesas de Dios.
2) Memorizar versículos.
3) Ser obediente a los mandatos divinos.
4) Reconocer nuestras limitaciones.
5) Ser pacientes a la hora de tomar decisiones y a la hora de esperar respuestas.
6) Establecer metas claras.
7) Aprender de los errores.
8) Ser fiel a tu ética cristiana.
9) Ser fiel y responsable en lo que se emprende.
Proclamar el señorío de Jesucristo sobre todos los aspectos de la cultura
Hombres de Convicciones
En las Olimpíadas de París de 1924 ocurrió un hecho inusual que se dio a conocer ampliamente gracias a la
película “Carros de Fuego” que ganó varios premios cinematográficos hace unos años atrás. El corredor escocés
Eric Liddell se había estado entrenando para correr la carrera de los 100 metros, y comentaristas de toda Gran
Bretaña lo daban por seguro ganador en ese renglón. Pero unos meses antes de las Olimpíadas Eric Liddell se
enteró de que las eliminatorias de los 100 metros iban a ser en domingo, y como él era cristiano se negó
rotundamente a violar el día del Señor participando en esa competencia.
Él estaba convencido por la Escritura que el domingo debía ser dedicado a la adoración a Dios en una forma
especial, y que no debía competir en ese día.
Cuando se dio a conocer la noticia de que él no correría por esa razón muchos se quedaron estupefactos, y aún
aquellos que le admiraban como atleta lo calificaron de loco. Pero Liddell no estaba dispuesto a negociar sus
principios e ir en contra de su conciencia. Tampoco aceptó participar en las carreras de relevo, para las que ya
había calificado, porque las eliminatorias también eran en domingo.
Finalmente aceptó el reto de correr la carrera de los 400 metros para lo que no tenía mucha experiencia, y no
solo ganó el primer lugar, sino que de paso estableció un récord mundial recorriendo la distancia en 47.6
segundos. Su competidor más cercano quedó 5 yardas detrás de él. Dios honró la integridad de este hombre que
no estuvo dispuesto a ceder ante la presión de las autoridades olímpicas, ni de la prensa, ni del público en
general, porque estaba convencido de que era necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Un detalle interesante de esta historia es que ese domingo en que se llevaron a cabo las eliminatorias de los 100
metros y de las carreras de relevo, Eric Liddell estaba predicando la Palabra de Dios en una iglesia de París. No
solo no corrió ese día, sino que allí en Francia, en medio de las Olimpíadas, él estaba donde debía estar:
adorando a Dios junto al pueblo de Dios. Terminó su vida como misionero en la China donde fue apresado e
internado en el campo de prisioneros de Weishien; falleció en 1945 de un tumor cerebral.
Si hay algo que la iglesia de Cristo necesita en estos días son hombres con esa clase de determinación y coraje,
hombres que no estén dispuestos a violentar sus conciencias sin importar el precio que tengan que pagar por
ello. Como bien señala el pastor John MacArthur: “Hay una gran falta en la iglesia hoy de hombres que se
aferren a sus convicciones. Muchos que se llaman cristianos se ufanan de sus normas morales y alaban su recto
carácter, pero abandonan sus convicciones cuando hacer concesiones resulta más beneficioso y oportuno” (El
Poder de la Integridad; pg. 27). Las convicciones no son convicciones si estamos dispuestos a sacrificarlas para
evitar problemas.
Cuando Martín Lutero fue llamado a la Dieta de Worms delante del emperador Carlos V y su hermano
Fernando, delante de seis electores, 28 duques, 11 marqueses, 30 obispos, unos 200 príncipes y señores, y más
de 5,000 concurrentes, y se le pidió que se retractara de todo cuanto había escrito, Martín Lutero pronunció
estas famosas palabras: “Si no me convencen con testimonios sacados de las Sagradas Escrituras, o con razones
evidentes y claras, de manera que quedase convencido y mi conciencia sujeta a esta Palabra de Dios, yo no
quiero ni puedo retractar nada, porque no es bueno ni seguro para un cristiano obrar contra lo que dicta su
conciencia. Heme aquí; no puedo hacer otra cosa; que Dios me ayude. Amén”.
Lutero estaba desafiando en ese momento a los dos hombres más poderosos de la tierra en aquellos días: al papa
y al emperador, y todo por no violar su conciencia. Que el Señor nos ayude a seguir tras los pasos de hombres
como estos que estando sujetos a pasiones iguales que las nuestras, en dependencia del Espíritu de Dios, se
mantuvieron aferrados a sus convicciones sin importar el costo.
Génesis 41:37-46
Objetivo:
Considerar los principios donde estaba sustentada la grandeza que Dios concedió a José.
Introducción:
A los treinta años una persona en nuestra cultura tiene que haber logrado aspectos que le den estabilidad social,
económica, familiar, etc. Es mas a esa edad hemos visto gente que ha triunfado en la vida de una manera
sorprendente.
José es un ejemplo bíblico de cómo Dios los próspero y lo levantó como líder de una de las grandes
civilizaciones antiguas. Ahora bien todo lo que a esa edad logró fue a través de un proceso encaminado durante
su juventud, ya que es la edad de las bases de toda la vida.
Oración de transición:
Consideremos las tres cosas que hicieron de José un hombre grande.
I. FUE UN HOMBRE DE CONVICCIONES.
A. A pesar del hostigamiento familiar.
B. A pesar de su devaluación social.
C. A pesar de su transculturación.
II. FUE UN HOMBRE DE SANTIDAD.
A. Lo demostró con la mujer de Potifar.
B. Lo reconoció el copero.
C. Lo reconoció el Faraón.
III. FUE UN HOMBRE QUE APRENDIÓ A PERDONAR.
A. José nos enseña que perdonar es olvidar el pasado.
B. José nos enseña a ver hermanos en los ofensores.
C. José nos enseña que hay que perdonar para ver al padre.
Conclusión
La grandeza de la vida se fundamenta en la juventud, más que con principios materiales, los espirituales, como
los que vivió José. Hoy es el momento de empezar a fundamentar la grandeza espiritual, nunca olvides, tus
convicciones, una vida de santidad y un corazón perdonador harán de ti, una persona cristiana grande para Dios
y para los hombres.