Aprendizaje Procedimental PDF
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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Departamento de Psicología Básica II (Procesos
Cognitivos)
Madrid, 2008
• ISBN: 978-84-692-3846-2
A mi padre
Índice de contenidos
ÍNDICE DE CONTENIDOS
ÍNDICE DE TABLAS……………………………………………………..……... v
I. MARCO TEÓRICO
1. INTRODUCCIÓN............................................................................................... 2
3. EL APRENDIZAJE PROCEDIMENTAL.......................................................... 11
3.1. Del proceso controlado al automático........................................................ 11
3.2. Del conocimiento declarativo al procedimental......................................... 16
3.3. La adquisición de destrezas en tareas de tiempo de reacción serial……... 18
4. EL PRIMING....................................................................................................... 22
4.1. La explicación perceptiva.......................................................................... 27
4.2. La explicación conceptual.......................................................................... 29
4.3. Variables relevantes de los elementos estimulares.................................... 31
5. LA MEMORIA SEMÁNTICA............................................................................ 34
5.1. Enfoques clásicos de la organización de la memoria semántica................ 35
5.2. ¿Un sistema o múltiples sistemas de memoria semántica? (I):
43
Las categorías biológicas y no biológicas.........................................................
a) Los modelos basados en propiedades. ................................................ 44
b) El modelo de especificidad de los dominios....................................... 49
c) El modelo de estructura conceptual..................................................... 50
5.3. ¿Un sistema o múltiples sistemas de memoria semántica? (II):
52
El procesamiento de palabras y dibujos............................................................
a) Modelos específicos en cuanto a modalidad....................................... 53
b) Modelos no específicos en cuanto a modalidad.................................. 57
c) Modelos híbridos................................................................................. 59
iii
Índice de contenidos
6. OBJETIVOS........................................................................................................ 63
7. HIPÓTESIS.......................................................................................................... 64
8. DISEÑO............................................................................................................... 66
9. PARTICIPANTES............................................................................................... 70
10. MATERIALES.................................................................................................. 70
11. PROCEDIMIENTO........................................................................................... 72
12. RESULTADOS.................................................................................................. 76
13. DISCUSIÓN...................................................................................................... 87
iv
Índice de tablas
ÍNDICE DE TABLAS
CAPITULO 2
CAPITULO 8
CAPITULO 11
Tabla 11.1. Método de control de posibles efectos relacionados con las listas...... 73
CAPITULO 12
Tabla 12.7. Resultados en la fase de estudio en función del tipo de categoría ..... 80
Tabla 12.8. Resultados en la fase de prueba para los grupos P-P, D-D, P-D
y D-P........................................................................................................................ 81
v
Índice de tablas
Tabla 12.9. Resultados en la fase de prueba para los grupos P-P, D-D, P-P’
y D-D’...................................................................................................................... 83
Tabla 12.10. Resultados en la fase de prueba para los grupos P-P, P-D, P-P’
y P-D’....................................................................................................................... 84
Tabla 12.11. Resultados en la fase de prueba para los grupos D-D, D-P, D-D’
y D-P’....................................................................................................................... 85
CAPITULO 13
vi
Índice de Figuras
ÍNDICE DE FIGURAS
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 5
vii
Índice de Figuras
Figura 5.5. Propiedades compartidas (tinta negra) y distintivas (tinta roja) de los
conceptos.................................................................................................................. 51
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
viii
Índice de Figuras
Figura 12.6. Resultados para los grupos P-P, D-D, P-D y D-P............................... 82
Figura 12.7. Resultados para los grupos P-P, D-D, P-P’ y D-D’............................ 84
Figura 12.8. Resultados para los grupos P-P, P-D, P-P’ y P-D’............................. 85
Figura 12.9. Resultados para los grupos D-D, D-P, D-D’ y D-P’........................... 86
CAPITULO 13
Figura 13.1. Explicación de los resultados de los grupos que entrenan con
dibujos...................................................................................................................... 94
Figura 13.2. Explicación de los resultados de los grupos que entrenan con
palabras..................................................................................................................... 95
ix
I. MARCO TEÓRICO
Introducción
1. INTRODUCCIÓN.
-2-
Introducción
APRENDIZAJE
APRENDIZAJE MEMORIA
MEMORIA
ALMACENAMIENTO
ALMACENAMIENTO
CODIFICACIÓN
CODIFICACIÓN RECUPERACIÓN
RECUPERACIÓN
Una vez planteada esta distinción se puede decir que el marco teórico de esta
investigación comenzará revisando los sistemas y subsistemas de la memoria a largo
plazo (MLP) que han sido propuestos por los diferentes autores. Se analizarán algunas
controversias que han sido fuente de debate científico, a saber, las relaciones entre la
memoria episódica y la semántica, los matices que implican los términos declarativo y
no declarativo frentre a los términos explícito e implícito y la idea de considerar los
subsistemas de memoria como mecanismos independientes o como diferentes maneras
en las que la memoria puede expresarse.
-3-
Introducción
-4-
Sistemas de memoria a largo plazo
En el tercer nivel que encontramos lo que Tulving (1985, 1987), Cohen (1984) y
Cohen y Squire (1980) llaman memoria episódica y otros autores han llamado memoria
de eventos (Kinsbourne, 1987; Weiskrantz, 1989). Este nivel sería el encargado de
codificar y almacenar eventos específicos del pasado de los individuos organizándolos
temporal y espacialmente (Ruiz-Vargas, 1994). La identificación y la recuperación en
este nivel se realizan de manera consciente, deliberada e intencional. Tulving (1995a,
1995b) clasificó más tarde la memoria episódica según los tres tipos de información que
puede contener: la información personal, la información autobiográfica y la información
sobre eventos.
-5-
Sistemas de memoria a largo plazo
-6-
Sistemas de memoria a largo plazo
de procesamiento de Craik y Lockhart, 1972) o, por otro lado, conocer el estímulo que
apareció (Gardiner y Java, 1993).
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Sistemas de memoria a largo plazo
MEMORIA DECLARATIVA
MEMORIA MEMORIA
EPISÓDICA SEMÁNTICA
(Eventos) (Hechos)
MEMORIA NO DECLARATIVA
EFECTOS APRENDIZAJE
APRENDIZAJE CONDICIONAMIENTO
DE PROCEDIMENTAL
NO ASOCIATIVO CLÁSICO SIMPLE
FACILITACIÓN (Habilidades y hábitos)
-8-
Sistemas de memoria a largo plazo
Por otro lado, la memoria explícita fue definida por Schacter (1987) como la
recuperación intencional y consciente de un episodio previamente aprendido (Bowers y
Schacter, 1990; Merikle y Reingold, 1991; Parkin, Reid y Russo, 1990). La memoria
implícita hace referencia a aquellos cambios en la ejecución de una tarea o conductas
producidas por experiencias previas en pruebas que no requieren recuperación
intencional o consciente de dichas experiencias (Ruiz-Vargas, 1998, 2000).
Frecuentemente los términos explícito e implícito se asocian más con tareas que con
sistemas de memoria, siendo Schacter (1987), y después Schacter y Tulving (1994),
quienes reconocen que no puede hablarse de sistemas de memoria implícitos y
explícitos aunque es frecuente encontrar en la literatura esta mención a los sistemas.
Por tanto, se pueden resumir las diferentes posturas diciendo que Cohen y Squire
(1980) y Squire (1992) hablan de declarativo y no-declarativo para hacer referencia a la
capacidad para verbalizar el conocimiento ya adquirido, mientras que Schacter (1987) y
Graf y Schacter (1985) hablan de explícito e implícito para hacer referencia a la
-9-
Sistemas de memoria a largo plazo
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El aprendizaje procedimental
3. EL APRENDIZAJE PROCEDIMENTAL.
- 11 -
El aprendizaje procedimental
junto a sus colaboradores (Shiffrin y Gardner, 1972; Shiffrin, McKay y Shaffer, 1976).
En la misma línea, Shiffrin y Schneider (1977) y Schneider y Shiffrin (1977) refinaron
los términos con la distinción entre detección automática y búsqueda controlada.
Desde entonces, han proliferado los estudios dedicados a la confirmación experimental
de la existencia de dichos procesos y sus implicaciones teóricas (Anderson, 1992, 1993;
Logan, 1980; Pashler, Johnston y Ruthruff, 2001; Stanovich, 1987).
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El aprendizaje procedimental
entrenamiento variable en el que los juegos de elementos que el sujeto debe recordar
varían a lo largo de la prueba (dificultando en gran medida la tarea ya que elementos
que en una serie son objetivo en la siguiente pueden ser distractores). En la Figura 3.1
se muestra un ejemplo típico de este paradigma (Briggs y Johnsen, 1973).
RESPUESTAS
CORRECTAS
SI NO NO SI NO NO
Entrenamiento
KJTL TKLJ LTJK
constante
L P U J U C
TIEMPO
Entrenamiento BDGH AOSM OBHS
variable D O D S M D
SI NO NO SI NO NO
RESPUESTAS
CORRECTAS
Figura 3.1. Paradigma de búsqueda con entrenamiento constante o variable de Briggs y Johnsen (1973).
- 13 -
El aprendizaje procedimental
Tiempos de
Reacción
Entrenamiento
constante
500 ms.
1 2 3 4 5
Número de Elementos a Recordar
(presentados en la muestra)
Figura 3.2. Resultados clásicos del paradigma de búsqueda con entrenamiento constante o variable.
- 14 -
El aprendizaje procedimental
Una de las ventajas que aporta el procesamiento controlado, aunque éste sea
lento, requiera esfuerzo y sea poco robusto ante los estresores, es que los sujetos pueden
adquirir las reglas básicas de una nueva habilidad en muy pocos ensayos
almacenándolas como conocimiento declarativo. Además, nos permite atender a
estímulos críticos en un contexto particular ignorando otros que habitualmente también
son críticos (como mirar al niño que aparecerá tras la pelota en la carretera aunque el
- 15 -
El aprendizaje procedimental
semáforo esté en verde). También hace que los conocimientos sobre habilidades puedan
enseñarse entre individuos u observarse en el medio. Por último, permite planear y
ejecutar conductas dirigidas a metas conscientes.
- 16 -
El aprendizaje procedimental
Maxwell, Masters y Eves (2003) afirman que en un principio, para adquirir una
determinada destreza, el sujeto pone a prueba hipótesis sobre cómo realizar
correctamente su tarea y se basa en el feedback que recibe posteriormente para evaluar
la calidad de su ejecución (como ya propusieran Bruner, Goodnow y Austin, 1956).
Esta estrategia crea un conjunto de reglas acerca de cómo se hace en la memoria
declarativa y su uso, en un principio, es lento e inexacto. La información se codifica
como un conjunto de hechos en una red semántica que debe ser interpretado por
procedimientos generales.
Por otro lado, desde la arquitectura cognitiva ACT-R (Anderson, 1993, 1995,
2000; Anderson y Lebiere, 1998), se considera que el aprendizaje procedimental
siempre depende del funcionamiento de la memoria operativa. En los modelos
derivados de dicha arquitectura se combinan procesos simbólicos, como
especificaciones formales del contenido de la memoria declarativa, con procesos
- 17 -
El aprendizaje procedimental
Así como parece claro gracias a esta última línea explicativa que existe
aprendizaje sin conciencia, a veces se ha afirmado que también puede darse sin
atención. Sin embargo, desde el trabajo de Nissen y Bullemer (1987) hasta el de Chun y
Turk-Browne (2007), se ha demostrado que no es posible un aprendizaje sin atención a
la tarea.
- 18 -
El aprendizaje procedimental
que seleccionaran en una botonera de cuatro pulsadores la posición en la que había sido
presentado dicho asterisco (que permanecía en la pantalla hasta que obtenía una
respuesta). Entonces se presentaba un segundo asterisco y así sucesivamente hasta diez
ocasiones. Esta secuencia de diez posiciones se repetía seguida, sin marcas de comienzo
ni finalización de la secuencia, hasta en diez ocasiones (configurando bloques de
entrenamiento de cien respuestas). Estos bloques se presentaban cuatro veces. Tras la
consecuentes cuatrocientas respuestas se presentaba un último bloque de cien estímulos
aleatorizados con el fin de valorar la presencia de aprendizaje procedimental en la
habilidad visomotora que requiere la tarea. Los resultados expresados como medias en
los tiempos de reacción de los grupos en los bloques se representan en la Figura 3.3.
1000
900
Tiempos de reacción (milisegundos)
800
700
600
500
400
300
200
Serie 1 Serie 2 Serie 3 Serie 4 Serie 5
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El aprendizaje procedimental
diferenciaba de la anterior en que usaba material verbal. Así, los participantes debían
clasificar semánticamente los estímulos (animales) en una de las cuatro categorías
propuestas (mamíferos, aves, peces e insectos). Utilizaron cuatro series de cuarenta
estímulos y una quinta serie con estímulos diferentes (Arroyo-Anlló, Gil, Rosier y
Barraquer i Bordás, 1999). Más tarde, Arroyo-Anlló (2002) utilizó de nuevo esta tarea
cambiando las categorías de los estímulos a categorizar (ropa, objetos de la escuela,
instrumentos de música y utensilios de cocina) encontrando resultados similares.
Knee, Thomason, Ashe y Willingham (2007) afirman que las dos versiones de la
tarea utilizadas por los diferentes autores, la explícita o declarativa (en la que se dice a
los participantes que las secuencias se repiten y se les insta a la mejora) y la implítica o
no declarativa (en la que los participantes ignoran este hecho) han sido y son útiles para
demostrar la existencia de sistemas diferentes de memoria (Cohen y Squire, 1980;
Reber y Squire, 1998; Willingham, 1997; Willingham, Nissen y Bullemer, 1989).
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El aprendizaje procedimental
Así, los participantes aprenden dónde hay que responder con independencia del
estímulo particular (Clegg, 2005; Cohen, Ivry y Keele, 1990; Grafton, Hazeltine y Ivry,
1998; Jiménez y Méndez, 1999; Keele, Jennings, Jones, Caulton y Cohen, 1995; Knee,
Thomason, Ashe y Willingham, 2007; Nattkemper y Prinz, 1997; Willingham, 1997,
1998, 1999; Ziessler, 1994, 1998; Ziessler y Nattkemper, 2001).
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Los efectos de facilitación
4. EL PRIMING.
El priming, así como otras formas de aprendizaje implícito, fue descrito desde
principios del siglo XX pero no empezó a estudiarse sistemáticamente hasta el último
tercio de siglo. Su interés vino fomentado por diferentes avances, como los estudios
acerca de acceso al léxico y sus representaciones que dotaron al campo de métodos para
medir el efecto (Scarborough, Cortese y Scarborough, 1977), las investigaciones para
intentar distinguir entre diferentes tipos o sistemas de memoria (Graf, Squire y Mandler,
1984; Jacoby y Dallas, 1981; Tulving, 1972; Tulving, Schacter y Stark, 1982), y los
informes sobre memoria alterada o preservada en diferentes tipos de síndromes
amnésicos (Milner, Corkin y Teuber, 1968; Warrington y Weiskrantz, 1970, 1974).
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Los efectos de facilitación
identificar, etc.). Se han propuesto tareas, por ejemplo, como completar palabras que
han sido fragmentadas mediante un borrado aleatorio de letras o raíces de palabras con
la primera palabra que viniera a la mente (Roediger y Blaxton, 1987; Warrington y
Weiskrantz, 1970). También identificación y denominación de figuras fragmentadas y
decisión de objetos (Biederman y Cooper, 1991; Carroll, Birne y Kirsner, 1985;
Schacter, Cooper y Treadwell, 1993; Srinivas, 1993), decisión léxica con
pseudopalabras, homófonos, homógrafos (Keane, Gabrieli, Noland y McNealy, 1995;
Bowers, 1996; Hines y Volpe, 1985), reconocimiento de patrones visuales (Musen y
Squire, 1992), e incluso categorización de sonidos del ambiente (Chiu y Schacter, 1995;
para una revisión más extensa consultar Roediger y McDermott, 1993 y Schacter, Chiu
y Ochsner, 1993).
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Los efectos de facilitación
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Los efectos de facilitación
Jacoby (1983) diseñó una serie de experimentos que iniciaron una corriente de
pensamiento con respecto al priming. En sus investigaciones, los sujetos se repartieron
en tres condiciones experimentales, a saber, lectura de palabras, lectura de palabras
objetivo posteriores a unas palabras anticipadoras relacionadas y generación espontánea
de un antónimo. En la primera condición se pedía, por ejemplo, leer la palabra escrita
oscuridad. En la segunda condición los sujetos tenían que leer oscuridad después de
haberles presentado el anticipador claridad. Por último, al tercer grupo se le pedía que
generase el antónimo de una palabra presentada (claridad). Con ello, en los tres casos,
los sujetos vocalizaban la palabra oscuridad aunque sólo en las dos primeras
condiciones vieron la palabra escrita. Una semana más tarde, se realizaron sendas
pruebas de memoria explícita e implícita. Por un lado, se presentaba a los sujetos una
serie de palabras y se les pedía que decidieran cuáles eran las que habían visto o
generado la semana anterior (memoria explícita de reconocimiento). Por otro lado, a
otro grupo se le pedía que leyeran de nuevo palabras y se medía el tiempo de reacción
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Los efectos de facilitación
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Los efectos de facilitación
modalidad (palabras y dibujos), bien aquellos que postulan un solo sistema procesador
de información independiente de la modalidad.
Tras los resultados de Jacoby (1983) se empezó a pensar que el priming estaba
íntimamente relacionado con el procesamiento perceptivo de los estímulos. Tanto es así,
que no sólo dependía de presentarlos en la misma modalidad sensorial, sino además de
que conservaran sus características físicas (por ejemplo, la tipografía de la letra con el
se presenta como en Graf y Ryan, 1990). Esto hace pensar, todavía en la actualidad, que
el priming está guiado por los datos, más que por el hecho en sí de repetir una
determinada respuesta varias veces.
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Los efectos de facilitación
Entre las propiedades que Tulving y Schacter (1990) describen del SRP se
encuentran: (i) asume las competencias en la identificación perceptiva de objetos y de
palabras, (ii) sus computaciones no dependen de regiones cerebrales implicadas en la
memoria semántica ni en la episódica, (iii) se desarrolla pronto en la niñez y se conserva
hasta tarde en la vida adulta, (iv) sus operaciones están desconectadas de la conciencia
(p. 305), (v) es relativamente inmune a las drogas que afectan a otros sistemas de
memoria, (vi) la información se distribuye en él mediante representaciones múltiples de
palabras y objetos particulares y (vii) el acceso al mismo es específico.
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Los efectos de facilitación
Milberg, Keane y Corkin, 1990; Keane, Gabrieli, Fennema, Crowdon y Corkin, 1991).
Uno sustentaría el procesamiento de los objetos (Humphreys y Riddoch, 1987; Kosslyn,
Flynn, Amsterdam y Wang, 1990) y otro el de palabras (Caplan, 1992; Cooper,
Schacter, Ballesteros y Moore, 1992; Colheart, Sartori y Job, 1987; Schacter, Cooper,
Delaney, Peterson y Tharan, 1991). Para Gardiner, Dawson y Sutton (1989), estos dos
sistemas de facilitación más abstractos (el perceptivo y el léxico), se contraponen con
otro sistema de facilitación conceptual que implicaría una modificación de la
información o una adición de la misma en la memoria semántica. No obstante, muchas
de las conclusiones a las que llegan los autores que defienden la implicación perceptiva
son contradictorias (Curran y Schacter, 1996) y es necesario revisar otras posturas.
Casi todos los acercamientos teóricos que dan cuenta de un procesamiento más
profundo de los estímulos en tareas de tipo priming se basan en las ideas de Collins y
Quilian (1969, 1972) y Collins y Loftus (1975) acerca de la memoria semántica. Un
aspecto central de esta postura es la idea de la propagación automática de la activación
(Anderson, 1983; Anderson y Lebiere, 1998; Collins y Loftus, 1975). Los conceptos
estarían organizados de manera que la activación de uno de ellos también activaría los
conceptos adyacentes, propagándose dicha activación por la red semántica a los nodos
vecinos. De este modo, cuando un determinado estímulo activa un concepto, también
activa, hasta cierto punto, su vecindad, por lo que si un objetivo está relacionado con el
anticipador partirá de una cierta activación y su procesamiento será más rápido que si no
está relacionado. Por ello, la activación es más fuerte cuanto más relacionadas son las
palabras y, según Cañas y Bajo (1996), este efecto tiene lugar con asincronías de entre
80 y 400 ms. Otro aspecto del modelo es que esta activación automática consume
tiempo y decae a medida que la relación entre los conceptos va siendo más débil.
Años después, Posner y Snyder (1975) y Nelly (1977) postularon que existen
dos procesos responsables del priming. En este nuevo modelo se acepta que los
estímulos activan automáticamente sus conceptos y dicha activación se propaga a los
conceptos con los que tiene relación semántica (propagación automática de la
activación). Este primer mecanismo, entonces, se caracterizaría por ser rápido, sin
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Los efectos de facilitación
conciencia ni guiado por estrategias y selectivo para los conceptos activados (no afecta
a los conceptos muy distanciados o poco relacionados semánticamente con el estímulo).
Otro modelo se basa únicamente en las estrategias flexibles del sujeto (Becker,
1980, 1985; Norris, 1986). Propone dos tipos de procesos estratégicos: un generador de
expectativas preléxicas que usarían los sujetos para intentar predecir el objetivo
afectando a su velocidad de procesamiento, y una estrategia de comprobación postléxica
que actuaría después de la aparición del objetivo.
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Los efectos de facilitación
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Los efectos de facilitación
palabras de alta frecuencia que con palabras de baja frecuencia (Dobbs, Friedman y
Lloyd, 1985; Gardner, Rothkopf, Lapan y Lafferty, 1987).
Por último, la familiaridad subjetiva, otra de las variables a nivel léxico que está
relacionada con la frecuencia de uso, con la que correlaciona alta y positivamente. Sin
embargo, hay autores que piensan que dado que esta variable también correlaciona alta
y positivamente con otras variables (como el grado de abstracción y el número de
significados), es un índice que refleja la disponibilidad de un significado preciso de la
palabra o la relevancia que tiene para el sujeto (Balota y Rayner, 1991; López-Higes,
2003).
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Los efectos de facilitación
adquisición de los nombres (Alario y Ferrand, 1999; Cuetos, Ellis y Álvarez, 1999;
Morrison, Chappell y Ellis, 1997), los umbrales de identificación de dibujos degradados
(Snodgrass y Corwin, 1988; Snodgrass y Poster, 1992) o los tiempos de reacción en la
denominación (Barry, Morrison y Ellis, 1997; Snodgrass y Yuditsky, 1996).
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La memoria semántica
5. LA MEMORIA SEMÁNTICA.
Puede decirse que la diferencia entre los dos enfoques es que mientras que, por
ejemplo, el modelo de Collins y Loftus (1975) supone que la afirmación el lenguado es
un pez es un hecho almacenado en el sistema, para Smith, Shoben y Rips (1974) esa
afirmación se procesa accediendo a lo que se conoce de los lenguados y lo que se
conoce de los peces.
- 34 -
La memoria semántica
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La memoria semántica
Debe tenerse en cuenta que en la Figura 5.1 aparecen relaciones entre palabras
aunque el modelo supone que el contenido de la memoria semántica son
representaciones abstractas que el sistema asocia con sus representaciones léxicas. Esta
idea se encuentra presente en las diferentes teorías propuestas desde esta postura
holística, en la que los conceptos léxicos se corresponden con el significado de las
palabras (Fodor, 1976, 1983; Fodor, Garrett, Walker y Parkes, 1980; Levelt, 1989;
Levelt, Roelofs y Meyer, 1999; Roelofs, 1997).
ANIMAL
Es un ser vivo
Puede respirar
Puede comer
BALLENA
Es un mamífero
ÁGUILA Puede nadar TIBURÓN
Es un ave Es un pez
Tiene garras Es peligroso
Figura 5.1. Representación esquemática del modelo jerárquico de Collins y Quilian (1969).
Collins y Quilian (1969) asumen que, en una tarea de verificación de frases del
tipo un X es un Y o un X puede Y, el sistema accede a la red buscando el sustantivo de la
afirmación y entonces busca el predicado entre sus propiedades. Dicha búsqueda se
empieza a realizar por los predicados relacionados directamente con el sustantivo y
después se pasa a buscar entre los predicados del nivel superior de la jerarquía, hecho
que reflejaría un aumento en el tiempo de procesamiento. Así, el tiempo dedicado al
procesamiento y la verificación de las frases sería una función del número de niveles de
la jerarquía que es necesario revisar para encontrar el predicado que produce un
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La memoria semántica
Tiempos de
Reacción
El lenguado Propiedades
puede respirar
1500 ms. El lenguado
tiene branquias
1400 ms. El lenguado
es plano
1300 ms. El lenguado
es un animal
El lenguado
1200 ms. es un pez
Categorías
El lenguado
1100 ms. es un lenguado
1000 ms.
0 1 2
Número de Niveles en la Jerarquía
Figura 5.2. Esquema de los resultados desde el modelo de Collins y Quilian (1969).
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La memoria semántica
obtiene una respuesta más rápida que un pingüino es un ave, a pesar de ser ambas
afirmaciones verdaderas.
Todo esto condujo a que un año más tarde estos autores propusieran un modelo
con ciertas diferencias al previo. Estos autores descartan que las relaciones entre los
miembros de las categorías estén almacenadas directamente en la memoria semántica
así como la organización jerárquica del conocimiento. El modelo de comparación de
rasgos (Smith, Shoben y Rips, 1974) asume, en palabras de los autores, que el
significado de una palabra no es una unidad indivisible, sino que puede ser
representado como un conjunto de rasgos semánticos. Dentro de este marco conceptual
supondremos que los rasgos asociados con una categoría dada varían en el grado en
que definen a esa categoría. Creemos que una solución a este problema puede consistir
en imaginar un continuo a lo largo del cual unos rasgos serían más definitorios o se
referirían a aspectos más esenciales del significado de las palabras mientras que otros
serían más accidentales o accesorios (Smith, Shoben y Rips, 1974).
Así, de acuerdo con Smith, Rips y Shoben (1974) los conceptos se almacenan
como un juego de atributos, llamados rasgos, que se diferencian en el grado en que son
relevantes para definir el concepto. Así, los significados de las palabras son
combinaciones de rasgos definitorios, aquellos esenciales para definir el concepto, y
rasgos característicos, habitualmente asociados al concepto pero que no son esenciales
para su definición. A continuación se muestra un ejemplo de cómo suponen los autores
que se almacenan los conceptos:
- 38 -
La memoria semántica
Por ejemplo, los rasgos es acuático, tiene branquias y puede nadar son
definitorios para el concepto pez, porque todos los peces tienen esos atributos. Por otro
lado, el rasgo tiene escamas es un rasgo característico, ya que no todos los peces las
tienen, aunque sí muchos de ellos. Estos rasgos característicos son importantes para
diferenciar la tipicidad de pertenencia a una categoría dado que un miembro muy
relacionado con su categoría, como lenguado con la categoría pez, debe tener muchos
rasgos característicos comunes con ella. Por otro lado, los miembros atípicos de la
categoría, como tiburón, poseen un menor número de ellos.
- 39 -
La memoria semántica
Figura 5.3. Procesos para verificar afirmaciones en el modelo de Smith, Shoben y Rips (1974).
En el caso de que el valor de x sea intermedio entre los dos criterios es necesario
un procesamiento añadido (Fase II), que consume tiempo, y entra en acción ante
afirmaciones verdaderas atípicas (un tiburón es un pez) o ante afirmaciones falsas pero
que involucran conceptos que comparten rasgos característicos (una ballena es un pez).
Mientras que en la Fase I se comparan todos los rasgos de los conceptos, en la Fase II
tan sólo se comparan los rasgos definitorios del predicado de la afirmación. Así, un
tiburón es un pez es verdadero en la medida en que todos los rasgos definitorios son
comunes a los conceptos tiburón y pez, mientras que es un mamífero, rasgo definitorio
de ballena no es un rasgo definitorio de pez.
- 40 -
La memoria semántica
Existen por tanto tres predicciones básicas del modelo. Por un lado, las
afirmaciones verdaderas que involucren a miembros típicos o muy relacionados con el
resto de miembros de la categoría serán verificadas más rápido que las afirmaciones
verdaderas que involucren a miembros atípicos o poco relacionados con el resto de
miembros. Esto es así en la medida en que en el primer caso es suficiente el
procesamiento de la Fase I para superar el criterio y permitir una respuesta rápida
afirmativa mientras que en el segundo caso la Fase II es necesaria para obtener dicha
respuesta.
Por último, el modelo predice que sólo están afectadas por el tamaño de la
categoría las afirmaciones que requieran un procesamiento de la Fase II. Así, la
verificación será más rápida para categorías con muchos elementos, dado que tendrá
pocos rasgos definitorios, mientras que las categorías con pocos miembros, al tener más
rasgos definitorios, obtendrán tiempos de reacción más lentos.
Con todo esto parece que el modelo de Smith, Rips, Shoben (1974) da mejor
cuenta de los resultados experimentales que el modelo de Collins y Quilian (1969,
1972). Predice mejor los tiempos de reacción para las afirmaciones verdaderas dando
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La memoria semántica
cuenta de los efectos de tipicidad, predice los resultados encontrados para las
afirmaciones falsas y da cuenta de los errores y de los efectos del tamaño de las
categorías. Sin embargo, McCloskey y Glucksberg (1979) expusieron que el modelo
predice un resultado que no se halla en investigación.
De acuerdo con Smith, Rips, Shoben (1974) los criterios inferior y superior de la
Fase I son variables que el individuo modifica con el objeto de obtener el mayor número
de respuestas en esa fase (más rápidas) intentando tener también el menor número de
errores. Así, por ejemplo, si todas las afirmaciones falsas en un experimento dado tienen
sujetos y predicados poco relacionados, el criterio superior se establecerá bajo para que
todas las afirmaciones con sujeto y predicado relacionados obtengan rápidas respuestas
afirmativas y ser así más eficaz durante la prueba. Por otro lado, si todas las
afirmaciones falsas tienen sujetos y predicados tan relacionados como las afirmaciones
verdaderas, el criterio superior se establecerá tan alto que apenas sea suficiente el
procesamiento de la Fase I. En este caso, según los autores, cuando el criterio superior
es muy alto y se provoca un procesamiento de la Fase II, se producirían muy pocos
errores y el efecto de relación semántica se debería atenuar o incluso desaparecer. Esto
sería así dado que todas las afirmaciones verdaderas, las de alta relación y las de baja
entre sujetos y predicados, obtendrían similares tiempos de reacción al ser procesadas
de la misma manera.
El hecho de que el tamaño del efecto fuera el mismo sugiere que los
participantes usaron el mismo criterio superior en ambas listas y sin embargo, en contra
de la predicción que haría el modelo de Smith, Rips, Shoben (1974), no cometieron un
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La memoria semántica
mayor número de errores en la lista con sujetos y predicados muy relacionados. La tasa
de errores también fue la misma en las dos condiciones experimentales.
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La memoria semántica
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La memoria semántica
Los resultados mostraron una media de 2,68 descriptores visuales frente a 0,35
funcionales para los elementos biológicos y una media de 1,57 descriptores visuales
frente a 1,11 funcionales para los elementos no biológicos. La proporción de
descriptores visuales fue de 7,7 por cada 1 funcional para los elementos biológicos y de
1,4 visual por cada 1 funcional para los elementos no biológicos. De esa manera se
consideró confirmada la hipótesis de que las propiedades visuales son más importantes
para definir los elementos biológicos pero no quedaba claro que las propiedades
funcionales fueran tan importantes para los elementos no biológicos.
Sin embargo, Farah y McClelland (1991) simularon una red en la que los
conceptos biológicos y los no biológicos quedaban representados como combinaciones
de propiedades visuales y funcionales (Figura 5.4). Dicha red recogía la desproporción
de atributos visuales definitorios de los elementos biológicos y la escasa diferencia de
atributos funcionales para los elementos no biológicos y, para los autores, era suficiente
para predecir déficit específico en una u otra categoría.
SISTEMAS SEMÁNTICOS
FUNCIONAL VISUAL
VERBAL VISUAL
Figura 5.4. Esquema del procesamiento distribuido en paralelo de Farah y McClelland (1991).
Como se puede observar en la Figura 5.4 existían dos sistemas de entrada, uno
que se encargaba de la información verbal y otro de la información visual. Una vez que
la red había sido entrenada, ajustando los pesos de los atributos a los elementos, y era
capaz de identificar diez hipotéticos conceptos biológicos y no biológicos, bien fueran
palabras o dibujos, el resultado fue de una media de 16,1 descriptores visuales frente a
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La memoria semántica
2,1 funcionales para los elementos biológicos y de 9,4 descriptores visuales frente a 6,7
funcionales para los elementos no biológicos.
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La memoria semántica
existen correlaciones entre los rasgos y la distribución de los mismos entre las
categorías (Cree y McRae, 2003; Keil, 1987, 1989; Malt y Smith, 1984; McRae, deSa y
Seidenberg, 1997; Rosch, 1973, 1975; Rosch, Mervis, Gray, Johnson y Boyes-Braem,
1976; Vigliocco, Vinson, Lewis y Garrett, 2004; Vinson y Vigliocco, 2002). Esto es así
en la medida en que los rasgos que los participantes suelen responder para los elementos
biológicos están más correlacionados entre sí que los que responden ante elementos no
biológicos. Por ejemplo, los animales de cuatro patas tienen una alta probabilidad de
tener pelo y rabo mientras que tener cuerdas no correlaciona en la misma medida con
ser un instrumento musical.
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La memoria semántica
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La memoria semántica
(1968) cuando afirmó que el sistema necesita tener conocimiento previo para
comprender lo que procesa.
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La memoria semántica
funcionales de los elementos incluidos en ellas las que mejor dan cuenta de la
organización del sistema semántico.
Estos autores sugieren que ciertos mecanismos evolutivos han propiciado que el
ser humano haya desarrollado sistemas especializados y diferenciados para animales y
plantas y, quizá, para ciertas herramientas cruciales para la supervivencia. Así, la
responsabilidad de la organización del sistema semántico recaería en dichos
mecanismos evolutivos, que habrían seleccionado diferentes sistemas para la rápida y
eficaz solución de problemas relativos a la conservación de la especie (Gelman, 1990;
Premack, 1990).
En los últimos años han aparecido trabajos que sugieren que, tanto los modelos
basados en propiedades, como el acercamiento centrado en la especificidad de los
dominios, no acaban de dar respuesta a los patrones complejos de déficit que suelen
presentar los pacientes con daño cerebral. Tratando de aportar solución a este
planteamiento se ha propuesto un modelo de estructura conceptual que se caracteriza
por tener en cuenta la riqueza subyacente al conocimiento semántico del mundo sin
reducirlo al estudio de dos atributos (Garrard, Lambon Ralph, Patterson, Pratt y Hodges,
2005; Harley y Grant, 2004; McRae y Cree, 2002; Randall, Moss, Rodd, Creer y Tyler,
2004; Tyler y Moss, 2001; Tyler, Moss, Durrant-Peatweld y Levy, 2000).
El origen de este nuevo modelo, como señalan Tyler y Moss (2003), se debe a
las aportaciones de un trabajo de revisión publicado por Saffran y Schwartz (1994) en el
que se afirmaba que el conocimiento semántico está distribuido a lo largo de una red de
subsistemas diferentes o dominios de atributos. La cuestión central que proponían era si
los dominios (por ejemplo, seres vivos o artefactos creados por el hombre) o las
categorías (animales o herramientas) están representados explícitamente en el sistema o
si esos dominios y categorías emergen como resultado de una organización distribuida
de sus atributos. Según las autoras, la evidencia a partir de los déficit específicos de
categoría sugieren que el conocimiento está estructurado en almacenes independientes
en función de atributos, y no como almacenes de categorías per se (categorías
biológicas y no biológicas).
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La memoria semántica
RESPIRA OREJAS
METAL MANGO
PATAS ESCUCHA
COME VE
FILO CORTA
RAYAS OJOS
RESPIRA OREJAS
FILO
PATAS ESCUCHA
CORTA
COME OJOS VE
Figura 5.5. Propiedades compartidas (tinta negra) y distintivas (tinta roja) de los conceptos.
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La memoria semántica
tareas en las que se solicite a los participantes acceder a las propiedades distintivas de
los conceptos, como ocurriría, por ejemplo en una tarea de denominación.
Como dos propiedades con alta correlación suelen ser más robustas ante un daño
en el sistema porque se apoyan unas en otras (por mecanismos similares a los de la
propagación de la activación), el modelo es capaz de explicar porqué las propiedades
compartidas de los elementos biológicos tienden a estar preservadas mientras que las
propiedades distintivas no lo están.
Bajo (1988) y Bright, Moss y Tyler (2004) afirman que existen dos tipos de
modelos al respecto. Por un lado, los que defienden la existencia de dos subsistemas
independientes encargados de procesar palabras y dibujos (Beauvois, 1982; Beavuois y
Saillant, 1985; Paivio, 1971, 1986, 1991; Shallice, 1987, 1988; Warrington, 1975;
Warrington y Shallice, 1984). Por otro lado, los que defienden la idea de un solo
sistema semántico capaz de procesar diferentes entradas de información en el sistema,
- 52 -
La memoria semántica
A continuación se exponen los modelos más relevantes desde las dos posturas
teóricas predominantes, para pasar después a comentar algunos de los posicionamientos
híbridos del procesamiento de palabras y de dibujos. En la mayoría de ellos, como
comentaran Mayor y González Marqués (1996), es habitual describir, de una u otra
manera, tres estadios de procesamiento. En una primera etapa se lleva a cabo el análisis
de la información a través de un mecanismo perceptivo (que varía su nomenclatura en
función de los autores). En una segunda etapa intermedia se encuentran los
procesadores centrales, donde se localizan la mayor parte de las diferencias entre los
modelos. En la tercera y última etapa se encuentra un procesador de respuestas que
ejecuta las mismas.
El modelo de codificación dual de Paivio (1971, 1983, 1986, 1991) propone que
existe un sistema que procesa información lingüística y conceptos abstractos y otro
sistema diferente que procesa información visual y conceptos concretos. Así, las
palabras activarían el sistema verbal y los dibujos el sistema visual. La existencia de
ambos mecanismos explicaría el efecto de superioridad de los dibujos en la medida en
que los dibujos obtienen representación en ambos sistemas mientras que las palabras
sólo se representan en el sistema visual cuando son muy concretas o cuando la demanda
hace que deban transformarse en imágenes (Bajo, 1988; Bajo y Cañas, 1991).
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La memoria semántica
PALABRAS IMÁGENES
(entrada visual o auditiva) (entrada visual)
SISTEMA SEMÁNTICO
PARA LAS ENTRADAS
TÁCTILES
OBJETOS
(entrada táctil)
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La memoria semántica
que defienden esta postura, la explicación más sencilla de los hallazgos es que existe
una alteración en las conexiones entre el subsistema visual y el subsistema verbal (en la
afasia óptica).
Otros hallazgos han mostrado que la lectura de palabras es más rápida que la
denominación de dibujos (Potter y Faulconer, 1975; Guenther, Klatzky y Putnam, 1980;
Seifert, 1997). Theios y Amrhein (1989) construyeron un modelo matemático que
pretendía dar cuenta del procesamiento de palabras y dibujos. En él describen un
procesador visual temprano que analiza tanto las palabras como los dibujos que acceden
al sistema. Existen tres subsistemas intermedios que se diferencian entre ellos por los
códigos que utilizan para procesar la información. La información de tipo verbal se
codifica directamente por un subsistema lingüístico que, tras activar el lexicón y como
resultado de dicha activación, produce una transformación grafema-fonema que termina
con la activación del programa articulatorio para producir la respuesta verbal. En este
sentido dicho subsistema no se diferencia demasiado del funcionamiento clásico de los
modelos de doble ruta del lenguaje (Coltheart, Curtis, Atkins y Haller, 1993; Patterson y
Shewell, 1987).
PALABRAS DIBUJOS
- 55 -
La memoria semántica
articulatorio. Este modelo explica por qué se leen las palabras más rápido de lo que se
denominan los dibujos. No obstante, no aporta predicciones acerca del proceso de
categorización.
ANALIZADOR ANALIZADOR
ESPACIAL LINGÜÍSTICO
MECANISMO
DE
TRASLACIÓN
SISTEMA DE SISTEMA DE
DECISIÓN DECISIÓN
ESPACIAL LINGÜÍSTICO
SISTEMA DE SISTEMA DE
RESPUESTA RESPUESTA
ESPACIAL LINGÜÍSTICO
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La memoria semántica
Figura 5.9. Modelo jerárquico del reconocimiento y denominación de objetos (Riddoch y Humphreys, 2001).
- 57 -
La memoria semántica
En último lugar, los autores describen una conexión directa desde el sistema
semántico con la representación del nombre del estímulo, lo que supone que el acceso al
nombre requiere al menos cierto grado de acceso a la información semántica y que éste
no puede realizarse directamente desde la activación de las descripciones estructurales.
- 58 -
La memoria semántica
C) Modelos híbridos.
- 59 -
La memoria semántica
PALABRAS DIBUJOS
PROCESADOR
LINGÜÍSTICO
SUPERFICIAL PROCESADOR
MEMORIA
ICÓNICO
SEMÁNTICA
SUPERFICIAL
LEXICÓN
El concepto La palabra
SISTEMA SISTEMA
SISTEMA EJECUTIVO
EJECUTIVO EJECUTIVO
SEMÁNTICO
GRAFÉMICO FONÉMICO
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La memoria semántica
Categorización Denominación
MEMORIA PROCESADOR
LEXICÓN
SEMÁNTICA FONÉMICO
DIBUJOS PALABRAS
En este modelo los dibujos se procesan por la memoria semántica desde donde
se produce una respuesta si la tarea es categorización o, si la tarea es denominación, con
una activación añadida del lexicón. Las palabras, por otro lado, pasan a un procesador
fonémico a la hora de denominar o, a través del lexicón, llegan a la memoria semántica
donde se produciría una respuesta de categorización (aunque desde el lexicón también
se pueda producir una respuesta de denominación).
- 61 -
II. MARCO
EXPERIMENTAL
Objetivos
6. OBJETIVOS.
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Hipótesis
7. HIPOTESIS.
- 64 -
Hipótesis
mismos conceptos, entonces, los tiempos de reacción de la quinta serie serán menores
que en la primera serie pero mayores que en la cuarta serie.
- 65 -
Diseño
8. DISEÑO.
- 66 -
Diseño
8 GRUPOS
PP PP’ PD PD’ DD DD’ DP DP’
EXPERIMENTALES
- 67 -
Diseño
Por otro lado, la variable intragrupo que se aplica a todos los grupos es:
α: TR.
α 1: TR del ensayo 1 al 40 (serie 1).
α 2: TR del ensayo 41 al 80 (serie 2).
α 3: TR del ensayo 81 al 120 (serie 3).
α 4: TR del ensayo 121 al 160 (serie 4).
α 5: TR del ensayo 161 al 200 (serie 5).
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Diseño
W: CATEGORÍAS SEMÁNTICAS
W1: Animales
W2: Vegetales.
W3: Utensilios.
W4: Prendas de vestir.
Z: TIPICIDAD.
Tomado de Algarabel (1996).
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Materiales
9. PARTICIPANTES.
La muestra estuvo compuesta por 256 participantes (34 varones y 222 mujeres)
con visión normal o, en su caso, corregida por lentes. Todos ellos eran alumnos de la
Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y recibieron una
bonificación en su calificación final de la asignatura Psicología del Pensamiento
(alumnos de 4º curso) o Psicología del Lenguaje (alumnos de 5º curso). El rango de
edad de los participantes fue de 21 años a 39 años, con una media de 23 años y 2 meses
y una desviación típica de 2 años y 5 meses.
10. MATERIALES.
Se utilizaron 96 de los 290 dibujos baremados para población española por Pérez
y Navalón (2003). Los dibujos fueron escogidos atendiendo a que tuvieran los valores
más altos en el porcentaje de acuerdo en la denominación del dibujo (%AC), que la
frecuencia de uso de las palabras (según el LEXESP de Sebastián, Martí, Carreiras y
Cuetos, 2000) quedara controlada por emparejamiento de las listas como se expondrá
más adelante y la tipicidad (TIP) según Algarabel (1996) no tuviera valores extremos.
- 70 -
Materiales
- 71 -
Procedimiento
11. PROCEDIMIENTO.
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Procedimiento
- 73 -
Procedimiento
Los participantes fueron citados en una cabina experimental sin ruidos en la que
se había dispuesto la botonera y el monitor del ordenador de manera que no hubiera
distractores externos. Una vez que el sujeto se había sentado frente al monitor, se le
preguntaba nombre, apellidos y fecha de nacimiento. Una vez cumplimentada la ficha
mediante el teclado del ordenador se iniciaba una presentación que mostraba en la
pantalla las instrucciones:
- 74 -
Procedimiento
Para todos los grupos se configuró el programa para mostrar los estímulos, tanto
en la práctica como en la prueba, durante 500ms. El intervalo entre la desaparición del
estímulo y la aparición del siguiente (si no se daba una respuesta) fue establecido en
otros 500ms., por lo que el tiempo máximo de respuesta era de 1000ms. que empezaban
a contar desde el mismo momento en el que se iniciaba la presentación del estímulo.
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Resultados
12. RESULTADOS
630
620
610
600
590
580
***
570
560
550
Palabras Dibujos
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Resultados
rapidez (592 ms., en verde) que las categorías no biológicas (600 ms., en azul) con una
diferencia de medias estadísticamente significativa (F[1,255]=4,539, p<0,05).
- 77 -
Resultados
630
610
590
570
550
530
510
490
470
Biológicas No Biológicas
Palabras Dibujos
Figura 12.3. Resultados en la serie 1 para la interacción entre modalidad y tipo de categoría.
- 78 -
Resultados
630
610
***
590
***
570 ***
*** ***
550
***
530
***
***
510
***
490
470
Serie 1 Serie 2 Serie 3 Serie 4
Disminución Desv.
N Error Típico F Sig.
Total Media Típica
Palabras 128 -76,8 69,5 6,1
1,064 ,303
Dibujos 128 -85,1 59,7 5,3
Tabla 12.5. Disminución total de los TR en la fase de estudio en función de la modalidad.
- 79 -
Resultados
Por otro lado, los TR de la fase de estudio en función de los dos tipos de
categorías semánticas van disminuyendo progesivamente (F[3,253]=2,835, p<0,05,
Tabla 12.7).
630
610
*
590
570
***
550
n.s.
530
n.s.
510
490
470
Serie 1 Serie 2 Serie 3 Serie 4
- 80 -
Resultados
En la Figura 12.6 se puede observar como el grupo P-P obtiene un mejora global
de 87 ms. (de 623 ms. a 536 ms.) una vez acabada la prueba. Dicha diferencia de medias
es significativa con t(31)=9,990, p<0,001. No obstante, la mejora encontrada entre la
serie 4 y la serie 5 es de 7 ms. (de 544 ms. a 537 ms., con t[31]=1,370, p=1,181) con lo
que parece que está acercándose a la asíntota de aprendizaje.
El grupo P-D muestra una mejora total de 99 ms. (de 618 ms. a 519ms., con
t[31]=9,616, p<0,001). Sin embargo, la mejora encontrada entre la serie 4 y la serie 5 es
de 33 ms. (de 552 ms. a 519 ms.) y dicha diferencia es significativa (t[31]=7,312,
p<0,001). De esta manera, los grupos P-P y P-D se diferencian en la mejora entre la
serie 4 y la serie 5 a favor del grupo al que se le cambia la modalidad de presentación en
la fase de prueba de palabras a dibujos.
- 81 -
Resultados
630
610
590
570
550
530
510
490
470
Serie 1 Serie 2 Serie 3 Serie 4 Serie 5
Figura 12.6. Resultados para los grupos P-P, D-D, P-D y D-P.
El grupo D-D, en la Figura 12.6, muestra una mejora global de 109 ms. (de 592
ms. a 483 ms., con t(31)=12,268, p<0,001). Al igual que ocurre con el grupo P-P, el
grupo D-D, no obtiene mejoría significativa entre la serie 4 y la serie 5 (11 ms., de 495
ms. a 484 ms.) con lo que también parece estar acercándose a la asíntota de aprendizaje
(t[31]=1,754, p=0,089).
Por último, el grupo D-P no muestra mejoría desde la serie 1 hasta la serie 5, en
la medida en que sus TR se diferencian en 15 ms. (de 561 ms. a 546 ms., con
t[31]=1,563, p=0,128). Con respecto a la diferencia entre la serie 4 y la serie 5, cabe
destacar que los participantes enlentencen sus TR 65 ms. (pasando de categorizar en 481
ms. a hacerlo en 546 ms.) y dicho empeoramiento es estadísticamente significativo
(t[31]=-10,611, p<0,001). De esta manera, los grupos D-D y D-P se diferencian en que
los segundos empeoran significativamente su ejecución entre la serie 4 y la serie 5 como
resultado del cambio de modalidad de presentación en la fase de prueba de dibujos a
palabras (Figura 12.6).
- 82 -
Resultados
Para estudiar los efectos del cambio de concepto de los estímulos en la fase de
prueba se analizaron, de nuevo, los datos de los grupos control (P-P y D-D) y los grupos
experimentales que categorizan en la serie 5 estímulos en la misma modalidad pero que
hacen referencia a otros conceptos (Palabras-Palabras Diferentes, P-P’, y Dibujos-
Dibujos Diferentes, D-D’). En la Tabla 12.9 se muestran los TR medios de la fase de
prueba para dichos grupos y las diferencias de estos TR con los obtenidos en la serie 1 y
en la serie 4.
En la Figura 12.7 se pueden observar los resultados del grupo P-P comentados
antes. Por otro lado, el grupo P-P’ muestra una mejora total de 57 ms. (de 609 ms. a
552ms., con t[31]=3,999, p<0,001). A su vez, se muestra un enlentecimiento de la serie
4 a la serie 5 de 25 ms. (de 527 ms. a 552 ms.) y dicha diferencia es significativa
(t[31]=-3,334, p<0,05). De esta manera, los grupos P-P y P-P’ se diferencian en que el
segundo empeora significativamente en la serie 5 con motivo del cambio de concepto de
los estímulos que categoriza.
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Resultados
630
610
590
570
550
530
510
490
470
Serie 1 Serie 2 Serie 3 Serie 4 Serie 5
Figura 12.7. Resultados para los grupos P-P, D-D, P-P’ y D-D’.
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Resultados
630
610
590
570
550
530
510
490
470
Serie 1 Serie 2 Serie 3 Serie 4 Serie 5
Figura 12.8. Resultados para los grupos P-P, P-D, P-P’ y P-D’.
En la Figura 12.9 se pueden observar todos los resultados anteriores junto a los
del grupo D-P’ (línea verde). Este grupo muestra un empeoramiento con respecto al de
la serie 1 de 12 ms. (de 568 ms. iniciales a 580 ms., con t[31]=-1,223, p=0,230). De esta
manera, el hecho de categorizar cuatro series de cuarenta dibujos y posteriormente
categorizar una serie de cuarenta palabras diferentes, produce unos TR finales similares
a los que obtuvieron los participantes antes de empezar a entrenar. En la misma medida,
se muestra un enlentecimiento significativo entre la serie 4 a la serie 5 de 92 ms. (de 488
- 85 -
Resultados
630
610
590
570
550
530
510
490
470
Serie 1 Serie 2 Serie 3 Serie 4 Serie 5
Figura 12.9. Resultados para los grupos D-D, D-P, D-D’ y D-P’.
Para terminar, solo cabe destacar que no se encuentran diferencias entre las
categorías biológicas y las no biológicas en la fase de prueba (F[1,255]=1,070,
p=0,302), así como tampoco se encuentran en la interacción de éstas con los diferentes
grupos (F[7,248]=1,712, p=0,107). Con ello, la ausencia de diferencias en la serie 4
comentada con anterioridad se mantiene en la serie 5 (Tabla 12.12).
- 86 -
Discusión
13. DISCUSIÓN.
FASE DE ESTUDIO
(DE LA SERIE 1 A LA SERIE 4)
TR SERIE 1 > TR SERIE 2 > TR SERIE 3 > TR SERIE 4
TR BIOLÓGICOS = TR NO BIOLÓGICOS
(a partir de la serie 3)
FASE DE PRUEBA
(SERIE 5)
TR BIOLÓGICOS = TR NO BIOLÓGICOS
(con independencia de cambio o no de la modalidad y/o los conceptos a categorizar)
- 87 -
Discusión
- 88 -
Discusión
Este hecho es conocido desde que Paivio (1971, 1986) describiera, en su modelo
de codificación dual, que existen dos sistemas de procesamiento: uno encargado de la
información lingüística y los conceptos abstractos y otro de la información visual y los
conceptos concretos. Así, describió cómo el efecto de superioridad de los dibujos se
producía porque los dibujos tienen representación en ambos sistemas mientras que las
palabras sólo en uno (salvo si son muy concretas; Bajo, 1988; Bajo y Cañas, 1991). Los
resultados de este estudio coniciden con estas ideas en la medida en que la modalidad de
presentación de estímulos influye en la categorización semántica, observándose TR
menores al clasificar dibujos que al clasificar palabras.
- 89 -
Discusión
una respuesta no verbal consumiría más tiempo de procesamiento que la de los dibujos
debido a la entrada en acción de un mecanismo de traslación que consumiría tiempo de
procesamiento (Figura 5.8, p. 56). Por otro lado, los modelos de Glaser y Glaser (1989)
y de Biggs y Marmurek (1990) comparten la idea, también defendida por De Houwer y
Randel (2004), de que los dibujos no requieren procesamiento léxico, grafémico ni
fonémico, por lo que son categorizados directamente por la memoria semántica
reduciendo así dicho tiempo (Figura 5.11, p. 60 y Figura 5.12, p. 61).
No obstante, otros trabajos han hallado cómo la lectura de palabras muestra unos
TR menores que la denominación de dibujos. Así, Theios y Amrhein (1989), y después
Mayor y González Marqués (1996), describen en sendos modelos cómo la
denominación de los dibujos requiere del procesamiento añadido de un sistema
procesador gráfico (o procesador icónico superficial), que consume tiempo de
procesamiento (Figura 5.7, p. 55 y Figura 5.10, p. 60). Para Virzi y Egeth (1985), el
mecanismo de traslación es el responsable de la aparición de dicho efecto, en la medida
en que la denominación de dibujos requeriría un cambio, de visual a verbal, que
supondría añadir tiempo de procesamiento. En este caso, los modelos de Glaser y Glaser
(1989) y de Biggs y Marmurek (1990) también comparten la idea de que la
denominación de dibujos obtiene TR superiores a la de palabras dada la elaboración
léxica necesaria para ello y a que, en alguna medida, la lectura de palabras se puede
realizar sin intervención de la memora semántica.
- 90 -
Discusión
Sin embargo, los resultados muestran cómo aquellos participantes que entrenan
categorizando palabras no obtienen TR mayores al cambiar a categorizar dibujos, sino
menores.
- 91 -
Discusión
Con ello, las diferencias encontradas a favor de los dibujos pueden explicarse,
bien desde el procesamiento perceptivo de los estímulos, bien desde el acceso a su
contenido semántico o desde el proceso de decisión de a qué categoría pertenece. Si
asumimos que el contenido de la memoria semántica es único e independiente de la
modalidad del estímulo, entonces, el mecanismo de decisión acerca de la categoría
apropiada sería similar para las palabras y los dibujos y las diferencias se deberían, o al
procesamiento perceptivo, o al acceso a la memoria semántica. Glaser y Glaser (1989) y
Biggs y Marmurek (1990) defienden que las palabras, al requerir procesamiento de tipo
léxico, acceden más tarde al almacén y eso produce las diferencias en el procesamiento
entre ambas modalidades.
Podría pensarse que esta postura no explica que el rendimiento del grupo que
categoriza palabras en la fase de prueba, habiendo entrenado con dibujos que hacen
referencia los mismos conceptos, sea similar al de los primeros ensayos de la fase de
estudio, dado que dichos conceptos deberían estar, al menos, facilitados
- 92 -
Discusión
En efecto, se observa que los TR de la fase de prueba son menores que los
encontrados al empezar a entrenar pero mayores que los encontrados una vez adquirida
la destreza. Si suponemos que el descenso de los TR durante la fase de estudio está
relacionado con el aprendizaje procedimental de la tarea y la existencia de priming de
repetición que, para estos grupos, desaparece al cambiar de conceptos a categorizar,
entonces, i) los TR son menores que al inicio de la tarea porque se ha
procedimentalizado la destreza y, ii) los TR son mayores que al haberla entrenado por la
eliminación de dicho priming de repetición. En la medida en que, para los dos grupos
experimentales (Pal-PalDif y Dib-DibDif) el efecto es paralelo, dichos fenómenos
parecen afectar de la misma manera con independencia de la modalidad de
presentación, reflejando en alguna medida que los mecanismos de aprendizaje
procedimental y priming subyacentes son los mismos
Al analizar los resultados de los grupos a los que se les cambia la modalidad de
presentación y los conceptos a categorizar se encuentra, de nuevo, cómo la
categorización de dibujos es más rápida con independencia de la dirección de los
cambios. Por un lado, el grupo que entrena con palabras, y durante la fase de prueba
categoriza dibujos que hacen referencia a conceptos diferentes, se beneficia del cambio.
- 93 -
Discusión
Esto ocurre porque en este grupo (Pal-DibDif) se elimina el procesamiento léxico de las
palabras, se conserva la procedimentalización de la destreza visomotora y los dibujos,
per se, son categorizados más rápido. Por otro lado, el grupo que entrena con dibujos y
durante la fase de prueba categoriza palabras que hacen referencia a conceptos
diferentes (Dib-PalDif) obtiene TR similares a los que obtuvo al principio de la prueba.
Esto se debe a la necesidad de incluir un procesamiento léxico de las palabras que antes
no se realizaba y consume tiempo de procesamiento, amén de la supresión del efecto de
priming de repetición.
Con ello, puede decirse que, en general, los dibujos son categorizados más
rápido que las palabras incluso cuando, i) la categorización de los dibujos no ha sido
entrenada y la de las palabras sí y, ii) la categorización se realiza sobre estímulos
novedosos en la tarea. En la Figura 13.1, similar a la Figura 12.8 (p. 85), se muestran los
resultados en la fase de prueba para los grupos que entrenan categorizando dibujos junto
a la explicación teorica de los hallazgos.
Figura 13.1. Explicación de los resultados de los grupos que entrenan con dibujos.
- 94 -
Discusión
Por otro lado, aunque los grupos que entrenan categorizando palabras no
obtienen TR estadísticamente diferentes en la fase de prueba, se observa que la
explicación anterior también da cuenta de los resultados. En la Figura 13.2 se muestran
los resultados en la fase de prueba para los grupos que entrenan categorizando palabras.
Figura 13.2. Explicación de los resultados de los grupos que entrenan con palabras.
- 95 -
Discusión
El modelo OUCH (Caramazza, Hillis, Rapp y Romani, 1990) supone que los
estímulos de categorías semánticas tienen propiedades muy correlacionadas y, por ende,
están representadas de una manera más densa en el sistema semántico (Cree y McRae,
2003; McRae, deSa y Seidenberg, 1997; Vigliocco, Vinson, Lewis y Garrett, 2004;
Vinson y Vigliocco, 2002). Esta idea aparece también en el modelo de estructura
conceptual (Figura 5.5, p. 51) en la medida en que los autores también defienden que
los conceptos biológicos tienen más propiedades compartidas frente a los conceptos no
biológicos (Randall, Moss, Rodd, Creer y Tyler, 2004; Tyler y Moss, 2001; Tyler,
- 96 -
Discusión
Moss, Durrant-Peatweld y Levy, 2000). En ambos casos, los modelos predicen los
resultados en la medida en que los estímulos de categorías biológicas serían procesados
más rápido por la distribución particular de sus propiedades en el sistema semántico.
Los resultados de este trabajo son también compatibles con los hallazgos de
Pilgrim, Moss y Tyler (2005) dado que, en una tarea de categorización como ésta, se
solicita a los participantes procesar propiedades compartidas frente a distintivas.
Randall, Moss, Rodd, Creer y Tyler (2004) opinan que, de solicitar el procesamiento de
propiedades distintivas, como se hace en tareas de denominación, probablemente no se
encuentre dicho efecto a favor de la categoría biológica.
Los resultados muestran, por otro lado, un efecto relacionado con el aprendizaje
procedimental que merece la pena analizar en profundidad. La séptima hipótesis
afirmaba:
- 97 -
Discusión
El hecho de que tampoco se hayan mostrado diferencias entre los dos tipos de
categorías semánticas en las fases de prueba de ninguno de los grupos a los que se les
cambió el material resulta también relevante. Podría explicarse la ausencia de
diferencias entre los dos tipos de categorías en los grupos a los que se les cambia sólo la
modalidad de los estímulos (conservando los conceptos) por la aparición de efectos de
facilitación, de manera que, independientemente de la modalidad, habría una mayor
habilidad para clasificarlos por la previa exposición a esos mismos conceptos. Sin
embargo, no aparecen diferencias entre los dos tipos de categorías semánticas en las
fases de prueba de los grupos a los que se les cambia de conceptos (conservando o no la
modalidad), hecho que corrobora que, tras cierta práctica, el procesamiento de estímulos
de ambas categorías es similar.
- 98 -
Discusión
Algunos autores han puesto en duda la independencia entre los mecanismos que
producen el priming y los que se ejecutan durante el aprendizaje procedimental (Brown
y Mitchell, 1994; Mitchell, 1989; Shimamura, 1986). Sin embargo, Schwartz y
Hashtroudi (1991) afirmaron que el el aprendizaje procedimental se caracteriza por
extraer regularidades de los aspectos invariables de la tarea. El priming, por otro lado,
está menos afectado por el perfeccionamiento que aporta la práctica y depende más de
las características específicas de los estímulos (Schwartz y Hashtroudi, 1991).
- 99 -
Discusión
del estímulo particular (Clegg, 2005; Knee, Thomason, Ashe y Willingham, 2007;
Ziessler, 1994, 1998; Ziessler y Nattkemper, 2001). Así, el hecho de mantener
invariables algunas regularidades durante la tarea favorece la expresión del aprendizaje.
En este caso, por ejemplo, se mantuvieron constantes los tiempos de presentación, la
botonera y su correspondencia visomotora, la configuración de los estímulos en el
monitor o el formato de la respuesta. Por otro lado, la aparición de efectos de
facilitación de tipo priming depende más de la conservación o no del material procesado
entre las fases tal y como Schacter, Dobbins y Schnyer (2004) afirmaron con respecto a
los tres tipos de especificidad de los efectos de facilitación (del estímulo, de la
asociación y de la respuesta).
- 100 -
Conclusiones
14. CONCLUSIONES.
- 101 -
Conclusiones
Por último:
- 102 -
III. REFERENCIAS
Y ANEXOS
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16. ANEXOS.
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