Planeacion 4 Semana Julio
Planeacion 4 Semana Julio
Planeacion 4 Semana Julio
FECHA:
Calle 19 # 28 – 94 - CASETA
LUGAR: JULIO SEMANA 4
comunal triunfo
24,25,26
NOMBRE DE LA EXPERIENCIA “APRENDER JUGANDO”
Conseguir que los niños/as descubran su cuerpo a través de los
sentidos trabajando toda una serie de actividades manipulativas,
INTENCIONALIDAD sensoriales y experienciales”
PEDAGÓGICA /FORMATIVA:
HABÍA UNA VEZ UN PAÍS MUY LEJANO QUE TENÍA UNOS HABITANTES UN POCO ESPECIALES…
2. EN EL PUEBLO DE LOS OJOS, VIVÍAN MUCHOS OJOS QUE TODO LO MIRABAN: EL SOL, LAS
NUBES, LOS ANIMALES, LAS PLANTAS… PERO NO PODÍAN HACER NADA SOLO MIRAR.
4. TAMBIÉN ESTABA EL PUEBLO DE LAS NARICES, CON NARICES DE TODOS LOS TAMAÑOS, MÁS
GRANDES, MÁS PEQUEÑAS, QUE ESTABAN TODO EL DÍA OLIENDO: PERFUMES, LA LEÑA
QUEMADA, LA FRUTA Y LAS COMIDAS…PERO NO PODÍAN HACER NADA MÁS, SÓLO OLER.
5. Y COMO NO, UN POQUITO MÁS LEJOS, EL PUEBLO DE LAS BOCAS, LAS TENÍAN DE TODAS LAS
FORMAS POSIBLES: GRUESAS, FINAS, QUE HABLABAN, REÍAN, CANTABAN, LLAMABAN, COMÍAN,
MASTICABAN…PERO NO PODÍAN HACER NADA MÁS.
6. EL PUEBLO DE LAS MANOS, LAS HABÍA LARGAS, CORTAS, CON UÑAS MORDIDAS, CON UÑAS
PINTADAS Y SE DEDICABAN A TOCARLO TODO: LA TIERRA MOJADA, LAS PIEDRAS ÁSPERAS, EL
AGUA FRIA… Y ADEMÁS APLAUDÍAN, SE CHOCABAN ENTRE ELLAS, SALUDABAN… PERO NO
PODÍAN HACER NADA MÁS.
7. Y ASÍ PASABAN LOS DÍAS EN ESTOS PUEBLOS: LOS OJOS MIRANDO, LAS OREJAS ESCUCHANDO,
LAS MANOS TOCANDO, LAS NARICES OLIENDO Y LAS BOCAS PROBANDO, PERO EN EL FONDO
ESTABAN MUY ABURRIDOS.
9. SE REUNIERON Y LOS OJOS FUERON BUSCANDO UNAS OREJAS, DESPUÉS UNA BOCA Y UNA
NARIZ Y POR ÚLTIMO UNAS MANOS Y ASÍ, SE DIERON CUENTA QUE PODÍAN HACER MUCHAS
COSAS.
10. AHORA PODÍAN MIRAR, ESCUCHAR, OLER, HABLAR, TOCAR Y PROBAR, AHORA TODO ERA
MUCHO MÁS DIVERTIDO.
11. Y DESDE AQUEL DÍA YA NO ERA EL PAÍS DE LOS CINCO SENTIDOS, SE CONVIRTIÓ EN EL PAÍS DE
MUCHOS NIÑOS Y NIÑAS QUE BAILABAN Y CANTABAN, ERAN MUY AMIGOS Y SE DIVERTÍAN A LAS
MIL MARAVILLAS.
Los sentidos, para tu hijo, son la base fundamental para conocer el mundo fuera del vientre
materno, el tacto es el primero de ellos que tu bebé desarrolla, pues a través de este, al
momento de nacer, establece contacto contigo y con el mundo. Los estudios científicos
indican que desde la semana 7, el niño en gestación tiene sensibilidad táctil; a las 14
semanas puede mostrar reacciones al dolor, y desde la semana 16, las manos entran en
desarrollo.
En cuanto a la visión, algunos médicos dicen que los bebés recién nacidos ven en blanco y
negro, más o menos, hasta los cuatro meses de edad; otros indican que ven en colores desde
que nacen. Lo cierto es que ven ‘bultos’, pero tienen la capacidad de reconocerte.
Para estimular el oído, hablarle a tu hijo favorece su desarrollo neuronal y emocional; en
ese sentido, contribuye de modo definitivo a estrechar los vínculos afectivos entre tú y él.
Sin embargo, el gusto, que genera en tu hijo el sabor de los alimentos, el primer contacto lo
tiene con la leche materna, que cambia su composición, según su naturalidad y al consumo
de alimentos que tú ingieras. Ciertos expertos coinciden en que el primer sabor que percibe
el niño es el dulce.
El olfato, es quizá el sentido al que menos importancia se le da, pero se ha demostrado que
es más fuerte al nacer, pues a través de este, el bebé puede reconocer a la madre y formar el
primer vínculo afectivo.
Todos unidos brindarán a tu hijo, al nacer, los medios para explorar su entorno y entender
el mundo.
Gusto
Este sentido se desarrolla desde que el bebé se encuentra en el vientre, pues allí ya se forma
la lengua, la boca y sus pequeñas papilas gustativas.
Para el doctor Norberto Salamanca León, médico pediatra de la Clínica del Country, “al
inicio de la lactancia los niños no discriminan, en ese momento, ningún sabor específico, y
la leche materna inicialmente es un calostro, una leche aguada.
La nutricionista Clara Rojas opina que el niño empieza a recibir experiencias gustativas a
través de los alimentos que consume la madre, por medio de la lactancia, y señala que
“cuando el niño se alimenta con fórmulas, que son más dulces, el niño tiene más dificultad
para recibir alimentos como frutas y verduras en el futuro, que un niño que ha sido
alimentado con leche materna de una mamá que ha consumido estos alimentos”.
Oído
El oído es el órgano a través del cual es posible escuchar todo lo que sucede en el mundo.
Patricia Ferreira, directora de la Fundación para el Niño Sordo (ICAL), indica en la guía de
detección temprana de pérdidas auditivas basada en el comportamiento, que si este órgano
“no funciona adecuadamente, la persona corre el riesgo de no desarrollar bien el lenguaje
oral con el cual nos comunicarnos, aprendemos, socializamos y nos relacionamos”. De allí
que sea tan importante que padres y cuidadores identifiquen posibles deficiencias auditivas
en los niños, para que con detección e identificación temprana sea posible dar tratamiento
oportuno a los niños.
La voz de la madre
Así que la experta asegura que para hacerlo pueden contarle cómo están ese día, qué planes
tienen y siempre decirles que los aman y justo cuando les expresen su afecto pueden
simultáneamente acariciar su barriga, darle unas palmaditas para que el niño sienta que eso
que le están diciendo está dirigido específicamente a él.
Vista
La visión parece un sentido que se va formando y estimulando solo, pero necesita de ciertas
actividades para lograr un desarrollo pleno. Por eso es importante que los padres entiendan
cuál es su formación y cómo pueden colaborar con su buen funcionamiento.
El doctor Carlos Moreno, oftalmólogo pediatra, miembro de la Sociedad Colombiana de
Oftalmología y vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Oftalmología Pediátrica,
explica cómo se desarrolla la visión en los niños.
¿Qué ve?
El oftalmólogo pediatra Felipe Escallón Buendía, quien trabaja en la Clínica Reina Sofía y
en la Clínica del Country, dice que los bebés recién nacidos tienen la capacidad de ver de
cerca a su mamá, no muy nítida, pero pueden seguirla de manera deficiente.
Al cuarto mes ya fijan y siguen muy bien. Y pueden seguir algo con la mirada, como un
muñeco o el cuidador. Más o menos, hasta esta edad, ven en blanco y negro, no les llama la
atención los estímulos de colores y no ven tan nítido. Entonces, a medida que estas células
se desarrollan y maduran, tienen un mejor seguimiento, mejor visión de color y de detalle.
Para el doctor Moreno, si bien los conos (células retinales) no están completamente
maduros, la mayoría de estudios muestran que ya tienen pigmentos al nacimiento, lo que les
permite percibir diferentes colores.
“Un recién nacido ve más o menos bultos, y lo que llamamos el 20/20 de la visión se logra
más o menos a los 12 meses de vida. Sin embargo, a los cuatro meses un bebé sano,
normal, debe seguir adecuadamente estímulos de colores, a pesar de que no tienen un 100
por ciento de visión”, dice el doctor Escallón.
La otra razón por la cual al principio no ven bien es porque la vía óptica, lo que transmite la
imagen del ojo al cerebro, no se ha acabado de mielinizar (desarrollo de una capa que
tienen alrededor de los nervios, que permite una mejor transmisión del estímulo
neurológico) –añade Escallón–. Cabe anotar, dice Moreno, que si bien su agudeza visual
está disminuida, es capaz de responder a diversos estímulos.
Olfato
El olfato es quizá el sentido al que menos importancia se le da, pero se ha demostrado que
es más fuerte tras el parto, pues a través de este el bebé puede reconocer a la madre y
formar el primer vínculo afectivo. Según investigaciones, es necesario para su
supervivencia pues le permite encontrar el pecho materno después de nacer.
Luis Pablo Hernández, en su libro Desarrollo cognitivo y motor indica que “tiene como
objetivo detectar y dar significado a los olores. Es uno de los llamados quimiorreceptores,
actúa detectando partículas suspendidas en el aire y que se introducen en la nariz.
Los seres u objetos que desprenden olor liberan a la atmósfera pequeñas moléculas que
percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos
de células: las olfativas sensoriales, las de sostén y las basales.
Las células olfativas tienen en su extremo unos pequeños filamentos sensoriales llamados
cilios. El moco nasal transporta las moléculas aromáticas a los cilios y estos las transforman
en señales químicas y luego en impulsos eléctricos. Estos impulsos viajan por el bulbo
olfatorio, pasan al cráneo y siguen en dirección al cerebro, hasta llegar a este”.
Para la doctora Guiliana Puccini, ginecobstetra, “el sentido regulador del amor es el olfato.
Es el órgano que genera la relación entre los seres humanos. Por eso, como el bebé no ve,
lo primero que le genera seguridad es el olor y la voz de su mamá”. En cuanto al padre, se
recomienda que para que su hijo reconozca su olor,cargue al pequeño y ponga la cabeza
hacia su cuello, donde permanece el humor de las personas.
Tacto
La piel del bebé al nacer es delicada y sensible, así que lo que se elija para su protección,
como la ropa, los pañales y las cremas, deben ser especialmente pensados para su cuidado.
De su cuerpo algunas partes son mucho más sensibles que otras, como boca, manos,
abdomen y la planta de los pies.
Por ello, al bañarlo, ten cuidado con estas partes y debes estar muy pendiente de las
reacciones que los elementos que pones en contacto con su piel puedan generar.
Más adelante, después de los seis meses, cuando ya consuma alimentos diferentes a la leche
materna, es posible que algunos de ellos desarrollen cierto tipo de alergia, de ser así, será en
su piel que se podrá detectar que algo no está bien en el organismo del bebé. Procure poner
mucha atención ante sarpullidos, brotes o marcas.