La Microencapsulación
La Microencapsulación
La Microencapsulación
Seguro que muchos os preguntareis qué es la microencapsulación y para qué sirve. Pues
bien, la microencapsulación es un proceso mediante el cual sustancias bioactivas de los
alimentos se introducen en una matriz para impedir que se pierdan, para protegerlas de la
reacción con otros compuestos o para frenar reacciones de oxidación, es decir, sobre todo
se utiliza para mantener la conservación de los alimentos. Es una de las técnicas más
demandas por la industria alimentaria, también se utiliza para la liberación de nutrientes
controlada, para transformar sabores.
Quizás te pueda parecer algo exótico, pero te sorprenderías al saber que productos y
alimentos que comes en tu vida diaria, han sido desarrollados gracias a la
microencapsulación. De hecho, es probable que si ahora mismo estás mascando un chicle,
de la durabilidad de su sabor sea responsable esta técnica. O cuando consumes productos
enriquecidos con Omega 6, también es fruto de la microencapsulación.
En los últimos años se ha conseguido que el nutriente se libere en el lugar elegido y en el
momento deseado y así aumentar la vida útil del producto. En los procesos de
microencapsulación utilizados suelen estar basados en métodos físicos, químicos o mezcla
de ambos y lo que hacen es general mayor residuo cuya eliminación es costosa y varían la
calidad del producto final, además pueden alterar sus principios activos, el objetivo es
conseguir que afecten lo menos posible a estos principios.
En la microencapsulación con CO2 supercrítico, que es uno de los modos en que puede
darse la microencapsulación, el CO2 es una sustancia que puede regular su poder
disolvente variando las condiciones de presión y temperatura, no es tóxico ni inflamable,
permite trabajar a bajas temperaturas y no deja prácticamente residuos en el material
microencapsulado.
Por ello, en los últimos años ha surgido un especial interés por la utilización de fluidos en
condiciones supercríticas, esto les permite controlar el tamaño de la partícula, la
distribución de tamaños, utilizar temperaturas moderadas y evitar utilizar disolventes que
son peligrosos para la salud. Por otro lado, al estar encapsulado se conserva mejor.
Utilidades y aplicaciones de la microencapsulación en nuestra alimentación:
Vitamina C: el ácido absórbico se ha empleado porque es antioxidante y como
complemento vitamínico. El problema que presenta es que se oxida fácilmente por
eso es conveniente su microencapsulación.
Vitamina A: es una vitamina soluble en las grasas, u encapsulación incrementa su
estabilidad, por ejemplo, en el almacenamiento de leche en polvo desnatada.
Omega 3: es un producto muy beneficioso para nuestra salud pero de corta
duración, la microencapsulación nos permitiría incrementar el tiempo de duración y
su empleo en alimentos infantiles o en productos de panadería.
Calcio: la leche de soja contiene poco calcio pero el enriquecimiento en calcio de la
leche de soja presenta un problema, provoca que las proteínas de la leche coagulen.
Esto se puede evitar mediante la microencapsulación manteniéndola estable durante
más tiempo.
Por todo ello, esta técnica supone un gran avance para la mejora de nuestra alimentación
y nuestro objetivo es perfeccionarla aún más.