Antecedentes de La Psicología Evolutiva
Antecedentes de La Psicología Evolutiva
Antecedentes de La Psicología Evolutiva
A lo largo de los siglos XVII y XVIII aparecen los primeros filósofos que aportan
varias concepciones sobre la naturaleza humana y su desarrollo, convirtiéndose
en punto de partida de tradiciones del pensamiento que darán lugar, pasados
los siglos, a teorías evolutivas de gran impacto. Algunos de los representantes
más destacados serán mencionados a continuación.
Pero el científico evolucionista más importante del siglo XIX fue Chales
Darwin (1809-1882) quien, a través de la publicación de El origen de las
especies por medio de la selección natural, formuló su teoría de la selección
natural y la supervivencia de los organismos que mejor se adaptan a las
cambiantes circunstancias ambientales. La obra de Darwin fue muy
influyente y sentó las bases de la biología evolutiva moderna.
Con la llegada del siglo XX re- aparecen las teorías de Locke en Estados
Unidos y Rousseau en Europa, lo que propicia la aparición de diferentes
corrientes psicológicas con ideas bastante diferenciadas entre sí, como se
verá a continuación.
Se diferencian, pues, dos tradiciones en la historia del pensamiento
occidental: la que enfatiza sobre todo los procesos de aprendizaje, conoci-
dos como modelos mecanicistas; y la que, sin negar importancia a los fac-
tores de experiencia, enfatiza los procesos de desarrollo de carácter uni-
versal, es decir, que se dan en todas las culturas porque tienen su raíz en
características innatas de la naturale- za humana.
Son los llamados modelos organísmicos u organicistas (Coll, 1979; Marchesi,
Palacio y Caretero, 1983). Cada una de estas dos aproximaciones merece que
se le dediquen algunas líneas más.
Los modelos mecanicistas se sitúan en la tradición del empirismo, donde lo
importante no es lo que hay dentro del organismo, sino aquello que desde
fuera le llega y moldea. La historia psicológica de una persona no es sino la
historia de sus aprendizajes y lo mismo puede decirse respecto a especies
inferiores. Quienes se sitúan en esta perspectiva suelen limitarse a trabajar con
aquello que puede ser definido en términos operacionales y que es susceptible
de ser medido y cuantificado. No se manejan conceptos relativos a procesos
internos que escapen a la lógica de la operacionalización y la verificación. Como
representantes de este modelo contamos con los conductistas clásicos, los
neoconductistas y los teóricos del aprendizaje social.
Pero, sin duda, la corriente que caracterizó la psicología evolutiva hasta finales
de los años 60 son las teorías agrupadas bajo la común denominación de
modelos organísmicos. Desde esta perspectiva, se pone mucho más énfasis en
los procesos internos que en los estímulos externos. El desarrollo psicológico
no ocurre de cualquier manera, no es un proceso indeterminado que cada
sujeto recorra de manera completamente diferente a otro. Existe cierta
“necesidad evolutiva” que hace que el desarrollo pase en todas las personas
por unos deter- minados estadios, constituyendo au- ténticos universales
evolutivos de la especie. Otra característica propia de estos modelos
evolutivos de orienta- ción organísmica u organicista se relaciona con su
defensa en referencia a la idea de que el proceso evolutivo es un camino
orientado a la consecución de una determinada meta.
En estas teorías se percibe una cla- ra influencia de la teoría de Darwin, de
manera que la metáfora básica es la de un organismo vivo, activo y or-
ganizado de forma coherente donde el todo es más que las partes y da sig-
nificado a todas ellas.
Los autores más representativos de este modelo fueron el neurólogo Sigmund
Freud (1856-1939) y el bió- logo Jean Piaget (1896-1980).
Freud, a través del estudio te- rapéutico de la problemática de los adultos,
llegó a tres conclusiones:
Por otra parte, Piaget hizo una descripción del desarrollo cognitivo humano
apoyado fundamentalmente en dos ejes:
Además de estos pequeños cam- bios, Piaget habla de otros más generales
que, según él, marcan las etapas del desarrollo. Así, habla de los es- tadios
de desarrollo, haciendo refe- rencia a estructuras secuenciales que definen
cualitativamente la forma general de relación del individuo con el mundo en
un momento determinado. Piaget define básicamente cuatro estadios:
sensorio-motriz, preope- racional, operacional concreto y operacional
formal.
PERIODO EDAD DESCRIPCIÓN EJEMPLO
El niño usa sus sentidos y habi- Succión de su propio dedo, reac-
lidades motrices para conocer ción sustitutiva de la succión del
aquello que le circunda, confián- pezón –aunque el reflejo de suc-
dose inicialmente en sus reflejos ción del propio dedo ya existe en
Sensoriomotor 0-2 y, más adelante, en la combinato- la vida intrauterina–.
ria de sus capacidades sensoriales
y motrices. Así, se prepara para
luego poder pensar con imágenes
y conceptos.
Se caracteriza por la interioriza- El juego simbólico, la centración,
ción de las reacciones de la etapa la intuición, el egocentrismo, el
anterior dando lugar a acciones animismo, la yuxtaposición y la
Preoperacional 2-7 mentales que aún no son catego- reversibilidad (inhabilidad para la
rizables como operaciones por su conservación de propiedades).
vaguedad, inadecuación y/o falta
de reversibilidad.
El niño o niña en esta fase ya no Tomando una bola de arcilla y ma-
solo usa el símbolo, sino que es nipulándola para hacer varias boli-
capaz de usarlo de modo lógico y, llas el niño ya es consciente de que
a través de la capacidad de conser- reuniendo todas las bolillas la can-
var, hace generalizaciones. tidad de arcilla será prácticamente
Operaciones
7-11 Adquiere la capacidad intelectual la bola original.
con- cretas
de conservar cantidades numéri-
cas, materiales y superficies, es
decir, comprende que la cantidad
se mantiene aunque se varíe su
forma.
El cerebro humano está capacita- La persona confronta todas las
do genéticamente para formular doctrinas que su ambiente le ha
pensamientos realmente abstrac- proporcionado y que él ha asi-
Operaciones
11-15 tos o hipotético-deductivos. milado, y busca dentro de sí para
formales
acomodar esta propuesta, lo que le
permite pasar a deducir sus pro-
pias verdades y decisiones.
• Estructuras.
Son formas generales que el individuo utiliza para relacionarse con el mundo,
que marcan momentos cualitativamente diferentes en el desarrollo, y que
están basadas en lo que él denomina esquemas y operaciones. Son
disposiciones globales y flexibles, que están constantemente sometidas a la
adaptación a nuevos objetos, y que se denominan “estadios”.
Para que estos estadios se den correlacionalmente, Piaget describe cuatro
factores del desarrollo que considera que contribuyen al cambio cognoscitivo
(de los cuales la acción de los tres primeros es necesaria, pero no suficiente).
Estos factores son:
Maduración biológica.- Crecimiento biológico que limita la acción de otros
factores.
Experiencia social.- Consecuencia del proceso previo, que permite
reorganizar las propias estructuras mediante la creación de situaciones
que produzcan conflicto.
Experiencia con el mundo físico.- Factor que recalca los procesos de
asimilación y acción en la maduración biológica y la experiencia social.
Equilibrio (propio de Piaget).- Proceso biológico general de autorre-
gulación que explica los tres anteriores, de forma que manifiesta la
organización en el desarrollo, la motivación (para superar desequilibrios),
y también la direccionalidad del desarrollo (en una situación de
desequilibrio, solo es satisfactoria una solución que nos ayude a ir hacia
delante).
Podría decirse entonces que “el desarrollo es el resultado de la acción de los
tres primeros factores coordinados por el equilibrio, que es el factor
principal”.