Claves para El Discernimiento PDF
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PARA EL
DISCERNIMIENTO
P. Carlos Triana CJM
CONTENIDO
1. ¿QUE ES EL DISCERNIMIENTO?
2. CLASE DE DISCERNIMIENTO
5. ¿QUÉ NO ES EL DISCERNIMIENTO?
10. CONCLUSION
INTRODUCCION
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El discernimiento no es tarea de una persona o de un grupo de selectos, el
discernimiento es un trabajo de toda la comunidad cristiana. El cristianismo es
un continuo discernimiento. En la vida cristiana el discernimiento debiera ser
una actitud básica y hasta particularmente característica. Lo específicamente
cristiano es saber vivir en permanente discernimiento, porque se parte de la
convicción de que Dios quiere y puede comunicarse personalmente a los
hombres y mujeres, no sólo a través de mediaciones generales expresadas en
la ley natural o en la ley positiva, sino a través de otros medios.
Jesús dio su Espíritu a los discípulos para que lo escuchasen: “El les recordará
todo lo que les he dicho y los llevará a la verdad plena” (Jn 14, 26; 16, 13).
Por tanto la vida cristiana no se desarrolla bajo la guía de un código moral o
de un conjunto de dogmas, o por medio de un grupo de formulismos o un
cuerpo de ritos, sino bajo la guía del Espíritu Santo que nos hace pertenecer a
Cristo: “El que no tenga el Espíritu de Cristo no le pertenece” (Ro 8, 9), y nos
hace descubrir la Voluntad de Dios: “nadie conoce lo íntimo de Dios sino el
Espíritu de Dios” (1 Cor 2,11). El discernimiento es pues una obra del Espíritu
en la Iglesia y en el creyente. El Espíritu revela la voluntad de Dios en el
corazón de la Iglesia y de cada individuo.
En 1 Tes 5, 19, Pablo nos dice que la vida cristiana es "discernir lo que es
mejor y quedarse con ello". Esto es lo que verdaderamente corresponde a un
comportamiento de hijos: saber lo que se debe hacer en cada situación
concreta, individual, personal, para agradar más al Padre.
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10). El cumplió esa voluntad hasta el extremo (Cfr. Heb 5, 5-10). De la misma
manera el seguidor de Jesucristo no se contenta con decir “Señor, Señor”, sino
que debe hacer la voluntad de Dios (Mt 7, 21)
Va para ti,
Que tienes ojos brillantes
Porque miras hacia dentro
1. QUE ES EL DISCERNIMIENTO
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quiere de cada cristiano aquí y ahora. Por eso los cristianos tienen que
reconocerse como los conducidos por el Espíritu, los templos donde habita el
Espíritu que los impulsa en su vida, y por tanto no contentarse con cumplir lo
mandado, sino buscar la Voluntad de Dios sobre su propia vida y la de su
comunidad.
Para entender que todo el pueblo de Dios debe discernir, hay que partir de la
convicción de que existe el influjo del Espíritu Santo en las almas de los fieles
- y no sólo en los constituidos en autoridad. Karl Rahner a este propósito nos
ilustra:
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El discernimiento es pues búsqueda de luz, una exploración del querer de
Dios... que se hace con la gracia del Espíritu Santo, en Iglesia. El
discernimiento es un conocimiento que infunde directamente el Espíritu Santo
en el alma del creyente. Esta luz ilumina de tal modo la inteligencia que se ve
con claridad lo que viene de Dios y lo que no. Este conocimiento es como una
luz interior, como una especie de sentido o gusto espiritual que permite captar
lo que es auténtico de Dios. Esta captación se realiza a través de mociones del
corazón. Se trata específicamente de intuiciones, mociones, movimientos
interiores que vienen de la Gracia.
2. CLASE DE DISCERNIMIENTO
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predicación de los apóstoles y son de creencia obligatoria para todos los fieles.
Las revelaciones privadas (o particulares) son hechas usualmente a los santos,
y la Iglesia no obliga creerlas, incluso cuando las apruebe.
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por tanto nuestra salvación, perfección, reposo y soberano bien
consisten en hacer siempre y en todas partes
la Voluntad de Dios”
- San Juan Eudes -
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• la oración profunda, sincera y frecuente,
• la consulta a personas experimentadas y la dirección espiritual asidua,
hoy mejor llamada acompañamiento Espiritual,
• el examen de las propias inclinaciones,
• la Revisión de vida personal y comunitaria,
• los Retiros y ejercicios espirituales,
• las reflexiones y estudios comunitarios,
• El silencio fecundo y la meditación espiritual
5. QUÉ NO ES EL DISCERNIMIENTO
• No es un debate
• No es un estudio teológico
• No es una polémica sociológica
• No es una teoría
• No es una suposición
• No es un razonamiento
• No es un medio para defender e imponer mis intereses afectivos o
ideológicos
• No es descubrir lo que Dios pide a la comunidad o persona
manipulándolas, dominándolas o imponiéndose sobre ellas
• No es una disquisición teórica sobre lo más conveniente
• No es una argumentación, recurriendo a autoridades teológicas, para
tomar una decisión
• No es una investigación puramente racional
• No es una técnica o método
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(Ap 2-3)
1. San Pablo nos enseña el arte de discernir: “Los exhorto, pues, hermanos,
por la misericordia de Dios, a que ofrezcan sus vidas como una víctima viva,
santa, agradable a Dios: tal será su culto espiritual. Y no se acomoden al
mundo presente, antes bien, transfórmense mediante la renovación de su
mente, de forma que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno,
lo agradable, lo perfecto (Ro 12, 1-2)
Pablo nos pide que para discernir la voluntad de Dios nos consagremos
enteramente a él y llevemos una vida agradable a Dios, alejada de los criterios
del mundo.
2. “El manjar sólido es de adultos, de aquellos que, por costumbre, tienen los
sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebr 5, 11-14)
Para discernir se nos pide ser adultos en la fe. El adulto es el distanciado del
mundo de tal manera que ha llegado a una gran madurez espiritual que le da
una gran sensibilidad para percibir los caminos del Espíritu.
3. “Lo que pido en mi oración es que su amor siga creciendo cada vez más en
conocimiento perfecto y en sensibilidad con que puedan discernir lo mejor,
para ser puros sin tacha para el día de Cristo” (Fil 1, 9-10)
Para discernir Pablo nos pide amor. En quien madura el amor, en quien crece
en amor, crece la capacidad de discernimiento. El discernimiento se convierte
en fruto del amor. Los que aman ven diferente, ven más allá, ven los caminos
de Dios. El amor da nuevos ojos, nuevos lentes. El que ama ve como Dios.
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apreciación de las cosas, de las palabras, de las circunstancias, de las personas
hasta llegar a determinadas certezas de carácter moral, no científico
7. El que discierne tiene que partir de la fe y orar. Debe creer que Dios actúa
en la comunidad y en las personas, que Dios tiene un plan con la comunidad y
con las personas y que ese plan es expresión de su Voluntad salvífica. Tiene
que creer que Dios comunica su Voluntad y se deja conocer. Debe tener
también una fe profunda en la mediación de los hermanos.
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esclavo (Ro 8, 14-15; Gal 4, 6-7), con una total confianza en el Padre que
quiere lo bueno para todos.
11. Como al discernir se busca descubrir “lo que agrada a Dios” (Ro 12,2), se
requiere un espíritu abierto a lo nuevo, a lo imprevisible, un espíritu dispuesto
a dejarse desbordar por este Alguien que es Dios, al estilo de Jesús: “Padre,
que no sea lo que yo quiero sino lo que quieras tú” (Mc 14, 16)
Para discernir hay que descentrarse. Saber que el centro no es uno mismo sino
la Voluntad de Dios. Por eso el discernimiento tiene que estar guiado no por lo
que a mí me gusta o por lo que a mí me parece, sino por lo que Dios quiere y a
él gusta.
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es que su amor siga creciendo cada vez más
en conocimiento perfecto y en sensibilidad
conque puedan discernir lo mejor,
para ser puros sin tacha para el Día de Cristo
- Fil 1, 9-10 -
No hay "reglas" exactas para discernir, puesto que "el Espíritu sopla donde
quiere" (Jn 3,8) trascendiendo los cálculos de la lógica humana. Sin embargo,
las siguientes pistas pueden ser claves para discernir:
4. Todo lo que libere más y más a las personas y comunidades está en la línea
de la Voluntad de Dios.
5. Todo lo que produzca más apertura en los demás, en las personas y en las
comunidades también es Voluntad de Dios
7. Todo lo que produzca los frutos del Espíritu (paz profunda, libertad interior,
entrega los demás, amor, gozo, afabilidad, bondad.... Cfr Gal 5) es conforme al
querer de Dios
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8. Cuando se trata de revelaciones personales, es necesario conocer a la
persona a la que se le dio el supuesto mensaje: conocer cuales son las
cualidades y defectos naturales; si la persona es sincera o es capaz de
falsedades, si es persona equilibrada, con una sana imaginación o una
imaginación enfermiza.
10. La luz y la acción del Espíritu van por el camino de la oración, caridad,
sacrificio, humildad, esperanza. En la vida espiritual (personal y comunitaria)
los santos han dado gran importancia a la serenidad, la "paz" o el "gozo" del
corazón, que sólo Cristo puede comunicar como un don del Espíritu Santo (Jn
14,27; 15,11; 16,22-24; 17,13).
1. La acción de Dios se discierne por la paz que ofrece. Por este sello, por la
unción de paz se distingue la alegría auténtica, dada por el Señor, de las
alegrías ilusorias.
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4. El discernimiento es normalmente comunitario. Debe ser ejercido en el seno
de cada comunidad. La autoridad establecida, del obispo o del Papa, es el más
alto recurso y la garantía que el Señor nos da al respecto.
Más vale a veces una cierta exuberancia de la vida y del carisma que el final
lamentable de la higuera estéril que tuvo que ser desechada. Una de las
grandes reglas del discernimiento consiste en lo siguiente: no extingan el
Espíritu, no extingan los carismas, puesto que los carismas se rectifican desde
el interior, y a veces de manera sorprendente.
Al discernir, pregúntate
1. ¿Es algo justo? 1 Jn 5,17 "Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no
de muerte".
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6. ¿Es algo dudoso? Ro 14,23 "Pero el que duda sobre lo que come, es
condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es
pecado".
9. ¿El Señor Jesucristo lo haría? 1 Pe 2,21 "Pues para esto fuisteis llamados;
porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que
sigáis sus pisadas". Ro 8,29 "Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que
él sea el primogénito entre muchos hermanos".
12. ¿Espero que alguien me exalte? Gal 5,26 "No nos hagamos
vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros".
13. ¿Es algo edificante? 1 Cor 14,26 "¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os
reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene
revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación".
14. ¿Estoy siendo egoísta? Fil 2,3-4 "Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual
también por lo de los otros".
15. ¿Estoy negando la carne? Lc 14,26 "Si alguno viene a mí, y no aborrece
a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también
su propia vida, no puede ser mi discípulo. Si alguno viene a mí, y no aborrece
a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también
su propia vida, no puede ser mi discípulo".
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16. ¿Estoy poniendo a Cristo primero? Col. 1,18 "Y él es la cabeza del
cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia".
17. ¿Es conveniente? 1 Cor. 10,23 "Todo me es lícito, pero no todo conviene;
todo me es lícito, pero no todo edifica".
18. ¿Traerá gloria a Dios? 1 Cor. 10,31 "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis
otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. Si, pues, coméis o bebéis, o
hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios".
20. ¿Tengo que esconderme de alguien? 2 Cor. 4,2 "Antes bien renunciamos
a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de
Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda
conciencia humana delante de Dios".
21. ¿Puede esto dañar el Templo de Dios? 1 Cor. 3,17 "Si alguno destruyere
el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois
vosotros, santo es". 1 Cor. 6,19 "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois
vuestros?".
24. ¿Podré seguir haciéndolo? Col 3, 23 "Y todo lo que hagáis, hacedlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres". Ecl 9,10 Todo lo que te
viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol,
adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría".
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25. ¿He orado acerca de esto? Sal 66, 18 "Si en mi corazón hubiese yo
mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado". Fil 4, 6 "Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego con acción de gracias".
26. ¿Me gustaría estar haciendo esto cuando Cristo viniera? 1 Jn 2, 28: “Y
ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos
confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados".
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Que la Santísima virgen su Madre y todos los santos han caminado por el
mismo camino.
Esta Voluntad divina se manifiesta por varios medios: “El único medio de
agradar a Dios es no tener otra voluntad que la suya, esforzándose por
borrar la propia voluntad. La Voluntad de Dios se manifiesta por medio de
sus mandamiento, por los mandamientos de la Iglesia, por sus reglas y por la
voz de los superiores” (OC V, 298-299). “La divina Voluntad se manifestó a
María por medio de los mandamientos, de la ley de Moisés, y por medio de
sus padres y superiores, en quienes ella miraba y honraba a Dios, y cuya voz
obedecía como la voz de Dios” (OC V, 453). “La adorable Voluntad de Dios
se nos manifiesta por medio de sus divinos mandamientos, por las leyes de la
Iglesia, por las reglas de nuestra profesión y por todas las personas que
ocupan su lugar” (OC V, 535). La divina voluntad se manifiesta por medio del
Líder de la Comunidad (OC IX, 238).
Dios nos habla continuamente por sus inspiraciones, por medio de los libros
que leemos, por sus divinos mandamientos, por la boca de nuestros superiores
y predicadores, y por medio de todas las criaturas que son otras tantas
lenguas que nos gritan sin cesar que amemos a su creador y al nuestro. El
cielo y la tierra, dice san Agustín, y todas las cosas del cielo y de la tierra, no
cesan de decirme que ame a mi Dios.
Escucha pues a Dios que nos habla de tantas maneras, obedece su voz y haz
buen uso de lo que te comunica” (OC V, 279). “La divina Voluntad se nos
manifiesta a través de los acontecimientos, mandamientos de Dios y de la
Iglesia, deberes, obligaciones y reglas de nuestro estado o condición” (OC
IX, 130-131)
Como cristianos, existimos para hacer la Voluntad de Dios
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cristianas y ejemplar de todas, la divina Voluntad era su superiora… lo
mismo debe suceder en una comunidad cristiana” (OC IX, 62).
Jesús hace siempre y en todo la Voluntad de Dios: “La sumisión continua que
debemos tener al santo querer de Dios es la virtud más universal y de
ocurrencia más habitual, pues en toda hora se presenta la ocasión de
renunciar a nuestro propia voluntad para acatar la de Dios.
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de su espíritu porque en todo descubría siempre la amabilísima Voluntad del
Padre.
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“María no tuvo otra Voluntad que la de Dios. Nosotros debemos tratar de
imitarla si deseamos ser del número de sus verdaderos hijos. Para ello,
trabajemos en primer lugar por hacer la guerra a nuestra propia voluntad,
para destruirla y anonadarla tanto como nos sea posible, mirándola y
tratándola como nuestra enemiga mortal, como la única fuente del pecado y
como la sola causa de todas las miserias y desgracias.
10. CONCLUSION
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cristianos gregarios, poco responsables, rutinarios, amorfos..., que viven una
religión de obediencia pueril.
En esta tarea del discernimiento tenemos, en fin, que hacer tres cosas
fundamentales:
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Grandes son las obras del Señor
Buscadas por los que las aman.
Oremos
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Envíala desde los santos cielos,
Para que nos asista en nuestros trabajos,
Y conozcamos lo que te agrada.
Señor Jesús, que has dicho bajé del cielo no para hacer mi voluntad sino la del
Padre que me envió, Y también: Todo el que cumple la Voluntad el Padre es
mi hermano, mi hermana y mi Madre;
Concédenos que, siguiéndote en todo,
Renunciemos a nuestras miras humanas,
Y con decisión cumplamos los designios del que es tu Padre y nuestro Padre.
Amén
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