37.03 Quiroz
37.03 Quiroz
37.03 Quiroz
Threatened subjectivities:
testimonies of young people in violent contexts
Introducción
16 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Andamios 17
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
2 «Le sujet (qui présuppose l’Autre), sa jouissance (ses modalités) et le lien social».
18 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
sujeto flotante es aquel cuya violencia surge como una respuesta a una
insoportable sensación de negación de su subjetividad o a la amenaza
de desubjetivación y encuentra en la destrucción o la autodestrucción
la única vía posible para salir de la condición de objeto-víctima y como
resultado obtiene reconocimiento.
¿Cómo resistir estas condiciones de violencia que comprometen la
posición de sujeto? Es el sociólogo alemán Hans Joas (1999, citado en
Wieviorka, 2005) quien ha propuesto la concepción de sujeto como
alguien que en su carácter creador posee la posibilidad de construirse
como ser singular con la capacidad de formular sus elecciones y de re-
sistir a las lógicas de dominación, una de ellas es el crimen organizado
enlazado a las políticas de Estado. La violencia es una problemática que
entrelaza diversas dimensiones del sujeto. Específicamente, la violencia
relacionada con el narcotráfico ha dejado su impronta en el lazo social,
afectando tanto a las personas directamente relacionadas con el mismo,
ya sea en su condición de actores o de víctimas, como a todos los suje-
tos que conviven en esta sociedad.
Teniendo como contexto todo lo anterior, en el presente trabajo se
muestran algunas líneas de reflexión, resultado de una investigación
más amplia, en torno a las representaciones imaginarias y simbólicas
asociadas a modelos de la violencia y las repercusiones que tienen a
nivel subjetivo y social, según los discursos de ciertos jóvenes inmersos
en contextos de violencia. Se parte de la premisa de que la violencia se
relaciona de forma directa con el sujeto y el lazo social, por ello se consi-
deró importante reflexionar sobre su diversa significación a partir de un
trabajo grupal, tomando como base la propuesta de Rene Käes (1995),
quien concibe al grupo como un modelo de relación y expresión de lo
social a través de dos series de representaciones: psíquicas y sociocultu-
rales y, también, de un encuentro de alteridades e identidades.
El grupo con el que se trabajó estuvo conformado por sujetos que
han vivido en condiciones donde la violencia del narcotráfico ha tenido
un gran nivel de incidencia a nivel social, siendo o no víctimas directas
de esta. Se buscó, como plantea Conde (2009, p. 49), que “el decir del
grupo se relacione, se produzca desde el lugar social que comparten
los asistentes y que unifica al grupo”; y al mismo tiempo, se trató de
dilucidar la posición subjetiva de ellos en ese contexto específico.
Andamios 19
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
20 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
3 Estey todos los fragmentos del discurso que fueron expresados dentro del grupo de
estudio, se reprodujeron en el presente artículo respetando la sintaxis de quien narró
la experiencia.
Andamios 21
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
22 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Andamios 23
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
24 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Andamios 25
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
4 Los participantes explican que “tablear” se refiere al castigo que imponían los nar-
cotraficantes a los jóvenes que se encontraban tarde en las calles haciendo desorden.
El castigo consistía en golpearlos, ya sea en las nalgas o en las piernas, con tablas, las
cuales en ocasiones tenían clavos incrustados.
26 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Andamios 27
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
28 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
El grupo llega a una conclusión: si bien es cierto que llegó gente de fue-
ra con el narcotráfico, su éxito en esta localidad se relaciona de forma
directa con haber logrado que los mismos integrantes de la comunidad
se hayan adherido a sus filas. E señala: llegaron muy pocos, pero aquí se
hicieron más, con los que ya estaban aquí. No fueron tanto los que llegaron,
sino que llegaron unos tantos (F: y se reprodujeron), y entonces convencieron
a muchos de aquí, y así fue. Es decir, el crimen organizado encontró te-
rreno fértil en esta comunidad. Los miembros de ésta se dejaron seducir
por las mejoras económicas que implica un trabajo de dicha magnitud.
En especial, este discurso de sentido vindicativo resultó seductor para
personas que se sentían poco valoradas o ignoradas.
Seguidamente surge en el grupo un deslizamiento de la palabra al
tema de la indefensión. El grupo comenta cómo la policía juega un pa-
pel importante al momento de sentirse desvalidos e indefensos, resul-
tado de una ley fallida y de un sistema de seguridad que no garantizan
protección a la ciudadanía. Sobre la policía se señaló, de manera común
y general, su implicación con los grupos de delincuencia organizada:
Andamios 29
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
5 El subrayado es nuestro.
30 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Andamios 31
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
32 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
6 “[…] lorsque cette négation de la personne comme sujet, vécue comme particu-
lièrement douloureuse par des jeunes sans grand avenir et soumis à la discrimination
sociale et au racisme”.
Andamios 33
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
34 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
para ayudar al otro: por ejemplo, al ver a una mujer agredida tratan de
defenderla y es la misma mujer quien termina por agredir a sus defen-
sores, así lo comenta C: Yo pienso que es así como dice “H” de que como
que ya no te metes, por tu propio bienestar. Es un: pasa así, tú como si nada
y no voltees. Volverte ciego ante ciertos actos e incluso en la propia familia.
La violencia, por lo tanto, se vuelve una experiencia común y na-
tural, a tal grado que se hace invisible, como sucede en las relaciones
de pareja: el elemento de denigración del otro o de su descalificación
se vuelve una parte tan intrínseca de sus condiciones que termina por
pasar desapercibido. Dentro del contexto violento la solidaridad con el
prójimo es algo que no se aprecia ni valora; ser solidario, sostener un
lazo social de apoyo con la víctima toma un valor contrario y posibilita
que ésta violente a su protector en vez de agradecer su ayuda. El indivi-
dualismo cobra fuerza y se vuelve un arma de sobrevivencia: G: de que
lloren en su casa a que lloren en la tuya, que lloren en la suya. Así, dicha
frase es enseñada en casa y posteriormente reproducida a manera de
consigna. El mundo se transforma en una dicotomía agresiva, como lo
enfatiza uno de los participantes que ratifica la frase: te jodo o me jodes
(H). La lucha por la sobrevivencia conduce a una actitud violenta y
aparece una especie de encrucijada entre la vida y la muerte, entre la
vida propia y la muerte del otro. Todo se reduce a una realidad simple:
si algún dolor debe manifestarse que sea el del otro, bajo ninguna cir-
cunstancia el mío.
Es así como, tras el avance de las sesiones, los jóvenes van dejando
al descubierto lo que ellos consideran como la postura de los otros y,
a su vez, muestran su posición respecto a estas violencias. Dejan claro
que dividen al mundo en una dicotomía agresiva y la lucha está en
no ser el jodido y el que llora. Su realidad es un escenario de con-
frontación a ultranza que remite a la agresividad como momento de
tensión e identificación y, al mismo tiempo, se crea una competencia
imaginaria “que no tiene otra salida —Hegel lo enseña— [más] que la
destrucción del otro” (Lacan, 2001, p. 254). Esta violencia que emerge
de una disyuntiva radical tendría como fin último la destrucción del
otro, siendo esto una vía de autoconservación del yo. Wieviorka (2004)
denomina al ejecutor de esta violencia sujeto sobreviviente, es decir,
aquel cuya violencia no se manifiesta a través de pulsiones de pura
Andamios 35
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
36 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Andamios 37
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
La indiferencia puede ser más peligrosa que el odio, ya que, como dice
el autor, el odio se puede crear, se puede transformar, incluso puede
suscitar respuestas, pero frente a la indiferencia no hay respuesta, ésta
únicamente es amiga del enemigo.
38 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Conclusiones
Andamios 39
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García
40 Andamios
Subjetividades amenazadas: testimonios de jóvenes
Fuentes consultadas
Andamios 41
Jeannet Quiroz, América Espinosa, Mario Orozco y Ricardo García