Manifestaciones Clínicas de Las Lesiones de Las Vías
Manifestaciones Clínicas de Las Lesiones de Las Vías
Manifestaciones Clínicas de Las Lesiones de Las Vías
Carrera: Medicina
Asignatura: Anatomía II
somatosensitivas y somatomotoras.
Profesora de la Asignatura: Dra. Jeliz Reyes
Hay dos vías que conectan los receptores sensoriales con la corteza cerebral. Son los
Sistemas: Columna dorsal-lemnisco y anterolateral. En ambas vías la información viaja
desde el receptor hasta la corteza sensitiva y la transmisión se realiza mediante conexiones
de neuronas en serie: neuronas de primer orden, segundo, tercero y superiores. Por lo
general consta de tres neuronas sensitivas: primaria, secundaria y terciaria.
La neurona sensorial primaria tiene su soma en el ganglio espinal del nervio espinal
(si el estímulo está en la cabeza o cuello, se trata del ganglio de Gasser o ganglios
nerviosos situados en otros nervios craneales).
La neurona sensorial secundaria tiene su soma en la médula espinal y en el tronco del
encéfalo. El axón ascendente atraviesa en forma de decusación hacia el lado opuesto
en la médula espinal o el tronco del encéfalo. Los axones de muchas de estas neuronas
terminan en el tálamo (p.ej. el núcleo ventral posterior), otros terminan en el sistema
de activación reticular o en el cerebelo.
En el caso del tacto y ciertos tipos de dolor, la neurona sensorial terciaria tiene su
soma en el núcleo ventral posterior del tálamo y finaliza en el giro postcentral situado
en el lóbulo parietal.
Una lesión en las vías puede llegar a impedir acciones como hablar, caminar, comer o
respirar. Las causas que las producen son desconocidas, excepto en las hereditarias que
tienen un origen genético. Se cree que pueden desencadenarse por varios factores, entre
ellos (sin ser excluyentes) la exposición a radioterapia, rayos y otras lesiones eléctricas,
exposición a toxinas ambientales, algunas drogas y algunos tipos de cáncer.
Las lesiones o enfermedades en las motoneuronas inferiores causan una parálisis del
mismo lado del cuerpo; no hay acción voluntaria ni refleja de los músculos inervados por
las neuronas afectadas, el tono muscular se encuentra disminuido o ausente y el musculo
se encuentra atrofiado o flácido.
Desarrollo:
Siringomielia:
Es una enfermedad degenerativa de la sustancia gris que rodea el conducto del epéndimo
en el centro de la médula, formándose una cavidad a su alrededor lesionando los haces
espinotalámicos laterales, por lo que tendremos:
Tiene varias causas posibles, la mayoría de los casos están asociados con un trastorno en
el cual el tejido cerebral sobresale en el conducto vertebral (malformación de Chiari).
Otras causas de siringomielia incluyen tumores en la médula espinal, así como lesiones y
daños en la misma producidos por inflamación a su alrededor. (1)
Motores
- Debilidad de distribución piramidal ipsilateral a la lesión y por debajo de
la misma, debida a disrupción de la vía corticoespinal descendente junto
con espasticidad e hiperreflexia.
- En el nivel lesional pueden existir signos de afectación de neurona motora
inferior por interrupción de vías segmentarias.
Sensitivos
- Pérdida de la sensibilidad vibratoria y posicional ipsilateral a la lesión, por
interrupción de las fibras ascendentes en columnas posteriores y del haz
espinotalámico dorsal.
- Hipoalgesia y alteración de la sensibilidad térmica contralateral a la
lesión, con nivel sensitivo situado uno o dos niveles por debajo de la lesión
por interrupción del haz espinotalámico.
Tabes dorsal:
Es una de las derivaciones de la sífilis, que produce una lesión en las vías sensitivas que
generan la llamada disociación tabética:
Pérdida de la sensibilidad profunda (afecta a la vía de Goll y de Burdach y
superficial)
Conservación de la sensibilidad termoalgésica (no afecta
la espinotalámicalateral)
Arreflexia (toma la raíz sensitiva del nervio raquídeo, que forma parte del arco
reflejo)
Así por ejemplo, el paciente no es sensible al tacto pero sí al dolor o al calor-frío. Hacia
el final de la enfermedad, hay una forma típica de caminar (la marcha taconeante) y una
parálisis general progresiva. (2)
Lesión medular:
Es un proceso patológico de etiología variable que resulta de la alteración temporal o
permanente de la función motora, sensitiva y/o autonómica. En otras palabras, es el daño
que sufre la médula espinal que conlleva déficit neurológico con efectos a largo plazo que
persisten a lo largo de la vida. Todas estas alteraciones habitualmente se presentan por
debajo del nivel de la lesión.
Las formas clínicas de presentación forman parte de una tríada dada por trastornos del
nivel de conciencia en ocasiones variables, oculomotores (nucleares o supranucleares, se
destaca la parálisis de la mirada vertical) y cognitivo-conductuales (dificultades de
aprendizaje y memoria, confabulación, desorientación temporal, deterioro de la memoria
autobiográfica, apatía, accesos de agitación y agresividad) los cuales pueden aparecer
formando la tríada, o de forma independiente, en los pacientes.
Paresia:
Espasticidad:
La espasticidad está causada normalmente por daños en las zonas del cerebro o de la
médula espinal que controlan la musculatura voluntaria. Suele aparecer asociada a
traumatismos del cerebro o de la médula espinal, esclerosis múltiple, parálisis cerebral,
hipoxia o ictus cerebral.
Cursa habitualmente con hipertonía (aumento del tono muscular), calambres (rápidas
contracciones sin movimiento notable), espasmos (contracciones con movimiento) e
hiperreflexia de tendones profundos (reflejos exagerados). El grado de espasticidad varía
desde una leve rigidez muscular hasta graves, dolorosos e incontrolables espasmos
musculares. (4)
Enfermedad de Huntington:
Es una enfermedad hereditaria que provoca el desgaste de algunas células nerviosas del
cerebro. Las personas nacen con el gen defectuoso pero los síntomas no aparecen hasta
después de los 30 o 40 años. Los síntomas iniciales de esta enfermedad pueden incluir
movimientos descontrolados, torpeza y problemas de equilibrio. Más adelante, puede
impedir caminar, hablar y tragar. Algunas personas dejan de reconocer a sus familiares.
Manifestaciones clínicas
Tratarnos motores:
- Rigidez y bradicinesia
Alteraciones psiquiátricas
Deterioro cognitivo
Es un problema con los ganglios basales, las estructuras cerebrales profundas que ayudan
a comenzar y controlar el movimiento.
El daño a las células de los ganglios basales puede causar problemas con la capacidad
para controlar el habla, el movimiento y la postura. Una persona con disfunción de los
ganglios basales puede tener dificultad para iniciar, suspender o sostener el movimiento.
Dependiendo de qué área esté afectada, puede haber problemas con la memoria y otros
procesos de pensamiento.
Las afecciones que causan lesión al cerebro pueden causar daño a los ganglios basales.
Tales afecciones abarcan: sobredosis de drogas, traumatismo craneal, infección,
enfermedad hepática, problemas metabólicos, esclerosis múltiple, efectos secundarios de
ciertos medicamentos, accidente cerebrovascular, tumores. (5)
Conclusiones:
Bibliografía
3. Enriquez OAL, Rodríguez DG, Sabando GI. Síndrome de Percheron. [Online].; 2017
[cited 2017 09 23. Available from:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30432017000300018.