Tema 3 - Lirica Griega Arcaica PDF
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Bibliografía básica
BUDELMANN, F. ed. 2009, The Cambridge Companion to Greek Lyric, Cambridge; FAULKNER, A. 2011, “Modern Scholarship on the
Homeric Hymns: Foundational Issues”, en The Homeric Hymns: Interpretative Essays,Oxford; GERBER, D. A. ed. 1997, A Companion to the
Greek Lyric Poets, Leiden; SUÁREZ DE LA TORRE, E. 1998, “La lírica griega”, en Cuadernos de Literatura Griega y Latina 2, Madrid-Santiago
de Compostela, p. 63-105; FRAENKEL 1993; TORRES GUERRA, J. 2005, Himnos Homéricos, Madrid.
elegía
desde los orígenes hasta el siglo IV a. C., pero la problemática terminológica es grande:
Lírica como término general (a) surgió a partir de un uso muy limitado, el de la
poesía cantada con la lira (λυρική), aunque también había un uso general de lírica como
término que abarcaba (b) toda la poesía cantada y dejaba fuera la poesía recitada (=en
A veces también los términos yambo y elegía (= ambos, poesía recitada) se oponen al
término general mélica (μέλος =canto, palabra general para canción, en la que entrarían la
monodia y el canto coral), que se solaparía así con el de lírica (b). Teniendo en cuenta todas
elegía / yambo / mélica o lírica (y además el epos y más tarde la poesía dramática).
La distinción lírica monódica / lírica coral, según sea cantada por una sola persona o
por un coro, es más difícil de precisar de lo que parece en muchos casos. Un problema
básico es el del ‘yo poético’: saber primero si cuando está hablando en primera persona eso
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menos elástico que se suponía en la Antigüedad o si es posible que el ‘yo’ del poema pueda
antigua, sino reciente. Un error es considerar corales las composiciones de mayor extensión,
que pudieron componer tanto obras monódicas como corales o seguir en la línea de la
composiciones tienen rasgos mixtos y su inclusión en uno u otro lleva a una simplificación.
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B. Transmisión, tipos, cronología, contextos.
La lírica griega arcaica nos ha llegado en un estado muy fragmentario y sin notación
sobre los géneros y los modos de composición y contextos de ejecución, pero con la
Esto se comprueba con los textos que van apareciendo en papiros, que muchas veces
rompen con teorías demasiado rígidas. Sabemos que los alejandrinos realizaron un canon
con 9 poetas (Alcmán, Alceo, Safo, Estesícoro, Íbico, Anacreonte, Simónides, Baquílides y
Píndaro) y editaron sus obras, pero nos han llegado pocas obras completos (casi sólo de
Teognis y Píndaro); los demás poetas prácticamente se perdieron. Hay también algunos
autores seguros del siglo VII, aunque sabemos de otros previos, del VIII: Eumelo de
Corinto y Terpandro. Para poner un límite final también hay problemas: algunos géneros
ver que la lírica pervive durante la época clásica y continúa en la helenística, frente a una
idea general demasiado rígida que crea una falsa sucesión cronológica épica – lírica –
teatro, cuando tanto la épica como la lírica perduraron y fueron simultáneas a la aparición
del teatro (aunque la épica fue cada vez más literaria y formalizada).
Sobre los orígenes de la lírica como género se han planteado varias hipótesis: para
gobierno más plurales; en esta línea se ha insistido también en los condicionamientos a que
la sociedad somete al poeta y en el hecho de que este es la voz de un grupo social. Las
explicaciones psicológicas quieren ven como clave de su desarrollo una nueva conciencia
del poeta, por la irrupción de la personalidad individual en época arcaica. Otra línea es la
que hace surgir la lírica literaria de otra popular, tradicional, de gran antigüedad, cosa en
cierto modo cierta, aunque a veces se ha abusado de esto para hacer surgir géneros poéticos
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complejos de formas rituales muy simples; en esta línea se han observado dependencias de
es, y tenemos ejemplos de obras ‘populares’, pero en la lírica literaria parece más sensato
afirmar que la composición se realizaría por medio de la escritura y que la ejecución del
elegías del filósofo Jenófanes), tendremos que tratar con cuidado la cuestión del ‘yo’,
porque se ha venido usando con ligereza, al suponer que la lírica se caracterizaría por una
épica (pero eso no es así en Hesíodo), cuando es cada vez más claro que ambas son
igualmente antiguas. La distinción puede ser más clara si se señalan otras características:
que se quiere exponer, con las excepciones en Estesícoro e Íbico, que tratan mitos
poema, también con marcas deícticas). Habitualmente se compone para una ocasión
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f. La métrica es muy variada, desde el dístico elegíaco al yambo, desde la métrica
musical.
C. Himnos homéricos
la antigüedad a Homero, la mayoría de unos pocos versos, salvo cuatro más largas.
Los más recientes pueden ser hasta de época imperial tardía, pero casi todos son de
época arcaica. Los más antiguos son: A Afrodita (675 a. C.), A Deméter (640), A Hermes (590) y
A Apolo (con una parte más antigua, del 660 y otra más reciente, del 575). Evidentemente
serán de autoría múltiple, aunque es teóricamente posible que alguno los compusiese el
autor de la Ilíada (y/o la Odisea). Lo que es claro es que coinciden con Homero en métrica,
por qué la divinidad debe prestar su apoyo a los creyentes, con dos modelos: da quia dedisti
(‘concede, porque ya concediste’, que permite desarrollos narrativos) y da quia hoc dare tuum
Los más largos narran una historia protagonizada por el dios al que se dirige el
instauración de ritos.
Los datos que tenemos sobre su ámbito de composición es que se cantaban en fiestas
religiosas (en santuarios concretos o con vocación panhelénica), pero también que algunos
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D. Restos de poesía popular
distinción entre una poesía literaria y otra ‘popular’: el termino de poesía popular se puso
poema (gestos, bailes), sin uso del encabalgamiento y con recurso habitual a la aliteración.
Boedromion. Había una tradición de que la introdujo Cleóbulo de Lindo cuando tuvo que
hacer una colecta de dinero, pero eso es más una excusa ‘tradicional’ para una práctica
lúdica, con gestos que hacían los niños mientras cantaban pidiendo dinero por las casas.
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Textos tema 4
1. Cantos de mujeres: Circe (Od. X, 221-2)
Κίρκης δ’ ἔνδον ἄκουον ἀειδούσης ὀπὶ καλῇ
ἱστὸν ἐποιχομένης μέγαν ἄμβροτον
A Circe dentro oían que cantaba con hermosa voz
mientras tejía una tela grande, divina.
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5. Posible antecedente del canto coral (Il. XXIV, 719-23; 746-47; 760-61; 776)
οἳ δ’ ἐπεὶ εἰσάγαγον κλυτὰ δώματα, τὸν μὲν ἔπειτα
τρητοῖς ἐν λεχέεσσι θέσαν, παρὰ δ’ εἷσαν ἀοιδοὺς
θρήνων ἐξάρχους, οἵ τε στονόεσσαν ἀοιδὴν
οἳ μὲν ἄρ’ ἐθρήνεον, ἐπὶ δὲ στενάχοντο γυναῖκες.
τῇσιν δ’ Ἀνδρομάχη λευκώλενος ἦρχε γόοιο
(...)Ὣς ἔφατο κλαίουσ’, ἐπὶ δὲ στενάχοντο γυναῖκες.
τῇσιν δ’ αὖθ’ Ἑκάβη ἁδινοῦ ἐξῆρχε γόοιο·
Ὣς ἔφατο κλαίουσα͵ γόον δ΄ ἀλίαστον ὄρινε.
τῇσι δ΄ ἔπειθ΄ Ἑλένη τριτάτη ἐξῆρχε γόοιο·
(...)Ὣς ἔφατο κλαίουσ’, ἐπὶ δ’ ἔστενε δῆμος ἀπείρων.
Ellos, tras introducirlo en las ilustres moradas, a él
en trabajado lecho lo pusieron, y sentaron a su lado cantores
que iniciaran los lamentos, y ellos doloroso canto
lamentaban, con gemidos respondían las mujeres.
Entre ellas Andrómaca de blancos brazos comenzó el gemido
(...) Así dijo llorando, con gemidos respondían las mujeres.
Entre ellas a su vez Hécabe comenzó el reiterativo gemido
(...) Así dijo llorando, levantó un gemido incesante.
Entre ellas después Helena, la tercera, comenzó el gemido:
(...) Así dijo llorando, se lamentaba el pueblo innumerable.
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y hermoso año,
de vientre blanco
de espalda negra.
¿Un pastel no traes
de la pingüe casa?
¿Y una copa de vino?
¿Y una cesta de quesos?
Y un pastelito la golondrina
y un panecillo
no rechaza:
¿Nos marchamos o lo cogemos?
Si algo das... , si no, no lo permitiremos:
¿Nos llevamos la puerta o el batiente superior
o a la mujer sentada dentro?
pequeña es, fácilmente la cogeremos.
Si traes algo, trae algo grande.
Abre, abre la puerta a la golondrina,
pues no somos viejos, sino muchachos.
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5. LÍRICA GRIEGA: EL YAMBO, LA ELEGÍA.
Bibliografía
C. G. BROWN “Iambos”, en D. A. Gerber (ed.) (1997), A Companion to the Greek Lyric Poets, Leiden, p. 13-88 y D. A. GERBER “Elegy” en
ibid. p. 89-132; C. CAREY, “Iambos”, en F. Budelmann (ed.) (2009), The Cambridge Companion to Greek Lyric, Cambridge, p. 149-167 y A.
ALONI, “Elegy. Forms, Functions and Communication”, en ibid., p. 168-188; ADRADOS, F. R. (1981) (ed.), Líricos griegos. Elegiacos y
yambógrafos arcaicos (siglos VII-V a. C.), Madrid; LÓPEZ FÉREZ (1988), FRAENKEL (1993); SUÁREZ DE LA TORRE, E. (2002), Yambógrafos
griegos, BCG, Madrid; SUÁREZ DE LA TORRE, E. (2012), Elegiacos griegos, BCG, Madrid.
A. El yambo
Los tres poetas principales son los jonios Arquíloco (modelo del género), Semónides
e Hiponacte; de Ananio queda muy poco y de otros sólo el nombre. También poetas
importantes en otros géneros (p. ej. Anacreonte) escribieron yambos. El dialecto era el jonio.
La raíz *-αμβ- la encontramos en otros tipos poéticos (p. ej. διθύραμβος), todos
pertenecientes a contextos dionisiacos. Por yambo se conocía una unidad métrica ( -) que
formaba el metro yámbico (x - -); los poemas suelen hacerse con trímetros (x - - x - - x
explicaba a partir de Ἰάμβη, una criada coja de Eleusis que hizo reír con sus burlas a
ataque personal y el uso de palabras malsonantes. También parece que pronto el yambo
quedó inserto en el ámbito del simposio. A partir de ahí se conformo el tipo poético
literario, más elaborado y con una intención creativa clara, que llegó quizá por la
realización de certámenes poéticos: así se podría explicar el nivel que alcanza Arquíloco,
que consigue que una forma ‘popular’, ‘ritual’ pase a ser de altura literaria, sin dejar de
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B. La elegía
Trata de todo tipo de temas (incluso los del yambo), aunque su tono es siempre más
definirlo sólo se puede decir que es todo poema en dísticos elegiacos, estrofas formadas por
Al menos sí que se puede delimitar bien los dos ámbitos en los que se recitaba la
elegía: el simposio y la celebración pública: tenemos testimonios de que Solón leyó sus
elegías más políticas en el ágora y las de fundación de ciudades parecen más propias de
clásicas hay elegías funerarias o dedicatorias, que habitualmente son llamadas ‘epigramas’.
conexión con ἐλελεῦ (un grito ritual de dolor) o la forma ϝήλεγε ϝήλεγε ϝή (métricamente
instrumento musical), pues sabemos que siendo una poesía recitada (=‘en παρακαταλογή’)
como el yambo se podía acompañar también del αὐλός (un tipo de flauta). Desde época
clásica se identificaba con los lamentos, quizá porque el dístico elegiaco se utilizaba como
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estructura métrica de los epigramas funerarios, aunque nuestra idea de ‘elegía’ como
lamento por nostalgia o dolores de amor vaya mejor con poetas latinos como Tibulo.
Los términos antiguos para este géneros son ἔλεγος (aparece en una inscripción del
elegías).
D. Principales poetas
ARQUÍLOCO destaca por elevar a la esfera del arte formas populares rituales en el
burla, que en él es además vivacidad de expresión (usa mucho el estilo directo), plasticidad
famoso sobre todo por la invectiva, que cumple una función de crítica social en el seno de la
colectividad respecto a lo que otros han supuesto que son datos realmente autobiográficos.
Para algunos, Arquíloco es alguien que expone sin pudor sus sentimientos, amorosos o de
vida llena de adversidades. Su fama fue enorme, tanto como poeta como persona sarcástica
y cruel. También se insiste ahora en que en su supuesta biografía y en el culto que recibió
otros que quizá remitan al poeta ‘real’. Muchos de los nombres de familiares suyos, por
ejemplo, son parlantes, lo que puede remitir a un contexto legendario (el de su madre,
'Enipo', significa ‘censura’, por lo que puede ser simplemente una invención suya para
hablar del origen de su poesía). Muchos supuestos datos biográficos son en realidad citas
sacadas de contexto de las propias poesías, convertidas en ‘datos ciertos’ por la tradición
posterior. En otros casos, lo que parecen expresiones poéticas personales son en realidad
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Sí que parece que se puede afirmar con cierta seguridad que vivió en la 2ª mitad del
aunque quizá fuese bastardo (otro dato discutido). Por sus obras vemos en el hombre de
armas, quizá mercenario, que compagina esa ocupación con la poesía. En sus yambos
(si es suyo) pero especialmente en los fragmentos que dedica a atacar a Neobule y Licambes
(una muchacha con la que se quiso casar y el padre, que lo impidió); los ataques fueron tan
crueles (acusó a las hijas de promiscuidad sexual) que la tradición habló de suicidios en esa
familia como consecuencia. Entre los fragmentos es muy famoso el de la fábula del zorro y
el águila (amistad entre ellos, pero el águila se lleva una cría y al zorro sólo le queda la
ratificado por un sacrificio, que hacía que la ruptura fuera no sólo una contrariedad para
Arquíloco, sino la expresión de un mal de más repercusión social, que le obligaba al ataque
se describía un encuentro sexual de Arquíloco con una muchacha (quizá una hermana de
sarcasmos y un lenguaje de gran eficacia y altura poética, y también una defensa de los
ideales colectivos, como la mesura, la lealtad, la amistad. En los tetrámetros su tono es más
del escudo: lo que los héroes homéricos hacían, pero atribuyendo la culpa a los dioses, el lo
espartano), sino reafirmando una escala de valores. En 2005 se ha publicado una elegía
llamativo en ella el tema de la fuga, ilustrado con un largo relato mítico del enfrentamiento
de Télefo con los griegos que iban a Troya. Es otra muestra de su versatilidad, ya resaltada
en la antigüedad.
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SEMÓNIDES: Procede de Samos, pero dirigió una colonia a Amorgo. Vive en el siglo
VII (más bien en la primera mitad) y es autor de elegías en dos libros (perdidas), de dos
libros de yambos y de un poema sobre la Arqueología de los samios, también perdido. Sólo se
han conservado unos doscientos versos; destaca el Yambo de las mujeres, poema misógino en
la línea del mito de Pandora en Hesíodo, donde la mujer es uno de los males que da Zeus y
en todos los casos (cerda, zorra, perra, asna, comadreja, yegua, mono) salvo el último,
aunque con reservas (abeja); entre medias hay dos comparaciones con la tierra y el mar y
concluye con una reflexión general sobre la feminidad que quizá se continuase con el relato
Deméter en los que existía la αἰσχρολογία, pero el tono es en general reposado y hay que
entroncarlo más con la literatura sapiencial y quizá el ámbito del simposio, pues aparecen
también reflexiones serias y una comparación positiva (al menos en el contexto del
HIPONACTE viviría en la primera mitad del VI. De Éfeso, emigró a Clazómenas por la
tiranía. Es el poeta griego más cruel y ácido en sus críticas, dirigidas sobre todo a los
escultores Búpalo y Atenis, y también a otros que representa como dignos del ritual del
poeta, aunque quizá era de origen noble, se representa con frecuencia a sí mismo en su
poesía de modo muy gráfico, lleno de sarcasmo e ironía, como alguien desastrado, un
ratero que se encomienda a Hermes dios de los ladrones, lo que lleva a pensar en la
muy complicado, con muchos términos lidios y frigios y un léxico en general muy colorista
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y rebuscado (70 hápax). Es un personaje leído, con un lenguaje alusivo, que le hizo ser muy
apreciado por los alejandrinos: es brutal en su expresión, aunque refinado en la forma: por
ejemplo usa el metro yámbico pero con la penúltima sílaba larga (coliambo: ‘yambo cojo’),
para expresar un ritmo roto y como muestra de su habilidad. En sus poemas entra muchas
y de aspectos de la Odisea (él como un Ulises mendigo, parodias del país de los feacios).
poesía anticipa aspectos de la filosofía cínica, con tendencias moralizantes y un tono más
resistencia de sus conciudadanos (al menos en los 25 versos suyos que conservamos, de los
que 21 forman un fragmento unitario) frente al peligro de los lidios y cimerios. En su poesía
usa el encabalgamiento y transiciones suaves; está lleno de referencias épicas, pero evita el
pastiche porque usa palabras homéricas en otros contextos y acude a referencias alusivas.
MIMNERMO (2ª mitad del siglo VII) se localiza en Colofón o Esmirna y pertenece a
una generación posterior a Calino, de situación política más tranquila. Es autor de dos
libros, Esmirneida y Nanno, colección de elegías en donde trata temas de mitología, la vejez y
el amor, que posiblemente era el tema principal y el que daba cohesión a los demás. Van
calificó de γλυκύς (dulce) y de poeta amoroso sobresaliente, que invita al goce del
tono general es melancólico y pesimista. Su comparación de la vida con las hojas, homérica,
tiene un tono distinto, más florido, cercano al de los elegiacos latinos, sobre los que influyó
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mucho. Recurre al mito como paradigma y a la vez escribió sobre temas contemporáneos en
Como los dos anteriores, JENÓFANES de Colofón es jonio y su poesía es como una
revuelta filosófica contra la tradición épica: de ahí su crítica a los mitos de dioses
antropomórficos. Trata también de las reglas del simposio y la crítica de los honores,
ahora perdidos.
TIRTEO (mediados del VII) se relaciona con Esparta, aunque también se le hace
originario de Mileto (quizá por escribir en dialecto jonio, aunque puede que su dialecto
haya sido jonizado, porque quedan formas dorias) o de Atenas (quizá por deseos de
apropiárselo). Pero lo importante es Esparta para él e incluso parece que fue nombrado
general en las guerras de Mesenia (o quizá es que se extrapoló el hecho de que sus poemas
de exhortación a la lucha están en primera persona del plural). Escribió poemas en metro
anapéstico para las marchas de los ejércitos, ἐμβατήρια o ἐνόπλια, en dialecto espartano,
perdidos. De las elegías conservamos parte de la Eunomía, poema de exaltación del sistema
político espartano, en el que es difícil distinguir lo que es original suyo de lo que sería el
texto oficial de las leyes. Pero sobre todo quedan, como en Calino, elegías guerreras, en una
medida de Homero, pero está a un nivel más bajo que Calino: sus transiciones son muy
bruscas, tiene versos de relleno y repeticiones; sin embargo a veces consigue frases
SOLÓN (ca. 640-560), político e importante reformador de las leyes, procede de una
familia noble y es el primer poeta de Atenas. Viajó mucho (a Asia Menor, a Chipre, a
Egipto). Fue incluido en el grupo de los Siete Sabios. Su obra poética es casi siempre una
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exposición detallada de su política y de sus propuestas en ese campo, donde se defiende la
equidad. También trata temas más cotidianos: en general es un hombre ponderado, no tan
pesimista como los otros líricos. Conservamos de él sobre todo elegías, aunque también
escribió epodos (perdidos) y yambos, que son menos satíricos y más orientados a la
como la otra cara (de ataque) de lo que expone en sus elegías, en sentido positivo. De las
elegías las más conocidas son Salamina (posiblemente hecha para una recitación pública) y
la Eunomía, pero especialmente la Elegía a las Musas, quizá completa; en todas ellas el tema
articulado de los aspectos políticos. También trata del amor, sus viajes y temas morales,
como cuando habla de las etapas de la vida. En todo se muestra algo pesimista y a la vez
partidario de los placeres con mesura. Como poeta es algo plano, aunque presenta
imágenes de interés: él frente a los perros como un lobo, el pueblo como un mar tranquilo
obra de casi 1400 versos, en dos libros. En realidad cada vez se defiende más que sea una
también a poetas como Tirteo, Mimnermo o Solón), que se intenta poner bajo la autoría de
uno solo, de nombre Teognis, por medio del recurso a un procedimiento ingenuo: poner un
interpolaciones posteriores. De Teognis (quizá primer autor, o no) se duda sobre su patria,
Mégara Nisea (junto a Corinto) o Mégara Hiblea (en Sicilia): es posible también que naciera
en la primera y emigrara a la segunda; aunque dorio, escribe como los demás elegiacos en
dialecto jonio. Dominan los temas políticos, desde un punto de vista aristocrático: cólera,
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rabia, pena ante los cambios políticos que están sucediendo; pesimismo que abarca todo.
Todo gira en torno a la división entre los ‘buenos’ (ἀγαθοί, ἐσθλοί) y los malos (κακοί,
δειλοί), primero socioeconómica y después moral. En el libro II están reunidos (quizá esa
selección se hizo en época bizantina) los poemas de contenido pederástico, en los que se
alaba la belleza del muchacho, se avisa de que durará poco y se hace la petición de amar: el
poeta busca el afecto y aprecio del muchacho, y también quiere ser un buen ἐραστής, que
hexámetros y elegías y epigramas. También busca dejar su ‘yo’ por medio de una frase ‘esto
también es de Focílides’. Es un poeta menor, con poca fuerza y poca originalidad: por
ejemplo escribe otro poema sobre las mujeres donde las clasifica en cuatro tipos de
Textos tema 5
2. Arquíloco (IEG2 5)
ἀσπίδι μὲν Σαΐων τις ἀγάλλεται, ἣν παρὰ θάμνῳ,
ἔντος ἀμώμητον, κάλλιπον οὐκ ἐθέλων·
αὐτὸν δ’ ἐξεσάωσα. τί μοι μέλει ἀσπὶς ἐκείνη;
ἐρρέτω· ἐξαῦτις κτήσομαι οὐ κακίω.
De mi escudo un Sayo se vanagloria, que junto a un matorral,
-arma irreprochable- dejé a mi pesar:
pero yo me salvé ¿qué me importa el escudo aquel?
que le cunda: yo conseguiré uno no peor.
3. Semónides (IEG2 2)
ὦ παῖ͵ τέλος μὲν Ζεὺς ἔχει βαρύκτυπος
πάντων ὅσ΄ ἐστὶ καὶ τίθησ΄ ὅκηι θέλει͵
νοῦς δ΄ οὐκ ἐπ΄ ἀνθρώποισιν͵ ἀλλ΄ ἐπήμεροι
ἃ δὴ βοτὰ ζόουσιν͵ οὐδὲν εἰδότες
ὅκως ἕκαστον ἐκτελευτήσει θεός.
ἐλπὶς δὲ πάντας κἀπιπειθείη τρέφει
ἄπρηκτον ὁρμαίνοντας· οἱ μὲν ἡμέρην
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μένουσιν ἐλθεῖν͵ οἱ δ΄ ἐτέων περιτροπάς·
νέωτα δ΄ οὐδεὶς ὅστις οὐ δοκεῖ βροτῶν
Πλούτωι τε κἀγαθοῖσιν ἵξεσθαι φίλος.
φθάνει δὲ τὸν μὲν γῆρας ἄζηλον λαβὸν
πρὶν τέρμ΄ ἵκηται͵ τοὺς δὲ δύστηνοι βροτῶν
φθείρουσι νοῦσοι͵ τοὺς δ΄ Ἄρει δεδμημένους
πέμπει μελαίνης Ἀΐδης ὑπὸ χθονός
Hijo, el fin tiene Zeus de trueno retumbante
de todo cuanto existe, y lo dispone como quiere,
previsión no hay entre los hombres, sino que al día
como ganado viven, totalmente ignorantes
de cómo cada cosa la cumplirá el dios.
La esperanza a todos y la confianza alimenta
a los que aspiran a lo irrealizable: unos un día
aguantan que pase, otros de años las revoluciones:
el siguiente no hay nadie que no crea de los mortales
que de Pluto y los bienes alcance a ser amigo.
Pero se adelanta a éste la vejez no envidiable y lo alcanza
antes de llegar a su objetivo, y a unos desgraciados mortales
los destruyen las enfermedades, a otros sometidos a Ares
los envía bajo la negra tierra del Hades.
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6. Hiponacte (IEG2 32)
Ἑρμῆ, φίλ’ Ἑρμῆ, Μαιαδεῦ, Κυλλήνιε,
ἐπεύχομαί τοι, κάρτα γὰρ κακῶς ῥιγῶ
καὶ βαμβαλύζω ...
δὸς χλαῖναν Ἱππώνακτι καὶ κυπασσίσκον
καὶ σαμβαλίσκα κἀσκερίσκα καὶ χρυσοῦ
στατῆρας ἑξήκοντα τοὐτέρου τοίχου.
Hermes, Hermes querido, Mayadeo, Cilenio,
te suplico, me muero malamente de frío
y castañeteo...
Da un manto a Hiponacte y una túnica
y sandalias y zapatillas y de oro
sesenta monedas del otro muro
7. Calino (IEG2 1)
μέχρις τέο κατάκεισθε; κότ’ ἄλκιμον ἕξετε θυμόν,
ὦ νέοι; οὐδ’ αἰδεῖσθ’ ἀμφιπερικτίονας
ὧδε λίην μεθιέντες; ἐν εἰρήνῃ δὲ δοκεῖτε
ἧσθαι, ἀτὰρ πόλεμος γαῖαν ἅπασαν ἔχει (…)
καί τις ἀποθνήσκων ὕστατ’ ἀκοντισάτω.
τιμῆέν τε γάρ ἐστι καὶ ἀγλαὸν ἀνδρὶ μάχεσθαι
γῆς πέρι καὶ παίδων κουριδίης τ’ ἀλόχου
δυσμενέσιν· θάνατος δὲ τότ’ ἔσσεται, ὁππότε κεν δὴ
Μοῖραι ἐπικλώσωσ’. ἀλλά τις ἰθὺς ἴτω
ἔγχος ἀνασχόμενος καὶ ὑπ’ ἀσπίδος ἄλκιμον ἦτορ
ἔλσας, τὸ πρῶτον μειγνυμένου πολέμου.
¿Hasta cuándo estaréis tumbados? ¿Cuándo tendréis ánimo valeroso,
jóvenes? ¿No tenéis pudor por vuestros vecinos
así, tan despreocupados? En paz creéis
descansar, pero la guerra a toda la tierra somete (…)
Y cuando uno esté a punto de morir por última vez dispare.
pues venerable es y hermoso para un hombre luchar
por su tierra e hijos y su legítima esposa
con los enemigos: entonces llegará la muerte, justo cuando
las Moiras la hilen. ¡Que vaya recto
empuñando la lanza y bajo el escudo el valiente corazón
resguardado, nada más trabarse el combate!.
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χρησμοσύνῃ τ’ εἴκων καὶ στυγερῇ πενίῃ,
αἰσχύνει τε γένος, κατὰ δ’ ἀγλαὸν εἶδος ἐλέγχει,
πᾶσα δ’ ἀτιμίη καὶ κακότης ἕπεται.
Pues que acabe muerto es hermoso, caído entre los compañeros de armas,
el varón bueno combatiente por su patria:
pero el que deja su ciudad y fértiles campos
para mendigar es lo más lamentable de todo,
errante con su madre y el anciano padre
y con hijos pequeños y la legítima esposa.
Pues enemigo será para aquellos a los que llegue,
a la necesidad cediendo y a la terrible pobreza,
y avergüenza a su linaje, destruye su noble figura,
toda deshonra y maldad le sigue.
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ἡ δ’ ἑτέρη θανάτοιο· μίνυνθα δὲ γίνεται ἥβης
καρπός, ὅσον τ’ ἐπὶ γῆν κίδναται ἠέλιος.
αὐτὰρ ἐπὴν δὴ τοῦτο τέλος παραμείψεται ὥρης,
αὐτίκα δὴ τεθνάναι βέλτιον ἢ βίοτος·
Nosotros, cual hojas produce la estación de muchas flores
de la primavera, cuando tan rápido crecen por los rayos del sol,
semejantes a ellas en tiempo a las flores de la juventud
nos deleitamos, de los dioses no conociendo ni mal
ni bien: pero las Ceres se hallan al lado, negras,
una con el fin de la vejez dolorosa,
la otra de la muerte: en poco tiempo llega de la juventud
el fruto, cuanto sobre la tierra se extiende el sol.
Pero cuando se sobrepasa el fin de la estación,
entonces mejor que la vida es estar muerto.
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τοῦτ’ ἔπος ἀθανάτων ἦλθε διὰ στομάτων.
Κύρνε, σοφιζομένῳ μὲν ἐμοὶ σφρηγὶς ἐπικείσθω
τοῖσδ’ ἔπεσιν, λήσει δ’ οὔποτε κλεπτόμενα,
οὐδέ τις ἀλλάξει κάκιον τοὐσθλοῦ παρεόντος·
ὧδε δὲ πᾶς τις ἐρεῖ· Θεύγνιδός ἐστιν ἔπη
τοῦ Μεγαρέως· πάντας δὲ κατ’ ἀνθρώπους ὀνομαστός.
ἀστοῖσιν δ’ οὔπω πᾶσιν ἁδεῖν δύναμαι·
οὐδὲν θαυμαστόν, Πολυπαίδη· οὐδὲ γὰρ ὁ Ζεύς
οὔθ’ ὕων πάντεσσ’ ἁνδάνει οὔτ’ ἀνέχων.
σοὶ δ’ ἐγὼ εὖ φρονέων ὑποθήσομαι, οἷά περ αὐτός,
Κύρν’, ἀπὸ τῶν ἀγαθῶν παῖς ἔτ’ ἐὼν ἔμαθον·
πέπνυσο, μηδ’ αἰσχροῖσιν ἐπ’ ἔργμασι μηδ’ ἀδίκοισιν
τιμὰς μηδ’ ἀρετὰς ἕλκεο μηδ’ ἄφενος.
ταῦτα μὲν οὕτως ἴσθι· κακοῖσι δὲ μὴ προσομίλει
ἀνδράσιν, ἀλλ’ αἰεὶ τῶν ἀγαθῶν ἔχεο·
καὶ μετὰ τοῖσιν πῖνε καὶ ἔσθιε, καὶ μετὰ τοῖσιν
ἵζε, καὶ ἅνδανε τοῖσ’, ὧν μεγάλη δύναμις.
Musas y Gracias, hijas de Zeus, que una vez de Cadmo
a la boda fuisteis y cantasteis un hermoso verso,
“lo que es hermoso es amable: lo que no es hermoso no es amable”
este verso salió de las inmortales bocas.
Cirno, tenga junto a mí, cuando compongo, un sello
para estos versos, y nunca se pasará por alto si son robados,
ni nadie añadirá lo malo poniéndolo junto a lo bueno:
así todo el mundo dirá: “De Teognis son versos,
del de Mégara: conocido entre todos los hombres”.
Todavía no a todos los ciudadanos puedo agradar:
no hay que admirarse en absoluto, Polipaides, pues tampoco Zeus
ni lloviendo a todos agrada ni conteniendo la lluvia.
A ti yo benévolo te sugeriré, lo que yo mismo,
Cirno, de los buenos desde niño aprendí:
sé prudente y ni con acciones vergonzosas ni con la injusticia
honras ni virtudes busques ni riquezas.
Sábelo así: con los malos no te relaciones
varones, sino júntate siempre a los buenos:
y con ellos bebe y come, y con ellos
siéntate, y disfruta con ellos, que tienen gran poder.
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6. Monodia/Mélica. Safo y Alceo. Anacreonte
Bibliografía
F. BUDELMANN, “Anacreon and the Anacreontea”, en id. (2009), The Cambridge Companion to Greek Lyric, Cambridge, 227-239;
MacLACHLAN, C. “Personal Poetry”, en D. A. Gerber (ed.) (1997), A Companion to the Greek Lyric Poets, Leiden, 133-220; LÓPEZ FÉREZ
(1988), FRAENKEL (1993).
Los poetas de la monodia cultivan una poesía con una fuerte presencia el yo (de ahí
también la etiqueta de ‘poesía personal’), un yo que puede ser tanto autobiográfico como
Aparte de la mayor implicación del ‘yo’, les distingue de los elegiacos y yambógrafos
la mayor riqueza métrica: usan versos de igual número de sílabas (isosilábicos) y ritmo
variado (anisócronos), a diferencia del hexámetro, verso de sílabas variables pero isócrono;
además, los versos de la mélica pueden aparecer organizados en estrofas. Además, el usar
un dialecto distinto del de la épica, aunque muy influido por él (Safo y Alceo el lesbio,
Odisea, por lo demás puede que hasta de un escritor -'Homero'- contemporáneo de los
poetas lesbios), se cita a Terpandro, de origen lesbio, que vivió en Esparta en el siglo VII y
fue famoso en la citarodia. También lesbio fue Arión, autor de una nueva forma de
ditirambo en honor de Dioniso, el más famoso cantor con cítara, y figura cuasi-legendaria.
A. Alceo
De Mitilene (Lesbos). Nace por el 640, cuando la isla florece por el comercio con
Oriente (especialmente Lidia) y Egipto. Vive inmerso en las disputas políticas y lucha
contra los atenienses en Sigeo; es de familia noble, que tuvo las riendas del poder hasta
finales del VII y se vanagloriaba de su linaje heroico. Se vio inmerso en las luchas de poder
y en su poesía habla de enfrentamientos con algunos tiranos y luego con Pítaco, que había
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estado a su lado contra otro tirano (Mírsilo), pero del que se distanció cuando llegó al poder
(tuvo fama de buen gobernante; está entre los Siete Sabios): se exilió en tres ocasiones.
probable que en el primero estuvieran los himnos a los dioses y en los demás los de lucha
Todo (salvo quizá los himnos para ocasiones públicas) lo realiza para el contexto del
simposio. Es llamativa la frecuencia de menciones del vino en su obra, que sirve –con
medida, aunque también se habla de borracheras- para fomentar la solidaridad del grupo,
la alegría medida y para remediar el frío y las penas. Los dioses principales para Alceo son
Apolo, dios de los límites (al que hace un peán, primer poema de su obra en el orden de los
Usa en sus obras la estrofa ‘alcaica’ (los versos pertenecen a la métrica eolia, que
sáfica y otras: muestras de su gran dominio del arte musical. Además, la sucesión de
estrofas en tríadas (las dos primeras en responsión y la tercera con una variación) hace que
una de las virtudes de su obra sea la condensación de los temas y el tono en cierto modo
‘dramático’ que se crea por la relación dinámica entre las estrofas. Utiliza el dialecto lesbio,
cada vez más se insiste en que hay que ver en ese ‘yo’ al representante y portavoz de una
tiranos y ataques a estos. Cualidades de su poesía son la emoción directa que transmite, por
muy gráficas. También se apoya en el mito, sobre todo de Troya, y a él se debe la extensión
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B. Safo
de valores aristocrático), sufrió el exilio como Alceo y se vio implicada en las luchas
políticas. Parece que estuvo casada y tuvo una hija, Cleis, aunque su biografía está rodeada
de leyenda (sobre todo negativa, otra señal del predicamento de su obra): sus amores
pura leyenda, creada por los autores de comedia y divulgada por Ovidio después.
Sus relaciones con mujeres, que aparecen en su poesía, han sido consideradas desde
el siglo XIX de muy diversas maneras: pudo ser una maestra con un grupo de discípulas a
las que educaba para el matrimonio, aunque a partir de la mención de su casa como
Μοισοπόλων δόμῳ (morada de las Musas) se insiste en que no les enseñaría lo que
sobre todo la poesía, aunque al final todo, el modo de ser atractiva, de servir del modo
adecuado a Afrodita (la diosa siempre presente en su obra), se orientaba a preparar a las
muchachas para la boda; sería así un grupo de mujeres que se reunía por motivos religioso-
literarios (en paralelo con los grupos de varones que cantaban en los simposios) en una
ἑταιρεία femenina: el θίασος, donde se invocaba a Afrodita, las Musas, Adonis. Hay
paralelos, como en el caso de los varones, de grupos femeninos en los que la iniciación a la
vida adulta iba de la mano de un componente pedagógico entre la mujer adulta y las
como parte del curriculum educativo de las muchachas de buena familia. Aparte de eso,
A todo ello se une la discusión sobre el problema del ‘yo’ en su obra: como en Alceo,
la realidad y fuerza de lo que cuenta dan una impresión fuertemente autobiográfica, pero
no tiene por qué ser así siempre, sobre todo si partimos de la distinta concepción de la
amor de Safo podía ser sucesivo con las distintas muchachas, o que se dirigiera sólo a las
que ya se habían ido (de ahí la importancia de la poesía como medio de recuerdo), o que
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fuera un amor de tipo ritual y simbólico: para explicar cómo era el amor, ella representaba
con realismo lo que es la pasión de amor. Las tres posibilidades no son excluyentes. Con
todo ello, es más fácil ver en qué medida todo lo que muestra Safo en su obra está inserto
en los usos de la colectividad: una preparación para el matrimonio en la que Safo enseñaba
Los gramáticos alejandrinos ordenaron su obra en nueve libros, según la métrica. Los
epitalamios, cantos corales para las bodas, en metros diversos, forman un libro aparte; y ahí
su estilo también es distinto: aparece el humor, una ligera tristeza también, comparaciones
delicadas dedicadas a la esposa. Sabemos que escribió otro tipo de composiciones, pero se
una realidad religiosa que abarca todos los aspectos, como se ve paradigmáticamente en la
Oda a Afrodita, puesta en el primer lugar de su producción. El amor se ve como el ideal (así
angustia cuando se empieza a sentir (el famoso fragmento sobre los síntomas del amor).
Como Alceo, escribe en lesbio con influencia homérica. Usa especialmente la llamada
estrofa ‘sáfica’. Su vocabulario llama a los sentidos y a la vez es muy concreto: los
sustantivos dominan sobre los adjetivos, aunque son siempre muy significativos y su
poesía destaca también por el ritmo, repetición y el uso de la aliteración: como los encantos
C. Anacreonte
De Teos, cerca de Esmirna (572-569 / 485). Quizá vivió en Abdera, pero sobre todo en
cuando este cae, el tirano Hiparco lo llama a Atenas, donde coincide con Simónides. Tuvo
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una popularidad enorme y fue imitado en los Anacreontea, colección de poemas centrados
Parece que su obra fue recogida en nueve libros, ordenados por metro. Quizá
estuviesen en un libro aparte poemas corales y los Partenios (de los que sólo conservamos
un fragmento), yambos y elegías, pero de lo que conservamos por lo que más destaca es por
de compañerismo del banquete (amistad, vino...), de tono en general alegre pero también a
veces desencantado, por la cercanía de la vejez. Sin embargo, es capaz de superar el marco
tradicional del simposio, quizá por recibir el mecenazgo de los tiranos, para cantar el
equilibrio interior por encima de los valores de la épica. Por ello canta la mesura y la
cortesía, tanto en el simposio como en la política. En todo ello despoja a Dioniso de sus
aspectos más oscuros para unirlo a Afrodita y Eros como dioses del amor, del vino y del
canto. Esto y su suave ironía y la perspicacia en la creación de caracteres –en primer lugar
Cualidades suyas son la nitidez, la urbanidad, la simetría de sus versos, que a veces
se fractura para producir un efecto inesperado. Los adjetivos son muy coloridos y ajustados
Textos tema 6
1. Alceo F 208, 1-8 Voigt
ἀσυννέτημμι τὼν ἀνέμων στάσιν͵
τὸ μὲν γὰρ ἔνθεν κῦμα κυλίνδεται͵
τὸ δ΄ ἔνθεν͵ ἄμμες δ΄ ὂν τὸ μέσσον
νᾶϊ φορήμμεθα σὺν μελαίναι
χείμωνι μόχθεντες μεγάλωι μάλα·
πὲρ μὲν γὰρ ἄντλος ἰστοπέδαν ἔχει͵
λαῖφος δὲ πὰν ζάδηλον ἤδη͵
καὶ λάκιδες μέγαλαι κὰτ αὖτο͵
No comprendo la lucha de los vientos,
pues por un lado una ola se enrosca,
y por el otro, pero nosotros en el medio
somos llevados con la negra nave
en la gran tempestad sufriendo mucho;
pues la inundación llega al mástil,
y todo el velamen ya está destrozado,
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y grandes girones caen de él.
4. Safo F 31
φαίνεταί μοι κῆνος ἴσος θέοισιν
ἔμμεν΄ ὤνηρ͵ ὄττις ἐνάντιός τοι
ἰσδάνει καὶ πλάσιον ἆδυ φωνεί-
σας ὐπακούει
καὶ γελαίσας ἰμέροεν͵ τό μ΄ ἦ μὰν
καρδίαν ἐν στήθεσιν ἐπτόαισεν·
Me parece igual a los dioses aquel
varón, que frente a ti
se sienta y a tu lado con dulzura
hablando te escucha
y ríe lleno de deseo, lo cual
a mi corazón le hace saltar en el pecho.
5. Safo F 115
τίωι σ΄͵ ὦ φίλε γάμβρε͵ κάλως ἐικάσδω;
ὄρπακι βραδίνωι σε μάλιστ΄ ἐικάσδω.
¿A quién, querido novio, te comparo bien?
A un sarmiento de vid sobre todo te comparo.
6. Safo F 168B
δέδυκε μὲν ἀ σέλαννα
καὶ Πληῒαδες· μέσαι δέ
νύκτες, παρὰ δ’ ἔρχετ’ ὤρα,
ἐγὼ δὲ μόνα κατεύδω.
Cayó la luna
y las pléyades; es medianoche,
pasa de largo el momento,
yo duermo sola.
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7. Anacreonte PMG 357
ὦναξ͵ ὧι δαμάλης Ἔρως
καὶ Νύμφαι κυανώπιδες
πορφυρῆ τ΄ Ἀφροδίτη
συμπαίζουσιν͵ ἐπιστρέφεαι
δ΄ ὑψηλὰς ὀρέων κορυφάς·
γουνοῦμαί σε͵ σὺ δ΄ εὐμενὴς
ἔλθ΄ ἡμίν͵ κεχαρισμένης
δ΄ εὐχωλῆς ἐπακούειν·
Κλεοβούλωι δ΄ ἀγαθὸς γένεο
σύμβουλος͵ τὸν ἐμόν γ΄ ἔρω
τ΄͵ ὦ Δεόνυσε͵ δέχεσθαι.
Soberano, con el que el novillo Eros
y las ninfas de ojos negros
y la purpúrea Afrodita
bailan, tú que recorres
las elevadas cimas de los montes,
ante ti me arrodillo, tú ven benévolo
a nosotros, la grata a ti
súplica para oírla;
Sé para Cleobulo buen
consejero y que mi amor,
Dioniso, acepte.
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7. Lírica coral
ROBBINS, E. “Public Poetry”, en D. A. Gerber (ed.) (1997), A Companion to the Greek Lyric Poets, Leiden, p. 221-287; SUÁREZ DE LA
TORRE, E. (1988), “Introducción” a su ed. y trad de Píndaro. Obra completa, Madrid, p. 9-50; LÓPEZ FÉREZ (1988), FRAENKEL (1993).
A. Rasgos generales
Para definir la lírica coral, la que compone un poeta para que la ejecute un coro,
menos intimista y personal, pero eso se ha puesto en cuestión, en la medida en que puede
haber una lírica mixta, en la que alternarían el coro y el poeta como solista. Otros elementos
definitorios, con ser importantes, tampoco le son exclusivos: el uso de ejemplos míticos y la
relación de esos mitos con la actualidad del poema que se canta, las referencias a la
ejecución conjunta de canto, música y danza y la especial relación del poeta y el público a
través del comitente (=la persona que encarga el canto). Además hay que tener cuidado,
porque se observa una fuerte evolución desde los coros ciudadanos de Alcmán a la música
afirmación del poeta en su obra y con la conciencia de su poder para convertir lo efímero en
dirigía a Apolo (aunque no siempre); el ditirambo, a Dioniso: alegre, barroco, con un mito
se componía para doncellas; el hiporquema, con bailes miméticos, se dirigía a varios dioses;
B. Alcmán
En Esparta en la 2ª mitad del VII (aunque quizá era de Sardes), es el poeta coral más
antiguo conservado (de otros sólo tenemos nombres: Terpandro, Taletas, Arión...). Los
que el dialecto dorio usado por ellos queda como característico de la lírica coral.
1
Su poema mejor es el Partenio del Louvre (101 versos), donde se nos muestra otro
aspecto de Esparta, el de las fiestas, en este caso de doncellas; aparecen dos semicoros
rivales dirigidos por Agido y Hagesícora (quizá nombre ficticios) en el contexto de una
presentación ritual a una diosa y después de una mención mítica a Hipocoonte, rey
espartano que murió a manos de Heracles o los Dioscuros. Puede tratarse además de un
ritual femenino, de paso al matrimonio, en el que los dos coros rivalizan en cantos
exaltando la belleza de las que los dirigen. El ambiente de la fiesta está saturado de lujo,
mezcla de un lenguaje elevado (con ideas morales de fondo: la venganza divina) con
pasajes de estilo popular, de pullas entre las componentes del coro. Ya en él se observa la
estructura difusa, como la que luego se verá en Píndaro, la importancia del elogio como
elemento estructural, que lleva a la reflexión y se ilustra con un mito. También por primera
C. Estesícoro
aunque eso se discute cada vez más; como en el caso de Íbico, con el que se relaciona
composición de lírica coral con otros tipos poéticos. La citarodia comienza con Terpandro
de Lesbos, que cantó en Esparta en el siglo VII y que usaba los dáctilos epítritos, versos de
base dactílica unidos por engarces de una sílaba breve, con lo que los versos tienen distintas
longitudes. De lo que conservamos, si era coral, tiene que tener partes importantes cantadas
por solistas (los discursos, pasajes narrativos largos). Faltan las menciones a la ocasión del
canto, pero a la vez se decía que él inventó la estructura triádica, que tradicionalmente se ha
Era originario del Occidente (Locros, Metauro o Hímera) y su vida se sitúa entre el
632 y el 556. Escribe un dialecto dorio con eolismos y era autor de 26 libros de poemas,
2
muchos de ellos con títulos de temas míticos tradicionales. Al cantar los mitos se observa su
originalidad en el modo de tratarlos o quizá el uso de versiones distintas a las que había
generalizado la poesía épica; cada vez es más clara la influencia que ejerció en la poesía del
siglo V y en la tragedia. Tiene varios poemas sobre Heracles, otros sobre Troya (uno de
ha descubierto un papiro en Lille con el tema de Los siete contra Tebas en forma de diálogo,
D. Íbico
Nace en la primera mitad del VI en Regio (Magna Grecia) y sobre todo vive en
la lírica coral. Se le relaciona especialmente con Estesícoro, pues ambos trataron por extenso
fragmentos de una Iliupersis (Destrucción de Troya) y de una Gerioneida (una de las pruebas
de Heracles, contra Gerión). Como Estesícoro, utiliza una estructura triádica (lo que se solía
asociar con la lírica coral). Hay fragmentos de tema atlético, que podrían ser epinicios
(corales). También tiene poemas amorosos a jóvenes y ello en relación con la descripción
del paisaje (como Safo y Alceo). En un fragmento (la Oda a Polícrates) aúna la narración
mítica con expresiones personales, una mención de Polícrates y una descripción de los
griegos más bellos, para ensalzar la belleza de Polícrates (con estructura de priamel) y
recordar los peligros de la belleza (cita a Helena y Casandra). La dualidad (épica / amor) en
por la influencia de Safo, pero no hay nada en contra de que compaginase ambos aspectos.
3
E. Simónides
del epinicio, que moldeó de modo que pasó de ser una alabanza trivial de los vencedores
victoria deportiva es signo de una fama que trasciende las fronteras y es muestra de
virtudes; además, el poeta aparece en primer término como quien permite que la fama local
Sabemos que fue un poeta a sueldo de varias cortes (la de los Pisistrátidas en Atenas,
varias cortes de Tesalia y también al final de su vida en Sicilia; había vuelto antes a Atenas,
donde defendió a Temístocles y cantó las victorias en las Guerras Médicas), como lo serían
los otros líricos corales contemporáneos, Píndaro y Baquílides, en una vía nueva de líricos
apunta al carácter ‘moderno’ de su obra: en ella aparecen con frecuencia los temas de la
donde resalta la moderación y la justicia. Son especialmente famosos sus poemas sobre las
fueron celebradas sus elegías y ditirambos: recientemente se ha encontrado una Elegía a los
Su estilo es sobrio, simple y severo. Destacan los epítetos que forja y los que
F. Píndaro
libros los epinicios, clasificados por los lugares de competición: Olímpicos, Píticos (Delfos),
Nemeos (Nemea) e Ístmicos (Corinto). Usa la lengua tradicional coral, con fuerte sabor
4
dorio y palabras eolias, tebanas y homéricas; en métrica utiliza dáctilos epítritos y metros
eolios y sus composiciones siguen una estructura triádica (de 3 a 5 tríadas de estrofas).
En sus epinicios se encuentra una estructura compleja que ha dado mucho que hacer
a los estudiosos: algunos buscan un principio de unión que articule las unidades que
aparecen y otros prefieren observar el valor de los elementos en sí mismos, con un tipo de
asociación entre ellos más bien débil, de sabor arcaico. Esos elementos son: mención del
vencedor (su familia, sus otras victorias, sus antepasados), de su patria y del tipo de prueba
en que ha vencido, mitos narrados por extenso o sólo de forma alusiva, máximas morales y
(προφάτας), con la ayuda de las Musas. Habla de su Musa, de sus principios de selección
poética (el καιρός) y de las reglas que la limitan, menciona su obligación de alabar (χρέος)
Los epinicios se dedican a personas nobles (sobre todo de Sicilia y la isla de Egina),
que son quienes encargan el poema, aunque otras veces es su patria quien lo hace. El poeta
parte de ese encargo para realizar una alabanza de la patria del vencedor y de la fama
tradicional, aunque también entra a discutir algunas versiones de los mitos que no encajan
los dioses y en la limitación humana, sujeta a los dioses, que vive al día y sólo puede
la legitimidad a la clase alta con su poesía, por lo que desde antiguo fue contrapuesto a
han permitido que podamos conocer su obra, de la que hasta hace un siglo sólo se
ditirambos, en los que el mito ocupa la mayor parte del total. En los epinicios encontramos
mitos más desarrollados, con un estilo más discursivo, iniciados muchas veces in medias res
y con un final abrupto, rodeados de secciones dedicadas a la alabanza del vencedor; son
frecuentes también las máximas morales, pero suelen estar puestas en boca de los
personajes míticos, con lo que se integran mejor en el conjunto. La estructura habitual es:
proemio, alabanzas del vencedor, otras alabanzas, un mito y el epílogo. También aparece en
dáctilo-epítrito.
pero cada vez se le reconoce más su valor intrínseco: era más sencillo que aquel, pero
porque elige un estilo más impresivo, lleno de color y dramaticidad y su lengua, uso de la
métrica, etc. son distintas, aunque también innovadoras. Tiende a una cierta contaminación