Centrales Hidroelectricas en El Perú
Centrales Hidroelectricas en El Perú
Centrales Hidroelectricas en El Perú
En nuestro país se utiliza el gran potencial hídrico de los ríos, lagos y lagunas para generar
la electricidad que utilizamos. Esta generación hidroeléctrica representa el 60% del total de
nuestra electricidad. El otro 40% lo generan las centrales térmicas, que trabajan con la
fuerza del vapor y cuyo combustible principal es todavía el petróleo.
6) Cahua: Ubicado en Pativilca, al norte de Lima, aprovecha las aguas del río
Pativilca a través de una caída de 215 m produciendo 41 Mw. Fue puesta en servicio
en 1967 y abastece de electricidad a Huacho, Supe, Paramonga, Pativilca y
Barranca.
• Central Matucana : Construida en 1971 genera 120 Mw. con una caída de 980 m.
• Central Moyopampa: Inaugurada en 1951 genera 63 Mw. con una caída de 460
m.
• Central Huampaní: Puesta en servicio 1962, genera 31 Mw con una caída de 185
m.
1) Charcani VUbicada en Arequipa, esta central es una de las más modernas del
país. Fue inaugurada en 1988. Genera 136.8 Mw con una caída de agua de 690 m
y pertenece a la Empresa EGASA.
En nuestro país se utiliza el gran potencial hídrico de los ríos, lagos y lagunas para
generar la electricidad que utilizamos. Esta generación hidroeléctrica representa el
60% del total de nuestra electricidad. El otro 40% lo generan las centrales térmicas,
que trabajan con la fuerza del vapor y cuyo combustible principal es todavía el
petróleo.
HISTORIA DE LAS CENTRALES HIDROELECTRICAS EN
PERU
Desde la central de Yanacoto (1907), considerada una de las obras más importantes
de la ingeniería hidráulica en América del Sur en su época, pasando por la central
hidroeléctrica del Cañón del Pato (1958) y la del Mantaro (1973), solo por mencionar
algunas, el emprendimiento y la visión de los ingenieros peruanos han sido vitales
para concretar los diferentes proyectos. Sin embargo, los primeros episodios de la
historia de las centrales hidroeléctricas se remontan a finales del siglo XIX. Esas
primeras aproximaciones a la energía hidráulica son importantes porque marcaron
el inicio de una serie de esfuerzos que han contribuido a consolidar el sistema
eléctrico que hoy respalda el crecimiento económico del país. Si bien Lima ya
conocía el alumbrado a gas, incluso antes de la guerra con Chile, y la iluminación
con electricidad a partir de aceite de colaza en 1886, fue la Empresa Transmisora
de Fuerza y Luz Eléctrica la que instaló la primera planta eléctrica proyectada como
mixta; es decir, térmica e hidráulica, en terrenos de los molinos de Santa Rosa y
San Juan de la Pampa, en la margen izquierda del río Rímac, a poca distancia del
cementerio general Presbítero Maestro. Al respecto, el historiador Neydo Hidalgo
cuenta sobre el funcionamiento de dicha planta, cuya primera transmisión de fuerza
eléctrica se realizó el 6 de agosto de 1895. “La planta de apenas 75 caballos de
fuerza inició sus operaciones empleando inicialmente solo energía hidráulica. La
producción sería principalmente con fines industriales y en menor medida para
suministro doméstico”1. En los siguientes años, esta nueva tecnología concentró el
interés de distintos empresarios que lograron concesiones para generar electricidad
a partir de las aguas del riachuelo Huatica (acequia prehispánica) y del río Rímac,
en el tramo de la toma de Piedra Liza y 300 metros más arriba del puente Balta.
Otros industriales de la época también desarrollaron producción eléctrica, pero
básicamente para fines particulares. A estos nuevos emprendimientos le siguieron
inversiones en compra de nuevos equipos, ampliaciones y modernizaciones para
atender la demanda cada vez mayor. En los albores de 1900, la energía eléctrica
en la capital era suministrada por la Empresa Eléctrica Santa Rosa y la Sociedad
de Alumbrado Eléctrico y Transmisión de Fuerza de Piedra Lisa. La primera
inauguró su nueva central en Chosica (1903), y en los años siguientes compró las
acciones de la segunda, adquirió la Empresa Eléctrica del Callao y se fusionó con
las empresas de ferrocarriles de la época, naciendo la compañía Empresas
Eléctricas Asociadas y consolidando un monopolio eléctrico
La nueva configuración del sistema eléctrico generó un explosivo crecimiento
del uso de los artefactos eléctricos, en un contexto de crecimiento poblacional y la
aparición de nuevos comercios y fábricas en Lima, lo cual aceleró el incremento de
la demanda eléctrica. Frente a esa situación, Empresas Eléctricas Asociadas
construye la central de Yanacoto en la cuenca del río Rímac y Santa Eulalia, y la
inauguró en 1907. En los años siguientes se realizaron ampliaciones en las
centrales de Santa Rosa, Chosica y Yanacoto, sumando 43 405 kW de potencia
instalada para Lima; sin embargo, no era difícil imaginar que la oferta sería
insuficiente. Luego, la referida empresa emprendió la segunda etapa de su plan de
expansión eléctrica con la puesta en marcha del Plan del Sistema Escalonado de
Centrales Hidroeléctricas. Tras varios años de estudios, cálculos y viajes de
exploración, se inició la ejecución de dicho plan con la construcción y la operación
de la central de Callahuanca (1938), Moyopampa (1951) y, posteriormente, la
central de Huampaní (1960). En ese momento también se desconectó la histórica
central de Yanacoto. Luego vendrían las centrales de Huinco (1965) y Matucana
(1971), completando las cinco centrales diseñadas por Pablo Boner, proyectista de
Empresas Eléctricas Asociadas.
La potencia, que está en función del desnivel existente entre el nivel medio del
embalse y el nivel medio de las aguas debajo de la central, y del caudal máximo
turbinable, además de las características de las turbinas y de los generadores
usados en la transformación.
La energía garantizada en un lapso de tiempo determinado, generalmente un
año, que está en función del volumen útil del embalse, y de la potencia instalada.
La potencia de una central puede variar desde unos pocos MW (megavatios), como
en el caso de las minicentrales hidroeléctricas, hasta 14.000 MW como en Paraguay
y Brasil donde se encuentra la segunda mayor central hidroeléctrica del mundo (la
mayor es la Presa de las Tres Gargantas, en China, con una potencia de 22.500
MW), la Itaipú que tiene 20 turbinas de 700 MW cada una.
INTERCONEXIONES DE HIDROELECTRICAS
La conexión de cualquier equipamiento eléctrico al SEIN requiere la realización de
estudios eléctricos para verificar el cumplimiento apropiado de requisitos mínimos
tales que la interconexión de la instalación en cuestión no menoscabe el
performance eléctrico de las instalaciones aledañas al área de influencia de la
misma.
http://contenido.coes.org.pe/alfrescostrut
s/download.do?nodeId=6ff9acaa-a67f-
41b1-939b-522fdad1fccd inerconexion
hidroeléctrica?
http://repositorio.unsaac.edu.pe/bitstream/handle/UNSAAC/173/253T20150075.pdf
?sequence=1&isAllowed=y