Radiologia de Enfermedades Emergentes Seram
Radiologia de Enfermedades Emergentes Seram
Radiologia de Enfermedades Emergentes Seram
Actualizaciones SERAM
Radiología de las
Enfermedades Emergentes
Plagas del siglo XXI
Coordinadores:
Alberto Cabrera Zubizarreta
Unidad RM. OSATEK.S.A.
Hospital Galdakao. Vizcaya
Índice de autores
Hugo Cuéllar-Calàbria
Carlos Paradisi Chacón
Servicio de Radiodiagnóstico
Hospital Central de la Vall d’Hebrón. Barcelona Servicio de Radiodiagnóstico
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
Ricardo Duarte
Servicio de Radiodiagnóstico Alex Rovira Cañellas
Centro Hospitalar de Vila Nova de Gaia/Espinho. Portugal Unidad Resonancia Magnética (IDI)
Servicio de Radiología
José Manuel Espada Chavarría Hospital Vall d’Hebron. Barcelona
Empresa Pública Hospital de Poniente. El Ejido. Almería
María Luisa Sánchez Alegre
Gabriel C Fernández Pérez Sección de Radiología Torácica.
Servicio de Radiología Servicio de Radiodiagnóstico
Hospital POVISA. Vigo. Pontevedra
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid
Prefacio
e lla misma manera que la automatización de los procesos labo- Tanto la globalización de la economía, con un mayor intercambio
D rales iniciada tras la primera revolución industrial modificó por
completo los hábitos sociales y laborales de los países industrializados,
entre regiones alejadas, el cambio climático, el fenómeno de la migra-
ción de poblaciones, como la consideración del tiempo de ocio como
el avance de las nuevas tecnologías que comenzó en el siglo pasado, uno de los valores de la sociedad, con el consiguiente desarrollo del
ha generado un cambio radical en la manera de relacionarnos y en turismo a escala masiva, han contribuido a una mayor interrelación
nuestro estilo de vida que hoy llamamos globalización. entre grupos o sociedades habitualmente alejadas entre sí y a un
De la sociedad industrial hemos pasado a la sociedad de la infor- mayor contacto de humanos y animales domésticos con la fauna sal-
mación y la comunicación, la era de la alta tecnología, en una socie- vaje. En este contexto, enfermedades habituales en otras latitudes a
dad en la que la libertad individual y el disfrute del tiempo de ocio jue- las que no estábamos acostumbrados, empiezan a ser comunes en
gan un papel primordial. Del «Dont ask what America can do for you, nuestros hospitales. Hoy es posible dar la vuelta al globo durante el
ask what you can do for America» ( J.F. Kennedy) hemos pasado al «I periodo de incubación de muchas enfermedades. Esta circunstancia
want it all, and I want it now» (Queen). pone a prueba la capacidad de respuesta sanitaria y como es el caso
Los nuevos hábitos de consumo, con un acceso inmediato a todo que nos ocupa, de la organización del servicio de radiología de urgen-
tipo de productos, y el sedentarismo facilitado por el desarrollo tec- cias en los hospitales. Es nuestra obligación conocer las manifestacio-
nológico, han propiciado un alarmante incremento de las cifras de nes radiológicas de las enfermedades más prevalentes, no sólo de
obesidad y un auge de la patología cardiovascular. Ello ha contribuido nuestro medio sino a nivel mundial y ser capaces de acertar en su
a un incremento del gasto sanitario derivado tanto de su diagnóstico diagnóstico.
como de su tratamiento, lo cual supone un reto permanente para la Una mejor y más rápida comunicación tanto física como virtual, a
medicina y en este caso, para la Radiología, la especialidad que nos través de Internet, no conlleva necesariamente una mayor integración
ocupa en esta monografía. de realidades culturales y sociales diferentes. Otra de las «brechas»
En la otra cara de la moneda nos encontramos con el culto al ocasionadas por los cambios geopolíticos de finales del siglo XX ha
cuerpo y el aumento del hábito del ejercicio físico como medio para sido la radicalización de las diferencias culturales, religiosas y económi-
mejorar la salud, que entiende el deporte no sólo como una costum- cas, con la sensación de desarraigo tanto interior como exterior de
bre sana, sino como una forma más de interrelación personal y cul- una parte de la población, que ha desembocado en el uso de la vio-
tural. Sin embargo, esta universalización de la práctica deportiva ha lencia indiscriminada. Sus efectos, como desgraciadamente podemos
contribuido a la aparición de un nuevo tipo de lesiones en personas comprobar a menudo en los medios de comunicación, son devasta-
que lo practican esporádicamente, los llamados «Guerreros de fin de dores y ponen a prueba la capacidad de respuesta del hospital y la
semana» y de aquellos que mantienen una actividad física frecuente organización del Servicio de Radiodiagnóstico.
más allá de los 40 años. Es fundamental entonces familiarizarse con el Con el presente monográfico la Sociedad Española de Radiología
espectro de nuevas lesiones para aumentar la precisión diagnóstica, Médica, SERAM, ratifica su compromiso con la actualización perma-
un reto más para el radiólogo de hoy. nente que exige nuestra especialidad. Aquí están reflejados algunos de
Por otra parte nos encontramos con el consumo de drogas, que los retos más importantes que se le plantean al radiólogo de hoy en
aunque no es un fenómeno nuevo, ha variado en los últimos años, su quehacer cotidiano, una obra de estudio y actualización de esta
tanto en el tipo de sustancias como en su vía de administración, y especialidad que juega un importante papel en el diagnóstico y mane-
supone un problema de gran magnitud en la sociedad actual, tanto en jo clínico de las enfermedades antes mencionadas, consecuencia del
el ámbito legal como sanitario, y es importante que el especialista nuevo estilo de vida determinada en buena parte por la globalización.
sepa reconocer las manifestaciones radiológicas torácicas y abdomi-
nales de las complicaciones asociadas a este consumo que pueden Alberto Cabrera Zubizarreta
ser múltiples, incluso con riesgo de muerte. José María Artigas Martín
indice OK:Maquetación 1 24/5/10 11:02 Página IX
Índice
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
Capítulo 1 Diagnóstico precoz y screening cardiovascular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Gabriel C. Fernández Pérez, Hugo Cuéllar-Calàbria, Ricardo Duarte
Capítulo 2 Diagnóstico por imagen en la cirugía bariátrica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Luis Sarría Octavio de Toledo, Ramón Galbe Sada, Carlos Paradisi Chacón
Capítulo 3 El deportista, guerrero, de fin de semana: influencia de la edad
en las lesiones deportivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Eva Llopis, Giancarlo Schiappacasse
Capítulo 4 Manifestaciones radiológicas torácicas y abdominales de las complicaciones
asociadas al abuso de drogas y sustancias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Javier Alarcón Rodríguez, María Luisa Sánchez Alegre
Capítulo 5 Enfermedades emergentes: drogas y sistema nervioso central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Josep Munuera del Cerro, Alex Rovira Cañellas
Capítulo 6 Zoonosis emergentes, reemergentes y globalización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
José Manuel Espada Chavarría
Capítulo 7 Manifestaciones radiológicas de las enfermedades de transmisión sexual.
Cuándo y cómo estudiarlas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Carlos Nicolau Molina, Laura Buñesch Villalba
01_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 19:53 Página 1
1
Diagnóstico precoz
y screening cardiovascular
G. C. Fer ná n de z Pé re z, H. Cu él la r -C a l àbr ia , R . D u a rt e
TABLA 1-2
Exactitud de MDCT (64 detectores) en pacientes
con dolor torácico agudo.
MESES DE
AUTOR N.º PACIENTES SENSIBILIDAD ESPECIFICIDAD VPP VPN SEGUIMIENTO
GALLAGHER 85 86 92 99 50 1
RUBENSTELN 58 92 76 52 97 15
La prueba de esfuerzo
Se basa en ocasionar un aumento de las demandas de oxíge- Pruebas con fármacos vasodilatadores (adenosi-
no cardíaco, de manera proporcional al doble del producto de la na y dipiridamol)
presión arterial sistólica por la frecuencia cardíaca alcanzada. Se
considera concluyente cuando se logra taquicardizar al paciente Causan vasodilatación de la microcirculación coronaria e indu-
hasta el 85% de su frecuencia teórica ajustada por edad. Tiene cen isquemia al producirse un robo vascular en la arteria enferma,
limitaciones debido a que no es útil en pacientes con claudicación por ser ésta incapaz de aumentar su vasodilatación ya que se
intermitente, enfermedad respiratoria grave, artritis, baja capaci- encuentra vasodilatada al máximo por el efecto de la hipoxemia,
dad física u otras condiciones que limitan el ejercicio.13 por lo que la sangre se desviará por los vasos sanos adyacentes
que tienen menor resistencia. El SPECT miocárdico se realiza
administrando un radiofármaco bien tras ejercicio en cinta o tras
Ecocardiografía de esfuerzo la administración del vasodilatador (adenosina o dipiridamol) y se
Es una técnica reciente donde a la prueba de esfuerzo se le valora, mediante mapas de perfusión miocárdicas, las zonas de
añade la visualización ecográfica del corazón. Se basa en observar isquemia inducida. Esta prueba alcanza valores de sensibilidad y
la aparición de nuevas anomalías de la contractilidad miocárdica especificidad del 90% y 75% respectivamente. Dentro de sus
segmentaria o el empeoramiento de las existentes. Valora la fun- indicaciones estaría la de realizar screening en pacientes con fac-
ción sistólica, por lo que durante el ejercicio puede detectar una tores de riesgo. Con la RM se utiliza el vasodilatador de forma
disminución de la fracción de eyección. Hay condicionantes de la similar a las pruebas de Medicina Nuclear. La perfusión miocárdi-
técnica que atenúan la repuesta hipercontráctil del miocardio ca se visualiza con la administración de contraste (gadolinio: 0,05-
durante el ejercicio, como el uso de betabloqueantes o baja capa- 0,1 mmol/kg) al tercer minuto de iniciar la perfusión con adenosi-
cidad funcional.13 na (0,14 mg/Kg/min), para alcanzar la máxima vasodilatación en
los vasos coronarios. El estudio IMPACT, multicéntrico, realizado
en 533 pacientes y 33 centros de Europa y EE.UU, demuestra
que esta técnica con adenosina es una técnica similar o superior al
SPECT en la detección de la isquemia.14 Nandalur, establece una
sensibilidad y especificidad del 91 y 81% en un metaanálisis de 37
estudios con 2.191 pacientes.15 Cheng comparando unidades de
1,5 T y unidades de 3 T obtiene una mayor sensibilidad, del 98%,
en los segundos, aunque la especificidad es prácticamente similar
(76%).16 La RM tiene también valor pronóstico, ya que la ausen-
cia de isquemia implica una práctica ausencia de episodios cardía-
cos mayores.17,18 Las limitaciones son las contraindicaciones pro-
pias del fármaco vasodilatador. En nuestro centro se realizan estu-
dios de perfusión con adenosina desde hace dos años con un
número medio de 10 pacientes mensuales. La técnica es sencilla,
Figura 1-7: Varón 48 años de edad con dolor torácico agudo. pero debe disponerse de aparatos compatibles para la monitori-
Resonancia magnética con secuencias T2-STIR en plano eje corto zación del paciente, fundamentalmente, la presión arterial, la satu-
basal, medio y apical. Se aprecia edema en la pared ventricular con ración y el ritmo cardíaco. La adenosina es un fármaco muy segu-
distribución vascular (isquemia en el territorio de la arteria descen- ro ya que su vida media en sangre es de unos 10 segundos. En
dente anterior). nuestra experiencia quizás una de las limitaciones más importan-
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tes es la cuantificación de la perfusión miocárdica, que se realiza enfermedad. Sin embargo, el calcio tiene una relación directa con
de forma cualitativa (se valora visualmente si existen defectos de la edad, de forma que la presencia de calcio a los noventa años no
perfusión), siendo un aspecto importante el desarrollo de progra- debe tener la misma importancia que observar calcio a los treinta
mas informáticos más sencillos y fiables, para la valoración de la años. Sin embargo, la mayoría de los estudios publicados demues-
reserva de flujo coronario. tran que la cantidad de calcio coronario obtenida mediante el índi-
ce de Agatston predice un episodio coronario incluso mejor que
los test tradicionales de riesgo cardiovascular (Fig. 1-9). Así, en
Pruebas con fármacos inotrópicos (dobutamina) pacientes asintomáticos con riesgo intermedio de cardiopatía
La dobutamina a dosis bajas tiene un efecto inotrópico media- isquémica puede reclasificar su riesgo, dependiendo del valor de
do por los receptores alfa-1 y beta-1. A dosis máximas produce calcio obtenido en la TC.22-23 Greenland demostró que pacientes
efectos cronotrópicos mediados por los receptores beta-2. Se con riesgo intermedio (mediante la escala de Framingham) y con
comienza con dosis bajas que se van aumentando gradualmente valores de calcio elevados (Agatston > 300) tenían un índice de
hasta alcanzar la frecuencia cardíaca teórica, 85% de la frecuencia riesgo anual del 2,8% y un riesgo a los 10 años del 28%, por lo
cardíaca respecto al sexo y superficie corporal del paciente (en que deberían ser reclasificados como pacientes de alto riesgo car-
ocasiones se administra atropina para conseguirla). La prueba se diovascular.24 Por tanto, los valores de calcio obtenidos con TC
considera positiva cuando aparece una alteración o empeora- pueden ser usados como guía para estrategias de prevención pri-
miento de la contracción miocárdica o cuando el paciente presen- maria, con especial interés en el grupo de enfermos con riesgo
ta dolor torácico. La prueba debe suspenderse si hay cambios en intermedio, donde las decisiones clínicas a tomar están, con fre-
la presión sistólica o arritmias.(19) Nagel comparó la RM y ecogra- cuencia, poco claras. Así, la guía de actuación de la AHA reco-
fía con dobutamina en un grupo de 208 pacientes demostrando mienda el uso del valor de calcio mediante los valores de Agatston
que la RM tiene una mayor sensibilidad (86.2% vs 74.3%) y espe- en pacientes clínicamente seleccionados y con riesgo cardiovascu-
cificidad (85.7% vs 69.8%).(20) Rerkpattanapipat valoró la RM con lar intermedio (riesgo de 10-20%), por la posibilidad de reclasifi-
dobutamina para estratificar el riesgo de episodios cardíacos car a estos pacientes a un nivel superior, beneficiándose de estra-
mayores en pacientes que iban a ser sometidos a cirugía (cirugía tegias de tratamiento más agresivas, como sería el uso de estati-
no cardíaca), de tal manera que cuando la prueba era positiva, nas (recomendación clínica IIb; nivel de evidencia B). Sin embar-
estos pacientes tenían un riesgo del 20% mientras que si era go, los pacientes con riesgo bajo (<10% a los 10 años) o de alto
negativa el riesgo descendía al 2%. En el mismo estudio observó riesgo (>20%) no se beneficiarían del uso de la medición de cal-
que si un paciente tenía isquemia inducida en la RM con dobuta- cio por TC (recomendación clínica III; nivel de evidencia B).25 Pero
mina o mostraba una fracción de eyección de menor del 40%, un nivel alto de calcio significa solamente ateromatosis, que no es
tenía asociado un riesgo elevado de infarto agudo de miocardio o lo mismo que obstrucción del vaso coronario; y ello es así porque
muerte súbita independiente de la presencia de factores de ries- la “puntuación” (score en ingles) de calcio no es capaz de identifi-
go cardiovascular.21 car la placa blanda, más susceptible de ruptura y de originar un sín-
drome coronario agudo. A pesar que ya hemos hablado del SCA
en el aparado anterior, es conveniente comentar aquí que hasta
PACIENTES ASINTOMÁTICOS un 6% de los pacientes con riesgo intermedio tienen placas blan-
¿SCREENING CARDIOVASCULAR? das;26 esta limitación hace reflexionar que sería mejor realizar la
TC con contraste para permitir excluir o demostrar este tipo de
TC para la valoración del calcio coronario placas y, por tanto, debe ser la prueba indicada en pacientes sin-
tomáticos que acuden a urgencias para descartar un SCA. En un
Tlasodoarterias
el mundo está de acuerdo que la presencia de calcio en
coronarias implica arteriosclerosis y, por tanto,
estudio de 40 pacientes con sospecha de SCA se demostró que
de 13 pacientes (33%) que no tenían calcio en la TCMD, 11
(85%) tenían lesiones coronarias en el TCMD confirmadas poste-
riormente por cateterismo.27 Por tanto, debe prevalecer la idea
que, ante la sospecha de SCA, las placas no calcificadas son muy
frecuentes y que la ausencia de calcio no excluye enfermedad
coronaria.28 (Fig. 1-10).
TCMD-coronariografía
La utilidad de la coronariografía mediante TCMD comienza
a ser un tema de gran debate. Johnson y cols., plantean que la
estratificación de pacientes usando únicamente las escalas tradi-
cionales (Framingham o NCEP/ATPIII) puede ser inexacta.
Estudiaron mediante TCMD-coronariografía (64 detectores) a
Figura 1-9: Valoración de la cantidad de calcio. Se realiza median- 1.653 pacientes sin antecedentes conocidos de enfermedad
te un software con un umbral de densidad de 130 UH, a partir de la coronaria, evidenciando que las escalas clásicas de factores de
cual reconoce las áreas de calcio. En la imagen de la derecha se cal- riesgo tienen una potencia muy débil para discriminar la cantidad
cula el valor de Agatston (en este caso de 670) así como el volumen
de ateromatosis coronaria en estos enfermos. Cuestionan tam-
y masa en mg de hidroxiapatita (508,2 y 117,25 respectivamente).
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b
Figura 1-10: Paciente de 62 años de edad con antecedentes de
a hipertensión arterial ligera y dolor torácico de reposo prolongado. La
exploración física, ECG y enzimas cardiacas fueron normales. La prue-
ba de esfuerzo máximo fue negativa clínicamente con cambios ECG
limítrofes. EL SPECT evidenció una ligera hipoperfusión septal y anteroapical reversible. La TCMD demostró ausencia de lesiones calcificadas.
La TCMD-coronariografía demostró una lesión no calcificada en la arteria descendente anterior que condicionaba una estenosis grave. La placa
tenía valores de atenuación cercanos a 20 UH (a). Imágenes tridimensionales mostrando la estenosis y la correlación con la coronariografía
convencional (b).
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2
Diagnóstico por imagen
en la cirugía bariátrica
L . S a rr ía Oc ta v io d e T ol ed o, R . Ga l be S a d a , C . P ar a d isi Ch a c ón
≥ 50
complicaciones postquirúrgicas. El estudio esofagogastroduode-
Obesidad tipo IV (extrema)
nal y del tránsito intestinal (EGD), con bario o contraste hidroso-
luble, adquieren en este proceso un especial protagonismo, con- *Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.
02_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:28 Página 12
a b
PROCEDIMIENTOS MALAB-
PROCEDIMIENTOS SORTIVOS Y RESTRICTIVOS
MALABSORTIVOS COMBINADOS
os procedimientos malabsortivos pretenden alterar el tubo
L quirúrgico mediante diversas técnicas quirúrgicas para inducir
malabsorción y reducir el aporte calórico. Están indicados en suje-
C onstituyen en la actualidad la técnica de referencia en la ciru-
gía bariátrica. La pérdida de peso se basa en la disminución
del tamaño gástrico y de la absorción alimenticia. Los procedi-
tos con IMC > 45 kg/m2. mientos más extendidos son la técnica de cruce duodenal y el
Yeyuno-ileostomía bypass gástrico.
a b c
Figura 2-2: Técnica combinada de bypass gástrico en Y de Roux (a). EL EGD normal muestra anastomosis gastroyeyunal, indiferenciable,
por este método de la técnica Scopinaro(b). En transito intestinal se observa reflujo a asa bilio-pancreática (flecha) (c).
Bypass gástrico superobesos y con hábitos golosos, con un bajo índice de reope-
raciones por fallo a largo plazo. La calidad de vida es aceptable,
El bypass gástrico con configuración en Y de Roux es la téc-
nica actualmente más difundida. Con este procedimiento se eli- al poder ingerir más tipos de alimentos, con pocos efectos secun-
mina el reflujo biliar gástrico, decreciendo la tensión en el asa darios o relacionados con anemia (déficit de absorción de Fe y
yeyunal y potenciando el componente malabsortivo. La técnica Vitamina 12)4 (Fig. 2-2).
se basa en la formación de una bolsa gástrica de 20-30 ml, divi-
sión del yeyuno a 30-60 cm del ángulo de Treitz en dos segmen-
tos separados, biliopancreático y alimentario (asa de Roux), anas- Adaptación digestiva
tomosis yeyuno-yeyunal a 75-100 cm desde la separación con el Otra técnica combinada es la denominada adaptación diges-
asa bilio-pancreática y gastroyeyunostomía latero-lateral, previa tiva, descrita por Santoro en 2002, consistente en gastrectomía
aproximación del asa de Roux al estómago por vía preferible- tubular y enterectomia que contiene los primeros 50 a 100 cm
mente antecólica. La longitud del asa distal común determina el
de yeyuno y los últimos 200-250 cm de íleon. Provoca una res-
grado del componente malabsortivo, siendo éste más acusado
cuando el asa alimentaria tiene una longitud superior a 150 cm tricción combinada y una malabsorción controlada sin alterar la
(bypass gástrico distal). La pérdida de peso documentada ha fisiología gastrointestinal. La pérdida de peso inicial observada
demostrado ser duradera, aproximadamente, 65-75% del con esta técnica, en 2006, supera el 80% durante los primeros
sobrepeso a los 5 años. Es una buena técnica para pacientes 12 meses.6
a b
a b
a b
c d
Figura 2-5: MDCT normal tras bypass
gástrico en Y de Roux. Plano axial superior.
Suturas de anastomosis gastro-yeyunal (fle-
* chas cortas) con visualización de estómago
excluido, característico de esta técnica (a).
Planos axial inferior (b) y coronal (c).
Suturas indicativas de la situación de la
anastomosis yeyuno-yeyunal. Plano sagital
(d). Se aprecia disposición antecólica del
asa de Roux (*).
La colocación endoscópica de balón intragástrico es una técni- los adolescentes, la cirugía bariátrica puede provocar anomalías
ca también usada como primer procedimiento en pacientes supe- nutricionales que pueden afectar a su desarrollo; no obstante,
robesos. Se pueden alcanzar pérdidas promedio de 15 a 20 Kg en estas técnicas han de considerarse en aquellos pacientes con
un período temporal de 6 meses, aunque es menos efectiva que IMC > 40 kg/m2, con una comorbilidad, al menos, fracaso de
otras técnicas restrictivas.1 los tratamientos conservadores, desarrollo esquelético y madu-
Las técnicas de cirugía bariátrica están evolucionando rápida- ración adecuada y que sean capaces de colaborar en el segui-
mente. Así, la cirugía robótica permite mayor precisión y rapidez miento pre y postoperatorio.12
que la cirugía laparoscópica. También, y de forma experimental, se
están desarrollando procedimientos malabsortivos endoluminales,
como la colocación endoluminal de una prótesis de polietileno VALORACIÓN RADIOLÓGICA
duodeno-yeyunal, que permite el paso de alimento sin mezcla
con los jugos bilio-pancreáticos, con disminución de la absorción Valoración preoperatoria
de nutrientes y la consiguiente pérdida de peso.4
a realización del EGD permite detectar diversas anomalías,
Varios metaanálisis2,11 han demostrado la eficacia de la cirugía
bariátrica en la pérdida de peso, mayor en las técnicas derivativas, L como la hernia de hiato, y determinar la motilidad esófago-
gástrica. La úlcera péptica activa, contraindicación quirúrgica, se
cruce duodenal o bypass gástrico en Y de Roux (66,3-73,9%)
con respecto a las restrictivas, como la banda gástrica (40,7%- diagnostica mediante gastroscopia y el test de Helicobacter pylori,
54,2%). No obstante, el 10-40% de los pacientes no consigue este último habitualmente incluido en el estudio preoperatorio. La
una adecuada pérdida de peso. Actualmente, está más extendi- ecografía abdominal permite detectar colelitiasis, motivo de cole-
do el uso de procesos combinados por su mayor capacidad de cistectomía, principalmente, si son sometidos a técnicas derivati-
reducción de peso a pesar de ser irreversibles. Los procesos vas, ante la dificultad que conlleva el tratamiento de complicacio-
restrictivos, principalmente, la banda gástrica, preferido entre los nes tales como la coledocolitiasis.12,13
cirujanos europeos, suele utilizarse en pacientes no golosos, con
IMC < 45 kg/m2 y bien informados, conscientes de las limitacio- Valoración postquirúrgica
nes de la técnica y la posibilidad de conversión a otra técnica por
pérdida de peso insuficiente, complicaciones y/o calidad de vida La valoración postquirúrgica, obviamente, depende del tipo de
inadecuada, o de forma previa a los procedimientos combina- procedimiento realizado. La primera valoración radiológica suele
dos, a fin de reducir su morbilidad. La cirugía bariátrica, por otro realizarse 48 horas después de la intervención, inicialmente con con-
lado, está contraindicada en pacientes incapaces de participar en traste hidrosoluble, para detectar posibles fugas, siguiendo con bario
seguimientos médicos prolongados, con trastornos psicóticos si éstas no se aprecian. No obstante, el control radiológico rutinario
inestables, abuso de alcohol o drogodependientes, aquellos en pacientes asintomáticos presenta escasas ventajas, por lo que
incapaces de cuidarse a sí mismos o sin soporte familiar o social algunos autores sugieren su realización selectiva en pacientes sinto-
o aquellos con enfermedades que amenazan su vida a corto máticos.14 En pacientes sometidos a bypass gástrico se determinará
plazo. En pacientes mayores de 60 años debe considerarse su el tamaño de la bolsa gástrica, que no debe ser superior a 30 ml
indicación de forma individual, valorando el riesgo-beneficio. En (equivalente al cuerpo vertebral D12 o L1) y el diámetro del esto-
02_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:28 Página 16
a b
c d
Figura 2-6: Bypass gástrico en Y de Roux con fuga en anastomosis yeyuno-yeyunal. Colección de gas extraluminal en Rx simple de abdomen
(a) con extravasado de contraste (flechas) adyacente a anastomosis yeyuno-yeyunal (b). TC con contraste: colección densa hidroaérea suges-
tiva de absceso (*), adyacente a anastomosis yeyuno-yeyunal (flechas) (c). Anastomosis gastroyeyunal sin alteraciones (d).
ma, de 12 mm. En ocasiones se aprecia un retardo en la elimina- de sutura en el abdomen inferior indican la anastomosis yeyuno-
ción gástrica. que puede confundirse con estenosis, pero que sim- yeyunal13,15 (Fig. 2-5). En los pacientes sometidos a banda gástrica,
plemente refleja una distensión de la anastomosis tras la cirugía. La el EGD demuestra una bolsa gástrica de aproximadamente 3-4 cm
anastomosis distal latero-lateral, así como el asa pancreatobiliar, que se vacía, a través del estoma de 3-4 mm, en 15-20 minutos.
duodeno y estómago, son difíciles de valorar, debido a que al estar Se debe sospechar estenosis si el tiempo de vaciado es superior.
desfuncionalizados no se opacifican de forma adecuada. La TC Debe valorarse el denominado ángulo “phi”. Esta situado 4-5 cm
ofrece un mayor detalle anatómico, aunque su uso en el postope- por debajo del hemidiafragma izquierdo, formado por la intersec-
ratorio inmediato sólo está indicado cuando los hallazgos del EGD ción de una línea paralela a la columna dorsal con otra paralela al
sean ambiguos o exista sospecha de complicación. No existen plano de la banda gástrica en proyección anteroposterior (AP) y
datos que sugieran grandes ventajas usando contraste hidrosoluble oscila entre 5º y 58º. La TC habitualmente se usa ante la sospecha
en la valoración del tubo digestivo. La bolsa gástrica habitualmente de complicaciones (obstrucción de intestino delgado, infección del
se encuentra colapsada, siguiendo el curso distal del esófago en el puerto, fuga o absceso). Mediante TC multidetector se puede
lado derecho de la anastomosis proximal, identificada por la alta valorar con precisión en diferentes planos la situación de la banda
atenuación de la línea de sutura, que separa el estómago excluido. y determinar si existe deslizamiento o migración.16,17
Tanto el asa en Y de Roux y el asa pancreato-biliar suelen detec-
tarse bien, con un diámetro inferior a 2,5 cm. La última acaba a los COMPLICACIONES
pocos centímetros, mientras que el asa de Roux se puede seguir
con curso ante o retrocólico hasta la anastomosis con el asa pan- POSTQUIRÚRGICAS
creatico-biliar. En caso de que el asa de Roux esté en posición os pacientes con obesidad mórbida se consideran de alto
antecólica-antegástrica puede reflejarse una impronta en el colon y
el estómago, excluido tanto en la TC como en el EGD. Las líneas
L riesgo debido a su comorbilidad. Por ello, presentan un ries-
go de complicaciones de tipo general (fundamentalmente, los
02_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:28 Página 17
COMPLICACIONES
GENERALES
ueden sufrir ciertas complicaciones generales, como embo-
P lismo pulmonar, que en el 2%, es consecuencia de una
movilidad muy restringida, estasis venosa o policitemia secundaria
a insuficiencia respiratoria. La incidencia de colelitiasis, de 1-3% en
pacientes sometidos a bypass gástrico, aumenta durante la rápida
pérdida de peso. La eventración, con incidencia del 5% de los Figura 2-7: Derivación bilio-pancreática de Scopinaro con esteno-
casos de pacientes sometidos a cirugía abierta, se evita usando sis gastroyeyunal. EGD
técnicas laparoscópicas. También pueden sufrir heridas infectadas
(10%) o seromas (40%), siendo, en ocasiones, necesario reali- con nefrolitiasis, secundaria a hiperoxaluria entérica, principalmen-
zar TC a fin de valorar la existencia de abscesos intraabdominales te, en los tres primeros meses tras la intervención.19 También
en pacientes con fiebre o herida infectada.13,18 pueden desarrollar malnutrición proteica por compromiso en su
En los procedimientos derivativos, principalmente, en las téc- captación y absorción. Por ello, es necesario complementar la
nicas malabsortivas, y como consecuencia de los cambios produ- dieta con un aporte proteico, vitamínico o férrico adecuado,
cidos en la anatomía gastrointestinal y la alteración de la absorción dependiendo del déficit que se detecte en controles rutinarios
de los nutrientes, existe un riesgo mayor de deficiencia de micro- postquirúrgicos.20,21 Los procedimientos restrictivos, aunque pue-
nutrientes secundario a la malabsorción. El estómago, el duodeno den provocar deficiencia de nutrientes por inadecuada ingesta o
y el yeyuno proximal son fundamentales en la digestión y absor- resultado de vómitos frecuentes, no producen déficit derivados
ción de vitamina B12, hierro y calcio. La deficiencia de hierro es de la malabsorción.8
la más frecuente, registrándose entre un 20 a 40% de los pacien-
tes sometidos a un bypass gástrico. Por ello, se recomienda admi-
nistrar de forma constante un suplemento de hierro y controlar su COMPLICACIONES ESPECÍFI-
concentración sérica.8 También se puede producir malabsorción CAS DE LAS TÉCNICAS
de vitaminas hidrosolubles, como la vitamina B12, ácido fólico
(B9) y tiamina (B1) o, incluso, desarrollo de osteoporosis debido DERIVATIVAS
al déficit de absorción de calcio y vitamina D. El aumento de la as complicaciones también dependen del tipo de procedi-
concentración y absorción de sales biliares y ácidos grasos en
colon incrementa el riesgo de nefropatía por depósito de oxalato,
L miento quirúrgico realizado, restrictivo o derivativo (malab-
sortivo o mixto), así como de la técnica utilizada en cada uno de
ellos.
a b Las técnicas derivativas y, concretamente, el by-pass gástrico
en Y de Roux, de uso actualmente más extendido entre las deri-
vativas, con un rango de complicación grave entre 0,9-5,1%,
pueden presentar las siguientes complicaciones: 17
Fuga anastomótica
Es la complicación más grave, que ocurre en los primeros diez
días, con una prevalencia del 1-6%. Se produce más frecuente-
mente en la anastomosis gastro-yeyunal, aunque también puede
ocurrir en la yeyuno-yeyunal o en la sutura gástrica. Su detección
precoz es fundamental, ya que su evolución puede desembocar
rápidamente en sepsis y muerte. La clínica en estos pacientes es
en ocasiones confusa, con cuadros de peritonitis que no presen-
tan signos, como fiebre, leucocitosis o dolor abdominal. La pre-
sencia de taquicardia, ansiedad y dolor escapular izquierdo son
signos precoces que inducen la sospecha de fuga. La radiología
Figura 2-8: Bypass gástrico en Y de Roux con estenosis en anasto- simple es poco sensible, aunque, en ocasiones, puede detectar
mosis yeyunal (flecha) y dilatación retrógrada. EGD con contraste colecciones de aire extraluminal en el cuadrante superior izquier-
hidrosoluble. do. El EGD puede mostrar fugas de contraste desde la anastomo-
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sis gastro-yeyunal en el cuadrante superior izquierdo del abdo- Roux hasta la supuesta localización de la ventana mesocólica, con
men. No obstante, pequeñas fugas de contraste pueden pasar retención de contraste. La colocación del asa de Roux antecólica
desapercibidas, ocultas tras un catéter nasoyeyunal o drenajes qui- evita esta complicación. La hernia interna transmesentérica tiene
rúrgicos, o por el hábito del paciente que limita la calidad de la una mayor prevalencia en procedimientos por vía laparoscópica
imagen radiológica. La sensibilidad del EGD en la detección de (1,5%-11%) que en cirugía abierta (1-3%). Se produce a través de
fugas es muy variable. Según algunos autores tiene una baja sen- un defecto adyacente a la anastomosis yeyuno-yeyunal, con mayor
sibilidad (22%),23 aunque otros aseguran una alta sensibilidad, cer- frecuencia en mesocolon, con paso de asas de intestino delgado y
cana al 100%, en pacientes sintomáticos con fugas graves.18 La mesenterio. También puede ocurrir a través de cualquier pequeño
TC puede mostrar pequeñas cantidades de contraste no detecta- defecto por sutura incompleta o reapertura espontánea. El seg-
bles con el EGD, así como colecciones susceptibles de drenaje mento habitualmente herniado es el asa de Roux, principalmente,
percutáneo (Fig. 2-6). si es retrocólica, o la propia asa bilio-pancreática. El retraso en el
diagnóstico de cualquier tipo de hernia puede ser devastador, pro-
vocando isquemia o muerte. Los hallazgos radiológicos son habi-
Estenosis anastomótica tualmente inespecíficos, y los estudios de imagen son normales
Se describe en un 3-9% de los casos y ocurre habitualmente hasta en un 20% de los casos. La exploración quirúrgica debe con-
en la anastomosis gastroyeyunal (Fig. 2-7). Puede ser precoz, siderarse en pacientes con dolor abdominal no explicado, a pesar
secundaria a isquemia o edema, o tardía, por adherencias cicatri- de la normalidad de los estudios de imagen.24 El EGD puede mos-
ciales. Se manifiesta por dolor epigástrico postprandial y vómitos. trar asas de intestino delgado agrupadas, desplazamiento de éstas
El EGD demuestra distensión de la bolsa gástrica y tránsito al asa y de la línea de sutura, distensión de varios segmentos del asa de
de Roux retrasado, superior a 1 minuto y, según el grado de este- Roux y desplazamiento del colon. En la TC pueden observarse
nosis, reflujo gastroesofágico. La dilatación mediante balón guiado asas del intestino delgado dilatadas y agrupadas en el cuadrante
por endoscopia o fluoroscopia puede ser un tratamiento efectivo. superior izquierdo con desplazamiento central del colon, grasa
Puede también producirse una estenosis en la anastomosis yeyu- omental no delimitada, desplazamiento del tronco mesentérico e
no-yeyunal (0,8%) manifestándose por distensión de asa de Roux ingurgitación de vasos mesentéricos (signo éste más específico de
con reflujo al asa aferente y estómago8,13 (Fig. 2-8). hernia interna que de causa adherencial). Dicha dilatación puede
provocar compresión extrínseca del asa de Roux adyacente a la
anastomosis yeyuno-yeyunal y obstrucción. La hernia de Petersen
Obstrucción intestinal (de localización posterior al asa de Roux), de menor incidencia,
La prevalencia de la obstrucción intestinal es del 5% y puede habitualmente no es diagnosticada mediante TC ya que se confun-
producirse en la anastomosis gastro-yeyunal, yeyuno-yeyunal, ser de con bridas.25 La estenosis de la anastomosis yeyuno-yeyunal es
secundaria a hernias internas o, más infrecuentemente, externas. la tercera causa más frecuente de obstrucción tras bypass gástrico,
Puede ser precoz, debido a edema en la anastomosis (de resolu- 0,5%. Otras causas más infrecuentes pueden ser la hernia incisio-
ción habitualmente espontánea) o por punto de sutura anómalo, o nal, invaginación de asa de Roux, y obstrucción por hemobezoar,
de aparición tardía (secundaria a fibrosis, adherencias, hernias inter- a nivel de anastomosis yeyuno-yeyunal. La distensión gástrica
nas, o menos frecuentemente, a invaginación). La obstrucción aguda es habitualmente secundaria a edema u obstrucción de la
secundaria a estenosis de la ventana mesocólica, con una prevalen- anastomosis entero-entérica. Si es grave puede provocar dehis-
cia del 1-2%, suele ser consecuencia de cicatrización de dicha ven- cencia de la línea de sutura o, en los casos en los que el asa de
tana alrededor del asa de Roux, principalmente, si ésta es de situa- Roux sea antegástrica, provocar dehiscencia de la gastroyeyunos-
ción retrocólica. El EGD y la TC presentan distensión del asa de tomía. En el EGD puede apreciarse, en este caso, distensión del
a b
estómago excluido y, en ocasiones, niveles hidroaéreos. La TC es frecuentemente requiere reparación quirúrgica. Habitualmente,
la técnica de elección para su diagnóstico, con distensión grave del ocurre en fases tardías, entre los 4 y 24 meses tras la cirugía. Se
asa pancreato-biliar hasta la anastomosis inferior, y distensión varia- manifiesta por estabilización de la pérdida de peso y reflujo gastro-
ble del duodeno y estómago desfuncionalizado, que puede ir esofágico. Habitualmente, es posterior (82%), con herniación
aumentando progresivamente con el tiempo, debido al acúmulo superior de la pared posterior a través de la banda. En el desliza-
de líquido bilio-pancreático. Técnicas intervencionistas, desde dre- miento anterior (18%), la mayor presión existente en la bolsa gás-
naje percutáneo de colecciones a TC-gastrostomía, pueden ser trica superior empuja la banda hacia abajo, sobre la parte anterior
útiles en estos casos; no obstante, si existe recurrencia es necesa- del estómago. Los pequeños desplazamientos pueden ser trata-
rio realizar una reintervención quirúrgica de urgencia.13 dos de forma conservadora. Las formas graves requieren actua-
ción quirúrgica, por el riesgo de complicaciones graves, como vol-
vulación gástrica, infarto, necrosis o perforación. El EGD puede
Alteración de línea de sutura entre la bolsa y el detectar dicho deslizamiento y su grado de intensidad. En caso de
remanente gástrico herniación posterior del estómago remanente, se observa este-
Tiene una prevalencia del 0,7%-8,3%. Puede ser precoz, secun- nosis y crecimiento excéntrico lateral de la bolsa gástrica, ángulo
daria a una técnica quirúrgica deficiente o isquemia gástrica, o tardía, “phi” superior a 58º y posible obstrucción. Si la herniación es
por ingesta excesiva de alimentos. El EGD, técnica de elección, anterior se aprecia una bolsa gástrica medial excéntrica distendida
demuestra extravasación de contraste, intraperitoneal o en la cavidad y un ángulo “phi” inferior a 4º.16 La TC puede ser útil en la valo-
gástrica remanente, y, en ocasiones, presencia de gas en dicha cavi- ración del deslizamiento grave con sospecha de necrosis o perfo-
dad, que indica comunicación. Algunos casos pueden ser subclínicos, ración. La reconstrucción multiplanar puede valorar de forma pre-
no perdiendo estos pacientes la sensación de saciedad precoz.13 cisa la situación de la banda. La pared puede estar engrosada e
incluso presentar neumatosis en caso de isquemia.
Ulceración marginal
Estenosis del estoma
La ulceración marginal tras un bypass gástrico tiene una preva-
lencia del 1-16%. Su diagnóstico es endoscópico, siendo sus Es la complicación más frecuente, con una prevalencia del 5%
posibles causas la producción de ácido en la bolsa gástrica, la infec- a 11%. La forma aguda, habitualmente secundaria a edema, ocu-
ción por Helicobacter pylori, el estrés postoperatorio, el uso de rre durante las primeras 24 horas, con resolución espontánea.
suturas no absorbibles o la isquemia.8 También puede ser secundaria a sobreinsuflación resultado de la
inyección de suero salino hiperosmolar en la banda. Cursa con
distensión abdominal, náuseas y vómitos. Si la estenosis estomal
Degradación de la restricción de la bolsa gástrica no se acompaña de desplazamiento de la banda, puede ser trata-
Provoca un rápido paso de material de contraste por la anas- do de forma conservadora, pero si está asociado a desplazamien-
tomosis gastroyeyunal, distensión gástrica, y ganancia de peso. to, el tratamiento quirúrgico es obligatorio, a fin de evitar conse-
Otra causa infrecuente es la fístula gastro-gástrica, con opacifica- cuencias fatales. En casos de estenosis crónica, consecuencia de
ción del estómago excluido por un trayecto fistuloso.47 fibrosis perigástrica por reacción tisular a la banda de silicona, los
pacientes presentan una estabilización de la curva de pérdida de
peso y reflujo gastroesofágico.28,29 Los hallazgos radiológicos
COMPLICACIONES ESPECÍFI- dependerán del grado de estenosis. Así, en los casos de estenosis
leve se aprecia un discreto retardo del paso de contraste con una
CAS DE LAS TÉCNICAS bolsa gástrica de calibre normal. En los casos de estenosis grave,
RESTRICTIVAS en cambio, se puede apreciar un significativo retardo de vacia-
miento, con distensión gástrica, reflujo gastroesofágico e, incluso,
os pacientes sometidos a banda gástrica ajustable, que es la
L técnica restrictiva más difundida, presentan complicaciones
en el 1,2-5% de los casos y, aproximadamente, un 11,5% de
dilatación esofágica. El tratamiento inicial se basa inicialmente en la
deflación de la banda y seguimiento radiológico en 3-6 semanas.
En caso de no ser efectivo o si existe dilatación gástrica grave y
ellos requieren reparación quirúrgica. Las complicaciones más fre- reflujo gastroesofágico es necesario realizar una nueva interven-
cuentes son: 26, 27 ción quirúrgica. (Fig. 2-9).
Perforación gástrica 10. Tucker ON, Szomstein S, Rosenthal RJ. Indications for sleeve gastrec-
tomy as a primary procedure for weight loss in the morbidly obeses. J
La perforación gástrica aguda es una complicación infrecuente Gastrointest Surg 2008;12:662-667.
en el postoperatorio inmediato, que ocurre en 0,1-0,8% de los 11. Maggard MA, Sugarman LR, Suttorp M, Maglione M, Sugerman HJ,
casos. Cursa con dolor abdominal, fiebre, taquicardia o signos de Livingston EH y cols. Meta-analysis: surgical treatment of obesity. Ann
sepsis (taquicardia y ansiedad). La TC puede detectar la existencia Int Med 2005;142:547-559.
12. Fried M, Hainer V, Basdevant A, Buchwald H, Deitel M, Finer N y cols.
de colecciones o signos radiológicos de perforación, como gas Interdisciplinary European guidelines for surgery for severe (morbid)
extraluminal, infiltración de grasa mesentérica o extravasado de obesity. Obesity Surgery 2007;17:260-270.
contraste. La perforación gástrica crónica y erosión de la banda tie- 13. Merkle EM, Hallowell PT, Croude C, Nakamoto DA, Stellato TA.
nen una prevalencia de 1 al 3%. Son secundarias a presión conti- Roux-en-Y-gastric bypass for clinically severe obesity: normal appear-
nua de la banda contra la pared gástrica, técnica incorrecta o toma ance and spectrum of complications at imaging. Radiology
excesiva de antiinflamatorios. Aparece entre 3 semanas y 45 meses 2005;234:674-683.
después de la intervención. Se manifiesta como infección crónica 14. White S, Han SH, Lewis C, Patel K, McEvoy B, Kadell B y cols. Selective
approach to use of upper gastroesophageal imaging study after lapro-
del puerto, ganancia de peso, hematemesis, peritonitis o absceso scopic Roux-en-Y gastric bypass. Surg Obes Relat Dis 2008;4:122-125.
subfrénico por fuga.16 El EGD y la TC demuestran el extravasado 15. Scheirey ChD, Scholz FJ, Shah PC, Brams DM, Wong BB, Pedrosa M.
de contraste alrededor de la porción intragástrica de la banda.27 Radiology of the laparoscopic Roux-en-Y gastric bypass procedure:
conceptualization and precise interpretation of results. Radiographics
2006;26:1355-1371.
CONCLUSIÓN 16. Blachar A, Blank A, Gavent N, Metzer U, Fluser G, Abu-Abeid S.
Laparoscopic adjustable gastric banding surgery for morbid obesity:
a cirugía bariátrica es un tratamiento cada vez más habitual de imaging of normal anatomic features and postoperative gastrointestinal
L la obesidad y de sus comorbilidades. Existen numerosas téc-
nicas quirúrgicas, aunque las más extendidas actualmente son el
complications. AJR 2007;188:472-479.
17. Chandler RC, Srinivas G, Chintapalli KN, Schwesinger WH, Prasad SR.
Imaging in bariatric surgery: a guide to postsurgical anatomy and com-
bypass gástrico y la colocación de la banda gástrica ajustable. Los mon complications. AJR 2008;190:122-135.
radiólogos deben familiarizarse con las variaciones anatómicas que 18. Blachar A, Federle MP, Pealer KM, Ikramuddin S, Schauer PR.
ocurren tras la realización de los diferentes métodos quirúrgicos, Gatrointestinal complications of laparsocopic Roux-en-Y-gastric bypass
sus complicaciones, sin olvidar las limitaciones técnicas de los dife- surgery: clinical and imaging findings. Radiology 2002;223:625-632.
rentes equipos en pacientes de estas características. Técnicas 19. Duffey BG, Pedro RN, Makhlouf A, Kriedbreg C, Stessman M, Hinck B
radiológicas parcialmente arrinconadas, como el EGD, cobran y cols. Roux-en-Y gastric bypass is associated with early increased risk
factors for development of calcium oxalate nephrolitiasis. J. Am Coll
nuevo protagonismo. Por otro lado, es importante una estrecha
Surg 2008;206:1145-1153.
relación con los equipos multidisciplinares responsables del segui- 20. Kumpf VJ, Slocum K, Binkley J, Jensen G. Complications after bariatric
miento y tratamiento de esta enfermedad, a fin de aportar nues- surgery: survey evaluating impact on the practice of specialized nutrition
tra experiencia en la creación de protocolos para la selección de support. Nutr. Clin. Pract 2007;22:673-678.
los pacientes o para su seguimiento postquirúrgico. 21. DeMaría EJ. Bariatric surgery for morbid obesity. The N Engl J Med
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03_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:32 Página 21
3
El deportista, «guerrero de fin de semana».
Influencia de la edad en las lesiones deportivas
E. Llopi s, G. S chiappacasse
HUESO
Masa ósea
a edad provoca una disminución de la masa ósea; la capaci-
L dad de la masa ósea de aumentar como respuesta al ejerci-
cio es controvertida. Parece ser que únicamente los deportes de
impacto tienen un efecto beneficioso y aumentan la formación de
la masa ósea. Bemben y cols. estudiaron a deportistas casuales,
cuyo único deporte era el ciclismo, y demostraron que no sólo no
incrementaban su masa ósea sino que desarrollaban osteoporo-
sis.2,4,5
Fracturas
El mecanismo más frecuente de fractura en los deportistas son
las fracturas por esfuerzo (estrés). Estas fracturas representan la
respuesta de un hueso normal a un exceso de carga cíclica y repe-
tida (fractura de fatiga) o de un hueso anormal a cargas normales
o de un hueso anormal a cargas normales (fracturas por insuficien-
cia). El riesgo de desarrollo de fracturas de esfuerzo por fatiga dis-
minuye con la edad, aumentando las fracturas de estrés por insu-
ficiencia (generalmente, secundario a un componente de osteo-
porosis).6,7 El hueso joven soporta bien las fuerzas de compresión
y, por ello, las fracturas de estrés se desarrollan cuando se some- Figura 3-3: Secuencia FSE potenciada en DP con supresión de la
te el hueso a fuerzas repetidas de tensión. Sin embargo, con el grasa. Se observa edema medular y de partes blandas en el tercio
envejecimiento, el hueso se hace más susceptible a las fuerzas por distal del peroné y se individualiza la línea de fractura (flecha).
03_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:32 Página 23
MÚSCULO
xisten dos tipos de fibras musculares I y II. Las fibras tipo I son
E de acción lenta, contribuyen a la resistencia y las fibras tipo II
son de acción rápida y contribuyen a la fuerza y potencia. Con la
edad se pierden, progresivamente, fibras tipo II. A diferencia de
los jóvenes, en los cuales, el ejercicio contribuye a aumentar el
número de las fibras tipo II, con la edad, el ejercicio aumenta el
volumen de las fibras restantes pero no su número. Sin embargo
ell ejercicio retrasa la aparición de los cambios musculares,
aumenta la fortaleza y la densidad de fibras por sección.9
Las lesiones musculares pueden producirse por un mecanis-
mo directo o indirecto. Las lesiones directas secundarias a una
contusión o herida son más frecuentes en los deportistas jóvenes,
profesionales y en los deportes de contacto. El deportista mantie-
ne la fuerza muscular de forma característica tras el trauma recien-
te. Los hallazgos en imagen son similares a las lesiones por meca-
nismo indirecto aunque presentan rasgos atípicos respecto a su
localización. Figura 3-4: Estudio ecográfi-
Las lesiones indirectas, producidas por excesiva tensión o con- co longitudinal posterior de la
tracción excéntrica brusca, son las más frecuentes. La unión mus- pierna, donde se observa una
culotendinosa es la zona más débil y, por tanto, es la más suscep- rotura grado II de la unión
tible de desarrollar roturas. El aumento de las lesiones con la edad musculotendinosa del gemelo
y la disminución de la capacidad de recuperación obligan a reali- (flecha).
zar un diagnóstico precoz y a aconsejar un entrenamiento ade-
cuado. bosis venosa profunda y, menos frecuentemente, la sobreinfec-
El diagnóstico se puede realizar tanto con ecografía (US) como ción. La ecografía permite no sólo el diagnóstico, sino también el
con RM. Cuando afecta a más de un grupo muscular o a grupos drenaje de la colección. La aspiración no es suficiente, por el
específicos, como el recto anterior, cuando la localización es pro- espesor del líquido y ser una colección tabicada. Por tanto, se
funda o cuando hay una asociación frecuente con sobrecarga en debe dejar el drenaje entre 2 y 4 semanas, lo que facilita y acorta
las estructuras óseas es recomendable la realización de RM. el período de rehabilitación (Fig. 3-4).10
Los hallazgos en una rotura muscular son la deformidad y la La rotura del bíceps braquial en su unión musculotendinosa
presencia de sangre y edema, que se manifiesta como áreas hipo- proximal es la localización más frecuente de las lesiones del ten-
ecoicas en la US e hiperintensidad en las secuencias sensibles al dón del bíceps. La lesión del bíceps en su inserción en la tubero-
líquido en la RM. Cuando la lesión es incompleta, el líquido pene- sidad braquial es más infrecuente y se acompaña con frecuencia
tra entre los haces fibrilares y da la apariencia en pluma de las de líquido en la bursa bicípito-braquial que puede simular una
lesiones grado I y puede acompañarse de líquido perifascial. La masa antebraquial (Fig. 3-5).
lesión parcial grado II es una disrupción parcial de la unión muscu-
lotendinosa y se acompaña de edema y líquido perifascial. La pre-
sencia de un hematoma entre la disrupción y retracción de los TENDONES Y LIGAMENTOS
bordes es la clave para el diagnóstico de las lesiones grado III (Fig.
os microtraumatismo repetidos producen tendinosis. El tér-
3-4).
Dos lesiones clásicas en el atleta máster de fin de semana son L mino tendinitis es incorrecto, ya que los estudios histológicos
confirman la ausencia de fenómenos inflamatorios. Por ello, debe
la pierna del tenista o la lesión del bíceps braquial proximal o dis-
tal. ser sustituido por tendinosis o tendinopatía crónica. Las microro-
La pierna del tenista, descrita por Powell en 1883, general- turas repetidas, con ausencia de un fenómeno reparativo comple-
mente, se produce en mayores de 40 años, por contracción brus- to, provocan una angiogénesis intratendinosa y la alteración de la
ca del gemelo interno. La disminución de las fibras de acción rápi- estructura intratendinosa, que favorece, además, las roturas par-
da tipo II favorece la aparición de la lesión tras una contractura ciales o completas.11
brusca. Clínicamente, refieren un dolor agudo y un «snap» o «clic» Las lesiones se pueden producir en proximidad a la inserción
audible. El diagnóstico se realiza mediante US o RM. La lesión más o bien intrasustancia (ambas pueden coexistir). Las lesiones en la
frecuente es la rotura en la unión musculotendinosa del gemelo inserción en el hueso o entesis son frecuentes en los tendones del
interno. Las roturas del plantar delgado o del sóleo son menos supraespinoso, extensor común del codo («codo de tenista»),
frecuentes. En algunas series se ha incluido como parte de las cau- cuádriceps o patela (Fig. 3-6).
sas de pierna del tenista, roturas de quistes de Baker. En las técni- Las lesiones intrasustancia más frecuentes son las lesiones del
cas de imagen se visualiza la rotura y una colección entre la apo- tendón de Aquiles o las del tendón patelar. La etiología no está
neurosis del gemelo y del sóleo. Las complicaciones son la trom- completamente esclarecida, pero estudios histológicos en roturas
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FIBROCARTÍLAGO
n muchas articulaciones además del cartílago que recubre el
E hueso existen estructuras fibrocartilaginosas, como son el
menisco en la articulación témporo-mandibular, sínfisis de pubis o
Figura 3-6: Secuencia sagital FSE potenciada en DP de rodilla. Se
identifica una rotura parcial en la cara posterior de la inserción pro-
en la rodilla, labrum glenoideo y acetabular, y fibrocartílago trian- ximal del tendón patelar (flecha), edema en la grasa de Hoffa (aste-
gular. El fibrocartílago es un cartílago especializado que contiene risco), e incremento de intensidad de señal en el cartílago femoral
numerosos haces engrosados de fibras compactas de colágeno (cabeza de flecha).
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Rodilla
Las lesiones en la rodilla son frecuentes y se asocian tanto a
deportes de contacto como a deportes sin carga, debido a los
Figura 3-8: Artro-RM con tracción, plano sagital FSE potenciado mecanismos de torsión o valgo forzado o a la sobrecarga repeti-
en DP. Se identifica la giba en la unión cabeza cuello femoral (flecha), da.
e integridad del cartílago acetabular (cabezas de flechas) y femoral Existen algunas lesiones en estructuras de esta articulación que
y del labrum (asterisco). por su importancia se mencionarán a continuación.
• R o t u r a d e l L C A ( l i g a m e n t o c r u z a d o a n t e r i o r ) . Es una
aumentar nuestra capacidad diagnóstica y la artro-RM es la técni- de las lesiones más importantes, por su frecuencia y gravedad.
ca de elección, que permite valorar el labrum y el estado del car- Algunos trabajos han demostrado un aumento de cambios de
osteoartrosis en las rodillas con deficiencia de LCA, especial-
tílago (Fig. 3-8).20
mente, cuando asocian lesiones de menisco (13-65%). 22 Sin
La cadera está rodeada de una musculatura potente. Los mús- embargo, la efectividad a largo plazo de su reparación para pre-
culos que se insertan en el trocánter mayor son el glúteo media- venir los cambios degenerativos todavía no se conoce (Fig. 3-
no y menor, y su función es la rotación interna y flexión de la 10). El mecanismo más habitual es una combinación de valgo,
cadera. Se les denomina manguito rotador de la cadera por su flexión y rotación interna; por ello, con frecuencia asocian lesio-
similitud con el hombro. Por su rango de movimiento es el glúteo nes de los ligamentos colaterales que pueden condicionar ines-
tabilidad crónica y lesión de los meniscos. Las contusiones típi-
cas de la lesión del LCA se localizan en el compartimento
externo. Sin embargo, en lesiones crónicas del LCA, debido a
la inestabilidad rotacional secundaria, son frecuentes los defec-
tos condrales por un mecanismo de contusión repetitiva en el
cóndilo femoral medial (ligamento cruzado posterior)23
• R o t u r a d e l L C P . La implicación clínica de la rotura del LCP
aún se encuentra en debate. Se ha demostrado que la rotura
crónica del LCP es un factor condicionante de inestabilidad con
el riesgo de degeneración articular y artrosis en una fase más
tardía. A pesar de que el LCP tiene una capacidad única de
repararse de forma espontánea, formando una banda fibrosa,
cuando se acompaña de otras lesiones y presenta inestabilidad,
el tratamiento de elección es la cirugía.24
• R o t u r a s m e n i s c a l e s . Los deportes de carga sobrecargan
más el compartimiento lateral, especialmente, el cuerno ante-
rior del menisco externo. Está demostrada la relación entre la
meniscectomía y el desarrollo de osteoartrosis precoz y la pre-
sencia de cambios e incluso roturas en la población asintomáti-
Figura 3-9: Estudio coronal T2 con supresión de la grasa de la pel- ca. Por ello, la indicación de cirugía meniscal debe realizarse
vis. Avulsión de la inserción de la musculatura isquiotibial (flecha), considerando la repercusión clínica. Las roturas radiales o com-
tendinopatía con líquido en la bursa trocantérea mayor bilateral plejas (multidireccionales) del menisco interno se relacionan
(cabezas de flecha). con la clínica de los pacientes y no aparecen en los pacientes
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Tobillo
La osteoartrosis de tobillo precoz es relativamente frecuente
en deportistas profesionales (fútbol, baloncesto, bailarinas), pero
es menos significativa en los deportistas ocasionales. La osteoar- Figura 3-10: Estudio sagital FSE potenciada en DP, rotura crónica
trosis de tobillo se caracteriza por la formación de osteofitos, del LCA (flecha), irregularidades en la superficie condral (cabezas de
cuerpos libres y disminución del espacio articular (Fig. 3-11). Los flecha).
síndromes de impactación se producen por fricción repetida entre
dos estructuras, la clasificación se basa en la localización y ésta se consulta, sobre todo, entre los 45 y los 64 años.26 Los deportes
correlaciona con el mecanismo de producción. Se clasifican en con un componente de lanzamiento desarrollan una limitación de
función del compartimento afectado: anterior, anterolateral, ante- la rotación interna con un aumento de la rotación externa en el
romedial, posterior y posteromedial. La utilidad de la RM consis- brazo dominante que condiciona una alteración biomecánica que
te en valorar la distribución de los osteofitos, el edema intraóseo sobrecarga la inserción del complejo bíceps labral, modifica el
secundario al impacto repetido, las lesiones osteocondrales y la centro de contacto glenohumeral y, de forma secundaria, el
detección de engrosamientos sinoviales que forman verdaderos aspecto más anterior del supraespinoso, aumentando el riesgo de
nódulos fibrosos que impiden la biomecánica normal del tobillo.26 desarrollar una cascada de lesiones de forma consecutiva. Los
atletas que entrenan con pesas desarrollan cambios degenerativos
Extremidad superior acromio-claviculares y gleno-humerales.27
Las manifestaciones de la artrosis glenohumeral son la dege-
Hombro neración del labrum, defectos condrales, cuerpos libres, capsulitis
adhesiva y osteofitos.
El dolor de hombro es una de las causas más frecuentes de Los cambios biomecánicos, los movimientos repetidos con
atrapamiento del manguito en el arco coracoacromial junto con
condicionamientos anatómicos, como el área hipovascular (críti-
ca), condicionan cambios progresivos en los tendones del man-
guito, especialmente, en el supraespinoso, e incrementan del ries-
go de desarrollar roturas parciales que pueden progresar a com-
pletas. Las lesiones típicas relacionadas con la sobrecarga del
deporte son las roturas parciales en la superficie más anterior de
la inserción del supraespinoso en el troquíter y las roturas en «rim
rent», lesiones horizontales en la inserción del troquíter, cuyo
diagnóstico artroscópico es difícil (Fig. 3-12).27
Codo
Figura 3-11: Radiografía simple lateral de tobillo y secuencia FSE La artrosis de codo es más frecuente en deportistas de lanza-
potenciada en DP sagital de tobillo, que muestran tanto impactación miento, secundario a un mecanismo de sobreuso. Se caracteriza
anterior con osteofitos tibiales y en astrágalo (flechas) como poste- por osteofitos en el olécranon, apófisis coronoides, cuerpos libres
rior, con osteofitos, líquido en el receso posterior y edema en la grasa intra-articulares y en ocasiones defectos condrales. El estrés cró-
de Kager (cabezas de flechas). nico en deportistas provoca sobrecarga de las entesis del compar-
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Muñeca
La muñeca es una articulación compleja que puede lesionarse
en diversas actividades deportivas, entre ellas deportes de raque-
ta, gimnasia, boxeo o escalada. Los escaladores asocian con fre-
cuencia lesiones en los dedos, especialmente en las poleas de los
tendones flexores.
Una causa importante de artrosis de carpo son las fracturas
mal consolidadas o pseudoartrosis, que alteran el eje biomecáni-
co. En general la artrosis de desarrolla lentamente y se hace evi-
dente años después de la lesión inicial. Consideración especial
debe tenerse con las lesiones de partes blandas que pueden
Figura 3-12: Secuencia sagital de supraespinoso, FSE potenciada en acompañar a las fracturas. Entre ellas destacan la rotura o degene-
DP con supresión grasa. Rotura parcial de espesor completo (flecha). ración del fibrocartílago triangular (FCT) y de los ligamentos intrín-
secos y extrínsecos del carpo que provocan inestabilidad. Los
cambios degenerativos predominan en la articulación radio-car-
timento extensor, especialmente, del tendón extensor carpi radia- piana.
lis, condicionando una tendinosis, también llamada epicondilitis o La sobrecarga en el compartimento cubital habitualmente
del compartimiento flexor (o epitrocleítis) (Fig. 3-13).28 La tendi- compromete las estructuras del complejo del fibrocartílago trian-
nosis puede o no asociarse a largo plazo a roturas intrasustancia gular (lesiones tipo II de Palmer), tendones y estructuras óseas
de espesor parcial o total. En deportes como el golf, el comparti- adyacentes, aunque algunas de estas lesiones aparecen en pacien-
mento afectado es habitualmente el medial. Afecta al pronador tes asintomáticos.29
redondo, flexor carpi radialis y palmaris longus. En el tenis se
sobrecarga el grupo extensor o lateral de codo, tendón extensor
Las tendinosis o tenosinovitis son frecuentes en los deportes 7. Daffner RH, Pavlov H. Stress fractures: current concepts. AJR Am J
de raqueta como tenis o squash en los cuales existe un movimien- Roentgenol 1992;159:245-52.
to repetitivo de flexo-extensión y prono-supinación de la muñe- 8. Close GL, Kayani A, Vasilaki A, McArdle A. Skeletal muscle damage
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DEPORTE DESPUÉS DE 10. Zabala R, Del Cura J, Gómez JM, Corta IG, Alvarez de Eulate
Santacara L, Ibáñez AZ . Valoración de la eficacia del tratamiento per-
PROTESIS ARTICULAR cutáneo de la pierna del tenista. Congreso de la SERAM. Sevilla 2008
l desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas y nuevas prótesis 11. Maffulli, N, Khan KM, Puddu G. Overuse tendon conditions: time to
E ha hecho cada vez más habitual observar prótesis articulares
en pacientes que aún son activos y muchos de los cuales practi-
change a confusing terminology. Arthroscopy 1998;14:840-3.
12. Maffulli N, Wong J. Rupture of the Achilles and patellar tendons. Clin
Sports Med 2003;22:761-76.
can deporte. La cadera es una articulación sometida a carga y por 13. Zanetti M, Linkous MD, Gilula LA, Hodler J. Characteristics of trian-
tanto con mayor estrés,30 gular fibrocartilage defects in symptomatic and contralateral asympto-
Los deportes de alto impacto con gran exigencia articular matic wrists. Radiology 2000;216:840-5.
como fútbol deben evitarse en la medida de lo posible. Los 14. Zanetti M, Pfirrmann CW, Schmid MR, Romero J, Seifert B, Hodler
deportes de intensidad e impacto intermedio como el tenis o el J. Patients with suspected meniscal tears: prevalence of abnormalities
«jogging» se pueden seguir practicando, aunque tienen un aumen- seen on MRI of 100 symptomatic and 100 contralateral asympto-
to de riesgo de lesiones (Fig. 3-14). Las complicaciones son las matic knees. AJR Am J Roentgenol 2003;181:635-41.
fracturas de prótesis, aflojamientos, desgaste prematuro del mate- 15. Witt MT, Handley CJ Oakes BW, Lowther DA. In vitro response of
chondrocytes to mechanical loading. The effect of short term
rial o, incluso, luxaciones, sobre todo, si se tiene en cuenta que la
mechanical tension. Connect Tissue Res 1984;12:97-109.
cápsula articular y los grupos musculares peri-articulares se alteran 16. Zlatkin MB, Rosner J. MR imaging of ligaments and triangular fibrocar-
debido a la cirugía de recambio, lo que genera menor resistencia tilage complex of the wrist. Magn Reson Imaging Clin N Am
pasiva. Los deportistas de bajo nivel de impacto (golf, natación) 2004;12:301-31.
pueden seguir desarrollando su actividad sin problemas. 17. Bohndorf K. Imaging of acute injuries of the articular surfaces (chon-
dral, osteochondral and subchondral fractures). Skeletal Radiol
1999;28:545-60.
CONCLUSIÓN 18. Manaster BJ, Johnson T, Narahari U. Imaging of cartilage in the ath-
lete. Clin Sports Med 2005;24:13-37.
l deporte tiene múltiples efectos beneficiosos. Entre otros,
E mejora el estado general, la fortaleza física y el trofismo mus-
cular, retrasando los efectos del envejecimiento. Sin embargo, la
19. L´Hermette M, Polle G, Tourny-Chollet C, Dujardin F. Hip passive
range of motion and frequency of radiographic hip osteoarthritis in
former elite handball players. Br J Sports Med 2006;40:45-9.
práctica repetida de algunos deportes puede incrementar o ace- 20. Kassarjian, A, Yoon LS, Belzile E, Connolly SA, Millis MB, Palmer WE.
Triad of MR arthrographic findings in patients with cam-type
lerar el desarrollo de artrosis y aumentar el riesgo de lesiones en
femoroacetabular impingement. Radiology 2005;236:588-92.
el sistema musculoesquelético. A diferencia del atleta joven, en el 21. Pfirrmann CW, Chung C, Theumann NH, Trudell DJ, Resnick D.
master es más frecuente la patología secundaria a sobrecarga Greater Trochanter of the Hip: Attachment of the Abductor
repetida. Las alteraciones en el atleta master reflejan el impacto de Mechanism and a Complex of Three Bursae—MR Imaging and MR
la edad, estrés repetido y secuelas a largo plazo de lesiones arti- Bursography in Cadavers and MR Imaging in Asymptomatic
culares crónicas. Es importante conocer el espectro de cambios Volunteers. Radiology 2001;221:469.
degenerativos normales con la edad y diferenciarlos de aquellos 22. Blyth MJ, Gosal HS, Peake WM, Bartlett RJ.. Anterior cruciate liga-
que se asocian con sintomatología para así aumentar nuestra pre- ment reconstruction in patients over the age of 50 years: 2 to 8 year
follow-up. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc 2003;11:204-11.
cisión diagnóstica.
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04_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:33 Página 31
4
Manifestaciones radiológicas torácicas y
abdominales de las complicaciones asociadas al
abuso de drogas y sustancias
denominación de crack es una onomatopeya por el sonido puede ser la causa de la mayor frecuencia de episodios de infarto
que produce al ser calentada. agudo de miocardio en consumidores de estas sustancias.11
• Sulfato de cocaína, pasta base o «basuco». Es un extracto
crudo de las hojas que se fuma mezclada con tabaco o
Miocardiopatía dilatada y miocarditis
marihuana. Su consumo es muy raro en nuestro país.
La HEROÍNA es un opiáceo semisintético, producido a partir Se ha descrito la aparición de miocardiopatía dilatada con
de la morfina, depresor del sistema nervioso central. La vía más coronarias normales en consumidores crónicos de cocaína, anfe-
frecuente de administración sigue siendo la intravenosa, sola o en taminas y MDMA.6 La causa probablemente corresponde a un
combinación con cocaína. Cuando se fuma («chinos»), la heroí- estímulo simpático intenso y repetitivo, similar a la miocardiopatía
na es calentada sobre un papel de aluminio, y con ayuda de algún por exceso de catecolaminas observada en el feocromocito-
instrumento se inhalan sus vapores por la nariz o la boca.
En el presente capítulo se revisan las alteraciones radiológicas de a
las complicaciones cardiovasculares, respiratorias y abdominales
producidas por drogas de abuso, principalmente heroína y cocaína.
COMPLICACIONES
CARDIOVASCULARES
CARDÍACAS
Isquemia miocárdica
roducida sobre todo por la cocaína y sus derivados, pero
P también por anfetaminas y MDMA. Los efectos tóxicos de la
cocaína sobre el sistema cardiovascular se deben a sus propieda-
des simpaticomiméticas y anestésicas.8, 9,10 El efecto simpaticomi-
mético se produce por bloqueo de la recaptación de catecolami-
nas en las neuronas presinápticas del sistema nervioso central y
periférico, y se traduce en un aumento de la concentración de
neurotransmisores en la hendidura sináptica, prolongando la esti-
mulación de los receptores postsinápticos. El efecto sobre el cora-
zón consiste en un aumento de la frecuencia cardíaca, de la con-
tractilidad, de la velocidad de conducción a través del nodo aurí- b
culo-ventricular y adicionalmente produce una vasoconstricción
arterial y venosa en la circulación sistémica y coronaria. La combi-
nación de estas acciones puede alterar el balance entre demanda
y aporte de oxígeno al miocito, con el consiguiente riesgo de
isquemia e infarto. El efecto anestésico local es secundario al blo-
queo de los canales de sodio en la membrana celular durante la
despolarización, que constituye el sustrato para el desarrollo de
arritmias. Además, la cocaína tiene un efecto intrínseco procoa-
gulante al elevar los niveles de varias sustancias como tromboxa-
no A2, antitrombina III, y otras.
La isquemia miocárdica secundaria a cocaína No difiere en sus
manifestaciones de otros tipos de isquemia miocárdica y debe
sospecharse en pacientes jóvenes con coronarias normales (Fig.
4-1). Puede ser difícil de identificar, por la frecuencia con que con-
sumidores de cocaína con dolor torácico sin infarto miocárdico
presentan elevación del ST. Es importante reseñar que el desarro-
llo de la enfermedad es independiente de la cantidad ingerida, vía
de administración o frecuencia de abuso. Incluso se ha descrito
como complicación del primer episodio de consumo.10
En consumidores de esteroides anabolizantes se ha descrito Figura 4-1: RM cardíaca en paciente cocainómano de 35 años
un aumento de la masa ventricular izquierda e hipertrofia concén- con cardiopatía isquémica en territorio de la descendente anterior.
trica miocárdica, con alteración en la función diastólica, pero sin Perfusión en primer paso. Hipoperfusión transmural del ápex (a).
compromiso de la sistólica. Este hecho, unido a otros efectos de Realce tardío. Hipercaptación transmural confirmando la necrosis
los anabolizantes como el desarrollo de hipertensión arterial, (escara) miocárdica (b).
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MANIFESTACIONES RADIOLÓGICAS TORÁCICAS Y ABDOMINALES DE LAS COMPLICACIONES ASOCIADAS AL ABUSO DE DROGAS Y SUSTANCIAS 33
Endocarditis
El uso de drogas por vía intravenosa es un factor de riesgo para
el desarrollo de endocarditis bacterianas, especialmente, tricuspí-
dea, por ausencia de esterilidad en la inyección.6 El estafilococo es
el microorganismo que participa con mayor frecuencia, pudiendo
detectarse las verrugas valvulares con ecocardiografía, tanto trans-
torácica (Fig. 4-3) como transesofágica y, ocasionalmente, con
tomografía computarizada multidetector (TCMD). Pueden produ-
cir émbolos sépticos, generalmente, al pulmón, por su preferente
localización tricuspídea (ver más adelante), aunque también puede
desarrollarse endocarditis izquierda en consumidores de cocaína
intravenosa.9 El consumo de cocaína intravenosa es un factor de
Figura 4-2: Miocarditis por cocaína. Varón de 19 años que ingresa riesgo independiente para el desarrollo de endocarditis, habiéndo-
por dolor torácico, ECG sugestivo de infarto agudo inferolateral, y se invocado factores como la elevación de la frecuencia cardíaca y
coronarias normales en la coronariografía (no mostrada). La RM de la presión arterial, que pueden producir lesión valvular y vascular
ingreso presenta un patrón de realce tardío no vascular. parche- predisponente, efectos inmunosupresores propios de la droga y
ado, mesocárdico con respeto subendocárdico, en la cara lateral del
VI (a). La RM de seguimiento realizada dos meses más tarde, y tras
abstinencia total en el consumo de cocaína, muestra mejoría, con
disminución en la extensión de las lesiones (b).
ARTERIALES
Disección aórtica
a disección aórtica está producida por la taquicardia, vaso-
L constricción de origen simpático, y aumento de la presión
arterial sistémica inducidas por la cocaína. 6, 9, 10
Estos pacientes
tienen mayor incidencia de disecciones tipo B (sin afectación de
aorta ascendente), con presentación a edades más tempranas,
mayor proporción de recurrencias y mayor mortalidad que la
población general (29% frente a 17%).9 La apariencia radiológica
es idéntica a cualquier disección aórtica, y puede diagnosticarse Figura 4-4: Aneurisma micótico de la segmentaria superior de la
por ecocardiografía transesofágica, TC o RM. De todas ellas, la arteria pulmonar lobar inferior derecha, en el seno de neumonía
más utilizada es la TCMD, por su disponibilidad, fiabilidad y rapi- necrotizante en heroinómana.
dez, que permite además demostrar las complicaciones asociadas
(derrame pericárdico, derrame pleural, rotura aórtica, isquemia con aparición de trombosis aguda intermitente. La ausencia de
visceral)15 y valorar su extensión, en aras a planificar el tratamien- esterilidad en la inyección condiciona el desarrollo de trombofle-
to oportuno. bitis séptica, que puede sugerirse si se demuestra engrosamiento
La punción accidental de una arteria puede ocasionar otras irregular de la pared venosa en los estudios ecográficos, o realce
complicaciones:6,15 de pared y colecciones perivenosas en la TC (Fig. 4-5). La presen-
cia de gas en la pared o en la luz de la vena en un estudio TC, no
es indicativo de sobreinfección, pudiendo corresponder simple-
Disección traumática mente a aire introducido durante la inyección.6 Como es eviden-
La disección traumática de la arteria puede inducir una isque- te, los trombos, infectados o no, pueden producir tromboembo-
mia del miembro correspondiente. lismo pulmonar, séptico o convencional.
Pseudoaneurisma COMPLICACIONES
Es una cavidad que se comunica con la arteria a través de un RESPIRATORIAS
cuello, y con flujo pulsátil turbulento en su interior. Cuando afec-
ta a los vasos subclavios puede sospecharse en la radiografía de Tracto respiratorio superior
tórax si se identifica una masa extraparenquimatosa adyacente a la
a mucosa nasal es especialmente sensible a la vasoconstric-
región medial del ápex pulmonar. El diagnóstico mediante ultraso-
nidos puede ser difícil si la ventana acústica no es buena, y se esta- L ción, por lo que es frecuente la necrosis isquémica con des-
trucción del septo en los consumidores crónicos de cocaína por
blecería mediante angioTC o angioRM.
Aneurismas micóticos
Corresponden a aneurismas infectados y pueden aparecer
sobre pseudoaneurismas preexistentes o en cualquier otra arteria,
por colonización de la pared del vaso con erosión de ésta, en el
contexto de una bacteriemia secundaria a las inyecciones no esté-
riles (Fig. 4-4). El riesgo principal que presentan es la rotura. La
presencia de gas en el aneurisma es rara, pero si se identifica
mediante TC es diagnóstica.6,15
VENOSAS
a trombosis venosa profunda es frecuente en los adictos por
L vía intravenosa que, una vez que han agotado las venas de las
extremidades superiores, utilizan las venas de las piernas o del
Figura 4-5: Tromboflebitis séptica de la yugular interna derecha.
TC sin CIV. Yugular interna derecha hiperdensa (flecha blanca, com-
cuello para el consumo. Es frecuente que exista cierto grado de párese con yugular izquierda, flecha naranja). Existe colección peri-
trombosis crónica no oclusiva en el punto habitual de inyección, venosa y engrosamiento de planos cutáneos.
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MANIFESTACIONES RADIOLÓGICAS TORÁCICAS Y ABDOMINALES DE LAS COMPLICACIONES ASOCIADAS AL ABUSO DE DROGAS Y SUSTANCIAS 35
Neumonías
Los adictos por vía intravenosa y los fumadores de cocaína y
marihuana, tienen más incidencia de neumonías adquiridas en la
comunidad que la población general, por causas no bien aclara-
das. La cocaína produce una alteración en la función de los macró-
fagos alveolares y una disminución en la producción de citocinas,
lo que condiciona una inmunosupresión local (Fig. 4-6).7,17
La disminución del nivel de conciencia producido por los
opiáceos, y el efecto anestésico de la cocaína en la mucosa farín-
gea favorecen el desarrollo de neumonías aspirativas, que afectan
característicamente a las zonas más declives del pulmón, como Figura 4-6: Neumonía necrotizante por neumococo en politoxicó-
los lóbulos inferiores, especialmente, el derecho o, si el paciente mano. Consolidación de espacio aéreo en lóbulo inferior izquierdo,
se encontraba en decúbito supino en el momento de la aspira- cavitada (flecha negra) y con pioneumotórax (flecha naranja) secun-
ción, los segmentos superiores de los lóbulos inferiores o los api- dario a fístula broncopleural.
cales y posteriores de los lóbulos superiores. Se manifiestan
como consolidaciones de espacio aéreo, con grados variables de
pérdida de volumen y, si son recurrentes, pueden asociar bron-
quiectasias. En consumidores de compuestos volátiles inhalados
(nitrito de amilo y butilo) se ha descrito la aparición de neumoní-
as lipoideas.6
Edema pulmonar
Se puede producir edema cardiogénico en los pacientes con
disfunción cardíaca de origen isquémico o no secundaria a drogas,
con los hallazgos de imagen habituales: cardiomegalia, engrosa-
miento peribroncovascular y de septos interlobulillares, derrame
pleural y, si progresa, opacidades alveolares bilaterales de predo-
minio central. Diferentes tipos de drogas pueden producir edema
pulmonar no cardiogénico, que, clásicamente, se asocia a la
sobredosis de opiáceos, pero que también puede aparecer en
consumidores de cocaína inhalada o intravenosa, o de MDMA.
Aunque la causa de este edema no cardiogénico no está clara, se
considera que existe lesión endotelial directa, que produce
aumento de la permeabilidad, debido a que la concentración de
proteínas en el lavado broncoalveolar (LBA) se encuentra eleva- Figura 4-7: Edema no cardiogénico en paciente con sobredosis por
da. En el caso del edema por heroína también puede estar impli- heroína y cocaína.
cado un componente neurogénico del edema, secundario a los
más intersticial. La evolución clínico-radiológica suele ser buena,
efectos de la droga en el sistema nervioso central.6,7,15,18 En los
estudios radiológicos y de TC se demuestra una afectación alveo- con resolución del cuadro en 24-72 horas.
lar, generalmente, bilateral perihiliar, que puede asociar líneas sep-
tales engrosadas o infiltrados en vidrio deslustrado, sin cardiome- Hemorragia pulmonar
galia ni derrame pleural (Fig. 4-7). Aunque la afectación suele ser
bilateral y difusa o perihiliar, existen formas atípicas. En un estudio Aparece en consumidores de cocaína fumada y puede ser
de 27 casos de edema no cardiogénico secundario a heroína (18), secundaria a rotura de vasos submucosos del árbol traqueobron-
el 74% se manifestaron de la forma clásica, pero en un 15% el quial, o por lesión de la membrana alveolocapilar.7 Se manifiesta
edema era unilateral, y en un 11% era parcheado o de aspecto radiológicamente como opacidades multifocales de espacio aéreo
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y/o vidrio deslustrado, en ocasiones, de distribución centrilobuli- con fibrosis. La talcosis es rara en adictos por vía nasal, y cuando
llar, y con engrosamiento de septos interlobulillares, sin derrame se produce, es el resultado de inhalación continuada de droga
ni cardiomegalia, por lo que es indistinguible del edema no cardio- adulterada con talco. En los estudios de imagen se demuestra un
génico o del pulmón de crack (ver más adelante). Puede llegar a infiltrado micronodular en campos medios y superiores, que con
producir anemización y, además de insuficiencia respiratoria, es el tiempo evoluciona a conglomerados en los lóbulos superiores,
característico que el esputo sea hemoptoico. La resolución del ocasionalmente de alta densidad, similar a la fibrosis masiva pro-
proceso es rápida, aunque se han descrito hemorragias crónicas. gresiva de la silicosis;7,21 se han descrito también opacidades en
La hemorragia pulmonar oculta es probablemente muy frecuente vidrio deslustrado y enfisema panacinar de predominio en lóbulos
en pacientes fumadores de cocaína, apareciendo hasta en un 30% inferiores.21 El diagnóstico puede realizarse, con el antecedente
de las autopsias de pacientes muertos por sobredosis de ésta pertinente, identificando las partículas de talco en vasos retinianos
droga.19 en el fondo de ojo.20 Si se realiza biopsia de los granulomas es fácil
demostrar la fuerte birrefringencia de los cristales de talco con luz
polarizada.21 La evolución clínica suele ser mala, con desarrollo de
Pulmón de crack - Enfermedad pulmonar insuficiencia respiratoria y mortalidad significativa. Otras sustancias
eosinofílica inducida por cocaína adulterantes, como celulosa, almidón o corcho, pueden producir
Es un síndrome pulmonar agudo caracterizado por fiebre, dis- también granulomas a cuerpo extraño, tanto en adictos por vía
nea, tos productiva e hipoxemia, que aparece tras fumar cocaína. intravenosa como intranasal, que se manifiesta como una afecta-
La droga actúa como un antígeno, induciendo la producción de IgE ción micronodular, a veces, centrilobulillar, con patrón de «árbol
y, tras una nueva exposición, se produce liberación de histamina, en brote».15
serotonina, factor quimiotáctico de eosinófilos y otros mediadores,
que causan lesión pulmonar directa.17 Histológicamente, existe
daño alveolar difuso, hemorragia alveolar e infiltrados celulares en
Tromboembolismo pulmonar (TEP) y TEP
intersticio y espacios aéreos, ricos en eosinófilos. En el LBA se
séptico
demuestra eosinofilia, que puede existir también en sangre perifé- La existencia de trombosis venosa profunda en adictos IV pre-
rica hasta en un 40 % de los casos.7 En los estudios de imagen se dispone al desarrollo de TEP convencional, que puede demos-
manifiesta como opacidades de espacio aéreo que pueden ser trarse mediante TCMD o gammagrafía de ventilación perfusión.6
difusas, multifocales o periféricas, y con buena respuesta clínico- Como consecuencia de una endocarditis infecciosa tricuspídea o
radiológica al tratamiento corticoideo (Fig. 4-8). de una tromboflebitis séptica, puede producirse un TEP séptico.
Los hallazgos de imagen en las fases iniciales consisten en múlti-
ples áreas de opacidad periférica, de morfología redondeada y
Talcosis y otras granulomatosis pulmonares contornos mal definidos, que evolucionan en poco tiempo a
El talco (silicato magnésico) es un compuesto insoluble exis- nódulos pulmonares, de tamaño variable, cavitados o no y de dis-
tente en ciertos medicamentos orales usado para ligar el com- tribución predominantemente periférica. Estas lesiones, auténti-
puesto activo. Está presente, entre otros, en la metadona y en el cos abscesos pulmonares, pueden romperse a la cavidad pleural
metilfenidato. Cuando estos fármacos son machacados, disueltos con el consiguiente desarrollo de empiema, pioneumotórax o fís-
e inyectados por vía intravenosa, las partículas de talco embolizan tulas broncopleurales6 (Fig. 4-9). Es frecuente encontrar lesiones
en los vasos pulmonares de pequeño calibre produciendo hiper- en distintos estadios de evolución, porque la embolización puede
tensión pulmonar.15,20 Las partículas de talco pueden migrar al producirse en diferentes momentos.
intersticio e inducir una reacción granulomatosa a cuerpo extraño
Hipertensión pulmonar
La patogenia por la que los consumidores de heroína y espe-
cialmente cocaína, pueden desarrollar hipertensión pulmonar no
está del todo clara, pero probablemente sea multifactorial. Por un
lado, debe desempeñar un papel relevante la embolización que
pequeñas partículas de materiales como talco y otros (ver talco-
sis), que afecta a vasos pulmonares de pequeño y mediano cali-
bre.7 Por otro, la cocaína fumada produce un vasoespasmo pul-
monar intenso, con trombosis in situ, habiéndose encontrado en
el líquido del LBA de adictos a cocaína fumada, niveles elevados
de endotelina-1 y de péptido vasoconstrictor derivado del endo-
telio.22
Enfisema
Figura 4-8: Pulmón de crack. Paciente con disnea súbita e hipoxe- En pacientes fumadores de marihuana, cocaína, y en adictos
mia tras fumar cocaína. En el LBA existía eosinofilia. La extensa
por vía IV se ha descrito la aparición de grandes bullas de distribu-
afectación afectación alveolar y en vidrio deslustrado se resolvió com-
ción periférica y predominio en lóbulos superiores (Fig. 4-10).
pletamente a los pocos días (no se muestra).
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MANIFESTACIONES RADIOLÓGICAS TORÁCICAS Y ABDOMINALES DE LAS COMPLICACIONES ASOCIADAS AL ABUSO DE DROGAS Y SUSTANCIAS 37
DIGESTIVAS
Isquemia mesentérica
La cocaína y, en menor medida, las anfetaminas pueden pro-
Figura 4-10: Grandes bullas periféricas en paciente de 33 años ducir isquemia mesentérica por vasoconstricción del lecho esplác-
fumador de cocaína (TC con reconstrucción de mínima intensidad). nico con o sin trombosis asociada.26 La clínica, consistente en
04_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:33 Página 38
Colitis estercoral
Los opiáceos disminuyen la motilidad intestinal, con estreñi-
miento crónico y posibilidad de impactación fecal.
Ocasionalmente, la impactación fecal puede producir una colitis
inflamatoria por el aumento de la presión intraluminal, que se
conoce como colitis estercoral, y que puede desembocar en
necrosis parietal y perforación, con una mortalidad del 35%.27
Los segmentos más afectados son recto y sigma, pudiendo sospe-
Figura 4-11: Infarto renal en consumidor de cocaína. charse esta entidad mediante TC, cuando existe engrosamiento
Hipoperfusión de morfología triangular en riñón izquierdo. parietal contiguo a un fecaloma, con infiltración y estriación de la
grasa adyacente. Si ya se ha producido perforación, existirán bur-
dolor abdominal y hemorragia digestiva, aparece a las 24-72 bujas de gas extraluminal o un absceso.27
horas del consumo de la droga.9 Los hallazgos en la TC (Fig. 4-
12) corresponden a dilatación inespecífica de asas de intestino, Hepáticas
con hipo o hiperatenuación parietal, en función de la extensión de
la isquemia o la presencia de hemorragia submucosa, respectiva- Es conocida la asociación entre consumo de esteroides ana-
bolizantes y el desarrollo de adenomas hepáticos, que pueden ser
múltiples, y presentan riesgo de hemorragia como principal com-
MANIFESTACIONES RADIOLÓGICAS TORÁCICAS Y ABDOMINALES DE LAS COMPLICACIONES ASOCIADAS AL ABUSO DE DROGAS Y SUSTANCIAS 39
plicación. Está descrita la resolución espontánea de estos tumores 9. Restrepo CS, Rojas CA, Martínez S, Riascos R, Mármol-Vélez A,
tras el cese en el consumo, por lo que, una vez diagnosticados, se Vargas D. Cardiovascular complications of cocaine: imaging findings.
aconseja monitorización ecográfica periódica.27 Emerg Radiol 2009;16:11-19.
10. Lange RA, Hillis LD. Cardiovascular complications of cocaine abuse.
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Complicaciones en portadores de bolas 11. Kindermann W. Cardiovascular side effects of anabolic-androgenic
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Se conoce como «boleros» o «body-packers» a aquellas per- 12. Om A, Ellahham S, Ornato JP. Reversibility of cocaine-induced car-
sonas que transportan paquetes de droga en el interior de su diomiopathy. Am Heart J 1992;124:1639-1641.
cuerpo, introducidos por vía oral o rectal. Estos cuerpos extraños 13. Vogel-Claussen J, Rochitte C, Wu KC, Kamel IR, Foo TK, Lima JAC y
son reconocibles en una radiografía simple de abdomen.28 cols. Delayed enhancement MR imaging: utility in myocardial assess-
Además de la posibilidad de producir una obstrucción mecánica, ment. Radiographics 2006;26:795-810.
la rotura de uno de los paquetes produce peritonitis química (Fig. 14. Arora S, Alfayoumi F, Srinivasan V. Transient left ventricular apical bal-
4-13) e intoxicación aguda que puede llegar a ser mortal.6 looning after cocaine use: is catecholamine cardiotoxicity the patho-
logic link? Mayo Clin Proc. 2006;81:829-32.
15. Gotway MB, Marder SR, Hanks DK, Leung JWT, Dawn SK, Gean AD
y cols. Thoracic complications of illicit drug use: an organ system
CONCLUSIÓN approach. Radiographics 2002;22:S119-S135.
as complicaciones cardiovasculares, respiratorias y abdomina- 16. Trimarchi M, Gregorini G, Fachetti F, Morassi ML, Manfredini C,
L les derivadas del consumo de drogas de abuso pueden ser
múltiples, y en muchos casos graves, incluso con riesgo de muer-
Maroldi R y cols. Cocaine-induced midline destructive lesions: clinical,
radiographic, histopathologic, and serologic features and their differen-
tiation from Wegener,s granulomatosis. Medicine 2001;80:391-404.
te. 17. Shanti C, Lucas C. Cocaine and the critical care challenge. Crit Care
En la actualidad cobra especial relevancia el consumo de coca- Med 2003;31:1851-9.
ína, cuya prevalencia ha ido aumentando en los últimos años de 18. Sporer KA, Dorn E. Heroin-related noncardiogenic pulmonary
forma alarmante. Es importante que el radiólogo sepa reconocer edema. Chest 2001;120:1628-32.
los hallazgos de imagen pertinentes, debido a que, en muchas 19. Haim DY, Lippmann ML, Goldberg SK, Walkstein MD. The pul-
ocasiones, el antecedente de consumo no está claro en la histo- monary complications of crack cocaine. Chest 1995;107:233-40.
ria clínica del paciente. 20. Padley SPG, Adler BD, Staples CA, Miller RR, Müller NL. Pulmonary
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21. Ward S, Heyneman LE, Reittner P, Kazerooni EA, Godwin JD, Müller
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5
Enfermedades emergentes:
drogas y sistema nervioso central
J. Mun ue ra del Cer ro , A. Rov ira Cañ el las
TABLA 5.1
Clasificación de la drogas según sus efectos en el SNC
Sustancias Depresoras Sustancias Estimulantes Alucinógenos
del SNC del SNC
Alcohol Cocaína LSD
Cannabis y derivados
Inhalantes
05_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:38 Página 42
TABLA 5.3
Prevalencia anual del consumo de drogas en la encuesta del Plan nacional sobre Drogas,
realizado sobre 27.934 individuos en 2005.
tras que las técnicas de medicina nuclear (PET/SPECT) o estudios cesos de recompensa y aprendizaje). Todas las drogas de abuso
no convencionales de RM (Espectroscopia, RM funcional, “voxel consumidas intensamente producen un aumento de la liberación
based morphometry” y tensor de difusión-DTI) han permitido de la dopamina, especialmente en el NucA. Las drogas psicoesti-
conocer los efectos agudos, los mecanismos de acción y los cam- mulantes (cocaína, metanfetamina) tienen un efecto directo dopa-
bios crónicos derivados del consumo de estupefacientes. minérgico, mientras que el alcohol, opiáceos y cannabis actúan de
Con el fin de entender cuales son los cambios que producen forma más indirecta. Así, el éxtasis y la nicotina liberan glutamato
las drogas en el SNC, el capítulo se dividirá en dos secciones. La en el ATV y las benzodiacepinas y el alcohol actúan sobre recep-
primera parte tratará de los cambios morfo-funcionales derivados tores GABA del NucA y córtex prefrontal (que a su vez modulan
de la adicción y de los diferentes grupos de drogas. La segunda el ATV).6
parte del capítulo se centrará en las diversas patologías derivadas Existen otros dos circuitos implicados en la primera fase de
del consumo. consumo: la vía dopaminérgica-mesocortical, que también nace
del ATV y que se dirige al córtex prefrontal (mediador en el apren-
dizaje) y los núcleos del rafe, que producen una liberación de
BASES NEUROBIOLÓGICAS serotonina en el NucA y córtex prefrontal durante los fenómenos
de recompensa.7
DE LA ADICCIÓN Paulatinamente, el consumo crónico de drogas produce neu-
ntes de estudiar los cambios que producen las drogas en el roadaptación, por lo que se desarrolla una sensibilización a la
A SNC se deben entender los mecanismos cerebrales que
participan en la principal enfermedad derivada del consumo de
liberación de dopamina mesolímbica. En animales de experimen-
tación se ha demostrado una disminución del número de recep-
drogas: la drogadicción. tores celulares que responden a la droga en la vía mesolímbica.
La adicción es una enfermedad que se define como un con- Uno de los parámetros más estudiados en la adicción es la expre-
junto de trastornos psíquicos caracterizados por una necesidad sión de receptores D2 dopaminérgicos en el NucA y estriado
compulsiva de consumo de sustancias psicotrópicas con un alto dorsal. El consumo crónico de cocaína, alcohol y opiáceos pro-
potencial de abuso y dependencia.2 Esta compleja enfermedad se duce una disminución de la expresión de los receptores D2,
encuentra modulada por múltiples componentes, incluyendo estable en el tiempo. Estos cambios explicarían, en parte, la dis-
tanto factores genéticos como ambientales, y no se desarrolla tras minución de los efectos placenteros y el síndrome de falta de
el primer consumo. Es un proceso largo con una primera etapa energía y anhedonia. Por otro lado, vía diversos mediadores
de consumo social y una segunda fase de pérdida de control. celulares, se produce una activación de varios genes que condu-
Además, hay que tener en cuenta que no todas las drogas tienen ce a una remodelación sináptica, con producción de nuevos con-
el mismo grado de adicción (Tabla 5-4). tactos sinápticos, así como “gap junctions” (cambios irreversibles
El proceso de adicción es un continuo temporal en el que se presentes en las fases crónicas de la adicción). Además, se han
incluyen diferentes etapas o estadios, produciéndose en cada uno
de ellos diferentes cambios neurobiológicos, siendo el sistema
TABLA 5.4
dopaminérgico la principal estructura implicada (Fig. 5-1). Estos Clasificación de las drogas según el grado de
cambios forman actualmente el modelo I-RISA (impaired response dependencia que producen
inhibition and salience retribution)3 (Tabla 5-5).
En los primeros contactos con la droga, etapa conocida como
fase de intoxicación, existe un factor común pese a la gran diver- Grupo 1 Opio y derivados
sidad molecular entre las diferentes drogas: la activación de la vía
mesolímbica-dopaminérgica. Esta vía participa de forma fisiológica
en los hábitos de recompensa para la comida, la bebida y el sexo. Grupo 2 Barbitúricos y alcohol
El modelo actual supone que una perturbación crónica de esta vía
daría lugar a la adicción.4,5 En esta fase inicial, el neurotransmisor
dominante es la dopamina y tiene dos funciones principales: faci- Psicoestimulantes: Cocaína,
Grupo 3 anfetaminas, éxtasis y fenciclidina
litar el aprendizaje relacionado con la recompensa y facilitar el
recuerdo del estímulo asociado a la ésta.
La vía mesolímbica-dopaminérgica nace en el área tegmental
ventral (ATV) y su activación produce una regulación al alza del Grupo 4 Cánnabis, mescalina, LSD y nicotina
núcleo accumbens (NucA) y de la amígdala (implicadas en los pro-
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PreF
ATV
NucA
TABLA 5.5
Modelo cíclico I-RISA de la adicción.
Amígdala
Respuestas Hipocampo
Dopamina
Craving aprendidas Vía tálamo
Glutamato
Deseo intenso -orbitofrontal
Estriado dorsal
Dopamina Vía tálamo
Pérdida control
Bingeing Serotonina -orbitofrontal
Atracón
Glutamato Cíngulo
Dopamina
Abstinencia Anhedonia Serotonina Lóbulo frontal
Corticotropina
MDMA (éxtasis) hepática y la atrofia cerebelosa, mientras que los cambios inespe-
cíficos corresponden a las hemorragias y la atrofia cerebral.
Los cambios morfológicos debidos a esta sustancia son difíci-
les de catalogar, ya que la mayoría de los estudios se han realiza-
do en pacientes politoxicómanos. Los estudios funcionales Encefalopatía por déficit de tiamina o síndro-
demostraron una disminución de la perfusión del córtex frontal me de Gayet-Wernicke-Korsakoff
dorso-lateral, parietal posterior y caudado, y de los niveles corti- La encefalopatía por déficit de tiamina (vitamina B1) fue descrita
cales de trasportadores de serotonina. En la RM funcional se ha por Wernicke en 1881. Este síndrome se produce hasta en un 20%
observado una reducción de la activación fronto-temporal e hipo- de los alcohólicos y se manifiesta como una tríada clínica con deso-
campal (esta última en la evaluación de la memoria episódica) así rientación témporo-espacial, (alteraciones mnésicas), parálisis ocu-
como un aumento de la actividad parietal. Se observaron también lomotoras o nistagmus y ataxia. La tríada completa se presenta úni-
alteraciones en la activación de la memoria (episódica y operativa) camente en un 30% de los casos. Esta encefalopatía no es exclusi-
así como activación de áreas de compensación. va de los pacientes alcohólicos, pudiendo observarse en pacientes
con malnutrición, nutrición parenteral o vómitos prolongados.
Cannabis La encefalopatía de Wernicke se produce por un fallo de la
conversión de piruvato a Acetil coenzima A (Acetil-CoA) que
Las alteraciones morfológicas son leves, y se han relacionado induce un fallo del ciclo de Krebs y muerte celular por producción
con el inicio del consumo en edades tempranas y grandes consu- de ácido láctico. Histológicamente, se observa edema, necrosis y
midores.14 No obstante, existe una importante alteración funcio- desmielinización, e incluso petequias hemorrágicas de las regiones
nal, con patrones cognitivos anómalos en las regiones prefronta- periventriculares, acueducto de Silvio y cuerpos mamilares, debi-
les, temporales y en el cerebelo. do a la especial sensibilidad de estas regiones al déficit de tiami-
na.18 En los cuerpos mamilares, además, se pueden observar dila-
Tabaco, café y benzodiacepinas taciones arterio-capilares.
Estos cambios tienen una escasa traducción en la TC, que
En los consumidores de tabaco, los estudios de espectrosco-
muestra una sensibilidad del 13%, mientras que, en la resonancia,
pia con RM han mostrado una disminución de las concentraciones
la sensibilidad aumenta hasta un 53%, con una especificidad del
de NAA en la sustancia blanca frontal y en tronco.
95%.19 Se observa una hiperseñal T2 simétrica del III ventrículo,
También se han estudiado los efectos tanto de la cafeína como
núcleos talámicos postero-mediales, acueducto de Silvio y cuer-
del diacepam sobre el efecto BOLD de la RM funcional. En el caso
pos mamilares. Tras la administración de contraste intravenoso, un
de la cafeína, los resultados son complejos, con una probable alte-
50% presenta realce de estas áreas, con un predominio de los
ración combinada de la respuesta neuronal (aumento de la activi-
cuerpos mamilares (80%) 20 (Fig. 5-2). Se han descrito zonas atí-
dad) y vascular (disminución de la perfusión).15 En el caso de la
picas con el mismo comportamiento en el vermis superior, núcle-
ingesta de diacepam no se observaron cambios significativos en la
os caudados y lenticulares, núcleos rojos y de los nervios facial,
señal BOLD en tareas motoras, de generación de palabras o de
vestibular y córtex central y precentral.
memoria.16
Los cambios crónicos consisten en una atrofia y gliosis de las
regiones afectadas.
El tratamiento es la tiamina y, si no se trata, la mortalidad
PATOLOGÍAS DEL SNC puede ser elevada.
DERIVADAS DEL CONSUMO
DE DROGAS Síndrome de Korsakoff
demás de los cambios que se producen por la adicción y el Es la forma crónica del síndrome de Wernicke y consiste en
A consumo crónico, existen otras múltiples complicaciones
descritas tanto en el SNC como en el resto de la economía. 17
una demencia por lesión del circuito hipocampo-mámilo-talámi-
co. Se manifiesta con alteraciones de memoria, con imposibilidad
Algunas de estas complicaciones se deben directamente a los de formar nuevos recuerdos y anosognosia, por lo que el indivi-
efectos de las drogas, aunque también pueden ser secundarias a duo fabula y genera falsos reconocimientos. La RM muestra una
residuos o aditivos que acompañan a las drogas, y varían en fun- atrofia cortical difusa de predominio fronto-parietal así como de
ción de las vías de administración. Estos fenómenos pueden pre- los núcleos grises y de los cuerpos mamilares. La abstinencia se
sentarse de forma más o menos específica en cada tipo de droga, puede acompañar de una reversibilidad parcial y rápida del tama-
por lo que a continuación se describirán las patologías más carac- ño ventricular y de los surcos.
terísticas de cada clase de estupefaciente.
Enfermedad de Marchiafava-Bignami
Alcohol Inicialmente se describió en individuos que bebían grandes
Los efectos derivados del consumo de alcohol se pueden divi- cantidades de vino tinto (con alta proporción de taninos). Se pro-
dir en específicos e inespecíficos. Los primeros son la encefalopa- duce una desmielinización aguda y una necrosis laminar de la
tía de Wernicke, el síndrome de Korsakoff, la enfermedad de parte central del cuerpo calloso, de predominio en la rodilla y
Marchiafava-Bignami, la mielinólisis centropontina, la encefalopatía esplenio. Las formas agudas se manifiestan con trastornos psicóti-
05_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:38 Página 47
a´ b
Figura 5-2: Paciente alcohólico
afecto de encefalopatía aguda de
Wernicke que clínicamente presentó
la tríada completa. Examen RM que
muestra los principales cambios en
forma de edema de las estructuras
periventriculares y realce de los cuer-
c pos mamilares. (a y a’): secciones
axiales y coronales FLAIR. b: seccio-
nes axiales en difusión y c: secciones
en los 3 planos post-contraste.
cos, hipertonía, coma o crisis epilépticas que pueden conducir a la alteración de la proporción glutamato/glutamina. Clínicamente se
muerte. Las formas crónicas presentan una demencia progresiva producen alteraciones del comportamiento, asterixis, rigidez de
con astasia-abasia y disartria. tipo extrapiramidal, así como crisis epilépticas o coma. La RM
En la RM se observa edema del cuerpo calloso, en la rodilla y muestra una hiperintensidad simétrica en T1 del núcleo pálido,
esplenio, y de la sustancia blanca supratentorial. En la forma aguda núcleos subtalámicos, núcleos rojos y placa cuadrigeminal.23 En
se han descrito alteraciones en la difusión 21 (Fig. 5-3) y realce con T2 estas regiones no muestran alteraciones significativas. Esta alte-
el contraste. Se han descrito otras localizaciones, como la sustan- ración de señal se debe al depósito de manganeso, pero también
cia blanca periventricular supratentorial. Las formas crónicas existe un aumento de hasta el 50% de la concentración de cobre.
muestran necrosis de las lesiones del cuerpo calloso. Estos cambios pueden ser reversibles, especialmente, tras un tras-
plante hepático.
El incremento en la concentración de amonio cerebral se tra-
Mielinólisis osmótica
duce en los estudios de espectroscopia en forma de un incremen-
La mielinólisis fue descrita por Adams en 1959 y se caracteri- to del complejo glutamina/glutamato asociado a una disminución
za por una desmielinización que afecta predominantemente a la del mioinositol (regulador osmótico). También se ha descrito, de
protuberancia por una corrección rápida de la hiponatremia, aun- forma secundaria a este incremento de amonio, un leve edema
que en los pacientes alcohólicos esta entidad podría ser debida al cerebral difuso que puede manifestarse en forma de una hiperse-
propio alcohol, que produce un fallo de la barrera hematoencefá- ñal en secuencias T2 y FLAIR, que afecta predominantemente a
lica y un daño osmótico de la mielina de las fibras transversas y lar- los tractos corticoespinales. Todas estas alteraciones son reversi-
gas del tronco encefálico. La mielinólisis afecta a una proporción bles con la normalización de la función hepática.
importante de los alcohólicos, aunque también se ha descrito en
otras patologías, como la enfermedad de Addison, la insuficiencia
renal o hepática y la malnutrición.
Atrofia
Clínicamente, cursa con un síndrome pseudobulbar, disartria, dis- El consumo crónico y exagerado de alcohol produce una
fagia y tetraparesia/tetraplegia. La RM es el método de imagen mas atrofia que tiene su inicio en el cerebelo, especialmente, en el ver-
eficaz y muestra alteraciones de señal simétricas en la región parame- mis superior, y que después se acompaña de una prominencia de
diana protuberancial, afectando a la práctica totalidad del tronco, que las fisuras primarias y secundarias (Fig. 5-4). La atrofia cerebelosa
en la fase aguda puede acompañarse de captación de contraste y afecta al 27-42% de los alcohólicos crónicos (ingesta aproximada
aumento de tamaño del tronco. Se pueden observar localizaciones de 150 g de alcohol/día durante 10 años).
extrapontinas22 hasta en el 50% de los casos (Fig. 5-4). Esta extensión no parece relacionarse tanto con la intoxica-
ción alcohólica como con una cierta susceptibilidad personal si
bien la predilección vermiana parece ser secundaria al defecto
Degeneración hepato-cerebral adquirida o
encefalopatía hepática: de tiamina y a alteraciones electrolíticas. También se ha postu-
lado que la acumulación de sustancias tóxicas asociado a tras-
La insuficiencia hepatobiliar secundaria al consumo de alcohol tornos de la circulación del LCR puedan favorecer estas altera-
produce un acúmulo de manganeso y amonio en el SNC y una ciones.24
05_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:38 Página 48
Ataques cerebrales vasculares campo visual. En la RM se puede observar una atrofia de los ner-
vios ópticos y del quiasma (Fig. 5-4).
Un consumo moderado-elevado de alcohol favorece la apari-
ción de hematomas cerebrales por hipertensión y por alteracio-
nes de la hemostasia. Este riesgo aumenta si además existe insufi- Cambios fetales
ciencia hepática. El riesgo de hemorragia subaracnoidea se multi-
En los fetos expuestos in utero al alcohol se han descrito cam-
plica por dos y su pronóstico es peor. Además, hay que tener en
bios atróficos en el vermis superior, tálamo y cuerpo calloso. En
cuenta que en los estudios de imagen, las lesiones hemorrágicas
este contexto también se han descrito agenesias del cuerpo callo-
en este tipo de pacientes pueden tener unas características semio-
so, alteraciones en la migración y alteración axonal.
lógicas no habituales (multiplicidad, niveles hemáticos).
También se ha observado mayor riesgo de isquemia cerebral.
En los pacientes jóvenes, el consumo agudo puede provocar into- Intoxicaciones accidentales
xicación alcohólica con alteraciones del ritmo cardíaco y secunda-
riamente embolismos. Por otro lado, los consumidores crónicos En la intoxicación por metanol, los efectos tóxicos son
de alcohol presentan un mayor grado de lesiones hiperintensas en secundarios al metabolito principal, el ácido fórmico, con una
T2 de la sustancia blanca, que podrían tener también un origen especial avidez por el SNC y vías ópticas. La intoxicación por
isquémico. metanol produce cefalea, estupor y coma. Los hallazgos en ima-
gen muestran lesiones necro-hemorrágicas putaminales bilatera-
les y lesiones de la sustancia blanca subcortical con captación de
Neuritis óptica tabaco-alcohol contraste.25
La ambliopía tabaco-alcohol se produce en el 0,5% de perso- En la intoxicación por etilenglicol, los síntomas aparecen a las
nas que abusan de ambas sustancias. Se debe a un déficit nutricio- 12 horas de la ingestión en forma de crisis y coma. Se puede
nal y tiene un carácter reversible. Clínicamente cursa como un manifestar con necrosis frontal, de los tálamos o de los ganglios de
déficit en la agudeza visual, discromatopsia y alteraciones del la base.
a a´ b c c´
d e f f´
Figura 5-3: Paciente alcohólico crónico afecto de enfermedad de Marchiafava en fase aguda que debutó clínicamente con estupor. (a) y
(a’):secciones axiales con TC. B: Axial T2. (c), (c’) y (f): secciones de difusión que muestran edema citotóxico del cuerpo calloso. (d) y (e):
secciones en T1 y FLAIR.
05_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:38 Página 49
Hemorragia
Se encuentra relacionada principalmente con los efectos simpa-
ticomiméticos tanto de la cocaína como de las anfetaminas. Estos
componentes generan vasoconstricción, que, a su vez, produce
a hipertensión y, en consecuencia, hemorragia intracraneal. Si bien la
localización más frecuente es la ganglio-basal, también se han des-
crito casos de hemorragia intraventricular y subaracnoidea.26 El ries-
go de hemorragia aumenta con las formas alcaloides fumadas de la
coca, ya que alcanzan una mayor concentración en el SNC. Casi la
mitad de las hemorragias tienen una lesión subyacente como un
aneurisma o una malformación arteriovenosa cerebral.27
Isquemia
En la isquemia, los mecanismos que afectan al SNC son mul-
b tifactoriales, predominando el componente hemodinámico y
c vasoconstrictor, y se han descrito tanto en el cerebro (Fig. 5-5)
como en la médula espinal.28 Además, la cocaína tiene un efecto
trombogénico por activación plaquetaria (Fig. 5-6).
Si bien el riesgo de isquemia es mayor en las primeras horas,
Figura 5-4: Ejemplos de cambios secundarios al abuso crónico del la presencia de metabolitos de larga duración alarga el riesgo hasta
alcohol. Paciente con mielinolisis osmótica póntica y extrapontina, la primera semana.
con afección simétrica lenticular (a). Atrofia vermiana y cerebelosa Además de la isquemia se pueden producir fenómenos de
superior (b) y neuritis óptica tabaco-alcohólica (c). Las flechas vasculitis (tanto en cocaína como anfetaminas o heroína),29 ade-
naranjas indican la doble hiperseñal en STIR de los nérvios ópticos. más de embolismos de material por endocarditis o por inocula-
ción directa durante la inyección intravenosa. (Tabla 5-6).
T2
Figura 5-6: Paciente joven consumidor de cocaína que presentó déficit motor. El examen inicial con RM mostró una trombosis de varias venas
corticales de la región pre-rolándica derecha. En la angiografía se observa un defecto de replección de las venas corticales que coincide con
las lesiones en GE y FLAIR (a). En el control anual se observó una resolución de los trombos venosos así como algún pequeño foco petequial
cortical secundario (b).
También se han descrito casos esporádicos de encefalopatía ñan. La sintomatología cerebelosa y extrapiramidal se correlacio-
posterior asociada a la administración intravenosa de cafeína.30 na con una afectación simétrica de la sustancia blanca del cerebe-
lo, pedúnculos cerebelosos y brazo posterior de la cápsula inter-
na.
HEROÍNA En cuanto a otra de las complicaciones directas, la heroína
a heroína tiene efectos directos e indirectos sobre el SNC.
L Los efectos directos son neurovasculares, leucoencefalopatí-
as, crisis epilépticas y atrofia, mientras que los efectos indirectos se
posee un efecto epileptogénico que se potencia con aditivos
como la acetilcodeína.
AIR
DWI
13. Lyoo IK, Streeter CC, Ahn KH, Lee HK, Pollack MH, Silveri MM y
CONCLUSIÓN cols. White matter hyperintensities in subjects with cocaine and opiat
dependence and healthy comparison subjects. Psychiatry Res
l abuso de drogas produce cambios en el SNC debido tanto
E a la adicción como a otras complicaciones más específicas. El
modelo actual de adicción es un continuo donde se alternan eta-
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14. Pope Jr. HG, Gruber AJ, Hudson JI, Cohane G, Huestis MA,Yurgelun
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pas de abstinencia y recaídas. El neurotransmisor más importante, nature of the association? Drug Alcohol Depend 2003;69:303-10.
especialmente en la fase aguda, es la dopamina y el circuito inicial 15. Laurienti PJ, Field AS, Burdette JH, Maldjian JA, Yen YF, Moody DM.
es la vía mesolímbica-dopaminérgica, con participación del córtex Relationship between caffeine-induced changes in resting cerebral
pre-frontal y posteriormente de otros núcleos. Aunque estos perfusion and blood oxygenation level-dependent signal. AJNR Am J
cambios son generales, se han descrito algunas alteraciones mor- Neuroradiol 2003;24:1607-11.
fológicas y funcionales diferenciales en función de cada droga. Por 16. Ragnehed M, Håkansson I, Nilsson M, Lundberg P, Söderfeldt B,
Engström M. Influence of diazepam on clinically designed FMRI. J
otro lado, existen otras múltiples complicaciones debidas a las
Neuropsychiatry Clin Neurosci 2007;19:164-72.
propias drogas (directas), a los aditivos o a la vía de administración 17. Hagan IG, Burney K. Radiology of recreational drug abuse.
(indirectas). El alcohol puede producir múltiples complicaciones. Radiographics 2007;27:919-40.
Las más conocidas son la encefalopatía de Wernicke, la mielinóli- 18. Adams JH, Corsellis JAN, Duchen LW. Greenfield’s neuropathology.
sis osmótica y la atrofia. Los psicoestimulantes se asocian a lesio- Fourth Edition. London: Edward Arnold, 1984.
nes vasculares isquémicas o hemorrágicas, mientras que el opio, 19. Shogry ME, Curnes JT. Mamillary body enhancement on MR as the
además de las lesiones vasculares, presenta una lesión típica de only sign of acute Wernicke encephalopathy. AJNR Am J Neuroradiol
leucoencefalopatía secundaria a la inhalación de su combustión. 1994;15:172-4.
Por último, no hay que olvidar que puede haber otras alteracio- 20. Antunez E, Estruch R, Cardenal C, Nicolas JM, Fernandez-Sola J,
Urbano-Marquez A. Usefulness of CT and MR imaging in the diagno-
nes asociadas que se pueden asociar a la esfera del consumo de
sis of acute Wernicke’s encephalopathy. AJR Am J Roentgenol
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06_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 25/5/10 18:50 Página 53
6
Zoonosis emergentes,
reemergentes y globalización
J . M . E s pad a C h a v a rr ía
(fiebre Q) o indirecta, tras la ingesta de agua o alimentos contami- enterohemorrágicas de Escherichia coli (EColi: 0157:H7) o
nados (Tabla 6-1). Campylobacter y son responsables de cuadros gastrointestinales
Las zoonosis de origen alimentario son responsables de la que, generalmente, no requieren valoración radiológica.
mayoría de las enfermedades zoonóticas e incluyen infecciones Ocasionalmente, puede haber afectación extraintestinal.3
bacterianas (salmonelosis, colibacilosis [E. coliO157:H7], campilo-
bacteriosis, listeriosis y brucelosis), parásitos (hidatidosis, teniasis,
trematodos) o priones (variante de Creutzfeldt Jakob).
Peste (Yersinia pestis)
Algunos patógenos, para poder infectar a otro animal o perso- Tiene su reservorio en roedores salvajes de todos los conti-
na necesitan vectores, como el mosquito (dengue, fiebre amarilla, nentes y puede transmirse al hombre por animales salvajes o
encefalitis japonesa, chikungunya), pulgas (peste) o garrapatas domésticos, como el gato. Se contagia al hombre por picadura de
(enfermedad de Lyme, tularemia, fiebre recidivante de las garra- pulgas, contacto directo con heridas infectadas o por vía aérea
patas, encefalitis de las garrapatas). Los parásitos frecuentemente (interhumana). Causa dos cuadros clínicos, la peste bubónica, que
presentan ciclos vitales complejos que requieren uno o más hos- cursa con fiebre con tiritona, cefalea, diarrea, y adenopatías dolo-
pedadores intermedios, generalmente invertebrados. rosas o bubones, y la neumonía pestosa, que produce una neu-
monía bilateral rápidamente progresiva, a veces, precedida de
opacidades nodulares, que, posteriormente, son coalescentes.
ZOONOSIS BACTERIANAS Ocasionalmente, pueden aparecer adenopatías hiliares o medias-
n las postrimerías del siglo XX se ha detectado un recrudeci- tínicas.4
E miento de enfermedades que se daban por controladas,
como tuberculosis, zoonosis bacterianas alimentarias, fiebre Q, Enfermedad de Lyme (erythema cronicum
peste (reemergentes), y la aparición de nuevas entidades migrans)
(EColiO157:H7), o la identificación del germen causal de otras,
La enfermedad de Lyme es una enfermedad multifásica, con
como la enfermedad por arañazo de gato o la erlichiosis humana
(emergentes).3 afectación cutánea, causada por Borrelia burgdorferi, y es la causa
más frecuente de enfermedades transmitidas por insectos en
Estados Unidos. En la fase tardía puede aparecer artritis crónica
Enfermedades bacterianas gastroentéricas persistente, con erosiones marginales en la radiología convencio-
Son un grupo heterogéneo de enfermedades entre las que se nal, y afectación neurológica con encefalitis o radiculitis. En la reso-
encuentran las salmonelosis gastroentéricas (con reservorio en nancia magnética (RM) pueden aparecer áreas hipointensas en T1
intestino de múltiples animales, y la piel de reptiles), variedades e hiperintensas en T2 que pueden simular lesiones de esclerosis
múltiple o vasculitis. Puede observarse ocasionalmente realce de
los pares craneales afectados.5
TABLA 6.1
Clasificacion de las zoonosis.
Rickettsiosis
Zoonosis basadas en reservorio principal y dirección de
transmisión Son un grupo de zoonosis de distribución geográfica hetero-
génea producida por bacterias pertenecientes a los géneros
1. Zooantropozoonosis. Infecciones transmitidas del hombre a Rickettsia y transmitida por picadura de insecto vector. Pueden
animales vertebrados.
2. Antropozoonosis. Infecciones trasmitidas al hombre a partir de agruparse en función de las manifestaciones clínicas en fiebres
animales vertebrados. manchadas, que incluyen la fiebre botonosa del mediterráneo
3. Amfixenosis. La infección se puede transmitir en ambas direc- (endémica en países de la cuenca mediterránea como Francia y
ciones
España), la fiebre manchada de las montañas rocosas, la viruela
Zoonosis por mecanismo de transmisión ricketsiósica, y el Tíbola, del grupo del tifus. Radiológicamente,
podemos encontrar hepatoesplenomegalia.6
1. Zoonosis directas: De un huésped vertebrado a otro susceptible
por contacto, por objeto, o vector mecánico. Ejemplos de este
tipo son la brucelosis, la rabia y la triquinosis.
2. Ciclozoonosis: El agente infeccioso presenta varios estadios
Fiebre Q (Coxiella burnetti)
madurativos que se desarrollan en diferentes huéspedes verte-
brados (huésped definitivo y hospedador intermedio). Ejemplos Es transmitida por vía inhalatoria o por contacto con secrecio-
de este tipo son la teniasis humanas y la equinocosis nes. Puede aparecer hepatoesplenomegalia y neumonía atípica
3. Metazoonosis: El agente infeccioso requiere al menos de un (12 y 40%), con infiltrados en campos medios e inferiores de evo-
hospedador vertebrado y otro invertebrado, y se transmite
mediante vectores invertebrados. Como ejemplos, los arbovi- lución tórpida. En casos de evolución subaguda pueden desarro-
rus, la leishmaniasis. llarse granulomas hepáticos. Pueden existir complicaciones, como
4. Saprozoonosis: tienen a la vez un huésped vertebrado y un endocarditis, osteomielitis, artritis, meningoencefalitis, etcétera.4
lugar de desarrollo no animal, como la materia orgánica, el
suelo y las plantas. Como ejemplos larvas migrantes visceral o
cutanea o algunas micosis.
Ehrlichiosis o anaplasmosis (Anaplasma pha-
Adaptado de WHO Technical Report Series, No. 637, 103, 1979 (Parasitic zoo- gocytophilum)
noses; Report of a WHO Expert Committee with the participation of FAO).
Disponible en http://whqlibdoc.who.int/trs/WHO_TRS_637.pdf Son bacterias de crecimiento intracelular obligado (monocitos
06_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 25/5/10 18:50 Página 55
a c
a b
tra adenopatías mediastínicas de alta densidad (estudios sin con- como por inhalación de agua contaminada en forma de aerosol.
traste) en relación con hemorragia intraganglionar.5 El cuadro clínico es bifásico, con una primera fase con cuadro
febril inespecífico, y una segunda fase caracterizada por un cuadro
de vasculitis de predominio capilar, responsable de la mayor parte
Tularemia (Francisella tularensis)
de las manifestaciones clínicas: colestasis hepática, miocarditis,
Es endémica en Norteamérica, Europa y Asia, tiene su reser- hemorragia pulmonar y nefritis intersticial.
vorio en conejos y otros roedores. Se transmite por picadura de El hallazgo más frecuente en las pruebas de imagen es la pre-
insectos (garrapatas y moscas hematófagas), por consumo de sencia de opacidades con márgenes mal definidos, no segmenta-
agua contaminada o inhalación y causa un síndrome febril agudo rias y sin pérdida de volumen, reflejando neumonía hemorrágica o
o subagudo. Hay una forma ulcero-glandular, una tifoidea, y una hemorragia pulmonar. Puede haber derrame pleural o pericárdico.
pulmonar. La forma pulmonar presenta neumonía multifocal, con
progresión a bronconeumonía o neumonía lobar, con derrame
pleural y adenopatías hasta en un tercio de los casos.
Psitacosis (Chlamydia psittaci)
Ocasionalmente cavita.5 Transmitida por pájaros, causa síntomas que van desde enfer-
medad leve a enfermedad sistémica con neumonía atípica grave.
Radiológicamente, aparecen infiltrados parcheados más extensos
Listeriosis (Listeria monocytogenes)
de lo esperado para la clínica del paciente, o un pulmón blanco.
Su incidencia ha disminuido considerablemente tras las regula- Puede asociar esplenomegalia. También puede complicarse con
ciones realizadas a la industria alimentaria. El riesgo de listeriosis manifestaciones cardiacas (endocarditis, miocarditis), neurológicas
está muy aumentado en pacientes inmunodeprimidos, ancianos y (afectación de pares craneales, lesiones cerebelosas, mielitis trans-
en las mujeres embarazadas, por posible afectación del feto (cua- versa, meningitis), hepatitis o afectación renal en forma de glome-
dro séptico precoz, conocido como granulomatosis infantiséptica rulonefritis aguda o nefritis tubulointersticial aguda.6
o meningitis de comienzo tardío).
Es un microorganismo neurotropo, que produce cuadros de
Tuberculosis
meningitis en pacientes inmunodeprimidos (55-60%) y encefalitis
(más frecuente en pacientes inmunocompetentes), típicamente La tuberculosis es una enfermedad granulomatosa crónica
del tronco de encéfalo, con parálisis de pares craneales, signos producida fundamentalmente por Mycobacterium tuberculosis y
cerebelosos, hemiparesia e, incluso, insuficiencia respiratoria en por Mycobacterium bovis. M. bovis tiene su reservorio natural en
un 40% de los casos. El 10% de las infecciones del SNC por el ganado bovino y animales salvajes, como el tejón y el conejo.
Listeria corresponden a abscesos macroscópicos, que, a diferen- La pasteurización de la leche y el sacrificio del ganado infectado
cia de otros microorganismos, asocia bacteriemia y meningitis han disminuido drásticamente su incidencia en países desarrolla-
hasta en un 25% de los casos. Es frecuente la localización subcor- dos, pero se desconoce el porcentaje de tuberculosis secundaria
tical, en tálamo, protuberancia y médula espinal.8 a M. bovis en países del tercer mundo. M. tuberculosis afecta pre-
ferentemente al hombre, aunque puede afectar a animales que
conviven con humanos. La tuberculosis puede afectar a cualquier
Leptospirosis órgano, si bien, aproximadamente, el 80% de los casos presenta
Es una zoonosis de distribución mundial, habiendo aparecido afectación pulmonar. En pacientes con infección por VIH en esta-
recientemente numerosos brotes. El contagio se produce por dios avanzados o inmunodeprimidos, las formas diseminadas o
contacto directo, exposición al agua o suelo contaminado, así extrapulmonares representan el 65% de los casos.9
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Histoplasmosis
Es una enfermedad granulomatosa crónica causada por
Histoplasma capsulatum (variante capsulatum y dubosii). La forma
clásica (variante capsulatum) se adquiere por inhalación de espo-
ras, tiene distribución mundial y es endémica en áreas de centro
y Norteamérica. Sólo el 5-10% de los infectados son sintomáti-
cos. Existe una forma pulmonar y otra sistémica. La forma pulmo-
nar remeda clínica y radiológicamente a la tuberculosis y puede
tener diferentes formas (primaria aguda, reactivación, diseminada,
crónica). Produce granulomas y adenopatías hiliares pulmonares
que calcifican con la curación y que suelen ser hallazgos casuales
en las radiografías de tórax. Existe tendencia a la cicatrización y
fibrosis, y puede producir complicaciones, como mediastinitis
fibrosante o estenosis laríngea. La forma sistémica es más frecuen-
te en pacientes inmunodeprimidos y afecta a diversos órganos de
la economía. Puede haber hepatoesplenomegalia sin o con granu-
lomas (calcifican menos que los pulmonares), estenosis cólica con
frecuentes adenopatías asociadas y lesiones líticas en el hueso. En
pacientes inmunodeprimidos hay muchas veces afectación de la
médula ósea.
La forma africana (variante dubosii) tiene afectación, sobre
todo, cutánea, hepatoesplenomegalia, y frecuentes lesiones óseas
líticas y expansivas. La afectación pulmonar es tardía y de mal pro-
Figura 6-3: Evolución fulminante de gripe A en unidad de cuidados nóstico.7
intensivos. Infiltrado intersticio-alveolar rápidamente progresivo.
Finalmente, desarrolla patrón intersticial micronodular bilateral difuso. Criptococosis (Histoplasma capsulatum)
Se adquiere por vía inhalatoria y afecta, principalmente, a
inmunodeprimidos. En el paciente inmunocompetente produce
Enfermedad por arañazo de gato y angioma- una reacción granulomatosa pumonar focal con afectación gan-
tosis bacilar (Bartonella henselae) glionar y en el paciente inmunodeprimido puede causar enferme-
Son dos cuadros producidos por el mismo microorganismo, dad grave diseminada. El criptococo tiene predilección por el sis-
tema nervioso central, produciendo cuadros de meningitis, ence-
y transmitidos habitualmente por arañazo de gato. La primera
falitis o ependimitis. La presencia de lesiones quísticas en ganglios
afecta a pacientes inmunocompetentes, y produce un cuadro
basales es sugestiva de criptococosis.10,11
poliadenopático, con granulomas hepáticos y esplénicos. La
segunda produce en pacientes VIH+ lesiones angiomatosas sub-
cutáneas y submucosas que clínicamente son similares al sarcoma
de Kaposi (Fig. 6-2), adenopatías mesentéricas hipercaptantes,
ZOONOSIS VÍRICAS
xisten varios grupos de zoonosis víricas. En primer lugar, las
peliosis hepática y, frecuentemente, osteomielitis.6
E transmitidas por artrópodos hematófagos que actúan como
vectores (arbovirus); en segundo lugar, las transmitidas directa-
ZOONOSIS FÚNGICAS mente por animales, ya sea por inhalación de aerosoles de secre-
ciones infectadas (hantavirus, principalmente), contacto con
os hongos son organismos eucariotas uni o pluricelulares,
L recientemente reclasificados, que comprenden cientos de
miles de especies, sólo unas 150 de las cuales son patógenas para
secreciones infectadas, directamente o a través de fómites, inges-
ta de alimentos contaminados, contacto directo de secreciones
infectadas con heridas abiertas o mordedura de animales (rabia).
el hombre. Las infecciones fúngicas se adquieren normalmente Los roedores son un reservorio animal importante para virus de
por contacto cutáneo o aspiración de esporas. Clínicamente, hay las familias Hantavirus y Arenavirus, responsables de cuadros de
dos grandes grupos, las micosis superficiales o dermatofitosis fiebres hemorrágicas, fiebres hemorrágicas con síndrome renal, y
(tiñas), muchas de ellas zoonóticas, pero sin repercusión en ima- síndrome pulmonar. Los virus Ebola y Marburg (Filoviridae) son
gen, y las micosis sistémicas, que pueden afectar a uno o más causantes de fiebres hemorrágicas, y presentan un curso epidémi-
órganos profundos.6 co debido a su alto poder infectivo a través del contacto con
La mayoría de los hongos que producen micosis sistémicas secreciones y su transmisión interhumana.2,12 El virus de la gripe
al hombre son saprofitos y degradan la vegetación del suelo o también puede considerarse una zoonosis, princialmente, la cau-
agua, e infectan, ocasionalmente, a animales y humanos. La tras- sada por el tipo A.
misión entre animales es rara. Como excepción, Histoplasma El diagnóstico de todos estos procesos se basa en las pruebas
capsulatum y Cryptococcus neoformans se aíslan en excrementos serológicas, existiendo posibilidad de detección del genoma viral
de pájaros. en determinados casos.
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Virus de la gripe (Influenza A, B y C) la fiebre hemorrágica con síndrome renal y el síndrome pulmonar
por Hantavirus, una afección pulmonar muy grave.
El virus Influenza A infecta a múltiples animales, si bien hay sub-
tipos específicos para determinadas especies. Los pájaros pueden
ser huéspedes de todos los subtipos conocidos, y pueden actuar Síndrome pulmonar por Hantavirus
de intermediarios y “laboratorios para la recombinación viral”, per- Se presenta como una insuficiencia respiratoria secundaria a
mitiendo la transmisión de gripe animal al hombre, ya sea de forma edema pulmonar de origen no cardiogénico y la radiología refleja
directa o a través de la infección previa del cerdo. La capacidad de estos hallazgos, con edema intersticial con o sin rápida progresión
mutación y recombinación entre diferentes subtipos de Influenza A a consolidación del espacio aéreo. Frecuentemente, se asocia
son responsables en gran medida de distintas epidemias zoonóti- derrame pleural.14
cas de gripe (gripe española, gripe aviar, y de la pandemia por gripe
A de 2009 que empezó como “gripe porcina”).
Los diferentes tipos de virus de la gripe producen cuadros Fiebre hemorrágica con síndrome renal por
infecciosos del tracto respiratorio superior. Ocasionalmente, Hantavirus.
puede haber neumonía, habitualmente, por virus del tipo A. En la Se observa principalmente en Asia y Europa, y existen diferen-
placa de tórax aparecen infiltrados confluentes que se resuelven tes síndromes clínicos, como nefropatía epidémica (forma leve,
en 3 semanas. Puede haber casos graves con infiltrados rápida- endémica en Escandinavia), o fiebre hemorrágica coreana (forma
mente progresivos13,14 (Fig. 6-3). grave, endémica en Corea), que, clínicamente, producen fiebre,
hemorragias viscerales y diferentes grados de fallo renal. En las
Arbovirus pruebas de imagen podemos detectar un aumento de volumen
renal en una fase inicial. El hallazgo más característico de la fiebre
Los arbovirus son virus transmitidos por artrópodos hemató- hemorrágica coreana es la presencia de una línea hipointensa (T1
fagos que producen un espectro de varios cuadros clínicos, que y T2) en la médula periférica, secundaria a edema y hemorragia.
incluye la infección asintomática, el síndrome febril, las fiebres También puede haber depósitos de hemosiderina en la aurícula
hemorrágicas, la parálisis flácida, la meningitis y la encefalitis. Hay derecha y en el lóbulo anterior de la hipófisis.16
más de 150 especies patógenas para el hombre, que tienen su
reservorio principalmente en aves y roedores, y los mosquitos o
garrapatas actúan como vectores. Rabia
La rabia es una enfermedad prevenible mediante vacuna, a pesar
Encefalitis por arbovirus (encefalitis equinas, de lo cual causa unas 55.000 muertes al año. Se la considera una
japonesa, de San Luis, del Nilo, etcétera). zoonosis reemergente, y su incidencia es mayor en Asia y África.
Causada por un virus neurotropo de la familia de los Rabdovirus,
El cuadro clínico neurológico corresponde a una meningitis puede presentarse como forma encefálica (furiosa) o como forma
aséptica o a una encefalitis. Se observa fiebre, meningismo, alte- paralítica. Se han descrito hiperintensidades leves en secuencias T2
ración mental y convulsiones. La TC y la RM pueden ser norma- que afectan a tronco de encéfalo, hipocampo, tálamo y sustancia
les, mostrar signos leves de edema cerebral o mostrar lesiones blanca cerebral y medular. Puede aparecer realce en fase prodrómi-
parenquimatosas hemorrágicas o necróticas con efecto de masa ca en el plexo braquial, y a nivel central en casos avanzados.17
variable. En la encefalitis japonesa o en la encefalitis equina ame-
ricana se ha descrito afectación bilateral de tálamos, sustancia
negra, ganglios basales, tronco de encéfalo, así como cortical o ZOONOSIS PRIÓNICAS
de la sustancia blanca. En la encefalitis por el virus Nipah se han
descrito lesiones menores de 1cm, hiperintensas en T2 y en Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ)
difusión, en sustancia blanca, protuberancia y pedúnculos cere-
s una encefalopatía subaguda causada por depósito de prote-
belosos.12,15
E ínas de origen priónico, que condiciona una degeneración
neuronal difusa, con afectación preferente de sustancia gris y gan-
Fiebres hemorrágicas por arbovirus glios basales, cerebelo, tronco y médula espinal. Existe una forma
La fiebre amarilla y el dengue producen un síndrome febril con esporádica, una familiar y una infecciosa, de transmisión alimenta-
cuadros hemorrágicos. En formas leves no existen hallazgos ria (variante de Creutzfeldt-Jakob).
radiológicos característicos. En formas graves puede detectarse La RM puede ser normal en la fase inicial y mostrar atrofia pro-
hepatomegalia, con engrosamiento de la pared de la vesícula biliar gresiva, con hiperintensidades en secuencias T2, FLAIR y difusión
en ecografía, que se correlaciona con la gravedad del proceso. en caudado, putamen, núcleos pulvinar y dorsomedial del tálamo
y córtex (raro en la variante) (Fig. 6-4). Los signos del pulvinar
(hiperintensidades en T2 en el núcleo pulvinar del tálamo), y del
Hantavirus stick de hockey (hiperintensidad simétrica de los núcleos pulvinar
Es un género que agrupa varios virus ARN, cuyo reservorio lo y dorsomedial del tálamo) son característicos de la variante ECJ.
constituyen los roedores. La transmisión es por aspiración de par- La secuencia potenciada en difusión es la más sensible y, en fases
tículas de polvo provenientes de excrementos u orina de los roe- iniciales, la única manifestación puede ser la restricción de la difu-
dores infectados. En humanos producen dos tipos de afecciones: sión cortical.18,19
06_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 25/5/10 18:50 Página 59
a
ZOONOSIS PARASITARIAS
l término parásito en medicina se utiliza para designar a pro-
E tozoos (parásitos unicelulares), helmintos (gusanos) y artró-
podos (responsables de la sarna), que viven temporalmente en el
hombre, al que generalmente ocasionan enfermedad.
Clínicamente, son heterogéneos y algunos producen enfermedad
sistémica y otros, que son más específicos, de un órgano. Es fre-
cuente la presencia de eosinofilia en sangre periférica en las para-
sitosis hematohísticas. Muchos parásitos presentan ciclos vitales
complejos, con formas diferentes según afecten a un huésped
definitivo o intermediario, o incluso, con diferentes formas en su
tránsito desde el punto de entrada hasta su ubicación definitiva,
produciendo diferente sintomatología según el momento del
ciclo. El diagnóstico requiere un alto índice de sospecha, realizán-
dose el diagnóstico etiológico de forma directa, mediante la
detección del parásito o sus componentes, o indirecta, por la
detección de antígenos específicos.6,20,21,22
Protozoos b
Giardiasis
Infecta a unos 200 millones de personas anualmente, y es la
infección protozoaria más frecuente en EE.UU. El tránsito intesti-
nal puede mostrar engrosamiento de pliegues de duodeno y
yeyuno y malabsorción.
Leishmaniasis
Afecta al hombre y al perro, y tiene su reservorio en la fauna
salvaje. Se transmite por picadura de mosquito o por vía parente-
ral. Existe una forma cutánea y una visceral, ésta última, con hepa-
toesplenomegalia y adenopatías (Fig. 6-6). Puede haber engrosa-
Figura 6-4: Enfermedad de Creutzfeldt Jakob. Restricción de la miento de pliegues de asas intestinales por hipoalbuminemia. Su
difusión en caudado, putamen y corteza frontal.
incidencia ha aumentado en relación con SIDA.
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a b
a c
b d
La RM puede mostrar hiperintensidades en ganglios basales, se incluyen en los criterios diagnósticos de la enfermedad (abso-
cápsulas externa y extrema, con poco realce. Los estudios de luto: lesión quística con escólex o gancho de fijación; mayores:
seguimiento indican atrofia.24 lesiones muy sugerentes, resolución de lesiones quísticas con
tratamiento o espontáneamente; menores: lesiones compati-
bles). La neurocisticercosis puede ser parenquimatosa, subarac-
Helmintos cestodos
noidea, intraventricular u ocular, a nivel subretiniano. La afecta-
Los cestodos causan importantes problemas sanitarios y de ción parenquimatosa presenta 5 fases y lo característico es la
desarrollo económico en los países donde son endémicos, princi- aparición de lesiones en diferentes estadios de evolución (Fig. 6-
palmente, América latina, África y Asia. Las tenias, con su doble 8). Existe una primera fase o de invasión (área hiperintensa en
vertiente de parasitación intestinal como huésped definitivo (tenia- T2 con realce nodular en T1 con gadolinio), una segunda o vesi-
sis) o hística como huésped intermediario (cisticercosis), y la hida- cular (quiste de pared fina de 4 a 20 mm, con intensidad de
tidosis son las que tienen mayor impacto a nivel mundial. señal LCR y con nódulo mural, escólex), una tercera o coloidal
tras muerte del parásito (quiste hiperintenso en T1 con respec-
to al LCR, realce anular y edema vasogénico), una cuarta o gra-
Cisticercosis
nular por degeneración del parásito (quiste hipointenso en T2 y
Es la infección debida a las larvas de Taenia solium, que tras disminución del edema), y una quinta involutiva o calcificada (cal-
su ingestión y liberación, atraviesan la pared intestinal y viajan al cificaciones en grano de arroz en TC o vacíos de señal en RM).
músculo y otros tejidos, donde se enquistan en unos 2-3 meses Cuando las imágenes no son tan características, el diagnóstico lo
y, posteriormente, se desarrollan. La afectación neurológica es la da la evolución tras el tratamiento, con un empeoramiento clí-
que mayor importancia tiene para el radiólogo, ya que es la que nico y radiológico inicial por la muerte del parásito y la genera-
producirá clínica más frecuentemente y los hallazgos en imagen ción de respuesta inflamatoria.25,26
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Helmintos trematodos
Chlonorchis, Fasciola, Opistorchis y Paragonimus son los principa-
les patógenos humanos, y todos ellos son infecciones alimentarias.
Figura 6-9: Quiste hidatídico hepático pediculado gigante. RM TSE Paragonomiasis (Paragonium westermani)
T2 plano sagital, en el que se objetiva gran masa quística con múlti- Endémico en el este y sudeste asiático, y regiones de suda-
ples vesículas hijas, y bandas hipointensas que corresponden a mem- méica y Africa, afecta a unos 21 millones de personas. La meta-
branas flotantes (signo del nenúfar). cercaria se desenquista en el duodeno y atraviesa tejidos y diafrag-
ma hasta llegar al pulmón, donde madura. Radiológicamente se
observa en primer lugar derrame pleural; posteriormente, conso-
Hidatidosis lidaciones parcheadas que reflejan neumonía exudativa o hemo-
rrágica según la larva avanza en el pulmón y después, hay una ter-
Producida por larvas del género Echinococcus, tiene distribu- cera fase multinodular cuando madura y se enquista. En la TC
ción mundial, con alta prevalencia en Sudamérica, países de la aparece como lesión quística, con aumento de densidad adherido
cuenca mediterránea y Europa del este. Los huéspedes definitivos a la pared en forma de semiluna que representa el gusano adhe-
son los carnívoros, y el hombre puede actuar como huésped rido. Puede cavitar y generar una cicatriz fibrosa.22
intermediario. Las dos especies de mayor interés sanitario son el
E. granulosus y E. multilocularis, que causan la hidatidosis unilocu-
lar y multilocular, respectivamente. La transmisión es alimentaria. Helmintos nematodos
La larva atraviesa la pared intestinal y por vía sanguínea o linfática Son los parásitos más frecuentes del tracto gastrointestinal y
llega a hígado, pulmón u otros órganos, donde evoluciona a hidá- pueden vivir hasta 16 años en el cuerpo humano. La oxiuriasis
tide. La variante unilocular es una masa quística, con dos capas (“las clásicas lombrices”) es un claro ejemplo.
parasitarias (endo y exoquística) y una tercera cápsula fibrótica for- Las larvas de Necator americanus o Ancylostoma duodenale
mada por el huésped (periquística). La variante multilocular no (uncinariasis) y Strongyloides stercoralis (estrongiloidiasis) penetran
genera cápsula fibrosa y presenta un crecimiento local agresivo, la piel; la de Ascaris lumbricoides (ascaridiasis) se ingiere. Tras un
con posibilidad de desprenderse y ocasionar metástasis distales. periplo vascular, estas larvas alcanzan el alvéolo pulmonar y
El diagnóstico se establece por pruebas serológicas o por ascienden por el árbol traqueobronquial para ser deglutidas y
visualización directa del parásito. El diagnóstico por imagen es transformarse en adultos. En su tránsito pulmonar pueden provo-
mediante ecografía, TC o RM. La OMS ha impulsado una clasifi- car un síndrome de Löffler, o hemorragias pulmonares.
cación internacional estandarizada basada en ecografía, que dife- Strongyloides stercoralis puede producir una hiperinfección por
rencia entre quistes activos, transicionales e inactivos, y propone auto-infección, y tener manifestaciones sistémicas, sobre todo, en
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7
Manifestaciones radiológicas de las enfermedades
de transmisión sexual. Cuándo y cómo estudiarlas
Car lo s Nic ol au Mol in a, L aur a Buñ es ch V il lal ba
a a
b b
Figura 7-2: TC de paciente con EIP que muestra dilatación de Figura 7-3: Torsión ovárica. La TC muestra un ovario notablemen-
trompas de Falopio con pared hipercaptante (flechas)(a). TC de otra te aumentado de tamaño y en posición atípica (a). Se observa tam-
paciente con EIP que muestra imagen compatible con absceso tubo- bién una pequeña cantidad de líquido adyacente al ovario. Se apre-
ovárico que se acompaña de líquido libre en pelvis y trabeculación de cia una gran lesión quística anexial, causante de la torsión (b).
la grasa (b).
tensas en T2 (fenómeno denominado “shading”), cuyo diagnósti- necróticos. La trabeculación de la grasa adyacente al anejo torsio-
co suele ser posible con alta fiabilidad. Sin embargo, el diagnósti- nado sugiere necrosis.
co mediante TC de la endometriosis ovárica es bastante inespecí-
fico ya que suele presentarse en forma de masas anexiales quísti-
Síndrome de Fitz-Hugh-Curtis
cas complejas. El control evolutivo de la imagen puede permitir su
diagnóstico diferencial respecto a quistes hemorrágicos, que se El síndrome de Fitz-Hugh-Curtis es una entidad muy rara que
resolverán, o neoplasias, que progresarán. Finalmente, la torsión consiste en una perihepatitis secundaria a EIP. La inflamación pél-
ovárica es un cuadro agudo producido por la torsión del pedícu- vica asciende hacia la superficie diafragmática hepática por la
lo vascular ovárico, que en la mujer adulta suele asociarse a la pre- corredera paracólica derecha, causando la inflamación de la
sencia de masas ováricas. El aumento de tamaño del ovario con superficie hepática y provocando la formación de adherencias
hiperecogenicidad central por edema y la presencia de folículos entre el hígado y el peritoneo.17 Se ha descrito también algún
prominentes de distribución periférica suele permitir el diagnósti- caso de afectación de la cápsula esplénica. Su diagnóstico es
co ecográfico, especialmente, si se consigue confirmar la ausencia importante porque cursa con síntomas inespecíficos como son
de vascularización. La presencia de líquido libre es un hallazgo fre- dolor abdominal, fiebre y leucocitosis, y puede confundirse clíni-
cuente aunque no específico.15,16 En TC, los hallazgos que sugie- camente con entidades como colecistitis, apendicitis... El diagnós-
ren torsión ovárica son el aumento de tamaño de trompa y ova- tico suele realizarse mediante TC, ya que pueden detectarse los
rio, asociados a su desviación hacia la línea media, o bien a mal- hallazgos típicos de la enfermedad: engrosamiento de la cápsula
posición uterina (útero desviado hacia el anejo torsionado)16 (Fig. hepática, con hipercaptación en fase arterial y posible asociación
7-3). Con frecuencia el ovario torsionado tiene un aspecto quísti- de colecciones subcapsulares, y captación parcheada del parén-
co, sea por la lesión causante de la torsión, o bien por cambios quima hepático subyacente.17,18
07_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:44 Página 68
infección puede pasar a una fase crónica, con estenosis que sue-
len localizarse en el segmento anterior y especialmente en la ure-
tra bulbar debido a su disposición anatómica. El estudio radiológi-
co, por lo tanto, sólo está indicado en pacientes con sospecha de
uretritis complicada o crónica. Las técnicas de elección son la ure-
trografía retrógrada y la cistouretografía miccional seriada (CUMS)
por su coste y disponibilidad. Los cambios más habituales en la
uretritis crónica incluyen irregularidad de la luz uretral y zonas de
estenosis que pueden ser múltiples20 (Fig. 7-5). También puede
observarse con frecuencia reflujo de contraste hacia las glándulas
de Littré, glándulas de Cowper y conductos prostáticos y eyacu-
ladores. Como complicaciones de las estenosis y del proceso
inflamatorio, podemos encontrar principalmente extravasación de
orina y llenado de estructuras venosas, abscesos periuretrales y
fístulas. Las fístulas comunican la uretra con los tejidos de partes
blandas adyacentes y, en caso de progresión, pueden llegar a
comunicar con órganos vecinos. Cuando existe sospecha de
extensión de la inflamación al tejido periuretral, está indicada la
realización de una sonouretrografía o una RM. La evaluación de la
uretra con RM se realiza fundamentalmente con secuencias T2,
preferentemente tras la instilación de un gel en uretra anterior, y
Figura 7-4: Histerosalpingografía (HSG) para estudio de infertili- con secuencias contrastadas.21 La ventaja de esta técnica es que
dad. Trompa derecha permeable, con alteración en su morfología permite no sólo la identificación de la/s estenosis uretral/es sino
secundaria a la presencia de estenosis. Oclusión de la trompa también la detección de cambios inflamatorios periuretrales o
izquierda. complicaciones del proceso como abscesos periuretrales o fístu-
las.20,22,23 Aunque la tuberculosis uretral es rara, debe descartar-
se en pacientes con uretritis crónica y estenosis, abscesos o fístu-
Secuelas de la EIP las, especialmente, si afectan a la uretra prostática. Cuando existe
sospecha de prostatitis, las técnicas de imagen están indicadas para
La secuela más frecuente de la EIP es la infertilidad; la oclusión la detección de abscesos prostáticos y periprostáticos y la técnica
de las trompas de Falopio por una infección por Chlamydia tracho- de elección es la ecografía, aunque en ocasiones sea necesaria la
matis o Neisseria gonorrhoeae es la causa más frecuente de infer- realización de una TC o RM, especialmente, cuando exista sospe-
tilidad en nuestro medio. En la salpingitis subclínica, muy frecuen- cha de enfermedad periprostática importante.
te (hasta 35% de los casos) en el mundo occidental, la primera
manifestación de la enfermedad puede ser la imposibilidad de
embarazarse y no la aparición de síntomas de EIP. La inflamación
tubárica causa lesión en la trompa, con cicatrización y posible
oclusión. Las adherencias pueden condicionar una obstrucción de
las fimbrias de las trompas de Falopio dando lugar a hidrosálpinx
por acumulación de líquido. El diagnóstico suele realizarse
mediante histerografía convencional o mediante histerosonogra-
fía, que permiten confirmar la ausencia de permeabilidad de las
trompas (Fig. 7-4).19 Las adherencias tubáricas se asocian también
a mayor riesgo de embarazo ectópico y favorecen nuevos episo-
dios de EIP.
URETRITIS
s una de las ETS más frecuentes, fundamentalmente, en
E hombres y generalmente secundaria a Neisseria gonorrhoeae,
que también puede dar lugar a prostatitis. La infección se inicia en
la mucosa del glande y en las glándulas de Littré, y en la fase aguda
se manifiesta sólo como irritación y presencia de un exudado
amarillento, o incluso ausencia de sintomatología. En esta fase no
suelen existir anomalías si se hace un estudio radiológico. Cuando
la infección aguda no se trata correctamente puede progresar a Figura 7-5: Estenosis uretral secundaria a uretritis. Se observa
uretra posterior, vesículas seminales y epidídimo. En la uretra, la estenosis focal a nivel de la uretra bulbar.
07_CAP_SERAM_10-7:Maquetación 1 29/4/10 20:44 Página 69
a b
Figura 7-6: Epididimitis aguda. El estudio ecográfico en escala de grises muestra engrosamiento difuso del epidídimo. Se visualiza (flecha)
engrosamiento de la cabeza y parte del cuerpo. El estudio Doppler color muestra hipervascularización del epidídimo compatible con epididi-
mitis (a). Se observa hipervascularización de la cola del epidídimo, apreciándose, además, un área avascular que traduce la presencia de un
absceso (b).
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Figura 7-7: Paciente con neurosífilis. En esta secuencia axial 8. Kalish GM, Patel MD, Gunn ML, Dubinsky TJ. Computed tomogra-
potenciada en T2 se observa afectación mesencefálica por goma (a) phy and MR features of gynecologic abnormalities in women present-
y alteración de la señal RM subcortical temporal bilateral por la pro- ing with acute or chronic abdominal pain. Ultrasound Q
2007;23:167-175.
pia afectación de la sustancia blanca (b).
9. Tukeva TA, Aronen HJ, Karjalainen PT, Molander P, Paavonen T,
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dro pseudogripal con erupción cutánea y adenopatías. En la fase 10. Bennett GL, Slywotzky CM, Giovanniello G. Gynecologic causes of
de sífilis secundaria ya puede existir afectación del sistema nervio- acute pelvic pain: spectrum of CT findings. Radiographics
so central, aunque la neurosífilis se haya asociado al estadio tercia- 2002;22:785-801.
rio. La sífilis terciaria es muy rara actualmente. Aparece después 11. Wilbur AC, Aizenstein RI, Napp TE. CT findings in tuboovarian
abscess. AJR Am J Roentgenol 1992;158:575-579.
de una fase de latencia y es la que generalmente necesita estudios 12. Lin EP, Bhatt S, Dogra VS. Diagnostic clues to ectopic pregnancy.
radiológicos. Su presentación clínica es muy variable y produce Radiographics 2008;28:1661-1671.
tres tipos de afectación: cardiovascular, neurosífilis y sífilis gomo- 13. Sam JW, Jacobs JE, Birnbaum BA. Spectrum of CT findings in acute pyo-
sa.31 La enfermedad cardiovascular cursa con aortitis, regurgita- genic pelvic inflammatory disease. Radiographics 2002;22:1327-1334.
ción aórtica, estenosis del ostium de las coronarias y aneurismas 14. Borders RJ, Breiman RS, Yeh BM, Qayyum A, Coakley FV. Computed
de aorta.32,33 La neurosífilis puede ser ocular, meningovascular y tomography of corpus luteal cysts. J Comput Assist Tomogr
parenquimatosa. Ante la sospecha de afectación cerebral debe 2004;28:340- 342.
15. Chiou SY, Lev-Toaff AS, Masuda E, Feld RI, Bergin D. Adnexal torsion:
realizarse una RM por su mayor sensibilidad frente a la TC para new clinical and imaging observations by sonography, computed
detectar enfermedad intracraneal, que suele deberse al desarrollo tomography, and magnetic resonance imaging. J Ultrasound Med
de leptomeningitis (hipercaptaciones meníngeas) y arteritis multi- 2007;26:1289-1301.
focal con complicaciones secundarias a accidentes vasculocere- 16. Hiller N, Appelbaum L, Simanovsky N, Lev-Sagi A, Aharoni D, Tamar
brales y, en ocasiones, lesiones inespecíficas de la sustancia blan- S. CT features of adnexal torsion. AJR Am J Roentgenol
ca.34 Rara vez se observan gomas sifilíticos, que representan teji- 2007;189:124-129.
do de granulación y que se identifican como masas bien delimita- 17. Romo LV, Clarke PD. Fitz-Hugh-Curtis Syndrome: pelvic inflamma-
tory disease with an unusual CT presentation. J Comput Assist
das, isointensas en T1 (a veces, con un anillo hiperintenso) e hipe- Tomogr 1992;16:832-3
rintensas en T2 con respecto a la sustancia blanca (Fig. 7-7), que 18. Nishie A, Yoshimitsu K, Irie H, Yoshitake T, Aibe H, Tajima T y cols.
captan contraste de forma nodular o anular.35 Por último, pueden Fitz-Hugh-Curtis syndrome. Radiologic manifestation. J Comput
desarrollarse granulomas que afecten fundamentalmente a la piel Assist Tomogr 2003;27:786-791.
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