MC Lujan

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Antropología de lo cotidiano

MCLUHAN EL ADELANTADO MEDIÁTICO

Johnny Campos Lora*


*Docente de comunicación de la UNSXX, UMSA, UPEA

“Im not explaner, Im explorer”


Para empezar, algunos se preguntarán ¿Quién cuernos es ese McLuhan y a santo
de qué es un adelantado mediático? Bueno, primero McLuhan no es del tipo de
adelantados coloniales como Álvar Núñez Cabeza de Vaca quien anduvo por mar
y tierra para encontrar “El Dorado”1. Marshall McLuhan nació canadiense hace 114
años y murió hace 20. Él fue un filósofo y literato que escribió mucho sobre
comunicación y tecnología2 A McLuhan no le agradaba que lo definan como
alguien que explica (explaner) sino como uno que explora (explorer).3 Se lo
considera “adelantado mediático” porque “predijo”, hace medio siglo, la
supercarretera de la información.
Fue catedrático, en la Universidad de Toronto hasta su muerte. Algunos de sus
colegas lo tipificaron como “el más hippie de todos los hippies catedráticos”; el
hombre tuvo tanto admiradores como detractores. Las revistas más leídas en
Estado Unidos de los 60, como “Newsweek” y “Play Boy” y el diario “The New York
Times”, lograron entrevistarle en medio de un torbellino de fama generalmente
reservada para artistas y deportistas. En el cine, hizo un papel de sí mismo en la
película Annie Hall de Woody Allen.4 De modo que McLuhan no solo fue un
“explorer” de los mass media sino también un individuo muy mediático.

McLuhan, el excluido
En nuestra época de universitarios (segunda mitad de los 80), las carreras de
comunicación del sistema, expresaban en sus planes de estudio el giro
cuestionador al statu quo neoliberal y funcionalista del Orden Mundial;
plasmándolos con asignaturas denominadas: “transnacionales I”, “transnacionales
2”, “Denuncia I”, “Denuncia 2” -Daniel Prieto Castillo hace los análisis
correspondientes a esas tendencias en su libro sobre diseño curricular5-. De modo
que en esos tiempos McLuhan no era precisamente un autor al que se le dedicaba
algún espacio más o menos importante ni en los planes curriculares ni en las
aulas. Fue proscrito en la academia de varias universidades y si se tomaban en
cuenta sus ideas, se hacían de forma fugaz, encasillándosele como teórico
funcionalista y por lo tanto excluido y excluyente de la comunicación “alternativa y
popular”; solo que algunas veces ése era el pretexto del catedrático para esconder
sus limitaciones, quien nunca leyó un solo libro de McLuhan y solo seguía el coro
retahílico de otros que a su vez tampoco leyeron al susodicho autor. A propósito,
McLuhan adoptó varias ideas del economista, politólogo e historiador canadiense
A. Innis y del escritor irlandés James Joyce, tomó la idea de la comunicación como
transformación y no ya como transportación, lo cual le aleja del esquema
funcionalista.6
El 2011, en conmemoración a los 100 años del nacimiento de McLuhan, se
organizaron en todo el mundo numerosos seminarios, talleres encuentros y
charlas sobre el “Explorer mediático” (Universidad de Barcelona, Universidad en
México7, Universidad Nacional del Rosario en Argentina8, etc.). Lamentable en
Bolivia -donde la situación no ha cambiado mucho respecto al entorno estrecho de
la tendencia excluyente para el canadiense- ninguna universidad organizó siquiera
una “pequeña tertulia” sobre su pensamiento.

El pensamiento mcluhaniano
La obra de McLuhan contiene una veintena de libros, ensayos y muchos artículos
publicados. Su pensamiento está lleno de sondeos, reflexiones aderezadas con
giros retóricos, metáforas, juegos de palabras y sintaxis convulsa9. Sus principales
planteamientos giran en torno a ecología de la comunicación: las influencias de la
tecnología en el contenido del mensaje, las etapas de la humanidad, la escritura y
su influencia en la configuración de las naciones y su planteamiento sobre la era
electrónica, entre tantos otros. En este artículo solo desarrollaremos una tesis
mcluhaniana: la de las extensiones del hombre, a la que relacionaremos con el
entorno internet.

Extensiones del hombre.


En la década de los 60, McLuhan publica su libro “Comprender los medios de
comunicación”10, en el, explica que los medios son extensiones del hombre. Así
por ejemplo, la rueda es la extensión del pie, el telescopio extensión del sentido de
la vista y la ropa es la extensión de la piel.
Los medios –cualesquiera que sean- son estructuras omniscientes que no nos
piden permiso para ser y donde poco importan nuestros usos de ellas. Además,
las tecnologías no solamente son bienvenidas por la sociedad sino que se las
espera como facilitadoras de la vida humana. Sostiene McLuhan que las
tecnologías no pueden ser buenas o malas a raíz de sus usos y que cualquier
tecnología no puede sino añadirse a lo que ya somos11. Así se explicaría que tanto
un capitalista de Wall Street, como el más revolucionario de los revolucionarios o
aquel que plantea el retorno del Tawantinsuyo incluyendo la escritura quipus,
utilicen el mismo celular Galaxi S5.

Extensiones del hombre 2.0


Las extensiones del hombre, las que podríamos clasificarlas de primer orden
(descritas un párrafo arriba), están dando paso a las extensiones del hombre de
segundo orden, las que se desarrollan a partir de la extensión de todo el sistema
nervioso, incluyendo el cerebro y la memoria. Es decir, son extensiones que tienen
que ver con las computadoras e internet. Los siguientes ejemplos de la
cotidianidad, grafican este contexto:
Cierto día, olvidé las facturas de descargo y refunfuñé mucho, la secretaria de
impuestos internos con tono de hija piadosa, me dijo: - señor, usted puede
descargar sus facturas cómodamente sentado en su antiguo escritorio de roble en
un tris tras, dado que ya existe la tecnología llamada internet, ¡basta de horribles
e inacabables filas, coladores y monumentales pérdidas de tiempo; entre a nuestra
página www.impuestos.gob.bo y zas, ya cumplió con su deber patriótico-.

Estoy frente al tremendo escaparate de la carrera más numerosa de la


universidad más grande del país. En su panel informativo se encuentran varios
afiches superpuestos en un desconcierto aleatorio. Uno de ellos dice: ¿Quieres
hacer una maestría pero no tienes tiempo?, pues inscríbete a nuestra curso con
modalidad no presencial. El amigo que comparte la lectura del afiche, me dice que
él se apuntó a una maestría parecida en la Universidad Veracruzana de México,
le pregunto incrédulo cómo defendió su tesis y me responde mirándome con
rictus compasivo, destinado a un anticuado: - obviamente vía skype.12

En el interior del minibús, donde la distancia entre los pasajeros es mínima


y sin opción, escuchas lo que no quieres: música chicha, carajazos del chofer,
protestas de los pasajeros y comentarios heterogéneos. La charla de las
adolescentes sentadas tras de mí, tiene que ver con la cantidad de amistades que
lograron en el “feis”. Una de ellas dice, -tengo tres mil quinientas veintisiete. La
otra le pregunta si todas sus “amistades” saben que es estudiante de colegio-. No,
responde la de las tres mil amistades, algunos creen que soy modelo y que vivo
independiente en mi departamento y blah, blah, blah, blah, blah. Antes de bajarme
en la parada, me dan ganas de decirle a la muchacha que tenga cuidado, que hay
muchos cuervos atisbando el “feis”, pero solo me limito a pagar mi pasaje y salir
aliviado de esa lata de sardinas rodante.

Los tres escenarios de arriba, tienen que ver con las extensiones de las personas
vía internet, caracterizadas por la asincronicidad, descorporeización y proyección
del ser. La tendencia de este tipo de extensiones, seguirá a un ritmo cada vez más
veloz, porque su progresión es exponencial13. Las extensiones vía supercarretera
de la información ya están sucediendo en muchas actividades: en la banca, en los
pagos de servicios básicos, en la educación, en salud, en las relaciones
interpersonales, en el trabajo, etc., diversificándose a otras actividades.

Heidegger y “la libertad de ser”


Heidegger es quien plantea en su filosofía ontológica la posibilidad del ser, pero no
un ser trascendental ni inmanente del tipo husserliano. En su obra Sein und zeit,
Heidegger14 plantea la existencia como libertad, el “yo” primeramente es libertad,
la capacidad de decidirse y elegirse a sí mismo. El ser humano es invención de su
absoluta libertad. Y entonces ¿Cómo podemos ser y escoger lo que queremos, en
un mundo aterrado y condenado a una camisa de fuerza, descrito y analizado por
Freud?15 Para muchos, Second life, es la alternativa.

Second life, un mundo virtual autosustentable


Second life es obra y gracia de las comunicaciones digitales por internet. Es un
mundo virtual alternativo y en construcción continua:
“Entre los diferentes mundos virtuales, es interesante distinguir la diferencia que
se establece entre ciberespacio y metaverso. Mientras que en el ciberespacio se
puede englobar a todo el universo web, el metaverso en cambio refiere a un
mundo virtual alternativo, aparentemente autosustentable y autorreferencial: algo
así como una obra literaria de creación colectiva pergeñada en tiempo real y
donde voluntaria o involuntariamente todas las líneas narrativas de los
participantes se entremezclan unas con otras. Al tiempo que cada usuario
establece su propia trama, todos los usuarios a su vez se transforman en
personajes de las tramas de otros; y así progresivamente”.17

En Secod life puedes ser el que quieras ser. En este metaverso16 consigues
concretar en absoluto el planteamiento heideggeriano de la libertad de decidirte y
elegirte a ti mismo. ¿Quieres ser un robot?, ¿un conejo a lo Roger Rabbit?, ¿un
Gokú?, ¿un superman?, ¿quieres disparar rayos láser de tus ojitos y lanzar
llamaradas mortíferas de tu trasero? Pues ahí tienes a Second life. Este
metaverso es la “Isla de la fantasía” pero con mucha más exquisita profusión que
su análoga, donde Tatoo se apuntaría dejando de lado al pobre señor Rourke. Ahí
se exponen los avatares de todo tipo y en todas las variedades, hasta donde
pueden dar los límites de ese mundo virtual, ilusorio y quimérico.

Elvis, Marilyn y Frankenstein viven en Second life


Un avatar (avi) se encuentra con otro, uno tiene ropa brillante tipo astronauta pero
con diseño minimalista, su rostro está performatizado, tiene patillas a lo Elvis y
bigotes de Dalí; todo el personaje tiene trazos dadaístas con un envoltura de
collage muy cerca a lo que podía haber aparentado la criatura de Frankenstein. El
otro avi luce como la mítica Marilyn Monroe, rubia, cabello corto, labios carmesís,
bufanda sobre hombros desnudos, guantes hasta los codos y con una pipeta
larga. Estos avis –tras breves palabras de cortesía- se funden entre sí en una
oquedad de crepúsculo anaranjado onírico. Entre bambalinas, ninguno sabe quién
va del otro lado de la computadora, puede que los dos interactuantes sean
hombres, mujeres, hermafroditas, heterosexuales, transexuales, plurisexuales…
McLuhan no se desconcertaría de estas escenas, es más, le agradaría asistirlas
para echarlas en cara a esos críticos adustos de los 60 todavía trasnochados de
conceptos decimonónicos que impugnaron sus ideas.

¡Qué sucederá en el 2030? ¿O en el 2525? ¿Cómo será el resultado de la


progresión exponencial de las extensiones del ser humano? Algunos
postmcluhanianistas presuponen un mundo simbiótico (de hombres y máquinas),
un metaverso a lo “Matrix” o un posthumanismo de seres con superinteligencia
artificial. Para aclarar un poco la bruma del futuro, pedimos a McLuhan, Innis,
Castells, Hammond, Kurzweil, Fukuyama, Canton, “El Kuraka Blanco” y a otros;
nos vislumbren el tercer decenio de este siglo, donde se supone ocurrirá (acaso,
del mismo modo, en un sótano) la singularidad tecnológica18.

Referencias
1. 1555. Alvar Núñez Cabeza de Vaca: Naufragios y comentarios.
2. El lugar de Mcluhan entre los héroes del campo comunicacional. Norberto Leonardo Murolo. p.
98
3. Marshall McLuhan, de la torre de marfil a la torre de control. 2004. México, DF. Carlos
Fernández Collado Roberto Hernández Sampieri.
4. Principales acusaciones contra su obra La crítica a Marshall McLuhan Rodrigo Miranda Barbosa.
p. 146.
5. Daniel Prieto Castillo. Manual de diseño curricular para escuelas de comunicación. 1988.
Ediciones CIESPAL. Quito. P. 59.
6. El valor de lo acústico McLuhan: 100 años en el espacio. Jesús Octavio Elizondo Martínez. p. 33
7. Universidad en México 7,
8. Universidad Nacional del Rosario en Argentina (8
9. Marshall McLuhan: exploración de tres aportaciones. Claudia Benassini Félix.
10, mcluhan, Marshall. Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano.
Barcelona: Paidós, 2009 (1964).
11. Mcluhan Marshall. Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano.
Barcelona: Paidós, 2009 (1964). p.35
12. skype.
13. El Mundo en 2030. Ray Hammond. Edit. Yago, 2008. España. p. 70.
14. Sein und zeit, Heidegger
15. Freud
16. Juan José Mendoza. Representaciones del post-humanismo en el sensorium contemporáneo
El fin del mundo en el Second Life. p. 31
17. Juan José Mendoza. Representaciones del post-humanismo en el sensorium contemporáneo
El fin del mundo en el Second Life. p. 31

18. singularidad tecnológica.


Aceleración exponencial de la tecnología

El crecimiento exponencial se explica en términos comparativos: El crecimiento


aritmético tiene una progresión lineal: 1, 2, 3, 4, 5; en cambio la progresión
exponencial es: 2, 4, 8, 16,…. La tecnología tiene la tendencia a crecer o
desarrollar de modo exponencial. More es quien generó la ley que lleva su
nombre. Según esta ley, la potencia de una computadora se multiplica por dos
cada 18 meses, lo que significa que serán unas 500.000 veces más potentes en
2030. Además, según la Ley de Nielsen76, la “conectividad” o internet aumenta
un 50% por año, y así, en 2030, podremos disponer de 100.000 veces más
anchura de banda en internet que hoy.

de clichés o lugares comunes. McLuhan, al igual que Chesterton, siempre habló


analógicamente y no con ecuaciones:15
Cuando un hombre está “en el teléfono” o “en el aire”, moviéndose
eléctricamente a la velocidad de la luz, no tiene cuerpo físico:
está siendo traducido a información o a imagen.

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