Los Biosensores
Los Biosensores
Los Biosensores
El sensor biológico:
Puede ser un tejido, un cultivo de microorganismos, enzimas, anticuerpos, cadenas
de ácidos nucleicos, etc.
El transductor: Acopla los otros dos elementos y traduce la señal emitida por el
sensor.
Receptores y transductores
Son muchos los dispositivos biosensores que se han desarrollados y muy variados los
mecanismos físico-químicos de transducción que se han empleado para traducir la
interacción biológica en una señal cuantificable y útil para el usuario. La clasificación de
los biosensores viene impuesta tanto por la naturaleza de la biocapa receptora elegida
como por el tipo del transductor empleado. Como elementos biológicos receptores se
pueden emplear enzimas, anticuerpos, receptores proteícos, secuencias de
oligonucleótidos, fragmentos subcelulares como mitocondrias, secciones de tejidos
animales y vegetales, células completas, etc. y como transductor dispositivos ópticos,
electroquímicos, y mecano-acústicos, principalmente. La combinación de la diversas
capas receptoras con los diferentes transductores puede dar lugar a una gran variedad
de dispositivos biosensores.
RECEPTORES Y TRANDUCTORES
Son muchos los dispositivos biosensores que se han desarrollado y muy variados los
mecanismos físico-químicos de transducción que se han empleado para traducir la
interacción biológica en una señal cuantificable y útil para el usuario. La clasificación de
los biosensores viene impuesta tanto por la naturaleza de la bicapa receptora elegida
como por el tipo del transductor empleado. Como elementos biológicos receptores se
pueden emplear enzimas, anticuerpos, receptores proteicos, secuencias de
oligonucleótidos, fragmentos subcelulares como mitocondrias, secciones de tejidos
animales y vegetales, células completas, etc. y como transductor dispositivos ópticos,
electroquímicos, y mecano-acústicos, principalmente. La combinación de las diversas
capas receptoras con los diferentes transductores puede dar lugar a una gran variedad
de dispositivos biosensores.
Sistema de transducción
Electroquímicos
Ópticos
Piezoeléctricos
Termométricos
Nanomecánicos
HISTORIA
Los biosensores, al igual que cualquier otro tipo de instrumento, han evolucionado a lo
largo de la historia. Anecdóticamente, podríamos decir que los primeros biosensores
fueron los canarios; ya que estas aves se utilizaban antiguamente en las minas de
carbón para detectar gases tóxicos. Los canarios se mueren antes que las personas en
presencia de monóxido de carbono o metano y como suelen estar cantando la mayoría
del tiempo el hecho de que no lo hicieran se convertía en una alarma sonora.
Pero, al margen de este hecho anecdótico, se puede decir que el padre de estos
dispositivos es Leland C. Clark Jr., que en 1956 finalizó sus trabajos con el electrodo de
O2, pero no se conformó y con la idea de ampliar su uso al de medir más analitos en el
cuerpo humano, en 1962 propuso hacer sensores “más inteligentes”. Lo que él quería
decir con esto era que sería una buena idea combinar las enzimas y otros materiales
biológicos con los sensores electroquímicos que había hasta esa época. Con esta idea,
y con la ayuda de Lyon, construyó el primer biosensor!!! Este consistía en un electro de
O2 con la enzima glucosa oxidasa inmovilizada. Este biosensor permitía relacionar
directamente la concentración de glucosa con la disminución de la concentración de
oxígeno. Posteriormente, Guilbault y Montalvo detallaron el primer electrodo enzimático
potenciométrico basado en la inmovilización de la enzima ureasa sobre un electrodo
selectivo de amonio.
En 1975 esto se convirtió en una realidad comercial, poniéndose a la venta el primer
analizador de glucosa basado en la detección amperométrica de peróxido de hidrógeno
(agua oxigenada) en Ohio. Este fue el primer biosensor a la venta de los muchos que
se comercializarían más adelante. También en este mismo año Divis se preguntó: ¿por
qué no usamos las bacterias como elemento biológico en los biosensores para medir la
cantidad de alcohol en una muestra? Esta pregunta causó un gran revuelo en muchas
grandes empresas de medio ambiente de Japón y otros lugares que se pusieron en
marcha en su investigación y no tardaron mucho tiempo en desarrollar los electrodos
microbianos. Un año antes se comenzó a usar transductores térmicos (termal enzyme
probes) y los termistores enzimáticos (enzyme thermistors). Posteriormente se comenzó
a usar los biosensores basados en fibra óptica, que originaron la aparición de los
denominados “optados”. Éstos se usaron en un primer momento para la determinación
de CO2 y O2.
Más o menos 15 años después de la construcción del primer biosensor, Clemens
incorporó un biosensor de glucosa en un páncreas artificial que se comercializó como el
Biostator. Actualmente este biosensor ya no está en venta. En este mismo año una
empresa Suiza construyó un biosensor que utilizaba la lactato deshidrogenasa; éste fue
muy útil para mejorar los análisis en clínica y en deportes. En 1982, basándose en la
utilización de mediadores electroquímicos para favorecer la transferencia de electrones
desde el centro redox de una enzima a la superficie del electrodo se construyeron la
nueva generación de biosensores electroquímicos. Basándose en esto se describió la
implantación de un biosensor subcutáneo para la determinación de glucosa.
Volviendo a la década de los 70; en ella también se intentaron construir inmunosensores
inmovilizando anticuerpos y utilizando transductores piezoeléctricos o potenciométricos,
aunque fue en la década de los 80 cuando Liedberg los comercializó con éxito. En 1987
mediante la utilización de mediadores electroquímicos inmovilizados en electrodos
enzimáticos serigrafiados se consiguió construir el “bolígrafo” para el seguimiento
personal de glucosa en la sangre!!! comercializado por MediSense. Actualmente las
compañías Abbott Boehringer Mannheim y Bayer dominan las ventas de éste bolígrafo
lo que da lugar a unas ventas del orden de varios cientos de millones de dólares; y está
desbancando casi totalmente a los métodos convencionales de medir la glucosa.
Actualmente existen multitud de biosensores en los cuales se combinan la amplia
diversidad de componentes biológicos (enzimas, ácidos nucléicos, receptores celulares,
anticuerpos y células intactas) con los diferentes tipos de transductores
(electroquímicos, ópticos, piezoeléctricos, termométrica). Éstos se pueden utilizar en
numerosos problemas de la actualidad como el análisis clínico, de alimentos, bebidas,
vigilancia del medio ambiente, defensa, seguridad y muchas más áreas.
APLICACIONES
Inmunosensor impedométrico
Industriales
Alimentarios